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¿POR QUÉ ES IMPORTANTE LA ORGANIZACIÓN SINDICAL?

I. IMPORTANCIA DE LA ORGANIZACIÓN SINDICAL DE LOS TRABAJADORES

Los trabajadores necesitan de una organización sólida y unitaria para el desarrollo de su lucha
sindical y política. El tipo de organización está diseñada por circunstancias y consideraciones
políticas, según las condiciones concretas de la lucha, de los objetivos y las tareas políticas o
sindicales planteadas, de acuerdo a la correlación de fuerzas, de la estrategia y tácticas a seguir. Es
el instrumento, la fuerza material indispensable que permite aplicar una determinada dirección y
conducción. Debe existir, pues, una ligazón entre la dirección y la organización; esta debe cumplir
los objetivos y tareas que se desprendan de aquella; su discordancia genera crisis de dirección
(Estatuto del SUTEP).

Al respecto, mientras el clasismo ganaba la conciencia de los trabajadores y los organizaba en


diversos gremios, el anarquismo liquidador siempre apostaba por la división de los sindicatos,
como fieles guardianes de presa de los explotadores y funcionarios del Estado; por ello,
consideran como algo natural una supuesta ruptura del SUTEP y sostienen alegremente que “la
ruptura efectiva y práctica del SUTEP es parte del proceso histórico de un sindicato que nunca se
renovó, que había caído en el burocratismo y que dejó de practicar el frente único” (Magisterio:
2007, pág. 5).

De tal manera que Pukallacta, de Armida Huerta, Curro y Meza Tica y CONARE –movadef y
proseguir-, de Huaynalaya, Condori, Lucio Ccalla, Walter Andía, Wilbert Deza, Eusebio Timaná,
César Tito Rojas, Ruth Baez, Mery Coilla, Edgar Tello, entre otros, en su afán divisionista, forman
una Federación Nacional de Educadores del Perú (FENDEP) y, luego, FENAMAGP; y,
paradójicamente, asumen el lema: “Por un Frente Único Magisterial”.

II. EL SUTEP Y EL FRENTE ÚNICO

El SUTEP, como sindicato tiene naturaleza de Frente Único; por eso, se busca que la conducción
sea unitaria, con la mayor amplitud posible, como diría Horacio Zeballos Gámez, primer Secretario
General del SUTEP, “En el SUTEP caben todos los colores menos el amarillo”; aglutina a la inmensa
cantidad de trabajadores y sectores que tengan que ver con la educación y con las reivindicaciones
históricas y coyunturales del magisterio y del pueblo.

El aspecto del Frente Único es el fortalecimiento de la organización sindical, es la sana


competencia entre diferentes ideologías, es promover el espíritu creador de sus agremiados, lo
que contribuye a que los mismos puedan seleccionar a sus representantes, u opten por apoyar
determinada orientación; de tal manera, el Frente Único significa, pues, democracia y, a la vez,
centralismo, y, en la práctica refleja la verdadera representatividad de las ideas o propuestas
existentes en el sindicato.

Del mismo modo se demuestra su vigencia cuando quienes conforman la organización sindical
respetan sus principios, aceptan y defienden sus Estatutos, luchan por el Pliego de Reclamos y
acatan los acuerdos y medidas de lucha de la organización sindical.
Por ello es que sorprende que Pukallacta y CONARE-movadef, asuman como lema el frente único
cuando se han caracterizado siempre como especialistas en dividir y destruir instituciones; así
como desconocer acuerdos y conquistas de los trabajadores donde no han estado presentes como
conducción; convirtiéndose así, en elementos útiles, ya sea directa o indirectamente, a favor de
los explotadores.

Al respecto, acusan cínicamente al CEN del SUTEP de no respetar el Frente Único y reclaman la
“democratización” del SUTEP; empero, son estos grupos violentistas y mentirosos los primeros en
no respetar los acuerdos ni las opiniones de los maestros, dividiendo el sindicato a fin de imponer
sus descabellados puntos de vista, como si el sindicato fuera su partido. Y, sino, ¿qué significa que
sin consultar a nadie, usurpando la voluntad de las bases, “aprueben” su propio “pliego” de
reclamos, “decreten” fecha para el inicio de la huelga e impongan un “comité de lucha” para
conducirlo?

