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Facultad de Ciencias Exactas y Naturales – Universidad Nacional de Catamarca

Materia: Mecánica cuántica I

D - IMPLICANCIAS FISICAS DE LA ECUACION DE SCHRODINGER

 Describe la evolución temporal de una partícula subatómica masiva de naturaleza ondulatoria y no


relativista.

 Es de importancia central en la teoría de la mecánica cuántica, donde representa para las


partículas microscópicas un papel análogo a la segunda ley de Newton en la mecánica clásica.

 Las partículas microscópicas incluyen a las partículas elementales, tales como electrones, así
como sistemas de partículas, tales como núcleos atómicos.

 Esta abalada por el sexto postulado de la mecánica cuántica con respecto a la evolución en el
tiempo.

6to postulado: La evolución temporal del vector de estado se rige por la ecuación de
Schrödinger:
𝒅
𝒊ℏ |𝝍(𝒕)⟩ = 𝑯(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩
𝒅𝒕
Donde H(t) es el observable asociado con la energía total del sistema.

En esta sección, estudiaremos con detalle las propiedades más importantes de esta ecuación.

(1) - PROPIEDADES GENERALES DE LA ECUACIÓN DE SCHRÖDINGER

a) Determinismo En La Evolución De Sistemas Físicos


La ecuación de Schrödinger:
𝒅
𝒊ℏ |𝝍(𝒕)⟩ = 𝑯(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ (𝟏)
𝒅𝒕
 Es una ecuación lineal de primer orden con respecto a t.

 Entonces se deduce que dado el estado |𝝍(𝒕𝟎 )⟩, que inicia en t0 en cualquier momento
posterior t queda determinado por el estado |𝝍(𝒕)⟩.

 No hay una indeterminación en cuanto a la evolución de temporal en los sistemas


cuánticos.

 La indeterminación aparece cuando se mide una cantidad física, y el vector de estado


experimenta una modificación impredecible y no en la dinámica del sistema (véase el 5to
postulado).

 Entre dos mediciones, el vector de estado evoluciona de manera determinística. La


evolución temporal esta dictada por la ecuación de Schrödinger.

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5to postulado: Si la medición de la cantidad física A en el sistema en el estado da el


resultado an, el estado del sistema inmediatamente después de la medición es la proyección

normalizada , de en el subespacio propio asociado con an.

b) El Principio De La Superposición

 La ecuación (1) es lineal (para que valga el principio de superposición) y homogénea (para
que la condición de normalización valga para todo ). Se deduce que sus soluciones son
linealmente superponibles.

 Si los estados |ψ1 (t)⟩ y |ψ2 (t)⟩, dos soluciones de (1), entonces:

El estado en el tiempo inicial t0 es:


|𝝍(𝒕𝟎 )⟩ = 𝝀𝟏 |𝝍𝟏 (𝒕𝟎 )⟩ + 𝝀𝟐 |𝝍𝟐 (𝒕𝟎 )⟩, (𝝀𝟏 y 𝝀𝟐 cte. complejas)
para los mismo estados en el correspondiente tiempo t posterior arbitrario es:

|𝝍(𝒕)⟩ = 𝝀𝟏 |𝝍𝟏 (𝒕)⟩ + 𝝀𝟐 |𝝍𝟐 (𝒕)⟩.


 La correspondencia entre |ψ(t 0 )⟩ y |ψ(t)⟩ también es lineal.

 Si es lineal por lo tanto existe un operador lineal llamado U(t, t0) llamado operador de
evolución temporal, que actuando sobre |𝝍(𝒕𝟎 )⟩, en el instante t0, podemos integrarla para
poder obtener el estado del sistema en cualquier tiempo subsiguiente t > t0.

Operador de evolución temporal (anexo)

Es un operador que actúa en el espacio de los estados de manera que dado un estado
cuántico en el instante t0 , su actuación sobre este nos da el estado cuántico t
|𝝍(𝒕)⟩ = 𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 )|𝝍(𝒕𝟎 )⟩ (T-1)

T1 - Propiedades generales

Debe satisfacer la condición de frontera, cuando no evoluciona el tiempo, donde 1, es el


operador identidad:

(T-2)

 La evolución debe ser tal que la norma del estado se conserve, o sea la
probabilidad total es una cantidad que se conserva con el tiempo.

⟨𝝍(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ = ⟨𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 )𝝍(𝒕𝟎 )|𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 )𝝍(𝒕𝟎 )⟩


⟨𝝍(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ = ⟨𝝍(𝒕𝟎 )|𝑼† (𝒕, 𝒕𝟎 )𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 )|𝝍(𝒕𝟎 )⟩ = ⟨𝝍(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩;

Esto quiere decir que

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𝑼† (𝒕, 𝒕𝟎 )𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 ) = 𝟏 (T-3)

Lo que quiere decir que (T-3) es necesariamente un operador unitario, igual a la


identidad.
Sustituyendo (T-1) en la ecuación de Schrödinger, obtenemos

(T-4)

Donde H(t) es hermítico, la norma de estado se conserva.


De la comparación de los dos miembros de la ecuación (T-4):

(T-5)

 La ecuación (T-5) es diferencial de primer orden y define completamente a U(t, t0),


teniendo en cuenta la condición inicial (T-2).

Entre (T-2) y (T-5) se pueden condensar en una ecuación integral única:


Integrando ambos miembro de (T-4), con respeto a t:
𝒕
𝝏𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 ) 𝒊 𝒕
∫ = − ∫ 𝑯(𝒕)𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 )𝒅𝒕
𝒕𝟎 𝝏𝒕 ℏ 𝒕𝟎

En el segundo miembro integro con una variable t’ haciendo t=t’

𝒊 𝒕
𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 ) − 𝑼(𝒕𝟎 , 𝒕𝟎 ) = − ∫ 𝑯(𝒕′)𝑼(𝒕′, 𝒕𝟎 )𝒅𝒕′
ℏ 𝒕𝟎
𝑼(𝒕𝟎 , 𝒕𝟎 ) = 𝟏 es igual a la identidad:

𝒊 𝒕
𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 ) = 𝟏 − ∫ 𝑯(𝒕′ )𝑼(𝒕′ , 𝒕𝟎 )𝒅𝒕′
ℏ 𝒕𝟎 (T-6)

Consideremos el parámetro t0, que aparece en U(t, t0) como una variable t', al igual
que t. Luego escribimos (T-1) en la forma:

(T-7)

Pero se puede obtener a partir de una fórmula del mismo tipo como:

(T-8)

Sustituyendo (T-8) en (T-7):

(T-9)

Dado que, además, , deducimos que es arbitrario):

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(T-10)

Generalizando este procedimiento obtenemos que:

(T-11)

donde son arbitrarios. Si suponemos que , la


fórmula (T-11) es simple de interpretar: para pasar de t1 a tn, el sistema progresa de t1
a t2, luego de t2 a t3,…, entonces, finalmente de tn-1 a tn. Como esta propiedad es válida
en cualquier instante de tiempo en el intervalo , establecemos a
t" = t en (T-10); tomando (T-2) en consideración, obtenemos:

𝑼(𝒕, 𝒕) = 𝑼(𝒕, 𝒕′ )𝑼(𝒕′ , 𝒕)

𝑼(𝒕, 𝒕′ )𝑼(𝒕′ , 𝒕) = 𝑼(𝒕, 𝒕) = 𝟏 (T-12)

Multiplico ambos miembros de (T-12) por 𝑼−𝟏 (𝒕, 𝒕′ ) nos da la relación:

𝑼(𝒕′ , 𝒕) = 𝑼−𝟏 (𝒕, 𝒕′ ) (T-13)

Lo que me permite volver al estado |𝝍(𝒕)⟩, en un instante anterior de tiempo. Ahora


multiplico ambos miembros de (T-12) por 𝑼† (𝒕, 𝒕′ ), y usando la relación (T-3), de la
unitaridad del operador.

𝑼† (𝒕, 𝒕′ )𝑼(𝒕, 𝒕′ )𝑼(𝒕′ , 𝒕) = 𝟏. 𝑼† (𝒕, 𝒕′ )

𝑼(𝒕′ , 𝒕) = 𝑼† (𝒕, 𝒕′ )

Comparando con (T-13)

𝑼−𝟏 (𝒕, 𝒕′ ) = 𝑼† (𝒕, 𝒕′ ) (T-14)

Lo cual es la propiedad de la unitaridad del operado U. Además si


multiplicamos a (T-14) por 𝑼(𝒕, 𝒕′ ).

𝑼−𝟏 (𝒕, 𝒕′ )𝑼(𝒕, 𝒕′ ) = 𝑼† (𝒕, 𝒕′ )𝑼(𝒕, 𝒕′ )

𝑼† (𝒕, 𝒕′ )𝑼(𝒕, 𝒕′ ) = 𝟏 (T-15)

……Aquí falta operadores de evolución temporal infinitesimal

T2 – Casos para sistema conservativos

Cuando el operador H no depende explícitamente del tiempo (sistema conservativo), la


ecuación (T-5) puede integrarse fácilmente; teniendo en cuenta la condición inicial (T-2),
obtenemos:

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𝝏𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 ) 𝒊
= − 𝑯(𝒕)𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 )
𝝏𝒕 ℏ
𝒕 𝒕
𝝏𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 ) 𝒊
∫ = − 𝑯 ∫ 𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 )𝒅𝒕
𝒕𝟎 𝝏𝒕 ℏ 𝒕𝟎

𝒊
𝒍𝒏𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 ) = − 𝑯(𝒕 − 𝒕𝟎 )

𝑼(𝒕, 𝒕𝟎 ) = 𝒆−𝒊𝑯(𝒕−𝒕𝟎 )/ℏ

La evolución temporal del sistema físico, está dada por la evolución temporal de la
función de onda, entonces la ecuación anterior nos permite dar una solución formal:

-Fin de la evolución temporal-

c) Conservación de la Probabilidad

 De importancia esencial para la interpretación probabilística de la mecánica cuántica.

 La probabilidad total se conserva con el tiempo.

