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UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA

PROGRAMA CURRICULAR DE MAESTRÍA EN INGENIERÍA-GEOTECNIA


COMPORTAMIENTO DEL SUELO
Mini Proyecto No. 1
Carlos Steven Moncayo Legarda
Enunciado.
MATERIAL ELÁSTICO-ISOTRÓPICO IDEAL.
Esta es la idealización más simple que se puede hacer sobre las propiedades de deformación de los
suelos. Es la que se usa más frecuente, por lo tanto, es esencial que las propiedades de este material
se entiendan completamente.
Para esto, se debe imaginar un material que consiste en un lleno de metal muy fino que se suelda
en conjunto. Las partículas son tan finas que la permeabilidad es baja. Si el material es isotrópico,
este se puede definir mediante dos constantes: El módulo de Young, 𝐸, y la relación de Poisson, 𝜈.
Nosotros estamos interesados en las propiedades del "esqueleto" del material (es decir, cuando
está completamente drenado), llamamos a estas propiedades las constantes "efectivas" y las
denotamos por una prima (es decir, el módulo 𝐸′ de y la relación 𝜈′ de Poisson efectivo). Los
parámetros no drenados correspondientes son 𝐸𝑢 y 𝜈𝑢 .
Para la convención de signos, los esfuerzos de compresión son positivos, de esta manera la
reducción en volumen o longitud, da lugar a deformaciones positivas.
A) En estas condiciones, bajo un incremento de esfuerzo principal en cada una de las direcciones
principales, se requiere derivar las ecuaciones elásticas para cambios en las deformaciones
principales debido a cambios en los esfuerzos principales.
A partir de lo anterior, derivar expresiones para: (1) Deformación volumétrica. (2) Esfuerzo
promedio normal efectivo. (3) Módulo Bulk efectivo. (4) Deformación cortante. (5) Módulo de corte
efectivo. (6) Módulo de corte no drenado ( 𝜈𝑢 = 0.5).
¿Una aplicación de esfuerzos cortantes causa un cambio de volumen? ¿Están los efectos de ∆𝑝′ 𝑦 ∆𝜏
acoplados, o desacoplados?
B) De la definición de 𝑚𝑣 , derivar una expresión en términos de las constantes elásticas efectivas.
¿Qué pasa si (1) 𝜈 ′ = 0 (2) 𝜈 ′ = 0.5 ?
¿Cómo podemos medir 𝐸′ y 𝜈′ de un ensayo triaxial drenado?
¿Cómo podemos medir 𝐸𝑢 y 𝜈𝑢 de un ensayo triaxial no drenado?
Dado que el agua no transmite cortante, ∆𝜏𝑚á𝑥 es un parámetro de esfuerzo efectivo independiente
del drenaje. La aplicación de sólo ∆𝜏𝑚á𝑥 no causará un cambio de volumen en un ensayo drenado y
un aumento de presión de poros en un ensayo no drenado. Por lo tanto la única deformación, es
una deformación cortante ∆𝛾𝑚á𝑥 para ambas condiciones, drenada y no drenada. Así, el módulo de
corte efectivo 𝐺′ es idéntico al módulo de corte no drenado 𝐺𝑢 . Con esto, se puede derivar una
expresión que relacione los módulos de Young drenado y no drenado, 𝐸 y 𝐸𝑢 .

