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Doctor en Derecho, Académico Numerario de la Real y Matritense de Heráldica y Genealogía
y Correspondiente de las RR.AA. de la Historia, de Jurisprudencia y Legislación y de Nobles y
Bellas Artes de San Luís.
1
Véase LACARRA J.Mª “El rey Lobo de Murcia y el Señorío de Albarracín”, en Estudios de-
dicados a Menedez Pidal, Tomo III, pags.515 a 526, Madrid 1952, o en Estudios dedicados a
Aragón, pags. 271-284, Zaragoza 1987.
te el Señorío fue incorporado a Aragón en 1370, tras un siglo de dominio por Príncipes
aragoneses desde que en 1284 Pedro III lo conquistó a don Juan Núñez de Lara.
Sin embargo la memoria histórica en las tierras del gran Señorío de los Azagra
no ha guardado muchos recuerdos del linaje que les dio leyes y diócesis episcopal y que
las asentó en la Historia. El poder, riqueza e influencia en las Cortes Navarra, Aragone-
sa y Castellana de los Señores de Albarracín y de sus deudos, el carácter itinerante de
éstas y las circunstancias bélicas de los siglos XII, XIII y XIV hicieron sin duda que los
Azagra residieran poco en su ciudad. Con todo sorprende que hoy no existen mas testi-
monios suyos que el Fuero y algunos pergaminos medievales o transcripciones muy
posteriores de éstos. Ni siquiera tiene Albarracín en sus armerías una referencia a los
Azagra, ni existe en la ciudad labra o motivo heráldico alguno del linaje. Tan solo y
muy modernamente se rotuló una calle con el nombre de los Azagra; calle que sale de la
Plaza Mayor y que desde siempre se llamó del Hospital Viejo, del Portal de Teruel o de
la Taberna.
2
Véase MARTIN ALMAGRO BASCH, en la voz “Albarracín”, páginas 92 a 96, de la Enciclo-
pedia Aragonesa, Tomo I, Unión aragonesa del libro S.L. Zaragoza 1980.
3
ALMAGRO BASCH M. El Señorío Soberano de Albarracín bajo la Casa de Lara, Tomo IV
de la Historia de Albarracín y su Sierra, dirigida por el mismo autor. Teruel 1964. Almagro
recuerda que al tiempo en que Juan Nuñez de Lara “el Mayor”, hijo de Juan Núñez de Lara “el
Bueno”, casa con la 4ª Señora de Albarracín, Teresa Alvarez de Azagra, los Lara son señores de
casi toda la serranía Cuenca, vecina a Albarracín y que “el heredero de la Casa de Lara era tam-
bién señor de las villas de Lerma, Villafranca, Palenzuela, Amaya, Tordelumos, Dueñas, Torre-
ción de los reyes de Aragón y de Castilla, todo ello dio lugar a una historia tormentosa
durante siglos e impidió repetir en la ciudad el Edén oriental y la famosa Villa de las
Fuentes desde la que gobernaba en 1040 Hudail ben Jalaf ben Lup ben Razin , la “hon-
ra de la dinastía” y el “poseedor de las dos glorias” según las fuentes árabes4.
Estas repoblaciones se llevaron a cabo por algunas familias que ya habían parti-
cipado en la conquista y repartos de tierras de Teruel en 1170, como los Marcilla, los
Dolz o los Sanchez-Muñoz y con otras procedentes de los territorios navarros de los
Azagra, entre las cuales Almagro Basch cita a los Ocón, Santa Croche, Monterde, Do-
ñate, Echauri, Segura y Navarro de Arzuriaga, linaje este último natural de Regil, en
Guipúzcoa, que propiamente llegó a Albarracín a comienzos del siglo XVII5. Luego,
cuando la Casa de Lara gobernó el Señorío de Albarracín hubo asentamientos de caste-
llanos, como los Toyuela, cuyo antepasado don García del Corral recibió el 15 de Octu-
bre de 1273 de don Juan Ñuñez (de Lara) la concesión para él y sus herederos de la ex-
tensa dehesa para bueyes de Toyuela6, de donde tomaron el apellido.
Bergés 7 señala que “no cabe duda de que los Azagra llevaron a tierras de Alba-
rracín familias estrechamente ligadas con su patrimonio o adscritas a su solar de origen
con vínculos de dependencia personal”, citando seguidamente los linajes mencionados
por el Dr.Almagro Basch. “Dos de los mejores exponentes de la presencia navarra los
encontramos en la población de Noguera -Náxera- y en la adopción de San Millán de la
Cogolla como patrono de Orihuela del Tremedal (“Oriola”)”, que igualmente señalan
Santiago Sebastián 8 y Cesar Tomas Laguía9.
lobatón, Ameyugo, Moya, Cañete y otras villas y lugares de Castilla, León, Asturias y la Mon-
taña”; pag.9 de la obra citada, con referencia a SALAZAR Y CASTRO, Casa de Lara, vol.III, l.
XVII, f. 131 y 132..
4
MORENO MURCIANO A. Albarracín, ciudad histórica y monumental, Barcelona 1983.,
pags. 30 a 36.
5
ALMAGRO BASCH M. El Señorío soberano de Albarracín bajo los Azagra, Tomo III de la
Historia de Albarracín y su Sierra, dirigida por el mismo autor, Teruel 1959, pag. 43.
6
El documento de donación está incluido en la confirmación que hizo Fernando el Católico a su
Canciller Juan de Toyuela por privilegio dado en Córdoba el 1 de Abril de 1482. El traslado y
comunicación de dicho privilegio a la Comunidad de Albarracín se conserva en el Archivo de
ésta, en Tramacastilla, con el Nº 143 d. Fueron testigos de la donación de don D.Juan Nuñez
don Gil de Sancho Corico y don Rodrigo su hermano, don Pedro Diaz y don Sancho Monterde.
7
BERGES SANCHEZ J.M. “La Comunidad de Albarracín: orígenes y evolución durante la
Edad Media”, en Estudios Históricos sobre la Comunidad de Albarracín, I Estudios y II Docu-
mentos, coordinados por J.M.Latorre Ciria, Tramacastilla 2003; Volumen I, pags.65 y 66.
8
SEBASTIAN S. Albarracín y su tierra, Albarracín 1970
9
TOMAS LAGUIA C. “Iglesias de la Diócesis de Albarracín” en Revista Teruel nº 32, Julio-
Diciembre de 1964, Instituto de Estudios Turolenses, Teruel 1964.
a Lope de Barea o Varaiz 10 y don Juan Nuñez de Lara hace varias asignaciones de fun-
dos en el periodo de 1.268 a 1.273: Monteagudillo a Juan Jiménez de Heredia, Fuente el
Rávano a Lope García de Salazar y a Sancho Monterde, Valle Cabriel y Fuente el Buey
al Monasterio cisterciense de Piedra, Valmediano a Rodrigo de Heredia, Espeñalero a
Domingo Ibáñez Machuca y la ya citada dehesa de Toyuela a García del Corral.
También los Reyes aragoneses gustaron de hacer disposiciones sobre las tierras
de Albarracín, pese a no haberlas conquistado o no tener sólida dominicatura sobre
ellas. Así Alfonso I “el Batallador” en 1122, cuando le jura vasallaje el Conde Centullo
de Bigorra, le da Roda, Tarazona y Santa María de Albarracín “cum tota sua pertinencia
quam de Deus omnipotens eam mihi dederit”. Ramiro II “el Monje”, con confirmación
posterior de Alfonso VII, considera Albarracín comprendido en la donación que hace en
1.134 al Obispo de Zaragoza de todas las Iglesias por “Wamba et ab episcopis apud
Toletum constitutis”, iniciando con ello los problemas de límites diocesanos, jurisdic-
ciones y derechos de la Hitación de Wamba11. Alfonso II, en 1166, concedió a Calveto
de Biel importantes heredades, viñas y molinos en Albarracín, la aldea de Royuela con
sus salinas y molinos y la aldea de Gea, incluyendo el justiciazgo y arcedianato de la
iglesia de Albarracín para sus hijos clérigos 12.
Con Pedro III, durante su sitio a la ciudad de Albarracín, volvió a donarse Gea el
23 de Abril de 1284 al “nobile viro Diago Luppi de Haro et vestris imperpetuumn per
hereditatem propiam et liberam”. En aquellos años el Señor de Albarracín, don Juan
Nuñez de Lara, era el campeón de los derechos de don Alfonso, el hijo del Infante don
Fernando de la Cerda, cuyo cadáver había recogido don Juan en Ciudad Real en 1275
llevándolo al Panteón Real de las Huelgas, mientras que don Lope Diaz de Haro, Señor
de Vizcaya, militó siempre en el partido del infante D.Sancho que, al fin, sería sucesor
en la Corona castellana contra lo dispuesto en las Partidas de su padre el Rey Sabio.
10
Almagro Basch, en la obra citada en la Nota 5, en págs 212 y 213, señala que este Lope de
Varea casó con Sancha Perez de Azagra, Señora de Tormón, habitante en Teruel, a quien supo-
ne hija de Pedro Fernandez, bastardo del segundo Señor de Albarracín. Estos cónyuges tuvieron
a Fernando López de Varea, que testó en Lérida en 1220, a Fernando López Castellano y a
Fernando López Aragonés, éste último Alcalde de Teruel y yerno de Pascual Muñoz de Teruel,
importante Caballero de la ciudad y tronco de una de sus principales familias (Sanchez-Muñoz)
11
Sobre ello escribió un magnífico trabajo JIMENEZ SOLER, “La Hitación de Wamba”, publi-
cado en la Revista Universidad, Zaragoza 1935. Sobre el Obispado de Albarracín el más claro y
definitivo trabajo fue realizado, con su rigor documental habitual, por D.CESAR TOMAS LA-
GUÍA, Canónigo y Archivero de la Diócesis de Teruel-Albarracín, publicado en la Revista Te-
ruel Nº 10, pags 201-230, Teruel 1953, con el título “La erección de la Diócesis de Albarracín”,
que mereció el Primer Premio del I Certamen Literario de Albarracín de 1953. Puede verse tam-
bién RIBERA RECIO J.F. “La erección del Obispado de Albarracín”, en Revista Hispania, pags
27 a 52, Madrid 1954.
12
Citado por ALMAGRO BASCH M. en El Señorío soberano de Albarracín bajo los Azagra,
Tomo III, de la Historia de Albarracín y su Sierra, bajo su dirección, pags. 5 a 9., Teruel 1959.
Ya antes el prof. Almagro habían publicado en la Revista Teruel Nº 14, Julio-Diciembre de
1955, un magnífico estudio sobre “El Señorío de Albarracín desde su fundación hasta la muerte
de Don Fernando Ruiz de Azagra”, que obtuvo en 1954 el II Premio Bernardo Zapater y Mar-
conell otorgado por el Ayuntamiento de Albarracín.
La villa de Gea de Albarracín no terminaría con ello el curso de sus Señores. En
8 de Marzo de 1306, Jaime II de Aragón vendió Gea a don Iñigo López de Heredia y en
1423, el 20 de Abril, desde el Castilnovo de Nápoles, Alfonso V concedió a su Consilia-
rio y Camarlengo don Juan Fernandez de Heredia la villa de Gea, con toda la jurisdic-
ción civil y criminal y el mero y mixto imperio. Setenta años después Fernando el Cató-
lico ratificó a favor de don Juan Fernandez de Heredia, todo lo concedido por sus ante-
cesores por privilegio dado en Medina del Campo en 1494 13.
Son bien conocidos los conflictos políticos y bélicos entre la Monarquía arago-
nesa y los Nobles o Barones del Reino hasta el asentamiento de aquella sobre bases ju-
rídicas romanistas y bolónias, mejor que sobre míticos fueros y sobre fantásticas teorías
acerca de los orígenes del poder real en Aragón. En Albarracín, durante el Señorío de
los Azagra, fueron muy complejas las relaciones con los Reyes de Aragón, que llegaron
incluso a poner sitios a la ciudad, y lo seguirían siendo igualmente con los reyes Caste-
llanos tras la llegada de la Casa de Lara. Incorporado ya Albarracín a la Corona Arago-
nesa, la autoridad del Rey y de sus oficiales será discutida hasta fines del XVI. Los
ejemplos son numerosos:
• Con Juan II, en 1460, cuando el rey envía a su Oficial Juan Navarro para arreglar las
diferencias surgidas en la elección de oficiales de la Ciudad,
• Con los “greuges” presentados por Albarracín y Teruel en las Cortes Generales de
Monzón de 1533.
