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La parálisis cerebral y yo.

Relato autobiográfico.

Por:Lorena Lazo L.

La parálisis cerebral siempre me ha acompañado. Yo la porto,no ella a


mí. Y se ha convertido en mi mejor amiga. O enemiga. Desde que le dijeron
a mi mamá que yo venía con problemas de índole neurológica,hice el
esfuerzo para comprenderla y,de algún modo,quererla. ¿Por qué? Porque es
la única cosa que yo tengo de compañera. La gente que me rodea es
temporal,y mi "amiga.",permanente. Al vivir con esto,24/7,y saber que me
acompañará siempre,he comprendido que no soy "pobrecita",ni
"enfermita",ni ningún epíteto de esta clase. Sino todo lo contrario. Soy yo y
nada más. Me sentiría muy mal si fuera una más del montón. Por contra-,con
mi "amiga"-,no soy una más del montón. No me siento así. Con mis
movimientos,que los veo como lo más natural del mundo,porque nací con
ellos. Si no la tuviera,sería una profesional-,bibliotecaria,porque me fascinan
los libros;e iría a trabajar para un patrón-,sometida a los arbitrios de otra
gente. Pero como tengo mi dinero todos los meses,no me preocupo de
eso,sino de vivir mi vida,nada más. La parálisis cerebral también me ha
ayudado en eso. Eso sí,no rentabilizo mi condición,porque no me gusta. No
nací para hacer libros de mi condición. Porque lo hicieron ya otras personas.
Sino para vivir y hacer mis cosas. Escribir cuentos,no libros enteros,porque
no tendría paciencia para eso. La parálisis cerebral se ha encargado de hacer
de mí una persona solitaria,sin compromisos de amor de pololo ni nada de
eso. Y eso se lo agradezco infinitamente. Porque no aguantaría ni un día de
casada con ningún chalado. Absolutamente criada a mi arbitrio por una
empleada que había aquí en la casa,me siento bien conmigo misma. Me
liberé de los castigos corporales a los que se hacían acreedoras mis
"fechorías" de pequeña por la PC. Pero,igual me dieron mi correctivo,de vez
en cuando. Es para no olvidar que,por debajo de la parálisis cerebral,pienso
y soy normal en mi pensamiento. Por algo me siento en cualquier lado de mi
casa y,pensando,me sale cualquier relato. Siempre que haya una mesa,una
silla y tiempo para pensar,me encapsulo y hago mi relato. No me gusta
apurar las manos para escribir,sino al contrario. La parálisis cerebral me
enseñó otra cosa,mucho más valiosa:El tiempo no hay que mirarlo como
oro,sino que como lo que es,en realidad. Una cosa relativa,porque uno
demora bastante en aprender,mecánicamente hablando. Por ejemplo,a comer
con cuchara me demoré unos ocho años. Cortar con cuchillo otro tiempo
más largo. Trinchar con tenedor no tanto. Las habilidades mecánicas las
demoré un poco en hacer,porque al ser tratada con demasiado mimo-,fatal
error-,por mi madre,creí que no me iban a ser necesarias. Entonces,me hice
el camino a la normalidad psicológica primero. Después,lo físico. Por la
parálisis cerebral,la gente de afuera lo creen tonto,como el emperador
Claudio I. Pero,la gente se cae con uno,como los aviones. No saben las
personas que uno,con todos sus defectos de nacimiento,es exactamente igual
que todos. Una vez,al negocio llegó un hombre que no hablaba castellano.
Yo hablé con él,con el asombro de los que me rodeaban,que eran clientes del
negocio. Se hizo un silencio en el local,mientras hablaba con él en su
lengua.* El hombre quedó agradablemente sorprendido. Todo esto lo pude
hacer,gracias a que,cuando era chica,la Little me dejó la curiosidad
intacta,para hacerme preguntas como,por ejemplo:¿Qué me
pasó,realmente,con mi cerebro y mi sangre? Ahora sé,por ejemplo,que el
daño que tengo-,que es el origen de mi PC-,estaba en la fórmula de mi
sangre. Era incompatible con mi mamá. Estos son los orígenes. Lo otro es el
daño que se ve,que se expresa. Tengo una condición que se llama-,a
propósito de lo que se expresa-,disartria,que es el defecto que acompaña a
cada persona con PC que abre la boca para hablar. Y que ha sido exagerado
en las películas hollywoodenses por ignorancia. Para seguir con el daño que
se ve,están los temblores,que son unos vecinos muy molestosos de cada
persona con PC. Me impidieron,cuando era chica,escribir. Cada letra que
hacía era grande y deforme. Con esa caligrafía no habría podido firmar ni el
cheque de mi pensión. Pero esa caligrafía fea me la arregló una maestra que
tuve aquí en la casa. Maestra particular. Pero amable fué conmigo la señora.
Me tuvo un montón de paciencia. Como todas las profes. Buena onda las
damas. El asunto de la formación intelectual,me lo hice sola,no obstante. La
parálisis cerebral es un poco molestosa para la escuela.** En mi época de
niñez no era como ahora es,sino que las personas con PC eran considerados
como poco menos que deficientes mentales y sujetos dignos de
cuidados,pero no de desarrollo intelectual sano,como lo es ahora. Es de esa
época que me nació el bichito del estudio y la lectura. A finales de los
1970's. Siendo un poco molestosa la parálisis cerebral en el colegio,y no
habiendo maestros capacitados para atenderlo a uno con todos sus
problemas,fuí poco a la escuela. Lo que aprendí,lo aprendí sola. La
lectura,sobre todo. Me deleitaba leyendo. Y todavía me deleito. La PC ha
sido generosa conmigo en ese sentido,porque al dejarme vivir con mis
temblores,pero mi intelecto intacto,me ha dado alas. Todo lo chicas,pero alas
igual. Otra cosa que me ha dejado la parálisis cerebral han sido las caídas de
rodillas. Tengo las rodillas-,prácticamente-,molidas a causa de los golpes que
me he dado en ellas. Muchas carreras de futbolistas hay en mis rodillas. Los
futbolistas se retiran a los veintitantos años de edad porque quedan con los
huesos de sus rodillas hechas papilla con los golpes. Pero igual,no más,sigo
viviendo. Sin quejarme. No nací para quejarme ni para hacer una
peregrinación de médico en médico,ya que mi parálisis cerebral-,pese a estar
catalogada desde antiguo como una enfermedad-,es mi amiga y por lo
pronto,la respeto y la quiero. Como se quiere y respeta a los amigos y
amigas,reales y/o virtuales.

FIN

Por:Lorena Lazo L.-

Paine,Diciembre de 2018.

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*:M.James del Tedesco,cuya experiencia está expuesta en el cuento Una


carta de agradecimiento. De Julio de este año.

**:La escuela siempre ha sido un tedio enorme para mí,pero la he


aceptado,porque ahí he desarrollado mis dotes de sociabilidad y hecho
amistades,no sólo entre mis compañeros de clase,sino que con las profes.

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