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LA ORGANIZACIÓN COMUNAL REFLEJADA En LA VIVIENDA: UN ESTUDIO

DE LA DINÁMICA SOCIAL PRECOLOMBINA1

Garth Bawden
Traducción por JMB

Este estudio presenta una metodología para identificar la naturaleza precisa de los mecanismos de la estructura social que operan
en un asentamiento urbano complejo.
La arqueología de asentamientos andinos ha usado tradicionalmente la compleja arquitectura ceremonial y religiosa para estudiar
la organización y evolución social. Aunque unos pocos proyectos han identificado patrones residenciales y notado su significado
como definidores sociales, este trabajo solo ha examinado superficialmente la naturaleza específica de la organización de la
población materializada en la arquitectura residencial de asentamientos individuales. Por lo tanto solo podemos hacer comentarios
generales respecto a la forma de control social y a los aspectos más amplios de la integración cultural asociados con los mecanismos
organizacionales que operaban al interior de estos asentamientos.
Esta monografía describe un intenso estudio de la arquitectura residencial del sitio urbano Moche V de Galindo (600-750 dC)
en el valle de Moche en el norte del Perú. Estadísticas detalladas pertinentes a la forma arquitectónica, rango de variación,
distribución diferencial intra-sitio, contenido, y separadores sociales son usadas para definir la naturaleza de la organización
poblacional en el asentamiento. Esta información permite un examen más profundo de la integración social general, control
poblacional, y estrés social interno relacionado, y sugiere que la estructura sociopolítica Moche V como se observa en Galindo
estaba en estado de rápida adaptación a presiones potencialmente destructivas.

Introducción
Probablemente, el axioma con mayor aceptación entre los evolucionistas sociales es que los niveles
superiores de integración social –estados urbanos- están invariablemente acompañados de una estratificación
poblacional. Esta afirmación es indudablemente válida en principio general y es por lo tanto útil en la
investigación evolucionaria cultural comparativa. Sin embargo, una simple suposición de la presencia de una
compleja configuración poblacional genera poca comprensión sobre las particulares formas organizacionales
desarrolladas por diferentes culturas o como ayuda en la exploración del valor de tal especificidad en la
explicación de los relacionados mecanismos sociales de integración.
Es claro que la organización poblacional se estudia mejor observando el contexto cultural total de los
individuos y grupos que en conjunto comprenden la sociedad en funcionamiento. Aunque es completamente
posible conducir este rango de investigaciones en poblaciones vivientes, es mucho más difícil cuando los
sujetos son sociedades que dejaron de existir. En el caso de las civilizaciones más tempranas, los documentos
sobrevivientes arrojan valiosa, aunque incompleta, luz sobre sus modos de organización y constituyen
importantes vehículos de investigación. Sin embargo, en aquellas civilizaciones que no utilizaron escritura,
como aquellas durante el primer milenio dC en el área andina, el registro arqueológico ofrece el principal
medio de investigación social.
Uno de los temas más persistentes en la investigación andina precolombina ha sido la búsqueda de una
definitiva síntesis clasificatoria histórica. Los esquemas basados en conceptos evolucionarios culturales han
figurado prominentemente en esta empresa. La concomitancia arqueológica a esta tendencia ha enfatizado el
estudio de dos clases de datos complementarios. La investigación de las culturas cerámicas, su desarrollo
estilístico y distribución espacial, ha producido los esbozos generales de la configuración cultural andina a
través del tiempo. La identificación de la evolución social asociada con este marco cultural, por otra parte,

1 Tomado de Journal of Field Archaeology, vol 9, N° 2 (1982), 165-181, Boston University


está basada principalmente en los estudios de formas arquitectónicas comparativas cambiantes y patrones de
asentamiento generales, con el consecuente abandono de la ocupación residencial.
Los resultados de esa investigación sugieren una evolución en el área andina desde pequeños
asentamientos dispersos con limitada integración política regional a través de un proceso de complicación y
centralización administrativa enfocada en centros ceremoniales cada vez más elaborados. Este proceso
culminó con la aparición de extensas ciudades completamente nucleadas incorporadas a estados supra-
regionales. Implícita en esta visión evolucionaria del desarrollo social está la aceptación de la organización y
estratificación progresiva de la población en clases económicas y de estatus. Sin embargo, la naturaleza
específica de la organización social en particular en las culturas andinas raramente ha sido considerada desde
una perspectiva arqueológica. Aunque hubo frecuentes pedidos en la literatura general por un estudio que
incremente el denominador organizacional básico de la organización social –la vivienda- como requisito para
comprender la dinámica social, tal enfoque de investigación no ha sido conspicuo en la arqueología andina.
Incluso en estudios donde las implicancias sociales de la organización residencial han sido claramente
reconocidas, los objetivos de investigación enfatizaron otros aspectos de la interpretación de asentamientos.
Una clase importante de datos arqueológicos pertinentes a los mecanismos de integración en las
sociedades andinas complejas ha sido hasta ahora enormemente dejada de lado. Es el propósito de este
estudio mostrar el valioso potencial ofrecido por las expresiones arqueológicas de la vivienda para identificar
ingredientes específicos de un complejo sistema organizacional social. De mayor importancia, este enfoque
demostrará que el conocimiento de la organización residencial puede llevar a un grado de comprensión de
muchos elementos relacionados de la estructura social y su interacción al interior de la estructura social total
que no es posible cuando la investigación se enfoca principalmente en los centros integradores corporativos.

