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Guía de clase

UNIDAD III: DELITOS CONTRA EL HONOR


Título reformado por la Ley 26551 (B.O. 27/11/09)

Bien jurídico protegido:


El honor es la valoración individual o social del conjunto de cualidades personales que
cada uno de nosotros posee.
El honor es un atributo de la personalidad. Por ello, no hay personas sin honor.

Aspectos del honor:


a) Subjetivo: auto estima, auto valoración, honor interno, honra. Sentimiento de la propia
dignidad. Se ataca deshonrando. Si la ofensa es dirigida al sujeto pasivo y sin trascendencia a
terceros se llama contumelia.
b) Objetivo: reputación, valoración social, honor externo, crédito. Se ataca desacreditando
o desprestigiando. Esa ofensa que llega a terceros se llama difamación.

Sujetos de los delitos contra el honor:


Sujeto activo: Cualquier persona física. Se da una situación especial respecto de los
legisladores nacionales y provinciales, en virtud de lo dispuesto por el artículo 68 de la
Constitución Nacional y, en nuestra Provincia, por el artículo 96 de la Constitución de Mendoza.
El primero dice que “ninguno de los miembros del Congreso puede ser acusado, interrogado
judicialmente, ni molestado por las opiniones o discursos que emita desempeñando su mandato
de legislador.” El segundo establece que “los miembros del Poder Legislativo son inviolables
por las opiniones que manifiesten y por los votos que emitan en el desempeño de su cargo.”
Sujeto pasivo: Desde la entrada en vigencia de la ley 26551 sólo puede ser una persona
física determinada.
Hasta el año 2009, este punto fue objeto de largas discusiones: Para algunos autores, tanto
las personas físicas como las personas jurídicas podían ser sujetos pasivos del delito de injuria.
El fundamento legal de esta postura estaba dado por la letra del anterior artículo 117 del C.P. que
hablaba de la retractación por las injurias o calumnias dirigidas contra un particular o
“asociación”. Se sostenía que el buen nombre o crédito de las personas de existencia ideal
merecía protección penal. Claro que las personas jurídicas no podían ser sujetos pasivos del
delito de calumnia, pero sí de injurias. El problema era determinar quién podría ejercer la acción.
Buompadre afirmaba que si bien las personas colectivas poseían un honor tutelable penalmente
en su faz objetiva, conforme a la letra del art. 75 del C.P. sus miembros no tenían derecho a
perseguir penalmente al autor de la ofensa. Para otro sector de la doctrina, sólo las personas
físicas podían ser sujetos pasivos de los delitos contra el honor. Así, Soler decía que lo que la ley
quería significar con la palabra “asociación” en el artículo 117 C.P. es que podía ofenderse el
honor de una persona física ofendiendo a la sociedad de la que forma parte. Ej. Decir de un
Banco que es una cueva de ladrones.
Sujetos pasivos especiales: a) Los menores e incapaces por minusvalías psíquicas:
aunque no pudieran comprender la ofensa, pueden ver afectado su honor objetivo. Otra cosa es
que su incapacidad les impida ejercer la acción. Art. 75 del C. P. “La acción por calumnia o
injuria, podrá ser ejercitada sólo por el ofendido”. No puede accionar el representante legal.
b) Los muertos: no son personas y por tanto no pueden ser
sujetos pasivos. Pero si recibieron la ofensa en vida; el cónyuge, hijo, nieto o padre sobreviviente
puede iniciar la acción después de su muerte o continuar la iniciada por el ofendido fallecido (art.
75 del C.P.).
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Medios comisivos:
Pueden ser muy variados, como la palabra, los gestos, la escritura o los dibujos. Basta que
el medio sea idóneo para expresar una ofensa. Ha merecido alguna duda la posibilidad de
deshonrar por omisión (por ej., no aceptando dar la mano, no devolviendo el saludo) pero se ha
dicho que nuestro derecho no impone la obligación jurídica de honrar y que es respetable la
libertad interior que tiene un sujeto que prefiere mantenerse apartado de determinado individuo,
no aceptando el trato con él.

Culpabilidad:
Sólo es admisible el dolo directo. La reforma introducida por la ley 26.551 exige que el
sujeto activo obre con intención de deshonrar o desacreditar. Se exige el llamado animus
injuriandi. El sujeto activo debe querer ofender el honor de una persona física determinada.

Sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Kimel:


En el caso Kimel vs. Argentina, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, por
sentencia de fecha 02/05/08 dispuso que el Estado Argentino debía adecuar, en un plazo
razonable, su derecho interno a la Convención Americana sobre Derechos Humanos, corrigiendo
las imprecisiones que no satisficieran los requerimientos de seguridad jurídica, y,
consecuentemente, afectaran el ejercicio del derecho a la libertad de expresión. Eduardo Gabriel
Kimel es un periodista, escritor e investigador histórico, que ha publicado varios libros de
historia política argentina y en uno de ellos, titulado “La masacre de San Patricio”, expuso el
resultado de una investigación sobre el homicidio de cinco religiosos, criticando a quienes habían
tenido a su cargo la investigación de los homicidios, entre ellos, un juez. Ese juez promovió una
querella en 1991 por el delito de calumnias y la Sala IV de la Cámara de Apelaciones de la
Capital Federal condenó a Kimel a un año de prisión y $ 20.000 de multa por ese delito.
En procura de esa seguridad jurídica y de la protección de la libertad de expresión de los
ciudadanos, es que se produjeron importantes modificaciones en el Título II del Libro II del
Código Penal, restringiendo de varias maneras la aplicación de las figuras delictivas previstas,
derogando las calumnias e injurias equívocas o encubiertas, y reduciendo las penas.

Injuria (art. 110 C. P.):


Concepto y Elementos: es el ataque a la honra o al crédito de una persona física determinada.
El artículo 110 del C.P. dispone que “El que intencionalmente deshonrare o desacreditare
a una persona física determinada será reprimido con multa de pesos mil quinientos ($ 1.500.-) a
pesos veinte mil ($ 20.000.-). En ningún caso configurarán delito de injurias las expresiones
referidas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas. Tampoco configurarán delito
de injurias los calificativos lesivos del honor cuando guardasen relación con un asunto de
interés público.”
Acciones típicas: deshonrar y desacreditar. Pueden darse simultáneamente sin que ello
multiplique el delito. La contumelia es la ofensa puramente deshonrante, la que llega
exclusivamente al sujeto pasivo; y la difamación es la ofensa desacreditante, la que trasciende a
terceros.
La injuria debe ser imputativa. Exige la atribución de una conducta, vicio, costumbre o
cualidad disvaliosa a otra persona. No basta la ofensa al decoro, simple descortesía,
desconsideración o grosería.
Con la reforma de la Ley 26551 quedan fuera del tipo penal las expresiones referidas a
asuntos de interés público o las que no sean asertivas, como también los calificativos lesivos al
honor que guarden relación con un asunto de interés público.
Es criticable que se exija a la vez la intención de deshonrar o desacreditar y la utilización
de expresiones asertivas. Se produce una desprotección injustificada del honor posibilitando que
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se injurie impunemente valiéndose de expresiones no asertivas, mediante la utilización de verbos
en modo potencial.
[Contravención: La ofensa al funcionario público que no constituye injuria está reprimida
por el artículo 43 del Código de Faltas, en los siguientes términos: “El que, en lugar público o
privado abierto al público, ofendiere en forma personal y directa con burlas, mofas, palabras o
actos a un funcionario público en razón de su cargo y siempre que el hecho no constituya delito,
será castigado con arresto de hasta tres días o multa.....” La pena se agrava si el ofendido fuere
miembro de alguno de los Poderes Públicos nacionales o provinciales, del Tribunal de Cuentas o
representante del cuerpo diplomático o consular nacional o de algún Estado amigo.]
La acción debe ser objetivamente injuriante.

Elemento subjetivo del tipo:


“Intencionalmente”. No se da este elemento si el autor actúa con alguna otra intención que
no sea la de deshonrar o desacreditar a la persona a quien va dirigida la ofensa. Por Ejemplo:
Animus corrigendi: ejercicio del derecho-deber de corrección. Animus consulendi: derecho de
aconsejar. Animus defendendi: ejercicio de la legítima defensa. Animus narrandi: derecho de
describir o relatar un hecho, derecho de crónica. Animus iocandi (intención de gastar una
broma). En definitiva, a partir de la reforma de la ley 26551 se exige el animus injuriandi.

Culpabilidad: Como ya anticipamos, es necesario un dolo directo. Se integra por el


conocimiento del carácter ofensivo de la expresión y la voluntad de ofender la honra o el crédito
de una persona, a través de la contumelia o la difamación. En la generalidad de los casos, la
intención de ofender surge con claridad del contenido de la manifestación; pero en los supuestos
de expresiones que pueden tener una doble significación, habrá que determinar si fue el sentido
ofensivo el empleado por el agente para establecer si hubo injuria. Es lo que ocurre con la
atribución de un adjetivo verdadero (ej: petiso, feo) que admiten una significación social ofensiva
y una amistosa.
El animus retorquendi (intención de devolver una ofensa anterior) no excluye la
culpabilidad.

Consumación: A pesar de que los verbos empleados parecen exigir como resultado la
deshonra o el descrédito, la injuria siempre ha sido considerada un delito formal, de pura
actividad, de peligro concreto. Se consuma cuando el ofendido (deshonra) o terceros (descrédito)
toman conocimiento de la ofensa, con prescindencia del resultado que la misma produzca.
Cuando el delito se da a distancia, a través de cualquier medio de comunicación, se
complica la determinación del lugar de comisión y, consecuentemente, la competencia territorial.
Tengamos en cuenta que la ofensa puede emitirse en un territorio y recibirse en otro. A su vez, el
lugar en el que el sujeto pasivo toma conocimiento de la ofensa, puede ser distinto de su
domicilio y del lugar donde aquella se difunde, causando o pudiendo causar el descrédito.