1
C) En condiciones no drenadas de carga, se produce un incremento en las presiones de poros, que
involucran dos parámetros, A y B obtenidos por Skempton. Se pide derivar el valor de A en
compresión triaxial no drenada y compresión en condiciones planas de deformación.
¿Para un material elástico e isotrópico, es el parámetro A una constante?
D) Con lo anterior se pueden probar los siguientes puntos (resultados muy restrictivos para un
material elástico e isotrópico):
1. Sólo se consideran cambios en esfuerzo y deformación.
2. Cambios en el volumen únicamente toman lugar si hay un cambio en el esfuerzo promedio normal
efectivo, es decir: ∆𝑉 = ∆𝑝′ /𝐾′.
3. Un cambio en el esfuerzo cortante únicamente causa distorsión y no cambio de volumen, es decir:
∆𝛾𝑚á𝑥 = ∆𝜏𝑚á𝑥 /𝐺′.
4. El módulo de Young no drenado 𝐸𝑢 está relacionado de manera única con el módulo de Young
efectivo y la relación de Poisson.
5. En un ensayo de compresión triaxial no drenado, A=1/3, mientras que para condiciones de
deformación plana, A=1/2.
6. 𝐸′ y 𝜈 ′ pueden ser medidos en un ensayo estándar de compresión triaxial drenado.
7. La compresibilidad volumétrica (𝑚𝑣 ) en condiciones 1D, puede ser expresada en términos de 𝐸′
y 𝜈′ .
8. Se puede mostrar que la orientación de los ejes principales del incremento de deformaciones
debe coincidir siempre con los ejes principales del incremento de esfuerzos. Este resultado muy
restrictivo a menudo se pasa por alto cuando los resultados de pruebas simples (por ejemplo,
triaxial) se aplican a problemas complejos que involucran rotaciones de los ejes principales de
esfuerzos.
Solución.
Ecuaciones de elasticidad.
Para empezar a desarrollar el temario, hay que recordar que en elasticidad lineal se tienen en cuenta
estas dos premisas:
1. Las deformaciones normales sólo dependen de los esfuerzos normales.
2. Las deformaciones cortantes sólo dependen del esfuerzo cortante respectivo.
La mayoría de materiales estructurales, presentan una región del diagrama esfuerzo-deformación
lineal y elástica, esto se cumple para pequeñas deformaciones y es aplicable también en los suelos.
Según la ley de Hooke, el esfuerzo es directamente proporcional a la deformación, y su relación se
conoce como el módulo de Young, 𝐸. Por ejemplo, tomando un elemento en el espacio y aplicando
un esfuerzo en la dirección “x” se obtiene una deformación normal en x igual a:
𝜎′𝑥
𝜀𝑥 = (1)
𝐸′
Nota: La prima hace referencia a que se está trabajando en términos de parámetros efectivos.

2
Figura 1. Aplicación de esfuerzos en la dirección “x”.

Toda solicitación causa deformaciones no sólo en el mismo sentido de la solicitación, sino también
en los ejes perpendiculares, de manera que las deformaciones perpendiculares se pueden relacionar
con las axiales mediante un coeficiente llamado relación de Poisson, ν. Así, para incrementos de
esfuerzos en las direcciones “y” y “z” (Figura 2) se obtienen las siguientes deformaciones en x:
𝜎′𝑦 𝜎′𝑧
𝜀𝑥 = −ν𝑦𝑥 . (2) ; 𝜀𝑥 = −ν𝑧𝑥 . (3)
𝐸′ 𝐸′
Donde el primer coeficiente de la relación de Poisson se refiere al eje de aplicación de la carga, y el
segundo a la dirección donde se genera la deformación. Cabe aclarar que para un material isotrópico
y elástico, se cumple que ν𝑗𝑖 = ν𝑖𝑗 .

Figura 2. Aplicación de esfuerzos en las direcciones “y” y “z”.

3
Por último, al aplicar esfuerzos de corte como se muestra en la Figura 3, se obtiene una deformación
normal en la dirección “x” nula, lo cual es consistente con las dos premisas enunciadas arriba:

Figura 3. Deformación normal debida a esfuerzos cortantes.

Estos puntos mencionados, se aplican también para incrementos en los esfuerzos y se pueden hallar
relaciones similares para las deformaciones principales, debidas a incrementos en esfuerzos
principales:

Figura 4. Aplicación de incrementos de esfuerzos principales.