Escenario Arqueológico y Metodológico


Los factores de planificación y preservación asociados con los centros precolombinos andinos permiten
una amplitud de las investigaciones de campo que no son posibles en muchas regiones. La amplia
configuración de área y la ausencia de la compleja estratigrafía característica de muchas sociedades andinas
tempranas, junto con su estado de preservación generalmente excelente, facilita la investigación de su total
composición intra-asentamiento. Así, la información respecto al asentamiento residencial, la principal
expresión material de la organización poblacional y estructura social, es relativamente accesible para el
arqueólogo. La investigación presentada en este estudio fue realizada al interior de un escenario arqueológico
semejante.
Galindo, el sitio de investigación, es un asentamiento urbano, localizado en el cuello del valle Moche en
la costa norte del Perú (Fig 1). El asentamiento se encuentra en el desierto inmediatamente periférico al valle
cultivado, extendiéndose a través de un antiguo abanico aluvial y los piedemontes que lo rodean (Fig 2),
fechando casi enteramente de la época más temprana del Periodo Horizonte Medio (600-750 dC)
representando la quinta y última fase de la secuencia cultural moche. Galindo, aunque de tamaño mucho
menor que las mayores ciudades precolombinas contemporáneas y que sus sucesoras, cubre un área de casi 5
Km 2 e incorpora completamente elementos estructurales que caracterizan todos esos sitios. Así el
asentamiento es nucleado, posee estricta diferenciación interna de acuerdo a la función y estatus residencial, y
contiene un amplio rango de formas arquitectónicas que representan la totalidad del espectro de actividades
sociales, administrativas y religiosas asociadas con una sociedad compleja. Análisis de cerámica y fechados
radiocarbónicos indican fuertemente que toda el área del asentamiento fue ocupada contemporáneamente y
puede ser considerada como una unidad de investigación discreta.
Existe un estado de preservación generalmente excelente en Galindo con solo deposición superficial
cubriendo los restos arquitectónicos. Como resultado, la investigación de campo en el sitio, conducida por el
autor desde 1970 hasta 1973, procedió bajo las condiciones más favorables, y alcanzó a exponer un área
amplia así como un intenso estudio localizado.
Uno de los objetivos principales de la estrategia de investigación era conseguir una comprensión de la
forma específica de la estructura social que operó al interior del asentamiento. Específicamente, la vivienda
individual fue asumida como unidad básica representativa de la organización social. Comprender la naturaleza
de la vivienda y sus relaciones en la sociedad Galindo conllevaría a un conocimiento adicional de los muchos
sistemas culturales que funcionaban al interior.
La metodología de campo, conducida al interior de este marco conceptual, usó una combinación de
análisis de fotografías aéreas y excavaciones para aislar tipos arquitectónicos discretos por form a y función. Se
intentó obtener un reconocimiento claro de los rasgos identificativos de la unidad residencial básica –la
vivienda- así como varios otros tipos funcionales. Adicionalmente tratamos de excavar una muestra
suficientemente grande de los tipos arquitectónicos identificados para determinar sus rangos de variación
formal y artefactual para revelar sus relaciones al interior de la configuración general del asentamiento. El
reconocimiento de los patrones de variación asociados con la ocupación residencial permitió un estudio de las
expresiones materiales de la estructuración de la población. Se mostrará que esa información poseerá
importantes implicancias para la comprensión de la organización social en Galindo.
La composición arquitectónica general en Galindo ha sido completamente descrita en otro ensayo; sin
embargo, una breve reseña para propósitos del presente estudio es apropiada. El nivelado abanico aluvial que
se extiende desde la base de los piedemontes contiene varios conjuntos arquitectónicos aterrazados. Estos
complejos han sido identificados como centros de administración o cercaduras, y como plataformas aterrazadas
de función principalmente religiosa (Fig 3); principalmente constituyeron el núcleo social integrador del
asentamiento. Adicionalmente, grandes áreas de instalaciones corporativas de almacenamiento (Fig 3) están
localizadas en valles secos relativamente inaccesibles (quebradas) separadas del resto del asentamiento por altos
muros de piedra y adobe. La ocupación residencial, tema del presente estudio, se extiende a través de las
laderas inferiores de Cerro Galindo y una gran porción de la llanura más abajo (Fig 2, 3).

Arquitectura Residencial: Distribución y Muestra de Estudio


La arquitectura residencial de Galindo cubre más de la mitad del sitio (Figs 2 y 3). El patrón de
distribución de esta ocupación refleja claramente la gran importancia de la función arquitectónica en la
planificación del asentamiento. La ocupación residencial consiste de cuatro componentes principales. Un gran
segmento se extiende a través de la llanura nivelada frente al valle fluvial (Fig 2, Área A), mientras un área
similar cubre las laderas de Cerro Galindo (Fig 2, Área B). Dos áreas residenciales mucho más pequeñas están
localizadas en el canal de la Quebrada Caballo Muerto en el límite septentrional de la llanura aluvial (Fig 2,
Áreas C y D).
Es significativo que los cuatro segmentos de la ocupación residencial estén estrictamente segregados el
uno del otro y de otros sectores funcionales del asentamiento tanto por ubicación geográfica como por muros
de piedra y adobe. Adicionalmente, hay poca superposición física entre la ocupación residencial y otros
segmentos principales del asentamiento, representados por las cercaduras administrativas, los montículos
aterrazados de orientación religiosa, y las áreas de almacenamiento corporativo (Fig 3). Esta clara utilización
de rasgos físicos y elaborados para dividir el asentamiento sugiere que fue una prioridad la diferenciación
funcional de la estructura social global de Galindo.
Durante el trabajo de campo en el asentamiento residencial de Galindo, 38 estructuras fueron
investigadas. Varias de estas estructuras, sin embargo, incorporaban funciones diferentes a las residenciales,
involucrando producción artesanal, corrales de llamas, y redistribución de bienes. Estas estructuras
multifuncionales estaban todas localizadas en el Área A (Fig 2). Del total de la muestra, 28 estructuras podían
ser consideradas definitivamente como de funciones residenciales domésticas; son estas estructuras las que
comprenden la presente muestra de estudio.
El plano del sitio en la figura 2 marca la ubicación de las viviendas que aparecen en la muestra de
estudio (Fig 2, 1-28). El trabajo de campo involucró determinar la extensión de los muros y la limpieza de la
mitad de cada componente interior. Mediante esta metodología se revelaron las características formales y
artefactuales completas de cada unidad residencial. El estudio comparativo mostró que mientras la
composición formal y funcional de la unidad residencial era constante a través del sitio, había amplia variación
en tamaño, forma, y contenido material. Era aparente que esta variación no era al azar, sino que estuvo
relacionada con la ubicación en el sitio. En base a suposiciones iniciales, la variación estructurada en la
arquitectura doméstica es una función directa de la investigación de la organización social que procura definir
y cuantificar las variantes físicas determinantes y explicar el significado social de los patrone s así identificados.

