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ECOSISTEMAS

PRESENTADO POR:

JULIAN CAMILO ZABALA


CARVAJAL

CARBONERIA

UNIDADES TECNOLOGICAS DE
SANTANDER

TRABAJO SEGUNDO CORTE


2019
EL CERREJÓN, CARBÓN PARA
LAS POTENCIAS Y MISERIA Y
POBREZA PARA COLOMBIA Y LA
GUAJIRA
Oct 8, 2015 | La Guajira, Textos
PROYECCIÓN DE LA DEMANDA MUNDIAL DE CARBÓN

FUENTE: ANDRES IDARRAGA, Conflicto Laboral en el Cerrejón


Reivindicaciones descabelladas?, página 2.
El carbón genera el 39% de la electricidad producida en el mundo,
dicha proporción, según la AIE, se mantendrá en los próximos 30
años. Se estima que para el lapso del 2008 al 2035, la demanda
mundial por energía primarias pasara del 33% al 28%; pese a la
abaja en la demanda, el carbón, seguirá, según, el parecer de la
agencia encabezando las fuentes de generación de electricidad.

EL BOOM MINERO:
En el marco de la división internacional neoliberal del trabajo a
Colombia, le asignaron, el papel de nación exportadora, de
productos de extracción minera y de productos tropicales. Hoy la
minería tiene una importancia fundamental en la disputa mundial
interimperialista y del capital financiero, por extraer materiales
que son claves para el desarrollo de la humanidad. Ahí reside, la
razón por las cuales, las potencias económicas como EE-UU, la
Unión Europea y las denominadas economías emergentes como
China, India y Brasil se disputan el control de las explotaciones de
estos minerales.

LA GUAJIRA REGIÓN MINERO ENERGÉTICA:


La política minera de Colombia tiene como único objetivo crear
condiciones favorables para llenarle los bolsillos a las empresas
extranjeras de la gran minería. Y en esta política, todos los
beneficios son para estas compañías y todos los costos son para el
pueblo colombiano. Como resultado, el Estado no puede participar
directamente en la actividad minera, y son sólo los privados los
únicos que pueden realizar minería. Hoy existen en el país 779
títulos mineros y más 4 millones de hectáreas entregadas en
concesión a las multinacionales.

La Guajira, es una de las zonas del país que mayor recurso


energético alberga, al tener las mayores riquezas de gas, el cual,
representa el 43.4% de las reservas probadas nacionales, con una
producción diaria de aproximadamente 400 millones de pies
cúbicos, en manos de la Chevron Texaco.

En el caso del carbón, la Guajira tiene el 56,5 % de las reservas


probadas nacionales, es decir, 3728 millones de toneladas. Es por
ello, que el Cerrejón, es la mina a cielo abierto más grande del
mundo, la cual, es propiedad por partes iguales de las
transnacionales BHP BILLITON, ANGLOAMERICAN y XSTRATA,
el área minera y el puerto marítimo de exportación ocupan 68,600
hectáreas, cerca del 3.3% de la superficie del departamento de la
Guajira, el año pasado exporto 31,4 millones de toneladas. El
Cerrejón tiene 5.116 trabajadores con vinculación directa y 5.225
tercerizados, a los cuales se les prohíbe afiliarse al sindicato. Esas
trasnacionales llegan al país es en busca de la máxima rentabilidad
y mínimos riesgos. Todo ello explica porque Cerrejón, en el periodo
comprendido entre 1985 que fue cuando comenzó la explotación
carbonífera y el año del 2009, exporto 444,9 millones de toneladas,
que generaron divisas del orden de US$18.299 millones, a la nación
solo le quedaron US $1.461 millones. Es decir, para los dueños del
recurso, solo nos quedó el 7,9%. Habrase visto tamaña ignominia.

Por otro lado, la trasnacional brasilera MPX, ha anunciado que se


le concesiono una extensión de 66,225 hectáreas, es decir, cerca del
3,5 % de la superficie departamental, para extraer cerca de 70
millones de toneladas anuales, con un costo de US$2000 Millones.
El proyecto incluye construir un ferrocarril para transportar el
mineral y un puerto propio ubicado en el municipio de Dibuya
para exportarlo.

Pero va más allá: toda la estrategia oficial es la de desarrollar


grandes proyectos mineros. Para ello reformaron el código en el
año 2010, con la asesoría de la Agencia Canadiense para el
Desarrollo Internacional, organización de un país de donde
provienen la mayoría de multinacionales mineras que tienen
presencia en el país…el oponente en el ajedrez diciendo cómo se
deben mover las fichas.

En la exposición de motivos de esa reforma se afirma que la


minería tradicional “limita la llegada de proyectos de gran
envergadura” y que dicha reforma permitiría “la ejecución de los
grandes proyectos estratégicos por parte de empresa sólidas y
expertas”. Es absolutamente claro que la política minera actual es
En primer lugar la del capital privado. Y en segundo lugar, de la
MINERÍA A CIELO ABIERTO.
HISTORIA DEL COMPLEJO CARBONÍFERO DEL CERREJÓN
La historia de este complejo se puede dividir en 3 periodos:

1. EL DESCUBRIMIENTO Y EXPLOTACIÓN DE LA MINA: La época de


Intercor y Carbones de Colombia S.A, CARBOCOL ( 1860 – 1995)

2. LA PRIVATIZACION DE LA MINA ( 1996 – 2009 ) La venta de estas


dos empresas al consorcio integrado por Glencore, BHP Billiton y
Anglo American.

3. LA EXPANSION MINERA (2010 HASTA HOY) acto legislativo de


reforma al régimen de regalías; Plan incremento de la producción a
50 millones de toneladas; desvió del rio Ranchería.

La crisis petrolera mundial de la década del 70, lleva a las potencias


económicas, a buscar recursos energéticos por todo el mundo de
manera que les permitiera acabar con la dependencia del petróleo
del medio oriente, en ese sentido, el carbón se convirtió en objetivo
principal de las grandes multinacionales. Es por ello, que la
Guajira, se convierte en una pieza dentro de la política energética
mundial.
La referencia más antigua sobre la existencia del carbón en La
Guajira parece estar en un informe de John May, contratado por el
gobierno nacional para la exploración minera en La Guajira y quien
reportó su descubrimiento en 1862, dando cuenta del hallazgo de
este mineral situado “a orillas del río Cerrejón en el Distrito de
Padilla”.

De allí resultarían muchos intentos por extraer el mineral, que


solo se concretan en 1979, mediante el explotación a través de la
asociación conocida como Cerrejón Zona Norte S.A. conformada
por Carbocol (Carbones de Colombia S.A. ) e Intercor (filial de la
Exxon Mobil) por lo cual, amplias franjas territoriales de la
península de La Guajira que comprenden espacios ancestrales y
sagrados para los Wayúu, se convirtieran en objeto de
negociaciones y conflictos entre comunidades del pueblo Wayúu y
la industria carbonífera, que necesitó cerca de 38.000 hectáreas –
en la Media y Alta Guajira– para la infraestructura de la mina, el
puerto de embarque, el ferrocarril, la carretera alterna al mismo y
dos complejos habitacionales para sus empleados.

En diciembre de 1976, bajo el gobierno de Alfonso López Michelsen,


se firmó el contrato de asociación entre la empresa estatal
Carbocol y la transnacional Intercor para explorar, explotar y
exportar la Zona Norte de El Cerrejón. Este contrato contempló
tres etapas: Exploración (1977-1980), construcción (1981-1986) y
producción (1986-2009).