 La demostración de la conservación de la probabilidad es global, pero se puede demostrar


que la conservación también es local, con lo cual la probabilidad no puede desaparecer o
aparecer de forma espontánea, sólo se puede deber a que una partícula entre o salga del
volumen considerado.

c1 - La norma del vector de estado permanece constante

Como el operador hamiltoniano H(t) que aparece en (1) es hermitico, el cuadrado de la


norma del vector de estado, ⟨𝝍(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩, no depende de t como demostraremos ahora:
Derivando con respecto al tiempo la norma ⟨𝝍(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩

𝒅 𝒅 𝒅
⟨𝝍(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ = ⌊ ⟨𝝍(𝒕)|⌋ |𝝍(𝒕)⟩ + ⟨𝝍(𝒕)| ⌊ |𝝍(𝒕)⟩⌋ (𝟑)
𝒅𝒕 𝒅𝒕 𝒅𝒕

De acuerdo con (1), podemos escribir:

𝒅 𝟏
|𝝍(𝒕)⟩ = 𝑯(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ (𝟒)
𝒅𝒕 𝒊ℏ

Tomando los conjugados hermíticos de ambos lados de (4), encontramos:

𝒅 𝟏 𝒅 𝟏 𝒅
⟨𝝍(𝒕)| = − ⟨𝝍(𝒕)|𝑯† (𝒕) = − ⟨𝝍(𝒕)| 𝑯(𝒕) (𝟓)
𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝒅𝒕

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Ya que el hamiltoneanos es hermítico 𝑯(𝒕) = 𝑯† (𝒕), es un observable. Sustituyendo (4) y


(5) en (3) se obtiene:

𝒅 𝟏 𝟏
⟨𝝍(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ = − ⟨𝝍(𝒕)| 𝑯(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ + ⟨𝝍(𝒕)| 𝑯(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ = 𝟎
𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝒊ℏ

𝒅 𝟏 𝟏
⟨𝝍(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ = − ⟨𝝍(𝒕)| 𝑯(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ + ⟨𝝍(𝒕)|𝑯(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ = 𝟎 (𝟔)
𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝒊ℏ

La propiedad de la conservación de la norma es muy útil en mecánica cuántica. Por ejemplo,


se vuelve indispensable cuando interpretamos el cuadrado del módulo |𝝍(𝒓, 𝒕)|2 de la
función de onda de una partícula sin spin como la densidad de probabilidad de posición. El
hecho de que el estado |𝝍(𝒕𝟎 )⟩ de la partícula esté normalizado en el tiempo t0 se expresa
mediante la relación:

⟨𝝍(𝒕𝟎 )|𝝍(𝒕𝟎 )⟩ = ∫ 𝒅𝟑 𝒓|𝝍(𝒓, 𝒕𝟎 )|𝟐 = 𝟏 (𝟕)

Donde 𝜓(𝒓, 𝑡0 ) = ⟨𝒓|𝜓(𝑡0 )⟩ es la función de onda asociada con |𝝍(𝒕𝟎 )⟩. La ecuación (7)
significa que la probabilidad total de encontrar la partícula en todo el espacio es igual a 1. La
propiedad de conservación de la norma que acabamos de demostrar se expresa mediante la
ecuación:

⟨𝝍(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ = ∫ 𝒅𝟑 𝒓|𝝍(𝒓, 𝒕)|𝟐 = ⟨𝝍(𝒕𝟎 )|𝝍(𝒕𝟎 )⟩ = 𝟏 (𝟖)

Entonces |𝝍(𝒕)⟩ es la solución de (1), que corresponde al estado inicial |𝝍(𝒕𝟎 )⟩. En otras
palabras, la evolución temporal no modifica la probabilidad global de encontrar la partícula
en todo el espacio, que siempre permanece igual a 1. Por lo tanto, |𝝍(𝒓, 𝒕)|𝟐 puede
interpretarse como una densidad de probabilidad.

c2 - Conservación local de probabilidad, densidades de probabilidad y corrientes de


probabilidad

En este párrafo, nos limitaremos al caso de un sistema físico compuesto por una sola
partícula (sin espín).
En este caso, si 𝝍(𝒓, 𝒕) está normalizado,

𝝆(𝒓, 𝒕) = |𝝍(𝒓, 𝒕)|𝟐 (𝟗)

es una densidad de probabilidad: la probabilidad 𝒅𝓟(𝒓, 𝒕) de encontrar, en el tiempo t, la


partícula en un volumen infinitesimal 𝒅𝟑 𝒓 ubicado en el punto r es igual a:

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𝒅𝓟(𝒓, 𝒕) = 𝝆(𝒓, 𝒕)𝒅𝟑 𝒓 (𝟏𝟎)

 La integral de 𝝆(𝒓, 𝒕) en todo el espacio permanece constante para todo el tiempo (e


igual a 1 si 𝝍 se normaliza).

 𝝆(𝒓, 𝒕) debe ser independiente de t en cada punto r.

La situación es análoga a la que se encuentra en el electromagnetismo. Si, en un sistema


físico aislado, hay una carga distribuida en el espacio con la densidad de volumen 𝝆(𝒓, 𝒕), la
carga total [la integral de 𝝆(𝒓, 𝒕) en todo el espacio] se conserva a lo largo del tiempo. Sin
embargo, dentro del sistema, la distribución espacial de esta carga puede variar, dando lugar
a corrientes eléctricas.
De hecho, esta analogía puede llevarse más allá. La conservación global de la carga
eléctrica se basa en la conservación local. Si la carga Q contenida dentro de un volumen fijo
V varía con el tiempo, la superficie cerrada S que limita V debe ser atravesada por una
corriente eléctrica. Más precisamente, la variación dQ durante un tiempo dt de la carga
contenida dentro de V es igual a –I.dt, donde I es la intensidad de la corriente que atraviesa
S. es decir, el flujo de la densidad de corriente vectorial 𝑱̅(𝒓, 𝒕) que sale de S. Usando el
análisis vectorial clásico, podemos expresar la conservación local de la carga eléctrica en la
forma:
𝝏
𝝆(𝒓, 𝒕) + 𝛁. 𝑱̅(𝒓, 𝒕) = 𝟎 (𝟏𝟏)
𝝏𝒕

∇. J(̅ r, t): Campo vectorial de flujo de corriente.

𝝏
𝝆(𝒓, 𝒕): Densidad volumétrica ya sea de masa o carga de energía o de probabilidad.
𝝏𝒕

Vamos a mostrar aquí que es posible encontrar un vector 𝑱̅(𝒓, 𝒕), una corriente de
probabilidad, que satisface una ecuación idéntica a (11): existe entonces la conservación
local de la probabilidad. Por lo tanto, es como si estuviéramos tratando con un "fluido de
probabilidad" cuya densidad y movimiento se describen por 𝝆(𝒓, 𝒕) y 𝑱̅(𝒓, 𝒕). Si la probabilidad
de encontrar la partícula en el volumen (fijo) 𝒅𝟑 𝒓 sobre r varía con el tiempo, significa que
la corriente de probabilidad tiene un flujo distinto de cero a través de la superficie que limita
este elemento de volumen.
En primer lugar, supongamos que la partícula bajo estudio está sujeta a un potencial escalar
𝑽(𝒓, 𝒕). Su hamiltoniano es entonces:
𝑷𝟐
𝑯= + 𝑽(𝒓, 𝒕) (𝟏𝟐)
𝟐𝒎

y la ecuación de Schrödinger está escrita, en la representación {|𝒓⟩} (ver complemento DII


de cohen), es obtener una ecuación de continuidad que sea consistente con la ecuación de
Schrödinger:

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𝝏 ℏ𝟐 𝟐
𝒊ℏ 𝝍(𝒓, 𝒕) + 𝛁 𝝍(𝒓, 𝒕) − 𝑽(𝒓, 𝒕)𝝍(𝒓, 𝒕) = 𝟎 (𝟏𝟑)
𝝏𝒕 𝟐𝒎
Donde ψ es una función de la posición y el tiempo, función de onda donde:
𝝆(𝒓, 𝒕) = |𝝍(𝒓, 𝒕)|𝟐 = 𝝍∗ (𝒓, 𝒕)𝝍(𝒓, 𝒕) (𝟏𝟏)

La cantidad 𝝆(𝒓, 𝒕) me dice la densidad de probabilidad de encontrar una partícula en la


posición r, en el tiempo t.
𝑽(𝒓, 𝒕) debe ser real para que H sea hermítico donde 𝑽∗ (𝒓, 𝒕) = 𝑽(𝒓, 𝒕). La ecuación
conjugada compleja de (13) es por lo tanto:

𝝏 ∗ ℏ𝟐 𝟐 ∗
−𝒊ℏ 𝝍 (𝒓, 𝒕) + 𝛁 𝝍 (𝒓, 𝒕) − 𝑽(𝒓, 𝒕)𝝍∗ (𝒓, 𝒕) = 𝟎 (𝟏𝟒)
𝝏𝒕 𝟐𝒎

Multiplicando ambos lados de (13) por 𝝍∗ (𝒓, 𝒕) y ambos lados de (14) por 𝝍(𝒓, 𝒕)

𝝏 ℏ𝟐
𝒊ℏ𝝍∗ 𝝍+ [𝝍∗ 𝛁𝟐 𝝍 − 𝝍∗ 𝑽𝝍] = 𝟎 (𝟏𝟓)
𝝏𝒕 𝟐𝒎
𝝏 ℏ𝟐
−𝒊ℏ𝝍 𝝍∗ + 𝝍𝛁 𝟐 𝝍∗ − 𝝍𝑽𝝍∗ ] = 𝟎 (𝟏𝟔)
𝝏𝒕 𝟐𝒎

Resto las ecuaciones (15) a (16), resulta que [(13-(14)]:


𝝏 𝝏 ℏ𝟐
𝒊ℏ [𝝍∗ 𝝍 + 𝝍 𝝍∗ ] + [𝝍∗ 𝛁𝟐 𝝍 − 𝝍∗ 𝑽𝝍 − 𝝍𝛁𝟐 𝝍∗ + 𝝍𝑽𝝍∗ ]
𝝏𝒕 𝝏𝒕 𝟐𝒎

Es decir:
𝝏 𝝏 ℏ𝟐
𝒊ℏ [𝝍∗ 𝝍 + 𝝍 𝝍∗ ] + [𝝍∗ 𝛁 𝟐 𝝍 − 𝝍𝛁𝟐 𝝍∗ ] = 𝟎 (𝟏𝟕)
𝝏𝒕 𝝏𝒕 𝟐𝒎

𝝏 𝝏 𝝏𝝍∗ 𝝍
La cantidad [𝝍∗ 𝝏𝒕 𝝍 + 𝝍 𝝏𝒕 𝝍∗ ] = 𝝏𝒕
derivada de un producto

A la cantidad [𝝍∗ 𝛁𝟐 𝝍 − 𝝍𝛁 𝟐 𝝍∗ ]

[𝝍∗ 𝛁𝟐 𝝍 − 𝝍𝛁 𝟐 𝝍∗ ] = 𝛁. (𝝍∗ 𝛁𝝍 − 𝝍𝛁𝝍∗ ) (𝟏𝟖)

Entonces uniendo la derivada en forma de producto condensado y (18) en (17) y dividiendo


por 𝑖ℏ:

𝝏𝝍∗ 𝝍 ℏ
+ 𝛁. (𝝍∗ 𝛁𝝍 − 𝝍𝛁𝝍∗ ) = 𝟎 (𝟏𝟗)
𝝏𝒕 𝟐𝒎𝒊

Donde 𝝍∗ 𝝍 = 𝝆(𝒓, 𝒕) densidad de probabilidad

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Donde𝟐𝒎𝒊 (𝝍∗ 𝛁𝝍 − 𝝍𝛁𝝍∗ ) = 𝑱̅(𝒓, 𝒕) llamada corriente de probabilidad:

𝑱̅(𝒓, 𝒕) = (𝝍∗ 𝛁𝝍 − 𝝍𝛁𝝍∗ ) (𝟐𝟎)
𝟐𝒎𝒊

𝟏 ℏ
𝑱̅(𝒓, 𝒕) = 𝑹𝒆 [𝝍∗ ( 𝛁𝝍)] (𝟐𝟏)
𝒎 𝒊

Nos queda la ecuación de continuidad demostrada de (11)

𝝏𝝆(𝒓, 𝒕)
+ 𝛁. 𝑱̅(𝒓, 𝒕) = 𝟎 (𝟐𝟐)
𝝏𝒕

Por lo tanto, hemos probado la ecuación de la conservación local de la probabilidad y hemos


encontrado la expresión de la corriente de probabilidad en términos de la función de onda
normalizada 𝝍(𝒓, 𝒕).
La ecuación de continuidad aparece en muchas áreas de la Física como la Hidrodinámica, el
Electromagnetismo, Termodinámica y Mecánica Cuántica. En esta última área de la Física, la
ecuación de continuidad resulta ser consecuencia de la ecuación de Schrödinger. Dicha
ecuación representa la conservación (local) de la probabilidad de encontrar a una partícula en un
punto (x,y,z) al tiempo t.