La Unidad Residencial: Descripción


La arquitectura residencial de Galindo está confinada a cuatro áreas claramente definidas (Fig 2, Áreas
A-D). Aunque hay diferencias significativas de calidad y dimensiones entre las unidades residenciales de cada
área, su carácter composicional es consistente.
La unidad residencial básica contiene tres constituyentes espaciales (Fig 4): una gran cercadura
rectangular con banquetas (sala), un área de preparación de alimentos (cocina), y una o dos pequeñas áreas de
almacenamiento (depósitos). Las unidades residenciales estaban típicamente construidas con fuertes bases de
muros de piedra y completadas con cañas. En las salas, los pisos estaban enlucidos con barro y en otros sitios
de tierra apisonada. Las cocinas, depósitos y las banquetas de las salas estaban techadas dejando el piso central de
la última descubierta. Usualmente una única entrada daba acceso a la cocina, aislando la sala y el depósito del
acceso directo exterior. El plano de la sala es de consistente regularidad (en comparación con los otros
espacios), y su calidad de construcción frecuentemente sobrepasa a la del resto de la unidad residencial.
La especificidad de la forma de los componentes en la unidad residencial básica se repite en la
distribución artefactual. Cada componente espacial contiene un conjunto distintivo de restos materiales
domésticos. Se enfoca a la cocina como un sitio para cocinar, que usualmente contiene un solo fogón, aunque
ocasionalmente existe un segundo. Este fogón está rodeado por un grueso depósito de ceniza y desechos de
cocina. En otras partes de la cocina hay abundante evidencia de almacenamiento a pequeña escala, mientras los
desechos de cuy atestiguan el uso de estos animales como carroñeros domésticos y fuentes de carne. Las salas
contienen considerablemente una menor deposición cultural. Una alta proporción de alfares cerámicos finos,
en relación a otras secciones, frecuentemente está acompañada de evidencia de actividades domésticas. Es así
que agujas de cobre y piruros de cerámica reflejan la presencia de actividades de hilado y tejido. Además,
fragmentos de joyería metálica aparecen algunas veces. Pequeñas figurinas de alfar llano representando un
amplio rango de seres míticos moche, son encontradas frecuentemente en las salas, posiblemente indicando la
existencia de un patrón religioso doméstico. Aparentemente la sala albergaba aquellas actividades de la vida
doméstica no relacionadas con la preparación de alimentos, almacenamiento, o el cocinado. Estos espacios
probablemente marcan el escenario general Moche V para actividades distribuidas entre lo que actualmente
son las “salas de estar” y los dormitorios. Adicionalmente, un elemento de la vida doméstica inmaterial está
reflejado en las figurinas con su connotación religiosa. Así las salas representan los centros sociales de la
vivienda doméstica en Galindo. Los depósitos revelan claramente su función como áreas de almacenamiento.
Grandes vasijas de alfares toscos están comúnmente localizadas en estas áreas con la virtual exclusión de
otros tipos de residuos culturales.
La forma ocupacional de la vivienda asociada con esta unidad residencial es sugerida por su organización
espacial, potencial de preparación de alimentos, y asociaciones al interior del asentamiento. La presencia de
sólo dos espacios habitacionales principales –la cocina y la sala, la ultima constituyendo una sola “sala de estar”-
argumenta en contra de numerosos ocupantes. La cocina contiene raramente más de un fogón, sugiriendo la
presencia de un solo grupo por vivienda, además, no hay indicación que las unidades formen parte de grupos
multifamiliares del tipo presente frecuentemente en patrones residenciales basados en organizaciones por
parentesco. La mayoría de unidades están desconectadas sin evidente asociación con sus vecinas mientras que
en los escasos grupos residenciales agrupados el acceso a cada unidad está separado sin ningún me dio interior
de interconexión. Finalmente, se ve que muchas de las unidades residenciales más pequeñas son de un
tamaño insuficiente para albergar un gran número de ocupantes. Es probable que la vivienda en Galindo
acogiera una familia nuclear con un número limitado de dependientes relacionados.

Análisis Cuantitativo de la Unidad Residencial


Un número de categorías de medición fueron aplicadas a las 28 unidades que constituyeron la muestra
de estudio con la intención de detectar diferencias cuantitativas notorias entre las diversas áreas de
arquitectura residencial. Las variaciones identificadas fueron consideradas como indicadores sociales no-
aleatorios significativos creados por la aplicación de estándares organizacionales estrictos al interior del
asentamiento. Un examen más amplio de los contextos físicos y culturales de estos patrones generó
sugerencias sobre la naturaleza específica y el significado de los mecanismos sociales reflejados y provocó
conjeturas adicionales respecto al estado del equilibrio social durante la fase Moche V.
Medidas específicas calculadas para la muestra de estudio toman en cuenta (1) la superficie de las
unidades residenciales y de sus componentes espaciales y (2) su regularidad formal manifiestada en la
proporción longitud/ancho de estos componentes. Las tablas 1-4 presentan las dimensiones básicas de la
muestra por ubicación al interior del asentamiento (Fig 2, Áreas A-D), e incluyen la longitud y ancho de salas,
cocinas y depósitos, la superficie de cada componente, la superficie de cada unidad residencial, y la proporción
longitud/ancho de sus componentes espaciales. Se calculó la media y su desviacion estándar para cada una de
estas categorías cuantitativas. Es evidente, a través de la observación de la desviacion estándar que la mayoría
de las medias representan unidades válidas para medir la tendencia central de sus muestras asociadas, y por lo
tanto pueden ser usadas significativamente como denominadores comparativos. Cuando la cantidad de la
muestra es pequeña, como en el caso de la arquitectura del Área D (Tabla 4), la medida tiene menos valor y
los valores absolutos de medidas específicas representan mejores unidades de estudio.
En el caso de los valores de proporción longitud/ancho, es inmediatamente evidente, a partir del estudio
de las tablas 1-5, que la forma de la cocina es generalmente menos regular que las de las consistentemente
rectangulares salas y depósitos. Ciertamente, con frecuencia, la proporcion no puede ser calculada debido a la
forma irregular de la cocina.
Las figuras 5-8 comparan gráficamente el rango de las superficies de salas, cocinas, depósitos y unidades
residenciales por areas residenciales.
Una última categoría de datos cuantitativos se relaciona al contenido artefactual de la unidad residencial.
La fina cerámica decorada y metales preciosos han sido por largo tiempo identificados como objetos de
estatus en el inventario de la cultura material moche. Cerámica fina es hallada en todos los contextos
residenciales de Galindo, pero con una distribución cuantitativamente distinta. El metal precioso en
escenarios domésticos, representado por fragmentos de objetos de plata, también se encuentra en las
estructuras residenciales. La distribución diferencial de estos materiales es presentada por unidad residencial y
categoría localizacional en las tablas 6-9 y comparadas por áreas residenciales en la figura 9.
Este conjunto de medidas cuantitativas permite el análisis de varios rasgos significativos pertinentes a la
ocupación residencial de Galindo. La comparación de la forma y tamaño de los componentes espaciales –sala,
cocina, depósito- permite la medición de la variación formal y dimensional entre áreas residenciales y la
identificación de su causa formal. Adicionalmente, importantes componentes del inventario de materiales
domésticos asociados con estos escenarios residenciales son examinados cuantitativamente. Estas categorías
se discuten más abajo; y su discusión es seguida del examen de su significado en términos de la más amplia
configuración del asentamiento.