Pena: Multa de $ 1.500 a $ 20.000. Por tanto, el plazo de prescripción es de dos años (art.
62 inciso 5º del C.P. y el querellado puede provocar la extinción de la acción penal mediante la
reparación de los daños causados por el delito y el pago del máximo de la multa (art. 64 del
C.P.).
La pena prescribe en un término de dos años (art. 65 inciso 4º del C. P.) y puede ser
extinguida por el ofendido a través del perdón (art. 69 del C.P.).

Ofensas personales contempladas en el Código Contravencional de Mendoza:


El Código Contravencional de Mendoza (Ley 9099) prevé sanciones por distintas ofensas
personales, que son de aplicación si el ofendido no ha ejercido la acción penal privada. El
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artículo 46 de este cuerpo legal tipifica la ofensa personal a un funcionario público que no tenga
representación política y al personal directivo o docente de establecimientos educativos. Se
sanciona con multa o arresto al que, en lugar público o privado abierto al público, ofendiere en
forma personal y directa a un funcionario público en cumplimiento de sus funciones, incluidos
los representantes del cuerpo diplomático o consular acreditados en el país; y al que en esas
mismas circunstancias ofendiere al personal directivo o docente de establecimientos educativos
de gestión pública o privada, con motivo de la relación educativa.” Además, el artículo 47 del
Código Contravencional, prevé la ofensa personal a trabajadores de la educación, dentro del
establecimiento educativo. Sanciona con multa o arresto al “padre, tutor, curador o persona que
alegare parentesco de un alumno”, que “hostigare, maltratare, menospreciare, insultare, o de
cualquier otro modo ofendiere a un trabajador de la educación, dentro del establecimiento
educativo, sea público o privado.” En ambos casos, las sanciones se duplican si las
contravenciones se cometieren en presencia de los alumnos.
El artículo 55 del Código Contravencional considera actos turbatorios contra el orden
público insultar a las personas en lugares públicos o abiertos al públicos o expuestos a que el
público los vea u oiga (inciso b) y al que agrediere con insultos a un jugador, artista o
participante de un espectáculo o evento, antes, durante o inmediatamente después del mismo
(inciso c). Estas sanciones se duplican cuando la conducta se ejecutara en las proximidades de un
establecimiento hospitalario o educativo, público o privado; o cuando la víctima fuera una
persona menor de edad, mayor de setenta años, o discapacitada (art. 56).
Por último, el artículo 125 del Código Contravencional, sanciona al que insultare a
“personas adultas mayores”, tanto en el ámbito familiar como en las residencias, los hospitales y
los centros geriátricos, no respetando su dignidad, sus creencias, intimidad, sexo, raza o
procedencia étnica, minusvalía o situación económica. Extendiendo la aplicación de la multa o
arresto previstos a aquél que permitiere estas conductas. Las sanciones se duplican cuando el
sujeto activo es un funcionario o empleado público, o un profesional de cualquier especialidad.

La "exceptio veritatis":
Principio general: Como, en principio, toda imputación deshonrosa o desacreditante
constituye injuria, aunque fuere verdadera, no interesa la prueba de la verdad, salvo que nos
coloque frente a una causa de justificación o que se dé alguno de los dos supuestos excepcionales
del art. 111 del C.P. Estos son:
Inciso 1) La ley dice: Si el hecho atribuido a la persona ofendida, hubiere dado lugar a un
proceso penal. En realidad, si se atribuyera un “hecho” concreto, que hubiera dado lugar a un
proceso penal, estaríamos en el ámbito de la calumnia. Aquí la atribución debe ser más genérica.
Se trata de que la imputación aluda a un hecho que hubiese dado lugar a un proceso penal, no
interesa si ese proceso se encuentra en curso o concluido al momento de resolver sobre la
admisibilidad de la prueba ofrecida por el querellado por injurias. Por ejemplo, que el querellado
hubiere dicho del querellante que es un degenerado, y hubiese un proceso contra éste por
corrupción de menores; que lo hubiese tratado de ladrón, y hubiese un proceso penal en el que se
le endilgue un robo, hurto o peculado; o que le hubiere dicho corrupto, habiendo sido imputado
por algún delito contra la administración pública, como cohecho, exacción ilegal, negociación
incompatible, etc.
Inciso 2) que el querellante pidiera la prueba de la imputación que le fue dirigida.
Es una excusa absolutoria. Subsiste la responsabilidad civil.
Efecto: si el querellado prueba la verdad de su afirmación deberá ser absuelto.

