¿Quién creo que soy yo?
queda el ser sin límites, el infinito, y al
Nombre: Segovia Bacilio, Piero A.
Curso : Psicología y técnicas de
intervención Humanística.
Cuando me planteo esta pregunta,
no puedo evitar recordar lo que el
filosofo y sabio indio Sri Nisargadatta
Maharaj, escribe en su libro “yo soy
eso”, en el cual menciona que a la
pregunta ¿Quién soy yo? Solo podemos
conocer la repuesta ante esta repuesta
por el método de la negación o neti-neti,
es decir reconociendo que
podemos conocer lo que no somos, es
decir, con lo que no podemos
identificarnos.
Así Nisargadatta, nos habla que
alguien puede percibir y decir “yo soy mi
cuerpo”, y sin embargo no tardaríamos
en darnos cuenta que
pensamiento, sentimiento; dirá otra
persona “yo soy mi trabajo”, y sin
embargo también buscamos el ocio, y es
así que descubrimos mas bien lo que no
somos.
Es en esta inquisición e ímpetu de
verdad, de que nos topamos con que no
pudiendo ser o identificarnos con
ningún aspecto de la realidad, solo
decir de Nissargadatta, es en este
momento en que nos reconocemos a
nosotros mismos como lo infinito, y es
tal su magnitud, que ni siquiera la
palabra puede aprehenderlo y por ende
dice Nisagardatta la respuesta mas
importante, y la única realmente posible
ante la pregunta ¿Quién soy yo?, es un
“yo soy”, libre de atributos, adjetivos,
identificaciones, este “yo soy”, no es
una conceptualización de nosotros
mismos, ni un ejercicio del
pensamiento(tanto mas cuanto que no
hay palabras para aprehenderlo, es pues
solo
una vivencia, una empírea, una
experiencia vitalísima, y por tanto mas
en el plano de la acción, y sin embargo
esta suerte de “conciencia universal”,
que Nisargadatta vivencia, no parece ser
propia de los mas de los hombres(pues
encuentro similitudes en el decir de
somos personajes ilustres como San Jun de la
Cruz, Stalinav Grof y Ken Wilber, etc.) y
seria para mí, una aventura averiguar,
más bien una necesidad, demostrar
estas formas de conocimiento. Pero
como entiendo que una presentación de
este modo tal vez no sea del gusto de mi
profesor (pues por mi lo dejaría hasta
aquí), debo presentarme mas bien, en
otros términos.
 Me gustaría partir mencionando
que no me gusta hablar de mi mismo,
pues encuentro mi vida poco
interesante para las más de la persona.
Entiendo que no seria reservado para mi
psiquiatra, aunque no tengo ninguno;
para psicoterapeuta que tampoco
tengo, o incluso para mi grupo
terapéutico, pero tampoco tengo, ni a
mis íntimos, que es como llamo a mis
mas cercanos, en general no me
reservaría, para quien sé, que al darle la
disposición de mi animo o mi alma,
cuidaría de ella y la cultivaría, como yo
haría de su alma, si la dispusiera para mí.
Aunque hablo de cercanía, tiendo
clasificar entre conocidos, amigos e
íntimos. (siendo estos últimos aquellos
en que la espontaneidad más preclara y
el cuidado del otro es mas manifiesto),
estos sistemas de clasificación lo estoy
rediseñando, pues hasta cierto punto,
no veo bien las fronteras entre los
amigos y los íntimos.
intelectual del subtipo intuitivo, y con
los defectos que ello trae. De gran
energía mental y gran tesón, concuerdo
al a perfección con el altísimo puntaje
en el factor abstracción que me arroja el
MMPI, pues me gusta mucho el plano de
las ideas y teorización. No me gusta los
lugares escandalosos, ni atestados de
gente, no me gusta liderar, prefiere
pasar desapercibido, y en general todo
lo que alteré la disposición que tengo
para llevar a cabo mis intereses. Curioso
y arrobado. Me gusta todo cuanto
pueda denominarse un misterio, tengo
metas y sueños, pero yo me
circunscribiría al mandamiento Martín
Adánico, que a la letra dice “Límpiate los
ojos de entusiasmos”.

Esta difuminación me lleva muchas

veces a confundir a los unos con los
otros, tal vez por sean los mismos por
que sean los mismos.

Me consideró a mi mismo una

persona introvertida, al decir del
modelo psicólogo Jung, un introvertido