Resultados del Análisis Cuantitativo

Análisis de Área
Cada categoría localizacional de arquitectura residencial posee un rango distintivo de superficie (Fig 8,
Áreas A-D; Tablas 1-4) derivado de las medidas de las unidades residenciales al interior de cada categoría. Las
medias para estos rangos de superficie muestran que existe un incremento progresivo en el tamaño de las
unidades residenciales desde las unidades del Área B a través de las áreas C y A hasta el Área D que contiene
las estructuras residenciales mas grandes.
El examen de la variación de la superficie de los componentes espaciales de las unidades residenciales
muestra la razón de esta diferencia de tamaño entre la arquitectura residencial de estas cuatro áreas. Las tablas
1-4 contienen las superficies de todos los componentes espaciales por unidad residencial y ubicación en el
asentamiento. Las figuras 5-7 comparan los rangos de superficie de estas mediciones. Se puede ver que la
ubicación del asentamiento tiene poco efecto en la superficie de las instalaciones domésticas de
almacenamiento –los depósitos (Fig 7). De forma similar, mientras que las cocinas de las unidades residenciales
de las Áreas A y D –áreas de mayor superficie- son un poco mas grandes que aquellas de las Áreas B y C,
existe una sustancial sobreposición en rango (Fig 6). Sin embargo, las diferencias de superficie entre las cocinas
no son de suficiente magnitud para explicar el claro patrón de incremento de tamaño en las unidades
residenciales del Área B hasta el Área D (Fig 8).
De hecho, el progresivo incremento de tamaño está principalmente determinado por la superficie de la
sala. La comparación de las figuras 5 y 8 muestra que en el patrón de incremento proporcional desde el Área
B al D, el rango de la superficie de la sala es casi identico al de la unidad residencial como un todo, dando así
cuenta de la naturaleza del incremento señalado. De forma interesante, el bien definido, no-superpuesto
patrón del rango de superficie mostrado en las unidades residenciales y las salas de las Áreas A, B y C (Figs 5 y
8) no incluye el área D, debido principalmente al mayor rango de superficie de las unidades residenciales del
Área D y sus salas asociadas.
Resumiendo, existen diferencias significativas entre las medias de superficie de los cuatro segmentos de
la ocupación residencial de Galindo. Estas diferencias representan grupos distintivos y cuantitativamente
significativos de las medidas de superficie, definidas por la ubicación del asentamiento. Por lo tanto, la unidad
residencial es más pequeña en el Área B incrementandose a través de las unidades del A y C hasta alcanzar sus
mayores dimensiones en el D. El principal determinante de este patrón de incremento de tamaño es la sala,
cuya superficie, a diferencia de otros componentes, se ha demostrado que incrementó su tamaño en relación
directa con la superficie total de la unidad residencial. Esta relación consistente de tamaño de la sala y la
unidad como un todo refleja un elemento intencional de planificación arquitectónica en lugar de una
ocurrencia al azar o la influencia del terreno físico, y por lo tanto debe tener un significado social en la
interpretación del asentamiento residencial.

Formas Espaciales
La forma espacial dominante que aparece en la arquitectura residencial de Galindo es el rectángulo.
Aunque formas matemáticamente rectangulares ocurren raramente, la mayoría de los espacios de las unidades
residenciales están rodeadas por muros cuyas esquinas son aproximadamente ángulos rectos y cuyos muros
opuestos son en consecuencia de longitud aproximadamente igual (Fig 4, 12, 15). Sin embargo, al interior de
este patrón general de compsoición arquitectónica rectangular existe considerable variación de regularidad
formal. El análisis cuantitativo de las formas de los varios componentes de las unidades residenciales
demuestra que en la identidad funcional de esos componentes espaciales gobierna el grado de variación
formal.
Las tablas 1-4 presentan las proporciones de longitud/ancho de todos los componentes espaciales en la
muestra de estudio por ubicación en el asentamiento. La tabla 5 compara estas proporciones. Las cifras
contenidas en la tabla 5 reflejan las diferencias entre los componentes por clase localizacional. Por lo tanto
estas cifras indican el grado de variación relativa y no representan ningun a medida absoluta.
Una breve inspección de los valores de promedios en las tablas 1-4 y la comparación de su rango en la
tabla 5 explican aparentemente que existe un grado considerable de regularidad proporcional en el plano de la
sala con ejemplos localizados en la arquitectura residencial del Área B que posee significativamente mayor
variación que en las otras áreas. En contraste, los depósitos de todas las áreas, aunque de forma
consistentemente rectangular, exhiben un amplio rango de proporciones longitud/ancho extendiéndose desde
un cuadrado perfecto a formas cuyas longitudes son más del doble que sus anchos. Las formas de las cocinas
son incluso menos regulares; de hecho un número de ejemplos, especialemnte en las Áreas B y C, son de
forma irregular, haciendo imposible calcular los simples proporciones de longitud/ancho.
Por lo tanto parece probable que la sala fuera planeada de acuerdo con una convención formal definida
de escasa flexibilidad. La aplicación de esta convención a las salas de todas las locaciones del asentamiento
refleja fuertemente su origen cultural y dirige otro elemento de significado social hacia este componente
espacial. Esta convención no se extendió a los depósitos o cocinas, que exhiben un amplio rango de formas y
proporciones, indicando aparentemente menos preocupación con su planificación y la probablemente menor
importancia social de sus funciones domésticas relacionadas.

