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PRACTICA N°08
DIAGRAMA DE SOLUBILIDAD
Integrantes:
Olarte López Jonathan 10070024
Condori Núñez José Ronald 10070130
Cárdenas Ayala Heber 10070199
Profesor:
Alejandro Yarango Rojas
Tabla de contenidos
I. RESUMEN 3
II. INTRODUCCION 4
IV. RESULTADOS 14
V. CONCLUSIONES 19
VI. RECOMENDACIONES 20
VII. BIBLIOGRAFIA 21
VIII. APENDICE 22
I. RESUMEN
II. Introducción
La crioscopía o descenso crioscópico un método muy utilizado para determinar masas
moleculares de productos químicos que se fabrican a nivel industrial, al igual que se hace a
nivel de laboratorio. También se emplea para controlar la calidad de los líquidos: la magnitud
del descenso crioscópico es una medida directa de la cantidad total de impurezas que puede
tener un producto: a mayor descenso crioscópico, más impurezas contiene la muestra
analizada.
En la industria agroalimentaria, esta propiedad se aprovecha para detectar adulteraciones en
la leche. La leche se puede adulterar añadiendo agua sin que sea apreciable a simple vista.
Para detectar si se ha añadido agua se realiza una determinación de su temperatura de
congelación que, en general, varía muy poco,21 entre -0,530 °C y -0,570 °C para la leche
de vaca, -0,570 °C para la de oveja,22 y entre -0,5466 °C y -0,5567 °C para la de cabra.23 Las
variaciones dependen de la estación (siendo menor durante el invierno) y los contenido de
sales en la alimentación del animal.24 Ya que las temperaturas de congelación son
características dentro de un margen muy estrecho, si se añade agua se diluye la leche,
disminuyendo la concentración de solutos y aumentando la temperatura de congelación
según la ley de Raoult, con lo que la adulteración puede ser detectada mediante medidas el
descenso crioscópico.
Existen múltiples aplicaciones analíticas para el descenso crioscópico de los líquidos
corporales (sangre, orina, lágrimas, etc.). Para realizar estas determinaciones se usa un
aparato automatizado llamado crioscopio u osmómetro de punto de congelación que permite
detectar en poco tiempo variaciones de milésimas del descenso crioscópico.
El descenso crioscópico también se aprovecha para eliminar capas de hielo de las carreteras,
autopistas y pistas de aeropuertos. Para ellos se lanza cloruro de sodio (NaCl) o de
calcio (CaCl2) sobre las placas de hielo, con lo que se disminuye la temperatura de congelación
y se funden las placas de hielo. Una ventaja del cloruro de calcio es que, cuando este se
disuelve, libera gran cantidad de calor que ayuda a fundir más el hielo. Para eliminar las capas
de hielo que se forman sobre los aviones también se usa el etilenglicol.
En la construcción se usan anticongelantes para los hormigones en lugares donde las
temperaturas son muy bajas y se congelaría el agua. No es posible usar grandes cantidades de
anticongelante ya que provocaría problemas de corrosión. Los anticongelantes que se usan
son sales, normalmente cloruro de calcio, CaCl2, que en una proporción del 2 % reduce la
temperatura de congelación a -5 °C.
El descenso crioscópico es una de las propiedades coligativas y por lo tanto, la magnitud del
descenso sólo depende de la naturaleza del disolvente y de la cantidad de soluto disuelta, es
decir, es independiente de la naturaleza de este último. Cualquier soluto, en la misma
cantidad, produce el mismo efecto.
Las primeras investigaciones sobre este fenómeno se deben al químico francés François-
Marie Raoult y datan de 1882. Raoult definió una ecuación experimental que reproduce bien
los datos que se obtienen a bajas concentraciones, donde la curva se aproxima a una recta.
Otros científicos, entre los que destacan Jacobus Henricus van 't Hoff, Wilhelm
Ostwald y Ernst Otto Beckmann, ampliaron posteriormente los estudios sobre el descenso
crioscópico.
La aplicación del descenso crioscópico fue esencial para el estudio de las propiedades de las
sustancias, ya que permitió la determinación de sus masas moleculares de forma precisa.
También fue fundamental para la confirmación de la teoría de la disociación electrolítica de
Arrhenius y para la determinación de coeficientes de actividad.
