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ANTECEDENTES

El primer referente reposa en la Universidad del Tolima, el cual se titula La lúdica


como estrategia en el aprendizaje de los niños de preescolar del gimnasio Los arrayanes de
la ciudad de Ibagué, escrito por Mora y Rodriguez (2014). El proyecto hace mención al
verdadero sentido de la educación proponiendo que el aprendizaje no solo es de
información sino también de experiencias. Por ello, se requiere que el docente desarrolle
estrategias, comprendidas en la diversidad infantil que promueva agrupamientos de niños
respondiendo a una concepción lúdica valorando el conflicto socio cognitivo, las
interacciones como generadoras de aprendizajes.

Este proyecto fortalece el criterio de que la primera infancia del ser humano es
considerada como una etapa fundamental para el desarrollo de los individuos, dado que es
la etapa de mayor crecimiento y aprendizaje en el aspecto biológico como afectivo y
cognitivo. Por ello cualquier tipo de incidencia del entorno contribuyen de manera
significativa para alcanzar el adecuado equilibrio, y es precisamente en este período de la
vida en que la capacidad mental o intelectual es lo suficientemente noble y manejable para
ser formado.

El segundo documento reposa en la Universidad de los Andes, titulado El juego


como estrategia de aprendizaje en el aula por Minera y Torres (2007), el cual informa que
el juego es la actividad más agradable con la que cuenta el ser humano. Desde que nace
hasta que tiene uso de razón el juego ha sido y es el eje que mueve sus expectativas para
buscar un rato de descanso y esparcimiento. Por esta razón el juego como lúdica en el aula
sirve para fortalecer los valores, honradez, lealtad, fidelidad, cooperación, solidaridad con
los amigos y con el grupo respeto por los demás y por sus ideas, amor, tolerancia, también
proporciona rasgos como el dominio de sí mismo, la seguridad, la atención.

Un tercer documento de referencia, reposa en la biblioteca de la Universidad del


Tolima titulado Estrategias pedagógicas en preescolar con énfasis en lúdica, realizado por
Morales N. (2001) donde el juego y la lúdica inciden en las inteligencias múltiples del
educando ayudando a formar niños y niñas creativos donde se emplean herramientas
enriquecedoras, motivando al educando a la interacción en el desarrollo del aprendizaje.
Desde esta experiencia, sigue siendo de vital importancia la actividad lúdica en el
quehacer del docente, siendo potencial creativo que esta de manera natural en cada uno de
los niños y se expresa a través de diferentes medios como la música, teatro, juego,
creatividad, danza, lectura, artística y la cultura.

Otro documento que enriqueció el proyecto de investigación fue Actividades lúdicas


en la enseñanza del juego didáctico, desarrollado por Angeles A. A. y Garcia C. (2016), el
cual habla de la amenidad de las clases es un objetivo docente.

Con humor, ingenio y buenas estrategias didácticas se puede desarrollar y explotar,


en papel o en la pantalla del ordenador, una actividad educativa atractiva y eficaz para los
estudiantes. Este tipo de actividades ayudan considerablemente a relajar, desinhibir e
incrementar la participación del educando, sobre todo la participación creativa, además de
poder ser utilizadas como refuerzo de clases anteriores. En este proyecto, se determina que
la actividad lúdica es atractiva y motivadora, capta la atención de nuestros educandos desde
su interés lo cual es sumamente atractivo poder innovar la transversalidad de las áreas de
manera didáctica.

La lúdica como estrategia convierte los diferentes escenarios en contextos de


aprendizaje, promueve tanto la competencia para la enseñanza y el desarrollo como la
calidad de las relaciones interpersonales, bajo el supuesto de que ambas habilidades son
esenciales para la prevención de la agresividad, fortalece los valores, estimula el
conocimiento y el pensamiento reflexivo. Para finalizar, se toma a colación el trabajo
investigativo desarrollado por Ramos (1990) en Venezuela.

Las autoras realizaron un trabajo de investigación sobre la importancia de la


actividad lúdica como estrategia pedagógica en la educación inicial. El proyecto fue
encaminado a docentes del nivel preescolar, su orientación permitió reconocer la necesidad
de realizar en el aula estrategias lúdicas novedosas de utilidad para los niños.