COMENTARIO:

Ejemplo de una onda plana. Considere una función de onda de la forma:

𝝍(𝒓, 𝒕) = 𝑨𝒆−𝒊(𝒌𝒓−𝝎𝒕) (𝟐𝟑)

ℏ𝟐 𝒌2
Con ℏ𝝎 = 𝟐𝒎
. La densidad de probabilidad correspondiente:
𝝆(𝒓, 𝒕) = |𝝍(𝒓, 𝒕)|𝟐 = |𝑨|𝟐 (𝟐𝟒)

es uniforme en todo el espacio y no depende del tiempo. El cálculo de J(r, t) a partir de


(17) no presenta dificultades y conduce a:

ℏ𝒌
𝑱̅(𝒓, 𝒕) = |𝑨|𝟐 = 𝝆(𝒓, 𝒕) 𝑽𝑮 (𝟐𝟓)
𝒎
ℏ𝒌
Don de 𝑽𝑮 = es la velocidad del grupo asociada con el momento ℏ𝒌 (ver capítulo l -
𝒎
C-4). Vemos que la corriente de probabilidad es de hecho igual al producto de la
densidad de probabilidad y la velocidad de grupo de la partícula. En este caso, 𝝆 y 𝑱
son independientes del tiempo: el flujo del fluido de probabilidad asociado con una
onda plana está en una condición de estado estable (ya que 𝝆 y 𝑱 tampoco dependen
de r, este estado también es homogéneo y uniforme).

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d) Evolución del valor medio de un observable (valor esperado) : Relación con la


mecánica clásica

 Lo que se quiere obtener es una expresión que nos señale cual es la evolución
temporal del valor esperado de 〈𝑨〉 de un observable A.

 Sea A un observable. Si el estado |𝝍(𝒕)⟩ del sistema está normalizado ( la


normalización se conserva e invariante para toda t ), el valor medio de la observable
A en el instante t es igual a:

〈𝑨〉(𝒕) = ⟨𝝍(𝒕)|𝑨|𝝍(𝒕)⟩ (𝟐𝟔)

Vemos que 〈𝑨〉(𝒕) depende de t a través de |𝝍(𝒕)⟩ [y ⟨𝝍(𝒕)| ], que evolucionan con el
tiempo según la ecuación de Schrödinger (4) [y (5)]. Además, el observable A puede
depender explícitamente del tiempo, causando una variación adicional de 〈𝑨〉(𝒕) con
respecto a t
Tenemos la intención de estudiar, en esta sección, la evolución de 〈𝑨〉(𝒕) y mostrar
cómo esto nos permite relacionar la mecánica clásica con la mecánica cuántica.

d1 – Formula general

Derivando (24) con respecto a t:

𝒅 𝒅 𝒅 𝝏𝑨
⟨𝝍(𝒕)|𝑨|𝝍(𝒕)⟩ = ⌊ ⟨𝝍(𝒕)|⌋ 𝑨(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ + ⟨𝝍(𝒕)|𝑨(𝒕) ⌊ |𝝍(𝒕)⟩⌋ + ⟨𝝍(𝒕)| |𝝍(𝒕)⟩ (𝟐𝟕)
𝒅𝒕 𝒅𝒕 𝒅𝒕 𝝏𝒕

d d
Usando (4) y (5) para |𝝍(𝒕)⟩ y ⟨𝝍(𝒕)| encontraremos:
dt dt
𝒅 𝟏 𝒅 𝟏 𝒅
|𝝍(𝒕)⟩ = 𝑯(𝒕)|𝝍(𝒕)⟩ 𝒚 ⟨𝝍(𝒕)| = − ⟨𝝍(𝒕)| 𝑯(𝒕)
𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝒅𝒕

Tomando los conjugados hermíticos de ambos lados de (4), encontramos:

𝒅 𝟏 𝝏𝑨
⟨𝝍(𝒕)|𝑨|𝝍(𝒕)⟩ = ⟨𝝍(𝒕)|[𝑨(𝒕)𝑯(𝒕) − 𝑯(𝒕)𝑨(𝒕)]|𝝍(𝒕)⟩ + ⟨𝝍(𝒕)| |𝝍(𝒕)⟩ (𝟐𝟖)
𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝝏𝒕

Es decir

𝒅 𝟏 𝝏𝑨
〈𝑨〉 = 〈[𝑨, 𝑯(𝒕)]〉 + 〈 〉 (𝟐𝟗)
𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝝏𝒕

COMENTARIO:

 El valor medio de 〈𝑨〉 es un número que solo depende de t, y es esencial entender cómo
surge esta dependencia.

 Por ejemplo consideremos el caso de una partícula sin spin.

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 Supongamos que 𝒜(𝑟, 𝑝, 𝑡) sea una cantidad clásica donde r y p si dependen del tiempo
(evolucionan de acuerdo con las ecuaciones de Hamilton).

 𝒜(𝑟, 𝑝, 𝑡) Depende de t explícitamente, e implícitamente a través de r y p, en el


argumento.

 A la cantidad clásica 𝒜(𝑟, 𝑝, 𝑡) corresponde el operador hermitico 𝒜 = 𝒜(𝑅, 𝑃, 𝑡),


obtenido reemplazando, en 𝒜, r y p por los operadores R y P (reglas de cuantificación,
ver B-5 de cohen).

Los estados propios y valores propios de R y P y, en consecuencia, estos observables en sí


mismos, ya no dependen de t. La dependencia del tiempo de r y p, que caracteriza la
evolución temporal del estado clásico, ya no aparece en R y P, sino en el vector de estado
cuántico |𝝍(𝒕)⟩, asociado en la representación {|𝒓⟩} con la función de onda 𝝍(𝒓, 𝒕) = ⟨𝒓|𝜓(𝑡)⟩.
En esta representación, el valor medio de A está escrito:


〈𝑨〉 = ∫ 𝒅𝟑 𝒓 𝝍∗ (𝒓, 𝒕)𝓐 (𝒓, 𝜵, 𝑡) 𝝍(𝒓, 𝒕) (𝟑𝟎)
𝒊

Está claro que la integración sobre r lleva a un número que solo depende de t. Con respecto

a la mecánica clásica, es este número [ y no el operador 𝓐 (𝒓, 𝒊 𝜵, 𝑡)] que se comparará con
el valor asumido por la cantidad clásica 𝓐(𝒓, 𝒑, 𝑡) en el tiempo t (ver d3- a continuación).

d2 – Aplicación a los observables R y P (teorema de Ehrenfest)

Ahora apliquemos la fórmula general (29) a los observables R y P. Consideraremos, por


simplicidad, el caso de una partícula sin spin en un potencial escalar estacionario V(r).
Nosotros tenemos:
𝑷𝟐
𝑯= + 𝑽(𝑹) (𝟑𝟏)
𝟐𝒎
para que podamos escribir:

𝟐
𝒅 𝟏 𝟏 𝑷
〈𝑹〉 = 〈[𝑹, 𝑯]〉 = 〈[𝑹, ]〉 (𝟑𝟐)
𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝒊ℏ 𝟐𝒎

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𝒅 𝟏 𝟏
〈𝑷〉 = 〈[𝑷, 𝑯]〉 = 〈[𝑷, 𝑽(𝑹)]〉 (𝟑𝟑)
𝒅𝒕 𝒊ℏ 𝒊ℏ

El conmutador que aparece en (32) se puede calcular fácilmente a partir de las relaciones de
conmutación canónicas; obtenemos:

Aplicando la propiedad [A, BC]= [A,B]C + B[A,C]

𝟐
[𝑹, 𝑷 ] = [𝑹, 𝑷𝑷] = [𝑹, 𝑷]𝑷 + 𝑷[𝑹, 𝑷] = 𝟐𝒊ℏ𝑷

𝑷𝟐 𝟐𝒊ℏ𝑷 𝒊ℏ
[𝑹, ]= = 𝑷 (𝟑𝟒)
𝟐𝒎 𝟐𝒎 𝒎

Para el que está en la fórmula (33), se debe usar la siguiente generalización de la fórmula
De conmutadores que involucran funciones
[𝑷, 𝑮(𝒙)] = −𝒊ℏ𝑮′ (𝒙) = −𝒊ℏ𝛁𝑮(𝒙)

[𝑷, 𝑽(𝑹)] = −𝒊ℏ𝛁𝑽(𝑹) (𝟑𝟓)

donde 𝛁𝑽(𝑹) denota el conjunto de tres operadores obtenido al reemplazar r por R en las
tres componentes del gradiente de la función V(r). Por lo tanto:

𝒅 𝟏
〈𝑹〉 = 〈𝑷〉 (𝟑𝟔)
𝒅𝒕 𝒎
𝒅
〈𝑷〉 = −〈𝛁𝑽(𝑹)〉 (𝟑𝟕)
𝒅𝒕

Estas dos ecuaciones expresan el teorema de Ehrenfest. Su forma recuerda la de las


ecuaciones clásicas de Hamilton-Jacobi para una partícula (apéndice III, §3):

d 1
𝐫= 𝐩 (𝟑𝟖 𝒂)
dt m

d
𝐩 = −∇V(𝐫) (38 b)
dt

que se reducen, a este caso simple, a la ecuación conocida de Newton:


d𝐩 d2 𝐫
= m 2 = −∇V(𝐫) (38 b)
dt dt

d3 – Discusión del teorema de Ehrenfest; límite clásico

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Analicemos el significado físico del teorema de Ehrenfest, es decir, las ecuaciones (34) y
(35). Asumiremos que la función de onda 𝝍(𝒓, 𝒕) que describe el estado de la partícula es un
paquete de onda como los que estudiamos en el capítulo l.