Pese a las advertencias que hicieron al gobierno nacional los


técnicos contratados por Carbocol para los estudios económicos
del contrato sobre los peligros de hacer efectiva la declaratoria de
comercialidad de la mina bajo las condiciones de la Exxon, ésta fue
promulgada por el presidente Julio César Turbay Ayala en
Riohacha (capital de La Guajira) en septiembre de 1980.
Entre el período de la licitación y la declaratoria de la
comercialidad, La Exxon arbitrariamente elevó los valores de
inversión, los costos totales del proyecto, los costos de operación y
el valor al que se Negociaría el carbón explotado.

Estos cambios determinaron lesiones importantes para la


economía de la nación no sólo porque a partir de la declaratoria de
comercialidad Colombia compartiría por igual todos los gastos,
pagos, inversiones, costos y obligaciones efectuados, sino también
porque el aumento excesivo del volumen de la explotación
carbonífera que realizó la Exxon no se correspondía
proporcionalmente con una aumento de las regalías que le
correspondían a la nación.

La explotación del Cerrejón, se asentó sobre una campaña


mediática, donde se presentaban al pueblo Colombiano y en
particular a la etnia wayuu, como la llegada del desarrollo a la
región y el progreso para todo el pueblo, esa ofensiva ideológica se
basó en 3 pilares, el Cerrejón como:

 GENERADOR DE EMPLEO

 MINERIA RESPONSABLE

 TRAE PROGRESO PARA COLOMBIA.

Después de 30 años de explotación de este complejo carbonífero, la


realidad y los hechos, los tozudos hechos, desmienten estas
quimeras, con las que el gobierno nacional y las multinacionales,
han vendido al pueblo este despojo de sus recursos naturales. El
propósito del artículo, es develar, la falacia del Cerrejón y del
gobierno central, mostrando las consecuencias funestas, para
nuestro medio ambiente, la Economía, y para las comunidades
aledañas, los trabajadores y pueblo en general:

A QUIEN LE QUEDA EL NEGOCIO DEL CARBÓN:


Para el año del 2010, el Cerrejón, en la Zona Norte y Central,
teniendo en cuenta los precios FOB de exportación del carbón de la
UPME y los datos de la producción del complejo, obtuvo unas
utilidades brutas de $11.167.205.000.000, lo que equivale a la mitad
del presupuesto nacional de educación en el año del 2011 que fue de
20,9 billones de pesos.
Fuente: Andrés Idarraga, Conflicto Laboral en el Cerrejón
Reivindicaciones descabelladas?, página 8.
CONSECUENCIAS DE LA APLICACIÓN DE LA APERTURA
ECONÓMICA Y DEL MODELO EXTRACTIVO EN LA GUAJIRA.
1. EL CAMBIO DE LA ORIENTACIÓN PRODUCTIVA DEL
DEPARTAMENTO
Históricamente, La Guajira ha sido uno de los departamentos más
atrasados del país, con un aparato productivo artesanal, basado en
la bonanza de la explotación de la perla y el contrabando. Pero esta
situación, comienza a tener variación a partir de la aplicación en el
´país del modelo de Industrialización de Sustitución de
Importación, de orientación Cepalina, en la segunda mitad del siglo
XX. En la Guajira, comienza a aparecer una incipiente agricultura
mecanizada, que unida a la agricultura de pan coger permitió por
casi tres décadas un cierto desarrollo y en fuente de mano de obra
para la gente de la Guajira y garantizaba la seguridad alimentaria
del departamento.

En ese contexto logramos para el periodo del 1950 y 1960


obtuvimos tasas de crecimientos anual promedio del PIB per cápita
departamental, del orden del 5,3%, muy superior en 2,6 veces por
encima de la nacional lo que nos permitió recortar un poco, el
rezago que históricamente hemos tenido con el resto del país.

Una mirada a la década de los 60¨s, nos permite observar que la


orientación productiva del departamento era agrícola – comercial,
donde la agricultura participaba con el 39,6 % del PIB
departamental, en tanto, que el comercio ocupaba el 37,5% y la
industria llego a registrar el 4,3%. La aplicación en el país de los
planes de ajustes estructurales en la década de los 80¨s y luego en
los 90¨s el compendio de las políticas neoliberales del consenso de
Washington, lleva a que la orientación productiva Guajira, tenga
una variación radical. Para el año de 1975, la estructura
productiva presenta cambios al pasar el comercio a ocupar el 57,9%
del PIB la agricultura baja a 20,1%, la industria, crece de manera
leve al llegar a 5,6% y comienza a hacer registro la minería con el
1,9%.

Hay una conjugación de fenómenos de políticas económicas, que


incidirán de manera radical en le estructura del departamento,
como el comienzo de la explotación de carbón del Cerrejón, para
mediados de la década de los 80¨s, y la aplicación del modelo de
apertura económica, la conjugación de estos factores lleva a la
quiebra de la agricultura, el comercio y la industria. En efecto,
desde los primeros lustros del siglo XXI, la orientación comercial y
agrícola de los guajiros es reemplazada por la minera. El PLAN DE
DESARROLLO DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA. 2012 – 2015.
“La Guajira Primero”, nos aporta unos datos estadísticos, que
sirven para ilustrar la anterior afirmación, es así, como al estudiar
la estructura del PIB, en el año del 2010, observamos que la
agricultura apenas llego al 4.6 %, el comercio casi desaparece al
llegar al 1,7%, la industria también baja al 0,9%, en cambio, la
minería, llega al 60,9%.
ESTRUCTURA PRODUCTIVA DE LA GUAJIRA
Fuente: PLAN DE DESARROLLO DEPARTAMENTO DELA
GUAJIRA. 2012 – 2015. “La Guajira Primero”
CONSECUENCIAS SUFRIDAS POR LA AGRICULTURA:

Fuente: cuadro elaborado por el autor, con base, en datos a


extraídos del Ministerio de Agricultura.
El área agrícola departamental es de 104,963 hectáreas,
alcanzándose a sembrar en el años de 1990 que es el año del
comienzo de la apertura económica, en el departamento se llegaron
a sembrar más de 29.000 hectáreas, representada principalmente,
en cultivos como el algodón con 8.350 has, el arroz 5.400 has, maíz
10.100 has y el sorgo 5.400 has, es decir, el 27,6% del área agrícola.
Ahora, según, el Esquema de ordenamiento Territorial del
Municipio de Barrancas, elaborado, en el 2011, se dice que para el
año de 1998, solo se sembraron 6.500 hectáreas, es decir, apenas el
6,19% de la frontera agrícola, luego tuvo una mejoría, al alcanzar a
sembrar, el año del 2008, el 13,47%.
Fuente: cuadro elaborado por el autor, con base, en datos a
extraídos del Ministerio de Agricultura.
El caso del algodón es característico, para el periodo del 1970 a
1974, en promedio se sembraron anualmente 14.804 hectáreas,
para luego, caer a partir de mediados de los 80s y comienzos de los
90 s del siglo pasado.

CONSECUENCIAS SUFRIDAS POR EL COMERCIO.


La actividad económica, en la Guajira durante mucho tiempo
estuvo sustentada en el contrabando, eso, tuvo su desarrollo,
teniendo como epicentro a Maicao, la segunda ciudad del
departamento, dicha actividad toma auge con la aplicación de las
políticas de tinte proteccionista, como consecuencia del modelo de
desarrollo de sustitución de importaciones, lo que hizo posible que
los artículos importados se elevaran, lo que conllevo a que la
actividad comercial tomara auge, que con la construcción de la
troncal de oriente, configura a Maicao en sitio predilecto de la
nación y de la zona fronteriza con Venezuela para adquirir
mercancías extranjeras. Como producto de ello, la participación
del comercio que en el PIB departamental en 1960 era del 37,5%
hasta llegar a ser la principal actividad dentro de la estructura
productiva al llegar al 57,9%, en el año del 1975.

