Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Brenda, decidió contarme sobre su vida, su familia para empezar donde me refirió
“mi familia es común y corriente, vivo con mi mamá, mi papá y mi hermanito menor
que es muy inteligente y lo amo mucho, somos unidos pero no tanto porque mis
papás trabajan mucho y la que está pendiente de mí son mis abuelitas, mmm que
más te cuento, me gusta estudiar estoy validando y voy en noveno, pero he sido
muy rebelde, tengo muchos amigos y pues yo fumo marihuana con ellos y con mi
novio, eso me hace sentir bien pero yo sé que eso está mal porque la única que se
hace daño soy yo y en parte sé que también por eso estoy aquí”, le pregunte cual
había sido la razón que la había llevado a consumir dicha sustancia, ella guardo
silencio y opté por no seguir hablando acerca de este tema. Después de varios
segundos o quizá minutos de silencio Brenda me dice que no puede dormir que no
está tranquila y lo único que es salir de este lugar para Ayudar a su abuela. Al ver
su cara de desespero opté por implementar en ella técnicas que puedan
tranquilizarla aparte de la farmacoterapia que recibía, así que empecé a realizar
diferentes actividades la cual ayudaría a distraerla y a no pensar en aquella
situación que la atormenta, donde ella siempre se mostró muy colaboradora en
cada una de las actividades que se le colocaban, en especial le gustaba mucho
ayudar a sus compañeras y peinarlas para que lucieran bien, al finalizar cada
actividad ella me decía que sentía muy bien haciendo cosas a pesar de que no
había tan por hacer, y finalizaba con una sonrisa. Cada mañana al llegar al
servicio lo primero que hacía era ir a saludar a las demás pacientes en especial a
ella, siempre era la primera, quería saber cómo se encontraba, que sentía, que
quería hacer, yo estaba dispuesta a realizar lo que fuera necesario para que ella
se encontrara bien. Ella me recibía con una cara de alegría, abrazándome y
refiriendo “¿y hoy que vamos hacer?”, cada día le colocaba una tarea diferente y
siempre tenía una actitud colaboradora. A medida que fueron pasando los días
realizando las actividades y escuchando día tras día como se sentía, Brenda fue
dejando a un lado la idea fija que tenía acerca de lo que ella creía que le estaba
pasando, ya podía dormir en la noche, su aspecto físico había cambiado, se veía
diferente a como la recibí el primer día, fue muy notoria su recuperación fue allí
donde comprendí que estaba cumpliendo con mi verdadero rol como enfermera,
no solo basándome en su cuidado físico sino también en su cuidado espiritual que
realizando tareas tan sencillas como, escuchar cómo se siente o realizar una
actividad que a los demás puede parecerles boba como peinar, pueden ayudar en
la recuperación del paciente, esta situación me enseñó como el disconfort y el
dolor espiritual por el que puede atravesar un paciente puede alterar su
comunicación con el personal de enfermería haciéndola ver “una paciente difícil o
cansona ” y su entorno por esto es necesario platicar y brindar confianza a cada
uno de los pacientes para así poder identificar la necesidad afectada.