Injurias vertidas en juicio (art. 115 C. P.):


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Conforme al artículo 115 del C.P.: “Las injurias proferidas por los litigantes, apoderados
o defensores, en los escritos, discursos o informes producidos ante los tribunales y no dados a
publicidad, quedarán sujetas únicamente a las correcciones disciplinarias correspondientes.”
Es una excusa absolutoria que beneficia a los litigantes, apoderados y defensores por las
injurias proferidas en los escritos, discursos o informes producidos ante los tribunales y no dados
a publicidad. No comprende a las calumnias. No es necesario que sean concernientes al objeto
del juicio ni que estén vinculadas a una necesidad real de la defensa. Que no hayan sido dadas a
publicidad debe interpretarse como que su autor no las haya vertido fuera del ámbito donde el
juicio se desarrolla. Como el hecho es típico, antijurídico y culpable queda sujeto a sanciones
disciplinarias. Si las injurias constituyen un legítimo ejercicio del derecho de defensa, no es
aplicable esta disposición; y ello es porque si el hecho es lícito no puede dar motivo a sanción
alguna.

Injurias recíprocas (art. 116 C.P.):


El artículo 116 del C.P. dispone: “Cuando las injurias fueren recíprocas, el tribunal
podrá, según las circunstancias, declarar exentas de pena a las dos partes o a alguna de ellas.”
Es una excusa absolutoria, con la particularidad de que es facultativa.
La excusa se aplica cuando ambas injurias son típicas y antijurídicas. Cuando la segunda
injuria es motivada por la primera (relación de causalidad subjetiva). Cuando los sujetos son los
mismos, pero han invertido sus roles activo y pasivo. Pero no es necesario que las injurias sean
contemporáneas, ni que los protagonistas hayan promovido querellas recíprocas. Tampoco es
exigible una estricta equivalencia entre la entidad de las ofensas. Basta que no se dé una gran
desproporción entre éstas. No interesa que alguna de las acciones privadas se haya extinguido.

Calumnia (art. 109 C. P.):


El artículo 109 del C.P. dispone que: “La calumnia o falsa imputación a una persona
física determinada de la comisión de un delito concreto y circunstanciado que dé lugar a la
acción pública, será reprimida con multa de pesos tres mil ($ 3.000.-) a pesos treinta mil ($
30.000.-). En ningún caso configurarán delito de calumnia las expresiones referidas a asuntos
de interés público o las que no sean asertivas. Es una injuria calificada por el contenido de la
ofensa. Es la falsa imputación a una persona física determinada de la comisión de un delito
concreto y circunstanciado, de acción pública.”
Debe tratarse de una imputación asertiva, dirigida contra una persona física determinada.
Hacer una imputación de un delito determinado, concreto y circunstanciado implica dar
precisiones respecto de circunstancias de modo, tiempo y lugar del hecho, sin importar su
calificación legal.
La imputación debe versar sobre la comisión de un delito de acción pública. Si es
dependiente de instancia privada hay discusión en doctrina:
a) Es injuria (Núñez). b) Hay que distinguir: si fue instada la acción, es calumnia. Si no lo
fue no hay delito, para no dar lugar a que se debata la existencia de un hecho que la víctima ha
preferido mantener en reserva. (Gómez, Soler, Creus).
La palabra delito tiene el significado de hecho típico (Creus). Puede ser tanto un delito
doloso como culposo.
La falsedad de la imputación es un elemento del tipo y por ello es que hay amplitud
probatoria en torno a la verdad o falsedad de la ofensa.
La falsedad debe ser objetiva y subjetiva. Objetivamente, puede versar sobre la existencia
misma del hecho o de circunstancias del mismo que lo hacen delictuoso o que lo presentan como
doloso siendo culposo; o sobre la participación del ofendido. Subjetivamente, el autor debe
conocer o dudar sobre la no correspondencia con la realidad.
Quedan fuera del tipo las expresiones referidas a asuntos de interés público.
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Consumación: delito formal, no requiere un resultado lesivo para el honor. Admite


tentativa.

Medios comisivos: cualquier medio de expresión. Calumnia real: simulación de pruebas


que incriminan a una persona inocente respecto de un delito determinado.

Culpabilidad: si la consideramos una injuria agravada solo puede admitirse el dolo


directo. El sujeto activo debe querer ofender mediante la cierta o probablemente falsa imputación
de un delito.

Pena: Multa de $ 3.000 a $ 30.000. Vale lo dicho al referirnos a la pena de multa en la


injuria.

Confluencia de figuras:
La calumnia absorbe la injuria. Ej: Es un ladrón. Él fue el que ayer robó en la escuela.
Cuando el mismo hecho delictivo es atribuido a distintas personas hay concurso real.
También cuando distintos delitos se atribuyen a una misma persona.
Diferencias con la Falsa denuncia (art. 245 C.P.). Denuncia calumniosa: se da cuando el
mismo hecho se adecua a los arts. 109 y 245 del C.P. Hay concurso ideal (art. 54 C.P.). Menor
penalidad de la calumnia. Importancia del tema respecto de la competencia.

