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Historia de la Ley

Nº 20.120

Sobre investigación científica en el ser humano, su


genoma, y prohíbe la clonación humana.

22 de septiembre, 2006
Téngase presente

Esta Historia de Ley ha sido construida por la Biblioteca del Congreso Nacional
a partir de la información proporcionada por el Sistema de Tramitación de
Proyectos del Congreso Nacional (SIL).

Se han incluido los distintos documentos de la tramitación legislativa,


ordenados conforme su ocurrencia en cada uno de los trámites del proceso de
formación de la ley, en ambas Cámaras.

Se han omitido documentos de mera o simple tramitación, que no


proporcionan información relevante para efectos de la Historia de Ley, como
por ejemplo la cuenta en Sala o la presentación de urgencias.

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INDICE

1. Primer Trámite Constitucional: Senado 4


1.1. Moción Parlamentaria 4
1.2. Informe Comisión de Salud 9
1.3. Discusión en Sala 71
1.4. Discusión en Sala 106
1.5. Boletín de Indicaciones 135
1.6. Boletín de Indicaciones 141
1.7. Segundo Informe Comisión Salud 146
1.4. Discusión en Sala 180
1.8. Oficio Cámara de Origen a Cámara Revisora 205

2. Segundo Trámite Constitucional: Senado 210


2.1. Primer Informe Comisión de Salud 210
2.2. Discusión en Sala 277
2.3. Discusión en Sala 283
2.4. Discusión en Sala 300
2.5. Segundo Informe Comisión Salud 317
2.6. Discusión en Sala 341
2.7. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen 366

3. Tercer Trámite Constitucional: Senado 375


3.1. Informe Comisión de Salud 375
3.2. Discusión en Sala 397
3.3. Discusión en Sala 415
3.4. Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora 434

4. Trámite Comisión Mixta: Senado y Cámara de Diputados 436


4.1. Oficio Integrantes Comisión Mixta 436
4.2. Informe de Comisión Mixta 437

5. Trámite Comisión Mixta: Senado 460


5.1. Discusión en Sala 460
5.2. Oficio Cámara de Origen a Cámara Revisora 464

6. Trámite Comisión Mixta: Senado 465


6.1. Discusión en Sala 465
6.2. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen 473
7. Trámite Veto Presidencial: Senado y Cámara de Diputados 474
7.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo 474
7.2. Oficio del Ejecutivo a Cámara de Origen 479
7.3. Informe Comisión de Salud 481
7.4. Textos Comparados 503
7.5. Discusión en Sala 511
7.6. Discusión en Sala 548
7.7. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo 575

8. Publicación de Ley en Diario Oficial 576


8.1. Ley Nº 20.120 576
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MOCIÓN PARLAMENTARIA

1. Primer Trámite Constitucional: Senado


1.1. Moción Parlamentaria
Moción de los diputados, señores Nicolás Díaz Sánchez, Juan Hamilton
Depassier, Sergio Páez Verdugo, Mariano Ruiz-Esquide y Andrés Zaldívar
Larraín. Fecha 12 de marzo, 1997. Cuenta en Sesión 32, Legislatura 334.
Senado.

Boletín Nº 1993-11.

Moción de los HH. Senadores


señores Ruiz-Esquide, Díaz,
Hamilton, Páez y Zaldívar,
don Andrés, con la que inician
un proyecto de ley sobre la
investigación científica en el
ser humano, su genoma, y
prohibe la clonación humana.

Honorable Senado:

Los últimos avances logrados en la


clonación de mamíferos superiores han conmovido al mundo tanto por la
espectacularidad de lo obtenido en la manipulación genética, como por
sus eventuales aplicaciones en el ser humano.

Sin embargo estos logros científicos no


son los únicos que abren predicciones alarmantes en el campo ético y por
ello es necesario enmarcarlas en el amplio campo de la investigación
científica en los seres humanos, ámbito en el cual no existe un marco de
conductas que concilie el derecho a la investigación y la libertad que una
sociedad moderna debe garantizar y las regulaciones bioéticas que dan
cuenta del consenso mayoritario existente hoy en el mundo en este
aspecto.

Estos avances serán, con toda


seguridad, enormes en el campo del genoma humano, es decir en el
mapa cromosómico con sus 600.000.000 de posibilidades de cruzamiento,
cuyas repercusiones en el campo de las mutaciones genéticas o
producción de enfermedades son inimaginables.
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MOCIÓN PARLAMENTARIA

Frente a esta realidad se ha generado


una nueva disciplina, la Bioética que busca resguardar el derecho a la
identidad y privacidad del hombre frente al progreso por él mismo
logrado.

Es en este marco donde los Parlamentos


europeos y americanos y los organismos internacionales y Universidades
han implementado normas y resoluciones que garanticen la autonomía y
conocimientos de cada persona sobre los actos que sobre ellas se ejercen
y la seguridad que la investigación científica será esencialmente benéfica
para el hombre.

En el ánimo de dar un marco legislativo


en nuestro país a estos principios éticos en la investigación en seres
humanos y legislar sobre dos temas emergentes como son el genoma
humano y la clonación, venimos en presentar la siguiente moción
parlamentaria:

MOCION PARLAMENTARIA

Fija normas sobre la Investigación


Científica en seres humanos, legisla sobre el Genoma Humano y
prohibe la Clonación Humana.

Artículo 1.- La presente ley protege la dignidad e identidad de todo ser


humano y garantiza a toda persona, sin discriminación, el respeto de su
integridad y demás derechos y libertades fundamentales con respecto a
las aplicaciones de la biología y la medicina.

Artículo 2.- Los derechos del ser humano prevalecerán sobre el exclusivo
interés de la sociedad y de la ciencia. La investigación científica debe ser
preocupación especial del Estado y la Sociedad Chilena procurándose los
medios que la garanticen.

Artículo 3.- Toda investigación científica en seres humanos deberá


contar con el consentimiento informado del presunto sujeto o, en caso de
que la persona carezca de capacidad para dar su consentimiento
informado, el consentimiento por poder de un representante debidamente
autorizado.

Artículo 4.- El investigador tiene el deber de:

1) transmitir al presunto sujeto toda la información que


necesite para dar un consentimiento debidamente informado;
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MOCIÓN PARLAMENTARIA

2) ofrecer al presunto sujeto amplías oportunidades de hacer


preguntas e instarlo a que las haga;

3) excluir toda posibilidad de engaño injustificado, influencia


indebida o intimidación;

4) pedir el consentimiento del sujeto únicamente cuando éste


tenga pleno conocimiento de los hechos pertinentes y de las
consecuencias de la participación, y haya tenido suficientes
oportunidades para decidir si participará en la investigación;

5) como regla general, lograr que el presunto sujeto firme


algún documento que acredite su consentimiento informado
y

6) renovar el consentimiento informado de cada sujeto si las


condiciones o los procedimientos de la investigación sufren
modificaciones importantes.

Articulo 5.- Al emprender investigaciones con sujetos de comunidades


consideradas vulnerables, el investigador debe cerciorarse de que:

1) personas de esas comunidades no participen regularmente


en investigaciones que puedan realizarse razonablemente
bien en comunidades no vulnerables;

2) la investigación responda a las necesidades y prioridades de


la comunidad en que se lleve a cabo;

3) se haga todo lo posible por resguardar el imperativo ético de


que el consentimiento de cada sujeto sea informado, y

4) el proyecto de investigación haya sido examinado y


aprobado por una comisión de evaluación ética que cuente
entre sus integrantes o consultores con personas que
conozcan cabalmente las costumbres y tradiciones de la
comunidad.

Artículo 6.-No podrá llevarse a cabo intervención alguna en una persona


en materia de salud sin su consentimiento informado y libre.

Dicha persona deberá ser informada


antes de manera adecuada sobre el objetivo y naturaleza de la
intervención así como de sus consecuencias y riesgos. Podrá revocar el
consentimiento en todo momento y con plena libertad.
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MOCIÓN PARLAMENTARIA

Artículo 7.- No se puede investigar con personas si no se cumplen todas


las condiciones siguientes:

1 ) no existe un método alternativo a la investigación con seres


humanos de eficacia comparable,
2) los riesgos a que se expone la persona no deben ser
desproporcionados en relación a los beneficios que se
esperan de la investigación,

3) aprobación del proyecto de investigación, después de


examen independiente, realizado por una instancia
competente para determinar la elevancia científica, que debe
incluir la importancia del objetivo de la investigación y la
aceptabilidad ética,
4) la persona que se presta a la intervención ha de ser
informada de sus derechos y garantías previstas en la ley
para su protección.

5) el consentimiento contemplado en el artículo 5 sea dado


expresa y específicamente, y quede consignado por escrito.
El consentimiento se puede retirar libremente en todo
momento.

Artículo 8 .- Se prohibe toda forma de discriminación de personas por su


patrimonio genético.

Artículo 9.- Los análisis predictivos de enfermedades genéticas que


permiten identificar a una persona como portadora de un gen responsable
de una enfermedad o bien detectar la predisposición o susceptibilidad
genética a una enfermedad, sólo podrá hacerse por motivos de salud o de
investigación científica relacionada con motivos de salud y contando con
un asesoramiento genético apropiado.

Artículo 10.- No podrá realizarse intervención alguna en el genoma


humano si no es con fines preventivos, terapéuticos o diagnósticos y a
condición de que no tenga por objetiva introducir ninguna modificación en
el genoma de la descendencia.

Artículo 11.- La utilización de técnicas de procreación médicamente


asistida no se puede admitir para escoger el sexo del niño por nacer.

Artículo 12.- Queda prohibida la clonación en seres humanos,


entendiéndose por tal la incrementación de una o más células partiendo
de un individuo único y sin que estén las características de la
reproducción sexuada.
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MOCIÓN PARLAMENTARIA

Artículo 13.- La contravención de esta norma será sancionada con la


suspensión de la profesión titular en su grados mininos a medios y
presidio menor en su grado máximo.

Artículo 14.- Créase una Comisión Asesora del Presidente de la


República denominada "Comisión Nacional de Bioética "con el objeto de
estudiar y proponer al Presidente de la República las normas y criterios
necesarios para hacer conciliable la libertad de investigación y las normas
que la Biotica exige para resguardar los derechos de las personas.

La Comisión estará integrada por las


siguientes personas:

1) Un académico especializado en bioética designado por los Decanos de


las Facu1tades de Medicina de las Universidad reconocidas por el
Estado.

2) Un académico especializado en bioética designado por los Decanos de


las Facultades de Derecho de las Universidades reconocidas por el
Estado.

3) Un académico especializado en ética, designado por las Facultades de


Filosofía de las Universidades reconocidas por el Estado.

4) El Presidente de la Comisión de Ética del Colegio Médico más


representativo de Chile o la persona que él designe.

5) Un teólogo designado por el conjunto de las Iglesias de Chile.

6) Un representante de las Sociedades o Corporaciones Científicas


relacionadas directamente con la Bioética.

7) Un representante del Programa Regional de Bioética de la Organización


Panamericana de la Salud mientras este programa tenga su oficina en
Chile.

MARIANO RUIZ-ESQUIDE JARA NICOLAS DIAZ SANCHEZ

JUAN HAMILTON DEPASSIER SERGIO PAEZ VERDUGO

ANDRES ZALDIVAR LARRAIN


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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

1.2. Primer Informe Comisión de Salud.


Senado. Fecha 11 de julio, 2000. Cuenta en Sesión 10, Legislatura 342.

INFORME DE LA COMISION DE SALUD


recaído en el proyecto de ley, en primer
trámite constitucional, sobre la investigación
científica en el ser humano, su genoma, y que
prohibe la clonación humana.

BOLETIN Nº 1993-11.

HONORABLE SENADO:

Vuestra Comisión de Salud tiene el honor de informaros el


proyecto de ley individualizado en el rubro, originado en moción de los HH.
Senadores señores Ruiz-Esquide, Díaz, Hamilton, Páez y Zaldívar, don Andrés.

A las sesiones en que se consideró este proyecto


asistieron, además de los miembros de la Comisión, los representantes del
Ministerio de Salud, señor Rodrigo Salinas, Jefe de la división Salud de las
Personas, los doctores Luis Martínez y Alfredo Avendaño, la asesora de dicho
Ministerio, doctora Charlotte Bouësseau y la asesora legal del mismo, doña
Danae Frings; el Presidente del Colegio Médico de Chile A.G., doctor Ricardo
Vacarezza; el profesor de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la
Universidad de Chile, doctor Miguel Kottow; el representante del Centro de
Bioética de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de
Chile, doctor Alejandro Serani; los representantes del Departamento de
Biología Celular y Genética de la Universidad de Chile, doctores Jorge Allende y
Carlos Valenzuela; el representante de la Universidad de Concepción, profesor
señor Faruk Alay; en representación de la O.P.S., el Director del Programa
Regional de Bioética para América Latina y el Caribe, doctor Julio Montt, y el
consultor de dicha entidad, señor Roberto Mancini; el doctor Ricardo Cruz-
Coke, profesor de Genética Clínica de la Facultad de Medicina de la Universidad
de Chile; el profesor de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales de la
misma casa de estudios, don Gonzalo Figueroa, y el doctor Rafael Vicuña,
profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Pontifica Universidad
Católica de Chile. Asimismo, la Sociedad de Biología Celular de Chile, presidida
por don Mario Rosemblatt, hizo llegar un análisis preparado por la doctora
Bernardita Méndez, investigadora asociada a esa entidad y Presidenta de la
Fundación Ciencia para la Vida.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

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La Comisión ofició a la Corte Suprema para recoger su


opinión acerca del artículo 17 de la iniciativa en informe, que otorga a las
Cortes de Apelaciones una nueva atribución, cual es la de revisar algunas
decisiones de las Comisiones de Bioética a que se refiere el proyecto,
disposición que requiere, por ende, el voto conforme de cuatro séptimas partes
de los Senadores en ejercicio para ser aprobada, dado su carácter de ley
orgánica constitucional.

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ANTECEDENTES

Para el estudio de la iniciativa legal en informe, se han


tenido en consideración, especialmente, los siguientes antecedentes:

1.- La moción de los HH. Senadores señores Ruiz-Esquide,


Díaz, Hamilton, Páez y Zaldívar, don Andrés, con que se inició el proyecto de
ley en análisis.

Dicha moción, en primer término, señala que los últimos


avances logrados en la clonación de mamíferos superiores han conmovido al
mundo tanto por la espectacularidad de lo obtenido en la manipulación
genética como por sus eventuales aplicaciones en el ser humano.

Agrega que, sin embargo, estos logros científicos no son


los únicos que abren predicciones alarmantes en el campo ético y por ello es
necesario comprenderlos en el amplio campo de la investigación científica en
los seres humanos, ámbito en el cual no existe un marco de conducta que
concilie el derecho a la investigación, la libertad que una sociedad moderna
debe garantizar y las regulaciones bioéticas que dan cuenta del consenso
mayoritario existente hoy en el mundo en este aspecto.

Estos avances, continúa, serán, con toda seguridad,


enormes en el campo del genoma humano, es decir, en el mapa cromosómico
con sus 600.000.000 de posibilidades de cruzamiento, cuyas repercusiones en
el campo de las mutaciones genéticas o en la aparición de enfermedades son
inimaginables.

Frente a esta realidad se ha generado una nueva


disciplina, la Bioética, que busca resguardar el derecho a la identidad y
privacidad del hombre frente al progreso por él mismo logrado.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

La moción expresa que es en este marco donde los


parlamentos europeos y americanos, los organismos internacionales y las
universidades han implementado normas y resoluciones que garanticen la
autonomía y conocimientos de cada persona sobre los actos que sobre ellas se
ejercen y la seguridad que la investigación científica será esencialmente
benéfica para el hombre.

Finalmente, los autores de la moción manifiestan que en el


ánimo de dar un marco legislativo en nuestro país a estos principios éticos en
la investigación en seres humanos, y con el objeto de legislar sobre dos temas
emergentes como son el genoma humano y la clonación, presentan la iniciativa
legal en comento.

2.- Código de Nüremberg.- Con este nombre se conocen


diez puntos establecidos históricamente como las primeras directrices básicas
en el ámbito de la experimentación científica en seres humanos.

Fueron elaboradas en el marco del juicio de Nüremberg,


que juzgó a los criminales de guerra nazis por los delitos cometidos durante la
Segunda Guerra Mundial, específicamente al conocerse el caso denominado
“Estados Unidos contra Karl Brandt”, a propósito del cual se debatió el difícil
tema de la experimentación médica en seres humanos.

La defensa arguyó la inexistencia de legislación


internacional que distinguiera entre experimentación legal e ilegal en seres
humanos. Este planteamiento preocupó seriamente a los doctores de
nacionalidad norteamericana Andrew Ivy y Leo Alexander, quienes trabajaron
con la fiscalía durante el referido juicio, al punto que el 17 de abril de 1947 el
doctor Alexander entregó un memorandum al Consejo de los Estados Unidos
para Crímenes de Guerra, en el cual se señalaban seis puntos que definían la
investigación legítima.

El veredicto pronunciado el 19 de agosto del mismo año


reiteró la mayor parte de estos seis puntos en una sección del fallo que tituló
“Experimentos médicos permitidos” y que extendía los seis puntos originales a
diez, que en adelante han sido conocidos como el “Código de Nüremberg” y
que han informado por más de cincuenta años numerosos reglamentos de ética
médica.

El citado decálogo señala las siguientes reglas básicas:

1.- El consentimiento voluntario de la persona humana es


absolutamente esencial.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

2.- El experimento debe ser útil para el bien de la


sociedad, irreemplazable por otros métodos o medios de estudio y de tal
naturaleza que excluya el azar y lo innecesario.

3.- El experimento deberá ser diseñado y basado en los


resultados de la experimentación en animales y en el conocimiento de la
historia natural de la enfermedad u otro problema sometido a estudio de forma
tal que los resultados que se esperan justifiquen su ejecución.

4.- El experimento debe ejecutarse de forma de evitar


todo sufrimiento o daño físico o mental innecesario.

5.- Ningún experimento debe ejecutarse cuando existan


razones a priori para creer que sobrevendrá la muerte o un daño grave,
excepto aquellos en los cuales los médicos que los ejecutan también sirven
como sujetos de experimentación.

6.- El grado de riesgo que se asuma nunca deberá exceder


el nivel determinado por la importancia humanitaria del problema a resolver
por el experimento.

7.- Deberán adoptarse los preparativos y proveerse las


condiciones necesarias para proteger al sujeto de experimentación en contra
de cualquier remota posibilidad de daño, incapacidad o muerte.

8.- El experimento deberá ser conducido solamente por


personas científicamente calificadas. Deberá exigirse el más alto grado de
destreza y cuidado a través de todas las etapas del experimento a todos
quienes lo ejecuten o colaboren en él.

9.- Durante el curso del experimento el sujeto humano


deberá tener libertad para terminarlo si ha llegado al estado físico o mental en
el cual su continuación le parece imposible.

10.- Durante el curso del experimento el científico a cargo


deberá estar preparado para terminarlo en cualquier etapa del mismo, si es
que tiene causa para creer, de buena fe y en ejercicio de su habilidad superior
y juicio cuidadoso, que la continuación del experimento podrá producir daño,
incapacidad o muerte del sujeto experimental.

3.- Declaración de Helsinki.- Se trata de recomendaciones


destinadas a guiar a los médicos en la investigación biomédica que involucre a
seres humanos. Fueron adoptadas por la 18ª Asamblea Médica Mundial,
celebrada en Helsinki, Finlandia, en junio de 1964 y posteriormente ratificadas
por la 29ª y 35ª Asambleas Médicas Mundiales, que tuvieron lugar en Tokio y
Venecia, en octubre de 1975 y octubre de 1983, respectivamente.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

I.- Principios Básicos:

1.- La investigación biomédica en seres humanos debe


conformarse a las normas científicas generalmente aceptadas y debe basarse
en experimentación adecuada en laboratorio y en animales y en el
conocimiento profundo de la literatura científica pertinente.

2.- El diseño y realización de cada procedimiento de


investigación en seres humanos debe formularse claramente en un protocolo
experimental el cual deberá ser comunicado a un comité independiente para su
consideración, observaciones y consejos.

3.- La investigación biomédica en seres humanos deberá


ser conducida solamente por personas científicamente calificadas y bajo la
supervisión de un médico clínicamente competente. La responsabilidad por el
sujeto humano debe recaer siempre en una persona médicamente calificada y
nunca en el sujeto de la investigación, aunque él haya dado su consentimiento.

4.- La investigación biomédica en seres humanos no puede


ser llevada a cabo legítimamente sin guardar proporción entre la importancia
del objetivo perseguido y los riesgos inherentes para el sujeto.

5.- Cada proyecto de investigación biomédica en seres


humanos deberá ser precedido por una cuidadosa evaluación de los riesgos
previsibles en comparación con los beneficios posibles para el sujeto u otros
individuos. La preocupación por el interés del sujeto debe prevalecer siempre
sobre los intereses de la ciencia y de la sociedad.

6.- El derecho del sujeto de la investigación a


salvaguardar su integridad debe ser respetado siempre. Cada precaución
posible deberá ser adoptada para resguardar la privacidad del individuo y
minimizar el impacto de la investigación en su personalidad y en su integridad
física y mental.

7.- Los médicos deben abstenerse de realizar proyectos de


investigación en seres humanos si los riesgos envueltos no son pronosticables.
Ellos deberán cesar cualquier experimento si los riesgos son mayores que los
posibles beneficios.

8.- En la publicación de los resultados de su investigación


el médico está obligado a preservar la exactitud de los resultados. Los
informes de experimentación en discordancia con los principios establecidos en
esta Declaración no deberán ser aceptados para su publicación.

9.- En cualquier investigación en seres humanos, cada


sujeto potencial debe ser adecuadamente informado sobre los objetivos,
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

métodos, posibles beneficios, riesgos previsibles del estudio e incomodidades


que el experimento le puede causar. El deberá ser informado que tiene la
libertad de abstenerse de participar en el experimento y que es libre para
retirar su consentimiento de participar en cualquier momento. El médico
deberá obtener el consentimiento voluntario y consciente del sujeto,
preferentemente por escrito.

10.- Al obtener el consentimiento informado para el


proyecto de investigación el médico deberá ser particularmente cuidadoso para
observar si el sujeto se encuentra en una relación de dependencia hacia él o
pueda haber consentido bajo coacción. En tal caso el consentimiento informado
del sujeto deberá ser obtenido por un médico completamente ajeno a la
investigación y completamente independiente de la relación médico-individuo.

11.- En el caso de los legalmente incapaces, el


consentimiento informado deberá ser obtenido de su tutor legal, conforme a la
legislación aplicable. En aquellos casos en que la incapacidad física o mental
haga imposible obtener el consentimiento informado, o cuando el sujeto es un
menor, el permiso del pariente responsable reemplaza el del sujeto conforme a
la legislación nacional pertinente.

En todos aquellos casos en que el menor de edad es capaz


de dar su consentimiento, éste deberá ser obtenido además del consentimiento
del representante legal.

12.- El protocolo de investigación deberá contener siempre


una enunciación de las consideraciones éticas involucradas y deberá indicar
que los principios de la presente Declaración se han cumplido.

II.- Investigación médica combinada con atención médica


: (investigación clínica)

1.- En el tratamiento de un paciente el médico deberá ser


libre de usar un nuevo método diagnóstico y medidas terapéuticas, si a su
juicio ofrecen una esperanza de salvar la vida, restablecer la salud o mitigar el
sufrimiento.

2.- Los posibles beneficios, riesgos e incomodidades de un


nuevo método deberán ser contrastados con las ventajas de los mejores
métodos diagnósticos y terapéuticos vigentes.

3.- En cualquier investigación médica se deberá asegurar a


cada paciente -incluyendo los pertenecientes a grupos de control- los mejores
métodos diagnósticos y terapéuticos disponibles.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

4.- La negativa de un paciente a participar en una


investigación nunca debe interferir con la relación médico-paciente.

5.- Si el médico considera esencial no obtener el


consentimiento informado del individuo, las razones específicas que avalen
esta decisión deberán consignarse en el protocolo de la investigación para que
sea transmitido al comité independiente.

6.- El médico puede combinar investigación médica con


atención médica, con el objetivo de adquirir nuevos conocimientos médicos,
extendiendo la investigación médica sólo hasta donde se justifique por un
posible valor diagnóstico o terapéutico para el paciente.

III.- Investigación biomédica no terapéutica que involucra


seres humanos: (investigación biomédica no clínica)

1.- En la aplicación puramente científica de la


investigación médica en seres humanos, es deber del facultativo mantenerse
en su rol de protector de la vida y la salud del individuo sujeto a la
investigación.

2.- Los sujetos deberán ser voluntarios en buena salud o


pacientes cuya enfermedad no se relacione con el diseño del experimento.

3.- El investigador o el equipo de investigación debe


discontinuar la investigación si a su juicio proseguirla podría ser perjudicial
para el sujeto.

4.- En investigaciones en seres humanos el interés de la


ciencia y la sociedad nunca deberán primar sobre el bienestar del sujeto.

4).- Declaración Universal sobre Genoma Humano y


Derechos Humanos aprobada por la Conferencia General de la UNESCO, de 11
de noviembre de 1997.

El organismo especializado de Naciones Unidas estableció


esta Declaración de 25 artículos, agrupados en siete capítulos.

A. LA DIGNIDAD HUMANA Y EL GENOMA HUMANO

Artículo 1
El genoma humano es la base de la unidad fundamental de todos los miembros
de la familia humana y del reconocimiento de su dignidad intrínseca y su
diversidad. En sentido simbólico, el genoma humano es el patrimonio de la
humanidad.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 2
a) Cada individuo tiene derecho al respeto de su dignidad y derechos,
cualesquiera que sean sus características genéticas.
b) Esta dignidad impone que no se reduzca a los individuos a sus
características genéticas y que se respete el carácter único de cada uno y su
diversidad.

Artículo 3
El genoma humano, por naturaleza evolutivo, está sometido a mutaciones.
Entraña posibilidades que se expresan de distintos modos en función del
entorno natural y social de cada persona, que comprende su estado de salud
individual, sus condiciones de vida, su alimentación y su educación.

Artículo 4
El genoma humano en su estado natural no puede dar lugar a beneficios
pecuniarios.

B. DERECHOS DE LAS PERSONAS INTERESADAS

Artículo 5
a) Una investigación, un tratamiento o un diagnóstico en relación con el
genoma de un individuo sólo podrá efectuarse previa evaluación rigurosa de
los riesgos y las ventajas que entrañe y de conformidad con cualquier otra
exigencia de la legislación nacional.
b) En todos los casos, se recabará el consentimiento previo, libre e informado
de la persona interesada. Si ésta no está en condiciones de manifestarlo, el
consentimiento o autorización habrán de obtenerse de conformidad con lo que
estipule la ley, teniendo en cuenta el interés superior del interesado.
c) Se debe respetar el derecho de toda persona a decidir que se le informe o
no de los resultados de un examen genético y de sus consecuencias.
d) En el caso de la investigación, los protocolos deberán someterse, además, a
una evaluación previa, de conformidad con las normas o directrices nacionales
e internacionales aplicables en la materia.
e) Si en conformidad con la ley una persona no estuviese en condiciones de
expresar su consentimiento, sólo se podrá efectuar una investigación sobre su
genoma a condición de que represente un beneficio directo para su salud, y a
reserva de las autorizaciones y medidas de protección estipuladas por la ley.
Una investigación que no represente un beneficio directo previsible para la
salud sólo podrá efectuarse a titulo excepcional, con la mayor prudencia y
procurando no exponer al interesado sino a un riesgo y una coerción mínimos,
y si la investigación está encaminada a redundar en beneficio de la salud de
otras personas pertenecientes al mismo grupo de edad o que se encuentren en
las mismas condiciones genéticas, a reserva de que dicha investigación se
efectúe en las condiciones previstas por la ley y sea compatible con la
protección de los derechos humanos individuales.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 6
Nadie podrá ser objeto de discriminaciones fundadas en sus características
genéticas, cuyo objeto o efecto sería atentar contra sus derechos humanos y
libertades fundamentales y el reconocimiento de su dignidad.

Artículo 7
Se deberá proteger en las condiciones estipuladas por la ley la confidencialidad
de los datos genéticos asociados con una persona identificable, conservados o
tratados con fines de investigación o cualquier otra finalidad.

Artículo 8
Toda persona tendrá derecho, de conformidad con el derecho internacional y el
derecho nacional, a una reparación equitativa de un daño del que pueda haber
sido víctima, cuya causa directa y determinante pueda haber sido una
intervención en su genoma.

Artículo 9
Para proteger los derechos humanos y las libertades fundamentales sólo la
legislación podrá limitar los principios de consentimiento y confidencialidad, de
haber razones imperiosas para ello, y a reserva del estricto respeto del
derecho internacional público y del derecho internacional relativo a los
derechos humanos.

C. INVESTIGACIONES SOBRE EL GENOMA HUMANO

Artículo 10
Ninguna investigación relativa al genoma humano ni ninguna de sus
aplicaciones, en particular en las esferas de la biología, la genética y la
medicina, podrá prevalecer sobre el respeto de los derechos humanos, de las
libertades fundamentales y de la dignidad humana de los individuos o, si
procede, de grupos de individuos.

Artículo 11
No deben permitirse las prácticas que sean contrarias a la dignidad humana,
como la clonación con fines de reproducción de seres humanos. Se invita a los
Estados y a las organizaciones internacionales competentes a que cooperen
para identificar estas prácticas y a que adopten en el plano nacional o
internacional las medidas que corresponda, para asegurarse de que se
respetan los principios enunciados en la presente Declaración.

Artículo 12
a) Toda persona debe tener acceso a los progresos de la biología, la genética y
la medicina en materia de genoma humano, respetándose su dignidad y
derechos.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

b) La libertad de investigación, que es necesaria para el progreso del saber,


procede de la libertad de pensamiento. Las aplicaciones de la investigación
sobre el genoma humano, sobre todo en el campo de la biología, la genética y
la medicina, deben orientarse a aliviar el sufrimiento y mejorar la salud del
individuo y de toda la humanidad.

D. CONDICIONES DE EJERCICIO DE LA ACTIVIDAD CIENTIFICA

Artículo 13
Las consecuencias éticas y sociales de las investigaciones sobre el genoma
humano imponen a los investigadores responsabilidades especiales de rigor,
prudencia, probidad intelectual e integridad, tanto en la realización de sus
investigaciones como en la presentación y utilización de los resultados de
éstas. Los responsables de la formulación de políticas científicas públicas y
privadas tienen también responsabilidades especiales al respecto.

Artículo 14
Los Estados tomarán las medidas apropiadas para favorecer las condiciones
intelectuales y materiales propicias para el libre ejercicio de las actividades de
investigación sobre el genoma humano y para tener en cuenta las
consecuencias éticas, legales, sociales y económicas de dicha investigación,
basándose en los principios establecidos en la presente Declaración.

Artículo 15
Los Estados tomarán las medidas apropiadas para fijar el marco del libre
ejercicio de las actividades de investigación sobre el genoma humano
respetando los principios establecidos en la presente Declaración, a fin de
garantizar el respeto de los derechos humanos, las libertades fundamentales y
la dignidad humana y proteger la salud pública. Velarán por que los resultados
de esas investigaciones no puedan utilizarse con fines no pacíficos.

Artículo 16
Los Estados reconocerán el interés de promover, en los distintos niveles
apropiados, la creación de comités de ética independientes, pluridisciplinarios y
pluralistas, encargados de apreciar las cuestiones éticas, jurídicas y sociales
planteadas por las investigaciones sobre el genoma humano y sus aplicaciones.

E. SOLIDARIDAD Y COOPERACION INTERNACIONAL

Artículo 17
Los Estados deberán respetar y promover la práctica de la solidaridad para con
los individuos, familias o poblaciones particularmente expuestos a las
enfermedades o discapacidades de índole genética o afectados por éstas.
Deberían fomentar, entre otras cosas, las investigaciones encaminadas a
identificar, prevenir y tratar las enfermedades genéticas o aquéllas en las que
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 20 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

interviene la genética, sobre todo las enfermedades raras y las enfermedades


endémicas que afectan a una parte considerable de la población mundial.

Artículo 18
Los Estados deberán hacer todo lo posible, teniendo debidamente en cuenta
los principios establecidos en la presente Declaración, para seguir fomentando
la difusión internacional de los conocimientos científicos sobre el genoma
humano, la diversidad humana y la investigación genética, y a este respecto
favorecerán la cooperación científica y cultural, en particular entre países
industrializados y países en desarrollo.

Artículo 19
a) En el marco de la cooperación internacional con los países en desarrollo. los
Estados deberán esforzarse por fomentar medidas destinadas a:
i) evaluar los riesgos y ventajas de la investigación sobre el genoma humano y
prevenir los abusos;
ii) desarrollar y fortalecer la capacidad de los países en desarrollo para realizar
investigaciones sobre biología y genética humanas, tomando en consideración
sus problemas específicos;
iii) permitir a los países en desarrollo sacar provecho de los resultados de las
investigaciones científicas y tecnológicas a fin de que su utilización en pro del
progreso económico y social pueda redundar en beneficio de todos;
iv) fomentar el libre intercambio de conocimientos e información científicos en
los campos de la biología, la genética y la medicina.
b) Las organizaciones internacionales competentes deberán apoyar y promover
las iniciativas que tomen los Estados con los fines enumerados más arriba.

F. FOMENTO DE LOS PRINCIPIOS DE LA DECLARACION

Artículo 20
Los Estados tomarán las medidas adecuadas para fomentar los principios
establecidos en la Declaración, a través de la educación y otros medios
pertinentes, y en particular, entre otras cosas, la investigación y formación en
campos interdisciplinarios y el fomento de la educación en materia de bioética,
en todos los niveles, particularmente para los responsables de las políticas
científicas.

Artículo 21
Los Estados tomarán las medidas adecuadas para fomentar otras formas de
investigación, formación y difusión de la información que permitan a la
sociedad y a cada uno de sus miembros cobrar mayor conciencia de sus
responsabilidades ante las cuestiones fundamentales relacionadas con la
defensa de la dignidad humana que puedan plantear la investigación en
biología, genética y medicina y las correspondientes aplicaciones. Se deberían
comprometer, además, a favorecer al respecto un debate abierto en el plano
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

internacional que garantice la libre expresión de las distintas corrientes de


pensamiento socioculturales, religiosas y filosóficas.

G. APLICACIÓN DE LA DECLARACION

Artículo 22
Los Estados intentarán garantizar el respeto de los principios enunciados en la
presente Declaración y facilitar su aplicación por cuantas medidas resulten
apropiadas.

Artículo 23
Los Estados tomarán las medidas adecuadas para fomentar mediante la
educación, la formación y la información, el respeto de los principios antes
enunciados y favorecer su reconocimiento y su aplicación efectiva. Los Estados
deberán fomentar también los intercambios y las redes entre comités de ética
independientes, según se establezcan, para favorecer su plena colaboración.

Artículo 24
El Comité Internacional de Bioética de la UNESCO contribuirá a difundir los
principios enunciados en la presente Declaración y a profundizar el examen de
las cuestiones planteadas por su aplicación y por la evolución de las
tecnologías en cuestión. Deberá organizar consultas apropiadas con las partes
interesadas, como por ejemplo los grupos vulnerables. Presentará, de
conformidad con los procedimientos reglamentarios de la UNESCO,
recomendaciones a la Conferencia General y prestará asesoramiento en lo
referente al seguimiento de la presente Declaración, en particular por lo que se
refiere a la identificación de prácticas que pueden ir en contra de la dignidad
humana, como las intervenciones en la línea germinal.

Artículo 25
Ninguna disposición de la presente Declaración podrá interpretarse como si
confiriera a un Estado, un grupo o un individuo, un derecho cualquiera a
ejercer una actividad o a realizar un acto que vaya en contra de los derechos
humanos y las libertades fundamentales, y en particular los principios
establecidos en la presente Declaración.

5).- Proyecto Genoma Humano 1.

El Proyecto Genoma Humano nace en 1990, como un


esfuerzo multinacional impulsado inicialmente por el Departamento de Energía
y el Instituto Nacional de la Salud de los Estados Unidos de América. Participan
también en él Alemania, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea, Dinamarca,
Francia, Holanda, Inglaterra, Israel, Italia, Japón, México, Rusia y Suecia.

1
Fuentes: http://www.ornl.gov/hgmis/home.html y
Cuaderno Humanitas Nº 15, Facultad de Medicina de la P. U. Católica, noviembre 1999
Diario El Mercurio de Valparaíso, 3 de julio de 2000
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Sus objetivos son identificar los 100.000 genes presentes


en el ADN humano 2; determinar las secuencias de los 3.000 millones de pares
base químicos que constituyen el ADN humano; almacenar esa información en
bases de datos; desarrollar herramientas para analizar esos datos; transferir al
sector privado las tecnologías relacionadas, y dirigir los aspectos éticos,
jurídicos y sociales que emanen del proyecto.

Simultáneamente un esfuerzo privado en la misma


dirección ha sido encabezado por el consorcio americano Celera Genomics, que
agrupa a investigadores de las áreas académica e industrial.

En sus orígenes se planificó desarrollar el Proyecto en un


lapso de 15 años. A poco andar se redujo el plazo de término al año 2003 y,
hace unos días, se ha anunciado que la primera fase de identificación se ha
completado en más del 90%.

En el núcleo de cada célula del cuerpo humano existen 46


cromosomas, 23 aportados por el espermio y 23 por el óvulo al momento de la
fecundación. En cada cromosoma hay miles de genes, en los que reside una
parte de la información genética contenida en el ácido desoxirribonucleico
(ADN) de cada célula; la función del resto es desconocida.

La molécula de ADN tiene una forma helicoidal doble y


está conformada por moléculas de azúcar unidas a moléculas de fosfato y por
moléculas de base nitrogenada que siempre se asocian siguiendo el mismo
esquema: a una molécula de Adenina (A) siempre se une otra de Timina (T), y
a una de Guanina (G) siempre se junta otra de Citosina (C). Cada segmento de
la molécula de ADN con una secuencia específica de ordenación de las referidas
bases nitrogenadas constituye un gen, que encierra la información necesaria
para cumplir una función determinada.

La mayoría de las estructuras y funciones corporales son el


resultado de un conjunto de genes, de las interacciones entre ellos y de las
características del ambiente en que se da la interacción.

----------

DISCUSION GENERAL

Dejamos constancia, en este punto, que la discusión sobre


la idea de legislar se basó en el texto original propuesto en la moción.

2
Otras fuentes mencionan entre 50 mil y 70 mil genes.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

En el seno de vuestra Comisión, el H. Senador señor Ruiz-


Esquide, uno de los autores del proyecto, reiteró los fundamentos contenidos
en la moción y agregó que en la iniciativa se destacan cuatro aspectos
esenciales.

Primero, se busca construir un marco regulatorio para la


investigación en seres humanos, materia no legislada en Chile, respecto de la
que, si bien no ha habido hasta ahora mayor polémica, no puede asegurarse
que en el futuro no sea afectada por problemas éticos.

La experiencia indica que se están produciendo conflictos,


especialmente a raíz de que buena parte de la investigación de los últimos
años no sólo se ha realizado por universidades, sino que también por empresas
comerciales que persiguen fines que van más allá de los académicos. Es decir -
agregó el señor Senador- se han sobrepasado los marcos de la investigación
tradicional.

El segundo aspecto dice relación con el tema del genoma


humano y la investigación genética, respecto de lo cual se ha abierto un gran
debate internacional, especialmente en el Parlamento Latinoamericano, en el
seno del cual uno de los temas básicos es la investigación genética y las
conductas que deben observarse para la preservación del genoma humano.

El tercer aspecto se vincula con el rechazo de la clonación


humana por las implicaciones éticas que encierra.

El cuarto aspecto, concluyó, es la creación de un ente


consultivo de carácter ético, que imponga normas de conducta por su peso
moral.

El doctor Luis Martínez, en representación del Ministerio


de Salud, señaló que, en su concepto, es necesario legislar sobre la materia
con la mayor claridad, toda vez que el proyecto comprende una serie de
aspectos fundamentales.

En cuanto a la investigación científica, por lo que


representa para el desarrollo del ámbito sanitario, expresó que el Ministerio es
respetuoso de la más amplia libertad para los investigadores siempre que se
respeten las normas derivadas de la experiencia histórica al respecto, debiendo
tenerse en especial consideración que la investigación actual va más allá de la
tradicional experimentación e investigación de eficacias terapéuticas y puede
provocar efectos irreversibles sobre el ser humano.

Recalcó que, en este campo, las repercusiones del trabajo


científico son insospechadas, tanto en lo propiamente científico, como en lo
social, político y moral.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Señaló que desde el ámbito de lo que la investigación


científica representa para la salud, un proyecto de esta naturaleza resulta
necesario, pero sin perder de vista el imprescindible equilibrio entre la libertad
de los investigadores y el respeto de la dignidad de las personas
comprometidas en cada investigación.

Al efecto, recordó la existencia de declaraciones


internacionales -algunas derivadas de las experiencias de la Segunda Guerra
Mundial, tales como el Código de Nüremberg o la Declaración de Helsinki- que
podrían tenerse a la vista para la dictación de leyes como la discutida.

Respecto de la investigación en genoma humano e


investigación genética, expresó que se trata un campo de gran complejidad y
que concita el mayor interés a nivel internacional. Por ejemplo, agregó, el
proyecto de investigación del genoma humano, que pretende obtener hacia el
año 2005 un mapa total de éste, es el más gigantesco que se esté financiando
en el área biológica.

Afirmó que al poder conocerse el referido material -que


define lo que es el Hombre- se vislumbran positivas expectativas en el campo
de la terapéutica y de la medicina predictiva lo cual, sin embargo, no debe
interpretarse como que dichos avances no envuelvan riesgos, los que deben
evaluarse antes de proceder a legislar sobre el tema. La ley, prosiguió,
fundada en un sólido análisis ético y moral, debe adelantarse a los hechos.

El doctor Martínez insistió en que el fortalecimiento ético


de las acciones médicas y de investigación es fundamental, por lo que, a su
juicio, en lo relativo a la investigación del genoma humano debe existir una
tuición bioética clara y precisa para evitar consecuencias negativas.

Lo anterior, aclaró, no busca entrabar la investigación,


sino asegurar que la moral y la bioética alumbren los procedimientos de
investigación genética y en genoma humano a verificarse en nuestro país.
Agregó que existen principios bioéticos que debieran informar una ley como la
propuesta.

En lo relativo a clonación humana, indicó que se está


también ante una compleja cuestión ética y de consecuencias inciertas. El
asunto, más que biológico, es de carácter moral, ya que la investigación que
conduzca a la clonación humana podría significar que más que personas
seamos entes de una serie, afectándose sustancialmente la dignidad del ser
humano.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Ahora bien, continuó, hay investigadores que afirman que


este procedimiento sólo se haría en beneficio de la humanidad, pero la verdad
-afirmó- es que las posibilidades son muy amplias.

En su concepto, clonar humanos es sólo cuestión de


tiempo; hay legislaciones, como la alemana, que ya rechazan dicha acción.

Por último, se refirió a la Comisión Nacional de Bioética


que el proyecto establece, señalando que es una buena idea como instancia de
reflexión y análisis, cumpliendo, además, roles sociológicos importantes, tales
como legitimar decisiones de la autoridad y abrir temas hacia la comunidad en
general. Indicó, no obstante, que estas comisiones no siempre alcanzan los
objetivos perseguidos, por lo que no hay que esperar que una comisión como
la propuesta solucione todo tipo de problemas.

Luego expuso el doctor Alfredo Avendaño, quien sostuvo


que, a su juicio, éste es el proyecto más delicado que ha conocido la Comisión
de Salud. Cada aspecto de la iniciativa conlleva importantes desafíos por el
profundo significado que tiene para la vida humana. Por ello, coincidió en la
opinión de que legislar es un gran acierto, cuidando, eso sí, el equilibrio entre
libertad de investigar y dignidad de las personas.

En su concepto, en este tema se plantean diversos


problemas, tales como la confidencialidad de la información genética; la
propiedad que de ésta tiene cada individuo; si al hablar de clonación se trata
de clonación de seres humanos o en seres humanos- por ejemplo, clonar una
retina de quien ha perdido una-; la posibilidad de intervenir el genoma para
prevenir la transmisión de enfermedades, entre otras.

Estimó, asimismo, que debe aclararse que la información


genética no puede manipularse por empresas comerciales o por intereses
ajenos al bienestar de las personas y, por otra parte, que en la investigación
científica deben predominar los intereses de la persona por sobre los de la
investigación.

El Presidente del Colegio Médico de Chile A.G., doctor


Ricardo Vacarezza, expresó que el tema de la clonación ha sido analizado
por dicha entidad y, al respecto, su Departamento de Etica emitió un
pronunciamiento -aprobado por la unanimidad del Consejo General del
Colegio- que constituye la opinión oficial de la citada Organización Gremial. En
dicho pronunciamiento, agregó, se hacen también algunos alcances sobre el
tema del genoma humano y sobre la investigación científica en el ser humano
aunque la importancia de estos asuntos amerita una discusión particular.

Ahora bien, continuó, en lo relacionado especialmente con


la investigación genética dicho pronunciamiento contiene una serie de
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 26 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

consideraciones que no están bien reflejadas en el proyecto de ley que analiza


la Comisión. Por ejemplo, indicó, en lo relativo al consentimiento informado, el
artículo 6º de la moción puede crear confusión, toda vez que es poco preciso
en sus límites.

Señaló que el Colegio Médico llega a la conclusión que la


clonación del ser humano debe ser rechazada por inaceptable desde todo
punto de vista.

Sin embargo, prosiguió, todo esto está inserto en el tema


relativo al genoma humano, respecto de lo cual es oportuno tener presente los
análisis sobre la materia realizados por la UNESCO -que ha elaborado ya cuatro
proyectos- tema que, a su juicio, la iniciativa legal en comento no profundiza
mayormente.

Explicó que el Colegio que representa separa en su análisis


lo que es la clonación del ser humano de lo que es la investigación a su
respecto, ya que no se puede ignorar la realidad y, además, con su estudio
puede obtenerse ventajas para el género humano, por ejemplo, en cuanto a
trasplante de órganos, entre otras. Eventualmente, acotó, podrían clonarse
determinados órganos o bien tejidos, aunque nunca seres humanos.

En consecuencia, subrayó, dentro de sus proposiciones


hay dos cosas en las cuales quiere insistir, a saber, por una parte, que dado lo
complejo que es el tema de la investigación en genética humana debe existir
un organismo nacional -a partir de lo que se propone en la iniciativa legal-
dedicado al análisis de los temas de bioética para buscar soluciones a
problemas que habrán de producirse, es decir, adelantarse a ellos y, por otra
parte, que cualquiera que sea la legislación sobre genética, debe establecerse
la necesidad de una revisión periódica de ella, como lo hace la normativa
francesa, ya que la materia debatida es de suyo cambiante debido a los
avances científicos.

A su turno, el doctor Miguel Kottow, Profesor Titular de


la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de Chile, sostuvo que
el proyecto de ley en comentario abarca muchos temas diferentes y en
extremo delicados y lo hace con distinto nivel de profundidad, así por ejemplo,
el tema del consentimiento informado está analizado más acuciosamente que
otros asuntos que son igualmente importantes.

Sería adecuado, dijo, más que especificar condiciones para


prestar el consentimiento informado o condiciones bajo las cuales una
investigación es legítima en una comunidad, eliminar estas particularidades, y
establecer las condiciones para la creación de los Comités de Etica, dando a
éstos, además, ciertas características tales como la obligatoriedad de su
existencia, el deber de ceñirse a una reglamentación básica, eventualmente
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

nacional y uniforme, idoneidad e inevitabilidad para quienes realizan


investigaciones, entre otras.

Luego, en vez de especificar en la ley diversas condiciones


bioéticas para hacer investigación, se le debiera entregar a estos Comités la
tuición de dichas actividades.

Un segundo tema que se aborda es la intervención


genética. Se habla de la prohibición de informar sobre los resultados de estas
investigaciones, en términos de no discriminar por patrimonio genético. Agregó
que quizás sería preferible regular por ley el flujo informativo de la genética. Es
decir, la información del examen genético es de propiedad del afectado y quien
lo practicó no puede darlo a conocer a terceros, evitando así dar lugar a
discriminaciones.

Agregó que sería conveniente no limitar estos análisis a


motivos de salud, ya que hay otras situaciones que aconsejan poseer esta
información, por ejemplo, saber si uno es o no portador de cierta enfermedad
con miras a evitar tener hijos.

Por otra parte, al prohibirse ciertas intervenciones


genéticas, incluyendo la clonación, cree que debe puntualizarse que si bien no
se discute la improcedencia de la clonación de seres humanos, sí es discutible
la clonación en seres humanos, es decir la clonación de ciertas parcelas del
organismo humano que pueda dar beneficios terapéuticos al hombre.

Igual cosa sucede con las intervenciones en el genoma


humano de células germinales, ya que en el futuro podrían eliminarse
enfermedades a través de este mecanismo genético, aislando factores
genéticos, modificándolos y así evitando la transmisión de dichas
enfermedades a la descendencia de un individuo, sin otras alteraciones en el
genoma.

Al respecto, también estimó conveniente que la ley


establezca mecanismos regulatorios obligatorios -Comités Eticos- que
determinen en cada caso sobre la aceptabilidad de una solicitud de
intervención genética.

Un tercer tema tratado por la moción que nos ocupa se


refiere a la creación de una Comisión Nacional de Bioética. Al respecto, recordó
que las comisiones permanentes no han sido muy fructíferas, salvo en Francia
donde se compone de medio centenar de miembros y tiene una estructura muy
elaborada. Mejor fortuna han tenido las Comisiones ad hoc; por lo cual estimó
conveniente determinar el mecanismo que se avenga mejor con nuestra
realidad.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

En cuanto a los miembros de la Comisión Nacional, señaló


que quizás éste no sea el lugar más apropiado para que participe el Colegio
Médico que es una institución básicamente gremial, ya que tal Comisión
abordaría materias bioéticas estrictamente doctrinarias.

Por último, agregó, el Programa Regional de Bioética de la


O.P.S. tiene su sede en Chile, pero sus directivos pueden provenir de otros
países, lo que a futuro puede hacer difícil su incorporación en una Comisión
Nacional.

Cabe señalar que luego de un extenso debate en torno al


tema de la Comisión Nacional de Bioética, el doctor Kottow expresó que, en su
concepto, ésta debía tener un carácter fundamentador, deliberándose en su
seno ampliamente y desde un punto de vista general acerca de los diversos
temas de su competencia.

Asimismo, estimó importante la creación de comités


locales en las instituciones investigadoras, debiendo la ley regular su
funcionamiento junto con hacerlos obligatorios.

A continuación, el representante del Centro de Bioética de


la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile, doctor
Alejandro Serani, opinó acerca del proyecto sometido a la consideración de
vuestra Comisión.

Señaló que parece posible ordenar los distintos temas


bioéticos tratados en tres grandes temas, de lo general a lo particular, a saber:

1.- Constitución de una Comisión Nacional de Bioética;

2.- Establecimiento de un marco legal para la investigación


científica biomédica en seres humanos, y

3.- Determinación de normas legales específicas en


relación con procedimientos biomédicos particulares relativos al proceso
generativo humano y que comprometen al sujeto completo, a los gametos
humanos o al llamado material genético o genoma.

Primeramente, señaló que la proposición de constituir una


Comisión Nacional de Bioética, asesora del Presidente de la República, reviste
tal importancia, complejidad y trascendencia social, cultural y política, que se
escapa con mucho del marco conceptual, social y jurídico de los eventos
científicos de público conocimiento que motivan el surgimiento del proyecto.

Hizo presente que no sólo le parece pertinente -por


razones de orden- tratar en un cuerpo jurídico aparte la eventual constitución
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 29 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

de esta Comisión, sino que, además estima insuficiente la proposición hecha en


el artículo 14 de la moción.

Consideró que antes de pensar en proponer la constitución


de una Comisión Nacional de Bioética resultaría imprescindible llevar a cabo
una evaluación crítica del funcionamiento de comisiones análogas existentes en
otros países. De esta evaluación, agregó, debiera surgir con claridad si acaso
resulta necesaria, deseable y beneficiosa la creación de tal Comisión y bajo qué
circunstancias. Esta evaluación, remarcó, debiera tener una amplia difusión
tanto en lo que se refiere a sus contenidos como a sus conclusiones de tal
manera que la Comisión, en caso de ser creada, tenga una amplia legitimidad
social y cultural.

Estima que la Comisión de Salud se prestigiaría tanto


nacional como internacionalmente si promoviera tal evaluación crítica, a su
juicio perfectamente posible y necesaria.

En segundo lugar, en lo que se refiere al establecimiento


de un marco legal para la investigación científica biomédica en seres humanos,
señaló que sus observaciones guardan semejanza con las ya emitidas sobre la
Comisión Nacional de Bioética, aunque con algunos matices importantes.

Se trata, ciertamente, de un tema de tanta importancia y


complejidad como el anterior por lo que también le parece que ameritaría ser
tratado en un cuerpo legal aparte. Sin embargo, existen diferencias
significativas entre la cuestión anterior y la presente.

En efecto, de todos los temas que aborda la bioética


moderna, la necesidad de contar con normas éticas para la investigación
científica biomédica es quizás el que suscita un mayor consenso, tanto
respecto del imperativo de que estas normas se expliciten, como en lo que
atañe al contenido concreto de ellas. La virtual universalidad de la aceptación
por parte de los distintos gobiernos de las declaraciones de Nüremberg y de
Helsinki así lo testimonia.

Sobre el punto, el doctor Serani, hizo presente que


atendido a que las referidas declaraciones han sido suscritas por el Estado
chileno, resulta necesario determinar con qué valor vinculante cuentan estas
normas en el marco jurídico interno y en qué medida un cuerpo legal podría
reforzarlas o resultar redundante.

En lo relativo a la normativa propuesta, en particular las


disposiciones que se refieren a la investigación científica biomédica, llamó su
atención el énfasis casi exclusivo dado al importante problema del
consentimiento informado, en desmedro de otros aspectos igualmente
importantes, como la calificación profesional y científica de los investigadores,
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

la actitud frente a los riesgos, la responsabilidad ante los accidentes, la


determinación de las "instancias competentes" para evaluar los protocolos,
entre otras.

Hizo presente que el proyecto resuelve -en su artículo 3º-,


de modo afirmativo y sin mayores cautelas, el debatido problema acerca de la
posibilidad de realizar investigaciones científicas en personas ética y
jurídicamente incompetentes: menores de edad y algunos enfermos afectados
por padecimientos neurológicos y psiquiátricos, congénitos o adquiridos.

En tercer lugar, agregó, corresponde examinar en mayor


profundidad lo que atañe a la determinación de normas legales específicas que
regulen procedimientos biomédicos particulares que afectan al proceso
generativo humano.

En lo referente a la clonación el proyecto opta por


prohibirla, pareciendo necesario definir apropiadamente el procedimiento, a fin
de diferenciarlo del simple cultivo celular humano el cual, por lo general, no
presenta mayores objeciones éticas.

Señaló que aún aceptando que la clonación humana ocurre


de modo espontáneo aunque excepcional en la naturaleza en el caso de los
gemelos univitelinos, debe afirmarse, desde el punto de vista ético, que la
clonación deliberada de seres humanos constituye, en la mayor parte de los
casos imaginables, un grave atentado a la dignidad de la persona humana. En
efecto, agregó, la clonación humana artificial priva injustamente a un
semejante del modo específico de venir a la existencia, modo que siendo el
usual y propio de la especie y aquel que es deseable en principio para todo ser
humano, se constituye por eso mismo en un derecho exigible por cada
individuo que accede a la vida.

Esta privación del modo usual y natural de nacer no sólo


priva, en su concepto, al nuevo ser humano de un bien exigible por su esencia,
sino que además violenta la naturaleza personal y libre del nuevo individuo al
erigirse los científicos en dueños y señores de lo que atañe a un aspecto tan
crucial de la vida ajena. En esta época de sensibilidad ecológica debería
reconocerse que existe una ecología biológica, psicológica y personal humana
que también demanda ser respetada.

Ahora bien, continuó, es necesario señalar que esto mismo


que ocurre en la clonación humana y que la hace moralmente ilícita, es lo que
ocurre en buen número de las así llamadas técnicas de "reproducción asistida",
muy en particular en aquellas denominadas heterólogas. Sorprende, por lo
tanto, que el casi unánime rechazo a la clonación no vaya seguido de un
rechazo semejante a estas técnicas, cuando la razón moral de fondo es
exactamente la misma. Expresó que hacía notar este punto, ya que, en sana
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

lógica, las soluciones jurídicas que se adopten para el caso de las técnicas de
reproducción asistida no pueden ser contradictorias con aquellas que se
adopten para el caso de la clonación.

Preguntándose por qué el rechazo a la manipulación


generativa de la clonación ha suscitado tanta unanimidad y no así el rechazo
de la manipulación generativa propia de la mayor parte de las técnicas de
reproducción asistida, estimó que se revela aquí un modo de razonamiento
moral muy corto de miras y propio de nuestra época. Se restringe lo
moralmente inadecuado a lo que se vislumbra como potencialmente dañino y,
por tanto temible; y como bueno todo aquello que satisface un deseo o
aspiración, sin importar mucho a qué precio. Se reduce así lo malo a lo temible
y lo bueno a lo deseable y todo esto, además, con un telón de fondo de
desinformación y con perspectivas de corto plazo.

Sostuvo que en el caso de la clonación la imaginación de la


opinión pública ha sido excitada de modo sensacionalista y falto de
fundamento científico. Agregó que la mayor parte de los temores suscitados en
la opinión pública en relación con la clonación son fantasiosos y que las
cuestiones verdaderamente de fondo, desde el punto de vista ético, no son
muy distintas que aquellas que se suscitan en el caso de la reproducción
asistida.

El doctor Jorge Allende, del Departamento de Biología


Celular y Genética de la Universidad de Chile, recalcó la importancia de debatir
estos temas y proponer una legislación que los regule. Agregó que como
investigador científico espera que la sociedad en general, y el Parlamento en
particular, se interesen por estas materias que obviamente trascienden los
marcos de la mera investigación científica.

Manifestó su creencia respecto a que la ciencia debe ser


guiada por la ética y reafirmó la importancia de crear conciencia en cuanto a
que la ciencia busca el conocimiento, aspecto que debe ser considerado por el
legislador a fin de no limitar innecesariamente dicha búsqueda.

El estudio de la genética humana, subrayó, es una de las


maneras más eficientes de conocer la naturaleza biológica del Hombre.

Expresó su preocupación porque en Chile no exista en este


momento real apoyo para los científicos en materias tales como el estudio del
genoma y de la genética humana, cuestiones de vital trascendencia. Luego, es
muy importante lo prescrito en el artículo 2º del proyecto, en cuanto a que la
investigación científica debe ser preocupación especial del Estado y de la
sociedad chilena, procurándose los medios necesarios para garantizarla.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Hizo presente la ausencia de una política de investigación


en salud, lo que resulta preocupante considerando que los países de cierto
desarrollo realizan ingentes esfuerzos para abordar con seriedad y eficiencia
esta materia.

Asimismo, calificó como fundamental el tema de la


información genética y su confidencialidad, cuestión que está abordándose por
diferentes legislaciones en el planeta.

Recordó, al efecto, que la medicina del próximo siglo será


de carácter predictivo, para lo cual deberá conocerse la composición genética
de las personas. Sobre este particular, agregó, se discute quién debe tener
acceso a dicha información e, incluso, algunos señalan que no es conveniente
que sea conocida por los afectados por las consecuencias sicológicas que
conlleva.

Finalmente, manifestó su discrepancia frente a algunas


definiciones que se incorporan ya que, a su juicio, son ambiguas e incluyen
una serie de procedimientos que se están llevando adelante en la actualidad y
que quedarían inconvenientemente comprendidos en la citada norma.

Estimó el doctor Allende que por clonamiento humano


debe entenderse aquella técnica de reproducción basada en la introducción de
genomas de células somáticas a óvulos, para producir embriones humanos o
individuos en forma asexuada.

A su turno, y representando a la misma entidad anterior,


el doctor Carlos Valenzuela señaló, en cuanto a la acepción de las palabras
“ciencia” y “científico” incorporadas en la iniciativa, que las mismas tienen
connotaciones valóricas que oscurecen su uso. La ciencia, agregó, es una
actividad humana, un oficio normado que pretende conocer, explicar,
entender, comprender, intelectual y objetivamente el universo o naturaleza.
Siendo posible afirmar que la ciencia es entender objetivablemente el suceder,
sin que de ello se deduzca la moralidad ni la ética de su aplicación; siendo la
única ética o ideología propia de la ciencia el valor del conocimiento, que se
traduce en que más vale conocer que ignorar, explicar que dejar sin
explicación.

En el caso de los seres vivos, y particularmente del


hombre, la ciencia biológica tiene irreductiblemente un conflicto que surge de
su mismo quehacer; por una parte, respetarlos y, por otra, conocerlos, para lo
cual tiene necesariamente que intervenirlos.

El equilibrio ha sido preocupación de muchos estudios y


convenciones éticas sobre la experimentación en animales y en el ser humano.
Este, afirmó, es el único punto conflictivo entre la ética y la ciencia biológica,
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

en el cual puede exigirse prudencia al científico y del cual es responsable ética


y legalmente.

Agregó que no tienen razón las autoridades religiosas y


civiles cuando piden prudencia, cautela y suspensión de investigaciones
científicas en otras circunstancias. Subyace allí una confusión entre el producto
de la ciencia y la aplicación del conocimiento de ese producto. Esta aplicación,
continuó, viene de otra escala valórica o ideológica. Es la que tiene el técnico,
1político, empresario, médico u otro ser humano que quiere hacer uso de ese
producto.

Subrayó que esta distinción es muy importante, porque la


responsabilidad ética o legal del uso del producto científico debe asignarse al
usuario y no a su creador, cuya responsabilidad radica en la forma en que
obtuvo ese producto.

Desafortunadamente, añadió, aún entre algunos filósofos


de la ciencia hay quienes transmiten la idea de que ella ni siquiera es
confiable, que no vale la pena, porque puede conducir a errores, que el oficio
de científico no existe, que no hay método científico, que hay que jubilar a la
razón. La dura realidad, la llegada del hombre a la luna, el genoma humano, la
certeza en la identificación genética de seres vivos, los avances de la medicina
molecular refutan, a su juicio definitivamente, dicha posición. Es obvio, agregó,
que no estaríamos en este dilema ético y legal si no hubiera habido avance
científico o tecnológico.

Afirmó, por otra parte, que la definición de clonación


contenida en la iniciativa en informe es vaga y no permite legislar coherente y
precisamente, ya que la clonación nunca produce individuos idénticos por lo
que una ley basada en este supuesto erróneo será vacía. Debe especificarse,
agregó, qué tipo de clonación es la sujeta a la ley, siendo altamente
aconsejable que la ley se limite a aquella realizada mediante implante de
núcleo de célula adulta en huevo u ovocito activado previamente enucleado y a
su posterior instalación en un útero preparado para la anidación.

Hay diferencias, afirmó, entre ética y legislación. La


primera debe ponerse en toda situación para ser consistente y coherente, así
por ejemplo, se alteraría la regla que prohibe la clonación si la humanidad se
ha reducido a unas pocas familias, por ejemplo, a consecuencia de una guerra,
y no pueden reproducirse sexuadamente.

Manifestó, luego, que hay varios artículos donde se


contrapone el interés de la sociedad al de los individuos. Desde un punto de
vista de una ética científica, agregó, tal contraposición conduce a
contradicciones insuperables en el plano legal y ético.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Al referirse a la prohibición de alterar el genoma germinal,


explicó que no se toma en cuenta que ya se ha alterado el genoma poblacional
con la medicina y más aún se alterará con la terapia génica de células
somáticas. Por ejemplo, indicó, los portadores de hemofilia no dejaban
descendientes antes de la terapia médica. Con la terapia llegaron a la edad
reproductiva y se casan y han empezado a tener hijos. Todas sus hijas serán
portadoras de la enfermedad y la mitad de sus nietos varones serán enfermos.

Esta, agregó, es la antítesis de la medicina preventiva y,


en general, de la medicina, pues trata a la persona pero se garantiza la
enfermedad a los descendientes. Esto sucede con casi todas las enfermedades
genéticas en las que los portadores no lograban reproducirse.

La única medicina verdaderamente preventiva, afirmó, es


la terapia génica de células germinales junto con la de células somáticas del
portador de una enfermedad genética. Sin embargo, la técnica actual de
terapia génica, que se basa en la inserción de un segmento de ADN en
cualquier parte del genoma del enfermo, es muy peligrosa, pero no lo es la
cirugía nucleotídica que cambia sólo el o los nucleótidos alterados. Cuando
tengamos esta última tecnología, aseguró, la terapia génica de células
germinales será un imperativo ético.

Como esto es válido para todas esas enfermedades se


espera que sin terapia génica de células germinales aquéllas aumenten
indefinidamente en la población hasta que todos los individuos tengan una o
más de ellas. Es evidente, añadió, que este panorama no puede ser el que
deseen los legisladores para un país.

En otro orden de cosas, expresó que la unión híbrida de


gametos humanos con los de animales se ha realizado y se realiza en muchas
universidades de Chile y del mundo. Su prohibición podría destruir muchas
líneas de trabajo. Se preguntó si es exactamente esto lo que se quiere. Los
gametos humanos son células humanas, pero no seres humanos.

¿Se prohibiría, también, toda fusión de células humanas


con células de animales? Esto, afirmó, destruiría aún muchas más líneas de
investigación muy productivas en inmunología, investigación en cáncer y otros
temas.

Por otro lado, señaló que hace falta en los planteamientos


una declaración positiva sobre la propiedad de la información que se obtiene
de una persona. Si se concuerda que el único propietario y, por lo tanto, dueño
de autorizar su uso es la persona de quién procede la información se
ahorrarían muchos artículos de la iniciativa en análisis.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 35 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Hizo presente además su preocupación por la ética general


y el consentimiento informado; por el derecho del ser humano a la forma de
ser engendrado y a su dotación genética.

Se preguntó asimismo respecto a la legitimidad de que


padres infértiles decidan la forma de engendrar a un hijo, así como a que éstos
decidan alguna característica del hijo por nacer; siendo, a su juicio, un
problema más general que aquel que se plantea en la iniciativa en análisis.

Finalmente, en cuanto a la Comisión Nacional de Bioética,


señaló que no puede formar parte del aparato gubernamental, porque el
gobierno es el aparato ideológico del Estado, y que debiera conformarse un
organismo dotado del mayor pluralismo posible a fin de cumplir a cabalidad
con sus objetivos.

Por su parte, el Director del Programa Regional de Bioética


para América Latina y el Caribe de la O.P.S., doctor Julio Montt, manifestó
que se referiría a algunos aspectos generales de lo que significan todos estos
descubrimientos científicos y tecnológicos que dan lugar a nuevos conflictos
éticos en la sociedad.

En primer término celebró, desde el punto de vista de la


bioética, que la clonación de una oveja haya causado tanta expectación y se
haya generado tan interesante debate. Ahora bien, agregó, como todas las
cosas en la ciencia se sabe dónde comienzan pero no dónde terminan y, por
eso, los límites a la ciencia deben ser establecidos por la ética para defender
los derechos del ser humano.

Recordó que hay una serie de conflictos éticos que se


están produciendo en la actualidad por el avance científico, que merecen
mucha atención, por ejemplo, la fertilización asistida y el tema del genoma
humano, entre otros.

Agregó que lo realmente necesario en Latinoamérica, y en


Chile en particular, es una legislación relativa a la investigación en seres
humanos, ya que no existen normas que regulen esta materia. No obstante,
informó que México cuenta con alguna normativa; Brasil tiene una ley bastante
completa al respecto que se revisa periódicamente y Cuba también cuenta con
normas sobre el particular.

Señaló que hay preceptos que se han dictado en el seno


del Consejo de Europa sobre bioética en general, referidos especialmente a la
protección de la dignidad de los seres humanos ante la investigación científica.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Hizo presente que en Chile no se regula la investigación en


seres humanos, ni siquiera las investigaciones clínicas sobre medicamentos,
siendo imprescindible legislar y regular la materia.

Señaló que en general se rechaza en el mundo el


procedimiento de la clonación de seres humanos y esto es más urgente de
legislar, ya que lo relativo a la reglamentación de la investigación científica en
seres humanos requerirá de un proceso más largo. Agregó que también resulta
necesario abordar el tema de la investigación del genoma humano.

En cuanto a la propuesta de crear una Comisión Nacional


de Bioética, señaló que los hechos demuestran que dejan de funcionar con los
cambios de gobierno, ya que muchas surgen a su amparo. Agregó que, en
general, la experiencia ha sido mala, por lo que debe reflexionarse a su
respecto, teniendo presente que será necesario contar con esta instancia, al
menos, en relación con el tema de la investigación en seres humanos.

Ahora bien, piensa que debiera partirse por crear una


instancia de debate a nivel Parlamentario, en el que esté representada toda la
sociedad.

Acto seguido, don Roberto Mancini, consultor de la


O.P.S., sostuvo que cuando en los hospitales se forman Comités de Etica, éstos
tienen un carácter voluntario. Pero cuando conocen de materias de
investigación debieran ser obligatorios.

Estima que es preferible legislar por ahora sobre el tema


de la clonación, y más adelante hacerlo sobre la investigación en seres
humanos.

A su turno, el representante de la Universidad de


Concepción, profesor señor Faruk Alay entregó algunas observaciones al
proyecto y expresó que es muy importante legislar respecto de estas materias.
Estimó, al mismo tiempo, que este esfuerzo por regular dichos asuntos debe
continuar en el seno de una Comisión de Bioética de carácter nacional.

La legislación propuesta, agregó, apunta en el sentido de


resguardar la dignidad del ser humano y su libertad. Llamó su atención el que
las comunidades vulnerables sean objeto de normas distintas a las propuestas
para el resto de los seres humanos, en circunstancias que debieran ceñirse a
las mismas.

Por último, señaló que si se va a definir clonación debiera


entenderse por tal la implantación de un núcleo de célula somática en una
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

célula huevo a la que se le ha extraído previamente el núcleo y sin que estén


las características de la reproducción sexuada.

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Al reanudar la Comisión el análisis de este proyecto en el


actual período legislativo, recibió en audiencia a otros expertos, quienes
ilustraron los debates mediante los aportes que se colacionan resumidamente
enseguida.

El profesor Gonzalo Figueroa dividió su exposición en


cuatro puntos.

I).- En primer término se refirió a la experimentación e


investigación científica en seres humanos, a la que aluden diversos artículos
del proyecto en informe. Sobre el particular señaló que las ideas centrales son
las siguientes:

1.- La investigación científica en seres humanos es una


actividad lícita que pasa a ser reglamentada. En este punto hizo hincapié en la
conveniencia de consagrar en el proyecto la legitimidad de este tipo de
investigación.

2.- En cuanto actividad licita y deseable –incentivada


como tal por la mayoría de los países desarrollados, mediante políticas de
fomento y desarrollo- señaló que debe constituir preocupación especial del
Estado, como lo señala el proyecto en informe.

3.- La existencia de límites a la investigación científica en


seres humanos.

Abundando en este punto precisó que en primer lugar está


el respeto a los derechos humanos, lo que se recoge en los primeros artículos.
No obstante, agregó que las normas propuestas carecen de fuerza, confunden
género con especie y omiten derechos humanos fundamentales, tales como el
derecho a la vida, a la integridad moral u honra, o incluso el derecho a la
salud, todos los cuales conforman barreras a cualquier investigación sobre
humanos.

Al respecto propuso redactar con mayor énfasis un


artículo, a continuación de aquél que declara lícita la investigación en
humanos, que señale que cualquier investigación científica sobre seres
humanos tiene como límite infranqueable e insoslayable el respeto por todos
los derechos humanos constitucionalmente protegidos.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

A continuación, como segunda limitación, indicó la


exigencia de contar con el consentimiento libre e informado de personas
capaces. Sobre el punto propuso incorporar un mecanismo que permita
asegurarse de la verdadera libertad del consentimiento que se presta, como
por ejemplo una declaración del Director del Hospital o institución en que el
experimento tendrá lugar, en la cual deje constancia de haberse cerciorado
personalmente de que la voluntad se ha expresado en forma efectivamente
libre.

En lo referente al consentimiento informado, precisó que el


alcance de esta información debe comprender tanto al sujeto de la
investigación como a quien la ejecutará. En cuanto a este último, señaló que
es indispensable que conozca y pueda aquilatar los riesgos implícitos en el
experimento, debiendo dejarse constancia de ello en una declaración o acta
extendida por el científico o jefe del equipo investigador. Respecto del sujeto
de la investigación, indicó que éste deberá recibir información clara relacionada
con los riesgos que va a correr, expresada al nivel de su comprensión.

Consecuencialmente y a fin de respetar el consentimiento


libre e informado en los términos señalados, sugirió la conveniencia de
modificar los artículos pertinentes del proyecto utilizando como parámetro útil
el artículo 6º de la ley Nº 19.451, sobre Trasplante de Organos, que salva el
punto relativo a consentimiento informado mediante la suscripción de un acta
ante el Director del Hospital o establecimiento; además de las normas que
sobre la materia contemplan el Código de Nüremberg de 1947 y la Declaración
de Helsinki de 1964.

A continuación, aludió al caso especial de los incapaces:


menores de edad y dementes, respecto de los cuales el proyecto dispone que,
conforme a las reglas generales, el consentimiento libre e informado deberá
ser prestado por un representante debidamente autorizado.

Sobre el particular señaló su discrepancia considerando


que se adopta un criterio distinto al consagrado en la antes citada ley Nº
19.451, la que no admite trasplantes de ninguna especie respecto de
incapaces, y conocido es el aforismo que señala que donde existe la misma
razón debe existir la misma disposición. La política del proyecto en la materia
es más liberal que aquella que el legislador ha mantenido respecto de los
incapaces aún en materias menos sensibles que la integridad personal, tales
como el ámbito patrimonial en el cual, por ejemplo, los padres no pueden
enajenar ni hipotecar en caso alguno los bienes raíces del hijo, sin autorización
de juez con conocimiento de causa; como tampoco donarlos ni darlos en
arrendamiento por largo tiempo, sin cumplir previamente estrictos requisitos.

A modo de solución sugirió que la ley establezca una


autorización especial, prestada a solicitud del representante legal del incapaz,
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

por algún Comité o Comisión de Bioética Autónomo, para que puedan llevarse
a cabo investigaciones o experimentos sobre un incapaz.

Concluyó su análisis de la primera parte de su exposición


haciendo presente la ambigüedad que revisten ciertas expresiones incluidas en
el proyecto, tales como “comunidades consideradas vulnerables”, “algún
documento”, “adecuada”, “examen independiente” e “instancia competente”.

II).- En la segunda parte de su intervención el profesor


Figueroa abordó el tema del genoma humano, al que se refieren diversos
artículos del proyecto en informe, señalando como ideas centrales las
siguientes:

1.- La intervención legítima en el genoma humano es sólo


aquella que afecta células somáticas y no células germinales.

2.- El objetivo de la intervención deberá ser preventivo,


terapéutico o de diagnóstico. Tratándose de análisis predictivos de
enfermedades genéticas, señaló que éstos sólo pueden ser motivados por
razones de salud o de investigación científica, conforme lo señala el proyecto
en informe.

3.- Se prohibe toda forma de discriminación de personas


por su patrimonio genético.

4.- Prohibición de escoger el sexo de un niño, mediante las


técnicas de reproducción asistida

Hizo presente que esta materia no se cuenta entre los


principios consagrados en derecho comparado, lo que atribuyó a que la
elección del sexo del ser humano por nacer no sería éticamente reprochable,
en cuanto no constituya un atentado contra la vida, los derechos
fundamentales o la dignidad del ser humano. En atención a las consideraciones
anteriores y a la igual dignidad entre hombres y mujeres, recomendó el
rechazó del artículo.

Finalizó la segunda etapa de su exposición señalando que


al legislar sobre cualquiera intervención en el genoma de un individuo debería
tenerse en consideración lo dispuesto por la Declaración Universal sobre
Genoma Humano y los Derechos Humanos aprobada por la Conferencia
General de la UNESCO el 11 de noviembre de 1997, en la cual se señalan
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

condiciones de admisibilidad de intervenciones sobre el genoma, muy similares


a las propias de la investigación y experimentación sobre humanos, a saber:

- El respeto por los derechos humanos constituye el límite


infranqueable, más allá del cual no pueden extenderse la investigación
científica ni la experimentación genética (artículos 6º, 9º, 10, 11, 12, 15, 19 y
25 de la Declaración).

- Cualquier intervención en el genoma humano requiere


del consentimiento previo, libre e informado de la persona interesada, con una
fuerte protección en el caso de personas incapaces (artículo 5º de la
Declaración).

- Los datos genéticos asociados con una persona


identificable son confidenciales (artículo 7º de la Declaración). En este punto
hizo presente que el principio aludido no está recogido por el proyecto
inicialmente sometido a la consideración de la Comisión.

- Todos los daños provocados en una persona con motivo


de alguna intervención en su genoma son indemnizables (artículo 8º de la
Declaración).

III).- En tercer lugar se refirió a la clonación, regulada en


el proyecto.

En primer término hizo presente la necesidad de


perfeccionar la definición de clonación que se propone, sugiriendo recoger las
propuestas formuladas oportunamente por el doctor Carlos Valenzuela y por
don Faruk Alay.

A continuación efectuó una distinción entre la clonación de


seres humanos y en seres humanos. Señaló que la primera, que supone la
clonación de un individuo, es rechazada por la antes citada Declaración de
UNESCO, en su artículo 11, norma que coincide con los artículos pertinentes
del proyecto. Por otra parte, calificó la clonación en seres humanos -que
implica la posibilidad de clonar órganos específicos-, como legítima, ética y
conveniente, pronunciándose en tal sentido porque una persona puede salvar
su vida o su salud al recibir un clon del órgano deteriorado.
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IV).- Finalmente, se refirió a la Creación de una Comisión


Nacional de Bioética, incorporada en el proyecto, manifestando su
complacencia por esta idea.

No obstante, hizo presente que las facultades que se le


confieren debían ampliarse, extendiéndolas al actuar como órgano consejero
de los poderes del Estado, órganos de la administración pública y demás
instituciones relacionadas, en materias éticas. Precisó que los consejos
emanados de la Comisión carecerían de poder vinculante, sustentándose
únicamente en la autoridad de sus miembros. Por último, respecto a su
integración sugirió eliminar al representante del Colegio Médico y el del
Programa Regional de Bioética de la OPS.

El Profesor Ricardo Cruz-Coke expresó que después de


dos años del acontecimiento que significó la clonación de un mamífero, en
febrero de 1997, ya es posible aclarar mejor el estado de situación de nuestros
conocimientos científicos y éticos en esta nueva revolución tecnológica. En
efecto, ya es posible definir más específicamente el significado de la clonación
y permitir una clasificación de los nuevos términos científicos.

Clásicamente se definía el vocablo “clon” (del griego Klon,


retoño o tallo), como una estirpe celular o serie de individuos pluricelulares
nacidos de un solo proveedor de ADN y, por lo tanto, homogéneos en su
estructura genética y genotípica. Por tanto, el clon es un producto de una
reproducción asexuada mediante mitosis, proceso conservador opuesto a la
meiosis, lo que impide la diferenciación, diversidad o evolución biológica de las
especies superiores.

Las técnicas de clonación se practican en forma


experimental en bacterias, protozoos y plantas desde hace décadas. Las
nuevas técnicas de recombinación molecular genética permiten la clonación de
genes humanos y la hibridación con genes de animales, usados para el
diagnóstico y tratamiento de las enfermedades. Pero la clonación reproductiva
en mamíferos lograda abre la puerta para efectuar una clonación reproductiva
en seres humanos.

Ante esta revolución tecnológica se levantaron las


siguientes reservas y críticas:

1.- La práctica de la clonación reproductiva convierte al ser humano en un


objeto de fabricación, cuyo cuerpo y componentes pueden ser materia de fácil
comercialización.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

2.- Se pueden producir series de individuos con características genéticas


predeterminadas para cierto tipo de labores, lo que implicaría el empleo
utilitario de seres humanos, permitiendo así la esclavitud, el racismo y la
eugenesia.

3.- La clonación reproductiva reemplaza a la reproducción sexuada en la


especie humana, eliminando la variabilidad y diversidad genéticas originadas
por el mecanismo probabilístico del sexo, que hacen que cada ser humano sea
único en la historia de la especie y son la base de su dignidad.

4.- Las técnicas de clonación reproductiva eliminan intencionalmente las


células embrionarias en los blastocitos usando al ser humano como un objeto
desechable.

5.- La clonación reproductiva propone intencionalmente la repetición de un ser


idéntico suprimiendo la singularidad y la unicidad de cada individuo que da a
cada vida humana un valor intrínseco.

6.- Ninguna motivación puede justificar que se seleccione al ser humano por
nacer en función de objetivos previos, pues elimina la naturaleza misma de la
libertad y dignidad humanas.

Como consecuencia de estas críticas demoledoras, durante


los meses de abril a mayo de 1997, toda la comunidad internacional reaccionó
unánimemente reprobando la posibilidad de efectuar clonación reproductiva en
seres humanos. En Chile fue cuestionada por las Comisiones de Etica del país:
Universidades, colegios médicos, Iglesias, etc. A nivel internacional, la
clonación fue condenada por la UNESCO, la OMS, el Consejo de Europa y las
organizaciones científicas internacionales. El 11 de noviembre de 1997, la
Declaración del Genoma Humano y los Derechos Humanos de UNESCO,
proscribió la clonación con fines de reproducción de seres humanos,
considerada una práctica contraria a la dignidad humana.
Todas
estas condenas unánimes dejaron, sin embargo, la puerta abierta para estudiar
los procedimientos de clonación terapéutica no reproductiva. Es por esto que
en estos dos últimos años se han planteado diversas posibilidades de usar el
método de clonación mediante transferencia nuclear en óvulos enucleados,
para propósitos terapéuticos y de trasplante.

Actualmente se están efectuando experimentos en ratones


y ovejas para usar células troncales embrionarias (Embrionic stem cell)
originadas de un blastocito o de una célula primordial germinal, para
desarrollar células diferenciadas que permitan fabricar substancias
medicamentosas u órganos para trasplante. Las limitaciones técnicas de estos
proyectos son aún muy grandes para ser aplicados en seres humanos. Algunas
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

técnicas de transferencia nuclear se están usando en reproducción asistida. Se


discuten las limitaciones éticas.

En el estado actual de nuestros conocimientos científicos


está claro que la clonación reproductora puede ser prohibida por ley, sin duda
alguna. La clonación terapéutica debe ser controlada mediante procedimientos
que están en estudio en Estados Unidos y en Europa.

Considerando estos antecedentes, recomendó prohibir


explícitamente la clonación reproductora de seres humanos.

A continuación, el doctor Rafael Vicuña, inició su análisis


ante vuestra Comisión refiriéndose al enorme avance que para la ciencia ha
significado la ingeniería genética y a sus múltiples aplicaciones en diversos
campos tales como la salud, la agricultura y la industria.

Sobre el particular hizo presente que estas diversas


aplicaciones a menudo han hecho necesario definir nuevos conceptos o
redefinir, frente al nuevo escenario, los ya existentes. Así por ejemplo, agregó,
el desarrollo de técnicas de fertilización in vitro hizo necesario determinar
quienes tendrían la calidad de padres del nuevo ser humano, considerando que
en su gestación han participado varias personas, entre los cuales se pueden
señalar quienes hagan donación de gametos, la pareja interesada y la mujer
en cuyo útero se verifique el desarrollo del embrión.

Asimismo, manifestó su preocupación frente a nuevas


tecnologías tales como la manipulación de embriones humanos, la eventual
clonación o la aplicación de transgenismo en seres humanos, los que, a su
juicio, atentan contra la individualidad y la dignidad de las personas.

En el citado contexto, agregó, se hace necesario


considerar el impacto de las nuevas tecnologías en el ámbito de la bioética y
regular su aplicación, cómo ha venido ocurriendo en el mundo desarrollado.

A continuación, abordó el análisis general del proyecto


sometido a la consideración de vuestra Comisión, señalando que el mismo
versa sobre tres aspectos, a saber: la investigación en seres humanos;
manipulación de células y genes e información genética y, finalmente, la
creación de una Comisión Nacional de Bioética. Estimó inconveniente reunir en
un único proyecto de ley tres temas como los señalados que, aun cuando están
relacionados, son de tan diverso alcance.

En lo relativo a investigación en seres humanos planteó


que su regulación mediante normas de rango legal debería establecer
sanciones penales o administrativas, las que no se contemplan por el proyecto.
Como vía alternativa propuso aplicar las normas bioéticas universalmente
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reconocidas, tales como las consignadas por el Código de Nüremberg o la


Declaración de Helsinki.

Señalando otras posibilidades se refirió a las experiencias


de países desarrollados, precisando que en los Estados Unidos -a fin de contar
con criterios que garanticen la situación del sujeto de investigación- fue creada
la Office for Protection from Research Risks que supervisa la investigación con
humanos financiada con fondos federales y exige a cada institución contar con
una Institutional Review Board, que le informa sobre las investigaciones en
curso con una periodicidad determinada. En cuanto a la investigación realizada
con fondos privados la entidad a cargo de la supervisión es la Food and Drug
Administration. En ambos casos estas agencias estatales deberán supervisar
que la investigación se desarrolle conforme a las normas que sobre tal
respecto haya establecido el Ministerio de Salud.

En cuanto a la creación de una Comisión Nacional de


Bioética, estimó positiva la iniciativa, sin embargo hizo presente que para
conformarla no es necesario dictar una ley. Asimismo, agregó que si se opta
por su creación sería lógico encomendarle la elaboración de la regulación
referida a la investigación con seres humanos, lo que sería un argumento
adicional en sustento de su proposición de tratar los temas abordados por el
proyecto separadamente.

A continuación, efectuó diversos comentarios específicos al


proyecto de ley en informe:

- Consideró conveniente la incorporación de una norma,


propuesta en el ámbito de vuestra Comisión, que impide que alguien pueda
atribuirse la propiedad del genoma. Sin embargo precisó que dicho
impedimento debería extenderse también a parcialidades del mismo, para
evitar situaciones como el requerimiento de patentes de genes a pretexto que
se proponen aplicaciones específicas de éstos, tales como los test genéticos.

- Hizo presente la necesidad de precisar algunos conceptos


tales como “intervención con fines preventivos” o “intervención con fines
diagnósticos”.

- Celebró la prohibición de aplicar el transgenismo en


seres humanos -el que aún debe superar algunas barreras técnicas para
asegurar su aplicación viable-, por estimar como éticamente reprobable la
modificación irreversible del patrimonio genético de una nueva persona.

- En lo relativo a la prohibición de aplicar técnicas de


fecundación asistida para determinar el sexo del niño por nacer, manifestó su
acuerdo con el artículo que la contempla; no obstante, hizo presente que las
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mismas objeciones éticas que fundamentan esta prohibición deberían sustentar


otra análoga respecto de la fecundación in vitro.

- Estimó adecuada la norma que prohibe la clonación en


seres humanos, sin embargo, objetó la definición de clonación que se incluye
en el proyecto por estimarla ininteligible, proponiendo la siguiente:
“Generación de copias de individuos con material genético nuclear idéntico, ya
sea mediante la fragmentación artificial de un embrión o la fusión de células no
germinales con un óvulo carente de núcleo.”.

- Manifestó la conveniencia de señalar que la clonación se


prohibe en todo caso, aún con fines terapéuticos. Lo anterior debido a que se
ha descubierto que se pueden cultivar células embrionarias y diferenciarlas en
distintos tipos de tejidos, lo que permite el implante de los mismos y reducir
los casos de rechazo inmunológico al clonar tejidos del propio paciente que
requiere el injerto.

- En cuanto a que los análisis predictivos de enfermedades


genéticas sólo podrán hacerse por motivos de salud o investigación científica,
hizo presente que cada persona tiene el legítimo derecho de realizarse
exámenes genéticos cuando lo estime conveniente, debiendo cautelarse el
anonimato de la información genética. Asimismo, respecto de la exigencia de
contar con asesoría genética planteó que requerirla en forma previa resulta
paternalista y además implica exigir una pericia que prácticamente no existe
en nuestro país.

Finalizó su exposición señalando que existen diversas


materias relacionadas con el proyecto, sobre las cuales a su juicio resulta
necesario legislar a la mayor brevedad: el diagnóstico preimplantacional, que
se practica extrayendo una célula de un embrión generado in vitro, antes de
transferirlo al útero receptor y con el fin de desecharlo si existe alguna
mutación no deseada; el cultivo in vitro de células embrionales humanas y que
implica la clonación de individuos a fin de obtener embriones como fuente de
tejidos y, por último, la terapia génica.

El representante del Ministerio de Salud, doctor Rodrigo


Salinas, hizo presente que en relación con el proyecto en debate hay que
considerar dos hechos.

El primero de ellos es que este tipo de legislación puede


diferenciarnos de países menos desarrollados que el nuestro, acercándonos al
nivel de los países desarrollados, en los que existe interés por legislar a favor
de las personas. Una muestra de respeto a las personas, explicó, está
constituida por la preocupación respecto de la investigación científica en seres
humanos.
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El origen de esta preocupación se remonta a los hechos


conocidos a la caída del gobierno nacional socialista alemán, específicamente a
la experimentación en seres humanos que fue juzgada en el Tribunal de
Nüremberg. De allí surgió en el mundo entero el impulso por legislar, que en
todos los países desarrollados se ha concretado en una normativa bastante
acabada sobre la materia; lo cual, por un lado, hace urgente actuar y, por otro
lado, lo hace más fácil, ya que existen antecedentes del extenso y profundo
trabajo que allí se ha hecho sobre el tema.

Destacó que el Ejecutivo agradece el espacio de tiempo que


se está dando la Comisión, porque los temas envueltos requieren de una
reflexión seria e ilustrada. Lo mismo se está haciendo en este momento al
interior del Ministerio, para lo cual se ha convocado a una comisión de expertos
en la materia, los que prestarán su asesoría permitiendo efectuar un aporte
completo y documentado.

Puso de relieve que el proyecto en análisis abarca


prácticamente todos los puntos sobre los que se debiera legislar, tales como la
clonación, la investigación en seres humanos, la terapia génica, etc.

Llamó la atención sobre la participación en tratamientos


experimentales, porque allí es preciso hacer una distinción que aunque sutil es
importante, afirmando que se puede diferenciar los tratamientos
experimentales y los tratamientos en un contexto experimental.

Tratamientos experimentales hay muchos y a diario el


Ministerio de Salud recibe peticiones de ayuda para gente que busca solución
en otros países para problemas que son muy serios. Hizo notar que por
razones económicas no se puede auspiciar a todas las personas que quieren
participar de tales tratamientos experimentales, aludiendo específicamente a
muchos que se ofrecen en Cuba. Asimismo, aseveró, hay que tener presente
que cuando se ofrece uno de estos tratamientos existe tanto la posibilidad de
beneficiarse con él cuanto la de soportar un perjuicio ocasionado por el mismo,
razón por la cual el Ministerio, para asegurar la entrega de un tratamiento
éticamente aceptable, debe tener una visión cabal de la relación entre
beneficio y perjuicio que se da en cada caso.

Otra cosa es el tratamiento que se entrega en un contexto


experimental, esto es, el que forma parte de un diseño en el cual
aleatoriamente se distribuye el tratamiento y un placebo, o bien el que se
imparte a un grupo de control, que después permite estructurar el
conocimiento médico respecto de la relación entre beneficio y perjuicio.

Se refirió en seguida a otro tema que a su juicio es muy


importante para la Comisión de Salud, cual es el de la necesidad de crear una
agenda nacional de investigación en salud.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 47 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

En la actualidad la investigación en salud en Chile depende


exclusivamente del Ministerio de Educación, a través de CONICYT y de
FONDECYT, de manera que la investigación en salud está orientada hacia lo
que ha sido llamado en el extranjero “investigación por curiosidad”. Explicó
que en Inglaterra se realizó la distinción de dos tipos de investigación en salud,
la investigación por curiosidad y la investigación por necesidad.

La investigación por curiosidad es aquella en la cual el


científico se pregunta qué ocurriría si se hace una u otra cosa, y es
indudablemente una de las formas en que se desarrolla la ciencia.

Existe simultáneamente, expresó, un tipo de investigación


en salud que responde a las necesidades de la población. Ella está dirigida a
solucionar los problemas identificados de la comunidad o las dudas respecto a
los equilibrios entre beneficio y perjuicio en los tratamientos que se entregan.

Enfatizó que en el mundo en general se plantea que debe


existir un equilibrio entre los dos tipos de investigación, y que, si bien no se
puede coartar la investigación por curiosidad debe haber una proposición sobre
cómo hacer investigación por necesidad. El Ministerio de Salud ha encontrado
en CONICYT y en su Presidente don Eric Goles gran receptividad frente al
tema, pero sin duda se requerirá una importante participación del Poder
Legislativo en la materia.

En estos momentos, afirmó, al estar la investigación


encarrilada a través del Ministerio de Educación, resulta privilegiada la
investigación por curiosidad, que está a cargo de entidades académicas. El
Ministerio, por las limitaciones de su mandato legal, no tiene la potestad para
hacer investigación, aunque ella se realiza casi en su totalidad en
dependencias de los Servicios de Salud o en establecimientos del sistema
público; de modo que se requiere, a su juicio, una mirada global que engarce
la investigación en salud con el servicio a la gente.

Finalmente expresó que, si bien estima que no es


necesario por ahora legislar específicamente sobre lo anterior, en la materia
existen intereses legítimos contrapuestos que en algún momento
desembocarán en un conflicto.

-----

Los expositores entregaron minutas escritas de sus


intervenciones, que quedan depositadas en la Secretaría de la Comisión, a
disposición de los señores Senadores. Concluido el trámite legislativo esos
documentos serán confiados a la Oficina de Informaciones del Senado, para
permitir su consulta.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 48 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

----------

Vuestra Comisión, tras intercambiar opiniones respecto a


los objetivos generales del proyecto y a los planteamientos previamente
consignados, muchos de los cuales fueron compartidos por quienes
participaron en el debate, acordó dar su aprobación a la idea de legislar, con
los votos de los HH. Senadores señores Bombal, Ruiz-Esquide y Silva Cimma.

Todos los miembros estuvieron contestes en la necesidad


y oportunidad de establecer un marco normativo respecto de los temas
considerados en el proyecto, sin perjuicio de advertir que resta por incorporar
a la iniciativa algunas definiciones básicas y consignar también en ella las
conductas que el legislador sancionará como ilícitos penales. Entiende la
Comisión que estos puntos podrán y deberán acometerse en el trámite del
segundo informe.

----------

DISCUSION PARTICULAR

El proyecto de ley que os proponemos al final consta de 30


artículos, cuyo contenido, y alcance pasamos a describir, así como los acuerdos
adoptados a su respecto. Corresponde señalar a esta altura que el análisis
pormenorizado de los artículos del proyecto se basó en diversas propuestas de
textos e ideas aportadas por los numerosos científicos y académicos invitados
a participar en el estudio de esta iniciativa, así como en una indicación del H.
Senador señor Viera-Gallo que sistematiza las diferentes materia que el
proyecto abarca.

La posibilidad de incorporar al texto definiciones de


conceptos científicos que pertenecen al ámbito de disciplinas de data más bien
reciente, y por tanto sujetas a evolución y perfeccionamiento, levantó por ello
mismo algunas dudas. La mayoría, sin embargo, teniendo presente que en la
legislación comparada es frecuente encontrar un capítulo de definiciones, se
manifestó partidaria de incluirlas, sin perjuicio de esperar el segundo informe
para hacerlo, oportunidad en que podrán recogerse los aportes que brinden los
demás integrantes del Senado y la comunidad científica nacional, una vez
hecha la discusión general en la sala y difundido en la opinión pública el
contenido de la iniciativa.

Capítulo I. Disposiciones generales

Artículo 1º
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 49 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Indica las finalidades de la ley en preparación, cuales son


proteger la vida, la integridad física y síquica de las personas, su dignidad y su
identidad genética, frente a la investigación científica que emplee seres
humanos como sujeto de experimentación, y respecto de las aplicaciones y
procedimientos diagnósticos y terapéuticos que se desarrollen como fruto de
tales investigaciones, así como en lo tocante al ejercicio de la medicina.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 2º

Repite la mayor parte del artículo 1 de la Declaración de la


UNESCO. Dispone que el genoma humano es la base de la unidad fundamental
de todos los miembros de la familia humana y del reconocimiento de su
identidad, dignidad y diversidad.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

La Comisión discutió la posibilidad de incluir en relación


con esta norma una regla que especificara, como lo hace la Declaración de la
UNESCO, que el genoma humano es patrimonio común de la humanidad y, por
lo tanto, no es susceptible de dominio ni apropiación. En definitiva así lo hizo,
como explicaremos al tratar el Capítulo V, en el que se desarrollan las
regulaciones pertinentes.

Artículo 3º

Prohibe la eugenesia. Admite la modificación de


características genéticas humanas que incidan en la herencia sólo en los casos
y en la forma previstos por la ley.

De una lectura sistemática del texto que os proponemos


se desprende con claridad que los "casos" a que alude este precepto son
aquellos en que el presente cuerpo legal admite la terapia génica, Capítulo III,
y que la "forma" hace referencia a los procedimientos que el proyecto regula,
especialmente en los Capítulos II, III y VII.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 4º
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 50 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Prohibe toda forma de discriminación basada en el


patrimonio genético de las personas.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 5º

Exige que para hacer estudios e investigaciones a objeto


de determinar la identidad genética de una persona ésta preste su
consentimiento. También podrá ordenarlo el juez que conozca de un proceso
en que dicha identidad tenga relevancia, como es el caso de establecer un
vínculo de parentesco, un estado civil o la calidad de autor o víctima de un
delito.

La Comisión decidió hacer constar, en el ánimo de no dejar


margen a interpretaciones erradas, que en caso que esos estudios e
investigaciones sean ordenados por el juez, aunque pueda parecer obvio, no se
requiere el consentimiento del sujeto.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Capítulo II. De la investigación científica en seres humanos

Artículo 6º

Este primer artículo del capítulo II consagra el principio


general de que la libertad de investigar científicamente debe ceñirse al
ordenamiento constitucional, que asegura a todas las personas que
eventualmente pueden ser sujetos de esa experimentación el respeto a los
derechos y libertades básicos que la Ley Fundamental les reconoce.

Este sencillo paso es sin embargo un avance considerable,


puesto que actualmente la actividad investigadora no tiene un marco jurídico
explícito.

El constituye una salvaguardia de la integridad de la


especie humana y, al mismo tiempo, de la dignidad, la libertad, la integridad
física, síquica y moral y la inviolabilidad de las personas.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 7º
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 51 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Establece algunos criterios básicos para el ejercicio de la


investigación científica que afecte a personas.

Primeramente, debe tratarse de una investigación que


suponga algún modo de intervención física o síquica en el sujeto, porque las
regulaciones de este cuerpo legal no son aplicables a todas las actividades
científicas que tienen relación con seres humanos. Por ejemplo, nada tienen
que ver con indagaciones históricas, demográficas o culturales, en las cuales la
acción sobre los sujetos estudiados a lo más alcanzará a recolectar datos
significativos, cuando no existan otras fuentes o sea necesario verificar datos.

Enseguida, se dispone que la investigación científica en


seres humanos no sólo deberá ajustarse a la preceptiva de este proyecto, sino
también a otras normas que resulten aplicables según el caso. Se puede citar
por vía de ejemplo las disposiciones del Código Sanitario sobre enfermedades
transmisibles de declaración obligatoria (artículos 20 y siguientes), sobre
estadísticas sanitarias (artículos 47 y siguientes), sobre ejercicio de la medicina
y profesiones afines (artículos 112 y siguientes), sobre laboratorios, farmacias
y otros establecimientos (artículos 121 y siguientes); la ley Nº 19.451, sobre
trasplante y donación de órganos; el D.L. Nº 2.763, de 1979, en lo que se
refiere al Instituto de Salud Pública, etc.

Luego este artículo incluye un requisito esencial de este


tipo de investigaciones científicas, cual es el consentimiento libre e informado
del sujeto de experimentación, anuencia que debe ser otorgada por escrito,
con las formalidades que la norma consigna, y es esencialmente revocable, sin
traba de ninguna especie. El sujeto queda eximido de cualquier responsabilidad
por los efectos que origine la revocación.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 8º

Señala que los establecimientos que lleven a cabo


proyectos de investigación en seres humanos deberán acreditarse ante las
Comisiones de Bioética que menciona el proyecto, conforme al procedimiento
que ellas mismas fijen.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 9º
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 52 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Establece como requisito para desarrollar un proyecto de


investigación científica en seres humanos, la aprobación, necesariamente
previa, de la Comisión Nacional o regional de Bioética que corresponda.

Pero el artículo también consagra los criterios que la


Comisión deberá ponderar para otorgar o denegar la autorización. Ellos son: la
evaluación de los objetivos de la investigación, que deben ajustarse al
ordenamiento jurídico que instituye el proyecto y a los demás del mismo
carácter, o de índole ética, que establezcan la propia Comisión Nacional o las
comisiones Regionales; la evaluación de procedimientos alternativos
disponibles, de eficacia comparable en cuanto a obtener los resultados
perseguidos por el proyecto de investigación, de modo de brindar el mayor
grado de certidumbre posible de que los medios a utilizar sean técnica y
éticamente aceptables; la proporcionalidad entre los riesgos a que se expondrá
el sujeto y los beneficios esperados, y las obligaciones derivadas tanto de la
dignidad personal del sujeto cuanto de la diversidad social, considerada ésta
como un bien cuya preservación resulta imperativa.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 10

Enuncia un catálogo de deberes que se imponen al


investigador que desarrolle proyectos de aquellos que quedan afectos a las
normas de este proyecto.

El primero de ellos es proporcionar al sujeto de


experimentación, en un lenguaje que resulte comprensible para él en vista de
su nivel educacional y acervo cultural, toda la información necesaria para
otorgar un asentimiento informado. Esta información debe incluir el derecho
del sujeto a negarse a participar en la investigación y a abandonarla en
cualquier estado de la misma, sin consecuencias gravosas para él, sean éstas
responsabilidades civiles, sanciones o pérdida de beneficios.

Se debe ofrecer al sujeto la más amplia oportunidad de


hacer preguntas sobre el proyecto y sus consecuencias e instarlo a formular las
interrogantes que le parezcan pertinentes.

Deberá el investigador cuidar que resulte imposible el


engaño, una influencia indebida o una intimidación que muevan al sujeto a
otorgar su acuerdo para participar en la investigación.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 53 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Sólo es procedente recabar del sujeto su consentimiento


por escrito, con las formalidades consignadas en el artículo 7º del proyecto de
ley, una vez que el investigador se haya cerciorado de que aquél conoce y
entiende cabalmente los siguientes aspectos: la naturaleza de la investigación,
los procedimientos que se emplearán, la duración aproximada del experimento,
los riesgos e incomodidades asociados al mismo, sus beneficios potenciales y la
existencia y características de procedimientos o tratamientos alternativos que
también podrían ser beneficiosos.

Finalmente, se dispone que el consentimiento informado


debe renovarse cada vez que las condiciones o los procedimientos de la
investigación sufran modificaciones que las Comisiones Nacional o Regional de
Bioética, según corresponda, califiquen de importantes.

El H. Senador señor Ríos consideró que el contenido de


esta norma es más propio de un reglamento que de la ley, motivo por el cual
la facultad debiera entregarse más bien al Presidente de la República. Sin
perjuicio de lo cual le otorgó por ahora su aprobación, por considerar que ella
contribuye eficazmente a generar un clima de respeto a las normas éticas que
deben imperar en este ámbito.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Capítulo III. De la investigación genética y la terapia génica

Artículo 11

Especifica que los proyectos de investigación genética,


además de cumplir con lo dispuesto en materia de investigación científica en
seres humanos, género de la que aquélla viene a ser una especie, no podrán
tener otros objetivos que los que el artículo taxativamente señala.

Esos son el diagnóstico de enfermedades genéticas o


hereditarias con el propósito de evitar su transmisión y obtener su cura,
conocer la secuencia del ADN del genoma humano, sus funciones y su
patología y producir medicamentos sin riesgos biológicos.

Los HH. Senadores señores Bombal y Ríos hicieron


presente su aprensión respecto de la letra a) de este artículo, que admite
como finalidad lícita de la investigación genética el diagnóstico de
enfermedades genéticas o hereditarias con el propósito de evitar su
transmisión y obtener su cura, pues estiman que ella envuelve inconvenientes
morales profundos. En efecto, explicaron, los abusos siempre son una
posibilidad y esta disposición abre una brecha muy ancha en la invulnerabilidad
del derecho a la vida. Por ello se abstuvieron de aprobar esa letra.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 54 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Antes de repetir la votación, el H. Senador señor


Viera-Gallo propuso eliminar la última frase de la letra a) de este artículo, que
puntualiza que la finalidad del diagnóstico será curar y evitar la transmisión de
enfermedades genéticas o hereditarias.

Con esa enmienda, el artículo 11 fue aprobado por


unanimidad, con los votos de los HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-
Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Con igual votación la Comisión dejó constancia de que las


normas sobre investigación genética son igualmente aplicables a los embriones
humanos.

Artículo 12

Estatuye que los exámenes genéticos y los análisis


genéticos predictivos sólo podrán efectuarse por motivos terapéuticos o de
investigación científica, con la finalidad de diagnosticar enfermedades
hereditarias y la condición de portador de ellas de alguna persona. Estos
exámenes se ejecutarán con sujeción a las normas del proyecto, con especial
referencia a las de los artículos 7º, 9º, 10 y 18 del mismo; esto es, el
consentimiento libre e informado del sujeto, la autorización de la Comisión
Nacional de Bioética y la reserva de la información genética.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 13

Dispone que la terapia génica en células somáticas -lo que


excluye a las células germinales o reproductivas- estará encaminada al
tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición. Agrega que también en
este caso deberá darse cumplimiento a los preceptos que sobre consentimiento
informado contienen los artículos 7º y 10 del proyecto en informe.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 14

Regula la terapia génica en células germinales, la que


requerirá además una autorización explícita de la Comisión Nacional de
Bioética.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 55 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Capítulo IV. De la clonación

Artículo 15

Prohibe la clonación de seres humanos y cualquier


intervención que de como resultado la creación de un ser humano
genéticamente idéntico a otro, vivo o muerto. En cambio, permite la clonación
de tejidos y órganos realizada con una finalidad terapéutica y ajustándose a las
normas que al efecto establezca la Comisión Nacional de Bioética.

En esta materia el precepto que proponemos sigue la


tendencia general de las legislaciones extranjeras tenidas a la vista y de las
recomendaciones, declaraciones y regulaciones internacionales sobre el
particular.

En el primer inciso de este artículo se adelanta una


especie de definición de la clonación de seres humanos que hace referencia a
los resultados, sin describir ni diferenciar los medios para obtenerla.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Capítulo V. Del genoma humano

Artículo 16

Inspirado en la frase final del artículo 1 de la Declaración


de la UNESCO, consagra la inapropiabilidad del conocimiento del genoma
humano o de sus partes, pues son patrimonio común de la humanidad.

La citada Declaración afirma que el genoma humano -y no


el conocimiento que se tenga sobre el mismo- es patrimonio de la humanidad,
en un sentido simbólico. Ello está acorde con la naturaleza misma del genoma,
que es información individual y de la especie que se encuentra a nivel
intracelular y, por tanto, no se ve cómo su soporte material, indisolublemente
ligado a la identidad, dignidad y diversidad de cada persona, podría ser objeto
de las atribuciones propias del dominio.

La Comisión no desconoce el considerable esfuerzo


humano y acopio de recursos que hay tras la investigación del genoma, pero
estima que las consideraciones de orden jurídico y moral, y para algunos
también de naturaleza ontológica, que reconocen en la información contenida
en el genoma un elemento integrante de la personalidad humana y de las
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 56 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

especificidades de nuestra forma de vida, deben primar sobre los intereses


puramente materiales, y aún científicos, de los laboratorios, empresas y demás
organizaciones empeñadas en desentrañar el mensaje del genoma humano.

La norma que incluimos en nuestro proyecto alude al


conocimiento del genoma y sus partes, siguiendo la línea general de la
legislación nacional, extranjera e internacional sobre propiedad intelectual. En
efecto, lo que es susceptible de propiedad intelectual o industrial son las
creaciones de obras del intelecto y las innovaciones en procesos que reporten
alguna ventaja respecto del estado anterior; no el descubrir o enterarse de
algo y comprenderlo.

Por eso mismo el inciso primero del artículo 16 del


proyecto agrega que el conocimiento de la estructura de un gen y de las
secuencias de ADN no son patentables.

En el mismo orden de cosas, el inciso segundo de este


artículo reconoce como aptos para ser patentados conforme a las reglas
generales, los procesos biotecnológicos derivados del conocimiento del genoma
humano y los productos obtenidos directamente de dichos procedimientos,
tales como los medicamentos.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 17

Establece que si hubiere duda o conflicto sobre la


posibilidad de patentar una innovación en el campo de la genética, resolverá
la Comisión Nacional o Regional de Bioética que corresponda, ajustándose al
procedimiento que ellas mismas deberán fijar. Sus resoluciones serán
apelables ante la Corte de Apelaciones respectiva, conforme a las reglas
generales.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Viera-Gallo y Zurita.

En cumplimiento de lo dispuesto por los artículos 74 de la


Constitución Política de la República y 16 de la ley Nº 18.918, orgánica
constitucional del Congreso Nacional, se ofició a la Corte Suprema para oír su
opinión acerca de este artículo.

Capítulo VI. De la protección de los datos genéticos

A indicación del H. Senador señor Viera-Gallo se incorporó


este capítulo, inspirado en las disposiciones de la Ley sobre Protección de
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 57 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Datos de Carácter Personal, Nº 19.628. Se trata de normas aplicables a la


información genética de personas identificables y no a la que se recopila y
procesa en forma innominada, con fines científicos o estadísticos.

Artículo 18

Consagra el carácter reservado que tiene la información


genética de una persona e indica las únicas dos excepciones a esta regla: que
el propio titular de la información la revele o que un juez autorice dejar sin
efecto la reserva, en el caso específico sometido a su conocimiento.

Esta norma está llamada a proteger la intimidad y a


precaver el riesgo de discriminación basada en la información genética.

La Comisión optó por exigir que sea el sujeto dueño de la


información quien ponga límite al secreto con que se la quiere recubrir y
descartó expresamente la posibilidad de que él autorice a un tercero para
obviar la confidencialidad, pues ello abriría un resquicio indeseable en la
seguridad y privacidad que se pretende dar a la información genética de las
personas.

En otro orden de cosas, tratándose en la especie de un


secreto o reserva dispuestos por norma de rango legal, no cabe duda que
también la ley podrá autorizar para develar determinada información genética
personal, en los casos y con las precauciones que la prudencia aconsejen al
legislador.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 19

Sujeta a las reglas de la citada ley Nº 19.628, sobre


Protección de Datos de Carácter Personal, la recolección, almacenamiento,
tratamiento y difusión de datos genéticos de las personas.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 20

Prohibe solicitar, recibir, poseer y utilizar información


genética de una persona determinada e identificable. Veda también el indagar
si una persona se ha realizado un examen o análisis genético, salvo
autorización legal expresa. Su inciso segundo, ajustándose al mismo esquema
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 58 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

de la ley Nº 19.628, exceptúa la recolección y procesamiento de información


genética estadística y no nominativa.

El precepto apunta asimismo a resguardar la intimidad y a


evitar posibles casos de discriminación. Es indudable que este tipo de
antecedentes forma parte de lo que la letra g) del artículo 2º de la ley N º
19.628 define como "datos sensibles".

La frase final, alusiva a la autorización legal expresa, deja


a salvo la facultad que el Código Sanitario otorga a las autoridades de salud,
correlativa del deber de los profesionales del área, en orden a declarar ciertas
enfermedades especialmente graves o contagiosas, tanto para prevenir su
transmisión cuanto para tratar oportuna y adecuadamente al portador.

La señora Charlotte Bouësseau, asesora del Ministerio de


Salud, indicó que la ley Nº 19.628, sobre Protección de Datos de Carácter
Personal, ha originado algunas dudas en cuanto a su aplicación a los
procedimientos establecidos para el caso de enfermedades de declaración
obligatoria, por lo cual está en preparación una circular que aspira a darles
respuesta. Básicamente se procurará definir claramente cuál es el destinatario
de esa información y cuál es la finalidad con la que se colecta.

El H. Senador señor Ruiz-Esquide manifestó que llamado a


elegir entre la protección de los derechos de las personas, como es el de la
intimidad, y las atribuciones de la autoridad, opta por la fórmula que mejor
garantice aquéllos, pues el avance tecnológico los hace cada día más
vulnerables.

El H. Senador señor Bombal hizo ver que el progreso de la


terapia génica muy probablemente haga necesario en un futuro no lejano
disponer de registros de donantes, lo que habrá que conciliar con una norma
como la que se analiza.

El H. Senador señor Ríos puso de relieve que este artículo


exige idear una fórmula que compatibilice equilibradamente las facultades que
en razón del bien común se otorga a las autoridades sanitarias y el derecho a
la privacidad de las personas.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 21

Señala que los datos genéticos que hagan posible la


identificación de la persona de la que provienen deben ser encriptados -esto
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 59 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

es, codificados de modo de hacerlos ilegibles o ininteligibles- para


almacenarlos y transmitirlos.

Sólo razones de salud pública permitirán omitir


temporalmente esta forma de protección especial de tales datos.

Queda a salvo el recurso de "habeas data" que otorga el


Título II de la ley Nº 19.628, para conocer, modificar o eliminar antecedentes
personales contenidos en un banco de datos.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Capítulo VII. De la Comisión Nacional de Bioética

Artículo 22

Estipula que la Comisión Nacional de Bioética fijará los


criterios que sirvan para conjugar la libertad de investigación científica en el
campo de la salud, con el respeto a los derechos y libertades básicos que
garantiza la Constitución Política de la República. Ella tendrá por misión
analizar y pronunciarse sobre las cuestiones y problemas relacionados con la
bioética, especialmente los relativos al genoma humano, además de las
facultades que otros preceptos de la iniciativa le asignan.

La integrarán siete miembros: representantes del mundo


académico especializados en bioética, en el caso de las disciplinas médica y
jurídica y en ética, en el caso de la filosofía; el Presidente de la Comisión de
Etica del Colegio Médico que cuente con el mayor número de asociados -
previendo que la legislación no limita a una sola asociación gremial por rama o
actividad-, y tres representantes de las sociedades y corporaciones científicas,
uno de los cuales al menos deberá ser mujer. Los procedimientos para elegir a
estos comisionados serán establecidos en el reglamento.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

La Comisión de Salud tiene el propósito de dar con esto


una señal clara acerca de la necesidad impostergable y urgente de establecer
en Chile una entidad de la naturaleza de esta Comisión, estructurada como un
servicio público dotado de potestades auténticas, tanto en el ámbito moral
como en el jurídico. Al mismo tiempo, ha buscado delinear los rasgos básicos
que el legislador estima deben caracterizar su organización, atribuciones y
funcionamiento. Lo que se deja consignado para señalar que se requiere que el
Ejecutivo concurra con su iniciativa para que la ley resulte eficaz.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 23

Señala que habrá Comisiones Regionales de Bioética en


cada una de las divisiones del territorio nacional, cuya composición será
establecida por la Comisión Nacional. Ellas ejercerán en las regiones las
atribuciones de registro y visación que indica el proyecto, así como otras que
les delegue la Comisión Nacional. Esta última tendrá la calidad de regional para
la región Metropolitana.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 24

Habilita a las Comisiones Nacional y Regionales para


recabar de cualquier organismo público o entidad privada la información que
requiera para dar cumplimiento a sus fines.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 25

Dispone que tanto la comisión Nacional cuanto las


Comisiones Regionales llevarán registro de los establecimientos autorizados a
realizar investigación científica o genética en seres humanos, así como de los
proyectos de investigación que ellas autoricen.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Artículo 26

Encomienda al reglamento lo relativo a la organización,


funcionamiento y designación o elección de los integrantes de las Comisiones
Nacional y Regionales de Bioética.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Capítulo VIII. Sanciones e indemnizaciones

En la legislación comparada se tipifica y sanciona las


siguientes infracciones: manipular genes humanos con finalidad que no sea
terapéutica; crear armas biológicas; fecundar óvulos humanos con fines
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

distintos a la procreación; clonación de seres humanos idénticos; reproducción


asistida, sin consentimiento de la mujer; omisión de datos, informaciones,
consentimientos y autorizaciones exigidos por la ley; modificación del
patrimonio genético humano no patológico; creación y mantención de
embriones y fetos vivos, con fines distintos a la procreación; donación y
utilización de embriones, fetos, o sus células, tejidos u órganos, con fines
cosméticos; extracción de células o tejidos de embriones o fetos en desarrollo,
de la placenta o sus envolturas, o de líquido amniótico, con fines distintos del
diagnóstico prenatal; experimentación con embriones y fetos vivos y viables;
realización de estudios genéticos sin el consentimiento previo de la persona
afectada; desviación de la información genética de sus fines médicos o de
investigación científica; identificación genética con fines médicos, sin
consentimiento previo del afectado o fuera de un procedimiento judicial;
divulgación de información genética sin ser titular de ella, y la eugenesia.

Se sanciona las conductas dolosa y culposa. No se exige


dolo específico. En varios casos se castiga la tentativa como delito consumado.
Incluso se llega a imponer una especie de responsabilidad penal a personas
jurídicas, en el caso francés.

Como se dijo, la Comisión tratará este aspecto en el


segundo informe, para lo cual ha solicitado ya asesoría en la especialidad de la
ciencia penal.

Artículo 27

Especifica que la infracción de las normas de la ley


generará la obligación de indemnizar los perjuicios que con ello se causen,
según las reglas generales. Habrá lugar entonces a obtener el resarcimiento
del daño emergente, lucro cesante y daño moral.

Se aprobó por unanimidad, con los votos de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

----------

En consecuencia, vuestra Comisión de Salud tiene el honor


de proponeros la aprobación del siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Capítulo I. Disposiciones Generales

Artículo 1º.- La presente ley tiene por finalidad proteger la vida, la


integridad física y síquica de las personas, así como su dignidad e identidad
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 62 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

genética, con respecto a la investigación científica y sus aplicaciones y al


ejercicio de la medicina.

Artículo 2º.- El genoma humano es la base de la unidad fundamental de


todos los miembros de la familia humana y del reconocimiento de su identidad,
dignidad y diversidad.

Artículo 3º.- Se prohibe toda práctica eugenésica. Sólo se podrá


modificar características genéticas humanas que inciden en la herencia en los
casos y en la forma previstos por la ley.

Artículo 4º.- Se prohibe toda forma de discriminación basada en el


patrimonio genético de las personas.

Artículo 5º.- Sólo podrán realizarse estudios e indagaciones para


determinar la identidad genética de una persona con su consentimiento, o por
orden de tribunal competente en causa en que tal hecho sea relevante.

Capítulo II. De la investigación científica en seres humanos

Artículo 6º.- La libertad para llevar a cabo actividades de investigación


científica tiene como límite el respeto a los derechos y libertades reconocidos
por la Constitución Política de la República.

Artículo 7º.- La investigación científica en seres humanos que involucre


algún tipo de intervención física o síquica en el sujeto debe ajustarse a lo
dispuesto en la presente ley, además de a otras normas que resulten
aplicables según el caso.

Deberá contar con el consentimiento libre e informado del sujeto,


otorgado personalmente, o por su representante legal cuando aquél carezca de
capacidad para obrar por sí mismo.

La prestación del consentimiento deberá constar en un acta firmada


también por el director del establecimiento donde se realizará la investigación
y por el director responsable del proyecto respectivo.

La revocación del consentimiento procederá siempre y no generará


responsabilidad de ninguna especie, cualesquiera sean los efectos que ella
produzca.

Artículo 8º.- Los establecimientos que desarrollen proyectos de


investigación en seres humanos deberán cumplir un procedimiento de
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 63 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

acreditación ante la Comisión Nacional o Regional de Bioética respectiva, que


se fijará por reglamento.

Artículo 9º.- Todo proyecto de investigación científica en seres humanos


que involucre algún tipo de intervención física o síquica en el sujeto requerirá
la aprobación de la Comisión Nacional o Regional de Bioética respectiva. Para
otorgarla, ésta deberá evaluar los objetivos de la investigación, los
procedimientos alternativos disponibles de eficacia comparable, la
proporcionalidad entre los riesgos a que será expuesto el sujeto y los
beneficios que se esperan como resultado de la investigación, así como las
exigencias impuestas por la dignidad personal del sujeto y por la necesaria
diversidad social.

Artículo 10.- Sin perjuicio de las exigencias establecidas en las demás


normas de esta ley, son deberes especiales del investigador:

1) Transmitir al sujeto, en un lenguaje comprensible para él, toda la


información que necesite para prestar un consentimiento informado, incluida la
posibilidad de negarse a participar en la investigación antes de su inicio y
durante el curso de la misma, sin incurrir en responsabilidades o sanciones ni
en pérdida de beneficios.

2) Ofrecer al sujeto amplia oportunidad de hacer preguntas e instarlo a


que las haga.

3) Excluir toda posibilidad de engaño, influencia indebida o intimidación.

4) Recabar el consentimiento escrito del sujeto una vez que éste tenga
pleno conocimiento de los siguientes aspectos:

a) naturaleza de la investigación, procedimientos a


seguir y duración aproximada;
b) riesgos e incomodidades asociadas a la
investigación;
c) beneficios potenciales de la investigación, y
d) procedimientos o tratamientos alternativos que
podrían ser beneficiosos.

5) Renovar el consentimiento informado si las condiciones o los


procedimientos de la investigación sufren modificaciones calificadas como
importantes por la Comisión Nacional o Regional de Bioética respectiva.

Capítulo III. De la investigación genética y la terapia génica

Artículo 11.- Los proyectos de investigación genética deberán cumplir


con lo dispuesto en la presente ley y sólo podrán tener los siguientes fines:
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 64 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

a) diagnosticar enfermedades genéticas o hereditarias;


b) conocer la secuencia del ADN del genoma humano, sus
funciones y su patología, y
c) producir medicamentos de uso sanitario o clínico sin riesgo
biológico, que permitan el avance en la terapia de las enfermedades.

Artículo 12.- Los exámenes genéticos y los análisis predictivos de la


misma naturaleza sólo podrán hacerse por motivos terapéuticos o de
investigación científica, de acuerdo a las normas de esta ley. Su finalidad será
diagnosticar una enfermedad y establecer si el paciente es portador de una
dolencia hereditaria.

En la realización de estos exámenes y análisis se deberá dar


cumplimiento a lo establecido en los artículos 7º, 9º, 10 y 18 de esta ley.

Artículo 13.- La terapia génica en células somáticas está destinada al


tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.

Será aplicable en estos casos lo dispuesto sobre consentimiento


informado en los artículos 7º y 10 de esta ley.

Artículo 14.- La terapia que exija modificar células germinales, requerirá


la autorización de la Comisión Nacional de Bioética.

Capítulo IV. De la Clonación.

Artículo 15.- Se prohibe la clonación de seres humanos y cualquier


intervención humana que de por resultado la creación de un ser humano
genéticamente idéntico a otro, vivo o muerto.

La clonación de tejidos y órganos sólo procederá con una finalidad


terapéutica y se ajustará a las normas que establezca la Comisión Nacional de
Bioética.

Capítulo V. Del Genoma Humano.

Artículo 16.- El conocimiento del genoma humano es patrimonio común


de la humanidad. Nadie puede atribuirse ni constituir propiedad sobre el mismo
o sobre parte de él. Por lo tanto, el conocimiento de la estructura de un gen y
de las secuencias de ADN no son patentables.

Los procesos biotecnológicos derivados del conocimiento del genoma


humano, así como los productos obtenidos directamente de ellos, como los
medicamentos, son patentables según las reglas generales.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 65 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 17.- En caso de duda o disputa acerca de la patentabilidad de


una innovación en el campo de la genética resolverá la Comisión Nacional o
Regional de Bioética que corresponda, conforme al procedimiento que ellas
mismas fijen. Sus resoluciones serán apelables ante la Corte de Apelaciones
respectiva, de acuerdo a las reglas generales.

Capítulo VI. De la protección de datos genéticos.

Artículo 18.- La información genética de una persona será reservada,


salvo que ella la revele o que el juez lo autorice, todo ello sin perjuicio de las
normas sobre secreto profesional.

Artículo 19.- La recolección, almacenamiento, tratamiento y difusión de


datos genéticos de las personas se ajustará a las normas de la ley Nº 19.628,
sobre Protección de Datos de Carácter Personal.

Artículo 20.- Queda prohibido solicitar, recibir, poseer y utilizar


información genética relativa a una persona determinada e identificable, así
como indagar si una persona se ha realizado un examen o análisis de carácter
genético, salvo autorización legal expresa.

Estas prohibiciones no afectan a la recolección y procesamiento de


información genética de carácter estadístico y no nominativa.

Artículo 21.- Los datos genéticos que permitan la identificación de una


persona deberán ser encriptados para su almacenamiento y transmisión.

La encriptación podrá omitirse temporalmente por razones de salud


pública.

Capítulo VII. De la Comisión Nacional de Bioética.

Artículo 22.- La Comisión Nacional de Bioética fijará los criterios


necesarios para armonizar la libertad de investigación científica en el campo de
la salud, con el respeto a los derechos y libertades garantizados en la
Constitución Política de la República. Ella estudiará y se pronunciará sobre las
cuestiones bioéticas, en particular las referidas al genoma humano, y tendrá
las demás facultades que le otorga la presente ley.

La Comisión estará integrada por las siguientes personas:

1. Un académico especializado en bioética, designado por los Decanos de


las Facultades de Medicina de las Universidades reconocidas por el Estado;

2. Un académico especializado en bioética, designado por los Decanos de


las Facultades de Derecho de las Universidades reconocidas por el Estado;
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

3. Un académico especializado en ética, designado por las Facultades de


Filosofía de las Universidades reconocidas por el Estado;

4. El Presidente de la Comisión de Etica del Colegio Médico con mayor


número de asociados, y

5. Tres representantes de las Sociedades o Corporaciones Científicas


relacionadas directamente con la Bioética, uno de los cuales al menos deberá
ser mujer.

Artículo 23.- En cada Región del país habrá una Comisión Regional de
Bioética, que ejercerá en el respectivo ámbito territorial las atribuciones que
les otorga esta ley y las que les delegue la Comisión Nacional, la cual fijará
también la composición de aquellas y tendrá la calidad de Comisión Regional
de la Región Metropolitana.

Artículo 24.- La Comisión Nacional y las Comisiones Regionales de


Bioética podrán recabar de los organismos públicos y entidades privadas la
información necesaria para el cumplimiento de sus fines.

Artículo 25.- La Comisión Nacional y las Comisiones Regionales llevarán


un registro de los establecimientos públicos y privados que realicen
investigación científica en seres humanos y de los que practiquen investigación
genética en seres humanos. La inscripción en el registro será requisito para
ejercer tales actividades.

La Comisión Nacional y las Comisiones Regionales llevarán registro de


las investigaciones autorizadas conforme a los preceptos de esta ley.

Artículo 26.- El Reglamento establecerá la organización y funcionamiento


de la Comisión Nacional y de las Comisiones Regionales, así como la forma de
designar a sus integrantes, en su caso.

Capítulo VIII. Sanciones e indemnizaciones

Artículo 27.- La infracción de las normas de la presente ley dará lugar a


indemnización de perjuicios según las reglas generales.".

----------
Acordado en sesiones de fechas 7 de mayo, 11 de junio y
16 de julio de 1997, con asistencia de sus miembros que a la sazón eran los
HH. Senadores señores Mariano Ruiz-Esquide Jara (Presidente), señora María
Elena Carrera Villavicencio, y señor Enrique Larre Asenjo, y en sesiones de 2
de junio de 1998, 22 de junio, 13 de julio, 3 de agosto, 7 de septiembre, 3 y
16 de noviembre de 1999, 18 de enero, 21 de marzo, 4 de abril, 3 de mayo,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 67 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

14 y 26 de junio y 5 de julio de 2000, con asistencia de sus miembros HH.


Senadores señores Carlos Bombal Otaegui (Presidente) (Antonio Horvath Kiss,
Jorge Martínez Busch, Rodolfo Stange Oelckers), Mario Ríos Santander (Ignacio
Pérez Walker), Mariano Ruiz-Esquide Jara (Juan Hamilton Depassier), Enrique
Zurita Camps (Enrique Silva Cimma) y José Antonio Viera-Gallo Quesney
(Carlos Ominami Pascual).

Sala de la Comisión, a 11 de julio de 2000.

FERNANDO SOFFIA CONTRERAS


Secretario
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

RESEÑA

I. BOLETIN Nº: 1.993-11

II. MATERIA: proyecto de ley, en primer trámite constitucional, sobre


la investigación científica en el ser humano, sobre su genoma, y que
prohibe la clonación humana.

III. ORIGEN: moción de los HH. Senadores señores Mariano


Ruiz-Esquide, Juan Hamilton, Sergio Páez y Andrés Zaldívar y del ex
Senador señor Nicolás Díaz.

IV. TRAMITE CONSTITUCIONAL: primero.

V. APROBACION POR LA CAMARA DE DIPUTADOS: no hay.

VI. INICIO TRAMITACION EN EL SENADO: 12 de marzo de 1997

VII. TRAMITE REGLAMENTARIO: primer informe, con discusión


general y particular.