• Con las luchas, en 1541, de los Oficiales de la Comunidad y de los de la Ciudad co-
ntra el Señor de Santa Croche, Jerónimo Muñoz de Pamplona y Heredia,
13
Véase el Catálogo del Archivo de la Ciudad de Albarracín, efectuado por CARUANA Y
GOMEZ DE BARREDA J., y publicado por el Instituto de Estudios Turolenses en 1955, así
como la relación y trascripciones documentales del Indice Documental elaborado en 1661 por el
Notario de la ciudad Nicolas Pérez de Toyuela que se conserva en el mismo archivo municipal.
• Con la creación, inmediatamente después de las Cortes de Monzón, de un Tribunal
colegiado para fortalecer la justicia y pacificar la tierra en nombre del rey, que
despertó un odio generalizado en ella,
• Con las violencias producidas por el duro comportamiento del “Juez Preeminente de
Albarracín” y “Capitán y Justicia de Teruel”, don Matías de Moncayo, entre 1560
y 1570,
• Con la intervención armada y gobierno en Teruel desde 1572 del Duque de Segorbe,
don Francisco de Aragón,
• Con los “greuges” a las Cortes Generales de Monzón de 1585 de Albarracín y del
regidor de la Comunidad D.Gil de Monterde y el envío a Albarracín del Capitán
Alonso Zanoguera con poderes extraordinarios de gobierno y pacificación,
En cuanto a los conflictos y bandos de las élites sociales, al igual que en las limí-
trofes Comunidades aragonesas de Daroca y de Teruel, los infanzones o hidalgos estu-
vieron siempre presentes, gozando ciertamente de poder económico y de poder político,
aun cuando éste último solo podía ser indirecto en los cargos de gobierno de los conce-
jos y de la administración municipal y comunal ya que no se permitía su desempeño a
los nobles según los fueros propios y las Ordenaciones de las Comunidades. Incluso
alguna de las antiguas y poderosas familias pobladoras, como los Heredia, que nunca
renunciaron al recuerdo de su origen próximo en Albarracín, tendrán que salir de esas
tierras para poder obtener y gozar de señoríos jurisdiccionales, siendo siempre motivo
de conflictos con la Ciudad y la Comunidad de Aldeas el que poseían en Gea desde el
siglo XIV.
Ciertamente los hidalgos están siempre citados en primer lugar en el Fuero, mas
por el honor que por los privilegios que se les dan. Así, por ejemplo, en el juramento de
los fueros que hace doña Teresa Alvarez de Azagra, la última Señora de ese linaje, y
que confirma su marido don Juan Nuñez de Lara, el 23 de Julio de 126014. Así dice res-
14
El texto, conservado en el Cartulario de Asuntos Varios del Archivo municipal de Albarracín,
procede de una copia del privilegio original hecha el 6 de Octubre de 1351 por el Notario Jeró-
nimo de Avila de orden del Juez y Oficiales de Albarracín y trasuntada en 1591 por orden del
Juez ordinario Martín Perez de Santa Cruz.
petar “los fueros et buenas costumbres que dieron et juraron mi abuelo don Pero Fer-
nandez et mi padre don Alvaro 15” ante los fijosdalgo, cristianos, moros y judíos y
“otorgo y juro a los fijosdalgo que son habitantes en Santa María los fueros y buenas
costumbres que siempre ovieron de mi linaje”.
En el primer tercio del siglo XIV hubo fuertes enfrentamientos de los infanzones
con los miembros de la administración urbana por el control de los oficios y por la am-
pliación de las dehesas e incremento de espacios vedados reservados a la ganadería. En
1326 se produjo el conflicto de los “paniaguados”, pecheros que no pagaban los tributos
por la fuerte protección que les dispensaban los infanzones. En las guerras civiles ara-
gonesas de la Unión y en la lucha con Castilla en tiempos de los Pedros, Albarracín y a
su Comunidad fueron afectados muy negativamente, con grandes expolios y robos y
“mengua muy ingrata de gentes et de fijosdalgo de las aldeas et de los terminos de la
15
Sobre el Fuero de Albarracín, con anterioridad del estudio ahora publicado por el Justicia de
Aragón, pueden verse RIBA GARCÍA C. Carta de población de la ciudad de Santa María de
Albarracín, según el códice romanceado de Castiel existente en la Biblioteca Nacional de Ma-
drid, Zaragoza 1915; GONZALEZ PALENCIA A. e I. El Fuero Latino de Albarracín, Madrid
1932 y “Fragmentos del Fuero Latino de Albarracín” en Anuario de Historia del derecho Espa-
ñol VIII, Madrid 1931; TILANDER G. El Fuero Latino de Albarracín, Madrid 1933; LATO-
RRE CIRIA J.M., Coordinador, Los Fueros de Teruel y Albarracín, Actas de las Jornadas de
Estudio celebradas en Teruel y Albarracín el 17, 18 y 19 de Diciembre de 1998, publicadas por
el Instituto de Estudios Turolenses, Teruel 2000.
16
Sobre la historia y participación de Albarracín y Teruel en las alteraciones aragonesas del
siglo XVI, fuesen por la “pertenencia” de Albarracín a Aragón y la consiguiente aplicabilidad
del régimen de libertades, derechos y procesos que amparaba el Justicia Mayor del Reino, o
bien por las acciones durante la sublevación de Zaragoza por causa de Antonio Pérez en 1591,
véase ALMAGRO BASCH M. Las alteraciones de Teruel, Albarracín y sus Comunidades en
defensa de sus Fueros durante el siglo XVI, Instituto de Estudios Turolenses, Teruel 1984; así
como la abundante bibliografía sobre los sucesos de Antonio Pérez y las Cortes de Tarazona,
especialmente destacada con ocasión del Cuatrocientos Aniversario de los sucesos: así pueden
verse la Bibliografía crítica para el estudio de la rebelión aragonesa de 1591, por el Centro de
Documentación Bibliográfica Aragonesa y la Institución Fernando el Católico, Zaragoza 1995;
las Actas de las Jornadas de estudio sobre la invasión de Aragón en 1591, publicadas por el
Centro de Estudios Borjanos ,Zaragoza 1991-1992 o COLAS LATORRE G. Y SALAS AU-
SENS J.A. Aragón en el siglo XVI, alteraciones sociales y conflictos políticos, Zaragoza 1982.
dicha ciudad, es a saber muchas aldeas quemadas, muchos fijosdalgo robados et muchos
cautivos levados” Por ello, como señala Bergés, en el último cuarto del Trescientos fue
preciso reconstruir las bases económicas y humanas de unas tierras ya vinculadas a
Aragón desde 1367.
En la decisión del árbitro regio se hace referencia a los partícipes de los dos cla-
nes enfrentados, hombres e incluso mujeres en el bando de los Monterdes y Toyuelas.
En el bando de los Bonaches y los Torres estaban, entre otros, Pedro Sanchez de Bona-
cha, mayor de días, su hijo Pedro Sancho, Tomás Fernando y Martin Pedro del Villar,
Felipe, Pedro y García Diez de Monfort, Francisco Sanchez Mocara, Bertran Ortiz Ço-
rico, Pascasio Martín Ferrer, Juan Pedro de Eriglos, Pedro Ortiz de Otos y vecinos de
Báguena (Mateo Jiménez), de Borrachina (Fernando de Pedro) o de Calamocha (Pedro
Sancho). En el bando de Toyuelas y Monterdes se encontraban el alcalde de Albarracín
Fernando de Toyuela, Juan Perez de Toyuela mayor y menor, Fernando Ibáñez de Don
Simón Ibáñez, García Pérez de Monterde, Pedro y Antonio Sanchez de Monterde, San-
cho Sanz de Ansona, Martón Perez de Arganda, Sancho Martín de Nardués, Toda San-
chez, mujer del darocense Pedro Gilbert y éste mismo, Miguel de Monterde, María Pe-
rez de Toyuela, hermana del honorable Gil Pérez de Toyuela, deán que fue de Segorbe y
Albarracín, Pedro y Miguel Pérez de Toyuela, Sancho Martinez de Toyuela y Simón
Sanches de Monterde, Miguel Dull e incluso dos familiares del grupo enemigo Antonio
y Gil Garcés de Bonacha.
Todavía unos años después continuaron los bandos. El propio Rey Martín I
mandó expresamente en 1399 a los Oficiales del Albarracín que persiguiesen a los cau-
santes de disturbios. Poco después, en 1436, cuando parecían apaciguados los odios y
luchas de poder, se produjo el asesinato de Miguel Garcés de Marcilla, Alcalde de Alba-
rracín y luego el de Pedro Valero, Juez de la ciudad, acusándose de éste a don Juan
Fernandez de Heredia, Señor de Mora, así como las luchas turolenses entre los Marcilla
y los Heredia.
17
El texto figura en el Fº 290, del Indice Documental del Archivo Histórico Municipal ya citado
en la Nota 13.
18
El significado y texto de la sentencia de Arnaldo de Eril ha sido estudiado en detalle por
JUAN MANUEL BERGES, en la obra citada en Nota 6, en las pags.110 a 118. En el Volumen
II-Documentos de dicha obra, en las pags.16 a 28, se recoge íntegro el texto según transcripción
de J.M.Berges.
Ya han sido citados una serie de linajes, personajes y familias actuantes en Alba-
rracín y su Sierra desde la llegada de los Azagra. Los pergaminos y documentos del
Archivo de la Catedral de Albarracín, del Archivo Histórico Municipal y del de la Co-
munidad de Aldeas, nos ofrecen reiteradamente los nombres de los Toyuela, Monterde,
Monterde-Antillón, Heredia, Moscardón, Arganza, Santa Cruz, Asensio, Martinez Ru-
bio, Muñoz, Jarque y, naturalmente, Espejo, Dolz de Espejo o Navarro de Arzuriaga. En
la Ciudad y en los pueblos de la Comunidad, las fundaciones pías, capellanías y benefi-
cios19 nos muestran muchos de los anteriores y otros como los Valero, Alonso, Cavero
de Moros, Hernandez-Rajo, Franco-Perez de Liria, Martinez del Vayo, Sebastián de
Arroitia, Maenza, Ruesta, Perez de la Morena, Catalán de Ocón o Novella.
19
Véase el trabajo de TOMÁS LAGÚIA C. sobre las Iglesias de la Diócesis de Albarracín cita-
do en la Nota 9.
20
CAÑADA SAURA J. “Relación de Infanzones de los Partidos de Albarracín y Teruel”, Re-
vista Teruel, del Instituto de Estudios Turolenses, Nº 60, Julio-Diciembre de 1978, pags. 91 a
107.
2.- ARMERIAS INSTITUCIONALES
23
Sobre todo ello es fundamental el trabajo de TOMAS LAGUÍA C. “La geografía urbana de
Albarracín”, en Revista Teruel Nº 24, Julio Diciembre de 1960, pags.5 a 128, así como la Ilus-
tración Genealógica e inclusión, entronque y parentesco que tienen algunas familias antiguas e
Ilustres de Albarracín, manuscrito hecho por JUAN DE AULA Y ARAGUÉS en 1809 y exis-
tente en el Archivo Diocesano de Teruel.
casas antiguas pero sin armerías, como la de los Martínez-Rubio, al comienzo de la calle
del Portal de Molina o la de los Pérez de la Morena, de Villar del Cobo en la calle de
Santa María con vistas a la Fuente de la Peña.
Juan de Aula24 a comienzos del siglo XIX clasificaba en cuatro grupos a las
“Familias mas ilustres que se han conocido en Albarracín”: los conquistadores, los pri-
meros pobladores, los establecidos posteriormente en la ciudad y los modernos “que han
benido hasta los años de 1780” “cuya recopilación se ha hecho en vista de documentos
antiquísimos y de varias notas y papeles que se han visto”.