Calumnias e injurias equívocas o encubiertas (art. 112 C.P.). Derogación:


El artículo 112 fue derogado por la Ley 26551; pero es útil tener presente la diferencia
entre injurias y calumnias manifiestas y no manifiestas.
Si su autor rehusaba dar en juicio explicaciones satisfactorias sobre ellas se le aplicaba una
pena reducida respecto a la injuria manifiesta.
Se trataba de injurias no manifiestas, por la ambigüedad de su sentido o dirección. La
equivocidad se da en el sentido cuando admite dos interpretaciones, una inocente y otra ofensiva.
La equivocidad se da en la dirección cuando no está claro a quién se hace la referencia
deshonrosa o desacreditante. La injuria encubierta es la ofensa indirecta o larvada. Su carácter
ofensivo no está en la expresión misma, sino que puede extraerse de la conjunción de ésta con el
contexto en que se vierte.
Las explicaciones son satisfactorias cuando definen la equivocidad a favor del sentido
inocente de la expresión, o de la ausencia de alusión al querellante; o cuando demuestran la
inexistencia de una injuria o calumnia larvada.
La derogación de la figura atenuada del artículo 112 no hace aplicables los artículos 109 y
110 a las calumnias o injurias equívocas o encubiertas, sea por la indeterminación del
destinatario, sea por el carácter no asertivo de las mismas.

Publicación o reproducción de calumnias e injurias ajenas (art. 113 C.P.):


“El que publicare o reprodujere, por cualquier medio, injurias o calumnias inferidas por
otro, será reprimido como autor de las injurias o calumnias de que se trate, siempre que su
contenido no fuera atribuido en forma sustancialmente fiel a la fuente pertinente. En ningún
caso configurarán delito de calumnia las expresiones referidas a asuntos de interés público o las
que no sean asertivas.” Texto según Ley 26551.

Se reprime al que publicare o reprodujere, por cualquier medio, injurias o calumnias


inferidas por un tercero, como si fuera el autor de esas injurias o calumnias, cuando el contenido
ofensivo no fuera atribuido a la fuente pertinente.
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No es clara la formulación legal. La fidelidad puede predicarse de la reproducción de lo
expresado por la fuente y no de la atribución de una noticia a una fuente. Lo cierto es que, si se
menciona la fuente y se reproduce fielmente, en lo sustancial, lo dicho por ésta, no habrá
responsabilidad penal.
Acciones típicas: Reproduce la ofensa que otro ha inferido quien la repite de modo que
llegue al conocimiento de personas que no la habían percibido. La publica quien la hace pública,
quien la recrea a través de un medio apto para que llegue a un número indeterminado de
personas, aunque no se produzca una efectiva difusión de la ofensa porque no llegue a
conocimiento de estas personas.
El agregado de que en ningún caso configurarán delito de calumnias las expresiones
referidas a asuntos de interés público o las que no sean asertivas, constituye una repetición
innecesaria de la última parte del artículo 109, poniendo en evidencia una deficiente técnica
legislativa. Lo que se tiene que publicar es una injuria o una calumnia inferida por otro y las
expresiones referidas a asuntos de interés público ya no constituyen ni injurias ni calumnias.
El delito se consuma con la publicación o reproducción infiel. Es un delito de peligro, pero
admite tentativa.
Culpabilidad: se admite hasta el dolo eventual. La ley no requiere que quien publica o
reproduce lo haga con la intención de deshonrar o desacreditar. Actuaría con dolo eventual aquél
que, conociendo la entidad desacreditante de la publicación, la emitiere con indiferencia respecto
de su apartamiento de la brindada por la fuente. En el caso del editor responsable, habrá que
analizar si conocía el contenido de la publicación y omitió evitar su difusión, pese al
conocimiento de su inexactitud, pudiendo hacerlo.

Injurias o calumnias propagadas por medio de la prensa (art. 114 C.P.):


De acuerdo al artículo 114 del C.P.: “Cuando la injuria o calumnia se hubiere propagado
por medio de la prensa, en la capital y territorios nacionales, sus autores quedarán sometidos a
las sanciones del presente código y el juez o tribunal ordenará, si lo pidiere el ofendido, que los
editores inserten en los respectivos impresos o periódicos, a costa del culpable, la sentencia o
satisfacción.”
Este artículo no contiene un delito sino una previsión especial de reparación del honor en
los casos en que se haya publicado la ofensa por medio de la prensa.
Por medio de la prensa quiere decir aquí por un medio gráfico. El texto vigente no se
extiende a la publicidad radial o televisiva como ocurría durante la vigencia de la ley 21338.
Lo que se debe publicar, a pedido del ofendido, es la sentencia condenatoria o el texto de la
retractación.
Esta disposición, por ser considerada una restricción a la libertad de imprenta, sólo es
aplicable en la Capital Federal. El artículo 32 de la C.N. prohíbe al Congreso federal dictar leyes
que restrinjan la libertad de imprenta. Es materia reservada a las provincias.
En Mendoza rigen los artículos 431 y 438 de la Ley. 6730. Por el primero, la retractación
será publicada a petición del querellante en la forma que el Tribunal estimare adecuada. Por el
segundo, podrá ordenarse, a petición de parte, la publicación de la sentencia a costa del vencido.
La doctrina estima que la publicación debe hacerse en el mismo medio que difundió la
injuria o la calumnia.

