Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
CHILE SANTIAGO
ENFERMEDAD
Casos Muertes Casos Muertes
Fiebre tifoidea 52 271 774 31 263 307
Hepatitis viral 30 023 711 10 218 265
Disentería 3 370 397 1 378 103
bacteriana
Total 85 664 1 882 42 859 675
Un factor que tuvo una fuerte influencia sobre las autoridades políticas y la opinión
pública, y que marcó un punto de inflexión en la actitud frente a este problema fue
un brote epidémico de cólera en 1991 que se inició en Perú. Posteriormente, varios
otros países fueron afectados, totalizando unos 391 mil casos (un 70% de los casos
de todo el mundo) y unas 4 mil muertes a finales del año. A pesar de que los
efectos del cólera sobre la población en Chile fueron significativamente
menores por cuanto las empresas públicas, particularmente EMOS, y el
Ministerio de Salud, tomaron acciones de emergencia de aplicación
inmediata,se llegó al convencimiento público y político de que se requería
implementar medidas estructurales definitivas para evitar el riesgo de nuevos
brotes epidémicos producto de las consecuencias potenciales sobre la
población, y además, para ser coherentes con el modelo de desarrollo basado
en las exportaciones agrícolas y agroindustriales.
En la formación de este convencimiento puede pensarse que también tuvo
fuerte influencia lo sucedido en Perú, país en el cual el brote de cólera se
inició como resultado, en gran medida, de la precariedad de los sistemas de
abastecimiento de agua potable y saneamiento.21 El cólera determinó una
serie de impactos sobre la exportación de alimentos, principalmente, por la
pérdida de ventas, menores precios de exportación y mayores costos debido
a la implantación de mayores controles de calidad, junto con una serie de
impactos sobre la salud pública (Petrera y Montoya, 1993). En Perú, las
pérdidas por reducción del turismo y de las exportaciones agrícolas y
pesqueras fueron evaluadas en aproximadamente mil millones de dólares
(CEPIS, 2000). Como resultado de todo lo anterior, se puede decir que las
autoridades llegaron al convencimiento de que había que abordar el
tratamiento de las aguas servidas en todo el país y de la manera más expedita
posible: “si seguíamos regando con aguas servidas íbamos a tener serias
dificultades para poder colocar [en los mercados externos] nuestros
productos agroindustriales y agrícolas” (Frei, sin fecha).