Mediante este proyecto se logra conseguir resultados, en el que las actividades


lúdicas de la educación inicial fomentan en los niños un conjunto de valores éticos, morales
que se traducen en espontaneidad, socialización e integración. Se asume entonces, que el
quehacer del docente es esencial para la cimentación de saberes ya que mediante este se
generan espacios, tiempos, provocando interacciones y situaciones lúdicas.

Las experiencias diversas, muestran que la actividad lúdica es el camino a seguir


para ofrecer un ambiente educativo desde el aula preescolar, que responde a los intereses y
necesidades de los niños y niñas contribuyendo positivamente a su desarrollo integral.

Este documento en referencia el cual lo realizo Gomez Rodriguez, Molano, &


RodriguezCalderon (2015), da cuenta del proceso de investigación formativa llevado a cabo
con los niños del nivel preescolar en la Institución Educativa Niño Jesús de Praga; el cual
se desarrolló en dos fases, siendo la primera un ejercicio de corte etnográfico y la segunda
fase de Investigación – Acción.

El proyecto permitió reconocer la importancia de la actividad lúdica como


herramienta pedagógica para fortalecer el aprendizaje en los niños, siendo el aprendizaje un
proceso en el cual el individuo se apropia del conocimiento en sus diferentes dimensiones,
se enfoca la intervención hacia la adquisición de hábitos y desarrollo de actividades
motivadoras del aprendizaje infantil, desde el aula preescolar. Es por ello que la lúdica no
solo es importante para el desarrollo físico y comunicativo, sino que también contribuye a
la expansión de necesidades y que además puede ser utilizada como principio de
aprendizajes en forma significativa.

Durante el proceso investigativo, se aplicaron técnicas e instrumentos tales como la


observación, encuestas formales e informales , indagación documental, diario de campo (en
la primera fase); cuestionario etnográfico, talleres y actividades integradoras para toda la
comunidad institucional a través del Proyecto Pedagógico de Aula (para la segunda fase);
logrando con ello caracterizar a la comunidad educativa para identificar la problemática
presente en la institución, así como lograr un proceso de intervención pedagógica para
lograr un cambio de concepción encaminada hacia la utilización de la lúdica, para el
desarrollo de competencias y fortalecimiento del aprendizaje en la educación inicial.
MARCO TEORICO

ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE

CONCEPTUALIZACIÓN
La sociedad emergida presenta una serie de características que la singularizan.
Frente a posiciones que la definen como individualista (Sartori, 1998) otras que ponen el
acento en la dependencia mutua de los ciudadanos/as (Bruner, 1997).

Para Rigoberta Menchú (2002) la educación en este nuevo marco social


intercultural lleva implícita la interacción, el intercambio, la solidaridad efectiva y el
reconocimiento de los valores de los distintos modos de vida. En resumen, como afirma
Mayor Zaragoza (2000) debemos de replantearnos muchas modalidades de acción, de
actuación y ser capaces de emprender sin tardar las modificaciones pertinentes. Puede ser
duro, pero apasionante.

Estamos pues ante la pista de las llamadas Estrategias de Aprendizaje, consideramos


que paso previo al desarrollo de las competencias. Si revisamos las aportaciones más
relevantes en el campo de las estrategias de aprendizaje, nos encontramos con una amplia
gama de definiciones que reflejan la diversidad existente a la hora de delimitar este
concepto (Weinstein & Meyer, 1998).

De todas formas, la disparidad de criterios en el momento de decidir qué son las


estrategias de aprendizaje, lleva aparejada la existencia de ciertos elementos en común en
torno a las características esenciales de las mismas y en las que han coincidido los autores
más significativos en el estudio de este campo. Mayor, Suengas, & Gonzales Marquez
(1993) las entienden como secuencias de procedimientos que se utilizan para aprender.

Weinstein & Goetz (1988) las considera como útiles para manejar, dirigir y
controlar el propio aprendizaje en diferentes contextos. Para otros, como Dansereau
(1983); Nisbet (1986); Pozo (1996); Pozo J. y. ( 1993); Weinstein & Meyer (1998) son
competencias o procesos que facilitan la adquisición, el almacenamiento y la recuperación
de la información.
Así, las estrategias de aprendizaje son conceptualizadas como procesos de toma de
decisiones (conscientes e intencionales) en los cuales el alumno elige y recupera, de manera
coordinada, los conocimientos que necesita para cumplimentar una determinada demanda u
objetivo, dependiendo de las características de la situación educativa en que se produce la
acción.