VIII. URGENCIA: no tiene.

IX. LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA


MATERIA:

1. Constitución Política de la República:

= artículo 19, número 1º: asegura a toda persona el derecho a la vida


y a la integridad física y síquica
= artículo 19, número 2º: asegura la igualdad ante la ley
= artículo 19, número 4º, asegura a toda persona el respeto y
protección a la vida privada y a la honra
= artículo 19, número 9º: asegura el derecho a la protección de la salud,
y obliga correlativamente al Estado a proteger el acceso a las acciones
de promoción, protección y recuperación de la salud, así como a la
rehabilitación, y a coordinarlas y controlarlas
= artículo 19, número 10º: es deber del Estado estimular la investigación
científica
= artículo 19, Número 25º: garantiza la propiedad intelectual
sobrepatentes de invención, marcas comerciales, modelos, procesos
tecnológicos y otras creaciones análogas.

2. D.L. Nº 2.763, de 1979, reorganiza el Ministerio de Salud, crea los


Servicios de Salud, el Fonasa y el Instituto de Salud Pública:
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

= artículo 1º: asigna al Ministerio la función de garantizar el libre e


igualitario acceso a las acciones de promoción, protección y recuperación
de la salud y de rehabilitación de la persona enferma, coordinarlas y
controlarlas
= artículo 3º: asegura a las personas e instituciones la libre iniciativa para
realizar acciones de salud, conforme a la ley
= artículo 35, inciso final: asigna al Instituto de Salud Pública la condición
de laboratorio de referencia, normalizador y supervisor, en microbiología,
inmunología, farmacología y laboratorio clínico
= artículo 37: sobre funciones del Instituto: autorizar la instalación de
laboratorios y fiscalizar su funcionamiento; autorizar y registrar
medicamentos y controlar su fabricación, importación, exportación
distribución, expendio y uso de los mismos; elaborar productos
biológicos; promover y efectuar investigación aplicada en materias
relacionadas con sus funciones.

3. Código Sanitario (D.F.L. Nº 725, de 1968):

= artículo 7º: preceptúa que las actividades que por ley requieren
autorización expresa no pueden iniciar su funcionamiento sin ella; el
D.F.L. Nº 1, de Salud, de 1990, señala cuáles son y entre ellas están
los laboratorios, las farmacias y las series de productos biológicos
controlados
= artículo 15: impide a las Municipalidades otorgar patentes y
permisos para el ejercicio de actividades que requieren autorización del
Servicio de Salud, sin que ésta haya sido otorgada previamente; en
caso de infracción, el Servicio puede paralizar las obras, clausurar el
establecimiento o prohibir el ejercicio de la actividad
= artículo 20: obliga a los médicos a informar casos de enfermedades
transmisibles de declaración obligatoria; éstas están señaladas en el
D.S. Nº 11, de Salud, de 1985, y se trata principalmente de
enfermedades infecciosas y del cáncer
= artículo 30: prohibe a los laboratorios, sin autorización expresa,
cultivar microorganismos específicos y parásitos de enfermedades
transmisibles que no existan en nuestro territorio
= artículo 94: asigna al Instituto de Salud Pública la función de control
sanitario de productos farmacéuticos
= artículo 96: prohibe la fabricación, importación, tenencia,
distribución y transferencia de productos farmacéuticos contaminados,
adulterados, falsificados o alterados
= artículo 97: define como producto farmacéutico cualquiera sustancia
natural o sintética destinada a ser administrada con fines de curación,
atenuación, tratamiento, prevención o diagnóstico de enfermedades
o de sus síntomas
= artículo 101: los instrumentos, aparatos, dispositivos, artículos o
elementos destinados al diagnóstico, prevención y tratamiento de
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

enfermedades de seres humanos quedan sujetos a control y


certificación de calidad por entidades fiscalizadas por el Instituto de
Salud Pública
= Libro Sexto, artículos 121 a 129: sobre funcionamiento de
laboratorios y farmacias
= Libro Noveno, artículos 145 a 154: sobre aprovechamiento de tejidos
o partes del cuerpo de donantes vivos o cadáveres, con fines científicos
o terapéuticos.

4. Ley Nº 19.451, sobre trasplante y donación de órganos.


5. D.S. Nº 656, de Salud, de 1997, reglamento de la anterior.
6. Resolución exenta Nº 601, del Ministro de Salud, de 1999, que fija
requisitos a los establecimientos que efectúen extracción y trasplantes
de órganos.
7. D.S. Nº 240, de Salud, de 1983, que reglamenta el Libro Noveno del
Código Sanitario
8. Ley Nº 19.628, sobre Protección de Datos de Carácter Personal.

X. ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA


COMISION: 27 artículos permanentes.

XI. PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROYECTO PROPUESTO POR


LA COMISION:

- Fijar un marco jurídico para la investigación científica y genética en


seres humanos, sobre la terapia génica y sobre el genoma humano.
- Prohibir la clonación de seres humanos.
- Crear una Comisión Nacional de Bioética.

XII. NORMAS DE QUORUM ESPECIAL: el artículo 17 es de rango


orgánico constitucional, en cuanto otorga a las Cortes de apelaciones
una nueva atribución. Su aprobación exige el voto de cuatro
séptimos de los Senadores en ejercicio.

XIII. ACUERDOS:
Aprobada la idea de legislar por unanimidad (3 x 0).
Articulado aprobado por unanimidad (4 x 0 y 5 x0).

Valparaíso, 11 de julio de 2000.

FERNANDO SOFFIA CONTRERAS


Secretario de la Comisión
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

INDICE

Antecedentes 2
La moción 2
Código de Nüremberg, 1947 3
Declaración de Helsinki, 1964 4
Declaración de UNESCO, 1997 7
Proyecto Genoma Humano 13
Discusión general 14
Discusión particular 40
Proyecto de ley 53
Reseña 59
Indice 62
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DISCUSIÓN EN SALA

1.3. Discusión en Sala.


Senado. Legislatura 342. Sesión 13. Fecha 01 de agosto, 2000. Discusión
general. Queda pendiente.

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SER HUMANO, SU GENOMA, Y


PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Proyecto de ley, en primer


trámite constitucional, iniciado en moción de los Honorables señores
Ruiz-Esquide, Hamilton, Páez y Zaldívar, don Andrés, y del ex Senador
señor Díaz, sobre la investigación científica en el ser humano, su
genoma, y que prohíbe la clonación humana, con informe de la
Comisión de Salud.

--Los antecedentes sobre el proyecto (1993-11) figuran en los


Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los señores Ruiz-Esquide, Díaz,
Hamilton, Páez y Zaldívar, don Andrés).
En primer trámite, sesión 32ª, en 12 de marzo de 1997.
Informe de Comisión:
Salud, sesión 10ª, en 12 de julio de 2000.

El señor LAGOS (Secretario).- La Comisión deja constancia en su informe de


que el artículo 17 requiere quórum de ley orgánica constitucional para
su aprobación, esto es, el voto conforme de 27 señores Senadores.
Los objetivos principales de la iniciativa son: fijar un
marco jurídico para la investigación científica y genética en seres
humanos, sobre la terapia génica y el genoma humano; prohibir la
clonación de seres humanos, y crear una Comisión Nacional de
Bioética.
De los antecedentes y razones expuestos en el informe se
concluye que la Comisión, por unanimidad, aprobó en general la
iniciativa y propone a la Sala adoptar igual predicamento.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En discusión general el
proyecto.
Tiene la palabra el Presidente de la Comisión, Honorable
señor Bombal.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, con su venia, previamente hará uso de
ella el Senador señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, primero que todo, deseo
agradecer al Honorable señor Bombal el permitir que el Senador que
habla intervenga en primer lugar, considerando mi autoría de la
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DISCUSIÓN EN SALA

iniciativa, junto con el señor Presidente del Senado, los Honorables


señores Hamilton y Páez, y el ex Senador señor Nicolás Díaz.
Este proyecto lleva bastante tiempo en tramitación y
contiene cuatro ideas centrales: legislar sobre la investigación en seres
humanos; señalar claramente nuestro rechazo a la clonación humana;
generar condiciones acerca de los resguardos respecto de la terapia
génica e investigación genética en lo relacionado con el genoma
humano, y, por último, proponer la creación de una Comisión Nacional
de Bioética, dejando pendiente para ulterior debate lo referente a las
sanciones cuando se transgreden las normas fijadas en el articulado.
Deseo poner de relieve que éste es un tema
extraordinariamente serio, profundo, difícil y complicado, y de una
apertura hacia el futuro que nosotros mismos no somos capaces de
precisar. De repente, el debate se centra en si se debe o no permitir el
trabajo en el genoma humano, si la libertad para investigar en este tipo
de materias debe ser sin límites, o hasta dónde podemos poner
condiciones para que, en definitiva, se controle y limite ese derecho.
La Comisión tuvo en cuenta varios criterios. Primero, que
éste es un primer informe y que, de acuerdo con la reglamentación que
nos rige, el proyecto debe volver a Comisión para segundo informe,
donde se continuará requiriendo un cúmulo de información que
obligadamente se recibirá, oportunidad en que los señores Senadores –
lo digo con todo aprecio- podrán entregar el máximo de opiniones.
Porque en este tema tan abierto nadie tiene la verdad absoluta, y lo
que hoy se está generando mañana puede transformarse en algo que
no condice con los adelantos científicos.
Un segundo criterio que tuvimos presente es que en el
segundo informe vamos a precisar las sanciones, que no se encuentran
contenidas en éste.
Y tercero, en mi condición de autor de la moción -junto
con el señor Presidente y otros señores Senadores- recojo
honestamente la disposición con que los integrantes de la Comisión, en
especial su Presidente y el Senador señor Viera-Gallo, han entendido la
necesidad de perfeccionar esta iniciativa.
Asimismo, quiero dejar de manifiesto la calidad del trabajo
realizado por el Secretario de la Comisión.
En lo referente a las disposiciones mismas, yo diría que lo
primero que busca el informe es mantener el pleno respaldo de la
sociedad civil, del Estado y de las instituciones de Gobierno en materia
de investigación científica en seres humanos, sin otras restricciones
que no sean la seguridad física y psíquica de las personas y los
principios de la denominada Bioética. Éstos son básicamente cuatro:
El concepto de autonomía, en cuanto a que la persona
debe saber a qué será sometida y dar su consentimiento. El de la
beneficencia, en orden a que sólo se puede hacer aquello que es bueno
para los seres humanos. El concepto de no maleficencia, en el sentido
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DISCUSIÓN EN SALA

de que en materia de ciencia y de investigación científica nadie debe


considerarse libre para hacer cualquier cosa si ello puede resultar
inconveniente para los seres humanos. Y el concepto de la justicia en la
aplicación de la ciencia y de la investigación, de donde se deduce que
cada una de las personas sometidas a aquélla debe participar de sus
ventajas.
Otro punto central en materia de investigación es que
ninguna persona puede ser discriminada sobre la base de su patrimonio
genético u otra condición. Por lo tanto, como se consigna en las
Disposiciones Generales del proyecto, “Sólo podrán realizarse estudios
e indagaciones para determinar la identidad genética de una persona
con su consentimiento, o por orden de tribunal competente en causa en
que tal hecho sea relevante.” O sea, por un lado se establece la
necesidad de investigar, de avanzar y, por otro, los derechos de las
personas sometidas a la investigación.
La gran angustia que siempre ha existido cuando se
analiza un tema tan abierto como éste, sobre todo en lo concerniente al
genoma humano, radica en saber si podemos avanzar sin límites en la
investigación, o si debemos precavernos de exageraciones y mal uso.
Sin perjuicio de las diferencias producidas en la Comisión y
de poder avanzar más en esta materia, el criterio central que siempre
se ha seguido en la investigación científica es el aristotélico: el abuso
no puede limitar el uso. Es decir, no podemos impedir la investigación
científica por creer que ella será usada en forma indiscriminada y
maleficente, no obstante colocarse los necesarios controles,
admoniciones y resguardos.
Por otra parte, señor Presidente, el proyecto trata
simultáneamente tres o cuatro materias. Aun cuando algunas personas
han sostenido que pudieron haberse presentado en iniciativas
separadas, quisimos mantener su unidad porque se relacionan en un
punto. Es el criterio de que el genoma humano -que será el máximum
de la investigación en el futuro- es patrimonio de la humanidad y, por
lo tanto, su composición genética no puede ser alterada sino en virtud
de sus beneficios en materia de salud y bienestar de las personas. No
pertenece a nadie, es de toda la comunidad y no puede ser utilizado
sólo con fines lucrativos.
Así lo han demostrado hasta la fecha las actitudes al
respecto del Presidente estadounidense Bill Clinton y del Primer
Ministro británico Tony Blair. En efecto, como consecuencia de que el
genoma humano surge de dos vertientes: una universal –producto del
esfuerzo impulsado por el Departamento de Energía de Estados Unidos-
y otra privada, se llega a la denominada conclusión final del trabajo en
la materia, donde en definitiva se definen los criterios básicos ya
señalados: el genoma es patrimonio de la humanidad; no puede ser
modificado sino en virtud de las ventajas en cuanto a la salud o a las
necesidades de mejoramiento de la raza humana. Lo precedente, sin
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DISCUSIÓN EN SALA

que ello signifique que en un instante determinado se llegue a alterar la


condición de la raza humana con el objeto de crear otro tipo de
actitudes. Y, por último, debe pertenecer a todos y nadie puede hacer
de esto algo lucrativo que sólo favorezca a algunos.
La iniciativa también se refiere a los derechos de las
personas sujetas a investigación, los que se encuentran claramente
especificados en distintos artículos.
Hay otros aspectos que abarca el proyecto. Uno de ellos -
tan importante como los anteriores- es el relativo a la clonación, el que
fue definido en forma clara desde un punto de vista recogido
universalmente, considerando las opiniones de todas las personas que
participaron durante el debate de la iniciativa en la Comisión. Allí se
estipuló que la clonación de seres humanos se halla absolutamente
prohibida, por ser contraria a las normas éticas. Es decir, el proyecto se
pronuncia en contra de la clonación de seres humanos en virtud del
derecho a la identidad y privacidad y, fundamentalmente, a la
condición específica de cada ser humano.
Queda abierto un asunto, que será dilucidado en el futuro,
acerca de las ventajas o desventajas que podría tener la clonación –
para ser muy preciso- en los seres humanos, por ejemplo, en el sentido
de que en cierto momento se podrían clonar determinadas células con
el objeto de evitar en los trasplantes las dificultades que hoy se
presentan.
Estamos conscientes de que las materias planteadas en el
proyecto –así como las que surgirán en el futuro- son de extrema
gravedad en términos de lo que con él se pueda realizar. Y al respecto
deseo recabar del Senado la seguridad de que en el segundo informe
podremos profundizar algunos asuntos que a nuestro juicio son
bastante importantes, razón por la cual todavía no se encuentran
incorporados en el presente informe, porque nos pareció que éste debía
tener un carácter preliminar, si bien estimamos que contiene los
criterios básicos sobre el tema.
Uno de aquéllos –ya lo indiqué- es el relativo a las
sanciones que deben aplicarse; otro, se refiere…
El señor CHADWICK.- Al problema de las clonaciones.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- No. El problema no es que existan o no clonaciones,
porque de hecho ya se han realizado, señor Senador.
Tenemos información suficiente, emanada de los informes
de la UNESCO y de organizaciones de salud, en cuanto a que en el
mundo ya existen seres clonados. Se sabe que en el este asiático hay a
lo menos dos o tres casos, que en Europa se ha avanzado en esta
materia, y es muy probable que también se hayan producido
clonaciones.
El problema que se nos presenta es cómo limitar o corregir
esa práctica, cómo se logra que la ciencia que se abre paso en el
ámbito de que se trata no quede entregada a la locura humana, como
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DISCUSIÓN EN SALA

ha ocurrido en muchas otras áreas del conocimiento. Hoy, el gran


debate en las sociedades científicas y, sobre todo, entre las personas
que trabajan en bioética dice relación a que en el campo que nos ocupa
no suceda algo similar a lo acontecido con la energía atómica, respecto
de la cual da la sensación de que, en lugar de todo el bien que se pudo
obtener de ella, terminó generándose una de las peores dificultades
que enfrenta la humanidad.
El cuarto punto resuelto se refiere a que de alguna manera
se cuente con un respaldo ético. Y la fórmula propuesta consiste en la
creación de una Comisión Nacional de Bioética, que exhibe dos
características. La primera de ellas es su amplitud, pues se apunta a
que incluya a personas dedicadas al tema, que, al mismo tiempo, no
tengan sectarismo de ninguna forma.
Ese organismo se puede ceñir a distintos modos de
constituirse. La legislación comparada es sumamente variada al
respecto. Hemos buscado la que nos pareció más adecuada a la
realidad chilena, sin sostener que sea la mejor. Estimamos que deben
integrarlo un académico especializado en bioética designado por los
Decanos de las Facultades de Medicina y otro designado por los
Decanos de las Facultades de Derecho, un académico especializado en
ética designado por las Facultades de Filosofía, el Presidente de la
Comisión de Ética del Colegio Médico y tres representantes de las
corporaciones científicas relacionadas directamente con la bioética, uno
de los cuales, al menos -y es la novedad en el planteamiento expuesto-
, debe ser mujer.
En seguida, la institucionalidad respectiva debe ser
nacional, en la que se definirán los marcos generales, y con
organizaciones regionales, donde deberán presentarse los trabajos
sobre la cuestión en análisis, para los efectos de que se dé el pase
respectivo, con consulta a la Comisión Nacional de Bioética. Lo anterior
no significará, en razón de la decisión que se tome, discriminar acerca
de qué se estudia en Chile, sino más bien que ello se enmarque en las
nociones generales de bioética sugeridas, conforme al artículo 24. Esa
norma dispone que la Comisión fijará los criterios necesarios para
armonizar la libertad de investigación científica con el debido respeto a
los derechos y libertades garantizados en la Constitución Política de la
República.
Termino señalando una vez más que el asunto resulta muy
amplio, que dice relación a uno de los temas más graves, relevantes y
profundos que la ciencia y la investigación enfrentarán en el futuro.
Hemos intentado hacer un esfuerzo para garantizar los principios que
expresé al comienzo, adecuarlos a la realidad nacional y generar un
espacio abierto de discusión.
El primer informe se halla en poder de mis Honorables
colegas, con el objeto de que después, en el segundo, sean recogidas
especialmente sus opiniones, al igual que las de algunas otras personas
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DISCUSIÓN EN SALA

que todavía no las han entregado, a pesar de la gran cantidad de


científicos, médicos, abogados y bioeticistas recibidos en la Comisión.
Reitero mi agradecimiento a ese organismo técnico por el
ánimo con que estudió el proyecto.
Quedamos a la espera de las preguntas que se deseen
formular.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la señora
Ministra de Salud.
La señora BACHELET (Ministra de Salud).- Señor Presidente, primero que todo,
quiero manifestar un reconocimiento, dado que la moción en análisis,
que lleva ya algunos años en discusión, ha demostrado la capacidad de
captar una cuestión muy trascendente, de una manera avanzada. Hoy,
luego de las informaciones sobre el proyecto del genoma humano, a
todo el mundo le queda claro el punto. No cabe duda de que aquí, en
su momento, se le dio la importancia debida, contando con nuestro
posterior patrocinio.
También deseo consignar que estamos legislando en
instantes en que se avanza en hallazgos científicos y no después. Y el
nuestro es uno de los países que se hallan a la cabeza en ese sentido.
Para el Ministerio de Salud, la iniciativa en debate
responde a necesidades de gran relevancia: por un lado, la regulación
de la investigación en seres humanos, incluidos aspectos delicados
como los que derivan de la que recae en el genoma; por el otro, a
cómo operacionalizamos esto a través de una Comisión Nacional de
Bioética y, asimismo, la prohibición de la clonación inducida en
personas con fines reproductivos.
En relación con lo primero, el texto permite establecer, a
nuestro juicio, un marco conforme a los derechos fundamentales del
individuo, incluso en el caso del genoma. En ese sentido, además, es
posible cumplir con compromisos internacionales firmados por Chile, en
particular con la Declaración Universal de la UNESCO sobre Genoma
Humano y Derechos Humanos, firmada en 1997.
La investigación debe encontrarse al servicio de la
dignidad de las personas. De hecho, es vital para un país como el
nuestro disponer de equipos de investigación que contribuyan
activamente al progreso científico y, sobre todo, al de la Medicina, en la
perspectiva de mejorar la calidad de vida. La investigación científica,
por lo tanto, no constituye un mal necesario, sino un bien, siempre que
sea regulada sobre la base de dos principios fundamentales: el respeto
de la dignidad de las personas, a las cuales asiste el derecho a recibir
información y ejercer su autonomía, participando de los procesos de
toma de decisión, por una parte; y, por la otra, que sea pertinente
desde el punto de vista científico y, en especial, adecuada a las
prioridades nacionales en salud.
El país requiere de una regulación ética en la investigación
en seres humanos y de instancias que velen por el cumplimiento de los
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DISCUSIÓN EN SALA

preceptos respectivos. Hoy día lo que tenemos son instancias llamadas


Comités Institucionales de Ética, existentes en hospitales y
universidades, públicos y privados, desde hace varios años y cuya
función es garantizar los derechos de los enfermos. Para el Ministerio
de Salud es urgente establecer un marco legal que permita regular
esas actividades y fortalecer dichas instancias.
En 1994, una norma de esa Secretaría de Estado destacó
la necesidad de crear tales entidades en los hospitales tipos 1 y 2 del
sector público, pero el diagnóstico de situación realizado en 1999
reveló la urgencia de un reforzamiento de tales instancias.
La ley, por su parte, debe exigir que todos los proyectos
de investigación en seres humanos sean evaluados por un comité de
ética formado por personas competentes en la materia.
A su vez, los comités deben asegurarse de que el proceso
de consentimiento libre e informado de los pacientes involucrados en
protocolos de investigación se ajuste a las normas vigentes a nivel
internacional. Hago notar que no parece conveniente involucrar en ello
a los directores de hospital, dado que esas disposiciones recomiendan
que los documentos de consentimiento se encuentren firmados por el
investigador principal responsable de los estudios respectivos. Éstos,
además, deben contar con seguros que cubran los gastos e
indemnizaciones relacionados con eventuales efectos nefastos.
La preceptiva legal debe poner énfasis en la
confidencialidad de los datos personales, sin perjuicio de las actividades
de vigilancia epidemiológica y de protección de la salud pública, que se
desarrollan siempre bajo el secreto profesional.
La investigación sobre el genoma humano no debe tener
otros fines que la salud y el progreso de los conocimientos en genética,
antropología y evolución humana. Y se encuentra limitada, como
cualquier otra, por el respeto a la dignidad del individuo y a sus
derechos y libertades reconocidos por la Constitución.
Nos parece que la creación de una Comisión Nacional de
Bioética puede ser un aporte decisivo para promover los derechos de
las personas.
Por supuesto, es complejo imaginar una sola comisión
nacional evaluando todos los protocolos de investigación que se
realicen cada año en el país. Sin embargo, la primera función de ella
debe ser la formulación de normas de referencia para todas las
instancias de la ética a lo largo de Chile. Asimismo, debe tener como
objetivo establecer pautas sobre diferentes temas relevantes de la
bioética y asesorar en ese campo al Presidente de la República y a
otros órganos del Estado.
Para garantizar el pluralismo, la consideración de una
variedad de disciplinas y la excelencia de esa comisión, sus miembros
deberán contar con experiencia en bioética.
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DISCUSIÓN EN SALA

Por último, concordamos plenamente con la necesidad de


prohibir la clonación inducida de seres humanos. La justificación de
esta prohibición de clonación humana reproductiva se basa en lo
siguiente: primero, atenta contra la libertad del sujeto, por la
posibilidad de determinación de un individuo por una tercera persona
(lo que lo distingue de una recombinación genética aleatoria, que es el
proceso natural); y segundo, atenta contra la identidad del sujeto y
abre la posibilidad de instrumentalización del ser humano, lo cual, a
nuestro entender, sería también una amenaza para la dignidad de las
personas.
Como se trata de un tema extraordinariamente delicado y
muy de punta -por lo tanto, nos exige a todos combinar prudencia con
audacia-, creo que tenemos la obligación de legislar al respecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Bombal.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, deseo destacar que en el informe dado a
conocer por uno de los autores del proyecto se consigna de manera
bastante exacta cuál fue el sentido que tuvo la Comisión al proceder a
su análisis, especialmente si se considera que su envergadura es
extraordinariamente compleja. Con el texto propuesto no pretendemos,
ni con mucho, agotar un tema de tal alcance. Y, por lo mismo, resulta
muy auspicioso todo lo que los señores Senadores agreguen a la
iniciativa y las consultas que ellos y sus asssores puedan formular, a fin
de lograr un proyecto final que interprete plenamente lo dicho acá, en
orden a proteger la dignidad de la persona humana.
También quiero destacar el trabajo realizado en su
momento por el Honorable señor Silva como integrante de la Comisión,
quien ha dejado de pertenecer a ella.
Señor Presidente, la iniciativa llega a la Sala sin que hasta
el momento el Ejecutivo se haya pronunciado auspiciándola, como lo
exige el cuerpo normativo vigente, atendido su origen, dado que
contiene normas que requieren de su especial patrocinio. Sin embargo,
de las palabras vertidas por la señora Ministra y de la presencia
permanente de sus asesores en la Comisión se desprende el elevado
interés que el Gobierno tiene en la materia.
El proyecto en debate, al igual que otro presentado por el
ex Senador señor Eugenio Cantuarias, surge después de conocerse los
avances científicos de clonación en mamíferos. Y ante el riesgo
inminente de que tales experiencias pudieran materializarse en seres
humanos, nació la justificada preocupación en el mundo entero por
normar los procedimientos que la ciencia realice, a fin de impedir que
con ello se clonara a personas.
El vertiginoso avance de la ciencia, desde aquel hallazgo
hasta nuestros días, ha resultado sorprendente. En las últimas
semanas se ha conocido el mapa preliminar del genoma humano
(estudio que se inició a partir de 1990), lo que es considerado como
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DISCUSIÓN EN SALA

uno de los logros más notables de la ciencia en el último tiempo y,


quizás, el más revolucionario que nunca antes se haya conocido en la
historia de la humanidad.
Es de tal envergadura esta singular revelación que, sin
exageración alguna, se puede decir que estamos en presencia de una
herramienta que puede ser determinante para el futuro de la
humanidad, y ya no sólo de la ciencia.
Las nuevas técnicas de manipulación de células y de
material genético han posibilitado un gran avance de la ciencia y, al
mismo tiempo, ofrecen varias aplicaciones en el campo de la salud, de
la agricultura y de la industria en general. En muchos casos, estas
aplicaciones han conducido a escenarios imprevistos que nos obligan a
definir nuevos conceptos o a especificar los ya existentes. Baste citar
cómo, cuando aparecen las técnicas de reproducción humana asistida,
conocidas como in vitro, se hizo necesario precisar cuáles eran los
padres de la creatura nacida, en cuya gestación podían estar
involucradas hasta seis personas. Tecnologías más frecuentes, como la
manipulación de embriones humanos, con diversos fines, y la eventual
clonación de seres humanos, resultan preocupantes porque atentan
severamente contra la individualidad y la dignidad de toda persona
humana.
La mismo ocurre con la posibilidad del transgenismo en
humanos. Recordemos que hoy día hay quienes piensan que el
transgenismo practicado en plantas y en animales puede conducir a
daños ecológicos o a impactos medioambientales negativos.
Imaginemos los alcances que podría llegar a tener ahora la posibilidad
cierta, ya no de dañar el medio ambiente y la ecología, sino alterar
completamente la descendencia de la humanidad al hacer
transgenismo en seres humanos.
Señor Presidente, estos nuevos escenarios nos obligan a
meditar sobre las implicancias bioéticas de todas estas prácticas, pero
también a elaborar normativas y leyes que cautelen su recto empleo, lo
cual, por lo demás, está ocurriendo en los países desarrollados. Resulta
pertinente que lo hagamos en el nuestro, ya que estas técnicas cada
vez son más fáciles de ser aplicadas y a costos muy reducidos.
El proyecto apunta en la dirección correcta de proteger la
dignidad del ser humano ante las investigaciones científicas que
puedan llevarse a cabo con personas. Además, es ambicioso, desde el
momento en que pretende abarcar cuatro grandes áreas, como la
investigación con humanos, las materias relativas a la manipulación de
células y genes, el uso de la información genética y, también, la
clonación, proponiendo finalmente la creación de una Comisión
Nacional de Bioética.
Hay quienes, con justificados motivos, consideran que no
parece conveniente -como lo dijo el señor Senador informante- mezclar
dichos temas en una misma iniciativa legal, pues aunque están
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DISCUSIÓN EN SALA

relacionados, son de muy distinto alcance. Por de pronto, tanto la


investigación con humanos como la bioética trascienden a la
manipulación de células y genes. Así, tenemos que la investigación con
humanos puede hacerse en áreas como la epidemiología, la nutrición,
la salud mental, la conducta de las personas, etcétera, mientras que la
bioética abarca temas como la reproducción humana, la eutanasia,
entre muchas otras materias que el proyecto no aborda, ni que
tampoco han sido su objetivo.
Por otro lado, resulta equívoco considerar que la bioética
es una disciplina nueva. En efecto, es posible afirmar que ella nace con
el juramento hipocrático.
También, y a modo de comentario general -así lo
manifestó el Senador señor Ruiz-Esquide-, hay quienes, respecto de la
investigación con humanos, echan de menos en el proyecto que, por
tratarse de una materia de ley, no se establezcan sanciones penales o
administrativas para quienes transgredan sus normas.
Desde otro ángulo, señor Presidente, debo señalar que se
comparten los criterios universalmente aceptados por la Declaración de
Helsinki de 1964 y por las normas del Código de Nüremberg de 1947,
que dan la posibilidad de que ellas sean establecidas por la comisiones
de bioética de los organismos que otorgan recursos para la
investigación, como acontece en Estados Unidos. En ese país, con el fin
de establecer criterios de investigación que protejan a los pacientes, se
creó en 1972 una oficina ad hoc, entidad que supervisa la investigación
con humanos, la que es financiada con fondos federales y se lleva a
cabo en universidades, hospitales o cualquier otra institución, incluidas
aquellas que se encuentran fuera del país. Además, esa oficina exige
que cada organismo tenga su propia institucionalidad bioética
contralora. De este modo, cuando los proyectos de investigación son
presentados a alguna agencia federal para su financiamiento, éstos ya
han sido revisados por aquellos estamentos propios, hecho que se
reporta a las autoridades superiores periódicamente. A su vez, en
Estados Unidos existe una oficina estatal -la FDA-, que supervisa la
investigación con humanos y es financiada por particulares (por
ejemplo, las compañías farmacéuticas). Ella, al igual que las
financiadas con recursos federales, debe sujetarse a las normas que
sobre la materia ha dictado el Ministerio de Salud norteamericano.
Al referirnos a este tópico, nuestro comentario apunta a
que si el Ejecutivo no considerara pertinente crear por ley una comisión
de esta naturaleza, el que he descrito sumariamente constituye un
modelo en el cual puede fijarse para establecer el tipo de organización
que debería darse a una entidad contralora como la esbozada en el
proyecto, la que, en todo caso, no tendría que ser monopolizada
exclusivamente por el Estado, a nuestro juicio.
Por otra parte, señor Presidente, recogemos las
observaciones que se han venido formulando al texto propuesto, en el
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DISCUSIÓN EN SALA

sentido de que cuando se habla de proteger la vida, la integridad física


y psíquica de las personas ante la investigación científica y sus
aplicaciones, podría entenderse que se trata de toda la investigación
destinada a producir aplicaciones en el campo de la Medicina, en
circunstancias de que existen una serie de investigaciones y de
aplicaciones que se realizan con humanos y que nada tienen que ver
con la materia que aborda esta iniciativa legal.
Desde esa perspectiva, con mucha razón, algunos
hombres de ciencia han precisado que, por ejemplo, todo el Capítulo II
del proyecto de ley podría perfectamente trasladarse a otro cuerpo
legal, pues, aunque se encuentra muy bien inspirado en su fondo, es
posible que se convierta, en opinión de esos científicos, en una severa
limitación para el desarrollo de la investigación científica con humanos,
ya que versa sobre una materia que en general trasciende a la
genómica, objeto específico de la presente normativa.
Sería conveniente precisar mejor el alcance de lo
preceptuado en el Capítulo II -en todo caso, reitero, nos parece muy
atinado en cuanto a resguardar la integridad de las personas- pues,
dada la forma tan amplia en que se encuentra redactado, podría
terminar limitando el desarrollo del avance científico realizado en
humanos.
En la iniciativa se establece, empleando los términos de la
Declaración Universal aprobada por la UNESCO sobre la materia, que
el genoma humano “es la base de la unidad fundamental de todos los
miembros de la familia humana”. Quizás sería mejor definirlo como “el
material genético que contiene la información de las
características biológicas del género humano, razón por la cual
se hace merecedor del reconocimiento de su identidad, dignidad
y diversidad.”. Creo que de este modo se determinaría con mayor
exactitud cuál es la base de la unidad de la familia humana que
contiene el genoma.
Otra disposición expresa: “Se prohíbe toda práctica
eugenésica.” -no podía ser de otra manera- “Sólo se podrá modificar
características genéticas humanas que inciden en la herencia en los
casos y en la forma previstos por la ley.”.
Llamo la atención del Senado hacia un aspecto
extremadamente delicado y sensible consignado en esa norma. Cuando
se refiere a “modificar características genéticas que inciden en la
herencia”, debe entenderse que se trata de modificar el genoma de las
células germinales o de los embriones.
En esa materia, el texto propuesto amerita una
especificación muy detallada, especialmente en la parte final. porque
involucra todo lo relativo a la transgénesis embrionaria, la cual,
aunque se efectúe con fines terapéuticos, merecería un tratamiento
muy pormenorizado y preciso, atendida su naturaleza y complejidad,
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DISCUSIÓN EN SALA

sobre todo si se pretende alterar características genéticas que


comprometan al ser humano en su estado embrionario.
Técnicamente, se afirma que en la actualidad no hay
certeza de poder modificar células germinales con la seguridad de no
dañar la integridad del genoma humano. Ante esa sola advertencia me
parece que la materia debe ser analizada con mucha profundidad,
porque al hablar de transgénesis embrionaria nos estamos refiriendo a
la vida que se encuentra comprometida en el embrión humano.
Soy partidario de establecer derechamente, en forma
expresa, que no se permitirá la modificación de las características
genéticas de los embriones humanos; y, desde luego, de revisar la
norma relativa a las terapias que pudieran realizarse con células
germinales.
Por otra parte, quiero recoger una observación muy
atinada que se me formuló en días pasados, en el sentido de que
convendría explicitar los requisitos establecidos para llevar a cabo
proyectos de investigación genética, los que según el artículo 11 de la
iniciativa quedan limitados únicamente a los siguientes fines:
diagnosticar enfermedades genéticas o hereditarias; conocer la
secuencia del ADN del genoma humano, sus funciones y su patología, y
producir medicamentos para el tratamiento de las enfermedades.

Se me ha hecho presente que el carácter eminentemente


restrictivo de dicho precepto -lo analizaremos después, en la discusión
particular- podría coartar nuevas posibilidades de investigación que
surgieran en el futuro, al quedar automáticamente excluidas por esa
norma. Tal vez lo más conveniente sea prohibir algunas
prácticas, específicándolas.
Por de pronto, el artículo propuesto alude a “proyectos de
investigación genética”, sin precisar que éstos se realicen en seres
humanos, lo que obviamente avala las justificadas aprensiones que me
han manifestado algunas personas de la comunidad científica.
Otro precepto expresa: “Los exámenes genéticos y los
análisis predictivos sólo podrán hacerse por motivos terapéuticos o de
investigación científica,”. Pienso que este aspecto debería analizarse
con mayor profundidad y estudiar la conveniencia de contemplar,
además, la posibilidad de que un individuo quiera practicarse un
examen por propia iniciativa, si este acto no se halla reñido con la
moral y obedece a su libre voluntad. En los términos planteados se
podría afectar la libertad de las personas, por lo que estimo necesario
examinar la norma con mayor detenimiento.
Más adelante se prohíbe la clonación humana. A mi juicio,
debería agregarse “aunque sea con fines terapéuticos”, pues hoy sí
existe la posibilidad de clonar. Desde el momento en que aceptamos
una eventual clonación de tejidos u órganos con fines terapéuticos, nos
aproximamos a la obtención de células germinales a partir de un clon.
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DISCUSIÓN EN SALA

Ello supone células producidas a partir de un embrión, las que luego


serán diferenciadas hasta lograr determinado tejido.
Tal sería el caso -como señaló el Senador señor Ruiz-
Esquide- de aquella persona que, para evitar el rechazo de un órgano
trasplantado, decide obtener tejido de su propio cuerpo. Eso tendría
que hacerlo necesariamente a partir de un embrión propio, el que a su
vez debería ser destruido para conseguir las células requeridas.
Estamos frente a un asunto de la más alta complejidad y sensibilidad.
Por eso, aunque los términos en que se encuentra redactado el artículo
son correctos, a la frase que prohíbe la clonación habría que añadir
“aunque sea con fines terapéuticos”.
Cuando se habla de clonar entendemos que se trata de
clonar un individuo. En términos científicos no se hace referencia
precisamente a clonar tejidos, sino a CULTIVAR (que no es lo mismo
que clonar) tejidos. De hecho, al hacer un cultivo de sangre -que es un
tejido- no se habla de CLONAR LA SANGRE. De ahí que resulte
conveniente prohibir toda forma de clonación, aunque sea con fines
terapéuticos.
Cuando se trata de experimentación con seres humanos,
una justa valoración bioética de la misma debe considerar la protección
de la autodeterminación de la persona objeto de la investigación,
mediante el consentimiento informado que se le entregue, así como la
protección de su vida, de su integridad física y de su dignidad y de la
de su descendencia, ante los riesgos a que pudieren verse expuestas.
El proyecto es muy claro en asegurar ese respeto.
De otro lado, tratándose de técnicas de reproducción
humana asistida, donde han de resguardarse los derechos y los
intereses del niño y el de sus padres, cobra especial vigor una rigurosa
valoración ética para evitar dejarlos expuestos a prácticas humillantes
que pongan en peligro su dignidad y la protección institucional del
matrimonio y de la familia. El derecho al libre desarrollo de la
personalidad, incluido el derecho a la procreación, así como las
libertades de investigación y científica, deben ser tenidos en cuenta a la
hora de aplicar esos procedimientos terapéuticos.
Cito lo anterior a propósito de los avances que en este
campo ha logrado la medicina en los últimos años. A las técnicas de
reproducción humana ahora se agregan nuevos adelantos científicos
como la terapia génica, que se deriva del conocimiento progresivo del
mapa o la cartografía -como se ha dado en llamar- del genoma
humano, y que apunta a la solución de muchas enfermedades que
aquejan a la humanidad.
La cada vez más sofisticada aplicación de esos hallazgos
científicos debiera urgirnos a considerar que la vida humana es digna
de protección desde el mismo instante de la unión de los gametos. En
esa dirección, ciertas legislaciones han prohibido expresamente
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DISCUSIÓN EN SALA

cualquier tratamiento dirigido a la modificación del genoma de


embriones humanos, lo que estimo muy acertado.
A pesar de las justificadas reservas que pudieren
plantearse, habrá que tener mucho cuidado para no caer en excesivas
regulaciones legales o reglamentarias que terminen limitando el avance
de la ciencia y el necesario desarrollo de la investigación y la
experimentación científica.
Felizmente nuestro ordenamiento constitucional y legal
contempla parámetros éticos muy sólidos que aseguran a la persona un
estatuto jurídico que garantiza su dignidad como tal. A fin de reforzar
ese criterio que preside nuestra legislación, los autores de la iniciativa
tuvieron especial cuidado en resguardar todavía más, con normas muy
explícitas, esos preceptos tan fundamentales que tienen que ver con la
vida y el destino de la humanidad.
Por lo tanto, este debate parlamentario cuenta con un
marco normativo muy propicio para su desarrollo. Desde luego,
esperamos ver enriquecido lo propuesto en el proyecto con los aportes
que los señores Senadores efectúen próximamente.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, el siglo que comienza está marcado
por un hito científico de gran importancia, como es la descripción del
mapa genético humano, es decir, del conjunto de genes que
caracterizan a la especie y que permiten identificar a cada individuo.
El impacto del conocimiento biogenético amenaza con
eclipsar la otra gran revolución tecnológica en curso: el desarrollo de
Internet y de todas las ciencias de la comunicación. Las acciones de las
empresas farmacéuticas que están trabajando en este campo han
subido vertiginosamente de valor en el mercado.
Hay dos maneras de aproximarse a estos acontecimientos.
Una es la de aquellos que ven el horizonte cargado de enormes peligros
-sin duda, los hay-; otra, la de quienes vemos en estos importantes
avances grandes posibilidades para la medicina y la salud de la
humanidad. Por eso es que tanto el Presidente Bill Clinton como el
Primer Ministro inglés Anthony Blair han admitido la existencia de
ambas expectativas: enormes posibilidades, y también enormes
peligros.
El conocimiento de la identidad genética de una persona,
incluso desde antes de su nacimiento, fortalecerá el carácter predictivo
de la medicina.
Se puede sostener que el conocimiento del genoma viene
a dar un soporte biológico a la Declaración Universal de los Derechos
Humanos. Efectivamente, somos muy semejantes los unos a los otros:
de los 3.120 millones de datos del genoma, el 99,8 por ciento es
idéntico en todas las personas. Caen por tierra, así, las teorías racistas
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DISCUSIÓN EN SALA

que tanto prejuicio y crueldad han provocado en la historia, incluso


reciente.
Un libro aparecido hace poco, “Los Nazis en Chile”, de un
historiador chileno, dedica varios capítulos a la colaboración estrecha
entre la comunidad médica chilena de la época y la comunidad médica
alemana bajo el régimen de Hitler y los distintos experimentos
eugenésicos que se hicieron incluso en niños chilenos, en especial de
raza mapuche. Toda esa cantidad de palabras, informes y “ciencia” es
completamente desechada ahora debido a los adelantos en el genoma
humano, porque los seres humanos somos, en esencia, iguales. No hay
una raza superior ni una raza más dotada que otra, sino que todos los
seres humanos somos –repito- básicamente iguales.
Este avance científico notable plantea los dilemas morales
y los problemas jurídicos a que ya se refirieron los Senadores señores
Ruiz-Esquide y Bombal, los que el proyecto trata de solucionar
siguiendo ciertos criterios universales y éticos y, al mismo tiempo, la
experiencia de la legislación comparada.
Existe un enorme debate sobre estas materias, pero hay
ciertos puntos firmes que es importante señalar. En primer lugar, tal
como lo ha indicado la UNESCO, la clonación humana constituye un
atentado contra la dignidad de la persona, pues todos tenemos el
derecho inalienable a nuestra propia identidad genética. Aquí surge la
primera discusión, a la cual hacía referencia el Senador señor Bombal,
en cuanto a la posibilidad de clonación de tejidos con el objeto de
mejorar las perspectivas terapéuticas. Para ello, el artículo 15 del
proyecto distingue entre clonación de seres humanos, prohibida; y
clonación de tejidos y órganos, permitida con fines exclusivamente
terapéuticos y previa autorización de una comisión de bioética.
La solución del proyecto es acertada y cuenta con una
sólida fundamentación científica. Al respecto, el doctor Jorge Allende
expresó su discrepancia con algunas definiciones que a su juicio son
ambiguas “e incluyen una serie de procedimientos que se están
llevando adelante en la actualidad que quedarían inconvenientemente
comprendidos en la citada norma”. En el mismo sentido se pronuncia
don Carlos Valenzuela.
Por último, el profesor Miguel Kottow manifestó la
importancia de realizar el distingo, incorporado en el proyecto de ley,
entre clonación “de” seres humanos y clonación “en” seres humanos.
Hizo hincapié en la prohibición absoluta en cuanto a la clonación de
seres humanos, cuestión en la que existe amplia mayoría científica y
ética. Sin embargo, agregó que “es discutible prohibir la clonación de
ciertas parcelas del organismo humano que pueda dar beneficios
terapéuticos al hombre”.
A la misma conclusión se sumó el profesor Ricardo Cruz-
Coke, señalando la necesidad de controlar los procedimientos referidos
a la clonación en seres humanos con fines terapéuticos.
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DISCUSIÓN EN SALA

En tanto, una orientación similar aportó, desde un punto


de vista jurídico, el profesor Gonzalo Figueroa, quien indicó que el
masivo rechazo a la clonación humana, expresado en declaraciones
como la de la UNESCO y de otros organismos internacionales, no se
opone sino más bien se distingue claramente de la clonación en seres
humanos con fines terapéuticos no reproductivos.
Subsiste, sí, el problema del método para alcanzar la
clonación de órganos o tejidos, por cuanto sería más que discutible, y
por cierto rechazable, el uso de embriones para alcanzar esas nuevas
prácticas terapéuticas.
El proyecto, además, establece que el conocimiento del
genoma humano pertenece al patrimonio común de la humanidad y
que, por lo tanto, no se pueden patentar conocimientos sobre la
estructura de un gen o las secuencias de ADN. Esto es de la mayor
importancia, porque todos sabemos que hubo una carrera entre una
empresa privada norteamericana interesada en alcanzar el
conocimiento del genoma humano antes que cualquier otro, y el
proyecto en el que estaban participando 16 países, entre ellos, Estados
Unidos, Francia, Reino Unido, Alemania, Japón y China. La empresa
Celera Genomics quería llegar primero para patentar el conocimiento y
así obtener después grandes ganancias.
De allí surgió la declaración de Clinton, de Blair y de
muchos otros dignatarios, y el acuerdo posterior entre el proyecto
público de genoma humano y la empresa citada, en el sentido de que
el conocimiento sobre el genoma es patrimonio común de la
humanidad. No obstante, la iniciativa dispone que puede haber
patentabilidad sobre los tratamientos o fármacos que se deriven de los
datos conocidos del genoma; es decir, se establece una frontera entre
el conocimiento directo y las invenciones derivadas de ese
conocimiento.
Respecto a lo primero, se consagra el acceso universal de
todos al conocimiento directo. Así, queda determinado el límite entre lo
que es común, accesible y sin costo, y lo que es susceptible de
apropiación privada y de comercialización. Esto alcanza la más alta
relevancia si se tienen en cuenta experiencias anteriores, como la del
SIDA, en que el precio de los medicamentos de la llamada “triterapia”
subió de manera exorbitante, justamente debido a la apropiación de las
patentes sobre medicamentos fundamentales para la salud.
Asimismo, se prohíbe toda práctica eugenésica. Sólo se
pueden modificar las características genéticas de una persona que
inciden en la herencia, por motivos terapéuticos. Como aquí se ha
indicado, éste es otro punto fundamental, donde resulta necesario
distinguir, conforme a los artículos 13 y 14, entre células somáticas y
células germinales.
La terapia génica en células somáticas está ampliamente
aceptada en la comunidad científica, por lo que sólo tiene interés
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DISCUSIÓN EN SALA

referirse al caso de las células germinales. Al respecto, vuelvo a citar al


profesor Carlos Valenzuela, quien señaló que establecer una prohibición
de alterar el genoma germinal es “la antítesis de la medicina
preventiva”, precisando la inconsecuencia de una terapia que favorezca
al sujeto en quien se emplee, pero no se ocupe de evitar que el mal se
reproduzca en sus descendientes. “La única medicina verdaderamente
preventiva” –agregó- “es la terapia génica de células germinales junto
con la de las células somáticas del portador de una enfermedad
genética” y, por tanto, transmisible.
A cualquier persona que se le pregunte si es posible
alterar una célula germinal para evitar la transmisión de una
enfermedad genética a sus hijos y descendientes va a responder que
sí, que evidentemente eso es lícito.
Sin soslayar las dificultades científicas existentes en la
actualidad para proceder con seguridad de ese modo, el mismo
profesor concluye que cuando se cuente con una mejor tecnología "la
terapia génica de células germinales será un imperativo ético".
Tal opinión es compartida por el profesor Miguel Kottow,
quien señala que por esta vía "podrían eliminarse enfermedades a
través de este mecanismo genético, aislando factores genéticos,
modificándolos y así evitando la transmisión de dichas enfermedades a
la descendencia de un individuo, sin otras alteraciones en el genoma.".
La legislación extranjera otorga también precedentes
interesantes en la materia. Así, el artículo 3º de la ley francesa 94-653,
que introduce enmiendas al Código Civil sobre este punto, precisa la
prohibición de realizar transformaciones de los caracteres genéticos con
la finalidad de modificar la descendencia de una persona, pero dispone
que lo anterior se entenderá "sin perjuicio de las investigaciones
dirigidas a la prevención y el tratamiento de las enfermedades
genéticas.".
Es decir, de lo que se trata aquí nuevamente es de, por
una parte, establecer una frontera entre el rechazo categórico y total a
las prácticas eugenésicas, y por otra, sin embargo, permitir la terapia
génica cuando ello es indispensable para que una enfermedad
transmisible por vía hereditaria se pueda cortar y no afecte a los
descendientes.
En mi concepto, otro punto importante dice relación a la
imposibilidad de establecer discriminaciones basadas en el patrimonio
genético. Por lo mismo, se reafirma el carácter confidencial de los datos
que de él se derivan, tal como lo preceptúa ya la ley sobre protección
de datos personales, cuerpo legal poco conocido, pero que en uno de
sus artículos dispone la confidencialidad absoluta de los datos
sensibles, como son todos aquellos que tienen que ver con la condición
médica de una persona. Esa norma debe ser armonizada con las
disposiciones del Código Sanitario sobre salud pública en lo referente a
impedir la propagación de las epidemias.
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DISCUSIÓN EN SALA

Además, el proyecto de ley regula en general la


investigación en seres humanos que involucre algún tipo de
intervención física o psíquica y la investigación genética en particular.
Señor Presidente, considero muy relevante que la señora
Ministra de Salud haya anunciado el respaldo del Gobierno a esta
iniciativa, dado que el Congreso carece de facultades para establecer
una comisión al respecto. Porque resultaría paradójico que el Senado,
que está discutiendo una iniciativa sobre protección de los animales
donde se crea una Comisión de Bioética Animal, se viera imposibilitado
de establecer una Comisión de Bioética respecto de los seres humanos.
Consecuente con lo anterior, se crearía una Comisión
Nacional de Bioética, encargada de dictar criterios acerca de todas
estas materias. Además, se deberían registrar en la respectiva
Comisión Regional todos los establecimientos que practicaran algún
tipo de investigación “intrusiva” en seres humanos, que puede ser de
carácter genético o no. Al mismo tiempo, las Comisiones Regionales
tendrían que autorizar los protocolos de investigación y pronunciarse
cuando hubiera discusión sobre el carácter patentable o no patentable
de determinado conocimiento o descubrimiento científico en materia
genética.
Igualmente, tratándose de terapias genéticas realizadas
en células germinales que inciden en la herencia, se requeriría
autorización de la Comisión Nacional de Bioética, para asegurar la
seriedad de ellas y velar por que no se cometa un abuso de índole
eugenésica.
El proyecto de ley presupone, entonces, la existencia de la
Comisión Nacional de Bioética y de las Comisiones Regionales.
Sería altamente conveniente, a mi entender, que las
diversas instancias de la comunidad científica, biológica y médica
pudieran dar su respaldo al funcionamiento de una institución como la
descrita, que no tiene por qué ser burocrática ni implicar mayor gasto y
que, sin duda, elevaría el carácter ético de la práctica médica y, al
mismo tiempo, defendería mejor los derechos de las personas que
están siendo sometidas a algún tipo de investigación.
Esos son, señor Presidente, los principales puntos que
aborda la iniciativa que debate la Sala esta tarde. Esperamos que sea
aprobada en general, tal como lo fue en la Comisión de Salud –allí
recibió el respaldo unánime de sus miembros-, más allá de las distintas
ópticas o visiones con que nos podamos aproximar a un problema tan
complejo como nuevo.
De ser aprobada la idea de legislar -como se espera-,
habrá un tiempo prudente para formular todas las indicaciones
destinadas a perfeccionar el proyecto. Se ofrece así una importante
ocasión de participación a la comunidad científica, algunos de cuyos
representantes ya fueron escuchados y entregaron su aporte en la
citada Comisión.
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DISCUSIÓN EN SALA

Por nuestra parte, estimamos que al aprobar una iniciativa


de esta naturaleza estamos adelantándonos a los desafíos de la
legislación en el siglo que recién comienza y encauzando el progreso
científico en bien de toda la población.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Boeninger.
El señor BOENINGER.- Señor Presidente, leí con mucha atención el informe de
la Comisión de Salud, que, en mi concepto, realizó un trabajo brillante
en un tema de gran complejidad. Y brillantes han sido también las
clarísimas exposiciones de quienes han intervenido esta tarde.
Yo había preparado algunas notas para connotar ciertos
aspectos que me llaman la atención, desde mi personal ignorancia.
Pero, en realidad, no vale la pena hacerlo; además, sería pretensioso.
En todo caso, me parece que sí podría efectuar una
reflexión con el carácter de sugerencia de procedimiento, basado en
dos ideas fundamentales.
Por una parte, hay un conjunto de principios generales
aceptados, que surgen del Código de Nüremberg, de 1947; de la
Declaración de Helsinki, de 1964, y de la Declaración Universal de la
UNESCO sobre Genoma Humano y Derechos Humanos, de 1997.
Por otro lado, uno observa las exposiciones de los distintos
expertos que recibió la Comisión y piensa en la complejidad de los
diversos temas, algunos de los cuales fueron mencionados por señores
Senadores que han intervenido. Por ejemplo, el problema de la
tecnología (aún no disponible) para que una intervención génica
permita evitar la transmisión de enfermedades por vía hereditaria; el
de la clonación de órganos –retinas, en fin-; el del difícil equilibrio entre
el interés prioritario del sujeto y el de la comunidad.
Y complejas son también la naturaleza y la eficacia de una
o más Comisiones de Bioética –me refiero a la Nacional y a las
Regionales- y la determinación de si al Estado o al aparato de Gobierno
debe corresponder o no participación en ello.
Sobre la base de que la Comisión de Salud hizo un trabajo
notable en su primer informe, se me ocurre que están dadas las
condiciones para elaborar una muy buena ley. Y ello requiere dilucidar
en la discusión particular un conjunto muy variado de problemas
complicados y respecto de los cuales existen puntos de vista diferentes.
Empero, tengo la sensación de que el mero trámite
legislativo de la discusión particular -atendida la naturaleza del
procedimiento, que implica debatir cada artículo-, por mucho que se
escuche y se vuelva a discutir con expertos, podría ser insuficiente para
aprovechar esta gran oportunidad de despachar una ley excelente y
pionera en la materia.
Por consiguiente, me parece que un procedimiento
razonable podría ser que la Comisión se pusiera de acuerdo con el
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 91 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

Ejecutivo, a través del Ministerio de Salud, a fin de establecer, formal o


informalmente, de facto, una especie de comisión transitoria de
bioética que, teniendo como materia prima el proyecto que nuestro
órgano técnico elevó al conocimiento de esta Sala, profundizara en los
aspectos de mayor complejidad y más discutibles e hiciera surgir
sugerencias alternativas que sirvieran a la Comisión de Salud para
culminar formalmente la discusión particular.
Termino formulando una proposición concreta a ese
respecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Ríos.
El señor RÍOS.- Señor Presidente, ante todo, me referiré en forma muy breve a
lo planteado por el Senador señor Boeninger.
Me parece que el Ministerio de Salud y otros organismos
del Estado, reglamentariamente, están en condiciones de crear una
comisión del tipo indicado –la que debería existir- sin necesidad de
acuerdo previo.
Aun más, considero que ella debió haberse creado hace
mucho tiempo, dado que, conforme a la Constitución, dicho Ministerio y
otros entes estatales tienen la obligación de proteger la vida del que
está por nacer y todos los aspectos propios de la dignidad y diversidad
humanas.
En consecuencia, comparto lo planteado por el Senador
señor Boeninger en tal sentido, pues ello permitirá avanzar. Porque lo
relativo a la investigación genética no es algo que se va a iniciar en el
momento de dictar la normativa legal pertinente, sino que viene
abordándose desde hace ya bastante tiempo.
Ahora bien, señor Presidente, hemos participado –en mi
caso, desde hace muchos años- en el estudio de diversos cuerpos
legales que han ido conformando la institucionalidad de Chile, y tengo
la certeza de que la ley en proyecto -vinculada, entre otros aspectos, al
genoma humano- debe de ser la que más lejos estará de la
administración o reglamentación, por los aspectos científicos que
involucra y por sus características. Mediante esta iniciativa, en el fondo,
estamos alentando a fortalecer principios y valores de nuestra sociedad
relacionados con la vida humana y a asentarlos permanentemente en
la actuación de los científicos en ese ámbito.
El hecho de haber tenido la oportunidad de oír a un
conjunto de científicos que están analizando este tema en las
universidades de nuestro país y conocer la enorme magnitud y
relevancia que encierra lo concerniente al genoma humano –no sólo en
su aspecto material, sino también en los ámbitos espiritual y valórico-,
me permite enfatizar que éste es un proyecto que alienta básicamente
el fortalecimiento de los principios y valores de nuestro país.
En mi opinión, sobre todo en esta etapa del proceso,
nunca podremos dictar una norma que deje claramente establecidos
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DISCUSIÓN EN SALA

todos los procedimientos relativos al enorme interés científico que


surge por la investigación del genoma humano y a los inmensos
intereses económicos que ello envuelve. Entre otros aspectos, debemos
tener muy en cuenta que una mala administración al respecto hará
surgir grandes problemas sociológicos. Por ende, resulta de vital
importancia que existan principios y valores muy profundos en torno a
la manipulación del genoma humano.
Señor Presidente, los Senadores que participamos en la
Comisión de Salud hemos sido bastante bien informados –dentro de lo
que uno puede entender sin ser experto en la materia- sobre los
alcances del proyecto en debate, que son inmensamente más extensos,
profundos y trascendentales que lo que podría inferirse de las
intervenciones de esta tarde.
Por ejemplo, en la Comisión incluso tuvimos dudas de que
la Constitución Política rigiera en cuanto a la acción científica vinculada
al genoma humano. Porque su artículo 1º dispone que “Las personas
nacen libres e iguales en dignidad y derechos.”. Es evidente que la
investigación científica y la acción sobre el genoma humano permiten
modificar ciertos caracteres de la persona. Más adelante, su artículo
19, Nº 1º, establece que “La ley protege la vida del que está por
nacer.”. ¿Cuál es el alcance de ello? Luego dice que “Se prohíbe la
aplicación de todo apremio ilegítimo.”. Sobre la base de la norma
recién citada, se entiende que el apremio se considera desde el
instante mismo en que comienza a gestarse el nuevo ser en el vientre
materno, o incluso antes.
Hay otros aspectos constitucionales significativos, como el
referido al “respeto y protección a la vida privada y pública y a la honra
de la persona y de su familia”.
Existen también problemas relacionados con “El derecho a
la protección de la salud”. ¿Cuál es el alcance? Porque se plantea, por
ejemplo, la posibilidad de que la investigación en comento resuelva
enfermedades hereditarias. ¿Hasta dónde llegamos en tal aspecto? ¡Eso
es eterno! Su análisis podría tomarnos un año o más.
Muchas veces se discutió -y lo conversamos con el señor
Presidente del Senado, a quien ruego excusarme por aludir a materias
sobre las que hemos intercambiado opiniones-, por ejemplo, acerca del
aborto terapéutico (esto se planteó reiteradamente en la última
campaña presidencial, durante la cual los periodistas complicaban la
vida a los candidatos haciéndoles preguntas al respecto). Esa materia,
sin duda alguna, responde también a una relación médico-paciente y a
una cuestión valórica de quien tiene en sus manos la responsabilidad
de la salud y la vida de las personas. Nunca una ley podrá desarrollar
una acción que termine en la aplicación o no aplicación de aquél,
porque es un tema de valores, de principios.
Al respecto, por cierto, existen dos elementos
importantes: uno, los líderes espirituales de un país (las iglesias o las
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 93 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

entidades religiosas), y dos, los valores que entregan las universidades


a los científicos, hombres y mujeres, que se desempeñan en el campo
de la salud.
Por lo tanto, señor Presidente, ¿cuál es mi proposición?
Yo considero que, antes de pronunciarnos, debemos
invitar a tres o cuatro científicos para que hagan una exposición sobre
la materia en esta Sala (en la Comisión ya escuchamos diversos
planteamientos). Y nos vamos a sorprender cuando conozcamos la
inmensidad del tema comprendido en la iniciativa presentada por cinco
señores Senadores, que constituye el inicio de un proceso en que no se
ve el final, por lo infinito de sus proyecciones.
Por eso, concretamente, solicito que se estudie la
alternativa de que en sesión de la próxima semana estén presentes
aquí los mismos científicos que concurrieron a la Comisión de Salud, a
fin de que expongan a la Sala los aspectos relevantes de este proceso,
que –reitero- es inmensamente grande.
En cuanto al proyecto propiamente tal, es evidente que
envuelve tres aspectos muy relevantes. El primero se halla establecido
en el artículo 1º, que señala: “La presente ley tiene por finalidad
proteger la vida, la integridad física y síquica de las personas, así como
su dignidad e identidad genética,” -¡ojo!: identidad que puede ser
modificada- “con respecto a la investigación científica y sus
aplicaciones y al ejercicio de la medicina.”.
El segundo aspecto es el referido a la Comisión Nacional
de Bioética, que “fijará los criterios necesarios para armonizar la
libertad de investigación científica en el campo de la salud, con el
respeto a los derechos y libertades garantizados en la Constitución
Política de la República”.
Sin duda alguna, el Senado deberá fijar ciertos límites a
fin de que la interpretación de las normas a que aludí no signifique
extender el tema hacia la inmensidad de todo lo que el mundo
científico puede otorgarnos más adelante.
Y el tercer aspecto dice relación al artículo 3º del proyecto,
que señala que “Sólo se podrá modificar características genéticas
humanas que inciden en la herencia en los casos y en la forma
previstos por la ley.”. Jamás la ley podrá prever todos los casos que
existan en esta materia. ¡Nunca!
Por eso, considero muy significativo lo expresado en el
artículo 22 sobre la Comisión Nacional de Bioética. Pero -¡ojo!- en el
artículo 3º de la ley en proyecto, la que debe ser entendida como
cuerpo armónico, completo, y teniendo en cuenta los principios y
valores consagrados por la Constitución, existen cuestiones que pueden
ser bastante más extensas.
Por eso, pensaba -y así lo sostuve en la Comisión- en un
proyecto de no más de dos o tres artículos, relativos a la existencia de
una Comisión de Bioética y sus obligaciones sobre todos los
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DISCUSIÓN EN SALA

procedimientos científicos que requiere la manipulación del genoma


humano.
¿Qué ocurre con la acción genética que afecte a un
compatriota en otro país, con repercusiones en su descendencia en
Chile? Estas son materias que, sin duda alguna, debemos tratar.
Sé que estamos abordando el problema desde el punto de
vista nacional, pero hay ciertos elementos que también serán
estudiados a nivel internacional. El Presidente de Estados Unidos y
otros gobernantes han expuesto al mundo las enormes dificultades que
representa el análisis de este tema. Por eso, creo que enfrentamos una
gran responsabilidad.
En resumen, primero -según mi experiencia legislativa de
muchos años-, este proyecto es el que se asienta con más fuerza en los
valores y principios de quienes van a actuar en el campo de la
investigación genética. Y la responsabilidad recae claramente en las
universidades, en los principios y valores de sus profesionales y de los
líderes espirituales de nuestro país.
Segundo, solicito formalmente invitar a dos o tres
científicos para que expongan en esta Sala los alcances impresionantes
que reviste la manipulación genética en el ser humano, que a cada
segundo se extienden y complican, abriéndose alternativas que, por lo
menos en la visión actual, pueden ser infinitas frente a las
características sociológicas de las diversas sociedades del mundo.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Parra.
El señor DÍEZ.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor PARRA.- Señor Presidente, en un libro de muy reciente aparición,
titulado “Predicciones”, en el que una treintena de personalidades nos
ofrecen una visión de lo que será el mundo en el siglo que se inicia, el
principal impulsor de la terapia génica French Anderson manifiesta lo
siguiente: “No podemos imponer reglas a la sociedad del siglo que
viene. Las personas del futuro harán el mismo caso a nuestra opinión
que el que hicimos nosotros a las lejanas prohibiciones de nuestros
predecesores del siglo XIX. Pero debemos entrar en la era de la
ingeniería genética de la forma más responsable posible. Esto implica
que no deberíamos usar la terapia génica para otro propósito que no
sea el tratamiento de enfermedades graves, sin importarnos lo
tentador que pueda resultar intentar “mejorarnos” con esta poderosa
tecnología.”.
Aquí hay un planteamiento de escepticismo respecto de la
acción que en estas materias pueda caber al Derecho.
Yo no participo de ese criterio. Pienso que la legislación en
otros países del mundo y a nivel internacional ha dado ya pasos muy
significativos que naturalmente nos ayudan a abordar el tema en
nuestro medio.
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DISCUSIÓN EN SALA

Por ello, quiero expresar mis felicitaciones a los autores


del proyecto. Se han atrevido a abordar un tema difícil, como antes lo
hizo el ex Senador señor Piñera, que dejó a la consideración del
Senado un proyecto sobre la fecundación asistida, que
desgraciadamente no ha tenido el desarrollo que correspondía a su
naturaleza e importancia.
A nivel internacional, se han citado aquí diversos
instrumentos plenamente vigentes, a través de los cuales estos temas
se han ido encarando en su integridad. Y a los ya citados, me permito
agregar el “Convenio para la protección de los Derechos Humanos y la
dignidad del ser humano con respecto de las aplicaciones de la biología
y la medicina”, aprobado por el Consejo de Europa, en Oviedo, en
1997, que incorpora todas esas materias, incluso la fecundación
asistida y el trasplante de órganos, en un texto que, a partir de
principios vertebradores, regula adecuadamente posibles conductas.
Pero quiero, sí, alertar sobre una cosa. A la ley no le
corresponde despejar dilemas éticos, menos aun en el contexto de un
Estado que en materia ética es necesariamente neutral, como es el
caso del Estado chileno, laico desde 1925. Lo que a la ley corresponde
es regular conductas; componer intereses en conflicto; adoptar
medidas para alcanzar el bien común, y, hasta donde sea posible,
realizar el ideal de justicia que la sociedad debe cultivar. Creo que la
iniciativa, en ese sentido, es absolutamente pertinente y apunta
justamente en esa dirección.
Expreso mi deseo de que se retome también el esfuerzo
en materia de fecundación asistida para que, en unión con la normativa
legal ya vigente sobre trasplante de órganos, pueda contarse en esta
materia, al igual que en otros países del mundo, con una legislación
completa.
Sin duda, estas disposiciones y esas otras leyes plantean
un dilema fundamental: el de los límites de la investigación científica,
específicamente el de la experimentación en seres humanos con fines
científicos. Se trata de una tensión que difícilmente encontrará una
solución plenamente satisfactoria.
Tengo en mi poder un texto escrito en España, en 1999,
que se refiere justamente a esta tensión, títulado “Derechos Humanos
y Proyecto Genoma”, cuyo autor es el jurista Javier Blázquez Ruiz. Su
texto nos presenta una completa visión acerca de las dificultades que
conlleva compatibilizar la necesaria libertad que en materia de
investigación científica debe existir con el pleno y permanente respeto
a los derechos y a la dignidad humana.
Siento que ese tema no queda felizmente resuelto en el
proyecto sujeto a nuestra consideración y que será necesario un
esfuerzo colectivo de todos los Senadores para encontrar soluciones
más eficaces.
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DISCUSIÓN EN SALA

Debe tenerse presente que en nuestro ordenamiento


jurídico, conforme al número 10º del artículo 19 de la Constitución
Política, corresponde al Estado fomentar la investigación científica,
hallándose implícita, en otras garantías constitucionales, la amplia
libertad que en esta materia gozan los investigadores.
Y como si eso fuera poco, en el número 3, del artículo 15,
del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales,
que forma parte también de nuestro ordenamiento jurídico, se enfatiza
justamente este principio al referirse a la -cito textualmente-
“indispensable libertad para la investigación científica” que debe existir
en los Estados firmantes.
En consecuencia, las restricciones a la iniciativa de los
investigadores y a la libertad que éstos deben gozar para llevar
adelante sus investigaciones deben ser cuidadosamente estructuradas,
porque chocan con las disposiciones de orden constitucional que acabo
de citar. Reitero: creo que esta tensión se encuentra insuficientemente
resuelta en el proyecto que estamos conociendo.
Por otro lado, resulta difícil alcanzar un grado de precisión
adecuado en esta materia. Cito como ejemplo lo que se dispone en el
inciso primero del artículo 7º de la iniciativa, que empieza diciendo: “La
investigación científica en seres humanos que involucre algún tipo de
intervención física o síquica”. Entiendo el propósito que anima a los
autores de la iniciativa, pero debo recordar que el Diccionario de la
Lengua Española define, precisamente, para estos efectos, lo que debe
entenderse como “intervención”, y limita la acepción del término a
“operación quirúrgica”. No me cabe duda de que la intención de los
autores del proyecto ha sido ir bastante más lejos, particularmente
para entender bien la referencia a “intervención síquica” en el sujeto.
Por otra parte, el tema de la Comisión Nacional y de las
Comisiones Regionales de Bioética me parece que también exige un
análisis más atento. No está clara en el proyecto la naturaleza del
órgano que se crea: si es de carácter administrativo o jurisdiccional, o
es puramente consultivo.
Debo hacer presente, sí, que ya hay algunas experiencias
entre nosotros. Por disposición de la CONICYT, los principales centros
de investigación científica del país cuentan con comisiones de ética de
carácter consultivo, que opinan sobre proyectos de investigación que
podrían afectar valores o principios éticos fundamentales.
En síntesis, señor Presidente, creo que el proyecto
representa un esfuerzo y un avance que todos debemos acompañar, y
que en el tiempo para formular indicaciones deberemos tratar de
perfeccionar, pero, sin lugar a dudas, también apunta a salvar una
carencia de nuestra legislación, lo cual justifica sobradamente el que
esta tarde aprobemos la idea de legislar.
He dicho.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la Honorable


señora Matthei.
El señor BOMBAL.- ¿Me concede una interrupción, señora Senadora, con la
venia de la Mesa?
La señora MATTHEI.- Con todo agrado, señor Senador.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, antes de la intervención de la señora
Senadora ¿es posible abrir el período de votación, en atención a que
hay otros señores Senadores que así lo han pedido, dado que en este
momento están trabajando en algunas Comisiones?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Creo que no habría
inconveniente para que, en el mismo orden en que se encuentran
inscritos –además del Honorable señor Silva, que está en primer lugar,
hay cinco o seis señores Senadores-, fundamenten su voto y así
cerramos el proceso de votación en el día de hoy.
¿Habría acuerdo en tal sentido?
El señor DÍEZ.- No hay acuerdo, señor Presidente. En una materia tan delicada
como ésta no veo la urgencia de despachar ahora esta iniciativa. Creo
necesario que el Senado se tome el tiempo suficiente para oír a cada
uno de los señores Senadores que deseen intervenir acerca de un tema
de tanta profundidad y trascendencia, sin limitarlos a los cinco minutos
de su fundamento de voto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Al haber oposición, no puedo
acceder a la petición del Honorable señor Bombal.
Tiene la palabra la Honorable señora Matthei.
La señora MATTHEI.- Señor Presidente, estamos conscientes de que el tema de
la investigación y la terapia genética es muy vasto y desconocido para
la mayoría de nosotros, y de que, al mismo tiempo que abre tantas
oportunidades a los seres humanos, también encierra muchos peligros,
motivo por el cual es sumamente importante abordarlo hoy día en el
Senado. Obviamente, yo no soy en absoluto especialista en la materia
y, por lo tanto, más que al tema de fondo, quisiera hacer una serie de
preguntas a la señora Ministra o a los autores del proyecto –cuya idea
de legislar votaré favorablemente- sobre ciertas ciertas materias que
me llaman la atención.
El artículo 1º dice: “La presente ley tiene por finalidad
proteger la vida, la integridad física y síquica de las personas, así como
su dignidad e identidad genética, con respecto a la investigación
científica y sus aplicaciones y al ejercicio de la medicina”.
Como la investigación científica y la medicina se vienen
practicando desde hace muchísimas décadas en Chile, me parece raro
que dicho artículo pretenda proteger la vida, la integridad física y
síquica de las personas, con respecto a la investigación científica y sus
aplicaciones y al ejercicio de la medicina. Yo me imagino que tal
propósito ya ha sido abordado en alguna parte, por lo cual considero
necesario precisar el verdadero alcance de este texto. Yo no sé si
realmente se pretende abarcar toda la investigación científica y toda la
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DISCUSIÓN EN SALA

medicina, o solamente de aquellos aspectos relacionados con la


investigación genética.
En cuanto al artículo 2º, sencillamente no entiendo la
definición. Dice todo y no dice nada. No sé si también puede
precisarse.
En seguida, me pregunto si en verdad se justifica el
artículo 6º, que establece que las actividades de investigación científica
tienen como límite los derechos y libertades reconocidos por la
Constitución. A mi juicio, aunque no se consigne este artículo, tales
actividades tienen esa limitación.
Con el artículo 7º pasa algo semejante a lo que sucede
con el artículo 1. ¿Acaso en la actualidad no hay en Chile normativa
vigente que regule la investigación científica en seres humanos? ¿No
hay otras disposiciones en el Código Sanitario o en otras leyes de
aplicación general?
En el artículo 9º no me queda claro si se está creando un
procedimiento muy largo y engorroso al disponer que toda
investigación científica en seres humanos requerirá la aprobación de la
Comisión Nacional o Regional de Bioética respectiva, si se precisan
distintos quórum para los diversos tipos de investigación y si sus
dictámenes son susceptibles de apelación ante alguien.
Por otra parte, nada se dice sobre resguardar el secreto, si
es que fuese necesario. Si hay de por medio investigación científica, es
posible que también se requiera mantener reserva por problemas de
patentes u de otro tipo.
Me ha llamado la atención el artículo 10. ¿Estos “deberes
especiales del investigador” no deberían ser realmente de aplicación
general? Aquí se está hablando básicamente del investigador. ¿Pero
hay otras leyes en las cuales se aborden, por ejemplo, las materias
contenidas en los números 1), 2), 3), 4) -desde la letra a) hasta la d)-,
y el 5), concerniente a “Renovar el consentimiento informado”? Ello, en
razón de que pueden presentarse situaciones similares en el caso, por
ejemplo, de trasplante de órganos o de cáncer de ciertas
características, en que se está aplicando una medicina nueva que, a lo
mejor, sólo prolonga el sufrimiento.
Me pregunto también si los estipulados en el artículo 11
son los únicos fines de investigación genética. ¿No puede haber algún
otro fin o que se trate simplemente de investigación pura?
Tampoco me queda claro si el inciso segundo del artículo
15 se refiere a la clonación de tejidos y órganos de seres humanos o a
la clonación de tejidos y órganos de cualquier otro ser viviente.
En lo que atañe a la Comisión Nacional de Bioética, creo
que hay precisar la duración de sus miembros en el ejercicio de sus
cargos y quién elige a los tres representantes a que se refiere el
número 5. ¿Habrá secretaría? ¿Contará con presupuesto? Como me
preguntaba antes, ¿quedarán o no sus decisiones sujetas a alguna
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DISCUSIÓN EN SALA

apelación? ¿Es lógico o no dejar todas estas materias entregadas a un


reglamento o deberían incorporarse en la ley?
En realidad, mi intervención sólo tenía el propósito de
formular estas preguntas. Aun cuando es bueno abordar este tema, no
me queda claro el ámbito de la ley. No sé si el proyecto, cuando habla
de medicina, de investigación científica y de la Comisión de Bioética se
está refiriendo solamente a aspectos de la medicina y de la
investigación relacionadas con la investigación y la terapia genética o si
pretende también referirse a todo otro tipo de investigación y de
medicina.
No sé si podré contrapreguntar. A lo mejor, muchas de
estas dudas sencillamente quedarán para la segunda discusión. Me
imagino que el proyecto deberá debatirse en forma importante. No he
abordado esto con ánimo de criticar, ni cosa parecida, sino porque
realmente considero que se trata de un tema sumamente relevante.
Chile está yendo a la vanguardia en estas materias. Por lo tanto, lo
lógico es que combinemos el debido resguardo también con la
prudencia de saber que estamos legislando en terrenos que no
conocemos y de que quizás tampoco sería bueno, a estas alturas,
limitarse con una ley demasiado restrictiva.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la señora
Ministra para responder las preguntas que se han formulado.
La señora BACHELET (Ministra de Salud).- Señor Presidente, estoy en
condiciones de contestar algunas de las preguntas hechas. Para las
otras necesito buscar información anexa.
Según los antecedentes que manejo, la legislación chilena
contiene algunas regulaciones en estas materias, esencialmente en lo
relativo al Código Sanitario. Pero en cuanto a investigación más
específicamente en seres humanos no disponemos de suficiente
regulación y legislación. De todas maneras, el Código se redactó hace
muchos años, y en este tipo de temas, tan emergentes e innovadores,
es necesario volver a mirar y reactualizar.
Lo mismo sucede en lo tocante al consentimiento
informado. El concepto de que una persona tiene derechos en salud, y
a decidir si prestar o negar su consentimiento con respecto a una
intervención, pero no en el sentido que señaló un señor Senador en
cuanto a operación quirúrgica, sino de un acto que interviene un
proceso, es algo -diría- relativamente novedoso en la ejecución de la
medicina. Esto surge básicamente a contar del tratamiento de temas
como el SIDA. Pero antaño en nuestro país no existía una cultura sobre
consentimiento informado. Es algo que sí tenemos incorporado en un
futuro proyecto de ley de derechos de las personas, que queremos
presentar al Parlamento. De modo que, en efecto, no es un área que
hoy día se encuentre regulada adecuadamente, y nos parece central
avanzar en este sentido.
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DISCUSIÓN EN SALA

¿Cómo se resguarda el secreto? Sin duda, se puede


revisar esto de mejor manera. Hoy día existe la ley mencionada por el
Senador señor Viera-Gallo, de la confidencialidad de los datos
personales. Por tanto, el dato genético podría ser parte de eso. Pero
también en nuestro accionar cotidiano, a través de la vigilancia
epidemiológica, mantenemos tal secreto basado en el valor y concepto
del secreto profesional. Por consiguiente, frente a áreas muy
sustantivas o complejas como el SIDA, lo que se ha hecho en otros
momentos es buscar la codificación de datos, de manera que no
hubiera abuso en esta información con fines discriminatorios.
La señora MATTHEI.- ¿Me permite una interrupción, señor Presidente?
La señora BACHELET (Ministra de Salud).- No tengo inconveniente, señor
Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora
señora Matthei.
La señora MATTHEI.- Señor Presidente, entiendo lo del secreto profesional. Yo
me refería más bien al secreto en cuanto a los resultados de la
investigación. Porque si hay una Comisión Nacional de Bioética, que se
pronunciará sobre las cuestiones y problemas relacionados con la
bioética, obviamente deberá hacerlo sobre la base de cierta
información que tendrá que entregar el investigador. Por lo tanto, me
refería a la necesidad de guardar secreto respecto de los alcances de la
investigación propiamente tal.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra la señora
Ministra.
La señora BACHELET (Ministra de Salud).- Señor Presidente, nosotros estamos
de acuerdo con este proyecto. Sin embargo, creemos que hay un sinfín
de definiciones que deben precisarse mucho más, como, por ejemplo,
lo señalado por Su Señoría respecto de la Comisión Nacional de
Bioética, de sus componentes y de una serie de procedimientos.
Entiendo -como señaló el Senador señor Ruiz-Esquide- que ésta es una
primera versión que deberemos enriquecer y acotar con los
planteamientos que han surgido durante esta discusión.
Nosotros haremos llegar una indicación sobre la
constitución de esa Comisión.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador
señor Silva.
La señora MATTHEI.- Señor Presidente, el Senador señor Ruiz-Esquide me
había solicitado una interrupción.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Su Señoría puede pedírsela al
Senador señor Silva.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, solicité la interrupción porque
quería aprovechar el tiempo. De modo que si el Senador señor Silva no
tiene inconveniente, al término de su intervención podría concederme
dos o tres minutos para responder lo planteado.
El señor SILVA.- Estoy de acuerdo, señor Presidente.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador


señor Silva.
El señor SILVA.- Señor Presidente, para mí resultó fascinante haber
intervenido en el debate habido en el seno de la Comisión de Salud del
Senado. Mientras tuve el honor de integrarla (durante casi dos años y
medio), ésta dedicó alrededor de dos años a estudiar
permanentemente este proyecto y otros de la misma relevancia.
Destaco este hecho porque lo realizado por esta Comisión
en la materia que nos ocupa no ha sido simplemente ampliar con una
concepción más o menos burocrática su actividad legislativa. La
inquietud que demostró, ha demostrado y sigue teniendo en la
iniciativa sobre la investigación científica en el ser humano, su genoma,
-como la ha tenido en proyectos relativos al SIDA, a la modificación de
la Ley de Alcoholes y en otros de naturaleza semejante- merece ser
destacada, por la manera concienzuda y serena de abordar los estudios
respectivos.
Creo que vale la pena dejar constancia de ello, cuando a
menudo suelen formularse críticas, a mi modo de ver injustas, acerca
de la forma como el Senado está legislando.
En el caso en análisis, la discusión fue fascinante
precisamente por la posibilidad que tuvimos los entonces miembros de
la Comisión de adentrarnos en el conocimiento de una materia de
singular relevancia desde los más distintos puntos de vista.
A mí me correspondió, si se quiere, la suerte de conocer
con antelación este tema como consecuencia de viajes internacionales
que realicé, donde tuve la oportunidad de asistir a intensos debates
(que ya se estaban produciendo, especialmente en Europa) sobre el
genoma humano. Y pude interiorizarme en algo respecto de lo cual
poco se ha dicho esta tarde en la Sala.
En efecto, esta materia no dice relación solamente con
terapia génica o con una cuestión científico-médica, sino que va mucho
más allá. La trascendencia del estudio sobre el genoma en el campo
jurídico y ético es realmente espectacular, como lo señaló muy bien el
Senador señor Ríos.
A manera de reflexión -si se quiere algo entretenida-,
menciono a mis Honorables colegas que, por ejemplo, en el campo de
la política, de las candidaturas presidenciales, el tema del genoma ha
adquirido tal relevancia que en un momento dado se ha pensado que
podría determinarse si los postulantes están a tono, desde el punto de
vista genético, con la proyección que políticamente están llamados a
tener en un país. Naturalmente ello lleva a concluir, de manera obvia a
mi juicio, que es fundamental la necesaria reserva para tratar, analizar
y legislar lo concerniente al genoma, en donde se halla de por medio el
derecho sagrado a la privacidad, que debe reconocerse.
Por lo anterior, subrayo que en la discusión de la Comisión
de Salud hubo una extensión de tópicos de la más diversa naturaleza.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 102 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

El proyecto no sólo está referido a la cuestión puramente científico-


médica. Se ha tenido presente -y quién sabe si lo mencionado a
manera de reflexión por el Senador señor Ríos puede ser muy útil- todo
lo concerniente al genoma humano respecto de sus proyecciones en el
campo ético, jurídico o en el de aquellas áreas donde temas de esta
índole tienen relevancia en el desarrollo futuro de la vida colectiva,
tanto para garantizar la seguridad de los derechos de la persona y la
debida reserva y reconocimiento de los mismos en cuanto ser humano,
como de la colectividad integralmente considerada.
En el debate general -como el que se realiza hoy, con
fundamentos-, quiero dejar testimonio de que, a nuestra manera de
ver, esta iniciativa ha tenido la sensatez de contemplar no sólo los
planteamientos que primigeniamente se hicieran en el Código de
Nüremberg, de 1947, o en la Declaración de Helsinki, de 1964, sino
también los formulados con posterioridad, en la Declaración Universal
sobre la materia, aprobada el 11 de noviembre de 1997 por el
organismo correspondiente de las Naciones Unidas.
En verdad, desde ese punto de vista, creo que no hay
nada que pueda ser extremadamente peligroso en el contenido del
articulado sometido a la consideración en general del Senado. Es
indudable que hay materias –ya lo señaló la señora Ministra, cuya
intervención me complazco en destacar- que, desde mi personal punto
de vista jurídico y con fundamentos, adolecen de algunos vicios de
inconstitucionalidad, particularmente en cuanto concierne a la
conformación de la Comisión Nacional de Bioética, como asimismo al
establecer de manera muy genérica normas que dan a dicho organismo
la posibilidad de aplicar graves sanciones a los particulares o a las
entidades científicas que puedan aparecer como infractoras.
Y digo que es placentera la declaración de la señora
Secretaria de Estado, porque no cabe duda de que respecto de una
iniciativa de tal relevancia como ésta tenemos el derecho de abrigar la
esperanza fundada de que el Ejecutivo le entregue su aquiescencia en
el orden de aquellas materias que son fundamentales, a fin de que el
día de mañana pueda prosperar. De allí que es interesante oír a la
señora Ministra decir que un proyecto de esta magnitud cuenta con la
satisfacción, desde el punto de vista integral, del Gobierno, sobre todo
en su última intervención cuando agregó que están llanos a formular
indicaciones específicas en el campo de la Comisión Nacional de
Bioética.
Es indudable –y con esto termino- que el proyecto debe
aprobarse en general, y serán muchas las posibilidades de sugerir
enmiendas a su respecto, pues por su categoría y relevancia está
llamado a ser una iniciativa cúspide en la legislación de nuestro país.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Con la intervención del
Honorable señor Romero daremos por terminado el Orden del Día, sin
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DISCUSIÓN EN SALA

perjuicio de la proposición que haré para la tabla de la sesión de


mañana.
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor ROMERO.- Señor Presidente, en primer lugar, deseo destacar lo
interesante y trascendente que ha resultado el debate producido en la
Sala respecto de un tema de esta naturaleza. No cabe la menor duda
de que todo lo atinente al ser humano es relevante, y la Comisión ha
hecho bien en plantear a la Sala las posiciones generales existentes, a
fin de hacer un primer análisis sobre esta materia, que es de gran
complejidad.
En segundo lugar, deseo señalar mi coincidencia con
quienes han intervenido respecto de la constitución de la Comisión
Nacional de Bioética.
En verdad, aparte las dudas constitucionales que con
justificado fundamento hizo presente el señor Senador que me precedió
en el uso de la palabra, me parece que también existen situaciones que
es conveniente escudriñar antes de tomar la decisión de crear dicho
organismo, como también el hacer una evaluación crítica –ya se señaló
en el debate interno de la propia Comisión- del funcionamiento de
entes análogos existentes en otros países. Considero deseable y
beneficioso que el Senado conozca no sólo los planteamientos de
algunos especialistas sobre la materia, sino también las alternativas
barajadas en los organismos que han operado en otras naciones. Tal
evaluación debería tener amplia difusión en el país, por considerar
indispensable, antes de establecer una normativa en este campo, que
haya una discusión a nivel nacional respecto de un asunto de tanta
importancia.
En tercer término, estimo que el marco constitucional y
legal vigente garantiza, en cierto modo, que cualquier decisión que se
adopte sobre el particular debe encuadrarse en las bases de la
Constitución de 1980.
Sin embargo, más que reiterar algunos conceptos, deseo
hacer algunas reflexiones respecto de ciertas expresiones formuladas
que dan la sensación de que estos instrumentos internacionales
tendrían carácter vinculante para Chile. Se habla, como si fuera dogma
de fe, de que Declaraciones como las de Helsinki, de Nüremberg, o las
recientemente adoptadas por la UNESCO, parten de cierta base de
coincidencia de criterios.
Al respecto, deseo llamar la atención, en mi calidad de
integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores, acerca de una
inquietud que nos surgió a varios Senadores en cuanto al carácter de la
Declaración Universal de la UNESCO, emitida en 1997, si mal no
recuerdo. Lo cierto es que el Congreso no ha conocido de ella, pese a
ser tan trascendente y valiosa. Tampoco puede decirse que sea
simplemente una expresión de principios, porque establece cierto grado
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 104 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

de obligatoriedad para los Estados. Y, si así fuere, estaríamos en


presencia de un tratado internacional.
En opinión de los especialistas, el ARTÍCULO 2 de la
Convención de Viena define el tratado como “un acuerdo internacional
celebrado por escrito entre Estados” –en el caso de que se trata, por la
UNESCO- “y regido por el derecho internacional, ya conste en un
instrumento único o en dos o más instrumentos conexos y cualquiera
que sea su denominación particular;”.
Luego hay una serie de definiciones de este concepto
como instrumento formal, con acuerdos de carácter contractual y con
distintas acepciones; pero no cabe la menor duda de que el término
“tratado”, según las personas con mayor especialidad en la materia,
abarca las convenciones, protocolos, estatutos, acuerdos,
compromisos, modus vivendi, concordato, pacto de contrahendo y
declaraciones. Los especialistas en Derecho Internacional estiman que
los tratados pueden tener la forma de declaración, que es un acuerdo
que establece principios jurídicos o afirma una actitud política.
De ser así, y siguiendo esa línea de pensamiento,
debemos concluir que antes de convenir en el debate de una legislación
interna, tal vez sería apropiado que nos formuláramos la pregunta de
por qué no sancionamos las Declaraciones de la UNESCO, de Helsinki, o
de Nüremberg como tratados, en razón de que conforme al artículo 50
de la Constitución Política de la República deben ser conocidos por el
Congreso antes de su ratificación. Lo planteo como una especie de
cuestión previa, pues no deseo que sigamos en un debate partiendo de
la base de que ya hay cosa juzgada respecto de determinado asunto.
El Honorable señor Parra señaló con mucha claridad que
los principios y valores éticos no pueden estar constreñidos por
compromisos establecidos simplemente en una norma legal, porque no
parece natural que ello suceda.
Me pregunto si lograremos cierto grado de coincidencia,
pues de otro modo estaríamos cediendo nuestra decisión y voluntad a
la del embajador chileno que aprobó, rechazó o se abstuvo de votar –
ignoro cuál fue su postura en la oportunidad- la referida Declaración de
la UNESCO.
Formulo este planteamiento, no para hacer cuestión o
poner un obstáculo, sino simplemente porque me parece muy
importante ordenar nuestro proceder, ya que a veces ciertos tratados
no se analizan por el Congreso, por ser de un marco distinto –según se
dice-, como en el caso de los convenios comerciales bilaterales.
Mi deseo es rescatar de alguna manera las atribuciones del
Parlamento; y por eso creo que hacen bien los autores del proyecto en
colocar una materia de tal trascendencia en manos del Poder
Legislativo. Lo encuentro trascendente, pues aquí estamos frente a un
debate valioso.
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DISCUSIÓN EN SALA

Sin embargo, el tema lo dejo sólo enunciado en esos


términos, porque a mi juicio es fundamental despejar si por norma
general consideraremos las declaraciones a que me referí como
tratados o simplemente les daremos un valor relativo.
Al mismo tiempo, señor Presidente, quiero referirme a un
planteamiento muy interesante –figura en el respectivo informe- hecho
por don Alejandro Serani en el debate de la Comisión. Allí señaló: que
“aún aceptando que la clonación humana ocurre de modo espontáneo
aunque excepcional en la naturaleza en el caso de los gemelos
univitelinos, debe afirmarse, desde el punto de vista ético, que la
clonación deliberada de seres humanos constituye, en la mayor parte
de los casos imaginables, un grave atentado a la dignidad de la
persona humana.”. Y agregó que “la clonación humana artificial priva
injustamente a un semejante del modo específico de venir a la
existencia, modo que siendo el usual y propio de la especie y aquel que
es deseable en principio para todo ser humano, se constituye por eso
mismo en un derecho exigible por cada individuo que accede a la
vida.”.
Continúa el profesor Serani diciendo que “esta privación
del modo usual y natural de nacer no sólo priva, en su concepto, al
nuevo ser humano de un bien exigible por su esencia, sino que además
violenta la naturaleza personal y libre del nuevo individuo al erigirse los
científicos en dueños y señores de lo que atañe a un aspecto tan crucial
de la vida ajena. En esta época de sensibilidad ecológica debería
reconocerse que existe una ecología biológica, psicológica y personal
humana que también demanda ser respetada.”.
Pero aquí viene lo significativo, porque añadió que “es
importante señalar que esto mismo que ocurre en la clonación humana
y que la hace moralmente ilícita, es lo que ocurre en buen número de
las así llamadas técnicas de “reproducción asistida”, muy en particular
en aquellas denominadas heterólogas. Sorprende, por lo tanto, que el
casi unánime rechazo a la clonación no vaya seguido de un rechazo
semejante a estas técnicas,” –de reproducción asistida- “cuando la
razón moral de fondo es exactamente la misma.”. Expresó que hacía
notar este punto “ya que, en sana lógica, las soluciones jurídicas que
se adopten para el caso de las técnicas de reproducción asistida no
pueden ser contradictorias con aquellas que se adopten para el caso de
la clonación.”.
Esta materia la encuentro esencial dentro del debate,
porque, en definitiva, las cosas no son como se presentan. Aquí todo el
mundo ha manifestado ser contrario a la clonación. Se trataría
simplemente de un atentado inadmisible, incluso conforme a las
declaraciones –"tratados", denominémoslos así- a las cuales me referí.
Pero resulta que para algunos catedráticos de tanto renombre, como el
profesor Alejandro Serani, aquélla es semejante a la reproducción
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DISCUSIÓN EN SALA

asistida. Por lo tanto, no porque se denomine de una u otra manera


vamos a actuar diferente.
Nos han surgido grandes inquietudes e interrogantes a
propósito de la discusión. Agradezco que haya sucedido así, porque de
otro modo esas interrogantes no se hubiesen suscitado. Lo importante
es tener a la vista que el tema reviste tal trascendencia que la razón y
prudencia parecieran indicar la necesidad de analizarlo a nivel nacional,
con el objeto de que el chileno participe no sólo expresando su opinión,
sino también recogiendo las deliberaciones y análisis realizados en
otros países. Nos parece básico colocar el asunto encima de la mesa de
discusión. Lo peor sería guardarlo en una gaveta o decir que no
queremos debatirlo.
Señor Presidente, me parece muy inadecuado crear
comisiones sin saber qué imperio o vinculación tendrán en cuanto a sus
decisiones.
En este tema de principios, resulta sumamente complejo
entregar nuestro pensamiento y posición sobre la materia a terceras
personas, por muy importantes que ellas sean, para que determinen
con cierto grado de autoridad lo que cada uno de nosotros debería
tener muy claro.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- El tema en debate no es
contradictorio con la Declaración de la UNESCO. Ésta no es un tratado
y no sabemos qué tratamiento le han dado otras naciones. Como país,
tal vez podríamos proponer a ese organismo que traduzca tal
normativa en un tratado. Pero ése es otro asunto.
El proyecto en análisis debe contener nuestra propia visión
de cómo abordar y solucionar el problema. El país tiene la necesidad de
hacerlo, dada su conveniencia.
En cuanto a la constitucionalidad, debo precisar que ella se
previó en la Comisión. Por lo demás, en la discusión particular se
analizará si existe inconstitucionalidad. Por supuesto, si hay patrocinio
del Ejecutivo, no la habrá, y si no lo hay, no podremos tratar la
materia.
Ha llegado la hora de término del Orden del Día. Por
consiguiente, continuaremos la discusión general del proyecto en el
primer lugar del Orden del Día de la sesión de mañana. Estaría inscrito
en primer término el Honorable señor Ruiz-Esquide.
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DISCUSIÓN EN SALA

1.4. Discusión en Sala.


Senado. Legislatura 342. Sesión 14. Fecha 02 de agosto, 2000. Discusión
general. Se aprueba en general.

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SER HUMANO, SU GENOMA, Y


PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Corresponde


continuar la discusión general del proyecto, en primer trámite constitucional,
sobre la investigación científica en el ser humano, su genoma, y que prohíbe la
clonación humana, con informe de la Comisión de Salud.

--Los antecedentes sobre el proyecto (1993-11) figuran en


los Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los señores Ruiz-Esquide, Díaz,
Hamilton, Páez y Zadívar, don Andrés).
En primer trámite, sesión 32ª, en 12 de marzo de 1997.
Informe de Comisión:
Salud, sesión 10ª, en 12 de julio de 2000.
Discusión:
Sesión 13ª, en 1 de agosto de 2000 (queda pendiente su
discusión general).

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Están pendientes las


intervenciones de varios señores Senadores que se hallan inscritos.
Tiene la palabra el Honorable señor Sabag.
El señor SABAG.- Señor Presidente, la rapidez e importancia de los
avances, logros y descubrimientos habidos en el campo de la genética no
pueden dejar indiferente, pese a su tradicional lentitud de reacción, al mundo
del Derecho. Su reto es recibirlos en su seno e integrarlos normativamente en
la vida social, para la que hoy existe claramente cierta urgencia. De ahí la
enorme significación del proyecto que hoy analizamos.
La legislación internacional ya ha alertado y normado la
manipulación del genoma humano, y la iniciativa de ley que ahora discutimos
tiene como marco referencial lo expuesto en el Código de Nüremberg, la
Declaración de Helsinki y la Declaración Universal sobre Genoma Humano y
Derechos Humanos aprobada por la UNESCO en noviembre de 1997.
En esta última Declaración se establece que “El genoma humano es
la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana
y del reconocimiento de su dignidad intrínseca y su diversidad. En sentido
simbólico el genoma humano es el patrimonio de la humanidad”.
Otros aspectos relevantes en este tema se refieren a que cada
individuo tiene, entre otros, derecho al respeto de su dignidad, cualesquiera
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DISCUSIÓN EN SALA

que sean sus características genéticas. Además, se establece que esta dignidad
impone que no se reduzca a los individuos a sus características genéticas y que
se respete el carácter único de cada uno y su diversidad.
El proyecto genoma humano nace en 1990 en los Estados Unidos, a
cuyas investigaciones adhieren dieciséis países. Su objetivo fue identificar los
genes presentes en el ADN humano. No obstante que inicialmente el proyecto
se planeó como de largo aliento, los avances de las investigaciones han sido
sorprendentes, hasta el punto que en fecha reciente investigadores británicos
descubrieron el mapa del genoma humano, que nos muestra casi 97 por ciento
de sus componentes.
De ahí que uno de los aspectos más relevantes de la iniciativa que
hoy analizamos se refiere a la investigación genética y a la preservación del
genoma humano. Es imperativo legislar sobre la investigación en seres
humanos, toda vez que ésta ha excedido el marco de la investigación
universitaria y se ha extendido a empresas con fines exclusivamente
comerciales. Agregaría yo que ni siquiera la investigación clínica sobre
medicamentos tiene una adecuada regulación legislativa.
El proyecto de ley en debate rechaza la clonación humana, por las
implicancias éticas que encierra. Nuestra clara oposición en este tema es total
y absoluta, ya que aquélla altera las leyes de la naturaleza y distorsiona el
origen mismo de la vida humana y de los sentimientos que ésta engendra.
Además, constituye un grave atentado contra la dignidad de la persona
humana. Esta dignidad es la capacidad del hombre para elegir de entre
diversas opciones; para razonar y construir conceptos generales; para
comunicarse con sus semejantes, con los que forma una comunidad
“dialógica”, y para decidir sobre sus planes de vida a fin de alcanzar la plenitud
y la autonomía moral.
En esta misma materia, es interesante la posición del Colegio Médico
de Chile, que plantea separar lo que es la clonación humana de lo que es la
investigación a su respecto. Estas investigaciones pueden ser altamente
beneficiosas para la humanidad; por ejemplo, en cuanto al trasplante de
órganos.
Creo necesario recalcar que debe ser una preocupación primordial
del Estado y de la sociedad chilena el brindar un apoyo serio y adecuado a
nuestros científicos que dedican sus esfuerzos al estudio del genoma y de la
genética humana. No hablo de un esfuerzo aislado, sino más bien de la
generación de una política de investigación en salud, de la cual hoy carecemos.
Finalmente, deseo reforzar la idea de que la ciencia siempre debe ser
guiada por la ética, entendida como una conducta del individuo, conforme a su
escala de valores morales y personales.
En consecuencia, en un tema tan delicado como es la materia de
este proyecto -la prohibición de la clonación humana, la investigación científica
en el ser humano y su genoma-, resulta a todas luces imperativa la presencia
de un ordenamiento jurídico cuya orientación sea fundamentalmente ética.
Votaré favorablemente la idea de legislar.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el


Honorable señor Moreno.
El señor MORENO.- Señor Presidente, para comenzar, deseo felicitar
a los autores de la iniciativa, que en su tiempo no sólo fue premonitoria de lo
que ocurriría, sino que, además, surge cuando en el país se comienza a discutir
uno de los temas más relevantes: la relación entre el ser humano, su dignidad
y las leyes que deben regular precisamente su desarrollo dentro de la sociedad
chilena.
Existen tres proyectos relacionados con esta materia y que se
encuentran en distintas etapas de tratamiento en el Senado y en la Cámara de
Diputados. Uno, es el que nos ocupa; otro, el que presentó el ex Senador
señor Cantuarias, que tiene directa ligazón con el tema en debate, y un tercero
-su orientación aparentemente es distinta-, que regula la fertilización in vitro.
Estas tres normativas se interrelacionan intrínsecamente, y cuando se habla de
la creación de una Comisión de Bioética o cuando se abordan los temas del
genoma humano, es difícil separar en ellas lo que está vinculado.
Quienes como alumnos estudiamos en facultades que enseñaban
biología, genética y otras materias aprendíamos la utilización de un material
para ser trasplantado, hibridado, combinado, con el objeto de producir otro
material de mejor calidad con determinados beneficios. Mientras esto ocurría
en el mundo vegetal y en el de especies animales menores no se necesitaba
regulación, ni reglamento, pues su funcionamiento se basaba en las Leyes de
Mendel y en las formas como ellas operaban.
Sin embargo, en la última etapa del siglo recién pasado
descubrimientos científicos aceleraron el manejo y el conocimiento de estos
temas, produciéndose una eclosión que culminó con el nacimiento de una
oveja llamada Dolly, la cual precisamente había sido clonada sobre la base del
proceso ya utilizado en el mundo vegetal y en animales inferiores. Éste
consistía en tomar un núcleo e introducirlo dentro de una célula mamaria,
generándose, con eso, un animal -como la citada oveja- en el que se
reproducían características genéticas idénticas a las de aquel que aportaba la
célula originaria. Inmediatamente se centró en ello la atención mundial, pese a
que hacía ya tiempo que países desarrollados –como Francia, Inglaterra,
Estados Unidos y otros- habían comenzado a prever los límites que se podían
establecer, e incluso algunos de ellos principiaron a legislar con miras a
precisar los umbrales de esta intervención genética.
Aquí se produce el problema de los chilenos, porque no tenemos la
capacidad científica ni los recursos para competir, a esta altura de nuestro
desarrollo, con ese tipo de avance. Pero se han logrado otros progresos que
nos acercan a problemas éticos y de manipulación respecto de los cuales es
necesario legislar.
¿Cuáles son los elementos centrales de esta preocupación? Primero,
la defensa de la integridad del ser humano, que es distinto del ser animal. No
digo que el animal sea un objeto. Cuando el ser humano se define como
sujeto, se presenta una connotación distinta desde el punto de vista físico,
espiritual, moral, ético, jurídico, político y social.
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DISCUSIÓN EN SALA

Por lo tanto, se está frente a la manipulación de la reproducción de


seres humanos para crear organismos idénticos, con consecuencias.
desconocidas. Digo lo anterior, porque en el caso de la oveja Dolly al año o año
y medio de haber sido presentada a los medios de comunicación se descubrió
lo que el sentido común hoy día indicaría: la clonación reproduce a un ser a
partir del momento en que ese proceso se lleva a cabo, quedando sometido el
nuevo ser al envejecimiento, al deterioro y a los mecanismos propios del
funcionamiento orgánico. Dicho en términos simples: la clonación sólo
comienza cuando se extrae la célula mamaria o el núcleo, con toda la carga de
vivencias e historia del ser clonado. O sea, desde ahí en adelante se
reproducen sus características.
No cabe duda de que la ciencia podrá manipular algunos de estos
genes o sus componentes químicos y precaver parte del problema planteado.
Precisamente allí surge el temor respecto de esta manipulación genética.
Por cierto, cada ser humano es único, irreproducible y distinto. No
hay dos seres humanos idénticos, ni siquiera los gemelos univitelinos –esto
debe aceptarse como tal-, quienes desarrollan diferentes personalidades,
características, enfermedades, etcétera.
Por consiguiente, permitir la reproducción teórica de un ser humano,
que replique las características y particularidades de otro, incluso sin prever
sus consecuencias, significa básicamente atentar contra el funcionamiento de
la especie humana, con todas las implicancias que este hecho reviste desde el
punto de vista poblacional, ambiental, social y antropológico.
Aquí radica la parte más delicada del pronunciamiento a que ahora
estamos abocados. Este proyecto pretende impedir en forma clara y expresa la
manipulación de elementos cuyo objetivo se halle orientado, aunque fuese
indirectamente, a la creación de individuos que el día de mañana puedan ser
producto de otro ser humano, con cualquier propósito, incluso científico. Eso
atenta contra la especie humana, situación que en nuestra sociedad tenemos
la obligación de precaver.
Además, lo anterior debe separarse claramente de la reproducción
de órganos o de elementos que prevengan enfermedades, o las combatan, o
faciliten el trasplante de órganos, como el pulmón, corazón, riñón o hígado.
Todos sabemos que el rechazo, por vía de incompatibilidad, apunta
precisamente al concepto que estoy señalando: el cuerpo se resiste a lo que no
le es propio. Por lo tanto, en el futuro, sobre la base del avance de la
investigación científica podría crearse un pulmón con células de la misma
persona, lo que permitiría reparar el órgano dañado, dándole continuidad a
una vida de manera digna y adecuada. Eso no debería ser impedido jamás.
Aquí se presenta claramente un límite, una diferencia.
Desde ese punto de vista, hago mías las declaraciones formuladas
por el Departamento de Ética del Colegio Médico de Chile y de la Comisión de
Ética, Cultura e Historia de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.
Las he leído y estudiado con detención. Me parecen razonables y adecuadas.
Asimismo, hago míos los planteamientos de algunos de los científicos que
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DISCUSIÓN EN SALA

fueron invitados a deponer ante la Comisión. Quienes hemos tenido la


posibilidad de examinarlos, los compartimos.
En seguida, deseo formular algunas sugerencias al proyecto mismo -
reitero que lo votaré favorablemente-, dejando constancia de que aprecio el
esfuerzo de quienes lo han promovido. Sin embargo, quiero dar a conocer
algunas observaciones, a fin de que sean consideradas en el segundo informe
de la Comisión.
La primera recae en el artículo 2º. A mi juicio, es indispensable dejar
establecido que el genoma no es el que determina la dignidad del ser humano.
La dignidad no está ligada al genoma, sino que a la característica misma del
ser humano y no a la composición química de éste. Por ello, opino que esto
debe ser rectificado.
En cuanto al artículo 7º -creo que este punto fue mencionado por
algunos señores Senadores en la sesión de ayer-, no soy partidario de que los
directores de establecimientos hospitalarios, clínicas o lugares donde se presta
atención pública, tengan que firmar los consentimientos informados. Eso se va
a prestar a confusión, contradicciones e incluso para juicios, como ha sucedido
en otros países y como probablemente ocurra en el nuestro respecto de si
existía o no el adecuado consentimiento para la transferencia de algunos
elementos que posteriormente fueron comercializados en forma abusiva.
La tercera observación apunta al procedimiento de acreditación de
los establecimientos donde se llevan a cabo estas investigaciones, y que se
estipula en el artículo 8º. A estas alturas, considero absolutamente retardatario
designar a la Comisión Nacional de Bioética, que aún no ha sido creada, como
la entidad encargada de avalar las pautas de investigación a nivel de las
universidades, de las facultades de medicina o entidades similares. Prefiero
que sean dichas facultades. Y al decir que hago míos los acuerdos de las
Facultades de Medicina, de la Universidades y del Colegio Médico, es por estar
consciente de su grado de madurez y ponderación. Por ello, prefiero que sigan
calificando los proyectos de investigación en esta materia y no generar una
instancia distinta que, en el fondo, va a complicar las cosas.
El otro punto que deseo mencionar guarda relación con el artículo
10, donde figura un decálogo de los deberes del investigador, y que, a mi
juicio, es innecesario. Establecidas las condiciones en las cuales una
investigación se realiza dentro de un centro universitario, una investigación
adecuada…
El señor RUIZ-ESQUIDE.- ¿Me permite, Honorable colega? No
escuché bien sus últimas observaciones.
El señor MORENO.- El artículo 10 lista los deberes del investigador.
No creo que eso sea materia de esta ley. Los deberes del investigador están
dados por la condición misma de su profesionalidad y la aceptación que posee
dentro del plantel en el cual se desempeña.
Otra observación se refiere a que una ley no puede establecer o
restringir los objetivos de una investigación. ¡No, no puede! Atenta contra el
principio mismo de la investigación.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor VIERA-GALLO.- ¿Me concede una interrupción, señor


Senador?
El señor MORENO.- Sí, Honorable colega, con la venia de la Mesa.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, quiero señalar al Senador
señor Moreno que muchas legislaciones en el mundo, desde Francia hasta la
India, pasando por casi toda la comunidad europea, y Canadá, establecen una
instancia superior para determinar parámetros éticos, porque puede haber
instituciones científicas que abusen. Pueden ser hospitales, clínicas,
laboratorios. No hay que pensar sólo en las grandes universidades. En ese
sentido, creo que la idea de una comisión de bioética es esencial. No veo por
qué habría una comisión de bioética animal, en el proyecto de protección a los
animales, y no una de bioética humana en la iniciativa que nos preocupa. Creo
que se justifica con mayor razón.
Gracias, señor Senador.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede continuar Su
Señoría.
El señor MORENO.- Señor Presidente, la verdad es que cuando digo
que proyectos de investigación no deben estar vinculados a la tuición de una
comisión –que hoy día no existe-, no es que esté en contra de la creación de la
Comisión Nacional de Bioética. Todo lo contrario: soy partidario de crearla. Soy
contrario a colocar en la ley el catálogo de lo que debe hacer o no un
investigador, por estimarlo casi pueril. Y creo que antes de entrar a establecer
en una ley requisitos para que los juzgue una comisión que no existe, que no
tiene experiencia, es preferible que por el momento lo hagan las escuelas de
medicina o los centros de investigación y, así, no generar un retardo. Por lo
demás, me consta que hoy en día clínicas particulares han creado comisiones
de bioéticas de gran jerarquía, como también lo han hecho hospitales públicos
y privados. Y este problema se enfrenta con gran seriedad, no sólo en lo que
atañe al genoma porque no están investigando todavía esta materia, sino
también en otros rubros como los que mencioné al comienzo. En consecuencia,
tengo confianza en la capacidad de nuestra comunidad científica.
Por tales consideraciones, votaré favorablemente el proyecto y
presentaré indicaciones en el momento oportuno para incorporar los puntos
que acabo de exponer.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Vega.
El señor VEGA.- Señor Presidente, en cuanto a lo que manifestaba el
Honorable señor Moreno, existe una normativa del Ministerio de Salud, que
data de hace algunos años, en la que se crean estas comisiones y que en un
voluminoso estudio, de casi 45 páginas, firmado por el Ministro de Salud
anterior, se regula la investigación sobre distintos fármacos, aunque no sé
hasta qué punto se ha materializado.
Como se ha dicho, el problema abordado en este debate es
sumamente complejo, abstracto y de connotaciones filosóficas, porque tiene
que ver con el origen de nuestro universo, con la vida misma. Estamos
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avizorando nuestro interior, este universo síquico, tal como lo hemos hecho
con el universo físico externo a través de observatorios como el Hubble y el
Chandra.
Por tal razón, nos parece que el tema sobrepasa la normativa
constitucional que nos rige, como lo expresaron ayer algunos señores
Senadores al hacer presentes sus inquietudes al respecto, y es así no más,
porque nos encontramos al principio de un comienzo. Y nuestra Constitución
sólo afecta a quince millones de los habitantes del planeta, y bien se sabe que
hoy día pueblan la Tierra más de seis mil millones de seres humanos. Nuestro
planeta es una pequeña traza dentro del sistema solar, una cien milava parte
de su masa, y se tiene ya localizado el nacimiento del universo, y en él la vida
es una conclusión y una síntesis de su desarrollo, cuyo inicio se remonta a tres
mil quinientos millones de años.
En síntesis, deseo enfatizar que el ser humano en particular es lo
más complejo que ha creado el universo, hoy resuelto por la cosmología, al
segundo de tiempo. Después de quince mil millones de años comienzan las
primeras respuestas de nuestra razón en esta expansión inteligente, con el
descubrimiento del ácido desoxirribonucleico (ADN), base del genoma o
conjunto de genes que nos caracterizan.
¿Cuántos genes tiene el genoma? Está en borrador todavía, pero se
habla de 50 mil, de 200 mil, de 300 mil. Conocemos unos cinco mil. Pero con
la actual tecnología, es cuestión de corto tiempo que pueda resolverse el resto.
Se habla de dos o tres años.
Se ha decodificado el genoma, pero se estima que más del 90 por
ciento es todavía desconocido. Sólo conocemos una pequeña franja, que
constituye más o menos un 10 por ciento.
Otro aspecto interesante es que no hay gran relación de complejidad
entre los seres vivos, sean animales animales racionales o irracionales, en la
cantidad de genes contenidos en su ADN. Las diferencias con otros seres vivos
conocidos, como conejos, ratas, no son más de dos o tres veces que las del ser
humano, lo que implica similitud orgánica y gran potencialidad para
diagnósticos, prevención y tratamientos de enfermedades, así como en la
creación de fármacos.
No existen genes específicos -ya lo sabemos- por características o
enfermedades puntuales, como el Alzhaimer, la timidez, la dignidad -que
mencionó el Senador señor Moreno-, o debilidades sexuales.
Otro aspecto relevante es prácticamente el hecho ya conocido de
que todos tenemos, básicamente, el mismo genoma, por lo que las diferencias
fenotípicas (o físicas) son consecuencia apenas del 0,01 por ciento del total de
nuestra información genética. Por tanto, las megalomanías, xenofobias y las
diferencias con que miramos al resto de los seres humanos son solamente
desconocimiento de una verdad hoy día aplastante.
El genoma -como lo expresara el proyecto de Naciones Unidas y lo
señalaran el mundo científico, el Presidente Clinton, el Primer Ministro de
Inglaterra señor Blair- es patrimonio de la humanidad. El penetrar en el
micromundo de las células y su contenido genético es un bien y una necesidad
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presente imprescindible, lo mismo que el macromundo del universo. Está


demostrado que interactúan, abriendo un espacio esencial para la reflexión
ética.
Estamos en el comienzo de una nueva etapa del conocimiento de la
vida. Y Dios nos entregó por razones muy fundadas esta oportunidad y,
también, el libre albedrío para entenderla bajo los principios del bien y del mal,
actuando, por consiguiente, libremente en conciencia.
Esta materia, por el momento, ha sobrepasado nuestras
expectativas. Es una realidad ética, filosófica y científica absolutamente
inédita. Entre 1800 y 1900, el doctor Galton, primo de Charles Darwin, intentó
la eutanasia. Pero en esa época no contaban con los fundamentos tecnológicos
existentes en la actualidad.
Un marco de referencia jurídica, como lo expresa la ya señalada
Declaración de Helsinki, básicamente especifica el respeto a la integridad de
las personas (que es su verdadero límite), y la necesidad de que estas
investigaciones biomédicas se realicen en el marco de las normas científicas
reconocidas y aceptadas.
Por estas razones de magnitud, el proyecto es complejo, porque
además abarca temas no necesariamente relacionados, como el genoma
humano, la clonación, la investigación científica en seres humanos y la
creación de una Comisión Nacional de Bioética.
El artículo 3º me parece demasiado amplio o, más bien, preliminar,
pues permite modificar características genéticas humanas que inciden en la
herencia y, según indica la norma, en los casos y forma previstos por la ley.
Ahora, el incidir en la herencia significa que los cambios son
transmisibles. Y ello, de acuerdo con la iniciativa, no está especificado en
ninguna ley. De acuerdo al artículo 14, la autorización le corresponde a la
Comisión Nacional de Bioética.
Existe ya una normativa del Ministerio de Salud para todos los
hospitales. Su título es “Regulación de ejecución de ensayos clínicos que
utilizan productos farmacéuticos en seres humanos”. Es un extenso documento
que analiza todos los aspectos bioéticos de la investigación clínica, hace las
apropiadas recomendaciones e incluye la constitución de un Comité de
Evaluación Ético-Científico en cada establecimiento, en muchos de los cuales
éste ya ha sido creado.
Respecto del artículo 14, la terapia genética en células germinales es
compleja y sensible. Resulta en una modificación del genoma de los gametos,
o sea de un nuevo ser, y por ende de toda su futura descendencia. Ello
significaría que, por ejemplo, podríamos cambiar la estructura genética de una
población, con consecuencias muy prematuras y absolutamente desconocidas.
Es un aspecto que merece un amplio debate en la Comisión y, en su momento,
tal vez una propuesta específica en el proyecto. Existe moratoria internacional
para no intervenir células germinales.
Considero la iniciativa legal en debate, cuyo propósito es definir una
normativa que en alguna forma regule estos delicados temas científicos,
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DISCUSIÓN EN SALA

absolutamente indispensable y muy consecuente con la dinámica de cambios y


globalización que caracteriza y presiona el diario vivir de nuestro mundo.
Me pronuncio a favor del proyecto. Sé que su análisis particular lo
perfeccionará en el marco de los intereses de nuestra sociedad y de la ciencia.
Felicito a quienes presentaron esta extraordinaria iniciativa.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, en primer lugar, quisiera
agradecer a los autores de este proyecto, porque creo que han traído a la
discusión del Senado un tema extremadamente importante y delicado,
respecto del cual ciertamente es conveniente la reflexión y, en la medida de lo
posible, la legislación sobre la materia.
Quizás, en tal sentido, las observaciones que formularé apuntan en
esa dirección.
Los objetivos de la iniciativa en estudio son varios: por una parte,
construir un marco regulatorio para la investigación en seres humanos; en
seguida, definir y normar aspectos relativos a la investigación genética y a las
conductas que deben observarse para la preservación del genoma humano;
además, el rechazo a la clonación humana, y, finalmente, la creación de una
Comisión Nacional de Bioética para regular estas materias.
Los objetivos del proyecto propuesto, para mi gusto, son muchos, y
tal vez incluso algo diferentes entre sí, lo cual en algún minuto pudiese haber
llevado a pensar en la conveniencia de tener normas separadas y distintas. Y
legislar sobre estas materias resulta particularmente difícil, por la naturaleza
de los temas involucrados.
Por eso, mi primera observación apunta a que se reduzcan -por así
decirlo- al mínimo necesario las normas aquí planteadas y, deseablemente,
que se eviten una serie de declaraciones, muy genéricas, que dan al proyecto
cierta ampulosidad que no corresponde a la técnica legislativa que
habitualmente ocupamos.
Por ejemplo, en el artículo 1º se dice que: “La presente ley tiene por
finalidad proteger la vida, la integridad física y síquica de las personas, así
como su dignidad e identidad genética, con respecto a la investigación
científica y sus aplicaciones y al ejercicio de la medicina.”.
Es un objetivo inmenso, casi una declaración programática de nivel
constitucional, que difícilmente se concilia con un espíritu de técnica legislativa
más estricto.
Después, en el artículo 6º se señala: “La libertad para llevar a cabo
actividades de investigación científica tiene como límite el respeto a los
derechos y libertades reconocidos por la Constitución Política de la República.”.
Obviamente, no necesitamos siquiera comentarlo.
Luego, hay otro precepto inspirado en la Declaración de la UNESCO.
El artículo 16 de la iniciativa expresa: “El conocimiento del genoma humano es
patrimonio común de la humanidad.”.
Creo que no somos nosotros los llamados a declarar a través de
leyes chilenas lo que es patrimonio de la humanidad. Me parece que, por
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reforzar la importancia de este tema, entramos a normar cuestiones que no


son normables, pues constituyen más bien declaraciones, aspiraciones, que
nos deberían hacer pensar en la conveniencia de circunscribir lo más posible el
proyecto.
Respecto del primero de los objetivos específicos, la creación de un
marco regulatorio para la investigación en seres humanos, suscribo las
apreciaciones que varios señores Senadores han formulado. No cabe la menor
duda de que cuando la investigación en seres humanos afecta la dignidad de
las personas es algo que debe impedirse. En ese conflicto, ciertamente, la
dignidad del ser humano tendrá preferencia.
Pero ocurre que para hacer posible la investigación se requiere de un
amplio margen de libertad. Y normar ese tipo de actividades es
extremadamente complejo. No hay nada más cambiable que estas materias.
Hace poco más de un siglo no podía investigarse a las mujeres
embarazadas, porque si se intervenía el ser que se encontraba en el vientre
materno, podía morir. Entonces, eso no era factible de realizar. Hoy día esta
intervención es posible, se hace y con mucha facilidad. Gracias a Dios que esto
puede llevarse a cabo, porque así se salva la vida del ser humano que está por
nacer y, también, la de la madre que la está generando.
¿Cómo normamos eso? ¿Cómo lo establecemos en la ley?
Personalmente, creo que debe evitarse al máximo cualquier tipo de
regulación en la materia. Quizás, definir uno o dos conceptos mínimos, pero en
lo fundamental eludirla. Tal vez la idea central que recoge el proyecto es que
esto requiere del consentimiento de la persona. Éste ciertamente debe ser
informado, y además específico -no genérico- en cuanto a la investigación en
el ser humano o en su persona. Reitero: esta materia debe reducirse al mínimo
y, ojalá, a la nada.
Respecto de los objetivos más específicos, me parece que debe
recogerse con mayor fuerza lo relacionado con la investigación genética. Sin
embargo, surge un problema conceptual en cuanto a uno de los temas
planteados: el de la investigación en terapia génica en células germinales. De
acuerdo con la distinción que se hace entre células somáticas y germinales, se
autoriza la terapia génica en las primeras, orientada a la cura de enfermedades
y a células cuya reproducción puede mejorar la situación del paciente.
En cuanto a las segundas, el artículo 14 dispone que “La terapia que
exija modificar células germinales, requerirá la autorización de la Comisión
Nacional de Bioética.”. Hasta donde entiendo, lo relativo a las células
germinales aún no se halla definido, en el sentido de que no se sabe
exactamente el alcance que puede tener la terapia génica en ellas. Por lo
tanto, pareciera ser que en un asunto tan delicado como éste lo prudente es no
autorizar dicha terapia bajo determinadas circunstancias. Y mientras no esté
clara en otros seres, vegetales o animales, la posibilidad de llevarla adelante,
lo prudente -insisto- parece ser simplemente prohibirla, hasta conocer
exactamente los alcances que puede tener.
Respecto de la clonación, quiero expresar un solo concepto. En
realidad, lo que ésta tiene de grave y genera rechazo es en cuanto permite
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DISCUSIÓN EN SALA

reproducir un ser idéntico al original. Eso es lo que provoca repulsa en el


ámbito de lo humano. Por lo mismo, debemos ser más precisos en el lenguaje,
pues cuando se trata de un tejido -algunos señores Senadores lo hicieron
presente- o de un órgano posible de clonar, esto puede resultar muy positivo.
Y si aceptamos los trasplantes de órganos, por qué no vamos a aceptar esto
otro, cuando aquéllos todavía presentan dificultades por el rechazo que
provoca el órgano proveniente de otro organismo. Si el órgano de que se trata
pudiera reproducirse a partir de las propias células de la persona, no
estaríamos en presencia de un trabajo de ingeniería genética que motive
rechazo; por el contrario, podría ser bienvenido. De modo que es necesario
definir bien los términos para tener claridad en cuanto a qué estamos
rechazando.
Finalmente, un comentario muy breve en cuanto a la Comisión
Nacional de Bioética. Por de pronto, desde el punto de vista constitucional, ya
se mencionó que, por tratarse de un organismo -incluso, en una parte del
informe se habla de un servicio público-, por pequeño que sea, está fuera de la
iniciativa parlamentaria en materia legislativa. Eso no está en discusión. Y
espero que, si se insiste en la idea, el Ejecutivo le dé su patrocinio.
El señor HAMILTON.- ¿Me concede una interrupción, señor Senador?
El señor LARRAÍN.- No tengo inconveniente, con la venia de la Mesa.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede hacer uso de
ella, Su Señoría.
El señor HAMILTON.- Señor Presidente, con relación a la última
observación, el señor Senador tiene razón en cuanto a que esa materia
requiere del patrocinio del Ejecutivo. Pero como no estamos pronunciándonos
en particular, sino en general sobre el proyecto, no hay inconveniente en que
se vote tal cual está. Además, el Gobierno ofreció darle su respaldo, de modo
que cuando se discuta en particular ya contará con él.
Gracias, señor Senador.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Recupera el uso de la
palabra el Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN.- Con todo respeto, discrepo de la interpretación
de Su Señoría. Esta iniciativa debió declararse inadmisible por proponer la
creación de un organismo, lo que requiere patrocinio del Ejecutivo. Porque,
precisamente, al pronunciarnos acerca de la idea de legislar se estaría
aprobando su creación, lo cual no es de resorte parlamentario.
Mi interpretación es más estricta que la del Senador señor Hamilton,
y pienso que el titular de la Comisión, primero, y el señor Presidente del
Senado, después, debieron declarar inadmisible esa parte del proyecto, o
haberla excluido del debate hasta que hubiese contado con el patrocinio del
Ejecutivo, como corresponde. Reitero: cuando se trata de la idea de legislar
respecto de una iniciativa que involucra la creación de un organismo público,
eso como tal es inadmisible.
Aparte lo anterior, deseo entrar al fondo de la materia.
El señor VIERA-GALLO.- ¿Me permite hacer una aclaración, señor
Senador?
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Con cargo al tiempo


de Su Señoría.
El señor VIERA-GALLO.- Es muy breve, y sólo para reiterar que
respecto de la Comisión de Bioética Animal, que analizó la Sala, no tenía el
patrocinio del Ejecutivo.
El señor LARRAÍN.- Eso no valida este tema. ¡Lo único que ratifica es
cierta preocupación recurrente de Su Señoría por los animales…!
Por último, deseo referirme al aspecto de fondo de la Comisión que
se pretende crear, lo cual, aparte ser inconstitucional, lo considero
inconveniente.
A mi juicio, dicho organismo, por sus objetivos, no sólo se ocupará
de los asuntos propios del proyecto, sino que, en general, de todas las
materias que conforman el ámbito de la bioética.
La norma respectiva dispone lo siguiente: “La Comisión Nacional de
Bioética fijará los criterios necesarios para armonizar la libertad de
investigación científica en el campo de la salud, con el respeto a los derechos y
libertades garantizados en la Constitución Política de la República”. Vale decir,
prácticamente todo.
Creo que un asunto de tal naturaleza no puede quedar en manos de
una repartición de esta índole. Considero más prudente -se lo pido a la
Comisión de Salud y a los autores del proyecto- trabajar en la elaboración de
normas susceptibles de aplicar, pero no en la creación de una entidad que se
haga cargo de la bioética, porque ello significaría, en parte, ocuparse de la
moral en un ámbito específico de la actividad humana, lo cual no me parece
que podamos entregárselo a ningún ente público. Las normas éticas no se
cautelan por organismos públicos; tampoco pueden sancionarse a través de
ellos y, en general, eso puede acarrear males mayores que los que se pretende
remediar. Además, la existencia de comisiones regionales a lo largo del país
generaría un caos en la aplicación de normas éticas que no deseo imaginar.
Por lo tanto, prefiero fijar los criterios normativos mínimos
necesarios en la ley y que se apliquen, pero las normas éticas deben cautelarse
por otra vía, y no mediante este mecanismo. Considero extremadamente
delicado y riesgoso hacerlo de la forma como se está propiciando, no obstante
lo bien inspirada que parezca. La integración de la Comisión refleja un criterio
bastante amplio; pero la idea misma de su existencia, aparte los reparos de su
constitucionalidad, a mí por lo menos me merece objeciones y temores.
Preferiría que se elaboraran normas específicas que definieran el marco de lo
que se puede hacer y que se apliquen, en lugar de generar una entidad a cargo
de esto que regule las conductas de los investigadores, de los hospitales, de
los médicos, en fin. Creo que es extremadamente amplio y, por lo tanto,
inconveniente.
Por último, respecto de las sanciones, obviamente una materia de
esta naturaleza no puede circunscribirse sólo a las indemnizaciones de
perjuicios. Entiendo, por las explicaciones dadas por los autores de la iniciativa
y por el Presidente de la Comisión de Salud, que esto constituye más bien una
primera aproximación, porque naturalmente hay tipos penales, y sería
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DISCUSIÓN EN SALA

conveniente que al menos algunos de ellos quedaran incorporados en la ley en


proyecto. Pero esto no puede quedar restringido a un mero acomodo de
perjuicios. Se trata de asuntos extremadamente delicados, como la clonación,
las investigaciones del genoma humano, y pueden derivar de ello actuaciones
horrorosas que se pueden concebir. Y no podemos compensar después esos
horrores simplemente por la vía de la indemnización de perjuicios. Debemos
entrar a tipificar conductas penales, para que ellas no sólo tengan las
sanciones económicas que correspondan, sino fundamentalmente las propias
del ámbito de la sanción penal.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Díez.
El señor DÍEZ.- El señor Senador que me precedió en el uso de la
palabra me ahorra gran parte de mi programada intervención.
Concuerdo absolutamente con Su Señoría en cuanto a que en la
forma como está redactado el proyecto no sólo carece de iniciativa del
Ejecutivo, sino que tiene disposiciones claramente inconstitucionales,
independientemente de su origen. En verdad, por afectar la iniciativa a las
personas y a sus derechos, debe ser la propia ley la que fije los criterios. Y es
la administración de justicia la que debe velar por que se respeten, a través de
acciones de carácter público o privado. Esto significa que en materia tan
delicada no podemos reducirnos a la competencia judicial de la indemnización
de perjuicios, sino que tenemos que calificar los delitos.
Señor Presidente, en el orden general, debo señalar que no hay
duda de que no estamos en una época de cambio, sino realmente en un
cambio de época. Si el proyecto se hubiera presentado hace algunos años
habría aparecido como esotérico, imposible de creer y digno de una novela de
ciencia ficción. Sin embargo, hoy nos encontramos ante una realidad científica
y tecnológica regida por los mismos principios básicos de la Constitución.
Nuestra Carta Fundamental es eminentemente humanista, valórica,
y que consigna con precisión los derechos de las personas, el principal de los
cuales es la vida y la integridad física y psíquica de aquéllas. La interpretación
general de éstas y de muchas otras de las disposiciones que consagran esos
derechos demuestran la preocupación de la Ley Suprema por velar por el ser
humano desde su concepción hasta la muerte. No es suficiente establecer que
para ciertos actos relacionados con la integridad de la persona basta su
voluntad, porque con esa tesis estaríamos aceptando incluso el suicidio. Las
personas no son dueñas de su vida, como no lo son de su integridad. Además
de los requisitos relativos a la libertad de las personas, la ley debe disponer las
circunstancias en que se permitirá la restricción de los principios generales
consagrados en la Constitución.
Estamos ante una materia todavía imprecisa y en plena evolución. Es
absolutamente indispensable dictar la ley en proyecto. Seguramente será el
primero de muchos otros cuerpos legales sobre el tema, dada la movilidad del
desarrollo científico y su aprovechamiento con relación a la salud o
prolongación de la vida humana.
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DISCUSIÓN EN SALA