III. FORMAS DE LUCHA MAGISTERIAL

3.1 Dimensión sindical

La organización y accionar de los trabajadores en esta dimensión se inicia considerando aspectos


reivindicativos, como las condiciones económicas, sociales, laborales y profesionales. La orga-
nización y accionar de los trabajadores se realiza en torno a un Estatuto y a una Plataforma de
lucha, que son instrumentos que unifican a los trabajadores, como es el caso de los maestros del
SUTEP; que ha sabido recoger las exigencias más sentidas de los trabajadores en la educación:
auxiliares de educación, docentes contratados y nombrados, directivos, especialistas y jerárquicos.

Al mismo tiempo que se lucha por las reivindicaciones propias del magisterio y el pueblo, se busca
ganar su conciencia para construir una sociedad más justa y humana; tal como nos legara el
Amauta José Carlos Mariátegui: “Un proletariado sin más ideal que la reducción de las horas de
trabajo y el aumento de los centavos del salario, no será nunca capaz de una gran empresa
histórica” (Ideología y Política, p. 116).

A pesar del tiempo transcurrido, hemos retrocedido mucho en este aspecto, porque aparte de
luchar contra los defensores del capitalismo hemos tenido que enfrentar la arremetida del
senderismo (conare y otros especímenes), quienes, aprovechándose de las sanas aspiraciones de
las masas y de nuestras limitaciones en comunicación, promueven meramente la lucha violentista
en busca del control sindical de las organizaciones como factor de poder, para presionar al
gobierno de turno y se les reconozca como interlocutores válidos, tal como sucede actualmente
con la huelga focalizada en algunas regiones obviando conscientemente la visión nacional del
problema de la educación y el magisterio.

3.2 Dimensión política

Los trabajadores conscientes reconocen que para lograr una vida digna para todos es importante
el accionar político que se asume. Por ejemplo, la historia del movimiento sindical magisterial nos
ha demostrado que el aspecto meramente sindical tiene un límite; por ello, tiene que trascender
al accionar político en aras de ganar la conciencia de las masas, tal como lo realizamos en las
décadas del 70 y 80, cuando combatimos a la dictadura militar, primero; y, después, al senderismo
liquidador que quiso arrastrar a nuestro gremio a su aventura de “guerra popular”. Tan nefasto
proceso de controlar el SUTEP fue derrotado por las fuerzas democráticas e institucionalistas que
tenían la responsabilidad de la conducción del gremio; por eso, los senderistas abandonaron el
Congreso de Ica señalando que el SUTEP no les servía como instrumento político para apoyar la
llamada “guerra popular”. Sin embargo, después de su fracaso violentista y accionar genocida –
jamás olvidaremos que estos mal denominados “clasistas” fueron asesinos de niños, mujeres y
hombres del pueblo de Lucanamarca, región Ayacucho- retornaron con más ganas de tomar el
control del SUTEP porque no habíamos avalado su accionar asesino; para ello contaron con el
apoyo de algunas autoridades regionales, consiguiendo paralelizar a algunas bases e incluso
fueron reconocidos por los entes descentralizados del Ministerio de Trabajo, a pesar de la
advertencia hecha por el CEN del SUTEP.

De tal manera, que este accionar nefasto de los senderistas y sus aliados, se vio fortalecido con la
infiltración que realizaron en el Partido Nacionalista y otras organizaciones políticas regionales,
logrando ser elegidos como regidores, tal es el caso del rabioso Maraví en Huanta. La que sí no
pudo lograr una curul fue la candidata Jesús Armida Huerta Gonzáles –responsable de Pukallacta-,
quien postuló para congresista por Lima en el Frente Amplio; ella siempre mentirosa, siempre
divisionista y de espaldas a los derechos del magisterio, nos llamaba electoreros, cabeza de ánfora;
hoy, muy sumisa, sirve el café del Congreso, como “asesora” de su socio el pro-movadef Ernesto
Curro, también muy crítico a la participación electoral y hoy Congresista por Puno.