Calumnias e injurias vinculadas a causas judiciales. Responsabilidad civil. Doctrina:

Los medios de difusión tienen derecho a seguir las alternativas de una causa judicial que
interesa a la opinión pública.
El ejercicio responsable de este derecho impide al periodista emitir pre-juzgamientos,
adelantando opiniones o juicios de valor sobre puntos que no han sido objeto de resolución
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judicial. El periodista es responsable civilmente por los desaciertos en que incurre por su
imprudente apresuramiento.
El principio es que la prensa responde civilmente cuando hay un ejercicio imprudente del
derecho de informar.
En Campillay, la Corte da tres pautas para juzgar sobre la prudencia o imprudencia del
periodista en aquellas publicaciones que puedan afectar la reputación de las personas, dada la
frecuente imposibilidad práctica de verificar su exactitud.
Estas son: A) Propalar la información atribuyendo directamente su contenido a la
fuente pertinente.
B) Utilizar un tiempo de verbo potencial.
C) Dejar en reserva la identidad de los implicados en el hecho ilícito.
En el caso Triaca la Corte entendió que la demandada (Diarios y Noticias) no había
incurrido en falsedad al haber transcripto lo que la fuente había manifestado. No se hacía
aplicación de la doctrina de la real malicia porque ésta supone una información inexacta.
En el caso Granada (26/10/93) la Corte estableció que todo medio es responsable de la
falsedad sustancial de las noticias expuestas asertivamente y como propias que afecten la
reputación de una persona. Por ello, no asume tal responsabilidad cuando utiliza un tiempo de
verbo potencial, ya que faltaría el carácter asertivo mencionado; o cuando omite la identidad de
los implicados, puesto que estaría ausente la afectación señalada; o cuando atribuye sinceramente
la noticia a una fuente, dado que aquella dejaría de ser propia del medio.
El Dr. Boggiano dijo que el periódico como medio y el periodista como comunicador, no
responden por las noticias falsas cuando la calidad de la fuente los exonera de indagar la
veracidad de los hechos de la crónica y lo difundido se reduce a la reproducción exacta de la
noticia proporcionada. Y ello es así porque en esos casos no hay imprudencia, negligencia o
impericia que permita calificar como culpable la conducta de la demandada. En este caso,
también se dijo que la acción debió dirigirse contra quien emitió las expresiones atentatorias
contra el honor y no contra los medios de difusión que sólo las reprodujeron.

Retractación (art. 117 C. P.):


El acusado de injuria o calumnia quedará exento de pena si se retractare públicamente,
antes de contestar la querella o en el acto de hacerlo. La retractación no importará para el
acusado la aceptación de su culpabilidad. Es el texto según Ley 26551.
Para algunos [Clariá Olmedo] la retractación funciona como una causal extintiva de la
acción penal. Para otros, es una excusa absolutoria. Trae como consecuencia el sobreseimiento
del querellado (art. 431 C.P.P. Mza.).
El requisito de la publicidad se tiene por cumplido con la presentación por escrito en la
querella.
¿Qué debe entenderse por contestación de la querella? Clariá Olmedo entiende que la
oportunidad para contestar la querella se da recién en el acto de la indagatoria, durante el debate.
Según este criterio, la retractación puede producirse hasta que termine la indagatoria del
querellado. Otros limitan esa oportunidad al escrito por el cual el querellado que fue citado a
juicio, comparece a ofrecer la prueba que haga a su descargo y, en su caso, a oponer excepciones
(arts. 433 y 434 C.P.P. Mza. Ley 6730).
No es necesario un reconocimiento del dolo por parte del querellado, bastaría el
reconocimiento del error en la información o simplemente la mención de que se retracta de lo
dicho respecto del querellante.