De manera que mis críticas están muy lejos de estar en desacuerdo


con el fondo del proyecto, la intención de sus autores y el excelente trabajo de
la Comisión, el cual nos permite visualizar el campo en que estamos
involucrados.
En mi concepto, aquí se está revelando la vastedad del problema
que tenemos entre manos, que seguramente nos exigirá una labor muchísimo
mayor, en que han de participar no sólo científicos y abogados, sino también
personas especializadas en la ética y la moral.
Si bien es cierto, la Constitución asegura la libertad de todas las
religiones, no lo es menos que ella se basa expresamente en normas ética y
morales -como toda nuestra legislación-, en el sentido de la bondad o malicia
de las acciones humanas y de la conformidad o disconformidad de aquéllas con
la naturaleza de las personas.
Por consiguiente, estamos en los inicios de un proyecto que resulta
sumamente amplio e importante y respecto de cuyas normas sabemos que
habrá que revisarlas en algún tiempo más. Tal vez sería bueno utilizar la receta
de ciertos países, expresamente Inglaterra, en el sentido de obligarnos en
algunos años a revisar el cumplimiento de la ley –establecido por ella misma-,
de manera que en este caso el avance de la ciencia no nos cree situaciones
nuevas que no previmos al dictar la legislación correspondiente.
Francamente me molesta el hecho de que proyectos de ley con gran
valor intrínseco no aparezcan respaldados por la debida tramitación
constitucional, porque el análisis de disposiciones sobre las cuales ya existe
sentencia claramente expresada por el Tribunal Constitucional, más que a los
miembros de la Comisión de la Salud, corresponde a la Secretaría de
Comisiones y a la Secretaría del Senado. El Tribunal Constitucional determinó
que la creación de los Consejos Regionales de Pesca -que también son
servicios técnicos, no remunerados, etcétera-, necesitaba de la iniciativa del
Ejecutivo, por tratarse de organismos públicos intermedios.
Por tal razón, resulta a mi juicio inconveniente en la aplicación de la
praxis de la Carta Fundamental que se nos obligue a votar en general -pues la
materia nos interesa- proyectos de ley que, en el fondo, no cumplen el
mandato constitucional y que fuerzan al Ejecutivo a dar su patrocinio ante un
problema presentado por los parlamentarios, en circunstancias de que la
intención de la Carta es que la iniciativa sobre creación de servicios públicos
corresponda al Presidente de la República.
En verdad todos estamos de acuerdo en que si el Ejecutivo no
patrocina esos artículos no formarán parte de la ley. Pero es evidente que no
sólo estamos aprobando la idea de legislar en teoría, sino en la práctica y
sobre la base de un proyecto determinado.
Ahora bien, como una muestra de nuestro respeto al Texto
Fundamental, soy partidario de que el señor Presidente del Senado solicite el
acuerdo unánime de la Sala para suprimir los Capítulos VII y VIII, relativos a la
Comisión Nacional de Bioética y sobre sanciones e indemnizaciones –que no las
tiene-, respectivamente. De esa manera, podríamos aprobar la iniciativa sin
escrúpulos constitucionales; pero, además, sabiendo que el Ejecutivo va a
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DISCUSIÓN EN SALA

mandar la indicación correspondiente y que la Comisión tiene que establecer


un sistema penal específico, estipular conductas que sean penadas -respetando
también la idea de la Constitución de que no se aceptan delitos en blanco-, y
que la ley en proyecto deberá especificar los delitos que se van a sancionar.
Por lo tanto, si con esa intención suprimimos esos dos capítulos,…
El señor VIERA-GALLO.- ¿Me permite una interrupción, señor
Senador, con la venia de la Mesa?
El señor DÍEZ.- Con todo gusto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, sobre el punto específico
que acaba de señalar el Senador señor Díez, quiero hacer presente que a la
Comisión se le planteó el mismo dilema en el sentido de que el proyecto sólo
tendría sentido si existiera un organismo con tuición para llevarlo a la práctica.
Por otro lado, debo señalar que no fue posible obtener en este
trámite constitucional el patrocinio del Ejecutivo, porque éste debía formular
todas las consultas del caso. Y, por eso, la Comisión decidió en forma unánime
despachar un proyecto que en teoría consideraba adecuado, ya que contenía
vicios de inconstitucionalidad también respecto de las Comisiones Regionales.
La señora Ministra de Salud dijo ayer que el Gobierno patrocinará la
norma pertinente, para lo cual enviará la indicación respectiva, que, además,
seguramente va a modificar algunas cosas que figuran en el texto.
En consecuencia, lo que el Senado votará es una idea general. Y es
muy probable que el segundo informe, a raíz de la indicación del Ejecutivo,
venga con una institucionalidad diferente, plenamente saneada desde el punto
de vista constitucional. Si no llegara esa indicación, dicho informe no podría
tener nada de institucionalidad, porque no podría tenerlo.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Puede continuar el
Honorable señor Díez.
El señor DÍEZ.- Señor Presidente, las expresiones del Senador señor
Viera-Gallo me confirman aún más que si el Ejecutivo estuvo en conocimiento
del problema y no envió la indicación correspondiente, nosotros no estaríamos
actuando con lealtad hacia la Constitución si aprobamos algo teórico. La
aprobación general de un proyecto no es una cosa teórica: se encuentra
establecida entre los requisitos de tramitación de un proyecto en la Ley
Orgánica Constitucional del Congreso Nacional. Se trata de un procedimiento
determinado para aprobar una iniciativa legal. De manera que no puede tener
valor el razonamiento de que todos sabemos la intención y de que se trata de
un proyecto en teoría.
Por lo tanto, en conocimiento de que el Ejecutivo anunció una
indicación, insisto en que, para dejar las cosas en su lugar, se supriman del
texto, por la unanimidad del Senado, los capítulos en que se necesite la
iniciativa del Presidente de la República y los que deben precisar las conductas
constitutivas de delito, a fin de que se presente la proposición y la Comisión
trabaje en ella para el segundo informe. No veo el perjuicio que podría sufrir el
proyecto. En cambio, observo con claridad que esta Corporación afirmaría la
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DISCUSIÓN EN SALA

tesis constitucional correcta, por lo que pido al señor Presidente hacer las
consultas del caso.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Senador señor Fernández.
El señor FERNÁNDEZ.- Señor Presidente, nos hallamos ante un
articulado que contiene una idea muy loable -el que aprobaré, obviamente, por
tratarse de una discusión en general-, pero no materializada adecuadamente
en su texto. Y ello sucede, a mi juicio, porque los conceptos y principios que se
desea establecer no son propios de una ley. Tanto es así que los países
avanzados en que se realiza investigación científica cuentan con escasa
legislación al respecto, tanto por la imposibilidad de definir términos claros
cuanto porque muchas veces se puede conspirar contra el desarrollo en el
área. Y ése es el caso de líderes en dicho ámbito, como Estados Unidos, que
aplican limitaciones más bien éticas que propiamente jurídicas, con el objeto
de evitar que por esa última vía pueda restringirse en forma extrema la
investigación científica.
De acuerdo con los principios que señalo, un proyecto como el que
nos ocupa debiera consignar en forma clara y precisa las prohibiciones y los
lindes de la investigación científica, pero no condicionar el hecho mismo de
ésta a la aprobación, por ejemplo, de un organismo determinado. Aquí se
encuentra una norma que reviste bastante gravedad, en el sentido de que
“Todo proyecto de investigación científica en seres humanos que involucre
algún tipo de intervención física o síquica en el sujeto requerirá la aprobación
de la Comisión Nacional o Regional de Bioética respectiva.”. Vale decir, el
científico deberá tratar primero de convencer a una comisión, en circunstancias
de que muchas veces justamente innova o crea algo que ella no conoce, ni que
se le ha ocurrido. De manera que la primera batalla apuntará a persuadir a tal
organismo de que no se encuentra frente a un proyecto que afecta la dignidad
humana.
Nos parece que lo anterior es peligroso. Constituye una cuestión que
no sólo en el pasado remoto, sino incluso en el presente siglo conspiró en
forma importante en algunos países contra la investigación científica. Juzgo
grave que de la lectura de la ley pudiera sacarse la conclusión a que hago
referencia. El científico no se hallaría en situación de poder defender algo que
está creando, y en lo cual en ese momento expresa su talento, pero debería
convencer a muchas personas –repito- a las que no se les había ocurrido,
obviamente, una situación como la que se plantea. Por ello, es probable que lo
adecuado sea establecer un conjunto de limitaciones respecto de hechos que
indudablemente no pueden perseguirse a través de una investigación científica.
En cuanto a aspectos propios del articulado, consideramos que las
definiciones deben ser extraordinariamente cuidadosas y que el legislador
normalmente no debe consignar las de conceptos científicos, salvo que sean
aceptados de manera universal. Por ejemplo, el establecer que el genoma
humano “es la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la
familia humana” aparentemente suena muy bien; pero, ¿cuál es esa unidad
fundamental? Entonces, se entra en especificaciones que no nos competen,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 123 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

evidentemente. No nos hallamos en situación de dejar precisados conceptos de


esa envergadura. Y es posible incurrir aquí, por lo tanto, en equívocos muy
graves y serios.
Ahora bien, el artículo 1º dispone: “La presente ley tiene por
finalidad proteger la vida, la integridad física y síquica de las personas, así
como su dignidad e identidad genética, con respecto a la investigación
científica y sus aplicaciones y al ejercicio de la medicina.”. Cada uno de esos
puntos admite una grave e importante discusión. Desde luego, si bien es cierto
que la normativa en debate apunta a proteger la vida, un conjunto de cuerpos
legales persiguen ya ese objetivo y el de resguardar la integridad física de las
personas, como es el caso de todos los códigos -el Penal, por ejemplo- y de la
Constitución. Consideraciones de esa índole llevan a pensar que puede resultar
muy difícil, diría, una aplicación efectiva del proyecto.
Asimismo, se dice que “Se prohíbe toda forma de discriminación
basada en el patrimonio genético de las personas.”. Cabe recordar que la Carta
Fundamental elimina la discriminación en todos los aspectos, no sólo en
relación con el patrimonio genético, pues tampoco procede por razones de
sexo, raza, color, religión, etcétera. Por ende, no es patrimonio de una ley la
consagración de ese tipo de normas.
Y podría seguir señalando diversos preceptos que, en mi opinión, no
conviene que contenga una iniciativa de esta naturaleza, como el que expresa
que “la libertad para llevar a cabo actividades de investigación científica tiene
como límite el respeto a los derechos y libertades reconocidos por la
Constitución”. Ello es obvio. No necesita hallarse consagrado en una ley de
esta índole.
Concuerdo, también, con lo señalado aquí en cuanto a que al
investigador no se le pueden fijar exigencias o deberes especiales. Creo que es
algo inadecuado.
Estimando loable la idea de legislar, porque el tema así lo amerita –
la comparto y la votaré a favor por tratarse del primer informe-, me parece
que en el segundo informe debiera corregirse la técnica jurídica empleada para
materializarla. El proyecto debiera limitarse a puntualizar el conjunto de actos
que en nuestro concepto no se pueden realizar hoy -ello será muy precario,
obviamente, frente al avance vertiginoso de la ciencia- y las prohibiciones a la
investigación científica en esos campos. Pero ir más allá resulta
extraordinariamente peligroso. Podríamos encontrarnos con una ley que coarta
la investigación científica, por un lado, y que, por el otro, quede
completamente obsoleta en muy poco tiempo como consecuencia,
precisamente, del avance en dicho ámbito. Si bien es cierto que una
determinada actividad podría no llevarse a cabo en Chile de acuerdo con una
resolución de la Comisión de Bioética, sería posible realizarla en otra parte del
mundo. El país no puede pretender, entonces, la exclusividad para decir: “Esto
se investiga y esto no se investiga”, con prescindencia de lo que ocurre en el
resto del mundo.
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DISCUSIÓN EN SALA

Todas esas ideas debieran ser tenidas en cuenta en el estudio del


segundo informe, para poder concluir en un articulado con los principios que se
convenga como básicos en una investigación científica, y no más allá.
Votaré a favor, señor Presidente, en la esperanza de que en esa
etapa se introduzcan las correcciones que he expuesto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Senador señor Valdés.
El señor VALDÉS.- Señor Presidente, seré muy breve, porque los
Honorables señores Moreno, Larraín y Fernández han reflejado mi criterio
sobre un proyecto que admiro, en su intención y en el trabajo que ha
demandado, y que nos ha hecho reflexionar sobre un tema de muy
apasionante actualidad, el cual honra al Senado en cuanto al desarrollo de la
discusión.
Pero también tengo aprensiones -sin perjuicio de que me
pronunciaré a favor-, porque se trata de legislar sobre un asunto
extremadamente delicado.
Pienso que en Chile a veces se acostumbra solucionar los problemas
mediante la dictación de leyes. Está bien que la ley tenga un valor normativo,
pedagógico, y en definitiva también penal; pero estamos en un mundo que en
lo físico se abre hacia la dimensión externa, sin limitación posible porque esto
obedece a la inteligencia humana, que se ha desarrollado en forma admirable:
y también somos testigos de un avance científico de tal naturaleza en lo
biológico, que hoy día existen más biólogos que todos los que han pasado por
la historia de la humanidad. Presenciamos fenómenos extraordinariamente
importantes, interesantes y creativos, que son resultado de la libertad
creadora del hombre. Sobre todo en el campo científico, estos fenómenos son
acumulativos; es decir, se van generando unos detrás de otros.
No creo que los chilenos lleguemos a aceptar que otros tengan el
derecho a la investigación mientras nosotros debamos someternos a ciertas
disposiciones que impidan nuestra libre creación.
A mi juicio, resulta extremadamente difícil crear normas destinadas
a encajar la investigación científica. Estoy de acuerdo con el propósito del
proyecto, y con que deban fijarse algunos parámetros -como se ha dicho acá-
y ciertos límites que tocan la vida en sí del ser humano (No me referiré a los
animales porque voy a desatar la molestia del Senador señor Viera-Gallo; pero
son sus preocupaciones, las que no comparto, y no quiero abordarlas por
cuanto Su Señoría ataca después con cierta saña).
Señor Presidente, lo que iba a decir es que siempre se ha tratado de
censurar este proceso de la ciencia, por una u otra razón. No vale la pena
recordar lo que sucedió a Galileo... y todavía se dice “Eppur si muove”. Pero
así fue. Recuerdo que cuando el doctor Kaplán comenzó sus notables
experiencias de trasplantes de corazón fue severamente censurado, porque se
suponía que el corazón era una parte vital y única del ser humano, y que al
trasplantarlo estaba cometiendo el sacrilegio de introducir un órgano ajeno en
un cuerpo, cambiándole su razón de ser. Más grave aún era el hecho de que se
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 125 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

tratara del corazón, considerado -y todavía hoy se piensa así- como el centro
del amor y de los sentimientos.
Vamos avanzando en este cuadro, y por ello tengo mucho temor de
que se legisle en términos demasiado estrictos, pues no hay nada peor que
una ley que no puede cumplirse, o que es sobrepasada por la realidad. No creo
que haya algún científico que acepte que su investigación sea sometida a la
opinión de un consejo, porque si éste no la autoriza se va a abrir la posibilidad
de un recurso de protección. Y al final serán las Cortes de Apelaciones las que
deban resolver si se está violando un derecho de investigación. Así ocurre
permanentemente con los problemas medio ambientales que, por mal
definidos, terminan siendo resueltos, tarde y no siempre bien, por los
tribunales.
Por eso, francamente coincido con el Senador señor Moreno, y no
creo en la necesidad de un consejo o de un conjunto de personas que estará
controlando la actividad científica. Confío mucho más en crear el hecho ético
fundamental alrededor del cual se puede abrir una investigación sin que haya
limitaciones.
Votaré favorablemente el proyecto, pero con cautela respecto de la
forma en que el texto se está insinuando.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Martínez.
El señor MARTÍNEZ.- Señor Presidente, sin duda, la iniciativa está
inspirada en un avance extraordinario de la ciencia y en las necesidades de las
personas. Pero, tratándose de asuntos concernientes al bien común de la
nación, debieron haberse tomado de inmediato en forma muy diligente e
integrada por parte del Poder Ejecutivo en conjunto con el Congreso,
específicamente con el Senado. No podría imaginarme una acción separada
entre estos Poderes en un asunto fundamental.
Al parecer en este caso no se ha producido una reacción o toma de
conciencia del Ejecutivo para hacerse parte de este sistema que afectará -lo
cual ya está ocurriendo- de una u otra manera a toda la nación. En esto hay
que reconocer que el Senado se ha adelantado y ha mostrado una visión
anticipada y positiva.
En segundo lugar, de la lectura del texto se desprende que la
bioética, como concepto, ya no podría contenerse en una ley de rango orgánico
constitucional como la que estamos estudiando, sino que sencillamente habría
que situarla como un acápite de la Carta Fundamental. Si la filosofía
constitucional, expresada claramente por el Senador señor Díez, es la que está
armando todos los conceptos que conforman el cuerpo legal, evidentemente la
bioética debe tratarse como tal. No basta que el artículo 19, número 1º, de la
Carta asegure a todos el “derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de
la persona”, sino que es necesario agregar en esa norma el concepto de la
bioética, porque estamos a ese nivel.
En cuanto a la Comisión Nacional de Bioética, los señores Senadores
que me precedieron en el uso de la palabra han abordado el asunto con mayor
propiedad. Sin embargo, deseo formular algunos planteamientos.
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DISCUSIÓN EN SALA

¿Será la Corte de Apelaciones la que deberá hacerse cargo de los


recursos cuando un científico solicite llevar a cabo un proceso investigativo y la
Comisión Nacional de Bioética, de acuerdo con el texto de la norma pertinente,
le diga que no? ¿A quién va a recurrir esa persona? Si se quiere avanzar en
esta idea tiene que haber un procedimiento de apelación ante las resoluciones
adoptadas por ese organismo.
Por otra parte, me parece que con el Capítulo relativo a dicha
Comisión se está invadiendo con el Derecho público el campo del Derecho
privado.
Es evidente que la creación de un servicio público, como lo indica el
comentario que aparece en el informe, no es una facultad del Senado, sino que
sólo corresponde al Ejecutivo. La potestad que se entrega al servicio público,
entre otras cosas lo introduce de lleno en el ámbito moral y jurídico. Cabe
preguntarse, si la comisión va a ser remunerada, ¿quién justificará las horas
de estudio, los documentos, etcétera? Estos aspectos no figuran en la norma.
Por eso, la idea de sacarlos del texto aparece como la mejor
solución, sobre todo por el hecho de que se vulneran -como lo expresó el
Honorable señor Díez- normas constitucionales, argumento con el que estoy
absolutamente de acuerdo.
Por último, en las ideas en juego -sin duda, son muy positivas- no
debería romperse el debido equilibrio entre el progreso científico y el respeto a
la condición humana. A mi juicio, ésta es la clave.
Por eso me permito considerar que todo este entramado de normas
tendría que concentrarse en una modificación constitucional, para establecer,
conforme a la jerarquía de las leyes, todos los procedimientos que vienen a
continuación. En tanto, el concepto de la bioética expresado en términos
constitucionales debería incorporarse en alguno de los incisos del artículo 19 de
la Constitución. Hay varios donde puede contemplarse.
Mi voluntad es la de apoyar la idea de legislar. Lamento que el
Ejecutivo no haya reaccionado inmediatamente participando en forma muy
activa sobre el particular.
Ahora bien, sugiero que al redactarse el segundo informe, se estudie
la conveniencia de introducir simultáneamente una modificación a la
Constitución para establecer el concepto de bioética, a fin de derivar en
jerarquía las leyes correspondientes.
Muchas gracias.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Cantero.
El señor CANTERO.- Señor Presidente, varios de los señores
Senadores que me antecedieron en el uso de la palabra han interpretado
fielmente mi pensamiento, de manera que exposición será bastante breve.
Estamos frente a una época de profundos cambios, los cuales por su
alcance, proyección y trascendencia, más que cambios en una época parecen
constituir un cambio de época, es decir, algo que va más allá y que reviste
excepcional importancia.
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DISCUSIÓN EN SALA

En efecto, los pensadores contemporáneos señalan que la revolución


provocada por el hombre al desarrollar su conocimiento se refleja, primero, en
la intervención que realiza en el cosmos, con todos los alcances, el despliegue
y las repercusiones que traerá en el futuro; segundo, en la intervención en el
átomo, con todo lo que ello ha significado para el desarrollo y la felicidad del
hombre, para mostrar la pequeñez y también el dolor de la humanidad; y
tercero, en la intervención en el genoma humano.
Esos tres elementos revolucionarios parecen ser el signo que
caracteriza el cambio de época, que tendrá grandes implicancias y provocará
una transformación efectiva en la concepción, en la actuación y en las
consecuencias de la vida del ser humano.
Cabe reflexionar acerca de la concepción religiosa del hombre. Tal
vez en esos elementos empieza a expresarse la divinidad de la cual nos hablan
los teólogos. Ese hombre, hecho a imagen y semejanza de Dios, empieza a
expresar su divinidad en actos de esta naturaleza. Porque al tomar el
conocimiento del árbol de la ciencia, al desarrollar su libre albedrío, tiene la
opción de actuar en esta línea y de elegir entre el bien y el mal, entre la
benevolencia y la maledicencia. Pero ese libre albedrío lo usa a veces
inconscientemente, como fue el caso, por ejemplo, de la intervención
revolucionaria en el átomo, que terminó dando origen a una bomba atómica,
que ha tenido tantas repercusiones y seguirá generando cambios genéticos en
los seres vivos del planeta.
Por lo tanto, para mí el asunto no es menor, sino de gran
importancia y trascendencia. Estamos interviniendo en la semilla de la vida; en
ese soplo divino que da como fruto un ser. El hombre -repito-, enfrenta
grandes desafíos en el uso de sus dones y conocimientos.
Otra característica del cambio de época que se visualiza tiene que
ver con cuestiones de gran relevancia: por un lado, con la revolución científica
y tecnológica, la expansión del conocimiento del ser humano, la multiplicidad
de la información a que se tiene acceso; y, por otro, producto de esa
revolución, con sistemas y medios de difusión que se hacen día a día más
expeditos, más asequibles y que se multiplican con una proyección
exponencial, situándonos en un mundo de grandes desafíos.
La clonación de mamíferos nos abrió los ojos. Hoy estamos frente a
la manipulación de la genética y sus eventuales usos en diversas aplicaciones
que pueden hacerse en el ser humano; en ese hombre al que entendemos
como un ente racional, dotado de espíritu trascendente, que tiene dignidad
intrínseca y que -¡claro!- provoca grandes inquietudes al buscar, por ejemplo,
romper su individualidad al generar varios clones de sí mismo.
Existen desafíos éticos y morales de extraordinaria relevancia, que
deben llamar a toda la humanidad a una reflexión abierta. Sin embargo, tal
reflexión no puede atropellar ni invadir el derecho a la investigación científica,
es decir, el derecho del ser humano al libre albedrío para desarrollar su
conocimiento; el derecho de ese hombre, hecho a imagen y semejanza de
Dios, a crecer y aproximarse a la divinidad.
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DISCUSIÓN EN SALA

La libertad del hombre en el ámbito de la sociedad moderna precisa


de marcos referenciales. Éstos, a mi juicio, deben ser de dos tipos: en primer
término, de carácter general indicativo, que incluso puede contemplarse en el
Derecho positivo.
Al respecto, recojo otro elemento que caracteriza al mundo global: la
globalización no sólo es la apertura a los mercados, sino también una
imposición de normas comunes acordadas y establecidas por los distintos
países. En ese sentido, la Declaración Universal sobre Genoma Humano de la
UNESCO es un documento interesante que vale la pena asimilar, tener en
cuenta y considerar la posibilidad de participar en él en forma clara y decidida.
No obstante, repito, pienso que esas limitaciones en el ámbito del
Derecho positivo deben ser sólo de carácter indicativo.
En segundo lugar, para un control efectivo debe darse autonomía e
imperio a los pares. Por ejemplo, si se trata de una investigación en el ámbito
de la medicina, habrán de ser los pares habilitados en las ciencias médicas
quienes se pronuncien. Y en las investigaciones en otro ámbito, serán los pares
involucrados en éste los que deberán actuar. Pero en ningún caso me parece
razonable atentar contra la libertad, esencia de la dignidad del ser humano
para desarrollar el conocimiento, que en definitiva es la expresión de su
humanidad.
Todavía hay demasiados misterios por ser decodificados. Lo concreto
es que la intervención del hombre en tres ámbitos tan fundamentales como el
cosmos, el átomo y el genoma, pareciera marcar una época de grandes
desafíos que todos los seres humanos, y particularmente los legisladores,
debemos enfrentar con la mayor responsabilidad, interés y profundidad.
Por eso, estimo que el proyecto en debate, pese a todos los errores
o vicios que sus diversas normas puedan tener, es altamente oportuno y
contribuiré a aprobarlo en general. Estaré atento al segundo informe y
participaré entusiastamente en su discusión particular.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- El último orador
inscrito es el Honorable señor Novoa. Luego se procederá a votar.
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor NOVOA.- Señor Presidente, es evidente que el proyecto
tiene propósitos muy loables: proteger la dignidad de la persona frente a
investigaciones científicas que se realizan en seres humanos; resguardar los
datos genéticos, o sea, mantener su privacidad; prohibir algunas conductas.
Lo anterior ciertamente justifica la dictación de una ley. Pero al
mismo tiempo exige que ella se refiera a materias propiamente legales y no
incursione en otras áreas que excedan tal dominio, o al menos el de nuestro
país. Por ejemplo, el artículo 16 (establece que el conocimiento del genoma
humano es patrimonio común de la humanidad) es más bien -como se señaló
aquí- una norma propia del Derecho Internacional. No procede que esté en la
ley en proyecto.
Hago referencia a este punto, no tanto por una cuestión de técnica
legislativa, sino porque considero fundamental que la legislación chilena en
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 129 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

estas materias vaya de la mano con lo que está pasando en el derecho


internacional. No quisiera que fuéramos más restrictivos, por ejemplo, en el
sentido de que conocimientos obtenidos en nuestro país constituyeran
patrimonio de la humanidad y no tuvieran igual carácter en otras naciones.
En este ámbito se observa gran actividad empresarial. Ayer,
precisamente, en la sección económica de “The New York Times” se publicó un
artículo sobre las empresas dedicadas a la investigación del tema en comento.
Y cuando uno lee al respecto se encuentra con datos impresionantes, como los
atinentes a los recursos que ellas destinan al efecto.
En tal sentido, lo único que pido es no autolimitarnos en nuestras
posibilidades de desarrollo.
A mi juicio, tampoco son de dominio legal las materias propiamente
éticas. Por ello, la creación de la Comisión Nacional de Bioética presenta dudas,
no sólo respecto de la constitucionalidad, sino también en cuanto a la
conveniencia de establecer una especie de patrón o fiscal ético en este campo.
Finalmente, a las aprensiones ya manifestadas, quiero sumar mi
preocupación por que el loable propósito de proteger los derechos de las
personas pudiere significar incluir en la ley ciertas rigideces que afecten la
libertad para investigar; me inquieta que se fijen parámetros que, por ser
legales, planteen rigideces en una materia cuyos avances son sorprendentes y
se van produciendo día a día.
En todo caso, el debate me ha parecido muy interesante.
Anuncio mi voto favorable a la idea de legislar, haciendo notar que
en la discusión particular deberemos tratar de solucionar las inquietudes y
aprensiones expresadas durante el análisis general del proyecto.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Quiero solicitar la
venia de la Sala para hacer desde la testera, en mi calidad de coautor de la
moción, breves reflexiones y precisiones acerca de la iniciativa en estudio.
En primer lugar, considero pertinente felicitar, no sólo a los autores
de la iniciativa, sino también a la Comisión de Salud y al Senado mismo, por el
debate que se ha desarrollado sobre una materia que, indiscutiblemente,
reviste enorme importancia.
Quiero recordar que cuando presentamos la moción aún no se había
comunicado el descubrimiento del genoma humano. Ella obedeció al anuncio
de la clonación de un animal, lo que hizo visualizar la posibilidad de que
también se llegara a la clonación humana. Y, en tal sentido, las intervenciones
de los profesores y científicos que asistieron a la Comisión de Salud
enriquecieron nuestros conocimientos.
En segundo término, deseo hacer resaltar que el primer informe es
una aproximación al tema. Ahora viene el gran desafío de estructurar un texto
que recoja todas las observaciones formuladas aquí por diversos señores
Senadores, más las que podamos efectuar en el próximo tiempo a la luz de la
asesoría que nos brinden quienes conocen estos asuntos con mayor
profundidad.
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DISCUSIÓN EN SALA

No estoy de acuerdo con un señor Senador que sostuvo que no era


necesario legislar sobre esta materia. En mi concepto, resulta indispensable
hacerlo, para establecer el marco dentro del cual podrán desarrollarse las
actividades pertinentes. Coincido en que la ley no fija la ética o la moral, pero
sí entrega regulaciones destinadas a evitar infracciones a una u otra. A mi
entender, ése es precisamente el objetivo que persigue este proyecto.
Nadie pretende limitar la investigación. Al contrario, se trata de
promoverla, pero evitando que vaya más allá del fin que debe tener siempre
en vista, cual es el beneficio de la humanidad.
Ahora, quiero llamar la atención de los señores Senadores en el
sentido de que sería bueno que nuestra Cancillería –se lo hice ver al Presidente
de la Comisión de Relaciones Exteriores- abordara el tema de la Declaración de
la UNESCO, de 1997. No concuerdo con el planteamiento del Presidente de la
Comisión en cuanto a que aquélla podría considerarse un tratado o un acuerdo
o convenio internacional. Fue una declaración. Sí es factible que en
determinado momento, sobre todo por la trascendencia que está teniendo en
el mundo el tema que hoy nos ocupa, fuera discutida a nivel de los organismos
internacionales -como las Naciones Unidas- y de declaración –bastante
completa, por lo demás, en cuanto a que interpreta muy bien lo que uno
piensa y cree- se transformara en un tratado ratificado por los diversos países
del orbe y que obligara por igual a todos ellos en lo referente a la investigación
científica en seres humanos y a la clonación.
De otro lado, me parece que las cuestiones de constitucionalidad –al
respecto escuchamos las argumentaciones de los Honorables señores Larraín,
Díez y otros señores Senadores- deben ser salvadas.
Efectivamente, la Comisión de Bioética que se insinuaba en el
proyecto original tenía el carácter de organismo asesor, de manera que no
presentaba el elemento de inconstitucionalidad que adquirió después, a
propósito del primer informe de la Comisión de Salud.
Ahora bien, como en mi condición de Presidente del Senado debo
resguardar la constitucionalidad de la iniciativa, voy a proponer la aplicación
del artículo 30 de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, que
permite votar por separado normas para cuya aprobación se requieren
diferentes quórum.
En tal virtud, planteo apartar el artículo 17 y los Capítulos VII y VIII
y pronunciarnos sólo sobre el resto del proyecto, el cual, de este modo,
quedaría conformado por los artículos 1º al 21, exceptuado por supuesto el 17.
Ello no inhibiría a la Comisión de analizar las demás disposiciones en la
discusión particular, siempre que contaran con el patrocinio del Ejecutivo.
El señor DÍEZ.- ¿No sería más claro, señor Presidente, para evitar
dudas y sacar adelante el proyecto, solicitar el acuerdo de la Sala sobre los
Capítulos VII y VIII y votar las normas respecto de las cuales tenemos
conciencia de que son constitucionales?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- De eso se trata, señor
Senador.
El señor DÍEZ.- Y así no rompemos ningún precedente.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Eso es posible si hay


pronunciamiento unánime de la Sala acerca de los Capítulos VII y VIII y del
artículo 17. Si existiera consenso, yo no tendría inconveniente.
El señor VIERA-GALLO.- ¿Me permite una observación, señor
Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Sí, señor Senador.
El señor VIERA-GALLO.- Quiero dejar en claro ante Sus Señorías lo
siguiente.
Es posible hacer lo que se está planteando. Pero si no se logra la
iniciativa del Ejecutivo para la creación de una institucionalidad sobre la
materia en comento, por muy leve o poco burocrática que sea, en la práctica el
proyecto carecerá de todo significado y sentido.
Así ocurre en casi todos los países. Y por eso resulta importante,
incluso para la propia Ministra de Salud, que haya, no digo cierta presión –
entre comillas-, pero sí cierta señal del Senado en cuanto a que debe existir
dicha institucionalidad.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Concuerdo con Su
Señoría en que, sin un marco regulatorio o de control ético, la ley en proyecto
sería casi inaplicable. Sin embargo, escuché a la señora Ministra manifestar el
interés del Ejecutivo en hacer un planteamiento sobre el tema y tomar la
iniciativa. Entonces, no me asalta su duda, señor Senador.
Por lo mismo, no creo que haya problema para aprobar el camino
sugerido.
El señor BOMBAL.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En seguida, Su
Señoría.
Acogiendo, pues, una sugerencia de los Honorables señores Larraín y
Díez, la Mesa quiere plantear el retiro del artículo 17 y de los Capítulos VII y
VIII.
¿Habría unanimidad para proceder en ese sentido?
El señor RUIZ-ESQUIDE.- No, señor Presidente.
El señor BITAR.- No.
El señor BOMBAL.- Antes que eso, pido la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La tiene, señor
Senador.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, se está dando al proyecto una
tramitación un tanto accidentada. Incluso, se ha llegado a señalar que la
Secretaría no advirtió en su minuto –la verdad es que sí se advirtió desde el
primer momento- el problema que había.
Lo que queremos evitar es que, con cargo a la nueva excepción que
se está solicitando, el proyecto quede en una especie de estatuto extraño para
lo que resta de su tramitación.
Entonces, como el debate se encuentra agotado, ¿no sería mejor,
señor Presidente –y se lo sugiero-, postergar la votación hasta el instante en
que el Ejecutivo nos haga llegar su patrocinio?
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DISCUSIÓN EN SALA

Creo que ése puede ser un camino. Sé que a los autores del
proyecto no les acomoda. Pero ocurre lo siguiente: temo que, de tanto generar
excepciones, estemos creando una situación extraña para el proyecto, en
circunstancias de que el Ejecutivo nos señaló ayer su intención de
pronunciarse. Ocurrido esto último, no cabría más que votar sin debate la idea
de legislar y entrar en seguida a la discusión particular.
Ése puede ser un camino más razonable, señor Presidente, que
quedar con situaciones como la de si se retiran o no partes del articulado.
Porque me preocupa que, si se concretan los retiros y no se materializan las
indicaciones en los términos que esperamos, el proyecto se transforme en
nada.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Señores Senadores,
como visualizo que se está abriendo un debate que puede ser interminable,
voy a aplicar el artículo 30 de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso
Nacional, que posibilita votar por separado.
El señor DÍEZ.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor MARTÍNEZ.- Pido la palabra.
El señor BITAR.- Pido la palabra.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Pido la palabra por treinta segundos.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Díez.
El señor DÍEZ.- Señor Presidente, lo que pretendo con mi insinuación
es que quede en claro que el proyecto tiene la aceptación unánime del Senado
en cuanto a la idea de legislar y que terminen las reticencias lógicas de quienes
observamos las inconstitucionalidades. Si esto queda palmario, no veo
inconveniente en suprimir los capítulos y el artículo individualizados.
Ahora, pienso que la solución propuesta por el Honorable señor
Bombal es buena en teoría, pero mala en la práctica. Porque la manera de
apurar al Ejecutivo es que empiece el estudio particular del proyecto en la
Comisión y los representantes gubernativos asistan y presenten sus
indicaciones. Si la iniciativa del primer informe queda pendiente en la
Secretaría del Senado a la espera de las indicaciones, es evidente que la
dinámica del proyecto bajará enormemente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Martínez.
El señor MARTÍNEZ.- Señor Presidente, junto con la eliminación de
los Capítulos VII y VIII, usted ha propuesto suprimir el artículo 17. Yo también
sugiero incluir el artículo 14, que expresa: "La terapia que exija modificar
células germinales, requerirá la autorización de la Comisión Nacional de
Bioética.".
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Bitar.
El señor BITAR.- Señor Presidente, creo que un buen procedimiento
para aprobar o rechazar la iniciativa es, simplemente, respetar el camino
sugerido por sus autores. Nosotros no podemos estar condicionando cada paso
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DISCUSIÓN EN SALA

que damos al envío de las indicaciones del Ejecutivo; de lo contrario, nos


estaríamos autolimitando.
En mi opinión, se está dando un paso en una materia muy
trascendental. Hay un conjunto de apreciaciones justas o no tan justas de
diversos señores Senadores, las que deberán ser examinadas durante la
discusión particular. De manera que más adelante habrá tiempo para analizar
lo de la Comisión Nacional de Bioética, que es el punto que provoca mayor
preocupación. Y existe voluntad para hacerlo.
Por lo tanto, confiando en el criterio de cada uno de nosotros, pienso
que lo lógico es que votemos el proyecto en general y luego procedamos a su
corrección y mejoramiento en el segundo informe, lo cual está en el ánimo de
todos los señores Senadores.
En tal sentido, no soy partidario de la separación de la votación
sugerida por el señor Presidente, salvo que quiera ejercer la atribución
contenida en el artículo 30 de la Ley Orgánica Constitucional del Congreso
Nacional (no tengo ésta a mano). Considero mejor votar en general el proyecto
e ir a una discusión más detallada y clara. Y el Ejecutivo, frente a esa
situación, se sentirá empujado a participar y a enviar las indicaciones del caso.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Señor Senador...
El señor BITAR.- Pero dejar la votación pendiente o dividirla me
parece innecesario e inconveniente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¿Me permite, señor
Senador?
El señor BITAR.- Con mucho gusto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- El problema radica en
que su proposición me obligaría a declarar inconstitucional el proyecto, porque
un capítulo entero es claramente inconstitucional.
El señor BITAR.- El Capítulo VII, que crea la Comisión Nacional de
Bioética.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Exactamente. Y
también los artículos 14 y 17.
Ello, entonces, me obligaría a emitir un pronunciamiento de
constitucionalidad, lo cual ya ha sido planteado por dos señores Senadores.
Insisto: pienso que la manera de salvar el proyecto –y se obtiene el
mismo resultado- es votarlo en general, en el entendido de que se dan por
rechazados los artículos 14 y 17 y los Capítulos VII y VIII, que en el segundo
informe serán repuestos mediante indicaciones patrocinadas por el Ejecutivo.
El señor BITAR.- Si a usted, señor Presidente, que es uno de los
autores de la iniciativa,…
El señor BOMBAL.- Hagámoslo así.
El señor BITAR.-...le parece que ése es el camino adecuado...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Y considero que es la
mejor manera de despachar el proyecto.
El señor BITAR.- …para salvar los eventuales reparos
constitucionales de las normas señaladas, no tengo inconveniente. Pero creo
que debemos aprobar ahora la iniciativa y no dejarla pendiente.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 134 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

El señor LARRAÍN.- Le ruego que votemos como usted lo solicita,


señor Presidente, porque de lo contrario sentaremos un muy mal precedente
en la historia constitucional del Senado.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el
Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, recojo las objeciones de
constitucionalidad formuladas por algunos señores Senadores, porque son
razonables. Así que me parece bien lo manifestado por la Mesa.
No obstante, quiero proponer que aprobemos el proyecto en los
términos sugeridos por el señor Presidente, pero sobre la base –se desprende
de los discursos que hemos oído- de que existe el ánimo de legislar acerca de
lo que se plantea separar. O sea, que no quede la sensación de que el no votar
sobre la Comisión Nacional de Bioética y otros artículos significa en la práctica
un rechazo del Senado.
Si ello no es así y se sobreentiende que las normas pertinentes
deben contenerse en la iniciativa, por supuesto con el patrocinio del Ejecutivo,
no tengo inconveniente en que procedamos como lo planteó el señor
Presidente. Pero que no se deduzca lo contrario, porque entonces habrá
conflicto con el proyecto. Y como así ha sido a lo largo del debate, basta con
que lo mencionemos de la manera expuesta.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Indiscutiblemente, es
así. Y tengo plena confianza, pues la señora Ministra de Salud sostuvo que iba
a tomar iniciativa en la materia. De lo contrario, me vería obligado a dividir el
proyecto entre lo constitucional y lo inconstitucional...
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Eso sería mucho peor.
Estoy de acuerdo, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Por lo tanto, propongo
al Senado...
El señor MORENO.- Pido la palabra para una breve acotación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La tiene, Su Señoría.
El señor MORENO.- Apoyo lo que usted ha dicho, señor Presidente,
pero sugiero que la Comisión recoja lo que aquí se ha expresado respecto de
los artículos pertinentes y trabaje sobre la base de que posteriormente serán
patrocinados por el Ejecutivo. Ello, para que no debamos repetir aquí los
mismos argumentos expuestos hoy día acerca de los puntos en cuestión.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¿Habría acuerdo para
dar por aprobado en general el proyecto, entendiendo rechazadas todas las
disposiciones vinculadas con la Comisión Nacional de Bioética y sobre la base
de que el Gobierno les dará el patrocinio constitucional requerido?
Según me informa la Secretaría, retiradas las normas en comento,
no se requiere quórum especial.
En consecuencia, el proyecto quedaría aprobado en general por la
unanimidad de la Sala.
--Así se acuerda.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 135 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En cuanto al plazo


para presentar indicaciones, me insinúan el Presidente de la Comisión y sus
miembros que debe ser más o menos largo.
Yo propongo 60 días, sin perjuicio de renovarlo, de acuerdo con la
solicitud que formule oportunamente ese propio organismo.
¿Habría acuerdo?
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, creo que lo que no se
hace en 10 o en 30 días no se hace en 60.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Es el plazo que me
pidieron el Presidente de la Comisión...
El señor VIERA-GALLO.- Lo lógico sería un mes. Además, la Comisión
ya escuchó a todos los científicos.
El señor BITAR.- ¡Salvo que el Presidente de la Comisión sepa que
en 60 días los avances de la investigación sobre el genoma humano van a ser
fundamentales...!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La Sala, en tal
sentido, es autónoma para fijar plazos.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- ¡Ya que se han sugerido 60 y 30 días,
transemos una vez más: quedemos en 45 días, que es un término razonable...!
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Quiero hacer ver a los
señores Senadores que es intrascendente una cosa u otra. Porque si el plazo
es de 45 días, cae dentro del período comprendido entre el 17 de septiembre y
el 1º de octubre, en que no habrá sesiones.
Por lo tanto, propongo fijar el 2 de octubre, a las 12.
--Así se acuerda.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 136 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

1.5. Boletín de Indicaciones.


Senado. Fecha 19 de octubre, 2000. Indicaciones del Ejecutivo y del
Legislativo.

BOLETIN N° 1993-11 (I)

INDICACIONES FORMULADAS DURANTE LA DISCUSION GENERAL DEL


PROYECTO DE LEY SOBRE LA INVESTIGACION CIENTIFICA EN EL SER
HUMANO, SU GENOMA, Y QUE PROHIBE LA CLONACION HUMANA.

CAPITULO I. Disposiciones Generales.

1.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 1°

2.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 2°

3.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir la palabra “dignidad” y la


coma (,) que la precede.

ARTICULO 4°

4.- Del H. Senador señor Bombal, para reemplazarlo por el siguiente:

“Artículo 4°.- La información genética de una persona será


reservada, salvo que ella voluntariamente la revele o que así lo decrete
un tribunal competente.”.

CAPITULO II. De la Investigación científica en seres humanos.

5.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 137 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

ARTICULO 6°

6.- Del H. Senador señor Bombal, para reemplazar la frase final “y


libertades reconocidas por la Constitución Política de la República” por la
frase “esenciales que emanan de la naturaleza humana”.

ARTICULO 7°

7.- Del H. Senador señor Bombal, para sustituir los incisos primero y
segundo por el siguiente:

“Artículo 7°.- La investigación científica en un ser humano


deberá contar con el consentimiento libre e informado del sujeto,
otorgado personalmente, o por su representante legal cuando aquél
carezca de capacidad para obrar por sí mismo.”.

8.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir, en el inciso tercero, la


frase “también por el director del establecimiento donde se realizará la
investigación y”.
ARTICULO 8°

9.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

10.- Del H. Senador señor Moreno, para reemplazar la frase “La Comisión
Nacional o Regional de Bioética respectiva” por “una facultad de
medicina de alguna de las universidades reconocidas por el Estado”.

ARTICULO 9°

11.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 10

12.- Del H. Senador señor Bombal, y 13.- del H. Senador señor Moreno, para
suprimirlo.

CAPITULO III.- De la Investigación génetica y la terapia génica

14.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 11

15.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

16.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir la letra a).


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 138 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

ARTICULO 12

17.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

18.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir el inciso segundo.

ARTICULO 13

19.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

20.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir el inciso segundo.

ARTICULO 14

21.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

CAPITULO IV. De la Clonación

22.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 15

23.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimir, en el inciso segundo, la


frase “y se ajustará a las normas que establezca la Comisión Nacional de
Bioética”.

24.- Del H. Senador señor Bombal, para agregar el siguiente inciso nuevo:

“Queda prohibido el tratamiento dirigido a la modificación


del genoma de embriones humanos. Habrá siempre homicidio en la
destrucción del embrión.”.

CAPITULO V. Del Genoma Humano

25.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

°°°

CAPITULO VI. De la Protección de datos genéticos.


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 139 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

26.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

°°°

Del H. Senador señor Bombal, para consultar los siguientes artículos


nuevos:

27.- “Artículo...- El que violare la reserva de la información genética de


una persona, al margen de los casos que autoriza el artículo 4°, sufrirá
las penas establecidas en ambos incisos del artículo 247 del Código
Penal, según el caso.

El que omitiere la encriptación a que se refiere esta ley, si


incurrir en la conducta descrita en el inciso anterior, será sancionado con
una multa de tres a cinco unidades tributarias mensuales.”.

28.- “Artículo...- El que omitiere el acta a que se refiere el inciso


tercero del artículo 7° o la confeccionare manifiestamente incompleta o
sustancialmente falsa, será sancionado con una multa de 10 a 20
unidades tributarias mensuales.”.

29.- “Artículo...- El que clonare o iniciare un proceso de clonar seres


humanos o interrumpiera el desarrollo de un embrión será sancionado
con la pena de presidio menor en su grado medio.

No se eximirá de responsabilidad penal al que invoque el


cumplimiento de las finalidades previstas en esta ley.”.

°°°

CAPITULO VII. De la Comisión Nacional de Bioética

30.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

°°°

31.- De S.E. el Presidente de la República, para consultar, a continuación del


artículo 21, el siguiente, nuevo:

“Artículo...- Créase en el Ministerio de Salud, la “Comisión


Nacional de Bioética”, con el objeto de estudiar y proponer planes,
programas y normas en materias propias de la Bioética en general y, en
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 140 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

especial, en asuntos relacionados con la investigación científica que


requiera la participación de seres humanos.

Dicha Comisión estará integrada por las siguientes


personas:

1.- Cuatro académicos designados por el Consejo de


Rectores de las Universidades que lo integran, que pertenezcan,
respectivamente, a las Facultades de Medicina, Derecho, Ciencias y
Filosofía.

2.- Tres personas designadas por el Instituto de Chile que


pertenezcan, respectivamente, a las Academias de Medicina, Ciencias
Farmacéuticas y de Filosofía, Ciencias Sociales y Morales.

3.- Tres personas designadas por el Ministro de Salud, que


sean representativas de las áreas normativa, asistencial y de salud
pública.

4.- Cuatro personas representativas de la comunidad


organizada y de las principales corrientes filosóficas y religiosas,
designadas por el Presidente de la República a propuesta en quina del
Ministro de Salud.

Los miembros designados permanecerán en estas funciones


por el término de tres años, pudiendo ser reelegidos y removidos sin
expresión de causa y en forma anticipada por la autoridad que los
designó, debiendo servir dichas funciones ad honorem.

El Ministerio de Salud, mediante decreto supremo,


establecerá también las comisiones regionales de bioética.

El Ministerio de Salud promoverá, asimismo, la constitución


de comités locales de bioética en los establecimientos asistenciales
públicos y privados del país, asesorarlos en su funcionamiento y evaluar
su desempeño. Para tales efectos, se hará asesorar por la Comisión.

La Comisión Nacional de Bioética y, en su caso, las


comisiones regionales, llevarán un registro de los establecimientos
públicos y privados que realicen investigación científica en seres
humanos y de los que practiquen investigación genética en seres
humanos. La inscripción en el registro será requisito para ejercer tales
actividades.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 141 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

La Comisión Nacional de Bioética y, en su caso, las


comisiones regionales, llevarán registro de las investigaciones
autorizadas conforme a los preceptos de esta ley.

Un reglamento del Ministerio de Salud regulará todos los


demás aspectos que sean necesarios para el adecuado funcionamiento
de la Comisión.”.

°°°

CAPITULO VIII. Sanciones e indemnizaciones

32.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

°°°
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 142 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

1.6. Boletín de Indicaciones.


Senado. Fecha 19 de octubre, 2000. Indicaciones del Ejecutivo y del
Legislativo.

BOLETIN N° 1993-11 (I)

INDICACIONES FORMULADAS DURANTE LA DISCUSION GENERAL DEL


PROYECTO DE LEY SOBRE LA INVESTIGACION CIENTIFICA EN EL SER
HUMANO, SU GENOMA, Y QUE PROHIBE LA CLONACION HUMANA.

CAPITULO I. Disposiciones Generales.

1.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 1°

2.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 2°

3.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir la palabra “dignidad” y la


coma (,) que la precede.

ARTICULO 4°

4.- Del H. Senador señor Bombal, para reemplazarlo por el siguiente:

“Artículo 4°.- La información genética de una persona será


reservada, salvo que ella voluntariamente la revele o que el así lo
decrete un tribunal competente.”.

CAPITULO II. De la Investigación científica en seres humanos.

5.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 6°

6.- Del H. Senador señor Bombal, para reemplazar la frase final “y


libertades reconocidas por la Constitución Política de la República”, por la
frase “esenciales que emanan de la naturaleza humana”.

ARTICULO 7°
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 143 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

7.- Del H. Senador señor Bombal, para sustituir los incisos primeros y
segundo por el siguiente:

“Artículo 7°.- La investigación científica en un ser humano


deberá contar con el consentimiento libre e informado del sujeto,
otorgado personalmente, o por su representante legal cuando aquél
carezca de capacidad para obrar por sí mismo.”.

8.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir, en el inciso tercero, la


frase “también por el director del establecimiento donde se realizará la
investigación y”.

ARTICULO 8°

9.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

10.- Del H. Senador señor Moreno, para reemplazar la frase “La Comisión o
Regional de Bioética respectiva” por “una facultad de medicina de alguna
de las universidades reconocidas por el Estado”.

ARTICULO 9°

11.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 10

12.- Del H. Senador señor Bombal, y 13.- del H. Senador señor Moreno, para
suprimirlo.

CAPITULO III.- De la Investigación génetica y la terapia génica

14.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

CAPITULO III. De la Investigación genética y la terapia génica.

ARTICULO 11

15.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

16.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir la letra a).

ARTICULO 12

17.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

18.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir el inciso segundo.


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 144 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

ARTICULO 13

19.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

20.- Del H. Senador señor Moreno, para suprimir el inciso segundo.

ARTICULO 14

21.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

CAPITULO IV. De la Clonación

22.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

ARTICULO 15

23.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimir, en el inciso segundo, la


frase “y se ajustará a las normas que establezca la Comisión Nacional de
Bioética”.

24.- Del H. Senador señor Bombal, para agregar el siguiente inciso nuevo:

“Queda prohibido el tratamiento dirigido a la modificación


del genoma de embriones humanos. Habrá siempre homicidio en la
destrucción del embrión.”.

CAPITULO V Del Genoma Humano

25.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

|° ° °

CAPITULO VI. De la Protección de datos genéticos.

26.- Del H. Senador señor Bombal, para consultar los siguientes artículos
nuevos:

27.- “Artículo...- El que violare la reserva de la información genética de


una persona, al margen de los casos que autoriza el artículo 4°, sufrirá
las penas establecidas en ambos incisos del artículo 247 del Código
Penal, según el caso.

El que omitiere la encriptación a que se refiere esta ley, si


incurrir en la conducta descrita en el inciso anterior, será sancionado con
una multa de tres a cinco unidades tributarias mensuales.”.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 145 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

28.- “Artículo...- El que omitiere el acta a que se refiere el inciso


tercero del artículo 7° o la confeccionare manifiestamente incompleta o
sustancialmente falsa, será sancionado con una multa de 10 a 20
unidades tributarias mensuales.”.

29.- “Artículo...- El que clonase o iniciare un proceso de clonar


seres humanos o interrumpiera el desarrollo de un embrión será sancionado
con la pena de presidio menor en su grado medio.

No se eximirá de responsabilidad penal al que invoque el


cumplimiento de las finalidades previstas en esta ley.”.

°°°

CAPITULO VIII. De la Comisión Nacional de Bioética

30.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

°°°

31.- De S.E. el Presidente de la República, para consultar, a continuación del


artículo 21, el siguiente, nuevo:

Artículo...- Créase en el Ministerio de Salud, la “Comisión


Nacional de Bioética”, con el objeto de estudiar y proponer planes, programas
y normas en materias propias de la Bioética en general y, en especial, en
asuntos relacionados con la investigación científica que requiera la
participación de seres humanos.

Dichas Comisión estará integrada por las siguientes


personas:

1.- Cuatro académicos designados por el Consejo de


Rectores de las Universidades que lo integran, que pertenezcan,
respectivamente, a las Facultades de Medicina, Derecho, Ciencias y Filosofía.

2.- Tres personas designadas por el Instituto de Chile que


pertenezcan, respectivamente, a las Academias de Medicina, Ciencias
Farmacéuticas y de Filosofía, Ciencias Sociales y Morales.

3.- Tres personas designadas por el Ministro de Salud, que


sean representativas de las áreas normativa, asistencial y de salud pública.

4.- Cuatro personas representativas de la comunidad


organizada y de las principales corrientes filosóficas y religiosas, designadas
por el Presidente de la República a propuesta en quina del Ministro de Salud.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 146 de 581

BOLETÍN DE INDICACIONES

Los miembros designados permanecerán en estas funciones


por el término de tres años, pudiendo ser reelegidos y removidos sin expresión
de causa y en forma anticipada por la autoridad que los designó, debiendo
servir dichas funciones ad honorem.

El Ministerio de Salud, mediante decreto supremo,


establecerá también las comisiones regionales de bioética.

El Ministerio de Salud promoverá, asimismo, la constitución


de comités locales de bioética en los establecimientos asistenciales públicos y
privados del país, asesorarlos en su funcionamiento y evaluar su desempeño.
Para tales efectos, se hará asesorar por la Comisión.

La Comisión Nacional de Bioética y, en su caso, las


comisiones regionales, llevarán un registro de los establecimientos públicos y
privados que realicen investigación científica en seres humanos y de los que
practiquen investigación genética en seres humanos. La inscripción en el
registro será requisito para ejercer tales actividades.

La Comisión Nacional de Bioética y, en su caso, las


comisiones regionales, llevarán registro de las investigaciones autorizadas
conforme a los preceptos de esta ley.

Un reglamento del Ministerio de Salud regulará todos los


demás aspectos que sean necesarios para el adecuado funcionamiento de la
Comisión.”.

°°°

CAPITULO VIII. Sanciones e indeminizaciones

32.- Del H. Senador señor Bombal, para suprimirlo.

°°°
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 147 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

1.7. Segundo Informe Comisión Salud.


Senado. Fecha 02 de marzo, 2001. Cuenta en Sesión 26, Legislatura 343.

SEGUNDO INFORME DE LA COMISION DE


SALUD recaído en el proyecto de ley, en
primer trámite constitucional, sobre
investigación científica en seres humanos,
sobre su genoma, y que prohíbe la clonación.

BOLETIN Nº 1993-11.

HONORABLE SENADO:

Vuestra Comisión de Salud tiene el honor de presentaros su


segundo informe sobre el proyecto de ley individualizado en el rubro, en primer
trámite constitucional, originado en moción de los HH. Senadores señores
Mariano Ruiz-Esquide Jara, Juan Hamilton Depassier, Sergio Páez Verdugo,
Andrés Zaldívar Larraín y del ex Senador señor Nicolás Díaz Sánchez.

A una o más de las sesiones en que se trató este asunto


asistieron, además de los miembros de la Comisión, el H. Senador señor
Fernando Cordero Rusque, la Ministra de Salud, señora Michele Bachelet Jeria,
las asesoras jurídicas de ese Ministerio, señoras Danae Frings y Adriana
Maturana y la asesora en bioética de la misma Cartera, Dra. Marie Charlotte
Bouësseau.

----------

Para los efectos de lo dispuesto en el artículo 124 del


Reglamento del Senado, se deja constancia de lo siguiente:

1) Artículos que no fueron objeto de indicaciones ni de modificaciones: 3º, 5º,


18, 19, 20 y 21 (que pasan a ser 13, 14, 15 y 16, respectivamente).

2) Artículos que sólo fueron objeto de indicaciones rechazadas: 1º, 2º y 12


(que pasa a ser 9º)).

3) Indicaciones aprobadas: 1, 5, 9, 11, 14, 15, 22, 23, 25, 26, 27 y 28.

4) Indicaciones aprobadas con modificaciones: 6, 7, 24, 29 y 31.


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 148 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

5) Indicaciones rechazadas: 2, 3, 8, 10, 12, 13, 16, 17, 18 y 20.

6) Indicaciones retiradas: 4, 19, 21, 30 y 32.

Se hace presente que la votación general del proyecto en la


sala se dividió y del texto propuesto en el primer informe fueron eliminados en
esa instancia los artículos 14 y 17 y los Capítulos VII y VIII, que contenían los
artículos 22 a 27.

----------

Indicación Nº 1

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el epígrafe del


Capítulo I, Disposiciones Generales.

Explicó su autor que el contenido y extensión de la iniciativa


no respaldan una división en capítulos, la que además puede dificultar su
lectura.

Fue aprobada por unanimidad, por los HH. Senadores


señores Bombal, Ríos y Ruiz-Esquide.

Indicación Nº 2

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el artículo 1º,


que señala que las finalidades que se persiguen con este proyecto de ley son
proteger la vida, la integridad física y síquica de las personas, así como su
dignidad e identidad genética, con respecto a la investigación científica y sus
aplicaciones y al ejercicio de la medicina.

Su autor la fundamentó en la circunstancia de que las


disposiciones contenidas en este artículo se encuentran garantizadas en la
Constitución Política de la República, la cual se basta a sí misma sin necesidad
de otra norma de inferior jerarquía que la reitere.

Añadió que, por otra parte, una norma básicamente


declarativa como ésta puede arrojar dudas acerca de si la protección se
extiende al que aún no ha nacido, el cual, si bien no es persona, ya tiene vida
merecedora de protección jurídica.

El H. Senador señor Ruiz-Esquide argumentó que


tratándose de temas nuevos, como los que regula el proyecto y que a la época
de dictarse la Constitución de 1980 eran desconocidos, le parecía conveniente
mantener el precepto, por motivos didácticos.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 149 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

El H. Senador señor Viera-Gallo puntualizó que debe


entenderse que la enunciación que hace este artículo se refiere a la dignidad
de las personas y a la identidad genética de las mismas.

El H. Senador señor Bombal concluyó que las precisiones


aportadas en el debate bastan para despejar las dudas que la primera lectura
del artículo proyectaba.

Fue rechazada por unanimidad, por los HH. Senadores


señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 3

Del H. Senador señor Moreno, para suprimir en el artículo


2º la palabra "dignidad".

Dicho artículo establece que el genoma humano es la base


de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana y del
reconocimiento de su identidad, dignidad y diversidad.

Fue rechazada por unanimidad, por los HH. Senadores


señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 4

Del H. Senador señor Bombal, para reemplazar el artículo


4º, que prohibe toda discriminación basada en el patrimonio genético de las
personas, por otro que establece la calidad reservada de la información
genética de una persona, salvo que ella misma la revele o que por orden de
tribunal competente sea divulgada.

El autor, teniendo presente que la consagración


constitucional de la igualdad ante la ley y la proscripción de toda forma de
discriminación arbitraria son suficientes, retiró la indicación.

Indicación Nº 5

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el epígrafe del


Capítulo II, De la investigación científica en seres humanos.

Por los motivos ya consignados al tratar la indicación Nº 1,


ésta fue aprobada por unanimidad, por los HH. Senadores señores Bombal,
Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 6
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 150 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Del H. Senador señor Bombal, para reemplazar la frase final


del artículo 6º, que alude a los derechos y libertades reconocidos por la
Constitución Política de la República, por una referencia a los derechos
esenciales que emanan de la naturaleza humana.

Aseveró su Señoría que en lugar de la investigación


científica en si misma, lo que puede entrar en conflicto con las garantías
constitucionales es el entramado de derechos fundamentales que protegen a
dicha actividad investigadora, antagonismo que deberá ser resuelto conforme a
las prioridades que se reconozcan a unos por sobre otros.

En este sentido, la norma debe resolver la pugna dando


preponderancia a los derechos y libertades que amparan la integridad física y
síquica de toda persona, anteponiéndolos a las libertades de opinión, de
información, de trabajo, económica y al derecho de propiedad que están
involucradas en la acción del investigador.

En vista de lo expuesto, la Comisión aprobó con enmiendas


la indicación Nº 6, de modo que el artículo 6º del proyecto dispondrá que la
libertad para hacer cualquier investigación científica queda limitada por los
derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza humana que han
sido reconocidos como tales por la Constitución Política de la República.

Este acuerdo fue adoptado por unanimidad, por los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 7

Del H. Senador señor Bombal, para sustituir los dos


primeros incisos del artículo 7º, por uno que los refunde.

Las disposiciones aprobadas en general preceptúan, en el


primer inciso, que la investigación científica en seres humanos que involucre
algún tipo de intervención física o síquica en el sujeto debe ajustarse a lo
dispuesto en el presente proyecto de ley, sin perjuicio de otras normas que
resulten aplicables según el caso. El segundo inciso establece que el sujeto de
la investigación, personalmente o su representante legal cuando carezca de
capacidad para obrar por sí mismo, deberá haber otorgado su consentimiento
libre e informado.

La indicación tiene por efecto omitir la referencia al


requisito de que la investigación suponga intervención física o síquica en el
sujeto y puntualizar que la disposición rige para investigaciones que involucren
a uno o más seres humanos, para que no pueda entenderse por la redacción
en plural que es requisito que ella afecte a dos o más personas.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 151 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

En la Comisión primó el criterio fijado en el primer informe,


en cuanto a mantener la exigencia de que la investigación involucre
intervención en el sujeto, pero se acogió la idea de precisar que el precepto
rige aunque la investigación recaiga en un solo individuo. Además, como
consecuencia de lo que queda dicho, se aclaró también la frase inicial del
artículo, especificando que él es aplicable no a "la" investigación científica en
abstracto, sino a "toda" investigación concreta y determinada. En lo demás se
conservó el inciso segundo en los mismos términos del primer informe.

Esta indicación y sus enmiendas fueron aprobadas por


unanimidad, por los HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-
Gallo y Zurita.

De la misma forma se acordó dejar constancia, a mayor


abundamiento, de que el o los sujetos de la investigación deben firmar el acta,
la que expresará que aquellos han tomado conocimiento de los objetivos,
procedimientos, riesgos y resultados esperados.

Indicación Nº 8

Del H. Senador señor Moreno, para suprimir en el tercer


inciso del artículo 7º la frase que exige que el director del establecimiento
donde se lleva a cabo la investigación firme también el acta en que consta el
consentimiento del sujeto. Como se recordará, dicha acta debe ser suscrita,
además, por este último y por el investigador responsable.

La Comisión fue del parecer, en lugar de eliminar la


participación del referido director, de dar a su intervención en el documento
otro carácter, cual es el de ministro de fe, porque es evidente que debe estar
en conocimiento de lo que ocurre en el establecimiento a su cargo. De esta
manera queda claro que el acuerdo de voluntades, generador de
responsabilidades, ocurre entre el sujeto y el investigador.

Por director del establecimiento debe entenderse la


autoridad médica o académica que está a cargo del hospital, clínica o unidad
en que se lleva a efecto la investigación.

Por la unanimidad de los HH. Senadores señores Bombal,


Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita, se rechazó esta indicación Nº 8, y en
la misma forma se aprobó enmendar el citado inciso tercero en los términos ya
consignados.

Indicación Nº 9

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el artículo 8º.


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 152 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Ese precepto dispone que los establecimientos que


desarrollen proyectos de investigación en seres humanos deben acreditarse
ante la Comisión Nacional de Bioética o ante la Comisión Regional respectiva.
El procedimiento de acreditación queda entregado al reglamento.

El H. Senador señor Bombal expresó que este artículo, y


otros que intentan reglamentar la forma de hacer investigación científica,
respecto de los cuales también ha formulado indicación supresiva, despiertan
severas reservas en la medida que con ellos se instaura una rigurosa y
burocrática intervención estatal en una actividad que debe desenvolverse en
un ámbito de libertad adecuado para que prospere y rinda frutos.

La propuesta de integración de la Comisión Nacional de


Bioética formulada en la indicación del ejecutivo da pie para sostener lo
anterior y fundamenta la indicación para eliminar este y otros artículos. Los
comités de ética existentes en los establecimientos hospitalarios están
resolviendo adecuadamente los aspectos éticos, sin el marco forzado que se
propone en el proyecto.

El H. Senador señor Viera-Gallo manifestó que este es uno


de los vacíos que viene a llenar el proyecto: la necesidad de establecer una
instancia de control sobre la actividad investigadora que interviene en el ser
humano, a veces de forma muy agresiva para su integridad y salud y otras sin
miramientos por las exigencias derivadas de la naturaleza humana. En la
legislación comparada, agregó, no hay disposiciones en contrario y normas
como éstas han permitido elevar el nivel de la investigación en Europa.

Reiteró que su posición respecto de la Comisión Nacional de


Bioética es que ella sea una entidad autónoma del gobierno y con atribuciones
resolutivas, no de mera asesoría. Especificó que no corresponde a ningún
gobierno fijar los criterios bioéticos que deben regir la investigación científica
en un ser humano.

El H. Senador señor Ríos dijo que dicha investigación, en lo


que respecta a los Servicios de Salud y a los hospitales del sector público, está
actualmente regulada por normas impartidas por el Ministerio de Salud a
través del D.S. Nº 42, de 1999, publicado el 14 de noviembre del año pasado.
Queda entonces por resolver el caso de los establecimientos médicos privados
y de las universidades, que deben estar sometidos a un mismo estatuto
regulatorio que las entidades investigadoras públicas.

Desde otro punto de vista, en un futuro no lejano la


investigación científica se podrá llevar a cabo en cualquier lugar en que estén
disponibles las instalaciones que hoy día sólo tienen los establecimientos
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 153 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

hospitalarios o universitarios, lo que hará aún más difícil el control a través de


instrumentos jurídicos.

Por último, si la Comisión Nacional de Bioética será


únicamente asesora no es necesario legislar al respecto en el proyecto, porque
se puede crear por decreto supremo.

El H. Senador señor Ruiz-Esquide, señaló que la


acreditación para investigar contribuye a proteger los derechos de los
ciudadanos. En esta perspectiva los límites que el proyecto fija a la libertad de
investigación científica en seres humanos dan fijeza y estabilidad al marco en
que esa actividad puede desenvolverse lícitamente y defienden al hombre de
algunas amenazas que genera el progreso. En el mismo sentido, el artículo 8º
del proyecto, así como otros que apuntan en igual sentido, son una
manifestación de modernidad en la legislación chilena.

Declaró además su Señoría que entiende el recelo


provocado por el tenor de la indicación sobre la composición de la Comisión
Nacional de Bioética y su inserción en el aparato estatal. Al respecto, se
manifestó partidario de una entidad asesora y enteramente independiente del
Poder Ejecutivo, cuyas recomendaciones, propuestas y criterios generales se
impongan por su propio peso científico y ético.

En cuanto a la aprobación de protocolos de investigación


específicos, expresó que ello es materia de competencia de los comités locales
de bioética de cada establecimiento.

Algunas sesiones después de fijadas las posiciones que


quedan consignadas, la Comisión se abocó al estudio de alternativas a la
indicación del Ejecutivo sobre Comisión Nacional de Bioética. Una vez que se
alcanzó acuerdo sobre el particular, lo que se consignará más adelante al
informar la indicación Nº 31, se resolvió aprobar esta indicación Nº 9, por la
unanimidad de los HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-
Gallo y Zurita.

Indicación Nº 10

Del H. Senador señor Moreno, para sustituir en el mismo


artículo 8º la frase que exige que los proyectos de investigación científica en
seres humanos sean previamente aprobados por la Comisión Nacional de
Bioética, por otra que otorga tal función a las facultades de medicina de
algunas de las universidades reconocidas por el Estado.

Visto el acuerdo alcanzado en la Comisión acerca de la


Comisión Nacional de Bioética, esta indicación fue rechazada por la unanimidad
de los HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 154 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Indicación Nº 11

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el artículo 9º.

Ese artículo ordena que todo proyecto de investigación


científica en seres humanos debe obtener la aprobación de la Comisión
Nacional o Regional de Bioética y fija como parámetros a evaluar para
otorgarla o denegarla los objetivos perseguidos, los procedimientos
alternativos disponibles de eficacia comparable, la proporcionalidad entre
riesgo para el sujeto y beneficio que aportará la investigación, la dignidad del
sujeto y la necesaria diversidad social.

La indicación forma parte del conjunto que fue resuelto una


vez producido al acuerdo sobre la Comisión Nacional de Bioética, de modo que
a su respecto se esgrimieron argumentos muy similares a los vertidos al
considerar la indicación Nº 9.

En razón de lo anterior, esta indicación fue aprobada por la


unanimidad de los HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-
Gallo y Zurita.

Indicaciones Nº 12 y Nº 13

Del H. Senador señor Bombal la primera, y del H. Senador


señor Moreno la segunda, ambas proponen suprimir el artículo 10 del proyecto.

Dicha norma enuncia los deberes especiales a que queda


sujeto el investigador que emprende una investigación científica en seres
humanos, los que pueden sintetizarse en informar plena y cabalmente al sujeto
y obtener su consentimiento escrito.

Teniendo presente que este es un marco mínimo exigible


que se encuentra concebido en términos similares a los de la legislación
comparada e internacional, la Comisión rechazó ambas indicaciones, por 4
votos contra uno. Votaron por el rechazo los HH. Senadores señores Ríos,
Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita, y lo hizo a favor de las indicaciones el H.
Senador señor Bombal.

Más tarde la Comisión, teniendo a la vista lo resuelto sobre


las funciones de la Comisión Nacional de Bioética, resolvió modificar el número
5) del artículo 10, relativo a la renovación del consentimiento del sujeto en
determinados casos, para eliminar la referencia que allí se hace a dicha
Comisión.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 155 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Igualmente acordó suprimir del mismo numeral la idea de


que las modificaciones sean "calificadas" por alguna entidad, bastando para
exigir la renovación del consentimiento que se produzcan modificaciones
importantes. Será éste, pues, un deber del investigador, y si hay conflictos se
resolverán conforme a las pautas y procedimientos que al efecto señale la
Comisión Nacional de Bioética.

Estas dos modificaciones fueron aprobadas por unanimidad,


por los HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y
Zurita.

Indicación Nº 14

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el epígrafe del


Capítulo III, De la investigación genética y la terapia génica.

Lo mismo que otras similares, fue aprobada por


unanimidad, por los HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide y
Zurita.

Indicación Nº 15

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el artículo 11


del proyecto.

El artículo en cuestión establece taxativamente cuáles son


las finalidades que pueden tener los proyectos de investigación genética:
diagnosticar enfermedades genéticas o hereditarias, conocer la secuencia,
funciones y patología del ADN humano y producir medicamentos sin riesgo
biológico.

El H. Senador señor Bombal justificó su propuesta diciendo


que la norma excluye finalidades que pueden ser muy legítimas, como la
terapia, y aún otras que en el estado actual de la ciencia resultan
desconocidas. El precepto es un freno a la creación de nuevas tecnologías y su
eliminación no debilitará los fines éticamente admisibles.

El H. Senador señor Viera-Gallo expresó que derogar los


límites que este artículo y el número 12 asignan a la investigación genética
deja las puertas abiertas a prácticas que se desea impedir, como la eugenesia.

El H. Senador señor Ruiz-Esquide advirtió que el artículo en


comento no impide la realización de proyectos de investigación genética, sino
que restringe los fines que éstos pueden tener. Coincidió en que el precepto
deja fuera del marco jurídico, porque no la contempla, la finalidad terapéutica
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 156 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

que podría tener un proyecto de este tipo. Con todo, estimó que si además se
elimina el artículo 12 se produce una indefensión de los sujetos de estas
investigaciones, de modo que instó por mantener uno de ambos.

El H. Senador señor Ríos destacó que será en definitiva la


Comisión Nacional de Bioética la que resuelva si la finalidad de uno de estos
proyectos es extraviada y éticamente inaceptable, por lo que se manifestó
partidario de acoger la indicación y eliminar el artículo 11.

La señora Ministra de Salud estuvo de acuerdo en suprimir


el artículo 11, porque pone a priori un límite infranqueable a proyectos con
finalidades que hoy son desconocidas y que pueden ser legítimas. Sin
embargo, consideró que es necesario mantener en tal caso el artículo 12 del
proyecto para consagrar al menos una disposición que encare el tema.

La indicación fue aprobada por la unanimidad de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 16

Del H. Senador señor Moreno, para suprimir la letra a ) del


mismo artículo 11, que estipula que el diagnóstico de enfermedades genéticas
y hereditarias es una de las finalidades aceptables en proyectos de
investigación genética.

Atendido el resultado de la votación precedente que eliminó


el artículo en que ella incide, fue rechazada por la unanimidad de los HH.
Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 17

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el artículo 12.

Este artículo prescribe que los exámenes genéticos y


análisis predictivos de la misma naturaleza sólo pueden fundarse en motivos
terapéuticos o de investigación científica, siempre que se ajusten a las normas
del proyecto. Añade como requisito que ellos tengan por finalidad diagnosticar
una enfermedad o pesquisar la condición de portador de una dolencia
hereditaria.

Su inciso segundo estipula que en estos casos de deberá


cumplir con los requisitos establecidos en los artículos 7º, 8º, 10 y 18 del
proyecto.

A fin de guardar coherencia con lo resuelto respecto de la


indicación Nº 15, la Comisión rechazó está indicación por cuatro votos,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 157 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

emitidos por los HH. Senadores señores Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y


Zurita, y con la abstención del H. Senador señor Bombal.

Dentro del mismo predicamento la unanimidad de la


Comisión resolvió suprimir la frase final del primer inciso del artículo 12, que
exige que los exámenes y análisis genéticos tengan determinadas finalidades
específicamente enunciadas en el precepto. Concurrieron a este acuerdo los
HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 18

Del H. Senador señor Moreno, para suprimir el inciso


segundo del artículo 12.

Como se ha dicho, esta disposición se refiere a los artículos


7º, 9º, 10 y 18 del proyecto, para hacerlos expresamente aplicables a los
exámenes genéticos y análisis predictivos de la misma naturaleza. Ellos aluden
al consentimiento libre e informado estampado en un acta, a los deberes
especiales del investigador, a la aprobación previa del proyecto de
investigación científica en seres humanos por la Comisión Nacional de Bioética
y a la reserva de la información genética.

La Comisión teniendo en cuenta que ya acordó extirpar del


proyecto el artículo 9º, que exigía la aprobación de los proyectos por la
Comisión Nacional de Bioética, resolvió eliminar esa referencia en este inciso y
rechazar la indicación para suprimirlo.

Ambos acuerdos fueron adoptados por la unanimidad de los


HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 19

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el artículo 13.

El artículo 13 establece que la terapia génica en células


somáticas está destinada al tratamiento de enfermedades o a impedir su
aparición y hace aplicable a ella lo dispuesto en los artículos 7º y 10, sobre
consentimiento informado y deberes del investigador.

Atendido los acuerdos ya adoptados, su autor la retiró.

Indicación Nº 20

Del H. Senador señor Moreno, para suprimir el inciso


segundo del artículo 13.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

La comisión la rechazó por la unanimidad de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 21

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el artículo 14.

Dado que el referido artículo fue rechazado en la votación


general en la sala, su autor la retiró.

Indicación Nº 22

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el epígrafe del


Capítulo IV, De la Clonación.

Por los motivos ya consignados al tratar la indicación Nº 1,


ésta fue aprobada por unanimidad, por los HH. Senadores señores Bombal,
Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 23

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir en el inciso


segundo del artículo 15 la frase que exige que la clonación de tejidos y órganos
se ajuste a las normas que establezca la Comisión Nacional de Bioética.

Considerando la Comisión que la indicación se justifica al


tenor del acuerdo alcanzado en torno a la composición y atribuciones de la
citada Comisión Nacional, aprobó está indicación por la unanimidad de los HH.
Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 24

Del mismo H. Senador señor Bombal, para agregar al


artículo 15 un inciso nuevo que prohibe el tratamiento dirigido a la
modificación del genoma de embriones humanos y prescribe que habrá
siempre homicidio en la destrucción del embrión.

Su autor afirmó que se pretende prohibir derechamente el


uso de embriones humanos para extraer células troncales a partir de las cuales
se pueden clonar tejidos y órganos.

La asesora del Ministerio de Salud, Dra. Marie Charlotte


Bouësseau, señaló que el tema de la investigación en embriones es uno de los
aspectos más importantes del proyecto, en el cual se hace una opción valórica.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 159 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

En los ordenamientos jurídicos comparados se distingue


entre el estatuto del embrión y el del pre embrión. Este último es óvulo
fecundado con menos de 14 días de existencia.

En rigor, no existe una diferencia biológica entre ambos. El


límite está dado porque la observación científica constata que el momento de
anidación del óvulo, que se produce a las dos semanas de la fecundación, es
clave porque antes de él más o menos el 50% de los óvulos fecundados se
pierde por causas naturales. Igualmente, se considera en el medio científico
que pasados 45 días el embrión deja de ser tal y pasa a ser feto, en el cual ya
existen células diferenciadas.

Explicó que no deben confundirse los conceptos vida


humana, ser humano y persona y que si se castiga la producción por clonación
a partir de células troncales extraídas del pre embrión igualmente debería
sancionarse el uso de las mismas.

El H. Senador señor Ríos manifestó que la discusión sobre


este tópico es propia de la Comisión Nacional de Bioética, la que se preocupará
de concretarlo en el plano científico y técnico, y que no le parece adecuado
afirmar o zanjar en la ley cuestiones de principios o valores generales respecto
de los cuales no existe en la comunidad nacional, ni tampoco en la
internacional, un criterio único o preponderante.

El H. Senador señor Viera-Gallo expresó que entendía que


se desea prohibir el uso de células troncales de embriones humanos para
producir células de tejidos y órganos, pero que la proscripción no alcanzaría a
la modificación del genoma enfermo.

La definición de qué es terapia génica y qué eugenesia


corresponderá a la Comisión Nacional de Bioética. Señaló que en su concepto
la terapia tiene como único límite el respeto a la vida.

En el mismo orden de cosas postuló que no debe hacerse


distinción entre embrión y pre embrión y solicitó dejar constancia de que existe
el primero desde el instante mismo de la concepción.

El H. Senador señor Ruiz-Esquide declaró que entiende que


el artículo en cuestión deja abierta la opción de la terapia génica para corregir
enfermedades en el embrión y en tal entendimiento está dispuesto a concurrir
a su aprobación.

El H. Senador señor Viera-Gallo solicitó dividir la votación,


puesto que el inciso propuesto en esta indicación contiene dos ideas bastante
diferentes.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Con el mérito del debate la Comisión resolvió aprobar con


modificaciones la primera idea contenida en la indicación Nº 24, formulándola
como una frase agregada al final del inciso segundo del artículo 15 del
siguiente tenor: "En ningún caso podrá usarse para tales fines embriones
humanos.".

Este acuerdo fue aprobado por la unanimidad de los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

La segunda idea, de penalizar como homicidio la


destrucción del embrión, fue objetada por el H. Senador señor Viera-Gallo,
quien indicó que la disposición se aparta de los principios, normas y criterios
generalmente aceptados en el Derecho Penal. En todo caso podría hablarse de
aborto, pero jamás de homicidio, concluyó.

Puesta en votación, se rechazó con los votos de los HH.


Senadores señores Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita, el voto a favor del H.
Senador señor Bombal y la abstención del H. Senador señor Ríos.

Indicaciones Nº 25 y Nº 26

Ambas del H. Senador señor Bombal, proponen eliminar los


epígrafes del Capítulo V, Del Genoma Humano y del Capítulo VI, De la
protección de datos genéticos.

Por los motivos ya consignados al tratar la indicación Nº 1,


fueron aprobadas por unanimidad, por los HH. Senadores señores Bombal,
Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 27

Del H. Senador señor Bombal, para incorporar un artículo


nuevo, que tipifica y sanciona diversas conductas relacionadas con las
prohibiciones que el proyecto consagra.

En su primer informe la Comisión asentó que se ocuparía de


los aspectos penales al momento de hacer la discusión particular del proyecto.

La indicación define como delito la violación de la reserva


que protege la información genética y aplica las penas privativas de libertad y
pecuniarias del artículo 247 del Código Penal, esto es, las que corresponden a
los empleados públicos y a profesionales titulares por violación de secretos.

La omisión de la encriptación en el almacenamiento y


transmisión de datos personales es castigada con multa.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Fue aprobada sin cambios y por unanimidad, por los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 28

Del H. Senador señor Bombal, para agregar un artículo


nuevo que preceptúa que la omisión del acta en que el sujeto de una
investigación y el investigador responsable de la misma hacen constar el
consentimiento del primero, así como la incompletitud y la falsedad de dicha
acta, se penalizarán también con multa.

Fue aprobada sin cambios y por unanimidad, por los HH.


Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 29

Del H. Senador señor Bombal, para agregar un artículo


nuevo que dispone que la clonación de un ser humano, incluso frustrada o en
grado de tentativa, se sancionará con privación de libertad. Su inciso segundo
no admite la eximente de responsabilidad penal basada en el cumplimiento de
finalidades previstas en el proyecto.

Esta indicación fue objeto de modificaciones. El H. Senador


señor Viera-Gallo pidió dividir la votación, distinguiendo las dos ideas
contenidas en el tipo: la clonación y el inicio de un proceso de clonación, por
una parte, y la interrupción del desarrollo de un embrión, por otra parte.

La primera disposición fue aprobada por unanimidad, por


los HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

La segunda, teniendo en cuento el argumento entregado


por el H. Senador señor Viera-Gallo al debatir sobre la indicación Nº 24, fue
rechazada por tres votos, de los HH. Senadores señores Ruiz-Esquide, Viera-
Gallo y Zurita, uno a favor, del H. Senador señor Bombal y la abstención del H.
Senador señor Ríos.

El segundo inciso de la indicación Nº 29 se rechazó por


unanimidad, por los HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-
Gallo y Zurita. Para ello se tuvo especialmente en consideración el argumento
dado por el H. Senador señor Zurita, en el sentido de que el precepto minaría
la regla general del número 10 del artículo 10 del Código Penal, que exime de
responsabilidad criminal al que obra en cumplimiento de un deber o en el
ejercicio legítimo de un derecho, autoridad, oficio o cargo.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Indicación Nº 30

Del H. Senador señor Bombal, para eliminar el epígrafe del


Capítulo VII, De la Comisión Nacional de Bioética.

Fue retirada por su autor, en vista que la votación dividida


en la sala en la discusión de la idea de legislar tuvo por efecto suprimir este
Capítulo.

Indicación Nº 31

Del Presidente de la República, para introducir un artículo


que crea la Comisión Nacional de Bioética.

La proposición del Jefe del Estado crea una Comisión


Nacional de Bioética en el Ministerio de Salud, integrada por 14 miembros: 4
académicos designados por el Consejo de Rectores, que pertenezcan a las
Facultades de Medicina, Derecho, Ciencias y Filosofía; 3 personas designadas
por el Instituto de Chile, que pertenezcan a las Academias de Medicina, de
Ciencias Farmacéuticas y de Filosofía, Ciencias Sociales y Morales; 3 personas
designadas por el Ministro de Salud , representativas de las áreas normativa,
asistencial y de salud pública, y 4 personas representativas de la comunidad
organizada, designadas por el Presidente de la República a propuesta del
Ministro de Salud.

Le asigna las funciones de estudiar y proponer planes,


programas y normas en materias propias de la bioética, especialmente en lo
relativo a la investigación científica en seres humanos; llevar registro de los
establecimientos públicos y privados que hagan investigación científica y
genética en seres humanos, inscripción que es requisito habilitante para
ejercer la actividad, y llevar registro de las investigaciones autorizadas
conforme al proyecto.

Dispone que el Ministerio de Salud establecerá por decreto


Comisiones Regionales de Bioética y promoverá la constitución de Comités
Locales de Bioética en los establecimientos asistenciales públicos y privados.

Esta indicación suscitó fuertes reparos de todos los


miembros de la Comisión, quienes consideraron inconveniente insertar el
organismo en el aparato estatal, así como la fuerte preponderancia que se da a
los integrantes designados por el Ejecutivo.

Ella se aparta de la intención claramente consignada en la


discusión general en el Senado, de conformar la Comisión como un ente
autónomo respecto del poder público y eminentemente científico, factores
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 163 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

ambos que deben contribuir a asegurar el peso moral y especializado de sus


opiniones y actuaciones.

En el orden de las funciones, se subrayó que la propuesta


de la indicación no resulta coherente con los acuerdos ya adoptados por la
Comisión en orden a eliminar las actividades de registro de establecimientos y
proyectos de investigación científica en seres humanos.

De lo anterior se sigue, además, que la creación de una


docena de comisiones regionales parece injustificada, dado que se han
redefinido las funciones de la Comisión Nacional.

La señora Ministra de Salud explicó que en la redacción de


la indicación se procuró apegarse a los criterios anticipados en el debate en la
sala del Senado acerca de la idea de legislar: una comisión autónoma, asesora,
consultiva y propositiva, que fije normas y criterios generales respecto de
actividades vinculadas con la bioética. Subrayó que no se trata de una
comisión del Ministerio de Salud, sino que ella se relaciona con el Presidente de
la República a través de esa cartera.

En cuanto a la integración, puso de relieve que las personas


que designaría el Ministerio no serán funcionarios sino expertos, sin perjuicio
de que la Comisión Nacional de Bioética podrá invitar a ilustrar sus debates a
peritos competentes en la especialidad que cada caso requiera.

Explicó que el Ministerio ejerce control sobre la acción


asistencial de los establecimientos privados, pero carece de atribuciones para
controlar la investigación que se desarrolle en ellos. Las clínicas privadas
buscan acreditarse ante el Ministerio porque es una marca de prestigio; sin
embargo, la revisión no versa acerca de la virtud de la investigación que en
ellas se ejerza.

En el caso del sector público, agregó, los Servicios de Salud


son sede de investigaciones, pero la responsabilidad es de los investigadores.
Ello son autónomos dentro del marco normativo que fija el Ministerio.

En el mismo sentido hizo presente que las fuentes


internacionales o extranjeras de financiamiento de la investigación, para
asignar fondos, se ciñen a procedimientos muy rigurosos, también en lo ético.

El H. Senador señor Viera-Gallo expresó ser partidario de


comisiones resolutivas a nivel nacional y regional. La fórmula propuesta, que
se limita al campo de la asesoría, es sólo un primer paso en la dirección
deseable. Surge la duda de cómo hacer vinculantes las recomendaciones y
opiniones de una Comisión Nacional de Bioética en instituciones y
establecimientos del sector privado.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

El H. Senador señor Bombal expuso que tiene la impresión


de que todo lo referido a la infraestructura pública y privada necesaria para la
investigación científica está regulado por normas del Ministerio de Salud. Tal
vez una salida sea actualizar el Código Sanitario e incorporar en él normas
modernas como las que propone el proyecto en materia de comisiones de
bioética.

Resulta claro, puntualizó su Señoría, que una entidad de


carácter asesor puede orientar pero no resolver; sus dictámenes no obligan
jurídicamente, pero el peso intelectual, científico y moral de sus integrantes,
reforzado por su propio accionar, hará muy difícil prescindir de lo que ella diga.

Ahora bien, si se trata de exigir responsabilidades derivadas


de una investigación, para eso están la Constitución Política de la República, el
Código Penal y los tribunales de justicia.

El H. Senador señor Ríos hizo presente que la indicación en


análisis da la impresión, a la luz de lo que se propone en cuanto a integración
y atribuciones, de ir más allá del establecimiento de una comisión meramente
asesora; si este último fuera el caso, reiteró que no es preciso legislar porque
el Ministerio tiene las atribuciones suficientes para crearla.

Es obvio, agregó, que la entidad requerirá un cierto alero


institucional protector que le proporcione recursos, locales e insumos. En este
sentido del apoyo administrativo la Comisión Nacional de Bioética deberá
relacionarse con el Ministerio de Salud, pero manteniendo siempre la
autonomía, para lo cual no debe ser asesora del Presidente de la República.

El H. Senador señor Ruiz-Esquide recordó que el proyecto


de ley en informe nace de la confluencia de tres circunstancias: la práctica de
investigaciones en individuos de minorías étnicas chilenas realizada por
grandes empresas de los países industrializados, que muchas veces no son
autorizadas en los países de origen de los investigadores; la clonación de
animales y el Proyecto Genoma.

Esta iniciativa de ley ha sido criticada por quienes han


creído ver en ella amenazas a la libertad de investigación, a lo que se ha
retrucado que es necesario resguardar el bien común si se producen conflictos
entre los derechos de los sujetos de la investigación y las libertades de los
investigadores.

En cuanto a la forma de estructurar las instancias


encargadas de ejercer el control ético sobre la investigación científica hay tres
criterios: o se crean comités bioéticos locales en los establecimientos donde se
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 165 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

hace investigación, o se instituye una comisión nacional con facultades


potestativas, o se opta por una comisión asesora al más alto nivel del Estado.

Respecto de las funciones del organismo manifestó que en


el estado actual de cosas en nuestro país le parece que el modelo francés
resulta el más adecuado: una comisión nacional sin potestad resolutiva que
sienta criterios generales uniformes sustentados en el alto nivel científico y
ético de sus integrantes, más comisiones regionales y comités éticos en cada
establecimiento.

Las universidades, afirmó, están en la misma línea del


sector público, que ha sido consagrada en el ya citado D.S. Nº 42, de 1999, del
Ministerio de Salud, en cuanto a instaurar en cada organismo donde se hace
investigación un comité local de bioética. De modo que sólo resta implementar
un mecanismo aplicable a los investigadores que se desempeñan en clínicas
del sector privado.

En lo atinente a los integrantes de la Comisión Nacional de


Bioética, declaró que la opción de la moción inicial es óptima: no hay
representantes del gobierno y los miembros son autónomos respecto de
quienes los designan.

Por último, si en definitiva la fórmula que resulte viable es


una comisión de carácter asesor, le parece a su Señoría que de todos modos
debe ser creada por ley, para darle fijeza, estabilidad e independencia.

La señora Ministra de Salud atendió las críticas, sugerencias


y comentarios precedentemente expuestos y, sobre esas bases, la Comisión
modificó la indicación, cuyo texto finalmente se consensuó en los términos que
expondremos en los párrafos que siguen.

Se crea una Comisión Nacional de Bioética autónoma, no


dependiente del Ejecutivo ni relacionada con él. El Ministerio de Salud le
proveerá el personal para conformar una Secretaría Ejecutiva que coordine su
funcionamiento y cumpla sus acuerdos; entre ellos necesariamente deberá
haber un profesional experto en bioética y un abogado.

La Comisión estará formada por cuatro académicos


designados por el Consejo de Rectores, provenientes de las Facultades de
Medicina, Derecho, Ciencias y Filosofía; tres miembros designados por el
Instituto de Chile que pertenezcan a las Academias de Medicina, de Ciencias
Farmacéuticas y de Filosofía, Ciencias Morales y Sociales; un integrante
nombrado por el Senado, y una persona escogida por el Presidente de la
República, que la presidirá. Los miembros de la Comisión ejercerán sus
funciones ad-honorem, permanecerán en ellas por tres años y podrán ser
reelegidos.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 166 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

La Comisión estimó que esta composición reúne los


elementos de excelencia y pluralismo a que se aspira en cuanto a personas,
ideas y disciplinas. Se dejó constancia, a mayor abundamiento, de que la
Comisión podrá convocar cuantos expertos estime conveniente para que
aporten su conocimiento y experiencia a los debates y estudios que ella esté
llamada a abordar.

Serán funciones de la Comisión Nacional de Bioética


asesorar al Presidente de la República en materias propias de la competencia
de aquélla; informar a los órganos del Estado y establecimientos de educación
superior que soliciten su dictamen; promover el estudio y conocimiento de la
bioética en los ámbitos académico, asistencial y normativo, y proponer normas
para la aplicación de las leyes relacionadas con la bioética, las que para ser
exigibles requerirán la dictación del acto administrativo correspondiente. En
todos estos casos la referencia a la bioética debe entenderse en términos
amplios, no restringida solamente a cuestiones que atañen a seres humanos

Los establecimientos públicos o privados que deseen hacer


investigación científica en seres humanos deberán tener un Comité de Bioética
en los términos que estipulará un reglamento. Dichos Comités están llamados
a autorizar los proyectos de investigación específicos que se les sometan, lo
que harán ateniéndose a las normas que fijará la Comisión Nacional de
Bioética.

Todos los acuerdos que condujeron a la modificación y


aprobación de la indicación Nº 31 fueron adoptados por unanimidad, por los
HH. Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-Esquide, Viera-Gallo y Zurita.

Indicación Nº 32

Del H. Senador señor Bombal, para suprimir el Capítulo


VIII, Sanciones e indemnizaciones.

Fue retirada por su autor, en vista que la votación dividida


en la sala en la discusión de la idea de legislar tuvo por efecto suprimir este
Capítulo. Además, otras indicaciones del mismo señor Senador que consagran
diversos tipos penales ya fueron aprobadas, como se ha expresado más arriba.

-------

MODIFICACIONES

En mérito de las consideraciones precedentemente


expuestas, vuestra Comisión de Salud os propone la aprobación de las
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 167 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

siguientes modificaciones al proyecto de ley aprobado en general por el H.


Senado:

Eliminar el epígrafe "Capítulo I. Disposiciones Generales".


(5 x 0)

Eliminar el epígrafe "Capítulo II. De la investigación


científica en seres humanos". (5 x 0)

Artículo 6º

Reemplazar la frase "los derechos y libertades reconocidos


por la Constitución Política de la República" por " los derechos y libertades
esenciales que emanan de la naturaleza humana, así reconocidos por la
Constitución Política de la República". (5 x 0)

Artículo 7º

En el inciso primero, sustituir la frase "La investigación


científica en seres humanos" por "Toda investigación científica en un ser
humano". (5 x 0)

Reemplazar el inciso tercero por el siguiente:

"La prestación del consentimiento deberá constar en un


acta firmada también por el director responsable del proyecto respectivo y por
el director del establecimiento donde se realizará la investigación, quien
actuará como ministro de fe.". (5 x 0)

Artículo 8º

Suprimirlo. (5 x 0)

Artículo 9º

Suprimirlo. (5 x 0)

Artículo 10

Pasa a ser artículo 8º.

En el número 5), suprimir las palabras "calificadas como" y


la frase "por la Comisión Nacional o Regional de Bioética respectiva". (5 x 0)

Eliminar el epígrafe "Capítulo III. De la investigación


genética y la terapia génica". (5 x 0)
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 168 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 11

Suprimirlo. (5 x 0)

Artículo 12

Pasa a ser artículo 9º.

En el inciso primero, eliminar la frase final "Su finalidad será


diagnosticar una enfermedad y establecer si el paciente es portador de una
dolencia hereditaria.". (5 x 0)

En el inciso segundo, reemplazar la referencia a los


artículos "9º, 10 y 18" por otra a los artículos "8º y 13". (5 x 0)

Artículo 13

Pasa a ser artículo 10.

En el inciso segundo, sustituir la referencia al artículo "10"


por otra al artículo "8º". (5 x 0)

Eliminar el epígrafe "Capítulo IV. De la Clonación." (5 x 0)


3
Artículo 15

Pasa a ser artículo 11.

En el inciso segundo, eliminar la frase "y se ajustará a las


normas que establezca la Comisión Nacional de Bioética". (5 x 0)

Agregar al final del mismo inciso, en punto (.) seguido, la


siguiente oración: "En ningún caso podrá usarse para tales fines embriones
humanos." (5 x 0)

Eliminar el epígrafe "Capítulo V. Del Genoma Humano.". (5


x 0)

Artículo 16

Pasa a ser artículo 12, sin otra modificación.

3
La sala, en la discusión general, suprimió el artículo 14.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 169 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Eliminar el epígrafe "Capítulo VI. De la protección de datos


genéticos.". (5 x 0)
4
Artículos 18 a 21

Pasan a ser artículos 13 a 16, respectivamente, sin otra


modificación.

------

A continuación, agregar los siguientes artículos 17 a 23,


nuevos:

"Artículo 17.- Créase una Comisión Nacional de Bioética que estará


integrada por las siguientes personas:

- Cuatro académicos designados por El Consejo de Rectores, que


pertenezcan respectivamente a las Facultades de Medicina, Derecho, Ciencias y
Filosofía de las universidades que lo integran.

- Tres personas designadas por el Instituto de Chile, que pertenezcan a


las Academias de Medicina, Ciencias Farmacéuticas y de Filosofía, Ciencias
Morales y Sociales, respectivamente.

- Una persona designada por el Senado.

- Una persona designada por el Presidente de la República, quien la


presidirá.

Las personas designadas permanecerán en sus funciones por el plazo de


tres años, pudiendo ser reelegidos. Servirán dichas funciones ad-honorem. (5
x 0)

Artículo 18.- La comisión tendrá las siguientes funciones:

- Asesorar al Presidente de la República en materias propias de su


competencia.

- Elaborar los informes de su especialidad que le soliciten los órganos


del Estado y los establecimientos de educación superior.

- Promover el estudio y conocimiento de la bioética en el nivel


académico y asistencial y normativo.

4
La sala, en la discusión general, suprimió el artículo 17.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 170 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

- Proponer las normas que sean necesarias para la aplicación de esta ley
u otras relacionadas con la bioética, las que deberán ser sancionadas mediante
los actos administrativos que procedieren para su debida exigibilidad. (5 x 0)

Artículo 19.- La Comisión tendrá una Secretaria Ejecutiva que coordinará


su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte. Estará
conformada por el personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud, entre
los cuales deberá incluirse un profesional experto en bioética y un abogado. (5
x 0)

Artículo 20.- Los establecimientos que deseen participar en proyectos de


investigación científica en seres humanos, deberán contar con un Comité de
Bioética conforme al reglamento.

Los Comités de Bioética autorizarán las investigaciones que sean


sometidas a su consideración, de acuerdo con las normas establecidas a
propuesta de la Comisión Nacional de Bioética. (5 x 0)

Artículo 21.- El que violare la reserva de la información genética de una


persona, al margen de los casos que autoriza el artículo 4°, sufrirá las penas
establecidas en ambos incisos del artículo 247 del Código Penal, según el caso.
(5 x 0)

El que omitiere la encriptación a que se refiere esta ley, si incurrir en la


conducta descrita en el inciso anterior, será sancionado con una multa de tres
a cinco unidades tributarias mensuales.

Artículo 22.- El que omitiere el acta a que se refiere el inciso tercero del
artículo 7° o la confeccionare manifiestamente incompleta o sustancialmente
falsa, será sancionado con una multa de 10 a 20 unidades tributarias
mensuales. (5 x 0)

Artículo 23.- El que clonare o iniciare un proceso de clonar seres


humanos será sancionado con la pena de presidio menor en su grado medio.".
(5 x 0)

--------

En virtud de las modificaciones anteriores, el proyecto de


ley queda como sigue
"PROYECTO DE LEY:

"Artículo 1º.- La presente ley tiene por finalidad proteger la vida, la


integridad física y síquica de las personas, así como su dignidad e identidad
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 171 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

genética, con respecto a la investigación científica y sus aplicaciones y al


ejercicio de la medicina.

Artículo 2º.- El genoma humano es la base de la unidad fundamental de


todos los miembros de la familia humana y del reconocimiento de su identidad,
dignidad y diversidad.

Artículo 3º.- Se prohibe toda práctica eugenésica. Sólo se podrá


modificar características genéticas humanas que inciden en la herencia en los
casos y en la forma previstos por la ley.

Artículo 4º.- Se prohibe toda forma de discriminación basada en el


patrimonio genético de las personas.

Artículo 5º.- Sólo podrán realizarse estudios e indagaciones para


determinar la identidad genética de una persona con su consentimiento, o por
orden de tribunal competente en causa en que tal hecho sea relevante.

Artículo 6º.- La libertad para llevar a cabo actividades de investigación


científica tiene como límite el respeto a los derechos y libertades
esenciales que emanan de la naturaleza humana, así reconocidos por
la Constitución Política de la República.

Artículo 7º.- Toda investigación científica en un ser humano que


involucre algún tipo de intervención física o síquica en el sujeto debe ajustarse
a lo dispuesto en la presente ley, además de a otras normas que resulten
aplicables según el caso.

Deberá contar con el consentimiento libre e informado del sujeto,


otorgado personalmente, o por su representante legal cuando aquél carezca de
capacidad para obrar por sí mismo.

La prestación del consentimiento deberá constar en un acta


firmada también por el director responsable del proyecto respectivo y
por el director del establecimiento donde se realizará la investigación,
quien actuará como ministro de fe.

La revocación del consentimiento procederá siempre y no generará


responsabilidad de ninguna especie, cualesquiera sean los efectos que ella
produzca.

Artículo 8º.- Sin perjuicio de las exigencias establecidas en las demás


normas de esta ley, son deberes especiales del investigador:

1) Transmitir al sujeto, en un lenguaje comprensible para él, toda la


información que necesite para prestar un consentimiento informado, incluida la
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 172 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

posibilidad de negarse a participar en la investigación antes de su inicio y


durante el curso de la misma, sin incurrir en responsabilidades o sanciones ni
en pérdida de beneficios.

2) Ofrecer al sujeto amplia oportunidad de hacer preguntas e instarlo a


que las haga.

3) Excluir toda posibilidad de engaño, influencia indebida o intimidación.

4) Recabar el consentimiento escrito del sujeto una vez que éste tenga
pleno conocimiento de los siguientes aspectos:

a) naturaleza de la investigación, procedimientos a seguir y


duración aproximada;

b) riesgos e incomodidades asociadas a la investigación;

c) beneficios potenciales de la investigación, y

d) procedimientos o tratamientos alternativos que podrían ser


beneficiosos.

5) Renovar el consentimiento informado si las condiciones o los


procedimientos de la investigación sufren modificaciones importantes.

Artículo 9º.- Los exámenes genéticos y los análisis predictivos de la


misma naturaleza sólo podrán hacerse por motivos terapéuticos o de
investigación científica, de acuerdo a las normas de esta ley.

En la realización de estos exámenes y análisis se deberá dar


cumplimiento a lo establecido en los artículos 7º, 8º y 13 de esta ley.

Artículo 10.- La terapia génica en células somáticas está destinada al


tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.

Será aplicable en estos casos lo dispuesto sobre consentimiento


informado en los artículos 7º y 8º de esta ley.

Artículo 11.- Se prohibe la clonación de seres humanos y cualquier


intervención humana que de por resultado la creación de un ser humano
genéticamente idéntico a otro, vivo o muerto.

La clonación de tejidos y órganos sólo procederá con una finalidad


terapéutica. En ningún caso podrá usarse para tales fines embriones
humanos.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 173 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 12.- El conocimiento del genoma humano es patrimonio común


de la humanidad. Nadie puede atribuirse ni constituir propiedad sobre el mismo
o sobre parte de él. Por lo tanto, el conocimiento de la estructura de un gen y
de las secuencias de ADN no son patentables.

Los procesos biotecnológicos derivados del conocimiento del genoma


humano, así como los productos obtenidos directamente de ellos, como los
medicamentos, son patentables según las reglas generales.

Artículo 13.- La información genética de una persona será reservada,


salvo que ella la revele o que el juez lo autorice, todo ello sin perjuicio de las
normas sobre secreto profesional.

Artículo 14.- La recolección, almacenamiento, tratamiento y difusión de


datos genéticos de las personas se ajustará a las normas de la ley Nº 19.628,
sobre Protección de Datos de Carácter Personal.

Artículo 15.- Queda prohibido solicitar, recibir, poseer y utilizar


información genética relativa a una persona determinada e identificable, así
como indagar si una persona se ha realizado un examen o análisis de carácter
genético, salvo autorización legal expresa.

Estas prohibiciones no afectan a la recolección y procesamiento de


información genética de carácter estadístico y no nominativa.

Artículo 16.- Los datos genéticos que permitan la identificación de una


persona deberán ser encriptados para su almacenamiento y transmisión.

La encriptación podrá omitirse temporalmente por razones de salud


pública.

Artículo 17.- Créase una Comisión Nacional de Bioética que


estará integrada por las siguientes personas:

- Cuatro académicos designados por El Consejo de Rectores, que


pertenezcan respectivamente a las Facultades de Medicina, Derecho,
Ciencias y Filosofía de las universidades que lo integran.

- Tres personas designadas por el Instituto de Chile, que


pertenezcan a las Academias de Medicina, Ciencias Farmacéuticas y de
Filosofía, Ciencias Morales y Sociales, respectivamente.

- Una persona designada por el Senado.

- Una persona designada por el Presidente de la República, quien


la presidirá.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 174 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Las personas designadas permanecerán en sus funciones por el


plazo de tres años, pudiendo ser reelegidos. Servirán dichas funciones
ad-honorem.

Artículo 18.- La comisión tendrá las siguientes funciones:

- Asesorar al Presidente de la República en materias propias de


su competencia.

- Elaborar los informes de su especialidad que le soliciten los


órganos del Estado y los establecimientos de educación superior.

- Promover el estudio y conocimiento de la bioética en el nivel


académico y asistencial y normativo.

- Proponer las normas que sean necesarias para la aplicación de


esta ley u otras relacionadas con la bioética, las que deberán ser
sancionadas mediante los actos administrativos que procedieren para
su debida exigibilidad.

Artículo 19.- La Comisión tendrá una Secretaria Ejecutiva que


coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla
adopte. Estará conformada por el personal que al efecto asigne el
Ministerio de Salud, entre los cuales deberá incluirse un profesional
experto en bioética y un abogado.

Artículo 20.- Los establecimientos que deseen participar en


proyectos de investigación científica en seres humanos, deberán
contar con un Comité de Bioética conforme al reglamento.

Los Comités de Bioética autorizarán las investigaciones que sean


sometidas a su consideración, de acuerdo con las normas establecidas
a propuesta de la Comisión Nacional de Bioética.

Artículo 21.- El que violare la reserva de la información genética


de una persona, al margen de los casos que autoriza el artículo 4°,
sufrirá las penas establecidas en ambos incisos del artículo 247 del
Código Penal, según el caso.

El que omitiere la encriptación a que se refiere esta ley, si


incurrir en la conducta descrita en el inciso anterior, será sancionado
con una multa de tres a cinco unidades tributarias mensuales.

Artículo 22.- El que omitiere el acta a que se refiere el inciso


tercero del artículo 7° o la confeccionare manifiestamente incompleta
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 175 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

o sustancialmente falsa, será sancionado con una multa de 10 a 20


unidades tributarias mensuales.

Artículo 23.- El que clonare o iniciare un proceso de clonar seres


humanos será sancionado con la pena de presidio menor en su grado
medio.".

----------

Acordado en sesiones de fechas 11, 12 y 19 de diciembre


de 2000 y 10, 17 y 23 de enero de 2001, con asistencia de los HH. Senadores
señores Carlos Bombal Otaegui (Presidente), Mario Ríos Santander, Mariano
Ruiz-Esquide Jara, José Antonio Viera-Gallo Quesney y Enrique Zurita Camps.

Sala de la Comisión, a 2 de marzo de 2001.

FERNANDO SOFFIA CONTRERAS


Secretario
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 176 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

RESEÑA

I. BOLETIN Nº: 1993-11.

II. MATERIA: proyecto de ley sobre investigación científica en seres humanos,


sobre su genoma, y que prohibe la clonación.

III. ORIGEN: moción de los HH. Senadores señores Mariano Ruiz-Esquide Jara,
Juan Hamilton Depassier, Sergio Páez Verdugo, Andrés Zaldívar Larraín y del
ex Senador señor Nicolás Díaz Sánchez.

IV. TRAMITE CONSTITUCIONAL: primero.

V. APROBACION POR LA CAMARA DE DIPUTADOS: -----

VI. INICIO TRAMITACION EN EL SENADO: 12 de marzo de 1997.

VII. TRAMITE REGLAMENTARIO: segundo informe.

VIII. URGENCIA: no tiene.

IX. LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA MATERIA:

1. Constitución Política de la República:

= artículo 19, número 1º: asegura a toda persona el derecho a la vida y a


la integridad física y síquica
= artículo 19, número 2º: asegura la igualdad ante la ley
= artículo 19, número 4º, asegura a toda persona el respeto y protección a
la vida privada y a la honra
= artículo 19, número 9º: asegura el derecho a la protección de la salud, y
obliga correlativamente al Estado a proteger el acceso a las acciones de
promoción, protección y recuperación de la salud, así como a la
rehabilitación, y a coordinarlas y controlarlas
= artículo 19, número 10º: es deber del Estado estimular la investigación
científica
= artículo 19, Número 25º: garantiza la propiedad intelectual sobre
patentes de invención, marcas comerciales, modelos, procesos tecnológicos
y otras creaciones análogas.

2. D.L. Nº 2.763, de 1979, reorganiza el Ministerio de Salud, crea los


Servicios de Salud, el Fonasa y el Instituto de Salud Pública:

= artículo 1º: asigna al Ministerio la función de garantizar el libre e


igualitario acceso a las acciones de promoción, protección y recuperación de
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 177 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

la salud y de rehabilitación de la persona enferma, coordinarlas y


controlarlas
= artículo 3º: asegura a las personas e instituciones la libre iniciativa para
realizar acciones de salud, conforme a la ley
= artículo 35, inciso final: asigna al Instituto de Salud Pública la condición
de laboratorio de referencia, normalizador y supervisor, en microbiología,
inmunología, farmacología y laboratorio clínico
= artículo 37: sobre funciones del Instituto: autorizar la instalación de
laboratorios y fiscalizar su funcionamiento; autorizar y registrar
medicamentos y controlar su fabricación, importación, exportación
distribución, expendio y uso de los mismos; elaborar productos biológicos;
promover y efectuar investigación aplicada en materias relacionadas con sus
funciones.

3. Código Sanitario (D.F.L. Nº 725, de 1968):

= artículo 7º: preceptúa que las actividades que por ley requieren
autorización expresa no pueden iniciar su funcionamiento sin ella; el D.F.L.
Nº 1, de Salud, de 1990, señala cuáles son y entre ellas están los
laboratorios, las farmacias y las series de productos biológicos controlados
= artículo 15: impide a las Municipalidades otorgar patentes y permisos
para el ejercicio de actividades que requieren autorización del Servicio de
Salud, sin que ésta haya sido otorgada previamente; en caso de infracción,
el Servicio puede paralizar las obras, clausurar el establecimiento o prohibir
el ejercicio de la actividad
= artículo 20: obliga a los médicos a informar casos de enfermedades
transmisibles de declaración obligatoria; éstas están señaladas en el D.S. Nº
11, de Salud, de 1985, y se trata principalmente de enfermedades
infecciosas y del cáncer
= artículo 30: prohibe a los laboratorios, sin autorización expresa, cultivar
microorganismos específicos y parásitos de enfermedades transmisibles que
no existan en nuestro territorio
= artículo 94: asigna al Instituto de Salud Pública la función de control
sanitario de productos farmacéuticos
= artículo 96: prohibe la fabricación, importación, tenencia, distribución y
transferencia de productos farmacéuticos contaminados, adulterados,
falsificados o alterados
= artículo 97: define como producto farmacéutico cualquiera sustancia
natural o sintética destinada a ser administrada con fines de curación,
atenuación, tratamiento, prevención o diagnóstico de enfermedades o de
sus síntomas
= artículo 101: los instrumentos, aparatos, dispositivos, artículos o
elementos destinados al diagnóstico, prevención y tratamiento de
enfermedades de seres humanos quedan sujetos a control y certificación de
calidad por entidades fiscalizadas por el Instituto de Salud Pública
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 178 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

= Libro Sexto, artículos 121 a 129: sobre funcionamiento de laboratorios y


farmacias
= Libro Noveno, artículos 145 a 154: sobre aprovechamiento de tejidos o
partes del cuerpo de donantes vivos o cadáveres, con fines científicos o
terapéuticos.

4. Ley Nº 19.451, sobre trasplante y donación de órganos.

5. D.S. Nº 656, de Salud, de 1997, reglamento de la anterior.

6. Resolución exenta Nº 601, del Ministro de Salud, de 1999, que fija


requisitos a los establecimientos que efectúen extracción y trasplantes de
órganos.

7. D.S. Nº 240, de Salud, de 1983, que reglamenta el Libro Noveno del


Código Sanitario

8. Ley Nº 19.628, sobre Protección de Datos de Carácter Personal.

9. D.S. Nº 42, de 2000, sobre Comités de Evaluación Etico-Científicos en los


Servicios de Salud y en sus hospitales.

X. ESTRUCTURA DEL PROYECTO APROBADO POR LA COMISION: 23


artículos permanentes.

IX. PRINCIPALES OBJETIVOS DEL PROYECTO PROPUESTO POR LA


COMISION:

- Fijar un marco jurídico para la investigación científica y genética en seres


humanos, sobre la terapia génica y sobre el genoma humano.
- Prohibir la clonación de seres humanos.
- Crear una Comisión Nacional de Bioética.

XII. NORMAS DE QUORUM ESPECIAL: no hay.

XIII. ACUERDOS:

Indicación Nº 1 aprobada 5 x0
Indicación Nº 2 rechazada 5 x 0
Indicación Nº 3 rechazada 5 x 0
Indicación Nº 4 retirada
Indicación Nº 5 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 6 aprobada con modificaciones 5 x 0
Indicación Nº 7 aprobada con modificaciones 5 x 0
Indicación Nº 8 rechazada 5 x 0
Indicación Nº 9 aprobada 5 x 0
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 179 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Indicación Nº 10 rechazada 5 x 0
Indicación Nº 11 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 12 rechazada 4 x 1
Indicación Nº 13 rechazada 4 x 1
Indicación Nº 14 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 15 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 16 rechazada 5 x 0
Indicación Nº 17 rechazada 4 x 1 abstención
Indicación Nº 18 rechazada 5 x 0
Indicación Nº 19 retirada
Indicación Nº 20 rechazada 5 x 0
Indicación Nº 21 retirada
Indicación Nº 22 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 23 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 24 1ª frase, aprobada con modificaciones 5 x 0
2ª frase rechazada 3 x 1 x 1 abstención
Indicación Nº 25 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 26 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 27 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 28 aprobada 5 x 0
Indicación Nº 29 Inciso primero: 1ª idea aprobada 5 x 0
2ª idea rechazada 3 x 1 x 1 abstención
Inciso segundo: rechazado 5 x 0
Indicación Nº 30 retirada
Indicación Nº 31 aprobada con modificaciones 5 x 0
Indicación Nº 32 retirada

Valparaíso, 2 de Marzo de 2001.

FERNANDO SOFFIA CONTRERAS


Secretario
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 180 de 581

SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

INDICE

Página

Análisis de las indicaciones y acuerdos 2

Modificaciones 21

Texto del proyecto de ley 25

Reseña 30

Indice 34
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 181 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

1.8. Discusión en Sala.


Senado. Legislatura 343, Sesión 27. Fecha 13 de marzo, 2001. Discusión
particular. Se aprueba.

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SER HUMANO, SU GENOMA,


Y PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Corresponde ocuparse en el


proyecto iniciado en moción de los Honorables señores Ruiz-Esquide,
Hamilton, Páez y Andrés Zaldívar, y del ex Senador señor Díaz, en
primer trámite constitucional, relativo a la investigación científica en
seres humanos, sobre su genoma, y que prohíbe la clonación, para
cuyo estudio se cuenta con segundo informe de la Comisión de Salud.

--Los antecedentes sobre el proyecto (1993-11) figuran en los Diarios


de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los señores Ruiz-Esquide, Hamilton,
Páez, Zaldívar, don Andrés y del ex Senador señor Díaz).
En primer trámite, sesión 32ª, en 12 de marzo de 1997.
Informes de Comisión:
Salud, sesión 10ª, en 12 de julio de 2000.
Salud (segundo), sesión 26ª, en 6 de marzo de 2001.
Discusión:
Sesiones 13ª, en 1 de agosto de 2000 (queda
pendiente su discusión general); 14ª, en 2 de agosto de 2000
(se aprueba en general).
El señor HOFFMANN (Secretario).- Cabe señalar que el proyecto fue aprobado
en general por el Senado en la sesión celebrada el 2 de agosto del año
pasado. La Comisión de Salud deja constancia en su informe, para
los efectos reglamentarios, de que los artículos 3º, 5º, 18, 19, 20 y 21
(estos últimos pasan a ser 13, 14, 15 y 16, respectivamente) no fueron
objeto de indicaciones ni de modificaciones.
En consecuencia, dichos preceptos, en conformidad al
inciso primero del artículo 124 del Reglamento, deben darse por
aprobados.
--Se aprueban.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Además, en el referido documento se hace
presente que los artículos 1º, 2º y 12 (que pasa a ser 9º) fueron objeto
de indicaciones rechazadas.
El resto de las constataciones reglamentarias aparecen en
la página 1 del informe.
La secretaría ha elaborado un boletín comparado dividido
en tres columnas: la primera contempla el texto aprobado en general;
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DISCUSIÓN EN SALA

la segunda, las modificaciones propuestas por la Comisión de Salud, y


la tercera, el texto final del proyecto.
Por último, la Comisión de Salud propone, por la
unanimidad de sus miembros -Senadores señores Bombal, Ríos, Ruiz-
Esquide, Viera-Gallo y Zurita-, acoger las modificaciones introducidas al
texto aprobado en general.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Terminada la relación.
Dado el tiempo transcurrido desde que la Sala trató el
primer informe, haré algunas precisiones.
1) Habiéndose efectuado la discusión en general del
proyecto, corresponde abocarse al análisis artículo por artículo.
2) De acuerdo con las disposiciones reglamentarias, se
han dado por aprobados los preceptos que el señor Secretario señaló,
por no haber sido objeto de indicaciones ni de enmiendas.
3) En conformidad al inciso sexto del artículo 133 del
Reglamento, deberán votarse sin debate todas las modificaciones, por
haberse aprobado por unanimidad en la Comisión. Sin embargo, en
vista de que la índole del texto hace necesario intercambiar ideas, la
Mesa aplicará esa norma reglamentaria con criterio amplio.
4) Se han renovado dos indicaciones. El señor Secretario
informará sobre ellas en su oportunidad.
5) El Honorable señor Parra ha solicitado, ateniéndose
igualmente a un precepto reglamentario, formular algunas precisiones
respecto de una norma.
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor PARRA.- Señor Presidente, en conformidad al artículo 164 del
Reglamento, solicito dividir la votación respecto del artículo 11, de
manera que la última frase de su inciso segundo (incorporada en el
segundo informe) sea objeto de pronunciamiento especial de la Sala.
De otro lado, junto con los Senadores señores Valdés y
Silva hemos formulado una indicación al artículo 17 con el objeto de
corregir un ostensible defecto del texto.
El señor VALDÉS.- Vamos por parte.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La Secretaría ha tomado
conocimiento de la petición.
El señor HAMILTON.- ¿Me permite una consulta, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor HAMILTON.- Entiendo que la observación del Honorable señor Parra al
artículo 11 se refiere sólo en votar separadamente la frase final,…
El señor VIERA-GALLO.- Sólo esa última frase.
El señor HAMILTON.- …pero está de acuerdo con el resto del precepto, ¿no es
así?
El señor PARRA.- En efecto.
El señor HAMILTON.- Entonces, podría darse por aprobado, con excepción de
aquella última frase.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Cuando llegue el momento de


tratar ese artículo se abrirá debate y se tomarán las decisiones
pertinentes, conforme a la solicitud del Senador señor Parra.
La señora FREI (doña Carmen).- Señor Presidente, ¿podría repetirse la nómina
de artículos que se dan por aprobados y que, en consecuencia, no
requieren pronunciamiento de la Sala?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el señor
Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario).- No fueron objeto de indicaciones ni de
modificaciones y, por lo tanto, quedaron aprobados
reglamentariamente, los artículos 3º y 5º, y 18, 19, 20 y 21, que
pasaron a ser 13, 14, 15 y 16, respectivamente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En discusión particular el
proyecto.
El señor BOMBAL.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Presidente de
la Comisión de Salud, Senador señor Bombal, quien hará una breve
relación del segundo informe.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, para orientar a los señores Senadores,
debo manifestar que un aspecto esencial consignado en el segundo
informe es el relativo a la Comisión Nacional de Bioética.
Como se recordará, al discutirse en general el proyecto,
éste contemplaba la creación de comisiones de bioética nacionales y
regionales, lo que desestimó la Sala por tratarse de una materia de
iniciativa exclusiva del Presidente de la República; que sólo podría
incorporarse al texto con el patrocinio del Ejecutivo. Y así ocurrió. Es lo
que se viene consignado: en el momento oportuno ampliaremos el
debate efectuado en el órgano técnico acerca de la creación,
integración y funciones de la instancia de control bioético,
estableciendo su composición y sus funciones.
Otro aspecto que se estimó relevante en el debate, y que
inicialmente no se tocó, dice relación al estatuto jurídico del embrión.
Respecto de las actividades de investigación científica en seres
humanos a que se refiere el proyecto (esto tiene que ver con lo
planteado por el Senador señor Parra), se especificó que, tratándose de
células embrionarias, o germinales, o troncales, queda expresamente
prohibida la clonación.
De ahí que lo que en materia de clonación o desarrollo de
investigación científica puede llevarse adelante, está referido sólo a las
células somáticas, no a las troncales, cuya diversificación
necesariamente lleva a la constitución de un ser humano.
Hago esas dos precisiones a modo de orientación, sin
perjuicio de que al examinar los artículos 6º, 7º y siguientes, sujetos al
debate en particular, podamos profundizar mayormente.
Lo anterior fue básicamente lo que quedó pendiente en el
primer informe.
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DISCUSIÓN EN SALA

Como información general, reitero que el objetivo de la


iniciativa es fijar criterios para la investigación científica en seres
humanos, garantizando principalmente el respeto a la vida humana
desde el instante mismo de la concepción; y, por otro lado,
estableciendo salvaguardias para quienes investiguen, en el sentido de
que el límite está dado por la naturaleza humana. La Constitución no
concede, sino que reconoce estos derechos esenciales de la persona.
Por ello se explicita que tales investigaciones tendrán como límite “el
respeto a los derechos y libertades esenciales que emanan de la
naturaleza humana, así reconocidos por la Constitución Política de la
República.”.
En atención a que la Carta contempla dicha realidad, se
estableció de manera categórica que la investigación científica tendrá
ese límite: la esencia de la naturaleza humana, reconocida por el Texto
Fundamental.
Asimismo, el proyecto procura garantizar la privacidad, el
secreto de la información genética de las personas.
Siendo el conocimiento del genoma humano patrimonio de
la humanidad, no susceptible de ser patentado por nadie, la
información genética que se obtenga de exámenes o investigaciones
científicas que se realicen deberá encontrarse garantizada por el
resguardo de la intimidad de la persona, a menos que ésta preste su
consentimiento o que medie una resolución judicial en casos
calificados.
Esta materia se halla expresamente establecida. Además,
la Comisión agregó en el segundo informe una sanción penal para el
que violare la reserva de la información genética, conservándola en su
poder o poniéndola a disposición de terceros sin el consentimiento de la
persona sometida a la investigación.
El último aspecto abordado -que, como dije, generó el
principal problema en el debate del primer informe- y que en la
Comisión se consideró fundamental, fue el concerniente a las
atribuciones que debería tener la Comisión Nacional de Bioética. En el
análisis de las disposiciones correspondientes ahondaremos sobre el
particular.
Es cuanto puedo informar acerca del segundo informe,
para reencauzar el debate.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Considerando que el texto de
los artículos es bastante breve, se procederá a dar lectura a cada uno.
Como todos fueron aprobados por unanimidad en la Comisión, deberán
votarse sin debate, con excepción del artículo 11, en el cual el Senador
señor Parra solicitó dividir la votación, y de aquellos preceptos en que
haya indicaciones renovadas.
El señor HOFFMANN (Secretario).- “Artículo 1º.- La presente ley tiene por
finalidad proteger la vida, la integridad física y síquica de las personas,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 185 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

así como su dignidad e identidad genética, con respecto a la


investigación científica y sus aplicaciones y al ejercicio de la medicina.”.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Esta norma no fue objeto de
indicaciones y la Comisión la aprobó por unanimidad.
--Se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- “Artículo 2º.- El genoma humano es la base
de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana
y del reconocimiento de su identidad, dignidad y diversidad.”.
--Se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- “Artículo 3º.- Se prohíbe toda práctica
eugenésica. Sólo se podrá modificar características genéticas humanas
que inciden en la herencia en los casos y en la forma previstos por la
ley.”.
--Se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Artículo 4º: “Se prohíbe toda forma de
discriminación basada en el patrimonio genético de las personas.”.
--Se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Artículo 5º: “Sólo podrán realizarse estudios
e indagaciones para determinar la identidad genética de una persona
con su consentimiento, o por orden de tribunal competente en causa en
que tal hecho sea relevante.”.
--Se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Artículo 6º: “La libertad para llevar a cabo
actividades de investigación científica tiene como límite el respeto a los
derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza humana,
así reconocidos por la Constitución Política de la República.”.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En discusión.
Tiene la palabra el Honorable señor Bombal.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, sólo deseo recordar a la Sala lo que
disponía textualmente el primer informe en el caso de esta norma: “La
libertad para llevar a cabo actividades de investigación científica tiene
como límite el respeto a los derechos y libertades reconocidas por la
Constitución Política de la República.”.
Pues bien, la unanimidad de la Comisión estimó más
adecuada la redacción que se acaba de leer: “La libertad para llevar a
cabo actividades de investigación científica tiene como límite el respeto
a los derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza
humana, así reconocidos por la Constitución Política de la República.”.
Ello, por entender que la Carta no concede los derechos esenciales de
la persona, sino que los reconoce como tales, dado que emanan de la
propia naturaleza humana. En consecuencia, con la nueva redacción
queda mucho más claro el sentido de esta limitación que se impone
para la investigación científica. Lo que se procura es garantizar de un
modo más explícito que cualquier conflicto que se suscite debido a este
tipo de investigaciones se resolverá dando preponderancia a los
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 186 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

derechos y libertades fundamentales que amparan la integridad física y


psíquica de la persona.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO.- Pido la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La tiene, Su Señoría.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, otro punto importante es que,
cuando se habla de los derechos “reconocidos por la Constitución
Política de la República”, se está haciendo referencia también, en virtud
de su artículo 5º, inciso segundo, a todos los tratados internacionales
que rigen para Chile en esta materia, los cuales forman parte del
conjunto de derechos que aquélla reconoce.
El señor BOMBAL.- Es relevante la precisión del señor Senador.
El señor LARRAÍN.- Podría haber mencionado asimismo las leyes de la
República.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra.
Cerrado el debate.
Si le parece a la Sala, se aprobará el artículo.
--Se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Artículo 7º: “Toda investigación científica en
un ser humano que involucre algún tipo de intervención física o síquica
en el sujeto debe ajustarse a lo dispuesto en la presente ley, además
de a otras normas que resulten aplicables según el caso.
“Deberá contar con el consentimiento libre e informado del
sujeto, otorgado personalmente, o por su representante legal cuando
aquél carezca de capacidad para obrar por sí mismo.
“La prestación del consentimiento deberá constar en un
acta firmada también por el director responsable del proyecto
respectivo y por el director del establecimiento donde se realizará la
investigación, quien actuará como ministro de fe.
“La revocación del consentimiento procederá siempre y no
generará responsabilidad de ninguna especie, cualesquiera sean los
efectos que ella produzca.”.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En discusión.
El señor BOMBAL.- Pido la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La tiene, Su Señoría, y luego, el
Honorable señor Moreno.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, en este artículo la Comisión estimó
pertinente que el director del establecimiento donde se realice la
investigación, quien también deberá firmar el acta en que conste el
consentimiento de la persona que será objeto de la investigación
científica pertinente, actúe como ministro de fe, lo cual no se
contemplaba en el primer informe. Ello, como una manera de
salvaguardar mejor la seriedad de las investigaciones que se realicen.
Es decir, al dar a dicho personero la calidad de ministro de fe se pone
una exigencia mucho mayor a la institución donde aquéllas se efectúen,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 187 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

lo cual permitirá –incluso, a juicio del propio Ministerio y de las


autoridades de control bioético que se determinarán- hacer un mayor
seguimiento de esas prácticas.
Además, se aclaró la frase inicial de la norma,
especificando que ella es aplicable, no a la investigación científica en
abstracto, sino a toda investigación científica en “un ser humano”.
Porque en el precepto del primer informe se hablaba de la investigación
científica en “seres humanos”. El criterio adoptado por la Comisión en
el segundo informe fue el de considerar a la persona ante las
investigaciones que se le puedan realizar con su consentimiento.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Moreno.
El señor MORENO.- Señor Presidente, deseo dejar constancia de que veo en el
nuevo texto cierto grado de ambigüedad.
Me explico.
Quiero saber si el actuar como ministro de fe es un
requisito copulativo de hacerlo al mismo tiempo como persona que
autoriza la investigación. Ahí hay un elemento que debe ser precisado.
Formulé indicación en el sentido de no imponer al director
del establecimiento, quien obviamente debe conocer la materia -no
tengo reparo alguno al respecto-, la obligación de firmar el acta,
porque ello, sumado a su responsabilidad como ministro de fe, en el
fondo impedirá la investigación que corresponda. Y eso no me parece lo
más conveniente.
El señor VIERA-GALLO.- ¿Me permite una interrupción, señor Senador?
El señor MORENO.- Con mucho gusto, si lo autoriza la Mesa.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO.- A mi juicio, la figura es la siguiente.
El artículo exige que el paciente dé su consentimiento para
que practiquen en su cuerpo una investigación denominada “intrusiva”.
Ahora, ¿cómo se deja constancia de que ese consentimiento es
explícito? En un acta que es firmada por el director responsable del
proyecto respectivo y por el director del establecimiento donde se
realizará dicha investigación. Pero sólo se deja constancia del
consentimiento del afectado, quien dice: “Doy mi autorización para que
esta investigación se haga conmigo”. O sea, no se requiere el
consentimiento de las otras dos personas. Simplemente, hay un acta
donde queda testimonio del consentimiento del paciente, de que éste
es recibido por el director del proyecto y de que actúa como ministro
de fe el director del establecimiento.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Creo que está aclarada la duda.
El señor MORENO.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Recupera el uso de la palabra el
Honorable señor Moreno.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor MORENO.- Quedo satisfecho con la explicación del Senador señor


Viera-Gallo. Únicamente pido que mi inquietud se registre en la Versión
Taquigráfica para la historia fidedigna del establecimiento de la ley.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Siempre queda constancia de
todas las intervenciones, señor Senador.
Tiene la palabra el Honorable señor Larraín.
El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, quiero precisar también que no debe
entenderse que el establecimiento en cuestión es sólo el hospital,
porque puede tratarse de una investigación que lleva adelante un
instituto científico y no necesariamente hay pacientes. De manera que
el término “establecimiento” tiene que entenderse en forma genérica.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Así es, señor Senador.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, “establecimiento” es el lugar donde se
practica la intervención y ésta no necesariamente se lleva a cabo en
hospitales. Por ende, es muy cierto lo que dice el Senador señor
Larraín.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Quedará constancia de ello.
Tiene la palabra el Honorable señor Fernández.
El señor FERNÁNDEZ.- Señor Presidente, deseo una aclaración con respecto a
qué significa la actuación del director del establecimiento como ministro
de fe. ¿Que certifica la firma, que el consentimiento se prestó? ¿Cuál es
el papel que se le asigna? Porque estamos creando aquí un ministro de
fe que normalmente no tiene esas facultades.
El señor VIERA-GALLO.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor VIERA-GALLO.- Quizá ”paciente” es una mala expresión. Lo que se
hace constar es que la persona afectada –por decirlo de algún modo-
da su consentimiento para que el proyecto se realice. Eso es todo.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Así es, señor Senador: hay un
acta y el director del establecimiento actúa como ministro de fe para
los efectos de la constancia de que la persona acepta el procedimiento.
Me parece que ése es el sentido de la norma.
El señor FERNÁNDEZ.- ¿Puedo continuar, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Sí, señor Senador.
El señor FERNÁNDEZ.- Mi inquietud es la siguiente: si esa persona no forma
parte del proyecto, obviamente no tiene ninguna responsabilidad en él.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- No.
El señor FERNÁNDEZ.- Es solamente el director del establecimiento.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Nada más.
Tiene la palabra la Honorable señora Frei.
La señora FREI (doña Carmen).- Señor Presidente, en este caso están
involucrados dos directores distintos: el responsable del proyecto y el
director del establecimiento. O sea, ambos firman, pero este último
también actúa como ministro de fe.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Esa es la figura exacta, señora
Senadora.
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DISCUSIÓN EN SALA

Tiene la palabra el Honorable señor Ríos.