El descenso crioscópico ha encontrado aplicaciones prácticas fuera de los laboratorios de
investigación, como en el uso de anticongelantes para evitar que los circuitos de
refrigeración de los motores de los vehículos o los mismos combustibles se congelen cuando
las temperaturas bajan en invierno, para la determinación de la adulteración de
la leche con agua, para la preparación de disoluciones en la industria farmacéutica,
para análisis clínicos de sangre y orina, etc.
Diagrama de fases de una
disolución acuosa. Si una
disolución acuosa se
encuentra en el punto a y
se reduce la temperatura,
se congelará en el
punto b por debajo de
0 °C que corresponde
al agua pura. Se observa
Dado que la variación de la entalpía, ∆Hf, es constante, tanto en el paso del disolvente líquido
a sólido como del disolvente de la disolución a sólido, se obtiene que si la variación de
entropía es mayor en el caso de la disolución, la temperatura del cambio de fase deberá ser
menor para que el segundo miembro de la igualdad aumente para igualar la mayor variación
Por tanto, las temperaturas de congelación de las disoluciones son siempre menores que las
del disolvente puro debido a que la disolución tiene más entropía, más desorden, que el
disolvente líquido puro. A mayor concentración de soluto, mayor desorden, mayor entropía
en la disolución y, por lo tanto, menor temperatura de congelación y mayor descenso
crioscópico.
EL DESCENSO CRIOSCÓPICO EN LA NATURALEZA:
El agua marina:
La temperatura del agua de los océanos Ártico y Antártico, en sus respectivos inviernos, llega
a bajar varios grados Celsius bajo cero, hasta un mínimo de -2 °C.
El agua que se encuentra en contacto con la atmósfera alcanza temperaturas mucho más
bajas y llega a congelarse; sin embargo, el agua líquida que queda por debajo no alcanza
temperaturas tan bajas, pero sí que se encuentra a uno o dos grados bajo cero. La razón por
la cual permanece en estado líquido es la concentración de sales disueltas (unos 35 g de sales,
principalmente cloruro sódico, por kg de agua) que disminuyen la temperatura de
congelación del agua marina.
Se puede calcular de forma aproximada hasta que temperatura puede mantenerse el agua
del mar sin llegar a congelarse. Suponiendo que todas las sales son cloruro de sodio (NaCl) y
que la concentración es de 35 g por kg de disolvente, se tiene una molalidad de:
Dado que el cloruro de sodio es un electrolito fuerte, se supone que está completamente
disociado y el coeficiente de Van't Hoff toma el valor de 2, aunque ese valor límite sólo se
alcanza para disoluciones muy diluidas. Conociendo que la constante crioscópica del agua
vale 1,86 °C·kg/mol se puede calcular el descenso crioscópico como:
Por lo que el agua del mar puede alcanzar una temperatura de -2,2 °C sin congelarse.
CONSTANTES CRIOSCÓPICAS:
Los valores se han analizado usando la expresión obtenido en la deducción termodinámica de
la constante crioscópica:
Por tanto, si las entalpías de vaporización son mayores que las de fusión, para un mismo
disolvente las constantes ebulloscópicas serán menores que las crioscópicas. Por eso, para
una misma disolución se obtendrán descensos crioscópicos mayores que los aumentos
ebulloscópicos ya que la constante crioscópica es mayor que la ebulloscópica.
DISOLUCIÓN:
Una disolución es una mezcla homogénea a nivel molecular (a diferencia de una suspensión)
de dos o más sustancias químicas que no reaccionan entre sí, y cuyos componentes se
encuentran en una determinada proporción, la cual varía entre determinados límites. Una
disolución consta de una fase dispersa llamada soluto y una fase dispersante denominada
disolvente. Las partículas del soluto se encuentran dispersas entre las moléculas del
disolvente. Tanto el disolvente como el soluto pueden estar en diferentes estados de
agregación, y el volumen de la disolución es menor, en general, que la suma de los
volúmenes de las sustancias por separado. El soluto no puede separarse por centrifugación
(no sedimenta) ni filtración, sino que es necesario recurrir a cambios de fase. En general, las
propiedades físicas y químicas de la disolución dependen de la concentración del soluto
(proporción de masa o moles). La forma más frecuente de expresar la concentración en
disoluciones químicas es la molaridad, cociente entre el número de moles del soluto y el
volumen total de la disolución en litros. Se representa con la letra M. Alternativamente, la
molalidad es el cociente entre el número de moles de soluto disuelto y la masa del disolvente
en kg. Se representa con la letra m.
