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Universidad Dr.

José Matías Delgado


Facultad de Posgrados y Educación Continua

Seminario Taller de Investigación

Ensayo Científico

Apego y afectividad en las relaciones de pareja en estudiantes de


Psicología de la Universidad Francisco Gavidia

Presentado por:
Licda. Gloria Elizabeth Hernández Chávez

Para optar al grado de:


Maestra en Psicología Clínica

Asesores:
Licda. Esmeralda Valdivieso
Wilber Roberto Castellón Ph.D.

Antiguo Cuscatlán, 23 de julio de 2015


Índice

Índice de Tablas .................................................................................................................. III


Introducción .......................................................................................................................... 1
Capítulo I Marco Teórico ..................................................................................................... 2
1.1 Teoría del apego: Orígenes del constructo. ........................................................................ 2
1.2 Estilos de apego en los adultos. ........................................................................................... 4
1.1.2 Patrones de apego: persistencia y cambio en la relación de pareja. ............................. 8
1.1.2 Principales características y diferencias del apego adulto. ............................................. 9
1.1.4 Apego, emociones positivas y bienestar psicológico. .................................................. 11
1.2 Desarrollo de la afectividad. ........................................................................................... 13
1.2.1 Dimensiones de la afectividad: afecto positivo y afecto negativo. ............................... 15
1.2.2 Afectividad y emociones positivas en las relaciones de parejas. ................................. 17
1.2.3 Estudios de estilos de apego y afectividad positiva. ..................................................... 19
1.2.3.1 Antecedentes de estudios del apego adulto. .............................................................. 19
1.2.3.2 Antecedentes de estudio de la afectividad. ................................................................ 22
Capítulo II Marco Metodológico-Conceptual. .................................................................. 24
2.1 Planteamiento del problema. .............................................................................................. 24
2.2 Objetivos. ...................................................................................................................... 25
2.2.1 Objetivo General. .............................................................................................................. 25
2.2.2 Objetivos Específicos. ...................................................................................................... 25
2.3 Variables de investigación. ......................................................................................... 25
2.4. Definición conceptual de variables. ................................................................................... 26
2.5 Definición operacional de variables .................................................................................... 26
2.6 Hipótesis. .............................................................................................................................. 26
2.7 Método. ........................................................................................................................ 27
2.7.1 Participantes...................................................................................................................... 27
2.7.2 Instrumentos...................................................................................................................... 32
2.7.3 Procedimiento. .................................................................................................................. 33
2.8 Tipo de Estudio .................................................................................................................... 34
2.9 Diseño de Estudio ................................................................................................................ 34

I
Capítulo III Presentación de resultados .......................................................................... 35
3.1 Presentación de resultados descriptivos. .......................................................................... 35
3.2 Análisis de la variable estilos de apego en los y las participantes. ................................. 35
3.2 Descriptivos de la variable estilos de apego. .................................................................... 39
3.3 Análisis de la variable afectividad en los y las participantes........................................... 43
3.4 Descriptivos de la escala de la afectividad. ...................................................................... 45
3.4 Análisis de la relación del apego y la afectividad. ........................................................ 50
4. Discusión de resultados. ....................................................................................................... 51
5. Conclusiones. ......................................................................................................................... 56
6. Recomendaciones. ................................................................................................................ 59
7 Referencias ...................................................................................................................... 60
Anexos ................................................................................................................................ 68
1 Cuestionario de evaluación de Estilos de Apego y Afectividad .......................................... 69

II
Índice de Tablas

Tabla 1 Distribución de los participantes según sexo 29


Tabla 2 Estado de relación de pareja de los participantes 29
Tabla 3 Distribución de rango de edades de los participantes 31
Tabla 4 Porcentaje de datos socio-demográficos 31
Tabla 5 Frecuencias y porcentajes de los estilos de apego 35
Tabla 6 Descriptivos de los estilos de apego según sexo 36

Tabla 7 Descriptivos de los estilos de apego según sexo y la


relación con la pareja. 37

Tabla 8 Descriptivos de la variable apego seguro 39

Tabla 9 Contraste del apego seguro y relación con la pareja


según prueba de U de Mann-Whitney 39

Tabla 10 Contraste del apego seguro y sexo, según prueba de


U de Mann-Whitney 40
Tabla 11 Descriptivos de la variable apego ansioso 40
Tabla 12 Contraste del apego ansioso y la relación con la pareja
según prueba de U de Mann-Whitney 41

Tabla 13 Descriptivos de la variable apego evitante 42


Tabla 14 Contraste del apego evitante y la relación con la pareja
según prueba de U de Mann-Whitney 42

Tabla 15 Porcentajes de la afectividad positiva y negativa 43


Tabla 16 Afectividad positiva y negativa según sexo 44
Tabla 17 Descriptivos de la afectividad, según el sexo
y la relación de pareja. 45
Tabla 18 Descriptivos de la variable afectividad positiva 46
Tabla 19 Contraste de la afectividad positiva y la relación
de la pareja, según prueba de U de Mann-Whitney 47

Tabla 20 Contraste de la afectividad positiva y el sexo


según prueba de U de Mann-Whitney 47

III
Tabla 21 Descriptivos de la variable afectividad negativa 47
Tabla 22 Contraste de la afectividad negativa y la relación con
la pareja, según prueba de U de Mann-Whitney 48

Tabla 23 Contraste de la afectividad negativa y sexo según


prueba de U de Mann-Whitney 49

Tabla 24 Afectividad y tiempo de relación con pareja 49

IV
Introducción

La Psicología Positiva ha permitido concretizar con mayor precisión aspectos del


bienestar humano, incorporando estudios de elementos positivos (fortalezas, virtudes y
emociones positivas) que amplían el marco de investigación, para comprender las
relaciones humanas con énfasis en las relaciones de pareja.

Las relaciones de pareja estable, el amor romántico, las manifestaciones de


afecto, funcionan extraordinariamente bien desde el punto de vista de la Psicología
Positiva, ya que se considera que la vida en pareja saludable es un factor de felicidad
importante y constituye un elemento clave del bienestar psicológico. Sin embargo
comprender el funcionamiento de la pareja en cuanto a su establecimiento y
mantenimiento es muy complejo.

Para comprender la vinculación afectiva en la pareja, se partió para esta


investigación de la teoría del apego, la cual expone que los cuidos recibidos en los
primeros años de vida, contribuirán en la proximidad e intimidad en etapas posteriores de
la vida. Desde esta teoría, los cuidados tempranos favorables o desfavorables,
establecen esquemas internos que favorecen las relaciones saludables en parejas.

Por lo tanto, es importante estudiar la relación de pareja como el vínculo afectivo


que favorece la expresión de emociones positivas y bienestar psicológico, que son objeto
de estudio de la Psicología Positiva.

En tal sentido, conocer la relación entre los estilos de apego, propuestos por
Hazan y Shaver (1987) y la relación de la afectividad positiva dentro de las relaciones de
pareja propuesta por Anolli (2007), constituye el objetivo general de este estudio,
planteado para establecer si los estilos de apego están relacionados con la afectividad
positiva, en las relaciones de pareja de estudiantes de la Licenciatura en Psicología de la
Universidad Francisco Gavidia.

1
Capítulo I Marco Teórico

1.1 Teoría del apego: Orígenes del constructo.

En los últimos años se ha enfatizado la importancia de conocer el desarrollo


temprano y sus vicisitudes. Ha surgiendo investigaciones basadas en los modelos
representacional y comportamental del apego. El propósito fundamental es proveer la
trascendencia e importancia de los buenos cuidos desde las primeras etapas del
desarrollo (Martínez y Santelices, 2005).

Los efectos provocados por las separaciones datan con mayor énfasis a partir de
la segunda guerra mundial hasta la actualidad. Las investigaciones de las separaciones y
rupturas de los vínculos familiares son asociadas a los cambios drásticos en la dinámica
familiar, a raíz de situaciones y cambios sociales (Ramírez, 2010).

La vinculación afectiva se relaciona con “el constructo del apego”. El apego dentro
del psicoanálisis se encuadra o reformula dentro de la teoría de las relaciones objetales,
facilitando explicaciones del porqué el ser humano adquiere apego emocional hacia sus
primeros cuidadores.

Según Klein (1962, citado en Melero, 2008) en la teoría de las relaciones


objetales, se considera que las experiencias de relación con el objeto, marcan las
estructuras psíquicas organizadas en el niño, que una vez internalizadas perdurarán en
el tiempo y posteriormente afectarán en establecer relaciones interpersonales durante el
ciclo del desarrollo.

Facilitar un mundo armonioso de representaciones objetales que incluya miembros


significativos de la familia, amigos cercanos, grupos sociales y una identidad cultural,
constituye un mundo interno con solidez, que a la vez favorece el continuo crecimiento,
capaz de dar amor, confirmación, apoyo y guía dentro del sistema de relaciones
objetales del yo (Ramírez, 2010).

La teoría del apego fue formulada originalmente por John Bowlby en el año de
1969, quien expuso que los niños no nacen con apego hacia alguien específico (Rice,

2
1997) sin embargo existe una necesidad universal de formar vínculos afectivos estrechos
hacia los cuales recurrir en momentos de estrés y sufrimiento. La búsqueda de
establecer vínculos afectivos se mantendrá durante todo el ciclo del desarrollo (Guzmán
y Contreras, 2012).

Seligman (2005) explica que existe un lazo emocional del niño con la madre o el
cuidador, comparte y considera las consecuencias afectivas cuando los vínculos
tempranos de protección son interferidos por separación, muerte de la madre o
negligencia de los cuidadores; considera que frente a estas situaciones, al niño se le
dificultará formar vínculos afectivos en etapas posteriores del desarrollo.

Las observaciones realizadas por Bowlby, enfatizaron la importancia en la


necesidad de involucrar a los miembros de la familia en el abordaje terapéutico de niños
que carecen de una figura de apego, para favorecer la necesidad de vinculación (Bowlby
1989, citado en Casullo y Fernández, 2004).

Bowlby (1989, citado en Yárnoz, Itziar, Plazaola y Sainz, 2001) definió el apego
como un sistema de control, como un mecanismo que adapta la conducta a la
consecución de fines determinados por las necesidades del momento; existe un deseo
de interés y de proximidad con la figura de apego, sin embargo de ser constantes los
factores internos y externos, entre ellos, la probabilidad de experimentar situaciones
peligrosas que sean amenazantes, el niño tenderá a buscar su figura de apego para
recibir el cuido necesario, de lo contrario seguirá conquistando el ambiente no
amenazante.

El sistema de apego facilitará la satisfacción de las necesidades afectivas a lo


largo del ciclo vital, siendo su objetivo el logro de una suficiente sensación de protección
y seguridad emocional (Gómez-Zapiain, Ortiz y Gómez, 2011).

Las investigaciones actuales sostienen que las relaciones adultas son


determinadas por las experiencias infantiles. El apego desempeña un rol importante para
establecer confianza básica del recién nacido que necesita sentirse seguro y protegido.

3
Estos cuidos permitirán una base segura, que las relaciones románticas sean un reflejo
del apego pasado (Larsen y Buss, 2005).

1.2 Estilos de apego en los adultos.

La teoría del apego ha proporcionado conceptos fundamentales para explicar las


relaciones humanas; promoviendo un marco referencial para el estudio del amor y las
vinculaciones afectivas en las relaciones de pareja (Galán, 2010).

Bowlby (1998, citado en Repetur, 2005) hace referencia a los estilos de apego,
como la disposición que tiene una persona para buscar la proximidad y el contacto con
otra persona, como resultado, el logro o la conservación de la proximidad con otro
individuo claramente identificado, sobre todo bajo ciertas circunstancias percibidas como
adversas; dependiendo del estilo de apego, la persona buscará proximidad o evitación
dentro de sus relaciones interpersonales.

Es importante la aclaración conceptual referente al apego infantil en contraparte al


apego adulto. El apego infantil hace referencia a la necesidad biológica, que permite la
creación y constitución de vínculos. El apego adulto apunta en la necesidad de contacto
que se produce como consecuencia del establecimiento de vínculos (Durán, 2013).

Existen diversos factores que hacen difícil comprender la vivencia del apego en la
etapa adulta y cómo esta representación de apego influye en la elección de la pareja e
interacción de la misma, además facilita en activar el sistema de apego; entre algunos
factores están:
a) La complejidad en la construcción cognitiva.
b) La historia personal y familiar.
c) Influencia de situaciones sociales y culturales.

El apego adulto ha sido investigado por diversos autores, entre ellos Hazan y
Shaver (1987) quienes fueron pioneros en llevar la visión del apego en las relaciones
adultas, proponiendo que las personas pueden presentar básicamente patrones de
apego seguro e inseguro. El valor del desarrollo del vínculo con figuras significativas
ofrece indicadores del tipo de apego desarrollado que a través de la convivencia en la

4
vida adulta reactivará los mecanismos de intimidad, ansiedad y evitación que serán
coherentes con los esquemas introyectados con las principales figuras de apego de la
infancia.

Según Bowbly (1989, citado en Guzmán, Rovella y Rivarola, 2012) después de la


infancia, el apego se reedita en otras etapas de la vida y es importante en la búsqueda
de la pareja, permite conseguir o mantener la proximidad con otra persona diferenciada.
A través de los cuidados recibidos en la infancia se construyen modelos internos, que
intervendrán en la interpretación de las relaciones de pareja y activará el sistema propio
del apego.

El amor es la expresión del vínculo de apego en las relaciones afectivas entre


adultos. Las experiencias relacionadas con el enamoramiento y el mantenimiento del
vínculo y las reacciones ante la pérdida o amenaza de pérdida de la pareja, coinciden
con los principios básicos de la teoría del apego. Los vínculos de pareja incluyen tres
sistemas relacionados, el sistema de apego, el sistema sexual y el sistema de cuidados.
Estos sistemas son guiados por objetivos funcionales relacionados a componentes
cognitivos y emocionales e involucran representaciones mentales de sí mismo en
referencia a los demás (Gómez-Zapiain, Ortiz y Gómez, 2011).

Hazan y Shaver (1987) partieron de la concepción de que la dinámica emocional y


comportamental que existe en los vínculos niño-madre caracteriza los estilos de las
relaciones románticas entre adultos, iniciándose de esta manera la investigación del
apego en adultos. Para ilustrar el apego lo clasificaron en tres tipos: apego seguro,
ansioso y evitante; además investigaron la trasmisión intergeneracional de los patrones
de apego.