Pero, este panorama comienza a variar de manera dramática, con


la aplicación de la apertura económica, porque, uno de los ejes de
dicha política es la rebaja en los niveles de los aranceles, comienzan
a echarle mano al comercio de Maicao, con el fin, de quitarles el
negocio a los comerciantes regionales para que sea absorbido por
las multinacionales y por miembros de la oligarquía nacional como
en el caso de los familiares del ex presidente Pastrana, la familia
Payana, que son grandes importadores de licores del extranjero.
Eso motivo la macartizacion y persecución de la actividad
comercial y casi desaparece en la composición del PIB en los años
de 2010, registrando apenas el 1,7%. Para el año de 1990, según el
Censo Económico y Multisectorial del Dane, existían 5.462
establecimientos comerciales en el departamento.

LOS COSTOS SOCIALES DE LA DEBACLE PRODUCTIVA


1. LA PERDIDA DE EMPLEOS
La agricultura llego a proporcionar, para comienzos de la década
de los 90¨s casi 700.000 jornales agrícolas anuales- Jornales
Directos Anuales de la Agricultura (1991)
Fuente: cálculos autor con base a datos de Federalgodón, Fenalce.
La actividad pecuaria, según cálculos del autor, con base en
información proporcionada por el DANE, Fedegan el Ministerio de
Agricultura, para el año del 2002, proporcionaba 9015 empleos.

Según el Censo Económico y Multisectorial, del Dane, en el año de


1990, el comercio produjo 10.545 empleos. La explotación e
industrialización de la sal, en el país estuvo en manos del estado
desde los años 70¨s, en la Guajira esta actividad para comienzos de
los años 90¨s, ocupaba de manera directa aprox. 3000 wayuu y
12.000 empleos indirectos. Pero, producto de la apertura
económica la explotación e industrialización de la sal se privatizo.
No es una exageración afirmar, que producto de la actividad
extractiva del carbón y de la apertura económica, que trajeron
como consecuencia la quiebra del aparato productivo
departamental , en particular de la agricultura, el comercio y la
industria en la Guajira se han perdido alrededor de 40.000
empleos.

ASPECTOS LABORALES EN EL CERREJON


La gran minería, es una actividad caracterizada por ser de baja
intensidad en mano de obra, poca generadora de empleos. El
Cerrejón, tiene 9.800 trabajadores de los cuales, 5.300 son
contratados directamente y 4.600 son tercerizados contratados por
medio de más 300 empresas contratistas, estos trabajadores ganan
en promedio 30% menos que los trabajadores directos, además, se
les impide que se organicen sindicalmente. Es preciso señalar, que
estos trabajadores tienen jornadas de 12 horas de trabajo, cuando
ya la humanidad hace más de 100 años supero estas extenuantes
jornadas. Esto amparado en la legislación laboral que establece
prácticas de contratación anti obreras: como la persecución
sindical, tercerización, negación de derechos y falta de seguridad
social, entre otras violaciones.
En los últimos 15 años los ajustes salariales han estado por debajo
del poder adquisitivo, se le agrega la aplicación de la ley 789 de
2002, que reduce los salarios de los de los trabajadores colombianos
en aproximadamente un 25%. A los trabajadores, que afecta entre
otros aspectos: recargos nocturnos, domingos y feriados, cesantías
e intereses, prima de navidad, de vacaciones, las vacaciones, y oras
prestaciones, Por todos estos conceptos: la compañía en el año 2010
dejó de pagarles a sus trabajadores aproximadamente
$12.234.880.000, doce mil doscientos treinta y cuatro millones de
pesos y por seguridad social $3.818.000.000, tres mil ochocientos
dieciocho millones de pesos. Sumados estos conceptos en el 2010
Cerrejón se ahorró, la suma de $16.052.880.000, dieciséis mil
millones de pesos.

En el aspecto de salud, podemos concluir que En el Cerrejón, se han


diagnosticado más de 800 casos de enfermedades que por sus
características tienen que ver con el cumplimiento de las funciones
y que debido a la ambigua normatividad no son reconocidas como
de origen profesional. 400 de estos trabajadores presentan lesiones
graves de columna lumbar por permanecer sentados en forma
permanente por 12 horas continuas sin pausas ergonómicas y con
vibraciones de cuerpo entero. Así como las enfermedades
pulmonares por estar expuestos a sustancias como la sílice,
sustancia que es comprobadamente cancerígena.

LA GRAN MINERÍA DEL CERREJÓN CON POCO


ENCADENAMIENTO PRODUCTIVO.
La gran minería es una actividad caracterizada por ser de escaso
encadenamiento con otras actividades productivas. En el caso del
Cerrejón solo el 10% de las compras y contratos que ejecuta
anualmente tienen lugar en Colombia, y una fracción cercana al 1%
tienen lugar en la guajira. La participación de la guajira en el
suministro de bienes al proyecto durante más de 30 años, ha sido
de un nivel muy bajo, sin tendencia a aumentar. (Salas, 2004).
En lo que respecta a lo social, las inversiones en compensaciones a
las comunidades wayuu que se encuentran asentadas en las zonas
aledañas, la inversión acumulada total del programa paici desde
1982 hasta 2002 ha sido cercana a 5 millones de dólares que en
precios constantes del 2002, que equivales a la producción de dos
días y medio. (salas 2004 ).

A estas alturas de la investigación, podemos afirmar que con el


cambio de la orientación productiva, en la Guajira, se han perdido
más empleos de los que ha generado el complejo carbonífero una
ilustración, como sustentadora de este enunciado, nos lo
suministra el Dane, con la Encuesta de Hogares en el año de 2005, al
hacer un registro de las actividades productivas en el
departamento mayores generadoras de empleo, dice: la minería que
para ese mismo año participaba con el 56,9% del PIB, solo aportaba
el 2,9% de los empleos, la agricultura que en el PIB registraba 7,5%,
contribuía con el 17,6% de los empleos, el comercio con apenas el
1,3 en la composición del PIB, aportaba el 29,7% de los empleos.

Este cambio en la estructura productiva trae como consecuencia


inmediata aumento alarmante en los índices de desempleo y
subempleo en el departamento, que para el periodo del 2005 al
2010 paso de tener un 5.7% al 9.2% y las personas que estaban en
informalidad para el mismo periodo, pasaron de 48.000 a 122.000.

Fuente: Proyección Censo DANE 2005.


Esta situación, nos lleva a la economía del rebusque, como es el
mototaxismo y los pimpineros, pero, igualmente, ahí, reside la
causas del altísimo índice de inseguridad social que asola a la
Guajira. “La minería es el sector que genera menos puestos de
trabajo e ingresos laborales, en tanto que los servicios lo hacen en
la informalidad. Los servicios están representados en su mayor
parte por actividades de baja productividad” Eduardo Sarmiento
Palacio, El Espectador, 25 de marzo, del 2012.

Entonces, se comprueba que la minería a cielo abierto en la


Guajira, es una falacia más de estos gobiernos que lo promueven
como actividad generadora de mano de obra. En El Cerrejón, para
mover 360 toneladas de material se necesitan 2 operarios. 1 por
cada turno del camión que opera 24 horas.

DESASTRE SOCIAL DE LA GUAJIRA COMO CONSECUENCIA DEL


MODELO EXTRACTIVO DEL CARBÓN.
Este trabajo investigativo tiene como uno de sus propósitos dar a
conocer la situación real del aparato productivo departamental,
después de más de 30 años de aplicación del modelo neoliberal
extractivo. La experiencia de la Guajira, debe servir de ejemplo, a
los sectores más avanzados y consecuentes de las otras regiones del
país, que como consecuencia de la Locomotora Minera, se oponen a
que en sus tierras se privilegie la actividad de la gran minería en
detrimento de las otras actividades como la agricultura, la
industria y el comercio.

