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11 consejos para que tu equipo mantenga el entusiasmo

El buen líder debe aprovechar la potencia individual y encauzarla hacia el equipo.

Posiblemente uno de los problemas más frecuentes en las organizaciones no sea la ausencia
de ideas o proyectos, sino la capacidad de mantener la motivación de la gente para llevarlos
adelante. Ante esto, solo los líderes realmente eficaces serán quienes triunfen en ese desafío.

Luego de haber entrevistado, analizado y observado la conducta de muchos de ellos, aquí les
dejo sus principales enseñanzas.

1. Resetear cada tanto

Tal como sucede con las computadoras, a las que cuando se tildan hay que reiniciar, lo mismo
debe ser hecho con los equipos. Periódicamente hará falta rever algunas normativas, revisar
objetivos o ajustar algunos miembros y sus relaciones. No está mal este “volver a cero” ya
que no equivale a regresar al principio, sino más bien a reformular radicalmente aquello que
lo amerite. En sentido inverso, corresponde a un acto suicida el obsesionarse con un respeto
incondicional a lo planteado primeramente, y aferrarse a ello tal si fuese un libro sagrado.

2. Dejar que fluya la comunicación. ¡Pero conducirla!

Es falso que el mero hecho de confesar aquello que a uno aqueja es en sí mismo un acto
curativo.

Si bien Freud, con la creación de la catarsis como herramienta terapéutica logró grandes
avances, es necesario decir ahora que los problemas no se resuelven solo hablando. La
recomendación aquí, basada en la experiencia analizada de múltiples líderes exitosos, indica
la necesidad de generar un espacio en el que la gente pueda efectivamente manifestarse y
comentar todo aquello que le parezca importante (incluidos sus problemas). Pero es
igualmente vital que esa comunicación sea conducida por vías saludables, es decir, evitar el
camino hacia la queja y guiarla hacia propuestas y soluciones capaces de ser aplicadas en la
organización. De lo contrario solo tendremos grupos de autoayuda y no equipos de trabajo
eficaces.

3. No confiar solo en los métodos

Para toda organización es indispensable contar con métodos de trabajo y eso implica mejorar
permanentemente sus procesos de gestión.

Nociones como las de planificación, fijación de objetivos, controles periódicos, entre otras,
son la condición de toda organización moderna. Sin embargo, esto no debe confundirnos y
hacer que nos olvidemos de las personas. Los métodos son buenos en tanto y en cuanto estén
de nuestro lado. Fundamentalmente, tenemos que ser plenamente conscientes de que son
aplicados por personas y como tal estas son falibles. En consecuencia, para lograr resultados
extraordinarios y sostener la motivación resulta clave monitorear permanentemente a las
personas más allá de lo que mandan las planillas Excel.

4. Afiliación y sentido de pertenencia

Fue Abraham Maslow el que en la década del 50 mostró con claridad en su pirámide de las
necesidades que el sentido de afiliación resulta vital para todos los seres humanos.

Una de las cosas que he comprobado a través del tiempo es que el descenso en el entusiasmo
de los equipos, a veces tiene que ver con el debilitamiento de sus lazos. Por lo tanto, el líder,
si quiere mantener vivo el deseo de los miembros, debe estar perfectamente seguro de la
salud de sus vínculos. En este sentido, resulta muy útil la conversación periódica con cada
uno y la observación de los comportamientos grupales. Si detectamos que algo no anda bien,
debemos tomar cartas en al asunto, aprontando su resolución.

5. Echar una pizca de competitividad

Cada vez que me preguntan si es bueno generar competencia entre los colaboradores mi

Si bien no hay una regla universal aplicable, sí puedo afirmar que una competencia interna
dentro de determinados límites, controlados, resulta una interesante herramienta para
despertar a quienes se hallan inmersos en su tibia zona de Confort dado que a nadie le gusta
sentirse menoscabado o salir mal puntuado en el ranking grupal.

6. Detonar el orgullo grupal

El orgullo es un sentimiento capaz de generar una alta cohesión grupal y además, lograr que
las personas realicen un esfuerzo extraordinario.
Cuando un competidor nuevo se instala cerca de nosotros o un cliente pone en duda nuestra
calidad de producto o servicio, el líder debe utilizar estas cuestiones para apalancar la
autoestima grupal. Así, podrás ver cómo el equipo anteriormente mediocre se transforma
paulatinamente en una construcción superior.

7. Crea islas en el océano

Es usual que los miembros del equipo consideren titánica su tarea, viendo a sus metas como
el
horizonte en el mar: siempre lejano. Entonces, es conveniente detenerse en mojones que
permitan un descanso, pero en simultáneo valorar el camino hasta allí recorrido. Como
ejemplo, muchos corredores de fondo utilizan como técnica de fortaleza mental pensar en los
kilómetros ya pasados antes que a los que aún faltan atravesar. Concretamente, si se plantean
objetivos anuales, es bueno utilizar reuniones periódicas en las que se destaquen los avances
hasta allí conseguidos.
8. Prestar atención a sus problemas cotidianos y ser práctico para resolverlos

Pienso que uno de los errores más frecuentes en el liderazgo es minimizar la importancia
que los colaboradores atribuyen a sus dificultades. Si entiendes esto con detenimiento, podrás
enfocarte positivamente en las soluciones, antes que a quejarte por su posible falta de visión
o tendencia a la queja.

9. Ampliar su espectro de saber, generando instancias de aprendizaje.

¿Cómo y cuánto debe saber un empleado para hacer bien su tarea?