Las personas con el estilo de apego seguro, se mostraban más autoconfiados, con
habilidades sociales, abiertos e interesados a relaciones íntimas; se hallaban satisfechos
y estables en sus relaciones a largo plazo (Hazan y Shaver, 1987).

5
En las parejas con apego seguro existe apoyo, respuesta sensible y afectiva, hay
una sintonía adecuada, facilitando la rapidez de respuestas frente a las necesidades del
otro. El apego seguro facilita la autonomía en los cuidados hacia la pareja, llevando a
que la pareja experimente menos tensión y ambos aprenden a sobrellevar las propias
tensiones de la pareja. Establecer un buen vínculo afectivo favorece en la protección,
reduce el control en la conducta del otro, la hipervigilancia no es parte primordial de la
dinámica de la pareja (Loizaga, 2010; Nóblega y Traverso, 2013).

El apego seguro facilita el crecimiento personal, existe coherencia con el otro, la


pareja se convierte como en un “sabio espejo”, será capaz de reflejar aquello que por sí
mismo difícilmente se podría apreciar (González, 2009). A través de la interacción y la
convivencia en la relación de pareja, se facilita la construcción de procesos cognitivos de
bienestar, ambos procurarán construir un proyecto de vida personal en coherencia al
proyecto de pareja o conyugal, pues su estilo de apego seguro facilita el apoyo a la otra
persona.

En la dinámica de relaciones de parejas con apego seguro existe un sentimiento


de protección, que conlleva a la preocupación e interés por el otro, ambos se brindan
palabras tranquilizadoras y comprensivas, el lenguaje corporal es coherente con las
palabras de sosiego que buscan calmar el sistema nervioso de su pareja que podría
verse alterado por las tensiones y el estrés (Guzmán, Rovella y Rivarola, 2012). El
equilibrio en este tipo de relación es importante, porque integra armónicamente la unidad
y el contacto pleno y profundo entre sus miembros, al mismo tiempo la necesidad de
observar su individualidad e integridad (González, 2009).

Hazan y Shaver (1990, citado en Guzmán, Rovella y Rivarola, 2012) observaron en


las personas con el estilo de apego ansioso, que expresaban falta de autoconfianza,
preocupados por el castigo y el abandono, se mostraban celosos en sus relaciones, eran
reacios a tener relaciones románticas a largo plazo y se muestran excesivamente íntimos
y autorreveladores tenderían a enamorarse de forma rápida e indiscriminada.

Según Loizaga (2012) el tipo de apego ansioso se caracteriza por un


comportamiento de hipervigilancia, se describe en querer conocer hasta los más
6
pequeños detalles de las actuaciones del otro; la necesidad de supervisar es insistente y
aconsejan e incluso manipulan sobre los modos de actuación, hasta en detalles que
tienen la menor importancia.

En contraparte, la ventaja que confiere un apego seguro en establecer relaciones


personales y otras experiencias vitales, es contribuir en la adopción de mayor capacidad
de aprendizaje de las nuevas experiencias, proporcionando seguridad afectiva,
traduciéndose en disponer de la suficiente confianza en uno mismo y en los demás, para
permitirse exponer las propias creencias y profundizar en el mundo de los demás a
través de dos factores: a) el sentimiento de seguridad personal está consolidado; b) en
situaciones de fracaso, confían en el apoyo de los demás para restablecer su equilibrio
emocional (Pinedo y Santelices, 2006).

En el estilo de apego evitante, Hazan y Shaver (1987) describen que estas


personas pueden mostrarse más o menos interesados en relaciones íntimas, pero están
poco dispuestos a mantener relaciones románticas a largo plazo, les incomodan las
autorrevelaciones y suelen inhibirse socialmente.

Las personas que tienen representaciones de apego evitante, se muestran


inquietas, incómodas y pasivas frente a las experiencias de relaciones románticas.
Según su propia historia podrían considerar y percibir dichas experiencias como
negativas, incluso pueden encontrarse involucradas y preocupadas por sus relaciones
pasadas, podrían experimentar preocupación por su apariencia física y autoestima
(Nóblega y Traverso, 2013). Estas personas mantienen intacta su independencia,
individualidad e integridad, pero experimentan temor y preocupación a la cercanía, al
compromiso sentimental, se les dificulta el contacto y unidad (González, 2009).

Brennan, Clark y Shaver (1998, citado en Yarnóz, 2010) argumentan que los
diferentes estilos de apego puede desplazase en un continuo de dos dimensiones
conceptuales, que los investigadores han nombrado como ansiedad y evitación.

La ansiedad hace referencia a las variaciones individuales respecto al nivel en que


las personas se muestran hipervigilantes en sus relaciones con su figura de apego. En la

7
relación de pareja, una persona con alta ansiedad se mostrará preocupada, manteniendo
esquemas metales de posibilidad que su pareja no responda adecuadamente a sus
necesidades. La dimensión de evitación alude a la tendencia de utilizar estrategias de
evitación en contraparte a estrategias de búsqueda de proximidad, en función del
equilibrio en conductas, pensamientos y sentimientos con las figuras de apego (Yarnóz,
2010).

En concreto las personas con apego seguro, mostrarán mayor estabilidad


emocional, autoestima saludable, más autonomía y reducción en la búsqueda de
aprobación. Serán personas más abiertas a las relaciones románticas, con capacidad de
intimar y establecer compromisos más prolongados, en contra parte a las personas que
han recibido apego ansioso o evitante (Durán, 2013).

1.1.2 Patrones de apego: persistencia y cambio en la relación de pareja.

Las personas tienden a realizar valoraciones globales en sus relaciones románticas


pasadas y presentes, y es probable que esas valoraciones afecten el comportamiento
dentro de la relación romántica (Sánchez, 2007). En una relación de pareja, se tiende a
inclinar la percepción en aquello que es congruente con los anhelos y deseos, se busca
el contraste con las características reales de la pareja (en ocasiones para no provocar
desilusiones), se utiliza un filtro que propicie una imagen ideal con tendencia a los
aspectos positivos de su pareja (Murray, Holmes y Griffin, 2004).

El tipo de percepción en la formación y establecimiento de la relación juega un rol


muy importante en la representación mental, activa el apego, a través de sistemas de
manera sinérgica (Gómez-Zapiain, Ortiz y Gómez, 2011).

El comportamiento de apego tiene su reflejo en el plano emocional y en la


creación de vínculos afectivos que pueden ser muy duraderos y mantenerse más allá del
periodo en que el apego es una necesidad biológica. Los vínculos afectivos saludables
implican dos aspectos: a) el apego y la necesidad de cercanía; b) la autonomía y
necesidad de libertad. En los problemas de relación de pareja, como en los conflictos con

8
los hijos, se descubren variantes que se relacionan con los diferentes modos de
desempeñar la función parental en la familia de origen (Durán, 2013).

Esta influencia del apego en el plano emocional contribuirá en la decisión que


toman dos personas al iniciar una relación romántica, se ven influenciados e involucrados
por su historia personal y dinámica interna de representación mental, considerándose
una dirección muy particular e importante en el desarrollo de vínculos emocionales con la
pareja (Ojeda, 2003).

Entablar una relación de pareja conlleva a establecer vínculo con la otra persona,
donde el comportamiento será influenciado según el propio estilo de apego; la persona
estará más confiada o insegura dentro de la relación. Por ejemplo, la persona con apego
seguro, mantiene su individualidad, establece un equilibrio en considerar a su pareja en
la toma de diversas decisiones personales y de pareja; contrario a la persona con estilo
de apego evitante, que se mostrará inquieta e hipervigilante en la relación (González,
2009).

1.1.2 Principales características y diferencias del apego adulto.


Según Bowlby (1969, citado en Yárnoz et al., 2001) el apego es una conducta
instintiva, activada y modulada en la interacción con otros significativos. La forma en que
los adultos se vinculan afectivamente, no es un proceso azaroso, más bien surge de la
experiencia de la familia de origen, en donde todas las muestras de afecto de las
principales figuras de cuido, favorecen y propician el desarrollo de los seres humanos.

López (2003) plantean que el apego seguro otorgado a un infante supone la


adquisición de una confianza básica en la etapa adulta, que permite una mejor conexión
con las emociones positivas y mediatiza las relaciones personales posteriores,
especialmente las que requieren intimidad. El patrón de seguridad o inseguridad
aprendido durante el núcleo familiar, fundamenta la construcción de esquemas mentales
que serán retroalimentados en etapas posteriores de la vida y en concreto en la forja de
la pareja.

9
En la etapa adulta se comparten ciertas similitudes con los vínculos formados en
la etapa infantil. Algunas variables de continuidad son el contacto físico que se
caracteriza por la búsqueda de proximidad y contacto a fin de reducir la ansiedad a
través de los cuidos recibidos; similar ocurre en la infancia (Martínez y Santilices, 2005;
Melero y Cantero, 2008).

López (1999, citado en Melero, 2008) expone las similitudes entre el código de
comunicación en situaciones de intimidad adulta y en la relación madre-hijo, estos son: a)
existe interacción visual, postural, espacial, táctil y palabras de dulzura; b) los criterios de
selección son similares para niños y adultos vinculándose preferentemente, a aquellos
que responden a las necesidades propias y que son agradables, competentes y
familiares.

Hazan y Shaver (1987) en sus investigaciones del apego adulto, se centraron en


la evaluación de la calidad del apego actual, considerando las experiencias de relaciones
de la infancia. Concluyeron que los estilos de apego en relaciones románticas, referían
también a diferentes patrones en la relación padres-hijos en sus respectivas familias de
origen.

Los sujetos con apego seguro, en contraparte con los de apego inseguro, informan
de relaciones familiares más cálidas con ambos padres, describen la relación como
afectuosa, de muchos cuidados; el respeto, el cariño, la confianza en sí mismos y la
aceptación, son parte de la dinámica y el rol de su principal figura de apego. En concreto
en la etapa adulta, las personas en relaciones de pareja, generalmente pueden mantener
una relación de intimidad satisfactoria, se les facilita proporcionar y recibir apoyo, existe
reducción de la ansiedad y el abandono (Delval, 2002; López, 2003; Lafuente y Cantero,
2010). Las personas con apego seguro, evidencian creencias y actitudes positivas hacía
sí mismo, suelen ser dignos de confianza, buscan el equilibrio entre la cercanía y la
autonomía en las relaciones íntimas, confían en las otras personas (Sutil, 2004; Larsen y
Buss, 2005; Melero y Cantero, 2008).

Los sujetos con apego ansioso describen una madre con buen sentido del humor,
agradable, respetable y describen a su padre con más frecuencia que los otros como
10
relativamente injusto. Sin embargo, muestran cierto resentimiento hacia la madre, que es
propicio de una historia familiar en donde existe una capacidad de respuesta
inconsciente (Lafuente y Cantero, 2010). Las personas con este tipo de apego,
consideran que las demás personas son complicadas y difíciles de entender, buscan
poca intimidad y autonomía, tienden a desplegar menos conductas de cuido hacia los
otros (Sutil, 2004; Larsen y Buss, 2005).

Algunos sujetos con estilo de apego evitativo describen a sus madres como
personas frías y rechazadoras, y otros dan opiniones un tanto idealizadas, buscando
reducir los sentimientos negativos asociados a sus experiencias infantiles. No son
capaces de brindar ejemplos de comportamientos positivos. En sus relaciones
interpersonales tienden a no confiar en los demás y tampoco en su pareja; está a la
expectativa que en algún momento serán defraudados o rechazados (López, 2003;
Lafuente y Cantero, 2010). Las personas con este tipo de apego, consideran que las
demás personas no son dignas de confianza, mantienen la distancia y limitan la intimidad
a la satisfacción de las necesidades de autonomía (Sutil, 2004; Guzmán y Contreras,
2012).

El buen establecimiento del apego en la infancia, no solo hace referencia a la


confianza básica hacia las otras personas y en concreto a la pareja, sino también a la
percepción que el individuo tiene acerca de sus propios recursos y de su propia
afectividad, que utilizará para afrontar los diversos retos de la vida en sí misma (Gómez,
2009).

1.1.4 Apego, emociones positivas y bienestar psicológico.

Según el diccionario de la real academia (RAE, 2001) el vocablo “bienestar”


comprende: a) conjunto de cosas necesarias para vivir, b) vida holgada o abastecida en
cuanto conduce a pasarlo bien y con tranquilidad, c) estado de la persona en que se le
hace sensible el buen funcionamiento de su actividad somática o psíquica. Los
estudiosos del bienestar psicológico, afirman que este constructo es multidimensional,
consideran tres componentes: un componente cognitivo, ligado al concepto de

11
satisfacción vital y dos componentes afectivos, el afecto positivo y el afecto negativo,
ligados a reacciones emocionales agradables y desagradables que presentan las
personas y que pueden considerarse relacionados con la felicidad (Sánchez, Parra y
Prieto, 2005).

La fuerte relación que se formará entre madre e hijo proporcionará al niño


sentimientos de seguridad y confianza que permitirán su desarrollo emocional, fomentar
la confianza y seguridad en sí mismo. Estos aspectos llevan a la expresión directa de los
esquemas de apego construidos en la infancia y reafirmados en la adolescencia; en la
adultez facilitará el establecimiento de relaciones interpersonales apropiadas y
satisfactorias (Fernández, 2013).

En la relación de pareja se genera cercanía física y emocional, que encamina a


experimentar afectos positivos, y ciertamente la felicidad, es originada por experiencias
gratificantes que promueven sentimientos placenteros o emociones positivas que se
viven internamente y por lo general, tienen un correlato objetivo (Alarcón, 2001). Por
ejemplo, las personas con apego seguro buscan vivir y compartir espacios que
favorezcan el vínculo y cercanía con la pareja, adoptan estrategias más flexibles y
adecuadas para la construcción y mantenimiento de los vínculos afectivos y la felicidad
personal (González, 2009).

Según Erich Fromm (1991, citado en Fernández, 2013) el amor erótico es un


sentimiento de apego y vinculación interpersonal hacia personas significativas de nuestra
vida. En la infancia, el apego es motivado por una necesidad que es demanda o deseo
de las necesidades personales; en la edad adulta, ya no es supervivencia sino necesidad
de generar vínculos emocionales, de manera que el apego está presente en las etapas
de la vida, propicia emociones positivas o negativas en correlato al estilo de apego
(Fernández, 2013).