Hoy en regiones como Santander, Caldas, Tolima, el debate se


centra en las consecuencias que les traerá la actividad de la gran
minería de permitir que dichos proyectos se lleven a cabo, en
tanto, que en la Guajira, después de 30 años, el debate es ya no más,
inversión extranjera y no mas Megaminería, no más Locomotora
Minera, no más Confianza Inversionista. Minería sí, pero, no así.

Por eso es que es importante, el estudio y análisis de la experiencia


de la Guajira, porque ella, se constituye en un espejo donde se
puedan mirar las otras regiones del país. Es por ello, que se impone
como necesidad inaplazable el estudio, la investigación y análisis de
la historia y las consecuencias de la aplicación en la nación y en las
regiones de las políticas económica neoliberales. Pero para
alcanzar ese propósito es necesario la vinculación estrecha con los
sectores sociales como los obreros, indígenas, campesinos,
intelectuales y pequeños y medianos productores, para que
mediante la organización, educación y la movilización civil
podamos desterrar de nuestra geografía nacional este modelo
neoliberal y sus epígonos.

Estos gobiernos apátridas como los de Uribe Vélez y el de Juan


Manuel Santos, que se han caracterizado por aplicar de manera
burda el recetario del Fondo Monetario Internacional y del Banco
Mundial, al promocionar por todos los medios posibles de la falacia
de que la salvación del país está en la inversión extranjera y en
entrega de nuestros recursos a las multinacionales, porque será
fuente abundante de mano de obra y de que las multinacionales si
pueden practicar minería responsable ha sido rebasado con creces
por los hechos testarudos de la realidad. Los hechos han desnudado
el carácter y naturaleza de estas políticas y de sus pregoneros.

Hoy como consecuencia de esas políticas la Guajira se debate en la


peor crisis de su historia, el 65 % de sus gentes se debaten en la
pobreza y el 37 %de cada 100 Guajiros, viven en la indigencia
pobreza. Según cifras del DANE, en el 2010 el departamento
contaba con 846.609 habitantes en donde el 42.4% de la población
está conformada por la comunidad indígena Wayuu. Penosamente
el 60% de los Wayúu son analfabetas. La cobertura en servicios
públicos en agua es apenas del 64% y de alcantarillado el raquítico
38,96%.

Según el informe Fiscal del 207 del Ministerio de Hacienda y


Crédito Público, el porcentaje de personas con NBI en el
departamento alcanza 91.89% y las personas inscritas al SISBEN
52.44% y el cuarto Índice de Condiciones de Vida (ICV) más bajo de
Colombia y el más bajo de la Región Atlántica, ubicándose en 56.87.

El coeficiente gini, que representa el nivel de distribución de los


ingresos, donde 0 significa que los ingresos y el consumo están
divididos y 1 representa que unos pocos poseen la riqueza, la
Guajira, con un coeficiente de 0,656, se constituye en una de las
regiones más desiguales, caracterizado como de los más desiguales
del globo.

Al establecer un análisis comparativo del coeficiente de gini, con


las actividades productivas extractivas, se deduce que los países y
regiones que sustentan su economía en la explotación los recursos
mineros tienden a tener altos índices de desigualdad.
Una ilustración al respecto, la encontramos en las siguientes
estadísticas por ejemplo países como Suráfrica, país megadiverso y
cuya base económica es la minería su coeficiente es de 065, Lesoto
que vive de las remesas mineras y de la venta de agua a Suráfrica,
su coeficiente es 0,632, Haití en donde más del 60% de sus bosques
han sido destruidos su coeficiente es de 0,592, Colombia el país del
boom minero en América Latina, su coeficiente es de 0,585 y la
Guajira, cuya base económica se fundamenta en la minería su
coeficiente es de 0,656.

Fuente: PLAN DE DESARROLLO DEPARTAMENTO DELA


GUAJIRA. 2012 – “La Guajira Primero”
LOS IMPACTOS AMBIENTALES DE LA GRAN MINERIA
En 30 años, el Cerrejón, ha intervenido un área de cobertura
boscosa y de suelos de 11.488 hectáreas, mientras que el área
recuperada, apenas llega a 2765 hectáreas, es decir, apenas un
23.5% del área intervenida.

En ese periodo se han plantado 1.200.000 árboles, es decir, se han


reforestado 1.200 hectáreas, digamos que un 10% de lo que antes de
la explotación eran bosques secos tropicales. Esta realización
ambiental, es precaria, en atención, al número de hectáreas
intervenidas y el tiempo transcurrido. En términos de inversión
económica, eso equivale a la venta de carbón de un mes. Ahora, sí
se mantiene ese ritmo de recuperación, no se alcanzara siquiera el
50% del terreno intervenido, teniendo en cuenta que la concesión
minera termina en 2033. Para acceder al carbón se deben retirar
anualmente cerca de 230 millones de metros cúbicos (Mm3) de
material estéril y suelo.

Como la minería a cielo abierto, realiza el descapote de la capa


vegetal y se requiere de canales de drenaje, cuando llueve llega más
rápido al río sin regulación de caudales. Así mismo, varias especies
de animales han sido desplazadas de su sitio de origen, por la gran
cantidad de terreno que ocupa este proyecto y que tiende a
expandirse.

CUERPOS DE AGUA DESAPARECIDOS O EN VÍA DE


DESAPARECER.
Es evidente, que existe un deterioro de la cuenca del rio Ranchería,
debido a la deforestación e intervención del área. La actividad
minera ha dejado como consecuencia que muchos arroyos y
cañadas que tributaban al Ranchería, hoy se han secado, como
sucedió con Arroyo Oscuro, Bartolico, la Reserva, San Vicente,
Araña de Gato, la Pobrecita, la Latica, Bejucalito. Algunos otros su
cauce ha sido modificado, como en el caso del Arroyo Aguas
Blancas.
Fuente: Codicia a Cielo Abierto, Armando Pérez Araujo.
La generación de material particulado en el complejo se debe
principalmente al tráfico de equipos y vehículos en las vías
mineras. Pese a que los registros de emisiones de partículas de los
muestreadores de la red de monitoreo de aire están dentro de los
límites estipulados por las regulaciones nacionales e
internacionales, es evidente el efecto sobre las poblaciones,
principalmente los resguardos indígenas de Provincial y San
Francisco, la comunidad de Media Luna (Puerto Bolívar), habitada
por indígenas Wayúu, y los municipios de Hatonuevo y Barrancas.

De igual manera, se genera gases por la combustión del equipo


utilizado, que debido a la amplitud del área del proyecto es poco
perceptible en comunidades vecinas. Sin embargo, la situación es
diferente con los gases de la auto-combustión del carbón, que se
aumenta cuando hay lluvias. En todos los tajos abiertos de manera
espontánea se prenden mantos de carbón y generan óxidos de
azufre, óxidos de nitrógeno y gas carbónico entre otros gases que
son perceptibles por el olfato. La auto-combustión se aumenta
cuando hay lluvias.

