Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El pecado mortal, por otra parte, es aquél que se comete con conocimiento
pleno de estar violando el mandamiento de Dios en una materia grave
(como un asesinato o un secuestro), mientras que un pecado venial es
menos serio (debilita la relación con Dios, pero no la rompe).
El miedo a cometer un pecado es una de las sensaciones que acompañan
a muchas personas que viven o han vivido la religión muy intensamente. Es
muy comprensible que luego de una educación basada en estructuras que no
se deben romper y en reglas que se deben cumplir, la mera idea de salirse
del esquema establecido por los mayores parezca peligrosa, aunque muchos
encuentren un matiz muy atractivo en dicha transgresión.
Consecuencias del pecado
Si has seguido el blog por algún tiempo, sabes que juntas hemos llegado a
la conclusión que el pecado tiene consecuencias. Esto es cierto aun en
situaciones donde sentimos que pecamos y no somos sorprendidas en el
acto. Estoy tan emocionada de que muchas de ustedes están de acuerdo
con nosotras de que aun en esas acciones que consideramos como
“pequeños pecados” impactan nuestra relación con Dios y nuestro
testimonio.
La Biblia deja claro que el pecado es algo muy serio. Pero ¿acaso muestra
las consecuencias específicas de nuestro pecado? ¡Claro que si!
(Salmos 38:1-3).
“¡Ay de los hijos rebeldes declara el Señor que ejecutan planes, pero no los
míos, y hacen alianza, pero no según mi Espíritu, para añadir pecado sobre
pecado! (Isaías 30:1)
“El impío huye sin que nadie lo persiga, mas los justos están confiados
como un león” (Proverbios 28:1).