Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Gotas para Arriba PDF
Gotas para Arriba PDF
Como el salmón. I 49
Bibliografía 137
El campo en el ojo de la tormenta
7
Gotas para arriba
8
El campo en el ojo de la tormenta
9
Gotas para arriba
10
El campo en el ojo de la tormenta
11
Gotas para arriba
12
El campo en el ojo de la tormenta
13
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
15
Gotas para arriba
2.El trifer es una planta destinada a los arreglos florales. Hoy en día, al-
gunas tardes el olor al trifer quemado perfuma grandes extensiones de
tierra entra Cachipay y Anolaima, dos municipios de la provincia del Te-
16
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
quendama que volcaron sus esfuerzos hacia el cultivo de esta planta y que
luego de que la demanda en el mercado disminuyo no tuvieron más alter-
nativa que prenderle fuego a inmensas cantidades de la misma.
17
Gotas para arriba
18
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
19
Gotas para arriba
20
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
21
Gotas para arriba
22
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
23
Gotas para arriba
24
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
67% en 1965 a ser tan sólo 29% para finales de 1975, y sucede
lo mismo que con las otras mejoras. Su uso no fue genera-
lizado sino que se concentró en cultivos como el arroz, el
algodón y el sorgo, que representaron en su momento más
del 80% del consumo de semillas. Curioso es entonces que
estas mejoras, pensadas en un primer momento como la
salida milagrosa al problema del hambre terminaran por ser
utilizadas en cultivos destinados, no a la alimentación de los
millones de ciudadanos con hambre, sino a la comercializa-
ción y mercantilización de estos productos.
25
Gotas para arriba
26
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
27
Gotas para arriba
28
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
El fracaso previsible
29
Gotas para arriba
30
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
Por otro lado, a nivel del suelo, las diferencias son sus-
tanciales entre las latitudes templadas y las ecuatoriales. En
nuestra latitud uno de los factores más importantes es la
inmensa biodiversidad que se desarrolla bajo la superficie
y es allí donde radica el éxito de un sistema agrícola ade-
cuado. Un modelo en que sistemáticamente se elimina esa
biodiversidad y se sustituye por venenos de procedencia
química, está condenado inexorablemente al fracaso. Es-
tos abonos, pesticidas y fungicidas acaban con la vida en el
31
Gotas para arriba
32
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
33
Gotas para arriba
34
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
35
Gotas para arriba
36
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
37
Gotas para arriba
38
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
39
Gotas para arriba
40
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
41
Gotas para arriba
42
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
43
Gotas para arriba
44
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra I
45
Gotas para arriba
46
fertilizantes, muerte. ¿Cómo puede revertirse esta lógica,
que cuenta con la palmadita en el hombro que le da el po-
der? ¿Cómo explicarle a aquel otrora campesino de Viotá,
que con la tierra se puede especular, pero que cultivarla
también y es más fácil, y mejor? La vida solo necesita un
pequeño espacio, pequeñísimo, para abrirse paso. Como la
higuerilla en los caminos más inhóspitos, la vida crece, con
un buen empujoncito, hasta en un basurero.
Como él salmón. I
Como el salmón. I
49
Gotas para arriba
50
Como él salmón. I
51
Gotas para arriba
52
Como él salmón. I
53
Gotas para arriba
54
Como él salmón. I
55
Gotas para arriba
56
Como él salmón. I
57
Gotas para arriba
58
Como él salmón. I
59
Gotas para arriba
60
Como él salmón. I
61
Gotas para arriba
62
Como él salmón. I
63
Gotas para arriba
se cuiden entre ellas (…) Todos los abuelos iban a todas las
huertas, era muy comunitario, haga de cuenta cinco traba-
jan esta semana, los otros cinco la otra semana, ¿sí? Haga de
cuenta usted es el dueño de esta huerta y dice, “yo trabajo
con fulano, fulano y fulano”. Y así… (Ibíd, octubre de 2009)
64
Como él salmón. I
65
Gotas para arriba
Llegaba gente, llegaba gente. Pero esto (el sitio en el que es-
tamos, un cuarto cuyas paredes son paneles de madera y está
techado por gruesos plásticos) no existía, eso no existía, la
cocina no existía, apenas habían unos palos. Además yo vivía
en una carpa, cubierta por unos plásticos. Eso fue en el 2006,
cuando hicimos la primera minga. Antes de eso lo que estaba
haciendo era trabajando con niños del colegio, venían 15, 20
niños, hacíamos almuercito y los chiquitos ayudaban a recoger
bultos de basura. Eran niños de primaria y ya venía Carlos, venía
Camilo, y yo. Así amigos. (…) los chicos de allá venían a trabajar
acá y se recogía basura, 50, 80, 20, 30 bultos de basura y cada
vez que pasaba la basura se sacaba eso, hasta que dijeron, no,
nosotros no le llevamos eso, tocaba ayudarla a subir al carro,
nos ponían mil peros. Pero no importaba, yo la subía. Pero ya
después de eso, ya empezamos a verla como grave. Cuando
llegan las 250 personas ¿Qué hacemos? Las mandamos de una
vez afuera, eso equivalía a más o menos 500 bultos de basura,
66
Como él salmón. I
67
Gotas para arriba