Las mediciones de ruidos registradas ocasionan impacto por la


operación de los equipos, que es percibido más agudamente en las
comunidades que habitan el resguardo indígena de Provincial y la
población de Albania. Diariamente se realizan voladuras utilizando
más de 200 toneladas de emulsión en los tajos como mecanismo
para fracturar las capas de tierra y roca que se encuentran
intercaladas entre los mantos de carbón. Esta actividad genera
vibraciones sobre la superficie de la tierra, por las cuales la
empresa ha recibido demandas de algunas poblaciones vecinas
como Papayal, Patilla, Chancleta y Tabaco, por daños en las
viviendas.
Pero de igual manera, las aguas subterráneas se ven afectadas por
esta explotación carbonífera, por ejemplo, en épocas de lluvias, se
presentan efluentes con trazos de nitrato de amonio de la planta de
explosivos, aguas residuales de la planta de lavado de equipos con
contenido de grasas, aceites, trazas de combustible y carbón
mineral.

LA LUCHA POR LA APROPIACIÓN DEL TERRITORIO.


El Desalojo de los wayuu.
Una de las características de la minería a cielo abierto, consiste en
que donde ella llega comienza a desalojar la capa vegetal, el suelo,
la fauna, los ríos y el territorio, para terminar desalojando a los
asentamientos humanos. En la historia del Cerrejón, aparece como
una constante, las acciones y triquiñuelas armadas y jurídicas para
despojar del territorio a los ancestrales dueños, como ocurrió
inicialmente con los wayuu y posteriormente, con los negros
habitantes de Tabaco. La construcción del Cerrejón, genera un
proceso de lucha por el control del territorio ancestral de los
wayuu, lucha que tuvo como nodo, el carácter del territorio como
bien comercial para el Cerrejón y de carácter ancestral para los
indígenas.

Los wayuu, no le asignan a la tierra el carácter de bien comercial,


en el sentido de valorarla, para ellos, la tierra es simplemente un
bien de uso. Este carácter, es producto de valores construidos de
manera consuetudinaria, los cuales, son trasmitidos de generación
en generación y acatados por todos los miembros de la etnia.

Los resguardos, a pesar de ser una institución de tipo colonial,


creada por España, es instituida de nuevo por el estado
Colombiano, mediante La ley 135 de 1961, para darle piso legal al
desplazamiento de los indígenas de algunas zonas de interés de tipo
económico y político.
Para darle piso legal al despojo del territorio ancestral de los
wayuu, declara baldíos estos territorios, en 1981 el Incora, crea en
los territorios de la alta y media Guajira, las figuras de los
resguardos y las reservas, como mecanismo, que le permitió a la
multinacional Intercor y a Carbocol, asentarse en el territorio de
los wayuu

La figura de las Reservas es otro mecanismo legal del presente, que


permite al Estado la expropiación de terrenos estratégicos
considerados como “baldíos” cuyas riquezas del suelo y el subsuelo
es potencialmente explotable a título propio o a través de un
concesionario. Este criterio permitió que en La Guajira muchos
territorios indígenas fueran clasificados de esta forma debido a que
muy pocos Wayuu conservaron documentos físicos para demostrar
ante la ley nacional su posesión.

LA PRIVATIZACIÓN DEL CERREJÓN


Tabaco, único corregimiento del municipio de Hato Nuevo,
conformado por 700 familias afro colombianas, asentadas ahí, por
más de 300 años, constituida por 1500 personas entre menores,
adultos y ancianos, gentes de extracción campesinas trabajadoras y
honradas, cuyo único pecado, fue haberse forjado, en la mitad del
negocio minero de las multinacionales voraces.

Participación del sector privado en el Cerrejón. El acuerdo


extendido firmado por el gobierno de Pastrana con el FMI, a través
del ministerio de hacienda exigió la venta de la participación del
estado Colombiano en el Cerrejón, es decir, en Carbocol. “El
programa de privatizaciones en Colombia se ha estado
adelantándose desde principios de la década de los 90`s, tendrá un
impulso dentro del primer año del programa, pues se espera
vender varias empresas grandes con el objetivo de dar tiempo para
que todas las reformas estructurales descritas tengan efecto y
generen los ahorros fiscales esperados, el gobierno se valdrá de las
ganancias de la privatización para ayudar a financiar el programa
en el 2000 y en menor grado en el 2001.

De acuerdo con las decisiones que ya se han tomado, el gobierno


espera que hacer a finales del año 2000, sean privatizadas las
grandes compañías del sector de distribución de electricidad y que
se haya concluido la venta de la mayor compañía minera
Carbocol”. A partir de ahí, de manera sumisa y apátrida, el
gobierno Colombiano emprende la tarea de vender a Carbocol. En
carta enviada al director del FMI, Michel Camdessus, por parte del
ministro de hacienda Juan Camilo Restrepo y el gerente del Banco
de la República, Miguel Urrutia, el programa de privatizaciones se
debía acometer como mecanismo de reducción de la pobreza.

Posteriormente, el nuevo ministro de hacienda para la época, Juan


Manuel Santos, dando explicaciones al nuevo director del FMI,
sobre el curso de las privatizaciones “En lo que concierne al
programa de privatizaciones, se han logrado significativos avances
en llevar a su próxima venta varias empresas importantes. Sin
embargo, muy probablemente el cronograma inicial se verá
afectado debido a la escalada terrorista contra puestos estratégicos
de la red de energía. En consecuencia, se postergo la venta de ISA
para el 2001; no obstante, el gobierno espera que la venta de
ISAGEN, CARBOCOL y la E.T.B finalizara antes del de terminar el
2000. En ese contexto, el 18 de diciembre de 1996, se expide el
documento Conpes nº 2895, en donde, se aprueban los
lineamientos, para la privatización de Carbocol, mediante: Acceso
a la infraestructura de transporte; Ampliación de la capacidad de
producción del complejo; Relaciones contractuales entre Carbocol
e Intercor; Enajenación de la participación de la nación en el
complejo.

Carbocol, finalmente fue vendida, en diciembre del 2000, a la


multinacional Intercor. Es de anotar que con la venta de la parte
estatal en el Cerrejón, la función constitucional de la figura del
interés público y la utilidad social, que el gobierno había invocado
para autorizar el desalojo de Tabaco, ceso con esta enajenación. La
venta de Carbocol, es considerada por muchos “El peor negocio de
nuestra historia”, Pastrana vendió a Carbocol, es decir, la parte del
estado Colombiano en el Cerrejón a Intercor, por 383 millones de
dólares, no obstante, que un año antes había sido avalada en 540
millones de dólares. En el contrato de compraventa, el estado le
exigía a Intercor, no vender esa parte, es decir, el 50% del Cerrejón,
por menos de 702 millones de dólares.

En el 2002, Intercor enajena toda la compañía, a un consorcio


formado para hacerse a la mina de carbón a cielo abierto más
grande del mundo, compuesto por H.P. Billiton, Anglo American y
Glencore. Ese consorcio le compra tanto su parte como la que le
vendió Colombia, esta parte, Intercor, la vendió en 1117 millones
de dólares, 415 millones más que el requisito impuesto 4 antes, por
Pastrana. El departamento de la Guajira, a la que le correspondía el
10% de la venta, es decir, 14.000 millones de pesos, sigue esperando
que le sea entregada esta suma. Luego en el 2006, Glencore le vende
a Xstrata, por 1700 millones de dólares su tercera parte. Lo que
significa que la valorización de la parte del estado hubiera llegado
a 2550 millones de dólares 8 veces más de lo que fue vendida.