• Los primeros pobladores son los Espejo, los Tobías, Señores de su ma-
sía, los Dóñez, Señores de Villalba y Mienla, los Oruño, Señores de
Leopardo, los Arganzas, Señores de su torre, los Diaz Monforte, los
Ruesta, los Amigos, los Novellas, los Lagunillas, los Aparicio de Guía,
los Fuentes, Señores de Zarzoso, los Antillones, Señores de la casa y Ba-
ronía de Antillón (¿), los Santacruces, descendientes de Soria, los San-
chez Moscardón, los Sanchez Santa Cruz, los Montoyas, descendientes
de Castilla, los Zifontes de Guzman, los Ximenez, señores de Alagosa y
los Cavero de Moros.
• Los del tercer grupo son los Martinez Vizcaino, los González Cañete, los
Martínez Nardués, los Tormón, los Murcianos, descendientes de Murcia,
los Gómez Cordobés, los Granada y los Soriano.
24
Manuscrito de este autor citado en la nota 23
En el siglo XVII los linajes principales de Albarracín se reunieron en una Cofra-
día de Hidalgos que estuvo activa hasta finales del XVIII. La Compañía y Cofradía
Militar de Caballeros Hijosdalgo de Albarracín 25 se fundó tardiamente, en Enero de
1673, bajo el patronazgo de Santiago, aunque su real funcionamiento tuvo lugar a partir
de abril de 1686 y siendo Mayordomo Clavario Don Juan de Santa Cruz y Nardués,
Caballero de Santiago, Ayuda de Cámara y del Consejo de Su Majestad y Secretario en
el Consejo Supremo de Aragón. .Los linajes fundadores fueron Perez de Santa Cruz-
Arganza, Sanchez-Monterde, Tobía de Montoya, Monterde-Ripalda, Monterde-
Antillón, López de Arganza, Indurain, Navarro de Arzuriaga, Dolz de Espejo, Sepúlve-
da y Santa Cruz-Nardués. Las Ordenanzas fueron aprobadas por D.Felipe V el 5 de Oc-
tubre de 1720 y corregidas en 1735. La Cofradía se estableció en el interior de la Iglesia
de Santiago. Continuó su vida hasta fines del siglo XVIII, cuando desaparecieron de la
ciudad la mayor parte de las familias fundadoras, salvo los Asensio de Ocón y los Nava-
rro de Arzuriaga, aunque todavía en 1832 celebró la fiesta del patrón.
3.1. AZAGRA: Los estudios sobre el linaje Azagra y las gestas, alianzas fami-
liares y equilibrios políticos de los Señores de Albarracín, como señalan Antonio Ubieto
y Marina Gonzalez Miranda, hacen habitualmente referencia a clásicos como la Crónica
Navarro-Aragonesa de Palacio, la Crónica de San Juan de la Peña, los Anales de Jeró-
nimo Zurita o los de Moret sobre la historia de Navarra y, naturalmente a Salazar y Cas-
tro al estudiar la Casa de Lara. Hoy, además de al “Príncipe de los Genealogistas”, ha
de seguirse a Almagro Basch26, que precisa y corrige documentalmente algunos datos y
fechas de Salazar y Castro, a Lacarra27, a Ubieto y Gonzalez-Miranda28 y a Salazar
25
ANGULO SAINZ DE VARANDA J La Cofradía de Caballeros de Santiago de Albarra-
cín,inédito, Zaragoza, 2005. La documentación sobre esta cofradía se conserva en Albarracín,
en el archivo particular de la Casa Dolz de Espejo-Navarro de Arzuriaga, hoy de sus sucesores
del linaje Angulo, y básicamente consta del Libro de Fundación y Establecimientos, los memo-
riales genealógico-nobiliarios de sus linajes, la Adición y Corrección de los Establecimientos,
el Libro de Acuerdos, Resoluciones y Memorias y el Libro de Cuentas.
26
Véanse los Libros del Dr.Almagro Basch citados en las notas 3 (Lara) y 12 (Azagra)
27
Véase el estudio de J.Mª. LACARRA sobre el Rey Lobo de Murcia citada en la nota 1
28
GONZALEZ MIRANDA M. Y UBIETO ARTETA ANT. “Antecedentes familiares de Don
Pedro Ruiz de Azagra, Señor de Albarracín”, en Revista Teruel Nª 10, Julio-Diciembre de 1953,
trabajo que obtuvo el Premio de Diputación Provincial de Teruel en el I Certamen Literario de
Albarracín celebrado en ese año. En este estudio se detallan minuciosamente todos los actos
jurídicos donde se constata la presencia de los Azagra navarros en las tenencias y servicios re-
gios según la documentación medieval del Archivo General de Navarra, de la Catedral de Tude-
la, del Cartulario de Fitero, del Cartulario del Temple y de otros del Archivo Histórico Nacional,
así como de los distintos Cartularios y Colecciones diplomáticas publicadas. Un resumen de este
trabajo y de otras fuentes sobre la familia Azagra esta constituido por el trabajo -inédito- de F.
Acha, este último al exponer la muy interesante y curiosa genealogía matrilineal de
S.M. la Reina Doña Sofía, como descendiente en línea directa ininterrumpida de la úl-
tima Señora de Albarracín29.
Los titulares del señorío de Albarracín y su Sierra del linaje Azagra fueron cin-
co:
1º Don Pedro Ruiz de Azagra fue el primer Señor de Albarracín, por merced del
Rey Lobo hacia 1170, debida posiblemente a la prestación de servicios bélicos y mer-
cenarios en las complejas políticas de alianzas y defensas del reino taifa de Murcia, tan-
to con los reinos cristianos como con los poderes árabes.
Era Don Pedro hijo de Rodrigo Azagra y nieto de Lope Garces, Señor en Este-
lla de 1166 a 1124 y luego en Aibar y en Ayerbe, que no se ha de confundir con otro
Lope Garcés “Peregrino”, Señor en Pedrola y en Alagón y su consuegro. Don Lope
Garcés estuvo siempre junto Pedro I y Alfonso I de Aragón en sus expediciones y con-
quistas. Casó don Lope con doña María y tuvo en hijos a Gonzalo y Rodrigo, siendo
éste último el padre del primer Señor de Albarracín30.
Gonzalo de Azagra fue Señor en Funes, Ablitas y Tudela y murió en 1158, de-
jando su caballo y armas a la Orden del Temple. Había casado con María de Murieta y
dejaron en hijos a Pedro, Rodrigo, Martín y Taresa, que se afincaron en Navarra.
Don Pedro, el primer Señor de Albarracín, fue Señor de Estella y de Tudela, pa-
só su vida preferentemente en Castilla y a veces en la Corte de Alfonso II de Aragón
que le dio Daroca; aunque el discutido tratado de Ariza y los pactos de Agreda y de
DEL CAMPO GIRON, antiguo Secretario del Ayuntamiento de Albarracín, Los Azagra, Seño-
res Soberanos de Albarracín. También la Miscelánea Turolense 1891-1901, de GASCON Y
GUIMBAO, reeditada en Teruel en 1993, en la pag. 176, presenta un árbol genealógico de los
Azagra, con algunas inexactitudes, hecho a finales del siglo XIX y debido a F.S. CASADO.
29
SALAZAR ACHA J. “Una genealogía aragonesa de la Reina de España: su descendencia de
los Señores de Albarracín”, Revista AHISDES 5, 1976, pags. 40-44, ampliando y precisando el
artículo de Nicolás de BAUMGARTEM “El origen femenino (en línea directa) de S.M. la Reina
Doña Victoria Eugenia de España”, en Revista de Historia y Genealogía Española, 1928, pags.
570 a 573.
30
El testamento de Don Lope está publicado por LACARRA J.M en Documentos para el estu-
dio de la reconquista y repoblación del Valle del Ebro, con el nº 66, pag. 81, de Textos Medie-
vales-62, Anubar Ediciones, Zaragoza 1982.
Castro Verdejo de los Soberanos castellanos y aragoneses intentaron sin éxito acabar
con el nuevo Señorío. Mantuvo heredamientos en Navarra y la protección de sus Mo-
narcas. A él se debe la creación en 1172 de la sede episcopal de Albarracín, dependiente
de Toledo, por acuerdo con el Arzobispo Don Cerebruno y a favor del canónigo toleda-
no Don Martín. Con ello D. Pedro afirmaba su soberanía e independencia y un estatus
propio separado de las ambiciones de Aragón y del Obispo de Zaragoza. Salazar y Cas-
tro dice que casó con doña Toda Perez de Arazuri, teniendo en hijos a Sancho, que pre-
murió a su padre, y a Toda, segunda mujer de don Diego López de Haro “el Bueno”,
Señor de Vizcaya y Alférez Mayor de Alfonso VIII El primer señor de Albarracín murió
el 16 de Noviembre de 118631, sucediéndole su hermano Fernando
2º Don Fernando Ruiz de Azagra, segundo Señor, fue gran amigo de Alfonso II
de Aragón, por lo que recibiría los Señoríos de Tarazona, Daroca, Teruel y Calatayud.
Casó con Teresa Ibáñez , hija de don Juan Vélez, Señor de Alava, Oñate y Guevara, con
quien procreó a Gonzalo Fernandez (que fue Castellano en Burbáguena y en Ródenas),
a Sancho (gran señor en Navarra y en Villafeliche desde 1257, casado con Sancha Jor-
dán), a Lope Ortiz de Estúñiga y a Pedro Fernandez de Azagra, tercer Señor. Dispuso
sus últimas voluntades al menos cuatro veces. En su primer testamento, de 1190, donó
el Señorío a la Orden de Santiago, en la que profesó. Luego, tras su enlace matrimonial,
testó en 1192 y dispuso de sus bienes en Navarra a favor de su bastardo, Pedro Fernan-
dez, ya caballero de Santiago cuando casó su padre, y de Albarracín a favor de su legí-
timo hijo Pedro pero bajo tutela de la Orden hasta cumplir los veinte años. En el tercer
testamento, de 1193, volvió a entregar el Señorío a la Orden de Santiago, a cambio de
tierras y bienes para su mujer y su hijo y con prohibición de separarlo de Aragón y de
disponer de él. En el cuarto, en 1194, definitivamente legó el Señorío a su hijo Pedro.
Murió en 1196.
3º Don Pedro Fernandez de Azagra II, tercer Señor, estuvo próximo a Castilla
durante su juventud, tanto por su madre castellana como por ser pupilo de la Orden de
Santiago, a la que incluso prestó homenaje en 1210, consiguiendo independizarse de
ella dos años después a cambio de entregarle el castillo de Huélamo. Se acercó luego a
Sancho VII el Fuerte de Navarra, para ser finalmente un gran defensor de Jaime I de
Aragón, consiguiendose la tutela del joven Rey para el Obispo de Albarracín, don Rai-
mundo Hispan, y el gobierno de la frontera sur del Reino para el Señor de Albarracín.
Las luchas y envidias nobiliarias aragonesas separaron temporalmente al Señor de Alba-
rracín y al joven Rey que incluso llegó a sitiar infructuosamente la ciudad en 1220. Po-
cos años después D.Pedro recuperó la privanza regia y participó en la conquista de Va-
lencia como principalísimo Capitán y partícipe en la organización y en los Fueros del
nuevo Reino. A él se debe la constitución de la Comunidad de Albarracín para el mejor
poblamiento del territorio y el primer Fuero en 1222, así como la consolidación de sus
vinculaciones con el Monasterio de Piedra, que sería archivo y enterramiento de los
Señores de Albarracín. Casó con doña Elfa, hija de don García Ortiz, Señor de Ricla y
de Aranda y tuvieron a “Ferran Roderici”, luego - no se sabe porqué- llamado “Alvar
Periz”, a Pedro Fernandez, a Toda, a Teresa y a García Ortiz.