Para Vaillant (2009, citado en Durán, 2013) las emociones positivas resultan
esenciales para la conservación de la especie; las pone en relación con la capacidad
innata para el amor. Entre estas emociones están: la compasión, el perdón, el amor, la
esperanza, la alegría, la confianza, la admiración o gratitud, entre otras, las cuales no
12
hay que aprender pues el cerebro está equipado para generarlas; el ambiente sólo nos
facilita o no el acceso a ellas.

1.2 Desarrollo de la afectividad.


El estudio de la afectividad es un tema complejo para la investigación en
Psicología. Los afectos implican una serie de mecanismos fisiológicos, componentes
cognitivos, expresiones comportamentales, condicionantes sociales y culturales, entre
otros (Alcalá et al., 2006).

Vásquez y Hervás (2009, p.23) definen el afecto como “las experiencias anímicas
y emocionales que experimentamos y que nos informan sobre la marcha de nuestras
vidas”. La positividad o negatividad del afecto tiene relación al tono hedónico (placentero
o displacentero) de la experiencia y no tanto con el valor funcional que puedan tener.
Este tipo de experiencias brindan un soporte que motiva o desmotiva en la continuidad
de las acciones a realizar, ya que los estados anímicos pueden desplazarse entre el
placer o displacer, y será la propia persona quien evalué y considere su sentir, pensar y
actuar en función del estado anímico.

Las experiencias afectivas contribuyen en la maduración de áreas de conexiones


límbicas corticales y subcorticales que median las funciones socio afectivas. La
experiencia afectiva se ve influenciada por el apego que el niño establece con sus figuras
significativas, por ejemplo el estilo de apego seguro, que favorece el desarrollo para una
mayor capacidad de afrontamiento y adaptación al entorno del niño, y posteriormente
como adulto, le será más fácil la adaptación (Schore, 2002; Chayo-Dichy et al., 2003).

El correlato de funcionamiento del sistema de medida del afecto queda regulado


por la región orbitofrontal del cortex derecho, creando redes o patrones que
posteriormente serán reconocidas para la regulación afectiva (Schore, 2002; Iglesias,
2003). En la etapa adulta se vislumbran situaciones estresantes que deben ser reguladas
por medio del afecto. Experimentar afectos negativos o desesperación, deben ser
mediados para trasladarse a un establecimiento de afecto positivo, esta mediación es por
medio del estilo de apego y las emociones asociadas, para hacer frente o resistencia al
estrés de la pareja (Melero, 2008).
13
La psicología evolutiva considera el desarrollo afectivo como el área que configura
las capacidades socioemocionales, la forma de establecer las relaciones afectivas a lo
largo de la vida. La consolidación del afecto consiste en considerar la ganancia evolutiva
según las etapas del desarrollo, desde el embarazo, luego los primeros años de vida, se
afirma en la adolescencia y se consolida en la juventud y madurez. El afecto juega un rol
fundamental en las relaciones sociales y emocionales (Horno, 2007).

Los componentes del afecto cumplen la finalidad de conseguir y mantener la


proximidad, se desarrolla a través de los besos, caricias, abrazos y contactos visuales
(Morrison, 2005).

Fonagy (2008) establece las diferencias entre el psicoanálisis y la teoría del


apego. El psicoanálisis considera los impulsos de afecto alejados de la conciencia, en la
teoría del apego los afectos son adaptativos y los visualiza de forma más optimista; el
apego seguro demuestra que la regulación afectiva puede funcionar correctamente, de
forma flexible y adecuada.

Las experiencias placenteras y las emociones positivas entre ellas la alegría, la


satisfacción, la jovialidad, el buen disfrute, son parte de la afectividad positiva, en cuanto
que buscan brindar un soporte emocional, confianza en sí mismo y establecer buenas
relaciones interpersonales. Por otra parte, existen otras necesidades básicas que
Abraham Maslow las consideró importantes para la autorrealización, tales como el saciar
el hambre, la sed y el disfrute del sexo, siendo estas gratificaciones sensoriales vitales
para el mantenimiento de la afectividad positiva y contribuyen a incrementar el bienestar
psicológico.

Según Anolli (2007) la afectividad positiva se remite a rasgos de personalidad más


o menos estables, como la extraversión, la sinceridad y la apertura mental hacia la
experiencia. Las personas con afectividad positiva tienden a manifestar comportamientos
de empatía y cortesía constante. Los sujetos neuróticos y ansiosos desarrollan una
afectividad negativa más fuerte.

14
La comprensión de la afectividad que brinda la psicología positiva, constituye parte
de su objeto de estudio sistematizado de las emociones positivas y la relación de estas
con el bienestar psicológico, que remite a las experiencias positivas, en contraposición
con la afectividad negativa. La afectividad positiva contribuye en afrontar con satisfacción
diversas situaciones en el trabajo, la vida familiar y las relaciones interpersonales
(Seligman, 2005).

1.2.1 Dimensiones de la afectividad: afecto positivo y afecto negativo.


En la historia del ser humano, aprender a desarrollar procesos afectivos que
posibilitan la cercanía hacia las demás personas, constituye un elemento importante para
la felicidad. La afectividad como medio de la felicidad se ha explicado desde dos
aspectos: afecto positivo y afecto negativo (Vásquez y Hervás, 2009).

Salomón (2003, citado en Fernández-Abascal, 2009) menciona que la oposición


entre las emociones positivas y las negativas es tan antigua como el concepto mismo de
emoción. Esta oposición es bajo el concepto “virtud”, comprendida desde las teorías
aristotélicas y cristiano-medievales de la emoción.

Para Aristóteles, las emociones van acompañadas de sensaciones de placer y/o


dolor, entrañan cierta alteración o turbación psicofísica, sus planteamientos sostienen
que algunos juicios provocan ciertas emociones y otros juicios las excluyen: por ejemplo
en la pareja, la creencia de que se ha sido objeto de una injusticia inmerecida, provocará
la ira (Trueba, 2009). Por otra parte, una emoción positiva ejemplifica las virtudes; en la
pareja la ayuda hacia la persona amada, provocará gratitud. Por lo tanto, una emoción
positiva hace que la persona se comporte de manera menos egoísta; es así como se
hace referencia al afecto positivo y al afecto negativo, como parte de la afectividad que
incluye ambas emociones.

Bradburn (1969, citado en Vázquez y Hervás, 2009) en sus trabajos enfatizó con
claridad, que la afectividad negativa y la positiva son elementos relativamente
independientes y no sólo la cara de una misma moneda o los polos extremos de una

15
única dimensión. El afecto positivo se considera un componente importante
intrínsecamente unido al concepto de bienestar psicológico.

En cuanto a la dimensionalidad del estado de ánimo Watson y Clark (1984, citado


en Librán y Ferrando, 2008) señalan que el afecto positivo es una dimensión que refleja
el nivel de compromiso agradable con el entorno, supone entusiasmo, energía y mente
despierta; como rasgo, supone una predisposición a experimentar emociones positivas,
reflejando una sensación general de bienestar personal y social. Mientras que el afecto
negativo, es considerado como un factor de distrés subjetivo, engloba diversos estados
de ánimo negativo, entre ellos, el miedo, niveles altos de ansiedad, conductas de
hostilidad y disgusto. El afecto negativo obstaculiza en experimentar emociones
positivas, que influyen en los procesos cognitivos, esquemas mentales de sí mismo y en
la evaluación del autoconcepto, e influencia en la calidad de relaciones interpersonales y
en la satisfacción con la vida (Alacalá et al., 2006; Librán y Ferrando, 2008).

Lyubomirsky, Rey y Diener (2005) defienden un modelo conceptual que alude que
la felicidad se produce no sólo porque los éxitos conseguidos hacen felices a las
personas, sino también porque el afecto positivo propicia el éxito. El afecto positivo
conduce a la persona a pensar, sentir y actuar de una manera que promueve la
construcción de recursos y la consecución de objetivos, que permite comprender en
cómo las emociones positivas juegan un rol relevante e indispensable en las conductas
de exploración, dedicación y perseverancia que favorecen la construcción de recursos
personales más duraderos y amortiguar el impacto de las emociones negativas.

El afecto positivo refleja la reacción de la persona, frente a casi cualquier


experiencia o situación vital según el contexto donde se desenvuelve, constituye una
plataforma en donde las personas efectúan sus valoraciones globales, del propio
bienestar psicológico y como inciden en las relaciones interpersonales.

16
1.2.2 Afectividad y emociones positivas en las relaciones de parejas.
El establecimiento y mantenimiento de relaciones afectivas en la pareja, conlleva a
forjar un buen desarrollo psicosocial que tiene importantes implicaciones para la salud y
bienestar psicológico. Uno de los factores claves para ese buen mantenimiento es la
calidad de la relación. La calidad de la relación se puede definir como el grado en que los
miembros de la pareja muestran intimidad, afecto y apoyo mutuo (Martínez-Álvarez et al.,
2014).

Según Seligman (2005) experimentar emotividad positiva y saber expresarla no solo


constituye la clave del amor entre madre y su hijo, sino que en casi todas las formas de
amor y amistad. Las emociones tienen un valor adaptativo, su especificación positiva o
negativa, no es lo más importante en su naturaleza; lo importante radica en cómo son
vividas y expresadas, es decir, en el placer o displacer que generan.

Según Anolli (2007) las emociones negativas favorecen una acción de adaptación
inmediata a las circunstancias de la persona, por ejemplo, el miedo propicia conductas
de escape, el enojo provoca un comportamiento de atacar o agredir, y la tristeza provoca
el llanto o frustración. Mientras que las emociones positivas, favorecen en aumentar los
recursos psicológicos, dan determinación a la persona en autoanalizarse, brindar
respuestas cognitivas, favorecen la creatividad y propician una actitud positiva en
concordancia del sentir, pensar y actuar, bajo un paradigma innovador del binomio
actitud positiva y acción positiva.

Fredrickson (1998, citado en Seligman, 2005) afirma que las emociones positivas
tienen un objetivo fabuloso en la evolución, amplían los recursos intelectuales, físicos y
sociales y los hacen más perdurables, acrecientan las reservas a las que podemos
recurrir cuando se nos presenta una amenaza o una oportunidad. En la pareja, las
emociones positivas favorecen para el bienestar psicológico, son importantes
motivadores de la conducta humana.

Fernández-Abascal (2009, p. 297) expresa que “la relación de pareja o matrimonio


se caracteriza por ser la de mayor intimidad tanto psicológica como física, aquella en la
que se comunica y comparte más información privada y que implica un gran compromiso
17
y una fuerte inversión de tiempo y esfuerzo”. Por lo tanto considera que el amor es una
de las experiencias más supremas y más deseables de la vida humana.

Las emociones positivas tienen relevancia en la neurociencia. Estudios de Iglesias,


(2003) encontró que las personas más contentas y satisfechas muestran una mayor
activación nerviosa de la corteza prefrontal izquierda, mientras que las más ansiosas y
neuróticas presentan mayor activación en la corteza derecha. La actividad predominante
de la corteza izquierda en los individuos felices se asocia a una mayor activación del
sistema dopaminérgico, que libera dopamina, un neurotransmisor favorable para los
mecanismos del bienestar. Esta activación dopaminérgica favorece tanto los
comportamientos de apertura, empatía y acercamiento en las relaciones con los demás
como los mecanismos de recompensa y placer ante las sensaciones agradables (Anolli,
2007).

La relación entre la teoría del apego y la afectividad positiva, facilita comprender


que los cuidados, la cercanía y baja ansiedad, facilitada por el apego seguro, se
relaciona con la capacidad de autorregulación y facilidad en las expresiones de
emociones positivas; mientras que el apego ansioso y evitante, provocan dificultades en
la regulación emocional, dispensan cuidados independientemente si la pareja los
necesita o no (Seligman, 2005).

La afectividad positiva contribuye en la solidez de un círculo virtuoso que contiene


emociones, acciones y formas de pensamiento propositivo en la relación de pareja. Este
círculo hace a la persona más competente, para afrontar y gestionar las distintas
vicisitudes de la existencia, así como para responder de manera optimista en superar los
retos de la vida; la vivencia en pareja provee mayores beneficios de bienestar psicológico
(Anolli, 2007; Pozos Rivera, Reidl, Vargas y López, 2013).

18
1.2.3 Estudios de estilos de apego y afectividad positiva.

1.2.3.1 Antecedentes de estudios del apego adulto.

A partir de las investigaciones de Hazan y Shaver (1987) sobre la naturaleza del


apego en las relaciones románticas adultas, una serie de estudios han demostrado que
la forma en que las personas piensan, sienten e interactúan en sus relaciones de pareja
varía de acuerdo con sus estilos de apego.

En los primeros estudios del apego Bowlby (1989, citado en Seligman, 2005)
afirmó que el apego es un sistema propio de los seres humanos, se desarrolla desde los
primeros días de vida y culmina con la muerte. Para Seligman (2005) el modelo de
funcionamiento con la madre se repite en las relaciones íntimas a lo largo de la vida, se
utiliza en la infancia con los hermanos y amigos más cercanos, en las relaciones con la
primera pareja sentimental y de forma más acentuada en el matrimonio.

Existen estudios llevados a cabo en investigaciones sistematizadas, que intentan


entender de manera completa, sobre la necesidad emocional de los niños que buscan
obtener seguridad y a la vez autonomía; dichas investigaciones apuntan a la importancia
de proveer los lazos emocionales necesarios que a la vez faciliten a los niños a prosperar
en diversos aspectos tales como: lo emotivo, lo social y lo cognitivo (Rice, 1997; Larse y
Buss, 2005).

En consonancia a lo anterior, Sroufe (2000) refiere que los niños con apego
seguro son emocionalmente flexibles y ejercen mejor autocontrol en sus impulsos y
emociones; sus reacciones varían según el contexto (por ejemplo, son más efusivos en
el patio del recreo y tranquilos durante la hora escolar), además, son niños
independientes emocionalmente, confiados en sí mismos. Les gusta participar en nuevas
experiencias, se defienden por sí solos y muestran capacidad de entablar buenas
relaciones interpersonales.

En el estudio realizado por Martínez-Álvarez et al., (2014) con 133 parejas


heterosexuales, pretendieron evaluar la asociación entre las vinculaciones afectivas con
los padres en la infancia y la calidad de las relaciones de pareja de la juventud; en los

19
resultados encontraron, asociaciones significativamente positivas entre la vinculación
afectiva en la infancia y la calidad de la relación, comprobándose además el efecto
mediador del apego actual.