via, así que el día que no llega, paso algo. Entonces yo creo que
acá esto, este espacio hubiera avanzado muchísimo más. (Ibid)
68
Como él salmón. I
69
Gotas para arriba
70
Como él salmón. I
71
Gotas para arriba
72
Como él salmón. I
73
Gotas para arriba
74
Como él salmón. I
75
Gotas para arriba
76
Como él salmón. I
77
Gotas para arriba
78
Como él salmón. I
79
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
81
Gotas para arriba
82
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
83
Gotas para arriba
84
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
85
Gotas para arriba
86
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
87
Gotas para arriba
88
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
89
Gotas para arriba
90
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
91
Gotas para arriba
92
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
93
Gotas para arriba
94
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
95
Gotas para arriba
96
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
13. Aprovechando el espacio que se creaba con los decretos 3030 de 1990
y 303 de 199, mediante los cuales el gobierno ofrecía garantías a los des-
movilizados, “se sometieron a la justicia: un reducto compuesto por cerca
de 200 hombres del grupo de Rodríguez Gacha en Pacho (Cundinamarca),
el que actuó en Puerto Boyacá, al mando de Ariel Otero, con cerca de 400
integrantes y el de Fidel Castaño que entregó 600 fusiles, así como va-
rias haciendas en su zona de influencia en Córdoba y Urabá.” Tomado de:
http://verdadabierta.com/la-historia/periodo2
97
Gotas para arriba
98
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
99
Gotas para arriba
decir, menos del 5%. La venía había sido dada para el gran
propietario, y “las demandas agraristas desaparecieron
de la agenda del gobierno y permanecieron en la de las
guerrillas; por tanto, la cuestión agraria fue interpretada
por los publicistas del establecimiento, como una bande-
ra insólita y decadente, sino subversiva” (Molano, ibíd.).
100
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
16. “Las modalidades por medio de los cuales los miembros de los referi-
dos pueblos suelen transmitir entre sí los derechos sobre la tierra deben
de respetarse según el artículo 17, 1 – del Convenio 169 de la OIT-. Cada vez
que los gobiernos contemplen adoptar medidas que afecten la capacidad
de dichos pueblos para enajenar o transmitir sus derechos sobre sus tie-
rras fuera de su comunidad, deben realizarse consultas previamente con
ellos. Este último es un principio vital, sobre todo en consideración del
hecho que muchos países en desarrollo están enmendando sus leyes de
tierras y las disposiciones constitucionales correspondientes como parte
integrante de los planes de modernización y liberalización económicos. El
principal objetivo de dichas enmiendas, es eliminar las restricciones
Introducidas por las leyes de reforma agraria en materia de propiedad, ta-
maño, y uso de las tierras agrícolas, inclusive las tierras que pertenecen a
los pueblos indígenas y tribales. “En estos casos, el gobierno, de conformi-
dad con el artículo 17, tiene que consultar a dichos pueblos sobre el alcance
e implicaciones de estas enmiendas antes de proceder a su aplicación”. En
línea en: http://www.indepaz.org.co/index.php?view=article&id=188:se-
declaro-inexequible-el-estatuto-de-desarrollo-rural&option=com_
content&Itemid=87
101
Gotas para arriba
102
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
103
Gotas para arriba
104
Quienes imponen las reglas en el campo, no tocan jamás la tierra. II
105
Gotas para arriba
107
Gotas para arriba
108
Como el salmón. II
Como el salmón. II
111
Gotas para arriba
112
Como el salmón. II
113
Gotas para arriba
114
Como el salmón. II
115
Gotas para arriba
Carulla ni nada de eso, y por otro lado algo mas intangible que
es enseñarle a los campesinos y enseñarle a quienes estén dis-
puestos a aprender, porque tan estúpido sería no enseñarle a
los campesinos, como no enseñarle a quien no sea campesino
y quiera aprender. Aquí nosotros desarrollamos cursos, no
permanentemente pues no somos una institución educativa,
de vez en cuando dictamos cursos que duran según la necesi-
dad de los grupos. (Entrevista del autor, septiembre de 2009).
116
Como el salmón. II
117
Gotas para arriba
118
Como el salmón. II
119
Gotas para arriba
120
Como el salmón. II
121
Gotas para arriba
122
Como el salmón. II
123
Gotas para arriba
124
Como el salmón. II
125
Gotas para arriba
126
Como el salmón. II
de eso y dicen pero como es que van a ser tan brutos, pero
para mí eso era completamente normal, a pesar de que ahí de-
cía peligro, yo no le veía nada, tal vez la convicción de uno era
como que lo manejaba uno y no le pasaba nada, sigue vivo, ¿en-
tonces? No pasa nada. Diez años después vine a entender acá.
(…)
127
Gotas para arriba
pasa eso porque hay mucho espacio entre palito y palito, acá
no pasa eso, usted tiene que tener cuidado porque va y se es-
trella (risas). Ninguna granja esta tan forestada como esta. (…)
128
Como el salmón. II
129
La vida crece, si se le dá el espacio
131
Gotas para arriba
132
La vida crece, si se le dá el espacio
133
Gotas para arriba
134
La vida crece, si se le dá el espacio
135
Bibliografía
Bibliografía
137
Gotas para arriba
138
Bibliografía
139
Gotas para arriba
discursos/pdf/agr.pdf
140
Bibliografía
141
Gotas para arriba
142