4º Don Alvar Perez de Azagra, cuarto Señor, tuvo también la confianza de Jai-
me el Conquistador, aunque los pleitos por la diócesis de Segorbe le inclinarían a Casti-
31
El año lo atestigua el Libro de los Jueces de Teruel (ms. 1.170 de la Biblioteca del Palacio
Real de Madrid) y el mes y día el Obituario de la Catedral de Pamplona, publicado por
A.Ubieto en Pamplona en 1954.
lla. Mientras su hermano don García se ocupaba de las guerras, él debió administrar con
cuidado sus estados, todos empeñados a don Andres de Liñan para conseguir pagar las
enormes deudas de su padre. Dio distintos privilegios a sus villas y algunos importantes
Fueros a su Estado sobre elecciones de cargos, supresión del impopular monedaje y
obligación de juramento de las leyes por los Señores. También incorporó económica-
mente el lugar de Santa Eulalia a Albarracín 32. Conforme a los acuerdos de su padre en
1238 con Teobaldo II de Navarra, casó en 1243 con doña Ines, hija del Rey de Navarra
y Conde de Champagne. Para algunos autores doña Inés era hija natural, ignorándose el
nombre de la madre, y para otros era hija legítima del rey y de la reina Margarita, ésta
hija de Archimbaldo VIII, Señor de Borbón y de Beatriz de Montluçon33. Tuvieron dos
hijas, Teresa, que sucedió en el Señorío y Elfa. Doña Elfa casó con don Jaime de Jerica,
hijo natural de Jaime I “el Conquistador” y de doña Teresa Gil de Vidaure, llevando en
dote las tierras familiares en Valencia.
32
El pueblo de Santa Eulalia, llave de los caminos a la tierra del Rio Jiloca y a la Comunidad de
Daroca, lo tenían los Azagra por merced de los reyes de Aragón. Al conceder D.Alvaro, por sí
mismo y con acuerdo regio, derechos ganaderos, de leñas, aguas, yerbas y pastos a los vecinos
del lugar en igualdad con sus súbditos de Albarracín integró de facto el lugar en su Señorío. El
privilegio, que transcribe Almagro en la obra citada en Nota 12, pags.324 a 328, contiene un
conjunto de testigos que son sin duda principales personajes de la Corte de Albarracín: entre
ellos don Gil Sanchez-Muñoz, en nombre del Rey, don Gil Ximenez, don Martín Perez de
Bruade, D.Fortún Aznarez d’Ascaron, don Ximen Perez de Teruel, don Xemen de Tonya, don
Sancho Capiscol, don Bartolomé y don Pedro Bonacha, don Gil Sanchez Çorico, don Juan y
don Martín Gonzalvez de Heredia, don Xemen Pérez de Iranzo, don Garcí Ochova, y el Alcaide
Pedro Jordán, el Juez, los tres alcaldes de las tres parroquias de Albarracín y el alcalde Mayor-
domo en nombre de la Comunidad de Aldeas.
33
Véase el estudio de SALAZAR ACHA J. citado en la Nota 27
Los últimos Señores de Albarracín de la Casa de Azagra tuvieron en hijos a
Juan y a Juana. Don Juan caso con doña Isabel, hija de doña Blanca de Molina, incor-
porando así aquellas tierras de los Manrique a sus otros señoríos e intitulándose Señor
de Molina y de Mesa; aunque al fin Molina pasará a la Corona castellana en 1293 con
los reyes Sancho IV y Doña María de Molina. Doña Juana Núñez, que, ante la falta de
sucesión de su hermano Juan, sería la Señora de la casa de Lara, Lerma, Herrera y Due-
ñas, ya viuda del Infante Don Enrique, casó en 1308 con don Fernando de La Cerda,
Mayordomo Mayor del Rey de Castilla e hijo de Don Fernando “el de la Cerda”, infante
heredero de Castilla, y de la princesa Blanca de Francia.
En efecto, según documento del Cabreo del Monasterio de Piedra, que conserva
el Archivo Histórico Nacional, el 23 de Julio de 1257 el rey de Aragón permutó con don
Sancho sus lugares de Peñalba y Torre los Arcos por Villafeliche. En 1325 era señor de
esta villa Pedro Ruiz de Azagra, cuya hija, Emilia, Señora del lugar, casó con Fernán
López de Luna, señor de Ricla. De este linaje y casa de Villafeliche parece que fue don
Juan Ruiz de Azagra, natural de Romanos, aldea de la Comunidad de Daroca, Secretario
de la embajada que el Emperador Rodolfo II envió al Papa Gregorio XIII en 1576 con
motivo de su exaltación al imperio y luego a Felipe II. A este don Juan, el 10 de No-
viembre de 1594, le hizo donación el Cabildo de Daroca de la actual y hermosa capilla
plateresca del Patrocinio, también llamada de la Asunción, de la Virgen Goda y de los
Ruices 34. El acto de donación ante el Notario Miguel Nuño, que transcribe parcialmente
34
FR. ROQUE ALBERTO FACI Aragón, Reino de Cristo y dote de María Santísima, fundado
sobre la columna immobil de Nuestra señora en su Ciudad de Zaragoza, aumentado con las
apariciones de la Santa cruz, Santísimos Mistyerios, Milagros del Santísimo Sacramento, Ima-
genes singulares de Christo Nuestro Señor, y con las Aparecidas, Halladas, Antiguas y Mila-
grosas de Nuestra Señora en el mismo Reyno, en Zaragoza, por Joseph Fort, 1739 para la Pri-
mera y Segunda parte y por Francisco Moreno, Zaragoza 1750, para la Tercera y Cuarta; reim-
presión facsimilar realizada por la Diputación General de Aragón en 1979 con ocasión de los
Congresos Mariano y Mariológico Internacionales reunidos en Zaragoza en dicho año. El Padre
el Padre Faci, hace referencia al antiguo señorío en Daroca de los primeros Señores de
Albarracín y a que los padres, abuelos y antecesores del donatario eran devotos parro-
quianos de la Iglesia de los Corporales.
3.2. MONTERDE
Son una de las familias más antiguas del Señorío de Albarracín. Citas de los
Monterde aparecen muy tempranamente: en 1273 don Sancho Monterde es testigo de la
donación de Toyuela hecha por don Juan Nuñez de Lara36 y posiblemente fue el funda-
dor en 1294 del mayorazgo que poseían todavía en el siglo XVIII sus descendientes
pasados a México. En 1342 testó Romero Sanchez Monterde, Dean de Albarracín y
Segorbe, hijo de Sancho Monterde y de Paz Yusta, ocupando este deanato diez años
después un Garcí Perez de Monterde37. En 1382 era Alcalde Romeo Sanchez Monterde
En los años finales del XIV tuvieron lugar los tremendos bandos de los Monterde y los
Toyuela contra los Bonache y los Torres, ya comentados, a los que quiso poner fin la
sentencia arbitral de Arnaldo de Eril. En 1391 era Alcalde de Albarracín Antón San-
chez Monterde, procurador del Concejo Gil Sanchez Monterde y Regidor Garcí Perez
Faci trata de la Capilla del Patrocinio en las pags.317 y 318 del Tomo I, corrigiendo y amplian-
do el texto en la pág. 141 del T.II. De la Santas Imágenes de Nª Sª de Albarracín y de los Aza-
gra trata en las pags. 138 a 142 del Tomo II.
35
Pags. 138 y 139 de la Segunda parte, Tomo II, de la obra del P.Faci citada en la nota anterior.
36
Véase la cita efectuada en la Nota 6
37
TOMAS LAGUÍA C.Catálogo de la sección de pergaminos del archivo de la S.I.Catedral de
Albarracín, Teruel 1955, pergamino 67.
de Monterde. En 1496 era Baile Juan Fernandez Monterde y en 1534 Pedro Monterde
era Juez de Albarracín38 y en 1574 encabezaba Pedro Monterde las propuestas para que
Albarracín pudiere acudir al Justicia de Aragón. En 1592 Juan Sanchez Monterde fue
uno de los castigados por las Alteraciones de Zaragoza.
En Sos del Rey Católico (Huesca), existió una importante rama de los Monterde,
vinculada con los Monterde de Albarracín. De allí procedió don José Sanchez Monter-
de, Polo, Pérez de Funes y Martínez de Viñedo, bautizado en Albarracín en 1695 y Ca-
ballero de la Orden de San Juan en 1712. Su madre, Catalina, era de Ademuz, en los
límites de Teruel y Valencia, y su padre, Antonio Baltasar, su abuelo Melchor, su bis-
abuelo Gaspar y su tatarabuelo Melchor, fueron todos de Sos. La genealogía de los
Monterde de Sos puede establecerse con los expedientes de la Orden de San Juan de los
parientes de don José Sanchez Monterde, Gaspar Monterde, Español de Niño, Monterde
y Lozano, Caballero en 1658, y Gaspar Monterde, Español, Rada y Frontín, Caballero
en 1596, ambos de Sos39.
38
Así consta en la documentación del Archivo de la Ciudad de Albarracín, cuya catalogación
efectuó CARUANA GÓMEZ DE BARREDA J., publicándola el Instituto de estudios Turolen-
ses en 1955; con la que actualiza y continúa el Indice que efectuó en 1661 el Notario Nicolás
Pérez de Toyuela.
39
Los expedientes de José Sanche Monterde y los de los dos Gaspar Monterde se conservan en
la Sección de Ordenes del Archivo Histórico Nacional, con las signaturas 24.504, 24.503 y 24.
601 respectivamente.
40
Sus Expedientes figuran en el Archivo Histórico Nacional con las signaturas 24.631 y 24.630.
41
Pueden verse las armerías citadas en GARCÍA-MENACHO OSSET E Caballeros Aragone-
ses de la S.O.M de Malta en el siglo XVIII, Prensa y Ediciones Iberoamericanas, Madrid 1995.
miento de la Losilla Alta a Juan Monterde-Antillón, quien en unión de su esposa Doña
Francisca Aliaga, lo revendió a D.Juan Asensio de Ocón, loando la escritura de 1704
sus hijos Juan, José, Antonio y Rosa Monterde-Antillón
42
Sus Expedientes figuran en la sección de Ordenes Militares del Archivo Histórico Nacional
con los números 1697 y 1698. Ambos eran hijos de Gerónimo Monterde-Antillón y de Clara
Antonia de Serrucha, nacida en Portugalete (Vizcaya), nietos paternos de Gerónimo Monterde y
Jerónima Asensio Bellido y bisnietos “del Magnífico Pedro Monterde y Ana de Aliaga”. Sus
pruebas de nobleza se efectuaron por declaraciones testificales y por el ejercicio de oficios “de
Jurados y otros de la república”.
43
Los datos sobre los Monterde y Antillón mexicanos han sido facilitados por D.José Ignacio
Conde y Cervantes, Marques de Salvatierra de Peralta, cuya madre, Doña Mª Teresa Cervantes,
Marquesa de Rivas-Cacho, es también Condesa de la Presa de Jalpa.
44
Su breve expediente se conserva en el Archivo de la R.M.C. de Ronda, sin signatura especial.
Consta su pertenencia a la Maestranza desde el 20 de Enero de 1800.
C. Esteras 45 ha estudiado los ricos regalos que enviaron los Monterde y Antillón
Mexicanos a Albarracín; alguno de los cuales dio lugar a pleitos entre el Cabildo y los
parientes Monterde de la ciudad cuando estos recibieron unas magníficas lámparas de
plata -hoy en el despacho y cámara del Palacio Episcopal- que se negaron a entregar por
haber llegado en mal estado. El destino de las lámparas era la Capilla de San Antonio y
San Sebastián en la Catedral, de patronato de los Monterde y de los Toyuela. Una de las
grandes lámparas votivas de plata, de fina orfebrería aunque sin marcas del platero, la
dio don Luis Monterde en 1706, la otra fue donada por don Diego Monterde y se entre-
gó en 1746. D.Gerónimo Monterde, a su vez, donó seis exquisitos blandones de plata.
Don Luis fue también el donante den 1714 de la Custodia Mayor de la Catedral, en cuyo
pié se encuentran las armerias de la familia en al anverso y en el reverso y que esta
hecha de plata sobredorada con el viril de oro con 72 esmeraldas cuadradas.