House, Landis y Umberson (1988, citado en Melero, 2008) investigaron la ruptura


con la figura de apego, encontrando por ejemplo, mayores índices de mortalidad entre
las personas que carecen de vínculos emocionales; concluyen, que existe mayor
vulnerabilidad a la enfermedad física y mental en personas divorciadas y un porcentaje
superior de trastornos mentales entre las personas solteras.

Main, Kaplan y Cassidy (1985, citado en Delval, 2008) en su estudio además de


establecer el tipo de apego en los niños hacia sus madres, dichos autores entrevistaban
cuidadosamente a éstas madres para tratar de comprender y reconstruir qué tipo de
apego habían tenido ellas durante su infancia. No sólo les pedían una descripción global
de sus relaciones infantiles sino que trataban de descubrir qué tipo de apego habían
tenido ellas en su infancia y el tipo de relaciones que realmente tenían. Encontraron que
los estilos de apego tendían a reproducirse, pero algunos padres conseguían cambiar el
estilo rompiendo la cadena de la continuidad intergeneracional.

Hazan y Shaver (1987) estudiaron las parejas de enamorados bajo la luz de la


“teoría del apego”. Indicaron que los resultados sugieren que las experiencias, los
comportamientos asociados al enamoramiento corresponden a lo que llamamos “vínculo
de apego” y que hay conexión entre los recuerdos de las relaciones con los propios
padres durante la infancia y los actuales comportamientos de enamoramiento. Estos
planteamientos fueron postulados por Bolwby (1989, citado en Melero, 2008) quien
sostuvo que la formación y el mantenimiento de un vínculo de apego en la edad adulta
equivalen respectivamente al enamoramiento y amor.

Egeland (2010) en sus estudios de corte longitudinal en los cuales analizó la


relación entre el apego e indicadores socioemocionales encontró que, la forma más
reconocida de vinculación afectiva es el amor. Las características del vínculo afectivo
amoroso han sido revisadas por varios autores, quienes refieren sobre las emociones y

20
conductas expresadas según los tipos de apego desarrollados durante la infancia (Greco,
2013).

Shaver, Hazan y Bradshaw (1988, citado en Melero, 2008) realizaron una


aproximación al estudio de las relaciones de pareja desde la teoría del apego, y
conceptualizan el amor romántico como la integración de tres sistemas de conducta: el
sistema de apego, el sistema de cuidados y el sistema sexual/reproductivo. Definieron el
sistema de apego como la forma de vinculación afectiva que es similar al desarrollado en
la infancia con los cuidadores primarios; el sistema de cuidados, como la necesidad de
cubrir aspectos físicos y psicológicos, protección y apoyo emocional, mientras que la
sexualidad hace referencia al deseo de interacción sexual.

En un estudio Collins y Read (1990, citado en Ripoll, 2011) desarrollaron un


instrumento para evaluar las siguientes dimensiones subyacentes a los estilos de apego
en adultos: a) cercanía, se refiere a la medida en que los individuos se sienten cómodos
con la cercanía emocional y la intimidad en las relaciones interpersonales; b)
dependencia, se refiere al grado en que los individuos creen que los demás estarán
disponibles en el momento en que ellos los necesiten, y c) ansiedad, que hace relación al
grado en que el individuo se siente ansioso sobre ser abandonado o rechazado por los
demás. Los resultados indicaron que la relación entre estas dimensiones del apego y la
satisfacción con la relación de pareja, depende del sexo. Así por ejemplo, el grado en
que los hombres se sienten cómodos con la cercanía emocional, demostró tener un
efecto positivo sobre la evaluación que ellos mismos y sus parejas hacen de la relación,
además, encontraron que las dimensiones del apego están relacionadas
satisfactoriamente si hay un apego seguro.

Por su parte Fraley (2002) en un meta-análisis concluye que los patrones de


apego se forman en las relaciones con los padres y que estos patrones siguen ejerciendo
una enorme influencia a lo largo del tiempo en las relaciones futuras. Por otra parte
Furman y Bigaros (2010) encontraron que los estilos inseguros con los padres (evitante y
ansiosos) correlacionaron positivamente con estilos evitante en las relaciones de pareja

21
de jóvenes adolescentes, siendo los jóvenes quienes mostraron mayores niveles de
estilo evitante que las jóvenes.

Los diversos estudios han constatado que las personas con apego seguro
muestran mayores niveles de satisfacción y mejor manejo de las emociones negativas,
mientras que las personas con apego ansioso evitante, registran mayores niveles de
insatisfacción en las relaciones de pareja (Ortiz, Gómez y Apocada, 2002).

1.2.3.2 Antecedentes de estudio de la afectividad.


La seguridad afectiva (indispensable para la formación de una personalidad
saludable) está vinculada de forma directa, al apoyo emocional recibido de los padres
(Sánchez, Parra y Prieto, 2005).

La afectividad positiva es uno de los aspectos que conforman la felicidad o


satisfacción con la vida. Lyubomirsky, King y Diener (2005) en un estudio de meta-
análisis, encontraron que el afecto positivo puede ser la causa de algunas de las
características, recursos y éxitos deseables que correlacionan con la felicidad, ya que
incluye cualidades como la confianza, el optimismo, la autoeficacia, la sociabilidad, la
actividad, la energía, la conducta prosocial, el bienestar físico, el afrontamiento efectivo,
la originalidad y la flexibilidad. Por otro lado, se han encontrado correlaciones
significativas entre satisfacción con la vida y afecto positivo y relación entre éste y
autopercepciones más positivas, por ejemplo, Mongrain y Zuroff (1995, citado en
Lyubomirsky, King y Diener, 2005) encontraron que altos niveles de afecto positivo
estaban asociados a una menor autocrítica.

Las investigaciones indican que la afectividad positiva tiene relación con la


actividad y el cuido físico, como dormir adecuadamente, además, la afectividad positiva
favorece en mantener una amplia red social; en la pareja, mantener satisfactoria
intimidad, que según Sternberg (1986, citado en Hyde y Delamater, 2006) la intimidad es
el vínculo, conexión de compartir los sentimientos con el otro, es un componente
emocional del amor, implica una comprensión mutua con el ser amado. La afectividad
positiva propicia el componente de la pasión en la pareja, para Sternberg (1986, citado

22
en Hyde y Delamater, 2006) es el componente motivacional del amor que incluye
atracción física y el impulso hacia la expresión sexual.

Por otra parte la afectividad positiva impulsa al esfuerzo por lograr los objetivos
planteados, mantener amistades sólidas y trabajar por la estabilidad en la pareja a través
de la intimidad; cuando las personas se sienten felices tienden a centrarse menos en sí
mismos, mejoran las relaciones interpersonales, aflora el deseo de compartir los
sentimientos e incluso con desconocidos. Las emociones contrarias llevan a centrarse en
las propias necesidades de manera defensiva (Seligman, 2005).

Existen diferencias individuales constantes en la afectividad positiva y negativa y


en la variabilidad a corto plazo del estado de ánimo positivo. Según Carr (2004) tanto la
afectividad positiva como la negativa, son rasgos parcialmente hereditarios, sin embargo,
las influencias del entorno pueden mejorar la afectividad positiva. Estudios indican, que el
registro momentáneo de emoción positiva, predice la forma conveniente de longevidad y
satisfacción marital (Seligman, 2005).

Myers (2000) en un estudio encontró que las personas casadas son más felices
que quienes viven en unión libre, y que estas son más felices que las solteras en una
relación de noviazgo. En este sentido para Seligman (2005, p.275) “el matrimonio es un
factor poderoso de la felicidad, más poderoso que la satisfacción laboral, económica o
comunitaria”. De esta forma el estatus de pareja (casado, noviazgo, unión libre) incide en
el bienestar psicológico de las personas.

En un estudio realizado por Pozos et al., (2013) con una muestra no aleatoria por
cuota, compuesta por 200 participantes voluntarios, con el propósito de evaluar el
significado de felicidad por sexos y la felicidad en la relación de pareja, encontraron que
el solo hecho de tener pareja acrecienta la felicidad personal. En tal sentido, concluyeron
que la felicidad matrimonial tiene relación con la felicidad general, por tanto, quien
manifiesta ser feliz en su matrimonio usualmente expresa que es feliz en su vida, sin
embargo, se puede dar el caso que las personas sean felices en lo general e infelices en
la relación o viceversa.

23
Por otra parte, la afectividad positiva es asociada al bienestar psicológico pues
facilita las relaciones interpersonales. Las parejas con afectividad positiva y apego
seguro, establecen un equilibrio entre el tiempo para sí mismo y los espacios para estar
con la pareja y los tiempos que comparten juntos con otras personas, por ejemplo
amistades y familiares, logrando de esta manera, mantener relaciones de convivencia
saludables (Seligman, 2005).

Capítulo II Marco Metodológico-Conceptual.

2.1 Planteamiento del problema.

La relación con la pareja tiene un gran valor en los y las estudiantes universitarios
por la importancia afectiva y social. El estudio de las parejas y en concreto la evaluación
del comportamiento en la relación cobra especial importancia debido a que el rol
desempeñado puede alterar la estabilidad con su pareja.

Estudiar el apego y la afectividad positiva en las relaciones de pareja, resultó


importante para el avance del conocimiento y el estudio de las relaciones románticas. La
relación de pareja provee sentimientos de afecto que reafirman la identidad, satisfacen
necesidades de seguridad, confianza y pertenencia. La pareja favorece en la expresión
de diversas emociones de carácter positivo, que al unirse con un buen sistema de apego,
facilitan el bienestar psicológico.

En consonancia, realizar el estudio con estudiantes universitarios, resultó


importante para investigar el acercamiento en la comprensión de sus relaciones de
pareja, siendo está de gran valor en su efectiva evaluación personal del “aquí y ahora”.
Además la investigación favorece en retomar constructos planteados de la teoría del
apego y de la psicología positiva, que fueron sometidos a comprobación empírica con las
características propias de los estudiantes de psicología que se ven influenciados por
aspectos sociales, culturales y familiares, llevándolos a formar esquemas específicos
para sus relaciones de pareja.

24
Por lo tanto, los resultados obtenidos son avances propios de la psicología
positiva, brinda un marco de referencia para comprender la afectividad positiva como
factor importante del bienestar psicológico, sin olvidar que cada persona hace uso de sus
habilidades y cualidades, experiencias previas, para iniciar, mantener y/o terminar una
relación según lo que ésta le va ofreciendo y en la medida que dicha relación expresa le
provee de bienestar psicológico. Para concretizar se planteó la siguiente pregunta de
investigación.

¿Existe relación entre los estilos de apego y la afectividad positiva en las


relaciones de pareja de los/as estudiantes de Psicología de la Universidad Francisco
Gavidia?

2.2 Objetivos.

2.2.1 Objetivo General.

Establecer si el apego está relacionado con la afectividad positiva que presentan los
estudiantes de Psicología en sus relaciones de pareja.

2.2.2 Objetivos Específicos.

 Identificar el estilo de apego que presentan los estudiantes de psicología de la


Universidad Francisco Gavidia en sus relaciones de pareja.
 Identificar según sexo el tipo de afectividad que presentan los estudiantes en sus
relaciones de pareja.
 Determinar cuál de los estilos de apego se relaciona con la afectividad positiva.

2.3 Variables de investigación.


Variable1: Estilos de Apego
Variable 2: Afectividad Positiva en las relaciones de pareja.

25
2.4. Definición conceptual de variables.

- Estilos de Apego:“disposición y cualquier forma de conducta que tiene como resultado


el logro o la conservación de la proximidad con otra persona claramente identificada,
sobre todo bajo circunstancias, percibidas como adversas”(Bowlby 1998, citado en
Repetur, 2005; p. 4).

- Afectividad Positiva en las relaciones de pareja: comprende las emociones positivas


como la alegría, la satisfacción, la jovialidad, el interés y la confianza en sí mismo,
transferida en las relaciones de pareja como fuente primaria de felicidad. Se suman las
gratificaciones sensoriales placenteras y los estados de humor favorables para el
mantenimiento de la pareja (Anolli, 2007).

2.5 Definición operacional de variables

- Estilos de Apego: se evaluó con la “Escala de estilos de apego adulto para la


población mexicana" Autores: Márquez, Rivera y Reyes (2009).
- La Afectividad Positiva en relaciones de pareja: se evaluó con la Escala de
Afectividad Positiva y Negativa (PANAS) en parejas casadas mexicanas. (Watson, et
al., 1988, Adaptada por Moral, 2011).

2.6 Hipótesis.

H1.Existen diferencias en los estilos de apego que presentan los estudiantes de


psicología, es sus relaciones de pareja.
H2. Existen diferencias en la afectividad que presentan hombres y mujeres en sus
relaciones de pareja.
H3.El estilo de apego seguro se relaciona con la afectividad positiva en las relaciones de
pareja de los/las estudiantes de psicología.

26
2.7 Método.

2.7.1 Participantes.

Los y las participantes de la investigación fueron estudiantes de la carrera de


Psicología de la Universidad Francisco Gavidia. Fueron seleccionados en el ciclo II
durante la primera semana de diciembre del año 2014.

El método seguido para la obtención de la muestra fue el muestreo no


probabilístico de oportunidad (Kerlinger y Lee, 2002) es decir, que los estudiantes fueron
seleccionados por conveniencia a partir de aspectos como: ubicación geográfica,
facilidad de acceso y permiso para la recolección de datos. En este sentido, es necesario
mencionar que en otras instituciones de educación superior no fue obtenida la
autorización respectiva para realizar la investigación, lo cual condicionó grandemente el
tamaño de la muestra.

Los requisitos de inclusión fueron: a) ser estudiante de primer a tercer año de la


licenciatura en Psicología, b) estudiar en la Universidad Francisco Gavidia, c) estar en
una relación de pareja (novio/a, acompañado/as y casado/a) participación voluntaria.
Para la interpretación de los resultados se tomaron únicamente a los y las participantes
de relación de novios y casados. Los de relación de “acompañados” fue un grupo muy
reducido.