Así, teniendo en cuenta el principio de superposición y combinando las ecuaciones (1), (2) y (3), se
puede escribir el incremento en la deformación normal principal ∆𝜀1 como:
1
∆𝜀1 = [∆𝜎′1 − ν′ ( ∆𝜎′2 + ∆𝜎′3 )] (4)
𝐸′
Siguiendo una analogía similar, se puede deducir los incrementos para las otras dos deformaciones:
1
∆𝜀2 = [∆𝜎′2 − ν′ ( ∆𝜎′1 + ∆𝜎′3 )] (5)
𝐸′

4
1
∆𝜀3 = [∆𝜎′3 − ν′ ( ∆𝜎′1 + ∆𝜎′2 )] (6)
𝐸′
Deformación volumétrica.

Considerar un elemento con dimensiones d1, d2 y d3 como el de la figura:

Figura 5. Elemento de suelo en el espacio de ejes principales.

Hay que recordar que la definición de deformación unitaria está dada por:
∆𝐿
𝜀𝑖 = (7)
𝐿𝑜

EL volumen inicial del elemento está dado por:

𝑉0 = 𝑑1 ∗ 𝑑2 ∗ 𝑑3
Después de un incremento en el volumen sin cambio en la forma, el volumen final del elemento
estaría dado por:

𝑉𝑓 = 𝑑1𝑓 ∗ 𝑑2𝑓 ∗ 𝑑3𝑓

Según (7), las longitudes finales se pueden escribir como:

𝑑1𝑓 = 𝑑1 (1 + 𝜀1 )

𝑑2𝑓 = 𝑑2 (1 + 𝜀2 )

𝑑3𝑓 = 𝑑3 (1 + 𝜀3 )

Dado que la deformación volumétrica, 𝜀𝑣 se define como la relación entre la variación del volumen
respecto al volumen inicial, se obtiene:
∆𝑉
𝜀𝑣 =
𝑉0

5
𝑑1 (1 + 𝜀1 ) ∗ 𝑑2 (1 + 𝜀2 ) ∗ 𝑑3 (1 + 𝜀3 ) − 𝑑1 ∗ 𝑑2 ∗ 𝑑3
𝜀𝑣 =
𝑑1 ∗ 𝑑2 ∗ 𝑑3

𝜀𝑣 = 1 + 𝜀1 + 𝜀2 + 𝜀3 + 𝜀1 𝜀2 + 𝜀2 𝜀3 + 𝜀3 𝜀1 + 𝜀1 𝜀2 𝜀3 − 1
Así, para deformaciones pequeñas, los productos se pueden despreciar, lo que resulta en:

𝜀𝑣 = 𝜀1 + 𝜀2 + 𝜀3 (8)

Se puede escribir también:

∆𝜀𝑣 = ∆𝜀1 + ∆𝜀2 + ∆𝜀3 (8. 𝑎)

Con esta última ecuación y reemplazando las ecuaciones (1), (2) y (3) en ella se obtiene:
1 1
∆𝜀𝑣 = [∆𝜎′1 − ν′ ( ∆𝜎′2 + ∆𝜎′3 )] + [∆𝜎′2 − ν′ ( ∆𝜎′1 + ∆𝜎′3 )]
𝐸′ 𝐸′
1
+ [∆𝜎′3 − ν′ ( ∆𝜎′1 + ∆𝜎′2 )]
𝐸′

(1 − 2ν′)
∆𝜀𝑣 = [ ∆𝜎′1 + ∆𝜎′2 + ∆𝜎′3 ]
𝐸′

3 (1 − 2ν′) ∆𝜎′1 + ∆𝜎′2 + ∆𝜎′3


∆𝜀𝑣 = [ ] (9)
𝐸′ 3

En la ecuación (9), los términos dentro del corchete representan un esfuerzo promedio normal
efectivo (en este caso un incremento promedio), el cual se denota como 𝑝′ (∆𝑝′ en este caso). De
esta manera, el término que relaciona la deformación con el esfuerzo, se conoce como el módulo
de compresibilidad del esqueleto mineral (𝐶𝑠𝑘 ), que al invertirse se convierte en un módulo de
rigidez, conocido como módulo bulk efectivo y denotado como 𝐾′ . Por lo tanto:
𝜎′1 + 𝜎′2 + 𝜎′3
𝑝′ = (10)
3
𝐸′ 1
𝐾′ = = (11)
3 (1 − 2ν′) 𝐶𝑠𝑘