EL DESPLAZAMIENTO DE TABACO:
Tabaco estaba conformado por 700 familias afro colombianas,
aproximadamente 1500 personas entre menores, adultos y
ancianos, gentes de extracción campesina, trabajadora y honrada,
cuyo único pecado fue haberse forjado en la mitad del negocio
minero de las multinacionales voraces. Para hacer más atractiva la
vente del Cerrejón, al consorcio conformado por parte iguales,
conformada por H.P. Billiton, Anglo American y Glencore, era
preciso desalojar al poblado de Tabaco.
En ese contexto, el día febrero 18 del 1999, el ministro Luis Carlos
Valenzuela, expide la resolución 80244, “por el cual se decretó la
expropiación de un predio” y “decretar por motivos de utilidad
pública e interés social, dentro del expediente 22279, la
expropiación de los derechos de posesión y de mejoras actualmente
ejercidas y existentes en el predio rural baldío nacional
denominado Tabaco, contenido en el aporte 389, ubicado en la
jurisdicción del municipio de Hatonuevo, departamento de la
Guajira, con una extensión superficiaria de 15 hectáreas y 4505
metros cuadrados, comprendidos de los siguientes lindero. La
susodicha resolución también dice que se concursa copia a
Carbocol, la cual,” quien queda con personería suficiente para
instaurar juicios de expropiación”.

El estado mostrando su naturaleza de obsecuencia a las


multinacionales, viola su propia juridicidad y el día 9 de agosto del
2001, la empresa que impetro el desalojo de estas humildes familias
fue Carbocol S.A, lo que se desprende a las claras que ella carecía
en este momento, del interés jurídico y económico para continuar
con esa pretensión jurídica. La compañía Intercor contrató a una
profesional para que mediante engaños convenciera a la
comunidad de vender a precios irrisorios sus propiedades. Algunas
familias aceptaron vender porque la multinacional a través de sus
funcionarios manifestó a la comunidad de Tabaco que «vendieran o
no vendieran, igual los iban a expropiar, porque había acuerdos
con el gobierno para que la multinacional se quedara allí».

El día 9 de agosto del 2001, irrumpe en el pueblo un piquete de la


policía en número de 500, del ejercito más 200 efectivos, lo mismo,
que la seguridad privada de Intercor, disfrazada de civiles unos y
otros con uniformes de la defensa civil y de la cruz roja, comienza
el desalojo a sangre y fuego de estos humildes y pacíficos
pobladores. Esta fecha, desnuda la naturaleza del Cerrejón, que es
capaz de hacer cualquier cosa con tal de conseguir sus propósitos,
lo mismo, que la naturaleza lacayista del estado colombiano que se
confabula con los intereses foráneos en contra de sus gentes. La
señora juez, la encargada de impartir justicia, llego en los carros
propiedad de la multinacional, enfundada en un chaleco antibalas,
calada su cabeza con casco de seguridad, el cual, portaba los colores
distintivos de Intercor.

La juez, amparada en el dispositivo policial y por la presencia de la


maquinaria pesada que llegaron para destruir las humildes casas
del poblado de Tabaco, ordeno a las personas desalojar las casas,
dando instrucciones precisas al capitán de la policía de proceder.
Los enseres de los pobladores desplazados, desde la estufa, nevera,
las herramientas de labrado, los muebles, camas, sillas, tocadiscos,
las ollas, los platos, las cucharas, los teteros de los niños recién
nacidos y las bacinillas fueron arrancados de manera violenta,
embarcados en furgones y posteriormente transportados hacia una
bodega en el municipio de Hatonuevo, que para tal fin, había sido
arrendada por la multinacional.

La señora juez, la supuesta encargada de impartir justicia, junto


con la policía, de manera descarada y vulgar, en medio del desalojo,
presionaba a la gentes para que firmaran un compromiso con
Intercor, mediante los Bonos de Movilización a Poseedores y /o
residentes no poseedores de Lotes y Mejoras Ubicadas en el
Corregimiento de Tabaco. Dicho documento contenía la mención de
haber entregado “voluntariamente” e inmueble y suponía la
decisión de también voluntariamente de trasladarse a otro lugar.
El acoso hacia los pobladores fue de tal magnitud, que amenazaban
a las gentes de privarlos de la libertad, sino firmaban dicho bono.

En medio de esta cadena de atropellos de las entidades del estado


contra los humildes e indefensos habitantes de Tabaco, el Instituto
de Bienestar Familiar, ICBF, no podría quedarse con los brazos
cruzados, sé enfundo también la camiseta de Intercor. Los
funcionarios de este instituto, desempeñaron de manera abierta y
sistemática el rol de constreñir a las mujeres paridas del poblado,
amenazándolas con quitarles los niños, es decir, suspenderle la
patria potestad, si no aceptaban y firmaban los bonos de Intercor.

Las familias que vendieron sus parcelas fueron obligadas a tumbar


sus ranchos, porque la compañía solo compraba el terreno; estas
familias fueron sacadas en horas del día, pero las que no aceptaron
vender fueron sacadas por la fuerza en horas de la noche. Este
desalojo dejó como saldos varios heridos de parte y parte, porque
la valentía de esta gente trabajadora y altiva, le hicieron frente a
las acciones cobardes y viles de Intercor y del estado Colombiano,
con piedras, palos, resistiéndose a abandonar el pueblo que habían
habitado de manera ancestral.

Las multinacionales utilizan como táctica, previo al desalojo, una


campaña sistemática, calculada de intimidación destinada a
desestabilizar y amilanar la frágil comunidad. Desatan una serie de
hechos y violaciones que van desde impedir el libre tránsito,
irrespeto a su idiosincrasia, la exterminación de sus costumbres
ancestrales, culturales, económicas y sociales hasta impedir el
derecho de asociación en la resocialización de las comunidades
desaparecidas mediante una serie de acciones, comenzando por
adquirir los predios o fincas aledaños a los poblados, para luego
aduciendo su carácter de propiedad privada, les impiden realizar
actividades agrícolas, ganadera y de caza.

Para impedir el tránsito de los pobladores, los caminos son


cercados con alambres de púas y obstaculizados con cerros de
tierra y zanjas. Las personas que pasen los linderos de la compañía
son arrestadas y detenidos por los vigilantes de la compañía de
vigilancia privada. En algunas ocasiones, los habitantes detenidos,
son trasladados a los calabozos de las instalaciones de Policía o del
batallón Grupo mecanizado Rondón, en el Municipio de Maicao,
cuyos miembros permanecen dentro de la compañía prestando
guardia.

Otro recursos que utilizan, consiste en quitarles los servicios


públicos y domiciliarios (corte de energía eléctrica, de agua; cierre
de oficina de Telecom, de una escuela y un colegio, del puesto de
salud); quema del cementerio y de algunas casas (ranchos); desvío
del agua del río para beneficio de la multinacional y para que no
llegue a la comunidad. Todo esto va mermando la fortaleza
espiritual de la comunidad, desestabilizarlos y amilanarlos de
manera que vayan abandonando la población hasta convertirlos en
pueblos fantasmas para luego adquirir los predios a muy bajo
precios y en algunos casos sin pagar ningún valor. Hasta se les
prohíbe la entrada a sus cementerios, para rescatar los restos
mortales de sus familiares allí sepultados. Esos restos, han sufrido
doble entierro, porque yacen bajo millones de toneladas de
material estéril, o triturados por los buldóceres, o cremados por
las voladuras.

Pero también, hay una serie de poblaciones que se han visto


afectadas por el Cerrejón, como lo son Tabaco, Albania, los
Remedios, Roche, Chancleta, Patilla, Papayal, Oreganal,
Carretalito, San Pedro, Quebrachal, Punto claro, Potrerito, Conejo,
Las Casitas, y Cañaverales, entre otras poblaciones que conforman
el territorio Afrocolombiano, al igual que los Resguardos Indígenas
de Tamaquito y El Iparú, todos estas localidades se ven amenazadas
por el desplazamiento forzoso producido por la minería, la
contaminación de fuentes de agua incluidas las corrientes
subterráneas; cambio del curso de ríos y quebradas; contaminación
del aire y las tierras con polvillo de carbón.