Posiblemente fue en el siglo XVII cuando los Monterde entroncaron con los An-
tillón 46, una de cuyas ramas se asentó desde antiguo en Teruel, Mora y Santa Eulalia,
que incoaron proceso para el reconocimiento de su Infanzonía en 1628. Desde entonces
usarían los Monterde el apellido conjunto; si bien no usaron las armas tradicionales de
los Antillón. Estas eran de azur cinco estrellas de oro, o bien un cuartelado con 1º y 4º
de oro con cinco armiños de sable y 2º y 3º de gules con un creciente de oro y también
un cuartelado 1º y 4º de oro la Tau azur de los miembros de la Orden de los Antoninos,
como los Martinez-Rubio de Ródenas y de Albarracín, y 2º y 3º de azur con las cinco
estrellas de oro. La familia Antillón fue agraciada por la Reina Isabel II, en 1849, con el
título Condal de esa denominación, a favor de doña Mª Josefa Piles y Rubín de Celis,
viuda de don Isidoro de Antillón y Marzo, nacido en Santa Eulalia en 1778 y destacado
geógrafo, naturalista, firme político liberal y Diputado de las Cortes de Cádiz, quien ya
a los 16 años había escrito una Descripción orográfica, política y física de Albarracín
45
ESTERAS MARTIN C. “Orfebrería hispanoamericana en la Catedral de Albarracín”, Revista
Teruel, Nº 43, Enero-Junio de 1970, pags 5 a 72. La descripción de las lámparas, blandones y
custodia mayor donadas por los Monterde mexicanos en las pags. 55 a 69.
46
En 1564 el Cabildo de Albarracín tenía fuertes pleitos con Catalina Sanchez Monterde, viuda
de don Tomás Antillón, infanzón y habitante en Albarracín, por censos cargados sobre la tierra
de La Sabina en la vega de la ciudad, según consta en un Acta capitular de 1 de Marzo, citada.
por TOMAS LAGUÏA en el Catálogo referido en la nota 35. En el expediente de la Orden de
Calatrava de 1703, citado en la Nota 38, figura la partida de Bautismo de un tío paterno de los
Pretendientes, hermano entero de su padre, en la cual los abuelos son Gerónimo Monterde y
Gerónima Marchante y Antillón, en lugar de Jerónima Asensio Bellido.
Las armas de los Monterde de Albarracín se conservan en las piezas de orfebre-
ría de la Catedral, en gravados hechos en México para dos tesis patrocinadas por los
Monterde, en la Carta de Creación del Condado de la Presa de Jalpa47, en el Expediente
de la Orden de Calatrava de 1703 y en tres labras de piedra en Albarracín: una en la
Casa Solar de la calle de la catedral que hoy poseen los Almagro, otra en la Casa Gran-
de del Arrabal y la tercera colocada modernamente en la fachada del actual Albergue
Rosa Brios 48. El escudo de la Casa Solar, que tiene dentro de la punta una cinta con la
divisa Spes mea in domino, es partido: 1º una flor de lis sobre unas peñas surmontada
por siete cartelas puestas en palo 3-1-3 y 2º un águila exployada; con la misma compo-
sición y sin colores ni metales, figura con una excelente yesería en el techo del lucerna-
rio de la escalera de la casa. El escudo de la Casa Grande, con un extraño yelmo contor-
nado a la diestra, es una representación más tosca y primitiva de las mismas armas y su
divisa. El escudo que hoy se encuentra en el Albergue Rosa Brios es también un partido:
1º un monte bien representado surmontado por una lis y 2º el aguila, con bordura jaque-
lada de dos órdenes, sin divisa y sostenido por dos putti.
Los Monterde-Antillón mexicanos usan sus armas puras que son el monte sur-
montado de una flor de lis, curiosamente sin el águila y también sin la divisa. Los gra-
bados universitarios citados presentan un escudo cuartelado, cuyos esmaltes y colores se
toman de la Carta de Creacción del Condado de la Presa de Jalpa que sí los contiene: 1º
de azur un monte de oro sumado de una lis de lo mismo 2º de plata tres barras de gules
(que en la Carta del Condado se convierten en fajas) 3º de oro un arbol terrazado de su
color y 4º, cuartelado a su vez con las armas de los Asensio de Albarracín, 1º y 4º de
azur un brazo moviente de la diestra, de plata, con una rama vegetal en la mano de su
color, 2º de gules cuatro torres de oro, puestas 3 y 1 y 3º de oro un arbol terrazado de su
color.
47
Son muy similares y han sido facilitados por D.José Ignacio Conde y Cervantes desde su ex-
celente y rico archivo y biblioteca familiar. El primero es de 1705 y se conserva en el Archivo
General de la Nación, Universidad, vol. 369, hoja 564. El segundo es de 1740 y figura en el
mismo Archivo, vol.266, hoja 443. También se debe al Marqués de Salvatierra de Peralta la
reproducción del escudo pintado por Ortega en la carta de Creación del Condado de la Presa de
Jalpa.
48
Esta labra heráldica quizás proceda de una casa que los Monterde tenían en la calle Santiago.
TOMÁS LAGÚIA C., en su artículo citado en la Nota 23 sobre la Geografía urbana de Alba-
rracín, se refiere a un censal otorgado en 1663 por el Canónigo don Miguel Martínez de Espejo
y cargado sobre una casa de su propiedad, situada junto a la de la Comunidad de Albarracín, que
por la parte arriba confronta “ ….con casa de Juan Monterde Antillón, notario, infanzón, ciuda-
dano y domiciliado en dicha ciudad y calle real que se ba de la parroquia de Santiago a la dicha
puerta de Molina”.
En 1733 la Casa Solar de los Monterde -hoy de la familia Almagro-, que era
propiedad del regidor don Francisco Sanchez Monterde y Villanova, fue ocupada por
las Escuelas Pías y cinco años después vendida a los Navarro de Arzuriaga.
Jaime de Espejo, que continuó la casa de Albarracín, fue Alcaide del lugar de
Gea y murió en Teruel en 1547, veinte años antes que su esposa, Catalina Palomar. En
1541 y 1542 compró casas colindantes a la que ya poseía en Albarracín en el Portal de
49
Sobre los Vicente de Espejo, véase FUERTES DE GILBERT ROJO M. “Hitos de Calamocha
en la Historia de Aragón: momentos históricos y linajes”, en Revista XILOCA, del Centro de
Estudios del Jiloca, Calamocha (Teruel) 1987.
50
Arboles Genealógicos y datos familiares recibidos de D.Jaime y D.José Angulo Sainz de
Baranda, con base en la documentación de su archivo familiar.
51
FRAY MANUEL GARCÍA MIRALLES “Linajes de Albarracín: la casa de los Dolz de Es-
pejo”, premio de la Diputación Provincial en el XI Certamen Científico de Albarracín, Revista
Teruel nª 33, Teruel 1965, pags.1 a 47, con textos documentales anexos procedentes del Archivo
de la Casa Dolz de Espejo de Albarracín y TOMAS LAGUÍA C.en su estudio citado en la nota
22.
52
Aunque la genealogía y documentación de los espejo de Albarracín se continúa desde Jaime
de Espejo, ya en 1302 se cita a don Alvar Ruiz de Espejo, vecino de Albarracín en un reconoci-
miento de los derechos del Cabildo en la partida de Loparde y en 1326 hay una concordia sobre
esas tierras entre el Cabildo y Catalina Alvarez de Espejo, casada con Garcí Sanchez de Arana.
Así figura en TOMAS LAGUÍA C. Catálogo de la sección de Pergaminos del Archivo de la S.I.
catedral de Albarracín, Teruel 1955 . En 1260 el Rey Jaime I reconocía deber a Pedro de Espe-
jo, de Teruel, 700 sueldos por un caballo que había adquirido para su hijo don Fernando San-
chez y en 1360 don Rodrigo Alvarez de Espejo era Mayordomo de la antigua Cofradía de Caba-
lleros de San Jorge en Teruel, según cita LOPEZ POLO A. en Catálogo del Archivo General
Eclesiástico, Teruel 1965, pergamino 125, documento 148
Teruel. Estas casas serían reformadas en 1632 por su bisnieto Jaime de Espejo y por su
quinto nieto Juan Dolz de Espejo y Sanchez-Muñoz, a quien se debe posiblemente el
actual aspecto del palacio y de los testimonios heráldicos que contiene. De Jaime de
Espejo y Catalina Palomar descienden dos líneas, la de Albarracín con su hijo Juan,
casado con María Castellanos y enterrado en 1600 en su capilla de San Juan Bautista de
la Parroquia de Santiago, y la de Teruel, con su hija Catalina de Espejo, casada con Pe-
dro Dolz, que vivían en la casa turolense que la tradición atribuye a los Amantes, posi-
blemente recibida por entronques con los Marcilla y los Pérez-Arnal, rama que en el
siglo XVIII fue agraciada con el Título Condal de La Florida 53.
Con los Dolz de Espejo tuvo lugar el entronque por el matrimonio de Mencia de
Espejo y Heredia y su primo tercero Juan Tomás Dolz de Espejo y Gómez en el siglo
XVII. Los Dolz son un linaje presente en Teruel desde su conquista en 1176. Se citan
entonces como capitanes de Alfonso II a Vicente y a García Dolz y a otros Dolz en la
conquista de Valencia y en la de Mallorca e Ibiza. Parece que se establecieron en el
Castellar, de donde algunos tomaron apellido, en la segunda mitad del siglo XIV, siendo
dueños de la fortaleza y pardina de Ares y de la Torre de los Dolz. Desde allí se asenta-
ron en varias localidades turolenses (Cedrillas, Allepuz, Caminreal, Formiche, Arcos
etc) y en Valencia 54.
Los muebles heráldicos propios de los Espejo y de los Dolz, son los espejos y la
granada. La casa de Albarracín ostenta sobre la puerta principal una magnífica labra,
53
El título fue concedido el 8 de Junio de 1798 don Pedro Federico Dolz de Espejo, Pomar,
Borrás y Tudela, nacido en Teruel el 4 de Julio de 1750, Regidor Perpetuo de Teruel y Caballe-
ro de Carlos III desde el 29 de Abril 1972. Sus hermanos Jerónimo, Manuel y Federico fueron
Caballeros de la orden de San Juan en 1744, 1766 y 1775 respectivamente.
54
Un amplio y documentado estudio de los Dolz del Castellar, inédito, ha sido efectuado por
DOLZ DEL CASTELLAR ALVARGONZALEZ L. para el Master en Derecho Nobiliario,
Genealogía y Heráldica de la Facultad de Derecho de la U.N.E.D, en Madrid 2005.
55
Los expedientes de don José y don Tiburcio Jacinto se conservan en la Sección de Ordenes
Militares del Archivo Histórico Nacional, con las fechas de 1668 y 1685 y las signaturas 24392
y 24291 respectivamente.
timbrada con un coronel, flanqueada de “puttis” y acolada a una cruz floronada, que
presenta un escudo cuartelado, 1º cinco espejos puestos en aspa (Espejo), 2º cinco torres
puestas en sotuer (Heredia), tercero una granada abierta (Dolz) y 4º un león empinado a
un palo y coronado (Iñigo). En el interior del palacio, en la escalera, figura un especta-
cular blasón barroco en madera policromada y dorada, posiblemente de la época de
D.Tiburcio Dolz de Espejo, Espejo, Sanchez-Muñoz y Serrano, también con un coronel
al timbre y acolado a la cruz de la Orden de San Juan a la que perteneció D.Tiburcio. Es
un escudo cuartelado: Primero, cortado, 1º en campo de gules una granada abierta de
oro (Dolz) y 2º de gules cinco espejos de plata puestos en aspa (Espejo); Segundo, cuar-
telado en cruz, 1º y 4º de gules una cruz floronada de oro y 2º y 3º de oro y sobre el todo
bordura cargada de ocho aspas de oro sobre gules y de ocho armiños sobre plata alter-
nados (Sanchez-Muñoz); Tercero: de gules cinco torres de plata puestas en sotuer
(Heredia) y Cuarto: cuartelado con una bordura de azur cargada de ocho lises de oro, 1º
y 4º de gules, un león de plata empinado a un palo de lo mismo (Inigo) y 2º de azur un
ciprés de plata y 3º de azur una torre de gules, acompañada en los flancos por dos espe-
jos de oro.
El linaje de los Espejo poseyó otras casas además de la del Portal de Teruel cita-
da. En la calle del Portal de Molina tenían una gran casa a continuación de la de la Co-
munidad de Albarracín y colindante con la que Juan Monterde-Antillón poseía entre
esta calle y la de Santiago. A ella se refiere en 1663 el Canónigo Doctoral de la catedral
don Miguel Martínez de Espejo, hijo de Juana Martínez de Espejo y Miguel Jerónimo
Fortuño de Marcilla.