Finalmente:
1
∆𝜀𝑣 = ∆𝑝′ (12)
𝐾´
La ecuación (12) es muy importante en elasticidad, ya que explica que las deformaciones
volumétricas, es decir los cambios de volumen, únicamente se deben a cambios en los esfuerzos
normales efectivos.

6
Deformación cortante y módulo de corte.

En los apartados anteriores se ha revisado el concepto de deformaciones normales, causadas por la


aplicación de esfuerzos normales a un elemento de suelo. Ahora, si se aplica una fuerza tangencial
a un elemento como se muestra en la Figura 6, se puede deducir que la deformación angular, que
viene dada por el ángulo 𝜃, se puede escribir como (teniendo en cuenta que se está trabajando a
pequeñas deformaciones):
∆𝑥
tan 𝜃 ≈ 𝜃 =
𝑙
La deformación angular, o cortante se la denota como 𝛾.

Figura 6. Aplicación de una fuerza cortante en un elemento sólido.

Por otra parte, el esfuerzo de corte se define como:


𝐹𝑢𝑒𝑟𝑧𝑎 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑟𝑡𝑒 𝐹
𝜏= =
Á𝑟𝑒𝑎 𝑑𝑒 𝑐𝑜𝑟𝑡𝑒 𝐴
Así, el módulo de corte efectivo (si se trabaja en términos de esfuerzos efectivos), está dado por la
relación entre el esfuerzo y la deformación cortante, por lo que se puede escribir como:
𝜏
𝐺′ =
𝛾
En un estado bidimensional de cizalladura pura, dentro del rango elástico en una curva esfuerzo-
deformación, siguiendo la ley de Hooke se puede escribir:
𝜏𝑥𝑦 𝜏𝑧𝑥 𝜏𝑦𝑧
𝐺′ = = = (13)
𝛾𝑥𝑦 𝛾𝑧𝑥 𝛾𝑦𝑧

Nota: La ecuación anterior sigue la segunda premisa mencionada al inicio del desarrollo del tema.

Para medir el módulo de corte efectivo en laboratorio, se debe someter un elemento a unos
incrementos de esfuerzos normales en condición plana como se muestra en la siguiente figura:

7
Figura 7. Aplicación de esfuerzos para medir el módulo de corte.

Al representar el estado de esfuerzos en el círculo de Mohr, se obtiene:

Figura 8. Círculo de Mohr para el estado de esfuerzos del elemento de la Figura 7.

Usando las ecuaciones (4) y (6) y la Figura 8:


1 (1 + ν′ )
∆𝜀𝑧 = ∆𝜀1 = [∆σ′ − ν′ (−∆σ′ )] = ∆σ′
𝐸′ 𝐸′
1 −(1 + ν′ )
∆𝜀𝑥 = ∆𝜀3 = [−∆σ′ − ν′ ( ∆σ′ )] = ∆σ′
𝐸′ 𝐸′

8
Se observa además que:

∆𝜏𝑚á𝑥 = ∆σ′
Ahora, si se grafica el círculo de Mohr de deformaciones para este estado, teniendo en cuenta que
1
en ese caso, las deformaciones cortantes se grafican en un eje de 2 𝛾 (ver tensor de deformaciones),
se obtiene (ver Figura 9):
2 (1 + ν′ )
∆𝛾𝑚á𝑥 = ∆𝜀1 − ∆𝜀3 = ∆σ′
𝐸′
Así, teniendo en cuenta (13):
∆𝜏𝑚á𝑥
𝐺′ = (14)
∆𝛾𝑚á𝑥
Usando los valores derivados del círculo de Mohr:
∆σ′
𝐺′ =
2 (1 + ν′ )
∆σ′
𝐸′
𝐸′
𝐺′ = (15)
2 (1 + ν′ )