Mientras que nosotros conocemos al magisterio peruano desde lo más profundo de sus anhelos,
problemas y dificultades. Somos parte de ese torrente democrático que lucha por la niñez y
adolescencia; por tener, además, maestros dignos y reconocidos, requisito indispensable en la
forja de este propósito; por ello, aspiramos a que la gran mayoría de maestros del Perú nos
reconozcan como hermanos en el combate por una Nueva Educación en el Perú, leales en la
batalla por la defensa de su carrera profesional, firmes en el respeto a sus derechos, consecuentes
junto a ellos por los altos ideales de una sociedad justa y un Nuevo Curso en la historia del país.

3.3 Dimensión ideológica

Estos señores, sin ninguna duda, son herederos de la violencia genocida de Sendero Luminoso;
después de la captura de Abimael Guzmán, se reciclaron, primero, en la década del noventa
abandonaron el sindicato, utilizando al conare como frente político magisterial del senderismo.
Usan sus métodos hasta ahora. Nos dicen traidores. Según el concepto del pensamiento Gonzalo,
en la mal llamada entrevista del siglo, toda idea que no sea la ridícula “quinta espada”, es traición.

Su método principal es la arbitrariedad, la violencia. Cierran violentamente los colegios que no


obedecen sus consignas. Atacan con virulencia a los que no coinciden con ellos. Es una “huelga”
dictadura. Mienten y vuelven a mentir. Es una herencia de su etapa clandestina, negar su
militancia, ocultar sus crímenes como los de Lucanamarca, o las de nuestros camaradas asesinados
cobardemente por la espalda. Siguen mintiendo, lo seguirán haciendo, los maestros deben estar
advertidos.

En esta lucha de ideas, tenemos que partir del legado del Amauta, porque con Mariátegui se inicia
una nueva manera de entender el Perú y su futuro, opuesta al capitalismo. Se abre paso una nue-
va percepción de la política y su relación con la ética y la cultura; del papel de las masas
trabajadoras como sujeto transformador de la sociedad, más allá de sus necesarias luchas
reivindicativas. Su punto de vista de que “el hombre llega para partir de nuevo” es una invitación a
la lucha permanente, a no perder de vista el horizonte socialista atrapados por las urgencias del
momento, que implica etapas, transiciones, una compleja red de contradicciones en lugar de un
terreno llano. Ninguna revolución es copia de otra. Los principios universales operan en
condiciones concretas, se resuelven en medio de una aguda lucha de clases concreta. Es resultado
de la acción creadora de millones de hombres y mujeres dispuestos a romper sus cadenas y
construir su futuro. Por ello mismo ajeno a todo tipo de caudillismo o mesianismo, a toda
injerencia imperialista o forma de colonialismo mental. En suma: es “creación heroica”. Enunciado
aceptado y repetido, pero casi siempre olvidado en los hechos. En ese sentido, su comportamiento
intelectual, teórico y práctico, su ejemplo de vida, es el mayor legado que ostentamos, que hay
necesidad de entender, defender y continuar.

3.4 Dimensión pedagógica

Los maestros, de acuerdo a nuestra misión y desempeño, reconocemos que la crisis de la


educación peruana se caracteriza por ser histórica, estructural e integral. Todos los gobiernos han
reconocido tal hecho; sin embargo, no han asumido su responsabilidad y solo han culpado a los
maestros, invocando la destrucción del SUTEP, coincidiendo con los senderistas como cultores de
la muerte; porque asesinaban a sangre fría a los que no se embarcaban en su proyecto genocida;
para muestra tenemos a nuestros maestros mártires : Pino López Hilario y Amadeo Delzo
Velásquez (Junín); Esteban Flores y Absalón Nique (Huánuco); Juan Corilloclla (Huancavelica);
Marcelino Pachari, Miguel Vilca, Esteban Vilca y Norman Bedoya (Puno).

A pesar de la arremetida de los gobiernos, en complicidad de los CONARE y sus socios de


Pukallacta, unidos en su nefasto propósito de liquidar al SUTEP, hemos mantenido la estructura
orgánica del gremio y brindado propuestas en el plano pedagógico, precisando que para superar la
tan mentada crisis en el sector se necesita enarbolar un Proyecto Educativo ligado al Proyecto
Nacional de Desarrollo del país abriendo un nuevo curso en nuestra historia; es decir, construir
una Nueva Educación, cuyo eje convierta a la escuela pública en factor clave de un proyecto
nacional y una Nueva República, en una sociedad verdaderamente democrática con ciudadanos
realmente libres, críticos y capacitados; con docentes calificados, reconocidos profesional y
económicamente por el Estado peruano.

