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AGUAS FUERTES PORTEÑAS – recursos periodísticos

El término aguafuerte refiere a una técnica pictórica, un tipo de grabado específico hecho con
estiletes. En este caso, con el título Aguafuertes porteñas, el autor designa un modo de elaborar
las impresiones que retiene la mirada del observador inquieto, desconfiado de las palabras
progreso y desarrollo que refulgían como signos distintivos de la época, a fines de los años
veinte. Escritos como crónicas de aparición regular en el diario El mundo, las aguafuertes de Arlt
conquistan una singularidad: su capacidad de describir la mutación de la ciudad de Buenos Aires,
interpretando su pulso cotidiano, de modo crítico, nada concesivo, y haciendo del humor el
estilo desenfadado de abordar esa compleja trama de personajes urbanos que desfilan en la
vida porteña: tan lejos de cualquier moralismo abstracto como de toda pretensión estetizante y
sacralizadora del mundo popular.

Contiene la visión particular del autor sobre ciertos sectores sociales del Buenos Aires de los
años veinte y treinta, en la cual vuelca sus concepciones personales en una época de transición
notablemente idealizada. A ratos se le va la mano en los argentinismos, pero es parte del espíritu
que anima al libro. Día tras día fue expresando, desde su lugar de enunciación, su modo de
pensar, de escribir y de involucrarse, o no, con las cosas que pasaron a lo largo de la década del
treinta.

Utiliza la primera persona, atribuyéndose el papel de testigo ocular o protagonista y aportando


la requerida verosimilitud. Los temas y sus desarrollos son completamente realistas —incluso
costumbristas—, perfectamente creíbles y observables en aquel Buenos Aires de los años
treinta, resultando especialmente humorísticos los retratos de personajes tipo, satirizados.

Ateniéndose a la clase social del receptor, utiliza un lenguaje llano, con términos sencillos,
reiteradamente adjetivados y añadiendo el uso de refranes y dichos populares. Para mayor
concreción, delimita con exactitud el tiempo —presente, por supuesto— y el espacio, próximo
y común. Se dice que se vendía el diario El Mundo casi exclusivamente por estos artículos y que
gracias a ellos, Roberto Arlt contestaba con orgullo de ganador las muchas críticas que su estilo
recibía. El paso del tiempo sobre ellos los ha convertido en mosaicos de una época y las dudas
sobre su estilo han quedado disipadas ante la magnitud y originalidad de su intensa obra.

Esos diarios escritos hace más de setenta años son la prueba contundente de que una página
bien escrita no se deja vulnerar por el tiempo. Arlt decía que para ser buen periodista es
necesario ser buen escritor. Arlt fue aprendiendo el oficio a medida que hacía su propio camino.
Comenzó haciendo literatura y nunca dejó de hacerla, pero en el trayecto fue incorporando
distintas herramientas. El genio creativo, la mirada irónica, el trabajo de investigación, la
reflexión y la denuncia fueron los elementos con los que escribió más de mil quinientos
Aguafuertes. Sus Aguafuertes trataron tanto la viñeta costumbrista y la crónica de viajes, como
el análisis político y la denuncia social. Las conductas del hombre, ese fue el núcleo de sus
artículos periodísticos que se mantuvo inalterable a través del tiempo.

1) En la primera etapa de los Aguafuertes, que se puede delimitar entre los años 1928 y 1930,
predominan las crónicas de estilo costumbrista que dan cuenta de la descripción de cada uno
de los tipos porteños, en general representantes de la pequeña que desfilan su idiosincrasia y
buscan su lugar en el circo multiforme de la ciudad que habitan.

Intercalada entre las múltiples y variadas descripciones de lugares y personas que caracterizan
esta etapa, Arlt se preocupa también por filtrar sus opiniones y señalar el modo en que los
tiempos modernos incidía en una sociedad en pleno proceso de cambio. El humor y la ironía
eran ingredientes que el lector descontaba recibir en la lectura de los artículos de Arlt.

Las huellas de misoginia, que tantas veces se han señalado en la literatura de Arlt, se perciben
también en los Aguafuertes.

2) Se va de corresponsal y luego vuelve al país. A su vuelta inicia la segunda etapa de los


Aguafuertes porteñas, en las que se percibe un compromiso social y político directo. El tono
tragicómico y descriptivo va cediendo el lugar a nuevas ideas e intenciones. Su postura en
relación a la política es la del escéptico que descree de la democracia y sus representantes; los
políticos son mentirosos y estafadores que abusan de la credulidad de las masas ignorantes y
que solo pretenden robar.

En lo sucesivo Arlt continuó expresando sus opiniones políticas, aunque ya de un modo más
solapado dejando de lado las tradicionales Aguafuertes donde escribía en primera persona y
dándole voz a personaje de ficción en quienes recaían los hechos que él quería denunciar. Nueva
serie estructurada en monólogos.