El señor RÍOS.- Señor Presidente, dadas las consultas formuladas por los
distintos señores Senadores respecto de esta disposición, es
importante tener presente lo establecido en el artículo 18 de la
iniciativa, que enumera las funciones de la Comisión Nacional de
Bioética, organismo que se integrará conforme a lo dispuesto en el
artículo 17.
Lo que ocurre es que dicha Comisión ha de entregar los
elementos fundamentales para todas las investigaciones científicas que
se realicen en seres humanos y no sólo aquellos referidos al genoma
humano. Esto, como lo establece la propia iniciativa de ley, deberá ser
sancionado mediante los respectivos decretos y normas administrativas
dictados por el Ministerio de Salud y diversos organismos, para que se
cumpla en los distintos establecimientos, sean hospitalarios o de otro
tipo, donde se realicen tales investigaciones.
Señor Presidente, tratándose de una acción sobre seres
humanos y conociéndose la trascendencia del genoma, lo cual obliga a
la existencia de un conjunto de elementos destinados a preservar la
dignidad de las personas, es evidente que alguien debe ser ministro de
fe en la investigación que se lleve a cabo, alguien tiene que
responsabilizarse. Pero no es la Comisión de Bioética, que estará
ubicada en lugares lejanos, cumpliendo otras funciones, de carácter
normativo. Entonces, la persona más adecuada para tales efectos, sin
duda, es el director del establecimiento: él asumirá la responsabilidad
de velar por que se aplique en plenitud lo dispuesto globalmente en el
artículo 18.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- Quiero precisar algo que me parece
elemental.
El ministro de fe certificará con su firma el hecho mismo.
Pero, en esencia, el consentimiento se otorgará exclusivamente para
determinado fin. Y en este punto radica lo más importante de su
actuación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Así es.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- El resto es algo muy secundario.
Gracias, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si le parece a la Sala, atendidas
las explicaciones escuchadas, daremos por aprobado el artículo 7º, con
las constancias solicitadas.
--Así se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Artículo 8º: “Sin perjuicio de las exigencias
establecidas en las demás normas de esta ley, son deberes especiales
del investigador:
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DISCUSIÓN EN SALA

"1) Transmitir al sujeto, en un lenguaje comprensible para


él, toda la información que necesite para prestar un consentimiento
informado, incluida la posibilidad de negarse a participar en la
investigación antes de su inicio y durante el curso de la misma, sin
incurrir en responsabilidades o sanciones ni en pérdida de beneficios.
"2) Ofrecer al sujeto amplia oportunidad de hacer
preguntas e instarlo a que las haga.
"3) Excluir toda posibilidad de engaño, influencia indebida
o intimidación.
"4) Recabar el consentimiento escrito del sujeto una vez
que éste tenga pleno conocimiento de los siguientes aspectos:
"a) naturaleza de la investigación, procedimientos a seguir
y duración aproximada;
"b) riesgos e incomodidades asociadas a la investigación;
"c) beneficios potenciales de la investigación, y
"d) procedimientos o tratamientos alternativos que
podrían ser beneficiosos.
"5) Renovar el consentimiento informado si las condiciones
o los procedimientos de la investigación sufren modificaciones
importantes.".
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si le parece a la Sala...
La señora FREI (doña Carmen).- Perdón, señor Presidente. Quiero hacer una
consulta.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
La señora FREI (doña Carmen).- En el artículo 8º se habla del consentimiento
del sujeto. En muchos casos será una persona impedida. Entonces,
¿quién asumirá la responsabilidad por ella?
El señor HAMILTON.- Su representante legal.
Está dicho antes, Honorable colega.
La señora FREI (doña Carmen).- Por ejemplo, en el caso de un niño
abandonado en el SENAME y que se encuentra mal, ¿quién va a ser el
representante?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Su representante legal.
El señor VIERA-GALLO.- Siempre hay un representante legal.
El señor HAMILTON.- En el inciso segundo del artículo anterior se trata el
punto.
La señora FREI (doña Carmen).- ¿Y el representante legal recibirá en nombre
del sujeto impedido todo lo que dice el artículo 8º?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Sí, señora Senadora, en
representación del investigado.
La señora FREI (doña Carmen).- ¿Y eso queda suficientemente claro?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Sin duda.
Si le parece a la Sala, se aprobará el artículo 8º.
--Se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Artículo 9º: “Los exámenes genéticos y los
análisis predictivos de la misma naturaleza sólo podrán hacerse por
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DISCUSIÓN EN SALA

motivos terapéuticos o de investigación científica, de acuerdo a las


normas de esta ley.
"En la realización de estos exámenes y análisis se deberá
dar cumplimiento a lo establecido en los artículos 7º, 8º y 13 de esta
ley.".
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si le parece a la Sala, se
aprobará.
--Se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Artículo 10: “La terapia génica en células
somáticas está destinada al tratamiento de enfermedades o a impedir
su aparición.
"Será aplicable en estos casos lo dispuesto sobre
consentimiento informado en los artículos 7º y 8º de esta ley.".
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si le parece al Senado, se
aprobará.
--Se aprueba.
El señor HOFFMANN (Secretario).- El artículo 11, sobre el cual incide una
indicación renovada, es del tenor siguiente:
"Se prohíbe la clonación de seres humanos y cualquier
intervención humana que dé por resultado la creación de un ser
humano genéticamente idéntico a otro, vivo o muerto.
"La clonación de tejidos y órganos sólo procederá con una
finalidad terapéutica. En ningún caso podrá usarse para tales fines
embriones humanos.".
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Entiendo que la indicación
formulada por el Senador señor Parra es para pronunciarse sobre el
inciso segundo.
El señor HAMILTON.- Sólo sobre la frase final.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Entonces, podríamos dar por
aprobado el inciso primero.
¿Habría acuerdo?
El señor URENDA.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor URENDA.- Señor Presidente, necesito una aclaración de orden técnico.
El inciso primero expresa: “Se prohíbe la clonación de
seres humanos y cualquier intervención humana que dé por resultado
la creación de un ser humano genéticamente idéntico a otro, vivo o
muerto.”.
¿No es el concepto de clonación el que viene en la frase
siguiente? Y, a la vez, ¿existe la posibilidad de que por procedimientos
científicos se cree un ser humano que no sea en forma necesaria
genéticamente idéntico a otro?
No sé si hay involucrado allí un problema técnico. Porque
si se tratara exclusivamente de la clonación, bastaría con referirse a
ella. ¿Pero es posible mediante intervenciones crear un nuevo ser
humano aunque no sea genéticamente idéntico a otro?
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- No.


El señor URENDA.- ¿Qué ocurre?
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Según los informes científicos
de que disponemos, se produce la identidad completa, plena. Y así lo
plantean todos los expertos consultados.
El señor VIERA-GALLO.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor VIERA-GALLO.- Quizás para responder al planteamiento del Honorable
señor Urenda, sería más preciso decir: "Se prohíbe la clonación de
seres humanos y, por tanto, cualquier intervención", etcétera. Porque
en caso contrario se puede dar la impresión de que hay dos caminos:
uno, la clonación, y dos, otras intervenciones. Esas otras
intervenciones son formas de clonación, no algo distinto.
Esta redacción viene recomendada por los expertos de la
Comisión. Pero si se deseara ser más explícito, tal vez habría que decir
(insisto) "y, por tanto, cualquier intervención"...
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- ¿Habría acuerdo para agregar la
expresión "por tanto" en el inciso primero del artículo 11?
El señor HAMILTON.- Por unanimidad.
El señor LARRAÍN.- Pido la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La tiene, Su Señoría.
El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, comparto la observación formulada. Y,
aprovechando que se va a introducir una enmienda, pienso que, para
un mejor entendimiento, sería prudente decir "cualquier intervención
en personas" en lugar de "cualquier intervención humana".
Desde luego, el término "humano" se usa tres veces en el
inciso. Pero, al mismo tiempo, no se entiende bien, porque
"intervención humana" es cualquier intervención del hombre. De modo
que puede entenderse de manera distinta.
Por lo tanto, yo sugeriría…
El señor HAMILTON.- Debe decirse "intervención a personas".
El señor LARRAÍN.- Exacto: "y, por tanto, cualquier intervención a personas".
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si le parece a la Sala, se
aprobará el artículo 11 con las dos enmiendas señaladas.
--Se aprueba, con las dos modificaciones
explicitadas.
El señor BOMBAL.- Se renovó una indicación, y quiero intervenir al respecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En su momento entraremos al
conocimiento de ella, señor Senador.
El señor MARTÍNEZ.- Pido la palabra.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- La tiene, Su Señoría.
El señor MARTÍNEZ.- Señor Presidente, en el artículo en discusión, como en
muchos otros del proyecto, aparece la expresión "se prohíbe".
Entonces, yo pregunto qué ocurre a quien no hace caso de la
prohibición respectiva. Porque, aparentemente, no aparece la sanción
que la sociedad...
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Figura más adelante, señor


Senador.
El señor MARTÍNEZ.- Estuve mirando, pero no la encontré.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En su oportunidad la veremos,
señor Senador.
En discusión el inciso segundo.
Tiene la palabra el Honorable señor Parra.
El señor PARRA.- Señor Presidente, las observaciones que voy a formular se
referirán sólo a la última parte del inciso, la que se agregó...
El señor HAMILTON.- Perdón, Su Señoría.
Señor Presidente, ¿por qué no damos por aprobada la
primera parte del inciso y discutimos sólo la segunda?
El señor PARRA.- No tengo inconveniente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Si le parece a la Sala, se dará
por aprobada la primera parte del inciso segundo, hasta el punto
seguido.
--Se aprueba.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- En discusión la segunda frase,
que dice: "En ningún caso podrá usarse para tales fines embriones
humanos.".
Tiene la palabra el Honorable señor Parra.
El señor PARRA.- Señor Presidente, la segunda parte del inciso segundo del
artículo 11 se originó en una indicación del Honorable señor Bombal,
que lleva el número 24 y consta en las páginas 12 a 14 del segundo
informe de la Comisión de Salud.
Esta indicación trae a Chile un debate que durante gran
parte del año pasado estremeció a Inglaterra y a Europa en general. La
Cámara de los Comunes en Inglaterra, por una muy amplia mayoría, y
más tarde la Cámara de los Lores, por una mayoría también muy
expresiva, procedieron a modificar la ley de fertilización humana y
embriología, de 1990, que regía en ese país, para hacer posible la
clonación de embriones a fin de facilitar el desarrollo de la terapia
génica en los 14 días siguientes a la fecundación. Es decir, en el estado
que -como se hace constar en el informe por una representante del
Ministerio de Salud- en la legislación comparada se denomina
“preembrión”.
El desarrollo de esta forma de clonación con fines de
investigación, y sobre todo terapéuticos, ha cobrado un enorme
crecimiento y tiene importancia fundamental en el tratamiento de
diversas enfermedades degenerativas, particularmente los males de
parkinson y de alzheimer.
El debate que suscitó el pronunciamiento del Congreso
inglés sobre esta materia en enero pasado naturalmente atrajo el
interés de los integrantes de la comunidad científica internacional -
entre ellos varios chilenos-, los que en su inmensa mayoría aplaudieron
tal decisión.
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DISCUSIÓN EN SALA

Tengo a la mano un artículo del diario “El Mercurio”, de 21


de diciembre pasado, en el cual varios científicos, en nuestro medio,
aprueban la clonación de embriones para los fines que he señalado. Se
trata de una modalidad del todo distinta de la clonación que se prohíbe
en el inciso primero y, por el contrario, de una funcional a lo que
sostiene la primera parte del inciso segundo, que dice: “La clonación de
tejidos y órganos sólo procederá con una finalidad terapéutica.”. La
frase agregada viene, en gran medida, a limitar y a borrar lo que se
afirma en la primera parte de ese inciso segundo.
Pienso que no es posible, en una materia que reconozco
delicada y opinable, introducir una norma prohibitiva como la que se
nos sugiere sin un debate realmente a fondo. El informe deja
constancia de que a lo menos dos de los integrantes de la Comisión
tuvieron algún grado de reserva sobre lo que se les proponía. El
Honorable señor Ríos, por ejemplo, estimó que ésta era una materia
digna de la consideración de la Comisión de Bioética que se viene
creando en el proyecto más que de una disposición como la que en
definitiva se ha traído a la Sala.
No tengo competencia ni conocimientos suficientes para
pronunciarme sobre el particular de una manera tajante. Recuerdo, sí,
que cuando se discutió el proyecto sobre fertilización asistida, originado
en una moción del ex Senador señor Piñera, en el Senado se produjo
un debate sobre el tema del comienzo de la vida, y hubo consenso en
el sentido de que no había elementos suficientes ni esta Corporación
tenía competencia para zanjar una controversia científica de la
profundidad que plantea el inicio de la vida.
Creo que el proyecto se caracteriza por ser sumamente
limitativo de la investigación científica en general; por someterla a una
serie de normas que a veces la prohíben y, otras, la reglamentan en su
desarrollo. Y es altamente peligroso, en nombre de la vida, cerrar las
puertas a una línea de investigación que resulta tan fundamental para
alentar las esperanzas de vida de muchos seres humanos que padecen
enfermedades graves, como las que ya antes mencioné.
Por esa razón, no es el momento de introducir una norma
de las características de la que se nos propone, ni de cerrar aún más
los espacios de desarrollo científico en este campo, en el mismo
instante en que Europa se halla justamente actuando en la dirección
opuesta, como lo prueba no sólo lo resuelto por las Cámaras inglesas,
sino otras iniciativas que hoy están siendo objeto de discusión en otros
países del continente europeo.
Por lo tanto, votaré en contra de la norma propuesta como
parte final del inciso final del artículo 11 del proyecto.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Bombal.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, la intervención del señor Senador que me
antecedió en el uso de la palabra me obliga, de alguna forma, a
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explicar los fundamentos del porqué se está renovando la indicación


relativa al artículo 15 que se encuentra más adelante. Por ello, solicito
que se me permita adelantar algunas consideraciones en razón de lo
que aquí se ha expuesto.
Quienes firmamos la renovación de las indicaciones de las
cuales fui autor original, y que en su parte sustancial fueron
rechazadas por la Comisión de Salud, fundamos esa decisión en
argumentos de variada naturaleza. Nos motivan causas de carácter
moral, antropológico, jurídico, sociológico y, también, de coherencia
política.
En ese orden, los ojos de todo un país centran hoy su
visión sobre el valor de la vida humana. Hace sólo unos meses nos
escandalizábamos precisamente con lo que aquí se ha señalado: la
destrucción deliberada de embriones en un país europeo.
Por otro lado, las declaraciones sobre el valor y la vigencia
de los derechos humanos inundan las páginas de la prensa en boca de
los mismos con los que hoy nos vemos las caras.
A mi entender, ha llegado el momento de que se
manifieste cuánto se aprecia la vida humana en esta Sala. Y no lo digo
en tono contradictor, pues nos anima y estimula lo anterior, ya que en
este mismo Hemiciclo hace unos meses, en una sesión extraordinaria –
o, para ser más explícito, en una extraordinaria sesión-, no se
escatimaron esfuerzos para valorar la vida de los animales sometidos a
tratos indignos y, también, la del árbol, al que se le brindó una muy
justa protección.
Estoy seguro -y lo estamos quienes firmamos la indicación
renovada- de que hoy brindaremos, en ese mismo orden, protección a
la vida humana en gestación, y nadie podría negarse a ello sin entrar
en una contradicción valórica muy profunda.
Para fundar las indicaciones renovadas, particularmente en
la parte que resultaron rechazadas, nos parece indispensable centrar el
tema de discusión en las normas jurídicas que obviamente obligan al
Senado en cuanto órgano del Estado.
En primer lugar, deseo recordar a las señoras y señores
Senadores el acuerdo interpretativo incorporado a la ley de reforma
constitucional que modificó el inciso primero del artículo 1º de la
Constitución Política, sustituyendo la expresión “Los hombres” por “Las
personas”. Desde luego, no está de más señalar que tal interpretación
acordada unánimemente reviste hoy día obligatoriedad para esta Sala,
ya que fue aprobada por el Senado investido de sus facultades de
constituyente derivado -es decir, como órgano hábil para modificar la
Carta Fundamental-, y hoy se encuentra reunido en cuanto legislador,
de modo que el principio de supremacía jerárquica obliga ahora a esta
Corporación.
En sesión de 3 marzo de 1999, durante el debate y antes
del tiempo de votaciones, el Senador que habla pidió al señor
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Presidente la posibilidad de hacer una declaración previa -solicitud que,


puesta a consideración de la Sala, se acordó por unanimidad-, a fin de
dejar una constancia en la Versión Taquigráfica, para la historia
fidedigna del establecimiento de la norma constitucional que se
modificaba mediante el proyecto en debate, respecto a desde cuándo
se adquiere la calidad de persona. Sobre la base de esa aclaración
pedida, se solicitó formalmente a la Mesa que recabara el acuerdo de la
Sala con el fin de hacer constar en forma expresa, para la historia
fidedigna -reitero- del precepto que se estaba reformando, que, ante el
hipotético caso de que el proyecto se convirtiera en norma
constitucional, jamás se podría desprender de él, en conformidad a
nuestro ordenamiento fundamental, que se es persona, y por ello
sujeto del Derecho, a partir del nacimiento, pues ello había sido
zanjado ya por la disposición constitucional. Lo que se estaba pidiendo
es que quedara establecido claramente que se era persona desde el
instante mismo de la concepción. Y, por unanimidad, el Senado decidió
así ratificarlo y dejar expresa constancia en este sentido.
Y el Honorable señor Larraín, entonces Presidente de la
Comisión de Constitución, hizo la salvedad al detallar los pormenores
del debate habido en dicha Comisión. Recordemos también que, hecha
la aclaración, la Sala del Senado, con la intervención del Honorable
señor Viera-Gallo, confirmó la idea de que con esta reforma no se
innovaba sobre la materia, y aprobó, por unanimidad, la interpretación
del Honorable señor Larraín.
El señor VIERA-GALLO.- ¿Me permite una muy breve interrupción, señor
Senador? Sólo para hacer una aclaración, pues Su Señoría me ha
citado.
El señor BOMBAL.- Sí, señor Senador, pero ruego que se me conceda un poco
más de tiempo para precisar mis palabras.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, en esa ocasión manifesté la
distinción -y así figura en el informe- entre lo que es “vida humana” y
“persona humana”.
El señor BOMBAL.- Correcto.
El señor VIERA-GALLO.- Es distinto. Se protege la vida humana, y ahí se
discutirá desde cuando empieza. Pero una cosa es la vida intrauterina,
que no implica la existencia de una persona ante el Derecho, y otra es
el nacido vivo, según el Código Civil, que es una persona jurídica.
El señor BOMBAL.- El derecho cuya exigencia de protección está en juego hoy
en esta Sala es justamente el derecho a la vida, garantizado a todas
las personas en el número 1 del artículo 19 de la Constitución Política.
El contenido global de este derecho, que reconoce y protege esta
básica garantía constitucional, es que se refiere preferentemente al
soporte biológico y psíquico del hombre. Por esta razón, el derecho a la
integridad física y psíquica de la persona es el complemento directo de
esta misma garantía constitucional. Pero el constituyente no se
contentó con garantizar la vida, sino que además dispuso su protección
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DISCUSIÓN EN SALA

desde el inicio de la misma. Por ello es que también se ordena


justamente al legislador la protección de la vida del que está por nacer,
en una clara y enfática orden que esta Sala hoy día no puede ni debe
eludir.
La destrucción de un embrión obviamente importa, a
nuestro juicio, el delito de homicidio, pues esa figura típica ampara
precisamente la vida humana y de ello es de lo que hemos estado
hablando en esta Sala. A mayor abundamiento, y para acreditar
fehacientemente que el bien protegido es la vida humana, no faltará
quien pretenda sostener que a lo menos existe duda en nuestra
legislación con relación a cuándo ésta comienza. En este punto es
indispensable ser sumamente claros. No existe duda alguna, ni
científica ni jurídica, en cuanto a que la vida humana se inicia desde la
concepción. En ese momento los gametos dan un salto sustancial en
virtud del cual dejan de ser lo que son, comenzando un proceso único e
irreversible, precisamente el proceso de la vida. Todos los demás
cambios, a partir de entonces, son sólo accidentales: lugar, tiempo,
relación, etcétera. No existe diferencia sustancial alguna entre un
individuo recién concebido con ninguno de los señores Senadores aquí
sentados, o ninguno de los jóvenes que hoy nos oyen desde las
tribunas.
Pero aún hay más: el Pacto de San José de Costa Rica,
también conocido como la Convención Americana de Derechos
Humanos, tratado internacional suscrito por Chile, que se encuentra
vigente y al que incluso hizo alusión el Honorable señor Viera-Gallo al
inicio de esta sesión, dispone lo siguiente en su artículo 4º: “Toda
persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho estará
protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la
concepción. Nadie puede ser privado de su vida arbitrariamente”.
Esta disposición, hoy, a la luz de lo dispuesto en el inciso
segundo del artículo 5º de la Constitución, que señala que “Es deber de
los órganos del Estado respetar y promover tales derechos,
garantizados por esta Constitución, así como por los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”, es
materia esencial para este análisis, y obliga a esta Sala a comportarse
como órgano del Estado, a respetar y promover tal derecho -es decir,
la vida humana- desde la concepción, brindándole efectiva garantía.
Todo lo anterior se ha visto además refrendado con la
sentencia de fecha 15 de marzo de 2000 de la Corte Interamericana de
Derechos Humanos, la cual, al determinar el contenido, extensión y
verdadero sentido de la disposición del artículo cuarto, número 1, ya
citado, dispuso: “En relación con lo expresado, cabe concluir que tales
prácticas “-las de fertilización asistida- “atentan claramente contra la
vida y la dignidad del ser humano. A juicio de este tribunal “-la Corte
Interamericana- “no basta con establecer las restricciones que contiene
el decreto, pues la aplicación de las técnicas de fecundación in vitro y
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transferencia embrionaria, aun con ellas, atentan contra la vida


humana. El embrión humano es persona desde el momento de la
concepción, por lo que no puede ser tratado como objeto, para fines de
investigación, ser sometido a procesos de selección conservado en
congelación, y lo que es fundamental para la sala, no es legítimo
constitucionalmente que sea expuesto a un riesgo desproporcionado de
muerte”.
Entonces el embrión, desde su concepción, es persona. Es
decir, es el individuo de la especie humana, cualquiera sea su edad,
sexo, estirpe o condición, como lo prescribe el Código Civil. Y el
atentado en contra de la vida de las personas, que en la especie
importa su destrucción, se castigará conforme lo señala la indicación
bajo la pena del homicidio, pues es la figura típica aplicable.
Ahora bien, con relación a la segunda de las indicaciones
renovadas sobre la misma base de argumentación expuesta, la pena
que se propone es inferior porque la conducta descrita es diferente.
Aquí se sanciona la interrupción del desarrollo del embrión, por
ejemplo, la crioconservación.
Finalmente, se hace expresa alusión a que esta última
materia no regirá la eximente de responsabilidad penal relativa a
invocar el cumplimiento de las finalidades previstas en esta ley, lo que
no hace excepción de la eximente general del artículo 10, número 10,
del Código Penal, que exime de responsabilidad criminal al que obra en
cumplimiento de un deber o en el ejercicio legítimo de un derecho,
autoridad, oficio o cargo. Son claramente situaciones diferentes. La
norma que se propone impide justificar una acción delictiva, descrita y
sancionada en el propio proyecto, bajo la excusa de haber cumplido la
finalidad de esta misma ley, lo que no impide la eximente general que
se funda, no en las finalidades de la ley, sino en situaciones concretas
de cumplimiento de deber, de ejercicio legítimo de un derecho,
autoridad, oficio o cargo.
Señor Presidente, permítame una última reflexión. Chile
hoy, luego de una intestina lucha, realiza grandes, serios y propicios
esfuerzos por alcanzar la paz, por acercar las posiciones de tantos que
durante tanto tiempo hemos vivido en bandos contrarios. Es cierto que
han existido, existen y seguirán existiendo sensibilidades
legítimamente diversas y muy respetables. Sin embargo, este Senado
ha sido escenario de grandes gestos e inmensos signos y ejemplos para
el país. Creo que hoy día, más que nunca, Chile exige un acuerdo por
la vida. Nadie sobra en Chile. Esta tierra debe acoger a todos.
Propiciemos entonces que así ocurra, y que en Chile jamás se desprecie
la vida y, muy por el contrario, que se garantice, se proteja y
promueva desde el instante mismo de la concepción. Sólo así
podremos lograr los propósitos de paz, los que, por lo demás, hoy a
mediodía los hemos explicitado de manera tan solemne en presencia de
altos dignatarios de la Iglesia chilena.
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DISCUSIÓN EN SALA

He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Díez.
El señor DÍEZ.- Señor Presidente, después del discurso del Senador que me
antecedió en el uso de la palabra, sólo quiero hacer presente al Senado
el peligro que envuelve el uso de cierto lenguaje contemporáneo, Y uno
recuerda a Confucio en aquello de que cuando las palabras pierden su
sentido, el hombre pierde la razón. Al aborto se le llama “interrupción
del embarazo”; cuando se asesina a un embrión, a éste se le denomina
“preembrión”. Y de esta manera estamos jugando con las palabras. La
ciencia dice que cuando el óvulo recibe un espermatozoide no acepta
ninguno más, queda clausurado, terminado, impermeable, y en ese
momento comienza el proceso de la vida. Ahí hay un hombre en
potencia, un ser vivo protegido por la Constitución. Cuando la Carta
Fundamental dice que la ley protege la vida del que está por nacer, se
refiere a la del ser que está por nacer, el cual es un embrión. Y
debemos tener respeto por esa vida. Atentar contra ese embrión
evidentemente constituye un delito.
A raíz de la discusión en el Senado del proyecto para abolir
la pena de muerte, se señaló, entre otras cosas, que la vida humana no
podía ser privada por ningún motivo, ni siquiera por razones de bien
común, salvo que sea absolutamente indispensable, esto es, cuando la
vida de una persona conlleva el riesgo de muerte para otros seres de la
sociedad.
Por lo tanto, ni siquiera el bien común puede justificar la
pena de muerte.
De aprobarse el proyecto despachado por el Senado,
dejará de existir en Chile el pretexto de que, por el bien común, se
priva de la vida a un delincuente, pues se estableció el sistema
civilizado del presidio perpetuo real.
Asimismo, el interés científico constituye otro aspecto
relevante en esta materia. Éste no nos debe permitir la privación de la
vida humana en ninguna de sus épocas, desde que se inicia con la
concepción hasta la muerte natural. Si la sociedad empieza a
desconocer la vida humana, ya sea desde el comienzo en el embrión, o
al final, permitiendo la eutanasia, la eugenesia, se estaría abriendo otra
vez un período histórico que ya habíamos cerrado, en que todo está
fundado en el hombre, para garantizar su vida, su desarrollo desde su
concepción hasta su muerte natural. En medio de dicha etapa, nada es
ético, ni debe corresponder a la evolución del derecho contemporáneo.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador
señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, creo que aquí se están discutiendo y
mezclando distintos temas, por lo que tal vez sería conveniente ir a lo
planteado por el Senador señor Parra.
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DISCUSIÓN EN SALA

La norma prohíbe la clonación, respecto de lo cual existe


acuerdo en todos los señores Senadores. Permite la clonación de
tejidos y órganos, pero sólo con finalidad terapéutica.
¿Qué dice la frase en discusión? Hoy día -según nos
explicaron los entendidos en la Comisión- la única forma de obtener la
clonación de tejidos y órganos es a través del uso de células troncales
de embriones. Esto significa que si el día de mañana, con el avance de
la ciencia, alguien quisiera un transplante de un órgano propio, tendría
que fabricar un embrión y dentro de los primeros 14 días (de acuerdo
con la tesis explicada por el Senador señor Parra, aprobada en el
Parlamento inglés) extraer las células troncales para producir el órgano
que requiere.
Resulta que para muchos ello es constitutivo de un
atentado a la vida, porque se considera que la distinción entre
preembrión y embrión no tiene consistencia jurídica suficiente. Por eso,
se puso la referida frase, a objeto de evitar que se utilicen
preembriones o embriones en sus primeros días para la clonación a
través del uso de sus células troncales, por todos los argumentos
filosóficos, religiosos o de distinta naturaleza que aquí se han señalado.
Es factible que, en un plazo más o menos breve, la
clonación de tejidos y órganos se efectúe, no a través del uso de
preembriones o embriones, sino directamente con las células del
cuerpo de la persona. Y eso será perfectamente posible, porque es un
avance legítimo de la ciencia. Ojalá fuere así. Hacia eso vamos, y -
seguramente- dentro de muy poco tiempo será factible. Por lo tanto, es
natural que la norma en comento permita la clonación de tejidos y de
órganos.
Respecto del controvertido y complejo tema planteado por
el Honorable señor Parra, donde se presentan muchos argumentos a
favor de una u otra tesis, la discusión de fondo nos lleva al problema
que aquí se ha suscitado, es decir, cuál es el momento exacto en que
principia la vida: si es a partir de la concepción, o de la anidación,
etcétera. Sin embargo, este tipo de debates puede trancar un proyecto
que, no cabe duda, es importante.
Por ello, considero que el artículo, tal cual viene
despachado por la Comisión, permitirá el desarrollo de la ciencia en el
futuro.
Es verdad que impedirá hoy el uso de células troncales de
embriones para producir tejido u órganos.
Ahora, el Senador señor Bombal ha unido al debate otra
indicación, que será oportuno discutir después. Ésta se refiere a si
existe o no diversidad de jerarquía jurídica en cuanto a la gravedad del
delito entre el homicidio, el aborto o la destrucción del embrión. Pienso
que esto es otro tema.
He dicho.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador


señor Adolfo Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- Señor Presidente, el artículo 1º del proyecto,
al menos en lo que a mí respecta, precisa el aspecto central que se
halla en discusión. Es muy claro, y señala: “La presente ley tiene por
finalidad proteger la vida, la integridad física y síquica de las personas,
así como su dignidad e identidad...”.
Ahora bien, aceptando esta premisa fundamental habría
que entrar a ver desde cuándo entendemos que hay vida humana.
Pienso que sería muy pretencioso para el Senado (o para
cualquiera Corporación de esta naturaleza) precisar este hecho.
Ciertamente, aun cuando se estableciera en un precepto legal, a mi
juicio, no tendría ningún sentido.
Sin embargo, para mí queda claro –conforme a la
concepción que tengo sobre el tema- que si hay duda en cuanto al
momento en que puede existir vida humana, y realmente se está de
buena fe o al menos se comparte valóricamente esta materia, desde
ahí debe plantearse su protección. Eso sería lo lógico, lo que señala el
sentido común, sin lugar a dudas.
El relato acerca de lo que se discutió en la Cámara de los
Comunes, o en la de los Lores, en Inglaterra, hace mucha fuerza.
Argumentos de esa naturaleza por cierto tienen valor. Pero por Dios
que es feble hablar del embrión hasta los 14 días. ¿Y por qué no hasta
los quince o dieciséis? O si se quiere tener todavía mayor éxito, por
qué no dejan que el ser humano llegue hasta el final en su gestación, y
ahí se asesta el golpe para dar vida a otro ser humano. Quizás eso
sería lo más práctico, lo más seguro, lo mejor, para todo este tipo de
investigaciones. Pero seamos claros: o estamos con la vida humana, en
la forma como ésta debe entenderse, o buscamos, a través de la
ambigüedad, facilitar, no su respeto, sino su término.
La precisión entregada por el Senador señor Parra vuelve
nuevamente a la discusión un tema que ya debatimos. Me alegra de
que se hayan formulado esos planteamientos, a fin de que el proyecto
que nos ocupa, mañana ley de la República, sea claro, para que
avancemos en ésta y otras materias.
Me parece acertado el inciso segundo tal cual está, porque
nos encontramos ante una definición clave: el embrión humano
constituye un germen de vida, que pasado el tiempo de gestación, de
acuerdo con su naturaleza, se transformará en un ser con la misma
dignidad e identidad de los que hoy estamos discutiendo este tipo de
materias. Y, por lo mismo, no podemos sino precisar cada una de estas
cosas justamente como deben ser.
Por todo ello, soy partidario abierto y claro de mantener el
texto tal como se propone.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Martínez.
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El señor MARTÍNEZ.- Señor Presidente, la última frase del inciso segundo del
artículo 11 dice: “En ningún caso podrá usarse para tales fines
embriones humanos.”.
El problema radica en la expresión “para tales fines”.
¿Cuáles? La clonación de tejidos y órganos. Es decir, los embriones
humanos se podrían usar para otros propósitos. Es lo que deduzco del
texto.
Entonces, esta redacción lleva a un equívoco, porque da la
sensación de que no se quiere que los embriones humanos se utilicen
sólo para clonación de tejidos y órganos, pero sí para otros efectos:
cremas de belleza, trasplantes, etcétera.
Creo que la norma en comento merece una nueva
redacción, quizás mucho más directa. Porque está claro exactamente
en qué momento surge la persona humana: cuando se produce la
fecundación.
Sugiero consignar expresamente que se prohíbe usar
embriones humanos. Porque, de no hacerlo, puede interpretarse -
insisto- que no es posible utilizarlos para ciertos fines, pero sí para
otros. En definitiva, con esa redacción, no tan precisa, se acepta que
el embrión humano puede servir para propósitos distintos de la
clonación de tejidos y órganos.
Reitero la necesidad de revisar la redacción, porque de
otro modo se contradirían todos los planteamientos formulados y, por
la vía del equívoco en el texto, abriríamos de nuevo un ataque
profundo y directo al concepto de vida humana y de dignidad de la
persona humana.
Ése es mi planteamiento.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Deseo hacer presente al señor
Senador que sólo por acuerdo unánime podemos corregir el contenido
de la norma en comento. El único derecho reglamentario que asiste a
Su Señoría es pedir división de la votación respecto de esa frase, una
vez que nos pronunciemos acerca de la indicación del Honorable señor
Parra, para eliminar los términos “para tales fines”.
El señor MARTÍNEZ.- Entonces, solicito división de la votación.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Debe hacer llegar por escrito la
indicación respectiva, para que se vote separadamente dicha frase,
señor Senador.
El señor MARTÍNEZ.- Cómo no, señor Presidente.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable
señor Chadwick.
El señor CHADWICK.- Señor Presidente, lo propuesto por el Honorable señor
Parra en su indicación para eliminar la frase final del inciso segundo del
artículo 11 nos lleva a una imposibilidad constitucional.
Coincido totalmente con la fundamentación entregada por
los Honorables señores Bombal, Díez y Adolfo Zaldívar; pero más allá
del momento en que se origina la vida, y compartiendo plenamente las
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argumentaciones doctrinarias y científicas que se han dado, deseo


aportar un punto de vista jurídico.
Del debate en desarrollo queda la impresión de que
nuestro ordenamiento jurídico no hubiera definido desde qué momento
se inicia la vida. Y ello no es así. Porque existe un instrumento, la
Convención Americana sobre Derechos Humanos “Pacto de San José de
Costa Rica”, que en su artículo 4, con relación al derecho a la vida,
dispone lo siguiente: “1. Toda persona tiene derecho a que se respete
su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir
del momento de la concepción.”, etcétera.
Es decir, en el artículo 4 del Pacto de San José de Costa
Rica está definido que la vida de un ser humano se inicia al momento
de la concepción. Y nos impone la obligación, por medio de la ley, de
proteger tal derecho desde ese momento.
Por lo tanto, jurídicamente hablando, en nuestro país no
existe duda, sino la más absoluta certeza, de que la vida se inicia
desde el momento de la concepción, porque está establecido
expresamente en el Pacto de San José de Costa Rica, que nos genera
dos obligaciones constitucionales: por un lado, en virtud del artículo 5º
de la Constitución, sus intérpretes nos señalan que, por tratarse de un
convenio internacional sobre la materia, se entiende integrado a ella.
Por consiguiente, dicha norma nos coloca no sólo una definición con
certeza jurídica sobre el momento de la vida, sino también una
disposición de rango superior a la que discutimos en este momento.
En segundo lugar, el artículo 5º de la Carta -y por eso que
la eliminación de la frase final del inciso segundo del artículo 11 del
proyecto, a mi juicio, no corresponde- nos pone una obligación, al
señalar que es deber de los órganos del Estado respetar y promover los
derechos humanos establecidos en ella y en los tratados
internacionales vigentes sobre derechos humanos, en este caso, el
artículo 4 del Pacto de San José de Costa Rica.
Por ende, como órgano del Estado, al tenor del referido
precepto constitucional y del señalado Pacto no podemos desproteger
ni por un instante el derecho a la vida, que se inicia al momento de la
concepción, como dispone dicho instrumento internacional.
En consecuencia, no nos corresponde eliminar expresiones
como las contempladas en el proyecto, que pretenden precisamente
proteger el derecho a la vida, porque tenemos el mandato
constitucional y el deber como órgano del Estado de respetar el artículo
5º de la Constitución.
He dicho.
El señor ZALDÍVAR, don Andrés (Presidente).- Tiene la palabra el Senador
señor Silva y, en seguida, el Honorable señor Parra, en su segundo
discurso.
El señor SILVA.- Señor Presidente, no entraré al fondo del asunto, como se ha
pretendido en esta reunión, porque honestamente creo que el debate
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 204 de 581

DISCUSIÓN EN SALA

nos está demostrando que el peligro radica, precisamente, en que en


un momento que no es oportuno y en un proyecto de ley que no viene
al caso, se plantea algo que, en verdad, el Honorable señor Parra no ha
querido abordar.
Recuerdo que esta discusión no es nueva entre nosotros,
pues ya se suscitó hace tal vez dos años y medio, con motivo de un
estudio sobre la igualdad de las personas. En aquella oportunidad me
permití sostener la vigencia de la norma del Código Civil, que establece
que la vida de la persona comienza al nacer. Ella está vigente, no ha
sido derogada y tampoco se ha suprimido el artículo 4 a que se refirió
el Honorable colega que me precedió en el uso de la palabra. Los
civilistas, hasta el día de hoy, siguen enseñándola como norma de
vigencia positiva.
Aquí el debate se plantea sobre un supuesto distinto.
Nadie quiere sostener –y tengo la certeza de que el Senador señor
Parra no lo ha hecho- que sea lo mismo la persona que la vida humana.
La persona y la vida de la persona (lo dice el Código Civil) comienzan al
nacer. Otra cosa es que se quiera proteger la vida humana desde el
momento de la concepción, entendiéndose, en términos que pueden
ser muy respetables para muchos señores Senadores, que la vida
humana comienza con la concepción y no con el nacimiento; pero se
trata de dos cosas jurídicamente diferentes en nuestra legislación
positiva.
Antaño, cuando se produjo aquella discusión, recuerdo
que, ante una intervención del Honorable señor Larraín, le dije que
estaba disponible para estudiar a fondo esta materia, en un momento
que fuera oportuno, cuando él lo estimara necesario, y en una
disposición expresamente establecida para tal efecto.
Lo que nos provoca inquietud es que, con motivo de una
norma de índole diferente y de una iniciativa de ley con una
conformación y una motivación distintas -se lo digo con el mayor
respeto a mi querido amigo el Senador señor Bombal-, se nos ha
introducido un problema que resulta extremadamente grave. Porque,
por una vía sutil –diría-, se nos plantea un concepto que estamos
dispuestos a analizar en profundidad, cuando se someta a nuestra
consideración la necesidad de definir en términos claros, diáfanos y que
no sean nunca más discutibles en nuestra legislación, el que la vida de
la persona comienza en el momento de la concepción y no al nacer.
Pero mientras tanto, la realidad de nuestro Derecho positivo es otra y
se están introduciendo, en consecuencia, normas que pretenden
cambiar esta concepción por la vía de los llamados en otra época
“resquicios legales”.
Tengo la convicción de que a eso conduce la inquietud que
con fundamento ha planteado el Senador señor Parra y que, por lo
tanto, apoyo; pero, junto con hacerlo, reitero a mis distinguidos
colegas que estamos disponibles, porque creemos en la necesidad de
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DISCUSIÓN EN SALA

proteger la vida humana en los mismos términos en que se proteja a la


persona; pero la realidad es que hoy día en nuestra legislación sigue
distinguiéndose entre la persona y la vida humana.
Nada más, señor Presidente.
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OFICIO DE LEY

1.9. Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora.


Oficio de ley a Cámara Revisora. Comunica texto aprobado. Fecha 14 de
marzo, 2001. Cuenta en Sesión 44. Legislatura 343. Cámara de Diputados.

Nº 17443

Valparaíso,

Con motivo de la Moción, informes y antecedentes que tengo a


honra pasar a manos de Vuestra Excelencia, el Senado ha dado su aprobación
al siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo 1º.- La presente ley tiene por finalidad proteger la vida,


la integridad física y síquica de las personas, así como su dignidad e identidad
genética, con respecto a la investigación científica y sus aplicaciones y al
ejercicio de la medicina.

Artículo 2º.- El genoma humano es la base de la unidad fundamental de


todos los miembros de la familia humana y del reconocimiento de su identidad,
dignidad y diversidad.

Artículo 3º.- Se prohibe toda práctica eugenésica. Sólo se podrán


modificar características genéticas humanas que incidan en la herencia en los
casos y en la forma previstos por la ley.

Artículo 4º.- Se prohibe toda forma de discriminación basada en el


patrimonio genético de las personas.

Artículo 5º.- Sólo podrán realizarse estudios e indagaciones para


determinar la identidad genética de una persona con su consentimiento, o por
orden de tribunal competente en causa en que tal hecho sea relevante.

Artículo 6º.- La libertad para llevar a cabo actividades de investigación


científica tiene como límite el respeto a los derechos y libertades esenciales
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 207 de 581

OFICIO DE LEY

que emanan de la naturaleza humana, así reconocidos por la Constitución


Política de la República.

Artículo 7º.- Toda investigación científica en un ser humano que


involucre algún tipo de intervención física o síquica en el sujeto debe ajustarse
a lo dispuesto en la presente ley, además de a otras normas que resulten
aplicables según el caso.

Deberá contar con el consentimiento libre e informado del sujeto,


otorgado personalmente, o por su representante legal cuando aquél carezca de
capacidad para obrar por sí mismo.

La prestación del consentimiento deberá constar en un acta firmada


también por el director responsable del proyecto respectivo y por el director
del establecimiento donde se realizará la investigación, quien actuará como
ministro de fe.

La revocación del consentimiento procederá siempre y no generará


responsabilidad de ninguna especie, cualesquiera sean los efectos que ella
produzca.

Artículo 8º.- Sin perjuicio de las exigencias establecidas en las demás


normas de esta ley, son deberes especiales del investigador:

1) Transmitir al sujeto, en un lenguaje comprensible para él, toda la


información que necesite para prestar un consentimiento informado, incluida la
posibilidad de negarse a participar en la investigación antes de su inicio y
durante el curso de la misma, sin incurrir en responsabilidades o sanciones ni
en pérdida de beneficios.

2) Ofrecer al sujeto amplia oportunidad de hacer preguntas e instarlo a


que las haga.

3) Excluir toda posibilidad de engaño, influencia indebida o intimidación.

4) Recabar el consentimiento escrito del sujeto una vez que éste tenga
pleno conocimiento de los siguientes aspectos:

a) naturaleza de la investigación, procedimientos a seguir y duración


aproximada;

b) riesgos e incomodidades asociadas a la investigación;

c) beneficios potenciales de la investigación, y


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 208 de 581

OFICIO DE LEY

d) procedimientos o tratamientos alternativos que podrían ser


beneficiosos.

5) Renovar el consentimiento informado si las condiciones o los


procedimientos de la investigación sufren modificaciones importantes.

Artículo 9º.- Los exámenes genéticos y los análisis predictivos de la


misma naturaleza sólo podrán hacerse por motivos terapéuticos o de
investigación científica, de acuerdo a las normas de esta ley.

En la realización de estos exámenes y análisis se deberá dar


cumplimiento a lo establecido en los artículos 7º, 8º y 13 de esta ley.

Artículo 10.- La terapia génica en células somáticas está destinada al


tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.

Será aplicable en estos casos lo dispuesto sobre consentimiento


informado en los artículos 7º y 8º de esta ley.

Artículo 11.- Se prohibe la clonación de seres humanos y por tanto


cualquier intervención a persona que dé por resultado la creación de un ser
humano genéticamente idéntico a otro, vivo o muerto.

La clonación de tejidos y órganos sólo procederá con una finalidad


terapéutica. En ningún caso podrá usarse para tales fines embriones humanos.

Artículo 12.- El conocimiento del genoma humano es patrimonio común


de la humanidad. Nadie puede atribuirse ni constituir propiedad sobre el mismo
o sobre parte de él. Por lo tanto, el conocimiento de la estructura de un gen y
de las secuencias de ADN no son patentables.

Los procesos biotecnológicos derivados del conocimiento del genoma


humano, así como los productos obtenidos directamente de ellos, como los
medicamentos, son patentables según las reglas generales.

Artículo 13.- La información genética de una persona será reservada,


salvo que ella la revele o que el juez lo autorice, todo ello sin perjuicio de las
normas sobre secreto profesional.

Artículo 14.- La recolección, almacenamiento, tratamiento y difusión de


datos genéticos de las personas se ajustará a las normas de la ley Nº 19.628,
sobre Protección de Datos de Carácter Personal.

Artículo 15.- Queda prohibido solicitar, recibir, poseer y utilizar


información genética relativa a una persona determinada e identificable, así
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 209 de 581

OFICIO DE LEY

como indagar si una persona se ha realizado un examen o análisis de carácter


genético, salvo autorización legal expresa.

Estas prohibiciones no afectan a la recolección y procesamiento de


información genética de carácter estadístico y no nominativa.

Artículo 16.- Los datos genéticos que permitan la identificación de una


persona deberán ser encriptados para su almacenamiento y transmisión.

La encriptación podrá omitirse temporalmente por razones de salud


pública.

Artículo 17.- Créase una Comisión Nacional de Bioética que estará


integrada por las siguientes personas:

- Cuatro académicos designados por el Consejo de Rectores, que


pertenezcan respectivamente a las Facultades de Medicina, Derecho, Ciencias y
Filosofía de las universidades que lo integran.

- Tres personas designadas por el Instituto de Chile, que pertenezcan a


las Academias de Medicina, de Ciencias y de Ciencias Sociales, Políticas y
Morales, respectivamente.

- Una persona designada por el Senado.

- Una persona designada por el Presidente de la República, quien la


presidirá.

Las personas designadas permanecerán en sus funciones por el plazo de


tres años, pudiendo ser reelegidos. Servirán dichas funciones ad-honorem.

Artículo 18.- La Comisión tendrá las siguientes funciones:

- Asesorar al Presidente de la República en materias propias de su


competencia.

- Elaborar los informes de su especialidad que le soliciten los órganos


del Estado y los establecimientos de educación superior.

- Promover el estudio y conocimiento de la bioética en el nivel


académico y asistencial y normativo.

- Proponer las normas que sean necesarias para la aplicación de esta ley
u otras relacionadas con la bioética, las que deberán ser sancionadas mediante
los actos administrativos que procedieren para su debida exigibilidad.
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OFICIO DE LEY

Artículo 19.- La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva que coordinará


su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte. Estará
conformada por el personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud, entre
los cuales deberá incluirse un profesional experto en bioética y un abogado.

Artículo 20.- Los establecimientos que deseen participar en proyectos de


investigación científica en seres humanos, deberán contar con un Comité de
Bioética conforme al reglamento.

Los Comités de Bioética autorizarán las investigaciones que sean


sometidas a su consideración, de acuerdo con las normas establecidas a
propuesta de la Comisión Nacional de Bioética.

Artículo 21.- El que violare la reserva de la información genética de una


persona, al margen de los casos que autoriza el artículo 13, sufrirá las penas
establecidas en ambos incisos del artículo 247 del Código Penal, según el caso.

El que omitiere la encriptación a que se refiere esta ley, sin incurrir en la


conducta descrita en el inciso anterior, será sancionado con una multa de tres
a cinco unidades tributarias mensuales.

Artículo 22.- El que omitiere el acta a que se refiere el inciso tercero del
artículo 7° o la confeccionare manifiestamente incompleta o sustancialmente
falsa, será sancionado con una multa de 10 a 20 unidades tributarias
mensuales.

Artículo 23.- El que clonare o iniciare un proceso de clonar seres


humanos será sancionado con la pena de presidio menor en su grado medio.”.
Dios guarde a Vuestra Excelencia.

ANDRES ZALDIVAR LARRAIN


Presidente del Senado
CARLOS HOFFMANN CONTRERAS
Secretario del Senado
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

2. Segundo Trámite Constitucional: Cámara de


Diputados.
2.1. Primer Informe Comisión de Salud.
Cámara de Diputados. Fecha 20 de julio, 2004. Cuenta en Sesión 21.
Legislatura 351.

INFORME DE LA COMISIÓN DE SALUD SOBRE EL PROYECTO DE LEY


QUE REGULA LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN EL SER HUMANO, SU
GENOMA Y PROHÍBE LA CLONACION HUMANA.

BOLETÍN N° 1993-11 (S).

JULIO DE 2004
ÍNDICE

PÁGINA
I. OBJETIVOS ...................................................................................
1
II. ANTECEDENTES GENERALES ................................................... 2
III. IDEAS MATRICES DEL PROYECTO ........................................... 3
IV. MARCO JURÍDICO INTERNACIONAL .............................................. 3
V. NORMATIVA NACIONAL .............................................................. 4
VI. PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL ........................................ 6
VII. TEXTO APROBADO POR EL SENADO ........................................ 9
VIII. SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL .................................... 13
1) Consideraciones generales sobre la materia ......................... 13
2) Personas que concurrieron a la Comisión .............................. 18
3) Consideraciones particulares ................................................. 20
a) Clonación en seres humanos ...................................... 20
b) Genoma humano .......................................................... 21
c) Creación de una Comisión de Bioética ......................... 22
IX. DISCUSIÓN Y VOTACIÓN EN GENERAL ..................................... 23
X. PRIMERA DISCUSIÓN EN PARTICULAR ..................................... 23
XI. TEXTO APROBADO POR LA COMISIÓN ................................. Anexo
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 212 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

XII. REAPERTURA DEL DEBATE ........................................................ 41


XIII. SEGUNDA DISCUSIÓN EN PARTICULAR ................................... 50
XIV. TEXTO APROBADO POR LA COMISIÓN ...................................... 67
XV. CONSTANCIAS REGLAMENTARIAS ............................................ 71
XVI. DIPUTADO INFORMANTE ............................................................ 71
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 213 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

INFORME DE LA COMISIÓN DE SALUD SOBRE EL PROYECTO DE LEY QUE


REGULA LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN EL SER HUMANO, SU GENOMA Y
PROHÍBE LA CLONACION HUMANA.
Boletín N° 1993-11 (S).

HONORABLE CÁMARA:
Vuestra Comisión de Salud pasa a informaros acerca del proyecto de ley
del epígrafe, en segundo trámite constitucional y primero reglamentario,
iniciado en una moción de los senadores señores Ruiz-Esquide, don Mariano;
Páez, don Sergio; Zaldívar, don Andrés y de los ex senadores Díaz, don
Nicolás, y Hamilton, don Juan.
Es menester consignar que, una vez despachado el proyecto por la
Comisión, se acordó reabrir el debate, de acuerdo a lo dispuesto en el artículo
210 del Reglamento de la Corporación, oportunidad donde se presentaron
numerosas indicaciones que modificaron el texto inicialmente aprobado.
En razón de lo anterior, el informe contiene un resumen del primer
trámite constitucional (páginas 6 a 12), la discusión y votación en la Cámara
de Diputados (páginas 13 a 41), así como la discusión y texto aprobado una
vez que fue reabierta la discusión (páginas 46 a 67).
En virtud de la larga tramitación, se ha estimado necesario incluir un
texto comparado que da cuenta de los textos aprobados en las distintas
etapas, a fin de facilitar su comprensión, el que se anexa al final de este
informe.

I. OBJETIVOS.
La iniciativa legal tiene por objeto establecer un
marco jurídico para garantizar la protección de la vida, la integridad física y
psíquica de las personas, su dignidad e identidad genética respecto de la
investigación científica, sus aplicaciones y el ejercicio de la medicina.
Para estos fines, se regulan las siguientes materias:
— La investigación científica en seres humanos.
— La exploración relativa al genoma humano.
— La prohibición de la clonación humana.
— La creación de una Comisión Nacional de
Bioética.

II. ANTECEDENTES GENERALES.


Los avances de la ciencia y la tecnología biomédica y su aplicación en la
práctica de la medicina provocan cierto grado de inquietud pública, ya que
plantean nuevos problemas éticos que preocupan a la sociedad por posibles
abusos originados en la investigación científica y en la tecnología
biomédica.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 214 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Se comienza con la elaboración de hipótesis, las que


luego se someten a pruebas de laboratorio con animales experimentales. Para
que las conclusiones sean clínicamente útiles, los experimentos deben
realizarse en seres humanos. Ese tipo de investigación, aunque se la diseñe
con el máximo de cuidado, entraña riesgo para las personas. Esto se justifica
no porque signifique un beneficio personal para el investigador o para la
institución investigadora, sino más bien porque favorece a las personas
participantes por su posible contribución al conocimiento humano, al alivio del
sufrimiento o a la prolongación de la vida.
La sociedad ha adoptado medidas para protegerse
contra posibles abusos. Así es como se dictó el primer código internacional de
ética para la investigación en seres humanos -el Código de Nüremberg-, que
constituyó una respuesta a las atrocidades cometidas por los médicos
investigadores nazis, reveladas en los juicios de Nüremberg sobre los crímenes
de guerra. Surgió, entonces, la ética de la investigación en seres humanos,
orientada a impedir toda repetición por parte de los médicos de tales ataques a
los derechos y al bienestar de las personas. Este instrumento jurídico, que fue
publicado en 1947, estableció las normas para llevar a cabo experimentos en
seres humanos, y dio especial énfasis al consentimiento voluntario de la
persona.
En 1964, la Asociación Médica Mundial dio un
importante paso al adoptar la Declaración de Helsinki, cuya revisión más
reciente tuvo lugar en 1989, la cual estableció pautas éticas para la
investigación en seres humanos.
En 1966, la Asamblea General de las Naciones Unidas
adoptó el Acuerdo Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, que entró
en vigencia en 1976. Su artículo 7º señala que: "Nadie será sometido a
torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. En especial,
nadie será sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos o será
sometido sin su libre consentimiento a experimentos médicos o científicos".
A través de esta declaración, la sociedad expresa el
valor fundamental que ha de regir toda investigación en seres humanos; la
protección de los derechos y el bienestar de todos los individuos que son
objeto de experimentación científica.
A fines del decenio de 1970, considerando las
circunstancias especiales de los países en desarrollo con respecto a la
aplicabilidad del Código de Nüremberg y de la Declaración de Helsinki, el
Consejo de las Organizaciones Internacionales de las Ciencias Médicas
(CIOMS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) realizaron un nuevo
examen de esta materia y, en 1982, publicaron las Pautas Internacionales para
la Investigación Biomédica en Seres Humanos. El objetivo fue señalar cómo
aplicar en forma eficaz los principios éticos que deben regir la investigación
biomédica en seres humanos, según se establece en la Declaración de Helsinki,
especialmente en los países en desarrollo, dadas sus circunstancias
socioeconómicas, ordenamiento jurídico y sus disposiciones ejecutivas y
administrativas.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 215 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

La investigación en salud en Chile depende


exclusivamente del Ministerio de Educación, a través de CONICYT y de
FONDECYT, y está dirigida a lo que se denomina “investigación por curiosidad”,
en contraposición a la “investigación por necesidad”, al tenor de la clasificación
inglesa.
En su primera acepción, es aquélla en que el
científico se pregunta que ocurrirá si hace tal o cual cosa, mientras que, en su
segunda definición, responde a las necesidades de la población, de manera de
dar solución a los problemas identificados por la comunidad o de resolver las
dudas respecto a los equilibrios entre beneficio y perjuicio en los tratamientos
que se prestan.

III. IDEAS MATRICES DEL PROYECTO.


Los autores de la moción señalan que la iniciativa
tiene por finalidad establecer un marco jurídico que garantice la autonomía y
conocimiento de cada persona sobre los actos que en ellas se ejerzan, que
asegure que la investigación científica será esencialmente benéfica para el
hombre y legislar sobre dos temas emergentes, como son el genoma humano
y la clonación.
La iniciativa se funda en los avances logrados en la
clonación de mamíferos superiores, la espectacularidad de los resultados
obtenidos en la manipulación genética y en sus eventuales aplicaciones en el
ser humano, lo cual no cuenta con un marco regulativo de conductas que
concilie el derecho a la investigación y la libertad que una sociedad moderna
debe garantizar, así como las normas bioéticas que dan cuenta del consenso
mayoritario existente hoy en el mundo.
En definitiva, los principales objetivos del proyecto
son fijar un marco jurídico para la investigación científica y genética en seres
humanos, sobre la terapia génica y sobre el genoma humano; prohibir la
clonación de seres humanos, y crear una Comisión Nacional de Bioética.

IV. MARCO JURÍDICO INTERNACIONAL.


1.- El Código de Nüremberg, de 1947, establece
10 principios básicos para la experimentación científica en seres humanos.
Constituye el primer intento por regular esta materia y ha servido de base a
la dictación de los reglamentos de ética médica.
2.- La Declaración de Helsinki, de 1964, formula
recomendaciones para las investigaciones biomédicas en las cuales se utilicen
seres humanos.
3.- Declaración Universal sobre Genoma
Humano y Derechos Humanos, aprobada por la Conferencia General de
la Unesco del año 1997.
Contiene siete capítulos a través de los cuales se
desarrollan los siguientes temas:
- La dignidad humana y el genoma humano.
- Derecho de las personas interesadas.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 216 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

- Investigaciones sobre el genoma humano.


- Condiciones de ejercicio de la actividad científica.
- Solidaridad y cooperación internacionales.
- Fomento de los principios de la Declaración.
- Aplicación de la Declaración.
4.- El Proyecto Genoma Humano surgió el año
1990, como producto de un esfuerzo multinacional. Sus propósitos son
identificar los 100.000 genes presentes en el ácido desoxirribonucleico (ADN)
humano, determinar las secuencias de los 3.000 millones de pares base
químicos que constituyen el ADN humano, almacenar esta información,
desarrollar sistemas para el análisis de la misma, transferir las tecnologías
relacionadas y dirigir los aspectos éticos, jurídicos y sociales que deriven del
proyecto respectivo.
Al año 2003, se encontraba desarrollado en el 90%
en cuanto a su etapa de identificación.

V. NORMATIVA NACIONAL.
1.- El Código Sanitario, en materia de investigación
científica, sólo contiene un par de normas a propósito de la utilización de
cadáveres, o parte de ellos, con fines científicos.
De esta forma, el artículo 146 dispone que toda
persona plenamente capaz podrá disponer de su cadáver, o partes de él, con
objeto de que sea utilizado en fines de investigación científica, para la docencia
universitaria o para la elaboración de productos terapéuticos.
Asimismo, el artículo 147 prescribe que los cadáveres
que no sean reclamados dentro de determinado plazo podrán ser destinados a
estudios e investigación científica.
2.- El decreto Nº 1.876, de 1995, establece el
reglamento del Sistema de Control de Productos Farmacéuticos, Alimentos de
Uso Médico y Cosméticos. Su artículo 16 estatuye que el director del Instituto
podrá autorizar, sin previo registro y mediante resolución fundada, la venta o
uso provisional de productos farmacéuticos en los siguientes casos:
“c) Con fines de investigación científica y ensayos
clínicos, previo informe del Comité Ético-Científico del Servicio de Salud u
hospital correspondiente, conforme a las normas sobre ensayos clínicos
realizados en seres humanos, utilizando productos farmacéuticos que apruebe
el Ministerio de Salud mediante resolución.”
3.- El decreto Nº 42, de 1986, fijó el reglamento
orgánico de los Servicios de Salud. Contiene diversas disposiciones
relacionadas con los Comités de Ética. El artículo 19, establece que el director
del Servicio de Salud será asesorado, entre otros, por un Comité de Evaluación
Ético-Científico en materias referentes a las investigaciones que se efectúen
con pacientes de hospitales públicos o privados ubicados en el territorio de
competencia, utilizando medicamentos no registrados en el país.
El artículo 91 ordena que los hospitales tipo 1 y 2
deberán tener, entre otros, un Comité de Ética Médica y un Comité de
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 217 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Evaluación Ético-Científico. Los Comités de Ética Médica atenderán


principalmente al bien del paciente y, supletoriamente, al del equipo de salud y
al prestigio del hospital (artículo 92). El Comité de Evaluación Ético-Científico
ha de pronunciarse acerca de las investigaciones por efectuarse con pacientes
de dicho hospital con la utilización de medicamentos aún no registrados en el
país (artículo 92 bis).
Entre las funciones de los servicios clínicos de los
hospitales están las de investigación. Su artículo 107 preceptúa que dichas
investigaciones serán aprobadas previo informe del Comité de Investigación y
que, y cuando impliquen la utilización de medicamentos no registrados,
deberán ser informadas por el Comité de Evaluación Ético-Científico del
hospital o del Servicio de Salud, en su caso, y aprobadas por el Instituto de
Salud Pública, antes de ponerlas en práctica.
4.- La resolución exenta N° 134, de 1994, del
Ministerio de Salud, que aprueba la norma general técnica N° 2, sobre Comités
de Ética de los Servicios de Salud, que regula su constitución y
funcionamiento, indica que su función primordial es asesorar a los directores
de los Servicios de Salud y de hospitales en la toma de decisiones que incidan
en aspectos relacionados con la ética en el ejercicio de las profesiones de la
salud y en los derechos de los enfermos, en relación con la investigación clínica
o experimental, la utilización de tratamientos prolongados o respecto de la
decisión de no indicar tratamiento.
5.- La resolución exenta N° 952, de 2001, del
Ministerio de Salud, contiene la norma técnica para la regulación de ensayos
clínicos que utilizan productos farmacéuticos en seres humanos.
6.- La ley Nº 19.451 fija normas sobre transplantes
y donación de órganos, los cuales sólo podrán practicarse con fines
terapéuticos.
7.- La ley Nº 19.628 regula la protección de datos
de carácter personal.

VI. PRIMER TRÁMITE CONSTITUCIONAL.


Durante la tramitación del proyecto en el Senado, se

recibió la opinión de las siguientes personas:

— Representantes del Ministerio de Salud,


señores Rodrigo Salinas, Jefe de la División Salud de las Personas; doctores
Luis Martínez y Alfredo Avendaño; la asesora de dicho ministerio, doctora
Marie Charlotte Bouesseau, y la asesora legal del mismo, doña Danae Frings.
— Presidente del Colegio Médico de Chile
A.G., doctor Ricardo Vacarezza.
— Profesor de la Facultad de Filosofía y
Humanidades de la Universidad de Chile, doctor Miguel Kottow.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

— Representante del Centro de Bioética de la


Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile,
doctor Alejandro Serani.
— Representantes del Departamento de
Biología Celular y Genética de la Universidad de Chile, doctores Jorge
Allende y Carlos Valenzuela.
— Representante de la Universidad de
Concepción, profesor señor Faruk Alay.
— Representante de la O.P.S. y Director del
Programa Regional de Bioética para América Latina y el Caribe, doctor
Julio Montt, y el consultor de dicha entidad, señor Roberto Mancini.
— Profesor de Genética Clínica de la Facultad
de Medicina de la Universidad de Chile, doctor Ricardo Cruz-Coke.
— Profesor de la Facultad de Ciencias
Jurídicas y Sociales de la Universidad de Chile, don Gonzalo Figueroa.
— Profesor de la Facultad de Ciencias
Biológicas de la Pontificia Universidad Católica de Chile, doctor Rafael
Vicuña.
En lo principal, las opiniones vertidas pueden

resumirse en cuatro grandes áreas:

- El principal objetivo dice relación al vacío legal


existente en materias relativas a la investigación en seres humanos y los
principios éticos, dada la amplitud que ha alcanzado este tipo de experimentos,
punto de vista que fue mayoritariamente compartido. Sin embargo, se planteó
la inconveniencia de legislar sobre distintas materias en un solo texto legal, por
los diferentes alcances de cada una de ellas. También se hizo presente la
ausencia de sanciones.
- El segundo objetivo se refiere al tema del genoma
humano y la investigación genética.
- El tercer objetivo se relaciona con la clonación
humana y su prohibición.
- Los objetivos anteriores justifican de la creación de
un Comité Consultivo de carácter ético.
Sobre los cuatro aspectos señalados, se recibieron
variadas opiniones, de las cuales se incluye una síntesis.
- En general, todos se manifestaron contestes en la
necesidad de legislar sobre la materia, con algunas precisiones, como se
comentará a continuación.
- Se formuló una prevención en torno a las
repercusiones del trabajo científico, por sus efectos en otros campos, como el
social, el político y el moral, dadas la gran amplitud y proyección que pueden
alcanzar dichos estudios.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

En razón de lo anterior, se planteó que era


imprescindible lograr un equilibrio entre la libertad de los investigadores y el
respeto a la dignidad de las personas comprometidas en la investigación.
Asimismo, tanto la investigación del genoma humano
como la genética presentan grandes complejidades y concitan el mayor interés
en el ámbito internacional, por sus insospechadas posibilidades en el campo
terapéutico y en la medicina, asunto que deberá ser suficientemente
ponderado al dictar una normativa sobre el particular.
En este sentido, se valoró la norma que impide que
alguien pueda atribuirse la propiedad del genoma, lo que debería extenderse,
además, a parcialidades del mismo, para evitar de este modo el requerimiento
de patentes de genes, a pretexto de proponer aplicaciones específicas de
éstos, tales como las pruebas genéticas.
Por tratarse de asuntos en los cuales los principios
éticos presentan una especial relevancia, la creación de una Comisión
Nacional de Bioética adquiere una importancia vital. Su rol será esencial en
todo lo que dice relación a la tutela de los principios bioéticos que entran en
juego, lo que se gráfica, por ejemplo, en el tema de la clonación humana, la
cual ofrece una compleja situación ética y de consecuencias inciertas, con lo
que se estaría afectando la dignidad del ser humano.
Por otra parte, se señaló que la creación de una
Comisión Nacional de Bioética podría no resultar tan fructífera a la luz de
otras experiencias, por lo que sería preferible crear comisiones ad hoc. En
torno a lo anterior, se recomendó revisar la realidad chilena y las experiencias
de otros países para determinar cuál sería el sistema más idóneo. De todos
modos, este organismo debería tener un carácter bien fundado y establecerse
también de manera local.
Otro tema ampliamente discutido fue el que se refiere
al consentimiento informado, sobre el cual hubo consenso en la necesidad
de establecerlo.
Aspectos concernientes a la intervención genética,
como la prohibición de dar a conocer los resultados de estas investigaciones,
en términos de no discriminar por patrimonio genético, también ocuparon
parte importante de la discusión, por lo que se sugirió regular el flujo
informativo de la genética. Por ejemplo, se mencionó la información sobre
exámenes genéticos, caso en el cual quien los practica no podrá ponerla en
conocimiento de terceros, a fin de evitar posibles discriminaciones.
Este tipo de información puede ser utilizada no
solamente en salud, sino también para saber si se es portador de alguna
enfermedad y de esta manera evitar tener hijos.
Donde se presentaron algunas discrepancias fue en lo
relativo a la clonación en seres humanos. La mayoría de los participantes se
manifestaron de acuerdo en prohibirla, pero estuvieron de acuerdo en
establecerla en su sentido terapéutico, es decir, la clonación de ciertas parcelas
del organismo humano para dar ciertos beneficios terapéuticos al hombre.
Asimismo, se expresaron dudas en cuanto a la definición del concepto.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 220 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Se discutió, además, sobre las intervenciones del


genoma humano de células germinales, ya que en lo futuro podrían eliminarse
enfermedades a través de este mecanismo genético, aislando ciertos factores,
o modificándolos, para evitar la transmisión de esas enfermedades a la
descendencia de un individuo.
Por otra parte, se señaló que la prohibición de aplicar
técnicas de fecundación asistida para determinar el sexo de un niño debería
extenderse a la fecundación in vitro, por cuanto en ambos casos concurren las
mismas objeciones éticas.
Se enumeraron, asimismo, otros puntos que no
contemplaba la iniciativa en estudio y que deberían ser considerados:
1) La calificación profesional y científica de los
investigadores.
2) La actitud frente a los riesgos.
3) La responsabilidad ante los accidentes.
4) Las instancias con competencia para evaluar los
protocolos.
5) La falta de precisión en la regulación de las
investigaciones practicadas en personas ética y jurídicamente incompetentes o
incapaces, para lo cual se citó, a vía ejemplar, a los menores de edad,
enfermos con padecimientos neurológicos y psiquiátricos, congénitos o
adquiridos.
En este sentido, se hizo presente que la ley N°
19.451 no permite efectuar transplantes de ninguna especie en incapaces, ya
que donde existe la misma razón debe existir la misma disposición.
Como una solución, se planteó requerir la
autorización especial otorgada por un Comité o Comisión Bioética autónoma.
6) Desde el punto de vista jurídico, se advirtió que
algunos términos presentaban ambigüedades, como, por ejemplo
“comunidades vulnerables”, “algún documento”, “adecuada”, “examen
independiente”, “instancia competente”, “intervención con fines preventivos” o
“intervención con fines de diagnóstico”.
7) La ausencia de precisión en la definición del
procedimiento de clonación humana, a fin de diferenciarlo del simple cultivo
celular humano, el cual, por lo general, no presenta mayores objeciones éticas.
Sobre esta materia, se sostuvo que la definición era
vaga, que partía de conceptos errados. Al respecto, se precisó que la clonación
nunca produce individuos idénticos. Lo que la ley debería prohibir es la
clonación realizada mediante implante de núcleo de célula adulta en huevo u
ovocito activado previamente enucleado y su posterior instalación en un útero
preparado para la anidación.
8) Las aprensiones sobre la manipulación de
embriones humanos, la eventual clonación o la aplicación de transgénicos en
seres humanos, procesos que atentarían contra la individualidad y la dignidad
humana.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

VII. TEXTO APROBADO POR EL SENADO.


El Senado tomó en consideración muchas de las
propuestas que se plantearon y reformuló el proyecto, en su segundo
trámite reglamentario, en los términos siguientes:
El artículo 1° señala que la finalidad del
proyecto es proteger la vida, la integridad física y psíquica de las personas, su
dignidad e identidad genética respecto a la investigación científica y sus
aplicaciones y al ejercicio de la medicina.
El artículo 2° establece que el genoma humano es
la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana
y del reconocimiento de su identidad, dignidad y diversidad.
El artículo 3° impide toda práctica eugenésica.
Asimismo, dispone que sólo se podrán modificar las características genéticas
humanas que incidan en la herencia en los casos y en la forma prevista por la
ley.
El artículo 4° prohíbe toda forma de discriminación
basada en el patrimonio genético de las personas.
El artículo 5° prescribe que sólo podrán realizarse
estudios e indagaciones para determinar la identidad genética de una persona
con su consentimiento o con autorización judicial en una causa en que ese
hecho sea relevante.
El artículo 6° precisa que la libertad para realizar
actividades de investigación científica tiene como límite el respeto a los
derechos y libertades esenciales de la naturaleza humana reconocidos por la
Constitución.
El artículo 7° estatuye que toda acción científica en
un ser humano que involucre algún tipo de intervención física o psíquica en el
sujeto debe ajustarse a lo dispuesto en esta ley. Asimismo, indica que debe
contar con el consentimiento libre e informado del sujeto y las formas en que
éste debe ser prestado.
Preceptúa, además, que la revocación del
consentimiento procederá siempre y no generará responsabilidad de ninguna
especie.
El artículo 8° señala los deberes especiales del
investigador, a saber:
1) Transmitir al sujeto, en lenguaje comprensible,
toda la información que necesite para prestar su consentimiento informado.
2) Ofrecer la oportunidad para que el sujeto pueda
hacer preguntas e instarlo a que las haga.
3) Excluir toda posibilidad de engaño, influencia
indebida o intimidación.
4) Recabar el consentimiento por escrito del sujeto
una vez que éste tenga pleno conocimiento de los siguientes aspectos:
a) Naturaleza de la investigación, procedimientos por
seguir y duración aproximada de la misma.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

b) Riesgos e incomodidades asociados a la


investigación.
c) Beneficios potenciales de la investigación, y
d) Procedimientos o tratamientos alternativos que
podrían ser beneficiosos.
5) Renovar el consentimiento informado si las
condiciones o los procedimientos de la investigación sufren modificaciones.
El artículo 9° dispone que los exámenes genéticos y
los análisis predictivos sólo podrán efectuarse por motivos terapéuticos o de
investigación científica, de acuerdo con las normas de esta ley.
El inciso segundo establece que, en la realización de
estos exámenes, se deberá dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 7°,
8° y 13.
El artículo 10 puntualiza que la terapia genética en
células somáticas está destinada al tratamiento de enfermedades o a impedir
su aparición.
El artículo 11 prohíbe la clonación de seres
humanos y por tanto cualquier intervención en personas que dé por resultado
la creación de un ser humano genéticamente idéntico a otro, vivo o muerto.
El inciso segundo ordena que sólo procederá la
clonación de tejidos y órganos con una finalidad terapéutica y que en ningún
caso podrán usarse para tales fines embriones humanos.
El artículo 12 establece que el conocimiento del
genoma humano es patrimonio común de la humanidad y que nadie puede
atribuirse ni constituir propiedad sobre el mismo o sobre parte de él.
Asimismo, señala que el conocimiento de la estructura de un gen y de las
secuencias de ADN no son patentables.
El inciso segundo dispone que los procesos
biotecnológicos derivados del conocimiento del genoma humano, así como los
productos obtenidos de ellos, como los medicamentos, son patentables, según
la reglas generales.
El artículo 13 estatuye que la información genética
de una persona será reservada, salvo que ella misma la revele o un juez lo
autorice, todo ello sin perjuicio de las normas del secreto profesional.
El artículo 14 dispone que la recolección,
almacenamiento, tratamiento y difusión de datos genéticos de las personas se
ajustará a las normas de la ley N° 19.628, sobre Protección de Datos de
Carácter Personal.
El artículo 15 prescribe solicitar, recibir, poseer y
utilizar información genética relativa a una persona determinada e
identificable, así como indagar si se ha realizado un examen o análisis de
carácter genético, salvo autorización legal expresa.
El inciso segundo precisa que estas prohibiciones no
afectan a la recolección y procesamiento de la información genética de carácter
estadístico y nominativa.
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El artículo 16 preceptúa que los datos genéticos que


permitan la identificación de una persona deberán ser encriptados para su
almacenamiento y transmisión, pero que ello podrá omitirse temporalmente
por razones de salud pública, según lo dispuesto por el inciso segundo.
El artículo 17 crea la Comisión Nacional de Bioética,
la que estará integrada por cuatro académicos designados por el Consejo de
Rectores y que pertenezcan a las Facultades de Medicina, Derecho, Ciencias y
Filosofía de las universidades que lo integran.
Asimismo, la compondrán tres personas designadas
por el Instituto de Chile y que formen parte de las Academias de Medicina, de
Ciencias y de Ciencias Sociales, Políticas y Morales, una persona designada por
el Senado y una nombrada por el Presidente de la República.
Las personas designadas permanecerán en sus
funciones por el plazo de tres años, pudiendo ser reelegidas y servir dichas
funciones ad honórem.
El artículo 18 fija las funciones de la Comisión,
entre las que se encuentran las de asesorar al Presidente de la República,
elaborar los informes que se le soliciten, promover el estudio y conocimiento
de la bioética en el nivel académico, asistencial, normativo, y proponer las
normas que sean necesarias para la aplicación de la ley y otras relacionadas
con la bioética.
El artículo 19 señala que la Comisión tendrá una
Secretaría Ejecutiva y estará conformada por el personal que al efecto le
asigne el Ministerio de Salud, entre el cual deberán incluirse un profesional
experto en bioética y un abogado.
El artículo 20 dispone que los establecimientos que
deseen participar en proyectos de investigación científica en seres humanos
deberán contar con un Comité de Bioética, el cual autorizará las
investigaciones de acuerdo con las normas establecidas a propuesta de la
Comisión Nacional de Bioética.
El artículo 21 sanciona la violación de reserva de la
información genética de una persona con las penas establecidas en el artículo
247 del Código Penal, esto es, reclusión menor en sus grados mínimo a medio
y multa de seis a diez unidades tributarias mensuales.
La omisión de encriptación de la información sin que
ello implique violación del secreto de la información, será sancionada con multa
de tres a cinco unidades tributarias mensuales.
El artículo 22 indica que la omisión del acta a que
se refiere el artículo 7°, o su confección en forma incompleta o
sustancialmente falsa, será penada con una multa de diez a veinte unidades
tributarias mensuales.
El artículo 23 establece que el que clonare o iniciare
un proceso de clonar seres humanos será sancionado con la pena de presidio
menor en su grado medio.
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VIII. SEGUNDO TRÁMITE CONSTITUCIONAL.


El estudio de la iniciativa en la Cámara de Diputados
se inició en septiembre del año 2001, fecha desde la cual se ha recibido gran
cantidad de opiniones de expertos.

1) Consideraciones generales sobre la materia.


Dentro de las consideraciones de carácter general, se
planteó que la implementación tecnológica en la sociedad actual tiene una
velocidad muy grande, lo cual origina dilemas que es necesario enfrentar, ya
que lo que regula la velocidad de su aplicación son, por una parte, los
requerimientos de los pacientes y del mercado y, por la otra, la seguridad y la
eficiencia.
Antes de entrar en el análisis de las alternativas
terapéuticas y de la investigación en embriones preimplantacionales, se debe
tener presente que, cuando el espermatozoide entra en el óvulo y entrega su
material cromosómico, se forman dos pronúcleos, proceso que llega hasta la
formación del nuevo individuo.
Este desarrollo preimplantacional tiene varias
características. La primera es que cada célula, si bien tiene su genoma propio,
es igual a la del lado. Son células que se denominan totipotencionales. No hay
especialización, de manera que se puede sacar una célula y el embrión la
repone de inmediato. La célula que se extrae representa a todo el resto de las
células. De aquí deriva el tema de las células troncales para hacer clonación o
para construir órganos a partir de células embrionarias.
La segunda característica es que, si se cultivan estas
células, se pueden multiplicar hasta el infinito, puesto que una célula se
envejece cuando se diferencia o se especializa; pero, si permanece
indiferenciada, se puede mantener.
Esta característica está relacionada con visiones
filosóficas, religiosas y morales de lo que es el embrión preimplantacional. En
el pensamiento católico se es persona desde el momento en que se completa
la fecundación. Así lo expresa un documento emanado del Vaticano, del año
1986, que dice: “En el cigoto ya está aquel que va a ser”. El criterio que prima
en el pensamiento católico es el geneticista; es decir, una vez que se establece
el genoma, existe unidad en el desarrollo. Siempre va a ser lo mismo, de
hecho, cada uno de nosotros pasó por estas etapas en algún minuto: lo mismo
que somos ahora, o muy parecidos, fuimos cuando éramos embriones. La
pregunta es si lo inverso es también valedero. Esto es, si nos situamos en
alguna de las etapas antes del cigoto, eso significa que se va a ser o no ser
una persona.
Lo que se ha aprendido de este proceso es que, en
primer lugar, un embrión de cuatro o de ocho células puede ser una persona.
La posibilidad de serlo no supera del 28% al 30%, por cuanto el resto se
pierde. Pero este embrión puede ser un tumor que se incorpora en el ovario,
por ejemplo, de un mellizo. El embrión se puede separar en dos: uno de ellos
pasa a ser persona y el otro pasa a ser un tumor.
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El tercer camino que puede tener este embrión es


transformarse en sí mismo en un cáncer y nunca llegar a ser persona, sino a
ser una molécula cancerosa. Es decir, todas sus células se comienzan a
multiplicar y nunca se diferencian y pasan a invadir a su madre.
Por ello, cuando se analiza el proceso a la inversa, se
puede concluir que todas las personas fueron blastocitos, pero no todos los
embriones de cuatro u ocho células llegan a ser personas.
Por último, en esta etapa, el blastocito, que está
conformado por 150 células, tiene, además, un grupo de ellas que se
denomina masa celular interna, que está compuesta por alrededor de doce
células. Las células restantes son las que se convertirán en persona; todo el
resto de ellas serán placenta, líquido amniótico, cordón umbilical, etc.
Referirse a unidad es, en cierta forma, erróneo. En
razón de ello, la Iglesia de Gales, en Inglaterra, habla de persona o de embrión
desde que se ha producido la división y se ha implantado en el útero de la
mujer. Para el mundo musulmán, se es embrión desde el día cuadragésimo
después de la fecundación, sin que exista una razón para ello. Para Confucio,
se es embrión desde el momento de nacer y se deja de serlo con la muerte.
En el pensamiento de la Iglesia Reformada o Calvinista, se es embrión
desde el momento de la implantación.
Todo esto obliga a definir qué significa ser un
embrión de la especie humana. La primera pregunta que uno debe hacerse es
si el embrión es o no es un ser moral. Si el embrión es un ser moral, debe ser
tratado con el mismo rigor que todos los otros seres morales, como las
personas. El ser moral implica ser capaz de ejercer juicios morales y el
embrión no es capaz de ello.
El embrión no es un ser ni un sujeto moral, sino un
objeto de la moralidad de la sociedad. En este contexto, se dan distintas
concepciones religiosas respecto a cuándo se es persona, lo cual hace que en
algunas sociedades el embrión de ocho células sea objeto de cierta moralidad y
en otras sea sujeto moral igual al humano como sucede en la católica.
Dependiendo de si el embrión es considerado un
sujeto moral o un objeto de la moralidad, lo que se haga con el embrión
preimplantacional requerirá ponderar los derechos del mismo, por ejemplo, en
relación con los derechos de la mujer que lo lleva y los derechos de las
personas enfermas en relación con la clonación terapéutica.
Este dilema se presenta cuando el embrión se
implanta fuera del útero, como en la trompa, en que se requiere usar químicos
para destruirlo con objeto de que se salve la mujer o sacar la trompa para que
ella se salve. Este dilema se da todos los días en donde, de una o de otra
manera, se aplican ciertos juicios de valor, en orden a los derechos del
embrión o a los de la mujer.
El tema más complejo, que aparece sobre todo con la
clonación terapéutica y las células troncales, es el derecho de las personas
enfermas en relación con los del embrión. Es decir, si las personas que hoy en
día, por ejemplo, sufren de rupturas medulares se podrían beneficiar de la
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 226 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

formación de nuevas neuronas en base a embriones y de si se justifica o no se


justifica matar embriones para esos fines.
Por otra parte, el diagnóstico genético se puede hacer
en el óvulo o en el embrión de ocho células, en que se saca una célula, la que
es repuesta de inmediato. En doce horas, se pueden estudiar en ella alrededor
de 12 cromosomas actualmente y más o menos 150 genes que dan origen a
enfermedades. Así, en tres horas, se puede tener un mapa casi completo de
estas características y la madre puede saber si el embrión presenta
alteraciones genéticas o cromosómicas. El problema en la ejecución de estas
tecnologías, el cual es muy simple como tal, es que, para hacerla, requiere que
la pareja que solicita este examen tenga autonomía para decidir qué es lo que
va a hacer con el embrión y considerar si no es posible o no es razonable usar
este método.
Por eso, esta técnica no se utiliza, ya que no existen
desechos embrionarios. No tiene ningún sentido decirle a una mujer que tiene
un hijo con defectos genéticos serios y obligarla a transferírselos al útero, por
lo que se crea una situación de perplejidad que no tiene solución.
Debido a ello, se inventó un método para mirar los
cromosomas en el óvulo antes de inyectarle un espermatozoide, a fin de saber
cuáles son los que tienen defectos cromosómicos. En un futuro muy cercano,
se podrá dibujar la totalidad de los cromosomas y toda la tecnología del
genoma permitirá que en pocas horas se conozca el mapa completo de los
cromosomas de un óvulo o de un embrión para adoptar decisiones. La eficacia
de este método es del 98% de sincronía y concordancia entre el diagnóstico
genético y la realidad.
Respecto de la clonación reproductiva como
alternativa del tratamiento de la infertilidad, se expresó que la clonación
es la transferencia del núcleo de una célula somática de cualquier órgano a un
ovocito en que se ha extraído el núcleo. La fusión de estos dos materiales
forma un embrión que replica el genoma de la célula somática. Es decir, si se
toma una célula de un hígado, se le saca el núcleo a esa célula y se pone en un
óvulo vacío, si éste se fecunda, responderá a lo que le ordene el núcleo de esa
célula y, por lo tanto, va a ser una réplica.
La clonación humana reproductiva se llama así
porque genera embriones a partir de un genoma ya existente destinado a
producir personas. El objetivo terapéutico en la genación de embriones a
partir de un genoma ya existente es lo mismo, pero está destinado a producir
células troncales, las de la masa celular interna, para desarrollar lo que se
llama actualmente medicina regenerativa.
La pregunta que surge es si en la clonación
reproductiva, ser persona es o no es una alternativa del tratamiento para la
infertilidad, ya que así se ha promovido en la opinión pública. Para dar
respuesta a esta consulta, lo importante es definir qué se entiende por
tratamiento de infertilidad.
Un tratamiento de infertilidad es una intervención
médica, tecnológica y psicológica que hace posible que una mujer sea madre y
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

que un hombre sea padre. La aplicación de la clonación reproductiva como


tratamiento podría ser usada cuando no existan gametos en uno o en ambos
miembros, es decir, cuando no existan espermatozoides o no haya óvulos, o en
parejas en que exista el riesgo de transmitir graves enfermedades a su
descendencia, por lo que podrían clonar. Pero, actualmente, todas estas
anomalías pueden ser resueltas a través de la donación de gametos.
Los argumentos médicos en contra de la clonación de
seres humanos se fundan en el hecho de que existe un alto riesgo de aborto;
pero esta razón por sí sola no es argumento en contra de la clonación.
Además, debe tenerse presente el alto riesgo de malformaciones, lo que ha
quedado demostrado en la clonación de otras especies mamíferas que se han
clonado. Aún más, existe una frecuencia muy alta de anomalías que jamás se
han visto antes como malformaciones cardíacas, pulmonares y de los más
variados tipos, que incluso han causado la muerte de las madres, como ha
sucedido en el caso de la clonación de gatos.
Estas causas hacen que la clonación reproductiva no
sea ética, más aun cuando no existen experimentos con monos o primates.
Estas malformaciones pueden dar lugar al
envejecimiento de la célula en forma más rápida que el de la normal. Existen
órganos que crecen a velocidades distintas que otros y terminan en
anormalidades estructurales.
Las argumentaciones psicosociales en contra de este
tipo de clonación afirman que constituye un atentado en contra de la dignidad
humana.
Uno de los principios que inspiran al proyecto es,
precisamente, el resguardo de la dignidad.
Resulta muy difícil definir la dignidad frente a
interrogantes como ¿cuál es la esencia?, ¿cómo se estructura la dignidad
humana?, ¿dónde reside?
Si la dignidad humana reside en la materia de la cual
estamos constituidos, por ejemplo, el genoma, se tendría que ver cuál es la
diferencia entre la materia de un ratón y la de un humano o de un bovino, por
ejemplo. Pero, cuando se observan embriones de dos células de cada una de
estas especies, se puede concluir que se ven exactamente iguales, por lo que
es difícil sustentar que la dignidad se da en la materia.
La dignidad no se da en la materia, sino en la
concepción de lo que se hace con la materia. Aquello que ocurre con ella es lo
que constituye la dignidad. Es la manera como la materia se proyecta en
forma divina y espiritual lo que confiere la dignidad a la especie humana, que
es distinta de la dignidad de otras materias, que en lo molecular son
exactamente iguales a la humana.
Si bien hubo consenso en que la clonación humana
reproductiva debe ser abolida, a contrario sensu, la investigación y el
desarrollo de células troncales debe, ser incentivados y son necesarios para el
desarrollo de la medicina regenerativa.
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Un asunto que es necesario resolver es la clonación


de células troncales. Esto es, si existe un problema de diabetes, por ejemplo,
y hay que “fabricar” un nuevo páncreas, es más fácil que se genere uno de un
embrión, que es genéticamente igual a la persona, a que se tengan que
extraer células troncales de otro embrión. La clonación terapéutica tiene por
objeto resolver el problema de la incompatibilidad genética, pero lo mismo se
puede lograr mediante un “knock out” génico. Actualmente, existen, más o
menos doscientos mil genes que dan la diferencia entre cada una de las
personas. Podría crearse perfectamente, con recursos mundiales y con la
colaboración de todos los países, igual como se hizo con el estudio del genoma,
un banco de células que tenga la diversidad de estos doscientos mil genes,
donde cada uno pueda ir y tomar la línea central que le corresponda para
hacer una renovación de tejidos.
El embrión, al ser usado en la clonación, hoy en día,
efectivamente se destruye. De las células troncales, que son infinitas, se
pueden formar tejidos completos de células que provienen de un embrión de
quinto día. Más aun, estas células se pueden transfectar. Es decir, se puede
cambiar un gen o inyectar uno. Si esa célula logra reproducir ese gen,
entonces se tiene una línea troncal manipulada y esto constituye uno de los
peligros más grandes de esta tecnología.
El único problema que existe para el uso de
embriones preimplantacionales es que, actualmente, éstos se destruyen; pero,
¿qué ocurriría si se pudieran sacar células como se hace para el estudio
genético o cromosómico sin destruirlos?. Se tendría una fuente inagotable e
infinita de células primordiales, totipotenciales, capaces de generar toda la
diversidad de órganos para todas las personas de este planeta.
Existe, eso sí, un principio de subsidiariedad, el cual
consiste en que el material biológico de alto valor no debe ser usado si el
mismo resultado se puede obtener con material biológico de menor valor. Esto
es, si las mismas células troncales se pudieran obtener, por ejemplo, de la
médula ósea, sería un crimen destruir un embrión. Las células troncales
embrionales, sin embargo, sólo deben usarse si las adultas no son útiles.
En todo caso, cabe preguntarse si el uso de células
troncales es realmente necesario para el desarrollo de la medicina actual o
futura. Para contestar esta pregunta, se debe definir qué es necesario ¿Es
necesario lo que es factible? Tal vez, en un tiempo más será posible hacer lo
mismo con otro tipo de células.
Estas interrogantes presentan un dilema entre el
derecho al conocimiento y el derecho a la ignorancia. Desde el tema del
genoma, de la clonación, de la fecundación in vitro y de todo lo que se ha
desarrollado en genética, pareciera ser que el hombre tiene derecho a conocer,
a saber; pero, también, la clonación pone en tela de juicio el derecho a la
ignorancia, a no saber lo que fui antes de ser lo que soy ahora.
De manera tal que, si bien el genoma nos pone en la
disyuntiva del conocimiento, la clonación nos coloca en la de la ignorancia. Ese
es el dilema que se va a vivir en los próximos tiempos.
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Existen muchos años de experiencia de transferencia


de células primordiales, troncales, de médula ósea para tratamiento de
enfermedades hematológicas, por lo que es difícil pensar que de una célula
inmadura se originen problemas de malformaciones en el caso de la clonación
terapéutica.
En todo caso, se ha pensado que la investigación de
la clonación terapéutica puede llevar al avance de la reproductiva y ello ha
motivado que países como Estados Unidos de América y España, entre otros,
se opongan a la clonación terapéutica. Asimismo, estas dudas han llevado a
obstaculizar la aprobación de una Convención de Naciones Unidas para prohibir
la clonación con fines reproductivos.
La negativa para la clonación reproductiva se basa,
por una parte, en la destrucción de embriones, lo que no es aceptable ni con
fines de diagnóstico ni con propósitos de investigación. Sin embargo, si bien la
investigación en embriones no debe ser restringida, sí debe limitarse a la
eliminación o la muerte de ellos, así como cualquier procedimiento que altere
su destino puro o su capacidad de expresarse como persona y no como
principio previo.
En el aborto terapéutico, se plantea de qué manera
se ejerce un juicio de valor en que la voluntad de la madre prime por sobre la
voluntad individual o en que el embrión en sí mismo no tenga la normalidad o
percepción propia del común de las personas. Se podría pensar que, si una
persona tiene una alteración cromosómica que le significará la muerte dentro
de los primeros quince días de su vida, cabe preguntarse si es razonable
obligar a la mujer a pasar nueve meses de preñez para luego saber que tendrá
un niño que morirá de todas maneras, si ello se ha detectado antes de
implantarlo o en su primera semana de vida, tal como se puede hacer hoy con
diagnósticos genéticos una vez que el embrión está implantado en el útero.
Esto constituye un juicio de valor.
2) Personas que concurrieron a la Comisión.
Formuladas estas consideraciones generales, se dará
cuenta de las principales opiniones vertidas sobre el proyecto.
a) La Ministra de Salud de la época, señora
Bachelet, expresó que las materias que contiene la iniciativa encierran un alto
contenido valórico y filosófico, que debe encuadrarse dentro de un marco
jurídico que dé protección a los derechos fundamentales de las personas. En
otras palabras, se trata de fijar el marco legal que garantice los derechos de
las personas que participan en ensayos clínicos, cautelando el respeto a su
dignidad, el derecho a recibir información que les permita adoptar decisiones
en torno a su propia salud y también de lograr un equilibrio entre la
investigación científica y los objetivos sanitarios del país.
Como antecedente, agregó que en Chile se realizan
alrededor de 100 ensayos clínicos al año con productos no registrados.
La única regulación consiste en una norma que
establece las pautas generales para la investigación, en la cual se recogen,
básicamente, las recomendaciones internacionales sobre el tema.
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Los representantes del ministerio señalaron que era


necesario contar con una “ley marco” que rija estas actividades en el sector
privado. También se pronunciaron sobre la conveniencia de dictar un
reglamento que regule las funciones de los comités de ética de investigación.
Respecto de la investigación del genoma humano,
la Ministra señaló que ésta no debe tener otros fines que la salud y el progreso
de los conocimientos en genética, antropología y evolución humana. Su
limitante dice relación al respeto a la dignidad humana, a los derechos y
libertades, motivos por los cuales la creación de un Comité de Bioética
parece justificarse plenamente y adquirir gran relevancia, pues constituirá el
máximo órgano asesor del Gobierno en estas materias. Por ese motivo,
además, debe estar integrado de manera pluridisciplinaria y en él se ha de
incorporar la participación ciudadana a través de la sociedad civil organizada.
Sobre esta materia, la personera planteó la necesidad
de que este Comité cuente con una Secretaría Ejecutiva, bajo la dependencia
del Ministerio.
Sobre la prohibición de clonación en seres
humanos, se manifestó plenamente de acuerdo con ella, sin perjuicio de
considerar algunos aspectos relacionados con la clonación terapéutica para que
sean analizados por la Comisión de Bioética, dada su alta complejidad.
En lo que dice relación a la creación de la
Comisión Nacional de Bioética, recalcó que su finalidad es asegurar que el
proceso de consentimiento sea libre e informado por parte de los pacientes
involucrados, y que el protocolo de investigación sea válido. También, debe
garantizarse el manejo confidencial de los datos personales.
Legislar sobre todo lo relativo a la investigación en
seres humanos permitirá a nuestro país tener una posición clara en los foros
internacionales sobre materias que acaparan la atención de modo creciente.
b) También concurrieron a la Comisión el
senador señor Mariano Ruiz-Esquide; el doctor Jorge Allende, director
del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la
Universidad de Chile; el doctor Sergio Zorrilla, asesor externo del
Programa de Bioética de la Universidad de Santiago; la señora Amnie
Langlois, filósofa, integrante de un Comité Consultivo de Protección de
las Personas en la Investigación Biomédica, de Francia; el doctor
Hernán Monasterio, Jefe de la Unidad de Bioética del Ministerio de
Salud; la doctora Marie Charlotte Bouesseau y el señor Sebastián
Pavlovic, ambos asesores del Ministerio de Salud; el doctor Rodrigo
Salinas, director del Instituto de Salud Pública; el doctor Julio Montt,
Presidente de la Comisión de Bioética del Colegio Médico de Chile; el
doctor Carlos Valenzuela, especialista en genética; el presbítero
Fernando Chomalí, profesor del Centro de Bioética de la Facultad de
Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile; el doctor
Fernando Zegers, experto en reproducción asistida de la clínica Las
Condes. Todos ellos dieron a conocer su importante visión sobre la
problemática que plantea la iniciativa en estudio.
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En general, los participantes concordaron en la


necesidad de fijar un marco jurídico que considere los valores que deben
regir la investigación científica y regular el quehacer en este campo, dadas sus
grandes potencialidades.
Una opinión disidente advirtió que no era conveniente
mezclar materias distintas, como son la clonación y la creación de una
Comisión Nacional de Bioética, puesto que esta última tiene una existencia
propia y anterior a la clonación.
A continuación, se analizarán los aspectos más
relevantes de la discusión de cada una de las materias que comprende la
iniciativa.
3) Consideraciones particulares.
a) Clonación en seres humanos.
Las opiniones vertidas fueron coincidentes en torno a
la prohibición de la clonación en seres humanos. No así respecto de la
clonación terapéutica, tema en el cual se esgrimieron argumentos a favor y en
contra de la misma.
Se plantearon dudas respecto de la conveniencia de
regular la clonación de tejidos y órganos, tomando en cuenta que el
aislamiento de células troncales es una terapia celular más que una clonación
propiamente tal, motivo por el cual se sostuvo que debería ser una de las
materias que debería analizar la Comisión de Bioética.
Uno de los aspectos más debatidos se refiere al uso
de embriones humanos para obtener células troncales, lo que ha sido objeto de
intensas discusiones, puesto que tiene directa relación con el inicio de la vida
humana.
Al analizar el primer aspecto, las consideraciones
formuladas atendieron a aspectos valóricos, puesto que todos compartieron el
hecho de que no puede haber clonación de seres humanos para la
reproducción, como tampoco puede existir apropiación, por cuanto los genes
son patrimonio de la humanidad, ni uso de embriones humanos.
b) Genoma humano.
El descubrimiento del genoma humano ocasionó un
importante debate en el ámbito internacional, el cual concluyó con la
declaración por parte de la Unesco en el sentido de que forma parte del
patrimonio de la humanidad.
Esto trajo consigo grandes interrogantes,
especialmente en medicina y específicamente en la ingeniería genética y en la
posibilidad de encontrar genes que puedan ser utilizados para prevenir o curar
enfermedades aún indeterminadas.
Otro tema ampliamente debatido fue el de las
patentes, en cuanto se sostuvo que el genoma humano es patrimonio de la
humanidad y nadie puede atribuírselo ni constituir propiedad sobre el mismo o
sobre parte de él. Bajo este predicamento, no es posible patentar el
conocimiento de la estructura de un gen y de las secuencias del ADN, pero sí
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

se tolera la posibilidad de obtener productos derivados de ellos, como son los


medicamentos.
Sobre esta materia, se hizo presente que la terapia
génica en células somáticas está relacionada con algunas enfermedades que el
mapa del genoma ha encontrado, ya que se han comprobado algunas
constantes en pacientes con patologías mortales e, inevitablemente, con
alteraciones de cuadros neurológicos. Se pretende que, a través de ciertas
terapias, se pueda diagnosticar precozmente la enfermedad.
Otras opiniones plantearon que la redacción del
artículo 2°, sobre la definición de clonación humana, basada en la
Declaración de la Unesco, debería ser modificada en cuanto señala que el
genoma humano es la base de la unidad fundamental de la diversidad de los
seres humanos y no considera otros factores, como los culturales, sociales,
jurídicos y políticos, los cuales también influyen en la diversidad.
Respecto de la práctica eugenésica, el proyecto
sólo permite la modificación de características genéticas humanas que incidan
en la herencia en los casos y formas que establezca la ley, sobre la base de
que esta materia bien pudiera quedar sujeta a la competencia de la Comisión
Nacional de Bioética.
Desde el punto de vista de la patentabilidad, se
adujo que, por una parte, se prohíbe que el conocimiento de la estructura de
un gen y de las secuencias de ADN sean patentables, mientras que, respecto
de los procesos biotecnológicos derivados del conocimiento del genoma
humano, así como de los productos obtenidos directamente de ellos, como los
medicamentos, sí pueden ser patentables, de acuerdo con las reglas generales.
Sobre el particular, se advirtió que era importante recoger la tendencia del
derecho comparado, puesto que, si la mayoría de los países adoptan la tesis
contraria, es decir, la de otorgar patentes, no tendría sentido la norma, por
cuanto no se podría aplicar.
Desde otro punto de vista, en lo concerniente a la
prohibición de solicitar, recibir, poseer y utilizar información genética
relativa a una persona determinada e identificable, salvo autorización legal
expresa, se sugirió establecer una sanción severa, puesto que pueden existir
interesados en asumir costos para obtener información.
c) Creación de una Comisión de Bioética.
Sobre el particular, se manifestaron distintas
opiniones, que se reseñan a continuación.
- Las funciones de la Comisión no deben dirigirse a
resolver casos específicos, sino a realizar estudios y formular planteamientos
generales que puedan servir de base a las comisiones de ética que deberían
existir en cada centro de investigación.
- Su regulación, composición y representatividad
merecieron reparos.
- Asimismo, se objetó la contratación adhonórem de
sus integrantes.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 233 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

- En relación con la experiencia francesa, se reseñó


que los Comités son de carácter regional y que, además, existe una Comisión
Nacional de Bioética que posee funciones distintas de las regionales. Entre
ambos organismos no existe ninguna vinculación.
La Comisión Nacional da su opinión sobre materias
relacionadas con las ciencias biológicas, con alguna connotación importante en
la sociedad. Sus observaciones constituyen meras recomendaciones. Está
compuesta por 40 miembros, que representan a las distintas corrientes de
pensamiento. Algunos son designados por el Presidente de la República,
mientras que otros lo son por el Parlamento y por el Gobierno propiamente tal.
Los Comités Regionales, a su vez, tienen, entre
sus funciones la de autorizar los protocolos de investigación clínica. Poseen
carácter ético-científico. Sus informes son obligatorios e inciden directamente
en el otorgamiento de seguros, puesto que constituyen un requisito
indispensable para su otorgamiento.
El principal alcance de estos Comités es que deben
participar en toda investigación en que exista intervención en seres humanos.
Una vez que han emitido opinión, aun cuando sea desfavorable, no puede
volver a plantearse ningún requerimiento ante el Comité respectivo ni ante
otro distinto. No existe la instancia de apelación.
Estos Comités están integrados por 12 titulares y 12
suplentes y corresponden a profesionales que abarcan las distintas áreas de la
ética. Los profesionales actúan en forma gratuita. Distinta es la situación de los
requirentes, que sí deben pagar una suma de dinero, que es destinada al
mantenimiento de tales entidades.
Los Comités son eminentemente consultivos y
carecen de facultades reguladoras, puesto que se ha estimado que, de
tenerlas, podrían invadir competencias de otros órganos del Estado. Tampoco
tienen injerencia en los establecimientos hospitalarios ni en la práctica clínica,
ni en el Ministerio de Salud, puesto que son órganos autónomos.
Los Comités tampoco responden por eventuales
daños que pueda sufrir una persona a la que se le aplique un procedimiento
sobre el cual ellos hayan informado. La responsabilidad, en estos casos, es del
investigador, quien debe contratar un seguro por los eventuales daños que
puedan sufrir las personas que son objeto de investigaciones.

IX. DISCUSIÓN Y VOTACIÓN EN GENERAL.


Tras recibir una nutrida información sobre las materias que comprende
el proyecto de ley, la Comisión aprobó en general la idea de legislar por la
unanimidad de los Diputados señores Aguiló, don Sergio; Cornejo, don
Patricio; Masferrer, don Juan; Melero, don Patricio, y Olivares, don Carlos.

X. PRIMERA DISCUSIÓN EN PARTICULAR.


Con ocasión del inicio de la discusión en particular, el
Ejecutivo envió una indicación que introduce modificaciones en el articulado del
proyecto, que se detallarán en cada caso en particular.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 234 de 581

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ARTÍCULO 1º.
“Artículo 1º.- La presente ley tiene por finalidad
proteger la vida, la integridad física y síquica de las personas, así como su
dignidad e identidad genética, con respecto a la investigación científica y sus
aplicaciones y al ejercicio de la medicina.”
Indicación del Ejecutivo.
-Para agregar, a continuación de la palabra
“científica”, el vocablo “biomédica” y reemplazar la frase “y al ejercicio de la
medicina” por la palabra “clínicas”.
El Ejecutivo argumentó que, al añadirse el término
“biomédica”, se pretende restringir la aplicación de la ley al ámbito original,
cual es la investigación científica aplicada a la medicina, ya que, al hablarse
solamente de investigación científica, se amplía mucho el espectro, abarcando
actividades que están fuera del ámbito de la ley.
Asimismo, al reemplazarse la frase “y al ejercicio de
la medicina” por la palabra “clínicas”, se aclara que el proyecto no pretende
regular el ejercicio de la medicina, sino sólo las aplicaciones clínicas de la
investigación científica, lo que es más concordante con la intención original de
los autores de la moción. Del mismo modo, se indicó que de esta forma se
guarda mayor relación con la nomenclatura utilizada internacionalmente.
- Puesto en votación el artículo 1º, con la
indicación del Ejecutivo, fue aprobado por unanimidad.
ARTÍCULO 2º.
“Artículo 2º.- El genoma humano es la base de la
unidad fundamental de todos los miembros de la familia humana y del
reconocimiento de su identidad, dignidad y diversidad.”
En relación con esta materia, se cuestionó si
efectivamente debía considerarse al genoma humano como base fundamental
de todos los miembros de la familia humana, ya que de ello pudiera inferirse
que también sería la base fundamental de la vida, incluso desde el momento
en que el genoma humano se estructura, determinando así que ese sería el
momento en que comenzaría la vida humana, desde un punto de vista legal.
Se hizo presente que, a propósito del tema del
aborto, se había señalado que no existe una norma que establezca desde
cuando existe la vida. En razón de lo anterior, se recalcó la importancia que
podría tener el artículo 2°, en cuanto a las consecuencias que podrían
derivarse de su aplicación. Asimismo, se requirió precisar si el término familia
se estaba utilizando en forma taxonómica o de asociación.
Al respecto, el Ejecutivo precisó que esta norma tiene
un carácter declarativo y que corresponde, en forma casi textual, al primer
artículo de la Declaración sobre Genoma de la Organización de Naciones
Unidas5.

1 Art. 1°.- El genoma humano es la base de la unidad fundamental de todos los miembros de la familia
humana y del reconocimiento de su dignidad y diversidad intrínsecas. En sentido simbólico, el genoma
humano es el patrimonio de la humanidad. (Declaración Universal sobre el Genoma y Derechos Humanos, 11
de noviembre de 1997).5
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 235 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

En general, los Diputados concordaron con la


necesidad de modificar esta norma, en el sentido de darle un alcance más
científico, puesto que, con la definición actual, se señalan características.
Desde otro punto de vista, también se indicó que era imprecisa y vaga, por lo
que se planteó la inconveniencia de establecer esta definición en la ley, dado
que el Código Civil, en su artículo 20, establece claramente que “las palabras
de la ley se entenderán en su sentido natural y obvio, según el uso general de
las mismas palabras”, y, por lo tanto, al no definirse el concepto en la ley, éste
debiera entenderse según su definición científica. Además, de este modo, el
concepto científico podría experimentar variaciones, de acuerdo con los
avances de la ciencia, motivo por el cual no sería conveniente establecer una
definición en la ley. A modo de ejemplo, se citó el caso del descubrimiento del
mapa genético en el año 2001, en circunstancias que tres años después ya
existen muchos avances en la materia.
Sobre el particular, la legislación comparada define la
expresión genoma como el conjunto global de información genética contenida
en las moléculas de ácido nucleico. En el caso de los organismos pluricelulares,
con reproducción sexual, como ocurriría en el caso del ser humano, sería el
conjunto global de la información genética que existe en una célula inicial, el
cigoto, formado tras la fecundación, que se conserva invariable, salvo
mutación somática, en todas y cada una de las células del individuo.
- Finalmente, tras un largo debate, se acordó
rechazar el artículo 2°, por la unanimidad de los miembros presentes
de la Comisión.
ARTÍCULO 3º.
“Artículo 3º.- Se prohíbe toda práctica eugenésica.
Sólo se podrán modificar características genéticas humanas que incidan en la
herencia en los casos y en la forma previstos por la ley.”
Se puntualizó que el término “eugenesia” implica
una manipulación del material genético con fines positivos.
Sobre el particular, se señaló que las prácticas
eugenésicas deberían ser permitidas, en cuanto cada persona es dueña de su
genoma, y podría requerir de una modificación tendente a obtener un fin
terapéutico.
El Ejecutivo mantuvo la idea original, con objeto de
resguardar la posibilidad de que cada persona pueda decidir la práctica de una
intervención en su propia carga genética. Del mismo modo, las restricciones
que establece esta norma persiguen enmarcar esta facultad dentro de un
criterio positivo, evitando su utilización para fines discriminatorios.
Asimismo, se hizo presente que era necesario
precisar qué debe entenderse por práctica eugenésica. Al respecto, el
Diccionario de la Real Academia Española consigna la siguiente definición:
“Aplicación de las leyes biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la
especie humana”.
Se explicó que comúnmente existe la tendencia a
entender que las prácticas eugenésicas tienen por objeto un efecto negativo,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 236 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

como es la manipulación de la especie y como pudiera ser el manejo de


características determinadas, razón por la cual se insistió en la necesidad de
precisar muy claramente el sentido de esta norma. A vía ejemplar, desde un
punto de vista positivo, se citó el caso de los alimentos genéticamente
modificados y el de las eventuales modificaciones genéticas para el
perfeccionamiento de la especie humana, en el sentido de eliminar algunas
enfermedades.
Uno de los autores de la moción, el senador señor
Mariano Ruiz-Esquide, aclaró los alcances de la norma, recordando que este
proyecto se comenzó a trabajar inmediatamente después del “destape”
mundial en el tema de los cambios genéticos y de la clonación, siendo su
sentido original establecer qué se podía hacer y qué no se podía hacer en esta
materia, ya que el gran temor existente era la posibilidad de cometer abusos
en las intervenciones genéticas. Añadió que los autores de la moción se
habían situado en dos grandes escenarios, siendo el primero el descrito por
Aristóteles, en el sentido de que el mal uso no debiera restringir el uso de una
cosa, y que, al mismo tiempo, no se deseaba permitir que se avanzara en una
línea distinta de lo considerado normal dentro de la especie humana. De esta
manera, al prohibirse toda práctica eugenésica, se buscaba evitar que el
mejoramiento de la especie humana pudiera llegar a prácticas aberrantes y
con fines discriminatorios. Sobre el particular, precisó que el mejoramiento
genético de la raza humana y la intervención sobre su gen con objeto de
cambiar la naturaleza profunda del ser humano, no eran positivos.
Agregó que mejorar la raza humana a través de un
terapia genética pudiera significar intervenir un gen como el del cáncer,
llegándose así a modificar de tal manera las características del ser humano que
lo alejaran de las particularidades esenciales propias de su natura. Precisó que
la discusión se había centrado en establecer en qué medida se podía intervenir
para mejorar la raza, evitando la repetición de hechos que han sido repudiados
por la humanidad.
Explicó que la redacción del artículo puede parecer
contradictoria, puesto que, en su primera oración, prohíbe derechamente toda
práctica eugenésica, entendida en su sentido negativo, dejando abierta la
posibilidad, a través de la oración siguiente, de que por medio de otro cuerpo
legal se establezcan los casos y formas en que esto pueda efectuarse, de
acuerdo con los avances que experimente la genética, descartando así
cualquier eventual contradicción en la norma.
- Puesto en votación el artículo 3°, fue
aprobado por cinco votos a favor y una abstención.
ARTÍCULO 4º.
“Artículo 4º.- Se prohíbe toda forma de
discriminación basada en el patrimonio genético de las personas.”
- Puesto en votación el artículo, sin discusión,
fue aprobado por la unanimidad de los miembros presentes de la
Comisión.
ARTÍCULO 5º.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 237 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

“Artículo 5º.- Sólo podrán realizarse estudios e


indagaciones para determinar la identidad genética de una persona con su
consentimiento, o por orden de tribunal competente en causa en que tal hecho
sea relevante.”
Indicación del Ejecutivo.
-Para intercalar, a continuación de la palabra
“consentimiento” y la coma (,) que le sigue, la frase “el de su representante
conforme a esta ley”, seguida de una coma (,).
Con respecto a esta materia, se objetó que la
indicación incorpora una forma de representación específica para esta ley, en
circunstancias que el Código Civil contempla dicha normativa, por lo cual
resultaría improcedente.
Sobre el particular, el representante del Ejecutivo
precisó que esta indicación tenía directa relación con otra presentada respecto
al artículo 7°, mediante la cual se otorga una solución para aquellos casos en
que el representante legal de una persona no pueda ser consultado ante la
urgencia de administrar alguna terapia genética.
Agregó que esta forma de representación busca
solucionar un tema específico de esta ley, sin modificar las normas generales
de representación contempladas en la legislación chilena.
Con respecto a estas explicaciones, se planteó una
opinión discrepante, por cuanto el artículo 3° se refiere a la realización de
estudios e indagaciones para determinar la identidad genética de una persona,
caso en el cual no parece justificarse la urgencia, que sí existe en la
administración de una terapia, por lo que bien pudieren aplicarse las normas
generales.
Profundizando sobre lo anterior, se puntualizó que los
artículos 5° y 7° consideran situaciones distintas, puesto que el primero se
refiere a estudios e indagaciones, mientras que el segundo trata de toda
investigación científica en seres humanos que involucre una intervención física
o psíquica, por lo cual se concluyó que el ámbito de aplicación de ambos
preceptos es diferente.
En razón de lo anteriormente expuesto, se
acordó reemplazar la citada indicación por la siguiente:
-“Para intercalar, a continuación de la palabra
“consentimiento” y de la coma (,) que le sigue, la frase “el de su representante
legal”, seguida de una coma (,).”
- Puesto en votación el artículo 5°, con la citada
indicación, fue aprobado por la unanimidad de los miembros
presentes.
ARTÍCULO 6º.
“Artículo 6º.- La libertad para llevar a cabo
actividades de investigación científica tiene como límite el respeto a los
derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza humana, así
reconocidos por la Constitución Política de la República.”
Indicación del Ejecutivo.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 238 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

-Para intercalar, a continuación de la palabra “científica”, la locución


“biomédica en seres humanos”; eliminar la palabra “así”, y agregar, a
continuación del vocablo “República”, la frase “así como por los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes”,
precedida por una coma (,).
- Puesto en votación el artículo 6°, con la
indicación presentada, fue aprobado por la unanimidad de los
miembros presentes.
ARTÍCULO 7º.
“Artículo 7º.- Toda investigación científica en un ser
humano que involucre algún tipo de intervención física o psíquica en el sujeto
debe ajustarse a lo dispuesto en la presente ley, además de a otras normas
que resulten aplicables, según el caso.
Deberá contar con el consentimiento libre e
informado del sujeto, otorgado personalmente, o por su representante legal,
cuando aquél carezca de capacidad para obrar por sí mismo.
La prestación del consentimiento deberá constar en
un acta firmada también por el director responsable del proyecto respectivo y
por el director del establecimiento donde se realizará la investigación, quien
actuará como ministro de fe.
La revocación del consentimiento procederá siempre
y no generará responsabilidad de ninguna especie, cualesquiera sean los
efectos que ella produzca.”
Indicaciones del Ejecutivo.
1.- Para suprimir, en el inciso primero, la frase “en el
sujeto” y reemplazar la locución "además de a otras" y la coma (,) que le
precede, por la frase “y en las demás”.
2.- Para reemplazar el inciso segundo por el
siguiente:
“Deberá contar con el consentimiento libre e
informado otorgado personalmente, o por el representante cuando la persona
carezca de capacidad para obrar por sí misma.”
3.- Para agregar el siguiente inciso tercero, nuevo,
pasando los actuales incisos tercero y cuarto, a ser incisos cuarto y quinto,
respectivamente:
“Para los efectos de esta ley el representante de una
persona será quien sea el representante legal, en caso que éste no exista o no
pueda ser consultado y se trate de una situación de urgencia para la persona,
será considerado representante quien a cuyo cuidado la persona se encuentre
o, en caso de pacientes psiquiátricos, quien haya sido designado su apoderado
para efectos del tratamiento.”
4.- Para intercalar, en el actual inciso tercero, que ha
pasado a ser inciso cuarto, a continuación de la palabra “investigación", la
frase “o por quien éste designe”.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 239 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

5.- Para intercalar, en el actual inciso cuarto, que ha


pasado a ser inciso quinto, después de la palabra “siempre”, la frase “y en
cualquier momento”.
Indicaciones parlamentarias.
-El Diputado señor Ojeda presentó una indicación
para agregar, en el inciso segundo del artículo 7°, entre las expresiones
“consentimiento libre” e “informado”, la palabra “expreso”, antecedida de una
coma (,), a fin de que no quede ninguna duda sobre el particular, recalcando
que es menester contar con una manifestación concreta de la voluntad.
-Asimismo, para guardar concordancia con el artículo
6°, se agregó la palabra “legal” después de la expresión representante.
Desde otro punto de vista, se planteó un debate
acerca del significado de las expresiones ser humano y persona humana,
puesto que la primera acepción podría comprender incluso al ser en su vida
intrauterina, mientras que el concepto de persona, al tenor de lo que señala el
artículo 55 del Código Civil, es todo individuo de la especie humana, cualquiera
que sea su edad, sexo, estirpe o condición, siendo así un concepto más
restringido, por lo que, al hablar de ser humano, se excluiría cualquier
posibilidad de realizar investigaciones en embriones humanos. En razón de lo
anterior, tras un arduo debate, se acordó mantener el término ser humano,
por ser un concepto internacionalmente empleado, que no restringe el ámbito
de aplicación de esta ley.
El representante del Ejecutivo aclaró el sentido y
alcance de las indicaciones presentadas, las cuales tienen por objeto introducir
algunas modificaciones de redacción menor. Añadió que la inclusión de una
norma que determine qué debe entenderse por “representante” para efectos
de esta ley, busca precaver situaciones inesperadas que podrían suscitarse y
que requirieran de una autorización rápida.
- Puesto en votación el artículo 7°, con las
indicaciones presentadas por el Ejecutivo y por el Diputado Ojeda, fue
aprobado por unanimidad, con la sola excepción de la tercera
indicación, que agrega un nuevo inciso tercero, la cual fue aprobada
por cinco votos a favor y dos en contra.
ARTÍCULO 8º.
“Artículo 8º.- Sin perjuicio de las exigencias
establecidas en las demás normas de esta ley, son deberes especiales del
investigador:
1) Transmitir al sujeto, en un lenguaje comprensible
para él, toda la información que necesite para prestar un consentimiento
informado, incluida la posibilidad de negarse a participar en la investigación
antes de su inicio y durante el curso de la misma, sin incurrir en
responsabilidades o sanciones ni en pérdida de beneficios.
2) Ofrecer al sujeto amplia oportunidad de hacer
preguntas e instarlo a que las haga.
3) Excluir toda posibilidad de engaño, influencia
indebida o intimidación.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 240 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

4) Recabar el consentimiento escrito del sujeto una


vez que éste tenga pleno conocimiento de los siguientes aspectos:
a) naturaleza de la investigación, procedimientos a
seguir y duración aproximada;
b) riesgos e incomodidades asociadas a la
investigación;
c) beneficios potenciales de la investigación, y
d) procedimientos o tratamientos alternativos que
podrían ser beneficiosos.
5) Renovar el consentimiento informado si las
condiciones o los procedimientos de la investigación sufren modificaciones
importantes.”
Indicaciones del Ejecutivo.
1.- Para reemplazar, en el numeral 1), la expresión
“al sujeto" por la frase "a la persona que participará en la investigación", y el
pronombre "él” por "ella”.
2.- Para suprimir, en el numeral 2), la expresión “al
sujeto” y reemplazar la palabra “instarlo” por la frase “instar a la persona”.
3.- Para suprimir, en el numeral 4), la expresión “del
sujeto” y reemplazar la palabra “éste” por la expresión “la persona”.
4.- Para agregar, en la letra b) del numeral 4), a
continuación de la palabra "investigación", la siguiente oración, precedida de
un punto seguido (.): “En caso que la investigación involucre un medicamento
o dispositivo médico no registrado en Chile o cuya indicación no esté
registrada, el investigador deberá hacer indicación expresa de ello”.
5.- Para agregar, en el numeral 5), después de la
palabra “importantes”, la frase ”según lo califique el Comité Ético Científico que
haya informado y aprobado el proyecto de investigación”, precedida de una
coma (,).
Indicaciones parlamentarias.
-La Diputada señora Ibáñez, y los Diputados señores
Accorsi, Cornejo, Ojeda, Palma y Robles, presentaron una indicación para
reemplazar, en el N° 1 del artículo 8°, la frase “a la persona que participará en
la investigación” por “a la persona que será objeto de la investigación”.
-Los Diputados señores Ojeda y Robles presentaron
una indicación para agregar, en el numeral 1 del artículo 8°, después de la
palabra “transmitir”, la frase “por escrito y verbalmente”, y reemplazar la
expresión “al sujeto”, por la oración “a la persona que será objeto de la
investigación o a su representante legal”.
En términos generales, las indicaciones formuladas
por el Ejecutivo tienen por objeto introducir cambios formales, destinados a
armonizar el texto legal en su conjunto.
Asimismo, las indicaciones presentadas por los
parlamentarios buscan precisar algunos aspectos, en el sentido de que quien
sea sometido a una investigación tenga pleno conocimiento de todos los
aspectos involucrados en ella, a fin de que pueda prestar un consentimiento
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 241 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

informado, motivo por el cual proponen que dicha información sea transmitida
tanto en forma escrita como verbal, a fin de evitar cualquier duda al respecto.
- Puesto en votación el artículo 8°, con las indicaciones del
Ejecutivo y las de los parlamentarios, fue aprobado por la
unanimidad de los Diputados presentes.
-
ARTÍCULO 9º NUEVO.
Indicación del Ejecutivo.
Para intercalar, a continuación del artículo 8º, los
siguientes artículos 9º y 10, nuevos, modificándose la numeración correlativa
siguiente:
“Artículo 9º.- En cada Secretaría Regional
Ministerial de Salud existirá un Comité Ético Científico destinado a informar y
autorizar los proyectos de investigación científica biomédica que se pretendan
desarrollar en el territorio de su competencia.
El Reglamento establecerá los casos especiales en los
que por afectar a dos o más regiones del país, o por la importancia nacional de
la investigación biomédica propuesta, el Ministerio de Salud pueda constituir un
Comité Ad hoc para informar y autorizar dicha investigación. Asimismo, la
forma de integración, funcionamiento y los procedimientos a que deberán
ceñirse dichos Comités se establecerán mediante Reglamento.
Los Comités Ético Científicos no podrán autorizar
ninguna investigación o proyecto científico en el cual detecten la omisión de las
obligaciones que los artículos 7º y 8º de esta ley imponen al investigador.”.
El representante del Ejecutivo explicó que esta
indicación obedece al cambio introducido en el H. Senado, mediante el cual se
introdujeron Comités de Bioética en cada establecimiento, de acuerdo con lo
dispuesto en el artículo 20.
La propuesta del Gobierno consiste en suprimir los
Comités de Bioética en cada establecimiento, puesto que, para guardar
concordancia con las reformas contempladas en el proyecto de autoridad
sanitaria, dichos Comités deberían quedar radicados en la Secretaría Regional
Ministerial de Salud de cada región, por lo que no tendría sentido mantener en
los servicios de salud, que tendrían una función principal de prestadores, una
función propia de la autoridad sanitaria.
Sobre el particular, se abrió un breve debate en torno
a los beneficios que pudieren derivarse de este proceso de descentralización y,
desde otro punto de vista, se hizo hincapié en que esto generaría algún grado
de discrecionalidad, por cuanto imperarían distintos criterios, motivo por el
cual se sostuvo que era preferible que este tipo de investigaciones se radicara
en una sola instancia.
- Puesta en votación la indicación presentada,
fue aprobada por seis votos a favor y una abstención.
Indicaciones parlamentarias.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

La Diputada señora Ibáñez, y los Diputados señores


Accorsi, Ojeda, Olivares, Palma y Robles, presentaron una indicación para
agregar otro inciso final al nuevo artículo 9°, del siguiente tenor:
“Los Comités Ético Científicos, al informar y autorizar
los proyectos de investigación científica biomédica que se le presenten,
deberán considerar la adecuación de dichos protocolos a las pautas ético
científicas de la investigación científica en seres humanos, validadas y
reconocidas internacionalmente.”
- Puesta en votación la indicación, fue aprobada
por unanimidad.
ARTÍCULO 10 NUEVO.
“Artículo 10.- Los responsables del proyecto de
investigación que utilicen medicamentos no registrados o con indicación no
registrada deberán contratar en el país seguros de responsabilidad para cubrir
los perjuicios que durante el proyecto de investigación, y con motivo de él,
sufran las personas que participaren en la investigación.”.
Este artículo tiene por finalidad establecer la
obligación, para los responsables del proyecto de investigación en que se
utilicen medicamentos no registrados, o con indicación no registrada, de
contratar un seguro de responsabilidad, de manera de prever los efectos que
pudieren sufrir las personas que son objeto de la investigación.
Dada la naturaleza de las investigaciones, los
parlamentarios fueron de la opinión de no restringir la aplicación de este
seguro al uso de medicamentos no registrados, ampliándola a toda
investigación científica biomédica.