Revelación de datos personales falsos (art. 117 bis C.P. – Ley 25326):
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El artículo 117 bis del C.P. fue incorporado por artículo 32 de la Ley n° 25326 (B.O.
2/11/00), y dice:
“1°. (Inciso derogado por art. 14 de la Ley n° 26388, BO 25/06/08)
2°. La pena será de seis meses a tres años, al que proporcionara a un tercero a sabiendas
información falsa contenida en un archivo de datos personales.
3°. La escala penal se aumentará en la mitad del mínimo y del máximo, cuando del hecho
se derive perjuicio a alguna persona.
4°. Cuando el autor o responsable del ilícito sea funcionario público en ejercicio de sus
funciones, se le aplicará la accesoria de inhabilitación para el desempeño de cargos públicos
por el doble del tiempo que el de la condena.”
Inicialmente se previeron dos figuras dolosas, una agravante por el resultado y una
inhabilitación accesoria para los funcionarios públicos. Pero la Ley 26388 (BO 25/06/08) derogó
el inciso 1°, que decía: “Será reprimido con la pena de prisión de un mes a dos años el que
insertara o hiciera insertar a sabiendas datos falsos en un archivo de datos personales”.
Actualmente la inserción ilegítima de datos en un archivo de datos personales se encuentra
prevista en el artículo 157 bis inciso 3º del C.P., en el capítulo de la Violación de secretos y de la
privacidad, dentro del Título 5 del Libro Segundo del C.P., Delitos contra la libertad.
Se encuentra vigente el resto de las figuras. El problema es que la derogación del inciso
primero no fue acompañada de una adaptación del resto de los incisos y, entonces, el primer
inciso actual lleva el número 2 y no especifica el tipo de pena aplicable (art. 5 C.P.). Ello hace
inaplicables los incisos 2º y 3º.
2° La pena será de seis meses a tres años, al que proporcionara a un tercero a sabiendas
información falsa contenida en un archivo de datos personales.
3° La escala penal se aumentará en la mitad del mínimo y del máximo, cuando del hecho se
derive perjuicio para alguna persona.
4° Cuando el autor o responsable del ilícito sea funcionario público en ejercicio de sus
funciones, se le aplicará la accesoria de inhabilitación para el desempeño de cargos públicos por
el doble del tiempo que el de la condena.”
La importancia social de ciertos datos de las personas y el progreso de la informática han
provocado la formación de importantes bancos de datos de diversa índole que tienen por
finalidad suministrar la información asentada a quienes la soliciten. La inexactitud de dicha
información puede provocar la afectación ilegítima del honor de aquellas personas físicas o
jurídicas respecto de las cuales se informa.
La ley 25326 (B.O. 2/11/00) fue sancionada con el objeto de brindar una protección
integral de los datos personales asentados en archivos, registros, bancos de datos, u otros medios
técnicos de tratamiento de datos, ya sean públicos o privados (por ej: CODEME, VERAZ),
siempre que estén destinados a proporcionar informes.
Conforme al texto del artículo 1, esta protección tiende a garantizar el derecho al honor y a
la intimidad de las personas, así como también el acceso a la información que sobre ellas se
registre, de conformidad a lo que establece el artículo 43 tercer párrafo de la C. N. (“Hábeas data.
Toda persona podrá interponer esta acción para tomar conocimiento de los datos a ella referidos
y de su finalidad, que consten en registros o bancos de datos públicos, o los privados destinados a
proveer informes, y en caso de falsedad o discriminación, para exigir la supresión, rectificación,
confidencialidad o actualización de aquéllos. No podrá afectarse el secreto de las fuentes de
información periodística”).

Ejercicio y extinción de la acción penal en los delitos contra el honor:


Ver el artículo 73 del C.P.
Artículo 73 del C.P. “Son acciones privadas las que nacen de los siguientes delitos:
1) Calumnias e injurias;
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2) Violación de secretos, salvo en los casos de los artículos 154 y 157
3) Concurrencia desleal, prevista en el artículo 159;
4) Incumplimiento de los deberes de asistencia familiar, cuando la víctima fuere el
cónyuge.
Asimismo, son acciones privadas las que de conformidad con lo dispuesto por las leyes
procesales correspondientes, surgen de la conversión de la acción pública en privada o de la
prosecución de la acción penal por parte de la víctima.
La acción por calumnia e injuria, podrá ser ejercitada sólo por el ofendido y después de su
muerte por el cónyuge, hijos, nietos o padres sobrevivientes.
En los demás casos, se procederá únicamente por querella del agraviado o de sus
guardadores o representantes legales.”
(Artículo sustituido por art. 3° de la Ley nº 27147 B.O. 18/06/2015)
Art. 11 del C.P.P. Mza.: “La acción privada se ejercerá por medio de querella, en la
forma especial que se establece”.
La acción penal se extingue por la renuncia del agraviado (art. 59 inciso 4º del C.P.).
Competencia del Tribunal Penal Colegiado (art. 44 C.P.P. Mza.).
Querella: juicio especial previsto en las arts. 421 a 439 C.P.P. Mza.

Código Procesal Penal de Mendoza (Ley 6730)


Libro Tercero
Título Segundo Procedimientos especiales

3.2.3. Capítulo III - Juicio por delito de acción privada

3.2.3.1. Sección Primera. /Querella

ARTÍCULO 421.- Derecho de Querella.


