Está en la página 1de 2

PROTOCOLO

El protocolo existe desde que las personas necesitan la organización en su vida cotidiana.

El protocolo, al que podríamos definir como el conjunto de procedimientos establecidos por


ley y/o costumbre, encuentra cada vez más acepciones dentro de los diferentes sectores en
los que se ha demostrado que su existencia también es importante. Uno de ellos es el sector
empresarial.

Siguiendo con los significados, podemos afirmar que el protocolo empresarial es aquel que
hace referencia a las pautas, costumbres y procedimientos que se dan en las diferentes
empresas, tanto con sus trabajadores como de manera externa. La etiqueta empresarial
servirá para fortalecer la proyección y la identidad de la misma empresa.

Por un lado, y de manera inicial será de vital importancia la creación de un Manual de


Protocolo, donde se exponga cómo comportarse, la vestimenta a utilizar, las pautas de
cortesía y respeto, los canales de comunicación permitidos y los que no, y una serie de
cuestiones que facilitarán el funcionamiento diario. Según el tipo de mensaje, normas y cómo
transmitir cualquier comunicación de la empresa al público objetivo.

Este manual será imprescindible para trasladar y difundir una imagen de unidad corporativa
desde el interior de la compañía.

Por otro lado, el protocolo empresarial debe incluir en sus bases la obligación de estudiar
cada aspecto de una idea antes de dar un paso hacia una nueva decisión, en cualquiera de
los niveles y organismos de la entidad.

Será también determinante para el éxito de cualquier negocio conocer a la persona que
tenemos enfrente para saber cómo, cuándo, por qué, cuánto y quién. Cada vez más, las
empresas están más y más globalizadas, por lo que tener muy presente al prójimo a día de
hoy, ya es un deber de todos. Antes de sentarse a negociar en el exterior hay que conocer
ciertas reglas que su ignorancia pueden inclinar la balanza hacia el éxito o fracaso.

Por ejemplo, en el trato con clientes internacionales, la clave del triunfo será en primer lugar
la facilidad de idioma (por lo tanto, contar con un intérprete, si fuera necesario, es una opción
más que a tener en cuenta), y conocer los aspectos fundamentales de su cultura para hacer
que se sienta como en casa y así evitar momentos incómodos e incluso ofensivos.
La buena y correcta presencia también es un concepto importante y que va de la mano de
la profesionalidad, aunque es un tema relativo y ambiguo ya que tiene un significado
diferente para cada persona o grupo. En el ámbito empresarial podemos encontrarnos con
la manera de vestir casual de un informático, mientras que se espera un aspecto más
conservador y formal en un cargo diferente dentro del organigrama empresarial.

Sobra decir que siempre es posible romper con las tradiciones y las imposiciones; sin
embargo, sólo unos pocos consiguen imponer nuevas reglas, por lo cual es recomendable
evitar las decisiones impulsivas e innecesarias en el protocolo empresarial. Lo más práctico
será darle el papel correcto a cada uno de los actores de la función empresarial en su
contexto correcto; se funcionará mucho mejor porque habrá libertad y confianza.

La conclusión de cuidar el protocolo empresarial es que permite hacer una diferencia en un


mercado competitivo, contribuye al liderazgo, reitera el compromiso con la calidad y la
excelencia y, a la vez, genera confianza en los clientes.

También podría gustarte