〈𝑹〉 Representa un conjunto de tres números dependientes del tiempo {〈𝑿〉, 〈𝒀〉, 〈𝒁〉}.
Llamaremos al punto 〈𝑹〉(𝑡) el centro del paquete de ondas1, en el instante t. El conjunto de
los puntos que corresponden a los diversos valores de t constituye la trayectoria seguida por
el centro del paquete de ondas. Recordemos, sin embargo, que uno nunca puede hablar
rigurosamente de la trayectoria de la partícula misma, cuyo estado es descrito por el paquete
de ondas como un todo, que inevitablemente tiene una cierta extensión espacial. Vemos, sin
embargo, que si esta extensión es mucho más pequeña que las otras distancias
involucradas en el problema, podemos aproximar el paquete de onda por su centro. En este
caso límite, no existe una diferencia apreciable entre las descripciones cuántica y clásica de
la partícula.
Por lo tanto, es importante conocer la respuesta a la siguiente pregunta: ¿el movimiento del
centro del paquete de ondas obedece a las leyes de la mecánica clásica? Esta respuesta es
suministrada por el teorema de Ehrenfest. La ecuación (34) expresa el hecho de que la
velocidad del centro del paquete de ondas es igual al impulso promedio de este paquete de
ondas dividido por m.
d2
En consecuencia, el lado izquierdo de (35) se puede escribir m dt2 〈𝑹〉, de modo que la
respuesta a la pregunta anterior será afirmativa del lado derecho de (35) es igual a la fuerza
clásica Fcl en el punto donde se encuentra el centro del paquete de ondas:

𝐅𝐜𝐥 = ⌈−𝛁𝐕(𝐫)⌉𝒓=〈𝑹〉 (38)


De hecho, el lado derecho de (35) es igual al promedio de la fuerza sobre el paquete de
onda completo y, en general:

〈𝛁𝐕(𝐑)〉 ≠ ⌈−𝛁𝐕(𝐫)⌉𝒓=〈𝑹〉 (39)

(En otras palabras, el valor medio de una función no es igual a su valor para la media valor
de la variable). Si somos rigurosos, la respuesta a la pregunta que formulamos es negativa.

COMENTARIOS:

Es fácil convencernos a nosotros mismos (D-39) si consideramos un ejemplo concreto.


Vamos a elegir, por simplicidad, un modelo unidimensional y supongamos que:

𝑽(𝒙) = 𝝀𝒙𝒏 (𝟒𝟎)


Donde 𝜆 es una cte. Real y n es un entero positivo. De esto deducimos el operador asociado
con V(x)

1
El centro y el máximo de un paquete de ondas son, en general, distintos. Sin embargo, coinciden si el paquete de ondas
tiene una forma simétrica (§C-5, fig. 2) de Cohen

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𝑽(𝑿) = 𝝀𝑿𝒏 (𝟒𝟏)

𝒅
El lado izquierdo de (39) se puede escribir (reemplazando 𝜵 por 𝒅𝒙
)
𝝀𝒏〈𝑿𝒏−𝟏 〉 . En cuanto al lado derecho, es igual a:

𝒅𝑽
⌈ ⌉ = ⌈𝝀𝒏𝑿𝒏−𝟏 ⌉𝑥=𝑋 = 𝝀𝒏〈𝑿〉𝒏−𝟏 (42)
𝒅𝒙 𝑥=𝑋

Ahora sabemos que en general 〈𝑿𝒏−𝟏 〉 ≠ 〈𝑿〉𝒏−𝟏 ; por ejemplo, para n = 3, tenemos 〈𝑿𝟐 〉 ≠
〈𝑿〉𝟐 (ya que la diferencia entre estas dos cantidades entra en el cálculo de la raíz-media-
cuadrado de la desviación ∆𝑿).
Sin embargo, tenga en cuenta que para n = 1 o 2, 〈𝑿𝒏−𝟏 〉 = 〈𝑿〉𝒏−𝟏 Los dos lados de (39) son
iguales. La misma negrita es verdadera, además, para n = 0, en cuyo caso ambos lados son
iguales a cero. Para una partícula libre (n=0), o una partícula colocada en un campo de
fuerza uniforme (n = 1) o en un pozo de potencial parabólico (n = 2; el caso de un oscilador
armónico). el movimiento del centro del paquete de ondas obedece rigurosamente a las
leyes de la mecánica clásica. Además, ya hemos establecido este resultado para la partícula
libre (n = 0). (cf capítulo l, C-4 de cohen).

Aunque los dos lados de (39) no son, en general, iguales, existen situaciones (llamadas
cuasi clásicas) donde la diferencia entre estas dos cantidades es insignificante: este es el
caso cuando el paquete de onda está lo suficientemente localizado. Para ver esto,
escribamos explícitamente, en la representación {|𝒓⟩}, el lado izquierdo de esta ecuación:

𝟑 ∗
〈𝛁𝐕(𝐑)〉 = ∫ 𝒅 𝒓 𝝍 (𝒓, 𝒕)[𝛁𝐕(𝐫)]𝝍(𝒓, 𝒕)
𝟑
〈𝛁𝐕(𝐑)〉 = ∫ 𝒅 𝒓 |𝝍(𝒓, 𝒕)|𝟐 [𝛁𝐕(𝐫)] (𝟒𝟑)

Supongamos que el paquete de onda está altamente localizado: más precisamente,


|𝝍(𝒓, 𝒕)|𝟐 adquiere valores no despreciables solo dentro de un dominio cuyas dimensiones
son mucho menores que las distancias sobre las cuales V(r) varía apreciablemente.
Entonces, dentro de este dominio, centrado alrededor de 〈𝐑〉, 𝛁𝐕(𝐫) es prácticamente
constante. Por lo tanto, en (43), 𝛁𝐕(𝐫) puede reemplazarse por su valor para 𝑟 = 〈𝐑〉 y
tomarse fuera de la integral, que entonces es igual a 1, ya que 𝝍(𝒓, 𝒕) está normalizada. Por
lo tanto, encontramos que para paquetes de onda suficientemente localizados:

〈𝛁𝐕(𝐑)〉 ≅ ⌈𝛁𝐕(𝐫)⌉𝒓=〈𝑹〉 (44)

En el límite macroscópico (donde las longitudes de onda de De Broglie son mucho menores
que las distancias sobre las cuales varía el potencial2, los paquetes de ondas pueden ser lo

2
Ver el orden de magnitud de las longitudes de onda de De Broglie asociadas con un sistema
macroscópico en el complemento AI de Cohen

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suficientemente pequeños para satisfacer (44) mientras conservan un buen grado de


definición para el momento. el movimiento del paquete de ondas es prácticamente el de una
partícula clásica de masa situada en el potencial V(r). El resultado que hemos establecido de
esta manera es muy importante, ya que nos permite mostrar que las ecuaciones de la
mecánica clásica siguen del Schrödinger ecuación en ciertas condiciones limitantes
satisfechas, en particular, por la mayoría de los sistemas macroscópicos.

2) - El caso de los sistemas conservativos

Cuando el hamiltoniano de un sistema físico no depende explícitamente del tiempo, se dice


que el sistema es conservativo. En la mecánica clásica, la consecuencia más importante de tal
situación es la conservación de la energía a lo largo del tiempo. También se puede decir que la
energía total del sistema es una constante del movimiento. Veremos en esta sección que también en la
mecánica cuántica, los sistemas conservativos poseen importantes propiedades especiales además de
las propiedades generales de la sección anterior.

a) SOLUCIÓN DE LA ECUACIÓN DE SCHRÓDINGER

Primero, consideremos la ecuación de auto valores para H:

𝑯|𝝋𝒏,𝝉 ⟩ = 𝑬𝒏 |𝝋𝒏,𝝉 ⟩ (𝟒𝟓)

Para simplificar, suponemos que el espectro de H es discreto. 𝜏 denota el conjunto de


índices distintos de n que son necesarios para caracterizar un vector único |𝝋𝒏,𝝉 ⟩ (en
general, estos índices fijarán los valores propios de los operadores que forman C.S.C.O
(Conjuntos completos de observables que conmutan). con H). Dado que, por hipótesis, H no
depende explícitamente del tiempo, tampoco el valor propio 𝑬𝒏 , ni el eigenket |𝝋𝒏,𝝉 ⟩ es
dependiente de t.
Primero, vamos a mostrar que dado el 𝑬𝒏 y el |𝝋𝒏,𝝉 ⟩, es muy simple resolver la ecuación de
Schródinger, es decir, determinar la evolución temporal de cualquier estado. Como el |𝝋𝒏,𝝉 ⟩
forma una base (H es un observable), siempre es posible, para cada valor de t. para
expandir cualquier estado |𝝍(𝒕)⟩ del sistema en términos de |𝝋𝒏,𝝉 ⟩:

(46)

Con:

(47)

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Como |𝝋𝒏,𝝉 ⟩ no depende de t, todo el tiempo la dependencia de |𝝍(𝒕)⟩ está contenida en


𝒄𝒏,𝝉 (𝒕). Para calcular el 𝒄𝒏,𝝉 (𝒕), proyectemos la ecuación de Schródinger en cada uno de los
estados |𝝋𝒏,𝝉 ⟩. Esto da3:

(48)

Como H es hermítico, se puede deducir de (45) que:

(49)

para que (48) se pueda escribir en la forma:

(50)
Esta ecuación se puede integrar directamente para dar:

(51)

Cuando H no depende explícitamente del tiempo, para encontrar |𝝍(𝒕)⟩,


dado |𝝍(𝒕𝟎 )⟩, proceda de la siguiente manera:

i. Expandir |𝝍(𝒕𝟎 )⟩ en términos de una base de estados propios de


H:

(52)
𝒄𝒏,𝝉 (𝒕𝟎 ), está dado por la fórmula habitual:

(53)

ii. Ahora, para obtener |𝝍(𝒕)⟩ para t arbitrario. multiplique cada


coeficiente 𝒄𝒏,𝝉 (𝒕𝟎 ) de la expansión (52) por 𝒆−𝒊𝑬𝒏 (𝒕−𝒕𝟎)/ℏ donde
𝑬𝒏 es el auto valor de H asociado con el estado |𝝋𝒏,𝝉 ⟩:

(54)

El argumento anterior se puede generalizar fácilmente al caso donde el espectro de H es


continuo; fórmula (54) luego se convierte, con obvia notación:

3 𝜕
En ⟨𝝋𝒏,𝝉 | se puede colocar a la derecha de ya que ⟨𝝋𝒏,𝝉 | no depende de t.
𝜕𝑡

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(55)

b) ESTADOS ESTACIONARIOS

Un caso especial importante es aquel en el que |𝝍(𝒕𝟎 )⟩ es en sí mismo un estado propio


de H. La expansión (52) de |𝝍(𝒕𝟎 )⟩ implica solo estados propios de H con el mismo valor
propio (por ejemplo, 𝑬𝒏 ):

(56)

En la fórmula (56), no hay suma sobre n, y el paso de |𝝍(𝒕𝟎 )⟩ a |𝝍(𝒕)⟩ involucra solo un
factor 𝒆−𝒊𝑬𝒏 (𝒕−𝒕𝟎)/ℏ , que se puede tomar fuera de la suma sobre 𝝉:

(57)

|𝝍(𝒕)⟩ y |𝝍(𝒕𝟎 )⟩ por lo tanto, difieren solo por el factor de fase global 𝒆−𝒊𝑬𝒏(𝒕−𝒕𝟎)/ℏ. Estos dos
estados son físicamente indistinguibles (véase la discusión en §B − 3 − b − γ de cohen). De
esto concluimos que todas las propiedades físicas de un sistema que está en un estado
propio de H no varían con el tiempo; los estados propios de H se llaman, por esta razón,
estados estacionarios.