Distribución de artefactos valiosos


Las tablas 6-9 muestran los resultados de un estudio cuantitativo de los objetos asociados con la riqueza
y estatus en la sociedad Moche V de Galindo. Queda claro a partir de estas tablas y su representación gráfica
(Fig 9) que existe una línea divisoria entre los ocupantes de las Áreas A y D y aquellos de las Áreas B y C. Las
proporciones de cerámica fina son aproximadamente similares entre estas dos categorías con la arquitectura
de las Áreas B y C mostrando una presencia mucho menor de este material de estatus que en otras áreas
residenciales. La distribución de plata está incluso más estrictamente diferenciada. Nada de plata fue
recuperada de las unidades residenciales de las Áreas B y C. En contraste todas las unidades del Área D
contenían fragmentos de plata como varios de los ejemplos del Área A (Tablas 6-9).
El patrón que emerge de este estudio es de un acceso marcadamente diferencial a los objetos de alto
valor. Los residentes del Área D tenían el mayor acceso a estos objetos, seguido de cerca por aquellos del área
A, mientras que los habitantes de las Áreas B y C estaban estrictamente limitados al acceso de cerámica fina, y
aparentemente no poseían plata.

Patrón Residencial y Organización Poblacional


El análisis cuantitativo de la arquitectura residencial demuestra la estrecha relación de forma y contenido
arquitectónico en la ubicación intra-sentamiento en Galindo. Por lo tanto, las unidades residenciales más
pequeñas, cuidadosamente menos planeadas y construidas, con menor contenido de bienes de estatus se
localizan en el Área B –en la empinadas laderas de Cerro Galindo- más alejada de las fuentes de agua. Esta
área residencial está estrictamente apartada de los grandes montículos aterrazados, irguiendose en la llanura
directamente debajo de un alto muro de piedra revestido de adobe (Fig 3, Muro 1) con pocos vanos
estrechos. Al interior del Área B la ocupación es de carácter generalmente homogéneo, compuesta casi
completamente de estructuras residenciales aglomeradas (Fig 10, 11) con poca evidencia de otras actividades
que no sean domésticas.
Todas las características de la arquitectura residencial del Área B sugieren que representa un barrio
saturado –el área residencial de la clase social más pobre y baja de la población de Galindo. No hay evidencia
que los ocupantes del área controlaran ninguna de las actividades económicas de este complejo asentamiento.
Además es claro que el acceso de los individuos que vivieron en el Área B hacia el resto del asentamiento
estuvo estrictamente regulado por el Muro 1 (Fig 3). La salida directa desde el Área B solo era posible en el
abierto extremo sur del muro, que permitía el libre desplazamiento desde Cerro Galindo hasta el valle aluvial
principal.
La situación es bastante diferente en la ocupación residencial del Área A que se extiende a través de la
nivelada llanura que bordea el valle Moche (Fig 2). Ninguna barrera artificial obstruye el movimiento desde
esta área aunque existe una separación estricta del área residencial y los complejos administrativos y
montículos aterrazados cercanos. Con sus grandes dimensiones, planos regulares (Fig 4, 12, 13), contenidos
relativamente ricos y proximidad al agua, las unidades residenciales del Área A aparentan haber constituido las
viviendas de una clase social que poseía acceso inmediato a la riqueza –objetos de estatus y prioridades para la
subsistencia. Esta visión es apoyada por la existencia en el Área A de abundante evidencia de diversas
actividades económicas. Un taller especializado de cerámica, centros de redistribución de objetos de
subsistencia, numerosos corrales de llamas, e instalaciones de almacenamiento de pequeña escala han sido
identificados hasta ahora. Algunos de los sitios de actividad están conectados arquitectónicamente a unidades
residenciales y atestiguan la participación directa de los ocupantes del Área A en el funcionamiento
económico rutinario del asentamiento, como representa la distribución de alimentos, comercio, y
manufactura.
De esta manera, las relaciones localizaconales de la arquitectura del Área A indican que los ocupantes,
aunque no necesariamente perteneciron al estrato gobernate de la población de Galindo, constituyeron una
clase priviliegiada relacionada con los ocupantes del Área B. Como tal esta clase de la población residencial
poseía un acceso superior a la riqueza y bienes de estatus y administraba directamente los mecanismos
relacionados con el mantenimiento de las operaciones económicas normales del asentamiento.
La arquitectura residencial localizada en el canal seco de la Quebrada Caballo Muerto, como aquella del
Área B, presenta la utiliazacion de barreras artificiales para reforzar la separación social. Dos clases pequeñas
y bastante diferentes de arquitectura residencial se encuentran en el canal, separadas por un muro sustancial
(Fig 3, Muro 2). Este muro tiene el efecto de definir las relaciones funcionales de la arquitectura relacionada.
Así las unidades residenciales del Área C circundan quebrada arriba adyacentes a la gran área de
almacenamiento corporativo localizada en esta sección del asentamiento (Figs 2 y 3). Por otra parte, la
arquitectura del área D, está separada del área de almacenamiento y la arquitectura residencial del Área C por
el Muro 2, y además, está aislada del acceso al centro del asentamiento por un segundo muro transquebrada
(Fig 3, Muro 3). De hecho la única relación funcional obvia de la arquitectura del Área D es el gran complejo
administrativo que está anexo (Figs 2 y 3) y a la que un portón formal da acceso directo.
La separación física de la arquitectura residencial de las áreas C y D está acompañada por diferencias
significativas en tamaño, plano, y contenido. Las unidades residenciales del Área C son de tamaño, calidad
constructiva, y regularidad formal intermedia entre la arquitectura de la clase social más baja del Área B y las
unidades mucho más finas del Área A (Fig 14); sin embargo, el inventario de los bienes de estatus son casi
idénticos en naturaleza a aquellos de las unidades de clase baja del Área B. Cantidades pequeñas de cerámica
fina decorada y nada de metal precioso se registran en la arquitectura residencial del Área C. Adicionalmente
la arquitectura del Área C está confinada al inhospitalario terreno de la quebarada superior con su superficie
irregular, laderas cubiertas de piedras, y ausencia de acceso a ninguna porción del asentamiento salvo las
instalaciones de almacenamiento corporativo localizadas en las laderas directamente por encima. De hecho la
relación entre las estructuras de almacenamiento y la arquitectura residencial del Área C es tal que existe unA
mínima superposición de sus distribuciones físicas con pocas unidades residenciales irguiéndose en áreas
destinadas principalmente al almacenamiento. Por lo tanto se sugiere una relación funcional entre los dos
tipos de arquitectura, involucrando posiblemente la participación de los residentes del área C en la realización
de las actividades de almacenamiento corporativas. La pobre calidad de sus viviendas y posesiones indica que
los residentes del área C participaron en estas actividades como trabajadores subordinados y que la dirección
administrativa global estaba investida en individuos de estatus social más alto, que habitaron en otros lugares
del asentamiento.
Por lo tanto, aunque las asociaciones funcionales específicas, exclusividad localizacional, y características
formales de las unidades residenciales del Área C previenen su inclusión en una clase arquitectónica separada,
la posición social de sus ocupantes probablemente difirió poco de aquellos en el Área B. Toda la evidencia
sugiere que estas áreas contenían viviendas del estrato poblacional más bajo y grande de Galindo con poco
acceso a bienes, riqueza, o rango, y grandes limitaciones a la mobilidad social al interior del asentamiento.
La pequeña área de arquitectura residencial erigida en la boca de la quebrada, limitada físicamente por los
empinados costados de la quebrada y altos muros artificiales (Fig 3, Muros 2 y 3), y designada Área D (Fig 2),
contrasta profundamente en todo aspecto con la ocupación del Área C. Las unidades residenciales en el área
D son las mayores y mejor construidas en el asentamiento (Fig 15-16). Aún más, exhiben un grado de
formalidad interna y elaboración que no se ve en otra parte. Esto es especialmente evidente en el caso único
de la Estructura 26 (Fig 15) que presenta un pequeño estrado, sobre la banqueta de la segunda sala, al que se
llega por una rampa desde el piso central. Este rasgo puede muy bien ofrecer evidencia adicional de las
actividades religiosas domésticas asociadas con la sala asi como indicar el alto estatus social de los ocupantes
de la unidad residencial. En la iconografía moche los personajes importantes frecuentemente están
representados sentados sobre estos bajos estrados con rampa recibiendo a individuos de estatus inferior.
Ademas, la cantidad de objetos de alto estatus recuperados de la arquitetura del Área D excede la de cualquier
otro lugar residencial, indicando alto estatus y acceso a la riqueza de sus ocupantes.
Las relaciones funcionales del Área D revelan que los individuos que vivieron en esta locación estaban
involucrados en la administración global del asentamiento. La única ruta de acceso obvia entre el área D y
otras secciones del sitio, conecta el área residencial directamente con el gran complejo administrativo que se
anexa inmediatamente hacia el oeste (Figs 2 y 3). Este complejo de cercados, rampas y estrados caracteriza
una cercadura, , identificada como uno de los principales centros administrativos en Galindo. La conexión
física entre esta cercadura y la más fina arquitectura residencial en el asentamiento, la única asociación
semejante en Galindo, sugiere fuertemente que los residentes en el Área D constituían la elite gobernante y la
población de mayor nivel social con acceso libre a la ariqueza, bienes de alto estatus, y control social
integrador centrado en las cercaduras.

