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Teoria de La Evolución de Darwin
Teoria de La Evolución de Darwin
Teoria Neodarwinista
La teoría neodarwinista fue elaborada en los años treinta y cuarenta por Dobzhansky, Simpson,
Mayr, Huxley, etc..., basándose en la variabilidad genética y en la selección natural, aspectos
proporcionados por la teoría darwinista, pero con algunas modificaciones debido principalmente a
los novedosos conocimientos sobre genética, ecología.
Variabilidad genética
Según esta teoría el proceso evolutivo está basado en la variabilidad genética de las poblaciones,
causada por la aparición de: Mutaciones. La mutación es la causa principal de la variabilidad
heredable. Aunque la mayoría de estas son perjudiciales, algunas son neutras para el individuo en
el ambiente en que vive. Estas mutaciones permanecerán en su ADN y se transmitirán a sus
descendientes dando lugar a las diferencias entre individuos. Es probable que ante nuevas
condiciones (por ejemplo, cambios medioambientales) una mutación ya existente resulte ahora
beneficiosa para los individuos que estarán más desarrollados con respecto al resto de la
población. La recombinación de los genes en la reproducción sexual. No origina nuevas
alternativas para un gen, pero a partir de las alternativas generadas en la mutación si que pueden
dar lugar a nuevas combinaciones
Selección natural
La selección natural actuaría como base evolutiva, de tal manera que los genotipos más favorables
para la especie perdurarían dejando de esta forma una mayor descendencia y, por tanto,
aumentaría su frecuencia estadística. Por el contrario, los genes que se presentan sin ventajas
para el desarrollo evolutivo son eliminados de la población. Por lo que hablaremos de un mejor
desarrollo adaptativo al medio, de unos individuos frente a otros. Las formas de selección son
variadas, según el proceso al que dan lugar:
• Selección normalizadora. Tiende a favorecer los fenotipos más frecuentes y excluye los valores
extremos.
• Selección direccional. Se ven favorecidos los fenotipos en una dirección particular. Este tipo de
selección es frecuente cuando una especie coloniza nuevos territorios en los que las condiciones
ambientales son diferentes de las del ambiente original y comienza a ser seleccionada con criterios
diferentes. La selección direccional sólo es posible si existe variación genética disponible respecto
al fenotipo que se selecciona.
• Selección diversificadora.
Un ambiente puede favorecer dos o más fenotipos a la vez debido a que los ambientes no suelen
ser homogéneos.
No sabemos cómo ciertos agentes naturales pueden, o han podido en el pasado, actuar sobre los
ácidos nucleicos para provocar mutaciones, pero los detalles que aún son discutibles no tienen
fuerza contra lo que está bien averiguado y establecido acerca de esos mecanismos de la vida
Pruebas de la evolución
• Pruebas paleontoógicas:
El principal indicio a favor de la Evolución biológica, es el hecho de que se conserven restos fósiles
de animales y vegetales que vivieron en épocas pasadas, que no han perdurado hasta nuestros
días y que son distintos a las especies actuales, mientras que la mayoría de las especies no están
representadas en los fósiles conocidos. Si como principio general todo ser vivo procede de otro ser
vivo, habrá que admitir que las especies actuales proceden de otras especies biológicas.