En Gea de Albarracín existe también una capilla dedicada a la Virgen del Pilar,
en el lado de la Epístola, con patronato de los Dolz de Espejo. Tras las repoblaciones de
la villa consecuentes a la expulsión de los moriscos, se hizo la capilla en 1689 por don
Pedro Dolz de Espejo y Arnal, gobernador de la villa por don Juan Miguel Fernánez de
Heredia, V Conde de Fuentes, I Marqués de Mora y Caballero de Calatrava. Las armas
de los Dolz de Espejo están en el remate de la Capilla y en la capillita anexa dedicada a
la Purísima Concepción. En Teruel los Dolz de Espejo obtuvieron en 1579 y en 1584 la
confirmación del patronato de la capilla de las Once Mil Vírgenes en la catedral, que
había pertenecido desde principios del siglo XV a sus antecesores Martínez de Marcilla.
También en 1579 se les confirmó el patronato y derecho de sepultura en la capilla de
Santa Isabel en la catedral.
56
José Navarro de Arzuriaga tenía importantes intereses en el comercio de lanas, de gran desa-
rrollo en el Aragón de su época y especialmente en Teruel y en el que intervenían numerosos
franceses, pese a las limitaciones o prohibiciones sobre el comercio con ellos de las Cortes ara-
gonesas. Su gran casa y depósito de lanas en Calamocha (Teruel) fue vendido por él, el 4 de
Agosto de 1690, a Antoine Ribier Pougheol, natural de Ally-Mauriac en la Auvernia francesa,
afincado a mediados de ese siglo en Daroca y que desarrollaría en Calamocha un martinete de
cobre y un importante lavadero de lanas. La casa se conserva en la Plaza del Peirón de Calamo-
cha blasonada con las armas de Rivera. Así consta en el acto autorizado por el Notario Melchor
Osset, protocolo 1135 del archivo de Protocolos de Calamocha.
57
Los Martinez del Vayo estaban asentados en Ródenas, localidad próxima a Albarracín, y en-
troncaron con distintas familias de la serranía y de los llanos turolenses. Tenían en la iglesia
antigua y en la nueva de esa localidad capilla propia, la segunda del lado del Evangelio, dedica-
da a la Virgen del Rosario. Violante Gertrudis Martínez del Vayo, casó con Miguel González,
de Villar del Cobo, y su nieta Violante casó con don Juan José Julián, de San Martín del Rio
Jiloca. En 1704 estos cónyuges rehicieron la capilla en la actual Iglesia de Ródenas, donde se
conserva su casa en poder de sus descendientes. La capilla ostenta las armerías de los Martinez
del Vayo: una columna cantonada de cuatro piñas y surmontada por tres estrellas puestas en
faja. Poco, después, en 1731, don Juan Martinez del Vayo, Canónigo y Tesorero de la catedral
de Teruel fundó una importante capellanía laical en Santa Eulalia del Campo con las sólidas
rentas de su masía de Las Granjas, situada entre esta localidad y Cella. La explotación agraria y
el beneficio eclesiástico fue sucedido por los Fuertes de Santa Eulalia, ya que don Miguel Agus-
tín de Fuertes había casado en 1666 con Isabel Martínez del Vayo Gómez de Liria, de quienes
fue Albacea testamentario el Canónigo. Mas tarde, Mosén Segundo Fuertes de Gilbert Vazquez
de Torremilano, en 1859, recibió de su padre y hermano primogénito la donación de la heredad
de Las Granjas, y de la pequeña Iglesia dedicada a la Sagrada Familia que en ella existía, apro-
vechando la extinción de los mayorazgos y del Vínculo de los Fuertes fundado por los abuelos
de Mosén Segundo, Don Pedro José de Fuertes Gómez de Liria y Doña Joaquina Mateo de Gil-
bert Blas de Espulgas.
D.Pedro Navarro de Arzuriaga Lasala casó con Jerónima Dolz de Espejo y Espe-
jo, en quien, como se dijo, recayeron los vínculos y mayorazgos de su Casa al fallecer
sin descendencia su sobrino carnal Bernardo Dolz de Espejo. Los Navarro de Arzuriaga
llegarían a ser la primera familia de Albarracín, tanto por sus entronques matrimoniales
como por su enorme patrimonio. Este se fue incrementando con herencias familiares,
dotes y adquisiciones de bienes y casas de las otras grandes familias de la ciudad. Suce-
sivamente tuvieron lugar los matrimonios de Miguel Navarro de Arzuriaga Dolz de Es-
pejo con Teresa Mateos de Laguna; de su hijo Pedro con Alejandra Asensio de Ocón;
del hijo de éstos, José, con Isabel Fuertes de Gilbert, de los Ricoshombres aragoneses de
este linaje asentados en Santa Eulalia (Teruel); de Joaquín Navarro de Arzuriaga Fuertes
de Gilbert, con Pascuala Montesoro y Navarro, que pertenecía a la que quizás era la
primera familia de Molina de Aragón, y de su hija y heredera, Concepción, con don
Rafael de Angulo y Vicente de Espejo, quien era titular del rico mayorazgo de los Vi-
cente y Pasamonte en Calamocha (Teruel).
Sus descendientes entroncaron con los Santa Pau, de la Tierra Baja turolense y
los Matutano de la Iglesuela del Cid, en el Maestrazgo. Jaime de Angulo y Santa Paú
casó con la zaragozana Carmen Sainz de Varanda, poseyendo hoy sus hijos la casa y
los derechos históricos de estas familias.
En las labras heráldicas sobre las puertas de ambas casas y en las pinturas de la
Ejecutoria de 1648, así como en el lucernario del palacio de la calle Azagra figuran sus
armas, que la sentencia citada describe así “un escudo dividido en quatro cuarteles: en el
primero alto de mano derecha â habido y ay Un Buey en campo colorado y en el de al
lado unas Bandas o Barras azules en campo amarillo que cruzan todo el cuartel, i así el
de abajo que le corresponde, con que están ocupados dos quarteles, el alto de mano iz-
quierda i el bajo de mano derecha, i el ultimo quartel a tenido i tiene Dos Lobos asidos
al tronco de un arbol que ay en medio y el campo azul y sobre dicho Escudo una Celada
o Almete con un Letrero que dice Gloria vobis dedecus pravis”.
58
ANGULO SAINZ DE VARANDA J. El Archivo de los Asensio de Ocón, Zaragoza 2006,
inédito, aunque una parte del estudio tendrá una próxima publicación en la Revista Teruel, del
Instituto de Estudios Turolenses. Una gran parte del archivo de los Asensio pasó a los Navarro
de Arzuriaga, conservándose parcialmente tras la Guerra Civil de 1936-9. Entre la documenta-
ción existente figura un manuscrito, posiblemente del XIX, que da cuenta del estado del Archi-
vo y de la historia genealógica y económica de la familia, cuya trascripción constituye el objeto
del trabajo de D.Jaime Angulo. En el figuran numerosísimos datos tanto de los Asensio como de
otros linajes de Albarracín y de su Comunidad cuyos mayorazgos o bienes pasaron a los Asen-
sio, dada la fuerte endogamia y enlaces matrimoniales de las principales familias de Albarracín.
razgos de otros linajes. Afirmaban descender de Juan de Asensio, infanzón de Borja
(Zaragoza), mientras que los Ocón venían de Setiles y son posiblemente los mismos que
entroncaron con los Catalán, establecidos ya como Catalán de Ocón en Ródenas, Mon-
real del Campo y Torrijo del Campo, aunque con armerías distintas59. Los Asensio lle-
garon desde Terriente, Frias y Moscardón, en la sierra de Albarracín, lugares donde te-
nían su patrimonio. A fines del XVI Juan Asensio y Lorente casó con María de Ocón,
hija de los Magníficos Sancho Malo y Catalina Catalán (de Ocón), vecinos de Setiles en
la proximidad de Molina de Aragón
59
Los Catalán de Ocón asentados en las localidades citadas de la Valle del Rio Jiloca traían un
escudo partido, 1º los palos de Aragón y 2º, cortado, en el primer cuartel, de azur, un agnus de
plata sosteniendo una banderola y puesto sobre una piedra de molino de oro y en el segundo, de
plata, un árbol con un león empinado al tronco, ambos de su color. Parece que traían origen
próximo del Valle del río Cabriel y del lugar de Ródenas, del obispado de Albarracín. En esta
localidad tenían en la iglesia antigua la capilla de San Juan Bautista, única en el lado del Evan-
gelio. El gran retablo se trasladó a la Parroquial nueva a fines del XVI, ocupando también la
primera capilla del Evangelio. Es un retablo perteneciente al gótico internacional valenciano, del
llamado Maestro de los Ocón o de los talleres de Gonzal Peris o de Nicolau Marzal, según seña-
la SANTIAGO SEBASTIAN en Albarracín y su tierra, Albarracín 1970.
En Albarracín vivieron en la llamada Casa de la Brigadiera, hoy Hotel Azagra,
aunque quizás la casa original estuvo situada mas abajo en la misma calle. El casal
había sido antes de los Arganza y de los Pérez de Santa Cruz-Arganza a quienes hereda-
ron los Asensio. Pedro López de Arganza fue armado caballero en 1642 y seguidamente
solicitó y obtuvo el reconocimiento de su infanzonía por el Justicia de Aragón en 1646,
según el procedimiento tan habitual en aquella época en la que las urgencias financieras
de la Corona dieron lugar a numerosas ventas de caballeratos y privilegios nobiliarios.
Pedro era hijo de María de Arganza y de Pedro López-Camarena y Asensio60.
60
GARCÍA HERRANZ R. en la obra citada en la nota 22, pag. 74
61
A principios del siglo XIII Gil Ruiz de Castilblanque poseía un extenso señorío junto a Alba-
rracín y era señor de Tormón, El Cuervo, Tramacastiel, Cascante y Valacloche. Casó con doña
Toda Ruiz de Azagra, hija posiblemente de don Rodrigo, el hermano de don Pedro de Azagra el
primer Señor de Albarracín. Tuvo en hijos a Ramiro y a Toda, casada con Mosén Blasco Fer-
nandez de Heredia, señor de Foyos, Justicia de Aragón , hermano de don Juan, el Maestre de la
Orden de los Hospitalarios de San Juan y padre de otro Blasco, justicia de Aragón en 1395. Así
lo cita ALMAGRO BASCH, en las páginas 36 y 37 de su Historia de Albarracín bajo los Aza-
gra.
3.6 GARCÉS DE MARCILLA
Es otro de los linajes presentes en la conquista de Teruel, como los Dolz o los
Sanchez-Muñoz. Fueron celebres los bandos de Marcillas y Muñones por el control de
la ciudad en 1322, recrudecidos en 1366. Las violencias eran constantes; así en 1366 fue
quemado vivo en la plaza del Mercado Ramiro, hijo de de Ferrant Sanchez Muñoz, en
1436 Miguel Garcés de Marcilla, Alcalde de las fortalezas de Albarracín fue asesinado
en Teruel y en 1489 Garcí Garcés de Marcilla fue muerto por los albarrecinenses Juan y
Pedro de Arganda. La genealogía de las numerosas líneas de esta familia de origen na-
varro, a la que pertenecía Diego, el” Amante de Teruel”, es compleja y llena de confu-
siones, falsedades y mitos 62.
Desde el punto de vista de la historia de Albarracín hay que citar a Juan Garcés
de Marcilla, Alcalde de sus fortalezas en el primer tercio del siglo XVI, hijo de otro
Juan, Baile de Teruel y que hizo un gran matrimonio con María Diaz de Molina 63. Era
ésta hija de Pedro de Molina y nieta de Juan Ruiz de Molina, el “Caballero Viejo”, des-
cendiente de don Gonzalo Perez de Lara que cedió el Señorío molinés a su hija doña
Mafalda, casada con el Infante castellano don Alfonso y no a su hijo primogénito don
Pedro González “el Deseheredado”.