También es interesante ver cómo la conservación de la energía en un sistema conservativo


aparece en la mecánica cuántica. Supongamos que, en el tiempo t0, medimos la energía de
dicho sistema y encontramos, por ejemplo, Ek Inmediatamente después de la medición, el
sistema está en un estado propio de H, con un auto valor de Ek (el postulado de la reducción
del paquete de ondas). Acabamos de ver que los estados propios de H son estados
estacionarios. Por lo tanto, el estado del sistema no evoluciona más tiempo después de la
primera medición y siempre seguirá siendo un estado propio de H con un valor propio de Ek
Se deduce que una segunda medición de la energía del sistema, en cualquier momento
posterior t, siempre arrojará el mismo resultado Ek, como el primero.

COMENTARIOS.
Uno pasa de (52) a (54) multiplicando cada coeficiente en 𝒄𝒏,𝝉 (𝒕𝟎 ) de (52) por 𝒆−𝒊𝑬𝒏 (𝒕−𝒕𝟎)/ℏ .
El hecho de que 𝒆−𝒊𝑬𝒏(𝒕−𝒕𝟎)/ℏ es un factor de fase no debería llevarnos a creer que |𝝍(𝒕)⟩ y 1
|𝝍(𝒕𝟎 )⟩ son físicamente indistinguibles. En realidad, la expansión (52) implica, en general,

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varios estados propios de H con valores propios diferentes. A estos diferentes valores
posibles de En corresponden factores de fase diferentes. Esto modifica las fases relativas de
los coeficientes de expansión del vector de estado y conduce, en consecuencia, a un estado
|𝝍(𝒕)⟩ que es físicamente distinto de |𝝍(𝒕𝟎 )⟩.
Solo en el caso donde solo un valor de n entra en (52) [el caso donde |𝝍(𝒕𝟎 )⟩ es un estado
propio de H] es la evolución temporal descrita por el factor de fase unica, que es entonces
global, sin importancia física. En otras palabras, existe una evolución física en el tiempo solo
si la energía del estado inicial no se conoce con certeza4.

c) CONSTANTES DEL MOVIMIENTO

Por definición, una constante del movimiento es un A observable que no depende


explícitamente del tiempo y que conmuta con H:

(58)

Para un sistema conservativo, H es por lo tanto una constante del movimiento.


Las constantes del movimiento poseen propiedades importantes que ahora vamos a derivar.

i. Si sustituimos (58) a la fórmula general (27), encontramos:

(59)

Cualquiera que sea el estado |𝝍(𝒕)⟩ del sistema físico, el valor medio de A en este
estado no evoluciona con el tiempo (de ahí el término "constante del movimiento").

ii. Dado que A y H son dos observables que se mueven en grupo, siempre podemos
encontrar para ellos un sistema de vectores propios comunes, que denotaremos por
{|𝝋𝒏,𝒑,𝝉 ⟩}:

(60)

4
Volveremos más adelante a la relación entre la evolución del tiempo y la incertidumbre energética (cf § D-2-e).

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Asumiremos por simplicidad que los espectros de H y A son discretos. El índice τ


corrige los valores propios de los observables que forman un C.S.C.O. con H y A.
Como los estados |φn,p,τ ⟩ son estados propios de H, son estados estacionarios. Si el
sistema está en el estado |φn,p,τ ⟩ en el instante inicial, por lo tanto, volverá allí
indefinidamente (dentro de un factor de fase global). Pero el estado |𝝋𝒏,𝒑,𝝉 ⟩ también
es un estado propio de A. Cuando A es una constante del movimiento, existen por lo
tanto estados estacionarios del sistema físico (los estados |𝝋𝒏,𝒑,𝝉 ⟩ que siempre se
consideran, estados propios de A con el mismo valor propio (𝑎𝑝 ). Los valores
propios de A se llaman, por esta razón, buenos números cuánticos.

iii. Finalmente, demostremos que para un estado arbitrario |𝝍(𝒕)⟩, la probabilidad de


encontrar el autovalor ap , cuando se mide la constante del movimiento A, no depende
del tiempo |𝝍(𝒕𝟎 )⟩, siempre se puede expandir en la base {|φn,p,τ ⟩} presentada
anteriormente:

(61)

De esto deducimos directamente:

(62)

Con:

(63)

De acuerdo con el postulado de la descomposición espectral, la probabilidad


𝓅(𝑎𝑝 , 𝑡0 ) de encontrar 𝑎𝑝 cuando A se mide en el tiempo t0, en el sistema en el
estado |𝝍(𝒕𝟎 )⟩, es igual a:

(64)

Similar:

(65)

Ahora vemos a partir de (63) que y tienen el mismo módulo. Por lo


tanto, , que comprueba la propiedad indicada anteriormente.

COMENTARIO:
Si todas menos una de las probabilidades son cero [dejando por ejemplo
distinto de cero y, además, necesariamente igual a 1), el sistema físico en el

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tiempo t0 está en un estado propio de A con un valor propio de 𝑎𝑘 . Dado que


no depende de t, el estado del sistema en el tiempo t sigue siendo un estado propio
de A con un valor propio de 𝑎𝑘 .

d) FRECUENCIAS DE BOHR DE UN SISTEMA. REGLAS DE SELECCIÓN

Sea B un observador arbitrario del sistema bajo consideración (no necesariamente


coincide con H). La fórmula (27) nos permite calcular la derivada del valor medio de
B:

(66)
Para un sistema conservador, conocemos la forma general (54) de . Por lo
tanto, en este caso, podemos calcular explícitamente (y no meramente
).

La expresión de la conjunción de Hermitica de (54) está escrita (cambiando los índices


de acumulación):

(67)

Podemos entonces, en , reemplazar y por expansiones (54)


y (67), respectivamente . Así obtenemos:

(68)

A partir de ahora, asumiremos que B no depende explícitamente del tiempo: la matriz


los elementos son por lo tanto constantes. La fórmula (68) muestra que
la evolución de se describe mediante una serie de términos oscilantes, cuyas
frecuencias

son característicos del sistema bajo consideración pero independiente de B y del estado
inicial del sistema. Las frecuencias se llaman frecuencias Bohr del sistema. Por lo
tanto, para un átomo, los valores medios de todas las cantidades atómicas (dipolos
eléctricos y magnéticos, etc.) oscilan en las diversas frecuencias de Bohr del átomo. Es
razonable imaginar que solo estas frecuencias pueden ser irradiadas o absorbidas por el
átomo. Esta observación nos permite comprender intuitivamente la relación de Bohr entre

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las frecuencias espectrales emitidas o absorbidas y las diferencias en las energías


atómicas.

También se puede ver a partir de (68) que, aunque las frecuencias involucradas en el
movimiento de son independientes de B, lo mismo no es cierto para los pesos
respectivos de estas frecuencias en la variación de . La importancia de cada frecuencia
depende de los elementos mátrix . En particular, si estos
elementos de la matriz son cero para ciertos valores de n y n', las frecuencias
correspondientes están ausentes de la expansión de , cualquiera que sea el
estado inicial del sistema. Este es el origen de las reglas de selección que indican qué
frecuencias se pueden emitir o absorber en determinadas condiciones. Para establecer
estas reglas, se deben estudiar los elementos de la matriz no diagonal de los
diversos operadores atómicos tales como los dipolos eléctricos y magnéticos, etc.

Finalmente, los pesos de las diversas frecuencias de Bohr también dependen del estado
inicial, vía . En particular, si el estado inicial es un estado estacionario de
energía , la expansión de contiene solo un valor de n (n= k) y
puede ser distinto de cero solo para n = n'= k. En este caso, no es dependiente del
tiempo t.

COMENTARIOS:

Se puede verificar directamente, usando (68), que el valor medio de una constante del
movimiento siempre es independiente del tiempo. Vemos que si B conmuta con H, los
elementos de matriz de B son cero entre dos estados propios de H que corresponden a
valores propios diferentes (c.f capítulo II, § D-3-a de Cohen). Se deduce que
es cero para . Los únicos términos de B que no son cero son, por lo
tanto, constantes.

e) LA RELACIÓN DE INCERTIDUMBRE ENERGIA TIEMPO

Ahora veremos que para un sistema conservador, cuanto mayor es la incertidumbre


energética, más rápida es la evolución del tiempo. Más precisamente, si ∆𝑡 es un intervalo
de tiempo al final del cual el sistema ha evolucionado en una medida apreciable, y si ∆𝐸
denota la incertidumbre energética, ∆𝑡 y ∆𝐸 satisfacen la relación:

(69)

Primero, si el sistema es un estado propio de H, su energía está perfectamente bien


definida: ∆𝐸 = 0. Pero hemos visto que tal estado es estacionario; es decir, no evoluciona.
Se puede decir que, en este caso, el tiempo de evolución ∆𝑡, es, en cierto sentido, infinito
[relación (69) indica que cuando ∆𝐸 = 0, ∆𝑡 debe ser infinito].

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Ahora supongamos que es una superposición lineal de dos estados propios


de H, y , con diferentes valores propios E1 y E2:

(70)
Entonces:

(71)

Si medimos la energía, encontramos E1 o E2. La incertidumbre de E es por lo tanto


del orden de:

(72)

Ahora considere un B observable arbitrario que no conmuta con H. La probabilidad


de encontrar, en una medida de B en el tiempo t, el valor propio asociado con el vector
propio (suponemos, por simplicidad, no degenerado) es dada por:

(73)

Esta ecuación muestra que oscila entre dos valores extremos, con la

frecuencia de Bohr . El tiempo de evolución característico del sistema es por lo


tanto:

(74)

y la comparación con (72) muestra que:

Supongamos ahora que el espectro de H es continuo (y no degenerado). El estado


más general se puede escribir:

(75)

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donde es el estado propio de H con el valor propio E. Supongamos que


tiene valores no despreciables solo en un dominio de ancho alrededor de E0 (figura 1).
luego

Figura 1
Para superposiciones de estados
estacionarios con coeficientes
, obtenemos un estado de el
sistema, donde la energía no está
perfectamente bien definido. La
correspondiente incertidumbre esta
dado por el ancho de la curva en la cual
representamos De acuerdo con
la cuarta relación de incertidumbre, la
evolución del estado será
significativo después de un tiempo tal
que

representa la incertidumbre de la energía del sistema. se obtiene al usar (55):

(76)

La cantidad introducida anteriormente, que representa la probabilidad de


encontrar el valor propio cuando el B observable se mide en el sistema en el estado ,
aquí es igual a:

(77)

En general, no varía rápidamente con E cuando E varía alrededor de E0. Si


es suficientemente pequeño, la variación de , en integral (77), puede despreciarse en
relación con la de c(E). Uno puede reemplazar por y tomar esta cantidad
fuera de la integral (77):

(78)
Si esta aproximación es válida, vemos que es, dentro de un coeficiente, el
cuadrado del módulo de la transformada de Fourier de c (E). De acuerdo con las propiedades
de la transformada de Fourier (c.f apéndice I, 2-b), el ancho en t de , es decir , , está
relacionado con el ancho de por relación (69).