Los elementos que las caracterizan son: ƒ

 Aptitudes o competencias mentales, que mediante el ejercicio y la acción mediada


Wertsch (1993), se aprenden y se pueden enseñar. ƒ
 Implican orientación hacia una meta u objetivo identificable. ƒ
 Integran habilidades, técnicas o destrezas, a las que coordinan. Por eso se las
considera una habilidad de habilidades, una habilidad de orden superior. ƒ
 Suponen el uso selectivo de recursos y capacidades de que se dispone. Tanto es así
que sin tal variedad de recursos no es posible la actuación estratégica. ƒ
 Son dinámicas, flexibles y modificables en función de los objetivos propuestos así
como las situaciones contextuales en las que se desenvuelven.

Aunque en principio su puesta en marcha sea controlada, no está en contradicción con


el hecho que, al hacernos expertos en su uso, las estrategias de aprendizaje se automatizan,
permitiéndonos mejorar nuestra capacidad estratégica al ser capaces de movilizar
habilidades y recursos cognitivos con facilidad y destreza. En resumen:

 Implican un uso selectivo de los propios recursos y capacidades disponibles.


Para que un estudiante pueda poner en marcha una estrategia debe disponer de
recursos alternativos, entre los que decide utilizar, en función de las demandas
de la tarea, aquellos que él cree más adecuados.
 Las estrategias están constituidas de otros elementos más simples, que son las
técnicas o tácticas de aprendizaje y las destrezas o habilidades. De hecho, el uso
eficaz de una estrategia depende en buena medida de las técnicas que la
componen. En todo caso, el dominio de las estrategias de aprendizaje requiere,
además de destreza en el dominio de ciertas técnicas, una reflexión profunda
sobre el modo de utilizarlas o, en otras palabras, un uso reflexivo (y no sólo
mecánico o automático) de las mismas.

Por tanto, las estrategias de aprendizaje son acciones que deben partir de la
iniciativa del alumno; están constituidas por una secuencia de actividades controladas por el
sujeto que aprende y con posibilidad de ser adaptadas en función del contexto.

VIABILIDAD DE LA ENSEÑANZA DE ESTRATEGIAS DE APRENDIZAJE EN


EDUCACIÓN INFANTIL

Habitualmente se ha venido considerando que el momento de comenzar a


desarrollar formas adecuadas de estudiar, pensar, actuar, etc., viene determinado por la
dificultad o complejidad de los contenidos a los que han de enfrentarse los/las aprendices.
Esta idea responde a una concepción de las estrategias de aprendizaje ligadas al resultado
de las tareas, más propia de los llamados “cursos de técnicas de estudio”.

Pensamos, con otros autores, que el aprendizaje acerca de formas de pensar eficaces
puede comenzar a edades tempranas Entwitsle (2000). Las aulas de Educación Infantil son
un marco en el que podemos observar como sus integrantes son capaces de resolver sus
problemas, especialmente los relacionados con la socialización. Observando sus juegos, sus
relaciones, sus respuestas, podemos comprobar que los pequeños tienen distintas formas de
afrontamiento, y son capaces de establecer unas valoraciones con respecto a las mismas.

Bruner (1997) plantea la idea del “andamiaje tutorial”, considerando que lo que un
niño puede hacer en colaboración, mañana será capaz de hacerlo solo. Esta idea la sostienen
también otros autores Wertsch (1993), para explicar la acción mediada como forma de
aprendizaje en determinadas edades.

En este sentido Nisbet (1986), afirma que el conocimiento más importante es el


conocimiento de uno mismo. Tonucci (1997) denuncia que con frecuencia la escuela
enseña "todo” a los escolares excepto lo que más les interesa, ellos mismos. No es menos
cierto que cuando se inicia el descubrimiento de uno mismo es precisamente en esta etapa
educativa (reconocerse en un espejo, reconocer su voz, saber cómo conseguir sus primeros
objetivos - aunque sean caprichos -, etc.).
Determinados estudios (Melot, 1990) partiendo del término “metacognición”
(Flavell, 1985), destacan como esa capacidad se va complejizando a través del desarrollo
del individuo. Centrándonos en la etapa (principalmente 3 - 6 años), a modo de ejemplo
podemos ver como estos /as niños /as son capaces de prever algunos resultados de sus
acciones, conocer alguna de sus limitaciones (físicas y cognitivas), son capaces de
determinar, con cierta fiabilidad, lo que saben y lo que no, lo que pueden hacer y lo que no,
etc.