El caso del poblado de Tamaquitos no están reconocidas como


Resguardo Indígena, a pesar de existir como asentamiento
indígena, ni como comunidad indígena, debido a la presión que han
ejercido las empresas mineras ante la Dirección Nacional de
Asuntos Indígenas, como pretexto para eludir la responsabilidad
de indemnizar y reubicar a esta población, y en reiteradas
ocasiones ha distorsionado la forma tradicional de ocupación de
esta comunidad. Tal fue el cinismo yanqui frente a Tamaquitos,
que la Directora de la oficina de Asuntos Indígenas del Ministerio
de Interior, Marcela Bravo, contrató con recursos de Intercor,
(EXXON) un estudio etnográfico para certificar a la empresa
minera la existencia de este poblado indígena. El Antropólogo
Wilder Guerra, en Noviembre del año 2.000, elaboró un informe
sobre el «Establecimiento de la pertenencia étnica de los habitantes
del asentamiento de Tamaquitos», el cual fue entregado a la
funcionaria del gobierno, quien luego exigió al profesional cambiar
el concepto negando la existencia de Tamaquitos, como condición
para pagar sus honorarios.

1. REGIMEN DE REGALIAS:
La política minera de Colombia tiene como único objetivo crear
condiciones favorables para llenarle los bolsillos a las empresas
extranjeras de la gran minería. Y en esta política, todos los
beneficios son para estas compañías y todos los costos son para el
pueblo colombiano. Como resultado, el Estado no puede participar
directamente en la actividad minera, y son sólo los privados los
únicos que pueden realizar minería con EL RECORTE DE LAS
REGALIAS:

Mientras las multinacionales se apropian de nuestros recursos


naturales, nos dejan graves daños ambientales, la nación ha
establecido una legislación cada vez, beneficiosa para las
multinacionales, como es el caso de la ley de regalías, a tal punto,
que el valor en porcentajes se ha reducido de un 15% inicial a 6,7%
de las exportaciones. Los valores pagados en regalías por la
explotación del carbón correspondían inicialmente al 15% de las
exportaciones, pero a través de los años este porcentaje a pagar ha
venido descendiendo al 10,1%, al 9,7%, 9,6% y al 6,7% para los años
2006, 2007 y 2008, 2009,2010 respectivamente.

En promedio Cerrejón desde 1985 que comenzó la explotación,


Cerrejón ha obtenido divisas por más de 20.280 millones de dólares
y ha pagado en regalías a la región 1629 millones de dólares, es
decir, escasamente un 8%.

Según el antiguo régimen de regalías, se garantizaba mediante


derecho constitucional la potestad de manejar de manera
autónoma sus recursos. Los recursos de las se destinaban a regalías
directas que correspondía a los departamentos y municipios
productores, que en promedio eran del 70 al 80 % y las regalías
indirectas, estos recursos los manejaba el gobierno central a través
del Fondo Nacional de Regalías, iban destinados a los
departamentos y municipios no productores y en promedio eran
del orden del 20 al 30%.

Pese a lo anterior, el Gobierno de Santos, mediante modificación


constitucional nos ha dado un rasponazo a los departamentos
productores, al quitarnos el derecho constitucional que nos asiste
de manejar de manera autónoma nuestros recursos de regalías, el
cual, mediante una acción de astucia política, planteo el debate
dando la idea de que los departamentos y municipios son los
corruptos en tanto que el gobierno central es el eficiente. Es obvio,
que condenamos los casos de corrupción, y nos oponemos a ello.
Ahora, si ese fuera el verdadero motivo, de reformar el manejo de
las regalías, el gobierno simplemente, tiene que decirle a los entes
de control que actúen.

Lo que esconde el gobierno del señor Santos, es que detrás, del


argumento de la anticorrupción, se esconde el verdadero motivo de
reformar las regalías, el cual, consiste en que el gobierno tiene un
déficit fiscal de 24 billones de pesos y pretende pagarlo quitándole
a las regiones, sus exiguos recursos. La plata de los proyectos de
importancia municipal la van a utilizar para financiar grandes
obras que se supone le corresponde pagar al gobierno nacional,
disfrazando necesidades nacionales de locales.

Los graves indicadores sociales de la Guajira, reseñados


anteriormente, se tienden a empeorar con la modificación del
régimen de regalías, por ejemplo, con los recursos de regalías se
viene atendiendo un programa de gratuidad de la educación
primaria, lo que ha permitido que la cobertura llegara al 95% el
año pasado y se espera que este año se llegue al 100%. De igual
manera se subsidia a la educación superior, tanto, en quienes
estudian en la Universidad de la Guajira, como a aquellos que se
forman en las demás universidades asentadas en la Guajira, del
cual, se benefician alrededor de 18000 estudiantes, con una
inversión anual de 8000 millones de pesos. Siguiendo con la
educación superior, existe un convenio con el Icetex, en el cual, se
invierten 2000 millones de pesos anuales, para un total de 25.000
millones de pesos anuales en educación de niños y jóvenes de la
Guajira.

Existe también un programa de atención nutricional, ejecutado


con el ICBF, con el que se atienden 43.000 niños de 0 a 5 años de
edad, se apoyan restaurantes escolares, madres lactantes,
igualmente, en convenio con los hospitales, se atienden niños y
niñas con desnutrición crónica. También se llevan a cabo planes de
infraestructura de educativa, deportiva y turística. En materia de
salud, se cofinancia el régimen de subsidiado para adjudicar carnet
de 595000 Guajiros pobres, a efectos, de ser atendidos en cualquier
centro hospitalario.

Ahora con el nuevo régimen, se divide en dos; un 52 % de los


recursos se desatinan a una serie de fondos: como lo son: el Fondo
de Ahorro y Estabilización (FAE) que recibirá el 30 %, para
Investigación Ciencia y Tecnología, se destina el 10%, el Fondo de
participación Territorial que recibirá un 10% y el fondo de
vigilancia un 2%. El 48 % se destinan a fondos regionales y de este
porcentaje el 20% se destinan a las regalías directas que es lo que le
corresponde a los departamentos y municipios productores

Imagen tomada de
http://www.dnp.gov.co/PortalWeb/LinkClick.aspx?fileticket=B3
37MsH092U%3d&tabid=36
LA EXPANSION DE LA PRODUCCION
Al respecto el mismo Cerrejón dice “El Proyecto de Expansión
Iiwo’uyaa es la clave del crecimiento futuro, pues permitiría la
explotación del carbón actualmente inaccesible que está debajo del
río Ranchería, que podría producir más de 530 millones de
toneladas, con lo cual se verían incrementadas las reservas totales
de carbón extraíble en la concesión en aproximadamente 64 por
ciento, llegando hasta 55–60 mtpa” y continúan con las principales
modificaciones que se proponen en El Proyecto de Expansión:

 Explotación de dos nuevos tajos (Oeste y Este), Localizados debajo


del río Ranchería.

 Construcción de dos nuevas áreas de disposición de material estéril


(Palmito Sur y Norte).

 Expansión de la cadena de producción de carbón y la


infraestructura de soporte de la mina.

 Expansión de las instalaciones ferroviarias y portuarias.

Además se requerirían dos actividades significativas previas a la


explotación minera:

 Modificación del cauce del río Ranchería dentro del área de la


concesión.

 Construcción propuesta de una presa y reservorio en el río


Palomino en jurisdicción del municipio de Barrancas.

NUEVAS AREAS MINERAS PROPUESTAS


“Se proponen los siguientes tajos a cielo abierto, que cubren un
área de 2.730 has:

 Este (de aproximadamente 6 km de largo, 2 km de ancho y 400 m


de profundidad).