Asumir la lucha pedagógica es una obligación consciente del magisterio, promoviendo su


formación continua y su cualificación profesional para enfrentar nuevos retos en beneficio de los
hijos de nuestro pueblo. Reiteramos que cada día los cambios son vertiginosos, debido al avance
de la ciencia y la tecnología; por ello, debemos mejorar nuestras prácticas de lectura e inves-
tigación para conocer y transformar la realidad al lado de los estudiantes y padres de familia.

IV. SITUACIÓN ACTUAL DEL MAGISTERIO Y PERSPECTIVAS

4.1 Antecedentes

A partir de 1977, aparece el grupo Pukallacta imbuido de radicalismo violentista, cuya mentirosa
prédica “moralista” y anarquista carece de argumentos ideológicos y políticos. Hasta ahora no han
esclarecido el nefasto rol que cumplieron al oponerse al HISTÓRICO PARO NACIONAL del 19 de
julio de 1977. Cuando tenían el control de la dirigencia de la Federación de Trabajadores de
Centromín Perú, emitieron un comunicado que dicha Federación no acataba el Paro porque era un
PARO REVISIONISTA. Hecho histórico que demuestra el dogmatismo que ostentan algunos
caudillos llenos de odio y mentiras, que aparecían hablando de un “nuevo sindicato magisterial”
(Magisterio: 2007, 17) y hoy duermen plácidamente en lo que llamaban “establo parlamentario”,
Jesús Armida dixit, asesora de Ernesto Curro.

Los pukallactas realmente son radicales de palabra. No asumen la lucha multifacética. Solo se
preocupan de lo económico y siembran el apoliticismo. Su oposición, por “principio” al centralismo
democrático y a toda institucionalidad y disciplina estatutaria, lo convierte en una corriente
centrífuga y disolvente, contraria al elemental sentido de unidad. No es sino una de las
expresiones figurativas del interés político, la mentira y la mediocridad que divide ahora al
magisterio peruano.

A veces, asumen el sindicalismo revolucionario de sus pares conares; que no es sino la expresión
gremial del espontaneísmo ideológico y político. Es la confusión del rol del Partido revolucionario
con el Sindicato clasista, que si bien no son antagónicos, tampoco son una sola cosa; tienen
objetivos, formas de unidad y organización distintas, así como diferentes formas y estilos de
conducción y lucha. Esta deformación y confusión liquidacionista, intolerante y sectaria que hace
trizas al frente único, pretende hacer “política revolucionaria” a través del gremio, cree que la re-
lación del Partido con las masas se produce a través del sindicato, al punto que, finalmente, se
convierte en un ente subsidiario del gremio al Partido, en una suerte de segundón, prescindible,
para la conducción política de los sindicatos.

Este grupo radicaloide profundiza su acción divisionista y paralelista en el gobierno de Toledo.


Proclaman asumir la independencia política de clase, sin embargo pactaron con el Ministro de
Educación Nicolás Lynch la nefasta labor de destruir al SUTEP, junto a los llamados SUTEP
“democrático” y CONARE-SUTEP. Por ello, en su vocero “Magisterio” (2007, 5) expresan
cínicamente lo siguiente:

“a) Ruptura orgánica del SUTEP, inicialmente en dos grandes bloques: el del CEN del SUTEP, ligado
a “Patria Roja” y el de la oposición clasista que se reunió en Huancayo para fijar el inicio de la VIII
Huelga al margen del organismo oficial encabezado por Nílver López. El impulso de esta huelga
partió de la oposición clasista que fijó el 14 de mayo del 2003 como fecha de comienzo de la
huelga. Este acuerdo movió al CEN del SUTEP a realizar su propio evento Y TAMBIÉN ACORDAR UN
INICIO DE HUELGA PARA EL 12 DE MAYO, DOS DÍAS ANTES. Estos dos eventos y las dos fechas de
comienzo de la VIII Huelga son una muestra clara de la ruptura del SUTEP después de 31 años”.