Diversos estudios (Entwitsle, 2000), consideran que las estrategias deben enseñarse
integradas en el contexto. Ello nos indujo a afrontar la enseñanza de las Estrategias de
Aprendizaje, como un aspecto íntimamente ligado al propio proceso de enseñanza acorde
con el nivel de desarrollo del alumnado y por tanto en función de las características de
éstos.

Buendía (2000), considera al alumno/a como máximo responsable de su proceso de


aprendizaje; él /ella es quien construye el conocimiento y nadie puede sustituirle en esa
tarea basándose en las habilidades y conocimientos previos que posee. En esta tarea es
importante la labor del profesor como mediador entre el conocimiento y el niño. Por ello
consideramos que es en Educación Infantil donde debe promoverse un primer nivel de
reflexión sobre las actividades cotidianas, favoreciendo el análisis de unas actuaciones
sobre otras y la justificación de su adecuación. Apoyan estos planteamientos los siguientes
autores:

Para Haywood (1996), la educación cognitiva temprana es más preventiva que


reeducativa, en el sentido de que su objetivo primordial es poner en manos de niños y niñas
herramientas básicas de aprendizaje antes incluso de que esas herramientas les sean
necesarias para su tarea escolar.

Pramling (1989), muestra que esas concepciones están estrechamente ligadas al


contenido de las tareas que aprenden, de forma que el metaconocimiento no es solo de los
procesos psicológicos, sino también de los contenidos que deben ser asimilados o
aprendidos.
Pozo Juan Ignacio y Nora Scheuer (2000), señalan como niños y niñas de 4 y 5
años tienen determinados modelos y teorías sobre como aprenden a dibujar, que están
ligados con las propias dificultades del dibujo como sistema de representación externa y
contenido de aprendizaje.

CÓMO DESARROLLAR ESTAS HABILIDADES

Salomón (1992), propone una doble vía para lograr la automatización de un


procedimiento:

 Vía Baja, se basa en la regulación implícita, esto es, a través del uso. Una vez
automatizado el proceso puede iniciarse una fase de toma de conciencia.
 Vía alta, basada en un análisis consciente desde el primer momento, para, con el
propio efecto de la práctica, conducir a una regulación más bien implícita, aunque
conservando siempre la posibilidad de redescribir o explicitar los conocimientos que
guían esa ejecución.
 Aunque ambas vías son complementarias, parece claro que la vía alta produce
resultados más duraderos y transferibles.

Planteamos pues que se pueden enseñar y aprender estrategias a través de las


actividades que se desarrollan en el aula, entendidas éstas como una toma de decisiones,
que implican, una adecuación en función del nivel evolutivo del niño y que, por tanto,
pueden ser desarrolladas desde la etapa de Educación Infantil, a modo de poso intra-
psicológico (Palacios, Marchesi, & y Coll, 1990), que permita el asentamiento posterior de
actividades mentales más complejas.

En este mismo sentido consideramos que el propio currículo ordinario nos ofrece un
marco en el que insertar estas enseñanzas, por tanto no pretendemos formalizar programas
paralelos y apoyarnos en las actividades habituales del aula, para que, mediante una
oportuna adaptación, nos permitan un desarrollo al unísono.

Por otra parte es necesario clarificar la terminología, a veces compleja, cuando les
adjudicamos determinados adjetivos a la educación: cognitiva o metacognitiva.
Un currículo es cognitivo cuando se centra en el desarrollo de los procesos
sistemáticos de pensamiento lógico, esto es, que los niños adquieran un conjunto de
métodos lógicos que les permitan pensar sistemáticamente de forma lógica y eficaz para
usar las estrategias que han aprendido.