COMENTARIO:

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(69) puede establecerse directamente para un paquete de onda unidimensional libre. Se


puede asociar con la incertidumbre de momento del paquete de ondas una

incertidumbre de energía . Como , tenemos , donde


es la velocidad del grupo del paquete de ondas (Capítulo I, C-4). Por consiguiente:

(79)
Ahora el tiempo de evolución característico es el tiempo que toma este paquete de
ondas, que viaja a la velocidad , para "pasar" un punto en el espacio. Si es la
extensión espacial del paquete de ondas, tenemos por lo tanto:

(80)
De esto deducimos, combinando (79) y (80):

(81)
La relación (69) a menudo se llama la cuarta relación de incertidumbre de Heisenberg.

Sin embargo, es claramente diferente de las otras tres relaciones de incertidumbre que
se relacionan con los tres componentes de R y P [fórmulas (14) del complemento FI].

En (69), solo la energía es una cantidad física como R y P; t, por otro lado, es un
parámetro con el que no está asociado ningún operador de mecánica cuántica.

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E- EL PRINCIPIO DE SUPERPOSICIÓN Y PREDICCIONES FÍSICAS

El significado físico del primer postulado queda por examinar. De acuerdo con este postulado,
los estados de un sistema físico pertenecen a un espacio vectorial y son, consecuentemente,
linealmente superponibles.

Una de las consecuencias importantes del primer postulado, cuando se combina con los otros,
es la aparición de efectos de interferencia tales como los que nos llevaron a la dualidad onda-partícula
(capítulo I). Nuestra comprensión de estos fenómenos se basa en el concepto de amplitudes de
probabilidad, que examinaremos aquí con la ayuda de algunos ejemplos simples.

1) Amplitudes de probabilidad y efectos de interferencia

a) EL SIGNIFICADO FÍSICO DE UNA SUPERPOSICIÓN LINEAL DE ESTADOS

a1- La diferencia entre una superposición lineal y una mezcla estadística

Sea y sean dos estados normalizados ortogonales:

(1)

( y podrían ser, por ejemplo, dos estados propios de la misma B observable


asociada con dos valores propios diferentes ,y ).
Si el sistema está en estado , podemos calcular todas las probabilidades relativas a los
resultados de medición para un observable A. dado. Por ejemplo, si es el vector propio

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(normalizado) de A que corresponde al valor propio (se supone que no es degenerado), la


probabilidad de encontrar cuando A se mide en el sistema en el estado es:

(2)

Se puede definir una cantidad análoga para el estado :

(3)

Ahora considere un estado normalizado que es una superposición lineal de y :

(4)

A menudo se dice que, cuando el sistema está en el estado , uno tiene una probabilidad
de encontrarlo en el estado y una probabilidad de encontrarlo en el estado
. El significado exacto de esta manera de hablar es el siguiente:
si y son dos auto vectores (se supone que están normalizados) de la B observable
correspondiente a diferentes auto valores b1 y b2, la probabilidad de encontrar b1 cuando se
mide B es y la de encontrar b2 es .
Esto podría llevarnos a creer (erróneamente, como veremos), que un estado como (4) es
una mezcla estadística de los estados y con los pesos y . En otras
palabras, si consideramos un gran número N de sistemas idénticos, todos en el estado (4),
podríamos imaginar que este conjunto de N sistemas en el estado era completamente
equivalente a otro conjunto compuesto por sistemas en los sistemas de estado y
en el estado . Tal interpretación del estado es errónea y conduce a
predicciones físicas inexactas como veremos.
Supongamos que en realidad estamos tratando de calcular la probabilidad (s) de
encontrar el valor propio an cuando la A observable se mide en el sistema en el estado
dado por (4). Si interpretamos el estado como una mezcla estadística de los estados
y con los pesos y , entonces podemos obtener tomando la suma
ponderada de las probabilidades y calculados anteriormente [fórmulas (2) y (3)]:

(5)

En realidad, los postulados de la mecánica cuántica indican inequívocamente cómo calcular


. La expresión correcta para esta probabilidad es:

(6)

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es por lo tanto el cuadrado del módulo de la amplitud de probabilidad . Vemos a


partir de (4) que esta amplitud es la suma de dos términos:

(7)

Así obtenemos:

(8)

Teniendo en cuenta (2) y (3), encontramos que la expresión correcta para se escribe
por lo tanto:

(9)

Este resultado es diferente del de la fórmula (5).


Por lo tanto, es incorrecto considerar como una mezcla de estados estadísticos. Tal
interpretación elimina todos los efectos de interferencia contenidos en el producto doble de
fórmula (9). Vemos que no son solo los módulos de y los que desempeñan un papel; la
5
fase relativa de y es igualmente importante, ya que entra explícitamente, a través de
la intermediación de en las predicciones físicas.

a2- Un ejemplo concreto


Considere los fotones que se propagan a lo largo de Oz, cuyo estado de polarización está
representado por el vector unitario (figura 2):

(10)

Este estado es una superposición lineal de dos estados de polarización ortogonal ex y ey.
Representa la luz que está polarizada linealmente en un ángulo de 45º con respecto a ex y
ey. Sería absurdo suponer que N fotones en el estado e son equivalentes a fotones

en el estado ex y fotones en el estado ey. Si colocamos en la


trayectoria de un rayo un analizador cuyo eje e’ es perpendicular e, sabemos que ninguno
de los N fotones en el estado e pasará a través de este analizador. Pero, para los fotones de
la mezcla estadística { en los fotones de estado ex, en el estado ey}, la mitad de los
fotones pasarán a través del analizador.

5
Multiplicar por un factor de fase global es equivalente a cambiar, y a y . Se puede verificar a partir
de (9) que tal operación no modifica las predicciones físicas, que solo dependen de y .

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Figura 2
Un experimento simple que ilustra la
diferencia entre una superposición lineal y
una mezcla estadística de estados. Si
todos los fotones incidentes están en el
estado de polarización

ninguno de ellos pasará por un analizador


cuyo eje e’ es perpendicular a e. si
tuviéramos, por el contrario, una mezcla
estadística de fotones polarizados a lo
largo de ex o a lo largo de ey (en igual
proporción, es decir, luz natural), la mitad
de ellos pasaría por el analizador.

En este ejemplo concreto, está claro que una superposición lineal tal como (10), asociada
con la luz polarizada en un ángulo de 45º con respecto a ex y ey, es físicamente diferente de
una mezcla estadística de proporciones iguales de los estados ex y ey asociado con la luz
natural (un haz no polarizado). También podemos comprender la importancia de la fase
relativa de los coeficientes de expansión del vector de estado, al considerar los cuatro
estados:

(11)

(12)

(13)

(14)

que difieren solo por la fase relativa de los coeficientes (esta fase es igual a y ,
respectivamente). Estos cuatro estados son físicamente bastante diferente: los dos primeros
representan luz que está polarizada linealmente a lo largo de las bisectrices de ; los
dos segundos representan luz circularmente polarizada (derecha e izquierda,
respectivamente).

b) RESUMEN SOBRE LOS ESTADOS INTERMEDIOS

b1- Predicción de resultados de medición en dos experimentos simples

(i) Experimento 1. Suponga que la A observable ha sido medida, en un momento


dado, en un sistema físico, y que se ha encontrado el valor propio no
degenerado a. Si es el vector propio asociado con a, el sistema físico,
inmediatamente después de la medición, está en el estado .

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Antes de que el sistema haya tenido tiempo de evolucionar, medimos otra C


observable que no conmuta con A. Utilizando la notación introducida en (§ C-6-
a), denotamos por la probabilidad de que esta segunda medida produzca la
resultado c. Inmediatamente antes de la medición de C, el sistema está en el
estado . Por lo tanto, si es el vector propio de C asociado con el valor
propio e [se supone que no es degenerado), los postulares de la mecánica
cuántica conducen a:

(15)

b2- Predicción de resultados de medición en dos experimentos simples

(ii) Experimento 2. Ahora imaginamos otro experimento, en el cual se miden


sucesivamente y muy rápidamente tres observables A, B, C, que no se
conmutan entre sí (el tiempo que separa dos mediciones es demasiado corto
para que el sistema evolucione). Denote por la probabilidad, dado que el
resultado de la primera medición es a, que los resultados de la segunda y la
tercera serán b y e, respectivamente. es igual al producto de (la
probabilidad de que, la medida de A que ha dado a, la de B producirá b) y
(la probabilidad de que, la medida de B que ha dado b, que de C dará e)

(16)

Si se supone que todos los autovalores de B son no degenerados y si


denota los vectores propios correspondientes, se deduce que [utilizando para
y fórmulas análogas a (15)]:

(17)

b3- La diferencia fundamental entre estos dos experimentos

En ambos experimentos, el estado del sistema después de la medición del observable A


es (el papel de esta medida es fijar este estado inicial). Luego se convierte en
después de la última medición, la del observable C (por esta razón, se llamará
el "estado final"). Es posible en ambos casos descomponer el estado del sistema justo
antes de la medición de C en términos de los vectores propios de B, y decir que
entre el estado y el estado , el sistema "puede pasar" a través de varios
“estados intermedios” diferentes . Cada uno de estos estados intermedios define un
posible "camino" entre el estado inicial y el estado final (figura 3).

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Figura 3
Diferente "camino"
posible para el vector de
estado del sistema
cuando el sistema
puede envolver
libremente (sin
someterse a ninguna
medición) entre el
estado inicial y el
estado final . En
este caso, debemos
sumar las amplitudes de
probabilidad asociadas
con estos diferentes
caminos, y no las
probabilidades

La diferencia entre los dos experimentos descritos anteriormente es la siguiente. En la


primera, el camino que el sistema ha tomado entre el estado y el estado no se
determina experimentalmente [solo medimos la probabilidad que, comenzando
desde , termina en ]. Por otro lado, en el segundo experimento, este camino se
determina midiendo el B observable [lo que nos permite obtener la probabilidad
de que el sistema, a partir de , pase a través de un estado intermedio dado y
termina finalmente en ]
Entonces podríamos sentirnos tentados, para relacionar con , de usar el
siguiente argumento: en el experimento 1, el sistema es "libre de pasar" a través de
todos los estados intervinientes ; entonces parecería que la probabilidad global
debería ser igual a la suma de todas las probabilidades asociadas con
cada una de las posibles "rutas". No podemos escribir entonces:

(18)

Como veremos, esta fórmula es incorrecta: volvamos a la fórmula exacta (15) para
; esta fórmula trae la amplitud de probabilidad que podemos escribir,
usando la relación de cierre para los estados :

(19)

Sustituir esta expresión en (15):

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(20)

Usando (17), obtenemos:

(21)

Esta ecuación nos permite entender por qué la fórmula (18) es incorrecta: todos los
'cruces transversales' que aparecen en el cuadrado del módulo de suma (19) están
ausentes en (18). Todos los efectos de interferencia entre las diferentes rutas posibles
faltan en (18).