Toda persona con capacidad civil que se pretenda ofendida por un delito de acción privada,
tendrá derecho a presentar querella ante el Tribunal de juicio competente, y a ejercer
conjuntamente la acción civil resarcitoria.
Igual derecho tendrá el representante legal del incapaz, por los delitos cometidos en perjuicio
de éste.

ARTÍCULO 424.- Forma y Contenido de la Querella.


La querella será presentada por escrito, con una copia para cada querellado, personalmente o
por mandatario especial, y deberán expresar, bajo pena de inadmisibilidad:
1) El nombre, apellido y domicilio del querellante y en su caso, también los del mandatario.
2) El nombre, apellido y domicilio del querellado, o si se ignorasen, cualquier descripción
que sirva para identificarlo.
3) Una relación clara, precisa y circunstanciada del hecho con indicación de lugar, fecha
y hora en que se ejecutó, si se supiere.
4) Si se ejerciere la acción civil, la demanda para la reparación de los daños y perjuicios
ocasionados.
5) Las pruebas que se ofrezcan, acompañándose:
a) La nómina de los testigos con indicación del nombre, apellido, profesión, domicilio y
hechos sobre los que deberán ser examinados;
b) Cuando la querella verse sobre calumnias o injurias, el documento que a criterio del
accionante las contenga, si fuere posible presentarlo;
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c) La copia de la sentencia civil definitiva que declare el divorcio por adulterio, si la
querella fuere por ese hecho.
6) La firma del querellante, cuando se presentare personalmente, o si no supiere firmar, la
de otra persona a su ruego, quien deberá hacerlo ante el Secretario. La querella será rechazada
en los casos previstos por el artículo 346, pero si se refiere a un delito de acción pública
será remitida al Fiscal de Instrucción.

ARTÍCULO 426.- Renuncia Expresa.


El querellante podrá renunciar en cualquier estado del juicio, pero quedará sujeto a
responsabilidad por sus actos anteriores.

ARTÍCULO 427.- Renuncia Tácita.


Se tendrá por renunciada la acción privada:
1) Cuando el querellante o su mandatario no concurriere a la audiencia de conciliación o
del debate, sin justa causa, la que deberán acreditar antes de su iniciación si fuere posible, o
en caso contrario, dentro de las 48 horas de la fecha fijada para aquélla.
2) Cuando muerto o incapacitado el querellante, no compareciere ninguno de sus
herederos o representantes legales a proseguir la acción, después de tres meses de ocurrida la
muerte o incapacidad.

ARTÍCULO 428.- Efectos de la Renuncia. Desestimación de la querella.


Cuando el Tribunal declare extinguida la pretensión penal por renuncia del querellante,
sobreseerá en la causa y le impondrá las costas, salvo que las partes hubieran convenido a
este respecto otra cosa.
Asimismo el tribunal podrá disponer el archivo de las actuaciones cuando el hecho imputado no
constituyera delito.
Contra tales resoluciones que desestimen la querella en tales supuestos, será procedente el
recurso de casación.

3.2.3.2. Sección Segunda. /Procedimiento

ARTÍCULO 429.- Audiencia de Conciliación.


Presentada la querella, se convocará a las partes a una audiencia de conciliación, remitiendo al
querellado una copia de aquélla. A la audiencia podrán asistir los defensores. Cuando no
concurra el querellado, el juicio seguirá su curso.

ARTÍCULO 431.- Conciliación y Retractación.


Cuando las partes se concilien en la audiencia o en cualquier estado del juicio, se sobreseerá
en la causa y las costas serán por el orden causado, salvo que aquéllas convengan otra cosa.
Si el querellado se retractare en la audiencia o al contestar la querella, la causa será
sobreseída y las constas quedarán a su cargo. La retractación será publicada a petición del
querellante, en la forma que el Tribunal estimare adecuada.

ARTÍCULO 433.- Citación a Juicio.


Si el querellado no concurriere a la audiencia de conciliación o no se produjere ésta o la
retractación, será citado para que en el término de diez días comparezca a juicio y ofrezca
prueba, sin perjuicio de lo dispuesto en el artículo siguiente.

ARTÍCULO 435.- Fijación de Audiencias.


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Vencido el término previsto por el artículo 433 ....., se fijará día y hora para el debate conforme
al artículo 371 y el querellante adelantará en su caso los fondos a que se refiere el artículo 374.

ARTÍCULO 436.- Debate.


El debate se efectuará de acuerdo con las disposiciones comunes. El querellante tendrá las
facultades y obligaciones correspondientes al Ministerio Público; podrá ser interrogado, pero
no se le requerirá juramento.

ARTÍCULO 438.- Ejecución.


La sentencia será ejecutada con arreglo a las disposiciones comunes. En el juicio por
calumnias o injurias podrá ordenarse, a petición de parte, la publicación de la sentencia a costa
del vencido.

ARTÍCULO 439.- Recursos.


Con respecto a los recursos se aplicarán las normas comunes.

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Roberto Sergio Lavado, marzo de 2019

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