Por lo tanto, el módulo de corte efectivo se puede expresar en término de los parámetros de
elasticidad. Para la condición no drenada, donde ν𝑢 =0.5 (derivado de la ecuación (12) con ∆𝜀𝑣 = 0),
se puede encontrar el módulo de corte no drenado igual a:
𝐸𝑢
𝐺𝑢 = (16)
3

Figura 9. Círculo de Mohr para estado de deformaciones del elemento de la Figura 7.

9
La ecuación (14) muestra que los cambios en los esfuerzos cortantes producen únicamente
deformaciones cortantes (distorsiones) y no producen cambio en el volumen. Es así como se
concluye que los efectos de ∆𝝉 y ∆𝒑′ están desacoplados.

Coeficiente de compresibilidad volumétrico.

El coeficiente de compresibilidad volumétrico, 𝑚𝑣 , es el que relaciona el cambio en el volumen


unitario producido por un aumento en el esfuerzo efectivo. Este se emplea en la teoría de la
consolidación, por lo que se trabaja en condiciones 1D de deformación (en z). Entonces, partiendo
de las ecuaciones (4), (5) y (6) para x, y y z, con ∆𝜀𝑥 = ∆𝜀𝑦 = 0, se encuentra que:

1 1
∆𝜀𝑥 = ∆𝜀𝑦 → ′
[∆𝜎 ′ 𝑥 − ν′ ( ∆𝜎 ′ 𝑦 + ∆𝜎 ′ 𝑧 )] = ′ [∆𝜎 ′ 𝑦 − ν′ ( ∆𝜎 ′ 𝑥 + ∆𝜎 ′ 𝑧 )]
𝐸 𝐸

∆𝜎 ′ 𝑥 (1 + ν′ ) = ∆𝜎 ′ 𝑦 (1 + ν′ ) → ∆𝜎 ′ 𝑥 = ∆𝜎 ′ 𝑦

Si ∆𝜀𝑥 = 0

∆𝜎 ′ 𝑥 = ν′ (∆𝜎 ′ 𝑥 + ∆𝜎 ′ 𝑧 )

Lo que resulta en:


ν′
∆𝜎 ′ 𝑥 = ∆𝜎 ′ 𝑧 (17)
1 − ν′
En esta ecuación el coeficiente que acompaña al incremento de esfuerzo en z se conoce como el
coeficiente de presión de tierras en reposo, y se denota como 𝐾𝑜 .

Siguiendo con el ejercicio, el incremente en la deformación en z queda:

1 ′ ′
ν′
∆𝜀𝑧 = [∆𝜎 𝑧 − 2ν ( ∆𝜎 ′ 𝑧 )]
𝐸′ 1 − ν′

∆𝜎 ′ 𝑧
∆𝜀𝑧 = [1 − ν′ − 2ν′ 2 ]
𝐸 ′ (1 − ν′ )

(1 + ν′ )(1 − 2ν′ )
∆𝜀𝑧 = [ ] ∆𝜎 ′ 𝑧 (18)
𝐸 ′ (1 − ν′ )

En la ecuación (18) el coeficiente que acompaña al incremento del esfuerzo en z es el coeficiente de


compresibilidad volumétrico, 𝑚𝑣 , es decir:

10
(1 + ν′ )(1 − 2ν′ )
𝑚𝑣 = [ ] (19)
𝐸 ′ (1 − ν′ )

Hay que notar que cuando ν′ = 0 , 𝑚𝑣 = 1/𝐸′ y cuando ν′ = 0.5 , 𝑚𝑣 = 0 , lo que quiere decir que
el material es incompresible.

Medición de 𝑬′ y 𝛎′ para un triaxial estándar drenado.