La elección de estudiantes de Psicología fue por dos puntos importantes. En


primer lugar, fue retomada como una muestra intencionada, por su factibilidad de tiempo
y disposición de los grupos proporcionados por la institución educativa, facilitando el
proceso de la investigación, para los fines que se perseguía. En segundo lugar, existió el
interés de conocer aspectos de las vinculaciones afectivas, a través del predominio del
apego y la afectividad dentro de sus relaciones de pareja, considerando que actualmente
las personas se ven influenciadas por los avances tecnológicos o por la incidencia de la
sociedad hacia la búsqueda de satisfacciones individuales, inclinándose a diversos
esquemas de relaciones de pareja, enfatizando aspectos que pueden desfavorecer los
vínculos afectivos a establecer y generar disfuncionalidad en las relaciones de pareja. En
consonancia, ser un estudiante de psicología apunta a ser un importante sujeto de
27
investigación, pues toda la formación académica fundamenta la comprensión de la
conducta humana, además conlleva a la evaluación del propio comportamiento y sobre
todo a fortalecer recursos internos necesarios para la canalización de emociones, manejo
de adecuado de esquemas constructivos de pensamientos y/o también en la vinculación
afectiva en sus relaciones de pareja.

Por otra parte se consideró la Universidad Francisco Gavidia, por la facilidad, la


apertura y el apoyo brindado para la investigación. En comparación a otras universidades
privadas, su matrícula de estudiantes fue más significativa para la muestra. Otro punto a
considerar, fue la factibilidad de la ubicación geográfica del campus, la cual permite que
los estudiantes se desplacen con facilidad y puedan asistir a sus respectivas clases,
aspecto que fue favorable para el abordaje en el momento de la aplicación del
cuestionario.

Como criterio necesario importante de mención, que los y las participantes


estuvieran en una relación de pareja (novio/as, acompañado/as o casado/as) fue una
variable característica por dos aspectos relevantes: en primer lugar, se considera que las
relaciones afectivas, especialmente las de pareja, ocupan un lugar muy importante en la
vida de las personas, y en especial en jóvenes universitarios. En la etapa de los estudios
universitarios, alrededor de los 20 años, se tiende a producir cambios significativos que
encaminan el proyecto de vida, el cumplimiento de metas trazadas, también existen
cambios a nivel social que influyen en el bienestar psicológico de las personas, sin
embargo, “de todos los cambios que ocurren en el mundo, ninguno supera en
importancia a los que tienen lugar en la vida privada, en la sexualidad, en las relaciones,
en el matrimonio y en la familia” (Giddens, 2004; p.65). En este sentido, la pareja es
importante para el bienestar psicológico, además la pareja aparece como figura de apego
similar a la establecida con los padres y las madres es decir, la evaluación de la
construcción de esta relación está sujeta a la revisión del marco de referencia personal.

En segundo lugar, el material bibliográfico y las escalas de evaluación de las


variables del estudio dentro del contexto de relaciones de pareja fueron factibles. Por lo
tanto se consideró, que dentro del campo de la psicología positiva, se investigará las

28
relaciones de parejas y la afectividad positiva como parte del bienestar psicológico de los
estudiantes en referencia a sus relaciones de pareja, considerándolo un tema novedoso,
del cual no se han encontrado antecedentes que aporten información relevante para
futuras investigaciones en El Salvador.

En consecuencia, esta investigación con base al estudio del apego y la afectividad


positiva, como medio de vinculación afectiva en las relaciones de pareja, puede contribuir
en la comprensión de la formación y establecimiento de relaciones de pareja funcionales
y/o disfuncionales.

La muestra final correspondió a un total de 150 participantes, en la tabla 1 se


describe el porcentaje según sexo y en la tabla 2, se detalla el estado de relación de
pareja que fue analizado.

Tabla 1: Distribución de los participantes según sexo


Sexo Frecuencia Porcentaje
Masculino 39 26%
Femenino 111 74%

En la tabla 1 se observa el porcentaje de la distribución según el sexo, se encontró


que el 74% (n=111) son mujeres y el 26% (n= 39) son hombres.

Tabla 2: Estado de relación de pareja de los participantes


Estado de relación Frecuencia Porcentaje
Novios 117 78,%
Casados 33 22,%

En la tabla 2 se observa el estado de relación de pareja de los y las participantes,


indica que el 78, 3% (n=117) tiene una relación de noviazgo y el 22% (n= 33) están
casados.

29
La distribución de los y las participantes en cuanto al tiempo de su relación de
pareja, se observa en la figura 1.

Figura 1: Tiempo de relación de pareja.

En referencia al tiempo de la relación de pareja, la figura 1 muestra que el 24,0%


(n=36) indicaron que tienen una relación con su pareja de seis meses; el 20,7% (n=31)
señalaron que su relación con su pareja comprende más de cuatro años; el 20,0% (n=30)
reveló que el tiempo de relación con su pareja es de tres años; el 21,3% (n=32)
corresponde a un año de relación; el 14,0% (n=21) indicó que su relación con su pareja
es de dos años.

La figura 2 muestra la distribución de los participantes en cuanto al nivel


educativo, en la licenciatura de psicología.

Figura 2: Nivel educativo de los/las participantes.

30
En la figura 2 indica el nivel educativo de la muestra. El 27,3% (n=41) indicaron
ser estudiantes de primer año; el 42,7% (n=64) señalaron que su nivel educativo
corresponde al segundo años; mientras que el 30,0% (n=45) reveló ser estudiantes de
tercer año. Está figura del nivel educativo sólo tiene utilidad descriptiva porque, en
realidad, no es una variable de interés para la investigación.

En la tabla 3 se presenta el rango de edades de los y las participantes, descritas


en frecuencias y porcentajes.

Tabla 3: Distribución de rango de edades de los participantes


Rango de edad Frecuencia Porcentaje
<= 17 3 2,0
20 – 25 89 59,3
26 – 30 44 29,3
31 - 35 9 6,0
36 - 40 2 1,3
41+ 3 2,0
150 150 100%

La tabla 4, indica la distribución de los participantes en cuanto a la religión que


profesan y lugar de residencia. Esta información es de conocimiento general de la
muestra, no son variables de interés para la investigación.

Tabla 4: Porcentaje de datos socio-demográficos.


Datos socio- demográficos Porcentaje (%)
Religión que profesan
Católico 45,3%
Cristiano Evangélico 35,4%
Profesa otra religión 7,3%
No profesa ninguna religión 12%
Total 100%
Lugar de residencia
Área Urbana 84,7%
Área Rural 15,3%
Total 100%

31
2.7.2 Instrumentos.

Se validó un cuestionario que contiene datos socio-demográficos y dos escalas.


La primera escala evaluó tres estilos de apego (seguro, ansioso y evitante). La segunda
escala correspondió en evaluar la afectividad positiva y negativa en las relaciones de
pareja (ver anexo 1). Para la validación del cuestionario se realizó con una muestra piloto
de 95 jóvenes estudiantes de la Universidad Tecnológica de El Salvador. La muestra
piloto cumplió los criterios de inclusión similares a la muestra final los cuales fueron: a)
ser estudiante de psicología de primer a tercer año de la licenciatura de psicología, b)
que estuvieran en una relación de pareja (novio/a, acompañado y casado/a) participación
voluntaria.

La primera escala que fue utilizada y validada fue “La escala de estilos de apego
adulto para la población mexicana", desarrollada en México (Márquez, Rivera y Reyes,
2009), evalúa el apego seguro, ansioso y evitante. Estos estilos de apego son
investigados dentro de una relación de pareja. La fiabilidad de la escala es de .840 de
Alfa de Cronbach Global, contiene veintiún ítems, en su escala original.

En la fase de validación se realizó el análisis exploratorio a la escala de apego,


con la muestra piloto de de 95 estudiantes de la Universidad Tecnológica de El Salvador,
que cumplieron las características de la muestra final. Presentó una adecuación muestra
de un chi-cuadrado de 488.054y arrojo como resultado una fiabilidad de .721 según Alfa
de Cronbach, en su fase de pilotaje.

La segunda escala de “Afectividad Positiva y Negativa (PANAS) en parejas


casadas mexicanas” de Watson, et al., (1988); adaptada por Moral (2011). En la escala
adaptada presenta una fiabilidad de .840 de Alfa de Cronbach, contiene veinte ítems, en
su escala original y adaptada.

En la fase de pilotaje y validación de la escala PANAS, se realizó con una


muestra piloto de 95 estudiantes de la Universidad Tecnológica de El Salvador, que
cumplieron las características de la muestra final. Presentó una adecuación muestral de

32
un chi-cuadrado de 798.925 y arrojo como resultado una fiabilidad de .740 según Alfa de
Cronbach, en su fase de pilotaje.

2.7.3 Procedimiento.

Se realizó una búsqueda bibliográfica de autores que trabajaron anteriormente


este tema, se diseñó un marco teórico, un diseño muestral, una metodología de
investigación.

Se piloteó una muestra para la validación instrumental del cuestionario que evaluó
las variables de investigación. La selección de los/las participantes fue por un muestreo
no probabilístico de oportunidad (Kerlinger y Lee, 2002). La muestra para la validación
fue con 95 jóvenes estudiantes de la Universidad Tecnológica de El Salvador.

Se realizó el análisis de los datos obtenidos en la muestra piloto, para obtener la


validez y confiabilidad del instrumento. Se afinó el instrumento y se adecuó a la muestra
final.

Se realizaron las gestiones pertinentes para la apertura de la Institución de


educación superior de la Universidad Francisco Gavidia en donde se aplicó el
instrumento a 150 participantes que representó la muestra final.

Para la selección de los participantes, se emplearon dos estrategias específicas:


a) establecer contacto con el coordinador de la licenciatura de psicología, quien brindo la
autorización para la aplicación del instrumento b) visitar a los grupos de clases las cuales
fueron autorizadas por el coordinador de la carrera.

Para la aplicación de los cuestionarios, se estableció una agenda de horarios y se


estableció comunicación con los docentes responsables de la cátedra del grupo
asignado, con el fin de garantizar la participación de la mayoría de los estudiantes.

En los grupos que se tuvo acceso para la aplicación del cuestionario, se les
explicó el objetivo del trabajo a realizar y la importancia de su participación como sujetos

33
del estudio. A través de los grupos de clases asignados, se tuvo acceso a los y las
estudiantes, quienes recibieron el cuestionario, además en el mismo figuraba espacio de
la firma que indicó el consentimiento informado y el propósito del estudio y los
procedimientos que se seguirían para preservar el anonimato y confidencialidad de la
información recogida.

Se codificaron las respuestas en las variables, utilizando el programa estadístico el


SSPS 21 para obtener los resultados, se realizó el análisis de las variables, para luego
realizar la discusión de resultados y finalmente se presentó el análisis correspondiente
del estudio.

2.8 Tipo de Estudio


La investigación realizada tuvo un alcance descriptivo correlacional. Según
Hernández y Fernández (2003), los estudios descriptivos correlaciónales buscan
especificar propiedades, características y rasgos importantes de cualquier fenómeno que
se analice, es decir describen tendencias de un grupo o población.

2.9 Diseño de Estudio


El diseño de la investigación correspondió al no experimental (Kerlinger y Lee,
2002). Los estudios no experimentales se realizan sin la manipulación deliberada de
variables, se observan los fenómenos en su ambiente natural para después analizarlos.

34
Capítulo III Presentación de resultados

3.1 Presentación de resultados descriptivos.

Los resultados descriptivos del presente estudio, se realizaron en dos grades


variables: estilos de apego y afectividad positiva en las relaciones de pareja de
estudiantes de Psicología de la Universidad Francisco Gavidia. Para el análisis se obtuvo
una muestra de 150 estudiantes de primero, segundo y tercer año de la Licenciatura de
Psicología.

3.2 Análisis de la variable estilos de apego en los y las participantes.

La evaluación del apego se realizó con, La escala de estilos de apego para adultos para
una población mexicana (Márquez, Rivera y Reyes, 2009) contiene 21 ítems y evalúa
tres tipos de apego: apego seguro, ansioso y evitante.

En este punto se detallan los análisis descriptivos de las variables de los estilos de
apego para hombres y mujeres y sus estados de relación con su pareja, que llevo en
considerar el primer objetivo específico que pretendió identificar el estilo de apego que
presentan los estudiantes de psicología de la Universidad Francisco Gavidia, en sus
relaciones de pareja a continuación se plasman las frecuencias y los porcentajes.

Tabla 5: Frecuencias y porcentajes de los estilos de apego

Estilos de apego Frecuencias Porcentajes


Apego seguro 118 79.3%
Apego ansioso 25 16.7%
Apego evitante 7 4.%
Total 150 100%

35
79,3%

16,7%

4%

Figura 3: Estilos de apego

La Tabla 5 y Figura 3 indica que el porcentaje más frecuente en la muestra es el


estilo de apego seguro. Se observa que el 79,3% (n=118) de los y las participantes
indicaron tener apego seguro hacia su pareja y el 16,7% (n=25) se identifican con un
apego ansioso hacia su pareja y únicamente el 4% (n=7) consideran que manifiestan un
apego evitante en relación con su pareja. Es evidente que el porcentaje de los y las
participantes que indican un apego evitante es pequeño, sin embargo se consideró
necesario para el análisis comprensión del apego y las relaciones que establecen con
sus parejas.

Los resultados de los análisis descriptivos de la variable estilos de apego entre


hombres y mujeres se muestran en la tabla 6.

Tabla 6: Descriptivos de los estilos de apego según sexo.


Masculino Femenino
Estilos de Apego
F % F %
Apego seguro 30 21 % 88 58.3%
Apego ansioso 7 4.7% 18 12%
Apego evitante 2 1.% 5 3%
Total 39 111

36
58.3%

21%
%
12%

4.7% 3%
1%

Figura 4: Estilos de apego y sexo

En lo concerniente a los estilos de apego entre hombres y mujeres se observa en


la Tabla 6 y Figura 4 que el 58.3% (n=88) de las mujeres indican apego seguro hacia su
pareja, en comparación al 21% (n=30) de los hombres indican éste tipo de apego. En el
estilo de apego ansioso se encontró que el 12% (n=18) del sexo femenino se ubican
dentro de éste, en comparación al 4.7% (n=7) que representan a los hombres. En
referencia al apego evitante se encontró que el 3% (n=5) de las mujeres se ubican dentro
de éste tipo de apego y el 1% (n=2) que representan el sexo masculino indicó éste tipo
de apego.

Se observa que el estilo predominante de la muestra es el apego seguro y con


mayor porcentaje las mujeres.

Los datos de la tabla 7 presentan las frecuencias y porcentajes de los estilos de


apego, descritos en representación del sexo y los estados de relación de pareja de los y
las participantes.