Indicaciones parlamentarias.
La Diputada señora Ibáñez, y los Diputados señores
Accorsi, Cornejo, Olivares, Palma y Robles, presentaron una indicación
para eliminar, en el artículo 10, la frase “que utilicen medicamentos no
registrados o con indicación no registrada”.
- Puestas en votación ambas indicaciones,
fueron aprobadas por unanimidad.
ARTÍCULO 9º.
“Artículo 9°.- Los exámenes genéticos y los análisis
predictivos de la misma naturaleza sólo podrán hacerse por motivos
terapéuticos o de investigación científica, de acuerdo a las normas de esta ley.
En la realización de estos exámenes y análisis se
deberá dar cumplimiento a lo establecido en los artículos 7º, 8º y 13 de esta
ley.”
Este artículo tiene que ver con la posibilidad de que,
con los análisis genéticos, se pueda saber qué pasará con una enfermedad
determinada más adelante, lo que hoy no se da.
Indicaciones del Ejecutivo.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 243 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

-Para intercalar, en el inciso primero del actual


artículo 9°, que ha pasado a ser artículo 11, entre las palabras “motivos” y
“terapéuticos”, la palabra “diagnósticos”, seguida de una coma (,).
-Para sustituir, en el inciso segundo, el guarismo "13"
por "15", a fin de guardar concordancia con las otras modificaciones
introducidas.
- Puesto en votación el artículo con las
indicaciones señaladas, fue aprobado por unanimidad.
ARTÍCULO 10.
“Artículo 10.- La terapia génica en células
somáticas está destinada al tratamiento de enfermedades o a impedir su
aparición.
Será aplicable en estos casos lo dispuesto sobre
consentimiento informado en los artículos 7º y 8º de esta ley.”
Indicación del Ejecutivo.
-Para reemplazar, en el inciso primero del actual
artículo 10, que ha pasado a ser artículo 12, la contracción ilativa “al” por la
frase “a la detección, diagnóstico y”.
- Puesto en votación el artículo con la
indicación, sin discusión, fue aprobado por unanimidad.

ARTÍCULO 11.
“Artículo 11.- Se prohíbe la clonación de seres
humanos y por tanto cualquier intervención a persona que dé por resultado la
creación de un ser humano genéticamente idéntico a otro, vivo o muerto.
La clonación de tejidos y órganos sólo procederá con
una finalidad terapéutica. En ningún caso podrá usarse para tales fines
embriones humanos.”
Se recordó lo sostenido por el doctor Zegers, quien
planteó que si la clonación se limitaba a la acción terapéutica, la investigación
en tejidos quedaría restringida en el país, motivo por el cual se acordó ampliar
el sentido de esta norma para permitir la investigación científica en esta área.
Para estos efectos, se presentó la siguiente indicación.
Indicación parlamentaria.
-De los Diputados señora Ibáñez y señores Ojeda,
Olivares, Palma y Robles, para reemplazar, en el inciso segundo, la frase
“con una finalidad terapéutica” por “con fines terapéuticos o de investigación
científica”, para guardar armonía con la nomenclatura normalmente empleada
y con el resto del proyecto.
- Puesto en votación el artículo con la indicación
señalada, fue aprobado por unanimidad.
ARTÍCULO 12.
“Artículo 12.- El conocimiento del genoma humano
es patrimonio común de la humanidad. Nadie puede atribuirse ni constituir
propiedad sobre el mismo o sobre parte de él. Por lo tanto, el conocimiento de
la estructura de un gen y de las secuencias de ADN no son patentables.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 244 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Los procesos biotecnológicos derivados del


conocimiento del genoma humano, así como los productos obtenidos
directamente de ellos, como los medicamentos, son patentables según las
reglas generales.”
Respecto de esta materia, se recordó el acuerdo
adoptado entre Estados Unidos e Inglaterra, mediante el cual se estableció que
el conocimiento de la estructura de un gen y de las secuencias de ADN no son
patentables, puesto que el genoma humano es patrimonio de la humanidad.
Sobre la misma materia, se hizo presente que el
inciso segundo señala que los procesos biotecnológicos derivados del
conocimiento del genoma humano, así como los productos obtenidos de ellos,
como los medicamentos, son patentables de acuerdo con las normas
generales.
En el nivel internacional, las patentes tienen un
tiempo de duración, al cabo del cual los productos protegidos por esas
patentes pueden ser utilizados en forma liberada.
- Puesto en votación el artículo, sin discusión,
fue aprobado por cinco a favor y dos abstenciones.
ARTÍCULO 13.
“Artículo 13.- La información genética de una
persona será reservada, salvo que ella la revele o que el juez lo autorice, todo
ello sin perjuicio de las normas sobre secreto profesional.”
Indicación parlamentaria.
-Con objeto de adecuar esta norma al artículo 5°, y
especificar que debe tratarse de un hecho relevante, los Diputados señora
Ibáñez y señores Olivares, Palma y Robles formularon una indicación para
sustituir la frase “que el juez lo autorice” por “o por orden de tribunal
compentente en causa en que tal hecho sea relevante”.
- Puesto en votación el artículo con la indicación
consignada, fue aprobado por unanimidad.
ARTÍCULO 14.
“Artículo 14.- La recolección, almacenamiento,
tratamiento y difusión de datos genéticos de las personas se ajustará a las
normas de la ley Nº 19.628, sobre Protección de Datos de Carácter Personal.”
- Puesto en votación el artículo, sin discusión,
fue aprobado por unanimidad.
ARTÍCULO 15.
“Artículo 15.- Queda prohibido solicitar, recibir,
poseer y utilizar información genética relativa a una persona determinada e
identificable, así como indagar si una persona se ha realizado un examen o
análisis de carácter genético, salvo autorización legal expresa.
Estas prohibiciones no afectan a la recolección y
procesamiento de información genética de carácter estadístico y no
nominativa.”
Indicación del Ejecutivo.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 245 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

-Para suprimir, en el inciso primero del actual artículo


15, que ha pasado a ser artículo 17, la palabra “legal” y agregar, a
continuación de la palabra "expresa", la frase "de la persona o su
representante o por orden de tribunal competente en causa en que tal hecho
sea relevante”.
- Puesto en votación el artículo con la
indicación, sin discusión, fue aprobado por unanimidad.

ARTÍCULO 16.
“Artículo 16.- Los datos genéticos que permitan la
identificación de una persona deberán ser encriptados para su almacenamiento
y transmisión.
La encriptación podrá omitirse temporalmente por
razones de salud pública.”
- Puesto en votación el artículo, fue aprobado
por unanimidad.
ARTÍCULO 17.
“Artículo 17.- Créase una Comisión Nacional de
Bioética que estará integrada por las siguientes personas:
— Cuatro académicos designados por el Consejo de
Rectores, que pertenezcan respectivamente a las Facultades de Medicina,
Derecho, Ciencias y Filosofía de las universidades que lo integran.
— Tres personas designadas por el Instituto de
Chile, que pertenezcan a las Academias de Medicina, de Ciencias y de Ciencias
Sociales, Políticas y Morales, respectivamente.
— Una persona designada por el Senado.
— Una persona designada por el Presidente de la
República, quien la presidirá.
Las personas designadas permanecerán en sus
funciones por el plazo de tres años, pudiendo ser reelegidos. Servirán dichas
funciones ad-honorem.”
Indicación del Ejecutivo.
-Para sustituir el actual artículo 17, que ha pasado a
ser artículo 19, por el siguiente:
“Artículo 19.- Créase una Comisión Nacional de
Bioética que estará integrada por las siguientes personas:
— Ocho académicos universitarios expertos en
bioética: dos de Facultades de Medicina, dos de Facultades de Derecho, dos de
Facultades de Ciencias y dos de Facultades de Filosofía, nombrados por el
Presidente de la República a partir de cuatro quinas únicas propuestas por el
Consejo de Rectores.
— Dos personas designadas por el Senado.
— Dos personas designadas por la Cámara de
Diputados.
— Una persona designada por la Corte Suprema.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 246 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

— Una persona designada por el Presidente de la


República, quien la presidirá.
Las personas designadas permanecerán en sus
funciones por el plazo de tres años, pudiendo ser reelegidos. Servirán dichas
funciones ad-honorem.”
Indicación parlamentaria.
-La Diputada señora Ibáñez, y los Diputados señores
Accorsi, Olivares, Palma y Robles, presentaron una indicación con respecto
al artículo 17, para complementar los requisitos que deben cumplir los
académicos universitarios, introduciendo, a continuación de la palabra
“bioética”, la siguiente frase: “que serán designados mediante un proceso de
selección nacional de antecedentes”.
El representante del Ejecutivo explicó que la
indicación formulada tenía por objeto aumentar el número de integrantes de la
Comisión Nacional de Bioética, para guardar relación con las funciones que se
establecen en el artículo siguiente. Algunos parlamentarios fueron del parecer
de incluir algunos elementos de discriminación positiva, permitiendo mantener
el equilibrio entre los distintos géneros y confesiones, de manera de tener la
mayor diversidad posible de opiniones representadas en el seno de la
Comisión, lo que fue desechado, dado el amplio espectro que representan los
integrantes de dicha entidad.
- Solicitada la división de la votación, se
pusieron en votación las indicaciones del Ejecutivo y de los
parlamentarios, salvo la relativa a la persona designada por el
Presidente de la República, y fueron aprobadas por 7 votos a favor y 1
en contra.
Con la misma votación, fue aprobada la oración
referida a la persona designada por el Presidente de la República.
ARTÍCULO 18.
“Artículo 18.- La Comisión tendrá las siguientes
funciones:
— Asesorar al Presidente de la República en
materias propias de su competencia.
— Elaborar los informes de su especialidad que le
soliciten los órganos del Estado y los establecimientos de educación superior.
— Promover el estudio y conocimiento de la bioética
en el nivel académico y asistencial y normativo.
— Proponer las normas que sean necesarias para la
aplicación de esta ley u otras relacionadas con la bioética, las que deberán ser
sancionadas mediante los actos administrativos que procedieren para su
debida exigibilidad.”

Indicación del Ejecutivo.


-Para sustituir el actual artículo 18, que ha pasado a
ser artículo 20, por el siguiente:
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 247 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

“Artículo 20.- La Comisión tendrá las siguientes


funciones:
- Asesorar a los Poderes del Estado en los asuntos
éticos que surgen de los avances científicos y tecnológicos en biomedicina.
- Asesorar al Ministerio de Salud en materias
relacionadas con la investigación científica en seres humanos, y recomendar la
dictación, modificación o supresión de las normas que regulen la actividad
científica en Chile.
- Promover el estudio, conocimiento y debate de la
bioética en la sociedad y especialmente en los sectores académicos, medios de
comunicación y asistenciales.
Las recomendaciones y acuerdos de la Comisión
podrán ser fruto de consensos o votaciones, y deberán dejar siempre
constancia de las diferencias o disidencias que en su seno se produzcan.”
El representante del Ejecutivo argumentó que se
debe tener presente que el proyecto constituye una ley de carácter “marco”,
puesto que se trata de una materia que no se encuentra totalmente acotada,
por tratarse de una ciencia bastante nueva, motivo por el cual las funciones de
asesoría que se encomiendan a la Comisión adquieren una relevancia especial.
- Puesta en votación la indicación del Ejecutivo,
sin discusión, fue aprobada por 7 votos a favor y 1 en contra.
ARTÍCULO 19.
“Artículo 19.- La Comisión tendrá una Secretaría
Ejecutiva que coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que
aquélla adopte. Estará conformada por el personal que al efecto asigne el
Ministerio de Salud, entre los cuales deberá incluirse un profesional experto en
bioética y un abogado.”
Indicación parlamentaria.
-Del Diputado señor Accorsi para sustituirlo por el
siguiente:
“Artículo 19.- La Comisión tendrá una Secretaría
Ejecutiva que coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que
aquélla adopte. Estará conformada por el personal que designe el Ministro de
Salud, entre los cuales se incluirán un médico y un abogado, ambos expertos
en bioética.”
- Puesta en votación la indicación, sin discusión,
fue aprobada por 7 votos a favor y 1 abstención.
ARTÍCULO 20.
“Artículo 20.- Los establecimientos que deseen
participar en proyectos de investigación científica en seres humanos, deberán
contar con un Comité de Bioética conforme al reglamento.
Los Comités de Bioética autorizarán las
investigaciones que sean sometidas a su consideración, de acuerdo con las
normas establecidas a propuesta de la Comisión Nacional de Bioética.”
Indicación del Ejecutivo.
Para suprimirlo.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 248 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

El representante de Gobierno expuso que tal


supresión obedece a la necesidad de adecuar estas normas a la nueva
institucionalidad sanitaria, donde los Comités Éticos Científicos se radican en
las Secretarías Regionales Ministeriales, por cuanto la función de informar es
propia de la autoridad sanitaria.
Asimismo, se pretende evitar que estos intereses
influyan en la autorización de un proyecto determinado, cuando tal
investigación pudiere beneficiar a la misma entidad que lo autoriza.
- Puesta en votación la supresión del artículo
20, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULO 21.
“Artículo 21.- El que violare la reserva de la
información genética de una persona, al margen de los casos que autoriza el
artículo 13, sufrirá las penas establecidas en ambos incisos del artículo 247 del
Código Penal, según el caso.
El que omitiere la encriptación a que se refiere esta
ley, sin incurrir en la conducta descrita en el inciso anterior, será sancionado
con una multa de tres a cinco unidades tributarias mensuales.”
Con respecto a la mención del artículo del 247 del
Código Penal, que sanciona al empleado público que descubra secretos en
razón de su cargo, provocando perjuicio a un particular, y a la figura penal que
se hace extensiva al profesional que revele secretos que se le han confiado en
razón de su profesión, se hizo presente que no era asimilable a los
particulares, por lo que existiría un vacío en esta materia, razón por la cual el
Ejecutivo se comprometió a presentar una indicación en este sentido.
Sobre el particular, se hizo mención de la
peligrosidad que revistiría la entrega de información genética, como pudiera,
por ejemplo, ser el caso de que ésta fuera utilizada por una Isapre y que de tal
manera pudiera discriminar a sus beneficiarios.
Indicación parlamentaria.
Dada la trascendencia en cuanto a la gravedad de
los perjuicios, el Diputado señor Accorsi presentó una indicación, que fue
suscrita por los Diputados señora Ibáñez y los señores Cornejo, Olivares,
Palma y Robles, destinada a aumentar el monto de la multa contemplada en
el inciso segundo, para lo cual se establece que podrá llegar hasta 1.000
unidades de fomento, eliminando de esta manera la mención de tres a cinco
unidades tributarias mensuales.
- Puestos en votación en forma sucesiva la
indicación y el artículo, fueron aprobados por unanimidad y por 7 votos
a favor y 1 en contra, respectivamente.
ARTÍCULO 22.
“Artículo 22.- El que omitiere el acta a que se
refiere el inciso tercero del artículo 7° o la confeccionare manifiestamente
incompleta o sustancialmente falsa, será sancionado con una multa de 10 a 20
unidades tributarias mensuales.”
Indicaciones del Ejecutivo.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 249 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

- Para agregar, en el artículo 22, a continuación de la


palabra “mensuales”, la frase “sin perjuicio de las responsabilidades civiles o
penales que procedan”, precedida de una coma (,).
- Para agregar el siguiente inciso segundo:
“La misma sanción afectará a quienes desarrollen
proyectos de investigación científica biomédica en seres humanos o en su
genoma con omisión de la autorización del Comité Ético Científico que
corresponda de acuerdo con lo preceptuado por el artículo 9º.”
Indicación parlamentaria.
- Por las mismas razones expresadas en el análisis
del artículo anterior, respecto de la gravedad, se aprobó una indicación para
elevar la multa hasta 1.000 unidades de fomento, suprimiendo la mención “de
10 a 20 unidades tributarias mensuales”.
- Puesto en votación el artículo, con las tres
indicaciones señaladas, fue aprobado por unanimidad.
ARTÍCULO 23.
“Artículo 23.- El que clonare o iniciare un proceso
de clonar seres humanos será sancionado con la pena de presidio menor en su
grado medio.”
Indicaciones del Ejecutivo.
- Para agregar, en el actual artículo 23, que ha
pasado a ser artículo 24, a continuación de la frase “en su grado medio”, la
frase “y la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la profesión durante el
tiempo que dure la condena”.
- Para agregar el siguiente inciso segundo: “En caso
de reincidencia, podrá el infractor ser sancionado con la pena de inhabilitación
absoluta perpetua para ejercer la profesión.”
- Puesto en votación el artículo con las dos
indicaciones, fue aprobado por unanimidad.
ARTÍCULO 25 NUEVO.
Indicación del Ejecutivo.
Para agregar el siguiente artículo 25, nuevo:
“Artículo 25.- Corresponderá al Ministerio de Salud
establecer mediante reglamento las normas que complementen o desarrollen
los contenidos de esta ley.”
- Puesta en votación la indicación para
introducir un nuevo artículo, fue aprobada por unanimidad.

XI. PRIMER TEXTO APROBADO POR LA COMISIÓN.


El texto aprobado inicialmente por la Comisión se
incluye en el comparado que se adjunta al final de este informe.

XII. REAPERTURA DEL DEBATE.


Con fecha 16 de marzo, la Comisión acordó por unanimidad
reabrir debate, para lo cual se estimó necesario contar con la opinión
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 250 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

de los doctores señores Fernando Zegers, Manuel Santos y Sebastián


Pavlovic, asesor jurídico del Ministerio de Salud.
A continuación, se incluye una pequeña síntesis de lo expuesto por estos
especialistas.
a) El doctor Santos, formuló tres observaciones de
carácter general.
— La primera de ellas, dice relación con el concepto
de ser humano, contexto dentro del cual resulta ineludible abordar el tema de
la naturaleza humana de los embriones.
— En segundo lugar, hizo presente, además, que
también existen exámenes genéticos que nada tienen que ver con la
investigación genética, lo que puede provocar confusiones que limiten la
actividad médica.
— Por último, recalcó la importancia de la creación
de los comités ético científicos, aun cuando manifestó dudas respecto de su
operatividad.
Precisó que a partir de una definición se pueden fijar
los límites para efectuar investigación, especialmente con fines terapéuticos, y
también sobre el significado que importa la destrucción del embrión. Sobre el
particular, se precisó que extraer células totipotenciales constituye un aborto,
puesto que se está interrumpiendo el desarrollo de un ser en gestación. Señaló
que en la actualidad no es posible extraer este tipo de células sin afectar la
vida del embrión, lo que tampoco ha sido avalado por ninguna publicación
científica, que permita afirmar que se puede extraer del embrión, una célula
stem, en estado de blastocito, cultivarla en laboratorio, y que el embrión siga
viviendo. No descartó, eso sí, la posibilidad de que a futuro se pudieran extraer
este tipo de células, a través de algún procedimiento de microcirugía, sin
afectar la vida del embrión.
Sobre el particular, se recordó que hacía poco se
habían introducido modificaciones a la legislación española, en relación a la
clonación terapéutica, limitando a tres los embriones, y asumiendo su
destrucción como un mal menor.
También, hizo presente, que en Inglaterra se había
tomado una opción, definiendo que al día 14 del desarrollo embrionario, éste
adquiría la naturaleza humana, por lo que antes de ese día se permitía alguna
manipulación con fines terapéuticos.
Respecto a los miembros de los comités ético
científicos, hizo presente su preocupación en cuanto a su idoneidad, por cuanto
muchas personas que forman parte de estos comités en los hospitales, no
tienen mayor experiencia ni formación en esta área.
En razón de lo anterior, la Comisión Nacional de
Bioética debiera estar integrada también por científicos.
También, se mostró partidario de que las
instituciones fueran acreditadas desde el punto de vista bioético por entes
creados para tal fin. Se refirió, además, a la necesidad de contar con un ente
regulador, integrado por personas provenientes de diferentes ámbitos,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 251 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

expertos en bioética, y con capacidad para acreditar instituciones y autorizar


proyectos de investigación. Al respecto, recordó la experiencia con el sistema
utilizado por la Comisión Nacional de Investigación Científica y Tecnológica
(CONICYT), donde existe un doble chequeo ético, ya que los proyectos deben
ser aprobados tanto por la institución que los patrocina como por CONICYT.
Desde otro punto de vista, hizo presente que en la
actualidad existen dos tipos de terapia génica, que son la terapia en células
somáticas, donde se reemplaza un gen enfermo en un tejido específico lo que
constituye un tratamiento que desde el punto de vista ético no debiera tener
restricción.
Existe un tipo de terapia en células somáticas que
ha sido objeto de cuestionamiento, y que es el de los embriones, ya que nadie
ha probado que sea seguro agregar un gen a los embriones sin que se vean
alterados, motivo por el cual la terapia génica en embriones se encuentra
prohibida.
La terapia en células germinales, se emplea en el
caso de niños que nacen sin defensas, de manera de modificar las células de
sus gónadas, para que el defecto no se repita más en esa familia. Este tipo de
terapia tiene una moratoria internacional de cinco años, decretada por la
UNESCO, ya que se discute la posibilidad de modificar el patrimonio genético
que ha sido acumulado por miles de años, aun cuando no descartó que esta
sería una práctica segura en pocos años, por lo que constituye un tema que
deberá resolverse a futuro.
Respecto del artículo 2º, que prohíbe toda práctica
eugenésica, planteó la duda en relación con la manipulación genética en
embriones, partiendo de la base de que fuera posible y segura, en torno a si es
lícito administrar genes a un embrión para que tenga las características
genéticas que se desean. No sólo respecto de características de belleza sino,
por ejemplo, del gen que determina la altura de las personas, u otras
características, puesto que son estos los límites que ponen en duda la
aplicación de este tipo de normativa.
En relación al artículo 11, que se refiere a la terapia
génica en células somáticas, cuyo fin es la detección, diagnóstico y tratamiento
de enfermedades, señaló que este tipo de terapia constituye un tratamiento,
por lo que todo lo relativo a diagnóstico, quedaría fuera.
En este sentido, propuso que la norma señale que “la
manipulación genética en células somáticas, debe estar destinada a la
detección, diagnóstico y tratamiento”, abarcando así las tres posibilidades.
Añadió que sería conveniente considerar un acápite relativo a la manipulación
genética en células germinales.
Con respecto al artículo 17, que se refiere a la
obligación de encriptar los datos genéticos para los fines de almacenamiento y
transmisión, hizo presente que conociendo la forma en que se manejan las
informaciones en nuestro país por parte de ciertas instituciones, se había
opuesto a la ley que permitía el manejo de información genética de los
delincuentes.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 252 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Recordó un programa de detección de cáncer de


mamas a través de diagnósticos predictivos basados en los genes,
implementado por el Ministerio de Salud, por cuanto le preocupa el uso que se
le de a esta información, ya que el desarrollo de las enfermedades detectadas
de esta forma dependería también del ambiente en que se desarrolle la
persona.
En razón de lo anterior, resulta clave determinar qué
personas o instituciones deberían tener acceso a esta información, aparte de la
persona misma, ya que si otras instituciones tuvieran la oportunidad de
conocerla, sería éticamente inaceptable.
b) El doctor Fernando Zegers Hochschild,
también formuló comentarios de carácter general, sobre algunas definiciones,
y respecto de la formación de los comités de bioética.
Según su parecer una de las mayores virtudes del
proyecto es que, sin entrar en definiciones valóricas concretas, establece
prohibiciones. Agregó que existe una serie de aspectos que sólo cabrían dentro
del ámbito de la fe, ya que no existe una manera científica de demostrarlo,
como bien pudiera ser el relativo a si la animación es inmediata tras la
fecundación, o es tardía en el desarrollo.
Por otra parte, indicó que en cualquier especie podían
diferenciarse las distintas etapas de su desarrollo, con el individuo de la misma
especie, como ocurría entre un huevo y un pollo. Del mismo modo, nadie duda
que al morir un embrión de dos días no fallece una persona, porque si así fuera
las parejas deberían realizar permanentes duelos.
De este modo, la ley podría establecer la protección
de un embrión, evitando ejecutar actos que pongan en riego su vida, aunque
no se lo considere una persona, ya que esto constituye un juicio valórico y de
carácter estrictamente personal.
Se demostró partidario de que muy pronto sería
posible extraer células troncales del embrión sin destruirlo, pudiendo obtenerse
el permiso de los padres para realizar investigación, por lo que no sería
conveniente restringir esta posibilidad a través de esta ley marco.
En relación al artículo 2º, indicó que la eugenesia
se refiere a una cuestión de especies, y no de individuos, según la definición
que contempla el diccionario de la Real Academia Española, por lo que esta
norma debiera contenerse en un artículo independiente, ya que el resto de las
disposiciones se refieren a las personas.
Afirmó que, en su opinión, la modificación de
características genéticas que produjeran enfermedades debiera estar
permitida, ya que no debía bloquearse la posibilidad de que esto sucediera.
En relación con los comités ético científicos, señaló
que era fundamental contar con el personal idóneo, por lo que en cada
secretaría regional ministerial debería existir un listado de instituciones
acreditadas para realizar investigaciones científicas en seres humanos. Este
proceso de acreditación debiera quedar entregado a un organismo técnico, que
evalúe periódicamente a estas instituciones, las cuales actuarían
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 253 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

autónomamente, debiendo informar de sus investigaciones al comité científico


del Ministerio de Salud.
En lo referente a la Comisión Nacional de Bioética,
señaló que una de las mayores dificultades que enfrentaría sería la
interpretación de evidencia científica, por lo que sería necesaria una cierta
experiencia técnica. En razón de lo cual esta comisión debiera ser parte de un
proyecto independiente, que favoreciera la participación de científicos expertos
en investigaciones básicas y aplicadas, incorporando a representantes de la
comunidad, y regulando el currículum que debieran poseer sus miembros.
También, se mostró partidario de definir que se
entiende por clonación, lo cual puede entenderse como la transferencia de un
núcleo somático a un ovocito nucleado, siendo el propósito lo que diferencia a
la clonación reproductiva de la clonación terapéutica o de investigación. En su
opinión, la clonación terapéutica sería aceptable, no así la reproductiva.
Discrepó del uso de material embrionario
criopreservado, lo cual debería quedar plasmado en el proyecto de ley. Distinta
es la situación de la clonación con fines terapéuticos.
Es distinto un embrión generado con la participación
de gametos, es decir, un óvulo y un espermatozoide, que se destina a un
propósito distinto a ser una persona, que la generación de una estructura
celular, que es producto de material genético de una célula cualquiera puesto
en un óvulo, y que se destina a células troncales.
En el caso de los niños que nacen sin defensas, este
problema se ha solucionado mediante la terapia génica en células somáticas,
en que se toman células troncales de la médula, y se les incorpora el gen que
les falta, regresándolas a la circulación sanguínea, con lo que se produce un
sistema inmunológico.
La preocupación debe centrarse en la terapia génica
en células germinativas, es decir, en embriones, para que un ser sea distinto a
como debía ser originalmente, y no en la terapia en células somáticas, lo cual
no parece objetable.
Agregó que el tema más complejo lo representa la
posibilidad de hacer lo mismo en el embrión, ya que al ser totipotencial, e
incorporarle un gen distinto, podría generarse un embrión distinto de lo que
era su programa original, ya que un gen con una determinada función, al
interactuar con los demás, podría generar cambios en éstos.
En relación con el artículo 13, que señala que el
conocimiento del genoma humano es patrimonio común de la humanidad, y
por lo tanto el conocimiento de la estructura de un gen como las secuencias de
ADN no son patentables, es algo aceptado internacionalmente, ya que existe
una serie de procesos destinados a identificar y utilizar determinados genes,
que son considerados como productos biotecnológicos, es decir, como
medicamentos, pudiendo patentarse libremente desde esa perspectiva.
A su juicio el inciso segundo sería innecesario, ya que
a nivel internacional está suficientemente establecido lo que es posible hacer,
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

motivo por el cual es preferible que la norma sea lo suficientemente amplia


como para que no existan dudas sobre los productos incluidos.
En este sentido propuso que se eliminara la
posibilidad de omitir la encriptación, ya que las razones de salud pública
debieran tener como consecuencia un programa de educación pública que
permita que cada individuo, en uso de su propia formación y autonomía,
decida si se acerca al establecimiento respectivo para recibir información y
tratamiento, si correspondiere, sin exponer su identidad y antecedentes a la
información pública.
c) Sebastián Pavlovic, asesor jurídico del Ministerio
de Salud, señaló que la investigación científica, en la actualidad, se encuentra
regulada a través de resoluciones del Ministerio de Salud, las cuales fijan las
directrices generales de la investigación científica para medicamentos no
registrados, pero no existe una reglamentación para la investigación
propiamente tal.
Cada servicio de salud cuenta con comités ético
científicos, cuya función es informar los proyectos de investigación sobre
medicamentos no registrados, material que sirve al Instituto de Salud Pública
(ISP) para autorizar la importación del medicamento y la investigación
correspondiente. Si la investigación es multicéntrica, o presenta una
importancia relativa, el Ministerio de Salud constituye un comité ético científico
ad-hoc, cuya función básica es informar. La decisión final le compete al
director del establecimiento.
Manifestó que, al modificarse el número de comités
ético científicos de 28 a 13, era probable que se produjera una mejora en el
nivel de sus integrantes. Distinguió esta situación de los comités de ética de
los establecimientos hospitalarios, cuya función esta dada por el manejo de
casos clínicamente complejos, y de la Comisión Nacional de Bioética, la cual no
constituye una instancia de apelación, sino que es una función asesora de
políticas públicas, ya que la idea es que la autoridad en materias regulatorias
se mantenga en el Ministerio de Salud.

XIII. SEGUNDA DISCUSIÓN EN PARTICULAR.


Como se señaló en el capítulo anterior, solicitada la
reapertura del debate, se puso nuevamente en discusión el proyecto en los
términos que se indican a continuación.
En primer lugar, se abrió un debate en torno a la
importancia de proteger la vida desde la “concepción”, concepto para el cual
no existe uniformidad de criterios para definir exactamente desde cuando
comienza la vida. Se recordó que sobre este tema, existen diferentes posturas
cuyos fundamentos se basan tanto en principios religiosos, filosóficos y más
bien valóricos, razón que ha impedido hasta la fecha llegar a un acuerdo sobre
el momento exacto donde se produce a vida.
Dentro de la discusión, se tuvieron en cuenta
aspectos relativos al aborto terapéutico, a los métodos anticonceptivos, y
durante la discusión del proyecto sobre trasplante de órganos donde también
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

se repitió la misma discusión, con la diferencia que en el último caso la muerte


cerebral resulta más fácil de determinar.
En general el proyecto aborda dos grandes materias,
una relativa a la clonación humana y la otra relativa a cuando comienza la
vida.
Sobre la base del debate, se tuvo en consideración
las opiniones de los doctores Maturana y Varela, quienes elaboraron la teoría
de la autopoiesis, cuya definición señala que consiste en la capacidad de un
sistema para organizarse de tal manera que el único producto resultante es él
mismo, no existiendo separación entre productor y producto. Así, el ser y el
hacer de una unidad autopoietica son inseparables y esto constituye su modo
específico de organización.
Esta es una de las distintas interpretaciones que
existen sobre el particular, cuya discusión sigue aún viva, por lo que se
sostuvo que era preferible no consignar una definición en el proyecto de ley.
En la doctrina nacional no existe una uniformidad de
criterios en cuanto al momento en que comienza la vida, lo cual reviste gran
importancia puesto que a partir de ese momento se entiende que se da inicio a
la existencia de un ser individual y distinto, por lo cual pasa a ser digno de
protección jurídica
Al revisar la normativa interna, se tuvo en
consideración lo dispuesto por el artículo 19, Nº 1, de la Constitución Política,
que asegura el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de la
persona.
Asimismo, al efectuar un breve análisis sobre las
principales disposiciones de los Códigos Civil y Penal, se puede constatar que
existe una regulación de los derechos del que está por nacer.
De esta manera, y a modo de conceptuar a la
persona humana, el artículo 55 del Código Civil señala que “son todos los
individuos de la especie humana cualquiera que sea su edad, sexo, estirpe o
condición”.
El momento en que un individuo de la especie
humana comienza su propio ciclo vital, es decir, el instante concreto en que
empezó a ser reviste mucha importancia, puesto que este hecho determina
que sea sujeto de protección jurídica por toda su vida, de acuerdo con la
autonomía de su existencia. Es por ese motivo que se distingue entre vida
plena y vida incipiente.
En el primer caso, se trata de la vida autónoma y
plena que parte desde el nacimiento y, en el segundo caso, el de la vida en
formación que abarca desde la concepción hasta el nacimiento de la persona.
De acuerdo con la doctrina y la jurisprudencia
nacional el inicio de la vida humana comienza con la concepción.
El Pacto de San José, en su artículo 4º, establece
que toda persona tiene derecho a que se respete su vida, lo cual deberá estar
protegido por la ley a partir del momento de la concepción.
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PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Este último instrumento internacional, establece el


derecho al respecto de la vida, en general, desde el momento de la
concepción, con lo cual deja abierto un cierto margen de interpretación.
El Diccionario de la Real Academia, define
concepción como la acción y efecto de concebir, y fecundación como el unir
la célula reproductora masculina a la femenina para dar origen a un nuevo ser.
El Diccionario Médico de Melloni, en su segunda
acepción, lo define como “la fertilización del óvulo o acto de inicio del
embarazo”.
Desde esta perspectiva, se pueden distinguir dos
grandes hitos: Por un lado la concepción que da inicio a la existencia natural
de la persona humana y el nacimiento, el cual da inicio a la vida legal de las
personas.
La determinación del momento en que se inicia la
existencia de un individuo tiene repercusiones en distintas ramas del derecho,
como son el derecho constitucional, civil y penal.
Así, por ejemplo, la Carta Fundamental establece
dentro de las garantías constitucionales del artículo 19, Nº 1, que la ley
protege la vida del que está por nacer, es decir, se protege a un individuo de la
especie humana, que ha iniciado su existencia natural, aún cuando no ha
nacido.
Con respecto al momento en que se inicia la
existencia natural, existen distintas posiciones, entre las cuales cabe
mencionar:
— Desde la fertilización del óvulo con el espermio,
ya sea dentro o fuera del cuerpo humano.
— Desde la implantación del embrión en la pared
uterina, es decir, entre el séptimo y decimocuarto día posterior a la
fecundación.
— Desde el comienzo de la actividad cerebral del
embrión.
— Desde la viabilidad del feto, es decir, desde que el
feto tenga la posibilidad de sobrevivir autónomamente de su madre.
Tanto la doctrina como la jurisprudencia nacional se
inclinan por la primera postura.
Así, por ejemplo, Sergio Diez señala: “La persona humana, entonces,
se encuentra presente desde el inicio de la vida, desde la concepción, aún
cuando el embrión sea persona en potencia y el bebé sea persona en acto,
porque la vida que protege la Constitución no puede ser sino la vida desde el
primer instante de la fecundación y hasta la muerte”.6
Por otra parte existe un fallo de la Corte Suprema
del 30 de agosto de 2001, en el cual se pronuncia sobre un recurso de
protección relativo a la píldora del día después, en el cual este Tribunal debe
pronunciarse sobre el momento en que se inicia la vida de la persona humana.

6
Diez, S. Personas y Valores. Ed. Jurídica. 1999, Santiago, p.126.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 257 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

En sus considerandos expresó: “Nuestra Carta Fundamental y el Pacto de San


José de Costa Rica, imponen a la ley la protección de la vida del que está por
nacer, principio ya consagrado en el artículo 75 del Código Civil; y tanto este
cuerpo legal, el artículo 76, como la Convención citada, en su artículo 4 Nº 1,
fijan el inicio de la vida desde la época de la concepción”.7
A su vez, el Código Civil en sus artículos 75, 76 y 77 hacen referencia a
la criatura ya concebida, otorgándole protección legal. De partida el artículo 75
señala: ”La ley protege la vida del que está por nacer. El juez, en
consecuencia, tomará, a petición de cualquiera persona o de oficio, todas las
providencias que le parezcan convenientes para proteger la existencia del no
nacido, siempre que crea que de algún modo peligra”.
Por su parte el artículo 76 prescribe que para determinar el momento de
la concepción debe necesariamente recurrirse a la fecha del nacimiento: “De la
época del nacimiento se colige la de la concepción”. Incluso este artículo en su
inciso segundo establece una presunción de derecho para determinar la fecha
de la concepción a partir de la fecha del nacimiento. El artículo 77 agrega que:
“Los derechos que se deferirían a la criatura que está en el vientre materno, si
hubiese nacido y viviese, estarán suspendidos hasta que el nacimiento se
efectúe”.
Así, de acuerdo a la doctrina mayoritaria a partir de estos artículos se
entiende que la existencia natural de la persona humana comienza con la
concepción, es decir, con la fecundación del óvulo femenino y el
espermatozoide masculino, tal como lo expresa Hernán Silva: “La existencia
natural de las personas que se denomina también personalidad natural, se
inicia con la fecundación, que el Código Civil señala como la concepción”.8
Por su parte Carlos Ducci al analizar la existencia de las personas
naturales señala: “Cuando el nacimiento no constituye un principio de
existencia se reputa que la criatura no ha existido jamás. Pero no obstante
esta afirmación y el hecho de que la personalidad legal comienza con el
nacimiento, existe una realidad, cual es la de la criatura ya concebida, realidad
que no ha podido ser ignorada por el derecho”.9
Dentro de la doctrina penal existe consenso en entender que esta
rama del Derecho protege la vida en formación, aunque carezca de
personalidad legal. De partida se encuentra tipificado el delito de aborto en los
artículos 342 y siguientes del Código Penal, cuyo bien jurídico protegido es la
vida del nasciturus.10 A partir de este tipo penal, la doctrina se plantea la
interrogante de determinar desde cuándo esta vida en formación merece
protección jurídica penal, es decir, desde cuándo se inicia su vida como
persona humana.
Cabe hacer presente que la doctrina penalista ha reconocido dos
momentos distintos que pueden ser los que marcan el inicio de la vida
humana:
7
Fallo Corte Suprema del 30 de agosto de 2001 en: http://www.lexisnexis.cl
8
Silva, H. Medicina Legal y Psiquiatría Forense. Ed. Jurídica. Santiago. 1991, tomo I, p. 113.
9
Ducci, C. Derecho Civil. Ed. Jurídica. Santiago. 1995, p.112.
10
Criatura que aún no ha nacido.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 258 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

— La concepción, instante en que el óvulo


femenino es inseminado por el espermio y
— La anidación, es decir, cuando el óvulo
inseminado se ubica en el útero materno.
Al respecto Mario Garrido Montt, Ministro de la Corte Suprema
señala: “En nuestro país tradicionalmente se ha considerado que la protección
debe regir desde la inseminación del óvulo”11. Sin embargo, entiende que esta
postura tradicional no comprende a los actuales problemas que se están
generando a partir de las distintas técnicas de inseminación asistida, como la
inseminación in vitro, por lo cual piensa que prontamente deberá cambiar esta
concepción de inicio de la vida a partir de la fecundación, al menos en el
ámbito penal.
Con fecha 15 de junio, los Diputados señora
Cristi y señores Forni, Masferrer, Melero y Rossi, presentaron
indicaciones a todos los artículos, con excepción del 5º del proyecto,
en los términos que se consignan a continuación:
ARTÍCULO 1º.
“Artículo 1º.- Esta ley tiene por finalidad proteger la
vida, la integridad física y psíquica de las personas, así como su dignidad e
identidad genética con respecto a la investigación científica, biomédica y sus
aplicaciones clínicas.”
Indicaciones.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el artículo 1º por el siguiente:
“Artículo 1º.- Las disposiciones de la presente ley
tienen por finalidad proteger la vida, desde el momento de la concepción, la
integridad física y psíquica, así como la diversidad e identidad genética, en
relación con la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.”
La discusión se centró básicamente en determinar
desde cuando se iniciaba la vida, materia donde la mayoría coincidió en cuanto
a que la vida debía ser protegida desde la concepción, sin perjuicio de que es
una materia donde no hay uniformidad de criterios por cuanto ello depende de
enfoques valóricos, filosóficos y morales. Se tuvo en consideración lo
establecido por la Carta Fundamental y por el Pacto de San José de Costa Rica.
Puesta en votación la indicación, fue aprobada
por 6 votos a favor, 3 en contra y 1 abstención.
-Del Diputado señor Rossi, para agregar en el
artículo 1º, la frase “de los seres humanos” a continuación de la palabra “vida”.
Puesta en votación la indicación, fue aprobada
por 6 votos a favor, 3 en contra y 1 abstención.
ARTÍCULO 2º.
“Artículo 2º.- Se prohíbe toda práctica eugenésica.
Sólo se podrán modificar características genéticas humanas que incidan en la
herencia, en los casos y en la forma previstos por la ley.”

11
Garrido, M. Derecho Penal. Ed. Jurídica. Santiago. 2002, tomo III, p. 98.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 259 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el artículo 2º por el siguiente:
“Artículo 2º: Queda expresamente prohibida toda
práctica eugenésica, entendiéndose por tal, cualquier especie de intervención
sobre el genoma cuyo propósito sea modificarlo hereditariamente.”
Se señaló que la idea es restringir la terapia génica a
células somáticas, y no extendiéndola a las células germinales, puesto que ello,
pudiera acarrear consecuencias no previstas, alterando la información genética
de una persona.
El fin último de la iniciativa es la protección de la vida
de los seres humanos, por lo cual prohibir toda práctica eugenésica resulta del
todo concordante con la definición del Diccionario Médico que define
eugenesia, como aquella rama de la ciencia que se ocupa del estudio del
mejoramiento hereditario del hombre, mediante el control genético, puesto
que esto podría conducir a que se intente destacar ciertos rasgos de la especie
humana que se consideren como positivos, con lo cual se podrían provocar
ciertas discriminaciones.
Por otra parte, también, se sostuvo, que con la
redacción propuesta se estaría cerrando cualquier posibilidad de investigación
futura en desmedro de la ciencia y de los beneficios que de ello podrían
obtenerse para la humanidad, por lo que se sugirió acotar cuando era posible
realizar este tipo de investigaciones, de manera de no cerrar las posibilidades
de obtener avances en casos de enfermedades como la esquizofrenia, la
diabetes u otras.
Puesta en votación, fue aprobada por
unanimidad.
ARTÍCULO 3º.
“Artículo 3º.- Se prohíbe toda forma de
discriminación basada en el patrimonio genético de las personas.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el artículo 3º por el siguiente:
"Artículo 3º.- Queda prohibida toda forma de
discriminación arbitraria basada en el patrimonio genético de las personas.
En consecuencia, los resultados de exámenes
genéticos y análisis predictivos de la misma naturaleza, efectuados en
conformidad a esta ley, no podrán ser utilizados con ese fin. "
Puesta en votación, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULO 4º.
“Artículo 4º.- Sólo podrán realizarse estudios e
indagaciones para determinar la identidad genética de una persona con su
consentimiento, o el de su representante legal, o por orden de tribunal
competente en causa en que tal hecho sea relevante.”
Indicación.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 260 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,


Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el artículo 4º por el siguiente:
"Artículo 4º.- Sólo se podrá investigar y determinar la
identidad genética de un ser humano si se cuenta con su consentimiento previo
e informado, o en su defecto, el de aquel que deba suplir su voluntad en
conformidad a la ley. Lo anterior, sin perjuicio de la facultad de los tribunales
de justicia en la forma y en los casos establecidos en la ley."
Puesta en votación, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULO 5º.
“Artículo 5º.- La libertad para llevar a cabo
actividades de investigación científica biomédica en seres humanos tiene como
límite el respeto a los derechos y libertades esenciales que emanan de la
naturaleza humana, reconocidos por la Constitución Política de la República, así
como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes.”
Cabe hacer presente que este artículo fue aprobado durante la primera
discusión, y no fue objeto de indicaciones durante la reapertura del debate.
ARTÍCULO 6º.
“Artículo 6º.- Toda investigación científica en un ser
humano que involucre algún tipo de intervención física o psíquica debe
ajustarse a lo dispuesto en esta ley y en las demás normas que resulten
aplicables, según el caso.
Deberá contar con el consentimiento libre, expreso e
informado, otorgado por la persona, o por su representante legal cuando ella
carezca de capacidad para obrar por sí misma.
En caso de que el representante legal no exista o no
pueda ser consultado y se trate de una situación de urgencia para la persona,
será considerado representante aquél a cuyo cuidado la persona se encuentre
o, en caso de pacientes psiquiátricos, quien haya sido designado su apoderado
para efectos del tratamiento.
La prestación del consentimiento deberá constar en
un acta firmada también por el director responsable del proyecto respectivo y
por el director del establecimiento donde se realizará la investigación o por
quien éste designe, quien actuará como ministro de fe.
La revocación del consentimiento procederá siempre
y en cualquier momento y no generará responsabilidad de ninguna especie,
cualesquiera que sean los efectos que ella produzca.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el artículo 6º por el siguiente:
"Artículo 6º.- Toda investigación científica en seres
humanos que implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser
realizada siempre por profesionales idóneos, justificarse en su objetivo y
metodología y ajustarse en todo a lo dispuesto en esta ley.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 261 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

No podrá desarrollarse una investigación científica si


hay antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción,
muerte o perjuicio corporal grave y duradero para un ser humano.
Tampoco podrá realizarse una investigación científica
con fines terapéuticos si no existe certeza de que sus beneficios serán mayores
a sus eventuales riesgos."
Esta indicación, tiene por objeto incorporar los
principios de la Declaración de Helsinki y del Código de Nüremberg, relativos a
los requisitos que deben cumplir las investigaciones científicas con el objeto de
resguardar la salud de los pacientes. Asimismo, se hizo hincapié en la
importancia que reviste identificar al profesional a cargo de la investigación,
motivo por el cual se incorporó la palabra “idóneo”.
La Comisión acordó agregar, en el primer inciso, a continuación, de la
palabra “idóneos” la expresión “en la materia” y en el inciso segundo, para
reemplazar “perjuicio” por “lesión”, para precisar que se trata de una
lesión y no un perjuicio económico.
Puesta en votación la indicación con el cambio señalado, fue aprobada
por unanimidad.
ARTÍCULO 7º.
“Artículo 7º.- Sin perjuicio de las exigencias
establecidas en otras normas de esta ley, son deberes especiales del
investigador:
1) Transmitir, por escrito y verbalmente, a la persona
que será objeto de la investigación, o a su representante legal, en un lenguaje
comprensible para ella, toda la información que necesite para prestar un
consentimiento informado, incluida la posibilidad de negarse a participar en la
investigación antes de su inicio y durante el curso de la misma, sin incurrir en
responsabilidades o sanciones ni en pérdida de beneficios.
2) Ofrecer amplia oportunidad de hacer preguntas e
instar a la persona a que las formule.
3) Excluir toda posibilidad de engaño, influencia
indebida o intimidación.
4) Recabar el consentimiento escrito una vez que la
persona tenga pleno conocimiento de los siguientes aspectos:
a) naturaleza de la investigación, procedimientos por
seguir y duración aproximada de la misma;
b) riesgos e incomodidades asociados a la
investigación. En caso de que la investigación involucre un medicamento o
dispositivo médico no registrado en Chile o cuya indicación no esté registrada,
el investigador deberá hacer indicación expresa de ello;
c) beneficios potenciales de la investigación, y
d) procedimientos o tratamientos alternativos que
podrían ser beneficiosos.
5) Renovar el consentimiento informado si las
condiciones o los procedimientos de la investigación sufren modificaciones
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 262 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

importantes, según lo califique el Comité Ético Científico que haya informado y


aprobado el proyecto de investigación.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el artículo 7º por el siguiente:
“Artículo 7º.- Toda investigación científica en un ser
humano deberá contar con su consentimiento previo, expreso, libre e
informado, o en su defecto, el de aquel que deba suplir su voluntad en
conformidad a la ley.
Para los efectos de esta ley existe consentimiento
informado cuando se constata que la persona que debe prestarlo conoce los
aspectos esenciales de la investigación, en especial su finalidad, beneficios,
riesgos y alternativas, como consecuencia de habérsele proporcionado
información adecuada, suficiente y comprensible sobre el proyecto. Dentro de
esta información deberá hacerse especial mención al derecho que tiene de no
consentir en la investigación o de revocar su consentimiento en cualquier
momento, sin que ello importe responsabilidad, sanción o pérdida de beneficio
alguno.
El consentimiento deberá constar en un acta firmada
por la persona que en virtud de esta ley debe consentir en la investigación, por
el director responsable de ella y por el director del centro o establecimiento
donde ella se llevará a cabo, quien además actuará como ministro de fe.
El director responsable de la investigación deberá
conservar el original del acta, entregando una copia de ella a la persona que
autoriza la investigación y otra al director del centro o establecimiento donde
ésta se realiza.
La revocación del consentimiento procederá siempre,
en todo momento y por cualquier medio y no generará responsabilidad alguna,
cualquiera sea los efectos que ella produzca.
En todo caso, el consentimiento deberá ser
nuevamente solicitado cada vez que los términos o condiciones en que se
desarrolla la investigación sufran modificaciones, salvo que éstas sean
consideradas menores por el Comité Ético Científico del centro o
establecimiento que haya aprobado el proyecto de investigación."
Este artículo se fundamenta en la necesidad de velar
por los derechos de las personas que son objeto de investigaciones, de manera
que no se vean afectadas, para lo cual se establecen ciertas condiciones, a la
vez que flexibiliza la redacción inicial, pero dentro de un marco de seguridad
para los pacientes por cuanto se establece la obligación de suscribir un acta
con miras a obtener un conocimiento informado.
Por acuerdo de la Comisión, se agregó, en el segundo inciso, luego de la
frase “o de revocar su consentimiento en cualquier momento” la expresión “por
cualquier medio”, y se eliminó su inciso quinto, por ser redundante.
Puesta en votación la indicación con las
modificaciones señaladas, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULOS 8º, 9º Y 10.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 263 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

“Artículo 8º.- En cada Secretaría Regional


Ministerial de Salud existirá un Comité Ético Científico, destinado a informar y
autorizar los proyectos de investigación científica biomédica que se pretendan
desarrollar en el territorio de su competencia.
El reglamento establecerá los casos especiales en los
que, por afectar a dos o más regiones del país, o por la importancia nacional
de la investigación biomédica propuesta, el Ministerio de Salud constituya un
Comité ad hoc para informar y autorizar dicha investigación. Asimismo, la
forma de integración, el funcionamiento y los procedimientos a que deberá
ceñirse dicho Comité se establecerán mediante reglamento.
Los Comités Éticos Científicos no podrán autorizar
ninguna investigación o proyecto científico en el cual detecten la omisión de las
obligaciones que los artículos 6º y 7º imponen al investigador.
Los Comités Éticos Científicos, al informar y autorizar
los proyectos de investigación científica biomédica que se les presenten,
deberán considerar la adecuación de dichos protocolos a las pautas éticas
científicas de la investigación científica en seres humanos, validadas y
reconocidas internacionalmente.”
“Artículo 9°.- Los responsables del proyecto de
investigación deberán contratar en el país seguros de responsabilidad para
cubrir los perjuicios que durante el proyecto de investigación, y con motivo de
él, sufran las personas que fueren objeto de la investigación.”
“Artículo 10.- Los exámenes genéticos y los análisis
predictibles de la misma naturaleza sólo podrán hacerse por motivos
diagnósticos, terapéuticos o de investigación científica, de acuerdo con las
normas de esta ley.
En la realización de estos exámenes y análisis se
deberá dar cumplimiento a lo establecido en los artículos 6º, 7º y 14.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para eliminar los artículos 8º, 9º y 10.
Esta propuesta obedeció a la necesidad de ordenar el
texto del articulado, ya que, por ejemplo, el artículo 8º establecía los Comités
Ético Científicos, en circunstancias de que no es conveniente que queden
radicados en las secretarías regionales ministeriales, dadas las delicadas
funciones que les competerán y también, por las condiciones que deberán
reunir quienes las conformen, especialmente en algunas zonas que no cuentan
con profesionales que reúnan estas características.
Respecto del artículo 9º, se señaló que su contenido
carecía de sentido, ya que la contratación de seguros de responsabilidad
implicaría paralizar este tipo de investigaciones, debido al incremento que
experimentarían sus costos.
Por último, en relación con el artículo 10, se precisó
que esta materia se encontraba regulada por el artículo 3º.
Puesta en votación, fue aprobada por 6 votos a favor y 1 abstención.
ARTÍCULO 11.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 264 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

“Artículo 11.- La terapia génica en células somáticas


está destinada a la detección, diagnóstico y tratamiento de enfermedades o a
impedir su aparición.
Será aplicable en estos casos lo dispuesto sobre
consentimiento informado en los artículos 6º y 7º.”

Indicación retirada.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para sustituir el artículo 11 por el siguiente
artículo 8º:
"Artículo 8º.- La terapia génica en células somáticas
está destinada al tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.
Se prohíbe la terapia génica en células germinales,
entendiendo por ella la modificación genética de las células reproductoras o sus
progenitoras."
En torno a este artículo, se plantearon diversas dudas
sobre los términos del inciso segundo, respecto a si es correcto utilizar el
término “progenitoras”, y aún si ello fuere correcto, si sería conveniente
prohibir su modificación genética, ya que con esto se podría permitir algún tipo
de manipulación de ellas, al no constituir un ser humano.
En razón de lo anterior, el Diputado señor Accorsi
formuló las siguientes consideraciones:
1) La terapia génica es una técnica de laboratorio.
Como tal no puede ser catalogada de buena o mala, de conveniente o
inconveniente, de éticamente aceptable o inaceptable. Sería un error evaluar
éticamente una determinada tecnología. Lo que debe evaluarse y regularse es
el uso que se hace de esa tecnología en personas, embriones humanos,
gametos u otros animales.
2) Es un objetivo general de cualesquier sociedad
procurar que la gente viva mejor. Esto incluye la prevención de enfermedades
graves cuando esto es técnicamente posible.
3) En la actualidad se han identificado más de 100
mutaciones a genes reconocidos mediante ingeniería genética y para los que
hay marcadores específicos. Estos genes están incluidos en el genoma de
espermatozoide y de óvulos.
4) En la actualidad, cuando se sabe que una persona
y/o su pareja son portadores de uno de esas mutaciones, se identifican los
embriones que llevan esa mutación y se eliminan, transfiriendo en la mujer
sólo embriones que no tienen esa mutación. Así se evita que nazcan niñas/os
con enfermedad fibroquística, retardo mental, ceguera por retinoblastoma o
retinitis pigmentosa, distrofias musculares, etc. Estos procedimientos no se
aplican en Chile ya que no se desechan embriones y por lo tanto, no es
razonable someter a una pareja a un diagnóstico si ella no está autorizada
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 265 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

para ejercer autonomía en relación a sus embriones. Esto por lo demás no es


parte del proyecto de genoma.
La pregunta que debe contestarse es en el caso que
la tecnología permitiese modificar el gen mutado o evitar que este se exprese.
¿Qué sentido tendría no corregirlo?. ¿Sería ético someter a una persona a una
enfermedad grave invalidante pudiendo haberlo evitado mediante bloqueo de
la expresión génica o cambio del gen mutado enfermo?.
El abstenerse de efectuar modificaciones en gametos
o embriones que finalmente se traduzcan en la no expresión de una
enfermedad genética grave o invalidante para una persona nacida, pareciera
ser una técnica dudosa.
5) Si en una pareja, tanto el hombre como la mujer
tienen una mutación para atrofia muscular espinal (SMA) en que los recién
nacidos mueren en las primeras semanas de vida, y suponiendo que en un
futuro cercano se pueda modificar o bloquear la mutación, ya sea en el
espermatozoide o en el óvulo. ¿Cuál es el razonamiento ético para impedir que
esa pareja tenga un hijo sano?; ¿cuál es el bien ético superior, que se quiere
proteger y que esté por encima del tener un hijo sano?.
6) El proyecto de ley debería reglamentar que la
terapia génica debe siempre estar destinada a tratar o prevenir enfermedades.
Dado que en la definición de enfermedades puede haber juicios de valor, la
definición de cuales enfermedades pueden o deben tratarse, debiera ser
resorte de lineamientos dados por la Comisión Nacional de Bioética.
Indicaciones.
-Del Diputado señor Robles, para reemplazar el
artículo 8º por el siguiente:
“Artículo 8º.- La terapia génica, está exclusivamente
destinada al tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.
Se prohíbe la terapia génica con otros fines que no
sean terapéuticos.”
Puesta en votación, fue rechazada por 1 voto a
favor, 7 en contra y 1 abstención.
-De los Diputados señores Rossi, Accorsi, Bayo y
Melero para sustituir el antiguo articulo 11, actual 8º, por el siguiente:
“Artículo 8º.- La terapia génica en células somáticas
y células reproductoras o sus progenitoras estará autorizada sólo con fines de
tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.”
Puesta en votación, fue aprobada por 8 votos a
favor y 1 en contra.
ARTÍCULO 12.
“Artículo 12.- Se prohíbe la clonación de seres
humanos y, por tanto, cualquier intervención a persona que dé por resultado la
creación de un ser humano genéticamente idéntico a otro, vivo o muerto.
La clonación de tejidos y órganos sólo procederá con
fines terapéuticos o de investigación científica. En ningún caso podrán usarse
para tales fines embriones humanos.”
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 266 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para sustituir el artículo 12 por el siguiente
artículo 9º.
"Artículo 9º.- Se prohíbe la clonación de seres
humanos, cualquiera sea el fin perseguido y la técnica utilizada, sea esta
última la transferencia nuclear, la gemelación artificial u otras técnicas que den
como resultado la producción de un organismo humano idéntico a otro, vivo o
muerto, en sus características genéticas esenciales, a las de aquel del cual
proviene su material genético."
Al respecto, la Comisión acordó eliminar la frase
que se inicia con “sea esta última, la transferencia” hasta el final del
párrafo.
Puesta en votación la indicación con los
cambios señalados, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULO NUEVO.
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para agregar un nuevo artículo 10 del siguiente
tenor:
"Artículo 10.- El cultivo de tejidos y órganos sólo
procederá con fines terapéuticos o de investigación científica. En ningún caso
podrán destruirse embriones humanos para obtener las células madre que den
origen a dichos tejidos y órganos."
El objeto de esta indicación es velar por que no se
puedan realizar investigaciones destinadas a la clonación de seres humanos en
forma velada. También, proscribe la posibilidad de destruir embriones
humanos para obtener células madres, ya que en la actualidad no existen la
técnica para extraer células madres, sin destruir el embrión.
En este artículo, la Comisión acordó sustituir la
palabra “madres” por la expresión “troncales”.
Puesta en votación la indicación con el cambio
mencionado, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULO 13.
“Artículo 13.- El conocimiento del genoma humano
es patrimonio común de la humanidad. Nadie puede atribuirse ni constituir
propiedad sobre el mismo o sobre parte de él. Por lo tanto, el conocimiento de
la estructura de un gen y de las secuencias de ADN no son patentables.
Los procesos biotecnológicos derivados del
conocimiento del genoma humano, así como los productos obtenidos
directamente de ellos, como los medicamentos, son patentables según las
reglas generales.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para sustituir el artículo 13 antiguo por el
siguiente, que pasa a ser 11.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 267 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

"Artículo 11.- El conocimiento del genoma humano es


patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie puede atribuirse,
ni constituir propiedad sobre el mismo ni sobre parte de él. El conocimiento de
la estructura de un gen y de las secuencias de ADN no son patentables.
Los procesos biotecnológicos derivados del
conocimiento del genoma humano, así como los productos obtenidos
directamente de ellos, diagnósticos o terapéuticos, son patentables según las
reglas generales."
Al respecto, la Comisión acordó agregar a continuación de la palabra
“secuencias, las expresiones “totales o parciales”, para perfeccionar la
redacción.
Puesta en votación la indicación con la
modificación que se detalló, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULO 14.
“Artículo 14.- La información genética de una
persona será reservada, salvo que ella la revele o así sea decretado por orden
de tribunal competente en causa en que tal hecho sea relevante, todo ello sin
perjuicio de las normas sobre secreto profesional.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el antiguo artículo 14 por el
siguiente artículo 12:
"Artículo 12.- La información genética de una persona
será reservada. Lo anterior sin perjuicio de las facultades de los tribunales de
justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley. Asimismo y para los
efectos de esta ley, resultan plenamente aplicables las disposiciones sobre
secreto profesional contempladas en nuestra legislación."
Sobre este mismo punto, la Comisión acordó reemplazar las palabras
“una persona” por “un ser humano”, a modo de guardar concordancia con el
resto del proyecto.
Puesta en votación la indicación con el cambio
señalado, fue aprobada por unanimidad.

ARTÍCULO 15.
“Artículo 15.- La recolección, almacenamiento,
tratamiento y difusión de los datos genéticos de las personas se ajustará a las
normas de la ley Nº 19.628, sobre Protección de Datos de Carácter Personal.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el antiguo artículo 15 por el
siguiente artículo 13:
"Artículo 13.- La recolección, almacenamiento,
tratamiento y difusión de los datos genéticos de las personas se ajustará a las
disposiciones de la ley N° 19.628, sobre protección de datos de carácter
personal.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 268 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Los datos genéticos que permitan la identificación de


una persona deberán ser encriptados para su almacenamiento y transmisión.
La encriptación podrá omitirse temporalmente por
razones de utilidad pública."
Se recalcó que el término encriptación no estaba
incorporado en el Diccionario de la Real Academia de la Lengua, ante lo cual se
argumentó que era una palabra que se utiliza con frecuencia en el campo de la
informática.
Puesta en votación la indicación sustitutiva, con las adecuaciones
formales acordadas por la Comisión, para reemplazar en el inciso primero la
expresión “de los datos genéticos” por “del genoma” y sustituir en el inciso
segundo la palabra “genéticos” por “del genoma humano”, para guardar
concordancia con el resto del articulado, fue aprobada por 3 votos a favor, 1 en
contra y 1 abstención.
ARTÍCULO 16.
“Artículo 16.- Queda prohibido solicitar, recibir,
poseer y utilizar información genética relativa a una persona determinada e
identificable, así como indagar si una persona se ha realizado un examen o
análisis de carácter genético, salvo autorización expresa de la persona, de su
representante legal o por orden de tribunal competente en causa en que tal
hecho sea relevante.
Estas prohibiciones no afectan a la recolección y
procesamiento de información genética de carácter estadístico y no
nominativo.”

Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el antiguo artículo 16 por el
siguiente artículo 14:
"Artículo 14.- Queda prohibido solicitar, recibir,
indagar, poseer y utilizar información genética relativa a una persona, salvo
que ella lo autorice expresamente o en su defecto, el que deba suplir su
voluntad en conformidad a la ley. Lo anterior, sin perjuicio de las facultades de
los tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley."
La Comisión acordó reemplazar la palabra “genética” por la frase “sobre
el genoma”.
Puesta en votación la indicación con los
cambios mencionados, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULO 17.
“Artículo 17.- Los datos genéticos que permitan la
identificación de una persona deberán ser encriptados para su almacenamiento
y transmisión.
La encriptación podrá omitirse temporalmente por
razones de salud pública.”
Indicación.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 269 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,


Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el antiguo artículo 17 por el
siguiente artículo 15:
"Artículo 15.- Créase una Comisión Nacional de
Bioética que estará integrada por nueve profesionales, expertos en bioética,
designados por el Presidente de la República, y con acuerdo del Senado
adoptado por los dos tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especial
convocada al efecto.
Los miembros de esta Comisión durarán cuatro años
en sus cargos, pudiendo ser reelegidos. El Presidente de la República al
momento de solicitar el acuerdo del Senado propondrá al miembro que
asumirá el cargo de Presidente.
Sin perjuicio de lo antes señalado, cada institución
donde se realice investigación científica biomédica en seres humanos debe
contar con un Comité Ético Científico, acreditado de acuerdo a las normas
vigentes."
Este nuevo artículo 15 tiene por finalidad la creación
de la Comisión Nacional de Bioética, que originalmente contemplaba el
proyecto en su artículo 18.
Respecto de la composición original, no hubo
unanimidad de criterios, por cuanto se señaló que se contemplaba la
incorporación de órganos que no tenían relación directa, teniendo en cuenta
para ello los objetivos de esta Comisión. Así por ejemplo, se citó a vía
meramente referencial, que no era conveniente que participaran órganos de
carácter político, puesto que sus orientaciones son diferentes.
El criterio según el cual debería ser una sola la
autoridad que designe a los integrantes, fue compartido. Lo mismo que la
participación del Senado, a objeto de velar por la incorporación de las
diferentes corrientes de pensamiento en un tema tan complejo como la
bioética.
Puesta en votación, fue aprobada por tres votos
a favor, 1 en contra y 1 abstención.
ARTÍCULO 18.
“Artículo 18.- Créase una Comisión Nacional de
Bioética, que estará integrada por las siguientes personas:
-Ocho académicos universitarios expertos en bioética,
que serán designados mediante un proceso de selección nacional de
antecedentes: dos de Facultades de Medicina, dos de Facultades de Derecho,
dos de Facultades de Ciencias y dos de Facultades de Filosofía, nombrados por
el Presidente de la República a partir de cuatro quinas únicas propuestas por el
Consejo de Rectores.
-Dos personas designadas por el Senado.
-Dos personas designadas por la Cámara de
Diputados.
-Una persona designada por la Corte Suprema.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 270 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

-Una persona designada por el Presidente de la


República, quien la presidirá.
Las personas designadas permanecerán en sus
funciones por el plazo de tres años, pudiendo ser reelegidas. Servirán dichas
funciones ad honórem.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el antiguo artículo 18 por el
siguiente artículo 16:
"Artículo 16.- La Comisión Nacional de Bioética tendrá
entre sus funciones el asesorar a los distintos Poderes del Estado en los
asuntos éticos que se presenten producto de los avances científicos y
tecnológicos en biomedicina, en las materias relacionadas con la investigación
científica biomédica en seres humanos y recomendar la dictación, modificación
y supresión de las normas que la regulen.
Las resoluciones o acuerdos de la Comisión se
adoptarán por simple mayoría, sin perjuicio de lo cual deberá dejarse
constancia de las diferencias producidas en su seno y de la posición de
minoría."
Esta indicación recoge las funciones contempladas en
el proyecto original, introduciendo modificaciones de carácter formal y
sistematizando las funciones allí contempladas.
El representante del Ejecutivo, señor Jordán, reiteró
la opinión de que es menester diferenciar claramente los Comités Ético
Científicos de la Comisión Nacional de Bioética, puesto que tanto la integración
como sus funciones son distintas, ya que presentan perfiles diferentes.
Sobre el particular, se precisó que existen problemas
bioéticos que no necesariamente dicen relación con investigaciones científicas,
ya que el funcionamiento diario de los establecimientos hospitalarios suelen
presentarse temas complejos y de difícil solución.
Del mismo modo, se insistió en la no conveniencia de
que las secretarías regionales ministeriales de salud sean las encargadas de
calificar proyectos de investigación científica en las distintas regiones, ya que
normalmente estos proyectos serían realizados por personas que podrían llegar
a tener una mejor preparación que quienes deben prestar su autorización,
desvirtuándose el objetivo principal.
En razón de lo anterior, se sostuvo que sería más
conveniente que dichos proyectos fueran sometidos a la consideración de una
comisión de carácter nacional, que pudiese asegurar un alto nivel de quienes
serán los llamados a adoptar este tipo de decisiones.
Se hizo mucho hincapié, tanto durante el debate
general como a propósito de la discusión particular, de la falta de
investigadores y especialistas para formar los Comités Regionales, con lo que
su funcionamiento normal quedó en dudas.
Puesta en votación la indicación, fue aprobada
por unanimidad.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 271 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

ARTÍCULO 19.
“Artículo 19.- La Comisión tendrá las siguientes
funciones:
Asesorar a los Poderes del Estado en los asuntos
éticos que surjan de los avances científicos y tecnológicos en biomedicina.
Asesorar al Ministerio de Salud en materias
relacionadas con la investigación científica en seres humanos y recomendar la
dictación, modificación o supresión de las normas que regulen la actividad
científica en Chile.
Promover el estudio, conocimiento y debate de la
bioética en la sociedad y, especialmente, en los sectores académicos, medios
de comunicación y asistenciales.
Las recomendaciones y acuerdos de la Comisión
podrán ser fruto de consensos o votaciones, y se deberá dejar siempre
constancia de las diferencias o disidencias que en su seno se hayan producido.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para sustituir el antiguo artículo 19 por el
siguiente artículo 17:
"Artículo 17.- Todo aquel que intente crear o cree
seres humanos idénticos a otro, por clonación o realice cualquier procedimiento
dirigido a la selección de personas, será castigado con presidio menor en su
grado medio a máximo y la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la
profesión durante el tiempo que dure la condena.
En caso de reincidencia, podrá el infractor ser
sancionado además con la pena de inhabilitación perpetua para ejercer la
profesión."
Al respecto, la Comisión acordó reemplazar las expresiones “dirigido a la
selección de personas” por “eugenésico”, a modo de guardar armonía dentro
del texto.
Puesta en votación la indicación con el cambio
acordado, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULO 20.
“Artículo 20.- La Comisión tendrá una Secretaría
Ejecutiva, que coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que
aquélla adopte. Estará conformada por el personal que designe el Ministro de
Salud, en el cual se incluirán un profesional médico y un abogado, ambos
expertos en bioética.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el antiguo artículo 20 por el
siguiente artículo 18:
"Artículo 18.- El que violare la reserva de la
información genética de una persona, fuera de los casos contemplados en el
artículo 14, sufrirá las penas establecidas en ambos incisos del artículo 247 del
Código Penal, según el caso.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 272 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

El que omitiere la encriptación exigida en esta ley,


será sancionado con multa de hasta mil unidades de fomento."
Indicación.
-Del Diputado señor Accorsi, reemplazar la frase
“genética de una persona” por “sobre el genoma humano”.
Puestas en votación, ambas indicaciones fueron
aprobadas por unanimidad, junto a una corrección de concordancia de
la mención del artículo 14, que pasa a ser 12.
ARTÍCULO 21.
“Artículo 21.- El que violare la reserva de la
información genética de una persona, al margen de los casos que autoriza el
artículo 13, sufrirá las penas establecidas en el artículo 247 del Código Penal,
según el caso.
El que omitiere la encriptación a que se refiere esta
ley, sin incurrir en la conducta descrita en el inciso anterior, será sancionado
con una multa de hasta mil unidades de fomento.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el antiguo artículo 21 por el
siguiente artículo 19:
"Artículo 19.- El que falsificare el acta a que se refiere
el inciso tercero del artículo 7º, será sancionado con la pena de reclusión
menor en su grado mínimo y multa de 10 a 20 Unidades Tributarias
Mensuales.
Igual pena se aplicará a quien maliciosamente usare,
con cualquier fin un acta falsa.
El que omitiere la referida acta o la confeccionare
manifiestamente incompleta será sancionado con multa de 10 a 20 unidades
tributarias mensuales."
Puesta en votación, fue aprobada por unanimidad.
ARTÍCULO 22.
“Artículo 22.- El que omitiere el acta a que se
refiere el inciso tercero del artículo 6° o la confeccionare manifiestamente
incompleta o sustancialmente falsa será sancionado con una multa de hasta
mil unidades de fomento, sin perjuicio de las responsabilidades civiles o
penales que procedan.
La misma sanción afectará a quienes desarrollen
proyectos de investigación científica biomédica en seres humanos o en su
genoma con omisión de la autorización del Comité Ético Científico que
corresponda, de acuerdo con lo preceptuado por el artículo 8º.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar el antiguo artículo 22 por el
siguiente artículo 20:
"Artículo 20.- Todo aquel que desarrolle un proyecto
de investigación científica biomédica en seres humanos o en su genoma, sin
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 273 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

previa autorización del Comité Ético Científico del ...será sancionado con multa
de 10 a 20 unidades tributarias mensuales.
En este sentido, la Comisión acordó sustituir la expresión “del” por la
frase “que corresponda”, con el fin de dar una mayor flexibilidad a esta
disposición.
Puesta en votación la indicación con los
cambios señalados, fue aprobada por la unanimidad de los miembros
presentes de la Comisión.
ARTÍCULOS 23 Y 24.
“Artículo 23.- El que clonare o iniciare un
proceso de clonar seres humanos será sancionado con la pena de presidio
menor en su grado medio y la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la
profesión durante el tiempo que dure la condena.
En caso de reincidencia, el infractor podrá ser
sancionado con la pena de inhabilitación absoluta perpetua para ejercer la
profesión.”
“Artículo 24.- Corresponderá al Ministerio de Salud
establecer mediante reglamento las normas que complementen o desarrollen
los contenidos de esta ley.”
Indicación.
-De los Diputados señora Cristi y señores Forni,
Masferrer, Melero y Rossi, para reemplazar los antiguos artículos 23 y 24
por el siguiente artículo 21:
"Artículo 21.- Corresponderá al Ministerio de Salud
establecer mediante reglamento las normas que complementen o desarrollen
los contenidos de esta ley."
Puesto en votación, fue aprobado por
unanimidad.

XIV. TEXTO APROBADO POR LA COMISION.


En virtud de lo anteriormente señalado, la Comisión
prestó aprobación al siguiente texto, donde se han incorporado algunas
observaciones de carácter meramente formal.

“PROYECTO DE LEY
Artículo 1º.- Esta ley tiene por finalidad proteger la
vida de los seres humanos, desde el momento de la concepción, su integridad
física y psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en relación con
la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.
Artículo 2º.- Queda expresamente prohibida toda
práctica eugenésica, entendiéndose por tal cualquier especie de intervención
sobre el genoma cuyo propósito sea modificarlo hereditariamente.
Artículo 3º.- Queda prohibida toda forma de
discriminación arbitraria basada en el patrimonio genético de las personas.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 274 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

En consecuencia, los resultados de exámenes


genéticos y análisis predictivos de la misma naturaleza no podrán ser utilizados
con ese fin.
Artículo 4º.- Sólo se podrá investigar y determinar
la identidad genética de un ser humano si se cuenta con su consentimiento
previo e informado o, en su defecto, el de aquel que deba suplir su voluntad en
conformidad a la ley. Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de los tribunales
de justicia, en la forma y en los casos establecidos en la ley.
Artículo 5º.- La libertad para llevar a cabo
actividades de investigación científica biomédica en seres humanos tiene como
límite el respeto a los derechos y libertades esenciales que emanan de la
naturaleza humana, reconocidos por la Constitución Política de la República, así
como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes.
Artículo 6º.- Toda investigación científica en seres
humanos que implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser
realizada siempre por profesionales idóneos en la materia, justificarse en su
objetivo y metodología y ajustarse en todo a lo dispuesto en esta ley.
No podrá desarrollarse una investigación científica si
hay antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción,
muerte o lesión corporal grave y duradera para un ser humano.
Tampoco podrá efectuarse una investigación científica
con fines terapéuticos si no existe certeza de que sus beneficios serán mayores
que sus eventuales riesgos.
Artículo 7º.- Toda investigación científica en un ser
humano deberá contar con su consentimiento previo, expreso, libre e
informado, o, en su defecto, el de aquel que deba suplir su voluntad en
conformidad a la ley.
Para los efectos de esta ley, existe consentimiento
informado cuando se constata que la persona que debe prestarlo conoce los
aspectos esenciales de la investigación, en especial su finalidad, beneficios,
riesgos y alternativas, como consecuencia de habérsele proporcionado
información adecuada, suficiente y comprensible sobre ella. Dentro de esta
información, deberá hacerse especial mención del derecho que tiene de no
consentir en la investigación o de revocar su consentimiento en cualquier
momento y por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción
o pérdida de beneficio alguno.
El consentimiento deberá constar en un acta firmada
por la persona que ha de consentir en la investigación, por el director
responsable de ella y por el director del centro o establecimiento donde ella se
llevará a cabo, quien, además, actuará como ministro de fe.
El director responsable de la investigación deberá
conservar el original del acta, entregando una copia de ella a la persona que
autoriza la investigación y otra al director del centro o establecimiento donde
ésta se realizará.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 275 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

En todo caso, el consentimiento deberá ser


nuevamente solicitado cada vez que los términos o condiciones en que se
desarrolle la investigación sufran modificaciones, salvo que éstas sean
consideradas menores por el Comité Ético Científico del centro o
establecimiento que haya aprobado el proyecto de investigación.
Artículo 8º.- La terapia génica en células somáticas
y células reproductoras o sus progenitoras estará autorizada sólo con fines de
tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.
Artículo 9º.- Se prohíbe la clonación de seres
humanos, cualquiera que sea el fin perseguido y la técnica utilizada.
Artículo 10.- El cultivo de tejidos y órganos sólo
procederá con fines terapéuticos o de investigación científica. En ningún caso
podrán destruirse embriones humanos para obtener las células troncales que
den origen a dichos tejidos y órganos.
Artículo 11.- El conocimiento del genoma humano
es patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie puede
atribuirse ni constituir propiedad sobre el mismo ni sobre parte de él. El
conocimiento de la estructura de un gen y de las secuencias totales o parciales
de ADN no son patentables.
Los procesos biotecnológicos derivados del
conocimiento del genoma humano, así como los productos obtenidos
directamente de ellos, diagnósticos o terapéuticos, son patentables según las
reglas generales.
Artículo 12.- La información genética de un ser
humano será reservada. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los
tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley.
Asimismo, para los efectos de esta ley, resultan plenamente aplicables las
disposiciones sobre secreto profesional.
Artículo 13.- La recolección, almacenamiento,
tratamiento y difusión del genoma de las personas se ajustará a las
disposiciones de la ley N° 19.628, sobre protección de datos de carácter
personal.
Los datos del genoma humano que permitan la
identificación de una persona deberán ser encriptados para su almacenamiento
y transmisión.
La encriptación podrá omitirse temporalmente por
razones de utilidad pública.
Artículo 14.- Queda prohibido solicitar, recibir,
indagar, poseer y utilizar información sobre el genoma relativa a una persona,
salvo que ella lo autorice expresamente o, en su defecto, el que deba suplir su
voluntad en conformidad a la ley. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades
de los tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley.
Artículo 15.- Créase una Comisión Nacional de
Bioética que estará integrada por nueve profesionales, expertos en bioética,
designados por el Presidente de la República, con acuerdo del Senado
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 276 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

adoptado por los dos tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especial
convocada al efecto.
Los miembros de esta Comisión durarán cuatro años
en sus cargos, pudiendo ser reelegidos. El Presidente de la República, en el
momento de solicitar el acuerdo del Senado, propondrá al miembro que
asumirá el cargo de Presidente.
Sin perjuicio de lo señalado, cada institución donde
se realice una investigación científica biomédica en seres humanos deberá
contar con un Comité Ético Científico, acreditado de acuerdo con las normas
vigentes.
Artículo 16.- La Comisión Nacional de Bioética
tendrá, entre sus funciones, asesorar a los distintos Poderes del Estado en los
asuntos éticos que se presenten como producto de los avances científicos y
tecnológicos en biomedicina, en las materias relacionadas con la investigación
científica biomédica en seres humanos, y recomendar la dictación, modificación
y supresión de las normas que la regulen.
Las resoluciones o acuerdos de la Comisión se
adoptarán por simple mayoría, no obstante lo cual deberá dejarse constancia
de las diferencias producidas en su seno y de la posición de minoría.
Artículo 17.- Todo aquel que intente crear o cree
seres humanos idénticos a otro por clonación o realice cualquier procedimiento
eugenésico será castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo
y con la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la profesión durante el
tiempo que dure la condena.
En caso de reincidencia, podrá el infractor ser
sancionado, además, con la pena de inhabilitación perpetua para ejercer la
profesión.
Artículo 18.- El que violare la reserva de la
información sobre el genoma humano, fuera de los casos contemplados en el
artículo 12, sufrirá las penas establecidas en ambos incisos del artículo 247 del
Código Penal, según el caso.
El que omitiere la encriptación exigida en esta ley
será sancionado con multa de hasta mil unidades de fomento.
Artículo 19.- El que falsificare el acta a que se
refiere el inciso tercero del artículo 7º será sancionado con la pena de reclusión
menor en su grado mínimo y con multa de 10 a 20 unidades tributarias
mensuales.
Igual pena se aplicará a quien maliciosamente usare,
con cualquier fin, un acta falsa.
El que omitiere la referida acta o la confeccionare
manifiestamente incompleta será sancionado con multa de 10 a 20 unidades
tributarias mensuales.
Artículo 20.- Todo aquel que desarrolle un proyecto
de investigación científica biomédica en seres humanos o en su genoma, sin
previa autorización del Comité Ético Científico que corresponda, será
sancionado con multa de 10 a 20 unidades tributarias mensuales.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 277 de 581

PRIMER INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 21.- Corresponderá al Ministerio de Salud


establecer, mediante reglamento, las normas que complementen o desarrollen
los contenidos de esta ley.”

XV. CONSTANCIAS REGLAMENTARIAS.


— El proyecto no contiene normas de rango orgánico
constitucional ni de quórum calificado, criterio sustentado por el Senado y que
fue compartido por la Comisión.
— Tampoco comprende normas que deban ser
analizadas por la Comisión de Hacienda.
— La iniciativa legal fue aprobada en general por la
unanimidad de cinco señores Diputados.
— Cabe dejar constancia, asimismo, que el artículo
2º propuesto por el Senado fue rechazado, mientras que los artículos 9º y 19
fueron suprimidos.

XVI. DIPUTADO INFORMANTE.


Se designó, por unanimidad, al Diputado señor OSVALDO PALMA
FLORES.

Ë Ë Ë

Tratado y acordado en sesiones de fechas 11 de septiembre, 2 y 9 de


octubre de 2001; 11 y 18 de marzo, 15 de abril, 29 de julio, 5 de agosto, y 14
de octubre de 2003; 6 y 13 de enero, 2 y 16 de marzo, 13 y 20 de abril, 4 de
mayo, 15 de junio, y 13 de julio de 2004, con la asistencia de las Diputadas
señoras Cristi, González, Ibáñez, Mella, y de la ex Diputada señora Pollarolo; y
de los Diputados señores Accorsi, Aguiló, Bayo, Cornejo, Forni, Girardi, Jarpa,
Letelier, don Felipe; Masferrer, Melero, Ojeda, Olivares, Palma, don Osvaldo;
Robles, y Rossi, y del ex Diputado señor Urrutia, don Salvador.

SALA DE LA COMISIÓN, a 20 de julio de 2004.

JACQUELINE PEILLARD GARCÍA,


Secretaria de la Comisión.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 278 de 581

DISCUSION SALA

2.2. Discusión en Sala.


Cámara de Diputados. Legislatura 351, Sesión 38. Fecha 07 de septiembre,
2004. Discusión general. Queda pendiente.

NORMAS SOBRE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SERES HUMANOS, SU


GENOMA Y PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA. Segundo trámite
constitucional.

El señor LORENZINI (Presidente).- Corresponde conocer, en segundo


trámite constitucional, el proyecto de ley, originado en moción, que fija normas
sobre investigación científica en seres humanos, legisla sobre genoma humano
y prohíbe la clonación.
Diputado informante de la Comisión de Salud es el señor Osvaldo Palma.

Antecedentes:
-Informe de la Comisión de Salud, sesión 21ª, en 3 de agosto de 2004.
Documentos de la cuenta Nº 10.

El señor LORENZINI (Presidente).- Tiene la palabra el diputado


informante.

El señor PALMA.- Señor Presidente, este proyecto, como lo dice


textualmente su epígrafe, establece un marco jurídico que tiene como fin
proteger la vida humana y la integridad física y psíquica de las personas, y
prohibir cualquier discriminación basada en la genética de las personas.
Además, protege la dignidad e identidad genética en relación con la
investigación y tratamientos biotecnológicos.
Prohíbe, también, la clonación de seres humanos y cualquier
intervención a personas que dé como resultado la creación de un ser humano.
La terapia génica en células somáticas y reproductoras o sus
progenitoras sólo estará autorizada con fines de tratamiento de enfermedades
o para impedir que éstas aparezcan.
Prohíbe la destrucción de embriones humanos.
Asume también que el conocimiento del genoma humano es patrimonio
de la humanidad.
Prohíbe cualquier discriminación genética de las personas, dejando claro
que cualquier procedimiento permitido debe contar con el asentimiento
informado de la persona, además del respeto a los derechos y libertades de la
naturaleza humana, reconocidos por la Constitución Política de la República y
por los acuerdos y tratados internacionales ratificados por Chile.
Exige garantizar la privacidad de todo procedimiento, además del
consentimiento informado previo.
Crea una Comisión Nacional de Bioética, compuesta por nueve
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 279 de 581

DISCUSION SALA

profesionales designados por el Presidente de la República con el acuerdo de


los dos tercios de los miembros en ejercicio del Senado.
Esta comisión que promoverá el estudio y conocimiento de la bioética,
integrada por personalidades del mundo académico, expertos en la materia en
cuestión, asesorará a los distintos poderes del Estado en los asuntos éticos que
se relacionen con los avances científicos y tecnológicos en biomedicina y en la
investigación científica en seres humanos, recomendando normas en el sentido
de crearlas, modificarlas o suprimirlas.
Este proyecto sanciona la infracción a estas normas con presidio, multas
e inhabilitación absoluta y perpetua para ejercer la profesión en los casos que
indica y corresponde.
La clonación humana y la investigación biomédica son temas de
importancia y trascendencia en la evolución de la especie humana, ya que
tienen consecuencias imposibles de objetivar, difíciles de predecir y cuantificar.
Por estas razones, y por considerar que el ser humano es único e irrepetible,
es imprescindible legislar con urgencia sobre esta materia, considerando la
velocidad y los alcances de la investigación y la capacidad científica actual para
crear los márgenes necesarios que imposibiliten la clonación humana, sin
impedir ni limitar la investigación con fines terapéuticos, necesaria para
encontrar remedio o impedir enfermedades de carácter genético.
Regular a todo evento la variable terapéutica y la manipulación de
embriones no tiene gran razón moral. Prohibir la clonación no reproductiva
retrasará la investigación científica en Chile, más aún si se la compara con
otros países, que sí la permiten cuando el fin es terapéutico.
Es necesario tratar el tema con gran altura de miras, con la profundidad
necesaria y la tolerancia imprescindible para no transgredir los límites que se
entrecruzan, a veces profundamente, y, en otras, sutil e imperceptiblemente,
entre la ciencia y la política, las relaciones sociales, la religión y la filosofía, en
fin, en tantos y variados ámbitos y actividades de las relaciones humanas.
La ciencia avanza hasta llegar a tales límites, que muchos, en otros
tiempos, hubieran sufrido los rigores de los fundamentalismos religiosos
cerrados a lo nuevo, a lo diverso, a lo desconocido o por conocer y a lo ajeno.
¿Cuáles son los límites? ¿Quiénes deben colocarlos? ¿Hasta dónde llegan
las libertades de las personas? Y en relación con la vida en sociedad, ¿hasta
dónde debe llegar la tolerancia? ¿Hasta dónde debe o puede llegar la ciencia?
¿Hasta dónde debe llegar la política y las normas? ¿Cuáles son los límites y
cuánto hacer sin temor a equivocarse? ¿A cuántos sabios y a cuántos
especialistas escuchar y durante cuánto tiempo? Todo esto, en el campo de las
ciencias, tan dinámico y evolutivo, tan complejo, en este mundo nuestro tan
cambiante, donde lo que ayer fue considerado malo y un pecado, en un pasado
y no tan lejano mundo dominado por la ignorancia y las anacrónicas visiones
de algunos, hoy es común y normal, aceptado por todos y por esos mismos
administradores y líderes de algunos credos religiosos que antes lo negaron.
¿Cómo definir lo correcto para que queden todos conforme? Éste es el
dilema de la ciencia actual. Éste también debe ser el dilema de la política:
avanzar sin transgredir; normar sin frenar equivocadamente; avanzar sin
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 280 de 581

DISCUSION SALA

lesionar la diversidad y las libertades.


Por otro lado, la humanidad, la ciencia y los científicos, tienen sus
inalienables derechos y deberes para permitir y lograr el progreso y la
evolución.
¿Hasta dónde debe llegar la política ejercida por legos y profanos, con
diferentes visiones, diferentes horizontes y autonomías, en los ámbitos de los
insondables límites de la ciencia, cada día más amplios e ilimitados?
Maravilloso tiempo el que vivimos. Tanta responsabilidad agobia y
entusiasma, agobia y motiva a más y más estudio.
¿Cómo compatibilizar las posiciones de grupos más conservadores de
iglesias que se oponen duramente a un más amplio desarrollo de técnicas
médicas, como el control de la natalidad, la fecundación in vitro, el aborto
terapéutico, la investigación con células madre, la clonación y las posibilidades
cada vez más amplias de la ingeniería genética?
Todas estas técnicas, aunque aceptadas por los padres, motivados por
amor a sus hijos o a sus posibles hijos, se contraponen con la doctrina de
algunos credos religiosos, porque algunos sitúan a los humanos en el lugar de
Dios al crear vida o modificarla íntimamente o, en el caso del aborto,
destruirla.
Hay quienes consideran que la fe religiosa y la investigación científica
son incompatibles; otros plantean, con la razón que les da la historia, como ha
ocurrido con muchas otras cuestiones, que, con mayor cultura y mayor
conocimiento, con el tiempo se desvanecen las oposiciones religiosas a los
conocimientos científicos ya develados, como, por ejemplo, que la tierra es
redonda y no plana y que se traslada alrededor del Sol -tesis que condenó a
Galileo por “hereje”; la epilepsia tipo gran mal como enfermedad y no como
efecto demoníaco. Estos y miles de otros ejemplos que hoy parecen menores o
poco importantes fueron dramáticas e injustas situaciones para los
investigadores de antaño, nos sirven como ejemplos que marcaron
históricamente duras, injustas y encontradas posiciones.
Lo claro en muchos principios de la biotecnología es que no tienen nada
que ver con la religión y en ningún caso están contra la fe. Muchas de las
posiciones son de los humanos, nunca de Dios, nunca en contra de Dios; son
posiciones de los humanos y de los administradores de la fe, con buena
intención, asumidas como de Dios, pero que en realidad no lo son.
Muchas veces se dice que los padres serían soberanos para aceptar
modificaciones genéticas. Pero, ¿serán aceptadas por un niño más tarde? Lo
pregunto porque siendo las modificaciones aceptables hoy, podrían no serlo
mañana.
Las modificaciones genéticas equivalen a hacer un tatuaje a un hijo, del
que no podrá desprenderse nunca y que tendrá que transmitir no sólo a sus
hijos, sino a todos sus descendientes.
Por otro lado, las sociedades que se estancan y dejan de innovar se
vuelven vulnerables. ¿Qué será más cruel? ¿Posibilitar aberraciones genéticas
o evitarlas? La naturaleza sola se encarga de destruir, de no hacer viables la
mayoría de estas alteraciones genéticas. Ejemplos de ello son las trisomías,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 281 de 581

DISCUSION SALA

entre las cuales la única permitida por la naturaleza es la trisomía 21, o


síndrome de Down; el resto son naturalmente abortadas.
Algunas nuevas tecnologías resultan aterradoras al principio y generan
consensos inmediatos sobre la necesidad de establecer controles políticos que
restrinjan su desarrollo y uso. Pero más tarde la experiencia hace muchas
veces cambiar diametralmente las posiciones, corrigiendo antiguos errores.
La biotecnología se sitúa entre dos extremos: uno libertario, que
sostiene que la sociedad no debe restringir el desarrollo de nuevas técnicas.
Aquí se encuentran investigadores y científicos que buscan ampliar las
fronteras de la ciencia, entre los cuales están los conservadores. En el otro
extremo están los grupos movidos por preocupaciones morales, personas con
convicciones religiosa y ecologistas que creen en la inviolabilidad de la
naturaleza.
La ciencia no puede por sí misma, independientemente, establecer los
fines a que se consagra. La teología, la filosofía, la política y otros, pueden o
deben establecer los fines de la ciencia y de la tecnología y decidir en conjunto
si éstos son buenos o malos. Los científicos pueden ayudar a establecer los
límites en un colectivo político más amplio, aceptando que las instituciones
democráticas actuales, aun con los problemas que ocasionan los grupos de
presión o los populismos, son lo mejor que tenemos y no hay otro conjunto
alternativo que refleje mejor la voluntad del pueblo en forma justa y legítima.
La ciencia es un instrumento para alcanzar los fines humanos. Otro
problema es si la política es capaz de controlar la biotecnología. La
globalización de los conocimientos, el simple traslado de un Estado a otro que
lo permita, deja fuera todo control político a la investigación. El único modo de
fiscalizar es llegar a un acuerdo internacional que norme y restrinja, aunque
éste también es una falsa tranquilidad. Prueba de esto son los acuerdos
internacionales y sus resultados prácticos sobre armas nucleares, energía
nuclear, misiles balísticos, los agentes de guerra químicos y bacteriológicos, las
sustancias neurofarmacológicas, los cultivos transgénicos y el uso de éstos en
alimentos.
En estos y en muchos otros aspectos los acuerdos internacionales han
sido insuficientes e ineficaces. Tampoco son suficientes para lograr un control
adecuado. Los problemas que acarrean no son suficiente argumento para
quedarse tranquilos, pensando que evitarán el origen de los problemas.
Todos están de acuerdo en condenar el asesinato como un crimen y
castigan el homicidio con penas severas; sin embargo, siguen cometiéndose
asesinatos. Pero eso no es motivo para renunciar a la ley o al intento de
aplicarla.
Hoy es difícil tener un consenso para lograr un acuerdo internacional.
Hay países, principalmente en Asia, que se abstendrán de un acuerdo de este
tipo; sobre todo, aquellos que carecen de fuertes sectores internos que se
opongan a algunos tipos de biotecnología. Además, no son democracias y, más
aún, carecen de conciencia ética, de religión, como se entiende en Occidente,
es decir, un sistema de creencia revelada procedente de una deidad
trascendental.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 282 de 581

DISCUSION SALA

El confusionismo carece del concepto de Dios. El taoísmo y el sintoísmo


son animistas, es decir, confieren cualidades espirituales a animales y a
objetos inanimados. El budismo funde la creación humana y natural en un
único cosmos unificado. Las tradiciones asiáticas como el budismo, el taoísmo
y el sintoísmo tienden a no establecer una distinción ética tan pronunciada
entre la humanidad y el resto de la creación natural, como ocurre en el
cristianismo, lo que ocasiona un grado algo menor de consideración sobre la
inviolabilidad de la vida humana. Por lo mismo, el aborto y el infanticidio, en
particular el femenino, se ha extendido en muchas regiones de Asia.
Leyes básicas que regulan la experimentación con humanos, como el
Código de Nüremberg, en respuesta a las criminales investigaciones nazis, que
estableció el principio de que podía experimentarse con humanos únicamente
si éstos daban su autorización con conocimiento de causa, tuvieron escasos
efectos en algunos países y contaron con la oposición de muchos médicos y
científicos que opinaban que se les restringiría en exceso su legítima labor de
investigación. El Código de Nüremberg fue sustituido en gran medida por la
Declaración de Helsinki, en 1964, aprobada por la Asociación Médica Mundial,
que logró mayor aceptación en la profesión médica por dejar espacios a la
autorregulación y establecer pautas éticas para la investigación con humanos.
Más tarde, la Asamblea General de las Naciones Unidas, en 1966, adoptó
el Acuerdo Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos, en vigencia desde
1976. Luego, la OMS, en 1982, publica las “Pautas internacionales para la
investigación biomédica en seres humanos”.
Hay tantos casos en que la frontera entre la enfermedad y la salud,
entre la terapia y el perfeccionismo, es difusa, lo cual hace difícil crear normas
y, más difícil aún, aplicarlas. Además, hay conceptos que hace algún tiempo ni
siquiera existían en el léxico médico, ni menos aún en el conocimiento de la
población en general, lo que hace difícil establecer normas. Es más fácil decir
que hacer normas regulatorias.
La biotecnología es una cuestión compleja que experimenta cambios a
diario y que concentra una gran cantidad de grupos con intereses diversos.
Pero, eludir el problema equivale a legitimar posiciones que pueden ser
diversas y permitir situaciones de riesgo para la sociedad. Si los legisladores de
las sociedades democráticas no afrontan sus responsabilidades, otros actores e
instituciones tomarán las decisiones por ellos, lo que constituye un grave error.
En la actualidad, todos los países toman decisiones similares
relacionadas con la biotecnología humana. No estamos ajenos a una gran
preocupación política mundial. Crear políticas trae consigo el problema de
dificultar la posibilidad de hacer cambios posteriores, los cuales generan una
gran resistencia. Por esta razón, es necesario crear organismos que supervisen
la aprobación de nuevos fármacos y técnicas o procedimientos relacionados
con la salud humana, debido a la velocidad con que se crean nuevos
escenarios y a los avances científicos.
Este proyecto, que prohíbe la clonación humana y norma la investigación
biotecnológica, es bueno. Seguramente no es perfecto; es difícil lograr la
perfección en este tema. Existen importantes controversias. Es producto de un
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 283 de 581

DISCUSION SALA

arduo trabajo de la Comisión de Salud, en la cual se analizaron todos sus


aspectos y se entrevistó a muchas personas importantes en la materia:
eminentes científicos e investigadores de nivel mundial. Incluso, no obstante
estar prácticamente terminado el proyecto, se les invitó más de una vez para
revisar y mejorar muchos de sus aspectos, todo ello con el afán de evitar
errores, de no equivocarnos y de considerar todos los temas relacionados con
este tan amplio y delicado tema.
Pero, tengan confianza, porque se ha estudiado bien y es un buen
proyecto. Llamamos a los colegas a estudiar más el tema, a meditarlo
profundamente y a votarlo favorablemente en general. Por cierto, habrá y
deberán haber muchas indicaciones, porque el asunto es conflictivo y difícil.
Pero, es preciso acoger indicaciones que abran camino a la ciencia y a los
investigadores para posibilitar la terapia génica, que solucione y evite graves
enfermedades que padecen miles de personas que tienen derecho a nacer
sanas en esta sociedad de todos. Podemos pensar diferente; es lógico; pero
también es lógico aceptar las diferencias y ser tolerantes, no imponer a los
demás nuestros puntos de vista, a vivir nuestra diversidad, nuestros derechos
y deberes.
Tal vez, aquí no esté toda la verdad; es muy difícil conocerla. ¿Quién nos
puede asegurar con certeza que no estamos entrando en una sociedad
poshumana, en que la tecnología nos permitirá alterar nuestra esencia, que
muchos asumen como un espacio de libertad? Me refiero a libertad de los
padres para elegir la clase de hijos que quieren, libertad de los científicos para
investigar, libertad de los empresarios para generar riqueza. Quizás estemos
llegando al mundo feliz de Huxley, sanos y felices, pero con un futuro sin
significado, sin alma.
¿Quién sabe con certeza dónde está el límite? ¿Cuáles son las fronteras
de una investigación científica sin restricciones? ¿Cuál es la frontera entre
libertad y esclavitud?
La libertad sin valores no es humana, más bien es la libertad sin límites
de las aves, de los animales. Libertad, pero sin fines elevados.
Los valores, la ética y la moral sin la ciencia son ciegos, y la ciencia sin
valores, sin ética y sin moral, estará coja.
He dicho.

-Aplausos.
El señor LORENZINI (Presidente).- La discusión de este interesante
proyecto se realizará en una próxima sesión.
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DISCUSIÓN EN SALA

2.3. Discusión en Sala.


Cámara de Diputados. Legislatura 351, Sesión 42. Fecha 14 de septiembre,
2004. Discusión general. Queda pendiente.

NORMAS SOBRE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SERES HUMANOS, SU


GENOMA Y PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA. Segundo trámite
constitucional. (Continuación).

El señor LORENZINI (Presidente).- Corresponde continuar el debate


sobre el proyecto de ley, originado en moción, que fija normas sobre
investigación científica en seres humanos, legisla sobre genoma humano y
prohíbe la clonación.
Tiene la palabra el diputado señor Sergio Ojeda.

El señor OJEDA.- Señor Presidente, el proyecto es muy novedoso,


complejo y trascendente. No es de aquellos que se tramitan normalmente en
este Congreso. Sus materias son muy especiales, técnicas, y se vinculan con la
existencia del hombre, su salud y su vida. Una situación idéntica se vivió en la
Comisión de Salud cuando se discutió y aprobó la ley sobre donación de órganos
y trasplantes. En esa oportunidad se realizó un análisis profundo sobre la vida y
la muerte. Con mucho esfuerzo se estableció un límite entre una y otra.
Aprovecho esta ocasión para felicitar a los autores de este proyecto, los
senadores señores Mariano Ruiz-Esquide, Sergio Páez y Andrés Zaldívar y a los
ex senadores señores Nicolás Díaz y Juan Hamilton.
La iniciativa tiene como finalidad fijar un marco jurídico para la
investigación científica y genética en seres humanos, la terapia génica y el
genoma humano, prohibir la clonación de seres humanos y crear la Comisión
Nacional de Bioética.
Se trata de un tema sensible y complejo que utiliza un lenguaje nuevo
para la Cámara de Diputados y, a veces, muy difícil de entender. En Chile no
hay normas que regulen estas situaciones. Existen unas pocas en derecho
comparado. Sólo el artículo 146 del Código Sanitario establece disposiciones
legales para la utilización de cadáveres o parte de ellos con fines científicos,
facultando a toda persona legalmente capaz para disponer de su cadáver o
partes de él con fines de investigación científica, ya sea para la docencia
universitaria o para la elaboración de productos terapéuticos. No hay una
normativa más amplia que vaya más allá de esa simple investigación. Las
normas para regular las nuevas prácticas científicas y médicas son precarias e
insuficientes.
El proyecto es taxativo, novedoso y revolucionario, pues aborda esta
materia por primera vez. Prohíbe toda práctica eugenésica, toda forma de
discriminación arbitraria basada en el patrimonio genético de las personas y la
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 285 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

clonación de seres humanos.


El nacimiento de la oveja Dolly, en 1997, producto de un procedimiento
de clonación realizada por los científicos escoceses Ian Wilnut y Keith Campbell
y sus colaboradores del Roslin Institute, de Edimburgo, nos dio la alarma de
que nuestra legislación era incompleta y tenía un vacío legal.
La clonación fue el gran descubrimiento del siglo pasado. Sus nuevas
investigaciones han creado la inquietud y la necesidad de regularla.
Los progresos del conocimiento y los consiguientes avances de la técnica
en el campo de la biología molecular, la genética y la fecundación artificial han
hecho posible, desde hace tiempo, la experimentación y la realización de
clonaciones en el ámbito vegetal y animal, lo cual hace necesario adaptar
nuestra legislación a estos avances.
Para nosotros la ciencia y el adelanto tecnológico constituyen un gran
desafío. Para enfrentarlo adecuadamente, el derecho y la ciencia deben
complementarse, de manera que el derecho no obstruya los avances de la
ciencia ni ésta violente al derecho. Concretar este aserto nos exige avanzar en
nuestra legislación y no quedarnos estáticos. Sin embargo, los tratados
internacionales nos indican que estamos atrasados. Por ejemplo, ya en 1947 el
Código de Nüremberg estableció los principios básicos para la investigación
científica, en tanto que la declaración de Helsinki, de 1964, formuló
recomendaciones para las investigaciones biomédicas en las que se utilicen
seres humanos, y la Declaración Universal sobre Genoma Humano y Derechos
Humanos, aprobada por la Conferencia General de la Unesco en 1997,
condiciona dichas prácticas.
Es indudable que debe producirse un equilibrio entre la libertad de los
investigadores y el respeto a la dignidad de las personas comprometidas en la
investigación. La preocupación por el bienestar de los seres humanos debe
tener prioridad sobre los intereses de la ciencia y de la sociedad, pues el
objetivo principal de la investigación médica en seres humanos es mejorar los
procedimientos preventivos, los diagnósticos y las terapias, así como
comprender la etiología y la patología de las enfermedades. En ningún caso
puede perseguir objetivos especulativos o de dudosa finalidad científica.
Además, los métodos preventivos, de diagnóstico y terapéuticos deben
ponerse a prueba continuamente, a través de la investigación, para que sean
eficaces, efectivos, accesibles y de calidad, como exige la Declaración de
Helsinki de la Asociación Médica Mundial.
El proyecto de ley en debate regula los aspectos fundamentales de la
investigación científica y de la clonación y tiene como primera finalidad
proteger la vida de los seres humanos, para lo cual considera necesario fijar un
instante en el que se pueda estimar que ésta comienza, lo cual ha sido materia
de una discusión interminable. Ello me llevó a plantear una objeción acorde
con lo que dispone el artículo 21 del Código Civil: “Las palabras técnicas de
toda ciencia o arte se tomarán en el sentido que les den los que profesan la
misma ciencia o arte;...”.
En consecuencia, considero que la ley no debería definir la vida, porque,
¿qué es la vida? ¿Cuántas concepciones existen respecto de ella? ¿Cuántas
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 286 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

definiciones? ¿Cuándo comienza?


Al igual como lo hicimos respecto de la muerte en el artículo 11 de la ley
Nº 19.451, deberíamos señalar las características de la vida, establecer sus
elementos constitutivos, describirla e indicar cuándo se inicia, pero sin
entregar una definición final y taxativa de ella.
El número 1 del artículo 4 del Pacto de San José de Costa Rica señala que
toda persona tiene derecho a que se respete su vida y que este derecho estará
protegido en general por la ley a partir del momento de la concepción, sin
entregar un concepto de ella. Además, establece que nadie será privado
arbitrariamente de su vida. Es decir, para el Pacto de San José la vida comienza
desde el momento de la concepción, pero, ¿está probado que desde allí comienza
efectivamente la vida? La Iglesia Católica se aferra a este concepto, pero, ¿qué
sucede con las variadas tendencias y los otros conceptos que existen al respecto?
El informe de la Comisión entrega cuatro teorías o ideas distintas al respecto.
Como indiqué, el Pacto de San José establece que la ley protege la vida
en general a partir del momento de la concepción, pero, ¿qué quiere decir con
“en general”? ¿Se refiere a toda eventualidad? Como podemos apreciar, deja
cierto margen a la interpretación, pues no es taxativo ni definitivo. ¿Definir la
vida no es acaso limitar el actuar médico y científico? ¿Por qué cuestiones
meramente terapéuticas puede ser un impedimento para avanzar?
Peter Singer, experto en bioética de la Universidad de Princeton, dice
que no debemos preguntarnos cuándo comienza la vida, sino en qué minuto
adquiere un estatus que hace que el acabar con ella sea algo intrínsecamente
malo, y hace hincapié en un concepto bastante alejado al de la concepción -la
ausencia de actividad cerebral y de conciencia- para determinar el término de
la vida humana.
Entonces, tendría fuerza lo dispuesto en el artículo 21 del Código Civil,
en cuanto deja a la técnica y a la ciencia la definiciones que les corresponden.
Por otro lado, hemos tenido especial cuidado en defender la dignidad y
la libertad humanas e impedir la invasión a la intimidad, la fuerza y la violencia
en nuestros bienes jurídicos más preciados, como nuestro cuerpo y sus partes.
Dentro de los principios básicos para toda investigación médica está el
deber del médico de proteger la vida, la salud, la intimidad y la dignidad del
ser humano. El límite para ello es el consentimiento, la voluntad del individuo,
su asentimiento y no un mero consentimiento, asentimiento que debe ser
previo, libre, expreso e informado, lo cual fue establecido en la ley de
transplantes. No se podría investigar y determinar la identidad genética de un
ser humano si no se cuenta con su consentimiento o con el de aquél que según
la ley deba suplirlo.
La libertad para llevar a cabo actividades de investigación científica
biomédica en seres humanos tiene como límite el respeto a los derechos y
libertades esenciales que emanan de la naturaleza humana, reconocidos por la
Constitución Política de la República, así como también por los tratados
internacionales ratificados por Chile que se encuentran vigentes.
En consecuencia, el proyecto establece que toda investigación científica
en un ser humano deberá contar con su consentimiento, y éste existe cuando
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 287 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

se constata que la persona que debe prestarlo conoce los aspectos esenciales
de la investigación, en especial su finalidad, beneficios, riesgos y alternativas,
como consecuencia de habérsele proporcionado información adecuada,
suficiente y comprensible sobre ella.
Hemos tenido cuidado para fijar y entender el consentimiento, el que
debe hacerse, desde luego, por escrito en un acta por la persona que ha de
consentir en la investigación, por el director responsable de ella y por el
director del centro o establecimiento donde se llevará a cabo. Hemos querido
ser enfáticos y estar de acuerdo con los principios y tratados internacionales.
En tercer y último término, el proyecto prohíbe la clonación de seres
humanos, cualquiera sea el fin perseguido y la técnica utilizada.
¿Qué es la clonación? Según la definición del derecho español -de las
muchas que hay-, es un procedimiento técnico mediante el cual se obtiene un
nuevo individuo a partir de una célula extraída de otros individuos ya existente
e introducida en un óvulo previamente enucleizado, con lo que ambos tendrán
idéntica carga genética, de modo que los individuos clonados son idénticos al
original. La magnitud de esta definición y sus efectos son inconmensurables.
Se le podría dar diferentes aplicaciones, pero nos interesa la medicina y la
investigación médica, en que tiene mayor uso. Esto permitiría mejorar el
conocimiento genético y psicológico, establecer disposiciones de modelos de
enfermedades humanas, producir a bajo costo proteínas para su posible uso
terapéutico, suministrar órganos o tejidos para trasplantar, etcétera.
Hay un debate ético importante, y nosotros lo hemos realizado en la
Comisión. Sin embargo, me sumo a los temores, prevenciones y aprensiones
respecto de la clonación terapéutica.
Respecto de la clonación humana, Ian Wilmut, padre de la oveja Dolly,
señaló que no aceptaría la clonación de seres humanos bajo ninguna
circunstancia, ni siquiera la más desesperada. ¿Eso significa que se prohíbe la
clonación terapéutica, especialmente médica, que podría -según muchos
autores que apoyan esta idea- constituir generación de tejidos y de órganos?
Los que aceptan la clonación terapéutica dicen que las células del cerebro
van muriendo muy lentamente en enfermedades neuro degenarativas e
irreversibles, como el Alzheimer, las que podrían ser reemplazadas, como
también la posibilidad de curar la diabetes, ya que está probado científicamente
que se puede producir insulina a partir de las células madres procedentes de
embriones de ratones, que al implantarse en el páncreas de roedores con
diabetes eliminan dicha enfermedad.
Sin embargo, a pesar de todos los beneficios que puede aportar la
clonación con fines terapéuticos, nuestro ordenamiento jurídico la hace
improcedente. El hombre no puede ser objeto de experimentación. La mayoría
de los cuerpos jurídicos internacionales también la rechaza.
En la Conferencia de Alcalá de Henares se dijo que el hombre es en sí un
fin, no un medio; que el hombre tiene derecho a no ser programado
genéticamente y a ser genéticamente único e irrepetible, y que hay falta de
suficiente experiencia previa en modelos animales.
La clonación humana es inaceptable, éticamente reprobable y contraria a
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DISCUSIÓN EN SALA

la integridad y a la moralidad humanas. La Asamblea Mundial de la Salud así lo


señaló, porque viola derechos humanos, ya que su aplicación vulnera dos
principios básicos sobre los que se fundamenta: la igualdad entre los seres
humanos y la no discriminación.
La Unión Europea es contraria a la clonación en sentido amplio,
independiente de que sea reproductiva o terapéutica.
La Organización Mundial de la Salud se ha mostrado favorable a la
clonación con fines terapéuticos en varias ocasiones, estableciendo la
diferencia de ésta con la reproductiva, y a afirmar la admisibilidad de la
clonación con fines terapéuticos si se respetan las garantías éticas y jurídicas.
El proyecto señala que el cultivo de tejidos y órganos sólo procederá con
fines terapéuticos o de investigación científica, situación diferente a la
clonación humana, y que en ningún caso podrán destruirse embriones
humanos para obtener las células troncales que den origen a dichos tejidos.
Por otro lado, reproduce lo que establecen los tratados internacionales,
al señalar que el conocimiento del genoma humano es patrimonio común de la
humanidad. Nadie puede atribuirse ni constituir propiedad sobre el mismo ni
sobre parte de él. El conocimiento de la estructura de un gen y de las
secuencias totales o parciales de ADN no son patentables.
Señor Presidente, el proyecto procura la investigación para favorecer al
hombre, su vida y su salud. Debemos crear normas que posibiliten su avance,
y de hecho lo estamos haciendo, pero también las que eviten los abusos y las
especulaciones. La única forma de efectuarlo es a través de la ley, y la
iniciativa en estudio va en esa dirección. Los temas aquí planteados no son
fáciles, sino más bien difíciles.
Por tanto, votaré a favor el proyecto, porque contiene todos los
principios y temas valóricos dados a conocer a la Cámara de Diputados.
He dicho.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Marcelo Forni.

El señor FORNI.- Señor Presidente, hoy nos corresponde analizar un


proyecto de gran importancia. Lamento que el debate se haya separado de la
sesión en que se informó esta importante iniciativa.
Digo que es un proyecto de gran importancia, porque se ha propuesto
como objetivo principal regular la investigación científica que se realiza en
seres humanos. Su trascendencia radica no sólo en la materia que regula, sino
en que están en juego derechos tan importantes como el derecho a la vida, a
la integridad física y psíquica; la igualdad ante la ley, entre muchos otros.
También es de gran importancia, porque nuestro país se suma a la ya
significativa lista de países que han comenzado a incorporar en sus
legislaciones éste y otros temas a que nos han enfrentado en las últimas
décadas los avances de la ciencia.
Es de gran relevancia, porque regula materias que hasta la fecha los
profesionales de la investigación actuaban únicamente de acuerdo con las
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DISCUSIÓN EN SALA

normas de su conciencia, o bien, limitados por reglamentos o códigos internos


de ética, sin fuerza obligatoria.
En consecuencia, se trata de un proyecto necesario, por cuanto se
establece por primera vez un marco jurídico y ético a la investigación científica
en seres humanos.
Los avances de la ciencia que se relacionan con la investigación en seres
humanos nos plantean dilemas éticos importantes y en la mayoría de los casos
ha sorprendido a los países sin normas que regulen adecuadamente estas
prácticas.
Nuestro país no ha sido la excepción. El origen de esta iniciativa surge de
una reflexión básica en estos tiempos: ¿debe hacerse todo lo que la ciencia
permite hacer?
Los increíbles avances tecnológicos y los dilemas éticos que conllevan
nos han obligado a pensar en la existencia de ciertos límites,
fundamentalmente porque la ciencia debe estar al servicio del hombre y no
contra él. Ése es y ha sido el objetivo del proyecto aprobado en primer trámite
en el Senado y de la indicación sustitutiva aprobada en nuestra Cámara de
Diputados.
Es importante referirse al texto del proyecto debido a que el informe fue
entregado por el diputado señor Osvaldo Palma en una sesión anterior, y sería
bueno que los diputados presentes en la Sala puedan conocerlo.
El proyecto despachado por el Senado sufrió un cambio radical en la
Cámara de Diputados, producto de una indicación sustitutiva que firmamos junto
con los diputados señores Fulvio Rossi, Patricio Melero, Juan Masferrer y la
diputada señora María Angélica Cristi.
Sus disposiciones fueron aprobadas prácticamente por la unanimidad de
los miembros de la Comisión y sólo algunas de ellas por una mayoría
importante de parlamentarios.
Se trata de un proyecto que regula de manera amplia la investigación
científica en seres humanos, pero que, lamentablemente, se ha identificado por
la opinión pública, más bien, sólo por el tema de la clonación.
Esto queda claro en el artículo 1º que define el objetivo de la ley y
establece en forma categórica que la finalidad de este cuerpo legal es proteger la
vida, desde el momento de la concepción, su integridad física y síquica, así como
su diversidad e identidad genética, en relación con la investigación científica
biomédica y sus aplicaciones.
Este artículo tiene la virtud no sólo de ser coherente con el mandato
constitucional de proteger el derecho a la vida de toda persona y del que está
por nacer, sino que, además, se acerca más a lo que disponen tratados
internacionales suscritos, vigentes y ratificados por Chile, como el Pacto de
San José de Costa Rica, que reconoce que hay vida y que ésta es digna de
protección desde el momento de la concepción.
Quiero dejar claro que la Comisión no estableció desde cuando comienza
la vida, sino desde cuando ésta es digna de protección para efectos de la
investigación científica biomédica. La Comisión estimó que para estos efectos
la vida debe protegerse desde el momento de la concepción. Ésta y no otra,
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DISCUSIÓN EN SALA

honorable diputado Robles, es la interpretación que debe darse a esta


disposición.
La norma no sólo es coherente con el Pacto de San José de Costa Rica,
sino con abundante legislación del derecho comparado. A modo de ejemplo, la
ley alemana de protección del embrión, de 1990, establece en su artículo 8º
que hay embrión desde la fecundación y, en consecuencia, sanciona con penas
privativas de libertad a quien provoque, artificialmente, la formación genética
de otro embrión, feto o ser humano.
Asimismo, es destacable y resulta positivo haber incorporado en este
segundo trámite de la Cámara de Diputados la diversidad genética como objeto
de protección. El proyecto establece que existe plena libertad para llevar a
cabo actividades de investigación científica biomédica en seres humanos,
siempre que se respeten los derechos esenciales que emanan de la naturaleza
humana que, por cierto, están reconocidos en nuestra Constitución y por
tratados internacionales suscritos y ratificados por Chile.
El artículo 2º del texto aprobado por la Cámara prohíbe toda práctica
eugenésica, entendiéndose por tal cualquier intervención sobre el genoma cuyo
propósito sea modificarlo hereditariamente.
Para que se entienda bien, el proyecto prohíbe la aplicación de las leyes
biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana. En
términos simples, prohíbe la ingeniería genética que tenga por objeto fines
estéticos.
En consecuencia, el artículo no dice relación ni impide la terapia génica o
la posibilidad de cultivo de tejidos y órganos, tema de los cuales el proyecto se
hace cargo en otros artículos.
En esta materia, a la Comisión le pareció que el proyecto del Senado era
impreciso, incluso contradictorio, pues en su primera parte prohibía la terapia
génica, pero luego dejaba abierta la posibilidad de practicarla en ciertos casos
permitidos por la ley, casos que, por cierto, el proyecto no indicaba.
En este punto, a nuestro juicio tan importante, la Cámara de Diputados
decidió ser muy clara y prohibir la ingeniería genética cuyo fin sea sólo el
perfeccionamiento estético de la especie humana.
Al respecto, hay disposiciones de esta naturaleza en la legislación
internacional. El artículo 119 de la Constitución suiza protege a todo ser
humano del abuso de la medicina reproductiva y de la ingeniería genética.
En cuanto a este posible perfeccionamiento de la especie u otras
situaciones que digan relación con el patrimonio genético, el artículo 3º del
proyecto prohíbe las discriminaciones arbitrarias y establece, categóricamente,
que no se puede utilizar el resultado de exámenes genéticos con ese fin.
También consideramos importante incorporar en la discusión de la
Cámara el criterio de la arbitrariedad como elemento distintivo para efectos de
permitir o prohibir esta discriminación.
Luego, como el proyecto se refiere a la investigación científica en seres
humanos no podían quedar sin regulación los aspectos relacionados con la
autorización y el consentimiento necesarios para proceder a una investigación
de esta naturaleza.
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DISCUSIÓN EN SALA

En este punto, el texto aprobado por nuestra Corporación es más claro,


preciso y sistemático. En primer lugar, como es obvio, se establece como
básico para proceder a una investigación científica en seres humanos, el
consentimiento previo, expreso, libre e informado de la persona que será
investigada o, en su defecto, del que deba suplir su voluntad de conformidad
con la ley.
El único caso en que este consentimiento puede obviarse es aquel en el
que existe una resolución judicial en la forma establecida en la ley. En este
punto es bueno recordar las facultades entregadas a los jueces en esta materia
en el proyecto sobre el ADN criminal despachado hace algunas semanas.
El proyecto también regula con precisión los requisitos para estar en
presencia de un consentimiento válido. Se establece como exigencia
fundamental que la persona reciba información adecuada, suficiente y
comprensible y pueda conocer los aspectos esenciales de la investigación,
entre ellos, su finalidad, sus beneficios, sus riesgos y su alternativa.
Es muy importante que la persona sea informada del derecho que le
asiste a no consentir en la investigación, o bien, a revocar el consentimiento
que ha prestado, sin que eso le signifique responsabilidad, sanción o pérdida
alguna. Este consentimiento debe constar en un acta y el proyecto es claro al
establecer los requisitos que ella debe cumplir y la forma de su conservación.
Luego, incorpora una serie de principios recogidos en diversas
declaraciones internacionales que se refieren a la investigación científica en
seres humanos, como la Declaración de Helsinki. Entre otras cosas exige:
1º Que toda investigación científica que implique intervención física o psíquica,
deba ser realizada por profesionales idóneos;
2º Que la investigación se justifique, tanto en su objetivo como en su
metodología, y
3º Algo que resulta evidente, que se ajuste siempre a lo que dispone esta ley.
Adicionalmente, el proyecto agrega: “No podrá desarrollarse una
investigación científica si hay antecedentes que permitan suponer que existe
un riesgo de destrucción, muerte o lesión corporal grave y duradero para un
ser humano.
Tampoco podrá efectuarse una investigación científica con fines
terapéuticos si no existe certeza de que sus beneficios serán mayores que sus
eventuales riesgos.”
En relación con una materia por la cual, quizás, es más conocido, el
proyecto prohíbe tanto la clonación reproductiva como la clonación terapéutica.
Quiero efectuar algunas reflexiones en torno a la clonación sin hacer diferencia
entre ambas, pues la Comisión descartó de plano esta distinción eufemística.
¿Cuáles son, en mi opinión, los problemas que presenta la clonación?
En primer lugar, trata de aplicar la lógica de la producción industrial a la
procreación humana.
En segundo lugar, atenta contra la dignidad de la mujer, pues reduce su
función a la de ser una simple prestadora de útero y óvulos por ahora, pues no
falta mucho para que resulten exitosas las investigaciones para crear úteros
artificiales, último paso para la producción en laboratorio del ser humano. Con
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DISCUSIÓN EN SALA

la clonación se trata, nada más ni nada menos, de emular o imitar uno de los
procesos más complejos y hermosos de la naturaleza.
En tercer lugar, pervierte las relaciones fundamentales de la persona
humana: la filiación, la consanguinidad, el parentesco y la paternidad o
maternidad. Una mujer puede ser hermana gemela de su madre, carecer de
padre biológico e, incluso, ser hija de su abuelo.
En cuarto lugar, de aprobar la clonación, admitimos que puede haber
hombres que tengan el dominio y control total sobre otros hombres, al punto
de poder programar su identidad biológica.
En quinto lugar, la dignidad del clonado. La clonación no sólo merece un
juicio negativo en relación con la dignidad del ser clonado, pues vendrá al
mundo como copia y, además, recaerán sobre él expectativas infinitas, pues ha
sido engendrado, precisamente, para asemejarse a alguien que vale la pena
imitar.
En sexto lugar -con esto termino, porque son muchos los problemas que
presenta la clonación-, nada de esto se evita con la eufemísticamente llamada
“clonación terapéutica”, pues, como dice Alfonso Gómez Lobos, miembro del
Consejo de Bioética de la Casa Blanca, la destrucción de un embrión no cura a
nadie. Destruir a un ser humano en los comienzos de la vida para curar
enfermedades de personas que han alcanzado la madurez, resulta inaceptable.
En la clonación denominada “terapéutica”, si bien no hay nacimiento de niño
clonado, igualmente hay experimentación sobre embriones y fetos.
En suma, la clonación refleja de modo patente el inconformismo de
nuestra civilización y es, además, el resultado de una ciencia sin valores. La
clonación es una nueva forma de esclavitud y discriminación e importa, al
menos, una violación a dos principios fundamentales en los que se basan todos
los derechos del hombre: la igualdad y la no discriminación.
Se vulnera la igualdad al consagrar una forma de dominación del
hombre por el hombre, y la no discriminación, porque supone una selección
eugenésica.
Por todo lo anterior, nos parece acertado prohibirla.
Además, como muy bien lo dijo el diputado señor Ojeda, el proyecto
establece que la información genética de una persona será reservada, sin
perjuicio de las facultades de los tribunales de justicia, en los casos y en la
forma establecidos por ley. Asimismo, se hacen aplicables las normas sobre
secreto profesional.
Asimismo, el proyecto prohíbe solicitar, recibir, indagar, poseer y utilizar
información genética de una persona, salvo que ella lo autorice o que exista
resolución de un tribunal en tal sentido.
La iniciativa dispone la creación de la Comisión Nacional de Bioética,
compuesta por nueve profesionales, expertos en bioética, que durarán cuatro
años en sus cargos y que serán designados por el Presidente de la República,
con acuerdo del Senado.
En esta materia, creemos que el mecanismo de designación acogido por
la Cámara asegura de mejor forma la idoneidad y capacidad técnica de los
integrantes de dicha Comisión, pues el proyecto del Senado contemplaba una
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DISCUSIÓN EN SALA

selección más bien política, el cual, de manera increíble, consideraba que dos
de sus miembros serían designados por el Senado, dos por la Cámara de
Diputados, uno por la Corte Suprema y sólo uno por el Presidente de la
República.
Nuestra tarea como legisladores debe ser fomentar y apoyar la
investigación científica en beneficio del hombre, no simplemente validar todo lo
que la ciencia pueda realizar. Como diputados nos corresponde apoyar con
entusiasmo el genio y el trabajo de nuestros científicos, cuando su resultado
sea el remedio a enfermedades, el alivio al sufrimiento y el mejor
aprovechamiento y utilización de nuestros recursos. Por tanto, el desafío es
encontrar la manera de armonizar las exigencias de la investigación científica
con el respeto a los valores humanos imprescindibles, a la dignidad de la
persona humana y a la dignidad de la procreación humana. Es la mirada de
quien no pretende apoderarse de la realidad, sino de quien la acoge como un
don, descubriendo en cada cosa el reflejo del Creador y en cada persona su
imagen viviente.
He dicho.

El señor OJEDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Fulvio Rossi.