Presión osmótica:
La ósmosis es la tendencia que tienen los solventes a ir desde zonas de menor concentración
hacia zonas de mayor concentración de soluto. El efecto puede pensarse como una tendencia
de los solventes a "diluir". Es el pasaje espontáneo de solvente desde una solución más
diluida (menos concentrada) hacia una solución menos diluida (más concentrada), cuando se
hallan separadas por una membrana semipermeable. La presión osmótica (π) se define como
la presión requerida para evitar el paso de solvente a través de una membrana
semipermeable, y cumple con la expresión:
(También: π = (nRT) / V)
n es el número de moles de partículas en la solución.
Al igual que en la ley de los gases ideales, la presión osmótica no depende de la carga de las
partículas.
Observación: Se utiliza la unidad de molaridad (M) para expresar la concentración ya que el
fenómeno de ósmosis ocurre a temperatura constante (de esto se deduce que las unidades
de concentración para el ascenso ebulloscópico y el descenso crioscópico estén dadas en
molalidad (m), ya que este tipo de expresión no varía con la temperatura).
CALORÍMETRO DE BECKMANN:
IV. RESULTADOS
756 22 95
0.2456
0.9981
4.8 0 3.67 80 2.59 160 1.55 240 0.70 320 2.95 400
4.7 5 3.64 85 2.55 165 1.45 245 0.65 325 2.95 405
4.6 10 3.55 90 2.45 170 1.41 250 0.61 330 2.95 410
4.5 15 3.45 95 2.35 175 1.36 255 0.56 335 2.93 415
4.4 20 3.40 100 2.27 180 1.30 260 0.51 340 2.93 420
4.3 25 3.35 105 1.90 185 1.26 265 0.48 345 2.93 425
4.3 30 3.30 110 1.90 190 1.21 270 0.43 350 2.92 430
4.2 35 3.25 115 1.90 195 1.18 275 2.80 355 2.92 435
4.2 40 3.20 120 1.85 200 1.16 280 2.85 360 2.91 440
4.1 45 3.12 125 1.85 205 1.13 285 3.00 365 2.91 445
4.1 50 3.05 130 1.80 210 1.11 290 3.00 370 2.90 450
4.0 55 2.92 135 1.76 215 0.95 295 2.99 375 2.90 455
3.85 60 2.80 140 1.72 220 0.90 300 2.99 380 2.89 460
3.82 65 2.70 145 1.69 225 0.85 305 2.98 385 2.89 465
3.78 70 2.65 150 1.66 230 0.80 310 2.96 390 2.88 470
3.73 75 2.64 155 1.60 235 0.75 315 2.96 395 2.87 475
1.86
Elemento
Tabla 4.1 Datos de la determinación del descenso del punto de congelación (de acuerdo
a la gráfica obtenida en el papel milimetrado).
3.98
3.15
0.83
0.7525 67.45
60.055
Experimental Teórica
67.45 60.055 12.45
CÁLCULOS
Donde:
𝑊𝑢𝑟𝑒𝑎 = 0.7525𝑔
Dónde:
Para:
𝑔×𝐾𝑔𝑠𝑜𝑙𝑣
𝐾𝑓 = 1.86 × 103 𝑚𝑜𝑙
𝑊1 = 25𝑔 𝑊2 = 0.7525𝑔 ∆𝑇 = 0.83𝐾
67.45 g/mol
𝑔
𝑀𝑡𝑒𝑜𝑟𝑖𝑐𝑎 = 60.055
𝑚𝑜𝑙
Donde:
𝑔
Para 𝑀𝑡𝑒𝑜𝑟𝑖𝑐𝑎 = 60.055 𝑚𝑜𝑙 67.45 g/mol
|60.055 − 67.45|
%𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟 = × 100%
60.055
%𝑒𝑟𝑟𝑜𝑟 = 12.3%
V. CONCLUSIONES
VI. RECOMENDACIONES
Se debe mantener la agitación constante para que la temperatura sea constante en todo
el sistema.
Se debe anotar la temperatura cada pequeño intervalo de tiempo, en este caso cada 5
segundos, ya que cuanto menor es el tiempo mayor exactitud será para la hallar el peso
molecular.