Las especies desaparecen, se extinguen y son sustituidas por otras, a lo que se conoce con el
nombre de registro fósil. Pero sólo en algunos casos los restos descubiertos permiten reconstruir
la evolución de un determinado organismo a través del tiempo. De donde diferenciaremos dos
pruebas especialmente importantes:
• Series filogenéticas:
Un buen ejemplo es el caso de la evolución del caballo. Su registro fósil conocido comienza hace
unos cincuenta millones de años La historia de la evolución del caballo está bien documentada y el
registro fósil muestra con claridad una reducción progresiva del número de dedos, pasando de un
animal ramoneador pequeño de cuatro dedos (perteneciente a una línea evolutiva que dio lugar,
además del caballo, los rinocerontes y otros mamíferos), a un animal con un tamaño mayor, que
pastaba hierba y tenía las patas formadas por un único hueso terminado en un solo dedo: el
caballo moderno. El Eohippus, similar en aspecto a un perro, vivió hace 60 millones de años y sus
molares carecían de superficies trituradoras grandes para masticar la vegetación carnosa de su
hábitat. Con la expansión de las praderas en el mioceno, hace 25 millones de años, tan solo
sobrevivieron aquellos animales cuyos dientes estaban adaptados para triturar el alimento. Por
otro lado, el cambio hacia un clima más árido produjo un endurecimiento del terreno y el dedo
medio de Merychippus se alargó para soportar la tensión de su peso, convirtiéndose en un único
dedo en Pliohippus. Las patas robustas del caballo evolucionaron para conseguir alcanzar
velocidades lo bastante rápidas como para evitar a sus depredadores.
• Formas intermedias:
En algunos casos se ha logrado encontrar el “eslabón perdido” que puede explicar las fases de
cambio entre dos grandes especies. Esto se refleja claramente en algunos fósiles que presentan
características Inter. Medias entre dos clases diferentes de seres vivos actuales, como es el caso
del fósil Archaeopterix, que presenta una forma intermedia entre los reptiles y la de las aves
actuales, lo que nos indica que las aves actuales provienen del resultado de la evolución de los
antiguos reptiles. Las formas fósiles intermedias, que se pueden situar entre dos grupos de
especies diferentes, nos demuestran las relaciones de parentesco evolutivo existente entre los
dos.
Pruebas bioquímicas
El origen común de todos los seres vivos se pone de manifiesto al comprobar que todos poseen los
mismos componentes químicos (carbono, oxígeno...); los orgánulos están en todas las células...;
todas las proteínas están formadas por los mismos veinte aminoácidos; todas las moléculas de
ADN son secuencias de los mismos cuatro nucleótidos; y el lenguaje utilizado por el ADN para
nombrar a cada uno de los aminoácidos es el mismo para todos los aminoácidos. Estas y otras
observaciones similares se pueden interpretar como argumentos a favor de un origen común para
todos los seres vivos.
Pruebas geneticas
El análisis de la composición del ADN, demuestra la similitud de todos los seres vivos y su origen
común.
Hace millones de años algunos de los continentes estaban unidos, esto explica que especies de
distintos continentes tengan tantas similitudes ya que ambos tuvieron un origen común. Con el
paso del tiempo las especies han ido evolucionado y dando así lugar a las especies actuales. En
islas con las Británicas que se separaron del continente hace, relativamente, poco tiempo, las
especies son las mismas. En Australia que se separó del continente hace 70 millones de años, se ha
desarrolla una flora y una fauna propia ya que la evolución ha sido diferente. También los
archipiélagos oceánicos alejados de continentes presentan una diferente diversidad de especies;
por ejemplo, en Hawai existen 500 especies de Drosophila a la vez que se detectan importantes
ausencias como la de anfibios.
Anatomía comparada
Prueba embriológica
Häckel descubrió que en sus fases tempranas los embriones vertebrados eran muy similares y
conforme se desarrollaban se iban diferenciando hasta dar el mamífero, ave, etc. Lo cual refleja un
mayor grado de parentesco evolutivo. Por lo tanto el desarrollo embrionario es una recapitulación
abreviada de la historia evolutiva de los seres vivos.
Grupos tan diferentes como peces, mamíferos, anfibios y aves tienen un desarrollo embrionario
tan similar porque han heredado los patrones de desarrollo de un antecesor común. Estos
patrones van cambiando a la vez que los descendientes evolucionan en distintas direcciones; sin
embargo, algunos órganos se mantienen incluso cuando han perdido toda utilidad (órganos
vestigiales), por ejemplo, en las primeras fases del desarrollo embrionario los humanos presentan
unas pequeñas branquias y cola hasta las seis semanas. Por ello el coxis nos ha quedado como un
vestigio de la cola que tuvimos durante nuestra fase embrionaria.