Dinámica Social en Galindo


Las implicancias de este estudio de ocupación residencial para entender los patrones sociales que
operaron en Galindo pueden ser mejor discutidas en dos niveles: la unidad residencial individual y la
configuración general del asentamiento.

La Unidad Residencial
El examen de la unidad residencial discreta revela una importante información respecto al
comportamiento doméstico y orden social en Galindo. La consistencia general de la composición de las
unidades individuales, sin tomar en cuenta la ubicación y la aparente asociación de clase, denota la presencia
de estrictos patrones residenciales gobernando la naturaleza de la vivienda y su escenario arquitectónico. Por
lo tanto parece que la configuración universal de sala, cocina y depósito marca el requerimiento funcional básico
de una sola familia. Esta unidad familiar nuclear mantuvo espacios con actividades claramente definidas:
actividades de preparación de alimentos centralizadas en el fogón de la vivienda y separadas del centro de
interacción social doméstica por muros divisorios. Las instalaciones domésticas de almacenamiento estaban
de forma similar formalmente definidas y separadas de otros componentes funcionales.
Aunque se mantiene la consistencia composicional general a través de todas las áreas de ocupación
residencial, existe amplia variación de tamaño, regularidad arquitectónica, y calidad de contenido. La relación
directa de esta variación con la ubicación en el asentamiento indica claramente que la ocupación residencial de
Galindo estuvo dividida en segmentos geográficos rígidamente demarcados que constituían las áreas de
residencia de diferentes clases sociales, cada una con su propio acceso formalizado a la riqueza, estatus, y
control económico.
Al interior de la unidad residencial la sala merece una consideración especial debido a sus implicancias
sociales. Las salas son casi siempre los elementos espaciales más grandes y más regulares de la unidad
residencial. Además, ha sido demostrado en este estudio que el incremento de tamaño en las viviendas de
estatus superior se debe principalmente a la superficie mayot de sus salas, denotando una correlación directa
entre el tamaño de la sala y la posición social de los ocupantes relacionados. La importancia de la sala como el
denominador social es adicionalmente incrementada por factores como el embellecimiento arquitectíonico y
el contenido artefactual. Aparte de la evidencia común de actividades artesanales domésticas halladas en estas
ubicaciones, los objetos directamente relacionados con riqueza, estatus, y religión provienen generalmente de
la sala.
Finalmente, el diseño formal básico de la sala sugiere una relación formal de la expresión de esta forma
de integración social doméstica y aquella que denota los centros de organización y control comunales
globales. Los rasgos más prominentes de la sala son las banquetas bajas que revisten sus muros. Estas
banquetas son similares en forma básica a las terrazas escalonadas que constituyen los componentes
arquitectónicos más importantes de los centros de control administrativo y religioso del asentamiento –las
cercaduras y los montículos aterrazados. La presencia en la estructura 26, la más grande y elaborada clase de
unidad residencial localizada en el Área D, de un estrado con rampa en una de las banquetas de las salas (Fig
15), revela un vínculo formal entre mecanismos integradores domésticos y sociales corporativos. El rasgo
estrado-rampa está comunmente asociado con los ejemplos más elaborados de arquitectura corporativa en la
cultura moche y es asi representado en el arte moche. La ocurrencia de este rasgo en una sala residencial no
solo le imparte un alto estatus a los ocupantes de la unidad residencial, sino, aún más importante, sugiere que
conceptos fundamentales de integración social sostenidos a nivel familiar eran proyectados en la esfera
comunal donde podían ser utilizados en la promoción de un control social más amplio.
Por lo tanto un concepto director de organización humana se ve operando en Galindo con una
separación doméstica funcional y centralización social siendo reflejada en la congiguración general del
asentamiento.