37
Tabla 7: Descriptivos de los estilos de apego según sexo
y la relación con la pareja.

Estado de relación Masculino Femenino


Estilos de apego
de pareja F % F %
Novios 24 16.8% 68 45%
Apego seguro
Casados 6 4.2% 20 13.3%
Novios 5 3.3% 14 9.3 %
Apego ansioso
Casados 2 1.4% 4 2.7%
Novios 2 1% 4 2.4%
Apego evitante
Casados 0 1 0.6%
Total 39 111

La tabla 7 hace referencia al apego seguro, se encontró que el 45% (n=68) de


mujeres con relación de noviazgo, indicaron tener hacia su pareja apego seguro, frente al
13.3% (n=20) de mujeres casadas con éste apego con su pareja. En contraparte se
observa que el 16.8% (n=24) de los hombres que tienen una relación de noviazgo,
revelaron tener apego seguro hacia su pareja, frente al 4.2% (n=6) de hombres casados.

En el apego ansioso, se señala que el 9.3% (n=14) de las mujeres con una
relación de noviazgo indican éste tipo apego hacia su pareja, frente al 2.7 (n=4) de
mujeres casadas que señalan, éste estilo de apego. En contraparte los hombres con una
relación de noviazgo 3.3%(n=5) indican apego ansioso hacia su pareja, en comparación
al 1.4% (n=2) de hombres casados que apuntan a éste tipo de apego hacia su pareja.

Para el apego evitante se encontró, que el 2.4% (n=4) de las mujeres con una
relación de noviazgo señalaron éste tipo de apego hacia su pareja, frente al 0.6% (n=1)
de mujeres casadas que indican también, éste apego con su pareja. Por otra parte se
encontró que el 1% (n=2) de hombres indican apego evitante hacia su novia. Los
hombres casados no indicaron éste tipo de apego.

38
3.2 Descriptivos de la variable estilos de apego.

La escala de apego evalúa 3 factores que se midieron en la muestra: apego


seguro, apego ansioso y apego evitante. Estos factores se analizaron según sexo y
estado de relación de pareja. El primer objetivo específico pretendió, identificar el estilo
de apego que presentan los estudiantes de psicología de la Universidad Francisco
Gavidia en sus relaciones de pareja. Los hallazgos encontrados se presentan a
continuación:

Tabla 8: Descriptivos de la variable apego seguro.

Ítems Sexo n dt P = 0.005

Confío en que mi pareja me ama tanto M 39 5,39 2,046


como yo a él/ella. F 111 5,73 1,550 9,363 .083
Busco el acuerdo mutuo para la solución M 39 5,97 1,404
de nuestros problemas. 6,732 .309
F 111 5,95 1,719
Tiendo a ser feliz M 39 6,33 1,138
6,822 .338
F 111 6,25 1,252
Me siento bien compartiendo mis M 39 6,08 1,360 4,104 .535
sentimientos y pensamientos con mi F 111 6,26 1,152
pareja.
Pienso que la relación marcha bien. M 39 5,75 1,251 7,055 .241

F 111 5,85 1,402

La intimidad emocional con mi pareja M 39 6,33 1,242 2,281 .809


me agrada mucho
F 111 6,04 1,618

En los ítems de la escala para el apego seguro, no se encontraron diferencias


significativas entre hombres y mujeres.

En relación a la variable apego seguro y la variable de relación con su pareja. La


hipótesis estableció que “existen diferencias en los estilos de apego que presentan los/as
estudiante en sus relaciones de pareja”. Para comprobar la hipótesis se utilizó la prueba
de U de Mann-Whitney, se encontró lo siguiente:

Tabla 9: Contraste del apego seguro y la relación con la pareja.


Según prueba U de Mann-Whitney.
Grupo N Rango Suma de U de Z P = 0.05
promedio rangos Mann-
Apego Novios 117 39,40 7881,50 1391,500 -1.264 0.03
seguro Casados 33 12,79 2558,50

39
Entre los grupos con estados de relación novios y casados, existe diferencia
estadísticamente significativa (ver tabla 9). Los novios presentan mayor apego seguro y
los casados menor apego.

En relación a la variable apego seguro y la variable sexo. Utilizando la prueba de


U de Mann-Whitney, se encontró lo siguiente:

Tabla 10: Contraste del apego seguro y el sexo.


Según prueba U de Mann-Whitney.

Grupo N Rango Suma de U de Z P = 0.05


promedio rangos Mann-
Apego Masculino 37 14,57 2914,00 1748,000 -1,065 ,287
seguro Femenino 107 37,63 7526,00

Entre los grupos masculino y femenino, no se encontró diferencias


estadísticamente significativas (ver tabla 10) del apego seguro en relación al sexo.
Aunque en las frecuencias las mujeres indicaron más apego seguro, sin embargo no se
encontraron diferencias significativas.

En el análisis del apego ansioso se encontró diferencias estadísticamente


significativas. Los datos obtenidos en referencia a los ítems correspondientes a esta
escala, se presentan en la tabla 11.

Tabla 11: Descriptivos de la variable apego ansioso.

Ítems Sexo n dt P = 0.005

Me preocupa que mi pareja no se M 38 3,72 1,933


interese tanto en mí como yo en 10,070 ,096
él/ella. F 108 3,73 2,238
Necesito que mi pareja me M 38 3,56 1,889
confirme constantemente que me 20,281 0,002
quiere. F 108 3,15 1,891
M 38 4,64 2,219
Me da miedo perder a mi pareja. 9,058 0,40
F 108 3,95 2,141
Frecuentemente deseo que mi M 38 3,33 1,882
pareja me quisiera tanto como 9,326 0,56
yo. F 108 3,24 2,149
A veces siento que presiono a mi M 38 2,44 1,812
4,402 0,622
pareja a comprometerse y F 108 2,41 1,888

40
demostrarme que me quiere.
Suelo tener pensamientos M 38 2,33 1,639
negativos cuando mi pareja no 4,760 ,575
está conmigo. F 108 2,42 1,810
Siento una gran desesperación M 38 3,11 1,720
cuando mi pareja no está 17,709 0,004
conmigo. F 108 2,81 1,772
M 38 3,42 2,335
Me preocupa que me abandonen. 16,506 0,001
F 108 2,19 1,765

En el ítem “Necesito que mi pareja me confirme constantemente que me quiere”,


se encontró diferencias significativas. Los hombres indicaron que necesitan que sus
parejas les confirmen constantemente que les quieren, en comparación con las mujeres.
En el ítem “Siento una gran desesperación cuando mi pareja no está conmigo”. Se
encontraron diferencias significativas. Los hombres indicaron sentir mayor preocupación,
cuando su pareja no está con ellos, en comparación con las mujeres.
El ítem “Me preocupa que me abandonen”, se encontraron diferencias entre
hombres y mujeres. Los hombres indicaron más preocupación por el abandono de sus
parejas, en comparación con las mujeres. En el resto de los ítems de la escala de apego
ansioso no se encontraron diferencias entre los sexos.

Para analizar la variable apego ansioso y la variable estado de relación con su


pareja, se utilizó la prueba de U de Mann-Whitney, se encontró lo siguiente:

Tabla 12: Contraste del apego ansioso y la relación con la pareja.


Según prueba U de Mann-Whitney.
Grupo N Rango Suma de U de Z P = 0.05
promedio rangos Mann-
Apego Novios 117 41,97 8395,00 1628,000 -,194 ,847
ansioso Casados 33 2,48 2483,00

Entre los grupos con estados de relación de novios y casados, no existe una
diferencia estadísticamente significativa, para el apego ansioso (ver tabla 12).

En cuanto al análisis del apego evitante y el sexo, no se encontraron diferencias


significativas en los ítems correspondientes a la escala (ver tabla 13).

41
Tabla 13: Descriptivos de la variable apego evitante.

Ítems Sexo n dt P = 0.005

M 38 2,25 1,933
Me incomoda que mi pareja procure
2,839 0,69
mucha cercanía. F 108 3,01 1,508
M 38 1,69 1,508
Me incomoda la cercanía con mi pareja. 6,202 ,401
F 108 2,23 1,804
M 38 2,42 2,170
Me pongo nervioso(a) cuando mi pareja se
3,444 7,51
acerca a mí. F 108 3,26 2,249
M 38 1,83 1,320
Me doy cuenta de que justo cuando mi
pareja empieza a lograr algo de intimidad, 1,153 0,24
emocional conmigo, me alejo. F 108 2,34 2,015

Preferiría no estar muy cercano a mi M 38 1,94 1,530


4,201 .641
pareja. F 108 2,28 1,173
Me siento incómodo(a) cuando mi pareja M 38 2,06 1,881
2,896 0,22
quiere estar demasiado cerca. F 108 2,32 1,848
M 38 2,17 1,715
Me pongo nervioso(a) si mi pareja
consigue mucha intimidad (comunicación, 6,035 ,419
apoyo, tranquilidad) emocional conmigo. F 108 2,10 1,615

En el análisis de la variable apego evitante y la variable estado de relación de


pareja, se utilizó la prueba de U de Mann-Whitney, se encontró lo siguiente:

Tabla 14: Contraste del apego evitante y la relación con la pareja.


Según prueba U de Mann-Whitney.

Grupo N Rango Suma de U de Z P = 0.05


promedio rangos Mann-
Apego Novios 117 41,15 8231,00 1504,000 -1,762 ,078
evitante Casados 33 1,035 2065,00

Entre los grupos que tienen novio/a y/o están casados/as, no encontraron
diferencias estadísticamente significativas de la variable apego evitante. (ver tabla14).

42
3.3 Análisis de la variable afectividad en los y las participantes.

La escala de afectividad (PANAS) contiene 20 ítems y 2 factores que se midieron


en la muestra: afectividad positiva y afectividad negativa.
En este punto se detallan los análisis descriptivos de las variables de la afectividad
para hombres y mujeres y los estados de relación con sus parejas. Los hallazgos
encontrados se presentan a continuación.

Tabla 15: Porcentajes de la afectividad positiva y negativa

Afectividad Frecuencia Porcentajes


Afectividad Positiva 123 80,5%
Afectividad Negativa 27 19,5%
Total 150 100,00%

80.5%

19.5%

Figura 5: Afectividad positiva y negativa.

En la tabla 15 y figura 16 se observa que de la muestra de 150 participantes, se


encontró que el 80.5% (n=123) indicaron afectividad positiva, frente al 19.5% (n=27) que
se ubicaron en la afectividad negativa.

43
Para conocer la distribución de hombres y mujeres en la escala de evaluación de
afectividad positiva y negativa, se presenta a continuación la tabla 16 y figura 6, que
muestra la distribución en frecuencias y porcentajes de ubicación de los y las
participantes.

Tabla 16: Afectividad positiva y negativa según sexo.


Masculino Femenino
Afectividad
Frecuencias Porcentajes Frecuencias Porcentajes
Afectividad Positiva 31 20.7% 92 59.8%
Afectividad Negativa 8 5.5% 19 14%
Total 39 111

59.8%

20.7%

14%

5.5%

Figura 6: Afectividad positiva y negativa según sexo.

La tabla 16 y figura 6 muestra que del 100% de la muestra, el 59.8% (n= 92) del
sexo femenino indican afectividad positiva y el 20.7% (n=31) del sexo masculino se
ubicaron en esta dimensión de la afectividad. Además se observa que 14% (n=19) de las
mujeres puntuaron en la afectividad negativa, en comparación al 5.5% (n=8) de los
hombres que se ubicaron en esta dimensión de la afectividad.

44
Para el análisis de la distribución de hombres y mujeres en la escala de evaluación
de afectividad positiva y negativa, según sus relaciones con su pareja se presenta a
continuación la tabla 17 que muestra la distribución en frecuencias y porcentajes de
ubicación de los y las participantes.

Tabla 17: Descriptivo de afectividad según el sexo y la relación de pareja.

Masculino Femenino
Afectividad Relación de pareja
F % F %
Novios 25 16.7% 72 47.8%
Afectividad Positiva
Casados 6 4% 20 12 %
Novios 6 4% 14 10.7%
Afectividad Negativa
Casados 2 1.5% 5 3.3%
Total 39 111

En referencia a la afectividad positiva se encontró que el 47.8% (n=72) de mujeres


con relación de noviazgo, indicaron tener hacia su pareja afecto positivo, frente al 12%
(n=20) de mujeres casadas con éste afecto con sus parejas. En contraparte se observa
que el 16.7 % (n=25) de los hombres con novia, revelaron tener afectividad positiva
hacia su pareja, frente al 4% (n=6) de hombres casados.
En la afectividad negativa se encontró, que el 10.7% (n=14) de las mujeres con
novio señalan éste tipo de afecto hacia su pareja, frente al 3.3% (n=5) de mujeres
casadas que indican también, éste afecto con su pareja. Por otra parte se encontró que
el 4% (n=6) de los hombres indican afecto negativo en su relación de noviazgo, frente al
1.5% (n=2) de hombres casados que señalaron este tipo de afecto en su relación de
pareja.

3.4 Descriptivos de la escala de la afectividad.

La escala de afectividad 2 factores que se midieron en la muestra: afectividad


positiva y afectividad negativa. Estos factores se analizaron según sexo, estado de
relación y tiempo de la relación. El segundo objetivo específico pretendió, identificar
según sexo el tipo de afectividad que presentan los estudiantes en sus relaciones de

45
pareja. En la tabla 18 se describe la afectividad positiva. Los hallazgos encontrados se
presentan a continuación:

Tabla 18: Descriptivos de la variable afectividad positiva.

Ítems Sexo n dt P = 0.005

M 38 3,61 1,330
Interesado 2,847 .002
F 108 3,13 1,421
M 38 3,58 .967
Estimulado 4,269 .329
F 108 3,33 1,22
M 38 4,17 .910
Motivado 1,343 .828
F 108 4,01 1,183
M 38 4,11 1,063
Entusiasmado 1,492 .719
F 108 3,99 1,164
M 38 3,44 1,362
Orgulloso 3,977 .033
F 108 3,63 1,382
M 38 3,22 1,245
Alerta 3,139 .086
F 108 2,76 1,319
M 38 3,16 1,337
Inspirado 2,901 .571
F 108 3,75 1,262
M 38 4,22 .866
Decidido 1,983 .553
F 108 4,08 1,158
M 38 4,03 1,055
Atento ,832 .751
F 108 3,98 1,118
M 38 4,00 1,042
Activo ,714 .821
F 108 4,09 1,084

En el ítem “interesado”, se observan diferencias significativas en hombres y


mujeres. Los hombres se muestran más interesados en su relación de pareja, en
referencia a las mujeres. En el resto de la escala de la afectividad positiva, no se
encontraron diferencias significativas.