Para obtener resultado digno de confianza con el método del punto de congelación es
necesario que solo se separe el solvente puro cuando la solución se congela y que el
enfriamiento excesivo sea evitado.
Los mejores resultados se tienen no pesando el soluto para dar una concentración
definida, sino analizando la solución que se halla en equilibrio con el soluto sólido; bajo
esas condiciones, el sobre-enfriamiento de la solución no introduce dificultades.
VII. BIBLIOGRAFÍA
Glasstone S. "Termodinámica para químicos", 7ma ed., Ed. Aguilar, España, 1979.
VIII. APENDICE
Cuestionario
Las propiedades coligativas (del latín colligare = unir, ligar) de una disolución son aquéllas
que dependen de la concentración de soluto y no de la naturaleza del mismo, y están
relacionadas con las fuerzas de interacción o cohesión entre moléculas dependiendo de la
cantidad de soluto presente, y en concreto con la presión de vapor que ejerce la fase de
vapor sobre la fase líquida en un recipiente cerrado (línea de equilibrio de fases).
Experimentalmente se constata que a medida que se añade soluto a un disolvente, se
alteran algunas propiedades físicas de la disolución. La disolución es capaz de ejercer una
presión osmótica, disminuye la presión de vapor en solutos no volátiles, el punto de
ebullición es mayor (aumento ebulloscópico) y el de congelación, en disoluciones diluidas,
disminuye respecto a la del disolvente puro. A este último fenómeno (disminución de la
temperatura de fusión a presión constante) se le denomina descenso crioscópico (del
griego kryos = frío; skopein= examinar). Este fenómeno se puede medir
experimentalmente con relativa facilidad en disoluciones diluidas de solutos no volátiles y
permite en última instancia determinar la masa molecular del soluto si se conoce la del
disolvente y la concentración de soluto. Esta propiedad se aplica, por ejemplo, para evitar
la congelación de los circuitos refrigerantes de agua del automóvil, para evitar la
formación de placas de hielo, o para aumentar la capacidad de enfriamiento del hielo en
las heladeras tradicionales.
Donde:
ΔTc es la diferencia entre la temperatura de congelación del disolvente puro y la
temperatura de congelación de la disolución.
kf es la constante crioscópica, una constante que es característica del disolvente.
m es la molalidad del soluto, es decir, los moles de soluto por kilogramo de
disolvente. La concentración se expresa en molalidad porque es más práctico a la
hora de realizar medidas, aunque para ser exactos se debería expresar en función
de la fracción molar, como lo demostró Raoult.
De esta forma, la nueva ecuación para el descenso crioscópico tomó la siguiente forma:
El factor i fue explicado por el químico sueco Svante August Arrhenius cuando desarrolló
entre 1883 y 1887 la teoría de la disociación electrolítica, según la cual las moléculas de los
electrolitos se disocian en mayor o menor extensión en iones cargados eléctricamente,
capaces de transportar la corriente eléctrica, existiendo un equilibrio entre las moléculas
no disociadas y los iones. Por tanto, en disolución hay más partículas que las que se han
disuelto, ya que estas se rompen, se disocian, en partes más pequeñas. El ascenso
ebulloscópico, como el resto de propiedades coligativas, depende del número total de
partículas en disolución, de manera que en una disolución de electrolitos tendremos más
partículas que las disueltas, las cuales se han de tener en cuenta para calcular la molalidad
total. Por ejemplo, se puede suponer un electrolito binario como el cloruro de
calcio, CaCl2, que alcanza el equilibrio de disociación en agua según la siguiente ecuación:
En disolución, por tanto, hay más partículas que las disueltas inicialmente porque parte de
estas se han disociado en iones.3 En la figura se observa que los datos experimentales se
desvían mucho de la predicción de la Ley de Raoult.
Hay soluciones que presentan valores para sus propiedades coligativas, muy diferentes a
lo calculado teóricamente y además son conductoras de la electricidad.
A estas soluciones se les denomina electrolitos y a las otras no electrolitos. Sus solutos
también reciben estas denominaciones. Los electrolitos son generalmente soluciones de
ácidos, bases o sales.
Van't Hoff introdujo el factor i (factor de Van't Hoff )
A medida que las soluciones se hacen más diluídas, el factor i tiende a tomar valores
enteros positivos ( 2, 3, 4, etc. ).