3) En las notas sucesivas profundiza su desconfianza por la clase política y reafirma su


pensamiento en contra de la democracia. La nueva preocupación de Arlt se centra en las
consecuencias de la crisis económica de un país que delata en cada rincón el crecimiento de la
pobreza y la desocupación. Arlt perteneció a dos grupos literarios, al de beodo y al de flores.
Tuvo más afinidad con el de beodo porque era el que apoyaba a la clase popular y por ello se
toca mucho el tema de la marginalidad y la pobreza. El de flores, en cambio, era más conservador
y también tenía más afinidad por la cultura europea.

4) En 1933 se inicia otra etapa en la rutina periodística de Arlt. A la vuelta de su viaje por América
del Sur, en vísperas del golpe de estado de 1930, sus notas ya denotan un compromiso ausente
en los primeros años. Pero ahora no sólo se involucra políticamente a través de sus opiniones,
sino que investiga y denuncia distintos problemas sociales que perjudican a los ciudadanos con
menos recursos económicos. En estas notas el rigor informativo de los números recogidos en la
investigación, y su habitual modo de narrar las historias, definieron el tono. A partir de la
investigación, la cual genera un gran impacto social, la justicia interviene y se modifican algunas
de las irregularidades señaladas en las notas.

5 y 6) “Aguafuertes Teatrales” se publican poco tiempo Arlt y se embarca nuevamente rumbo al


litoral argentino, donde descubre las condiciones de extrema pobreza de las personas que allí
viven, la penosa situación de las provincias que recorre.

7) A su regreso se prepara nuevamente para otro viaje. Esta vez el viaje será al sur del país y sus
notas referirán especialmente a la situación social de los trabajadores del campo y por primera
vez, pese a haber expresado en otras oportunidades su disgusto por las descripciones
naturalistas, se perciben páginas enteras de sus Aguafuertes describiendo los imponentes
paisajes naturales del lugar.

8) Arlt retorna a Buenos Aires y decide indagar en los márgenes de su propia ciudad, retoma el
hábito de las primeras series de Aguafuertes, pero esta vez como junto a un fotógrafo. Visita los
barrios periféricos de la ciudad donde la pobreza y las condiciones de vida distan mucho de ser
las ideales. En estas notas el énfasis está puesto en la desigualdad y las diferencias que existen
entre el centro y los barrios más lejanos. Nuevamente sus notas cargan contra los políticos, su
falta de ética y la falta de equidad social.
9) Viaja a España y luego a áfrica. En cada sitio continúa escribiendo sus notas, con la premisa
de imprimir en su columna, por sobre todas las cosas, el espíritu y la sicología de los hombres
que allí habitan. Muchas veces define los rasgos de los habitantes y compara los hábitos entre
los distintos pueblos y regiones.

10) Al regreso del viaje sus notas dejan de salir por unos meses, hasta que en 1936 escribe cuatro
notas sobre la situación española que encabeza del siguiente modo: “He vivido durante un año
en más de diez ciudades y treinta aldeas españolas, y me considero autorizado para hacer las
siguientes conjeturas. El encabezando de la nota no es casual. Ningún tema le interesa a Arlt
más que el político y no pierde oportunidad de expresarlo en sus crónicas. Lo escribió en la
página de cine.

11) Su anhelo es convertirse en corresponsal de guerra y escribir en la página de internacionales


del diario. No complacido, retoma el perfil y el tono de denuncia e investigación. Manifestando
el deseo por cubrir los sucesos internacionales.

12) “Al margen del cable”. En esta etapa, por primera vez su lugar está en la redacción. Su trabajo
consiste en seleccionar cables de noticias que llegan desde el extranjero y elaborar sus crónicas
a partir de las informaciones que ellos contienen. Las noticias son deformadas por la imaginación
y el rigor informativo de la capacidad creativa que imprime Arlt. Sus notas ya no tienen una
estructura, ni temática ni estilística uniforme. Arlt hace hincapié en la forma en que los conflictos
bélicos conviven con la gente día a día, es decir, la cotidianidad fue configurando su trabajo
periodístico.

13) Se ira a chile y en su regreso a bs as, un día después de su muerte, el diario el mundo
publicara su último aguafuerte: “El paisaje de las nubes”.

En Aguafuertes y sus facetas se cruzaron naturalmente para que el periodista gravara su original
estilo. Su modo de comunicar, retratar, opinar y denunciar se halla impreso en las crónicas.