El señor ROSSI.- Señor Presidente, como lo han dicho los diputados que
me han antecedido en el uso de la palabra, estamos frente a un proyecto de
extraordinaria relevancia y trascendencia, no solamente para el ámbito de la
ciencia, la tecnología y la medicina, sino también para el ser humano. Sin
embargo, lamento que no se le haya dado la debida importancia a su
tramitación, pues en sesión pasada se entregó el informe, hoy se discute y tal
vez no alcancen a intervenir todos los inscritos, hecho que habla por sí mismo
respecto del interés que existe por participar.
Es absolutamente necesario contar con un marco regulatorio que fije
pautas y normas claras sobre la investigación científica en seres humanos,
porque el avance de la ciencia y la tecnología, particularmente de la medicina
es tan rápido que muchas veces sobrepasa la capacidad de asombro del ser
humano. Como el hombre es un ser moral, ético, indudablemente todos estos
avances requieren una mirada ética, por las implicancias que tienen para la
sociedad. Por eso era vital legislar y se está haciendo bien.
La Comisión de Salud escuchó en sus audiencias públicas a una gran
cantidad de científicos, académicos, médicos y representantes de la sociedad
civil. El debate llevado a cabo fue muy rico, serio y responsable.
Hoy estamos en presencia de un proyecto de ley que va a dar respuesta
a muchas interrogantes y, como dije, regulará la actividad en este ámbito,
donde había una suerte de dejar hacer.
El proyecto regula la investigación sobre seres humanos, prohíbe la
clonación humana, las prácticas eugenésicas y la manipulación de embriones y
crea una Comisión Nacional de Bioética.
Quiero partir por un tema que tiene mucha relación con un proyecto que se
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DISCUSIÓN EN SALA

encuentra en la Comisión de Salud, que se refiere a los deberes y derechos del


paciente. La iniciativa apunta a que quienes se someten a investigaciones
científicas deben estar protegidos desde el punto de vista biológico, médico y
ético.
El proyecto, asimismo, consagra la necesidad del consentimiento
informado. Como dijo el diputado Forni, dicho consentimiento requiere de una
serie de requisitos, entre otros, una información clara. Además, dispone que si
la persona en cuestión se arrepiente de seguir en la investigación no debe
recibir castigo o sanción alguna. Ello queda establecido en varios artículos del
proyecto, lo que me parece relevante.
El ser humano en esencia es ético. Por lo tanto, debe existir una
Comisión Nacional de Bioética que asesore en estas materias a los distintos
poderes del Estado. Como se dijo cuál será su composición, no ahondaré en
eso. En todo caso, las personas que la integren deberán ser de renombre y
destacadas en el mundo científico y académico.
En 1990 se creó un proyecto multinacional para determinar qué se
entiende por genoma humano -se concluyó que por genoma humano debe
entenderse las distintas secuencias de las diferentes cadenas del ADN- y conocer
la composición de cada uno de los genes.
Como los señores diputados comprenderán, el genoma humano o, más
bien, el patrimonio genético de la humanidad, no puede ser patentado, pues
no es propiedad de individuo o institución alguna.
El proyecto consagra el principio de que el genoma humano es
patrimonio de toda la humanidad, y no puede ser propiedad de ninguna
persona o entidad.
El proyecto evita la discriminación de los seres humanos en distintos
ámbitos del quehacer social, cultural, académico y laboral en relación con su
patrimonio genético.
Con el avance de la ciencia, en especial, de la medicina, se veía venir
este riesgo. Era evidente que se podían introducir nuevas formas de
discriminación, no sólo por raza, edad, género, etcétera, sino que también por
el patrimonio genético.
Además, se establece que el patrimonio genético de cada individuo debe
ser correctamente manejado y su información será reservada.
Si bien es cierto había un gran consenso en contra de la clonación
humana, ya que se apeló al sentido común de todos los chilenos y chilenas, era
importante considerar el tema en nuestra legislación.
Quiero señalar, para evitar problemas conceptuales, que se ha confundido
a la población al hablar de clonación humana reproductiva y clonación
terapéutica. No existe la clonación terapéutica, porque la clonación -lo aclararon
las personas que asistieron a la Comisión- no es otra cosa que la copia
genéticamente idéntica de un individuo, aunque no siempre exacta. Es decir, se
toma un óvulo, se anuclea -se retira el núcleo- y se introduce el genoma de una
célula somática. Obviamente, el individuo que se consigue después de ese
proceso va a ser, genéticamente, casi igual al que aportó la célula o el genoma,
esto es, el 2N, la célula somática. Eso es clonación, es copiar en forma idéntica a
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DISCUSIÓN EN SALA

un individuo.
Cuando hablamos de clonación de tejidos, cometemos un error
conceptual; debemos referirnos a cultivo o reproducción de tejidos, con lo cual
todos estamos de acuerdo. Razonablemente, nadie puede oponerse al cultivo
de determinado tejido para trasplante.
Ahora bien, el proyecto establece claramente que la clonación humana -
acción de copiar genéticamente en forma idéntica a un individuo- se prohíbe,
por razones éticas pero también médicas.
No sé si se señaló con anterioridad, pero los experimentos realizados
señalan que los animales productos de una clonación se ven afectados por
malformaciones cardíacas, muerte precoz, abortos, etcétera. En el fondo,
nuestro rechazo a la clonación tiene que ver con que el ser humano es único e
irrepetible. Para mantener esa condición, debemos preservar la identidad
genética de cada uno de los individuos que pueblan nuestro planeta.
Por eso, por un tema ético, moral, de preservación y protección de la
dignidad del ser humano, en cuanto a su condición de único e irrepetible, nos
oponemos a la clonación humana.
Insisto en que toda intervención genética que busque corregir patologías
o enfermedades es aceptable y estamos disponibles para ello, tal como quedó
consignado en el informe. En cuanto a las prácticas eugenésicas, cuando nos
referimos a su prohibición, queremos decir, por ejemplo, que nos oponemos a
que una persona quiera corregir el color de sus cabellos, de sus ojos, su
estatura, su composición corporal, etcétera, pero estamos de acuerdo con toda
investigación o intervención genética que signifique corregir determinadas
enfermedades o patologías.
Un tema extraordinariamente complejo, que generó mucho debate y que
seguramente lo seguirá generando a nivel nacional, es la manipulación de
embriones.
Al respecto, me parece bien que la sociedad civil tenga una participación
más protagónica y activa en estos temas.
En la Comisión nos vimos enfrentados a la misma discusión que se
generó respecto de los trasplantes y la necesidad de establecer como muerte
de un individuo la muerte cerebral, con el fin de utilizar sus órganos para un
trasplante y dar vida a otra persona. Para ello, se estableció la muerte cerebral
como muerte de un individuo a través de una convención.
Todos recordarán que, antiguamente, el paro cardíaco, la muerte del
corazón, significaba la muerte del individuo. Hoy, a la luz de nuevos
antecedentes científicos, se ha establecido otra definición. Se dice que para
certificar la muerte cerebral tienen que existir electroencefalogramas planos,
con seis horas de diferencia. Asimismo, dos neurólogos distintos deben
confirmar esto mismo, sobre la base, por ejemplo, de la ausencia de reflejos
fotomotores.
Lo mismo tuvimos que hacer para establecer, como dijo el diputado
Forni, cuándo la vida humana es objeto de protección. También podríamos
consignar cuándo se inicia la vida humana. Insisto: era necesario establecer en
el proyecto una cierta convención. Eso tiene que ver con decidir si hay vida
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DISCUSIÓN EN SALA

humana en el momento de la concepción, como dice el Pacto de San José de


Costa Rica, es decir, desde el momento en que el óvulo se junta con el
espermio; si la vida se inicia en el blastocito preimplantacional, en el óvulo
fecundado antes de llegar al útero, cuando el óvulo está en el útero, cuando el
feto tiene tres meses, nueve meses o a su nacimiento. Incluso Watson y Crick,
que obtuvieron el Premio Nobel de Ciencias precisamente por su
descubrimiento del ADN, sostienen que la vida humana comienza a los 4 años
de nacido, porque sólo a partir de ese momento el tejido neuronal está
suficientemente maduro.
Dada su complejidad, hay muchas definiciones y formas de abordar el
tema, pero creemos que la manipulación de embriones constituye el inicio de
la manipulación de futuros seres humanos.
Finalmente, entendemos que con la tecnología actual, con el avance de
la ciencia, manipular un embrión significa destruirlo. Actualmente, muchos
países están echando marcha atrás y, por tanto, restringiendo la cantidad de
embriones que se pueden utilizar para la fertilización in vitro. ¿Qué sentido
tiene permitir que una mujer infértil tenga un hijo si para ello se deben destruir
cuatro potenciales seres vivos, cuatro vidas humanas, cuatro embriones? Éstos
se congelan, se destruyen, y sólo se utiliza uno? A lo mejor, el día de mañana,
cuando se manipule un embrión y se tome una célula madre totipotencial, que
sirve para muchos experimentos, no se va a destruir el embrión. (Todos los
expertos que asistieron a la Comisión señalaron que hoy se destruye). Por eso
hemos dicho que hay vida humana -lo dice el Pacto de San José de Costa Rica
y nuestro propio Código Civil- desde el momento de la fecundación, con el
objeto de proteger la vida del que está por nacer.
Finalmente, este proyecto, que fue objeto de un amplio y necesario
debate, de alguna manera viene a regular el campo de la investigación sobre
seres humanos y de la manipulación de embriones.
Quiero agregar que también se pueden obtener células madres desde el
cordón umbilical o, incluso, desde tejidos del adulto, por ejemplo, la médula
ósea.
En mi opinión, no se justifica la manipulación de embriones. Ello es
absolutamente coherente con lo que plantea el artículo 1º del proyecto, que
dice que su finalidad es proteger la vida, desde el momento de la concepción.
Estamos en presencia de un proyecto muy importante, cuyo objetivo es
proteger la vida y la dignidad de los seres humanos. Insisto: no podemos
permanecer ajenos al avance de la ciencia y la tecnología, pero se necesita un
análisis desde un punto de vista ético y moral.
He dicho.

-Aplausos.

El señor OJEDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Francisco


Bayo.

El señor BAYO.- Señor Presidente, si esta materia es tremendamente


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DISCUSIÓN EN SALA

compleja para los médicos y para el mundo científico en general, me imagino


cómo lo será para aquellos que no pertenecen al área del conocimiento y la
investigación científica. Me refiero al genoma humano, base de la unidad
fundamental de todos los miembros de la familia humana, y al reconocimiento de
su dignidad, identidad y diversidad. Por ello, en esta materia es necesario
establecer claramente qué se puede hacer y qué no se debe hacer.
Las investigaciones relacionadas con seres humanos deben contar con
un marco referencial relativo a la forma, manejo y exigencias a tener presente.
Ello sucede en todo el mundo y Chile no puede estar al margen de ese
conocimiento.
No voy a repetir muchas de las aseveraciones e inquietudes planteadas
en la Sala, porque ameritan un debate más cuidadoso. No hay actividad en el
universo en la cual no se avance más que en lo que se refiere a la ciencia
médica y a la investigación científica. Por tanto, no podemos negarnos a
legislar sobre esta materia. Sin embargo, la forma de hacerlo debe ser
cuidadosa; no debe entrabar, por un lado, la investigación científica ni tampoco
algunos aspectos puntuales en materia de intervenciones genéticas con fines
terapéuticos que puedan ser provechosas y no nocivas para las personas.
Ya ha quedado en evidencia -y, de hecho, aparece en varios de los
documentos que los distinguidos colegas tienen sobre sus escritorios- la poca
precisión en el uso de las palabras, de los conceptos; se habla como si se
tratara de lo mismo al referirse a genoma y a clonación. El Presidente de la
Comisión de Salud de la Cámara de Diputados recientemente precisó los
términos. Incluso, es inconveniente hablar de clonación terapéutica, como lo
establecen muchos tratados internacionales. Esta iniciativa es seria; no puede
tratarse al lote, no puede debatirse como si nos encontráramos en un auditorio
de sordos -aunque, a veces, es lo que parece ser-. No es lo mismo hablar de
clonación que de uso de genoma humano, pieza fundamental y base de la
unidad de todos los miembros de esta sociedad. Por eso hay que precisar los
conceptos.
Para no entrar en detalles que, además de ser repetitivos, pueden
aburrir a los tan atentos colegas de mi bancada y de otras, me remitiré a decir
cuál es el objetivo que se trata de cumplir con este proyecto, y qué se puede o
no se puede hacer en Chile.
Ante las variadas y múltiples experiencias internacionales -cada una de las
cuales daría para ser tratada en una sesión especial-, debemos recordar que
estamos en Chile, y, en consecuencia, debemos legislar acorde no sólo con el
conocimiento internacional sobre la materia, sino teniendo presente nuestra
realidad, incluso nuestra idiosincrasia y nuestra formación cristiano-occidental, lo
que, por supuesto, hace más complejo el debate.
¿Qué se puede hacer a la luz de lo que establece este proyecto de ley?
Se puede investigar y determinar la identidad del genoma de un ser humano si
se cuenta con su consentimiento previo e informado. Varios colegas se han
referido a la importancia de dicho consentimiento previo, exceptuando aquellas
situaciones que tienen que ver con materias investigadas por los tribunales de
justicia.
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DISCUSIÓN EN SALA

¿Qué otra cosa se puede hacer? Hay libertad para realizar investigación
científica biomédica en seres humanos, con pleno respeto de los derechos y
libertades de los mismos, entre los que se cuenta el de información previa, ya
mencionado. ¿Qué más se puede hacer? Terapia génica en células somáticas y
en células reproductivas, la que estaría autorizada sólo con fines terapéuticos,
para el tratamiento de enfermedades o para impedir su tratamiento.
Para tratar de aportar luces, me permitiré leer -para conocimiento, de
los versados colegas parlamentarios- lo que dice el doctor Manuel Santos,
profesor de genética de la Universidad Católica de Chile: “Si los embriones son
cosas u objetos, entonces se pueden usar y luego botar: Pero si los
consideramos...

-Hablan varios señores diputados a la vez.

El señor LORENZINI (Presidente).- Ruego a los señores diputados


guardar silencio.
Puede continuar con el uso de la palabra señor diputado.

El señor BAYO.- Señor Presidente, este tema es mucho más importante


que otros, que en su momento han tenido la atención de esta Sala o cuando,
de por medio, en las tribunas hay personas que aplauden, y otras que rechiflan
o bien vienen a decir groserías o a hacer cosas que incluso desprestigian a la
Cámara de Diputados. Sin embargo, los colegas no le prestan ninguna
atención, en circunstancias de que debería importarles, porque muchos de
ellos necesitarían de terapia génica.
Para evidenciar lo complejo del tema, el doctor Santos profesor de la
Universidad Católica, señala: “Si los embriones son cosas u objetos, entonces
se pueden usar y luego botar. Pero si consideramos estos mismos embriones,
sujetos con toda la dignidad de un ser humano, entonces merecen todo el
respeto del mundo y no deben ser manipulados”. Esto tiene relación con lo que
aquí se ha mencionado sobre cuándo comienza la vida. Hay gente que dice que
comienza en el acto reproductivo, porque se obtiene un producto totipotencial,
es decir, que tiene existencia por sí mismo. Un tema del debate. Pero el mismo
doctor Santos agrega después: “No existe ningún beneficio médico en esta
opción que justifique tal uso de embriones, debido a que hay un camino
alternativo en que con células de adultos -y, ojalá, lo escuchen nuestros
colegas; células de ellos mismos, o de sus señoras, o de sus pololas, o de sus
amantes, o de sus hijos- se pueden obtener distintos tejidos que luego se
introducen en el paciente con fines curativos”. Esto es terapia génica. Si por
otro lado, se abre la puerta a la clonación terapéutica, concepto que discuto y
creo que debe ser analizado, es casi imposible que se puedan cerrar otras
puertas. Esto es lo que se puede hacer con este proyecto.
Mediante esta iniciativa se prohíbe expresamente toda práctica
eugenésica, o sea, cualquiera intervención sobre el genoma que lo modifique
hereditariamente. Se prohíbe toda forma de discriminación arbitraria basada
en el patrimonio genético de las personas y, lo más importante, se prohíbe la
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DISCUSIÓN EN SALA

clonación de seres humanos, cualquiera sea el fin perseguido y la técnica


utilizada. Hace muy poco, en una convención internacional realizada en
Valencia, se estableció que, partiendo de la base de que el hombre es en sí un
fin y no un medio, que tiene derecho a no ser programado genéticamente y a
ser genéticamente único e irrepetible, porque es propiedad de unicidad, existe
la posibilidad de crear problemas sicológicos a los individuos clónicos.
Por todo ello, rechazo la clonación humana. Felizmente, este proyecto
rechaza la práctica de la clonación. Tampoco se podrán destruir embriones
humanos para obtener células troncales que den origen a dichos tejidos u
órganos. Ya mencioné lo expresado por un académico de la Universidad
Católica, quien aclara precisamente que podrían usarse células de adultos.
Por todo lo anterior y porque es necesario que esta iniciativa se transforme
en ley, precisamente para establecer el marco regulatorio, porque prohíbe la
clonación y porque todos estos hechos están garantizados por la existencia de
una comisión de bioética total y absolutamente independiente, acreditada y con
personas capacitadas, le daremos nuestro apoyo.
He dicho.

El señor LORENZINI (Presidente).- ¿Habría acuerdo para prorrogar la


sesión por una hora para que hablen los diputados inscritos y así votar el
proyecto al final de ésta?
No hay acuerdo.
En consecuencia, quedan inscritos para hacer uso de la palabra sobre
este tema en una próxima sesión los diputados señores Iván Moreira, Enrique
Accorsi, Alberto Robles, Gonzalo Ibáñez, Esteban Valenzuela, Patricio Cornejo,
Patricio Melero, Jaime Quintana, y las diputadas señoras María Antonieta Saa y
María Pía Guzmán.
Tiene la palabra, por cuatro minutos, el diputado señor Burgos.

El señor BURGOS.- Señor Presidente, si bien es cierto que no participé


en el debate habido en la Comisión de Salud, creo que lo señalado por el
presidente de la Comisión, diputado señor Rossi, y por quienes lo antecedieron
en el uso de la palabra, ha sido muy esclarecedor respecto de la importancia
del proyecto que se presenta a la consideración de la Sala.
Sin duda, es necesario considerar algunos aspectos para el discernimiento
de una cuestión tan trascendente como ésta. Algunos postulan que el comienzo
del tercer milenio está marcado por el inicio de la era clónica. Ciertamente, la
clonación aún es una ficción, pero desde ya cabe preguntarse: ¿estamos frente
al cumplimiento de un sueño o ante una pesadilla? Se ha iniciado un camino
complejo y, como tal, es importante lo que está haciendo la Cámara, a la hora
de fijar un marco para un tema de tal complejidad.
La diferencia entre finalidad reproductiva y terapéutica es teóricamente
clara, pero siempre existirá el peligro de que se quiera pasar de la clonación de
una oveja a la de un ser humano. Además, el proceso llevado a cabo en una
clonación reproductiva es idéntico al utilizado en una terapéutica: en el primer
caso, se producen embriones para ser implantados, y en la segunda, para ser
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DISCUSIÓN EN SALA

destruidos.
Las interrogantes éticas no pueden frenar -no creo que lo consigan- o
impedir el proceso científico, sino sólo orientar hacia un desarrollo en términos
humanos y particularmente humanizantes. El progreso no es neutro, ya que
puede significar destrucción, como es el caso del armamento sofisticado o
construcción, la mayoría de las veces. Como la ciencia sin conciencia es un
peligro para la humanidad, debe ser una tarea ética permanente preguntarse
por qué, para qué, para quién o para quiénes. Creo que el proyecto recoge
esas interrogantes y, por lo tanto, es un buen aporte.
Como no participé en la discusión pormenorizada del proyecto, quiero
hacer una consulta a quienes sí lo hicieron. Si bien es cierto que el proyecto crea
la Comisión Nacional de Bioética, cuyas atribuciones, conformación e
importancia parecen claras, hay dos artículos que mencionan otra instancia que
ignoro si está regulada en otra ley o reglamento. No obstante, si se crea en
virtud de este proyecto, sus atribuciones deberían quedar claramente
establecidas en él o, en su defecto, hacerse referencia a la norma reglamentaria
o legal en la cual están fijadas.
Me refiero al inciso final del artículo 7º, que dice: “En todo caso, el
consentimiento deberá ser nuevamente solicitado, cada vez que los términos o
condiciones en que se desarrolla la investigación sufran modificaciones, salvo que
éstas sean consideradas menores por el Comité Ético Científico del centro o
establecimiento que haya aprobado el proyecto de investigación.” Más adelante,
el artículo 20 vuelve a hacer referencia a esa instancia: “Todo aquel que
desarrolle un proyecto de investigación científica biomédica en seres humanos o
en su genoma, sin previa autorización del Comité Ético Científico que
corresponda, será sancionado con una multa...”.
Reconozco mi desconocimiento de las normas existentes sobre esta
materia, pero en alguna norma estarán fijadas las atribuciones de ese Comité
Ético Científico. Si no lo están, ésta es la oportunidad para hacerlo. Pero, si
existen, sería bueno que el proyecto consignara dónde están contempladas,
porque si la iniciativa es aprobada en estos términos, tendremos un problema
complejo desde el punto de vista de la constitucionalidad de la norma.
He dicho.

El señor LORENZINI (Presidente).- Señor diputado, cuando tratemos


nuevamente el proyecto, podrá complementar su intervención.
Están inscritas la diputadas señoras Pía Guzmán y María Antonieta Saa y
los diputados señores Ceroni, Leal, Jarpa y Juan Pablo Letelier.
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DISCUSIÓN EN SALA

2.4. Discusión en Sala.


Cámara de Diputados. Legislatura 351. Sesión 44. Fecha 15 de septiembre,
2004. Discusión general Se aprueba en general.

NORMAS SOBRE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SERES HUMANOS, SU


GENOMA HUMANO Y PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA. Segundo
trámite constitucional. (Continuación).

El señor LEAL (Vicepresidente).- En el Orden del Día, corresponde


continuar la discusión, en segundo trámite constitucional, del proyecto que fija
normas sobre investigación científica en seres humanos, legisla sobre genoma
humano y prohíbe la clonación.
Tiene la palabra el diputado Alberto Robles.

El señor ROBLES.- Señor Presidente, el proyecto en discusión me


parece de particular importancia, porque se trata de la normativa que regulará
la investigación en seres humanos. Asimismo, se incorporan otros conceptos
que no dejan de ser importantes para la sociedad y para el devenir de la
medicina, como la posibilidad de tener al alcance de las personas no sólo
terapias, sino también un mejor desarrollo de sus potencialidades.
En términos generales la idea de legislar es absolutamente lógica. Sin
embargo, los cambios introducidos en la Comisión de Salud de la Cámara al
proyecto del Senado son sustanciales y ameritan una discusión seria por su
impacto social.
Una de las primeras modificaciones dice relación con una materia que no
había sido discutida hasta ahora y que se traduce en algunas preguntas que
debemos responder: ¿Es el embrión una persona? ¿Pertenece a la madre?
¿Tiene valor por sí mismo? ¿Merece protección? Si es así ¿Qué nivel de
protección merece? ¿Encarna sólo valores simbólicos? Si el embrión no es
titular de derechos, ¿pasa automáticamente a la categoría de propiedad de
alguien? ¿Tiene el mismo estatuto un embrión en útero que uno in vitro?
Estas son preguntas tremendamente importantes que se hace la
sociedad sobre cuestiones que, a mi juicio, no quedan correctamente
establecidas en el proyecto.
Desde el punto de vista biológico, el comienzo de la vida humana aún no
está claramente determinado. Sin embargo, en la discusión de este proyecto
hemos entrado en un tema de suyo controversial: ¿Cuándo una nueva vida
tiene estatuto ontológico merecedor de protección? En última instancia,
¿cuándo es equiparable a una persona y, por lo tanto, inviolable?
Diego Gracia (1998) y Manuel Cuyás (1989) han resumido los distintos
paradigmas histórico-filosóficos sobre el tema. “El problema -como dice Cuyás-
es que, por un lado, la solución escapa de las competencias de las ciencias
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DISCUSIÓN EN SALA

naturales .en las que no caben conceptos como persona-, y de la filosofía y


teología, porque éstas no pueden determinar cuándo comienza a existir el
individuo, el sujeto o la persona”.
En este proyecto ha tenido lugar una discusión por medio de la cual se
ha intentado entregar un estatuto moral al embrión desde el momento de la
fecundación. Si el embrión es un ser moral, debe ser tratado con el mismo
rigor con que se hace con todos los otros seres morales, como las personas. A
mi juicio, el embrión no es un ser ni un sujeto moral, sino un objeto de la
moralidad de la sociedad. En este contexto, se dan distintas concepciones
religiosas y filosóficas respecto de cuándo se es persona, lo que hace que en
algunas sociedades el embrión preimplantatorio sea objeto de cierta moralidad,
y en otras, no.
Centrándonos en el caso de los embriones preimplantatorios, son varios
los autores que señalan importantes datos que podrían emplearse para no
conceder un alto estatuto moral a estas entidades.
La definición de Boecio establece que “Persona es la sustancia individual
de naturaleza racional”. Se trata de dos propiedades esenciales de un
individuo: unicidad, es decir, ser único; unidad, realidad distinguible de toda
otra realidad. Existe amplia evidencia experimental de que estas propiedades
no se establecen antes del fin de la implantación, como la falta de unicidad del
embrión preimplantatorio. Es un hecho de la naturaleza que existan gemelos
monocigóticos, en un porcentaje que alcanza los dos por mil nacimientos, que
se generan espontáneamente por división de un embrión antes de la anidación.
Por lo tanto, en este sentido no hay unicidad.
Falta de unidad: posibilidad de formación de quimeras de poscigóticos
humanos, derivados de la fusión de dos embriones. Tienen líneas celulares y
tejidos derivados de cada embrión que participó en la fusión. Como se ha visto,
experimentos en animales permiten fusionar embriones distintos, incluso de
especies diferentes, y de gemelación artificial por separación de blastómeros.
Eso habla de que tampoco hay unidad en el embrión.
Por lo tanto, la propiedad indispensable de individualidad aún no está
determinada en el embrión preimplantatorio. El concepto clásico de persona
resulta inaplicable para el embrión en su etapa de fecundación.
Mientras exista posibilidad de gemelación, la identidad del ser humano
no está determinada, y de ahí que no se pueda decir que exista ningún
individuo en concreto. ¿Cómo podría existir alguien cuando la mera identidad
del ser que nacerá al final, aún no está determinada en la fase
preimplantatoria?
Sin embargo, para algunos autores, aún admitiendo estos datos, el
embrión humano tendría un altísimo valor, superior al de un cultivo de tejidos
somáticos, debido a que tendría identidad humana y un elevado potencial de
convertirse en persona. La cuestión difícil sería establecer qué estatuto
asignarle, y en qué fase cobra todos los derechos adscritos a la persona.
Algunos de los defensores de la inviolabilidad del embrión se centran en
la idea de que tiene elevada potencialidad de convertirse en persona; pero,
como veremos, quienes se centran en la potencialidad conferida por su
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DISCUSIÓN EN SALA

genoma se enfrentan a importantes réplicas filosóficas que, en parte, usan


nuevos conceptos biológicos.
El presupuesto empírico de que la dignidad de persona se adquiere ya en
el cigoto, en el sentido de que el espermatozoide ya se encuentra dentro del
óvulo humano, por el hecho de poseer un nuevo genoma distinto del de los
padres, debería ser pasado por el cedazo de los conocimientos de la biología
del desarrollo.
La inviolabilidad del embrión debería adscribirse a la entidad en
desarrollo cuando haya adquirido, por diferenciación y crecimiento, la potencia
actual que le capacita para llegar al nivel de complejidad del individuo nacido;
es decir, cuando la entidad posea toda la potencialidad para llegar a su
término.
Señalaré dos conceptos relativos a la información para llegar a término.
En primer lugar, la capacidad informacional, que es la información que
puede dirigir el desarrollo de un ser humano. El cigoto no posee todas las
moléculas informativas para su desarrollo, pero tiene las moléculas con potencial
de adquirir capacidad de información, cosa que se va logrando con el tiempo
mediante interacciones con otras moléculas.
En segundo lugar, el contenido informacional, que es la información que se
puede usar para desarrollar un ser humano, aunque no esté disponible en un
determinado momento para hacerlo. En este sentido, casi todas las células
somáticas de un adulto tienen el contenido informacional, pero sólo usan una
parte.
Si pudiéramos reprogramar una célula somática para que se
desdiferencie y actúe como un cigoto, ¿significa que esta célula ya tiene
dignidad de persona? No parece que se pueda llegar tan lejos. Por la misma
razón, un cigoto natural y sus fases inmediatamente ulteriores carecen de la
información suficiente en relación al término, al ser persona.
En el blastocisto, parte de la información depende de la posición relativa
de las células, lo que determinará que algunas de éstas den origen a la masa
interna, es decir, al feto futuro, y otras, al trofectodermo, que participará en la
placenta, la que, como se entenderá, no tiene que ver con el ser humano. Pero
en el embrión temprano es imposible, a priori, predecir qué blastómeros serán la
base del individuo y cuáles serán de la placenta.
La gástrula ya tiene tres capas germinales, pero aún no posee toda la
información del sistema respecto al término. Sólo al final de la cuarta semana
aparece el plano general corporal y al final de la octava, tras intensa
histogénesis y organogénesis, el embrión es reconocible como humano, con un
nivel de desarrollo perfectamente conectado con el término. A partir de ahora,
o sea, desde la octava semana, comienza el desarrollo fetal. La mayor parte de
la información es de tipo general, es decir, mantiene una situación ya definida.
El sistema crece en tamaño y maduran los sistemas orgánicos ya presentes. El
nuevo ser posee ya potencia actual y sólo necesita actualizarla conforme pasa
el tiempo. Por lo tanto, entre las seis y las ocho semanas, el sistema tiene
suficiente conexión con el término, y a partir de ahí debería tener un estatuto
equiparable con el ser persona.
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DISCUSIÓN EN SALA

Con esto quiero plantear claramente que no se puede colocar en el


proyecto de ley algo tan importante como que la vida se va a proteger desde el
momento de la concepción, ya que algunos, incluso en el mismo mensaje, hacen
ver que la concepción es sinónimo de fecundación. Creo que he sido bastante
claro respecto de los conceptos biológicos y filosóficos, lo que me permite decir
que el embrión, en el momento de la fecundación, no es ni tiene características
de persona, ni debiera ser sujeto de la moralidad de la sociedad.
Otro tema importante es el de la clonación.
Aquí se ha manifestado que existe un solo tipo de clonación, lo cual, a
mi juicio, demuestra que no se ha interpretado bien lo que significa la palabra
“clonación” en términos de la ciencia actual. La clonación es la producción
intencionada de células, tejidos, embriones o individuos que tienen la misma
información o identidad genética. Por lo tanto, hay distintos tipos y fases de
clonación. Por supuesto, está aquella que no queremos, que es la clonación
reproductiva, que tiene por finalidad la producción de embriones mediante
fecundación in vitro, los que después serán implantados en el seno materno
para la gestación, es decir, para producir seres humanos idénticos unos a
otros. Nadie quiere la clonación reproductiva.
Sin embargo, en el mundo se están desarrollando experimentos e
investigaciones científicas en relación con otro tipo de clonación, como la de
células, que tienen la misma información o identidad genética. Por ejemplo,
existe la clonación de células de piel, cuya finalidad es la conformación de
tejidos que puedan ser utilizados en procesos terapéuticos: se realizan cultivos
de tejidos para conformar órganos para usarlos en operaciones de transplante.
Por lo tanto, no toda clonación, en términos de investigación, tiene por
objeto la reproducción.
Me parece que este tema debe ser discutido con mucha mayor precisión.
No podemos decir que vamos a eliminar todo tipo de clonación en la
investigación científica, ni menos en el contexto de la medicina moderna. Estoy
absolutamente convencido de que si usted, señor Presidente, en alguna
oportunidad requiere hacerse un transplante, y tiene los medios necesarios y la
tecnología está disponible en alguna parte del mundo para realizarlo sin riesgos
para su salud, usted viajará a ese lugar para someterse a esa operación que
puede salvar su vida. Más aún, si uno de sus hijos requiere hacerse un
transplante, y la tecnología está disponible en otro país, usted lo llevará allí y
utilizará ese tipo de clonación para salvarle la vida. Eso es posible porque tanto
usted como quienes plantean esto pueden acceder a esa tecnología porque
tienen los recursos para ello. Pero el resto de los chilenos, ¿tendrá la posibilidad
de utilizar esta ciencia de la clonación de células y de tejidos si la requiere?
Se han introducido cambios muy radicales al proyecto que viene del
Senado, que intentan introducir en nuestra legislación conceptos de los cuales,
a mi juicio, posteriormente nos arrepentiremos. Hace pocos días, una jueza,
interpretando el Código Civil y nuestra legislación, y determinando, a título
personal, desde cuándo comienza la vida, impidió que se comercializara la
píldora del día después.
Este tema es muy importante para muchos chilenos. Si aprobamos el
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DISCUSIÓN EN SALA

proyecto tal como está y no discutimos más a fondo este tema, muchas
mujeres que hoy usan el dispositivo intrauterino estarán infringiendo la ley,
pues estarían atentando contra el embrión ya fecundado, dado que hay
evidencias de que ese dispositivo impide, en muchos de los casos, la
implantación del embrión en el útero.
El proyecto requiere de enmiendas importantes. Me parece más serio el
trabajo que hizo el Senado que el que estamos haciendo en la Cámara de
Diputados. He votado en contra de algunos de estos artículos, porque no van
en el contexto de lo que el Senado planteó, pues fue bastante más amplio y
asertivo en lo que quería; en cambio, algunos diputados de la Comisión de
Salud han tratado de incorporar en el proyecto elementos dogmáticos de
religiones o de visiones que no necesariamente comparte toda la sociedad.
Esta bien que los católicos defiendan su fe, pero no pueden imponer criterios
dogmáticos al resto de la sociedad, menos a través de proyectos como éste.
He dicho.

El señor OJEDA (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado Iván


Moreira.

El señor MOREIRA.- Señor Presidente, entiendo la impaciencia de los


colegas, porque hoy la Cámara será escenario de un homenaje a las glorias del
deporte, pero también tenemos que seguir legislando.
El tema que nos convoca esta tarde es muy relevante. La iniciativa, que
regula la investigación científica en el ser humano, su genoma y prohíbe la
clonación humana, claramente es una legislación de vanguardia que está
protegiendo a nuestra sociedad. Por eso, compartimos el informe entregado en
días pasados por la Comisión de Salud.
Los avances de la ciencia y de la tecnología biomédica, y su aplicación
en la práctica de la medicina provocan cierto grado de inquietud pública, ya
que plantean nuevos problemas éticos que preocupan a nuestra sociedad por
los posibles abusos originados en la investigación científica y en la tecnología
biomédica.
Se comienza con la elaboración de hipótesis, las que luego se someten a
pruebas de laboratorio con animales experimentales. Para que las conclusiones
sean clínicamente útiles, los experimentos deben realizarse en seres humanos.
Por supuesto que este tipo de investigaciones, aunque se diseñen con el
máximo cuidado, entrañan riesgos para las personas y para nuestra sociedad.
Estas investigaciones se justifican no porque significan un beneficio para la
investigación o para la institución investigadora, sino más bien porque favorece
a las personas participantes por su posible contribución al conocimiento
humano, al alivio del sufrimiento o a la prolongación de la vida.
La iniciativa legal tiene por objeto establecer un marco jurídico para
garantizar la protección a la vida, la integridad física y psíquica de las
personas, su dignidad e identidad genética respecto de la investigación
científica.
Para lograr esos fines, como bien lo señaló el diputado informante hace
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DISCUSIÓN EN SALA

unos días, se regulan las siguientes materias: la investigación científica en


seres humanos, la exploración relativa del genoma humano, la prohibición de
la clonación humana y la creación de una Comisión Nacional de Bioética.
Parece razonable establecer normas básicas que regulen la investigación
científica en seres humanos, ya que con ello se pretende evitar que el
desarrollo de esta actividad atente contra la vida e integridad física de las
personas, especialmente de quienes están por nacer.
El proyecto en análisis se orienta en la dirección correcta, en la medida
que prohíbe una serie de procedimientos que degradan al hombre y ponen en
riesgo la integridad de su patrimonio genético. Entre estas prácticas se
encuentra la clonación de seres humanos, que constituye un grave atropello al
carácter individual, único e irremplazable de toda persona.
Las modificaciones introducidas por la Comisión de Salud al proyecto
contribuyen a su perfeccionamiento, resguardando aún más la investigación
científica en seres humanos y estableciendo una estructura organizacional
adecuada que lo garantiza.
La UDI, a través de sus diputados de la Comisión de Salud, señores
Patricio Melero y Marcelo Forni, han sido autores de una serie de
modificaciones al respecto. En ese sentido, son de particular importancia los
cambios introducidos al artículo 1°, que se refieren a la protección de la vida
desde la concepción. Con ello, se refuerza el amparo que, en la materia, otorga
nuestra Constitución y se genera un antecedente que puede ser usado en
contra de futuros proyectos de ley que persigan afectar la vida del que está por
nacer.
También parece positiva la eliminación de los comités ético-científicos
dependientes de la seremi de Salud, lo que concentrará en un solo órgano la
tarea de velar por que la investigación científica en humanos respete a la
persona y su dignidad.
Resultan adecuados los cambios introducidos respecto de la designación
de los miembros de la Comisión Nacional de Bioética, para lo cual se requerirá
el acuerdo del Senado. De esa forma, la comisión gozará de mayor autonomía
respecto de la autoridad pública, evitando así que la visión particular de la
autoridad de turno termine por imponerse sobre consideraciones netamente
éticas y morales. En todo caso, si se estima que esta comisión debe ser
eliminada del proyecto por no ejercer ninguna protestad pública y, por tanto,
carecer de fundamento jurídico para ser regulada por esta ley, parece
adecuado incluir, en reemplazo de la misma, una declaración de principios que
constituya un marco al cual deba someterse el órgano que en el futuro se
pueda crear para ejercer esta función.
Podrá haber un debate legítimo respecto de la concepción de un ser,
pero hoy estamos protegiendo a la sociedad, la estamos resguardando para
que nunca se intente aprobar proyectos de ley que pudiesen permitir la
clonación humana. Hemos visto cómo los países están desarrollando
legislaciones muy similares a la nuestra, precisamente para proteger la vida.
Como información general, reitero que el objetivo de la iniciativa es fijar
criterios para la investigación científica en seres humanos y, sobre todo,
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DISCUSIÓN EN SALA

respetar la vida humana desde el instante mismo de la concepción,


estableciendo salvaguardias para quienes investiguen, en el sentido de que el
límite está dado por la naturaleza humana. Hay que destacar que la
Constitución no concede, sino que reconoce los derechos esenciales de la
persona. Por ello, se explicita que tales investigaciones tendrán como límite el
respeto a los derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza
humana así reconocidos por la Constitución Política de la República.
En atención a que la Carta Fundamental contempla dicha realidad, se
estableció, de manera categórica, que la investigación científica tendrá ese
límite: la esencia de la naturaleza humana reconocida por el texto
fundamental.
Siendo el conocimiento del genoma humano patrimonio de la humanidad,
no susceptible de ser patentado por nadie, la información genética que se
obtenga de exámenes o investigaciones científicas que se realicen deberá
encontrarse garantizada por el resguardo de la intimidad de la persona, a menos
que ésta preste su consentimiento o que medie una resolución judicial en casos
calificados. Esta materia se halla expresamente establecida. Además, la Comisión
agregó una sanción penal para el que violare la reserva de la información
genética, conservándola en su poder o poniéndola a disposición de terceros, sin el
conocimiento de la persona sometida a la investigación.
Finalmente, hay que señalar que el proyecto crea la mencionada
Comisión Nacional de Bioética, que estará integrada por cuatro académicos
designados por el Consejo de Rectores y que pertenezcan a las Facultades de
Medicina, de Derecho, de Ciencias y de Filosofía; tres personas designadas por
el Instituto de Chile, que pertenezcan a las Academias de Medicina, de Ciencias
y de Ciencias Sociales, Políticas y Morales; una persona designada por el
Senado y una designada por el Primer Mandatario, que presidirá esta instancia.
Reitero que nos sentimos complacidos de que esta iniciativa haya
llegado a la Cámara de Diputados, de haber hecho los aportes necesarios para
el mejoramiento de esta legislación en la Comisión de Salud y, finalmente, de
entender que, como país, nos colocamos a la vanguardia en estas materias,
resguardando la vida y la dignidad de las personas que nuestra propia
Constitución garantiza.
Por lo anterior, la bancada de la UDI votará favorablemente el proyecto.
He dicho.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Enrique Accorsi.

El señor ACCORSI.- Señor Presidente, realmente nos estamos poniendo


al día con una legislación que no tenemos. Hoy, en el país se puede hacer
investigación científica sólo en referencia a los acuerdos internacionales; no
hay ninguna ley que regule la fertilización asistida ni la clonación.
Los avances de la ciencia y la tecnología biomédica y su aplicación en la
práctica generan nuevos problemas éticos que preocupan grandemente a la
sociedad: se comienza con la elaboración de hipótesis, las que luego se
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DISCUSIÓN EN SALA

someten a pruebas de laboratorio con animales experimentales. Para que las


conclusiones sean clínicamente útiles, los experimentos deben realizarse en
seres humanos.
La sociedad ha adoptado medidas para protegerse de los posibles
abusos. Esto se inició durante la Primera Guerra Mundial. Así surgió el Código
de Nürenberg. Después, la Asociación Médica Mundial hizo varias
declaraciones, como la de Ginebra o la de Helsinki, que han sido revisadas
hasta hace dos años.
En esta materia, la medicina avanza mucho más rápidamente que las
leyes. No me cabe duda de que, en un futuro cercano, podremos obtener
células troncales e información genética sin dañar a los embriones.
Una de las ideas matrices del proyecto es fijar el marco jurídico en esta
materia, teniendo como referencia el marco jurídico internacional, como la
Declaración Universal sobre Genoma Humano y Derechos Humanos, aprobada
por la Conferencia General de la Unesco en 1997.
El trabajo de la Comisión de Salud fue altamente positivo; sin embargo,
pedí votación separada en algunos artículos e hice algunas indicaciones a los
artículos 1° y 9°. Asimismo, pedí que se reordenara el articulado para hacer más
concisa la ley.
Me quiero referir con especial interés al artículo 1°, porque creo que no
debemos incorporar el tema de la concepción en el proyecto, ya que su
aprobación paralizará de manera clara y categórica toda la fertilización asistida
que se realiza hoy en el país.
Llamo a los parlamentarios a que seamos capaces de discutir el inicio de
la vida con un gran debate, en una ley especial, porque ése no fue el debate
que tuvimos en la Comisión, donde discutimos sobre la clonación y el genoma.
Esa indicación surgió de algunos señores diputados para introducir esta
materia. A mi juicio, deberíamos mantenerla tal como estaba en un principio,
en el sentido de que declaramos proteger la vida. No podemos poner un
adjetivo al inicio de la vida, porque no fue parte del debate habido en la Sala.
Advierto que, si aprobamos el artículo 1º del proyecto, van a terminar las
fertilizaciones in vitro y asistida en nuestro país y miles de parejas infértiles
quedarán sin tratamiento. Esta discusión se ha hecho en Italia, Francia y
Estados Unidos. Tal como nos pusimos de acuerdo, como sociedad chilena,
respecto del tema de la muerte, debemos ser capaces de poner en debate
cuándo se inicia la vida.
Como legisladores, debemos definir a partir de cuándo se desarrolla la
vida y se es persona o ser humano. Ese tema filosófico ha sido motivo de
controversia a nivel mundial, pero el Congreso no tiene por qué circunscribirse
a determinado principio filosófico, sino que debe legislar para todos los
chilenos.
Voy a apoyar el proyecto, pero he presentado las indicaciones
correspondientes para que vuelva a Comisión, pues aún tenemos una discusión
pendiente.
He dicho.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Patricio Melero.

El señor MELERO.- Señor Presidente, a pocos minutos de que la Cámara


de Diputados rinda homenaje a nuestras figuras olímpicas Nicolás Massú y
Fernando González, debo comunicarles la mala noticia de que con este
proyecto no podrán ser clonados y, por consiguiente, serán parte única de la
historia de nuestro país. Yo también quisiera que hubiese muchos Massú y
González en el futuro, pero ellos no deben ser el resultado de una copia
lograda por la manipulación genética, la cual, según se ha demostrado en el
mundo entero, tiene una serie de perjuicios. Quisiera que hubiese muchos
tenistas como Massú y González, pero con apellidos Pérez, Urrutia, Ortúzar o
cualquier otro y que surjan del mérito y esfuerzo personal y no de una
clonación terapéutica, lo que trae mucho daño a la especie humana. Ése es el
valor que debemos generar.
Con este proyecto se prohíbe la clonación con fines reproductivos,
porque va en sentido contrario a la naturaleza, a la esencia del ser humano, a
la diversidad, a la obra creadora de Dios y al libre patrimonio genético de las
personas que se unen y dan origen a un nuevo ser.
Al igual que la inmensa mayoría de la comunidad mundial, Chile hace
bien en protegerse de una investigación científica que el día de mañana
pudiera llevar a desnaturalizar el origen esencial, intrínseco y propio de la
naturaleza humana, la cual trasciende y va más allá de los valores religiosos y
morales, por cuanto tiene el sentido ético y filosófico de la esencia de la vida.
La legislación que hoy aprobamos -me alegro de que la Cámara de
Diputados la haya mejorado sustancialmente respecto del proyecto original
emanado del honorable Senado- busca regular un elemento fundamental, cual
es la investigación científica del genoma humano, por cuanto prohíbe la
clonación humana con fines reproductivos y regula la forma de llevarla
adelante.
Quienes me antecedieron en el uso de la palabra han profundizado sobre
el contenido de la misma. No es mi intención abundar sobre los objetivos que
se persiguen y en la necesidad de construir este marco regulatorio que ubicará
a Chile dentro de las naciones más avanzadas en esta materia.
Especialmente innovadora es la tarea de los comités que, a través de la
Comisión Nacional de Bioética, deberán resolver la conformación de los equipos
que regularán la investigación científica.
Sin perjuicio de redundar en los aspectos ya mencionados, quiero
hacerme cargo de lo que señala el artículo 1°: ”Esta ley tiene por finalidad
proteger la vida de los seres humanos, desde el momento de la concepción, su
integridad física y psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en
relación con la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas”.
A mi juicio, cuando se señala que esta iniciativa protege la vida de los
seres humanos desde el momento de la concepción, no estamos innovando
respecto de algo que ya está claramente establecido en nuestra Constitución
Política, que defiende el derecho a la vida y a la integridad física y psíquica de
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DISCUSIÓN EN SALA

la persona. Lo mismo sucede con el pacto de San José de Costa Rica, que
establece que la vida se respeta desde el momento de la concepción, desde
que un gameto femenino se une con otro masculino y se inicia la vida.
No estamos en una discusión menor. Estoy seguro de que en el mundo
hay diferentes posturas sobre este tema. Hay quienes señalan que la vida se
inicia a partir del séptimo día, cuando se implanta el huevo fecundado, el
embrión, en las paredes del útero; otros, en cambio, creen que la vida
comienza desde el momento del alumbramiento, desde el nacimiento del ser.
Sin embargo, basta ver la enorme cantidad de procesos de divisiones celulares
que forman parte de la vida desde el momento de la concepción, para darse
cuenta de que la vida comienza en ese mismo instante. No podría haber vida al
séptimo u octavo día, al tercer mes, o más adelante, si no se hubiera iniciado
un proceso vital desde el momento en que se unen los gametos masculino y
femenino. Esta no es una postura moralista ni propia de la religión católica o
de otra religión. Se encuentra en nuestro Código Civil, en la moral natural de
Andrés Bello y en el concepto mismo de la esencia natural de la vida, que este
Parlamento está llamado a proteger respecto de un tema específico: el ámbito
en que se puede desarrollar la investigación científica.
¿Estamos dispuestos a aprobar la investigación científica en embriones
fecundados, que impliquen extraer células totipotenciales y la destrucción de
esa vida que se ha iniciado?. Esa es la pregunta de fondo.
¿Queremos destruir una vida, por incipiente y pequeña que sea, como es
el embrión, en virtud de un fin terapéutico? Si el embrión es vida ¿se puede
destruir en aras de la investigación científica?. En mi opinión, la vida existe
desde el momento de la concepción hasta la muerte del ser. No se puede
proteger la vida sólo en algunas de sus fases. Para muchos, quizás, resulte
abstracto imaginarse que la vida se inicia cuando se une el espermatozoide con
el óvulo. Tal vez sea microscópico e imperceptible al ojo humano, pero ya
hemos visto el dramatismo que significa un aborto de un ser formado al tercer
o cuarto mes, y para qué decir en meses posteriores. Eso puede provocar la
repulsión y el asombro de muchos. Pero, en verdad en la esencia misma de la
vida, ya ese ser existe desde el momento en que se unieron esos dos cuerpos
individuales, el espermatozoide y el óvulo, para dar origen a la vida. La
capacidad de entender las cosas así es lo que nos permita regular, a través de
este proyecto, elementos fundamentales en cuanto al espacio en que se puede
llevar adelante la investigación científica.
De los destacados profesionales que expusieron la Comisión, ninguno, ni
de una ni de otra corriente, tuvo la capacidad de aseverar que hoy sea posible
extraer células troncales o totipotenciales desde el embrión sin que ello
implique su muerte, porque la ciencia aún no lo ha logrado. Si más adelante lo
logra, veremos. Pero me parece prematuro y riesgoso que hoy abramos una
puerta que mañana puede permitir acciones impredecibles que provoquen la
muerte de embriones.
Por eso, me parece bien que debatamos esta materia y que este
Parlamento y la sociedad en su conjunto se pronuncien, porque serán los
elementos regulatorios que nos permitirán llevar adelante adecuadamente la
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DISCUSIÓN EN SALA

investigación científica que el país y la humanidad necesitan.


He dicho.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Carlos Abel Jarpa.

El señor JARPA.- Señor Presidente, es muy importante recordar cuáles


son los objetivos perseguidos por los parlamentarios que presentaron esta
moción en el Senado. Como se indica en el informe, la iniciativa busca regular
la investigación científica en seres humanos, la exploración relativa al genoma
humano; prohibir la clonación humana y crear una Comisión Nacional de
Bioética. Me parece que la discusión no puede salirse de esos márgenes.
Sabemos y coincidimos en que es muy importante el debate que debe
realizarse respecto de los inicios de la vida humana, pero ello no se relaciona
con el proyecto en debate. En este sentido, coincido con lo que expresaron mis
colegas Alberto Robles y Enrique Accorsi en cuanto a que, con motivo de esta
iniciativa, no podemos entrar en una discusión tan importante y necesaria
como ésa, porque nos puede traer serias consecuencias respecto de lo que hoy
se está realizando en materia de investigación científica.
Sabemos que la investigación científica se desarrolla con mayor rapidez
que la legislación. De allí la necesidad de contar con una normativa como la
que propone la moción en debate. Con el diputado señor Robles hemos
presentado una serie de indicaciones al texto aprobado por la Comisión.
Sin embargo, lo más importante es aprobar el proyecto en general, pues
existe consenso en la necesidad de contar con una legislación que regule las
materias que señalé al comienzo de mi intervención, y que una vez aprobado
vuelva a la Comisión de Salud para que se discutan de nuevo dichos temas.
He dicho.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Darío Paya.

El señor PAYA.- Señor Presidente, tengo la impresión de que en el


marco de los principios en que se sustenta la posición de la Comisión, se ha
producido un vacío.
Aquí se ha señalado, con claridad, que la creación de la vida será
natural, no artificial. Por lo tanto, queda prohibida la clonación o crear vida
artificialmente. Ése es un punto de consenso. Con la misma claridad, y de
acuerdo con lo que indica la Constitución, que protege la vida, se prohíbe la
destrucción de embriones.
Pero, en la realidad práctica actual, hay un problema adicional para el
cual no veo solución clara en el proyecto. Me refiero a los embriones que ya
fueron destruidos para obtener células troncales. En países donde la vida no
está protegida como es debido existen verdaderos bancos de células troncales.
En Chile no se podrían haber obtenido, conforme a la ley, porque ha estado
siempre prohibida su destrucción. Si leemos el proyecto, encontraremos que
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hay un vacío. Decimos que no se puede clonar, que no se puede crear vida en
forma artificial y que no se pueden destruir embriones. Pero, ¿qué pasa si se
tiene acceso a una célula troncal? El Ministerio de Salud, la comunidad
científica, un hospital, podrían ser objeto de la donación de una célula troncal,
con la cual se podría -según lo que dice el proyecto- desarrollar la clonación,
terapéutica o no es otra discusión. Entiendo que el espíritu de la mayoría de
quienes plantearon la moción es excluir también esta posibilidad.
A mi juicio, ése es un vacío que hay en el proyecto. Por eso, presentaré
una indicación para subsanarlo.
He dicho.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Alejandro Navarro.

El señor NAVARRO.- Señor Presidente, la Comisión de Salud estudió este


proyecto en profundidad, escuchó a decenas de profesionales, médicos, filósofos,
cuyas opiniones tratan de vincular la biología con la filosofía, toda vez que las
definiciones esenciales sobre el principio de la vida no son sólo biológicas, sino
que también adquieren, necesariamente, un carácter filosófico o ideológico, según
desde el punto de vista que se las quiera ver.
Tal como ha dicho el diputado Accorsi, el debate se ha centrado en la
clonación, es decir, en la necesidad de prohibir la creación de un individuo
humano absolutamente igual a otro.
Aunque el debate sobre el principio de la vida es otro tema, cabe
preguntarse si la discusión de este proyecto amerita llevarlo a cabo ahora,
porque los autores del proyecto y quienes participan activamente en su estudio
tienen en la mente evitar la clonación. No han hecho ese debate filosófico, que,
además, no sólo requiere del pronunciamiento amplio de la comunidad, sino
que también de los especialistas en biotecnología o en materia de manipulación
genética. Tal materia requiere un debate de carácter nacional, que congregue
a la mayor cantidad de personas para que den a conocer sus planteamientos,
porque ésta es una imposición. Definir cuándo comienza la vida es, sin duda,
materia de un debate científico y filosófico.
Hace pocos días una jueza señaló que había resuelto toda la
contradicción y la discusión sobre el tema de la denominada “píldora del día
después” y mediante un fallo judicial determinó que la píldora era abortiva.
Todos dijimos que no era posible que un tribunal de la República, más aún, no
especializado, determinara que la píldora del día después era abortiva.
Según nuestra percepción, no es abortiva. Por eso hemos apoyado su
entrega en determinadas condiciones a las mujeres de familias pobres, a las
mujeres de ingresos mínimos y de sectores vulnerables, ya que las personas
de mayores recursos la compran masivamente en las farmacias de los sectores
altos de la capital.
Por ello he presentado una indicación al artículo 1° -respecto al
agregado, según lo expresado por el diputado Accorsi, miembro de la Comisión
de Salud- para suprimir la frase “desde el momento de la concepción”, lo que
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DISCUSIÓN EN SALA

no va en contra de la idea matriz del proyecto y del objetivo en el que todos


concordamos, cual es impedir la clonación humana. Pienso que la eliminación
de dicha fase dará pie para iniciar un debate mucho más profundo.
Pero la definición del momento en que comienza la vida no ha sido
debatida en la Comisión ni tampoco en la Sala porque el proyecto dice relación
con la clonación.
También he formulado indicación al artículo 10, que en su parte final se
refiere a la destrucción de embriones humanos, al señalar que: “En ningún
caso podrán destruirse embriones humanos para obtener las células troncales
que den origen a dichos tejidos y órganos”. El diputado Paya algo ha insinuado
al respecto.
Pero el debate que debemos efectuar, y esto va de la mano con el
artículo 1° respecto de la concepción de la vida, es la destrucción de un
embrión humano o la muerte de una persona en su plenitud por no haber
podido obtener el tejido y órgano a partir de esa metodología.
Como no he participado en el debate es probable que me falte
información respecto de su desarrollo. Lo digo porque el diputado señor Melero
me está pidiendo una interrupción.
El informe manifiesta en su página 17 que “hubo consenso en que la
clonación humana reproductiva debe ser abolida, a contrario sensu, la
investigación y el desarrollo de células troncales deben ser incentivados y son
necesarios para el desarrollo de la medicina regenerativa”. ¡Perfecto, también
estamos de acuerdo! Porque desde el punto de vista del avance científico y
tecnológico, el desarrollo de células troncales es necesario e importante.
Si la obtención de células troncales acarrea la muerte o la destrucción
del embrión, hay que discutir no sólo científicamente si aquello es necesario.
Por eso he sugerido la eliminación del párrafo segundo a partir del punto
seguido. Es decir, dejar fuera del debate que en ningún caso podrán destruirse
embriones humanos y reemplazarlos en casos plenamente autorizados por el
mismo comité ético científico que corresponda. Si la destrucción de un embrión
permite salvar la vida de María Teresa Yánez, de 9 años, que padece del
hígado y del páncreas, quiero dejar definido a priori que en ningún caso, como
lo pretende establecer el artículo 10, es un exceso.
Por último, he presentado indicación al artículo 20. Dicha norma, que
pretende sancionar conductas que hemos estimado ilícitas en esta iniciativa,
expresa: “Todo aquel que desarrolle un proyecto de investigación científica
biomédica en seres humanos o en su genoma, sin previa autorización del
comité ético científico que corresponda -y escuchen esto, la Comisión nos
podrá explicar- será sancionado con multa de 10 a 20 unidades tributarias
mensuales”. La unidad tributaria mensual está en aproximadamente 30 mil
pesos, de manera que resulta ridículo sancionar el desarrollo irregular de
procesos investigativos millonarios con una multa de 10 ó 20 UTM, porque
todos conocemos los alcances económicos de la industria farmacéutica mundial
y la investigación científica ligada a la biogenética.
He presentado una indicación para que quien no cumpla ni acate las
disposiciones de esta ley sea suspendido del ejercicio profesional por tres años,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 314 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

y en el caso de reincidencia se le prohíba el ejercicio profesional. No hay otro


elemento disuasivo, porque no parece adecuado que a quien investiga violando
la ley se le sancione con una multa de muy bajo monto. A mi juicio, a quien
comete una infracción ética y legal debe aplicársele una sanción ética y
judicial. Sin embargo, la única sanción que propone el artículo 20 es de
carácter judicial.
He dicho.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Darío Paya.

El señor PAYA.- Señor Presidente, salvo que no haya entendido nada de


lo que dijo el diputado Navarro, en su exposición observo una contradicción
curiosa.
Creí entender que estaba a favor de la investigación, porque manifestó
su reparo a la norma que interpreta como restrictiva a la posibilidad de
investigar en esta materia. Sin embargo, ante la posibilidad -que él ve como
riesgo- de que alguien gane dinero al hacerlo, plantea un alza de las multas.
Lo importante es que en el debate de este proyecto dejemos fuera la
lucha de clases, los temas de todos los días y abordemos con un mínimo de
coherencia una materia que es muy compleja y delicada.
No logro conciliar la postura del diputado señor Navarro. Por una parte,
quiere que se permita toda la investigación posible, pero, por otra, que se
aumenten las multas a quienes la efectúan.
He dicho.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Navarro.

El señor NAVARRO.- Señor Presidente, he planteado la eliminación de dos


elementos que posibilitan aumentar la investigación. Propongo el aumento de las
multas judiciales -las que sugiere el proyecto no son disuasivas-, y sanciones
éticas: la prohibición del ejercicio profesional a quien viole esta normativa.
He dicho.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Queda pendiente el debate.


Se suspende la sesión.

-Se suspendió la sesión.

-Posteriormente, la Sala se pronunció sobre este asunto en los


siguientes términos:

El señor LEAL (Vicepresidente).- Se reanuda la sesión.


¿Habría acuerdo para votar en general el proyecto de ley que regula la
investigación científica en el ser humano, su genoma y prohíbe la clonación
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 315 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

humana?
Acordado.
En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio


el siguiente resultado: por la afirmativa, 47 votos. No hubo votos por la negativa
ni abstenciones.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Aprobado.


-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Alvarado, Álvarez-Salamanca, Allende (doña Isabel), Araya, Ascencio,
Barros, Becker, Bertolino, Burgos, Bustos, Caraball (doña Eliana), Ceroni,
Cubillos (doña Marcela), Egaña, Espinoza, Forni, Galilea (don José Antonio),
García (don René Manuel), García-Huidobro, Jaramillo, Kuschel, Leal, Luksic,
Masferrer, Melero, Molina, Moreira, Muñoz (don Pedro), Muñoz (doña Adriana),
Navarro, Ojeda, Olivares, Ortiz, Pérez (don Ramón), Pérez (doña Lily),
Recondo, Riveros, Rojas, Saa (doña María Antonieta), Salas, Seguel, Tapia,
Ulloa, Uriarte, Urrutia, Varela y Villouta.

El señor LEAL (Vicepresidente).- Por haber sido objeto de indicaciones,


el proyecto vuelve a la Comisión de Salud para segundo informe.

-El proyecto fue objeto de las siguientes indicaciones:

Al artículo 1º
1. De los señores Accorsi y Palma, para reemplazar la oración “de los seres
humanos, desde el momento de la concepción”, por las palabras “las
personas”, y sustituir la frase final “sus aplicaciones clínicas”, por “las
aplicaciones que de ella deriven”.
2. De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para sustituir los términos “los seres
humanos”, por “las personas”, y para eliminar la frase “desde el momento
de la concepción”.
3. Del señor Navarro, para suprimir las expresiones “desde el momento de la
concepción”.

Al artículo 2º
De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para reemplazar la oración
“eugenésica, entendiéndose por tal cualquier especie de intervención sobre el
genoma cuyo propósito sea modificarlo hereditariamente”, por la siguiente:
“eugénica, entendiéndose por tal aquella que impide la reproducción de
aquellos individuos que se suponen poseedores de caracteres hereditarios
desfavorables”.

Al artículo 4º
De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para sustituir las expresiones “un
ser humano”, por “una persona”.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 316 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Al Artículo 6º
1. De los señores Aguiló y Rossi, para reemplazar, en el inciso tercero la
locución, “si no existe certeza”, por la frase, “si no existiesen antecedentes
fundamentados”.
2. Del Ejecutivo, para reemplazar, en el inciso tercero la frase, “con fines
terapéuticos si no existe certeza de que sus beneficios serán mayores que sus
eventuales riesgos”, por la oración “biomédica si existen dudas razonables de
que sus riesgos son mayores que sus eventuales beneficios”.
3. Del Ejecutivo, para agregar el siguiente inciso cuarto, nuevo:
“Toda investigación científica biomédica deberá contar con la
autorización expresa del Director del Establecimiento dentro del cual se
efectúe, previo informe favorable del Comité Ético Científico que corresponda
según el Reglamento.”.

Al artículo 7º
1. De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para sustituir, en el inciso primero,
las expresiones “un ser humano”, por “una persona”.
2. Del Ejecutivo, para eliminar en el inciso tercero, la frase “del centro o
establecimiento”.

Al artículo 9º
1. De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para agregar, después del vocablo
“clonación”, el término “reproductiva”, y para sustituir las expresiones
“seres humanos” por “de las personas”.
2. De los señores Accorsi y Palma, para reemplazar las palabras “seres
humanos”, por “embriones humanos”.

Al artículo 10
1. De los señores Accorsi y Palma, para intercalar, entre las expresiones “fines”
y “terapéuticos”, los términos ”de diagnósticos”.
2. De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para eliminar su segunda oración.
3. Del señor Navarro, para sustituir la frase “En ningún caso”, por la siguiente:
“Sólo con autorización del Comité Ético Científico que corresponda”.

Al artículo 12
De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para reemplazar las palabras “un
ser humano”, por “una persona”.

Al artículo 15
1. Del Ejecutivo, para reemplazar el inciso tercero por el siguiente:
“La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva que coordinará su
funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte y estará
conformada por el personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud.”.
2. De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para intercalar el siguiente inciso
tercero, pasando el actual a ser cuarto:
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 317 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

“Cada miembro del Consejo Nacional de Bioética, percibirá una dieta


asimilada con el cargo del director de empresa pública.”.

Al artículo 17
De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para sustituir, en el inciso primero,
las palabras “seres humanos” por “personas”, y para eliminar, en el mismo
inciso, la frase “o realice cualquier procedimiento eugenésico”.

Al artículo 20
1. De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para reemplazar las expresiones
“seres humanos” por “personas”.
2. Del señor Navarro, para reemplazar, a continuación de los vocablos “será
sancionado”, la frase final “con multa de 10 a 20 unidades tributarias
mensuales”, por la siguiente oración: “con la suspensión por 3 años del
ejercicio profesional y con la prohibición absoluta en el territorio nacional en
caso de reincidencia”.
3. De los señores Bustos, Jarpa y Robles, para sustituir las expresiones “con
multa de 10 a 20 unidades tributarias mensuales”, por las siguientes: “con
multa de 40 a 60 unidades tributarias mensuales”.

Indicación general
De los señores Accorsi y Palma, para proponer el siguiente orden de los
artículos:
1,2,11,9,10,8,2,3,12,13,14,4,5,6, 15,16,17,18,19,20 y 21.

-o-
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

2.5. Segundo Informe Comisión de Salud.


Cámara de Diputados. Fecha 10 de diciembre, 2004. Cuenta en Sesión 34,
Legislatura 352.

SEGUNDO INFORME DE LA COMISION DE SALUD SOBRE EL PROYECTO DE LEY


QUE REGULA LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN EL SER HUMANO, SU
GENOMA Y PROHÍBE LA CLONACION HUMANA.
Boletín N° 1993-11 (S).

HONORABLE CÁMARA:

Vuestra Comisión de Salud pasa a informaros


acerca del proyecto de ley del epígrafe, en segundo trámite constitucional y
segundo reglamentario, iniciado en una moción de los senadores señores Ruiz-
Esquide, don Mariano; Páez, don Sergio; Zaldívar, don Andrés y de los ex
senadores Díaz, don Nicolás, y Hamilton, don Juan.

I.-OBJETO.

La iniciativa legal tiene por objeto regular la


investigación científica en el ser humano, su genoma y prohibir la clonación
humana.
Durante la discusión general, se suscitó un
importante intercambio de opiniones, generado en las distintas concepciones
filosóficas que existen sobre el principio de la vida, como se señalara en forma
extensa en el primer informe, fruto de lo cual se presentaron indicaciones, que
en términos generales también dicen relación con aspectos valóricos como son
definir qué se entiende por persona, por concepción, eugenesia, clonación
reproductiva e intervención de células troncales, entre otras.

II.-CONSTANCIAS REGLAMENTARIAS.

De conformidad con el artículo 290 del Reglamento


de la Corporación, cabe consignar los siguientes aspectos:

1) Los artículos 3º, 5º, 8º, 11, 13, 14, 16, 18, 19
y 21 no fueron objeto de indicaciones, en consecuencia, deben declararse
reglamentariamente aprobados. Sin perjuicio de dejar constancia que el
ordenamiento numérico de la iniciativa legal fue modificado a fin de darle
mayor organicidad. Es así, como el artículo 5º pasó a ser 2º; el 2º pasó a
ser 3º; el 3º pasó a ser 4º; el 9º pasó a ser 5º; el 10 pasó a ser 6º; el
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 319 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

8º pasó a ser 7º; el 11 pasó a ser 8º; el 4º pasó a ser 9º; el 6º pasó a
ser 10; el 7º pasó a ser 11, y el resto mantuvo su ordenación
numérica.

2) El proyecto no contiene normas de rango de


ley orgánica constitucional ni de quórum calificado, criterio que
también sostuvo el Senado.

3) No existen artículos que hayan sido


suprimidos.

4) Los artículos 6º, que pasó a ser 10; 7º, que


pasó a ser 11; 10, que pasó a ser 6º; 15 y 20, fueron objeto de
modificaciones en su segundo trámite reglamentario.

5) No existen artículos nuevos.

6) No existen artículos que deban ser


conocidos por la Comisión de Hacienda.

7) Todo el articulado aprobado por el Senado


fue objeto de diversas modificaciones de acuerdo con el texto que se
propone en el Capítulo IV.

8) Cabe dejar constancia que las indicaciones


rechazadas durante el segundo trámite reglamentario son las
siguientes:

a) Al artículo 1º, de los Diputados señores Bustos,


Jarpa y Robles, para sustituir los términos “los seres humanos”, por “las
personas”, y para eliminar la frase “desde el momento de la concepción”.

b) Al artículo 1º, del Diputado señor Navarro, para


suprimir las expresiones “desde el momento de la concepción”.

c) Al artículo 2º, que pasó a ser 3º, de los


Diputados señores Bustos, Jarpa y Robles, para reemplazar la oración
“eugenésica, entendiéndose por tal cualquier especie de intervención sobre el
genoma cuyo propósito sea modificarlo hereditariamente”, por la siguiente:
“eugénica, entendiéndose por tal aquella que impide la reproducción de
aquellos individuos que se suponen poseedores de caracteres hereditarios
desfavorables”.

d) Al artículo 4º, que pasó a ser 9º, de los


Diputados señores Bustos, Jarpa y Robles, para sustituir las expresiones “un
ser humano”, por “una persona”.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 320 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

e) Al artículo 7º, que pasó a ser 11, de los


Diputados señores Bustos, Jarpa y Robles, para sustituir, en el inciso
primero, las expresiones “un ser humano”, por “una persona”.

f) Al artículo 9º, que pasó a ser 5º, de los Diputados


señores Bustos, Jarpa y Robles, para agregar, después del vocablo
“clonación”, el término “reproductiva”, y para sustituir las expresiones “seres
humanos” por “de las personas”.

g) Al artículo 9º, que pasó a ser 5º, de los


Diputados señores Accorsi y Palma, para reemplazar las palabras “seres
humanos”, por “embriones humanos”.

h) Al artículo 10, que pasó a ser 6º, de los


Diputados señores Bustos, Jarpa y Robles, para eliminar su segunda
oración.

i) Al artículo 10, que pasó a ser 6º, del Diputado


señor Navarro, para sustituir la frase “En ningún caso”, por la siguiente: “Sólo
con autorización del Comité Ético Científico que corresponda”.

j) Al artículo 12, de los Diputados señores Bustos,


Jarpa y Robles, para reemplazar las palabras “un ser humano”, por “una
persona”.

k) Al artículo 17, de los Diputados señores Bustos,


Jarpa y Robles, para sustituir, en el inciso primero, las palabras “seres
humanos” por “personas”, y para eliminar, en el mismo inciso, la frase “o
realice cualquier procedimiento eugenésico”.

l) Al artículo 20, de los Diputados señores Bustos,


Jarpa y Robles, para reemplazar las expresiones “seres humanos” por
“personas”.

III.-DISCUSIÓN PARTICULAR.

Durante la discusión particular concurrieron a la


Comisión los representantes del Ministerio de Salud señores Sebastián
Pavlovic, Eduardo Díaz y Rodrigo Salinas.

INDICACIONES AL ARTÍCULO 1º
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 321 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

1.- De los Diputados señores Accorsi y Palma,


para reemplazar la oración “de los seres humanos, desde el momento de la
concepción”, por las palabras “las personas”, y sustituir la frase final “sus
aplicaciones clínicas”, por “las aplicaciones que de ella deriven”.

Esta indicación fue retirada por sus autores, en


consideración a que la modificación que sigue a continuación contempla la
misma idea de una manera más amplia.

2.- De los Diputados señores Bustos, Jarpa y


Robles, para sustituir los términos “los seres humanos”, por “las personas”, y
para eliminar la frase “desde el momento de la concepción”.

El Diputado señor Accorsi señaló que la definición


de “ser humano desde el momento de la concepción” obedece a un concepto
filosófico moral sustentado exclusivamente por la religión católica, en
consecuencia, no corresponde que en una ley se suscriban conceptos morales
particulares y se excluyan otros. No parecería prudente circunscribirse a
conceptos morales generales aplicables a todos los individuos.
Desde el mismo punto de vista, recalcó que si la
idea era discutir desde cuando se inicia la vida, esto debería hacerse en otro
proyecto de ley distinto.
Asimismo, fue partidario de circunscribir el proyecto
a una sola tipología, es decir, a “personas”, sin mezclar otras definiciones o
sinónimos, como pudiera ser “seres humanos”.

A su vez, el Diputado señor Robles, manifestó que


la indicación presentada perseguía dos objetivos. El primero, relacionado con la
normativa jurídica vigente, en que quienes son objeto de regulación legal son
las personas, y por lo tanto, son ellas quienes deben ser reguladas por el
proyecto en análisis. En consecuencia, el término correcto a usar es el de
personas, puesto que todo el ordenamiento jurídico está cimentado sobre ese
concepto. Así, por ejemplo, la Carta Fundamental, en el Capítulo III, “De los
derechos y deberes constitucionales”, establece en el encabezado de su
artículo 19, que ”La Constitución asegura a todas las personas” los derechos
que allí enumera.

Asimismo, el Diputado señor Forni, recordó que el


artículo 1º de la Constitución Política establece que “Las personas nacen libres
e iguales en dignidad y derechos”, es decir, se entiende que la protección a las
personas se inicia con el nacimiento. A contrario sensu, no podría entenderse
que esta protección comprende al no nacido.

El Diputado señor Robles insistió en la necesidad


de reemplazar los términos “seres humanos” por “las personas”, de manera de
guardar correlación con todo nuestro ordenamiento jurídico, en que se utiliza el
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 322 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

vocablo “personas”. Así por ejemplo, el Código Civil, en sus artículos 25 y 55,
se refiere al término “personas”, e incluso, en su artículo 75, señala que “La
ley protege la vida del que está por nacer”, al brindarle protección a la criatura
nonata, lo que, en su opinión, reafirma la idea de que la utilización de la
expresión “seres humanos” no se condeciría con el resto de la legislación
nacional.
Agregó que el incluir el término “seres humanos”
significaría introducir un nuevo concepto en nuestra legislación, para lo cual se
requeriría efectuar las correspondientes adecuaciones legales, porque de lo
contrario esta materia quedaría sujeta a interpretación.
El segundo objetivo dice relación con la finalidad
inicial de los autores de la moción, en cuanto el artículo 1º aprobado por el
Senado protege la vida, la integridad física y síquica de las personas,
otorgándole un marco muy general a esta protección, sin definir desde cuando
comienza la vida, puesto que se trata de una materia muy compleja, donde no
existe unanimidad de criterios y que no guarda relación con el objetivo último
del proyecto.
A vía ejemplar, citó el Pacto de San José de Costa
Rica, donde se establece el derecho al respecto de la vida, en general, desde
el momento de la concepción.

El Diputado señor Melero, discrepó en torno a la


apreciación de que el tema en estudio fuera de tipo religioso, sino que por el
contrario, se trataría de un problema de moral natural intrínseca y propia del
ser humano, en los términos en que lo consigna el ordenamiento jurídico
chileno, tal como se concibe en la Constitución Política, el Código Civil y en
general en otras normas.

En segundo lugar, en cuanto a lo sostenido por el


Diputado señor Robles respecto a que toda la legislación está establecida en
cuanto a las personas, hizo hincapié en las disposiciones que al efecto contiene
el Código Civil, como el artículo 55, que establece que “Son personas todos los
individuos de la especie humana, cualquiera sea su edad, sexo, estirpe o
condición. Divídense en chilenos y extranjeros”.
De acuerdo con su criterio, el proyecto en
cuestión lo que persigue es legislar, precisamente para los que no son
personas, es decir, se trata de un tema que es anterior a su existencia
legal, que es precisamente la clonación.
A su juicio, los argumentos esgrimidos en torno
a que la legislación se refiere solamente a las personas, impedirían legislar
sobre las materias que aborda el proyecto en cuestión y de esta manera no
se podría sancionar el delito de aborto, en cuanto se protege un ser con
anterioridad a su condición de persona.

El Diputado señor Bayo, recordó los argumentos


esgrimidos durante el primer trámite reglamentario, en torno al artículo 1º,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 323 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

donde se protege la vida de los seres humanos, en cuanto a que uno de los
principales escollos ha sido determinar el momento en que se inicia la vida,
para lo cual se dieron diversas opiniones, sin que se llegase a una posición
uniforme en torno a esta materia.
Si la finalidad de la indicación es proteger la vida
de los seres humanos, al tenor de las observaciones formuladas, se debe
tener presente que el derecho a la vida tiene rango constitucional y que
ambas indicaciones no tocan la palabra “vida”, puesto que se legisla hacia
delante.
Se mostró partidario de la teoría de que la vida
se inicia con la concepción, por una razón básica, que tiene que ver con que
el producto de la concepción es totipotencial. Por este motivo, si se tiene un
ovúlo recién fecundado y se lo instala en un ambiente propicio, podría llegar
a transformarse en persona.
Por esa razón, algunos sostienen que la vida se
inicia en el momento de la concepción, porque el producto de esa
concepción está rodeado de totipotencialidad y no requiere de la
intervención de terceros, sino solamente de contar con el ambiente y
condiciones propicias, similares a las que le proporcionaría la madre.

El Diputado señor Rossi, reiteró la necesidad de


clarificar cual era el sujeto objeto de protección o de preocupación que
motiva el proyecto de ley, en cuanto a que el artículo 1º protege la vida, en
circunstancias de que no se sabe con certeza qué se entiende por vida. Si la
finalidad es proteger la vida de los seres humanos, no parece del todo
coherente proteger este bien jurídico si no existe claridad con respecto a
que debe endenterse por este concepto.
En razón de lo expuesto, y de la complejidad de
la materia, estimó necesario sentar como precedente lo que se entiende por
seres humanos. Desde otro ángulo, recordó lo que había sido la discusión
en relación con la muerte cerebral, donde resulta muy difícil determinar el
momento exacto en que ésta ocurre, motivo por el cual se establecieron
ciertos criterios para poder determinar la muerte de un individuo.

Cerrado el debate y puesta en votación la


indicación de los Diputados señores Bustos, Jarpa y Robles, fue
rechazada por 3 votos a favor, 6 en contra y 1 abstención.

3.- Del Diputado señor Navarro, para suprimir las


expresiones “desde el momento de la concepción”.

Sin discusión y puesta en votación, fue rechazada


por 3 votos a favor y 9 en contra.

INDICACIÓN AL ARTÍCULO 2º.


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 324 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Indicación al artículo 2º, de los Diputados señores


Bustos, Jarpa y Robles, para reemplazar la oración “eugenésica,
entendiéndose por tal cualquier especie de intervención sobre el genoma cuyo
propósito sea modificarlo hereditariamente”, por la siguiente: “eugénica,
entendiéndose por tal aquella que impide la reproducción de aquellos
individuos que se suponen poseedores de caracteres hereditarios
desfavorables”.

El Diputado señor Robles manifestó que la


indicación buscaba clarificar el sentido de esta frase, explicitando que lo que se
quería prohibir eran las consecuencias desfavorables de la intervención en los
genes, ya que existían algunas prácticas que podrían arrojar resultados
positivos, como era la eliminación de características genéticas precursoras de
algunas enfermedades, como la diabetes y otras, de manera de posibilitar la
aplicación de nuevas tecnologías.

A su vez, el Diputado señor Forni expresó que se


estaba repitiendo una discusión que ya se había sostenido en el primer
trámite, donde expresamente se trajo a colación el significado de la palabra
“eugenésica”, de acuerdo al significado consignado en el Diccionario de la Real
Academia Española, en cuanto se refiere a ingeniería genética.
En torno a este concepto, fue partidario de
mantener la redacción del artículo 2º, sin perjuicio de que la norma pudiese
ser modificada en el futuro de acuerdo con las innovaciones científicas que
pudieran implementarse, por cuanto estimó peligroso ampliar el sentido,
argumentando para ello que bien pudiera presentarse algún grado de
discriminación al utilizarse esta ingeniería genética.

El Diputado señor Ojeda se manifestó contrario a la


indicación, en base a que según su criterio estas prácticas eugenésicas atentan
contra los principios inspiradores de la Carta Fundamental, como el derecho a
la vida, por cuanto la redacción de la indicación podría originar que se entre en
el terreno de las especulaciones.

Puesta en votación, fue rechazada por 3 votos


a favor, 8 en contra y 1 abstención.

INDICACIÓN AL ARTÍCULO 4º

De los Diputados señores Bustos, Jarpa y Robles,


para sustituir las expresiones “un ser humano”, por “una persona”.

El Diputado señor Robles hizo hincapié en


consignar los fundamentos de esta indicación, debido a la importancia que
representa la historia de la ley para su interpretación posterior, dada la
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 325 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

complejidad de la materia, en los mismos términos ya consignados con ocasión


de la discusión de las indicaciones presentadas al artículo 1º.

Puesta en votación, fue rechazada por 3 votos


a favor, 8 en contra y 1 abstención.

INDICACIONES AL ARTÍCULO 6º

1.- De los Diputados señores Aguiló y Rossi, para


reemplazar, en el inciso tercero la locución, “si no existe certeza”, por la frase,
“si no existiesen antecedentes fundamentados”.

El Diputado señor Rossi argumentó que esta


indicación tiene por objeto aclarar que en medicina no existe certeza, y por lo
tanto, siempre se evalúa si la posibilidad de obtener beneficios es mayor que
los riesgos.
Sobre el particular, se trajo a colación el
significado de la palabra “certeza” entendiéndose por tal: “el conocimiento
seguro y claro de una cosa”, lo que no implica que esto deba ser cierto.

El Diputado señor Melero, argumentó que con la


frase “si no existen antecedentes fundamentados” puede ocurrir que en la
especie se trate de una investigación nueva, en que no hayan
antecedentes, ni historia, ni fundamento alguno, razón por la cual la certeza
no existiría y en ese evento no podrían probarse los beneficios que ello
reportaría, con lo que se inhibiría la investigación al no existir certeza.

En virtud de los argumentos esgrimidos, se


procedió a retirar la indicación.

2.- Del Ejecutivo, para reemplazar, en el inciso


tercero la frase, “con fines terapéuticos si no existe certeza de que sus
beneficios serán mayores que sus eventuales riesgos”, por la oración
“biomédica si existen dudas razonables de que sus riesgos son
mayores que sus eventuales beneficios”.

El Diputado señor Rossi, señaló que esta nueva


indicación era más precisa y completa.

Puesta en votación, fue aprobada por la


unanimidad de 9 votos a favor.

3.- Del Ejecutivo, para agregar el siguiente inciso


cuarto, nuevo:
“Toda investigación científica biomédica deberá
contar con la autorización expresa del Director del Establecimiento dentro del
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

cual se efectúe, previo informe favorable del Comité Ético Científico que
corresponda según el Reglamento.”.

El señor Pavlovic, expresó que esta indicación


tiene por finalidad dar coherencia al proyecto en relación con otros artículos del
mismo. En este sentido, precisó que uno de los objetivos de la iniciativa legal
es regular la investigación en seres humanos, pero que dentro del transcurso
de la discusión se trataron otros temas como la investigación en embriones y la
determinación del momento en que se inicia la vida, con lo que el objetivo
central varió.
El Ejecutivo estimó necesario retomar el eje central,
esto es, el tema de la investigación en seres humanos, motivo por el cual
consideró necesario clarificar ciertos aspectos a fin de evitar confusiones
respecto de la competencia del Comité Ético Ciéntifico que cada
establecimiento puede tener, con respecto a la tutela necesaria para la
investigación científica que se desarrolla en Chile. En este sentido, puede
ocurrir que los Comités Ético Científicos tengan intereses, como por ejemplo, la
situación que podría darse en un establecimiento, ya sea público o privado, en
que el propio Comité Ético Científico de dicho establecimiento sea quien
informe favorablemente los Protocolos de Investigación que se van a llevar a
cabo en dicho establecimiento, puesto que esto conlleva normalmente la
asignación de recursos y no se daría la necesaria independencia que se
requiere para un adecuado informe de éstos.
En razón de que durante la tramitación del proyecto
se desestimó la idea de conformar Comités Ético Científicos en todas las
regiones del país, que tuvieran como función informar los Protocolos de
Investigación, se hace necesario establecer algún tipo de tutela que no
dependa de estos intereses. En suma, esta iniciativa persigue armonizar el
texto con el resto del articulado, teniendo presente que existirán Comités
Científicos, cuyas funciones se establecerán en un reglamento que deberá
dictar el Ministerio de Salud, donde se consignarán las incompatibilidades y se
establecerá el procedimiento.

El señor Salinas, clarificó que el desarrollo de la


investigación científica en los establecimientos implica la inversión de recursos,
tanto de tiempo, de medicamentos, de atención, etc., de manera que la
justificación de que una investigación sea razonable al interior de un
establecimiento, cualquiera que éste sea, debe tomar en cuenta, no sólo la
pertinencia científica y ética, sino además la concordancia con la
administración de los recursos que debe existir al interior del establecimiento,
asunto sobre el cual sólo el director podrá estar en condiciones de evaluar si la
investigación es ética y pertinente, y si además, forma parte del plan general
de utilización de recursos que tiene un determinado establecimiento. Por este
motivo, dejar fuera de este tipo de decisiones a la administración de un
establecimiento puede resultar inadecuado.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

La existencia de los Comités Éticos Científicos se


establece en el decreto supremo Nº 42 del Ministerio de Salud, del año 1986,
que norma su establecimiento en todos los servicios de salud, es decir,
originalmente 29 a través de todo el país, pero que en la actualidad y de
acuerdo a los preceptos de la ley de autoridad sanitaria, Nº 19.937, esta
facultad se traspasaría a las secretarías regionales ministeriales, reduciéndose
a 13 en todo el país.
De acuerdo con lo que plantea el proyecto sobre los
Comités Ético Científicos, al dejar entregada esta materia a un reglamento,
bien pudieran establecerse otros de naturaleza diferente.

El Diputado señor Forni, planteó que con esto


podría interpretarse de que se crearían comités de carácter regional, que era
una idea que se había desechado claramente por parte de los miembros de la
Comisión, por no existir personal idóneo en todas las regiones.

Frente a esta duda, el señor Salinas afirmó que con


la redacción, quedaría la potencialidad de que efectivamente a futuro existan
Comités Ético Científicos en todas las regiones del país, lo que deberá ser
confrontado con la existencia real de profesionales que cuenten con la
suficiente preparación, situación que se irá perfeccionando a futuro.

El Diputado señor Accorsi, acotó que en definitiva


será el Consejo Nacional de Bioética quien tendrá a su cargo la función de
acreditación, en la medida en que se den las condiciones requeridas, pues será
quien determinará la normativa tendiente a regular las acreditaciones.

Puesta en votación, fue aprobada por 7 votos a


favor, 3 en contra y 1 abstención.

INDICACIONES AL ARTÍCULO 7º

1.- De los Diputados señores Bustos, Jarpa y


Robles, para sustituir, en el inciso primero, las expresiones “un ser humano”,
por “una persona”.
Por las mismas razones ya esgrimidas con ocasión
de la discusión del artículo 1º, fue rechazada por 3 votos a favor, 8 en
contra y 1 abstención.

2.- Del Ejecutivo, para eliminar en el inciso


tercero, la frase “del centro o establecimiento”.
Sobre el particular, se precisó que la indicación del
Ejecutivo debía entederse efectuada al inciso quinto y no al tercero como se
indica.
Al respecto, el señor Salinas, precisó que el sentido
de ella, era el mismo que se señaló en el artículo 3º, esto es, que la devolución
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 328 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

de la responsabilidad ético científica hacia la población debe ser en forma


paulatina, de manera tal, de que en última instancia llegue a cada centro o
establecimiento. La tendencia inicial, debido al escaso número de profesionales
con este tipo de formación, será que sea lo más centralizada posible, mientras
no se cuente con la suficiente dotación de profesionales en regiones.

Puesta en votación, fue aprobada por 6 votos a


favor, ninguno en contra y 4 abstenciones.

INDICACIONES AL ARTÍCULO 9º

1.- De los Diputados señores Bustos, Jarpa y


Robles, para agregar, después del vocablo “clonación”, el término
“reproductiva”, y para sustituir las expresiones “seres humanos” por “de las
personas”.

En relación con esta materia, el Diputado señor


Robles, clarificó que el concepto de clonación, propiamente tal, implica la
producción intencionada de individuos, persiguiéndose la formación de un
embrión humano mediante la multiplicación intencionada de células. La acción,
desde un punto de vista científico, no solamente tiene que ver con la clonación
de seres humanos, sino también con la clonación de tejidos y reproducción de
células. Por lo tanto, al hablar de reproducción, lo que efectivamente se
produce es un embrión humano in vitro, sobre el cual se actúa para luego ser
implantado en un útero o ambiente donde pueda crecer, desarrollarse y
convertirse en un ser humano idéntico a otro, que es lo que se quiere impedir
y que se denomina clonación reproductiva.
En cuanto al otro tipo de clonación, es decir, la
clonación de células a que se refiere el artículo 10, en tanto cultivo de tejidos,
sostuvo que desde el punto de vista científico, y de acuerdo con los
antecedentes recopilados, se desprende que el cultivo de tejidos es distinto a
la clonación de tejidos, por cuanto ésta tiene que ver con mantener la
identidad genética del tejido, y por lo tanto el impedir la clonación de seres
humanos de cualquier tipo, va ser un impedimento para realizar este tipo de
clonación, lo que de acuerdo con su parecer, sí resulta importante, porque en
el futuro lo más probable es que, por ejemplo, en vez de hacer transplantes de
piel de una zona u otra del organismo bastará con sacar una célula, y clonarla,
que es el término correcto a utilizar. Por ese motivo, estimó fundamental tener
claridad con respecto a lo que significa clonar, puesto que no necesariamente
debe ser estimada como negativa, puesto que la que presenta este carácter es
la clonación reproductiva. En este sentido, se manifestó conteste con
establecer la prohibición de la clonación reproductiva en seres humanos.

El Diputado señor Rossi, recordó lo señalado por el


doctor Zegers, quien manifestó que la clonación era la copia idéntica o casi
idéntica de un ser humano y que lo otro era reproducción de tejidos.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 329 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

El Diputado señor Bayo, a su vez, recalcó que la


prensa se refiere siempre a la prohibición de clonar seres humanos en forma
expresa, como dan cuenta noticias aparecidas recientemente.

Asimismo, el Diputado señor Accorsi, trajo a


colación casos de legislación comparada, donde se utiliza clonación humana y
no clonación de tejidos o reproductiva.

El Diputado señor Girardi sostuvo que era


necesario tener una perspectiva futurista y pensar que podrán existir
clonaciones no reproductivas con el fin de ser utilizados en transplantes de
órganos, a través del conocimiento que se pueda obtener del genoma humano.

A su vez, el Diputado señor Rossi, recordó que la


clonación humana reproductiva genera embriones a partir de un genoma ya
existente, destinado a producir personas. A su vez, el objetivo terapéutico
utiliza el mismo mecanismo; la diferencia es que se saca la célula troncal del
embrión. Desde este punto de vista, concluyó que lo terapéutico no tiene que
ver con el mecanismo de clonación, que es uno sólo, sino que con la
generación de un embrión destinado a transformarse en una persona, mientras
que en el otro caso, se está sacando una célula troncal del mismo embrión
para obtener un beneficio determinado, luego de lo cual se desecha el
embrión.

En base a lo anterior, el Diputado señor Robles


insistió en la importancia del significado de clonación.

Puesta en votación, fue rechazada por 2 votos


a favor, 9 en contra y 1 abstención.

2.- De los Diputados señores Accorsi y Palma,


para reemplazar las palabras “seres humanos”, por “embriones humanos”.

El Diputado señor Accorsi, precisó que el


fundamento era determinar dónde se va a efectuar la clonación, porque no se
está utilizando la tecnología para emplear seres humanos en este
procedimiento, porque lo que se emplea son embriones humanos y de ahí la
necesidad de clarificar los términos empleados mediante la indicación, puesto
que lo que se prohíbe es la clonación de embriones humanos.

El Diputado señor Melero, aclaró que lo que el


artículo perseguía en definitiva es prohibir el resultado último de la clonación,
que es el ser humano, y no el origen de la acción de manipulación molecular
para generar este objetivo, de manera tal de que lo que se está prohibiendo es
la clonación de seres humanos como resultado final de la acción.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 330 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Puesta en votación, fue rechazada por 1 voto a


favor, 8 en contra y 2 abstenciones.

INDICACIONES AL ARTÍCULO 10

1.- De los Diputados señores Accorsi y Palma,


para intercalar, entre las expresiones “fines” y “terapéuticos”, los términos ”de
diagnósticos”.

El Diputado señor Accorsi, señaló que referirse a


fines terapéuticos resulta muy amplio, mientras que hablar de diagnóstico
resulta más acotado porque abarca un universo determinado. Por ejemplo,
frente a un diagnóstico, de cáncer o cualquier otra alteración genética, que
pueda producir una malformación, se tiene el diagnóstico y frente a ello, se
puede producir el cultivo de tejidos, lo que está permitido.
En la actualidad se pueden hacer cultivos de células
pancreáticas y hepáticas. La idea es hacer el diagnóstico con el fin de aplicar la
ingeniería genética para implantar, por ejemplo, células neuronales en el caso
del Parkinson.

Puesta en votación, fue aprobada por 9 votos a


favor, ninguno en contra y 3 abstenciones.

2.- De los Diputados señores Bustos, Jarpa y


Robles, para eliminar su segunda oración.

El Diputado señor Robles explicó que hoy en día


existen embriones y seres humanos que se están obteniendo como producto
de la fertilización in vitro, en que muchas mujeres están empleando este
sistema, donde se pueden guardar embriones para segundas opciones, en caso
de ser necesario que se repita el procedimiento. De aquí que cuando el proceso
inicial es exitoso restan embriones que pueden ser utilizados en otro tipo de
investigaciones. Según su parecer, con la redacción del artículo 1º, la
fertilización in vitro no sería posible de realizar en Chile.

Puesta en votación, fue rechazada por 1 voto a


favor, 8 en contra y 2 abstenciones.

3.- Del Diputado señor Navarro, para sustituir la


frase “En ningún caso”, por la siguiente: “Sólo con autorización del Comité
Ético Científico que corresponda”.

Puesta en votación, fue rechazada por 1 voto a


favor y 9 en contra.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 331 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

INDICACIÓN AL ARTÍCULO 12

De los Diputados señores Bustos, Jarpa y Robles,


para reemplazar las palabras “un ser humano”, por “una persona”.

Puesta en votación, fue rechazada por 1 voto a


favor y 9 en contra.

INDICACIONES AL ARTÍCULO 15

1.- De los Diputados señores Bustos, Jarpa y


Robles, para intercalar el siguiente inciso tercero, pasando el actual a ser
cuarto:
“Cada miembro del Consejo Nacional de Bioética,
percibirá una dieta asimilada con el cargo del director de empresa pública.”.

Esta indicación fue declarada inadmisible, al


tenor de lo dispuesto por el artículo 62, Nº 2 de la Constitución Política de la
República.

2.- Del Ejecutivo, para reemplazar el inciso tercero


por el siguiente:
“La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva que
coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte y
estará conformada por el personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud.”.

El señor Salinas, manifestó que esta indicación se


originaba en una situación coyuntural, puesto que al analizarla se concluyó que
se trataba de una materia de iniciativa exclusiva del Ejecutivo, motivo por el
cual fue patrocinada.

Puesta en votación, fue aprobada por 8 votos a

favor y 4 abstenciones.

INDICACIÓN AL ARTÍCULO 17

De los Diputados señores Bustos, Jarpa y Robles,


para sustituir, en el inciso primero, las palabras “seres humanos” por
“personas”, y para eliminar, en el mismo inciso, la frase “o realice cualquier
procedimiento eugenésico”.

El Diputado señor Robles, insistió en los


argumentos ya esgrimidos en torno a que no todos los procedimientos
eugenésicos son negativos.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 332 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Puesta en votación, fue rechazada por 1 voto a


favor y 9 en contra.

INDICACIONES AL ARTÍCULO 20

1.- De los Diputados señores Bustos, Jarpa y


Robles, para reemplazar las expresiones “seres humanos” por “personas”.

Puesta en votación, fue rechazada por 1 voto a


favor y 9 en contra.

2.-Del Diputado señor Navarro, para reemplazar, a


continuación de los vocablos “será sancionado”, la frase final “con multa de 10
a 20 unidades tributarias mensuales”, por la siguiente oración: “con la
suspensión por 3 años del ejercicio profesional y con la prohibición absoluta en
el territorio nacional en caso de reincidencia”.

Dada la gravedad de la infracción, se estimó


adecuado aumentar la sanción.

Puesta en votación, fue aprobada por la

unanimidad de 11 votos a favor.

3.-De los Diputados señores Bustos, Jarpa y


Robles, para sustituir las expresiones “con multa de 10 a 20 unidades
tributarias mensuales”, por las siguientes: “con multa de 40 a 60 unidades
tributarias mensuales”.

Esta indicación se estimó incompatible y fue


retirada por sus autores.

INDICACIÓN DE CARÁCTER GENERAL

1.- De los Diputados señores Palma y Accorsi,


para dar un nuevo ordenamiento al articulado, de la siguiente manera:

“1, 2, 11, 9, 10, 8, 3, 12, 13, 14, 4, 5, 6, 15, 16,


17, 18, 19, 20 y 21.”
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 333 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Posteriormente, la Comisión acordó por unanimidad facultar a los Diputados


señores Accorsi y Forni para modificar el ordenamiento en los siguientes
términos:

“1, 5, 2, 3, 9, 10, 8, 11, 4, 6, 7, 12, 13, 14, 15, 16,


17, 18, 19, 20 y 21.”

IV.- MODIFICACIONES INTRODUCIDAS AL TEXTO APROBADO POR EL SENADO.

La Comisión introdujo algunas modificaciones al


texto aprobado por el Senado, las que se detallan a continuación:

Al Artículo 1º: Para reemplazar el texto de este


artículo por el siguiente:
“Esta ley tiene por finalidad proteger la vida de los
seres humanos, desde el momento de la concepción, su integridad física y
psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en relación con la
investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.”

Al artículo 2º: Para eliminarlo.

Al artículo 3º: Para reemplazar su texto por el


siguiente:
“Prohíbese toda práctica eugenésica, entendiéndose
por tal cualquier especie de intervención sobre el genoma cuyo propósito sea
modificarlo hereditariamente.”

Al artículo 4º: Para agregar un inciso segundo del


siguiente tenor: “En consecuencia, los resultados de exámenes genéticos y
análisis predictivos de la misma naturaleza no podrán ser utilizados con ese
fin”.

Al artículo 5º (que ha pasado a ser 9º): Para


sustituirlo por el siguiente:
“Sólo se podrá investigar y determinar la identidad
genética de un ser humano si se cuenta con su consentimiento previo e
informado o, en su defecto, el de aquel que deba suplir su voluntad en
conformidad a la ley. Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de los tribunales
de justicia, en la forma y en los casos establecidos en la ley.”

Al artículo 6º (que ha pasado a ser 2º): Para


intercalar, luego de la expresión “investigación científica”, la frase “biomédica
en seres humanos”, y agregar, luego de la palabra “República”, la frase “así
como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes”.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 334 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Al artículo 7º (que ha pasado a ser 10): Para


reemplazarlo por el siguiente:
“Toda investigación científica en seres humanos que
implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser realizada
siempre por profesionales idóneos en la materia, justificarse en su objetivo y
metodología y ajustarse en todo a lo dispuesto en esta ley.
No podrá desarrollarse una investigación científica si
hay antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción,
muerte o lesión corporal grave y duradera para un ser humano.
Tampoco podrá efectuarse una investigación
científica biomédica si existen dudas razonables de que sus riesgos son
mayores que sus eventuales beneficios.
Toda investigación científica biomédica deberá
contar con la autorización expresa del Director del Establecimiento dentro del
cual se efectúe, previo informe favorable del Comité Ético Científico que
corresponda según el Reglamento.”.

Al artículo 8º (que ha pasado a ser 11): Para


reemplazar su texto por el siguiente:
“Toda investigación científica en un ser humano
deberá contar con su consentimiento previo, expreso, libre e informado, o, en
su defecto, el de aquel que deba suplir su voluntad en conformidad a la ley.
Para los efectos de esta ley, existe consentimiento
informado cuando se constata que la persona que debe prestarlo conoce los
aspectos esenciales de la investigación, en especial su finalidad, beneficios,
riesgos y alternativas, como consecuencia de habérsele proporcionado
información adecuada, suficiente y comprensible sobre ella. Dentro de esta
información, deberá hacerse especial mención del derecho que tiene de no
consentir en la investigación o de revocar su consentimiento en cualquier
momento y por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción
o pérdida de beneficio alguno.
El consentimiento deberá constar en un acta
firmada por la persona que ha de consentir en la investigación, por el director
responsable de ella y por el director del centro o establecimiento donde ella se
llevará a cabo, quien, además, actuará como ministro de fe.
El director responsable de la investigación deberá
conservar el original del acta, entregando una copia de ella a la persona que
autoriza la investigación y otra al director del centro o establecimiento donde
ésta se realizará.
En todo caso, el consentimiento deberá ser
nuevamente solicitado cada vez que los términos o condiciones en que se
desarrolle la investigación sufran modificaciones, salvo que éstas sean
consideradas menores por el Comité Ético Científico que haya aprobado el
proyecto de investigación.”
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 335 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Al artículo 9º: Para eliminarlo.

Al artículo 10 (que ha pasado a ser 7º): Para


reemplazar la frase “está destinada al tratamiento de enfermedades o a
impedir su aparición”, por la siguiente: “y células reproductoras o sus
progenitoras estará autorizada sólo con fines de tratamiento de enfermedades
o a impedir su aparición.”

Al artículo 11 (que ha pasado a ser 5º y 6º):


Para sustituir la frase “y por tanto cualquier intervención a personas que de
por resultado la creación de un ser humano genéticamente idéntico a otro, vivo
o muerto”, por “cualquiera que sea el fin perseguido y la técnica utilizada”, e
incorporar su inciso segundo, con modificaciones formales, como artículo 6º.

Al artículo 12 (que ha pasado a ser 8º): Para


reemplazar en el segundo inciso la expresión “como los medicamentos” por
“diagnósticos o terapéuticos”, sin perjuicio de otras modificaciones de carácter
estrictamente formal.

Al artículo 13 (que ha pasado a ser 12): Para


sustituir su texto por el siguiente:
“La información genética de un ser humano será
reservada. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los tribunales de
justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley. Asimismo, para los
efectos de esta ley, resultan plenamente aplicables las disposiciones sobre
secreto profesional.”

Al artículo 14 (que ha pasado a ser 13): Para


agregar dos incisos, del siguiente tenor:
“Los datos del genoma humano que permitan la
identificación de una persona deberán ser encriptados para su almacenamiento
y transmisión.
La encriptación podrá omitirse temporalmente por
razones de utilidad pública.”

Al artículo 15 (que ha pasado a ser 14): Para


reemplazar su texto por el siguiente:
“Prohíbese solicitar, recibir, indagar, poseer y
utilizar información sobre el genoma relativa a una persona, salvo que ella lo
autorice expresamente o, en su defecto, el que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los
tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley.”

Al artículo 16 (que ha pasado a ser 13): Para


incorporar un nuevo inciso primero del siguiente tenor: “La recopilación,
almacenamiento, tratamiento y difusión del genoma de las personas se
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 336 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

ajustará a las disposiciones de la ley N° 19.628, sobre protección de datos de


carácter personal”, pasando el antiguo inciso primero a ser segundo, y
modificándose en él la expresión “genéticos” por “del genoma humano”.

Al artículo 17 (que ha pasado a ser 15): Para


reemplazar su texto por el siguiente:
“Créase una Comisión Nacional de Bioética, que
estará integrada por nueve profesionales, expertos en bioética, designados por
el Presidente de la República, con acuerdo del Senado adoptado por los dos
tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especial convocada al efecto.
Los miembros de esta Comisión durarán cuatro años
en sus cargos y podrán ser reelegidos. El Presidente de la República, en el
momento de solicitar el acuerdo del Senado, propondrá al miembro que
asumirá el cargo de Presidente.
La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva, que
coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte y
estará conformada por el personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud.”

Al artículo 18 (que ha pasado a ser 16): Para


sustituir su texto por el siguiente:
“La Comisión Nacional de Bioética tendrá, entre sus
funciones, asesorar a los distintos Poderes del Estado en los asuntos éticos que
se presenten como producto de los avances científicos y tecnológicos en
biomedicina, así como en las materias relacionadas con la investigación
científica biomédica en seres humanos, recomendando la dictación,
modificación y supresión de las normas que la regulen.
Las resoluciones o acuerdos de la Comisión se
adoptarán por simple mayoría, no obstante lo cual deberán hacerse constar las
diferencias producidas en su seno y la posición de minoría.”

Al artículo 19 (que ha pasado a ser el inciso


tercero del nuevo artículo 15): Para incorporarlo, con modificaciones
formales, como inciso tercero del artículo 15 aprobado por la Comisión, como
se consigna en el capítulo siguiente.

Al artículo 20: Para suprimirlo.

Al artículo 21 (que ha pasado a ser 18): Para


reemplazar la oración “genética de un apersona, al margen de los casos que
autoriza el artículo 13” por “sobre el genoma humano, fuera de los casos
contemplados en el artículo 12”.
Se sustituye el texto del inciso segundo por el
siguiente: “El que omitiere la encriptación exigida en esta ley será sancionado
con multa de hasta mil unidades de fomento.”
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Al artículo 22 (que ha pasado a ser 19): Para


agregar dos nuevos incisos (primero y segundo) del siguiente tenor:
“El que falsificare el acta a que se refiere el inciso
tercero del artículo 11 será sancionado con la pena de reclusión menor en su
grado mínimo y con multa de 10 a 20 unidades tributarias mensuales.
Igual pena se aplicará a quien maliciosamente
usare, con cualquier fin, un acta falsa.”

Al artículo 23 (que ha pasado a ser 17): Para


sustituir su texto por el siguiente:
“Todo el que intente crear o cree seres humanos
idénticos a otro por clonación o realice cualquier procedimiento eugenésico
será castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo y con la
inhabilitación absoluta para el ejercicio de la profesión durante el tiempo que
dure la condena.
En caso de reincidencia, podrá el infractor ser
sancionado, además, con la pena de inhabilitación perpetua para ejercer la
profesión.”

V.- TEXTO APROBADO POR LA COMISIÓN.

En virtud de todo lo anteriormente expuesto, la


Comisión prestó su aprobación al siguiente texto, el cual incluye algunas
adecuaciones meramente formales:

PROYECTO DE LEY

“Artículo 1º.- Esta ley tiene por finalidad proteger


la vida de los seres humanos desde el momento de la concepción, su
integridad física y psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en
relación con la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.

Artículo 2º.- La libertad para llevar a cabo


actividades de investigación científica biomédica en seres humanos tiene como
límite el respeto a los derechos y libertades esenciales que emanan de la
naturaleza humana, reconocidos tanto por la Constitución Política de la
República como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se
encuentren vigentes.

Artículo 3º.- Prohíbese toda práctica eugenésica,


entendiéndose por tal cualquier especie de intervención sobre el genoma cuyo
propósito sea modificarlo hereditariamente.
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SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 4º.- Prohíbese toda forma de


discriminación arbitraria basada en el patrimonio genético de las personas.
En consecuencia, los resultados de exámenes
genéticos y análisis predictivos de la misma naturaleza no podrán ser utilizados
con ese fin.

Artículo 5º.- Prohíbese la clonación de seres


humanos, cualesquiera que sean el fin perseguido y la técnica utilizada.

Artículo 6º.- El cultivo de tejidos y órganos sólo


procederá con fines de diagnósticos terapéuticos o de investigación científica.
En ningún caso podrán destruirse embriones humanos para obtener las células
troncales que den origen a dichos tejidos y órganos.

Artículo 7º.- La terapia génica en células


somáticas y células reproductoras o sus progenitoras estará autorizada sólo
con fines de tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.

Artículo 8º.- El conocimiento del genoma humano


es patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie puede
atribuirse ni constituir propiedad sobre el mismo ni sobre parte de él. El
conocimiento de la estructura de un gen y de las secuencias totales o parciales
de ADN no son patentables.
Los procesos biotecnológicos derivados del
conocimiento del genoma humano, así como los productos obtenidos
directamente de ellos, diagnósticos o terapéuticos, son patentables según las
reglas generales.

Artículo 9º.- Sólo se podrá investigar y determinar


la identidad genética de un ser humano si se cuenta con su consentimiento
previo e informado o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de los
tribunales de justicia, en la forma y en los casos establecidos en la ley.

Artículo 10.- Toda investigación científica en seres


humanos que implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser
realizada siempre por profesionales idóneos en la materia, justificarse en su
objetivo y metodología y ajustarse en todo a lo dispuesto en esta ley.
No podrá desarrollarse una investigación científica si
hay antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción,
muerte o lesión corporal grave y duradera para un ser humano.
Tampoco podrá efectuarse una investigación
científica biomédica si existen dudas razonables de que sus riesgos son
mayores que sus eventuales beneficios.
Toda investigación científica biomédica deberá
contar con la autorización expresa del director del establecimiento dentro del
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 339 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

cual se efectúe, previo informe favorable del Comité Ético Científico que
corresponda, según el reglamento.

Artículo 11.- Toda investigación científica en un


ser humano deberá contar con su consentimiento previo, expreso, libre e
informado, o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley.
Para los efectos de esta ley, existe consentimiento
informado cuando se constata que la persona que debe prestarlo conoce los
aspectos esenciales de la investigación, en especial su finalidad, beneficios,
riesgos y alternativas, como consecuencia de habérsele proporcionado
información adecuada, suficiente y comprensible sobre ella. Dentro de esta
información, deberá hacerse especial mención del derecho que tiene de no
autorizar la investigación o de revocar su consentimiento en cualquier
momento y por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción
o pérdida de beneficio alguno.
El consentimiento deberá constar en un acta
firmada por la persona que ha de consentir en la investigación, por el director
responsable de ella y por el director del centro o establecimiento donde ella se
llevará a cabo, quien, además, actuará como ministro de fe.
El director responsable de la investigación deberá
conservar el original del acta, entregando una copia de ella a la persona que
autoriza la investigación y otra al director del centro o establecimiento donde
ésta se realizará.
En todo caso, el consentimiento deberá ser
nuevamente solicitado cada vez que los términos o condiciones en que se
desarrolle la investigación sufran modificaciones, salvo que éstas sean
consideradas menores por el Comité Ético Científico que haya aprobado el
proyecto de investigación.

Artículo 12.- La información genética de un ser


humano será reservada. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los
tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley.
Asimismo, para los efectos de esta ley, resultan plenamente aplicables las
disposiciones sobre secreto profesional.

Artículo 13.- La recopilación, almacenamiento,


tratamiento y difusión del genoma de las personas se ajustará a las
disposiciones de la ley N° 19.628, sobre protección de datos de carácter
personal.
Los datos del genoma humano que permitan la
identificación de una persona deberán ser encriptados para su almacenamiento
y transmisión.
La encriptación podrá omitirse temporalmente por
razones de utilidad pública.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 340 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 14.- Prohíbese solicitar, recibir, indagar,


poseer y utilizar información sobre el genoma relativa a una persona, salvo
que ella lo autorice expresamente o, en su defecto, el que deba suplir su
voluntad en conformidad con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de las
facultades de los tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos
en la ley.

Artículo 15.- Créase una Comisión Nacional de


Bioética, que estará integrada por nueve profesionales, expertos en bioética,
designados por el Presidente de la República, con acuerdo del Senado
adoptado por los dos tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especial
convocada al efecto.
Los miembros de esta Comisión durarán cuatro años
en sus cargos y podrán ser reelegidos. El Presidente de la República, en el
momento de solicitar el acuerdo del Senado, propondrá al miembro que
asumirá el cargo de Presidente.
La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva, que
coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte y
estará conformada por el personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud.

Artículo 16.- La Comisión Nacional de Bioética


tendrá, entre sus funciones, asesorar a los distintos Poderes del Estado en los
asuntos éticos que se presenten como producto de los avances científicos y
tecnológicos en biomedicina, así como en las materias relacionadas con la
investigación científica biomédica en seres humanos, recomendando la
dictación, modificación y supresión de las normas que la regulen.
Las resoluciones o acuerdos de la Comisión se
adoptarán por simple mayoría, no obstante lo cual deberán hacerse constar las
diferencias producidas en su seno y la posición de minoría.

Artículo 17.- Todo el que intente crear o cree seres


humanos idénticos a otro por clonación o realice cualquier procedimiento
eugenésico será castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo
y con la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la profesión durante el
tiempo que dure la condena.
En caso de reincidencia, podrá el infractor ser
sancionado, además, con la pena de inhabilitación perpetua para ejercer la
profesión.
Artículo 18.- El que violare la reserva de la
información sobre el genoma humano, fuera de los casos contemplados en el
artículo 12, sufrirá las penas establecidas en ambos incisos del artículo 247 del
Código Penal, según el caso.
El que omitiere la encriptación exigida en esta ley
será sancionado con multa de hasta mil unidades de fomento.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 341 de 581
SEGUNDO INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 19.- El que falsificare el acta a que se


refiere el inciso tercero del artículo 11 será sancionado con la pena de reclusión
menor en su grado mínimo y con multa de 10 a 20 unidades tributarias
mensuales.
Igual pena se aplicará a quien maliciosamente
usare, con cualquier fin, un acta falsa.
El que omitiere la referida acta o la confeccionare
manifiestamente incompleta será sancionado con multa de 10 a 20 unidades
tributarias mensuales.

Artículo 20.- Todo el que desarrollare un proyecto


de investigación científica biomédica en seres humanos o en su genoma, sin
previa autorización del Comité Ético Científico que corresponda, será
sancionado con la suspensión por tres años del ejercicio profesional y con la
prohibición absoluta en el territorio nacional en caso de reincidencia.

Artículo 21.- Corresponderá al Ministerio de Salud


establecer, mediante reglamento, las normas que complementen o desarrollen
los contenidos de esta ley.”

V.- DIPUTADO INFORMANTE.

Se designó, por unanimidad, al Diputado señor


Francisco Bayo Veloso.

Tratado y acordado en sesión de fecha 30 de


noviembre con la asistencia de los Diputados señora Cristi y señores Accorsi,
Bayo, Cornejo, Forni, Girardi, Masferrer, Melero, Olivares, Ojeda y Robles.

Sala de la Comisión, en 10 de diciembre de 2004.

Jacqueline Peillard García


Secretaria de la Comisión
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DISCUSIÓN EN SALA

2.6. Discusión en Sala.


Cámara de Diputados. Legislatura 352, Sesión 48. Fecha 09 de marzo, 2005.
Discusión particular. Se aprueba con modificaciones.

NORMAS SOBRE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SERES HUMANOS, SU


GENOMA HUMANO Y PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA. Segundo
trámite constitucional.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Corresponde tratar el proyecto de


ley, en segundo trámite constitucional y segundo reglamentario, originado en
moción, que fija normas sobre investigación científica en seres humanos,
legisla sobre el genoma humano y prohíbe la clonación.
Diputado informante de la Comisión de Salud es el señor Francisco Bayo.

Antecedentes:
-Segundo informe de la Comisión de Salud, boletín Nº 1993-11, sesión
34ª, en 4 de enero de 2005. Documentos de la Cuenta Nº 10.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra el señor diputado


informante.

El señor BAYO.- Señor Presidente, en representación de la Comisión de


Salud, paso a informar sobre el proyecto de ley, en segundo trámite
constitucional y segundo reglamentario, originado en moción de los senadores
señores Ruiz-Esquide, Páez y Zaldívar, don Andrés, y de los ex senadores señores
Díaz, don Nicolás, y Hamilton, don Juan.
La iniciativa tiene por objeto regular la investigación científica en el ser
humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana.
En sus anteriores trámites, hubo una intensa y rica discusión, tanto en el
Senado como en la Cámara de Diputados. La Sala de ésta conoció el primer
informe en julio del año pasado.
En este segundo informe, por supuesto, se da respuesta a las múltiples
inquietudes que se expresaron en las dos oportunidades anteriores, la mayor
parte de las cuales tiene relación con los conceptos de vida y de ser humano o
persona.
Por eso, sabiendo que este proyecto es tremendamente importante no
sólo para la salud de los chilenos en general, sino para dar una señal a nuestro
país y al mundo acerca de este tema, que preocupa a todos, he creído
conveniente hacer mi exposición asistido con la proyección de algunas
imágenes en las cuales nuestros distinguidos colegas podrán apreciar -algunos
quizás por primera vez- cuál es el inicio de la vida del ser humano, qué sucede
en el proceso de fecundación y, por lo tanto, entender con mayor claridad
cuáles son los objetivos del proyecto, qué problemas se derivan de él y cuáles
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DISCUSIÓN EN SALA

son los cuidados que deberían tenerse sobre esta materia.


En la primera parte, en la pantalla observarán el inicio de la vida del ser
humano, gracias a un disco compacto interactivo. He querido compartir con
ustedes algunos eventos que se suceden para dar inicio a un nuevo ser
humano.
Se puede apreciar una filmación realizada en animales de laboratorio. En
ella se observa el óvulo teñido de azul de metileno. En la imagen del lado
izquierdo se ve cuando es incorporado al lumen tubario. La sobrevida del óvulo
en la ampolla de la trompa es de aproximadamente ocho a doce horas, tiempo
en el cual -como aparece en el esquema de la derecha- ocurre el proceso de
fecundación.
En la siguiente imagen -del llamado “encuentro”- se advierte un
esquema del cuello del útero lleno de mucus cervical y los espermatozoides
que ingresan a través de él. Se pueden distinguir criptas que reciben a los
espermatozoides y que se vinculan directamente con la cabeza de éstos, al
cual, aparentemente, le entregan nutrientes y oxígeno. En las criptas, los
espermatozoides pueden permanecer fértiles entre dos a seis días. Esta
acotación tiene relación con algunos temas presentes en la discusión de hoy.
En la siguiente filmación real se puede ver el recorrido que realizan los
espermatozoides dentro del útero hacia las trompas de Falopio. En el esquema
de la derecha se observa cómo el espermatozoide va subiendo inicialmente a
través del cuello del útero y de la cavidad para llegar a encontrarse, en el
último tercio de la trompa, con el óvulo que allí se encuentra.
El espermatozoide animado que se observa en el esquema de la derecha
coincide con lo que se aprecia en la filmación real de la izquierda. El proceso de
fecundación se realiza en el lugar que se señala en la imagen.
A continuación veremos una serie de esquemas que muestran la
formación del cigoto y el comienzo del desarrollo de un nuevo ser hasta la
primera división.
En la imagen se percibe que el espermio entra al óvulo y atraviesa la
zona pelúcida. Hasta este minuto, todavía no hablamos de ser humano ni de
vida. Pero cuando el espermio ingresa, empiezan a producirse divisiones al
interior de este nuevo ente, lo que permite asegurar que en ese momento ya
se puede hablar de un ente totipotencial, que por sí solo puede hacer eso,
especialmente en un ambiente propicio -en este caso, el materno-, pero
también puede hacerlo en uno artificial.
En la imagen siguiente aparece el ovocito humano, que es captado por la
trompa. El huevo va hacia el útero en una etapa que se llama desarrollo
preimplantacional, y termina con la eclosión.
En la imagen se puede advertir que una vez que el óvulo llega al útero,
ya se está dividiendo. Esto es muy importante, porque significa que ya es un
ente que tiene vida propia, totipotencial. Ese es un concepto que debemos
tener presente.
La siguiente etapa es la eclosión, en la que se aprecia cómo el blastocito
erosiona o perfora en un polo a la zona pelúcida, o sea, la que rodea al nuevo
ser, y progresivamente se empieza a desplazar el macizo celular hasta
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DISCUSIÓN EN SALA

abandonar completamente la zona pelúcida. Con eso, este blastocito o nuevo


ente queda demudado de esta zona y en condiciones de adherirse al
endometrio para comenzar la fase de implantación. Enfatizo sobre estos
aspectos, porque tienen relación directa con el proyecto.
En la eclosión, en una fotografía de microscopio electrónico aparece
claramente el blastocito cuando tiene entre 5 y 7 días de vida.
Esta etapa termina con la fase de implantación, en la cual se observa
claramente que, donde ya estaba demudado, aparecen células dentro de ese
ente que recién está empezando a introducirse en el útero, pero que sin
embargo se está dividiendo -en la presentación ustedes las ven de color verde-
que van a dar origen a la piel. Esa figura, que en la exposición se ve
claramente representada por círculos, el día de mañana va a dar origen a una
persona humana, y tiene la capacidad de dividirse, de subdividirse y de
multiplicarse por sí sola y exige estar en un ambiente propicio que -repito- en
esta situación es el vientre materno, pero que también es posible lograrlo en
un ambiente artificial.
He hecho una demostración sobre el origen de la vida.
A continuación, me referiré a lo que se denomina genoma humano,
terapia génica y clonación.
En la segunda imagen se distingue un esquema donde aparecen los
niveles de organización de los seres humanos. El cuerpo humano tiene 100
trillones de células, cada una de las cuales tiene un núcleo, que contiene 23
pares de cromosomas. Cada par cromosómico se origina de uno de la madre y
de uno del padre y contienen ADN altamente condensado. Los genes son
segmentos de ADN que contienen la información para las características
biológicas de los seres humanos. Esto es tremendamente importante, porque
es motivo de preocupación en el mundo entero.
En la siguiente proyección aparece el cariotipo de los cromosomas
humanos. Todos sabemos cuál es el número de cromosomas, cuáles de éstos
son los XY y que la presencia del cromosoma Y es patrimonio de los hombres.
En lo que se refiere al proyecto de genoma humano, que es lo que nos
preocupa, los objetivos son los que ustedes ven y que, por supuesto, están en
el informe que está en su poder. El objetivo es conocer la secuencia, el orden
de los 3.2 billones de letras ATCG del ADN humano, conocer lo miles de genes
contenidos en el ADN humano y conocer los miles de genes involucrados en las
enfermedades humanas.
La siguiente figura muestra que hoy existe un mapa de genes
involucrados en enfermedades humanas. Por ejemplo, ya es posible decir que
tal gen tiene relación con el Corea de Huntington, con el genético de mamas y
con la fibrosis quística, entre otros. Así se va a seguir avanzando.
En la actualidad, en Japón a los recién nacidos se le toman muestras
para asegurar si presentan o no el gen del cáncer o cualquier otro. Los
doctores aquí presentes saben que es posible tomar medidas preventivas,
cuando se sabe desde el nacimiento si un ser humano porta el gen del cáncer.
Ahora, cualesquiera que sean las medidas preventivas, deben ser acordes con
el sexo y con el medio ambiente.
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DISCUSIÓN EN SALA

En la ecuación fundamental de la genética, el genotipo, es decir, como


es el ser humano, ello depende precisamente del genoma -lo que les he
mostrado en las proyecciones anteriores-, pero también del ambiente. En la
proyección se ve la diferencia entre unos y otros.
Si analizamos todos los factores y las imágenes que hemos visto,
podemos concluir que el genoma humano se constituye en el momento de la
fecundación, argumento tremendamente fuerte e importante para la toma de
decisiones, que fue motivo de debate en la Comisión. Son respetables todas las
posiciones, y en nuestra presentación no existe ninguna vinculación ni sesgo
de carácter religioso ni filosófico. Según algunos, son hechos concretos y
científicos irrebatibles; por supuesto, otros lo rebaten, posición que también es
respetable.
En la siguiente proyección aparece el desarrollo embrionario de todos los
mamíferos: un huevo fertilizado, un estado de dos células, transcurrido apenas
un día y medio de la fecundación; ocho células, de dos y medio a tres días;
dieciséis células, a los tres días, y estado de blastocito, a los cuatro días.
Entonces, nadie puede afirmar que no es un ser totipotencial, si se está
dividiendo y multiplicando por sí solo.
Hablamos de terapia génica, pero hay que precisar el concepto, porque
se habla de varias. En somática es la corrección de tejidos enfermos mediante
la utilización de genes. Un ejemplo lo vemos en la siguiente proyección. El gen
bueno -llamémoslo así- es transportado por un adenovirus; se incorpora a un
adenovirus que, por lo demás, están de moda en otras áreas de nuestro
organismo. El virus infecta la célula, y son miles las células que, con el gen
incorporado, corrigen el defecto. En ese caso, se hablaría de terapia génica
somática. Para precisar el concepto, somas significa cuerpo. En la actualidad,
podemos ver a niños en burbujas salvados por la terapia génica, como se
puede apreciar en la proyección.
En la próxima imagen se define la terapia génica germinal: se trata de
corregir las gónadas -testículos y ovarios- de pacientes con enfermedades
genéticas, mediante la utilización de genes. Existe una moratoria internacional
en contra de esta terapia, es decir, no está permitida a nivel internacional.
Hoy, la clonación humana es una realidad biotecnológica, técnicamente
es una realidad. Pero la pregunta que nos debemos hacer es si, éticamente,
resulta lícito practicarla. Ésa es la gran pregunta que ha tenido respuesta en
prácticamente todos los países del mundo, reitero, independientemente de
posiciones religiosas o filosóficas.
La siguiente proyección nos confirma que los nuevos descubrimientos
han modificado la comprensión de las células troncales adultas. Investigadores
han encontrado células troncales nerviosas en el sistema nervioso periférico de
animales adultos, en el cual se pensaba que no existían. El tejido nervioso es el
más sensible de todos, y existen países como Cuba, donde la máxima
aspiración, desde el punto de vista técnico y médico, es descubrir el factor de
crecimiento neurológico, a fin de reconstituir las células nerviosas dañadas por
traumatismos cerebrales o de otro tipo. Los estudios demuestran que las
propiedades intrínsecas de las células troncales nerviosas varían según la
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DISCUSIÓN EN SALA

región del sistema nervioso periférico en el cual se encuentran.


En la siguiente imagen se pueden apreciar artículos de algunas de las
mejores revistas científicas, como Nature, que reportan la obtención de células
troncales a partir de seres humanos adultos, mostrando que no es necesario
destruir embriones humanos para obtenerlas. Esto es sumamente importante:
no es necesario recurrir a embriones para obtener células troncales, y con ellas
hacer la terapia génica somática que he mencionado. Entre otros ejemplos,
está la utilización de células del cordón umbilical para obtener las que puedan
servir en la terapia génica señalada.
Creo que éste es un antecedente digno de ser considerado por los
distinguidos colega, previo a la votación en general del proyecto. El hecho de
que esta iniciativa haya sido sometida a un trámite tan largo, durante el cual fue
tratada acabadamente, tanto en el Senado como en la Comisión de Salud de la
Cámara en dos oportunidades, me induce a pensar que debería ser aprobada en
esta sesión.
Cabe recalcar que prácticamente todos los artículos fueron modificados.
Los artículos 3º, 5º, 8º, 11, 13, 14, 16, 18, 19 y 21 no fueron objeto de
indicaciones y, por lo tanto, deben declararse reglamentariamente aprobados,
sin perjuicio de dejar constancia de que el ordenamiento numérico de la
iniciativa legal fue modificado.
Los artículos 6º, que pasó a ser 10; 7º, que pasó a ser 11; 10, que pasó
a ser 6º; 15 y 20 fueron objeto de modificaciones en su segundo trámite
reglamentario. No existen artículos nuevos, ni artículos que deban ser
conocidos por la Comisión de Hacienda.
Reitero que el articulado aprobado por el Senado fue objeto de diversas
modificaciones, incorporadas en el texto que presentamos a la consideración
de la Sala.
En aras del tiempo, no me referiré a las indicaciones rechazadas que
constan en el informe que cada parlamentario tiene en su escritorio.
Quiero terminar resaltando algunas disposiciones contenidas en el
proyecto y valorando que se haya originado en moción de los senadores y ex
senadores mencionados al inicio de mi intervención.
El proyecto tiene por finalidad proteger la vida de los seres humanos
desde el momento de la concepción, su integridad física y psíquica, así como
su diversidad e identidad genética.
Además, apunta a asegurar la libertad para llevar a cabo actividades de
investigación científica biomédica en seres humanos, pero con el límite de
respetar los derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza
humana. Prohíbe toda práctica eugenésica -no algunas-, entendiéndose por
tal cualquier especie de intervención sobre el genoma, cuyo propósito sea
modificarlo hereditariamente.
Prohíbe -ojalá que esto sea escuchado y repetido fuertemente- la
clonación de seres humanos, cualquiera que sea el fin perseguido o la técnica
utilizada. El proyecto propone que en Chile se prohíba la clonación de seres
humanos.
El cultivo de tejidos y órganos sólo procederá con fines de diagnósticos
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DISCUSIÓN EN SALA

terapéuticos o de investigación científica. En ningún caso podrán destruirse


embriones humanos para obtener las células troncales que den origen a dichos
tejidos y órganos. Aquí se puede apreciar que existe relación entre lo que
mostramos y lo que dispone el proyecto.
El conocimiento del genoma humano es patrimonio común de la
humanidad. En consecuencia, nadie puede atribuirse ni constituir propiedad
sobre el mismo ni sobre parte de él.
Toda investigación científica en seres humanos que implique algún tipo
de intervención física o psíquica deberá ser realizada siempre por profesionales
idóneos en la materia, justificarse en su objetivo y metodología y ajustarse en
todo a lo dispuesto en esta ley.
No podrá desarrollarse una investigación científica si hay antecedentes
que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción, muerte o lesión
corporal grave y duradera para un ser humano, entre ellos, por cierto, el
embrión.
Tampoco podrá efectuarse una investigación científica biomédica si
existen dudas razonables de que sus riesgos son mayores que sus eventuales
beneficios.
Toda investigación científica biomédica deberá contar con la autorización
expresa del director del establecimiento dentro del cual se efectúe, previo
informe favorable del comité ético científico que corresponda.
Toda investigación científica en un ser humano deberá contar con su
consentimiento previo, expreso, libre e informado, o, en su defecto, el de aquél
que deba suplir su voluntad en conformidad con la ley.
El director responsable de la investigación deberá conservar el original
del acta, entregando una copia de ella a la persona que autoriza la
investigación.
Como el proyecto es bastante extenso, he tratado de simplificarlo, dado
que el primer informe ya fue conocido por la Sala.
La información genética de un ser humano será reservada. Lo anterior
es sin perjuicio de las facultades de los tribunales de justicia, en los casos y en
la forma establecidos en la ley.
La recopilación, almacenamiento, tratamiento y difusión del genoma de
las personas se ajustará a las disposiciones de la ley Nº 19.628, sobre
protección de datos de carácter personal.
Los datos del genoma humano que permitan la identificación de una
persona deberán ser encriptados para su almacenamiento y transmisión. La
encriptación podrá omitirse temporalmente por razones de utilidad pública.
La iniciativa crea una Comisión Nacional de Bioética, que estará
integrada por nueve profesionales, expertos en bioética, designados por el
Presidente de la República, con acuerdo del Senado, adoptado por los dos
tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especial convocada al efecto.
La Comisión contará con una secretaría ejecutiva, una de cuyas
funciones será asesorar a los distintos poderes del Estado en los asuntos éticos
que se presenten.
Todo el que intente crear o cree seres humanos idénticos a otro por
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DISCUSIÓN EN SALA

clonación o realice cualquier procedimiento eugenésico será castigado con


presidio menor en sus grados medio a máximo y con la inhabilitación absoluta
para el ejercicio de la profesión durante el tiempo que dure la condena.
El que violare la reserva de la información sobre el genoma humano,
fuera de los casos contemplados en el artículo 12, sufrirá las penas
establecidas en ambos incisos del artículo 247 del Código Penal, según el caso.
El que falsificare el acta a que se refiere el inciso tercero del artículo 11
será sancionado drásticamente.
Por último, todo el que desarrollare un proyecto de investigación
científica biomédica en seres humanos o en su genoma, sin previa autorización
del comité ético científico que corresponda, será sancionado con la suspensión
por tres años del ejercicio profesional y con la prohibición absoluta en el
territorio nacional en caso de reincidencia.
De esta forma, creo haber dado cumplimiento a la misión que me
encargó la Comisión de Salud de la honorable Cámara de Diputados. A través
de esta exposición, he querido entregar a la Sala los antecedentes que le
permitan actuar en conciencia y aprobar este proyecto de ley, de iniciativa
parlamentaria, que lleva años de tramitación y que hoy es exigido por la
comunidad internacional a todos los países del mundo.
He dicho.