En un triaxial drenado estándar de compresión se aplica un incremento en el esfuerzo axial, es decir


en la dirección de ∆𝜎 ′1 , el esfuerzo radial se mantiene constante, por lo tanto: ∆𝜎 ′ 2 = ∆𝜎 ′ 3 = 0,
esto se representa en la siguiente figura:

Figura 10. Incrementos de esfuerzos en un ensayo triaxial drenado estándar.

En este caso, la deformación axial es ∆𝜀1 , por lo que de la ecuación (4) se obtiene:
∆𝜎 ′1
𝐸′ = (20)
∆𝜀1
Por otra parte, en un triaxial de este tipo, la deformación volumétrica está dada por:

∆𝜀𝑣 = ∆𝜀1 + 2 ∆𝜀3 (21)

Siendo ∆𝜀3 la deformación radial. Ahora, dividiendo por ∆𝜀1 :


∆𝜀𝑣 ∆𝜀3
= 1+2
∆𝜀1 ∆𝜀1

Por definición, la relación de Poisson relaciona deformaciones radiales y axiales:


∆𝜀3
ν′ = − (22)
∆𝜀1
Lo que resulta en:
∆𝜀𝑣
= 1 − 2ν′ (23)
∆𝜀1

11
Dado que en un ensayo triaxial drenado, se puede medir la deformación axial y volumétrica, al
graficar ∆𝜀𝑣 𝑣𝑠 ∆𝜀1 , se podría calcular la relación de Poisson sabiendo que la pendiente de la línea
estaría dada por la ecuación (23). Cabe aclarar que tanto esta ecuación como la ecuación (20)
resultan en líneas rectas, lo cual no refleja los ensayos que se hacen en la vida real, donde las gráficas
tienden a ser curvas; aquí es donde es importante recordar que esas ecuaciones aplican para un
material ideal, elástico e isotrópico. En la siguiente figura se representa las ecuaciones (20) y (23)
para resultados en este tipo de ensayo y en este material:

Figura 11. Curva esfuerzo-deformación para un ensayo triaxial drenado en un


material ideal, elástico e isotrópico.

Medición de 𝑬𝒖 y 𝛎𝒖 para un triaxial estándar no drenado.

En una prueba sin drenaje, el volumen de la muestra permanece constante, por lo que según (21)

0 = ∆𝜀1 + 2 ∆𝜀3

Despejando la relación entre deformaciones:


1 ∆𝜀3
=−
2 ∆𝜀1

Comparando con (22) resulta ν𝑢 = 0.5.

En un triaxial no drenado se pueden medir los excesos de presión de poros que se originan por el
restringido cambio de volumen, pero si no se conocen esos excesos, sólo se conocerán los esfuerzos
totales. EL módulo de Young no drenado vienen dado por:
∆𝜎1
𝐸𝑢 = (24)
∆𝜀1

12
Relación entre módulo de Young drenado y no drenado.

Dado que el agua no transmite esfuerzos de corte, se puede concluir (como está en el enunciado)
que los módulos de corte efectivo y no drenado son iguales, por lo que se puede obtener la siguiente
expresión según las ecuaciones (15) y (16):
𝐸′ 𝐸𝑢
𝐺′ = ′
= 𝐺𝑢 =
2 (1 + ν ) 3
𝐸′ 𝐸𝑢
=
2 (1 + ν′ ) 3

Finalmente:
𝐸𝑢 3
= (25)
𝐸′ 2 (1 + ν′ )
Esto implica que para este material ideal, el módulo de Young no drenado es mayor que el drenado,
teniendo en cuenta que generalmente el rango de la relación de Poisson es de 0 a 0.5. Esto se refiere
a que la deformación axial para una condición de carga drenada es mayor que la deformación para
la misma carga no drenada.

Incremento de presión de poros en condición no drenada.