Arlt creo su propio género, su condición aguafuertista, donde el trabajo periodístico estuvo
salpicado de su extraña y genial literaria. Algo que sabía hacer Arlt en sus columnas era
condensar de manera sintética toda una realidad. La síntesis era tan perfecta que se producía
una paradoja. Culminaba con humor. El lenguaje coloquial convirtió a Aguafuertes en un diálogo
con sus lectores.

ARLT Y SU VIDA DE OFICIO

Su inicio en el periodismo fue en la revista “Don Goyo” y luego paso a cubrir la sección de
policiales del diario “Crítica”. De ahí fue contratado por el diario “El Mundo” donde se
desempeñó como cronista hasta el día de su muerte. En “El Mundo” encontró su lugar de
enunciación y permaneció catorce años escribiendo su columna diaria conocida como
Aguafuertes porteñas. El título de su columna se fue modificando continuamente dependiendo
del lugar desde donde enviase los artículos. Arlt vivió en la primera mitad del siglo veinte, lo cual
lo convirtió en protagonista y testigo de un contexto político y social agitado, tanto en Buenos
Aires como en el mundo. Guerras y crisis económicas dominaban la escena. Cada uno de estos
datos y también su geografía, condicionaron su producción periodística y marcaron las distintas
etapas de sus Aguafuertes. Creó relatos de todo tipo: cuentos cortos, novelas, obras de teatro y
más de 1500 relatos periodísticos.

Arlt vivió en la primera mitad del siglo veinte, lo cual lo convirtió en protagonista y testigo de un
contexto político y social agitado, tanto en Buenos Aires como en el mundo.
Cuenta Sylvia Saítta en su biografía “El escritor en el bosque de ladrillos” que Arlt ingresó a las
publicaciones periodísticas a partir de sus cuentos o artículos de ficción. Fue recién en octubre
de 1925, cuando consiguió su primer trabajo estable y rentado en una revista de publicación
semanal llamada “Don Goyo”, que años más tarde le darían reconocimiento, fama e identidad
como periodista. En estos primeros artículos su escritura adopta un tono solemne para dar
cuenta de situaciones ridículas o marginales, que no persistirá en sus futuras notas. Un año
después de su ingreso, la editorial Latina publica su primera novela “El juguete rabioso”, y al año
siguiente Roberto Arlt se convierte en el nuevo cronista de la sección policiales. Esta
circunstancia lo lleva por primera vez a integrar una redacción con todas las responsabilidades
inherentes al verdadero oficio periodístico.

Cuenta Raúl Larra desde su trabajo biográfico, “Arlt el torturado”, en un intento por describir los
cambios que irrumpían en el periodismo de aquel entonces: Como en la literatura, que sólo
mantiene hasta fines del siglo XIX un carácter militante, también el periodismo, que aparece
vinculado con la lucha política, se destiñe pasado el 1900 y surge la empresa comercial, el diario
llamado independiente. Convengamos que esta independencia sin embargo es aparente.
Implícito en la manera de informar siempre hay un enfoque tendencioso, un enfoque político,
que varía según el vaivén de los intereses en juego.

Como afirma Larra el periodismo estaba en pleno cambio y la necesidad de competir en el


mercado comenzaba a ser determinante y definía el estilo de los periódicos. Natalio Botana
percibe esto e implementa algunos cambios: incita a sus periodistas a salir a la calle y
entreverarse con la noticia donde ésta se origina, y ya no a esperarla pasivamente en la silla de
la redacción para “recocinarla”.

En “crítica” Arlt descubre entonces el artilugio que consiste en redimensionar un hecho por más
insignificante que éste sea realmente. SE CARACTERIZA POR LA DRAMATURGIA en sus escritos.

ARLT EN “EL MUNDO”

Sylvia Saítta cuenta que en 1928 Arlt empieza a trabajar en el diario “el mundo”. Lucía un nuevo
formato, el tabloid, nunca antes lanzado en la Argentina. La intención era adaptarse a los
cambios que se producían en la vida cotidiana del hombre medio y diferenciarse de otras
publicaciones. Además de informar entretenía.

El aguafuerte es una técnica del grabado en metal que consiste en dibujar sobre una capa de
barniz que recubre la plancha y luego corroe la incisión con un ácido que penetra el material.
Esto le confiere al motivo una condensación dramática que distingue al aguafuerte de otras
técnicas como el grabado en madera o xilografía. Los Aguafuertes porteñas son artículos que
combinan elementos característicos del periodismo y la literatura. Exigen tanto la disciplina del
oficio periodístico como la creatividad y el estilo literario.

Escribió un total de 2000 Aguafuertes Porteñas desde 1928 a 1942 fueron recopiladas en dos
libros Aguafuertes Porteñas (1933) y Nuevas Aguafuertes Porteñas (1960).