Si, por lo tanto, queremos establecer una relación entre estos dos experimentos, vemos
que es necesario razonar en términos de amplitudes de probabilidad. Cuando los
estados intermedios del sistema no se determinan experimentalmente, son las
amplitudes de probabilidad, y no las probabilidades, las que debe sumar. El error en el
razonamiento que condujo a la relación incorrecta (18) es obvio, además, si recordamos
el quinto postulado (reducción del paquete de ondas). En el segundo experimento. la
medición del B observable debe, de hecho, implicar una perturbación del sistema en
estudio: durante la medición, su vector de estado sufre un cambio abrupto (proyección
en uno de los estados ). Es esta perturbación inevitable la responsable de la
desaparición de los efectos de interferencia. En el primer experimento, por otro lado, es
incorrecto decir que el sistema físico 'pasa a través de uno u otro de los estados ';
sería más exacto decir que pasa por todos los estados .

COMENTARIOS:
i- La discusión anterior se asemeja en todo respecto a la de § A-2-a del capítulo I
concerniente al experimento de doble rendija de Young. Para determinar la
probabilidad de que un fotón emitido por la fuente llegue a un punto dado M de la
pantalla, primero se debe calcular el campo eléctrico total en M. En este
problema, el campo eléctrico desempeña el papel de una amplitud de
probabilidad. Cuando uno no está tratando de determinar a través de qué
hendidura pasa el fotón, son los campos eléctricos radiados por las dos rendijas,
y no sus intensidades, los que deben sumarse para obtener el campo total en M
(cuyo cuadrado da la probabilidad deseada) . En otras palabras, el campo
irradiado por una de las rendijas en el punto M representa la amplitud de un

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fotón, emitido por la fuente, para pasar a través de esta rendija antes de llegar a
M.
ii- No es necesario mantener la suposición de que las mediciones de A y C en el
experimento 1 y de A, B, C en el experimento 2 se realizan muy juntas en el
tiempo. Si el sistema ha tenido tiempo de evolucionar entre dos de estas
medidas, podemos usar la ecuación de Schrödinger para determinar la
modificación del estado del sistema debido a esta evolución [cf. complemento
FIII, comentario (ii) del §2].

c) CONCLUSIÓN: LA IMPORTANCIA DEL CONCEPTO DE AMPLITUDES DE


PROBABILIDAD

Los dos ejemplos estudiados en los (apartado §a y b) demuestran la importancia del


concepto de amplitudes de probabilidad. Las fórmulas (5) y (18), así como los
argumentos que las conducen, son incorrectas ya que representan un intento de
calcular una probabilidad directamente sin considerar primero la amplitud de
probabilidad correspondiente. En ambos casos, la expresión correcta (8) o (20) tiene la
forma de un cuadrado a suma (más precisamente, el cuadrado del módulo de esta
suma), mientras que la fórmula incorrecta (5) o (18) contiene solo una suma de
cuadrados (se omiten todos los términos cruzados, responsables de los efectos de
interferencia).

De la discusión precedente, por lo tanto, conservaremos las siguientes ideas:

(i) Las predicciones probabilísticas de la teoría cuántica siempre se obtienen


por la cuadratura del módulo de una amplitud de probabilidad.

(ii) Cuando, en un experimento particular, no se realiza ninguna medición en


una etapa intermedia, nunca se debe razonar en términos de las
probabilidades de los diversos resultados que podrían haberse obtenido
en tal medida, sino más bien en términos de sus amplitudes de
probabilidad.

(iii) El hecho de que los estados de un sistema físico son linealmente


superponibles significa que una amplitud de probabilidad a menudo
presenta la forma de una suma de amplitudes parciales. La probabilidad
correspondiente es entonces igual al cuadrado del módulo de una suma
de términos, y las diversas amplitudes parciales interfieren entre sí.

2) Caso en el que varios estados pueden asociarse con el mismo resultado de medición

Maltese Pablo David 32


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En la sección anterior, subrayamos e ilustramos el hecho de que, en ciertos casos, la


probabilidad de un evento viene dada por los postulados de la mecánica cuántica en forma de
un cuadrado de una suma de términos (más precisamente, el cuadrado del módulo de tal
suma). Ahora la declaración del cuarto postulare [fórmula (B-7)] implica una suma de
cuadrados (la suma de los cuadrados de los módulos) cuando el resultado de la medición cuya
probabilidad se busca se asocia con un valor propio degenerado. Es importante comprender
que estas dos reglas no son contradictorias sino, por el contrario, complementarias: cada
término de la suma de cuadrados (B-7) puede ser el cuadrado de una suma. Este es el primer
punto sobre el cual enfocaremos nuestra atención en esta sección. Además, esta discusión nos
permitirá completar el enunciado de los postulados: consideraremos los dispositivos de
corrección cuya precisión es limitada (como es siempre, por supuesto, el caso) y veremos
cómo predecir teóricamente los posibles resultados. Finalmente, extenderemos al caso de
espectros continuos el quinto postulado de reducción del paquete de ondas.

a. AUTOVALORES DEGENERADOS

En los ejemplos tratados en (1), siempre supusimos que los resultados de las diversas
mediciones previstas eran simples, es decir, valores propios no degenerados de los
observables correspondientes. Esta hipótesis tenía la intención de simplificar estos ejemplos
para que el origen de los efectos de la interferencia apareciera lo más claramente posible.

Ahora consideremos un valor propio degenerado de un observable A. Los estados


propios asociados con forman un sub-espacio vectorial de dimensión , en el que una
base orto-normal puede ser elegido.
La discusión de (§C-6-b) muestra que conocer una medida de A ha producido no es
suficiente para determinar el estado del sistema físico después de esta medición. Diremos
que varios estados finales pueden asociarse con el mismo resultado : si se da el estado
inicial (el estado anterior a la medición), el estado final después de la medición está
perfectamente bien definido; pero si se cambia el estado inicial, el estado final es, en
general, diferente (para el mismo resultado de medición ).
Todos los estados finales asociados con son combinaciones lineales de vectores
ortonormales , con .
La fórmula (B-7) indica inequívocamente cómo encontrar la probabilidad de que una
medida de A en un sistema en el estado arrojará el resultado . Uno elige una base
ortonormal, por ejemplo , en el eigensubspace que corresponde a
; uno calcula la probabilidad de encontrar el sistema en cada uno de los estados
de esta base; es entonces la suma de estas probabilidades. Sin embargo, no debe
olvidarse que cada probabilidad puede ser el cuadrado del módulo de una suma de
términos. Considere, por ejemplo, el caso previsto en (§ E-1-a-a1) y suponga ahora que el
valor propio del observable A, cuya probabilidad debe calcularse, es veces
degenerado. La fórmula (6) se reemplaza por:

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(22)
Con:

(23)
La discusión de (§ E-1-a-a1) sigue siendo válida para cada uno de los términos de la fórmula
(22): , que se obtiene de (23). es el cuadrado de una suma; es entonces la
suma de estos cuadrados. (§ E-1-b) se puede generalizar de manera similar al caso donde
los valores propios de los observables medidos son degenerados. Antes de resumir las
discusiones anteriores, vamos a estudiar otra situación importante en la que varios estados
finales están asociados con el mismo resultado de medicion.

b. DISPOSITIVOS DE MEDICIÓN INSUFICIENTEMENTE SELECTIVOS

b1- Definición

Supongamos que, para medir el observable A en un sistema físico dado, tenemos a nuestra
disposición un dispositivo que funciona en el siguiente wav:

(i) Este dispositivo puede dar solo dos respuestas6 diferentes, que denotaremos, para mayor
comodidad, por "sí" y "no".
(ii) Si el sistema está en un estado propio de A, cuyo valor propio está incluido en un
determinado intervalo del eje real. La respuesta es siempre sí; este es también el caso
cuando el estado del sistema es cualquier combinación lineal de estados propios de A
asociados con valores propios que están todos incluidos en .
(iii) Si el estado del sistema es un estado propio de A cuyo valor propio queda fuera , o
cualquier combinación lineal de tales estados propios, la respuesta siempre es "no" , por lo
tanto, caracteriza la capacidad de resolución del dispositivo de medición en virtud
consideración. Si existe un único valor propio de A en el intervalo el poder de resolución
es infinito: cuando el sistema está en un estado arbitrario, la probabilidad de obtener
la respuesta "sí" es igual a la probabilidad de encontrar en una medición de A; la
probabilidad de obtener "no" es obviamente igual a . Si, por otro lado,
contiene varios valores propios de A. el dispositivo no tiene una resolución suficiente para
distinguir entre estos diversos valores propios: diremos que es insuficientemente selectivo.
Veremos cómo calcular y en este caso.
Para poder estudiar la perturbación creada por tal medida en el estado del sistema, vamos a
agregar la siguiente hipótesis: el dispositivo transmite sin perturbar los estados propios de A
asociados con los valores propios del intervalo (también como cualquier combinación lineal
de estos estados propios), mientras que "bloquea" los estados propios de A asociados con los

6
Los siguientes argumentos pueden generalizarse fácilmente a los casos en que el dispositivo puede dar varias respuestas
diferentes que tienen características similares a las descritas en (ii) y (iii).

Maltese Pablo David 34


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valores propios externos (así como también todas sus combinaciones lineales), el
dispositivo se comporta así como un filtro perfecto para todos los estados asociados con .

b2- Ejemplo

La mayoría de los dispositivos de medición utilizados en la práctica son insuficientemente


selectivos.
Por ejemplo, para medir la abscisa de un electrón que se propaga paralelamente al eje Oz, uno
puede (figura 4) colocar en el plano xOy (Oy es perpendicular al plano de la figura) una placa
con una ranura cuyo eje es paralelo a Oy, las abscisas de los bordes son x1 y x2. Entonces se
puede ver que cualquier paquete de onda que esté completamente incluido entre los planos x =
x1 y x = x2 (una superposición de estados propios de X que tengan valores propios x contenidos
dentro del intervalo [x1, x2]) ingresará a la región al derecho de la rendija (respuesta "sí"); en
este caso, no sufrirá ninguna modificación. Por otro lado, cualquier paquete de ondas situado
debajo del plano x = x1 o por encima del plano x = x2 será bloqueado por la placa y no pasará a
la derecha (respuesta "no").

Figura 4

Dibujo esquemático de un dispositivo


para medir la abscisa x de una
partícula. Sí, el Intervalo {x1, x2} es
necesariamente distinto de cero, tal
dispositivo siempre es imperfectamente
selectivo.

b3- Descripción cuántica

Para un dispositivo tan insuficientemente selectivo, son posibles varios estados finales después
de un medidor que ha dado la respuesta sí, por ejemplo, los diversos estados propios de A que
corresponden a los valores propios del intervalo .
El problema físico planteado por tales dispositivos, y que ahora vamos a considerar, consiste
en predecir la respuesta que se obtendrá cuando un sistema en un estado arbitrario ingrese al
dispositivo. Por ejemplo, para el aparato de la figura 4, ¿qué sucede cuando se trata de un
paquete de ondas que no está contenido enteramente entre los planos x = x1 y x = x2 (en cuyo
caso la respuesta es ciertamente sí) ni está completamente situado fuera de este región (en
cuyo caso la respuesta es ciertamente no)? Veremos que esto es equivalente a medir un
observable cuyo espectro es degenerado.