-Aplausos.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Señor diputado, felicitaciones por el


informe que ha entregado, que sus colegas también le agradecen con
aplausos.
Les recuerdo que el proyecto será votado al término del Orden del Día, a
fin de despacharlo.
Tiene la palabra el diputado Fernando Meza.

El señor MEZA.- Señor Presidente, nos encontramos ante un proyecto


de ley que hará historia, porque tiene que ver, fundamentalmente, con la
investigación sobre el genoma humano y la posibilidad de curación de algunas
enfermedades irrecuperables.
Todos lo seres humanos tenemos el don y el derecho de ser únicos e
irrepetibles. Sin embargo, existen algunas ideas, en algunos lugares del
mundo, que pretenden repetir en serie al ser humano. Se salvarían muchas
vidas, pero también a muchos se les privaría del derecho a vivir.
A diario nos asaltan interrogantes en torno a una discusión que tiene
que ver con el origen de la vida.
La clonación, en el ámbito de la ingeniería genética, tan en boga hoy día,
pretende aislar y multiplicar, en un tubo de ensayo, el ADN, que es, ni más ni
menos, la fotografía de cada uno de nosotros al interior de cada una de las
células que nos componen.
Clonar es la acción dirigida a obtener uno o más individuos a partir de
una célula, es decir, cualquiera de las células de un organismo, excepto las
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DISCUSIÓN EN SALA

células germinales.
Desde hace muchos años se obtienen clones de mamíferos. Todos
recordamos a la oveja Dolly, que fue el primer caso de clonación en
mamíferos, en Escocia. Posteriormente, se realizaron otras investigaciones,
como en 2001, cuando una firma norteamericana anunció que había realizado
el primer intento de clonar a un ser humano.
Sin embargo, la clonación reproductiva todavía no se lleva a cabo en
seres humanos. Por lo menos, no hay demostraciones de que así haya sido o
se haya probado.
Además, hay algunas preguntas que no tienen fácil respuesta. Por
ejemplo, ¿qué edad genética tiene el clon? ¿Tiene la misma edad que la célula
de la cual se obtuvo? Pero, no ha sido posible conseguir respuestas.
¿Qué sucede, entonces, con un bebé clonado a partir de una célula
perteneciente a un hombre de cincuenta años? ¿Qué edad tiene esa nueva
vida: un segundo, un día, cincuenta años?
Quiero referirme, fundamentalmente, a la clonación terapéutica, que es
una realidad.
En febrero de 2004, se causó un gran impacto mundial cuando un
equipo de científicos de Surcorea que estaban preocupados de esto hizo
factible el nacimiento de un niño clonado. Pero ése no es el objetivo de los
experimentos que se realizan o deben efectuarse en Chile con el genoma
humano.
Se trata de una materia controversial. Esta iniciativa permite regular la
investigación sobre el genoma humano, a la cual los diputados radicales
adherimos entusiastamente. Creemos que constituirá un gran avance científico
en nuestro país y, por qué no decirlo, en el mundo. Tenemos científicos con
suficiente capacidad intelectual para ayudar no sólo a los chilenos, sino
también a la humanidad a superar las dificultades que la naturaleza a veces
impone.
Quiero recordar un par de indicaciones que propusimos y que no fueron
acogidas, como la referida a la expresión “seres humanos”.
La aparición -bastante frecuente- de la expresión “seres humanos” en el
texto del proyecto contraviene lo que establece el orden jurídico chileno, que
se refiere a “personas” y no a “seres humanos”.
Por otro lado, manifiesto nuestra satisfacción porque la iniciativa dispone
un castigo ejemplar para aquellos que clandestinamente se dediquen a la
clonación humana o que lo hagan con escaso rigor científico o ético, los cuales
sufrirán penas de presidio menor en sus grados medio a máximo y, a su vez, el
retiro de la licencia para ejercer la profesión.
Por último, la Comisión Nacional de Bioética, integrada por nueve
científicos, de amplia trayectoria y sobrados conocimientos, nombrados por el
Presidente de la República, regulará esta actividad desde el punto de vista
ético. Esperamos que en los próximos años la discusión ética que se ha iniciado
hoy adquiera caracteres masivos y más profundos y se tenga, por fin, la
posibilidad de ir más allá de donde hoy estamos, lo que también requiere
audacia, con el objeto de llevar a la humanidad hacia una vida mejor, sana y
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DISCUSIÓN EN SALA

más feliz, lo que por cierto deseamos a nuestros hijos y nietos.


He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Sergio Ojeda.

El señor OJEDA.- Señor Presidente, durante la discusión general


realizada tiempo atrás dimos a conocer las apreciaciones generales sobre la
materia y la profundidad que significaba este proyecto, cuyo estudio en
particular acaba de concluir la Comisión de Salud de la honorable Cámara.
No puedo dejar de mencionar a los autores de la iniciativa, quienes
tuvieron visión de futuro y lograron percibir la exigencia de avanzar en la ciencia
y la medicina; los senadores señores Mariano Ruiz Esquide, Sergio Páez y
Andrés Zaldívar y los ex senadores señores Nicolás Díaz y Juan Hamilton,
quienes hace años presentaron la respectiva moción parlamentaria en el
honorable Senado.
Dada la extensión y complejidad del proyecto, hubo una larga discusión,
la que, en definitiva, no logró establecer un consenso o una visión única
respecto del problema, situación que también ocurrió cuando analizamos y
despachamos el proyecto de ley sobre trasplante y donación de órganos en el
Congreso Nacional, en 1995.
El genoma humano y su clonación son materias específicas y complejas
que escapan a la preocupación normal de los parlamentarios y respecto de las
cuales no tenemos dominio ni conocimiento para enfocarlas y comprenderlas
adecuadamente. Sin embargo, la Comisión tuvo un aporte de parte de los
especialistas a través de documentos y antecedentes y con ello se clarificó el
problema.
Este proyecto se refiere más a la vida que a la muerte, como ocurrió con el
de trasplante de órganos humanos, y se tomaron en cuenta muchos conceptos de
este último.
La discusión más extensa y profunda y que finalmente fue resuelta en
votación ayudó a establecer una diferencia entre “seres humanos” y “personas”
en el artículo 1º.
El concepto de seres humanos es más filosófico y general. En cambio, el de
personas es más bien jurídico y está incluido dentro de los textos constitucionales
y en el Código Civil. Según nuestra legislación, persona es todo individuo de la
especie humana. Asimismo, el concepto de “ser humano” no está definido ni
contenido en ningún precepto jurídico. Sin embargo, finalmente se estableció.
Esta diferencia, probablemente, la resolverá el honorable Senado. Tal
vez deberá coincidir con la Cámara de Diputados. De hecho, fue el punto
central de la discusión habida en la Comisión de Derechos Humanos.
De manera que pido que la Secretaría cambie, en el artículo 4º, en la
primera frase, la expresión “persona” por “ser humano”, ya que este proyecto
se refiere a seres humanos en toda su extensión, sin perjuicio de las decisiones
posteriores.
Me alegro de que en la revisión artículo por artículo hayamos llegado a
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DISCUSIÓN EN SALA

una conclusión.
El Congreso Nacional, baluarte en la defensa de los derechos y deberes
de las personas, está muy atento para que los procesos de investigación
científica y de clonación en seres humanos, así como todas las actividades
biomédicas al respecto se lleven a cabo con libertad, pero con el debido
respeto a los derechos esenciales que emanan de su naturaleza, reconocidos
tanto por la Constitución Política de la República de Chile como por los tratados
internacionales vigentes. Se respetan la voluntad, el consentimiento libre e
informado, como también el consentimiento expreso. Es importante que la
autonomía de la voluntad, el principio de libertad personal, individual, quede
perfectamente establecido.
Los temas médicos abordados en el estudio de este están contenidos en
su texto. Los médicos realizaron un aporte excelente para su comprensión.
Se introducen conceptos prohibitivos con el objeto de resguardar la vida,
la dignidad, la seguridad y la salud de las personas. Como bien señaló el
diputado informante, señor Francisco Bayo, en las disposiciones pertinentes se
establece la prohibición taxativa de toda práctica eugenésica, de toda forma de
discriminación arbitraria basada en el patrimonio genético de las personas y la
clonación de seres humanos, cualesquiera que sean el fin perseguido y la
técnica utilizada. Cuando la ley señala que se prohíbe la clonación de seres
humanos, no es lícito para el legislador hacer distinciones.
Asimismo, se disponen sanciones.
Entre las reformas propuestas, durante la discusión en particular, se
acordó la creación de la Comisión Nacional de Bioética. Chile, hoy, no es el
mismo de hace diez, quince o veinte años. Mediante la globalización, el
intercambio internacional de las experiencias médicas y científicas, nuestros
médicos cuentan con la idoneidad y el conocimiento para realizar las
investigaciones e intervenciones necesarias. Por ello, la Comisión Nacional de
Biomédica, entre sus funciones, deberá asesorar a los distintos poderes del
Estado en los asuntos éticos que se presenten como consecuencia de los
avances científicos y tecnológicos en biomedicina, así como en las materias
relacionadas con la investigación científica biomédica en seres humanos.
Entre las sanciones contenidas en el proyecto destaco la siguiente:
“Todo el que desarrolle un proyecto de investigación científica biomédica en
seres humanos o en su genoma, sin previa autorización del Comité Ético
Científico que corresponda, será sancionado con la suspensión por tres años
del ejercicio profesional y con la prohibición absoluta en el territorio nacional
en caso de reincidencia.”. Esta moción parlamentaria llena los vacíos legales
existentes y complementa el artículo 146 del Código Sanitario, que es muy
precario en esta materia.
Me alegro, en un momento histórico, relevante para el Congreso
Nacional, de haber participado en la discusión de un proyecto de ley de tanta
trascendencia.
Por último, reitero mi reconocimiento y felicitaciones al senador señor
Mariano Ruiz-Esquide, presente en la Sala, por su sabiduría, inteligencia y
percepción para desarrollar y presentar un proyecto de ley de esta naturaleza -
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reitero-, tan importante para la salud e investigación científica de Chile.


He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Marcelo Forni.

El señor FORNI.- Señor Presidente, debatimos un proyecto de gran


importancia para el país, porque a través de él se propone, como objetivo
principal, regular la investigación científica que se realiza en seres humanos.
Es importante, además, porque están en juego, entre otros, el derecho a la
vida, a la integridad física y síquica y la igualdad ante la ley.
Con su aprobación, nuestro país se sumará a la ya significativa lista de
países que han comenzado a incorporar en su legislación éste y otros temas
conflictivos a que nos han enfrentado en las últimas décadas los avances de la
ciencia.
También es un proyecto de relevancia, porque regula materias respecto
de las cuales, hasta la fecha, los profesionales de la salud y de la investigación
biomédica actúan únicamente de acuerdo con lo que le dicta su conciencia o
bien limitados por reglamentos o códigos de ética internos que no tienen
suficiente fuerza obligatoria.
En consecuencia, el proyecto que discutimos es necesario en cuanto
establece por primera vez un marco jurídico y ético para la investigación
científica en seres humanos.
Los avances de la ciencia, particularmente en relación a la investigación
en seres humanos, nos plantean dilemas éticos importantes que, en la mayoría
de los casos, sorprenden a los países sin normas que regulen adecuadamente
su práctica.
Chile, por cierto, no ha sido la excepción a ello. Como bien lo expresó el
diputado señor Bayo en su excelente informe, el origen de esta iniciativa surge de
una reflexión básica que debemos hacer en estos tiempos: ¿Debe hacerse todo
aquello que la ciencia permite hacer? Los increíbles avances tecnológicos y los
dilemas éticos que conllevan nos han obligado a pensar en la existencia de ciertos
límites, fundamentalmente, porque la ciencia debe estar al servicio del hombre y
no contra él. Ése es el objetivo del proyecto aprobado en primer trámite
constitucional por el Senado y de la indicación sustitutiva aprobada en nuestra
Cámara.
Es bueno señalar que el texto del proyecto del Senado sufrió un cambio
radical en la Cámara de Diputados, como consecuencia de una indicación
sustitutiva que presentamos junto con la diputada señora María Angélica Cristi
y los diputados señores Fulvio Rossi, Patricio Melero y Juan Masferrer.
También es conveniente hacer notar que las disposiciones de la iniciativa
fueron aprobadas casi en su totalidad por la unanimidad de los integrantes de
la Comisión de Salud y algunas de ellas, excepcionalmente, por la mayoría. Lo
mismo ocurrió en el segundo informe.
Asimismo, es necesario destacar que el proyecto regula de manera
amplia la investigación científica en seres humanos que, lamentablemente, se
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DISCUSIÓN EN SALA

ha identificado más bien con la clonación. Esto queda claro en el artículo 1º de


la iniciativa puesto que establece, en forma clara y categórica, que su finalidad
es proteger la vida de los seres humanos desde el momento de la concepción,
su integridad física y síquica, así como su diversidad e identidad genética en
relación con la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.
Dicho artículo no sólo tiene la virtud de ser coherente con el mandato
constitucional sobre proteger el derecho a la vida de toda persona y del que
está por nacer, sino también se acerca más a lo que disponen los tratados
internacionales vigentes, suscritos y ratificados por Chile, como el Pacto de
San José de Costa Rica, en que se reconoce que hay vida y que ésta es digna
de protección desde el momento de la concepción.
Del mismo modo, es destacable y positivo el hecho de haber incorporado
en este trámite constitucional la diversidad genética como objeto de protección
jurídica.
El proyecto establece que existirá plena libertad para llevar a cabo
actividades de investigación científica biomédica en seres humanos, siempre
que se respeten los derechos esenciales que emanan de la naturaleza humana,
reconocidos tanto por nuestra Constitución Política como por los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.
Para que se entienda bien, en el artículo 3º se prohíbe toda práctica
eugenésica, es decir, la aplicación de las leyes biológicas de la herencia para el
perfeccionamiento de la especie humana. En términos simples, prohíbe la
ingeniería genética con fines estéticos. Es consecuencia, este artículo no
impide la terapia génica o la posibilidad de cultivar tejidos y órganos, temas
que se tratan en otros artículos.
En esta materia, en la Comisión nos pareció que el proyecto del Senado
es más impreciso e, incluso, contradictorio.
El artículo 4º prohíbe toda forma de discriminación arbitraria,
estableciendo, categóricamente, que no se pueden utilizar los resultados de
exámenes genéticos con ese fin.
También consideramos importante incorporar en esta disposición el
criterio de la arbitrariedad como elemento distintivo para los efectos de
permitir o prohibir la discriminación.
Con posterioridad, el proyecto, al referirse a investigación científica en
seres humanos, regula el consentimiento necesario para que se pueda
proceder a dicha investigación. En este sentido, nos parece que es mucho más
claro, preciso y sistemático que lo aprobado por el Senado. En primer lugar, se
establece que es básico para proceder a una investigación científica en seres
humanos el consentimiento previo, expreso, libre e informado de la persona
que será investigada o, en su defecto, de quien deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley.
El proyecto, además, regula con precisión los requisitos para un
consentimiento informado. Así, para que éste exista es fundamental que la
persona objeto de la investigación reciba información adecuada, suficiente y
comprensible, y pueda conocer todos los aspectos o, al menos, los esenciales,
de la referida investigación. Entre ellos, su finalidad, beneficios, riesgos y
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DISCUSIÓN EN SALA

alternativas.
Asimismo, el proyecto contempla muy claramente que esa persona debe
ser informada sobre el derecho que le asiste de no autorizar la investigación o
de revocar su consentimiento en cualquier momento y por cualquier medio, sin
que eso le signifique responsabilidad, sanción o pérdida de beneficio alguno.
El proyecto también incorpora una serie de declaraciones internacionales
referidas a la investigación en seres humanos que, entre otras cosas, precisan,
que toda investigación científica que implique algún tipo de intervención física
o psíquica deberá ser realizada siempre por profesionales idóneos en la
materia, justificarse en su objetivo y metodología y ajustarse en todo lo
dispuesto a esta ley.
Agrega que no podrá desarrollarse una investigación de esta naturaleza
si hay antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción,
muerte o lesión corporal grave y duraderos para un ser humano.
Tratándose de investigaciones con fines terapéuticos, en el segundo
informe se modificó el inciso respectivo y se estableció que no se podrá
proceder si existen dudas razonables acerca de que los beneficios serán
mayores que los eventuales riesgos.
Luego, en relación con el tema de la clonación de seres humanos -por el
cual quizás este proyecto sea más conocido-, se prohíbe dicha práctica
cualesquiera que sean el fin perseguido y la técnica utilizada, pero se permite
el cultivo de tejidos y órganos sólo con fines de diagnósticos terapéuticos o de
investigación científica.
Esto está en concordancia con lo aprobado, hace alrededor de dos
semanas, por el Comité Legal de la ONU en el sentido de proponer al
organismo internacional la prohibición de ambos tipos de clonación.
En mi opinión ¿cuáles son los problemas que origina la clonación?
En primer lugar, aplica la lógica de la producción industrial a la
procreación humana.
En segundo lugar, atenta contra la dignidad de la mujer, pues reduce su
función a la de ser una simple prestadora de úteros y óvulos.
En tercer lugar, pervierte las relaciones fundamentales de la persona
humana: la filiación, la consanguinidad, el parentesco, la paternidad y la
maternidad.
En cuarto lugar, admite la existencia de hombres que puedan tener el
dominio y control total sobre otros hombres, al punto de programar su
identidad biológica.
En quinto lugar, no sólo aparte de merecer un juicio negativo en relación
con la dignidad de la persona clonada, pues vendrá al mundo como copia,
además, recaerán en ella expectativas infinitas, ya que ha sido engendrada
precisamente para asemejarse a alguien que vale la pena imitar.
Por último, en relación con el tema llamado, eufemísticamente, clonación
terapéutica, no puede llamarse terapéutica a una clonación que, en la práctica,
implica la destrucción de un embrión. Dicha destrucción no cura a nadie y, en
consecuencia, la Cámara ha sido muy estricta al respecto y ha prohibido
ambos tipos de clonación.
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DISCUSIÓN EN SALA

En suma, la clonación refleja de modo patente el inconformismo de


nuestra civilización y es el resultado de una ciencia sin valores. Es una nueva
forma de esclavitud y discriminación e importa, al menos, una violación a dos
principios fundamentales en que se basan todos los derechos del hombre: la
igualdad y la no discriminación.
Se vulnera la igualdad al consagrarse una forma de dominación del
hombre por el hombre. También se vulnera la no discriminación, porque la
clonación supone una selección eugenésica. Por ello, nos parece que el
proyecto es acertado en prohibir ambos tipos de clonación.
Además, la iniciativa garantiza que la información genética de una
persona será reservada, sin perjuicio de las facultades que en esta materia
tengan los tribunales de justicia.
También se establece que la recolección, almacenamiento, tratamiento y
difusión de los datos genéticos de las personas se ajustará a las disposiciones
de la ley sobre protección de datos de carácter profesional.
Asimismo, el proyecto contempla dos figuras penales: una, para quien
intente clonar o realizar cualquier procedimiento dirigido a la selección de
personas y, la otra, para quien falsifique el acta donde conste el
consentimiento o use maliciosamente, con cualquier fin, un acta falsa.
Por último, señala que corresponderá al Ministerio de Salud establecer,
mediante reglamento, las normas que complementen o desarrollen los
contenidos de esta ley.
Anuncio que la bancada de la UDI votará favorablemente el texto
contenido en el segundo informe de la Comisión de Salud, y esperamos que la
honorable Cámara haga lo mismo.
He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Doy la bienvenida a esta Sala al


senador señor Mariano Ruiz-Esquide, uno de los autores del proyecto que
regula la investigación científica en seres humanos, su genoma y prohíbe la
clonación humana.
Tiene la palabra el diputado señor Alejandro Navarro.

El señor NAVARRO.- Señor Presidente, es importante contar con la


presencia del senador señor Mariano Ruiz-Esquide, quien ha impulsado, junto a
otros senadores y en su condición de médico, el debate de un proyecto,
originado en moción parlamentaria, que ha situado al Congreso chileno en la
cima del debate internacional con un tema tan importante como es la
manipulación del genoma humano.
Durante el primer trámite constitucional -lo digo para clarificar mi
segunda intervención- presenté un conjunto de indicaciones, entre ellas una al
artículo 20, que fue aprobada, que da cuenta de un problema que es
recurrente al momento de dictar las leyes. Ciertas sanciones no siempre
resultan las más adecuadas y terminan perjudicando la ley cuando los montos
de las multas son muy bajos o no se aplican. Las leyes pierden así eficiencia.
Ello quedó claramente reflejado durante el debate sobre el bosque nativo y, en
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DISCUSIÓN EN SALA

particular, a propósito de los últimos incendios forestales.


El artículo 20 del proyecto original establecía que aquel que desarrolle
proyectos de investigación científico biomédica en seres humanos o en su
genoma, sin previa autorización del comité ético científico respectivo, será
sancionado con una multa de diez a veinte unidades tributarias mensuales.
La indicación, aprobada afortunadamente, recogió la idea de sancionar
con la suspensión por tres años del ejercicio profesional y con la prohibición
absoluta en el territorio nacional en caso de reincidencia.
Una multa puede ser fácilmente pagada y registrada contablemente
como gasto general. Por lo tanto, se requería una señal potente de que esta
regulación no iba a constituir un adorno ni un testimonio, sino que la
legislación que hoy discutimos, y espero que sea aprobada, debe ser cumplida.
Por otra parte, presentamos indicación al artículo 1º, sobre un tema de
fondo, pero que no pertenece al debate de este proyecto, cual es la concepción
de la vida, cuándo comienza la vida.
Aquí estamos discutiendo sobre la regulación de la investigación
científica en el ser humano, su genoma y la prohibición de clonar, pero no
acerca de cuándo comienza la vida. Ése es un debate de carácter moral, pero
con clara significación religiosa, porque el momento en que el ser humano
comienza a tener vida, en el concepto filosófico-moral sustentado, por
ejemplo, por la religión católica, es uno. Es una visión respetable, pero de la
cual muchos diferimos.
No estamos debatiendo cuándo comienza la vida ni pretendemos
sancionar la visión de una parte importante de la sociedad chilena, como la
Iglesia Católica, por más respetable que sea.
Por lo tanto, parece absolutamente inapropiado, tal como lo reflejó el
debate, que se enuncie en el artículo 1º el concepto de “seres humanos” y no
de personas.
Al establecer el concepto de seres humanos estamos introduciendo una
grave distorsión jurídica, porque el Código Civil, en sus artículos 25 y 55, se
refiere a personas. Incluso, su artículo 75 señala que la ley protege la vida del
que está por nacer y brinda protección al neonato. Por lo tanto, usar la
expresión seres humanos no se condice con el resto de la legislación nacional.
Al enunciar la expresión “seres humanos”, se introduce un nuevo
concepto en la legislación nacional; no cabe duda jurídica sobre ello.
Lo que buscaba el Senado era dar protección jurídica para el tratamiento
de los temas ya enunciados.
El momento en que comienza la vida es una materia compleja y sobre la
cual no hay unanimidad en esta Cámara, en el país ni en el mundo. Sobre ese
tema debe darse un debate e invito a los diputados que se opusieron a este
artículo a realizarlo. Los diputados señores Melero y Bayo tienen una visión
diferente de la mía, sin duda importante, pero el proyecto no aborda esa materia.
De mantenerse ese concepto habremos distorsionado y desviado la
intencionalidad de la iniciativa.
Por ello, junto con los comités del Partido Socialista, del Partido por la
Democracia y del Partido Radical, presentaremos una indicación para insistir en
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DISCUSIÓN EN SALA

los conceptos a los cuales me he referido.


Del mismo modo, consideramos que debe establecerse el concepto de
persona para hacer efectiva la ley; de lo contrario, los jueces deberán
enfrentarse a un menudo problema cuando tengan que interpretar si la
defensa que se quiere hacer está referida a los artículos del Código Civil que ya
he mencionado o se trata de una interpretación antojadiza del Parlamento
respecto de cómo deben ser defendidos esos derechos en la legislación actual.
También hemos presentado indicación para eliminar, en el artículo 1º,
las frases “desde el momento de la concepción” y “los seres humanos”, para
ser reemplazadas por “las personas”.
Igualmente, los diputados señores Robles, Bustos y Jarpa plantearon un
debate en la Comisión, que parece del todo necesario retomar, para clarificar e
informar a los diputados que no participaron en la discusión del concepto de la
clonación.
La clonación propiamente tal, copia idéntica o casi idéntica de un ser
humano, es diferente de la reproducción de tejidos. Así lo manifestó el doctor
Zegers, especialista invitado a la Comisión. Es decir, lo que se quiere regular
es la clonación reproductiva, evitar que se reproduzcan seres humanos
idénticos. La clonación no reproductiva, cuya finalidad es obtener células
madres con fines terapéuticos para salvar vidas, para enfrentar enfermedades
como el cáncer u otras derivadas de defectos hereditarios, no puede ser
vedada por el proyecto.
Quiero llamar la atención de los colegas parlamentarios. Con la
modificación introducida al texto del Senado estamos fijando una limitación
absolutamente inaceptable al desarrollo científico. Esto es de una miopía que
no tiene nombre, y por eso vamos a insistir con nuestra indicación.
¿Qué les vamos a decir a las madres que tienen hijos enfermos,
particularmente a quienes imploran una oportunidad de vida para reemplazar
órganos que han fallado en su cuerpo y que con ellos, restaurados, pueden
seguir viviendo?
Aquí ha faltado debate, y si lo ha habido, ha sido obsecuente, porque
cerrarse, negar la posibilidad de la clonación con fines terapéuticos de células
madres, de manera de contar con tejidos que reemplacen órganos vitales para
prolongar o salvar la vida, no me parece adecuado. Lo que estamos
introduciendo, al insistir en aquello, es una limitación que sin duda será
rechazada por el mundo científico nacional.
Cuando el diputado señor Robles plantea la necesidad de incorporar,
luego del vocablo clonación, el concepto reproductiva, está señalando
claramente el tipo de clonación que no queremos, la necesidad de regular la
clonación humana; hacer copias idénticas o casi idénticas.
Queremos insistir y llamar la atención en que el cultivo de tejidos es
distinto de la clonación de tejidos. Esto tiene que ver con un debate que en el
mundo científico se está dando.
Coincidimos plenamente en establecer la prohibición de la clonación
reproductiva en seres humanos, pero estamos dispuestos a abrirnos de
manera regulada a la clonación que permita la producción y el cultivo de
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DISCUSIÓN EN SALA

tejidos a fin de salvar vidas humanas.


Muchos transplantes de órganos, realizados para prolongar o defender la
vida, se generan a partir del cultivo de tejidos, lo que tiene que ser respaldado
por la Cámara de Diputados. Y si ha faltado debate, las indicaciones que hemos
presentado tienen que dar lugar a ello en la Comisión y en Sala.
En el informe están claramente señaladas -el diputado señor Rossi
participó en el debate de la Comisión- las diferencias entre clonar y clonar con
fines terapéuticos.
Las indicaciones que hemos presentado no tienen el afán de polemizar
con la Iglesia Católica ni con la visión particular religiosa de algunos diputados.
Existe libertad de culto, de creencias, pero no por ello, en el momento de
debatir un proyecto que busca prohibir la clonación de seres humanos, con el
cual todos estamos de acuerdo, se puede pretender incorporar elementos que
terminen perjudicando el desarrollo científico de manera inexplicable.
Los invito a reflexionar con el fin de no limitar el trabajo científico que
salvará nuevas vidas y así poder desarrollar en nuestro país un área en la cual
existen demandas permanentes, de todos los niveles sociales y culturales, por
contar con la tecnología y el conocimiento científico necesarios para poder
salvar vidas.
Las indicaciones no pretenden alargar de manera infinita el debate, sino
situarlo adecuadamente. Si hay quienes piensan que pueden haber ganado
puntos al establecer los conceptos de inicio de la vida o de seres humanos, en
reemplazo de personas, dando una visión unilateral sobre el tema, se han
equivocado. Podemos llegar al acuerdo de generar un nuevo proyecto de ley
donde discutamos el inicio de la vida, pero no en este momento, porque así
limitaremos una iniciativa extraordinariamente importante.
Vamos a votar a favor del proyecto e insistir en las disposiciones
señaladas.
He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Accorsi.

El señor ACCORSI.- Señor Presidente, quiero aprovechar la ocasión


para hacer un reconocimiento al senador señor Mariano Ruiz-Esquide, quien se
encuentra en la Sala. Esta iniciativa, que nace en el Senado y que se adelanta
en el tiempo, busca legislar acerca de algo tan importante como es la
investigación científica en el ser humano y en su genoma.
Este proyecto ha sido perfeccionado, y hoy tenemos uno que, en lo
sustantivo, regula toda la investigación y nos pone a la cabeza de muchos
países latinoamericanos sobre el tema.
Quiero insistir en que pediremos votación separada para el artículo 1º. El
fundamento, que ya lo han dado otros colegas, es que estamos discutiendo un
proyecto sobre clonación, lo que nos permite abrir un debate sobre el inicio de
la vida -como se ha hecho en todas partes del mundo-, tema en el que no hay
acuerdo a nivel científico ni tampoco una sola postura. En consecuencia, con la
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DISCUSIÓN EN SALA

modificación que establece que la vida comienza desde la concepción se


introduce un factor filosófico, un factor que engarza con el ámbito religioso.
Como médico, estoy convencido de que debemos eliminar esa postura para
decir que protegemos la vida desde su inicio, lo cual nos obliga a tener un
debate amplio a nivel nacional, tal como se hizo con el tema de la certificación
de la muerte, respecto de lo cual se dictó una ley. Si se concreta esto,
podremos decir en el Congreso Nacional que en Chile se está debatiendo cuál
es el inicio de la vida, teniendo claro que actualmente hay diferentes conceptos
al respecto, porque para algunos es el momento de la concepción, o sea,
cuando se une el óvulo con el espermatozoide; para otros es el momento de la
anidación de ese óvulo y su división celular en la matriz uterina.
Por lo tanto, no corresponde votar hoy el artículo 1º con esa acepción. El
Partido por la Democracia presentará una indicación, esperamos que otros
comités nos respalden para pedir votación separada del artículo 1º y reponer la
indicación, estableciendo que respetamos y protegemos la vida desde su inicio,
pero no poniendo el apellido, porque aún no hemos hecho el debate.
He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Fulvio Rossi.

El señor ROSSI.- Señor Presidente, felicito al senador Mariano Ruiz-


Esquide por su iniciativa.
Quiero clarificar algunos conceptos que se han señalado en el debate.
Pareciera ser que el proyecto de ley sólo tiene relación con el genoma
humano y con la prohibición de la clonación reproductiva, es decir, con copiar
idénticamente a un individuo desde el punto de vista del ADN, de la genética, lo
que atenta claramente contra la identidad genética de los seres humanos. Sin
embargo, el título del documento respectivo dice: “Segundo informe de la
Comisión de Salud sobre el proyecto de ley que regula la investigación científica
en el ser humano, su genoma y prohíbe la clonación humana”. Me cuesta trabajo
pensar que se pueda regular la investigación científica sobre un ser humano si no
sabemos qué se entiende por ser humano. Muchas veces se deben adoptar
ciertas convenciones. No es que crea que hay verdades absolutas, pero se llegó a
la convención de que la muerte cerebral era la muerte del individuo. Hace
cincuenta años se decía que el paro cardiorrespiratorio, es decir, la muerte del
corazón, era la muerte del individuo. Hoy, con la finalidad de obtener órganos
para las donaciones a partir de pacientes que estén en muerte cerebral o en
estado vegetativos persistente, se llegó a la conclusión bioética de que la muerte
cerebral era la muerte del individuo.
De igual manera, si hoy queremos proteger la vida y regular la
investigación científica en seres humanos, se debe determinar qué se entiende
por seres humanos.
Por eso, la Comisión, después de un intenso y largo debate, y de
escuchar a múltiples especialistas y científicos que han tenido un rol
protagónico en la discusión de estos temas, quienes representan posturas
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DISCUSIÓN EN SALA

diferentes, se llegó a la conclusión de que la vida empieza desde el momento


mismo de la fecundación. No obstante, otros dirán que la vida empieza desde
los tres meses; varios señalarán que empieza desde el nacimiento, unos
cuantos se preguntarán qué diferencia existe entre un feto de nueve meses y
un recién nacido de una hora. Para algunos, como Watson y Crick, quienes son
famosos por el descubrimiento del ADN, lo que les permitió obtener el Premio
Nobel de Medicina y Fisiología en 1962, la vida tiene relación con la
maduración neurológica y, por lo tanto, la del ser humano se iniciaría a los
cuatro años.
En suma, existen demasiadas interpretaciones en relación con esta
materia, pero pienso que, en estricto rigor, era necesario que la Comisión
estableciera algún tipo de convención con respecto al inicio de la vida, punto
que considero crucial.
Estamos de acuerdo en que es positivo que se regule la investigación
científica en seres humanos; en que exista una comisión nacional de bioética,
que se encargue de ello; en que en todos los centros donde se investigue haya
comités ético-científicos, y también en prohibir la clonación humana.
En relación con el último aspecto, deseo detenerme un momento. La
palabra “clonación” tiene una sola gran acepción, cual es que se trata de la
copia genética idéntica de un individuo.
Por otra parte, se clarificó que no existe el concepto de clonación
terapéutica. ¿Por qué la clonación tendría que ser terapéutica? Lo que existe es
la posibilidad de, a partir de un embrión, es decir, de un huevo fecundado,
obtener una célula madre totipotencial, que puede diferenciarse en múltiples
tejidos, los que se pueden cultivar tejido para realizar trasplantes u otro tipo
de terapias. Pero, ¿cuál es el meollo del asunto? Que al manipular un embrión
con la tecnología de la ciencia moderna, se lo destruye.
Entonces, la pregunta que uno se hace es la siguiente: si en el embrión
ya existe vida o, al menos, un proyecto vital, alguien que está llamado a ser,
que va a nacer al cumplir nueve meses, ¿por qué tendríamos el derecho de
destruirlo para dar vida a otros? Desde ese punto de vista, no entiendo por
qué, para poder prolongar la vida de alguien o dar vida a otros, se permita
destruir una vida o un proyecto vital.
Sobre esta materia se produjo una amplia discusión en la Cámara, ya que
un punto central es establecer cuándo empieza la vida. Si el embrión es vida, con
lo que concuerdo plenamente, autorizar una intervención que lo destruya
significaría atentar contra los mismos objetivos a que tiende el procedimiento
“terapéutico”.
Creo que hay consenso en una gran cantidad de temas: es necesario
regular la investigación científica en el ser humano; es importante que exista
consentimiento informado; que, dada la asimetría existente entre el científico y
el paciente, es conveniente que exista un ente que garantice los derechos
mínimos de este último. Pero también creo importante y necesario, lo que se
desprende del mismo título del proyecto de ley, establecer cuándo comienza la
vida.
Por eso, también votaré favorablemente el artículo 1º.
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DISCUSIÓN EN SALA

He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Alberto Robles.

El señor ROBLES.- Señor Presidente, agradezco la presencia del


senador Ruiz-Esquide, uno de los autores de la iniciativa.
El proyecto que el Senado despachó a la Cámara ha sido absolutamente
modificado. Como hemos dicho en varias ocasiones, lo que se pretendía
originalmente era regular la investigación científica en seres humanos y que se
prohibiera la clonación.
Sin embargo, hoy estamos ante un proyecto que ha incorporado
conceptos tremendamente complejos en nuestra legislación. En verdad, me
parece que se trata de una materia que ni siquiera la sociedad chilena ha
discutido. Incluso más, los conceptos que quieren incorporar algunos
parlamentarios son de amplia discusión, con posiciones muy fundamentadas,
en el seno de la Organización Mundial de la Salud.
Lo cierto es que cuando el senador Ruiz-Esquide presentó su moción,
jamás pretendió legislar respecto de estos temas controversiales.
El primero de ellos es que toda nuestra legislación, y así lo señala la Carta
Fundamental, habla de “personas”. Y cuando uno habla de personas en el
derecho civil y en el derecho penal queda claro lo que es una persona, cuestión
que enuncia la Constitución Política. Sin embargo, con el proyecto se quiere
hablar de “ser humano”, lo que nos hace entrar en un concepto muy distinto; ya
no vamos a legislar respecto de las personas, sino de los seres humanos. Con
esa simple modificación que se pretende realizar al proyecto entramos en un
tema complejísimo.
¿Qué es un ser humano en términos no sólo científicos, sino también
legales? ¿Son células? ¿Es el genoma? Lo cierto es que ésta es una discusión
filosófica tremenda, y legalmente también es un debate muy importante e
interesante.
Los colegas que presentaron indicación para cambiar la expresión “de los
seres humanos” por “las personas” han pretendido incorporar el tema tal vez más
importante desde el punto de vista de la discusión filosófica y teórica, no sólo en
relación con el concepto de ser humano, sino también con el de cuándo comienza
la vida de un ser humano.
Cuando se revisan los conceptos que señalan diferentes autores, desde
el punto de vista científico, filosófico, religioso o, incluso, dogmático, sobre “ser
humano”, “persona” o “inicio de la vida”, encontramos diferencias notables en
el mundo entero.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Señor diputado, estamos llegando al


término del tiempo del Orden del Día.
Por lo tanto, le pido que redondee la idea y concluya su discurso.

El señor ROBLES.- Señor Presidente, ocuparé muy pocos minutos más


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DISCUSIÓN EN SALA

para terminar mi intervención.


El tema sobre el cual estamos legislando es muy importante y sus
consecuencias legales sobre la sociedad, nuestra forma de vida y nuestro
desarrollo, especialmente las modificaciones al artículo 1º propuestas por
nuestros colegas más conservadores, pueden resultar muy nocivas.
Como Comité, junto con el Partido por la Democracia, pedimos votar por
separado el artículo 1º y aprobar la indicación que presentamos a la Mesa.
Además, pedimos al senador Ruiz-Esquide, en particular, y al Senado, en
general, que profundice el tema en forma mucho más acuciosa, porque, a mi
juicio, en la Cámara de Diputados se le dio una mirada extremadamente
simplista. Ambas opiniones, tanto la que afirma que la vida comienza con la
concepción, es decir, con la preñez de una mujer, como aquella que sostiene que,
en términos legales, los seres humanos deben ser evaluados y no las personas,
llaman a una confrontación jurídica, filosófica y ética muy importante.
La bancada radical no está a favor del artículo 1º propuesto por algunos
señores diputados y queremos que sea votado por separado.
He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Están inscritos para intervenir el


diputado señor Carlos Abel Jarpa y la diputada señora María Angélica Cristi.
Como ha terminado el tiempo del Orden del Día, pido el acuerdo
unánime de la Sala para concederles tres minutos a cada uno para que
intervengan y luego procedamos a votar.
¿Habría acuerdo en tal sentido?
Acordado.
Tiene la palabra el diputado señor Carlos Abel Jarpa.

El señor JARPA.- Señor Presidente, agradezco a la Sala la oportunidad


de intervenir más allá del Orden del Día.
Quiero manifestar nuestro reconocimiento al senador señor Mariano
Ruiz-Esquide por su preocupación en un tema tan importante como es que
nuestro país tenga una legislación que regule la investigación científica sobre el
genoma y, especialmente, la clonación.
Como muy bien lo expresó el diputado señor Francisco Bayo en su
informe, queda prohibida la clonación humana. Pienso que eso es muy
importante, ya que en nuestro país, tanto el Ejecutivo como el Congreso han
demostrado la preocupación por regular un tema tan importante como la
clonación humana, en el que hay aspectos desde los puntos de vista jurídico,
político y ético que, por supuesto, se transforman en problemas sociales.
Tal como lo han expresado los diputados señores Alejandro Navarro y
Alberto Robles, manifiesto nuestra preocupación sobre el artículo 1º. En
conjunto con el diputado señor Juan Bustos, presentamos la indicación para
sustituir los términos “los seres humanos”, por “las personas”. Creemos que
aquí hay dos objetivos muy importantes: el primero es estar de acuerdo con
nuestra Carta Fundamental, la cual se refiere a personas; el segundo, ya
señalado, es determinar cuando se inicia la vida.
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Ayer vimos, una vez más, una controversia con respecto al uso de la
“píldora del día después”. También está pendiente en el Senado la votación
sobre la Convención de Derechos de la Mujer.
Reitero mis felicitaciones al senador Mariano Ruiz-Esquide y al Congreso
por votar esta iniciativa que convierte a Chile en uno de los primeros países en
tocar un tema tan importante como la clonación humana.
He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra la diputada señora


María Angélica Cristi.

La señora CRISTI (doña María Angélica).- Señor Presidente, quiero


informar a los diputados que cuestionan el artículo 1º, que define claramente
la finalidad de proteger la vida de los seres humanos desde el momento de la
concepción, su integridad física y síquica, así como su dignidad e identidad
genética para permitir la investigación científica, que fue el concepto cuya
discusión demoró más de dos o tres años.
Es imposible legislar en esta materia si no nos ponemos de acuerdo en
determinar cuándo se inicia la vida. Ello, sin duda, va mucho más allá de
conceptos religiosos, católicos, como se ha señalado acá, y de distintas
tendencias ideológicas o políticas. Para avanzar en el proyecto, es
absolutamente necesario definir el momento en que se inicia la vida humana.
Quizás, es uno de los desafíos más grandes del proyecto, porque para los que
estamos convencidos, más allá de nuestras creencias religiosas, de que la vida
se inicia al momento de la concepción, hemos visto que en el mundo, incluso
en países como Inglaterra y otros donde se ha legalizado, por mayoría
parlamentaria, la eliminación de embriones humanos una vez utilizadas sus
células con fines terapéuticos para curar enfermedades hasta hoy incurables.
Eso ha hecho el parlamento británico al autorizar la clonación embrionaria
antes de los 14 días de la gestación. Hay millones de embriones congelados en
el mundo, es decir, millones de seres humanos, y ni siquiera se sabe qué se
puede hacer con ellos.
No es fácil comprender cómo se diferencia la vida de una persona entre
antes y después de 14 días de desarrollo uterino, como si en el día 15 se
transformara en un ser con todos los derechos y antes de ese día sólo era una
cosa, cuando científicamente se ha comprobado la existencia de vida en ese
ser en gestación desde el momento de su concepción.
No se trata de detener la investigación científica y médica; por el
contrario, debemos impulsarla, especialmente cuando estamos hablando de
mejorar la vida de las personas y de curar enfermedades hasta ahora
incurables. Sin embargo, esta investigación tiene límites éticos y morales que
deben ser respetados ante todo, incluso, cuando el fin sea tan noble como
sanar a un enfermo. Por lo tanto, es fundamental estar alertas ante la forma
como se presentan determinadas noticias por los medios de comunicación, ya
que es muy fácil caer en la compasión frente a un enfermo que no tiene cura y
aceptar una solución moralmente inaceptable, cual es destruir los embriones
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humanos, pues para sanar no es legítimo matar a otro ser en potencia, como
es el embrión.
En consecuencia, estamos de acuerdo con la descripción del artículo 1º.
Insistimos en que si no queda claro el momento en que se produce la vida,
entonces, no podremos legislar sobre este proyecto.
He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Cerrado el debate.

-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre este proyecto en los


siguientes términos:

El señor ASCENCIO (Presidente).- Corresponde votar el proyecto de ley


que fija normas sobre investigación científica en seres humanos, legisla el
genoma y prohíbe la clonación.
Se declaran aprobados por no haber sido objeto de indicaciones o de
modificaciones los artículos 2º, 4º, 7º, 8º, 13, 14, 16, 18, 19 y 21 del
proyecto.
En primer lugar, se votará el artículo 1º, que fue objeto de indicación.
El señor Secretario va a dar lectura a la indicación.

El señor LOYOLA (Secretario).- La indicación de los diputados señores


Tuma, Accorsi, Robles, Jarpa, Montes, Palma y Navarro es la siguiente: “Para
sustituir en el artículo 1º los términos “los seres humanos” por “las personas”,
y para eliminar la frase “desde el momento de la concepción”.

El señor ASCENCIO (Presidente).- En votación la indicación al artículo


1º.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico,


dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 37 votos; por la negativa, 62
votos. Hubo 1 abstención.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Rechazada.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:


Accorsi, Aguiló, Allende (doña Isabel), Ascencio, Ceroni, Encina,
Escalona, Espinoza, Girardi, González (don Rodrigo), Hales, Ibáñez (doña
Carmen), Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Leal, Letelier (don Juan Pablo),
Letelier (don Felipe), Longton, Meza, Montes, Muñoz (don Pedro), Navarro,
Palma, Paredes, Pérez (don José), Pérez (don Aníbal), Quintana, Robles, Saa
(doña María Antonieta), Salas, Sánchez, Soto (doña Laura), Tarud, Tohá (doña
Carolina), Tuma y Venegas.
-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:
Alvarado, Álvarez-Salamanca, Araya, Barros, Bauer, Bertolino, Burgos,
Caraball (doña Eliana), Cardemil, Cornejo, Correa, Cristi (doña María Angélica),
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 365 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Cubillos (doña Marcela), Delmastro, Díaz, Dittborn, Egaña, Errázuriz, Forni,


Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio), García (don René Manuel),
García-Huidobro, González (doña Rosa), Guzmán (doña Pía), Hernández,
Ibáñez (don Gonzalo), Kast, Kuschel, Leay, Longueira, Lorenzini, Luksic,
Martínez, Masferrer, Molina, Monckeberg, Moreira, Mulet, Norambuena,
Olivares, Ortiz, Paya, Pérez (don Ramón), Pérez (don Víctor), Prieto, Recondo,
Riveros, Rojas, Rossi, Saffirio, Salaberry, Sepúlveda (doña Alejandra), Silva,
Tapia, Uriarte, Urrutia, Varela, Vargas, Vilches, Von Mühlenbrock y Walker.

-Se abstuvo el diputado señor Ojeda.

El señor ASCENCIO (Presidente).- En votación el artículo 1º propuesto


en el informe.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico,


dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 71 votos; por la negativa, 21
votos. Hubo 1 abstención.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Aprobado.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:


Aguiló, Alvarado, Álvarez-Salamanca, Allende (doña Isabel), Araya,
Ascencio, Barros, Bauer, Bertolino, Burgos, Caraball (doña Eliana), Cardemil,
Cornejo, Correa, Cristi (doña María Angélica), Cubillos (doña Marcela),
Delmastro, Díaz, Dittborn, Egaña, Escalona, Espinoza, Forni, Galilea (don José
Antonio), García (don René Manuel), García-Huidobro, González (doña Rosa),
Guzmán (doña Pía), Hernández, Ibáñez (don Gonzalo), Ibáñez (doña Carmen),
Kast, Kuschel, Letelier (don Felipe), Longueira, Lorenzini, Luksic, Martínez,
Masferrer, Mella (doña María Eugenia), Molina, Monckeberg, Moreira, Mulet,
Norambuena, Ojeda, Olivares, Ortiz, Paya, Pérez (don Ramón), Pérez (don
Víctor), Prieto, Recondo, Riveros, Rojas, Rossi, Saffirio, Salaberry, Salas,
Seguel, Sepúlveda (doña Alejandra), Silva, Tapia, Uriarte, Urrutia, Valenzuela,
Varela, Vargas, Vilches, Von Mühlenbrock y Walker.

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:


Accorsi, Ceroni, Girardi, Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Leal, Letelier
(don Juan Pablo), Meza, Muñoz (don Pedro), Navarro, Palma, Paredes, Pérez
(don José), Pérez (don Aníbal), Quintana, Robles, Saa (doña María Antonieta),
Sánchez, Tohá (doña Carolina) y Venegas.

-Se abstuvo el diputado señor Encina.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Así se hará, señor diputado.


Solicito el acuerdo de la Sala para votar de una sola vez los artículos 3º,
5º, 6º, 9º, 10, 11, 12, 15, 17 y 20.
¿Habría acuerdo?
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 366 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Acordado.
En votación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico, dio


el siguiente resultado: por la afirmativa, 101 votos. No hubo votos por la
negativa ni abstenciones.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Aprobados.


Despachado el proyecto.
-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:
Accorsi, Aguiló, Alvarado, Álvarez-Salamanca, Allende (doña Isabel),
Araya, Ascencio, Barros, Bauer, Bayo, Becker, Bertolino, Burgos, Caraball
(doña Eliana), Cardemil, Ceroni, Cornejo, Correa, Cristi (doña María Angélica),
Cubillos (doña Marcela), Delmastro, Díaz, Dittborn, Egaña, Encina, Errázuriz,
Escalona, Espinoza, Forni, Galilea (don Pablo), Galilea (don José Antonio),
García (don René Manuel), García-Huidobro, Girardi, González (doña Rosa),
González (don Rodrigo), Guzmán (doña Pía), Hales, Hernández, Ibáñez (don
Gonzalo), Ibáñez (doña Carmen), Jaramillo, Jarpa, Jeame Barrueto, Kast,
Kuschel, Leal, Leay, Letelier (don Felipe), Longueira, Lorenzini, Luksic,
Martínez, Masferrer, Mella (doña María Eugenia), Meza, Molina, Monckeberg,
Montes, Moreira, Muñoz (don Pedro), Navarro, Norambuena, Ojeda, Olivares,
Ortiz, Palma, Paredes, Paya, Pérez (don José), Pérez (don Aníbal), Pérez (don
Ramón), Pérez (don Víctor), Prieto, Quintana, Recondo, Riveros, Robles, Rojas,
Rossi, Saa (doña María Antonieta), Saffirio, Salaberry, Salas, Sánchez, Seguel,
Silva, Soto (doña Laura), Tapia, Tarud, Tohá (doña Carolina), Tuma, Uriarte,
Urrutia, Valenzuela, Varela, Vargas, Venegas, Vilches, Von Mühlenbrock y
Walker.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 367 de 581
OFICIO MODIFICACIONES

2.7. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen.


Oficio de aprobación de Proyecto con modificaciones. Fecha 09 de marzo,
2005. Cuenta en Sesión 37, Legislatura 352. Senado.

A S. E. Oficio Nº 5419
EL PRESIDENTE
DEL H. SENADO
VALPARAÍSO, 9 de marzo de 2005

La Cámara de Diputados, en sesión de esta fecha, ha


dado su aprobación al proyecto de ley de ese H. Senado, que regula la
investigación científica en el ser humano, su genoma y prohíbe la clonación
humana, boletín N° 1993-11(S), con las siguientes enmiendas:
Artículo 1°

mlp/mes
Lo ha reemplazado por el siguiente: S.48

“Artículo 1°.- Esta ley tiene por finalidad proteger la vida


de los seres humanos, desde el momento de la concepción, su integridad física y
psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en relación con la
investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.”.

Artículo 2º

Lo ha eliminado.

******

Ha consignado como artículo 2°, el artículo 6°, con la


siguiente redacción:

“Artículo 2°.- La libertad para llevar a cabo actividades de


investigación científica biomédica en seres humanos tiene como límite el respeto
a los derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza humana,
reconocidos tanto por la Constitución Política de la República como por los
tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.”.
Artículo 3º

Lo ha reemplazado por el siguiente


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 368 de 581
OFICIO MODIFICACIONES

“Artículo 3°.- Prohíbese toda práctica eugenésica,


entendiéndose por tal cualquier especie de intervención sobre el genoma cuyo
propósito sea modificarlo hereditariamente.”.

Artículo 4°

En su inciso primero, ha sustituido las expresiones


iniciales “Se prohíbe” por “Prohíbese” y ha intercalado la voz “arbitraria”, entre
los vocablos “discriminación” y “basada”.

Ha consultado el siguiente inciso segundo, nuevo:

“En consecuencia, los resultados de exámenes genéticos


y análisis predictivos de la misma naturaleza no podrán ser utilizados con ese
fin.”.

Artículo 5°

Lo ha suprimido

******

Ha consignado como artículo 5°, nuevo, el siguiente:

“Artículo 5º.- Prohíbese la clonación de seres humanos,


cualesquiera que sean el fin perseguido y la técnica utilizada.”.

******

Artículo 6°

Ha pasado a ser artículo 2°, con la redacción señalada


anteriormente.

******

Ha consultado como artículo 6°, el siguiente:


“Artículo 6º.- El cultivo de tejidos y órganos sólo
procederá con fines de diagnósticos terapéuticos o de investigación científica. En
ningún caso podrán destruirse embriones humanos para obtener las células
troncales que den origen a dichos tejidos y órganos.”.
******

Artículo 7°

Lo ha eliminado
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 369 de 581
OFICIO MODIFICACIONES

******

Ha consultado como artículo 7°, el artículo 10, con las


siguientes enmiendas:
Ha reemplazado, en el inciso primero, la frase “está
destinada al tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición”. por la
siguiente: “estará autorizada sólo con fines de tratamiento de enfermedades o a
impedir su aparición”.

Ha suprimido el inciso segundo.

******

Artículo 8°

Lo ha suprimido

******

Ha consignado como artículo 8°, el artículo 12, redactado


como sigue:

“Artículo 8º.- El conocimiento del genoma humano es


patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie puede atribuirse ni
constituir propiedad sobre el mismo ni sobre parte de él. El conocimiento de la
estructura de un gen y de las secuencias totales o parciales de ADN no son
patentables.
Los procesos biotecnológicos derivados del conocimiento
del genoma humano, así como los productos obtenidos directamente de ellos,
diagnósticos o terapéuticos, son patentables según las reglas generales.”.
******

Artículo 9°

Lo ha suprimido

******

Ha consultado el siguiente artículo 9°, nuevo:


“Artículo 9º.- Sólo se podrá investigar y determinar la
identidad genética de un ser humano si se cuenta con su consentimiento previo
e informado o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de los
tribunales de justicia, en la forma y en los casos establecidos en la ley.”.
Artículo 10
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 370 de 581
OFICIO MODIFICACIONES

Lo ha consignado como artículo 7°, con las


modificaciones mencionadas oportunamente.

******
Ha consultado como artículo 10, el siguiente:

“Artículo 10.- Toda investigación científica en seres


humanos que implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser
realizada siempre por profesionales idóneos en la materia, justificarse en su
objetivo y metodología y ajustarse en todo a lo dispuesto en esta ley.

No podrá desarrollarse una investigación científica si hay


antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción, muerte
o lesión corporal grave y duradera para un ser humano.
Tampoco podrá efectuarse una investigación científica
biomédica si existen dudas razonables de que sus riesgos son mayores que sus
eventuales beneficios.

Toda investigación científica biomédica deberá contar con


la autorización expresa del director del establecimiento dentro del cual se
efectúe, previo informe favorable del Comité Ético Científico que corresponda,
según el reglamento.”.

Artículo 11

Lo ha eliminado.

******

Ha incorporado como artículo 11, el siguiente:

“Artículo 11.- Toda investigación científica en un ser


humano deberá contar con su consentimiento previo, expreso, libre e
informado, o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley.

Para los efectos de esta ley, existe consentimiento


informado cuando se constata que la persona que debe prestarlo conoce los
aspectos esenciales de la investigación, en especial su finalidad, beneficios,
riesgos y alternativas, como consecuencia de habérsele proporcionado
información adecuada, suficiente y comprensible sobre ella. Dentro de esta
información, deberá hacerse especial mención del derecho que tiene de no
autorizar la investigación o de revocar su consentimiento en cualquier momento
y por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción o pérdida
de beneficio alguno.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 371 de 581
OFICIO MODIFICACIONES

El consentimiento deberá constar en un acta firmada por


la persona que ha de consentir en la investigación, por el director responsable
de ella y por el director del centro o establecimiento donde ella se llevará a
cabo, quien, además, actuará como ministro de fe.

El director responsable de la investigación deberá


conservar el original del acta, entregando una copia de ella a la persona que
autoriza la investigación y otra al director del centro o establecimiento donde
ésta se realizará.

En todo caso, el consentimiento deberá ser nuevamente


solicitado cada vez que los términos o condiciones en que se desarrolle la
investigación sufran modificaciones, salvo que éstas sean consideradas menores
por el Comité Ético Científico que haya aprobado el proyecto de investigación.”.
Artículo 12

Ha pasado a ser artículo 8°, con la redacción ya indicada.

******

Ha consultado como artículo 12, el artículo 13,


reemplazado por el siguiente:

“Artículo 12.- La información genética de un ser humano


será reservada. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los tribunales de
justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley. Asimismo, para los
efectos de esta ley, resultan plenamente aplicables las disposiciones sobre
secreto profesional.”.

Artículo 13

Ha pasado a ser artículo 12, como se indicó


oportunamente.

******

Ha consultado como artículo 13, el siguiente:

“Artículo 13.- La recopilación, almacenamiento,


tratamiento y difusión del genoma de las personas se ajustará a las
disposiciones de la ley N° 19.628, sobre protección de datos de carácter
personal.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 372 de 581
OFICIO MODIFICACIONES

Los datos del genoma humano que permitan la


identificación de una persona deberán ser encriptados para su almacenamiento
y transmisión.
La encriptación podrá omitirse temporalmente por
razones de utilidad pública.”.

Artículo 14

Lo ha suprimido.

******

Ha consultado como artículo 14, el que sigue:

“Artículo 14.- Prohíbese solicitar, recibir, indagar, poseer


y utilizar información sobre el genoma relativa a una persona, salvo que ella lo
autorice expresamente o, en su defecto, el que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los
tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley.”.

Artículo 15

Lo ha suprimido.

******

Ha consultado como artículo 15, el siguiente:

“Artículo 15.- Créase una Comisión Nacional de Bioética,


que estará integrada por nueve profesionales, expertos en bioética, designados
por el Presidente de la República, con acuerdo del Senado adoptado por los dos
tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especial convocada al efecto.
Los miembros de esta Comisión durarán cuatro años en
sus cargos y podrán ser reelegidos. El Presidente de la República, en el
momento de solicitar el acuerdo del Senado, propondrá al miembro que asumirá
el cargo de Presidente.

La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva, que


coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte y
estará conformada por el personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud.”.

Artículo 16

Lo ha suprimido.

******
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 373 de 581
OFICIO MODIFICACIONES

Ha consultado como artículo 16, el siguiente:

“Artículo 16.- La Comisión Nacional de Bioética tendrá,


entre sus funciones, asesorar a los distintos Poderes del Estado en los asuntos
éticos que se presenten como producto de los avances científicos y tecnológicos
en biomedicina, así como en las materias relacionadas con la investigación
científica biomédica en seres humanos, recomendando la dictación, modificación
y supresión de las normas que la regulen.

Las resoluciones o acuerdos de la Comisión se adoptarán


por simple mayoría, no obstante lo cual deberán hacerse constar las diferencias
producidas en su seno y la posición de minoría.”.

Artículo 17

Lo ha suprimido.

******

Ha consultado como artículo 17, el siguiente:

“Artículo 17.- Todo el que intente crear o cree seres


humanos idénticos a otro por clonación o realice cualquier procedimiento
eugenésico será castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo y
con la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la profesión durante el tiempo
que dure la condena.

En caso de reincidencia, podrá el infractor ser


sancionado, además, con la pena de inhabilitación perpetua para ejercer la
profesión.”.

Artículo 18

Lo ha eliminado.

******

Ha consultado como artículo 18, el artículo 21, con las


siguientes enmiendas:

En su inciso primero, ha sustituido la frase “genética de


una persona, al margen”, por “sobre el genoma humano, fuera”;reemplazado el
guarismo “13” por “12”.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 374 de 581
OFICIO MODIFICACIONES

Ha sustituido su inciso segundo, por el siguiente:


“El que omitiere la encriptación exigida en esta ley será
sancionado con multa de hasta mil unidades de fomento.”.

******

Artículo 19

Lo ha suprimido.

******

Ha consultado como artículo 19, el siguiente:

“Artículo 19.- El que falsificare el acta a que se refiere el


inciso tercero del artículo 11 será sancionado con la pena de reclusión menor en
su grado mínimo y con multa de 10 a 20 unidades tributarias mensuales.

Igual pena se aplicará a quien maliciosamente usare, con


cualquier fin, un acta falsa.

El que omitiere la referida acta o la confeccionare


manifiestamente incompleta será sancionado con multa de 10 a 20 unidades
tributarias mensuales.”.

Artículo 20

Lo ha suprimido

******

A continuación, ha agregado el siguiente artículo 20,


nuevo:

“Artículo 20.- Todo el que desarrollare un proyecto de


investigación científica biomédica en seres humanos o en su genoma, sin previa
autorización del Comité Ético Científico que corresponda, será sancionado con la
suspensión por tres años del ejercicio profesional y con la prohibición absoluta
en el territorio nacional en caso de reincidencia.”.

******

Artículo 21

Lo ha reubicado como artículo 18, con las modificaciones


señaladas.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 375 de 581
OFICIO MODIFICACIONES

******

En seguida, ha agregado el siguiente artículo 21, nuevo:

“Artículo 21.- Corresponderá al Ministerio de Salud


establecer, mediante reglamento, las normas que complementen o desarrollen
los contenidos de esta ley.”.

Artículo 22

Lo ha eliminado.

Artículo 23

Lo ha suprimido.

******
Lo que tengo a honra comunicar a V.E., en respuesta a
vuestro oficio Nº 17.443, de 14 de marzo de 2001.

Acompaño la totalidad de los antecedentes.

Dios guarde a V.E.

GABRIEL ASCENCIO MANSILLA


Presidente de la Cámara de Diputados

CARLOS LOYOLA OPAZO

Secretario General de la Cámara de Diputados


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 376 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

3. Tercer Trámite Constitucional: Senado


3.1. Informe Comisión de Salud.
Senado. Fecha 20 de abril, 2005. Cuenta en Sesión 47. Legislatura 352.

INFORME DE LA COMISIÓN DE SALUD


RECAÍDO EN EL PROYECTO DE LEY, EN
TERCER TRÁMITE CONSTITUCIONAL, QUE
REGULA LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN EL
SER HUMANO, SU GENOMA, Y PROHÍBE SU
CLONACIÓN

(1993-11)

HONORABLE SENADO:

Vuestra Comisión de Salud, en cumplimiento de lo acordado


por la Sala, en sesión de 16 de marzo de 2005, tiene el honor de informaros el proyecto
de ley, en tercer trámite constitucional, que regula la investigación científica en el ser
humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana.

A la sesión en que se consideró esta materia asistieron,


además de los miembros de la Comisión, el señor Ministro de Salud, don Pedro García
Aspillada, el señor Jefe de la Unidad de Bioética del Ministerio de Salud, don Rodrigo
Salinas Ríos, y el señor Abogado del Departamento de Asesoría Jurídica, don Sebastián
Pavlovic Jeldres.

Cabe hacer presente que ninguna norma del proyecto


requiere de quórum especial para su aprobación.

----------

A continuación se efectúa una relación de las modificaciones


que introdujo la Honorable Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional, al
texto aprobado por el Senado, en primer trámite, así como de los acuerdos adoptados por
la Comisión respecto de las referidas enmiendas.

Artículo 1º
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 377 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

El artículo 1º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, dispone que la finalidad del proyecto es proteger la vida, la integridad física
y psíquica de las personas, así como su dignidad e identidad genética, con respecto a la
investigación científica y sus aplicaciones y al ejercicio de la medicina.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha reemplazado por el siguiente:

“Artículo 1°.- Esta ley tiene por finalidad proteger la vida de


los seres humanos, desde el momento de la concepción, su integridad física y psíquica,
así como su diversidad e identidad genética, en relación con la investigación científica
biomédica y sus aplicaciones clínicas.”.

El Honorable Senador señor Viera-Gallo hizo notar que el


Senado, en primer trámite constitucional, trató de no abordar el tema del inicio de la vida,
porque éste, en su oportunidad, llevó al fracaso del proyecto sobre fertilización asistida.

Añadió que la disposición aprobada por la Cámara de


Diputados, en segundo trámite constitucional establece que la ley en discusión tiene por
finalidad proteger la vida de los seres humanos “desde el momento de la concepción”.
Esta última frase, indicó, produce diversas consecuencias. Desde luego, crea un
problema, bastante complejo, con aspectos propios de la fertilización asistida, porque la
existencia de un embrión supone la concepción. Por lo tanto, si la ley determina que la
vida comienza al momento de la concepción, es válido cuestionarse acerca de los
embriones ligados a dicha técnica.

El Honorable Senador señor Boeninger, señaló que le parece


necesario fomentar la investigación en Chile, dentro de ciertos límites, y se manifestó
partidario de rechazar la proposición de la Cámara.

El Honorable Senador señor Ruiz-Esquide subrayó que el


rechazo a la modificación de la Cámara de Diputados se refiere, básicamente, a las
consecuencias que se derivan de consagrar la frase “desde el momento de la
concepción”, toda vez que el resto de la disposición no merece objeción. Asimismo, hizo
notar la necesidad de ponderar con mayor rigor las consecuencias jurídicas que se
derivan de ello, y que un punto de tal trascendencia debe ser competencia de una
eventual Comisión Mixta.

--Vuestra Comisión rechazó la modificación propuesta


por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los miembros
presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger, Ruiz-
Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 2º

El artículo 2º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, establece que el genoma humano es la base de la unidad fundamental de
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 378 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

todos los miembros de la familia humana y del reconocimiento de su identidad, dignidad y


diversidad.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha eliminado, y ha consignado como artículo 2°, el artículo 6° del proyecto aprobado por
el Senado, con la siguiente redacción:

“Artículo 2°.- La libertad para llevar a cabo actividades de


investigación científica biomédica en seres humanos tiene como límite el respeto a los
derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza humana, reconocidos tanto
por la Constitución Política de la República como por los tratados internacionales
ratificados por Chile y que se encuentren vigentes.”.

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar las enmiendas


propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 3º

El artículo 3º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, prohíbe toda práctica eugenésica. Asimismo, dispone que sólo se podrán
modificar las características genéticas humanas que incidan en la herencia en los casos y
en la forma prevista por la ley.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha reemplazado por el siguiente:

“Artículo 3°.- Prohíbese toda práctica eugenésica,


entendiéndose por tal cualquier especie de intervención sobre el genoma cuyo propósito
sea modificarlo hereditariamente.”.

El Honorable Senador señor Viera-Gallo hizo notar que el


artículo 3º, aprobado por el Senado, en primer trámite, hace una distinción muy importante
entre la práctica de la eugenesia, que la prohíbe, y los casos de terapia génica, que la
permite respecto de los casos que esta ley determina, para impedir la transmisión de
enfermedades hereditarias. Destacó, respecto de este último aspecto, que, con los
avances que experimenta la ciencia, ello parece cada vez más posible.

Añadió que, la Cámara de Diputados, en segundo trámite


constitucional, aprobó una norma que confunde ambas materias, al entender como
práctica eugenésica “cualquier intervención sobre el genoma cuyo propósito sea
modificarlo hereditariamente”. Indicó que ello es un error, porque, a modo de ejemplo, en
una intervención para evitar que se transmita una enfermedad hereditaria, no se incurre
en una práctica eugenésica, sino que es una terapia.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 379 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

--Vuestra Comisión rechazó la modificación propuesta


por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los miembros
presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger, Ruiz-
Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 4°

El artículo 4º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, prohíbe toda forma de discriminación basada en el patrimonio genético de
las personas.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


ha sustituido, en el inciso primero, las expresiones iniciales “Se prohíbe” por “Prohíbese” y
ha intercalado la voz “arbitraria”, entre los vocablos “discriminación” y “basada”.

Asimismo, ha consultado el siguiente inciso segundo, nuevo:

“En consecuencia, los resultados de exámenes genéticos y


análisis predictivos de la misma naturaleza no podrán ser utilizados con ese fin.”.

--Vuestra Comisión aprobó ambas modificaciones


propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 5°

El artículo 5º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, prescribe que sólo podrán realizarse estudios e indagaciones para
determinar la identidad genética de una persona con su consentimiento, o por orden de
tribunal competente en una causa en que ese hecho sea relevante.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha suprimido.

******
Asimismo, ha consignado como artículo 5°, nuevo, el
siguiente:

“Artículo 5º.- Prohíbese la clonación de seres humanos,


cualesquiera que sean el fin perseguido y la técnica utilizada.”.

******

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar las dos


modificaciones propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la
unanimidad de los miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y
señores Boeninger, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 380 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 6°

El artículo 6º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, establece que la libertad para realizar actividades de investigación
científica tiene como límite el respeto a los derechos y libertades esenciales que emanan
de la naturaleza humana, así reconocidos por la Constitución.

Como se advirtió en su oportunidad, la Cámara de


Diputados, en segundo trámite constitucional, lo ha consignado como artículo 2°, con la
redacción señalada anteriormente.

******
A su vez, ha consultado como artículo 6°, el siguiente:

“Artículo 6º.- El cultivo de tejidos y órganos sólo procederá


con fines de diagnósticos terapéuticos o de investigación científica. En ningún caso
podrán destruirse embriones humanos para obtener las células troncales que den origen a
dichos tejidos y órganos.”.
******

--Vuestra Comisión aprobó ambas enmiendas


propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 7°

El artículo 7º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, establece que toda acción científica en un ser humano que involucre algún
tipo de intervención física o síquica en el sujeto debe ajustarse a lo dispuesto en esta ley,
además de a otras normas que resulten aplicables según el caso. Asimismo, indica que
debe contar con el consentimiento libre e informado del sujeto y las formas en que éste
debe ser prestado. Preceptúa, además, que la revocación del consentimiento procederá
siempre y no generará responsabilidad de ninguna especie.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha eliminado.

Asimismo, ha consultado como artículo 7°, el artículo 10 del


proyecto aprobado por el Senado, con las siguientes enmiendas: ha reemplazado, en el
inciso primero, la frase “está destinada al tratamiento de enfermedades o a impedir su
aparición”. por la siguiente: “estará autorizada sólo con fines de tratamiento de
enfermedades o a impedir su aparición”, y ha suprimido el inciso segundo.

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar las dos


modificaciones propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la
unanimidad de los miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y
señores Boeninger, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.
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INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 8°

El artículo 8º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, señala los deberes especiales del investigador, a saber:
1) Transmitir al sujeto, en lenguaje comprensible, toda la
información que necesite para prestar su consentimiento informado.
2) Ofrecer la oportunidad para que el sujeto pueda hacer
preguntas e instarlo a que las haga.
3) Excluir toda posibilidad de engaño, influencia indebida o
intimidación.
4) Recabar el consentimiento por escrito del sujeto una vez
que éste tenga pleno conocimiento de los siguientes aspectos:
a) Naturaleza de la investigación, procedimientos por seguir
y duración aproximada de la misma.
b) Riesgos e incomodidades asociados a la investigación.
c) Beneficios potenciales de la investigación, y
d) Procedimientos o tratamientos alternativos que podrían
ser beneficiosos.

5) Renovar el consentimiento informado si las condiciones o


los procedimientos de la investigación sufren modificaciones importantes.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha suprimido.

******

Asimismo, ha consignado como artículo 8°, el artículo 12,


redactado como sigue:

“Artículo 8º.- El conocimiento del genoma humano es


patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie puede atribuirse ni constituir
propiedad sobre el mismo ni sobre parte de él. El conocimiento de la estructura de un gen
y de las secuencias totales o parciales de ADN no son patentables.

Los procesos biotecnológicos derivados del conocimiento del


genoma humano, así como los productos obtenidos directamente de ellos, diagnósticos o
terapéuticos, son patentables según las reglas generales.”.
******

El Honorable Senador señor Viera-Gallo indicó que el


Senado, en primer trámite constitucional, estableció una serie de requisitos para la
realización de investigaciones en seres humanos, porque estimó conveniente que la ley
exija al investigador el cumplimiento de obligaciones tales como la de transmitir al sujeto,
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INFORME COMISIÓN SALUD

en lenguaje comprensible, toda la información que necesite para prestar su


consentimiento informado; ofrecer la oportunidad para que el sujeto pueda hacer
preguntas e instarlo a que las haga, entre otras.

En este orden de ideas, hizo especial énfasis en la obligación


referida a recabar el consentimiento por escrito del sujeto, y después de que éste tenga
pleno conocimiento de aspectos tales como la naturaleza de la investigación, los
procedimientos a seguir y su duración; los riesgos e incomodidades asociados a la
misma; los beneficios potenciales de la investigación, y los procedimientos o tratamientos
alternativos que podrían ser beneficiosos. También la que impone el deber de renovar el
consentimiento, si las condiciones o los procedimientos de la investigación sufren
modificaciones.

Explicó que el rechazo de esta disposición, por parte de la


Cámara de Diputados, obedeció a que dicha Corporación estimó que las materias
aludidas deben ser abordadas reglamentariamente.

El Honorable Senador señor Ruiz-Esquide, manifestó su


voluntad de mantener el artículo 8º aprobado por el Senado, en primer trámite
constitucional. Agregó que es una norma de la mayor importancia y trascendencia,
recordando que fue una de las que motivó la presentación del proyecto de ley en
discusión.

Sin perjuicio de lo señalado anteriormente, hizo notar que el


artículo 8º de la Cámara se refiere a una materia distinta, cual es establecer que el
conocimiento del genoma humano es patrimonio común de la humanidad, y propuso su
aprobación.

El Honorable Senador señor Boeninger manifestó estar de


acuerdo en mantener el artículo 8º del Senado. Sin embargo, al igual que el Honorable
Senador señor Ruiz-Esquide, considera importante conservar el artículo 8º aprobado por
la Cámara de Diputados, especialmente la oración que dispone que el conocimiento de la
estructura de un gen y de las secuencias totales o parciales de ADN no son patentables.

--Vuestra Comisión rechazó, por la unanimidad de los


miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo, la modificación propuesta por la Honorable Cámara de
Diputados en orden a suprimir el artículo 8º aprobado por el Senado, y aprobó la
enmienda propuesta por la Honorable Cámara de Diputados, que consigna como
artículo 8º, el artículo 12, con la redacción que se indica, también por la unanimidad
de los miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores
Boeninger, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 9°

El artículo 9º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, dispone que los exámenes genéticos y los análisis predictivos de la misma
naturaleza sólo podrán efectuarse por motivos terapéuticos o de investigación científica,
de acuerdo con las normas de esta ley. El inciso segundo establece que, en la realización
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 383 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

de estos exámenes, se deberá dar cumplimiento a lo dispuesto en los artículos 7°, 8° y


13.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha suprimido.

******

Asimismo, ha consultado el siguiente artículo 9°, nuevo:

“Artículo 9º.- Sólo se podrá investigar y determinar la


identidad genética de un ser humano si se cuenta con su consentimiento previo e
informado o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad en conformidad con la
ley. Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de los tribunales de justicia, en la forma y en
los casos establecidos en la ley.”.

******

--Vuestra Comisión aprobó ambas enmiendas


propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

******

Artículo 10

El artículo 10º aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, establece que la terapia genética en células somáticas está destinada al
tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición. Asimismo, el inciso segundo
dispone que será aplicable, en estos casos, lo establecido en los artículos 7º y 8º.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha consignado como artículo 7°, con las modificaciones mencionadas oportunamente.

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar esta modificación


propuesta por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Espina, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

******

Asimismo, ha consultado como artículo 10, el siguiente:

“Artículo 10.- Toda investigación científica en seres humanos


que implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser realizada siempre por
profesionales idóneos en la materia, justificarse en su objetivo y metodología y ajustarse
en todo a lo dispuesto en esta ley.
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INFORME COMISIÓN SALUD

No podrá desarrollarse una investigación científica si hay


antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción, muerte o lesión
corporal grave y duradera para un ser humano.

Tampoco podrá efectuarse una investigación científica


biomédica si existen dudas razonables de que sus riesgos son mayores que sus
eventuales beneficios.

Toda investigación científica biomédica deberá contar con la


autorización expresa del director del establecimiento dentro del cual se efectúe, previo
informe favorable del Comité Ético Científico que corresponda, según el reglamento.”.

******

El señor Pavlovic señaló que el Ejecutivo tiene interés de


agregar, en el artículo 10 aprobado por la Cámara de Diputados, una disposición que
cautele la potestad de la autoridad sanitaria para aprobar el desarrollo de protocolos de
investigación. En efecto, hizo notar que el inciso final dispone que toda investigación
científica biomédica debe contar con la autorización expresa del director del
establecimiento dentro del cual se efectúe, previo informe favorable del Comité Ético
Científico que corresponda, pero que, ni el presente proyecto de ley, ni la ley sobre
autoridad sanitaria, le permite al Ministerio tener algún tipo de tutela sobre la investigación
desarrollada sobre seres humanos.

El señor Ministro de Salud, manifestó su interés de


complementar el artículo aprobado por la Cámara de Diputados con una disposición que
exija que, así como toda investigación científica biomédica debe tener el visto bueno del
director del establecimiento, ella debe ser informada, también, a la autoridad sanitaria
respectiva. Una norma del tenor señalado permitiría llevar un registro acerca de las
investigaciones que se efectúan en el país.

--Vuestra Comisión rechazó, por la unanimidad de sus


miembros, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger, Espina
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo, esta modificación propuesta por la Honorable Cámara
de Diputados.

Artículo 11

El artículo 11 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, prohíbe la clonación de seres humanos y por tanto cualquier intervención
en personas que dé por resultado la creación de un ser humano genéticamente idéntico a
otro, vivo o muerto. El inciso segundo, por su parte, dispone que sólo procederá la
clonación de tejidos y de órganos con una finalidad terapéutica y que, en ningún caso,
podrá usarse para tales fines embriones humanos.
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INFORME COMISIÓN SALUD

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha eliminado.

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar esta modificación


propuesta por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Espina, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

******

Asimismo, ha incorporado como artículo 11, el siguiente:

“Artículo 11.- Toda investigación científica en un ser humano


deberá contar con su consentimiento previo, expreso, libre e informado, o, en su defecto,
el de aquél que deba suplir su voluntad en conformidad con la ley.

Para los efectos de esta ley, existe consentimiento informado


cuando se constata que la persona que debe prestarlo conoce los aspectos esenciales de
la investigación, en especial su finalidad, beneficios, riesgos y alternativas, como
consecuencia de habérsele proporcionado información adecuada, suficiente y
comprensible sobre ella. Dentro de esta información, deberá hacerse especial mención
del derecho que tiene de no autorizar la investigación o de revocar su consentimiento en
cualquier momento y por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción o
pérdida de beneficio alguno.

El consentimiento deberá constar en un acta firmada por la


persona que ha de consentir en la investigación, por el director responsable de ella y por
el director del centro o establecimiento donde ella se llevará a cabo, quien, además,
actuará como ministro de fe.

El director responsable de la investigación deberá conservar


el original del acta, entregando una copia de ella a la persona que autoriza la
investigación y otra al director del centro o establecimiento donde ésta se realizará.

En todo caso, el consentimiento deberá ser nuevamente


solicitado cada vez que los términos o condiciones en que se desarrolle la investigación
sufran modificaciones, salvo que éstas sean consideradas menores por el Comité Ético
Científico que haya aprobado el proyecto de investigación.”.

En discusión, el Honorable Senador señor Boeninger hizo


notar que el artículo 11 aprobado por la Cámara, en segundo trámite constitucional, se
refiere a las mismas materias que son tratadas por el artículo 8º aprobado por Senado, y
sugirió que, dado que la Comisión se pronunció por mantener el artículo 8º del Senado,
resultaría coherente rechazar el artículo 11 propuesto por la Cámara.

--Vuestra Comisión rechazó, por la unanimidad de sus


miembros, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger, Espina,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo, esta modificación propuesta por la Honorable Cámara
de Diputados.
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Artículo 12

El artículo 12 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, establece que el conocimiento del genoma humano es patrimonio común
de la humanidad y que nadie puede atribuirse ni constituir propiedad sobre el mismo o
sobre parte de él. Asimismo, señala que el conocimiento de la estructura de un gen y de
las secuencias de ADN no son patentables. El inciso segundo, por su parte, dispone que
los procesos biotecnológicos derivados del conocimiento del genoma humano, así como
los productos obtenidos de ellos, como los medicamentos, son patentables, según la
reglas generales.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


acordó consignarlo como artículo 8°, con la redacción ya indicada.

******

Asimismo, ha consultado como artículo 12, el artículo 13 del


proyecto aprobado por el Senado, reemplazado por el siguiente:

“Artículo 12.- La información genética de un ser humano será


reservada. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los tribunales de justicia, en los
casos y en la forma establecidos en la ley. Asimismo, para los efectos de esta ley,
resultan plenamente aplicables las disposiciones sobre secreto profesional.”.

******

--Vuestra Comisión aprobó las dos modificaciones


propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 13

El artículo 13 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, establece que la información genética de una persona será reservada,
salvo que ella misma la revele o un juez lo autorice, todo ello sin perjuicio de las normas
sobre secreto profesional.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


ha ubicado esta norma como artículo 12, tal cual señaló anteriormente.

******
Asimismo, ha consultado como artículo 13, el siguiente:

“Artículo 13.- La recopilación, almacenamiento, tratamiento y


difusión del genoma de las personas se ajustará a las disposiciones de la ley N° 19.628,
sobre protección de datos de carácter personal.
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INFORME COMISIÓN SALUD

Los datos del genoma humano que permitan la identificación


de una persona deberán ser encriptados para su almacenamiento y transmisión.

La encriptación podrá omitirse temporalmente por razones de


utilidad pública.”.

******

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar ambas


enmiendas propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad
de los miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores
Boeninger, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 14

El artículo 14 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, dispone que la recolección, almacenamiento, tratamiento y difusión de
datos genéticos de las personas se ajustará a las normas de la ley N° 19.628, sobre
Protección de Datos de Carácter Personal.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha suprimido.

******

Asimismo, ha consultado como artículo 14, el que sigue:

“Artículo 14.- Prohíbese solicitar, recibir, indagar, poseer y


utilizar información sobre el genoma relativa a una persona, salvo que ella lo autorice
expresamente o, en su defecto, el que deba suplir su voluntad en conformidad con la ley.
Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los tribunales de justicia, en los casos y en
la forma establecidos en la ley.”.

******

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar las dos


modificaciones propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la
unanimidad de los miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y
señores Boeninger, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 15

El artículo 15 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, prohíbe solicitar, recibir, poseer y utilizar información genética relativa a
una persona determinada e identificable, así como indagar si una persona se ha realizado
un examen o análisis de carácter genético, salvo autorización legal expresa. El inciso
segundo, a su vez, establece que estas prohibiciones no afectan a la recolección y
procesamiento de la información genética de carácter estadístico y nominativa.
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INFORME COMISIÓN SALUD

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha suprimido.

******
Asimismo, ha consultado como artículo 15, el siguiente:

“Artículo 15.- Créase una Comisión Nacional de Bioética, que


estará integrada por nueve profesionales, expertos en bioética, designados por el
Presidente de la República, con acuerdo del Senado adoptado por los dos tercios de sus
miembros en ejercicio, en sesión especial convocada al efecto.

Los miembros de esta Comisión durarán cuatro años en sus


cargos y podrán ser reelegidos. El Presidente de la República, en el momento de solicitar
el acuerdo del Senado, propondrá al miembro que asumirá el cargo de Presidente.

La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva, que coordinará


su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte y estará conformada por el
personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud.”.

******

--Vuestra Comisión aprobó ambas modificaciones


propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 16

El artículo 16 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, preceptúa que los datos genéticos que permitan la identificación de una
persona deberán ser encriptados para su almacenamiento y transmisión, pero que ello
podrá omitirse temporalmente por razones de salud pública, según lo dispuesto por el
inciso segundo.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha suprimido.

******
Asimismo, ha consultado como artículo 16, el siguiente:

“Artículo 16.- La Comisión Nacional de Bioética tendrá, entre


sus funciones, asesorar a los distintos Poderes del Estado en los asuntos éticos que se
presenten como producto de los avances científicos y tecnológicos en biomedicina, así
como en las materias relacionadas con la investigación científica biomédica en seres
humanos, recomendando la dictación, modificación y supresión de las normas que la
regulen.
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INFORME COMISIÓN SALUD

Las resoluciones o acuerdos de la Comisión se adoptarán


por simple mayoría, no obstante lo cual deberán hacerse constar las diferencias
producidas en su seno y la posición de minoría.”.
******

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar las dos


modificaciones propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la
unanimidad de los miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y
señores Boeninger, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 17

El artículo 17 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, crea la Comisión Nacional de Bioética, la que estará integrada por cuatro
académicos designados por el Consejo de Rectores, que pertenezcan a las Facultades de
Medicina, Derecho, Ciencias y Filosofía de las universidades que lo integran. Asimismo,
dispone que la compondrán, también, tres personas designadas por el Instituto de Chile,
que formen parte de las Academias de Medicina, de Ciencias y de Ciencias Sociales,
Políticas y Morales, respectivamente, una persona designada por el Senado, y una
nombrada por el Presidente de la República, que la presidirá. Finalmente, establece que
las personas designadas permanecerán en sus funciones por el plazo de tres años,
pudiendo ser reelegidas, y que servirán dichas funciones ad honorem.

A su vez, la Cámara de Diputados, en segundo trámite


constitucional, lo ha suprimido.

******

Ha consultado como artículo 17, el siguiente:

“Artículo 17.- Todo el que intente crear o cree seres humanos


idénticos a otro por clonación o realice cualquier procedimiento eugenésico será castigado
con presidio menor en sus grados medio a máximo y con la inhabilitación absoluta para el
ejercicio de la profesión durante el tiempo que dure la condena.

En caso de reincidencia, podrá el infractor ser sancionado,


además, con la pena de inhabilitación perpetua para ejercer la profesión.”.
******

--Vuestra Comisión aprobó ambas enmiendas


propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 18

El artículo 18 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, establece las funciones que tendrá la Comisión, entre las que se
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encuentran las de asesorar al Presidente de la República, en materia propias de su


competencia; elaborar los informes que se le soliciten, por los órganos del Estado y los
establecimientos de educación superior; promover el estudio y conocimiento de la bioética
en el nivel académico, asistencial y normativo, y proponer las normas que sean
necesarias para la aplicación de la ley y otras relacionadas con la bioética, sancionadas
debidamente para su exigibilidad.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha eliminado.

******

A su vez, ha consultado como artículo 18, el artículo 21 del


proyecto aprobado por el Senado, con las siguientes enmiendas: En su inciso primero, ha
sustituido la frase “genética de una persona, al margen”, por “sobre el genoma humano,
fuera”;reemplazado el guarismo “13” por “12”; y ha sustituido su inciso segundo, por el
siguiente:

“El que omitiere la encriptación exigida en esta ley será


sancionado con multa de hasta mil unidades de fomento.”.

******

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar las dos


modificaciones propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la
unanimidad de los miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y
señores Boeninger, Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 19

El artículo 19 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, dispone que la Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva, que estará
conformada por el personal que al efecto le asigne el Ministerio de Salud, entre el cual
deberán incluirse un profesional experto en bioética y un abogado.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha suprimido.

******

Asimismo, ha consultado como artículo 19, el siguiente:

“Artículo 19.- El que falsificare el acta a que se refiere el


inciso tercero del artículo 11 será sancionado con la pena de reclusión menor en su grado
mínimo y con multa de 10 a 20 unidades tributarias mensuales.

Igual pena se aplicará a quien maliciosamente usare, con


cualquier fin, un acta falsa.
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INFORME COMISIÓN SALUD

El que omitiere la referida acta o la confeccionare


manifiestamente incompleta será sancionado con multa de 10 a 20 unidades tributarias
mensuales.”.

******

--Vuestra Comisión aprobó ambas modificaciones


propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 20

El artículo 20 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, dispone que los establecimientos que deseen participar en proyectos de
investigación científica en seres humanos deberán contar con un Comité de Bioética,
conforme al reglamento, el cual autorizará las investigaciones sometidas a su
consideración, de acuerdo con las normas establecidas a propuesta de la Comisión
Nacional de Bioética.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha suprimido.

******

A continuación, ha agregado el siguiente artículo 20, nuevo:

“Artículo 20.- Todo el que desarrollare un proyecto de


investigación científica biomédica en seres humanos o en su genoma, sin previa
autorización del Comité Ético Científico que corresponda, será sancionado con la
suspensión por tres años del ejercicio profesional y con la prohibición absoluta en el
territorio nacional en caso de reincidencia.”.

******

El señor Presidente de la Comisión destacó que el artículo


20 aprobado por el Senado, en primer trámite constitucional, dispone que los
establecimientos que deseen participar en proyectos de investigación científica en seres
humanos, que pueden ser públicos o privados, deben contar con un Comité de Bioética,
conforme al reglamento. Éste autorizará las investigaciones de acuerdo con las normas
establecidas a propuesta de la Comisión Nacional de Bioética.

Agregó que la Cámara rechazó esta proposición y, en su


reemplazo, aprobó una norma que, en su parecer, es más vaga, dado que no indica cuál
es el Comité Ético Científico competente para autorizar, en forma previa, que se
desarrolle un proyecto de investigación científica biomédica en seres humanos o en su
genoma, y evitar, de esta manera, ser sancionado. Añadió que no le parece adecuado
que, frente a una investigación en un determinado hospital, la Comisión Nacional de
Bioética tenga que otorgar la autorización correspondiente, sino que ello debería estar a
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 392 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

cargo del Comité de ese hospital, conforme a ciertas pautas que dicte la Comisión
Nacional.

La Honorable Senadora señora Matthei manifestó su


inquietud frente a una hipótesis según la cual un determinado Comité local se aparte de
las pautas de investigación correspondientes.

El señor Salinas explicó que, con posterioridad a la


aprobación del proyecto por parte del Senado, todo el sistema de evaluación ético
científico cambió y se perfeccionó. El Ministerio de Salud dictó nuevas normas y creó
nuevos procedimientos, entre los cuales, el más significativo, fue la creación de comités
ético científicos separados de los comités de ética clínicos tradicionales que existían en
los hospitales, toda vez que los protocolos científicos exigen una composición mucho más
especializada, que es lejana a la capacidad que existe en todos los centros hospitalarios.
En cierto modo, agregó, la norma aprobada por la Cámara de Diputados, en segundo
trámite constitucional, recoge la aludida separación entre estas dos clases de comités de
ética.

Al ser consultado respecto del procedimiento que se aplica


en la actualidad, indicó que toda investigación científica debe ser aprobada por la
autoridad sanitaria correspondiente, según lo dispone una norma reglamentaria que no
tiene respaldo legal.

Finalmente, propuso a la Comisión rechazar la modificación


de la Cámara para que, de este modo, quede abierta la posibilidad de agregar, en la
norma correspondiente, que no sólo basta con la autorización del director del
establecimiento y la evaluación favorable de un comité de ética científico existente, sino
que, además, requiere contar con la aprobación de la autoridad sanitaria respectiva.

El Honorable Senador señor Espina indicó que, dado que la


intención es debatir lo dispuesto en el artículo 20, sería conveniente rechazar las
modificaciones que propone la Cámara de Diputados, para abrir todas las puertas que
permitan legislar adecuadamente. En su opinión, le parece más confiable, en esta
materia, la existencia de un comité ético científico central, nombrado por el Presidente de
la República, con acuerdo del Senado.

El señor Pavlovic hizo notar que el artículo 20 aprobado por


el Senado, en primer trámite constitucional, se refiere a los Comités de Bioética, que
suelen ser confundidos con el Comité Nacional de Bioética. Explicó que la finalidad de
ambos es distinta. Señaló que el sentido de la supresión de la norma aprobada por el
Senado, por parte de la Cámara de Diputados, fue que ésta llevaba a una confusión al
aludir a Comités de Bioética al interior de los establecimientos donde se desarrolla la
investigación. Eso es lo que lo que se rechaza. Los Comités Ético Científico deben ser
independientes de los investigadores y del lugar donde se desarrolla la investigación.

El señor Salinas indicó que está en el ánimo del Ministerio


centralizar esta materia. Sin embargo, por razones de operación, resultaría muy difícil
centralizarlo en un solo Comité, por la gran cantidad de investigación científica que se
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hace en la actualidad en nuestro país y porque, además, existe un gran desarrollo de esta
actividad en Regiones, particularmente en la V y en la VIII.

El Honorable Senador señor Boeninger señaló que le parece


razonable la existencia del Comité Ético Científico que cuente con un grado de pluralidad
limitado y prudente, y propuso, en la línea de lo planteado por el Honorable Senador
señor Espina, rechazar las modificaciones de la Cámara, en el entendido que, de este
modo, se está optando por los Comités de Bioética del texto aprobado por el Senado.

El señor Ministro destacó que, en la actualidad, nuestro país


es un lugar muy importante de investigación científica médica, gracias a la naturaleza de
sus profesionales y del sistema de salud. Los diversos proyectos de investigación han
generado inversiones del orden de US$ 15 millones anuales. El interés del Ministerio es
que esta actividad se incremente aún más, siempre dentro del marco que impera en el
mundo científico desarrollado.

--Vuestra Comisión rechazó, por la unanimidad de sus


miembros, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger, Espina,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo, ambas modificaciones propuestas por la Honorable
Cámara de Diputados.

Artículo 21

El artículo 21 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, sanciona la violación de reserva de la información genética de una persona
con las penas establecidas en el artículo 247 del Código Penal.

Por su parte, la omisión de encriptación de la información sin


que ello implique violación del secreto de la información, será sancionada con multa de
tres a cinco unidades tributarias mensuales.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha reubicado como artículo 18, con las modificaciones señaladas.

******

En seguida, la Cámara de Diputados ha agregado el


siguiente artículo 21, nuevo:

“Artículo 21.- Corresponderá al Ministerio de Salud


establecer, mediante reglamento, las normas que complementen o desarrollen los
contenidos de esta ley.”.

******

--Vuestra Comisión aprobó las dos modificaciones


propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
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miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,


Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 22

El artículo 22 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, dispone que la omisión del acta a que se refiere el inciso tercero del
artículo 7°, o su confección manifiestamente incompleta o sustancialmente falsa, será
sancionada con una multa de diez a veinte unidades tributarias mensuales.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha eliminado.

--Vuestra Comisión aprobó la modificación propuesta


por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los miembros
presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger, Ruiz-
Esquide y Viera-Gallo.

Artículo 23

El artículo 23 aprobado por el Senado, en primer trámite


constitucional, establece que el que clonare o iniciare un proceso de clonar seres
humanos será sancionado con la pena de presidio menor en su grado medio.

La Cámara de Diputados, en segundo trámite constitucional,


lo ha suprimido.

--Vuestra Comisión estuvo por aprobar la enmienda


propuesta por la Honorable Cámara de Diputados, por la unanimidad de los
miembros presentes, Honorables Senadores señora Matthei y señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo.

oooooo

----------

En mérito de las consideraciones precedentemente


expuestas, vuestra Comisión de Salud tiene el honor de proponeros que adoptéis los
siguientes acuerdos respecto de las enmiendas introducidas por la Honorable Cámara de
Diputados, en segundo trámite constitucional, al proyecto aprobado por el Senado:

Artículo 1º

Rechazar la enmienda a este artículo. (4x0).

Artículo 2º

Aprobar las modificaciones propuestas. (4x0).


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Artículo 3º

Rechazar la modificación propuesta. (4x0).

Artículo 4°

Aprobar las enmiendas propuestas. (4x0).

Artículo 5°

Aprobar las modificaciones propuestas. (4x0).

Artículo 6°

Aprobar las enmiendas propuestas. (4x0).

Artículo 7°

Aprobar las modificaciones propuestas. (4x0).

Artículo 8°

Rechazar la modificación propuesta por la Honorable


Cámara de Diputados en orden a suprimir el artículo 8º aprobado por el Senado. (4x0).

Aprobar la enmienda propuesta de consignar como artículo


8º, el artículo 12 del proyecto del Senado, con la redacción que indica. (4x0).

Artículo 9°

Aprobar ambas modificaciones propuestas. (4x0).

Artículo 10

Aprobar la modificación propuesta que lo consignó como


artículo 7º, con modificaciones. (5x0).

Rechazar la segunda enmienda, en orden a consultar como


artículo 10 el que se indica. (5x0).

Artículo 11

Aprobar la modificación propuesta de eliminar el artículo 11


del texto aprobado por el Senado. (5x0).

Rechazar la segunda enmienda, que incorpora como artículo


11 el que se indica. (5x0).
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INFORME COMISIÓN SALUD

Artículo 12

Aprobar las modificaciones propuestas. (4x0).

Artículo 13

Aprobar las enmiendas propuestas. (4x0).

Artículo 14

Aprobar las modificaciones propuestas. (4x0).

Artículo 15

Aprobar las enmiendas propuestas. (4x0).

Artículo 16

Aprobar las modificaciones propuestas. (4x0).

Artículo 17

Aprobar las modificaciones propuestas. (4x0).

Artículo 18

Aprobar las enmiendas propuestas. (4x0).

Artículo 19

Aprobar las modificaciones propuestas. (4x0).

Artículo 20

Rechazar ambas enmiendas. (5x0).

Artículo 21

Aprobar las modificaciones propuestas. (4x0).

Artículo 22

Aprobar la enmienda propuesta. (4x0).

Artículo 23

Aprobar la modificación propuesta. (4x0).


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 397 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

---------

Acordado en sesión de fecha 12 de abril de 2005, con la


asistencia de sus miembros, Honorables Senadores señor José Antonio Viera-Gallo
Quesney (Presidente), señora Evelyn Matthei Fornet y señores Edgardo Boeninger
Kausel, Alberto Espina Otero y Mariano Ruiz-Esquide Jara.

Sala de la Comisión, a 19 de abril de 2005.

(Fdo.): PEDRO FADIC RUIZ


Secretario
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DISCUSIÓN EN SALA

3.2. Discusión en Sala.


Senado. Legislatura 352, Sesión 50. Fecha 10 de mayo, 2006. Discusión única.
Queda pendiente.

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SER HUMANO, SU GENOMA, Y


PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA
El señor ROMERO (Presidente).- Corresponde ocuparse en el proyecto de ley,
en tercer trámite constitucional, que regula la investigación científica
en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana, con
informe de la Comisión de Salud.

--Los antecedentes sobre el proyecto (1993-11) figuran en los


Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los señores Ruiz-Esquide, Díaz,
Hamilton, Páez y Zaldívar, don Andrés).
En primer trámite, sesión 32ª, en 12 de marzo de 1997.
En tercer trámite, sesión 37ª, en 16 de marzo de 2005.
Informes de Comisión:
Salud, sesión 10ª, en 12 de julio de 2000.
Salud (segundo), sesión 26ª, en 6 de marzo de 2001.
Salud (tercer trámite), sesión 47ª, en 20 de abril de 2005.
Discusión:
Sesiones 13ª, en 1 de agosto de 2000 (queda
pendiente su discusión general); 14ª, en 2 de agosto de 2000
(se aprueba en general); 27ª, en 13 de marzo de 2001 (se
aprueba en particular).
El señor ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Cabe recordar que la iniciativa tuvo su
origen en una moción de los Honorables señores Ruiz-Esquide, Páez y
Andrés Zaldívar, y de los entonces Senadores señores Nicolás Díaz y
Juan Hamilton.
La Cámara de Diputados, en el segundo trámite
constitucional, efectuó diversas modificaciones al proyecto despachado
por nuestra Corporación.
La Sala del Senado, en sesión de 16 de marzo del año en
curso, envió tales enmiendas a la Comisión de Salud, para que
evacuara el informe correspondiente, en el cual dicho órgano técnico
consigna los acuerdos que adoptó al respecto y propone aprobarlas,
con excepción de aquellas recaídas en los artículos 1º, 3º, 8º, 10, 11 y
20, las cuales rechazó. Todas esas resoluciones fueron unánimes.
En forma muy resumida, las enmiendas que la Comisión
de Salud sugiere rechazar son las siguientes:
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 399 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

-La inclusión, en el artículo 1º, de la protección de los


seres humanos "desde el momento de la concepción";
-La que importa una confusión, en el artículo 3º, entre los
conceptos de "práctica de la eugenesia" y de "terapia génica";
-La supresión del artículo 8º, que señala los deberes
especiales del investigador científico.
-La inclusión del artículo 10, referido a la investigación
científica biomédica, respecto del cual el Ejecutivo manifestó el interés
de complementarlo con la participación de la autoridad sanitaria en la
aprobación de protocolos de investigación.
-Finalmente, se propone rechazar la eliminación del
artículo 20, sobre creación de un Comité de Bioética en cada
establecimiento encargado de realizar investigaciones científicas en
seres humanos. Y también se recomienda no aceptar el artículo 20,
nuevo, que no indica cuál es el Comité Ético Científico competente para
autorizar el desarrollo de esas investigaciones.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado en el
que aparece el texto despachado por el Senado durante el primer
trámite constitucional y las modificaciones de la Cámara de Diputados.
El señor ROMERO (Presidente).- En discusión las modificaciones propuestas por
la Cámara Baja.
Tiene la palabra el Honorable señor Silva.
El señor SILVA.- Señor Presidente, en verdad, me atrevo a decir que éste es
uno de los proyectos que reviste tal vez la mayor relevancia mundial,
por tratar una materia de singular interés.
Celebro que el Senador señor Ruiz-Esquide haya sugerido
una iniciativa de esta naturaleza, hace ya varios años, de la que fue
prácticamente su autor. A mi juicio, se ajusta a las disposiciones de la
Declaración Universal de Derechos Humanos, aprobada primero por la
UNESCO, el 11 de noviembre de 1997, y ratificada a nivel mundial por
las Naciones Unidas al año siguiente.
El proyecto aborda materias tangenciales relativas a una
cuestión de singular relevancia, la que empezó a discutirse en Chile por
primera vez a fines del año 1997, a raíz de una idea planteada por el
Senador que habla, simplemente como miembro de la Academia de
Ciencias Sociales, Políticas y Morales. Después de un análisis realizado
junto con la Academia de Ciencias, se recomendó lo que el Honorable
señor Ruiz-Esquide considera como una iniciativa de particular
importancia.
No cabe la menor duda de que serán aprobadas en general
todas las normas propuestas, la mayoría de las cuales la Cámara de
Diputados intentó modificar en términos positivos.
Me parece que estamos en presencia -como dije- de una
normativa de relevancia mundial, sobre todo porque comprende una
materia de mucha trascendencia. Me permito señalar, por ejemplo, que
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 400 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

impide la clonación de seres humanos. En este sentido, quiero recabar


el interés del Honorable Senado y de quien lo preside, por lo siguiente.
Hace muy pocos días me impuse de que el Ejecutivo
pretende plantear un proyecto de ley que prohíbe la clonación de seres
humanos. Me llama la atención que se proponga algo tan particular
como eso, por cuanto estamos ocupándonos de una materia que está
siendo aprobada a raíz de una iniciativa acogida en primera instancia
por el Senado y que ratificó la Cámara de Diputados, con algunas
modificaciones.
En consecuencia, habría que estar atentos para impedir
que se replantee un asunto ya consignado en el proyecto de manera
específica.
Tal vez podría decirse que en la iniciativa se establecen
determinadas restricciones o limitaciones en el orden de la
investigación del genoma humano, que obviamente está entregada a la
competencia de organizaciones y de científicos en los países que se
dedican al estudio profundo del tema. Es útil que se haya hecho así,
como también que se pretenda proceder de igual forma en Chile.
Desde esa perspectiva, el proyecto en debate contiene
diversos impedimentos que me parecen un tanto riesgosos, ya que, por
un lado, consagra restricciones extraordinarias, y por otro, no
menciona determinados casos específicos que han motivado la
preocupación mundial, como el denominado “aborto genético”. Vale
decir, la posibilidad de que, al
amparo de disposiciones de tal índole -las cuales estimulan el
desarrollo y el estudio del genoma-, se puede llegar a permitir el
aborto cuando, por la vía del análisis del genoma, se compruebe que el
ser que está por nacer adolece de cierto vicio o de una falla grave que,
desde el punto de vista de su formación, pudiere justificar la práctica
de esa intervención.
A mi juicio, esta materia, que es de singular importancia,
pudo haber sido objeto de un análisis más detallado, aunque
determinadas normas prohíben, en términos más genéricos, acciones
que pudieren estimarse riesgosas o peligrosas.
Tal vez, dentro del contexto que estoy analizando, valdría
la pena pedir que se estudie en profundidad el artículo 6º del proyecto.
¿Por qué? Porque establece normas que, en la práctica, a mi manera de
ver, serán muy restrictivas para el análisis del desarrollo del genoma
humano desde la perspectiva científica.
En consecuencia, simplemente me atrevo a sugerir la
posibilidad -no sé si resulta factible, pues el proyecto se encuentra en
tercer trámite constitucional- de segregar el estudio del mencionado
artículo.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Antes de seguir concediendo la palabra,
solicito que nos pongamos de acuerdo sobre cómo tratar la iniciativa,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 401 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

porque, por encontrarse en tercer trámite, no corresponde una


discusión en general.
En consecuencia, sugiero seguir la recomendación de la
Comisión de Salud, la cual formula propuestas en cada norma del
proyecto, todas ellas aprobadas por unanimidad.
Por lo tanto, pondré en discusión el informe en lo atinente
al artículo 1º.
El señor PARRA.- ¿Me permite una moción de orden, señor Presidente?
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Por supuesto, señor Senador.
El señor PARRA.- Estoy de acuerdo -y creo que la Sala se encuentra en la
misma posición- en aprobar el informe de la Comisión de Salud.
El señor LARRAÍN.- ¡No!
El señor PARRA.- De esa forma, cuatro o cinco artículos pasarían a Comisión
Mixta.
Al mismo tiempo, deseo hacer una proposición formal en
orden a incorporar, entre las normas que serían remitidas a Comisión
Mixta, el artículo 6º aludido por el Senador señor Silva, en virtud de las
razones que expondré en su momento.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Propongo ir despachando artículo por
artículo, salvo que se proponga otro procedimiento.
El señor VIERA-GALLO.- ¿Me permite, señor Presidente? Quiero plantear una
moción de orden.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tie
ne la palabra Su Señoría.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, observo que la Cámara de
Diputados ordenó el proyecto de modo distinto a como lo hizo el
Senado. En consecuencia, muchas de las materias que se pretende
enviar a Comisión Mixta se vinculan más con la estructuración de él.
Sin embargo, dos normas podrían suscitar un debate más de fondo: los
artículos 1º y 3º. El primero de ellos, porque define a partir de cuándo
se protege la vida humana; y el otro, porque, según lo propuesto por la
Cámara de Diputados, da la impresión de que impide la terapia génica.
Esos dos preceptos, además de la disposición mencionada
por el Senador señor Parra, ameritarían una discusión más lata. El
resto de las enmiendas sólo corresponde a adecuaciones de orden. De
tal manera que sería muy complejo analizar artículo por artículo, toda
vez que una norma simplemente pudo haber sido rechazada por
cuestiones de redacción o no contener alguna de sus partes razones de
peso.
Repito y sintetizo: los artículos 1º y 3º pueden ser objeto
de discusión. Los Honorables señores Parra y Silva han mencionado
otro; a lo mejor, existen más, pero no se puede incluir a todos, porque
no terminaríamos nunca.
El señor LARRAÍN.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Señor Senador, ¿desea formular alguna
proposición para el despacho de la iniciativa?
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 402 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

El señor LARRAÍN.- Efectivamente.


El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, tiendo a concordar con el Honorable
señor Viera-Gallo, porque la clave aquí es ver qué camino adoptar. Me
inclino por seguir más bien la línea del proyecto que aprobó la Cámara
de Diputados.
Por lo tanto, propongo ir artículo por artículo, pero poniendo
atención en que las consecuencias de una norma obligan, a veces, a cambios
de redacción.
Los dos temas centrales son los planteados por el Senador señor
Viera-Gallo, y que se contienen en los artículos 1º y 3º. Si los despejásemos,
sería fácil resolver los demás.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- A juicio de la Mesa, desde el punto de
vista metodológico, no podemos seguir la discusión según el proyecto
despachado por la Cámara, sino de acuerdo con el informe de la Comisión de
Salud del Senado.
En consecuencia, propongo a la Sala dar por aprobado dicho
informe, con excepción de los artículos 1º, 3º y 6º.
El señor LARRAÍN.- No, señor Presidente, porque lo que pase con esos
preceptos incidirá en el resto del articulado. Por lo tanto, hay que tratarlos
antes. Si, por ejemplo, se aprueba el artículo 1º de la Cámara de Diputados,
eso tiene equis consecuencias. Si se rechaza, ellas son distintas.
Por lo tanto, sugiero que vayamos artículo por artículo.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- De acuerdo.
Entonces, propongo discutir y votar –si corresponde- los artículos
1º, 3º y 6º.
El señor VIERA-GALLO.- Eso es.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Según el resultado, veríamos qué ocurre
con las restantes disposiciones, a fin de que haya coherencia.
Si le parece a la Sala, así se procederá.
Acordado.
El señor COLOMA.- La clave es el artículo 1º, señor Presidente.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- En discusión el artículo 1º.
Tiene la palabra el Honorable señor Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, la diferencia fundamental entre el
texto aprobado por el Senado y el despachado por la Cámara de Diputados
consiste en que ésta añadió que la protección de la vida de los seres humanos
comienza “desde el momento de la concepción”. Ésa es la frase básica.
Nosotros, a raíz del proyecto del Senador señor Ruiz-Esquide, no
quisimos entrar al debate de fondo, esto es, desde cuándo debe protegerse la
vida del que está por nacer. Ello, por dos motivos: primeramente, porque se
presta a discusiones filosóficas y religiosas; y, en segundo lugar, porque
entendemos que tal materia se encuentra de alguna manera cubierta por la
Convención Americana sobre Derechos Humanos, denominada “Pacto de San
José de Costa Rica”.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 403 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

No obstante, la Corte Interamericana de San José, al interpretar la


disposición correspondiente del Pacto, ha tenido una jurisprudencia,
pudiéramos decir, “vacilante”. No es admisible entender de otra manera cómo
algunos países de América Latina aprueban el aborto y, sin embargo, cumplen
ese Tratado, que protege la vida humana desde su concepción. Sin embargo,
tal tribunal ha dicho en dos o tres oportunidades que esas legislaciones
nacionales no vulneran la Convención.
Como en Chile no existe ley sobre el aborto, no quisimos entrar a
esa discusión, teniendo en cuenta lo que sucedió con el proyecto sobre
fertilización asistida, que se paralizó por la discusión filosófica respecto de
cuándo empezaba la vida humana.
El artículo 1º aprobado por la Cámara Baja dice que la ley tiene
por finalidad proteger la vida “desde el momento de la concepción”; pero
podría haber un largo debate respecto de cuándo ella comienza. Y ésa no es la
finalidad principal de la iniciativa, la cual, como bien dijo el Senador señor
Silva, apunta a dos objetivos: evitar la clonación de seres humanos y regular la
investigación científica intrusiva en los seres humanos. Eso es todo.
Por tanto, lo señalado en el artículo 1º es, más bien, una
declaración de principios. Porque, perfectamente podría decir que tiene por
objeto “salvaguardar la dignidad e identidad genética de las personas, así
como regular la investigación científica, su aplicación y ejecución en el ejercicio
de la medicina” y no referirse para nada a la protección de la vida y de la
integridad física y psíquica de las personas, porque, obviamente, eso está
resguardado en la Constitución y, además, como digo, en el Pacto de San José
de Costa Rica.
Pero, la Cámara de Diputados -a mi juicio, en forma imprudente-
introdujo una frase que nos llevaría –conociendo nuestro país-, casi
fatalmente, al precipicio de la disputa filosófica, teológica y religiosa sobre esta
materia, en la que la Sala se va a dividir, y en forma incierta, sin que tenga,
además, consecuencia jurídica práctica que no sea el puro gusto de la
discusión abstracta.
Por eso a la unanimidad de los miembros de la Comisión -
donde hay posiciones filosóficas y políticas distintas-, le pareció más
prudente reponer la versión del Senado, pues evita la controversia.
Evidentemente, puede haber Senadores que quieran
zanjar, a propósito de este proyecto, un debate que se relaciona con
otras materias. Sin embargo, creo que eso no va a contribuir a la
buena solución del problema.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Coloma.
El señor COLOMA.- Señor Presidente, asumo y comparto plenamente la lógica
del Senador señor Viera-Gallo respecto de lo que es importante y de lo
que no lo es. Pero sí tengo una duda en cuanto a la calificación última
que se hace.
Ésta es una iniciativa extraordinariamente interesante,
donde se intenta por primera vez regular a fondo todo lo relativo a la
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 404 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

investigación científica en el ser humano, al genoma, además de


prohibir la clonación del hombre.
Si se va a dar el paso de reglamentar la investigación
científica en el ser humano, me parece de la esencia concordar primero
en qué entendemos por "ser humano". Pienso que tratar de eludir
discusiones filosóficas o impedir que nos dividamos en función de
razones teóricas, por incómodas que resulten, sería no enfrentar el
tema de fondo con la definición de fondo.
Por eso considero -contrariamente a lo sostenido al efecto
por el Honorable señor Viera-Gallo- que la definición del artículo 1º es
absolutamente fundamental, sobre todo teniendo a la vista que la
Cámara de Diputados ya introdujo una enmienda. Distinto sería si esa
rama legislativa no hubiera hecho nada. Pero la Comisión propone
modificar una norma aprobada por la Cámara, conforme a la cual “esta
ley tiene por finalidad proteger la vida de los seres humanos, desde el
momento de la concepción”. El hecho de que en el Senado se diga:
“No, eso no, porque nos abre a discusiones filosóficas” implica asumir,
por tanto, que la vida, para esta iniciativa de ley, puede no comenzar
desde el momento de la concepción. Y ahí sí entraríamos en una
discusión filosófica que, con razón -aunque tengo una discrepancia de
fondo-, el Senador señor Silva plantea que tiene que ver con el artículo
6º.
Dependiendo de lo que uno considere como fundamento
filosófico original del proyecto, derivarán las distintas consecuencias.
Si hay algo que está claro en todos los investigadores
científicos es que “la investigación biomédica en seres humanos no
puede ser llevada a cabo legítimamente sin guardar proporción entre la
importancia del objetivo perseguido y los riesgos inherentes para el
sujeto”.
¿Qué sujeto? Ése es el tema de fondo. Y sé que es
complejo, difícil. Pero, a mi juicio, no corresponde plantear una ley que
regula la investigación científica en el ser humano si antes no
concordamos en qué entendemos por "ser humano".
Por ello, estimo de la máxima importancia el artículo. O
sea, el que se incorpore esta disposición -que además, a mi juicio, se
condice con lo planteado en la Constitución y con la reforma a la Carta
respecto de lo que significa “persona”- me parece la única manera
lógica de dar un sentido a las numerosas otras normas, acerca de las
cuales creo que hay un grado de consenso importante, más allá de los
artículos 3º y 6º, en la medida en que estemos de acuerdo con el
punto de partida.
¿Qué significa lo contrario? Que uno puede empezar a
investigar, o a utilizar los embriones, como plantea el Senador señor
Viera-Gallo, en cualquier momento.
Yo tengo al respecto una discrepancia adicional con las
consecuencias de ello. Porque se dice que si, por la investigación
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 405 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

científica o del genoma, se descubre que un niño tiene un problema


determinado, podría admitirse -así lo entendí- el aborto. Hoy también
existen condiciones para saber, a los ocho meses de concepción, si el
que está por nacer tiene sida. ¿Eso quiere decir que vamos a validar el
aborto de un niño con esa enfermedad? Creo que no. Pienso que eso
tiene que ver con el sentido de la vida, con el sentido de la concepción,
con el sentido valórico de la sociedad.
Por lo tanto, me parece que el artículo en debate es
absolutamente fundamental, y que por tal motivo debe respetarse lo
propuesto por la Cámara de Diputados. Además, si lo aprobáramos, el
proyecto quedaría despachado automáticamente y no tendría que ir a
Comisión Mixta, porque viene aprobado con esa lógica por la Cámara
Baja. A mi juicio, le daríamos a esta disposición un carácter histórico en
cuanto a la defensa de la vida, a la promoción de la sana investigación
científica y a la adecuada prohibición de la clonación humana.
He dicho.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, la Cámara de Diputados
hizo un buen trabajo al modificar y precisar varias disposiciones. Y, a
mi juicio, tanto su labor como el informe de la Comisión de Salud nos
pueden facilitar nuestra tarea.
Sin embargo, respecto del artículo 1º, creo que no es
dable provocar un debate religioso o ideológico sobre el tema de la
concepción. Podrá discutirse cuándo se produce, pero nadie puede
negar que el ser humano existe desde el momento de la concepción.
Respecto de esta materia se han dado a conocer distintas
opiniones y ha habido informes científicos de diversos organismos que
nos han planteado que la concepción se produce cuando el esperma
entra en contacto con el óvulo, cuando éste lo penetra el gameto
masculino, etcétera. Ése es el tema.
Ahora, la legislación chilena condena el aborto desde el
momento mismo de la concepción. No existe la posibilidad aquí de
intervenir para eliminar el producto de la unión entre un hombre y una
mujer por la sola circunstancia de decir que aquélla se produjo antes o
después. La concepción es lo que marca la existencia del ser humano
en nuestra legislación. Y lo hemos aceptado.
En mi opinión, no es necesario que lo establezca el artículo
1º, porque ése es un hecho real. En nuestro ordenamiento legal no
existe la posibilidad del aborto en momento alguno. Por lo tanto, si eso
queda claro, la norma propuesta por el Senado no tendría ningún
problema, siempre que se dejara constancia de manera nítida y precisa
de que la concepción es lo que da inicio a la vida del ser humano.
Asimismo, tampoco me incomoda la disposición aprobada
por la Cámara de Diputados, porque, de acogerse, sería coincidente y
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 406 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

concordante con la legislación chilena en cuanto al momento en que se


inicia la vida y la protección de una persona.
No me referiré al artículo 6º, que aborda lo relativo a
experimentos con embriones humanos, porque es otra materia. Eso es
factible debatirlo más adelante. Pero, respecto del artículo 1º, debe
quedar claro -podemos dejarlo consignado ahora en el debate del
Senado o en el informe de la Comisión Mixta- que la protección de la
vida humana comienza desde el momento mismo de la concepción.
Desde luego, el instante en que ella se produce podrá
discutirse después. Es algo que no cabe resolver en la ley en proyecto
ni que los legisladores podamos determinar. Algunos tenemos cierta
convicción sobre el particular y otros una distinta. Es un tema
científico, que muchas veces escapa a la definición misma de la ley.
En todo caso, el punto fundamental es que hay acuerdo
aquí -nadie puede discutirlo- en cuanto a que la legislación chilena
no permite poner término a la vida desde el momento mismo de la
concepción. Eso no está en debate. Podrá modificarse o no en el
próximo tiempo, pero ésa es la normativa sobre la cual debemos
afirmarnos.
Por eso, no me molesta la redacción del artículo 1º
propuesto por la Cámara de Diputados, porque en nada innova. A lo
mejor, quiso precisar más la materia. Tampoco tendría inconveniente
en que se aprobara el texto sugerido por el Senado, siempre que
quedara constancia –como señalé- de que la protección de la vida
existe desde el momento mismo de la concepción.
El instante en que ésta se produce habrá de determinarse
científicamente. Yo, por lo menos, tengo una visión clara al respecto;
otros una distinta.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Larraín.
El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, a mi juicio, el artículo 1º aborda un tema
bastante crucial para el objetivo que persigue el proyecto en estudio.
Me parece que la iniciativa en análisis, originada en
moción suscrita por algunos señores Senadores, reviste mucho interés
y valor. El construir un marco regulatorio para la investigación en seres
humanos, definir los aspectos relativos a la investigación genética y
pronunciarse sobre las posibilidades de la clonación, son materias
sustanciales. Y, por tratarse de asuntos especialmente delicados, es
muy importante precisar el ámbito dentro del cual se va a aplicar esta
norma.
Por eso, cuando se define a qué se refiere la expresión “los
seres humanos” a quienes serán aplicables las disposiciones de este
proyecto dentro del objetivo a que hice mención, no es trivial ni
secundario determinar qué es lo que entendemos por “seres humanos”.
En ese sentido, me parece que la Cámara de Diputados ha
precisado mejor lo que se concibe por tales, para los efectos de que,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 407 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

cualquiera que sea el alcance de estos preceptos, siempre se haga


referencia a los seres humanos entendidos desde el momento de la
concepción.
Es cierto que alguien podría decir que ésa es la tradición
jurídica existente en el país. Así lo estimo.
La propia Constitución, por ejemplo, cuando en el número
1.º del artículo 19, asegura a todas las personas, entre otros, el
derecho a la vida y, en el inciso segundo del mismo número, dispone
que la ley protege la vida del que está por nacer, no hace más que
señalar que el que está por nacer es persona. Y, por eso, la Carta le
asegura el derecho a la vida.
En consecuencia, es cierto que el ser que se encuentra por
nacer en el vientre materno es persona. De manera que en ese sentido
la tradición jurídica lo acompaña.
Es más. Cuando se discutió en el Congreso la reforma del
artículo 1º del Texto Fundamental para establecer la expresión “las
personas” en lugar de “los hombres”, hubo dudas en cuanto a si ese
cambio iba a modificar el concepto de “persona”. Y, como Presidente de
la Comisión de Constitución, me correspondió aclarar que
efectivamente la interpretación dada no innovaba la tradición jurídica.
Así se hizo presente en la Comisión y en la Sala, con lo cual está claro
que, dentro de nuestra tradición jurídica, siempre se va a entender por
persona al ser que está por nacer, desde el momento de su concepción.
Por ello, en una materia tan delicada, como es la
investigación genética y la clonación, que va a abrir cada día nuevos
espacios, me parece central precisar desde un principio a qué nos
estamos refiriendo.
Alguien podrá decir que la definición del artículo 1º es
comprensiva y que tal vez podría ser suficiente una declaración, como
se lo escuché al señor Senador que me antecedió en el uso de la
palabra. Pero si existe esa tradición, si así lo asegura la Constitución, si
estamos de acuerdo en ese aspecto, ¿cuál es el inconveniente de que
asumamos, para precisar el ámbito de aplicación de estas normas, la
definición que propone la Cámara Baja? En mi opinión, es más clara y
concreta, y nos ayuda a entender el ámbito dentro del cual se deben
mover asuntos tan delicados como los que he descrito. Me parece
oportuno hacerlo.
Por las razones señaladas, soy partidario de que
aprobemos la modificación sugerida por la Cámara de Diputados.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Martínez.
El señor MARTÍNEZ.- Señor Presidente, en el tema del genoma humano no es
posible eludir una visión y una discusión centradas en la ética y en la
moral, pues, de lo contrario, reduciríamos la vida a un objetivo
concreto y material. Y sabemos que eso no es dable. Si no
entregáramos nuestra concepción sobre lo que significa vida humana,
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DISCUSIÓN EN SALA

estaríamos reconociendo todos los abusos cometidos contra las


personas desde que es historia nuestra cultura cristiano-occidental.
En ese terreno, y aunque no nos agrade, no podemos
evadir un debate -tal vez, sea difícil llegar a acuerdo- en el que por lo
menos se exprese la opinión de la Sala acerca de lo que se entiende
por "vida".
En segundo lugar, el artículo introducido por la Cámara de
Diputados parece adecuado sólo en relación con la investigación
científica biomédica y sus aplicaciones clínicas. Es decir, de acuerdo con
el texto propuesto, yo entiendo –dejando de lado lo que dispone la
Constitución- que la ley en proyecto tiene por finalidad proteger la vida
de los seres humanos desde el momento de su concepción, pero
únicamente en lo que respecta a la investigación científica biomédica y
sus aplicaciones clínicas.
Sin embargo, ¿qué pasa con otras situaciones? ¿No va a
brindar protección la normativa en análisis? Tal vez me dirán que está
establecido en la Constitución. No obstante, después de escuchar a los
especialistas, he aprendido en estos años que en un terreno donde hay
aspectos éticos y morales, lo que corresponde es la reiteración y
reafirmación de conceptos. No basta con interpretar que hay muchas
otras disposiciones que dicen relación a la materia, porque hemos visto
que después de la discusión de detalle y frente a la casuística,
sencillamente impera la interpretación, incluso, literal de la norma.
Por esa razón, me parece que el artículo aprobado por la
Cámara de Diputados está bien. Pero la pregunta que me formulo es si
vamos a proteger la vida de los seres humanos desde el momento de la
concepción, y su integridad física y psíquica sólo en relación con la
investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas. De ser así,
considero que aquí habría necesidad de dar una redacción un poco más
amplia, pensando en futuras discusiones y apelaciones en el sistema
judicial.
Muchas gracias.
El señor VIERA-GALLO.- ¿Me permite una interrupción, señor Senador?
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Ya terminó su intervención, de modo que
no podría concedérsela. Sí puede pedírsela a quien va a hacer uso de la
palabra, el Honorable señor Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Cómo no, Su Señoría.
El señor VIERA-GALLO.- Es sólo para decir al Senador señor Martínez que el
artículo 1º comienza con la expresión “La presente ley”. O sea, la que
ahora se discute; pero hay muchas otras normativas que tratan el
tema que preocupa a Su Señoría.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor Ruiz-
Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero expresar
mi agradecimiento a los Honorables colegas que han elogiado la idea
de haber presentado un proyecto de ley sobre la materia que nos
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DISCUSIÓN EN SALA

ocupa. Y también al Senado, que permitió tratarlo. Ojalá lo


despachemos hoy día, sea cual fuere el resultado de los asuntos en
discusión, porque en verdad lleva mucho tiempo tramitándose. En su
momento fue pionero en América Latina; pero ahora estamos un tanto
atrasados. En fin, lo que importa es despacharlo.
En relación con el artículo 1º, debido a que la Cámara de
Diputados introdujo la expresión “desde el momento de la concepción”,
rechacé dicha modificación en la Comisión y me manifesté a favor del
artículo aprobado por el Senado. Las explicaciones son las siguientes.
Ante todo, debo señalar que esto es casi una redundancia
o, si se quiere ser más exacto, un pleonasmo; es decir, estamos
agregando expresiones que no conducen a una nueva argumentación ni
a una ampliación del concepto que ahí se coloca.
Es obvio, y casi de la reacción natural de las cosas, que la
vida comienza con la concepción. El tema de fondo no es definir –está
claro que no se está tratando de hacerlo- qué se entiende por
concepción. Algunos hablan del tocamiento del espermio y del óvulo;
otros sostienen que es al producirse la penetración del óvulo por el
espermio, y hay quienes defienden que es el momento en que se
produce el pronúcleo o el intercambio gamético de procedencia
masculina y femenina.
¿Cuál es el problema? Que debido a la colocación de dicha
frase se producirá un enorme incordio –excúsenme Sus Señorías que
se los diga, por lo que voy a señalar- acerca de qué se interpreta en
este artículo exactamente y lo que se debe hacer, que no tiene que ver
directamente con las dos grandes ideas contenidas en la iniciativa.
Al tratarse el proyecto sobre fertilización asistida, que se
discutió mucho en el Senado, con argumentaciones muy sustanciosas,
en un momento determinado, cuando cambió la integración de éste, se
pidió que volviera a la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia, y
Reglamento para entender mejor el tema, y porque muchos Senadores
recién electos no habían seguido el debate. El resultado fue que se
paralizó su tramitación, dado que no existió acuerdo acerca de la forma
como resolver específicamente este asunto, al punto de que se han
seguido haciendo una serie de cosas que no deberían realizarse en el
país, precisamente porque no hubo definición al respecto.
Ahora, con franqueza, determinar dónde comienza la vida
me recuerda un poco lo del viejo ejemplo de la Revolución Francesa -
ignoro si es cierto-, cuando se trataba de definir si había o no dios, y si
existía o no en la Asamblea Nacional.
Por ello, quiero solicitar al Senado tres cosas muy simples:
primero, acoger la propuesta de la Comisión de Salud, porque tiene
que ver más con algunas cosas que la Cámara hizo, en términos de
ordenar mejor el texto, que yo valoro. Segundo, no seguir debatiendo
el asunto hasta el infinito y aprobar el texto del Senado o el de la
Cámara de Diputados -cada cual votará como le parezca-; y tercero,
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DISCUSIÓN EN SALA

considerar que, en general, después de ver todo lo que hemos hecho,


de estos artículos no se deducen cosas diferentes, sea cual fuere el
precepto que se apruebe. Felizmente es así, ya que, de otro modo, la
discusión sería larguísima.
En esas condiciones podríamos despachar el proyecto. Y,
de ser necesario, vamos a la Comisión Mixta. Ello nos permitirá avanzar
en un tema respecto del cual se hace indispensable generar una
legislación, al menos en lo esencial. Ya vendrán cuestiones de otra
naturaleza, más complicadas, que se tratarán en su momento.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Ha terminado su tiempo, Su Señoría. Le
daré 30 segundos más, por ser autor de la iniciativa…
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Muchas gracias, señor Presidente.
Debemos tener cuidado con discutir demasiado en detalle
la filosofía del artículo 1º, porque cuando del ser humano se trata, no
pocos grandes pensadores católicos han sostenido que éste es tal
cuando tiene conciencia de serlo. Y la conciencia se desarrolla al tercer
mes del embarazo. De manera que si nos metemos en ese asunto
vamos a tener un lío bastante grande. Y por eso me sujeto a lo que he
dicho.
El señor LARRAÍN.- ¡Algunos no la tienen nunca...!
El señor RUIZ-ESQUIDE.- ¡Ciertos psiquiatras dicen que la conciencia es un
problema de memoria…!
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor
Boeninger.
El señor BOENINGER.- Señor Presidente, concordando con lo que acaba de
señalar el Honorable señor Ruiz-Esquide, creo que estas tres opciones
de definición de cuándo se produce el inicio de la vida, que Su Señoría
resumió muy acertada y claramente, no las vamos a resolver mediante
una votación en la Sala. Esas diferencias de opinión seguirán existiendo
igual. Pero ello no tiene importancia, desde el punto de vista de las
ideas centrales del proyecto, que trata de estimular la investigación
sobre el genoma humano, pero regulándola, y prohíbe la clonación.
Desde luego, en el artículo 1º aprobado por el Senado se
señala que “La presente ley tiene por finalidad proteger la vida […] así
como su dignidad”, etcétera.
Entonces, me parece mucho más prudente omitir de la
discusión, como lo había sugerido inicialmente el Honorable señor
Viera-Gallo, el tema sobre el momento preciso del inicio de la vida.
Porque, en el artículo 10 aprobado por la Cámara, por ejemplo, se
indica con mucha claridad que “Toda investigación científica biomédica
deberá contar con la autorización expresa del director del
establecimiento dentro del cual se efectúe, previo informe favorable del
Comité Ético Científico que corresponda, según el reglamento.”.
Además, en otro precepto se crea una Comisión Nacional de Bioética.
De manera que, en caso de que se quiera realizar una investigación
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DISCUSIÓN EN SALA

que, según algunos, atente contra la vida, es obvio que será


considerada necesariamente por estos comités ético-científicos.
En vista de ello, me parece que, con la redacción que le
dio el Senado y atendido el proyecto en su conjunto, el problema de la
protección de la vida está suficientemente cautelado, cualquiera que
sea la visión que sobre esta materia tenga cada uno de los señores
Senadores.
Por último, y coincidiendo en que más vale votar luego
este artículo, soy partidario de mantener el texto del Senado.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Ofreceré la palabra a los últimos oradores
inscritos, para después votar.
El señor ÁVILA.- Señor Presidente, le solicito recabar autorización de la Sala
para que la Comisión de Intereses Marítimos, Pesca y Acuicultura
sesione en paralelo con ella.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- No sería conveniente, señor Senador,
porque votaremos dentro de 10 minutos, una vez que intervengan los
dos últimos oradores inscritos, Honorables señores Parra y Espina.
El señor PROKURICA.- Señor Presidente, deseo hacer una petición en la misma
línea de lo solicitado por el Honorable señor Ávila.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor PROKURICA.- Pido a la Mesa solicitar la anuencia de la Corporación
para que la Comisión de Minería pueda funcionar simultáneamente con
la Sala a partir de las 18:30.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Falta muy poco para esa hora, señor
Senador, y para que se realice la votación, sólo dos intervenciones.
Una vez que ella se lleve a cabo podrán reunirse las Comisiones
citadas.
El señor PROKURICA.- Bien.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Parra.
El señor PARRA.- Señor Presidente, como anticipé, soy partidario de aprobar la
propuesta de la Comisión de Salud y, en consecuencia, de rechazar el
artículo 1º sugerido por la Cámara de Diputados, de modo que el punto
vaya a Comisión Mixta. En esa dirección, a mi entender, existen varias
razones que Sus Señorías comprenderán muy bien.
En primer lugar, de la sola lectura de ese precepto, es
muy claro que él fuerza las ideas matrices del proyecto que conoció el
Senado. Evidentemente, la Cámara Baja fue muchísimo más lejos que
lo que se nos propuso en su hora y que aprobamos en primer trámite
constitucional.
En segundo término, al incursionar en aspectos nuevos,
que no fueron considerados en el texto original, tanto en el artículos 1º
como en el 6º, resulta claro que su aprobación excluye la participación
del Senado en el proceso legislativo como corresponde en temas
extraordinariamente delicados.
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DISCUSIÓN EN SALA

En tercer lugar, según señaló el Honorable señor Ruiz-


Esquide, autor de la moción que originó esta iniciativa, se había
concebido una normativa mínima. No se trataba, en consecuencia, de
regular todos los elementos posibles en la investigación científica en
seres humanos y en los aspectos bioéticos. En otros países se ha ido
bastante más lejos. Tengo aquí abundante derecho comparado sobre la
materia.
Creo, pues, que el Senado no puede negarse, a lo menos,
la oportunidad de participar a fondo en el debate abierto por la Cámara
Baja. Y ello ocurriría si impidiera que este asunto se analizara en
Comisión Mixta.
Por otro lado, no me parece consecuente que en su hora
haya habido negativa para avanzar en la formulación de una ley sobre
fertilización asistida y que en este momento, a partir de las enmiendas
propuestas por la Cámara de Diputados al proyecto que nos ocupa, se
trate de llegar en el tema a una legislación maximalista, llena de
prohibiciones y restricciones, y que procura imponer definiciones en
materias absolutamente discutibles y contestables, lo cual, sin duda, no
dará a la legislación respectiva el soporte, que todos deseamos, de un
consenso que posibilite que en el desarrollo de la investigación
científica se respeten valores que nos son comunes.
Por lo expuesto, insisto en la conveniencia de que se
apruebe el informe de la Comisión de Salud y, en consecuencia, se
rechace el artículo 1º sugerido por la Cámara Baja, con el propósito de
abrir el debate en Comisión Mixta.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Espina.
El señor ESPINA.- Señor Presidente, yo no tuve ocasión de pronunciarme
acerca del artículo 1º en la Comisión de Salud por encontrarme ausente
cuando se debatió. Pero creo que el Senador señor Viera-Gallo puso el
dedo en la llaga al tocar un punto que requiere una definición de fondo.
Lo que está en juego en el precepto en examen es,
básicamente, determinar si la protección de la vida de los seres
humanos -como lo expresa el texto de la Cámara de Diputados-
comienza o no desde el momento de la concepción.
Ése es un debate que existe en la sociedad moderna.
Su Señoría sostiene que el artículo 1º despachado por el
Senado es neutro frente a tal hecho. Y dice que, para evitar una
polémica, es preferible que el Parlamento no entre en esa discusión
porque ello puede entrabar la iniciativa.
Sin embargo, yo no comparto ese criterio, por lo siguiente.
En primer lugar, porque la Cámara Baja modificó la norma
y despachó el nuevo texto a esta Corporación. Por tanto,
encontrándose el proyecto en tercer trámite constitucional, basta que
esta Sala apruebe la enmienda para que no haya más debate sobre el
punto y la disposición quede en condiciones de transformarse en ley.
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DISCUSIÓN EN SALA

Y, en segundo término, porque pienso que aquí hay un


tema de fondo: desde cuándo se debe proteger la vida. Hay quienes
creen que no ocurre desde el momento de la concepción. Y muchos de
ellos, en las naciones modernas, son partidarios del aborto. Porque el
creer que la vida no se protege desde el instante de la concepción es
consecuente con afirmar que se puede interrumpir cuando ésta se haya
producido porque en tal caso no se estaría afectando el derecho a la
vida.
Empero, otros estimamos -y en esto debemos
respetarnos- que la protección de la vida debe comenzar precisamente
en el instante de la concepción, cuando empieza la existencia de la
persona.
Por lo tanto, esta discusión no es baladí, sino de fondo. Y
parece legítimo zanjarla.
En la sociedad actual, muchos países han legalizado el
aborto. Pero nosotros consideramos que ese paso es un profundo
horror dentro de la sociedad.
Entonces, no estamos frente a un asunto sobre el cual
baste decir, simplemente: “No entremos al debate de esta cuestión;
dejemos una norma neutra”.
Aquí estamos discutiendo otra cosa. Porque la Cámara de
Diputados aprobó una disposición que en forma textual señala: “Esta
ley tiene por finalidad proteger la vida de los seres humanos”; ¿desde
cuándo?: “desde el momento de la concepción”. Y esa norma llegó a
esta Corporación.
¿Qué ocurriría si el Senado la rechazara? ¿Qué señal
estaría enviando?
El señor ÁVILA.- ¡Terrible!
El señor ESPINA.- La de que no desea proteger la vida de las personas desde
el momento de la concepción.
Tal vez algunos así lo querrán. Pero habemos quienes
legítimamente, en democracia, aspiramos a que la vida comience a ser
protegida desde aquel instante.
Por eso, con relación a este artículo, somos partidarios, no
de esquivar el punto, sino de resolverlo.
Señor Presidente, puesto en la disyuntiva, no me queda
otro camino que votar a favor de la norma despachada por la Cámara
de Diputados.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Cerrado el debate.
Se votará la propuesta de la Comisión de Salud
consistente en rechazar la sustitución del artículo 1º efectuada por la
Cámara de Diputados.
De aprobarse esa proposición, quedaría aprobado el
precepto que acogimos en el primer trámite.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- ¿Cómo se vota?
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor GAZMURI (Vicepresidente).- El voto afirmativo implica aprobar el


texto del Senado; el negativo, el de la Cámara Baja.
En votación.
El señor MORENO.- ¿Es factible fundar el voto, señor Presidente?
El señor VIERA-GALLO.- No, señor Senador.
El señor ÁVILA.- ¡Imposible!
El señor MORENO.- En todo caso, anuncio que aprobaré el texto de la Cámara
de Diputados.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- En votación electrónica.
El señor HOFFMANN (Secretario).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su
voto?
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se rechaza la propuesta de la Comisión de Salud y,
consecuencialmente, se aprueba el artículo 1º de reemplazo
planteado por la Cámara de Diputados (21 votos negativos, 12
afirmativos, una abstención y un pareo).
Votaron por la negativa los señores Arancibia, Canessa,
Coloma, Espina, Fernández, Frei (doña Carmen), Horvath, Larraín,
Martínez, Moreno, Naranjo, Novoa, Orpis, Páez, Prokurica, Romero,
Stange, Valdés, Vega, Zaldívar (don Andrés) y Zurita.
Votaron por la afirmativa los señores Ávila, Boeninger,
Cantero, Cordero, Gazmuri, Matthei, Núñez, Parra, Pizarro, Ruiz-
Esquide, Silva y Viera-Gallo.
Se abstuvo el señor Flores.
No votó, por estar pareado, el señor Aburto.
El señor PARRA.- Pido la palabra.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor PARRA.- Señor Presidente, estoy en desacuerdo con varios de los
preceptos aprobados por la Cámara de Diputados y -como señalé- sigo
la orientación del informe de la Comisión de Salud.
Empero, creo que la votación ha sido muy clara. El autor
de la moción nos solicitó despachar esta tarde el proyecto. En lo
personal, por tanto, no tengo inconveniente en que, con la misma
votación, se den por aprobadas las restantes modificaciones de la
Cámara de Diputados.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, deseo formular una moción de
orden.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Señores Senadores, restan ocho minutos
para el término del Orden del Día. Quedan pendientes de discusión dos
preceptos. Pero tengo la impresión de que no están vinculados
directamente con el artículo 1º.
El señor VIERA-GALLO.- No.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- A juicio de la Mesa, en el tiempo que nos
queda no alcanzaremos a resolver, por ejemplo, lo concerniente a las
prácticas eugenésicas, asunto no menor.
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DISCUSIÓN EN SALA

Por lo tanto, propongo dar por terminado el Orden del Día


y continuar tratando la iniciativa en la sesión ordinaria de mañana.
--Así se acuerda.
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DISCUSIÓN EN SALA

3.3. Discusión en Sala.


Senado. Legislatura 353. Sesión 02. Fecha 08 de junio, 2005. Se rechazan
modificaciones de la Cámara de Diputados.