62
Así sucede con la conocida Memoria genealógica justificada de la familia que trahe el sobre-
nombre GARCES DE MARCILLA, establecida en la Ciudad de Teruel, que presenta a S.M. el
Capitán Don Joseph Toms Garcás de Marcilla, Caballero del orden Militar de Nuestra Señora
de Montesa, y Gobernador en lo politico y Militar de la Villa de San Matheo y Maestrazgo del
mismo Orden en el Reyno de Valencia, Madrid, en la oficina de Manuel Martín, MDCCLXXX,
debida a Alonso de Guerra, rey de Armas de Carlos II y de Felipe V, en la que analiza la des-
cendencia de los Garcés, Señores de Torre Alta y de Castelfabib, de Sancho Garcés II “Abarca”
y la de algunos de los que ocuparon cargos de Justicia y Juez en la ciudad de Teruel; sin men-
cionar con precisión a los documentados Garcés de Marcilla de Molina de Aragón o a los de
Caminreal-Calamocha, de los cuales se conservan incluso sus casales. Véase al respecto
OYANGUREN Y GARCES DE MARCILLA J. “Los Garcés de Marcilla”, en Revista Teruel
Nº 6, Julio Diciembre de 1951, pags.151-156
63
CORTÉS RUIZ E. “La constitución de un patrimonio mixto castellano-aragonés en tierras de
Albarracín y Molina a fines del siglo XV”, en Relaciones de la Corona de Aragón con los esta-
dos cristianos peninsulares, en Actas del XV Congreso de Historia de la Corona de Aragón,
Zaragoza 1997, Tomo II, pags. 74 a 82, con documentación procedente del Archivo Histórico
Nacional (Diversos, Títulos y Familias, Clero y Osuna), del testamento de Maria Diaz de Moli-
na, de la obra de Salazar y Castro y de otros historiadores de Molina y de Teruel. También
GARCÍA CIPRES G. en “Los Garcés de Marcilla”, Revista Linajes de Aragón, Tomo IV,
pags.363 a 373, Huesca 1913.
de Albarracín, fundada por ella y donde se enterró la fundadora y su marido. El hijo de
Juan, Pedro Garcés de Marcilla, casó con Aldonza Muñoz de Pamplona Fernandez de
Heredia, que por su madre había recibido los Señorios de Santa Croche y Gaibiel de los
Heredia que finalmente pasarían a su descendiente Jerónimo Garcés de Marcilla y Hur-
tado de Mendoza, Conde de Priego, Caballero de Santiago y Gentilhombre del Rey Don
Felipe IV.
3.7. MARTINEZ-RUBIO
Aunque esta familia tenía su asiento principal en Ródenas, poseía casa en Alba-
rracín, que todavía se conserva aunque sin blasón. Esta situada muy próxima a la Plaza
Mayor en el lado derecho de la calle del Portal de Molina, confrontando con la plazuela
de la Comunidad. En 1583 Quiteria Martinez-Rubio, viuda ya de Antonio Sanchez
Moscardón, la aportó para el matrimonio de su hijo Luis con Lorenza Dóñez. Ya en
1482 los Martínez Rubio habían fundado una capellanía en la capilla de Santa Catalina
de la Catedral, situada frente a la Capilla del Trasfijo, cerca de la puerta del claustro.
Pedro Martinez Rubio, primogénito y patrón de Santa Marina, casó con Jeróni-
ma Manrique 64, procreando a Juan Martinez Rubio, quien de su matrimonio con Ana
Gómez Corbatín tuvo a Pedro, Gil y Angelo. Pedro Martínez Rubio, bautizado en 1614,
Doctor en Ambos Derechos, fue Catedrático de Jurisprudencia en Zaragoza en 1636,
Vicario General en Valencia, Dean en la catedral de Teruel, Visitador y Presidente del
Real Patrimonio de Cerdeña, Arzobispo de Palermo (presentado por el Rey en Septiem-
64
Este linaje Manrique estaba asentado en el Pobo de Molina, lugar cercano a Ródenas, en don-
de todavía se conserva su casa y sus armas y en el vecino pueblo de Adobes. Allí se encuentra
también la hermosa tumba de don Garci Gil Manrique, Obispo de Barcelona y Virrey de Cata-
luña, Rosellón y La Cerdaña, cargo para el que se le nombró en 1640 tras el asesinato del Virrey
Santa Coloma en las revueltas de aquel tiempo. Su escultura yacente empuña en una mano el
báculo episcopal y en la otra la bengala o bastón de Capitán General. La sucesión del casal de
los Manrique se estableció a través de los Fernandez-Vallejo y de los Pérez de Henestrosa-
Fuertes de Gilbert.
bre de 1666, recibiendo el palio el 15 de Enero de 1657), Auditor de la Sacra Rota Ro-
mana y Virrey de Cerdeña, Sicilia y Nápoles, falleciendo en 22 de Noviembre de 1667 y
enterrándose en Roma65.
De los hermanos del Virrey, Gil Martinez Rubio fue Juez de la monarquía en el
reino de Sicilia y Gobernador General de Palermo y Angelo obtuvo el feudo y Marque-
sado de Bonfornello, casando con Isabel de los Cameros. A este último está dedicada la
Oración Fúnebre dedicada al Arzobispo por el jesuita Padre Ferrugia en 166866.
65
JAIME LOREN J.Mª y JAIME GOMEZ J. “El Arzobispo y Virrey D.Pedro Martínes-Rubio”,
en Revista Xiloca nº 8, del Centro de Estudios del Jiloca, Calamocha (Teruel) XI-1991
66
GIUSEPPE FERRUGIA L’Aurea Statua del Sole tramontano, L’eccellentissimo e Reverendo
Sig. D.Pietro Martinez Rubio, Arcivescovo di Palermo e Supremo Ministro del Consiglio di
Stato, Oratione funerale detta in Lipari dal Molto Reverendo Padre Giuseppe Ferrugia, della
Compagnia di Gessù...dedicata all Illustrissimo Signor D.Angel Martinez Rubio, Marchese de
Bonfornello, fratello del sudetto Arcivescovo, Napoli, per Luc’Antonio di Fusco 1668; texto
conservado en el archivo de la familia Julián en Ródenas (Teruel).
67
ALMAGRO GORBEA A. El castillo de Mora de Rubielos, solar de los Fernandez de Here-
dia, tesis de diploma del autor en la “Scuola di perfezionamiento per lo Studio ed il restauro dei
monumento “, de la facultad de Arquitectura de la Universidad de Roma y Premio de Investiga-
ción de la Diputación de Teruel en 1974. Teruel 1975, pags. 15 a 26.
Heredia y Gonzalez de Heredia participaron en las luchas de Cerdeña y en 1387 Cle-
mente VII designó Obispo de Albarracín a don Diego de Heredia, que luego lo fue de
Vich. En ese siglo XIV los Heredía están en Avignon con los Papas y en el Justiciazgo
de Aragón y ocupan el arzobispado de Zaragoza y el Maestrazgo de la Orden Hospitala-
ria de San Juan. Su principal asentamiento será Mora de Rubielos y su título principal el
de Condes de Fuentes desde 1508.
Las relaciones de los Heredia con Albarracín fueron siempre difíciles, especial-
mente por su señorío de Santa Croche. En 1472 Juan Fernandez de Heredia, Señor de
Gea, y Fernando López de Heredía, señor de Santa Croche, estaban en fuertes bandos
que motivaron la orden del Príncipe de Gerona don Fernando al Concejo de Albarracín
para ponerles fin y en 1483 tuvo que ser hecha una concordia entre don Gonzalo, don
Francisco y don Juan Fernandez de Heredia y sus hijos con Martín Ximenez de Toyue-
la, Juez de Albarracín 68. Aún en 1541 se mantenían las luchas entre Jerónimo Muñoz
de Pamplona y Heredia, señor de Santa Corche, con los Oficiales de la Ciudad y de la
Comunidad.
Los Toyuela llegaron a Albarracín con las repoblaciones castellanas de los Lara,
cuando su remoto antepasado García del Corral recibió de don Juan Nuñez , en 1273, la
Dehesa de Toyuela. A finales del siglo XIV sus bandos con los Bonaches y otras fami-
lias motivaron la comentada sentencia del árbitro regio Arnaldo de Eril
68
CARUANA GOMEZ DE BARREDA J. Catálogo del archivo de la Ciudad de Albarracín,
Teruel 1955, con referencia al Indice de 1661 hecho por el Notario Nicolás Perez de Toyuela.
la catedral, habiendo instituido una limosna para casar doncellas pobres de su linaje.
Entroncaron con las mas importantes familias del Señorio y de Teruel, como los San-
chez-Muñoz, los Monterde y los Garcés de Marcilla.
Del escudo de los Toyuela se conservan en Albarracín dos labras en piedra, so-
bre las puertas de su casa de la calle del Portal de Molina y sobre las de la residencia de
profesores de la Fundación Santa María de Albarracín en la plaza de la Seo, cuyo solar
había ocupado en el siglo XIV una casa del Cabildo y que en el XVII era de los Martí-
nez de Espejo. Esta segunda presenta el escudo del Obispo Juan Francisco Navarro Sal-
vador y Gilaberte (1705-1728) y en escusón las armas de Pérez de Toyuela, timbrándose
curiosamente con un casco y no con elementos paraheráldicos episcopales. La casa solar
tiene un bello escudo de forma redonda y cuartelado. 1º y 4º una cruz cantonada de cua-
tro estrellas de ocho puntas y 2º y 3º tres bandas, con una celada por timbre.
Aunque todavía en 1732 vivían en la casa solariega los cónyuges Francisco Pé-
rez de Toyuela y Quiteria Pérez de Toyuela, parece que los Toyuela o una rama princi-
pal de ellos se trasladaron a Caminreal, en el Valle del Jiloca, a fines del XVII por su
entronque con los Salas-Malo de este lugar. En 1624 don Jerónimo Salas Malo de Es-
plugas (Caminreal 1599-Albarracín1664) fue designado Dean de la catedral de Alba-
rracín y electo Obispo de la ciudad en 1654. Posiblemente fue él quien propició el ma-
trimonio de Jerónimo Pérez de Toyuela con su sobrina Juana Salas-Malo. Sus hijos
Gracia y Jerónimo se trasladaron a Caminreal donde poseyeron un extenso patrimonio.
69
El Indice de Nicolas Perez de Toyuela, señalado en la nota anterior, contiene estos datos en
los folios 13, 142 a 148, 172, 110, 120 y 295.
70
El Altar de la Magdalena es hoy el último del lado del Evangelio en Santa María, a la derecha
de la puerta de entrada a la iglesia. Su lugar en la catedral ha sido ocupado por el magnífico altar
de San Pedro traído desde Santa María.
71
Así se afirma en su testamento otorgado en Caminreal el 16 de diciembre de 1685, ante el
Notario de Melchor Osset (protocolo 1134 del Archivo de Protocolos de Calamocha), cuando
ruega a sus descendientes que quieran ser religiosas que ingresen en el Convento de San Valen-
tín de Báguena, de patronato de la Comunidad darocense, y también en el testamento de Jeró-
nima Garcés de Marcilla, de Fuentes Claras, en el cual aparece como testigo, que fue otorgado
el 14 de Septiembre de 1680 ante el Notario Miguel Martín Esteban (protocolo 1131 del Archi-
vo Notarial de Calamocha).
tín. Además de la Capilla del Pilar, que heredó de su tío el Obispo, hizo a su costa las
Capillas del Santo Cristo y la de la Virgen del Carmen.