Esta respuesta únicamente podrá ser respondida si tenemos claros sus descriptivos de puesto.
Sin embargo, es vital concientizarse que ese saber no se agota en el cargo actual. Por ende,
si el colaborador tiene la oportunidad de ir a cursos aparentemente no relacionados con su
actividad actual se sentirá apreciado por la empresa. Un ejemplo de esto es enviar a una
persona de logística a un curso de Gestión de proyectos o a un personal de ventas a uno que
enseñe a dominar planillas de cálculo.

10. Fomentar espacios de trabajo comunes, evitando el aislamiento

Tal como decía más arriba la noción de comunidad permite sentirse parte de algo mayor. El
hecho de sentir que hay otros compañeros atravesando situaciones similares a la nuestra, ya
sea compartiendo éxitos o dificultades, nos brinda un bienestar emocional y una red de
contención mutua.

11. Permitir el desarrollo de la expresión individual

El trabajo en equipo supone una paradoja en sí mismo: por un lado es la apología de la


individualidad, y por el otro exige estándares comunes de actuación. Acerca del primero de
esos puntos, el líder debe proporcionar los espacios propicios para que cada quien pueda
manifestar sus ideas y sobre todo tomar decisiones de forma autónoma, aunque eso implique
criterios diferentes a los colectivos. El líder debe lidiar con esta contradicción, evitando el
falso dilema entre lo individual y lo grupal. Debe, en síntesis, aprovechar la potencia
individual y encauzarla hacia el equipo. Solo de esta forma se logrará un real fenómeno
sinérgico.
4 métodos para crear empleados leales
Si quieres retener a tus trabajadores más valiosos, aprende a motivarlos y a darles
oportunidades de crecimiento.

Ya pasaron los días en los que una persona pasaba toda su vida en la misma empresa, por lo
que los dueños de negocios actuales necesitan hacer un esfuerzo extra para retener talento y
construir la lealtad de sus empleados.

Los empleados leales son el corazón de las empresas exitosas. Cuando las personas se
sienten satisfechas con su trabajo, hacen todo lo posible para mejorar la organización;
comparten su experiencia, resuelven conflictos, sugieren mejoras, potencian la moral, ayudan
a sus compañeros, ahorran recursos y muchas cosas más. Este tipo de comportamientos hace
que las empresas sean más efectivas; las ventas aumentan, las mermas en la producción
disminuyen… y todo es mejor.

Para convertirte en una de esas empresas necesitas entender qué es lo que tus empleados
necesitan y proveerlos de ello. Como en cualquier relación, si obtienes lo que quieres es más
probable que estés dispuesto a quedarte. La lealtad también toma su inspiración de la
flexibilidad y la atención individual.

Estas cuatro técnicas pueden ayudarte a ofrecer esto a tus empleados, en especial a los que
más desees retener:

1. Invierte más tiempo en el proceso de contratación

Contratar a una persona requiere mucho tiempo, pero contar con un proceso riguroso tiene
sus recompensas cuando encuentras a la persona correcta. Si eres selectivo desde el
comienzo, tendrás menor rotación de personal en el futuro. Los empleados que cumplen bien
con el puesto suelen ser más leales, por lo que retenerlos requiere menos esfuerzo.

Cuando estés contratando, presenta al candidato a varias personas de tu equipo y pídele que
ayude a completar un proyecto o a compartir ejemplos de su trabajo anterior. Luego, haz un
análisis de su personalidad e identifica si sus valores concuerdan con los de tu empresa. Una
buena elección de persona se adaptará fácilmente al resto del equipo.

2. Invierte en tus empleados

Una buena relación laboral debe ser benéfica para ambas partes, lo que significa que los
empleados deben tener varias oportunidades para potenciar sus habilidades profesionales.
Muchas compañías se preocupan por gastar demasiado en empleados que podrían irse, pero
deberías hacer lo contrario; cuanto más tenga que perder un empleado, más difícil será que
se vaya.
Los directores de área son la fuente más importante de crecimiento e inspiración. La relación
con el director es el principal indicador de si un empleado se quedará o no en su trabajo. Por
eso asegúrate de que tus directores estén capacitados para inspirar a su personal, compartir
su experiencia y ofrecer oportunidades de crecimiento.

3. Favorece varios caminos para crecer

Las necesidades de tus empleados van evolucionando, por lo que puedes ayudarlos a crecer
e inspirar lealtad en ellos ofreciéndoles oportunidades de avanzar, hechas a la medida de sus
habilidades y sus metas. Por ejemplo, muchos programadores quieren ascender sin ser
directores, por lo que las compañías de tecnología generalmente les dan la posibilidad de
elegir entre una carrera técnica o una administrativa.

Ve un paso más allá ayudando a un empleado a crear un nuevo trabajo basándose en sus
habilidades, o permitiéndole rotar entre distintos roles. Si la gente tiene flexibilidad para
ajustar su trabajo de acuerdo a sus necesidades, es menos probable que se vayan buscando
algo que sí las satisfaga.

4. Impulsa a que tus empleados tomen decisiones

Una forma de inspirar lealtad es darles a los empleados una sensación de libertad y
control. Podrías dejar que trabajaran en casa si lo necesitan, que tomen decisiones de manera
autónoma, o ajustar su horario de trabajo para tener un mejor balance familiar.

Este tipo de libertades muestran confianza y ayudan a los empleados a moldear su trabajo. La
confianza es el componente esencial de una sociedad, sin ella simplemente no funciona. Las
compañías que confían en su gente tienen una administración poco rígida, mayor creatividad
y más satisfacción en sus recursos humanos. También son las que inspiran a sus empleados
a dar lo mejor de sí y a crear un ambiente laboral favorecedor y productivo.

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