 Oeste (de aproximadamente 10 km de largo, 3 km de ancho y 400 m


de profundidad.”

“Para que el carbón pueda ser extraído sería necesario remover


3.700 millones de metros cúbicos (Mm3) de material estéril y suelo,
el cual sería almacenado temporalmente para su utilización
posterior en la rehabilitación de tierras en las que se han finalizado
las actividades de minería”
Modificación del río Ranchería.
“El cambio más importante en el medio ambiente es la
modificación propuesta para el curso del río Ranchería dentro del
área de concesión minera para así facilitar el acceso a las reservas
de carbón Este y Oeste. Cerrejón ha estudiado opciones de
modificaciones para este propósito, evaluando su viabilidad desde
los puntos de vista de la ingeniería y económicos, así como de la
sostenibilidad ambiental. Dicho análisis ha llevado a la Empresa a
proponer la modificación de aproximadamente 26 km del cauce del
río Ranchería, por una distancia máxima de 1,2 km hacia el
sureste, para que los nuevos tajos resulten accesibles. La
modificación preferida para el curso ocurriría en dos segmentos
con un tramo de 4,1 km de largo del curso natural mantenido en el
medio.” Y continúan La excavación de los nuevos tajos penetraría
el acuífero aluvial del río Ranchería, causando una reducción del
agua subterránea en las proximidades inmediatas”

“Los estudios preliminares indican que la opción más viable para


mantener la seguridad del agua sería la construcción de una presa
y embalse localizados en el lugar donde el río Mapurito confluye
con el río Palomino en jurisdicción del municipio de Barrancas.
Esta presa aguas arriba de la mina crearía un embalse que
permitiría la liberación controlada de agua para contrarrestar la
esperada disminución de los caudales del río Ranchería durante la
estación seca y reducir los impactos asociados que inciden en los
pobladores o propietarios de tierras ubicadas aguas abajo y en las
zonas de ribera”

El Cerrejón aprovechando los precios internacionales del carbón y


la expansión de la demanda mundial, ha decidido expandir su
producción de 32 millones de toneladas a 60 millones hasta el 2033.
“Estudios geológicos muestran que hay reservas de carbón bajo el
río Ranchería, dentro del área de concesión minera vigente del
Cerrejón, y el acceso a ellas permitiría aumentar la producción
significativamente –casi duplicar su volumen– hasta 55–60
millones de toneladas por año” según dicen en su plan de
expansión. Es decir, se proponen modificar su cauce en 26,2
kilómetros, porque debajo de él existen 500 millones de toneladas,
a flor de tierra y de la mayor calidad.

Riohacha y otras ciudades serán invadidas por tormentas de arena


y con los años será muy fácil ver en la capital bancos de arenas o
dunas como en el propio desierto. También esto ocasionará un gran
desplazamiento humano, producto de las nuevas circunstancias
ambientales. La tierra se tornará más árida y el medio será hostil
para la vida. También se verá afectado el clima de la región,
generando un incremento en las temperaturas y muchas otras
extremas circunstancias que deterioran dramáticamente el
ecosistema y la vida.

La mayor parte de aguas en el valle adyacente a la mina (un área de


cerca de 35 x70 km) han sido contaminadas por el drenaje ácido de
las escombreras y los lixiviados de los relaves de colas.

El río ranchería además de ser el sustento de miles de wayuu y


arijunas que viven directamente del río, su posible traslado,
también afectaría al cien por ciento de la población del
departamento e incluso departamentos vecinos como el Cesar, al
cual, también llegarían las consecuencias de esta desproporción,
tarareando a Pedro Castro cuando en la famosa canción alerta a los
Vallenatos sobre el Desierto de la Guajira. Este río es una barrera
natural que impide que el desierto se trague a la Guajira y continúe
hacia al cesar. La intervención del principal Río Guajiro que ha
estado por siglos ahí.
Para, ello, pretende modificar el curso del río Ranchería en 26, 2
kilómetros, es decir, algo así, como el 10 % de la cuenca
hidrográfica, con el fin, de extraer más de 500 millones de
toneladas de carbón, qué se encuentra debajo del lecho del río, a
flor de tierra y de la mejor calidad, los cambios más relevantes se
presentan en los requerimientos de actividades previas a las
operaciones de minería propiamente dichas modificación del río,
construcción de una represa, ampliación de la huella física y de la
escala de la extracción de recursos y la utilización de los materiales

El río Ranchería, es la principal fuente de agua dulce superficial


con que cuenta la Guajira, ese río, es de tal importancia, que es, el
que, no permite, que este departamento sea un completo desierto.
Estamos adportas de que se cometa el mayor desastre ecológico,
económico y social en la historia de este departamento, si se
permite por parte de este pueblo que el Cerrejón modifique el
curso de este río. Si la modificación de un río, trae una serie de
consecuencias ambientales, económicas y sociales, imagínese usted,
mi querido lector, sí esa modificación se da en un departamento
donde más del 80% del territorio es semidesértico como es la
Guajira.

Es por ello, que un grupo de organizaciones y dirigentes han


conformado el Comité Cívico en Defensa del Río Ranchería y el
Manantial de Cañaverales y las Regalías. Tiene un carácter amplio,
democrático y plural, donde pueden converger todas los sectores
sociales, cívico, políticos, ambientalistas, estudiantiles, sindicales y
comunitarios independiente de su condición ideológica, política,
religiosa, económica y étnica, que sientan las consecuencias de esta
gran minería trasnacional y estén dispuesta a hacerle resistencia
civil, mediante, la protesta, la movilización y el paro.

ORGANIZACIONES CONFORMANTES:
Sintracarbon; la Federación de comunidades amenazadas y
desplazada por la gran minería de la Guajira, FECODEMIGUA; la
CUT-Guajira, la Asociación de Cabildos Indígenas Wayuu del Sur de
la Guajira, la MANE, ASCIWASU; Asodegua, Reclame-Guajira;
Sintrabienestar, Sindesena, el Centro de Estudio del Carbón; el
Grupo Fuerza de Mujeres Wayuu; Asociación de Usuarios
Campesinos, ANUC-Guajira; Comité de Acción Popular de
Cañaverales, Asociación de profesionales de la Guajira.

Por: Felipe Rodríguez Rodríguez, Director del Centro de Estudio


del Carbón de la Guajira y coordinador del Comité Cívico de la
Guajira en Defensa del Rio Ranchería y del Manantial de
Cañaverales.

Este trabajo investigativo, fue realizado con la orientación,


asesoría y financiación del Centro de Estudio del Carbón y la Gran
Minería, capitulo Guajira y se constituye en el documento teórico
que orienta y guía la actividad practica del Comité Cívico de la
Guajira en Defensa del Rio Ranchería y el Manantial de
Cañaverales.
El Centro de Estudios del Carbón y la Gran Minería, fue constituido
en 2007, en Valledupar por voceros de las más amplias vertientes
políticas y sociales, sindicales, ambientales y académicas que tiene
por fin estudiar y analizar las condiciones contractuales de la
explotación del carbón y entre el estado colombianos y las
trasnacionales del carbón, el oro, el níquel y los hidrocarburos,
como también las regalías e impuestos que pagan a la nación y a los
entes territoriales.

En noviembre del mismo año, en Riohacha se constituye el capítulo


de la Guajira, para el Centro de Estudios del Carbón es de especial
atención para el Centro, los estudios sobre las condiciones
laborales y medioambientales prevalecientes tanto en el Corredor
Minero de La Guajira y el Cesar, como en las demás zonas donde hay
explotaciones. El Centro se propone también reivindicarlos
intereses de la pequeña y mediana minerías nacionales.

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