Los Sanchez Moscardón llegaron a Albarracín con los primeros pobladores se-
gún el manuscrito genealógico de Juan de Aula y decían descender de Martín Sancho
Palacios que fue Alferez Mayor del señorío de Vizcaya a comienzos del siglo XIII. En
1370 Gaspar Sanchez Moscardon aparece como testigo en documentos del Infante Pri-
mogénito de Aragón, don Juan. En 1461 Gil Sanchez de Moscardón era poseedor de la
casa que todavía ostenta sus armerías junto a los torreones del Portal de Molina y que
apoya en la muralla. En este inmueble se instaló inicialmente el Colegio y Comunidad
de las Escuelas Pías cuando se trasladó desde Tramacastilla en 1731; aunque ya la casa
no debía pertenecer a los Sanchez Moscardón por haber sido el arrendador don Jaime
Zalón Cavero de Marcilla72
En 1583 Antonio Sanchez Moscardón y Jaraba casó con Quiteria Martínez Ru-
bio, de la casa ya estudiada de Ródenas. De los hijos de este matrimonio, Jerónimo fue
Canónigo de Albarracín, Luis casó con Lorenza Dóñez y el tercero, Gaspar, lo hizo con
Bernarda Jaraba y Sandoval73. Antonio Sanchez-Moscardón no vivía ya en la casa solar
sino en otra situada en el Barrio de las Torres, cerca de la Parroquia de Santiago y que la
tradición atribuye a los Caballeros de esa Orden religioso-militar. Este Sanchez Mos-
cardón fue el fundador en 1607 del Convento de las Dominicas de San Bruno y San
Esteban que salieron de su casa para establecerse en el nuevo edifico edificado en la
vega en 1627. El mismo terminó sus días como monje en la Cartuja de Aula Dei de Za-
ragoza, donde falleció en 1611.
En 1681 Don Juan Francisco Sanchez Moscardón ganó firma posesoria de infan-
zonía y fue Diputado en el brazo de los hidalgos. Fue armado Caballero en Zaragoza en
1684 por D.Manuel de Secanilla, Comendador de Encinacorba n la Orden de San Juan.
Thovía:
Sus casas estaban situadas junto a la iglesia de Santiago. Sobre ellas cargó un
censo en 1507 Berenguer de Tovía, escudero y ciudadano de Albarracín. En el Padrón
de Hidalgos de 1787 figura entre ellos Joaquín Thovía. Los Tovía, según el antiguo No-
biliario de Vitales que conserva la Biblioteca Nacional (manuscrito 11314), traían un
campo de plata con una bordura cargada de ocho escudetes de gules con una banda de
oro. Cuando ingresó en la Cofradía de Hidalgos de la ciudad en 1686 Don Pablo fran-
cisco Tobía o Tobia de Montoya presentó una firma de infanzonía ganada por su padre
Don Francisco y en virtud de la cual fue éste insaculado como diputado hidalgo en las
Cortes de 1646, señalando cono blasón una caldera en campo rojo y por orla ocho qui-
nas
Pérez-Doñez:
En 1343 tenían casas en el Arrabal y Gil Pérez Doñez era Canónigo de Segorbe-
Albarracín y Dean de Cuenca. La casa era de su hermana María, ambos hijos de otro Gil
Perez Doñez y confrontando con ellas estaba la casa Diego Pérez Doñez. En la Catedral
de Albarracín construyeron en el XIV la capilla de Santa Ana, reservándose el patrona-
to del beneficio laical llamado “de Alba”. . Entroncaron con cualificadas familias como
los Ruiz de Lihori, Montoya de Tobía o Cifontes. Los Dóñez eran poseedores en el siglo
XVI de la Casa, Dehesa y Heredamiento de Mierla la Ondonera, causa de numerosos
pleitos con el Concejo de Terriente entre ellos y sus sucesores Sanchez-Moscardón y
Asensio de Ocón. También eran poseedores de la Casa, Torre, Dehesa y Heredamiento
de los Lopardes, en el Valle de Royuela, que vendió en 1553 el Magnífico Martín Mar-
tínez de Soto y Arganza al Magnífico Dionisio Perez de Toyuela, quien la vinculó en
1560 a favor de su hija Ambrosia, casada con Martín de Arganda y Soto y que pasaría a
los descendientes de estos de los linajes Santa Cruz, Doñez, Sanchez Moscardón y
Asensio de Ocón-Marcilla.
Lopez de Sepúlveda:
74
GARCÍA HERNANDEZ entiende que eran lagartos. BIZEN D’O RIO,en su Diccionario de
Heráldica Aragonesa, Ediciones Prames, Zaragoza 1998, señala como armas de los Sanchez
Moscardón las siguientes: “de plata, un ciprés de sinople que hace la partición del escudo,
adiestrado de cuatro bandas de gules y siniestrado de un león al natural empinado al tronco, con
bordura de gules con ocho bezantes de oro”.
cruce de la calle del Chorro con la de Azagra, que en tiempos pasados estuvo destinada
a actividades de los gremios y luego a la Hermandad de Labradores. Es un escudo en
piedra con un árbol y un perro pasante al tronco, cuyo timbre ha sido picado. Al ingresar
en la Cofradía de Hidalgos de Santiago de Albarracín en 1686 D.Juan López de Sepúl-
veda las armerías presentadas eran un árbol con un lobo atado con una cadena en campo
de plata.
López de Arganza:
Santa Cruz:
son también de los primeros pobladores de Albarracín y parece que eran descen-
dientes de este ilustre linaje de Soria bien conocido por pertenecer a la antiquísima Ca-
sa Troncal de los Doce Linajes75. Los Santa Cruz de Soria tenían por armas una cruz
trebolada perfilada de oro en campo azur. Aparecen también en Daroca, en los tiempos
de don Pedro Rodríguez de Azagra, el primer Señor de Albarracín, y donde Miguel de
Santa Cruz fue señor de 1178 a 1180.
En Albarracín tuvieron su casal en la calle que baja desde la Plaza al Portal del
Teruel, confrontando con éste y la casa de los Espejo. A los Santa Cruz correspondía el
vínculo y mayorazgo de Monteagudo y Monteagudillo, fundado en 1531 por Domingo
Pérez Santa Cruz y su primera esposa Lorenza Pérez de Toyuela, a quien le había sido
donado Monteagudo por Gil Perez de Toyuela con ocasión de su casamiento; siguiéndo-
se el vínculo por los Arganza y los Asensio. Eugenio Pérez de Santa Cruz obtuvo eje-
cutoria de infanzonía en la Real Audiencia en 1648. El Capitán D. Juan Pérez de Santa
Cruz Arganza, Juan Pérez de Santa Cruz Espejo y su hijo Juan Perez de Santa Cruz
Nardués sirvieron en Albarracín los oficios de Jurado Mayor, Justicia Mayor y otros en
los siglos XVII y XVIII..
75
DE LAS HERAS BORRERO M. “La Casa Troncal de los Doce Linajes de Soria”, en Apuntes
sobre instituciones nobiliarias españolas, Madrid 1994 y MARTIN DE MARCO J.A. “El ar-
chivo de la Casa de los Doce Linajes de Soria”, en Revista Hidalguía, números 188 y 189, Ma-
drid 1985.
Cuando en julio de 1686 ingresó en la Cofradía de Caballeros D.Juan Pérez de
Santa Cruz Nardués, que moriría sin hijos en 1723, aportó documentación acreditativa
de su nobleza, entre ella la pertenencia de su abuelo a la Real Compañía de Hijosdalgo
de Teruel, y de sus armerías: una cruz roja en campo azul, un castillo en campo de plata,
un león rampante en campo de oro, dos estrellas de oro en campo azul y dos calderas de
oro en campo verde. En 1681 D.Juan fue nombrado Secretario del Consejo de Aragón y
Caballero de Santiago, profesando en el Convento de Santiago el Mayor en Madrid en
1682, y obtuvo nombramiento de Regidor de Albarracín de D,.Felipe V en 1708. Tam-
bién en 1686 ingresó en la Cofradía Don Luis Sanchez Santa Cruz y Torres, aportando
una firma de Infanzonía de 1643 y un blasón que traía en el primer cuartel una cruz de
Calatrava en campo azul, en el segundo una Tau azul en campo de oro, en el tercero un
castillo con una estrella encima en campo de oro y en el cuarto un león rampante en
campo azul.
Novella:
76
ESTEBAN ABAD R. Estudio histórico-político sobre Daroca y la Comunidad de Daroca.
Teruel 1959
un blasón cuartelado, en el primero y cuarto cinco armiños limpios de sable y por orla
ocho aspas de oro en campo rojo y en el segundo y tercero, en campo azul, dos calderas
jaqueladas de oro y rojo y en las asas cabezas de sierpe y al timbre una cartela que decía
“malo mori quam foedari”.
Amigo:
Ruesta:
Los Ruesta entroncaron, entre otros, con los Asensio de Ocón y con el linaje de
los Valero, asentados en Alobras y que a fines del XVII heredó el patronato de la Capi-
lla de Torres. Juan Valero y Diez (Alobras 1577-Madrid 1653) fue Secretario del Rey
en el Supremo Consejo de Aragón y a su costa se construyó la Iglesia de Alobras, en-
cargándose de la obra su hermano Pedro, vecino de Terriente, y su sobrino Pedro, Cole-
gial en el Mayor de San San Salvador de Oviedo en Salamanca. Por ello se le reconoció
el patronato sobre la capilla de San Juan Bautista, primera de la Epístola, con asiento y
enterramiento y derecho a poner sus armas en ella, en el Altar Mayor y en las puertas de
la Iglesia. Estos Valero darían a Aragón un Justicia Mayor en el siglo XVII. Los Valero
entroncaron tambien
77
Revista Linajes de Aragón, Volumen VI, Huesca 1915, pag 255
78
TOMASA LAGUÍA C, en su estudio de las Iglesias de Albarracín citado en la nota 9
dera 79que este escudo puede ser de unos Collado de origen cántabro; aunque no figura
este linaje en la detallada relación de Juan de Aula en 1809 ni tampoco en los Padrones
de Hidalguía de 1737 y 1787.
Hernandez-Rajo:
Jarque:
Cavero-Martínez de Marcilla:
79
En la obra citada en la Nota 22
80
GARCIA CIPRES G. Diccionario heráldico de linajes aragoneses, Huesca 1916
la antigua Segóbriga; de ahí la posterior unión eclesiástica de Albarracín con Segorbe
por creer que allí se asentaba esta ciudad celtibera y visigoda.
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Es un óptimo estudio de la evolución de la Diócesis de Albarracín el de TOMAS LAGUIA C.
“La erección de la Diócesis de Albarracín”, en Revista Teruel nº 10, pags 203 y sts. La relación
de sus Obispos puede verse en SOLAZ A. Guía de las Diócesis de Teruel Albarracín, Teruel
1960 y en POLO RUBIO J.J. “Episcopologio de Albarracín”, en Aragonia Sacra, XVI-XVII,
2001-2003, Zaragoza 2004.
Don Gaspar Jofré de Borja (1531--1556), valenciano y Arcediano que fue de
su Iglesia, también de la familia papal de los Borja. Sus armas se encuentran a ambos
lados de la puerta de acceso a la Catedral por la escalinata de ingreso al claustro y en el
coro de la Catedral sobre el sillón del Deán. Es un escudo partido: 1º, de oro una vaca
pastando y 2º fajado de seis fajas, tres de oro y tres de sable, correspondiendo estás úl-
timas armas al linaje valenciano de los D’Oms, al que por su madre pertenecía el Obis-
po.
Concluye aquí el recorrido por los abundantes testimonios heráldicos que con-
serva todavía la ciudad de Albarracín, pese a las transformaciones y destrucciones de su
geografía urbana y social. Esta guía sintética podrá servir de orientación para estudios,
en profundidad y conformes con las modernas técnicas y metodologías historiográficas
y documentales, de las estructuras humanas del Señorío y de la Comunidad, de las en-
dogamias familiares y cruces de parentescos, de los patrimonios y sus rentas, de las ti-
pologías de la propiedad, de las profesiones, oficios e industrias y de quienes las desa-
rrollaron, así como de otras varias materias propias de la Historia policéntrica y con la
adecuada perspectiva globalizadora de los estudios sobre los comportamientos sociales
y las mentalidades individuales y colectivas 82.
82
NOTA FINAL: Agradezco la valiosa ayuda recibida para la preparación de este trabajo de
D.José Ignacio Conde, Marqués de Salvatierra de Peralta, de la Casa de los Monterde-Antillón,
de D. Jaime y D.José Angulo Sainz de Varanda, sucesores por sangre de los Dolz y Navarro de
Arzuriaga, del Párroco D.Enrique Sorando, del Alcalde D.Francisco Martí y, especialmente, de
D.Antonio Jiménez, Director de la ejemplar Fundación Santa María de Albarracín.