El Asentamiento
El estudio de la configuración del asentamiento revela que la organización social en Galindo dependía de
la separación rigurosa de los estratos poblacionales y claras diferencias físicas funcionales entre los centros de
actividad rutinaria económica y residencial y los lugares de integración corporativa. Aunque este claro patrón
no significa por si mismo nada más que el desarrollo de una forma singular de diseño urbano que enfatizaba
la planificación localizacional precisa, los extraordinarios medios tomados para asegurar este patrón sugiere
que surgió realmente como respuesta al profundo estrés social.
El extenso barrio residencial ocupado por el estrato social inferior de la población (Fig 2, Área B) no sólo
está físicamente retirado de otras secciones residenciales o corporativas del asentamiento, sino confinado a
estas ubicaciones periféricas por masivas divisiones artificiales. El muro alto que rodea el Área B (Fig 3, Muro
1) tiene pocas aberturas formales. Los vanos de acceso son estrechos, permitiendo regular el movimiento
desde el área residencial en la ladera hasta los centros de actividad económica y administración corporativa en
la llanura por debajo. Toda la evidencia señala a este muro formando un dispositivo de control social
mediante el cual un gran segmento de la población era prohibido de acceder libremente a las fuentes de
riqueza y estatus de la comunidad. Los ocupantes de clase social baja de la pequeña Área C (Fig 2) estaban
confinados de forma similar por una gran muro divisorio que inhibía su entrada al centro del asentamiento.
A la luz de tan claras expresiones de control poblacional, el plano general de Galindo con su clara
diferenciación de componentes adquiere un nuevo significado. Es probable que este arreglo no sea
consecuencia simplemente de un desarrollo urbano culturalmente distintivo, sino en cambio refleje la
vigorosa imposición de regulación social por las autoridades gobernantes. Las más fuertes expresiones, sin
embargo, de esta imposición regulatoria –los muros de los barrios- están claramente orientados en contra la
mayor e inferior clase poblacional. La necesidad de estas medidas extremas implica que existió el potencial de
una severa insurrección social en Galindo, dirigida por el estrato poblacional social inferior en contra de las
clases altas dominantes –la elite gobernante y la económicamente privilegiada clase intermedia.
Asi aparentemente la estructura social en Galindo materializaba un elemento sustancial del estrés
interno. Evidentemente una gran clase inferior se mantenía en un estado de carencia formalizada en términos
de acceso a la riqueza, participación económica y estatus. La perpetuación de semejante situación involucra
necesariamente una gran inversión de energía por la autoridad gobernante, en el caso de Galindo para
construir, mantener y administrar el elaborado sistema regulador físicamente manifestado por los muros de
los barrios. Obviamente el sistema social de Galindo debe haber existido en un delicado estado de tenso
balance entre dos fuerzas opuestas –la amenaza del descontento de clases y los mecanismos de control
reactivos. Un sistema social así puede sobrevivir solamente si puede generar una respuesta adaptativa positiva
continua a este estrés interno. Es inconcevible que la situación documentada en este estudio pueda haberse
mantenido durante un extenso periodo de tiempo sin un conflicto abierto entre las fuerzas protagónicas –las
clases sociales- y la restauración final de la homeostasis social a través de la profunda disrupción estructural y
realineamiento consiguiente. Aunque el más amplio registro arqueológico existente no explica completamente
los origenes o solución del estado estresante de equilibrio social aparente en Galindo, arroja muchas luces
sobre el contexto cultural que hizo probable esta situación. Así los factores de desarrollo social y político
operando antes, y durante, la ocupación de Galindo pueden ser vistos como agentes causales en la
determinación del carácter general de la integración social durante la fase Moche V.
Galindo fue establecido a finales de la fase cultural Moche IV, aparentemente como reemplazo para el
gran centro localizado en el sitio de Moche en el mismo valle (Fig 1). Este último sitio, con sus enormes
complejos platafórmicos, huacas del Sol y de la Luna, constituye el mayor de los centros ceremoniales
tradicionales moches e incorporó un considerable asentamiento de soporte. Si el sitio de Moche funcionó
como la capital de un extenso estado integrado o como centro del más importante de un número de
organizaciones políticas no es claro. El gran tamaño de sus estructuras ceremoniales, sin embargo, indica que
este sitio materializaba significativa autoridad poblacional por lo menos en la vecindad del valle de Moche. El
abandono de este importante centro coincidió con el establecimiento del menos imponente asentamiento de
Galindo en otra parte del valle, la aparición del enorme asentamiento urbano de Pampa Grande en el valle de
Lambayeque, y la eliminación de la influencia cultural moche en la costa al sur del valle de Moche (Fig 17).
Estos grandes cambios deben reflejar considerable disrupción social y político al final de la Fase Moche IV
con la consiguiente reconstitución en la fase Moche V involucrando la pérdida territorial, reubicación
poblacional en el valle de Moche, y cambios en el carácter de la integración social, con asentamientos urbanos
nucleados remplazando a los centros ceremoniales tradicionales. Es desde este trasfondo de disturbios
culturales generales que los mecanismos de organización social visibles en Galindo deben ser examinados.
Dada la profunda naturaleza de la innovación cultural moche durante la fase Moche V esos cambios son
mejor vistos como respuestas a presiones disruptivas masivas. La pérdida de la hegemonía moche en la
sección sur de la Costa Norte y la reubicación del principal centro poblacional hacia el norte sugiere la
aplicación de presiones externas. Es también bastante posible, sin embargo, aunque más dificil de
documentar, que el desorden interno en el perdurable orden sociopolítico moche contribuyó a su casi
destrucción. Cualquiera que sea el carácter preciso de estas disrupciones, aparentemente generaron en
Galindo una respuesta que involcuró una profunda innovación social. Es evidente que formas administrativas
óbásicas y el rol de la religión en la autoridad corporativa cambió significativamente en este tiempo. Más
pertinente al estudio presente, sin embargo, es la forma de la reorganización poblacional vista en Galindo.
Dominando sobre las reales formas innovadoras está el intento visible de controlar todos los niveles del
funcionamiento de la comunidad. El anterior patrón moche intra-sentamiento relativamente disperso con
arquitectura secundaria dispersa alrededor de enormes montículos aterrazados es reemplazado aquí por un
asentamiento urbano nucleado con una estricta diferenciación social y funcional interna reflejando un cambio
fundamental en la técnica de organización social. Igual de aparente es la abierta naturaleza de la estratificación
social y separación interna. En Galindo la población estaba dividida en por lo menos tres clases sociales
distintas separadas por aspectos de ubicación residencial, grado de riqueza, acceso a la participación
económica, y estatus. La clase más amplia –la inferior- aparenta haber tenido su nivel social impuesto sobre
ella y mantenido por lo menos parcialmente por la fuerza física. Tal grado de separación de clases refleja una
necesidad de control social extremo en su derivación y modo de imposición; puede ser considerado como una
respuesta bastante radical a fuerzas disruptoras que operaron a finales de la fase cultural Moche IV. La corta
ocupación del asentamiento y el contexto cultural en el que fue abandonado sugieren que el realineamiento
sociopolítico aparente en Galindo se adaptó mal a largo plazo y que el restablecimeinto exitoso del sistema
social integrador no fue alcanzado finalmente.
Es claro que alrededor del 750 dC Galindo fue abruptamente abandonado con solo una mínima
ocupación posterior. Además, la naturaleza de esta ocupación posterior revela que las principales formas de
integración social habían sido descartadas. Ocupaciones invasoras al azar ocurren en los grandes complejos
administrativos y hasta entonces sacrosantos recintos de los montículos aterrazados. Ninguna arquitectura
corporativa adicional fue construida tiempo después en el sitio. Evidentemente el rígido control poblacional y
estratificación social de tiempos anteriores había sido quebrado en conjunción con la destrucción de la
estructura de poder que les daba sustento. Este periodo de disolución coincide con el inicio de un periodo de
flujo político en la Costa Norte que duró hasta la consolidación del estado chimú después del 1,100 dC.
Por lo tanto, al parecer el patrón de estratificación social descrito en este estudio representa la parte
integral de un experimento de integración cultural fracasado. Este experimento radical fue realizado como
una respuesta desesperada a presiones destructivas, pero materializaba un grado de estrés interno mal
adapatado que finalmente contribuyó a su desaparición. Sin embargo, los elementos principales de este
experimento social –nucleación poblacional, estratificación y estrictos mecanismos de control- emergieron
nuevamente en el estado chimu donde, de manera drásticamente redefinida, constituyeron exitosamente el
armazón social básico mediante el cual un gran imperio expansionista fue controlado y mantenido.