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Considere el subespacio abarcado por todos los estados propios de A cuyos valores
propios están contenidos dentro del intervalo . El proyector en este subespacio está
escrito (c.f. § B-3-b-alfa de capitulo II):

(24)

(los valores propios del intervalo pueden ser degenerados, de ahí que se asuma que el
índice adicional i, los vectores son ortonormales). es el subespacio formado por todos
los estados posibles del sistema después de una medición que ha dado el resultado sí.
En referencia a la definición del dispositivo de medición, vemos que la respuesta ciertamente
será sí para cualquier estado que pertenezca a , es decir, para cualquier estado propio de
con el valor propio de +1. La respuesta será sin duda alguna para ningún estado
perteneciente al suplemento de , es decir, para cualquier estado propio de con el valor
propio de 0. Las respuestas sí y no que puede proporcionar el dispositivo de medición
corresponden, por lo tanto, a los valores propios + 1 y 0 del observable : se podría decir que
el dispositivo realmente está midiendo el observable en lugar de A.

A la luz de esta interpretación, el caso de una medición insuficientemente selectiva dispositivo


puede ser tratado en el marco de los postulados que hemos establecido. La probabilidad
de obtener la respuesta sí es igual a la probabilidad de encontrar el valor propio
(degenerado) + 1 de . Ahora bien, una base ortonormal en el correspondiente subespacio
propio está constituida por el conjunto de estados que son estados propios de A con
valores propios contenidos dentro del intervalo . Aplicando la fórmula (B-7) al autovalor + 1
del observable, obtenemos (para un sistema en el estado ):

(25)
Como solo hay dos respuestas posibles, obviamente tenemos:

(26)
El proyector en el espacio propio asociado con el valor propio + 1 del observable es en
sí mismo; fórmula (B-14) por lo tanto, da aquí:

(27)

[esta fórmula es equivalente a (25)]:


De manera similar, dado que el dispositivo no perturba estados que pertenecen a y bloquea
aquellos del suplemento de , sabemos que el estado del sistema después de una medición
que ha dado el resultado sí es:

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(28)

Es decir:

(29)

Cuando contiene solo un valor propio se reduce a : las fórmulas (B-14) y (B-31) se
consideran casos especiales de fórmulas (27) y (29).

c. RECAPITULACION: ¿SE DEBE SUMAR LAS AMPLITUDES O LAS PROBABILIDADES?

Por lo tanto, hay casos (§ E-1) donde, para calcular una probabilidad, uno toma el
cuadrado de una suma, porque se deben sumar varias amplitudes de probabilidad.
En otros casos (§ E-2), uno toma una suma de cuadrados, porque varias probabilidades
deben agregarse juntos. Es claramente importante no confundir estos casos diferentes y saber,
en una situación dada, si son las amplitudes de probabilidad o las probabilidades las que deben
ser sumadas.
El experimento de doble rendija de Young nuevamente nos proporcionará un ejemplo físico
muy conveniente que nos permitirá ilustrar y resumir las discusiones precedentes. Supongamos
que queremos calcular la probabilidad de que un fotón particular golpee la placa entre dos
puntos M1 y M2 que tienen abscisas de x1 y x2 (figura 5). Esta probabilidad es proporcional a la
intensidad de luz total recibida por esta porción de la placa. Por lo tanto, es una "suma de
cuadrados"; más precisamente, es la integral de la intensidad I(x) entre x1 y x2. Pero cada
término I(x) de esta suma se obtiene al cuadrar el campo eléctrico en x, que es igual a la
suma de los campos eléctricos, y radiada en M por las rendijas A y B. I(x) es por lo
tanto proporcional a es decir, al cuadrado de una suma. y son las
amplitudes asociadas con los dos caminos posibles S A M y S B M que terminan en el mismo
punto M; se agregan para obtener la amplitud en M ya que uno no está tratando de determinar
a través de qué hendidura pasa el fotón. Luego, para calcular la intensidad de luz total recibida
por el intervalo M1M2, se suman las intensidades que llegan a los diversos puntos de este
intervalo.

Figura 5
El experimento de doble rendija de Young. Para

Maltese Pablo David 37


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calcular la densidad de probabilidad para
detectar un fotón en el punto M, es necesario
agregar los campos eléctricos irradiados por las
rendijas A y B, luego para cuadrar el campo así
obtenido ("cuadrado de la suma"). La
probabilidad de encontrar un fotón en el
intervalo [x1, x2] ahora se obtiene al sumar esta
densidad de probabilidad entre x1 y x2 ("suma
de cuadrados").

En resumen, la idea fundamental que debe retenerse de las discusiones de esta sección se
puede expresar esquemáticamente de la siguiente manera:

Agregue las amplitudes correspondientes al mismo estado final, luego las probabilidades
correspondientes a los estados finales ortogonales.

d. APLICACIÓN AL TRATAMIENTO DE ESPECTROS CONTINUOS

Cuando lo observable que queremos medir tiene un espectro continuo, solo se pueden
usar dispositivos insuficientemente selectivos: es imposible imaginar un dispositivo físico que
pueda aislar un único valor propio perteneciente a un conjunto continuo. Veremos aquí cómo el
estudio de (§ E-2-b) nos permite ser más precisos y completos en nuestro tratamiento de
observables con espectros continuos.

d1- Ejemplo: medición de la posición de una partícula

Deje que sea la función de onda de una partícula (sin spin). ¿Cuál es la
probabilidad de encontrar la abscisa de esta partícula dentro del intervalo [x1, x2] del eje x,
usando, por ejemplo, un dispositivo de medición como el de la figura 4?

El subespacio asociado con este resultado de medición es el espacio abarcado por los kets
que son tales que: x1<=x<= x2. Como estos kets son ortonormales en el sentido
extendido, la aplicación de la regla establecida en (§c) anterior produce:

(30)

La fórmula (27) obviamente conduce al mismo resultado, ya que el proyector (PA) está escrito
aquí:

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(31)
y por lo tanto tenemos:

(32)

Para conocer el estado de la partícula después de dicha medición, que ha dado el


resultado sí, es suficiente aplicar la fórmula (29):

(33)

donde se conoce el factor de normalización [fórmula (32)]. Vamos a calcular la


función de onda asociada con el ket :

(34)

Ahora . Por lo tanto, las integraciones sobre y’


y z' pueden realizarse inmediatamente: equivalen a reemplazar y' y z' por y y z en la función
que se va a integrar. La ecuación (34) se convierte así:

(35)

Si el punto x’ = x está situado dentro del intervalo de integración [x1, x2], el resultado es el
mismo que si integráramos desde a :

(36)

Por otro lado, si x’ = x queda fuera del intervalo de integración, es cero para todos los
valores de x' incluidos en este intervalo, y:

(37)

Maltese Pablo David 39


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La parte de que corresponde al intervalo aceptado por el dispositivo de medición persiste,


sin deformarse, inmediatamente después de la medición [el factor 1 / N simplemente asegura
que permanecen normalizados]; el resto es suprimido por la medida. El paquete de ondas
que representa el estado inicial de la partícula está, por así decirlo, "truncado" por los
bordes de la rendija.

COMENTARIOS:

(i) Este ejemplo revela claramente el significado concreto de la "reducción del paquete de
ondas".
(ii) Si una gran cantidad de partículas, todas en el mismo estado , ingresan al dispositivo
sucesivamente, el resultado algunas veces será sí y algunas veces será no [con las
probabilidades y ]. Si el resultado es sí, la partícula continúa en su camino,
comenzando desde el estado "truncado" ; si el resultado es no, la partícula es
absorbida por la pantalla.

En el ejemplo que estamos considerando aquí, el dispositivo de medición se vuelve aún más
selectivo a medida que (x2 - x1) se hace más pequeño. Vemos, sin embargo, que es imposible
hacerlo perfectamente selectivo porque el espectro de X es continuo: no importa cuán estrecha
sea la rendija, el intervalo [x1, x2] que define siempre contiene una infinidad de valores propios.
Sin embargo, en el caso límite de una hendidura de un ancho infinito , encontramos el
equivalente de la fórmula (B-17), que era la expresión del cuarto postulare en el caso de un

espectro continuo. Vamos a elegir y (una rendija de ancho centrada


en x0), y supongamos que la función de onda varía muy poco dentro del intervalo .
Luego, en (30), podemos reemplazar y realizar la integración sobre x:

(38)

De hecho, encontramos una probabilidad igual al producto de y una cantidad positiva que
desempeña el papel de una densidad de probabilidad en el punto x0. La diferencia con la
fórmula (B-17) radica en el hecho de que este último se aplica al caso de un espectro continuo
pero no degenerado, mientras que aquí los valores propios de X son infinitamente degenerados
en : este es el origen del integrales sobre y y z que aparecen en (38) (suma sobre los
índices asociados con la degeneración).

d1- Postulado de reducción de paquetes de ondas en el caso de un espectro continuo

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En (§B-3-c), nos limitamos, en la declaración del quinto postulado, al caso de un espectro


discreto. La fórmula (33) y la discusión que la acompaña nos permiten comprender la forma
asumida por este postulado cuando se considera un espectro continuo: es suficiente aplicar los
resultados de (§E-2-b) en relación con dispositivos insuficientemente selectivos. Sea A un
observable con un espectro continuo (se supone, por simplicidad, no degenerado). La notación
es la misma que en (§B − 3 − b − 𝛽).

Si una medición de A en un sistema en el estado ha producido el resultado


dentro de , el estado del sistema inmediatamente después de esta medición se
describe por:

(39)

Con:

(40)

Las Figuras 6-a y 6-b ilustran esta afirmación. Si la función representa en la


base de , tiene la forma indicada en la figura 6-a, el estado del sistema inmediatamente
después de la medición se representa, dentro de un factor de normalización, por la función de
la figura 6-b [el cálculo es análogo en todos respeta al que deriva (36) y (37) de (33)].

Vemos que, incluso si es muy pequeño, uno nunca puede preparar el sistema en el estado
, que estaría representado, en la base, por . Solo podemos
obtener una función estrecha centrada en , ya que nunca es exactamente cero.

Figura 6

Ilustración del postulado de reducción de paquetes de ondas en el caso de un espectro continuo: uno mide
el observable A, con vectores propios (a). El dispositivo de medición tiene una selectividad (as). Si el valor
encontrado es (as) dentro (as), el efecto de la medición en la función de onda (hh) es "truncarlo" sobre el

Maltese Pablo David 41


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valor (ss) (para normalizar la nueva función de onda, obviamente es necesario) multiplicarlo por un factor
mayor que 1)

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