Tal confesión de parte del grupo Pukallacta muestra en cuerpo entero el vergonzante rol de
prestarse al juego de los funcionarios del Ministerio de Educación, para que no se atiendan los
justos reclamos del magisterio nacional. Estos caudillos mentirosos, Huaynalaya, Jurado y Huertas,
impulsaron eventos divisionistas y paralelos en Cusco, Arequipa y Huancayo, todos financiados por
dichos funcionarios para confundir y hacer fracasar las luchas del SUTEP.

La ruptura no se dio en el SUTEP, sino en lo que ellos llaman “oposición clasista”, léase CONARE,
Pukallacta y otros especímenes desclasados. “Fallido Congreso Estatutario de La Cantuta (2003),
que debió poner las bases para una justa y eficiente organización de la oposición clasista que había
dado el impulso a la VIII Huelga del SUTEP. No primó la razón política sino el sectarismo
retardatario a tal punto que se quiso reinstaurar, al pie de la letra, el Estatuto del SUTEP de 1972.
Ruptura de la oposición en dos bloques” (“Magisterio”: 2007, 5). Hecho que demuestra que los
Pukallactas se han especializado en participar de ruptura en ruptura en el movimiento magisterial.
Así como, despotricar de sus propios aliados en las aventuras divisionistas y paralelistas al servicio
de los gobiernos de turno. Por ello, desenmascara y despotrica de su socio Huaynalaya
abiertamente:

“Fallida Huelga ‘Nacional´ del SUTEP (2004), impulsada por el ahora denominado CONARE-SUTEP.
Esta huelga supuestamente nacional fue un acto voluntarista de típico carácter sectario que
terminó sin pena ni gloria con una deplorable “Acta de 14 puntos”, donde dirigentes afines a
Huaynalaya firmaron todo lo que el gobierno quiso, y avalaron la racionalización que deja sin el
servicio de la educación pública a muchas zonas de la sierra y selva” (“Magisterio”: 2007, 5).

Finalmente, hoy se encuentran otra vez en una nueva aventura huelguística al margen de la
mayoría del magisterio nacional, porque su único fin es continuar con su accionar divisionista
presionar para el indulto del ridículo presidente Gonzalo que socava la unidad necesaria para
enfrentar programáticamente al neoliberalismo, que es el flagelo de los pueblos del mundo.

4.2 Situación actual del magisterio

Desde hace más de dos décadas se viene aplicando una forma de entender la economía, la
política, la cultura, la EDUCACIÓN y demás manifestaciones de la humanidad: el NEOLIBERALISMO.
Para los trabajadores y para aquellos que trabajamos en la educación, este modelo se ha
expresado o implementado de múltiples maneras. El resultado es trágico: derechos recortados,
desentendimiento de la educación como responsabilidad del Estado, políticas y programas que a la
fecha solo evidencian fracaso. Tan es así, que la exigida evaluación de estos programas y políticas
“exitosas” y sus “avances” a la fecha no se publican.

Desde la táctica de resistencia activa frente al modelo neoliberal, enarbolada acertadamente en


esa época, después de un proceso de acumulación de fuerzas pasamos a la ofensiva, planteando la
necesidad de luchar con razón, ventaja y sin sobrepasarse; mientras que los senderistas y sus
socios pukallactas asumían “las huelgas hasta la últimas consecuencias”, sacrificando con este
planteamiento suicida a sus seguidores, porque una medida de lucha sindical no es para tomar el
poder, sino para arrancar a la patronal reivindicaciones tangibles para los agremiados al sindicato.

Asimismo, en diversos eventos nacionales y con las representaciones regionales se elaboró una
Plataforma de reclamaciones de acuerdo a la medida de lucha propuesta y la correlación de fuer-
zas que se tienen y el cómo se encuentra el gobierno o la patronal, a quien se le exige la solución
del pliego de reclamos y para ello se concreta primero el trato directo o el diálogo y solo si no hay
una solución favorable recién se adopta la medida o medidas de lucha que corresponda.

Por ello, el SUTEP planteó y desarrolló un PARO NACIONAL el 13 de julio con una plataforma de
reclamaciones acorde con la medida de lucha y que, en lo fundamental, se han logrado avances
significativos y para ello consideró la situación orgánica del sindicato y lo que era posible arrancar
al gobierno.