Conclusiones
El presente estudio examina un asentamiento urbano específico para enfatizar las implicancias teóricas y
metodológicas que poseen generalmente amplia utilidad en las investigaciones de sociedades complejas. Las
tesis de esos proyectos son fundamentalmente importantes, intentando reconstruir sistemas sociales
prehistóricos principalmente a través del examen e interpretación de arquitectura corporativa y la
identificación de composición del asentamiento conseguiendo sólo un conocimiento superficial de los
patrones estructurales que prevalecían al interior de aquellos asentamientos. Estos esfuerzos pueden
demostrar ciertamente la amplia tendencia de la evolución social y llevar justificadamente a afirmaciones
sobre la compleja población estructurando los niveles más altos de la organización social. Sin embargo, el
significado de este tipo de investigación, evolutivamente orientada para comprender las interacciones
culturales y procesos que operaron al interior de una sociedad específica, es mínima sin la identificación de
sus formas particulares de organzación poblacional. Estos sistemas de organización alcanzaron su forma
distintiva como respuesta a varias presiones, peculiares a sus culturas asociadas, dejando como registro
arqueológico el patrón característico de las expresiones arquitectónicas de actividad humana –habitación
residencial y configuración del asentamiento. En concordancia, la investigación en estos temas es más
productiva cuando está dirigida hacia los roles particulares que jugaron al interior de sus contextos culturales
en lugar de hacia la descripción de los rasgos generales del asentamiento.
El concepto de organización de asentamientos, reflejando principalmente la adaptación de una sociedad
a una serie de presiones causales, fundamenta la investigación integrada de dos niveles de organización social.
El estudio de la habitación residencial produce información concerniente a la unidad básica de organización
social –la vivienda individual. Sin embargo, la naturaleza de la organización de la vivienda es directamente
afectada por los cánones reguladores de gobierno de la comunidad. En otras palabras, la organización
familiar refleja factores sociopolíticos específicos, que en cambio son formados por los métodos de
adaptación de la comunidad a sus ambientes físicos y culturales. Seguido en este intento teórico que la familia
constituye un microcosmos de amplios patrones sociales, y su estudio conllevaría hacia un mejor
entendimiento de fuerzas culturales especificas que actuaron dentro y fuera de una sociedad que puede ser
derivada de forma aislada del examen de sus centros de autoridad corporativa.
La metodología arqueológica dentro de esta estructura teórica debe, por supuesto, ser rigorosa. Primero
es necesario definir acertadamente la unidad residencial básica y su rango de asociaciones formales y
funcionales. Para adquirir completamente este conocimiento, se requiere la identificación de otros
componentes funcionales del asentamiento y su distribución intra-sitio. Sin embargo, una vez que esta
identificación básica es conseguida, la unidad residencial puede ser usada como denominadora de
investigación a través del cual se pueden estudiar problemas relacionados a aspectos de organización social,
regulación y equilibrio interno. Debido al presente estado de la arqueología andina donde la estructura
evolucionaria general, para la investigación de asentamientos, ha sido construida ampliamente, estudios más
generalizados parecen ser menos útiles. La aproximación documentada en el presente estudio puede ser usada
para proporcionar sustancia malamente necesitada a esta forma evolucionaria y para responder preguntas
específicas del proceso cultural y desarrollo histórico exponiendo la variedad de presiones particulares
ejercidas sobre el individuo al interior de estas sociedades tenuemente percibidas.

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