El incremento de la presión de poros es función del incremento en los esfuerzos totales. Para derivar
su expresión se empieza recordando la expresión que relaciona deformación volumétrica con
esfuerzos efectivos según la teoría elástica dada en (9):

∆𝜎′1 + ∆𝜎′2 + ∆𝜎′3


∆𝜀𝑣 = 𝐶𝑠𝑘 . [ ]
3

Ahora, de acuerdo a las relaciones de fase:

Si el suelo, está saturado (s=100%) entonces ∆𝑉 = ∆𝑉𝑤 , por otra parte, la porosidad inicial se puede
expresar como:
𝑉𝑤 𝑉𝑤
𝜂𝑜 = → 𝑉𝑜 =
𝑉𝑜 𝜂𝑜

Por lo tanto:
∆𝑉 ∆𝑉𝑤
= 𝜂
𝑉𝑜 𝑉𝑤 𝑜
Además:
∆𝑉𝑤
= 𝐶𝑤 . ∆𝑢𝑤
𝑉𝑤
Siendo 𝐶𝑤 la compresibilidad del fluido de poros.

Reemplazando ésta en la ecuación anterior resulta:

13
∆𝑉
= 𝐶𝑤 . ∆𝑢𝑤 . 𝜂𝑜 (26)
𝑉𝑜
La ecuación nueve se puede escribir como:
∆𝑉 ∆𝜎1 − ∆𝑢𝑤 + ∆𝜎2 − ∆𝑢𝑤 + ∆𝜎3 − ∆𝑢𝑤
= ∆𝜀𝑣 = 𝐶𝑠𝑘 [ ]
𝑉𝑜 3
Igualando a la ecuación (26) se obtiene:
1 ∆𝜎1 + ∆𝜎2 + ∆𝜎3
∆𝑢𝑤 = [ ] (27)
𝐶𝑤 3
𝜂𝑜 𝐶 + 1
𝑠𝑘

La ecuación (27) define el incremento de la presión de poros inmediata después de la aplicación


de la carga y antes de la expulsión de agua, donde el término que acompaña al invariante de
esfuerzos se conoce como el parámetro B de Skempton:
1
𝐵=
𝐶
𝜂𝑜 𝐶 𝑤 + 1
𝑠𝑘

Para un suelo saturado B es igual a 1, pero si la saturación es menor al 100%, el parámetro será
menor a 1.

 Bajo esas condiciones, en un ensayo no drenado de compresión triaxial donde ∆𝜎2 = ∆𝜎3
se obtiene según (27):
∆𝜎1 + 2 ∆𝜎3
∆𝑢𝑤 = 𝐵 [ ]
3
Si se acomoda a la forma:

∆𝑢𝑤 = 𝐵 [∆𝜎3 + 𝐴 (∆𝜎1 − ∆𝜎3 )] (28)


Es claro que 𝐴 = 1/3.

 Para el caso de extensión triaxial donde ∆𝜎1 = ∆𝜎2 :


2 ∆𝜎1 + ∆𝜎3
∆𝑢𝑤 = 𝐵 [ ]
3
Igualando a (28) el parámetro 𝐴 = 2/3.

 En condiciones de deformación plana, se puede evaluar 𝐴 sabiendo que ∆𝜀2 = 0, lo que


resulta según (5) en:
1
0= [∆𝜎2 − ν ( ∆𝜎1 + ∆𝜎3 )]
𝐸
∆𝜎2 = ν ( ∆𝜎1 + ∆𝜎3 )

Como se está evaluando condiciones no drenadas, ν = 0.5 → ∆𝜎2 = 0.5 ( ∆𝜎1 + ∆𝜎3 ) . Usando
(27):

14
∆𝜎1 + 0.5 ( ∆𝜎1 + ∆𝜎3 ) + ∆𝜎3
∆𝑢𝑤 = 𝐵 [ ]
3
∆𝜎1 + ∆𝜎3
∆𝑢𝑤 = 𝐵 [ ]
2
Igualando a (28) se obtiene 𝐴 = 1/2.

Los anteriores resultados, demuestra que el parámetro 𝑨 de Skempton no es una constante incluso
para un material elástico e isotrópico; este depende de la trayectoria de esfuerzos.