En relación a la variable afectividad positiva y la variable estado de relación de


pareja. La hipótesis estableció que “existen diferencias en la afectividad que presentan
hombres y mujeres en sus relaciones de pareja”. Para comprobar la hipótesis se utilizó la
prueba de U de Mann- Whitney, se encontró lo siguiente:

46
Tabla 19: Contraste de la afectividad positiva y la relación con la pareja.
Según prueba U de Mann-Whitney.

Grupo N Rango Suma de U de Z P = 0.05


promedio rangos Mann-
Afectividad Novios 117 13,54 2709,50 1434,500 -1,792 ,003
positiva Casados 33 39,37 7875,50

Entre los grupos con estados de relación novios y casados, existe una diferencia
estadísticamente significativa (ver tabla 19). Los novios presentan menor afectividad
positiva y los casados mayor afectividad positiva.

Para el análisis de la relación de la afectividad positiva y el sexo, se utilizó la


prueba de U de Mann Whitney encontrando lo siguiente:

Tabla 20: Contraste de la afectividad positiva y el sexo. Según prueba U de Mann-Whitney.

Grupo N Rango Suma de U de Z P = 0.05


promedio rangos Mann-
Afectividad Masculino 39 14,57 2914,00 1748,000 -1,065 ,287
positiva Femenino 111 37,63 7526,00

En consenso la tabla 20 no se encontró diferencias estadísticamente significativas


en la afectividad positiva, entre hombres y mujeres.

La tabla 21 se presenta los ítems correspondientes al análisis de la variable


afectividad negativa. Los hallazgos encontrados se presentan a continuación:

Tabla 21: Descriptivos de la variable afectividad negativa.

Ítems Sexo n dt P = 0.005

M 38 2,78 1,67
Tenso/a 1,608 628
F 108 2,60 1,31
M 38 2,17 1,207
Disgustado/a .492 002
F 108 2,22 1,185
M 38 1,86 1,376
Culpable 4,089 394
F 108 1,60 1,015

47
M 38 1,83 1,183
Asustado/a 1,296 741
F 108 1,78 1,109
M 38 1,89 1,237
Hostil 1,435 012
F 108 1,83 1,164
M 38 1,97 1,276
Irritable 1,031 586
F 108 2,04 1,240
M 38 1,44 .909
Avergonzado/a 1,846 594
F 108 1,56 .940
M 38 2,36 1,437
Nervioso/a 1,908 348
F 108 2,58 1,420
M 38 1,78 .921
Miedoso/a 3,789 .436
F 108 1,93 1,146
M 38 1,83 1,056
1,710 001
Atemorizado/a F 108 1,74 1,135

En el ítem “disgustado”, se observan diferencias significativas en hombres y


mujeres. Las mujeres indicaron sentirse más “disgusto” en su relación de pareja, en
referencia a los hombres.
En referencia al ítem “atemorizado”, se encontraron diferencias significativas en
hombres y mujeres. Los hombres indican sentir más “temor” en su relación de pareja, en
referencia a las mujeres. En el resto de la escala, no se encontraron diferencias
significativas.

En el análisis de la relación de la afectividad negativa y la relación con la pareja,


se utilizó la prueba de U de Mann Whitney los datos encontrados se observan en la
siguiente tabla:
Tabla 22: Contraste de la afectividad negativa y la relación con la pareja.
Según prueba U de Mann-Whitney.

Grupo N Rango Suma de U de Z P = 0.05


promedio rangos Mann-
Afectividad Novios 117 38,60 7721,50 1166,500 -2,230 ,026
positiva Casados 39 12,15 2431,50

En la tabla 22, se observa que entre los y las participantes que tienen novio/a y/o
están casados/as no hay diferencias estadísticamente significativas para la afectividad
negativa en referencia a la relación con sus parejas.

48
Para el análisis de la variable afectividad negativa y la variable sexo. Utilizando la
prueba de U de Mann- Whitney, se encontró lo siguiente:

Tabla 23: Contraste de la afectividad negativa y el sexo.


Según prueba U de Mann-Whitney.

Grupo N Rango Suma de U de Z P = 0.05


promedio rangos Mann-
Afectividad masculino 39 12,74 2549,00 1846,000 -,618 ,537
positiva femenino 111 39,45 7891,00

La tabla 23 indica que en la muestra de estudio, no se encontraron diferencias


estadísticamente significativas en la afectividad negativa entre hombres y mujeres.

Al analizar la afectividad negativa con el tiempo de la relación de pareja se utilizó


la prueba de Kruskal-Walls (ver tabla 24), se encontró que los y las participantes que
están en una relación de pareja de dos años se sienten más disgustados (rango=87,02,
x2=10,673 p=.030). El resto de los ítems de la escala no se encontraron diferencias
significativas.

Tabla 24: Afectividad y el tiempo de la relación con la pareja.


Ítem Tiempo de la relación Rango Sig.

Seis meses 62,90 10,673 .030


Un año 66,63 10,673 .030
Disgustado/a Dos años 87,02 10,673 .030
Tres años 80,28 10,673 .030
Más de cuatro años 84,05 10,673 .030

49
3.4 Análisis de la relación del apego y la afectividad.

El análisis de la escala del apego y la escala de la afectividad, se pretendió


conocer la relación de estas variables en las relaciones de pareja de los y las
participantes. El tercer objetivo específico pretendió, determinar cuál de los estilos de
apego se relaciona con la afectividad positiva. Los hallazgos encontrados se presentan a
continuación:

En respuesta a la hipótesis 3 la cual estableció que “el estilo de apego seguro se


relaciona con la afectividad positiva en las relaciones de pareja de los estudiantes de
psicología”, se utilizó la prueba de correlación de Pearson.

El análisis de los resultados de la prueba estadística de Correlación de Pearson,


se encontró que r (n = 150) = .31 y una significancia de 0.01 lo cual indica que existe una
correlación significativa entre las dos variables y por lo tanto se acepta la hipótesis
correspondiente, sin embargo la magnitud encontrada en la relación es débil.

Al verificar la relación del estilo de apego ansioso y la afectividad negativa, se


obtuvo como resultado una correlación de Pearson de r: (n =150) = .34 y una
significancia de 0.01, lo cual demuestra que existe una correlación significativa entre las
dos variables, sin embargo la relación es débil.

En cuanto al apego evitante y la afectividad negativa utilizando la correlación de


Pearson, no se encontró relación estadísticamente significativa entre estas dos variables.

50
4. Discusión de resultados.

La información obtenida del estudio, presenta los resultados obtenidos de la


evaluación de los universitarios en lo que se refiere a la relación que establecen con su
pareja. La pareja se puede considerar como continuum entre dos polos y, aunque éstos
suelen ser interesante, también lo son las vivencias y reflexiones individuales en función
de su relación con su pareja.
La investigación realizada permitió aproximarse al estudio de los estilos apego
adulto y la afectividad positiva en la relación que establecen con su pareja, de una
muestra de 150 estudiantes de Psicología de la Universidad Francisco Gavidia;
resultados que servirán de previa consulta para futuras investigaciones sobre el tema en
El Salvador.
En la comprensión de la variable de las relaciones de pareja, se consideró
aquellos participantes que indicaron estar en una relación de noviazgo y/o casado/as. En
este estudio los y las participantes tuvieron la oportunidad de evaluar con indicadores
específicos del constructo del apego y la afectividad positiva, en este sentido solo se
cuenta con la participación de un miembro de la pareja, por lo tanto los resultados
obtenidos son a partir de la evaluación personal del comportamiento dentro de la relación
que establecen con la pareja.
Las investigaciones del apego adulto, lleva la comprensión de las vinculaciones
afectivas, el establecimiento y la funcionalidad de la misma. La buena evaluación de
aspectos individuales contribuye en la estabilidad y armonía de la pareja (Hazan y
Shaver, 1987).

El primer objetivo específico planteado consistió en identificar el estilo de apego


que presentan los participantes de la muestra, en sus relaciones de pareja. La utilización
de frecuencias indican que existe predominancia del apego seguro y la afectividad
positiva, hallazgos que son importantes en función de considerar las relaciones de pareja
como una población importante en atender. Indicar mayor apego seguro y afectividad
positiva es importante para esta muestra, ya que los participantes son estudiantes de
psicología y al evaluar su relación con su pareja les favorece en contribuir en la solidez
de la misma y como futuros profesionales les favorecerá en la reducción de conflictos
personales y en consecuencia brindar un mejor servicio profesional.
51
El análisis de las frecuencias y porcentajes y la prueba estadística U de Mann-
Whitney indicó que el estilo de apego que más señalan los participantes hacia su pareja
es el apego seguro, con mayor puntaje en los y las participantes que indicaron estar en
una relación de noviazgo y con mayor énfasis las mujeres. Resultados que concuerdan
con estudios de Melero (2008) quien indica que una fuente de mayor apego seguro es el
noviazgo, en esta etapa juega un rol muy importante el enamoramiento, el conocer al
otro mediante las experiencias gratificantes que conllevan a la intimidad y comunicación
con la pareja. El noviazgo permitirá el mantenimiento y afectividad positiva, cuando en
éste se aprecie como una relación de compromiso formal, estable y caracterizado por la
exclusividad.
Por otra parte los resultados obtenidos no están en consenso con los argumentos
de Seligman (2006) respecto al apego seguro, quien señala que el apego seguro
favorece en el matrimonio en donde se brindan los cuidos y apoyo para enfrentarse a
situaciones negativas.
El segundo objetivo específico consistió en identificar según sexo el tipo de
afectividad que presentan los estudiantes en sus relaciones de pareja. A pesar que
existen diferencias en las frecuencias que indican que las mujeres señalaron más
afectividad positiva, sin embargo al utilizar la prueba estadística de U de la Mann-
Whitney no se encontró diferencias significativas entre hombres y mujeres.

Los resultados encontrados no corresponden a los hallazgos de Sánchez,


Fernández, Montañés y Latorre (2008) quienes encontraron que las mujeres muestran
mayor afectividad positiva, según estos autores radica en los estilos de crianza; las niñas
atraviesan una socialización de más contacto con los sentimientos, involucran mayor
instrucción emocional y les permite expresar sus emociones. En contra parte, los niños
desde la primera infancia son socializados para evitar en expresar sus emociones, se les
fomenta la competitividad.

En El Salvador a pesar del avance en esfuerzos de psico-educación de la


importancia de establecer relaciones interpersonales favorables en los diversos
contextos donde trabajan los profesionales de psicología, aún persiste la discrepancia en
los estereotipos de género, en donde algunas sociedades incluyendo la sociedad

52
salvadoreña contribuye en limitar la expresión de emociones positivas por ejemplo; la
masculinidad ha sido asociada a la agresividad, a la competitividad, a la dureza e
insensibilidad. Mientras que la femineidad se ha relacionado a la empatía, debilidad y
comprensión (Díaz-Aguada, 2003). Aspectos que son necesario considerar en los
resultados encontrados del estudio e importante para realizar propuestas de acciones
encaminadas en favorecer el bienestar psicológico.

En la medida en que se avanza en el conocimiento de sí mismo y en concreto


evaluar su comportamiento dentro de su relación con la pareja, se logrará la expresión de
las emociones positivas, modificación de esquemas de pensamiento que limitan las
relaciones de pareja favorables. En este sentido los resultados de la escala de
afectividad positiva, los hombres se mostraron más “interesados” es de considerar que
influye la edad y el rol de estudiante universitario, facilita en un marco de referencia,
para la vinculación más acentuada en su relación con su pareja. Por otra parte se
encontró que las mujeres que están en una relación de pareja de promedio de dos años,
se muestran más disgustadas, es probable que las mujeres al no lograr visualizar
claridad y solidez de su relación se tienda a incrementar la ansiedad y provoque evitación
y disgusto en ellas. En contraparte se encontró que los hombres presentan mayor temor
en su relación de pareja en comparación a las mujeres. Se considera que cuando se
evalúa la inversión afectiva con su pareja y no se logra visualizar aspectos que consolide
la relación y se aumente la insatisfacción y emociones negativas que propicia el temor en
los hombres.
El tercer objetivo pretendió determinar cuál de los estilos de apego se relaciona
con la afectividad positiva y la hipótesis 3 señalo que “el apego seguro se relaciona con
la afectividad positiva”, para la verificación se utilizó la correlación de Pearson, los
hallazgos encontrados indican que existe una relación del apego seguro y la afectividad
positiva, se acepta la hipótesis, sin embargo la magnitud de la relación es débil, en
consecuencia indica que es poca la relación entre las dos variables para esta muestra,
por lo tanto surge la necesidad de investigar estas dos variables con otros estudios.
Los resultados encontrados están en consenso con el estudio de Sroufe (2000)
encontró que el apego seguro tiene relación directa y espontánea con las emociones y
mayor capacidad de regulación de las mismas, es decir que el apego seguro reduce los

53
niveles de ansiedad, permite la liberación del estrés a través de la expresión del afecto
positivo, como la alegría.
En estudios de Hazan y Shaver (1994); citado en Guzmán y Contreras (2012)
reportaron que las personas con mayor apego seguro, describían sus relaciones de
pareja más felices, amistosas y de confianza, experimentaban más emociones positivas
y se encontraban más satisfechos y estables en sus relaciones a largo plazo. Por lo tanto
es de considerar que el apego seguro y la afectividad positiva favorecen en el control de
emociones negativas de un modo relativamente constructivo.
En cuanto al apego ansioso se encontró que tiene relación con la afectividad
negativa, sin embargo la magnitud de la relación es débil entre estas dos variables.
Estudios realizados por Watson y Clark (1984, citado en Librán y Ferrando, 2008) son
congruentes con los resultados, encontraron que las personas con apego ansioso tienen
a presentar un comportamiento ambivalente, afectos negativos, siendo esté generador
de estrés, de miedo, de conductas de hostilidad y disgusto en la pareja.
¿Influye la afectividad negativa en la funcionalidad en la relación con pareja?
Cuando las personas deciden entablar una relación romántica entran en juego las
emociones positivas y negativas propias de la interacción con el otro. Las emociones
negativas a pesar de cumplir una función importante para la adaptación de la vivencia de
la pareja, al no ser reguladas en su intensidad, indican una señal de que en la vida en
general y en la pareja no hay estabilidad emocional, por lo tanto, compromete el
funcionamiento y bienestar psicológico de las personas (Vásquez y Hervás, 2009).
En consonancia, el análisis de las variables permitió confirmar los datos de otras
investigaciones; estudios que concluyen, que el apego seguro favorece la capacidad de
ofrecer apoyo emocional a su pareja a través de las emociones positivas, cuidados
sensibles y además facilita los cuidados hacia sí mismo, confianza y buena autoestima,
generando mayor grado de satisfacción y menor conflictividad (Sroufe, 2000; Sutil, 2004;
Loizaga, 2010;). Sin embargo para la muestra del presente estudio, se podría inferir, que
las diferencias entre hombres y mujeres según su propio apego y afectividad positiva
determinaran perspectivas diferentes, diversas visiones del mundo pero no
necesariamente, mayor o menor satisfacción al interior de la relación con su pareja.

