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Caminos conectados del futuro

Casos de uso, requerimientos y consideraciones de diseño para comunicaciones vehículo a todo

Durante la última década, las nuevas tendencias sociales y comerciales marcaron el inicio de un nuevo
paradigma tecnológico, el cual está cambiando drásticamente el desarrollo de cada individuo. Un sinnúmero
de áreas de interés se ve influenciado por la convergencia de diversos elementos que tratan de optimizar los
servicios existentes o crear nuevas propuestas ante problemas cotidianos. En este sentido, la movilidad,
tanto vehicular como personal, está evolucionando hacia un sistema de transporte inteligente (ITS) para
hacerle frente al constante crecimiento urbano, políticas de regulación ambiental y necesidades viales
dinámicas. Además, el despliegue de alternativas innovadoras como la conducción automática, el Internet
de las Cosas, las redes de sensores y el acceso ilimitado a la información motiva la implementación de
aplicaciones vehiculares sin precedentes.
Según lo mencionado, en un ITS destaca la exigencia de contar con un modelo robusto de comunicaciones,
conocido de forma general como comunicaciones vehículo a todo (V2X), que interviene en el intercambio
de información entre vehículos, peatones e Internet. Dependiendo de la finalidad de la comunicación, se
presenta en cuatro modos: vehículo a vehículo (V2V), vehículo a infraestructura (V2I), vehículo a peatón
(V2P) y vehículo a red (V2N). Como resultado, se obtiene un potente medio de transporte con conectividad
ubicua, acceso a información de tráfico y equipado con avanzados sensores que logra una conducción más
segura y aumenta la capacidad vial.
Las V2X centran sus esfuerzos en generar servicios de seguridad, eficiencia de tráfico e infoentretenimiento
por medio de trabajo cooperativo y altos niveles de automatización en los vehículos. Estos son clasificados
en seis grupos: de consciencia colaborativa, de sensado cooperativo, de maniobrado colaborativo, de
vulnerabilidad del viandante, de eficiencia de tráfico y de manejo teleoperado. En primer lugar, los de
consciencia colaborativa relacionan a cada vehículo con su entorno y advierten de situaciones de cuidado
a través de la difusión de mensajes. Los de sensado cooperativo intercambian información recolectada por
sensores y aumentan la percepción ambiental. Por su parte, los de maniobrado colaborativo coordinan
movimientos y trayectorias y otorgan inteligencia a acciones básicas como cambios de carril o cruces por
intersecciones. Los de vulnerabilidad del viandante proporcionan notificaciones sobre temáticas afines al
bienestar y seguridad del peatón. Mientras que, los de eficiencia de tráfico gestionan la actualización
dinámica de rutas, sincronizan semáforos y determinan la mejor velocidad de circulación. Finalmente, los
de manejo teleoperado permiten que un usuario remoto tome control sobre la conducción.
Si bien son notorias las diferencias conceptuales en los servicios descritos, todos comparten requerimientos
específicos: alta confiabilidad de enlace, tasa de transmisión y throughput, y baja latencia. Por ello, es
necesario que los sistemas de comunicación vehicular se integren con tecnologías disruptivas y empleen
satisfactoriamente los recursos de la red. Diferentes organizaciones de estandarización vehicular y de
telecomunicaciones están analizando el uso de las siguientes soluciones:
- Ondas celulares: valiéndose de las bondades de la red celular, se emplea las estaciones base para
gestionar enlaces y recursos según prioridades de servicio. En el caso de que los vehículos salgan de
la zona de cobertura, pueden aprovechar la frecuencia celular para intercambiar información entre sí.
- Ondas milimétricas: al ofrecer ventajas de un mayor espectro disponible y una reducción en el tamaño
de las celdas, suponen un aumento en las tasas de transmisión entre vehículos y estaciones base
cercanas. Aunque son consideradas para soportar aplicaciones de infoentretenimiento y monitoreo,
exhiben elevadas pérdidas de propagación y susceptibilidad a shadowing.
- 802.11p: pensado específicamente para V2V por su robustez ante el efecto Doppler, se orienta al
soporte de servicios de consciencia colaborativa y actualizaciones de emergencia según situaciones
peligrosas. No obstante, en condiciones de alto flujo vehicular la probabilidad de colisión de datos
aumenta.
- Luz visible: su funcionamiento reside en la explotación tanto de los faros, traseros y delanteros, como
de las cámaras exteriores del vehículo para emitir y recibir señales de luz. Consiente la recolección de
datos específicos sobre posicionamiento que son de gran utilidad para servicios de eficiencia de
tráfico.
Desde este punto de vista, los beneficios de las V2X como parte del futuro de los ITS son amplios, pero
queda en evidencia el concepto de la convergencia de sistemas. Así también, surge la necesidad de disponer
de alternativas tecnológicas a la par, ya que no se puede cubrir de forma individual los requerimientos de
cada servicio.

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