CARACTERISTICAS DE ARLT

Arlt y el éxito de sus Aguafuertes se debió tanto a la originalidad y al tono que halló para contar
estas historias, como también al espíritu de las mismas. No sólo nacían de su ingenio, sino que
sin duda debían ser detectadas por su instinto.
El desplazamiento, la caminata callejera, es una acción habitual y hasta una condición necesaria
del método periodístico con el que generará sus crónicas. La música, la literatura y el cine fueron
temas que Arlt propuso insistentemente en sus Aguafuertes.

El lenguaje que Arlt utilizaba en sus aguafuertes fue una cuestión muy polémica. En este punto
es relevante no pasar por alto que Arlt escribía en “El Mundo”, un periódico, como se señaló
anteriormente, orientado a la clase media y pensado para toda la familia, era necesario cuidar
el lenguaje. En sus notas es habitual el uso del lunfardo y el lenguaje de la calle. Combina el uso
de las voces de la calle con la exhibición constante de un saber literario. Arlt se jactaba de escribir
en un idioma que no era el castellano, sino en porteño

El recorrido temático de sus artículos desnudó sus inquietudes como periodista, mientras que
el tono de sus notas imprimía el sello de su personalidad. Lo que más le interesó fue el hombre.
Primero individualmente y luego en comunidad. Y en el completo sentido de la palabra, Arlt fue
un cronista del mundo.

A lo largo de sus cuentos, novelas y obras de teatro abundan los ejemplos que permiten
descubrir que sus personajes e historias han sido bocetados previamente en los Aguafuertes. En
la ficción, a diferencia de sus relatos periodísticos Arlt avanza un paso más, y cada una de sus
descripciones forma parte de un universo más distante y elaborado.

CRÍTICAS A ARLT

La relación de Roberto Arlt con la editorial Claridad estuvo atravesada por los extremos del
rechazo y la aceptación. Entre mediados de la década del veinte y los primeros años del treinta,
realizó colaboraciones esporádicas. Claridad realizó una recepción despareja de su obra, dando
lugar a la coexistencia de detractores y promotores de sus textos.

La relación de Roberto Arlt con la editorial Claridad estuvo atravesada por los extremos del
rechazo y la aceptación que marcaron la izquierda literaria. Entre mediados de la década del
veinte y los primeros años del treinta, Claridad realizó una recepción despareja de su obra,
dando lugar a la coexistencia de detractores y promotores de sus textos.

El año 1925 marca el inicio de la ambivalencia con que fue juzgado Arlt porque si, por un lado
Claridad le negó la posibilidad de editar su primera novela arguyendo deficiencias en el estilo y
en el lenguaje; por el otro, hacia fines de ese año, Los Pensadores publicó un cuento suyo. El
lenguaje pasa a constituir el elemento principal de diferenciación

Fue incomprendido por sus contemporáneos que lo criticaban por tener “mal gusto” y “errores
de ortografía”. Evidentemente, aquellos lo desacreditaron por algo que en realidad sí había en
la escritura de Arlt: “cultura y estilo. Se dijo que escribía mal. Leopoldo Lugones pretendía borrar
cualquier rastro del impacto, o mejor, de la mezcolanza que la inmigración produjo en la lengua
nacional, lo que también se puede verificar en el martinfierrismo. Es esto lo que cuestiona a Arlt,
quien opera en un sentido absolutamente opuesto.

LOS 7 LOCOS – recursos literarios

LENGUAJE: En referencia a Los siete locos, se afirma que es “una novela de segundo orden (…)
en la que se resumen todos los vicios de un temperamento desordenado, oscuro y
desorientado” (“El fallo de un jurado” 1930: 4-5).
Los siete locos es ante todo una crítica social de la Argentina de los años treinta. Basado en la
narración de un personaje central, Remo Erdosain, que, desesperado, sin dinero, ni perspectivas
e inmerso en una sociedad que le produce una angustia existencial, se une a una sociedad
secreta, que pretende trastocar el orden imperante. En esta novela están los temas preferidos
de Arlt: la preocupación social, la soledad, la angustia vital, etc..

Las cuestiones morales, la soledad, la angustia ante el sin sentido de la vida y la desolación de la
muerte son temas recurrentes en la arquitectura metafísica de sus protagonistas.

Las cuestiones morales, la soledad, la angustia ante el sin sentido de la vida y la desolación de la
muerte son temas recurrentes en la arquitectura metafísica de sus protagonistas. Un intento
frustrado de relleno es el que funda esta lectura. Título sencillo, claro, colaborador. Promete un
relato sobre siete personas que pierden la razón: El capitán, Elsa, Basurt, el hombre cabeza de
jabalí, el astrólogo, el rufián, Ergueta.

Estilo literario: salirse de la lógica para describir a sus personajes.

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