Cuando se hace referencia al término metacognitivo, es necesario considerar dos


aspectos:

 Por una parte centrar la atención de los niños sobre sus propios procesos de
pensamiento y hacer que sean plenamente conscientes de aquellos que
utilizan para ordenar los estímulos que reciben.
 Nos referimos a las estrategias de pensamiento específicas que usamos para
organizar nuestros pensamientos, para mejorar nuestra memoria, analizar un
problema, etc.

LÚDICA
Según Gomez Rodriguez, Molano, & RodriguezCalderon (2015), la lúdica se
entiende como una dimensión del desarrollo de los individuos, siendo parte constitutiva del
ser humano.

El concepto de lúdica es tan amplio como complejo, pues se refiere a la necesidad


del ser humano, de comunicarse, de sentir, expresarse y producir en los seres humanos una
serie de emociones orientadas hacia el entretenimiento, la diversión, el esparcimiento, que
nos llevan a gozar, reír, gritar e inclusive llorar en una verdadera fuente generadora de
emociones.

Por esta razón la lúdica fomenta el desarrollo psico-social, la conformación de la


personalidad, evidencia valores, puede orientarse a la adquisición de saberes, encerrando
una amplia gama de actividades donde interactúan el placer, el gozo, la creatividad y el
conocimiento.

Es así que la lúdica debería ser tenida en cuenta principalmente en los espacios
escolares pues es rica en ambientes facilitadores de experiencias que mediante juegos, es
necesario explicar cuanto más experiencias positivas y cuantas más realidades los niños
conozcan, serán mucho más amplios y variados los argumentos de sus actividades, con
respecto a la lúdica, es una dimensión del desarrollo humano que fomenta el desarrollo
psicosocial, la adquisición de saberes, la conformación de la personalidad, es decir encierra
una gama de actividades donde se cruza el placer, el goce, la actividad creativa y el
conocimiento para tener más claridad ante la lúdica.

En este sentido autores como Jiménez (2002), respecto a la importancia de la lúdica


y su rol proactivo en el aula, considera que: La lúdica es más bien una condición, una
predisposición del ser frente a la vida, frente a la cotidianidad. Es una forma de estar en la
vida y de relacionarse con ella en esos espacios cotidianos en que se produce disfrute, goce,
acompañado de la distensión que producen actividades simbólicas e imaginarias con el
juego.

El sentido del humor, el arte y otra serie de actividades que se produce cuando
interactuamos con otros, sin más recompensa que la gratitud que producen dichos eventos

La lúdica es una manera de vivir la cotidianidad, es decir sentir placer y valorar lo


que acontece percibiéndolo como acto de satisfacción física, espiritual o mental. La
actividad lúdica propicia el desarrollo de las aptitudes, las relaciones y el sentido del humor
en las personas.

Por lo anterior, la lúdica va de la mano con el aprendizaje, a lo que Nuñez (2002),


considera que: La lúdica bien aplicada y comprendida tendrá un significado concreto y
positivo para el mejoramiento del aprendizaje en cuanto a la cualificación, formación
crítica, valores, relación y conexión con los demás logrando la permanencia de los
educandos en la educación inicial.

Aquí es donde el docente presenta la propuesta lúdica como un modo de enseñar


contenidos, el niño es quien juega, apropiándose de los contenidos escolares a través de un
proceso de aprendizaje; este aprendizaje no es simplemente espontáneo, es producto de una
enseñanza sistemática e intencional, siendo denominado aprendizaje escolar.

LA ACTIVIDAD LÚDICA.

El proceso o actividad lúdica, favorece en la infancia la autoconfianza, la autonomía


y la formación de la personalidad, convirtiéndose así en una de las actividades recreativas y
educativas primordiales. El juego es una actividad que se utiliza para la diversión y el
disfrute de los participantes, en muchas ocasiones, incluso como herramienta educativa.

En tanto ayuda a conocer la realidad, permite al niño afirmarse, favorece el proceso


socializador, cumple una función integradora y rehabilitadora, tiene reglas que los
jugadores deben aceptar y se realiza en cualquier ambiente. Desde esta perspectiva toda
actividad lúdica precisa de tres condiciones esenciales para desarrollarse: satisfacción,
seguridad y libertad. Satisfacción de necesidades vitales imperiosas, seguridad afectiva,
libertad como lo señala (Malajovic, 2000).
BILIOGRAFIA

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