Mientras que los dirigentes del magisterio cusqueño y luego puneño, enarbolaron una plataforma
ajena a la realidad y a partir de sus regiones, con sus propios dirigentes y organizaciones no
dependientes del CEN del SUTEP, iniciaron una huelga general indefinida y que evidentemente les
traerá consecuencias. Nadie duda de la valentía de lucha de los maestros, por lo menos así lo
hemos registrado desde la fundación del SUTEP y aun antes, porque hemos sido y somos
partícipes de la lucha del magisterio y del pueblo peruano.

Para diferenciar nuestro accionar político sindical de las acciones asumidas por los anarquistas de
todo pelaje, es necesario conocer lo siguiente:

CEN SUTEP anarquistas

Plantea la necesidad de dotar de un presupuesto Plantean sólo el 6% del PBI, sin considerar que el 6
para el sector educación del 8% del Producto % ya está en la Ley de Educación, entonces de qué
Bruto Interno (PBI) para abordar de manera in- petición nos hablan, si eso ya se conquistó con la
tegral, la problemática, educacional. lucha del SUTEP.

Exige un salario para los maestros del 60% de la UIT, Solicitan una UIT o sea 4,050 soles, lo que hace
que servirá como piso salarial inicial, petición que inviable dicha propuesta; ahora retroceden y
resulta viable. plantean 2 000 soles desde julio, y ni siquiera como
piso salarial.

El SUTEP plantea la modificación, por ser Exigen la derogatoria de dicha Ley y su


inconstitucionales, de varios artículos de la Ley de modificatoria, sin considerar las correlaciones de
Reforma Magisterial. fuerzas políticas y sociales para ello.

Rechaza las evaluaciones estandarizada y única a Se oponen a las evaluaciones de desempeño, en su


nivel nacional; exige la evaluación de desempeño en lógica del todo o nada y proyectan su lucha hasta las
el aula, para identificar nuestras debilidades en la últimas consecuencias, manteniendo la crisis de la
labor pedagógica, a fin de que educación actual, obviando los avances en
los docentes sean actualizados y capacitados con tal pedagogía y aportes fundamentales como la teoría
propósito. de Vigotski.
Entonces, reconocemos que no podemos renunciar a tener un salario digno, que permita la
satisfacción de nuestras necesidades y de una vida como todos los profesionales en el mundo;
pero para ello, debemos primero construir la unidad de los maestros, bajo un solo pliego, una sola
dirección, un solo programa, además una correlación de fuerzas favorable y no pensar que solo
nosotros existimos, entender que la lucha debe ser NACIONAL Y UNITARIA, con el apoyo de los
padres de familia y del pueblo. De lo contrario sólo tendremos fracasos, derrotas y nuevas
frustraciones. Todos quisiéramos ganar más y los maestros con mayor razón pero ¿con una huelga
regional, por heroica que sea se podrá alcanzar? Y más aún, ¿con un magisterio dividido por acción
de los senderistas y los aventureros sindicales?

A los senderistas, nunca les interesó las reivindicaciones del magisterio, recordemos que uno de
sus postulados en el concepto de sindicato es que: “la lucha política toma muchas veces la forma
de enfrentamiento militar, de guerra o de lucha armada. Es que “la guerra es la prolongación de la
política por medios violentos” (declaración de principios del Estatuto de la FENDEP), organismo de
fachada de Sendero Luminoso en el magisterio, por ello se explica que no les interesa las
reivindicaciones del magisterio nacional, sino que trabajan por la destrucción del glorioso sindicato
de los maestros del Perú y la liquidación de los organismos de asistencia y estímulo (CAFAE) y de
previsión social (Derrama Magisterial), por ser un obstáculo para su accionar genocida y un
“paliativo” para el magisterio, que evita la agudización de las contradicciones sociales, lo cual
retrasaría y dificultaría su “revolución”.

4.3 Perspectivas

Los maestros del Perú debemos valorar y proteger la rica historia de lucha del magisterio desde
hace más de cuatro décadas. Invitamos a los maestros democráticos a movilizarse, con el objetivo
de fortalecer su organización representativa y unitaria, el SUTEP, deslindar con las ideas
divisionistas, mentirosas y con las actitudes terroristas del CONARE-MOVADEF, y a mantener la
unidad y la capacidad de lucha de los maestros peruanos para futuras victorias.

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