Dirección de esfuerzos y deformaciones principales.

Si se aplica a un elemento de suelo, un incremento de esfuerzos como el que se muestra en la figura


para condiciones planas de deformación en “y”:

Figura 12. Estado bidimensional de incremento de esfuerzos para un elemento


de suelo.

Al representarlo en el círculo de Mohr con ∆𝜎𝑥 < ∆𝜎𝑧 :

15
Figura 13. Círculo de Mohr para el estado de esfuerzos de la Figura 12.

Se puede ver que en la Figura 13, se ha ubicado el polo del círculo de Mohr, desde donde se puede
medir el ángulo real que forma el plano donde actúa el esfuerzo principal mayor y plano donde
actúa el esfuerzo vertical, a este se lo ha denotado como 𝛼. Para un mejor manejo del problema, de
acuerdo a las propiedades del círculo, el ángulo entre esos dos planos medidos desde el centro es
igual a 2𝛼, que por geometría se puede expresar así:
2 ∆𝜏𝑥𝑧
tan 2𝛼 = (29)
∆𝜎𝑧 − ∆𝜎𝑥
Utilizando las ecuaciones de elasticidad:
1
∆𝜀𝑧 = [∆𝜎𝑧 − ν (∆𝜎𝑥 + ∆𝜎𝑦 )]
𝐸
1
∆𝜀𝑥 = [∆𝜎𝑥 − ν (∆𝜎𝑧 + ∆𝜎𝑦 )]
𝐸
Restando las dos expresiones:
1
∆𝜀𝑧 − ∆𝜀𝑥 = [∆𝜎𝑧 (1 + ν) − ∆𝜎𝑥 (1 + ν)]
𝐸
1
∆𝜀𝑧 − ∆𝜀𝑥 = [(∆𝜎𝑧 − ∆𝜎𝑥 ) (1 + ν)] (30)
𝐸
Ahora, si se representa en un círculo de Mohr, el estado de deformaciones:

16
Figura 14. Círculo de Mohr de deformaciones.

De la figura, se puede deducir que el ángulo formado entre el plano donde actúa la deformación
vertical y el plano donde actúa la deformación principal mayor está dado por:
∆𝛾𝑥𝑧
tan 2𝛽 = (31)
∆𝜀𝑧 − ∆𝜀𝑥
Reemplazando (30) en (31):
∆𝛾𝑥𝑧
tan 2𝛽 =
1
[(∆𝜎𝑧 − ∆𝜎𝑥 ) (1 + ν)]
𝐸
Sabiendo que:
𝐸
𝐺=
2 (1 + ν)
Se puede escribir la ecuación anterior como:
2 𝐺 ∆𝛾𝑥𝑧
tan 2𝛽 =
(∆𝜎𝑧 − ∆𝜎𝑥 )

De la expresión (14) se deduce:


2 ∆𝜏𝑥𝑧
tan 2𝛽 = = tan 2𝛼
(∆𝜎𝑧 − ∆𝜎𝑥 )

Que es igual a la ecuación (29), por lo tanto se concluye que 𝛼 = 𝛽, lo cual indica que las direcciones
de los incrementos en la deformación principal mayor y el esfuerzo principal mayor coinciden.

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Referencias

 Barbosa, E. (2018). “Origen y Formación de Los Suelos”. Universidad Nacional de Colombia,


Bogotá.

 Burland, J. B., Chapman, T., and Institution of Civil Engineers. (2012). ICE manual of
geotechnical engineering, London : ICE Publishing.

 Hydrostatic & Deviatoric Strains. (s.f.). Continuum Mechanics. Recuperado de:


http://www.continuummechanics.org/.

 Lambe, T. W., and Whitman, R. V. (1991). Mecánica de suelos, México: Limusa.

 Ugural, A., and Fenster, S. (2011). Advanced Mechanics of Materials and Applied Elasticity,
United States: Prentice Hall.

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