54
Finalmente, es necesario señalar algunas limitaciones del presente estudio. La
principal dificultad consistió en la selección de la muestra final, para lo cual se solicitó
autorización en varias instituciones educativas en las cuales se pretendía realizar el
estudio, sin embargo, fue rechazada la solicitud presentada por la indisposición de
tiempos de los estudiantes, por encontrarse en el periodo de finalización de ciclo y/o año
académico, lo que no propiciaba la aplicación del cuestionario de la investigación.
Por otra parte, la muestra seleccionada para la investigación facilitada por la
Universidad Francisco Gavidia, se encontraba en procesos de evaluaciones finales,
incidió en la reducción de la aplicación del cuestionario por la ausencia de los estudiantes
a sus clases regulares, limitando poder obtener una muestra más grande y
representativa para el estudio.
Cabe considerar que los resultados presentados obedecen a la distribución de las
frecuencias en aumento en referencia al sexo femenino y al estado de relación de
novio/as de los/las participantes, existiendo dispersión en la muestra. La principal
limitante con base a las consideraciones anteriores, radicó en que se aplicó el
cuestionario únicamente a estudiantes de primero, segundo y tercer año de la carrera;
estudiantes que en esta etapa de su vida están consolidando sus relaciones de pareja,
inclinándose a establecer más relaciones de noviazgo que una relación de matrimonio.
Además, otra condicionante que limitó la cantidad de aplicación de cuestionarios entre
hombres y mujeres, fue porque en la muestra se encontraban mayores porcentajes de
mujeres que de hombres; siendo la carrera de psicología más elegida por mujeres por
diversas motivaciones para efectos de una formación académica.
Como otra limitante del estudio, fue la representación de solo un miembro de la
pareja, debido a que la muestra fue tomada en una institución de educación superior,
donde no se encontraban estudiando los miembros de la pareja, por lo tanto los
resultados hacen referencia a la evaluación del apego y la afectividad que los
participantes consideran que han establecido con su pareja.

55
5. Conclusiones.

1. El apego es asumido como una concepción de vinculación afectiva que contribuye en


solidez de la búsqueda e interpretación del autoconcepto y establecimiento de buenas
relaciones interpersonales. Considerar los recursos internos (autoestima, autonomía)
que cuenta la persona, es importante en el momento del abordaje terapéutico en
función del desarrollo y afrontamiento de los cambios de su propio contexto. En la
medida que exista conocimiento de las representaciones mentales del cliente/paciente
en cuanto a la relación con su pareja y la influencia de este vínculo con otras áreas de
su desarrollo, será posible brindar un mejor servicio de calidad profesional.

2. Una parte importante de este trabajo se basa en que el apego seguro y la afectividad
positiva son aspectos importantes para el desarrollo del ser humano, por lo tanto es
necesario fomentar la orientación desde los diversos contextos de acción de la
psicología, en elementos que contribuyan en el establecimiento y formación de la
pareja, además contribuir en el aprendizaje de adopción de estrategias de evaluación
personal de cara en el establecimiento de la pareja y la motivación de vivir emociones
positivas que inviten y promuevan parejas saludables.

3. El estilo de apego más frecuente encontrado en la muestra fue el apego seguro, es


decir, que los y las participantes caracterizan que su apego brinda a su pareja; cariño,
compromiso, cuidos, intimidad y amor. Elementos que son importantes en los y las
participantes que derivara al momento de ejercer su profesión en el sentido de lograr
mejor estabilidad emocional, reducción de conflictos, facilidad para realizar su propio
proceso terapéutico antes de ejercer su profesión. En este sentido un apego seguro
les preverá de autonomía, seguridad y compromiso en establecer empatía hacia las
personas que consulten sus servicios profesionales a posterior.

4. Los hallazgos encontrados en la muestra en cuanto a la mayor frecuencia del apego


seguro y la afectividad positiva, es satisfactorio porque se consideró como eje
transversal el estudio de la psicología positiva en beneficio de las relaciones de las
parejas. En este sentido, esté estudio brinda un marco de referencia a considerar en la

56
comprensión de la relación de la pareja y también en afrontar los distintos problemas
de la pareja, mediante el conocimiento de las emociones positivas, el optimismo y el
buen humor.

5. Como parte del quehacer de la Psicología Clínica es importante profundizar y


contrastar los resultados de esta investigación con otros estudios, a fin de comprender
las vinculaciones de la pareja y la perspectiva de la psicología positiva para la
intervención psicológica. Este estudio brinda una aproximación en la comprensión de
la evaluación y comprensión de las relaciones de pareja, ya que se considera que los
miembros de la pareja son parte de una historia personal que influye en establecer la
relación de pareja y en las otras relaciones interpersonales; es importante considerar
que se pasa de un sistema familiar de origen, al sistema familiar creado o deseado, en
con esto surgen las discrepancias manifestadas a través de emociones negativas. Por
lo tanto la comprensión de los hallazgos del estudio en referencia a un miembro de la
pareja promueve el aprendizaje de aspectos personales y motivacionales en la
formación de la pareja, además propicia la empatía y comprensión hacia las personas
que se les brinda un proceso de intervención psicológica y en sí mismo y en sus
relaciones con sus parejas.

6. La mayor dificultad consistió en tener una muestra homogénea, en cuanto a hombres


y mujeres, obstaculizó la utilización de pruebas estadísticas paramétricas que dieran
resultados de medias en comparación de variables de interés, sin embargo el estudio
brinda datos e información importante a considerar para comprender las vinculaciones
afectivas. Los resultados influyen como parte del avance de la psicología para el país,
no fue posible encontrar estudios de las relaciones de pareja situación que debe
motivar a realizar más investigaciones de las esferas del ser humano, a fin de realizar
propuestas de intervención en aquellos aspectos que limitan el bienestar psicológico.

7. Considerando que la relación de pareja es una fuente importante para el bienestar


psicológico, por lo tanto es importante considerar aspectos que permiten la vinculación
afectiva y favorecen en lograr la máxima expresión de emociones positivas. Los

57
hallazgos encontrados y la base teórica que sustenta este estudio permiten ofrecer
una comprensión de la evaluación que hacen los y las participantes en su relación con
su pareja en esta línea, la estabilidad también está dada por la percepción o la opinión
que se tiene de la pareja. En este sentido los resultados obtenidos son una fuente
preliminar que aportará en la intervención de Psicólogos que trabajan en programas
de intervención de violencia familiar en donde el contexto familiar prima un tipo de
relación rígida y jerárquica y las decisiones son tomadas por un miembro de la pareja.

8. Los resultados obtenidos únicamente son aplicables a la muestra del estudio y no es


posible generalizarlos. En consecuencia, es necesario ampliar la muestra y a la vez,
investigar el apego y la afectividad con otros constructos de la Psicología Positiva, a
saber: la felicidad en general, el ajuste marital, el bienestar psicológico entre otros;
estos estudios permitirán la comprensión más holística de la relación de la pareja.

58
6. Recomendaciones.

1. A partir de los datos encontrados, se sugiere realizar investigaciones que permitan


ampliar el diseño de la muestra y lograr comparar grupos de distintas poblaciones, con el
objetivo de conocer la naturaleza y las variables que interfieren en la relación del apego y
afectividad positiva, y poder obtener así datos más concretos y/o generalizados. Es
necesario realizar estudios, en donde sea posible la participación de la pareja, de esta
forma se tendrá información completa de la dinámica de la pareja.

2. Para consolidar los resultados de este estudio, se sugiere utilizar escalas que permitan
evaluar otras variables de la psicología positiva (satisfacción marital, felicidad, optimismo,
emociones positivas, gratitud). Es necesario realizar investigaciones a luz de aspectos
positivos de las personas, a fin de concretizar acciones en los ámbitos de aplicación de la
psicología y brindar alternativas de promoción de relaciones de pareja satisfactorias.

3. Realizar otras investigaciones en las cuales la muestra sea seleccionada por un método
probabilístico, considerando las características similares de los y las participantes de esta
investigación, a fin de contrastar los resultados y de esta forma se construya con mayor
solidez el conocimiento científico de la Psicología Positiva en El Salvador.

4. A posterioridad es necesario la construcción y validación de instrumentos de evaluación


comprensibles para la población salvadoreña. La estandarización de instrumentos de
evaluación de aspectos de interés para la psicología, constituye un déficit en los
profesionales y representa un reto para el avance de la Psicología en El Salvador.

5. Para el avance del quehacer científico y propuesta señalada, a partir de las referencias
bibliográficas consultadas, es fundamental investigar el apego y la afectividad positiva, en
las relaciones con los padres, en la relación paciente-terapeuta. Investigar el apego y la
afectividad en otros contextos del desarrollo humano, constituye un reto de la psicología
positiva en El Salvador, así como investigar aspectos concretos de comprensión del
comportamiento del ser humano dentro del contexto salvadoreño.

59
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Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea.

67
Anexos

68
1 Cuestionario de evaluación de Estilos de Apego y Afectividad

UNIVERSIDAD DR. JOSÉ MATÍAS DELGADO


FACULTAD DE POSGRADO Y EDUCACIÓN CONTINUA
MAESTRÍA EN PSICOLOGÍA CLÍNICA
CUESTIONARIO SOBRE LAS RELACIONES DE PAREJA; ESTILOS DE
APEGO Y AFECTIVIDAD.
Objetivos:
Identificar los estilos de apego en las relaciones de pareja de estudiantes de psicología.
Establecer la relación entre los estilos de apego y afectividad en las relaciones de pareja de
estudiantes de psicología.

INFORMACIÓN IMPORTANTE:
El cuestionario está compuesto por datos socio-demográficos y 2 escalas que abordan las relaciones de
pareja. Usted podrá responder sobre su sentir y pensar dentro de una relación de pareja.
La información proporcionada es confidencial y su participación es muy importante. El tiempo estimado
para responder es de 15 minutos aproximadamente.
I PARTE: DATOS SOCIODEMOGRÁFICOS

1. Edad:_________años 3. Sexo (al nacer) Masculino___ Femenino __


2. Género: Masculino____Femenino____

4. Zona de Residencia 5. Nivel Universitario


Rural_____ Urbana______ Primer Año____________
Segundo Año__________
Tercer Año____________
6. Religión que profesa
Católico_____ Cristiano Evangélico____ Otra Religión____ No profesa _____
7. Estado de relación de pareja.
Tiene novio/a___________Acompañado/a Casado/a__________
8. Tiempo de la relación
Seis meses____ Un año______Dos años______Tres años_______Más de cuatro años____

II PARTE
Las siguientes afirmaciones hacen referencia a cómo se siente en sus relaciones de pareja. Nos interesa
saber cómo se siente generalmente dentro de sus relaciones, no solo en la que pueda tener actualmente.
Escriba su respuesta en el espacio vacío a la derecha. Las respuestas pueden estar comprendidas entre los
valores del 1 al 7. En el caso que su respuesta sea el valor 1, significa que está totalmente en desacuerdo
con dicha afirmación, ya que, No describe como es usted en su relación de pareja. El valor numérico que lo
describe puede ir aumentando hasta llegar a 7, lo que significa que está totalmente de acuerdo con la
afirmación, ya que, Sí describe como está usted en su relación de pareja.

69
Puntuaciones
No Frase
1 2 3 4 5 6 7
1 Me incomoda que mi pareja procure mucha cercanía
2 Me preocupa que mi pareja no se interese tanto en mí como yo en él/ella.
3 Confío en que mi pareja me ama tanto como yo la amo a él/ella.
4 Me incomoda la cercanía con mi pareja.
5 Necesito que mi pareja me confirme constantemente que me quiere.
6 Busco el acuerdo mutuo para la solución de nuestros problemas.
7 Me pongo nervioso(a) cuando mi pareja se acerca a mí.
8 Me da miedo perder a mi pareja.
9 Tiendo a ser feliz.
10 Me doy cuenta de que justo cuando mi pareja empieza a lograr algo de intimidad
(comunicación, apoyo, tranquilidad) emocional conmigo, me alejo.
11 Frecuentemente deseo que mi pareja me quisiera tanto como yo.
12 Me siento bien compartiendo mis sentimientos y pensamientos con mi pareja.
13 Preferiría no estar muy cercano a mi pareja.
14 A veces siento que presiono a mi pareja a comprometerse y demostrarme que me
quiere.
15 Pienso que la relación marcha bien.
16 Me siento incómodo(a) cuando mi pareja quiere estar demasiado cerca.
17 Suelo tener pensamientos negativos cuando mi pareja no está conmigo.
La intimidad (comunicación, apoyo, tranquilidad) emocional con mi pareja me
18
agrada mucho.
Me pongo nervioso(a) si mi pareja consigue mucha intimidad (comunicación,
19
apoyo, tranquilidad) emocional conmigo.
20 Siento una gran desesperación cuando mi pareja no está conmigo.
21 Me preocupa que me abandonen.

III PARTE
A continuación leerá una serie de palabras que describen sentimientos. Lea cada palabra, indique con una equis
(X) la intensidad con que sintió cada uno de los 20 sentimientos durante la última semana, incluido el día de hoy.

1. Nada o casi nada 2. Un poco 3. Bastante 4. Mucho 5. Muchísimo

Intensidad Intensidad
Nº Sentimientos Nº Sentimientos
1 2 3 4 5 1 2 3 4 5
1 Interesado/a 11 Irritable
2 Tenso/a 12 Alerta
3 Estimulado/a 13 Avergonzado/a
4 Disgustado/a 14 Inspirado/a
5 Motivado/a 15 Nervioso/a
6 Culpable 16 Decidido/a
7 Asustado/a 17 Atento/a
8 Hostil 18 Miedoso/a
9 Entusiasmado/a 19 Activo/a
10 Orgulloso/a 20 Atemorizado/a

Toda la información es confidencial, si tiene dudas con gusto le apoyamos. Favor firmar de que está de acuerdo
y enterado/a en brindar la información solicitada. Muchas gracias.
F.____________________________________

70

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