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SER HUMANO, SU GENOMA,


Y PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA

El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Corresponde continuar la discusión de las


modificaciones aprobadas por la Cámara de Diputados al proyecto de
ley, en tercer trámite constitucional, que regula la investigación
científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana.

--Los antecedentes sobre el proyecto (1993-11) figuran en los


Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los señores Ruiz-Esquide, Díaz,
Hamilton, Páez y Zaldívar, don Andrés).
En primer trámite, sesión 32ª, en 12 de marzo de 1997.
En tercer trámite, sesión 37ª, en 16 de marzo de 2005.
Informes de Comisión:
Salud, sesión 10ª, en 12 de julio de 2000.
Salud (segundo), sesión 26ª, en 6 de marzo de 2001.
Salud (tercer trámite), sesión 47ª, en 20 de abril de 2005.
Discusión:
Sesiones 13ª, en 1 de agosto de 2000 (queda
pendiente su discusión general); 14ª, en 2 de agosto de 2000
(se aprueba en general); 27ª, en 13 de marzo de 2001 (se
aprueba en particular); 50ª, en 10 de mayo de 2005 (queda
pendiente su discusión).
El señor HOFFMANN (Secretario).- En sesión de 10 de mayo del año en curso
se inició en esta Sala el tercer trámite de la iniciativa, acordándose
discutir y votar la proposición de la Comisión de Salud respecto de las
enmiendas introducidas por la Honorable Cámara de Diputados en
cuanto a los artículos 1º, 3º y 6º.
En dicha oportunidad se aprobó la modificación al artículo
1º, que consiste en reemplazarlo.
No se adoptó resolución acerca de las proposiciones
recaídas en los artículos 3º y 6° porque los Honorables señores Viera-
Gallo y Parra, respectivamente, pidieron discutirlas en forma separada.
En consecuencia, ahora el Senado debe pronunciarse
sobre la enmienda de la Cámara de Diputados destinada a sustituir el
artículo 3º. La Comisión de Salud, por unanimidad, propone rechazarla.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- En discusión.
Tiene la palabra el Honorable señor Viera-Gallo.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, esta disposición es bastante


delicada e importante.
La Comisión de Salud, por unanimidad, pretende mandarla
a Comisión Mixta por distintas razones.
Primero, porque el Senado hace una distinción muy clara
entre práctica eugenésica -que queda prohibida y, por consiguiente,
constituye delito- y terapia génica, o sea, la intervención para evitar la
transmisión de enfermedades hereditarias. Hay casos respecto de los
cuales, gracias al adelanto de la ciencia y sobre todo en la medida en
que se conoce el genoma humano, la transmisión de aquéllas podría
evitarse si se interviniera antes de la concepción de un hijo.
Evidentemente, entre hacer práctica eugenésica y hacer
terapia génica hay fronteras muy claras. Pero el texto de la Cámara de
Diputados de alguna manera las confunde, y da la impresión de que el
día de mañana no podría impedirse la transmisión de enfermedades,
pues lo que se hiciera en este sentido se consideraría práctica
eugenésica y no terapia génica.
Por ese motivo, la Comisión de Salud estimó importante
rechazar la propuesta de la Cámara Baja. Y espero que el Senado
proceda de la misma forma.
La segunda razón, planteada por el Senador señor
Bombal, es que la redacción del Senado no parece del todo clara, pues
dice: "Sólo se podrán modificar características genéticas humanas que
incidan en la herencia en los casos y en la forma previstos por la ley:".
No queda suficientemente definido, desde el punto de vista de la
bioética, cuándo será posible hacer tal o cual cosa. No basta sólo
señalar "en los casos y en la forma previstos por la ley". Por eso, el
Honorable colega se manifestó partidario de que el artículo fuera a
Comisión Mixta.
En resumen, la redacción que nos propone la otra rama
del Congreso es inadecuada, porque confunde práctica eugenésica con
terapia génica, y la del Senado no es suficientemente clara, a juicio de
algunos, para establecer una frontera nítida entre ambos conceptos.
Como es un tema muy importante, la Comisión de Salud,
por unanimidad, pide que vaya a Comisión Mixta.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Muy bien. Queda claro. Pero para eso
tendríamos que rechazar la proposición de la Cámara de Diputados.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Pido la palabra.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Puede hacer uso de ella, señor Senador.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, aun cuando entiendo lo
que nos ha explicado el Honorable señor Viera-Gallo, creo que el
Senado aprobó una mala redacción, pues la parte final del artículo 3º
debería ir en otro artículo. Si después de la oración “Se prohíbe toda
práctica eugenésica.” se agregara “Sólo se podrán modificar
características humanas, etcétera”, podría estimarse que este tipo de
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DISCUSIÓN EN SALA

intervención también constituye práctica eugenésica, lo cual sería


absolutamente inaceptable.
En vista de esa mala redacción, me parece bien que la
Cámara Baja haya tratado de modificarla.
Por otro lado, es correcto lo señalado por el Senador señor
Viera-Gallo en el sentido de que esta norma vaya a Comisión Mixta,
porque por ningún motivo esta materia debe entenderse mal. Por eso,
me preocupa que el texto aprobado en el Senado se mantenga y no se
exprese claramente que en ningún caso es aceptable la práctica
eugenésica.
La segunda parte del artículo 3º se refiere a
intervenciones que no son eugenésicas, sino que tienen por objeto
corregir características hereditarias que provocarían enfermedades. Y
eso es distinto. Entonces, se requeriría una disposición absolutamente
diferente, muy clara y definida, porque se trata de regular un aspecto
que nada tiene que ver con prácticas abortivas y eugenésicas.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Senador señor
Moreno.
El señor MORENO.- Señor Presidente, de forma adicional a los argumentos
esgrimidos, creo necesario llamar la atención de la Sala sobre lo
propuesto por la Cámara de Diputados, porque tiene una implicancia de
otra naturaleza.
El texto que aprobamos aquí hablaba de la protección a la
vida, a la integridad física y síquica de las personas, así como a su
dignidad, a su identidad genética, etcétera. Pero la Cámara Baja lo
reemplazó por una norma que, de acogerse, no podría interpretarse
como una autorización del aborto, originada en estimar que la ley en
proyecto tiene por finalidad proteger la vida de los seres humanos
desde el momento de la concepción.
El señor VIERA-GALLO.- Eso está solucionado. Ya se votó.
El señor MORENO.- Si el asunto se encuentra resuelto, me doy por satisfecho.
Retiro lo dicho.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Martínez.
El señor MARTÍNEZ.- Señor Presidente, quiero plantear una duda en torno a un
aspecto sumamente serio y siempre presente en la manipulación de las
características genéticas. Me refiero a la variabilidad fuera de norma,
fuera de lo esperado, fuera de la estadística, a que de modo
permanente está sujeto el ser humano. Es decir, por herencia se tiene
algún defecto físico que se presume transmisible, pero naturalmente no
se transmite. Entonces, estamos ante una situación que va mucho más
allá de lo bueno que en esta materia aquí se ha planteado.
Yo me pregunto si por esta vía no estaremos entrando de
lleno a la creación de súper seres humanos, de seres humanos
perfectos. Se trata de un problema ético mucho más profundo que el
texto mismo de la ley.
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DISCUSIÓN EN SALA

Me parece que todavía es muy temprano para abordar una


situación de ese tipo.
La prohibición de toda práctica eugenésica tiene que ser
establecida de tal manera que incluso se acepte una variabilidad en los
fenómenos más allá de la estadística. Y, por lo tanto, no debe
permitirse ninguna práctica, porque de lo contrario, se alterarían
procesos aún no comprendidos en toda su profundidad.
Me pregunto si no estaremos contribuyendo a la
generación de súper seres humanos, o sea, de seres humanos más allá
de lo normal.
Ésa es la gran duda que dejo planteada.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Coloma.
El señor COLOMA.- Señor Presidente, en la misma línea de algunos señores
Senadores que se han referido al punto, creo importante fijar la
naturaleza de la discrepancia que originaría en este caso la formación
de una Comisión Mixta. Y me parece especialmente ilustrativo lo que
señaló el Senador señor Viera-Gallo en el sentido de que las dos
proposiciones tienen cosas en común, pero también insuficiencias o
poca claridad respecto a otras partes del artículo. Es decir, entiendo
que tanto en el texto de la Cámara de Diputados como en el nuestro es
claro que se prohíbe toda práctica eugenésica. Se trata de una
redacción similar; y si ése fuera todo el artículo, no habría necesidad
de formar una Comisión Mixta.
Pero se ha señalado, con buenos argumentos, que el texto
original del Senado (el que viene después) es poco preciso y hay que
acotarlo para no generar ambigüedades.
Por su parte, lo que a continuación propone la Cámara
Baja también parece insuficiente, a la luz de lo que pueda ocurrir -
coloquémoslo en estos términos- con una sana ciencia. O sea, no por
restringir un principio se entenderá, inadvertidamente, que en este
ámbito se prohibirá cualquier terapia.
Entonces, creo que es del caso rechazar la modificación
propuesta, no porque abriguemos alguna duda respecto de la
prohibición de la práctica eugenésica, sino porque es razonable tenerla
en cuanto a la insuficiencia o poca claridad del articulado posterior
tanto del Senado como de la Cámara de Diputados. Y entiendo que hay
un ánimo común para que en la Comisión Mixta pueda despacharse una
norma que armonice la prohibición de la práctica eugenésica con la
terapia génica.
En ese espíritu, me parece lógico rechazar la modificación
sugerida por la Cámara de Diputados, pronunciamiento que no significa
volver a la norma propuesta por el Senado, sino permitir que en la
Comisión Mixta se armonicen ambos textos.
He dicho.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor


Bombal.
El señor BOMBAL.- Señor Presidente, creo que se ha planteado sumamente
bien la inquietud de fondo. Lo peor que nos podría ocurrir sería que,
por un problema reglamentario, cometiéramos un error o una
imprecisión en una materia de esta envergadura, especialmente si se
confunde la práctica eugenésica (que que tiene que ver -todos lo
sabemos- con la aplicación de leyes biológicas para el
perfeccionamiento de la especie humana) con la terapia génica.
En su momento, cuando se debatió el proyecto, se
argumentó mucho acerca de las células somáticas y de las células
madres o troncales, y en cuanto a qué tipo de intervenciones eran
razonables. La terapia génica, por ejemplo, que se autoriza en el
artículo 10, implica una intervención en células de la sangre para
corregir eventualmente una enfermedad, como la leucemia.
Es decir, de alguna forma el concepto de terapia génica
está incorporado como un valor de la ciencia que, debidamente
regulado, debe estar presente en nuestro ordenamiento legislativo.
En cuanto a las prácticas eugenésicas, claramente el
espíritu del proyecto –con seguridad sus autores se referirán a él-
nunca apuntó ni a clonaciones -de hecho están prohibidas de manera
expresa- ni a prácticas eugenésicas que no tuvieran que ver en forma
directa con una terapia génica debidamente aceptada y autorizada por
la ciencia y por las normas bioéticas.
Por consiguiente, creo que las precisiones hechas son de
suma importancia e interpretan plenamente la inquietud que en su
momento señalé al Senador señor Viera-Gallo en cuanto a la formación
de una Comisión Mixta.
Sin embargo, reitero que no se trata de puntos
reglamentarios más o de puntos reglamentarios menos, o de frases
que pueden resultar contradictorias, sino de ir más a la sustancia y a la
esencia de una definición tan categórica como ésta, con un agregado.
Cuando se dice “Sólo se podrán modificar características genéticas
humanas que incidan en la herencia en los casos y en la forma
previstos por la ley”, pareciera que lo establecido en cuanto a “la forma
prevista por la ley” fuera insuficiente y que, a lo mejor, habría que ser
más preciso o más amplio, de manera que, de la discusión
reglamentaria que ahora se presenta surjan precisiones o, al menos,
criterios para que después la autoridad sanitaria o aquellos a quienes
corresponda tengan claridad sobre qué se autoriza específicamente.
Dejarlo tan abierto y a la vez tan indefinido es peligroso, por la
interpretación que le pueden dar terceros, sobre todo porque el espíritu
de quienes presentaron la moción nada tiene que ver con incorporar
alteraciones a la especie humana. Muy por el contrario, el proyecto
apunta, por un lado, a impedir transgresiones al orden bioético, y por
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DISCUSIÓN EN SALA

otro, a permitir que hoy los avances de la ciencia se usen con criterios
bioéticos razonables.
No olvidemos que esta preocupación surge después de que
se reconoce el mapa del genoma humano y de los adelantos que él
conlleva. Por lo demás, de ahí surge este proyecto.
Hay mucha información e investigación científica
disponibles, pero también muchos riesgos como consecuencia de ello.
Por consiguiente, comparto el criterio del Senado. Y ojalá
sea interpretado de la misma forma por la Cámara de Diputados, para
no cometer ningún error en la materia.
He dicho.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Ruiz-
Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, la Comisión de Salud rechazó el
artículo que estamos discutiendo, primero, por las razones que
manifestó el Senador señor Viera-Gallo. En el fondo, la norma
propuesta por la Cámara de Diputados no deja clara la diferencia entre
terapia génica y práctica eugenésica. Entonces, es absolutamente
necesario precisarla, y por eso proponemos rechazar el artículo.
En segundo lugar -es verdad lo dicho por el Senador señor
Bombal-, el proyecto que presentamos nunca tuvo otra intención que la
de evitar que adelantos científicos no regulados, crecientes e
inevitables -la terapia génica ya está funcionando y va a llegar a
niveles tremendamente importantes- lesionen la esencia del ser
humano o -como se planteó- den lugar a una mixtura o a una rara
especie entre ser humano y animal, ya esbozada en viejas leyendas, lo
cual, aunque a uno le produzca mucho horror, es factible.
Por consiguiente, nos parece que ir a la formación de una
Comisión Mixta para conciliar ambos elementos es una buena fórmula.
Sólo deseo hacer una prevención sobre aquello respecto
de lo cual nos estamos pronunciando.
Este tema es quizás uno de los más resbaladizos y difíciles
de precisar. Probablemente, en dos, tres, cinco o diez años más lo que
hoy escribamos estará obsoleto. Sin embargo, es necesario legislar al
respecto, porque no tenemos ninguna manera de precisar, orientar,
regular, controlar lo que pueda hacer una persona antes de llegar a un
grado de locura como el que señalamos.
Entonces, se trata de elaborar una ley lo suficientemente
precisa y amplia, desde el punto de vista de la reglamentación y de la
forma de hacer otras leyes para interpretar ésta, como para evitar que
en cuatro o cinco años más quienes estén en el Senado deban
modificar cosas sueltas.
Por eso, soy partidario de pedir a la Sala que apruebe las
modificaciones que plantea la Comisión de Salud, porque nos ayudan a
mejorar el proyecto.
He dicho.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Muy bien. El debate es claro, y la Mesa


entiende que todos los señores Senadores que han participado
consideran que las prácticas eugenésicas no deberían ser permitidas,
sin ninguna excepción, pero que habría que hacer una distinción con
respecto a las terapias génicas.
Si le parece a la Sala, se rechazará la modificación que
propone la Cámara Baja, para que la Comisión Mixta busque una
fórmula que salve los dos principios que aquí parecen reunir una muy
amplia mayoría.
--Se rechaza el artículo 3º propuesto por la Cámara
de Diputados.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el señor Secretario.
El señor HOFFMANN (Secretario).- Respecto del artículo 6º, la Comisión
propone, por unanimidad, aprobar las enmiendas efectuadas por la
Cámara de Diputados.
Cabe hacer presente que el Honorable señor Parra pidió
discusión separada de esta norma.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- En discusión el artículo 6º.
El señor PARRA.- Pido la palabra.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- La tiene, Su Señoría.
El señor PARRA.- Señor Presidente, sé que el planteamiento que voy a
formular , y en virtud del cual rechazaré el artículo 6º con el propósito
de que vaya a Comisión Mixta, es extraordinariamente delicado y
requiere un debate mucho más amplio que el que puede generarse en
este minuto, debate que, por lo demás hoy recorre el mundo entero,
como lo voy a probar a través de algunas referencias que haré en esta
intervención.
El artículo 6º del proyecto en análisis fue introducido por la
Cámara Baja con un texto totalmente nuevo. En concreto, incorporó el
tema de la obtención de células troncales , mediante la destrucción de
embriones, para facilitar la investigación científica y el desarrollo de
terapias específicamente referidas a enfermedades degenerativas que
en la actualidad son de extraordinaria recurrencia y gravedad.
Eso fue lo que llevó al hijo del ex Presidente
norteamericano Ronald Reagan, conservador, a presentarse ante la
convención demócrata que proclamó a John Kerry como candidato en la
última elección presidencial de Estados Unidos, para alegar, justamente
tras la experiencia dolorosa que había vivido con la enfermedad de su
padre, la necesidad de que se abrieran las puertas a aquella forma de
investigación.
En el campo de la investigación científica, una norma
absolutamente prohibitiva es siempre de dudosa eficacia.
En una de las últimas reuniones de la Academia Chilena de
Ciencias Sociales, Políticas y Morales, al intervenir sobre la materia
contenida en el proyecto en análisis, el académico Gonzalo Figueroa
hizo referencia a una situación tensa que se había producido en un
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DISCUSIÓN EN SALA

seminario reciente relativo a bioética, oportunidad en la cual el profesor


Tito Ureta, destacado investigador, interrumpió a un connotado jurista
que estaba exponiendo una visión del tema desde la perspectiva ética,
filosófica y jurídica y defendiendo normas de carácter prohibitivo, como
la que se contempla en el artículo 6º. El señor Ureta le dijo: “Hoy
podemos clonar un ser humano […] y lo vamos a hacer de todas
maneras. Si lo prohíben en Estados Unidos, lo haremos en México, y si
lo prohíben en México, nos trasladaremos a Burundi. Porque ustedes
los moralistas, eticistas y juristas, no tienen sanciones posibles para
impedir el avance de la ciencia. ¿Qué van a hacer con el primer
humano clonado? ¿Lo van a fusilar? ¿Lo van a mandar a la luna? ¿Le
van a quitar la nacionalidad? ¿No se dan cuenta que ese primer
humano clonado se convertirá en el individuo más popular del planeta,
y que un enjambre de periodistas va a viajar desde los rincones más
remotos para fotografiarlo y entrevistarlo?”.
Yo dudo de la eficacia de este tipo de disposiciones tan
severamente prohibitivas.
Señor Presidente, en el caso específico que estamos
analizando, la Academia de Ciencias de los Estados Unidos se ha
referido en forma reciente al tema, en un intento para que cambien las
políticas que se vienen aplicando en ese país por iniciativa del
Presidente Bush y que son también marcadamente prohibitivas. Y dicha
Academia ha alertado respecto del uso de las llamadas “quimeras”
como sustitución, justamente, de las células que se pueden obtener de
embriones. Y bien saben Sus Señorías lo que esas quimeras son. Ya no
se trata de la creación del superhombre, como señalaba el Senador
señor Martínez, sino de entes totalmente distintos, con componente
humano, que hasta aquí formaban parte de la mitología, pero que no
constituyen, por fortuna, una realidad de nuestras vidas.
Pues bien, presionados por esas normas prohibitivas, los
investigadores en estos países han estado desarrollando este tipo
nuevo de células, acerca de cuyos peligros la Academia de Ciencias
norteamericana se ve en la obligación de alertar. Disposiciones
prohibitivas como la que estamos analizando existen hoy en Italia. Y
hemos leído en la prensa de estos días que un vasto movimiento
ciudadano ha pedido la derogación de ellas. El Tribunal Constitucional
de ese país…
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Ha concluido su tiempo, señor Senador.
El señor PARRA.- Solicito dos minutos adicionales.
El señor CHADWICK.- Sí.
El señor PROKURICA.- Que ocupe todo el tiempo necesario.
La señora MATTHEI.- Que pueda terminar.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Con el acuerdo de la Sala, Su Señoría
dispone de tres minutos más.
El señor PARRA.- Gracias, señor Presidente.
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DISCUSIÓN EN SALA

Decía que el Tribunal Constitucional italiano acogió la


petición, y la supresión de una norma exactamente del tenor de la que
estamos discutiendo, que rechazaré, será sometida a un referéndum en
ese país. Y, por primera vez, el Papa Benedicto XVI ha salido a la arena
política a tratar de influir en el voto del electorado católico, para que se
pronuncie en contra de la posible derogación de este tipo de
disposiciones.
Lo cierto es que la investigación en comento se viene
realizando en muchos países. Y acerca de la materia hay extenso
derecho comparado, originado principalmente en un hecho objetivo: el
desarrollo de las técnicas de fertilización asistida ha llevado a la
existencia de múltiples embriones, llamados “sobrantes”, que en
muchas partes se han debido eliminar. En Inglaterra se originó un
debate extraordinariamente fuerte sobre este particular, y la
eliminación requirió la intervención y el pronunciamiento de los más
altos tribunales de ese país hace sólo un par de años.
Lamento, señor Presidente, que no se pueda en este
momento profundizar sobre el tema, pero votando por su rechazo
quiero salvar por lo menos las reservas que me ocasiona el artículo 6º
propuesto por la Cámara Baja.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Andrés Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, el espíritu de este
proyecto no está en la línea de lo que nos manifestaba el señor
Senador que me antecedió en el uso de la palabra. Precisamente, la
iniciativa tiene por objetivo evitar que la intervención sobre el genoma
lleve a situaciones que muchas veces ni siquiera están definidas por la
ciencia. Y el hecho de que el día de mañana se vaya a clonar a un ser
humano que sea muy popular, estimo, no debe ser un argumento –me
refiero al entregado por el señor Ureta– que me motive a abrir este
espacio de investigación en la forma como se ha señalado.
Nuestra Comisión aprobó por unanimidad la propuesta de
la Cámara de Diputados, por ser su redacción mucho más precisa que
la despachada por el Senado.
Por una parte, la norma permite el cultivo de tejidos y
órganos para fines de diagnóstico terapéutico e investigación científica,
que es lo que se debe hacer y se está realizando hoy en el mundo a
objeto de mejorar la calidad de vida, e incluso, de intervenir en algún
tipo de enfermedad genética.
Por otro lado, lo que propone la Cámara de Diputados en
la segunda parte de la disposición es absolutamente necesario, pues
impede la destrucción de embriones humanos. Y ahí es donde está la
gran discusión.
En lo personal, soy claro en cuanto a que no deben
intervenirse embriones humanos destruyéndolos. Pero se trata de un
tema que, por supuesto, quizá con el tiempo haya que discutir o no, de
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 425 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

acuerdo con lo que eso signifique desde el punto de vista de si hay o no


vida humana en riesgo. Ésa es la gran discusión que hoy existe en el
mundo. Entretanto, no podemos abrir ningún espacio para pretender
siquiera destruir embriones humanos.
El propósito del proyecto -soy uno de sus autores- era
evitar esa práctica, que se estaba dando o se pretendía dar en otros
países, con plebiscito o sin él. Ésa es otra cuestión.
En mi opinión, el texto de la Cámara de Diputados recoge
mejor el sentido que se consideró al proponer y aprobar la iniciativa.
De ahí que la Comisión de Salud del Senado, por unanimidad,
recomiende optar por él, atendido el hecho de que precisa mucho más
el objetivo que tuvimos en vista los Parlamentarios que presentamos la
moción.
Por esa razón, me voy a inclinar por la norma despachada
por la otra rama del Congreso, sin perjuicio de discutir el tema con
mayor profundidad -es perfectamente legítimo hacerlo- en el próximo
tiempo.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Martínez.
El señor MARTÍNEZ.- Señor Presidente, como aquí el problema ha sido el
cuestionar que se prohíba algo, quiero preguntar al Senador señor
Parra si la prohibición de la esclavitud puede ser cuestionada y si
resulta válido que, a través de un plebiscito que elimine dicha
prohibición, los seres humanos sean esclavizados.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Viera-Gallo.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, como bien indicó el Senador señor
Parra, existe un debate mundial acerca de si es posible o no usar
embriones humanos de los cuales se obtengan células troncales que
permitan sanar ciertas enfermedades.
Obviamente, se trata de un problema de carácter bioético
muy complejo. Por eso el proyecto crea la Comisión Nacional de
Bioética, de manera que haya una instancia donde se puedan plantear
las posiciones de las distintas escuelas doctrinarias, filosóficas,
religiosas y científicas, y donde se puedan debatir los enormes desafíos
que constantemente van surgiendo.
Sobre el punto específico en discusión, el único Parlamento
que conozco que ha permitido el uso de embriones es el inglés, a
instancias del Partido Laborista. En los otros países, por lo que sé -
porque la situación puede haber variado en el último período-, existe la
misma prohibición contenida en el proyecto.
La razón de ella, tal como expresó el Senador señor
Andrés Zaldívar, es establecer alguna precaución en el tema de los
embriones. Pero el Honorable señor Parra tiene toda la razón en cuanto
a que hoy, tanto en Chile como en el resto mundo, los embriones que
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DISCUSIÓN EN SALA

sobran después de una fertilización asistida son destruidos. Y eso no es


considerado un problema.
Por lo tanto, debemos reconocer que estamos en un
terreno donde existe cierta incertidumbre moral y jurídica.
Recuerdo que cuando aquí se trató de legislar sobre
fertilización asistida -a ella se refiere el referéndum en Italia- no nos
pudimos poner de acuerdo ni a la segunda reunión. O sea, fracasó. En
el caso del país europeo recién citado, el debate surgió a raíz de una
ley de fertilización asistida bastante restrictiva. Por ejemplo, impide a
una mujer soltera comprar semen para concebir un hijo, cosa que en
Chile hoy es perfectamente posible. En Italia sólo se permite que una
mujer sea fertilizada por su marido, pero no por un tercero.
Bueno, son temas muy nuevos.
En el asunto que nos ocupa, se trata de una discusión en
curso. En Inglaterra tomó una dirección; en el resto del mundo, otra.
Pero esto puede cambiar. Yo no estoy señalando que la razón la tienen
unos u otros, porque es una materia en proceso de evolución.
Lo que a mí me preocupa es que desde hace 10 a 15 años
se ha producido cierta radicalización de las posiciones en el ámbito de
la teología católica. No digo que antes ellas no existieran; pero quien
lea las encíclicas se dará cuenta de que, a medida que pasa el tiempo,
la posición oficial de la Iglesia se vuelve más rígida, más intransigente -
o más fuerte, como apunta el Senador señor Martínez-, no
necesariamente en función de la verdad, sino de lo que la ciencia va
tratando de descubrir.
Ahora, quiero rectificar al Honorable señor Parra que no es
la primera vez que un Papa interviene en un plebiscito en Italia. Eso ha
ocurrido en numerosas ocasiones y en varias se ha perdido. Puede que
sea la primera vez que interviene este Papa -claro, porque acaba de ser
elegido-, pero otros lo hicieron en múltiples oportunidades y muchas
veces perdieron, como sucedió con Juan Pablo II -lo recuerdo muy
bien- con el caso del aborto...
El señor MORENO.- Del divorcio.
El señor VIERA-GALLO.- Perdón: del divorcio.
Para confundir más las cosas -en diversos momentos lo
comentamos con el Senador señor Ruiz-Esquide-, según Santo Tomás,
la vida humana empieza al tercer mes, cuando el feto adquiere forma
humana. Quizás Santo Tomás era más sabio. ¿Cómo saber si tenía
mejor intuición? ¿O podemos afirmar que estaba equivocado?
Son cuestiones muy de fondo.
Pues bien, en la incertidumbre, se prefirió mantener la
prohibición. Porque, como señalé, sólo el Partido Laborista inglés ha
dado el paso.
Por ahora, la Comisión fue más conservadora. El Senador
señor Parra quiere ir en la línea del Partido Laborista. Creo que Su
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DISCUSIÓN EN SALA

Señoría, con toda legitimidad, puede sostener su posición con muchos


argumentos; pero la que adoptó la Comisión fue otra.
El señor PARRA.- ¿Me permite una interrupción?
El señor VIERA-GALLO.- Con gusto.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Con la venia de la Mesa, tiene la palabra
el Honorable señor Parra.
El señor PARRA.- Desde luego, señor Presidente, me siento muy cercano al
Partido Laborista. Por eso somos miembros de la Internacional
Socialista, al igual que el Senador señor Viera-Gallo.
Ahora, debo hacer presente que Inglaterra no es el único
país que ha mantenido una actitud más abierta. En un estado de
situación de la legislación comparada al 1º de septiembre de 2004,
Suecia y el Reino Unido aparecen en la misma línea, al igual que
Finlandia, Grecia y Países Bajos. A esa fecha, Bélgica, Dinamarca y
Francia también estudiaban incorporar normas más amplias a sus
ordenamientos jurídicos. En cambio, España, Irlanda y Austria habían
asumido criterios como el nuestro. Caso especialísimo era el de
Alemania, que lo prohibía internamente, pero permitía la importación
de células madres desde otros países.
Gracias.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Evitemos los comentarios peyorativos
respecto de las naciones hermanas.
Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.
Quedan cuatro Senadores inscritos para intervenir y restan
dos minutos para el término de la sesión. Por tal motivo, propongo
prorrogar la hora hasta el despacho de la norma en debate.
Otra alternativa es iniciar la votación ahora mismo y
permitir que los oradores que restan fundamenten su voto. Da
exactamente igual desde el punto de vista del tiempo.
El señor PROKURICA.- Abra la votación, señor Presidente.
El señor CHADWICK.- O dejémosla para otra oportunidad.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- En consecuencia, pongo en votación...
El señor COLOMA.- Señor Presidente, usted me dio la palabra.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Su Señoría podrá fundamentar el voto
por cinco minutos.
La votación será nominal.
El señor PROKURICA.- Abra la votación, señor Presidente.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Si el señor Senador me escucha bien, la
votación respecto del artículo 6º se encuentra abierta.
Para que exista claridad, la Comisión propone aprobar la
disposición despachada por la Cámara de Diputados. Por tanto, quienes
estén de acuerdo con ella deben votar "sí", y aquellos que apoyen el
texto del Senado, "no".
El señor HOFFMANN (Secretario).- Hago presente que se vota el artículo 6º,
que ha pasado a ser 2º en el texto propuesto por la Comisión.
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DISCUSIÓN EN SALA

El señor BOMBAL.- Entonces, votar "sí" significa aprobar la norma de la


Cámara.
El señor COLOMA.- ¿No es al revés?
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- A ver.
Aclaro, por segunda vez, que votar "sí" implica aprobar el
texto de la Cámara de Diputados, que es lo que propone la Comisión.
En votación nominal.
--(Durante el fundamento de voto).
El señor SILVA.- Señor Presidente, aunque no puedo votar por estar pareado,
deseo hacer presente que solidarizo en plenitud con el criterio
sustentado por mi Honorable colega señor Parra. Y cabe recordar que
ese punto de vista no ha sido tan restringido, como Su Señoría lo
expuso en la relación efectuada con motivo de la intervención que le
permitió la gentileza del Senador señor Viera-Gallo. La verdad es que la
posición a nivel mundial, desde el punto de vista científico, es unánime
hoy en día en el sentido de que no es admisible, por la vía
fundamentalista o rigorista, ir restringiendo gradualmente las
proyecciones a donde la ciencia puede llegar.
Me tocó asistir a un congreso internacional sobre el tema
del embrión humano en 1965 ó 1966, en Valencia. A ello obedeció que
planteara por primera vez tal cuestión en Chile, en el plano académico,
en una fecha más o menos cercana, con relativa posterioridad.
Pero, ¿qué se dijo en ese evento? Que, si seguían
prevaleciendo criterios tan rigoristas y fundamentalistas -que en
definitiva iban a terminar por negar o hacer ilusoria la posibilidad del
avance de la ciencia-, se recelaba, con fundamento, que la mayor parte
de los eminentes científicos que actuaban en ese ámbito iban a
terminar en prisión.
En verdad, señor Presidente, temo que ése será el criterio
al cual ineluctablemente llegaremos si seguimos con criterios de un
rigorismo que, en último término, hace imposible el avance de la
ciencia, en el campo que nos ocupa o en otros.
El señor VALDÉS.- Señor Presidente, sé que el asunto resulta extremadamente
complicado. Me parece que es objeto de la discusión mundial. Interesa
mucho saber cuál es la opinión de los científicos.
Nunca he mantenido una posición conservadora sobre
aspectos que tocan una cuestión ética del ser humano; pero creo que
nos encontramos con una situación que, a mi juicio, debe resolverse en
términos de valores. No participo de aquellos valores que se están
proclamando en estos días, de condenación.
Pero, con referencia a lo que acabo de oír de un
distinguido colega y maestro, no tengo miedo, como persona, de decir
que ciertos avances científicos no me parecen convenientes para el
país.
Creo que la ciencia merece toda la consideración; no
obstante, la humanidad no se encuentra guiada por aquélla, sino por
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DISCUSIÓN EN SALA

ciertos valores inherentes a la naturaleza humana: respeto a los


individuos. Y, aunque estimo que los científicos pueden explorar,
pienso que los Senadores, como vigilantes de la sociedad chilena,
tenemos razones para advertirles: “¡Sólo hasta aquí! ¡Más allá, no!”.
Después se podría –por otros- realizar un cambio.
A mi juicio, la fórmula consignada aquí permite el trabajo
científico; pero, como chileno, yo no dejaría jamás que la ciencia, en su
investigación, traspasara cualquier límite. Aunque respeto a los
científicos, creo que no son ellos los que deben conformar la
orientación de la sociedad.
Por ello, voto a favor de la norma de la Cámara de
Diputados.
El señor VIERA-GALLO.- En forma muy sucinta, señor Presidente, pienso que la
esperanza radica en que las células troncales se puedan obtener de
partes que no sean embriones. El avance de la ciencia va en esa
dirección. Me parece que en ninguna parte del mundo habría oposición
a que se pudieran conseguir de la espina dorsal –a mi juicio, se tiende
a ese objetivo- o del cordón umbilical. Pero el tema del embrión es lo
delicado.
En consecuencia, reiterando el pronunciamiento que tuve
en la Comisión, voto afirmativamente; pero espero que la ciencia
progrese en otra dirección, para evitar dificultades.
El señor ZALDÍVAR (don Andrés).- Señor Presidente, deseo dejar constancia de
mi posición en la misma línea del Senador señor Viera-Gallo. Juzgo que
las células troncales se pueden sacar de partes que no sean embriones.
Y el punto que se plantea -creo que lo precisa la Cámara
de Diputados- es evitar la destrucción de embriones humanos. Porque
no se ha formulado una definición. Por eso mismo, en unos países
existen conceptos en cierto sentido, y en otros, en uno distinto. No
existe claridad al respecto.
No soy partidario de posiciones conservadoras ni
fundamentalistas, pero es muy importante precisar que dicha
destrucción no es posible mientras no se aclare si ésa es vida o no. Y
ello, en cuanto al aspecto científico, no se encuentra vulnerado en el
artículo 6º, porque su primera parte permite el cultivo de tejidos y
órganos para fines de diagnóstico terapéutico o investigación científica.
O sea, perfectamente puede irse por ese camino en el avance de la
ciencia.
Por tales motivos, voto a favor de la enmienda de la
Cámara de Diputados.
El señor BOENINGER.- Señor Presidente, en la Comisión concurrí a la
unanimidad con que ella se pronunció. Sin embargo, me parece que la
tendencia en la investigación mundial va en la dirección expresada por
el Honorable señor Parra.
Por otra parte, en términos axiológicos, estimo que el
punto reside, no tanto en valores, sino en el cuestionamiento de
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DISCUSIÓN EN SALA

determinadas visiones -llamémoslas “dogmas”, “creencias” o lo que


sea- acerca de cuándo comienza la vida. Y un apreciable porcentaje del
mundo científico piensa de manera diferente.
Considero que una sociedad no puede contradecir
directamente lo que constituye una expresión cultural, la que, en el
caso chileno, apunta nítidamente a que no se destruyan embriones,
porque una fracción muy importante de la comunidad –sin duda,
mayoritaria- juzga que eso es aniquilar vida. Es algo que -como una
alusión registrada acá hace algún tiempo- no comparto.
Entonces, teniendo presentes todos esos factores, y
también entendiendo lo que expresaban los Senadores señores Viera-
Gallo y Andrés Zaldívar en el sentido de que es posible pensar que la
investigación trate de obtener células troncales de forma distinta,
simplemente me abstengo, porque me parece que el asunto puede
dirimirse de una u otra manera y que para el cambio de la norma se
requiere un grado de aceptación cultural que todavía no existe.
El señor COLOMA.- Señor Presidente, en los últimos meses me han
sorprendido los debates en el Senado a propósito de la prohibición de
ciertas acciones humanas. Considero que cuando un conjunto de
compatriotas le entrega a otro, más reducido, la facultad de accionar,
ella parece más razonable; la de permitir, también. Pero lo de prohibir
es algo que, como legislador y ser humano, uno tiene derecho a
reflexionar.
Hace pocos días, a propósito de una iniciativa relacionada
con el cigarrillo, apasionados Parlamentarios señalaban lo importante
que era limitar y prohibir una acción humana como la de fumar. Algo
similar ocurrió hace algunos meses con la droga, y sólo semanas atrás,
con las armas, como también respecto de la limitación de libertades a
determinadas condiciones, no hace muchos meses.
En todos esos casos había una reflexión común: era
importante impedir el cigarrillo, limitar la droga, frenar las armas y
terminar con ciertas libertades, porque el ser humano estaba de por
medio, porque era una necesidad de bien común y porque había que
darle un sentido humano a la sociedad.
Esos fueron los argumentos planteados en el Senado para
prohibir cuestiones importantes como el cigarrillo, la droga, las armas o
las libertades.
Sin embargo, señor Presidente, siento que estamos en una
dimensión del todo distinta. Es aquí donde se justifica efectivamente
tener capacidad de preservar al ser humano. Es aquí donde se explica,
en su más absoluta dimensión, el hecho de definir qué tipo de seres
queremos respetar.
Por eso, tengo una discrepancia absoluta con respecto al
planteamiento del Senador señor Parra, que es muy legítimo. Porque,
precisamente, lo que justifica prohibir es la mantención del ser
humano. Y si vamos a permitir la manipulación de embriones o –para
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DISCUSIÓN EN SALA

decirlo de otra forma- no la vamos a impedir, o vamos a señalar que el


cultivo de tejidos y órganos procederá con cualquier finalidad y no sólo
con propósitos de diagnóstico, terapéutico o de investigación,
estaremos cambiando la naturaleza del ser humano.
Esta materia se ha planteado internacionalmente; pero es
necesario ver las dos caras de la moneda, ya que han hablado los
científicos y también los intelectuales.
Deseo dar a conocer algunos párrafos que leí en el diario
“El Mercurio” del sábado pasado, de una intelectual con la que uno no
siempre está de acuerdo, la señora Oriana Fallaci, quien se colocó en
Italia a la cabeza para impedir el referéndum destinado a liberalizar la
fecundación asistida, porque dice que está inspirado por “los mecenas
de Frankenstein” y “fabricantes de hombres de laboratorio”.
Ella escribió: “No, no me gusta este referéndum en que los
mecenas de Frankenstein votarán sólo por razones políticas o miopía
moral (…) y no se interrogan sobre lo que puede haber detrás de una
ofensiva a favor de la libertad ilimitada de la investigación científica”.
Se pronuncia contra lo que define como “un propósito
inaceptable y aterrador: el proyecto de crear el hombre en laboratorio
y transformarlo en un producto vendible, como un bistec o una
bomba”.
Critica la clonación, así como “los embriones humanos que
duermen en los congeladores de los bancos” para ser tratados como
“reses y corderos y extraerles tejidos y órganos para venderlos como
piezas de recambio de un automóvil”.
En relación con los investigadores, señala: “Casi siempre a
los investigadores les importa un pito el género humano. Sólo los
mueve el demonio de la curiosidad combinado con la ambición personal
y el interés monetario”. “Quieren reemplazar a la naturaleza, manipular
la naturaleza, cambiar y hasta desfigurar las raíces de la vida,
deshumanizarla masacrando las criaturas más indefensas”.
Y concluye diciendo que esos experimentos -me refiero a
los del caso italiano- “son comparables a los realizados durante el
nazismo y a “la obscena eugenesia de Hitler, que soñaba con crear una
sociedad formada por rubios de ojos azules”.
Pero, ¿qué ocurre, señor Presidente? Veamos las cosas en
su justa dimensión. No me cabe duda de que ninguno de los que me
antecedieron en el uso de la palabra lo pretende así; pero todos
podemos llegar a eso.
El sentido de la prohibición…
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Ha terminado su tiempo, señor Senador.
El señor COLOMA.- Concluyo en un minuto, señor Presidente.
El sentido de la prohibición dentro de una sociedad es
precisamente tratar de frenar determinados hitos para darle un sentido
constructivo y respetuoso a la naturaleza del ser humano. Entonces,
aquí no estamos ante un tema menor.
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DISCUSIÓN EN SALA

A mi juicio, el hecho de que en el Senado se rechazara un


artículo que busca, simplemente, establecer que el cultivo de los
tejidos y órganos sólo procederá con fines de diagnóstico, terapéutico y
de investigación científica y que en ningún caso podrán destruirse
embriones humanos para obtener las células troncales que den origen
a dichos tejidos y órganos, significaría estar exactamente en la vereda
contraria, en la vereda que, más que humanizar, deshumaniza, más
que proteger, aterra, con lo cual terminaríamos concretando el sueño
de crear la sociedad de los niños con ojos azules.
Como no estoy de acuerdo con eso, voto a favor.
El señor CORDERO.- Señor Presidente, seré brevísimo.
He escuchado posiciones muy extremas con respecto a lo
que estamos tratando; ¡demasiado extremas!
Pero deseo recordar a Sus Señorías que, en su
oportunidad, la vacuna fue prohibida -¡la vacuna!-; sin embargo, hoy
está disponible en el primer piso para los señores Senadores.
Voto que no.
El señor MORENO.- Señor Presidente, quiero dejar constancia de mi opinión.
Hemos debatido largamente esta materia. Si mal no
recuerdo, fue uno de los primeros proyectos que tratamos en la Sala
cuando, después de incorporarnos en 1998, algunos Senadores
tuvimos la oportunidad de intervenir. Por lo tanto, no es un elemento
nuevo.
El punto en discusión es hasta qué límites la sociedad
puede permitir a sus científicos avanzar en la búsqueda de
determinadas soluciones. Y la búsqueda que se está generando en esta
materia es la relacionada, aparentemente, con mitigar enfermedades,
prolongar la vida y generar ciertos beneficios para el ser humano. Y ahí
es donde se debe fijar un límite.
Al igual que otros Honorables colegas -respetando
profundamente a quienes han hecho uso de la palabra-, me parece que
lo primero que se debe resguardar es la dignidad de la vida en los
términos en que uno la conoce. Pero aquí hay elementos que
desconocemos.
Probablemente, en su momento los científicos van a
proponer que las llamadas “células troncales” se obtengan para
mejorar la salud de quien las donó. Porque sería la fórmula más
elegante de decir: “Mire, las cosas van por este camino”. Pero de allí a
que el día de mañana se puedan crear seres humanos para luego
eliminarlos con el objeto de atacar una enfermedad de otro ser humano
que está en condiciones de pagar el tratamiento hay una distancia que
constituye una aberración enorme.
No quiero hacer una comparación odiosa, pero, sin duda,
en épocas no lejanas, en el siglo pasado, bajo regímenes por completo
totalitarios, algunas personas incursionaron científicamente en materias
en las que estaba presente tal vez el mismo elemento sobre el cual hoy
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 433 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

día estamos discutiendo. Y ello fue rechazado por la humanidad debido


a la aberración que significaba, a la deformación que implicaba desde el
punto de vista de la existencia de los individuos en nuestra sociedad.
Señor Presidente, estimo que el texto de la Cámara de
Diputados resguarda en gran medida lo que podría causar ese temor.
Por lo tanto, apoyaré lo despachado por la otra rama legislativa,
señalando que, al igual que otras personas, en muchas etapas de mi
vida me he desenvuelto en torno de la comunidad científica. Pero sé
que ésta, en ciertos momentos, también debe poner sus propios
límites. De otra manera, terminaría atentando con la existencia de su
investigación.
Voto a favor del texto de la Cámara.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Antes de continuar con la votación,
solicito el acuerdo de la Sala a los efectos de designar a los miembros
de la Comisión de Salud para que integren la Comisión Mixta
respectiva.
--Así se acuerda.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Prosigue la votación.
El señor NÚÑEZ.- Señor Presidente, tengo una visión optimista del progreso,
del desarrollo humano. Estoy absolutamente convencido de que, desde
que la historia fue capaz de ser comprendida por el hombre, no existe
ningún elemento que indique que el ser humano no sabe con exactitud
cuál es su destino.
A diferencia del colega que me antecedió en el uso de la
palabra, yo no le creo a la Falacci. Le creo más bien a Einstein; le creo
más bien a Oppenheimer; le creo más bien a científicos como Barnard.
Einstein fue el primero que entendió que la fusión del
átomo podía ocasionar graves destrozos y daños al ser humano. Él
mismo fue capaz de advertir a todos lo que ello significaba
exactamente. Y hoy, a 50 años de conocerse cómo se manipula el
átomo, estamos a punto de generar condiciones para que la fusión
nuclear sirva, no para destruir al hombre, sino para traerle más
bienestar.
Oppenheimer, cuando creó la primera bomba atómica, la
Bomba A, también escribió artículos muy importantes y conceptuales
acerca de cómo se podía juntar ciencia con moral, ciencia con ética. Y
estoy convencido de que, mientras mantengamos esa visión, de que es
perfectamente posible seguir progresando en materia científica, en
innovaciones que traigan mayor felicidad a la humanidad, nunca vamos
a acabar con esa dimensión ética y moral del ser humano, que impide
justamente que determinados tipos de descubrimientos sirvan para su
destrucción.
No me cabe duda alguna que, si el ser humano que nacerá
en los próximos quince o veinte años va a vivir -como se ha dicho- 120
años a lo menos, ello va a ser producto, entre otras cosas, no de la
manipulación, sino del uso científico y moralmente concebido de ciertas
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 434 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

terapias que terminarán con enfermedades que hoy asuelan a países, a


regiones, a continentes enteros, incluyendo al del Presidente de
Sudáfrica, quien nos acaba de visitar.
En consecuencia, pienso que, si uno tiene una visión
optimista del progreso, de la transformación de la sociedad y del
mundo, no verá ninguno de los horrores que puedan haber cometido
los Mengeles, que hoy no existen, u otros que trataron de manipular la
ciencia en función de ideologías, no de valores.
Y ésa es la gran diferencia que todos tenemos. En un
régimen democrático, donde priman valores, sentidos éticos
superiores, no hay que temer al avance de la ciencia.
Por eso, voto en contra.
El señor HOFFMANN (Secretario).- ¿Algún señor Senador no ha emitido su
voto?
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- El Honorable señor Cantero.
El señor CANTERO.- Señor Presidente, en múltiples etapas de la historia se ha
intentado limitar el despliegue, el avance de la ciencia, con los más
diversos argumentos. Y, permanentemente, a lo largo de la existencia
de la Humanidad se ha demostrado que la elevación de los valores
éticos se impone por sobre cualquier situación nociva a tales virtudes.
En consecuencia, creo en la nobleza de espíritu del ser
humano.
Y porque me parece que siempre el avance científico será
positivo para dignificar aún más la calidad de vida del individuo, voto
en contra de la enmienda despachada por la Cámara Baja.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Terminada la votación.
--Se aprueba el artículo 6º, que pasa a ser 2º,
propuesto por la Cámara de Diputados (28 votos a favor, 6 en
contra, 2 abstenciones y un pareo), y el proyecto queda
despachado en este trámite.
Votaron por la afirmativa los señores Aburto, Arancibia,
Bombal, Cariola, Coloma, Chadwick, Fernández, Frei (doña Carmen),
García, Horvath, Larraín, Martínez, Moreno, Naranjo, Novoa, Orpis,
Prokurica, Ríos, Romero, Ruiz-Esquide, Sabag, Stange, Valdés, Vega,
Viera-Gallo, Zaldívar (don Adolfo), Zaldívar (don Andrés) y Zurita.
Votaron por la negativa los señores Ávila, Cantero,
Cordero, Gazmuri, Núñez y Parra.
Se abstuvieron los señores Boeninger y Flores.
No votó, por estar pareado, el señor Silva.
El señor GAZMURI (Vicepresidente).- Se levanta la sesión.
--Se levantó a las 13:55.
Manuel Ocaña Vergara,
Jefe de la Redacción
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 435 de 581
OFICIO RECHAZO MODIFICACIONES

3.4. Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora.


Se rechazan las modificaciones de la Cámara de Diputados. Fecha 08 de junio,
2005. Cuenta en Sesión 05, Legislatura 353. Cámara de Diputados.

A S. E. el
Presidente de la Nº 25.338
Honorable Cámara de
Diputados
Valparaíso, 8 de junio de 2005.

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el


Senado ha aprobado las modificaciones introducidas por esa Honorable Cámara
al proyecto de ley que regula la investigación científica en el ser humano, su
genoma, y prohíbe la clonación humana, correspondiente al Boletín Nº 1.993-
11, con excepción de las siguientes, que ha rechazado:

Artículo 3º

La que consiste en sustituirlo por el que se señala.

Artículo 8º

La que consiste en suprimir el precepto.

Artículo 10

La que consiste en consultar como artículo 10 el que


se indica.

Artículo 11

La que consiste en incorporar como artículo 11 el que


se señala.
Artículo 20

Las que consisten en suprimir el precepto y en


agregar un nuevo artículo del tenor que se indica.

---
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 436 de 581
OFICIO RECHAZO MODIFICACIONES

Corresponde, en consecuencia, la formación de una


Comisión Mixta que deberá proponer la forma y el modo de resolver las
divergencias suscitadas entre ambas Cámaras, conforme lo establece el
artículo 68 de la Constitución Política de la República y, por tanto, la
Corporación designó a los Honorables Senadores miembros de la Comisión de
Salud para integrarla.

Lo que comunico a Vuestra Excelencia en respuesta a


su oficio Nº 5419, de 9 de Marzo de 2.005.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

SERGIO ROMERO PIZARRO


Presidente del Senado

CARLOS HOFFMANN CONTRERAS


Secretario General del Senado
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 437 de 581
OFICIO INTEGRANTES COMISIÓN MIXTA

4. Trámite Comisión Mixta: Senado-Cámara de


Diputados.
4.1. Oficio Integrantes Comisión Mixta.
Oficio Integrantes Comisión Mixta. Fecha 15 de junio, 2005. Cuenta en Sesión
06, Legislatura 353. Senado.

A S. E. EL
PRESIDENTE
DEL Oficio Nº 5630
H. SENADO
VALPARAÍSO, 15 de junio de 2005

La Cámara de Diputados, en sesión de esta fecha, tomó


conocimiento que ese H. Senado desechó parcialmente las enmiendas
propuestas por esta Corporación, al proyecto de ley que regula la investigación
científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana, boletín
N° 1993-11.
En razón de lo anterior, esta Corporación acordó que los
Diputados que se indican a continuación, concurran a la formación de la
Comisión Mixta:
- Don Enrique Accorsi Opazo
mlp/mtc
- Don Sergio Aguiló Melo S.5ª
- Don Patricio Cornejo Vidaurrázaga
- Don Marcelo Forni Lobos
- Don Osvaldo Palma Flores

Lo que tengo a honra poner en conocimiento de V.E, en


respuesta a vuestro oficio Nº 25.338, de 8 de junio de 2005.

Dios guarde a V.E.

GABRIEL ASCENCIO MANSILLA


Presidente de la Cámara de Diputados

CARLOS LOYOLA OPAZO


Secretario General de la Cámara de Diputados
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 438 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

4.2. Informe Comisión Mixta.


Senado-Cámara de Diputados. Fecha 05 de octubre, 2005. Cuenta en Sesión
39, Legislatura 353, Senado.

INFORME DE LA COMISIÓN MIXTA, encargada de proponer la forma y


modo de resolver las discrepancias producidas entre el Senado y la Cámara de
Diputados respecto del proyecto de ley que regula la investigación científica en
el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana

BOLETÍN Nº 1.993 -11.


____________________________________

HONORABLE SENADO
HONORABLE CAMARA DE DIPUTADOS:

La Comisión Mixta constituida en conformidad con lo


dispuesto por el artículo 68 de la Constitución Política de la República, tiene el
honor de proponer la forma y modo de resolver las divergencias suscitadas
entre el Senado y la Cámara de Diputados durante la tramitación del proyecto
de ley de la referencia, originado en Moción de los Honorables Senadores
señores Mariano Ruiz-Esquide, Sergio Páez y Andrés Zaldívar, don Andrés, y de
los ex Senadores señores Nicolás Díaz y Juan Hamilton.

El Senado, en sesión del día 8 de junio del presente


año, designó como miembros de esta Comisión Mixta a los Honorables
Senadores que integran su Comisión de Salud, Honorables Senadores señora
Evelyn Matthei Fornet y señores Edgardo Boenninger Kausel, Alberto Espina
Otero, Mariano Ruiz-Esquide Jara y José Antonio Viera-Gallo Quesney.

Por su parte, la Cámara de Diputados, en sesión de


15 de junio de 2005, comunicó al Senado que designó como integrantes de la
Comisión Mixta a los Honorables Diputados señores Enrique Accorsi Opazo;
Sergio Aguiló Melo; Patricio Cornejo Vidaurrázaga; Marcelo Forni Lobos y
Osvaldo Palma Flores. Posteriormente, los Honorables Diputados señores
Sergio Aguiló Melo y Marcelo Forni Lobos fueron reemplazados por los
Honorables Diputados señores Fulvio Rossi Ciocca y Patricio Melero Abaroa,
respectivamente.

Previa citación del señor Presidente del Senado, la


Comisión Mixta se constituyó con fecha 6 de julio de 2005 y, con el voto de la
unanimidad de sus miembros presentes, Honorables Senadores señora Evelyn
Matthei Fornet y señores Edgardo Boenninger Kausel y José Antonio Viera-
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 439 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

Gallo Quesney, y Honorables Diputados señores Enrique Accorsi Opazo, Fulvio


Rossi Ciocca y Patricio Melero Abaroa, eligió como Presidente al Honorable
Senador señor José Antonio Viera-Gallo Quesney, abocándose de inmediato a
su cometido.

A la sesión en que se trató el proyecto asistió,


especialmente invitado por la Comisión, el asesor jurídico del Ministerio de
Salud, señor Sebastián Pavlovic.
----------

A continuación se efectúa una relación de las


diferencias suscitadas entre ambas corporaciones durante la tramitación de la
iniciativa, así como de los acuerdos adoptados a su respecto.

En el primer trámite constitucional, la iniciativa de ley


en informe constaba de 23 artículos permanentes. En el segundo trámite
constitucional, la Cámara de Diputados reformuló el proyecto e introdujo
numerosas modificaciones al mismo, aprobado, en definitiva, un texto de 21
artículos permanentes

El Senado, en el tercer trámite constitucional, aprobó


las modificaciones propuestas por la Honorable Cámara de Diputados, con
excepción de las que, más adelante se señala, las que rechazó:

Artículo 3º

La que consiste en sustituirlo por el que se señala.

Artículo 8º

La que consiste en suprimir el precepto.

Artículo 10

La que consiste en consultar como artículo 10 el que


se indica.

Artículo 11

La que consiste en incorporar como artículo 11 el que


se señala.

Artículo 20

Las que consisten en suprimir el precepto y en


agregar un nuevo artículo del tenor que se indica.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 440 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

----------

Artículo 3º

El Senado en primer trámite constitucional, aprobó


una norma del siguiente tenor:

Artículo 3º.- Se prohíbe toda práctica eugenésica.


Sólo se podrán modificar características genéticas humanas que incidan en la
herencia en los casos y en la forma previstos por la ley.

La Cámara de Diputados, por su parte lo reemplazó


por el siguiente

“Artículo 3°.- Prohíbese toda práctica eugenésica,


entendiéndose por tal cualquier especie de intervención sobre el genoma cuyo
propósito sea modificarlo hereditariamente.”.

El Senado, durante el tercer trámite constitucional,


rechazó la disposición propuesta por la Cámara de Diputados

En discusión, el Honorable Senador señor Viera-Gallo


señaló que resulta importante distinguir la condena y la prohibición a las
prácticas eugenésicas, de la posibilidad de que se realice terapia génica, bien
sea somática o germinal.

En este sentido, continuó, ni el texto aprobado por el


Senado ni el aprobado por la Cámara de Diputados cumplen este objetivo,
pues confunden ambos conceptos.

El Honorable Diputado señor Melero hizo presente la


definición de eugenesia del Diccionario de la Real Academia Española, que
señala que es la aplicación de las leyes biológicas de la herencia al
perfeccionamiento de la especie humana.

La Comisión tuvo presente, asimismo, las definiciones


de eugenesia y terapia génica, tanto la germinal como la somática, contenidas
en el informe ”Terapia Génica Antecedentes Generales y Experiencia
Extranjera”, elaborado por la Unidad de Apoyo al Proceso Legislativo de la
Biblioteca del Congreso Nacional.

La Comisión estuvo de acuerdo en la necesidad de


prohibir la práctica eugenésica.

El asesor jurídico del Ministerio de Salud, señor


Sebastián Pavlovic, por su parte, señaló que el Ejecutivo está de acuerdo con
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 441 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

la condena a las prácticas eugenésicas. No obstante, prosiguió, existen ciertas


prácticas que por la “lex artis” son entendidas como eugenésicas, pero que son
muy sencillas y de uso cotidiano, como por ejemplo la consejería genética. En
consecuencia, cabría excepcionarlas de esta prohibición.

El Honorable Diputado señor Melero consultó si el


concepto de consejería genética es una nomenclatura utilizada habitualmente a
nivel médico, y cual es exactamente el concepto.

El Honorable Diputado señor Accorsi, en relación a lo


anterior, señaló que efectivamente es un término que se usa comunmente en
el área de la salud, y dio un ejemplo de consejo genético. A mayor
abundamiento, prosiguió, el Código Sanitario define ”consejo genético”

La Comisión estimó pertinente consignar en el


informe las siguientes definiciones de “consejería genética”:

Definición proporcionada por el Asesor Jurídico del


Ministerio de Salud:

“Orientación proporcionada por un profesional de la


salud a los individuos con riesgo aumentado de tener descendientes con un
desorden genético específico y que incluye proveer de información y consejo
en lo referente a la probabilidad de que el descendiente tenga desorden; la
prueba de diagnóstico prenatal, y los tratamientos disponibles.”.

Definición de PS Harper “Practical Genetic Counseling”


(Arnold publishers, 5ta ed, Londres 2001):

“El consejo o asesoramiento genético es el proceso


mediante el cual un paciente o sus familiares en riesgo de tener una
enfermedad que puede ser hereditaria reciben información (o educación)
sobre la naturaleza y las consecuencias de la enfermedad, la probabilidad de
desarrollarla o transmitirla a su descendencia y las maneras en que esto
puede ser prevenido, evitado o disminuido.”.

Otra definición más práctica, del Sarah Lawrence


Collage, escuela de gran prestigio en la materia, referida a la labor de los
consejeros genéticos, es del siguiente tenor:

“Los consejeros genéticos trabajan como miembros


del equipo de salud, dando información y apoyo a las familias que tienen
miembros con anomalías congénitas o enfermedades genéticas, o que pueden
estar en riesgo de tener una enfermedad hereditaria. Identifican familias en
riesgo, interpretan para ellos la información sobre la condición, analizan los
patrones de herencia y riesgos de recurrencia, discuten los riesgos, beneficios
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 442 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

y limitaciones de los exámenes genéticos, revisan las opciones disponibles con


las familias y proveen apoyo”.

En cuanto a la terapia génica somática, se constató


que es autorizada a nivel mundial, autorización que se contiene en el proyecto
aprobado por ambas Cámaras.

El debate se suscita en cuanto a la terapia génica


germinal, que es rechazada en diversas legislaciones, por el temor a que
provoque efectos secundarios.

El asesor jurídico del Ministerio de Salud, señor


Sebastián Pavlovic, manifestó la opinión del Ejecutivo en orden a prohibir la
terapia génica en células germinales.

Este tipo de terapia génica, prosiguió, no está


actualmente recomendada a nivel mundial, y tiene graves objeciones éticas.

El Honorable Senador señor Viera Gallo solicitó una


mayor explicación en cuanto a la inconveniencia de utilizar este tipo de terapia,
por ejemplo para evitar en las familias la perpetuación de enfermedades.

El señor Pavlovic insistió que la proscripción de este


tipo de terapia génica es la tendencia en el concierto internacional. Presentó un
artículo de la Oficina Parlamentaria inglesa, que señala, entre las objeciones
éticas que presenta, los posibles efectos secundarios que se pueden producir
en generaciones futuras, y que hoy en día no son evaluables ni manejables,
como por ejemplo, malformaciones.

Al respecto, indicó que en materia de terapia en


células germinales hay un abismo de misterio que afecta la capacidad para
saber las consecuencias que puede tener para las generaciones futuras, y por
aplicación del denominado “principio de prevención”, a nivel mundial se opta
por proscribirlo, con el fin de resguardar a dichas generaciones. Lo anterior, al
menos hasta que exista mayor información.

El Honorable Diputado señor Melero señaló que, por


las mismas razones, la terapia génica germinal no se encontraba comprendida
en el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados.

El señor Presidente, propuso aprobar el siguiente


artículo 3°:

“Artículo 3º.- Prohíbese toda práctica


eugenésica, salvo la consejería genética.”.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 443 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

--Vuestra Comisión Mixta, por la unanimidad de


sus miembros presentes, Honorables Senadores señor José Antonio
Viera-Gallo Quesney (Presidente), señora Evelyn Matthei Fornet y
señor Edgardo Boenninger Kausel, y Honorables Diputados señores
Enrique Accorsi Opazo, Fulvio Rossi Ciocca y Patricio Melero Abaroa,
acogió la proposición del señor Presidente. (6x0).

Artículo 8

El Senado con ocasión del primer trámite constitucional, aprobó una norma del
siguiente tenor:

“Artículo 8º.- Sin perjuicio de las exigencias


establecidas en las demás normas de esta ley, son deberes especiales del
investigador:

1) Transmitir al sujeto, en un lenguaje comprensible


para él, toda la información que necesite para prestar un consentimiento
informado, incluida la posibilidad de negarse a participar en la investigación
antes de su inicio y durante el curso de la misma, sin incurrir en
responsabilidades o sanciones ni en pérdida de beneficios.

2) Ofrecer al sujeto amplia oportunidad de hacer


preguntas e instarlo a que las haga.

3) Excluir toda posibilidad de engaño, influencia


indebida o intimidación.

4) Recabar el consentimiento escrito del sujeto una


vez que éste tenga pleno conocimiento de los siguientes aspectos:

a) naturaleza de la investigación, procedimientos a


seguir y duración aproximada;

b) riesgos e incomodidades asociadas a la


investigación;

c) beneficios potenciales de la investigación, y

d) procedimientos o tratamientos alternativos que


podrían ser beneficiosos.

5) Renovar el consentimiento informado si las


condiciones o los procedimientos de la investigación sufren modificaciones
importantes.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 444 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

Por su parte, la Cámara de Diputados, durante el


segundo trámite constitucional, lo suprimió, y consignó como artículo 8°, el
artículo 12 del proyecto aprobado por el Senado, redactado como sigue:

“Artículo 8º.- El conocimiento del genoma humano es


patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie puede atribuirse ni
constituir propiedad sobre el mismo ni sobre parte de él. El conocimiento de la
estructura de un gen y de las secuencias totales o parciales de ADN no son
patentables.

Los procesos biotecnológicos derivados del


conocimiento del genoma humano, así como los productos obtenidos
directamente de ellos, diagnósticos o terapéuticos, son patentables según las
reglas generales.”.

El Senado, durante el tercer trámite constitucional,


rechazó la modificación de la Honorable Cámara de Diputados consistente en
suprimir el precepto aprobado en primer trámite constitucional.

En discusión, el Honorable Senador señor Viera- Gallo


explicó que el texto aprobado por el Senado es bastante mas detallado que el
aprobado por la Cámara de Diputados, en relación a la información que debe
proporcionarse al paciente para que éste autorice la investigación científica.

La Cámara de Diputados, continuó, recoge esta idea


en el artículo 10 del texto aprobado, pero de una manera más sintética.

La Honorable Senadora señora Matthei manifestó


que, en su opinión, el artículo aprobado por la Cámara de Diputados incorpora
elementos importantes a la materia.

Al respecto, el Honorable Diputado señor Melero


agregó que, efectivamente, en la Cámara de Diputados se incluyeron en esta
materia aspectos contenidos en el proyecto de ley que regula los derechos y
deberes de los pacientes, y en la legislación comparada en relación a la
donación de órganos. No es una redacción antojadiza.

El Honorable Senador señor Boenninger señaló que el


artículo 11 de la Cámara de Diputados, que recoge la idea del artículo 8 del
texto aprobado pro el Senado, tiene una hilación lógica, inciso a inciso, lo que
es más rico en contenido que la mera enumeración que no establece
prioridades. Lo anterior es sin perjuicio que el artículo 8 en discusión tiene
requisitos un tanto innecesarios.

El señor Presidente propuso suprimir el artículo 8°


aprobado por el Senado.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 445 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

--Vuestra Comisión Mixta, por la unanimidad de


sus miembros presentes, Honorables Senadores señor José Antonio
Viera-Gallo Quesney (Presidente), señora Evelyn Matthei Fornet y
señor Edgardo Boenninger Kausel, y Honorables Diputados señores
Enrique Accorsi Opazo, Fulvio Rossi Ciocca y Patricio Melero Abaroa,
acogió la proposición del señor Presidente. (6x0).

Artículo 10

El Senado, en primer trámite constitucional, aprobó la


siguiente disposición:

“Artículo 10.- La terapia génica en células somáticas


está destinada al tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.

Será aplicable en estos casos lo dispuesto sobre


consentimiento informado en los artículos 7º y 8º de esta ley.”.

La Cámara de Diputados, en el segundo trámite


constitucional, lo consignó como artículo 7°, con modificaciones, y consultó
como artículo 10, el siguiente:

“Artículo 10.- Toda investigación científica en seres


humanos que implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser
realizada siempre por profesionales idóneos en la materia, justificarse en su
objetivo y metodología y ajustarse en todo a lo dispuesto en esta ley.

No podrá desarrollarse una investigación científica si


hay antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción,
muerte o lesión corporal grave y duradera para un ser humano.

Tampoco podrá efectuarse una investigación científica


biomédica si existen dudas razonables de que sus riesgos son mayores que sus
eventuales beneficios.

Toda investigación científica biomédica deberá contar


con la autorización expresa del director del establecimiento dentro del cual se
efectúe, previo informe favorable del Comité Ético Científico que corresponda,
según el reglamento.”.

Con ocasión del tercer trámite constitucional, el


Senado optó por rechazar la modificación propuesta por la Cámara Revisora
consistente en consultar como artículo 10 el que se señaló precedentemente.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 446 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

En la sesión celebrada el 7 de julio del presente año,


vuestra Comisión Mixta debatió acerca de la conveniencia de consultar como
artículo 10 el que transcribe más adelante, teniendo presente que el mismo, en
lo relativo a lo dispuesto en el inciso tercero, que, como podrá apreciarse, se
refiere a una materia de la iniciativa exclusiva de Su Excelencia el señor
Presidente de la República, de conformidad a lo dispuesto en el N° 2 del inciso
cuarto del artículo 62 de la Constitución Política de la República, requería ser
propuesto por el Primer Mandatario. El tenor de la disposición debatida es el
siguiente:

“Artículo 10.- Toda investigación científica en seres


humanos que implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser
realizada siempre por profesionales idóneos en la materia, justificarse en su
objetivo y metodología y ajustarse en todo a lo dispuesto en esta ley.

No podrá desarrollarse una investigación científica si


hay antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción,
muerte o lesión corporal grave y duradera para un ser humano.

Toda investigación científica biomédica deberá contar


con la aprobación de la Subsecretaría de Salud Pública, la cual podrá delegar
esta atribución, y con la autorización expresa del director del establecimiento
dentro del cual se efectúe, todo ello según lo disponga el reglamento.”.

En discusión, el señor hizo uso de la palabra la


Honorable Senadora señora Matthei, quien señaló que la proposición es
bastante similar al texto aprobado por la Cámara de Diputados, pero entre las
diferencias se encuentra la eliminación del inciso tercero, lo que le pareció
conveniente por estimar el citado inciso confuso e innecesario.

El Honorable Diputado señor Melero, por su parte,


consultó respecto a la razón de introducir como requisito para una
investigación científica la aprobación del Subsecretario de Salud Pública.

Al respecto el señor Pavlovic indicó que, en el


Reglamento sobre Autoridad Sanitaria se había incluido la intervención de la
autoridad sanitaria en esta área. No obstante, ello fue objetado por la
Contraloría General de la República, por cuanto esta facultad no se
contemplaba en la ley, motivo por el cual resulta necesario que el proyecto de
ley en estudio lo consagre en forma expresa.

El Honorable Senador señor Boenninger agregó que


la inclusión de la Subsecretaría en esta materia le parece razonable, en
armonía con la nueva estructura en materia de salud. Sin embargo, para
evitar la centralización excesiva, consideró adecuado que se contemple la
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 447 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

posibilidad de delegación de esta atribución, y que se dicte un reglamento al


respecto.

En la mencionada sesión, la unanimidad de los


miembros presentes de la Comisión Mixta, Honorables Senadores señor José
Antonio Viera-Gallo Quesney (Presidente), señora Evelyn Matthei Fornet y
señor Edgardo Boenninger Kausel, y Honorables Diputados señores Enrique
Accorsi Opazo, Fulvio Rossi Ciocca y Patricio Melero Abaroa, acogió la idea
contenida en la norma antes transcrita, en el entendido que, como se señaló,
ello requería que Su Excelencia el Presidente de la República hiciera llegar una
proposición en tal sentido.

En sesión celebrada el día miércoles 14 de


septiembre, la unanimidad de los miembros presentes de la Comisión Mixta,
Honorables Senadores señor José Antonio Viera-Gallo Quesney (Presidente),
señora Evelyn Matthei Fornet y señor Mariano Ruiz-Esquide Jara, y Honorables
Diputados señores Enrique Accorsi Opazo, Patricio Melero Abaroa y Osvaldo
Palma Flores, acordó reabrir el debate respecto de este artículo.

En discusión, el señor Presidente de la Comisión


Mixta, en atención al tiempo transcurrido desde la celebración de la sesión
anterior, sugirió aprobar una norma que no requiera ser propuesta por Su
Excelencia el Presidente de la República, dado que ésta no ha sido recibida.

En tal sentido, la Honorable Senadora señora Matthei


propuso a la Comisión Mixta contemplar como inciso tercero del artículo 10, el
inciso final de este artículo aprobado, en segundo trámite constitucional, por la
Honorable Cámara de Diputados, en el sentido que sea el director del centro
asistencial respectivo quien autorice una investigación científica biomédica,
previo informe favorable del Comité Ético Científico que corresponda, según el
reglamento.

El Honorable Diputado señor Accorsi respaldó la


proposición formulada por la Honorable señora Senadora Matthei.

De este modo, el artículo propuesto sería del


siguiente tenor:

“Artículo 10.- Toda investigación científica en


seres humanos que implique algún tipo de intervención física o
psíquica deberá ser realizada siempre por profesionales idóneos en la
materia, justificarse en su objetivo y metodología y ajustarse en todo a
lo dispuesto en esta ley.

No podrá desarrollarse una investigación


científica si hay antecedentes que permitan suponer que existe un
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 448 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

riesgo de destrucción, muerte o lesión corporal grave y duradera para


un ser humano.

Toda investigación científica biomédica deberá


contar con la autorización expresa del director del establecimiento
dentro del cual se efectúe, previo informe favorable del Comité Ético
Científico que corresponda, según el reglamento.”.

--Vuestra Comisión Mixta, aprobó la norma


señalada por la unanimidad de los miembros presentes, Honorables
Senadores señor José Antonio Viera-Gallo Quesney (Presidente),
señora Evelyn Matthei Fornet y señor Mariano Ruiz-Esquide Jara, y
Honorables Diputados señores Enrique Accorsi Opazo, Patricio Melero
Abaroa y Palma Flores Osvaldo. (6x0).

Artículo 11

El Senado, en primer trámite constitucional, aprobó la


siguiente disposición:

“Artículo 11.- Se prohíbe la clonación de seres


humanos y por tanto cualquier intervención a persona que dé por resultado la
creación de un ser humano genéticamente idéntico a otro, vivo o muerto.

La clonación de tejidos y órganos sólo procederá con


una finalidad terapéutica. En ningún caso podrá usarse para tales fines
embriones humanos.”.

La Cámara de Diputados, en el segundo trámite


constitucional, lo eliminó e incorporó como artículo 11, el siguiente:

“Artículo 11.- Toda investigación científica en un ser


humano deberá contar con su consentimiento previo, expreso, libre e
informado, o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley.

Para los efectos de esta ley, existe consentimiento


informado cuando se constata que la persona que debe prestarlo conoce los
aspectos esenciales de la investigación, en especial su finalidad, beneficios,
riesgos y alternativas, como consecuencia de habérsele proporcionado
información adecuada, suficiente y comprensible sobre ella. Dentro de esta
información, deberá hacerse especial mención del derecho que tiene de no
autorizar la investigación o de revocar su consentimiento en cualquier
momento y por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción
o pérdida de beneficio alguno.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 449 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

El consentimiento deberá constar en un acta firmada


por la persona que ha de consentir en la investigación, por el director
responsable de ella y por el director del centro o establecimiento donde ella se
llevará a cabo, quien, además, actuará como ministro de fe.

El director responsable de la investigación deberá


conservar el original del acta, entregando una copia de ella a la persona que
autoriza la investigación y otra al director del centro o establecimiento donde
ésta se realizará.

En todo caso, el consentimiento deberá ser


nuevamente solicitado cada vez que los términos o condiciones en que se
desarrolle la investigación sufran modificaciones, salvo que éstas sean
consideradas menores por el Comité Ético Científico que haya aprobado el
proyecto de investigación.”.

El Senado, en tercer trámite, rechazo la modificación


de la Honorable Cámara de Diputados consistente en incorporar como artículo
11 el que se señaló.

En discusión, la Comisión acordó que el artículo


aprobado por la Cámara de Diputados recoge, como se señaló a propósito de la
discusión del artículo 8 del texto aprobado por el Senado, la idea contenida en
el citado artículo. Sin embargo, estimó que la redacción propuesta por la
Cámara de Diputados explicita de mejor forma los requisitos relativos al
“consentimiento informado”, imprescindible en forma previa a toda
investigación científica.

No obstante, estimó que el inciso cuarto del texto


aprobado por la Cámara de Diputados resulta excesivo, ya que se trata de
materias propias del reglamento, por lo que se propuso eliminarlo.

Asimismo la Comisión estimó necesario efectuar


algunas modificaciones referidas a la redacción de la disposición.

El señor Presidente propuso a los demás miembros


de la Comisión Mixta consultar como artículo 11 el siguiente:

“Artículo 11.- Toda investigación científica en un ser


humano deberá contar con su consentimiento previo, expreso, libre e
informado, o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley.

Para los efectos de esta ley, existe consentimiento


informado cuando la persona que debe prestarlo conoce los aspectos
esenciales de la investigación, en especial su finalidad, beneficios, riesgos y
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 450 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

los procedimientos o tratamientos alternativos. Para ello deberá habérsele


proporcionado información adecuada, suficiente y comprensible sobre ella.
Asimismo, deberá hacerse especial mención del derecho que tiene de no
autorizar la investigación o de revocar su consentimiento en cualquier
momento y por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción
o pérdida de beneficio alguno.

El consentimiento deberá constar en un acta firmada


por la persona que ha de consentir en la investigación, por el director
responsable de ella y por el director del centro o establecimiento donde ella se
llevará a cabo, quien, además, actuará como ministro de fe.

En todo caso, el consentimiento deberá ser


nuevamente solicitado cada vez que los términos o condiciones en que se
desarrolle la investigación sufran modificaciones, salvo que éstas sean
consideradas menores por el Comité Ético Científico que haya aprobado el
proyecto de investigación.”.

--Vuestra Comisión Mixta, por la unanimidad de


sus miembros presentes, Honorables Senadores señor José Antonio
Viera-Gallo Quesney (Presidente), señora Evelyn Matthei Fornet y
señor Edgardo Boenninger Kausel, y Honorables Diputados señores
Enrique Accorsi Opazo, Fulvio Rossi Ciocca y Patricio Melero Abaroa,
acogió la proposición del señor Presidente. (6x0).

---

Artículo 17

El Senado, en primer trámite constitucional, aprobó la


siguiente disposición:

“Artículo 17.- Créase una Comisión Nacional de


Bioética que estará integrada por las siguientes personas:

- Cuatro académicos designados por el Consejo de


Rectores, que pertenezcan respectivamente a las Facultades de Medicina,
Derecho, Ciencias y Filosofía de las universidades que lo integran.

- Tres personas designadas por el Instituto de Chile,


que pertenezcan a las Academias de Medicina, de Ciencias y de Ciencias
Sociales, Políticas y Morales, respectivamente.

- Una persona designada por el Senado.


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 451 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

- Una persona designada por el Presidente de la


República, quien la presidirá.

Las personas designadas permanecerán en sus


funciones por el plazo de tres años, pudiendo ser reelegidos. Servirán dichas
funciones ad-honorem.”.

La Honorable Cámara de Diputados, en segundo


trámite constitucional, lo suprimió y, a continuación, agregó el siguiente
artículo 17:

“Artículo 17.- Todo el que intente crear o cree seres


humanos idénticos a otro por clonación o realice cualquier procedimiento
eugenésico será castigado con presidio menor en sus grados medio a máximo
y con la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la profesión durante el
tiempo que dure la condena.

En caso de reincidencia, podrá el infractor ser


sancionado, además, con la pena de inhabilitación perpetua para ejercer la
profesión.”.

El Senado, en tercer trámite constitucional, aprobó


ambas modificaciones. Sin embargo, vuestra Comisión Mixta, en ejercicio de
la facultad de proponer la forma y modo de resolver las diferencias entre
ambas Cámaras, acordó, por unanimidad de sus miembros presentes,
proponer introducir algunas modificaciones a la disposición, con la finalidad de
lograr una mayor armonía entre las disposiciones del proyecto.

En este sentido, el Honorable Senador señor Viera


Gallo precisó que el tipo penal contemplado en el artículo 17 del texto
aprobado por ambas Cámaras, se encuentra contemplado en el artículo 23 del
texto aprobado por el Senado. No obstante, prosiguió, el texto del Senado
tiene la ventaja que es más simple, ya que la Cámara de Diputados agregó
elementos tales como la necesidad de que se trate de seres humanos
idénticos.

En cuanto a la penalidad, el Honorable Diputado señor


Accorsi señaló que ésta fue aumentada en la Cámara de Diputados, y la
Comisión Mixta estimó conveniente mantener esta mayor penalidad.

La Honorable Senadora señora Matthei señaló que, en


su opinión, para el caso de reincidencia debe contemplarse la pena de
inhabilitación perpetua para ejercer la profesión de forma imperativa, y no
facultativa, con lo que la Comisión estuvo de acuerdo. Lo anterior, en
concordancia con la figura que contempla el artículo 20.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 452 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

Por otra parte, atendido lo acordado en el artículo 3°,


respecto de permitir la práctica eugenésica denominada “consejería genética”,
la Comisión consideró necesario incorporar la citada excepción en el artículo
17.

Recogiendo los planteamientos de los Honorables


Parlamentarios, el señor Presidente de la Comisión Mixta propuso la aprobación
de una disposición del siguiente tenor:

“Artículo 17.- El que clonare o iniciare un proceso de


clonar seres humanos y el que realizare cualquier procedimiento eugenésico
en contravención al artículo 3°, será castigado con la pena de presidio menor
en su grado medio a máximo y con la inhabilitación absoluta para el ejercicio
de la profesión durante el tiempo que dure la condena.

En caso de reincidencia, el infractor será sancionado,


además, con la pena de inhabilitación perpetua para ejercer la profesión.”.

--Vuestra Comisión Mixta, por la unanimidad de


sus miembros presentes, Honorables Senadores señor José Antonio
Viera-Gallo Quesney (Presidente), señora Evelyn Matthei Fornet y
señor Edgardo Boenninger Kausel, y Honorables Diputados señores
Enrique Accorsi Opazo, Fulvio Rossi Ciocca y Patricio Melero Abaroa,
acogió la proposición del señor Presidente. (6x0).

---

Artículo 20

El Senado, en primer trámite constitucional, aprobó la


siguiente disposición:

“Artículo 20.- Los establecimientos que deseen


participar en proyectos de investigación científica en seres humanos, deberán
contar con un Comité de Bioética conforme al reglamento.

Los Comités de Bioética autorizarán las


investigaciones que sean sometidas a su consideración, de acuerdo con las
normas establecidas a propuesta de la Comisión Nacional de Bioética.”.

La Honorable Cámara de Diputados, en segundo


trámite constitucional, lo suprimió y, a continuación, agregó el siguiente
artículo 20, nuevo:

“Artículo 20.- Todo el que desarrollare un proyecto de


investigación científica biomédica en seres humanos o en su genoma, sin
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 453 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

previa autorización del Comité Ético Científico que corresponda, será


sancionado con la suspensión por tres años del ejercicio profesional y con la
prohibición absoluta en el territorio nacional en caso de reincidencia.”.

El Senado, en tercer trámite constitucional, rechazo


ambas modificaciones: la que suprimir el precepto aprobado por el Senado y la
que agrega un nuevo artículo del tenor del que se señaló.

El señor Presidente propuso suprimir el artículo 20


aprobado por el Senado en primer trámite constitucional, y consultar como
artículo 20 el siguiente:

“Artículo 20.- Todo el que desarrollare un proyecto


de investigación científica biomédica en seres humanos o en su genoma, sin
contar con las autorizaciones correspondientes exigidas por la presente ley,
será sancionado con la suspensión por tres años del ejercicio profesional y con
la prohibición absoluta de ejercicio profesional en el territorio nacional en caso
de reincidencia.”.

--Vuestra Comisión Mixta, por la unanimidad de


sus miembros presentes, Honorables Senadores señor José Antonio
Viera-Gallo Quesney (Presidente), señora Evelyn Matthei Fornet y
señor Edgardo Boenninger Kausel, y Honorables Diputados señores
Enrique Accorsi Opazo, Fulvio Rossi Ciocca y Patricio Melero Abaroa,
acogió la proposición del señor Presidente. (6x0).
----------

PROPOSICION DE LA COMISIÓN MIXTA

En virtud de los acuerdos antes consignados, como


forma y modo de resolver las discrepancias surgidas entre ambas Cámaras a
raíz de la discusión de esta iniciativa, vuestra Comisión Mixta os propone
aprobar lo siguiente:

Artículo 3º

Contemplar como artículo 3° el siguiente:

“Artículo 3º.- Prohíbese toda práctica


eugenésica, salvo la consejería genética.”. (Unanimidad. 6x0).

Artículo 8º

Suprimir el precepto aprobado por el Senado en


primer trámite constitucional. (Unanimidad. 6x0).
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 454 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

Artículo 10

Consultar como artículo 10 el siguiente:

“Artículo 10.- Toda investigación científica en


seres humanos que implique algún tipo de intervención física o
psíquica deberá ser realizada siempre por profesionales idóneos en la
materia, justificarse en su objetivo y metodología y ajustarse en todo a
lo dispuesto en esta ley.

No podrá desarrollarse una investigación


científica si hay antecedentes que permitan suponer que existe un
riesgo de destrucción, muerte o lesión corporal grave y duradera para
un ser humano.

Toda investigación científica biomédica deberá


contar con la autorización expresa del director del establecimiento
dentro del cual se efectúe, previo informe favorable del Comité Ético
Científico que corresponda, según el reglamento.”. (Unanimidad. 6x0).

Artículo 11

Contemplar como artículo 11 el siguiente:

“Artículo 11.- Toda investigación científica en


un ser humano deberá contar con su consentimiento previo, expreso,
libre e informado, o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su
voluntad en conformidad con la ley.

Para los efectos de esta ley, existe


consentimiento informado cuando la persona que debe prestarlo
conoce los aspectos esenciales de la investigación, en especial su
finalidad, beneficios, riesgos y los procedimientos o tratamientos
alternativos. Para ello deberá habérsele proporcionado información
adecuada, suficiente y comprensible sobre ella. Asimismo, deberá
hacerse especial mención del derecho que tiene de no autorizar la
investigación o de revocar su consentimiento en cualquier momento y
por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción o
pérdida de beneficio alguno.

El consentimiento deberá constar en un acta


firmada por la persona que ha de consentir en la investigación, por el
director responsable de ella y por el director del centro o
establecimiento donde ella se llevará a cabo, quien, además, actuará
como ministro de fe.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 455 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

En todo caso, el consentimiento deberá ser


nuevamente solicitado cada vez que los términos o condiciones en que
se desarrolle la investigación sufran modificaciones, salvo que éstas
sean consideradas menores por el Comité Ético Científico que haya
aprobado el proyecto de investigación.”. (Unanimidad. 6x0).

Artículo 17

Consultar como artículo 17 el siguiente:

“Artículo 17.- El que clonare o iniciare un


proceso de clonar seres humanos y el que realizare cualquier
procedimiento eugenésico en contravención al artículo 3°, será
castigado con la pena de presidio menor en su grado medio a máximo
y con la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la profesión
durante el tiempo que dure la condena.

En caso de reincidencia, el infractor será


sancionado, además, con la pena de inhabilitación perpetua para
ejercer la profesión.”. (Unanimidad. 6x0).

Artículo 20

Consultar como artículo 20 el siguiente:

“Artículo 20.- Todo el que desarrollare un


proyecto de investigación científica biomédica en seres humanos o en
su genoma, sin contar con las autorizaciones correspondientes
exigidas por la presente ley, será sancionado con la suspensión por
tres años del ejercicio profesional y con la prohibición absoluta de
ejercicio profesional en el territorio nacional en caso de reincidencia.”.
(Unanimidad. 6x0).
--------

TEXTO DEL PROYECTO DE LEY

A título ilustrativo, de aprobarse la proposición


efectuada por la Comisión Mixta, el proyecto de ley quedaría como sigue:

PROYECTO DE LEY:

“Artículo 1°.- Esta ley tiene por finalidad proteger la


vida de los seres humanos, desde el momento de la concepción, su integridad
física y psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en relación con
la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 456 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

Artículo 2°.- La libertad para llevar a cabo actividades


de investigación científica biomédica en seres humanos tiene como límite el
respeto a los derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza
humana, reconocidos tanto por la Constitución Política de la República como
por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes.

Artículo 3º.- Prohíbese toda práctica


eugenésica, salvo la consejería genética.

Artículo 4º.- Prohíbese toda forma de discriminación


arbitraria basada en el patrimonio genético de las personas.

En consecuencia, los resultados de exámenes


genéticos y análisis predictivos de la misma naturaleza no podrán ser
utilizados con ese fin.

Artículo 5º.- Prohíbese la clonación de seres


humanos, cualesquiera que sean el fin perseguido y la técnica utilizada.

Artículo 6º.- El cultivo de tejidos y órganos sólo


procederá con fines de diagnósticos terapéuticos o de investigación científica.
En ningún caso podrán destruirse embriones humanos para obtener las células
troncales que den origen a dichos tejidos y órganos.

Artículo 7.- La terapia génica en células somáticas


estará autorizada sólo con fines de tratamiento de enfermedades o a impedir
su aparición.

Artículo 8º.- El conocimiento del genoma humano es


patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie puede atribuirse
ni constituir propiedad sobre el mismo ni sobre parte de él. El conocimiento de
la estructura de un gen y de las secuencias totales o parciales de ADN no son
patentables.

Los procesos biotecnológicos derivados del


conocimiento del genoma humano, así como los productos obtenidos
directamente de ellos, diagnósticos o terapéuticos, son patentables según las
reglas generales.

Artículo 9º.- Sólo se podrá investigar y determinar la


identidad genética de un ser humano si se cuenta con su consentimiento
previo e informado o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad
en conformidad con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de los
tribunales de justicia, en la forma y en los casos establecidos en la ley.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 457 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

Artículo 10.- Toda investigación científica en


seres humanos que implique algún tipo de intervención física o
psíquica deberá ser realizada siempre por profesionales idóneos en la
materia, justificarse en su objetivo y metodología y ajustarse en todo a
lo dispuesto en esta ley.

No podrá desarrollarse una investigación


científica si hay antecedentes que permitan suponer que existe un
riesgo de destrucción, muerte o lesión corporal grave y duradera para
un ser humano.

Toda investigación científica biomédica deberá


contar con la autorización expresa del director del establecimiento
dentro del cual se efectúe, previo informe favorable del Comité Ético
Científico que corresponda, según el reglamento.

Artículo 11.- Toda investigación científica en un


ser humano deberá contar con su consentimiento previo, expreso,
libre e informado, o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su
voluntad en conformidad con la ley.

Para los efectos de esta ley, existe


consentimiento informado cuando la persona que debe prestarlo
conoce los aspectos esenciales de la investigación, en especial su
finalidad, beneficios, riesgos y los procedimientos o tratamientos
alternativos. Para ello deberá habérsele proporcionado información
adecuada, suficiente y comprensible sobre ella. Asimismo, deberá
hacerse especial mención del derecho que tiene de no autorizar la
investigación o de revocar su consentimiento en cualquier momento y
por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción o
pérdida de beneficio alguno.

El consentimiento deberá constar en un acta


firmada por la persona que ha de consentir en la investigación, por el
director responsable de ella y por el director del centro o
establecimiento donde ella se llevará a cabo, quien, además, actuará
como ministro de fe.

En todo caso, el consentimiento deberá ser


nuevamente solicitado cada vez que los términos o condiciones en que
se desarrolle la investigación sufran modificaciones, salvo que éstas
sean consideradas menores por el Comité Ético Científico que haya
aprobado el proyecto de investigación.

Artículo 12.- La información genética de un ser


humano será reservada. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 458 de 581
INFORME COMISIÓN MIXTA

tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley.


Asimismo, para los efectos de esta ley, resultan plenamente aplicables las
disposiciones sobre secreto profesional.

Artículo 13.- La recopilación, almacenamiento,


tratamiento y difusión del genoma de las personas se ajustará a las
disposiciones de la ley N° 19.628, sobre protección de datos de carácter
personal.

Los datos del genoma humano que permitan la


identificación de una persona deberán ser encriptados para su
almacenamiento y transmisión.

La encriptación podrá omitirse temporalmente por


razones de utilidad pública.

Artículo 14.- Prohíbese solicitar, recibir, indagar,


poseer y utilizar información sobre el genoma relativa a una persona, salvo
que ella lo autorice expresamente o, en su defecto, el que deba suplir su
voluntad en conformidad con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de las
facultades de los tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos
en la ley.

Artículo 15.- Créase una Comisión Nacional de


Bioética, que estará integrada por nueve profesionales, expertos en bioética,
designados por el Presidente de la República, con acuerdo del Senado
adoptado por los dos tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especial
convocada al efecto.

Los miembros de esta Comisión durarán cuatro años


en sus cargos y podrán ser reelegidos. El Presidente de la República, en el
momento de solicitar el acuerdo del Senado, propondrá al miembro que
asumirá el cargo de Presidente.

La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva, que


coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte y
estará conformada por el personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud.

Artículo 16.- La Comisión Nacional de Bioética


tendrá, entre sus funciones, asesorar a los distintos Poderes del Estado en los
asuntos éticos que se presenten como producto de los avances científicos y
tecnológicos en biomedicina, así como en las materias relacionadas con la
investigación científica biomédica en seres humanos, recomendando la
dictación, modificación y supresión de las normas que la regulen.
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INFORME COMISIÓN MIXTA

Las resoluciones o acuerdos de la Comisión se


adoptarán por simple mayoría, no obstante lo cual deberán hacerse constar
las diferencias producidas en su seno y la posición de minoría.

Artículo 17.- El que clonare o iniciare un


proceso de clonar seres humanos y el que realizare cualquier
procedimiento eugenésico en contravención al artículo 3°, será
castigado con la pena de presidio menor en su grado medio a máximo
y con la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la profesión
durante el tiempo que dure la condena.

En caso de reincidencia, el infractor será


sancionado, además, con la pena de inhabilitación perpetua para
ejercer la profesión.

Artículo 18.- El que violare la reserva de la


información sobre el genoma humano, fuera de los casos que autoriza el
artículo 12, sufrirá las penas establecidas en ambos incisos del artículo 247 del
Código Penal, según el caso.

El que omitiere la encriptación exigida en esta ley


será sancionado con multa de hasta mil unidades de fomento.

Artículo 19.- El que falsificare el acta a que se refiere


el inciso tercero del artículo 11 será sancionado con la pena de reclusión
menor en su grado mínimo y con multa de 10 a 20 unidades tributarias
mensuales.

Igual pena se aplicará a quien maliciosamente usare,


con cualquier fin, un acta falsa.

El que omitiere la referida acta o la confeccionare


manifiestamente incompleta será sancionado con multa de 10 a 20 unidades
tributarias mensuales.

Artículo 20.- Todo el que desarrollare un


proyecto de investigación científica biomédica en seres humanos o en
su genoma, sin contar con las autorizaciones correspondientes
exigidas por la presente ley, será sancionado con la suspensión por
tres años del ejercicio profesional y con la prohibición absoluta de
ejercicio profesional en el territorio nacional en caso de reincidencia.

Artículo 21.- Corresponderá al Ministerio de Salud


establecer, mediante reglamento, las normas que complementen o desarrollen
los contenidos de esta ley.”.
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INFORME COMISIÓN MIXTA

ººº
Acordado en sesiones celebradas los días 7 de julio y
14 de septiembre de 2005, con la asistencia de los Honorables Senadores
señor José Antonio Viera-Gallo (Presidente), señora Evelyn Matthei Fornet y
señores Edgardo Boenninger Kausel y Mariano Ruiz.Esquide Jara, y de los
Honorables Diputados señores Enrique Accorsi Opazo, Fulvio Rossi Ciocca,
Patricio Melero Abaroa y Osvaldo Palma Flores

Sala de la Comisión, a 3 de octubre de 2005.

PEDRO FADIC RUIZ

Secretario
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DISCUSIÓN EN SALA

5. Trámite Comisión Mixta: Cámara de Origen


5.1. Discusión en Sala
Senado Legislatura 353, Sesión 40. Fecha 11 de octubre, 2005. Discusión
Informe de Comisión Mixta. Se aprueba.

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SER HUMANO, SU GENOMA, Y


PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA. INFORME DE COMISIÓN
MIXTA

El señor ROMERO (Presidente).- Corresponde ocuparse del informe de


Comisión Mixta, recaído en el proyecto que regula la investigación
científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana.
--Los antecedentes sobre el proyecto (1993-11) figuran en los Diarios
de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción de los señores Ruiz-Esquide, Díaz,
Hamilton, Páez y Zaldívar, don Andrés).
En primer trámite, sesión 32ª, en 12 de marzo de 1997.
En tercer trámite, sesión 37ª, en 16 de marzo de 2005.
En trámite de Comisión Mixta, sesión 6ª, en 15 de junio de
2005.
Informes de Comisión:
Salud, sesión 10ª, en 12 de julio de 2000.
Salud (segundo), sesión 26ª, en 6 de marzo de 2001.
Salud (tercer trámite), sesión 47ª, en 20 de abril de 2005.
Mixta, sesión 39ª, en 5 de octubre de 2005.
Discusión:
Sesiones 13ª, en 1 de agosto de 2000 (queda
pendiente su discusión general); 14ª, en 2 de agosto de 2000
(se aprueba en general); 27ª, en 13 de marzo de 2001 (se
aprueba en particular); 50ª, en 10 de mayo de 2005 (queda
pendiente su discusión); 2ª, en 8 de junio de 2005 (pasa a
Comisión Mixta).
El señor HOFFMANN (Secretario).- La controversia entre ambas Cámaras se
originó en el rechazo por parte del Senado, en el tercer trámite
constitucional, de cinco enmiendas que en su oportunidad efectuara la
Honorable Cámara de Diputados.
La Comisión Mixta formula en su informe la propuesta
destinada a resolver tales divergencias. La proposición de los artículos
3º, 8º, 11, 17 y 20 fue acordada por la unanimidad de sus miembros
presentes (Senadores señora Matthei y señores Boeninger y Viera-
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 462 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Gallo, y Diputados señores Accorsi, Melero y Rossi). El artículo 10


también fue acordado unánimemente por sus integrantes presentes
(Senadores señora Matthei y señores Ruiz-Esquide y Viera-Gallo, y
Diputados señores Accorsi, Melero y Palma).
En forma muy resumida, los acuerdos de la Comisión
Mixta son los siguientes:
1º. Prohibir toda práctica eugenésica, salvo la consejería
genética.
2º. Toda investigación científica biomédica deberá contar
con la autorización expresa del director del establecimiento en el que
se efectúe, previo informe favorable del Comité Ético Científico que
corresponda.
3º. La investigación científica en un ser humano tendrá
que contar con su consentimiento previo, expreso, libre e informado, y
4º. La clonación de seres humanos y la realización de
cualquier procedimiento eugenésico en contravención al artículo 3º de
la ley será castigado con la pena de presidio menor en su grado medio
a máximo y con la inhabilitación absoluta para el ejercicio de la
profesión durante todo el tiempo de la condena. En caso de
reincidencia, el infractor será sancionado, además, con la inhabilitación
perpetua para el ejercicio de su profesión.
Sus Señorías tienen a la vista un boletín comparado que
transcribe el proyecto que aprobó el Senado; las enmiendas que
efectuó la Cámara de Diputados; las modificaciones realizadas por
dicha Corporación que fueron rechazadas por el Senado; la proposición
de la Comisión Mixta, y el texto final que resultaría de aprobarse dicha
propuesta.
El señor ROMERO (Presidente).- En discusión el informe de la Comisión Mixta.
Ofrezco la palabra.
El señor VIERA-GALLO.- Pido la palabra, señor Presidente.
El señor ROMERO (Presidente).- La tiene, Su Señoría.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, en mi calidad de Presidente de la
Comisión Mixta, deseo ratificar lo que ha dicho el Secretario.
Quizás el punto más importante es que se clarificó
perfectamente que la práctica eugenésica está prohibida. Además, se
aclaró lo que significa una consejería genética y se explicitó que la
terapia génica sólo procede en células somáticas, lo cual satisface, en
mi opinión, ciertas inquietudes planteadas por algunos señores
Senadores, principalmente por el Honorable señor Bombal, quien no se
encuentra presente.
Como muy bien se señaló, la autorización para la
investigación en seres humanos quedó a cargo del responsable del
hospital o del centro clínico correspondiente.
Además, se tipificó de mejor modo el delito que sanciona
la clonación de seres humanos.
Todas las propuestas fueron aprobadas por unanimidad.
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DISCUSIÓN EN SALA

Quiero hacer presente que las posiciones del Senador


señor Bombal fueron representadas con mucha energía y persistencia
por el Diputado señor Melero, por lo cual estimo que podría decirse que
la unanimidad es plural y consistente.
He dicho.
El señor ROMERO (Presidente).- Ofrezco la palabra.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra Su señoría.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, quiero abonar en lo que ha
señalado el Presidente de la Comisión.
En efecto, fue un debate bastante largo. Cabe recordar
que el proyecto se presentó hace más de seis o siete años; fue
conocido por la Cámara de Diputados, y generó una discusión muy
profunda sobre varios de sus aspectos.
Al final, se limaron las diferencias y estamos en
condiciones -creo yo- de aprobar una iniciativa que representa en gran
parte el inmenso consenso existente en cuanto a la investigación
científica, al rechazo a la clonación, al respeto de la autonomía de las
personas, a la beneficencia -se repudia la maleficencia-, y a la tesis de
justicia, que es lo que siempre se discute en estos proyecto bioéticos.
Por eso, señor Presidente, solicito a la Sala la aprobación
del informe respectivo. Con ello damos un paso trascendente respecto
de este tipo de problemas, que son los del futuro.
El señor ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Coloma.
El señor COLOMA.- Señor Presidente, simplemente con el afán republicano de
dejar constancia en la historia de las disposiciones en comento, me
gustaría que el Presidente de la Comisión Mixta pudiera profundizar un
poco más sobre el artículo 3º, que fue motivo de una amplia discusión
en las sesiones en que se trató la materia, y donde ahora se adopta
una solución que nunca fue conversada durante el debate, lo cual me
parece interesante.
Por eso, señor Presidente, por su intermedio, pediría que
se explicara con más detalle el alcance de la oración “Prohíbese toda
práctica eugenésica, salvo la consejería genética”, pues este último
concepto no se había empleado con anterioridad. Considero importante
para la historia de esta norma que el Senador señor Viera-Gallo nos
ayude a precisarlo más adecuadamente.
El señor ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Viera-
Gallo, que ha sido interpelado.
El señor VIERA-GALLO.- Señor Presidente, dicho concepto se encuentra
bastante difundido en la práctica médica y consiste en que una pareja
se acerca a un doctor y le dice: “Mire, queremos saber, de acuerdo al
perfil de nuestras enfermedades, qué probabilidades hay de que se las
podamos transmitir a nuestro hijos”. Y después viene la consejería,
cuando el médico responde: “En esta enfermedad la posibilidad es cero
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DISCUSIÓN EN SALA

por ciento; en esta otra, 40 por ciento; en aquélla, 100”, en fin. Y


luego, libremente, esa pareja decide si tiene hijos o no.
En definitiva, dicho profesional lo único que hace es
informar el porcentaje de enfermedades hereditariamente
transmisibles.
El señor CHADWICK.- ¿Y desde cuándo estaba prohibida la consejería?
El señor VIERA-GALLO.- Ella se practica normalmente.
Lo que pasa es que algunos entienden, en el lenguaje más
técnico, que podría tratarse de una práctica eugenésica, pues sostienen
que simplemente se debería tener hijos “a ciegas”.
La eugenesia, en este examen, consistiría en procurar que
ciertos hijos nazcan y otros no, dependiendo de si tienen determinadas
características o no, etcétera.
Por eso, como muchos consideran que la consejería
genética es una práctica eugenésica y atendiendo a que se efectúa
habitualmente desde hace muchos años, el referido artículo establece
la prohibición, con la excepción de dicho examen.
El señor ROMERO (Presidente).- Es decir, éste no está dentro del espíritu de la
eugenesia.
El señor VIERA-GALLO.- Así es.
El señor MORENO.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor ROMERO (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor Moreno.
El señor MORENO.- Señor Presidente, hoy día existe el examen médico llamado
“consejería genética”, el cual no requiere ninguna calificación.
Se aplica sobre determinada cantidad de enfermedades y
sus resultados se entregan al paciente, quien, de acuerdo con ellos, es
libre de decidir qué opción tomar.
Se trata de una práctica habitual en la actualidad en
muchos hospitales y clínicas chilenas y, por lo tanto, su inclusión no es
ninguna novedad.
El señor ROMERO (Presidente).- Ofrezco la palabra.
Ofrezco la palabra…
Cerrado el debate.
Si le parece a la Sala, se aprobará el informe de la
Comisión Mixta.
--Se aprueba por unanimidad.
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OFICIO APROBACIÓN INFORME COMISIÓN MIXTA

5.2. Oficio de Cámara de Origen a Cámara Revisora.


Oficio de aprobación de Informe de Comisión Mixta. Fecha 12 de octubre,
2005. Cuenta en Sesión 51, Legislatura 353. Cámara de Diputados.

A S. E. Nº 25.991
el Presidente
de la
Honorable Cámara de Valparaíso, 12 de octubre de 2005.
Diputados

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el


Senado ha dado su aprobación a la proposición formulada por la Comisión
Mixta constituida para resolver las divergencias suscitadas con ocasión de la
tramitación del proyecto de ley que regula la investigación científica en el ser
humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana, correspondiente al
Boletín Nº 1.993-11.

Acompaño la totalidad de los antecedentes.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

SERGIO ROMERO PIZARRO Presidente


del Senado

CARLOS HOFFMANN CONTRERAS


Secretario General del Senado
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DISCUSIÓN EN SALA

6. Trámite Comisión Mixta: Cámara Revisora.


6.1. Discusión en Sala.
Cámara de Diputados. Legislatura 353, Sesión 51. Fecha 12 de octubre, 2005.
Discusión informe de Comisión Mixta. Se aprueba.

NORMAS SOBRE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SERES HUMANOS, SU


GENOMA Y PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA. Proposición de la
Comisión Mixta.

El señor CORNEJO (Vicepresidente).- Corresponde ocuparse de la


proposición de la Comisión Mixta constituida para resolver las discrepancias
entre ambas ramas del Congreso Nacional respecto del proyecto de ley,
originado en moción, que fija normas sobre la investigación científica en seres
humanos y su genoma y prohíbe la clonación humana.

Antecedentes:
-Informe de la Comisión Mixta, boletín Nº 1993-11 (S). Documentos de
la Cuenta Nº 3, de esta sesión.

El señor CORNEJO (Vicepresidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Patricio Melero.

El señor MELERO.- Señor Presidente, el proyecto que regula la


investigación científica en el ser humano, al legislar acerca de su genoma y al
prohibir su clonación, pone a nuestro país a nivel mundial en la materia, que ha
sido regulada en la inmensa mayoría de los países del mundo. Es muy importante
que Chile se sume a esta posición, por los riesgos que conlleva la clonación o
reproducción génica de seres humanos iguales, sin la intervención natural propia
de la unión de dos gametos. Nos parece de la mayor trascendencia, por las
implicancias éticas que involucra la investigación científica en el mundo.
Las discrepancias entre ambas Cámaras sobre este proyecto originaron
la constitución de una Comisión Mixta.
El Senado modificó las propuestas de la Cámara de Diputados a los
artículos 3º, 8º, 10, 11 y 20.
Respecto del artículo 3º, planteó que se prohibía toda práctica
eugenésica. Entendemos la eugenesia como la aplicación de las leyes
biológicas de la herencia al perfeccionamiento de la especie humana. Nos
parece importante prohibirla, cuando ése sea su objetivo, porque pudiera
permitir a los científicos manipular a los seres humanos para que todos
tuvieran las mismas características o para privilegiar algunas determinadas,
como que fueran altos, rubios o morenos, o buscar, por la vía de la ingeniería
molecular o genética, privilegiar determinados tipos humanos con los riesgos
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DISCUSIÓN EN SALA

éticos que ello implica.


La Cámara tuvo una visión más restrictiva y dispuso la prohibición de
toda práctica eugenésica, entendiéndose por tal cualquier tipo de intervención
sobre el genoma cuyo propósito sea modificarlo.
En el Senado y en la Cámara de Diputados hubo consenso sobre la
necesidad de prohibir toda práctica eugenésica, pero se produjo una discusión
respecto de los efectos que pudiera tener en la consejería genética, práctica
muy establecida en la normativa médica en el país, que entrega a cualquier
grupo familiar un consejo genético cuando los antecedentes hereditarios hagan
suponer que una pareja pueda transmitir una enfermedad genética y, por
consiguiente, significar un riesgo para los descendientes de esa unión debido a
la información genética que poseen los individuos. Eso es muy importante para
prevenir enfermedades de trasmisión genética. Es decir, la consejería genética
hace mucho bien, pero se podía interpretar que esa prohibición también la
afectaba.
Por lo tanto, en la Comisión Mixta hemos llegado a un consenso para
proponer el siguiente artículo 3º: “Prohíbese toda práctica eugenésica, salvo la
consejería genética.” Así queda establecida la posibilidad de que dentro de
nuestra legislación siga obrando de igual forma.
La siguiente proposición de la Comisión Mixta consiste en suprimir el
artículo 8º del Senado, que establecía una serie de exigencias al investigador,
como trasmitir al sujeto, en un lenguaje comprensible por él, toda la información
que necesite para dar su consentimiento informado; ofrecerle amplia oportunidad
de hacer preguntas e instarlo a que las haga; excluir toda posibilidad de engaño,
influencia indebida o intimidación; recabar el consentimiento escrito del sujeto
motivo de una investigación para que tenga pleno conocimiento de su naturaleza,
riesgos y beneficios potenciales, en fin, aspectos que nos parecían importantes.
Finalmente, me quiero referir en forma especial al artículo 11, que fue el
más discutido y que dice relación con la prohibición de la clonación en los seres
humanos. Se llegó a una redacción consensuada, en cuanto a que toda
investigación científica en un ser humano deberá contar con un consentimiento
previo, expreso, libre e informado o, en su defecto, el de aquél que deba suplir
su voluntad en conformidad con la ley. Asimismo, que ese consentimiento
deberá constar en un acta firmada por la persona que consiente la
investigación y que deberá ser solicitado cada vez que los términos o
condiciones de la investigación cambien, salvo que éstas sean consideradas
menores por el Comité Ético Científico, que se establece en los servicios de
salud del país.
También se disponen sanciones al que clonare o hiciere ese tipo de
procesos.
En síntesis, el proyecto de ley prohíbe la clonación, permite la consejería
genética y también la necesidad de que toda investigación científica en seres
humanos que implique algún tipo de intervención física o psíquica, deberá ser
realizada siempre por profesionales idóneos en la materia y justificarse
plenamente, en la forma como lo establecen sus artículos 10 y 11.
Por la importancia que tiene esta normativa, que nos inserta a nivel
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DISCUSIÓN EN SALA

internacional y que establece prohibiciones, pero alienta la investigación


científica en los términos que la regula, es que recomendamos su aprobación.
He dicho.
El señor CORNEJO (Vicepresidente).- Dentro del tiempo del Comité del
Partido Socialista y Radical, tiene la palabra el diputado señor Alberto Robles.

El señor ROBLES.- Señor Presidente, en primer lugar, quiero saludar la


presencia en la Sala de los obispos y pastores de las iglesias evangélicas. Me
alegro que estén aquí, porque podemos hablar en presencia de ellos del tema
tremendamente importante que contiene esta iniciativa.
Si bien comparto los principios que generaron el proyecto y casi la
totalidad de lo propuesto por la Comisión Mixta, considero que un artículo, que
me parece relevante, no fue tocado por los senadores ni por los diputados. No
quiero dejar pasar esta oportunidad para referirme a él, porque, a mi juicio, va
a significar un cambio negativo en el futuro de Chile.
La Cámara incluyó un elemento muy serio en el artículo 1º, y que no
corresponde fijarlo en la ley, ya que debiera operar el rigor científico respecto de
él, en una lugar de una visión religiosa. El elemento que se incluyó sin discutir
es complejo y se refiere a que la iniciativa tiene por finalidad proteger la vida de
los seres humanos “desde el momento de su concepción”. Este elemento
determina por ley cuando comienza la vida. La verdad, es que este tema tan
trascendente no ha tenido la repercusión que corresponde, ya que, a mi juicio,
la sociedad chilena no lo ha evaluado como importante. Fue incluido como un
elemento, por así decirlo, menor en el proyecto. Lo he planteado en varias
ocasiones; lamento que no lo hayamos discutido.
A mi juicio, no es posible que los parlamentarios determinen por ley
cuando comienza la vida de un ser humano. Me parece grave. Más aún cuando
hoy muchos seres humanos han llegado a la vida porque se ha tenido la
posibilidad científica de desarrollar la fertilización in vitro, que no es más que la
aplicación de los conceptos de la genética y de la fertilización para ayudar a
crear y a desarrollar vida. Esto puede ser ampliamente discutible, ya que hay
personas que se oponen a la fertilización in vitro y que sostienen que tener un
hijo por la unión de gametos femenino y masculino fuera del útero no es el
camino correcto. No obstante, en este momento hay seres humanos que
desarrollan sus actividades como tales gracias a esa innovación tecnológica y
científica. Por eso, me llama mucho la atención esta forma de legislar.
No me cabe duda de que en un futuro muy próximo -me imagino que la
iniciativa cuenta con un patrocinio importante de senadores y de diputados en
ejercicio- se va a intentar paralizar la posibilidad de que algunas parejas puedan
tener hijos a través de la fertilización asistida, de la fertilización in vitro, porque
el proyecto de ley señala en términos muy claros que no se puede realizar esto
ni siquiera en sus aplicaciones clínicas.
Lo cierto es que vamos a entregar a los jueces una interpretación del
comienzo de la vida que, a mi juicio, es jurídica, en circunstancias de que hay
otras orientadas desde el punto de vista religioso, científico, del potencial que
tiene el ser humano o de su potencial genético. Hay distintos elementos que se
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DISCUSIÓN EN SALA

deben discutir, pero ni los senadores ni los diputados debatieron en la


Comisión Mixta el artículo más importante de la iniciativa.
Efectivamente, el resto del proyecto de ley es un avance, pero me
parece que con este artículo se comete un error de proporciones.
En vista de eso y como forma de dar una voz de alerta, sobre todo
respecto de futuras legislaciones, voy a votar en contra. No puedo proceder de
otra manera, dado que las proposiciones de la Comisión Mixta se votan como
un todo y, en consecuencia, no puedo pedir votación separada para dicho
artículo.
He dicho.
El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor
Guido Girardi.
El señor GIRARDI.- Señor Presidente, éste es uno de los proyectos más
complejos que le ha correspondido debatir al Congreso Nacional.
Se están dando sólo los primeros pasos en esta materia, pues no existe
una experiencia y una comprensión profunda para avanzar en una perspectiva
de futuro respecto de temas como éste.
A mi juicio, nos encontramos en una situación que denominaría de
encrucijada, porque, para bien o para mal, la tecnología nos está llevando a un
momento en la historia de la humanidad en el cual se puede hablar de vida
fabricada y patentada.
El artículo 8º aprobado por la Cámara me parece un poco ingenuo, ya
que estable: “El conocimiento del genoma humano es patrimonio común de la
humanidad.” Esto es muy importante, porque los seres humanos no hemos
descubierto ni creado ninguna característica importante respecto del genoma,
sino que éste es parte del acervo genético de la humanidad y, por lo tanto,
pertenece a todos los seres humanos.
Sin embargo, ese debate está zanjado, porque cuando en Estados
Unidos de América se discutió sobre la materia, se concluyó que eran
patentables las características genéticas para su comercialización.
En consecuencia, no sacamos nada con establecer que el conocimiento
sobre el genoma humano y los genes en general es patrimonio común de la
humanidad debido a que no fueron creados por el ser humano y porque ya se
encuentran patentados. Por lo tanto, ésa es una discusión respecto de la cual
tendremos poco que decir, lo que implica que este tipo de discusiones deben
hacerse en un marco de globalización, en que muchas veces las decisiones que
adoptamos como parlamentarios o las de la nación están absolutamente
supeditadas a las que se toman en otros confines del planeta, sin participación
alguna del resto de la población mundial.
Si bien considero que algunos artículos son un poco restrictivos, creo
que es importante regular esta materia, porque la clonación de seres humanos
implica un desafío que, desde el punto de vista tecnológico, a lo mejor parece
muy interesante, pero tremendamente peligroso desde el punto de vista de la
forma como podemos imaginar a los seres humanos del futuro.
Hemos expresado nuestra oposición a la transgenia, o sea, a los
alimentos transgénicos, porque nos parece complejo que hoy puedan
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DISCUSIÓN EN SALA

combinarse, por ejemplo, genes de pescado con los del tomate para hacer que
éste resista las bajas temperaturas, dado que el pescado las resiste. De igual
modo, podría crearse un “chimphumano”, es decir, una mezcla de chimpancé y
de ser humano, porque la tecnología lo permite.
Reitero, la clonación es la vida fabricada, porque uno puede crear un ser
humano, incluso fuera del útero.
Todas esas prácticas representan una situación de riesgo para la
humanidad y, por lo tanto, a pesar de que puedan hacerse, considero que
debemos regularlas. Esto es parecido a lo que ocurre con la energía nuclear;
los seres humanos pueden crearla y usarla, pero se le debe poner un límite.
Soy absolutamente partidario de prohibir la clonación humana y la
“discriminación positiva” de algunas características genéticas. El diputado
señor Melero dijo que, por ejemplo, hoy la tecnología permite a los padres
decidir que sus hijos sean inteligentes, altos, rubios, etcétera. Creo que ningún
padre quiere tener hijos que no sean ciento por ciento inteligentes o altos,
pero ese tipo de decisión significará cometer un dramático y brutal atentado en
contra de algo que ha mantenido la vida: la diversidad genética. En efecto, el
factor biológico más importante y que da más estabilidad a la vida es la
diversidad. Si uno tomara esos caminos, pondría en riesgo esa estabilidad que
es fundamental para la preservación de la vida en el futuro.
Vendrán temas debatibles, por ejemplo, la clonación de “partes y piezas”.
Una persona que debe hacerse un trasplante de hígado podría, a partir de una
célula, realizar la replicación sólo del hígado. En todo caso, se trata de temas de
futuro. Hoy, este proyecto ha abierto un debate sobre un tema importante.
Votaremos favorablemente el proyecto, con las preocupaciones que
tenemos de un mundo que se hace incierto a partir de los tremendos avances
que ha alcanzado la tecnología humana, a los que, sin embargo, debemos
poner límites.
He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Patricio Cornejo.

El señor CORNEJO.- Señor Presidente, coincido con quienes me han


antecedido en el uso de la palabra en el sentido de considerar que este
proyecto es de extraordinaria importancia, que avanza notablemente en un
aspecto que no había sido tocado antes por el Congreso Nacional, que dice
relación, básicamente, con la investigación científica en el país, especialmente
en seres humanos. Desde ese punto de vista, la iniciativa establece algunos
puntos muy significativos.
En su artículo 3º, prohíbe toda práctica eugenésica, salvo la consejería
genética. Nunca habíamos tenido la posibilidad de discutir el tema de la
práctica eugenésica en sus diferentes aspectos. Sin embargo, la discusión de
este proyecto, en sus distintos trámites, lo ha hecho posible.
El artículo 5º establece la prohibición de la clonación de seres humanos,
cualesquiera sean el fin perseguido y la técnica utilizada. Estamos en los
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DISCUSIÓN EN SALA

albores de la investigación de este tema, especialmente en el desarrollo de la


intervención del genoma humano, específicamente en términos de la clonación.
Coincido en que dispongamos la prohibición absoluta de la clonación de
seres humanos, toda vez que la investigación científica nos está demostrando
que, a partir de células troncales, podemos elaborar órganos o partes de órganos.
Esto se encuentra en proceso y, seguramente, en el futuro podremos revisar lo
que aprobemos hoy. Pero lo que dicen la sana lógica y una postura racional es
que nos opongamos a una práctica que puede ser muy poco aconsejable
desarrollar en este momento.
El artículo 8º establece que el conocimiento del genoma humano es
patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie puede atribuirse ni
constituir propiedad sobre el mismo ni sobre parte de él. Esto también tiene
una elevada importancia, por cuanto el proyecto establece, al menos para
nuestros connacionales, que el patrimonio genómico humano es pertenencia de
todos y, por lo tanto, puede ser de provecho de toda la comunidad.
También se establece que toda investigación científica en seres humanos
que implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser realizada
siempre por profesionales idóneos en la materia, justificarse en su objetivo y
metodología y ajustarse en todo a lo dispuesto en esta ley.
Es primera vez que se legisla sobre una materia tan importante como la
investigación científica en seres humanos. La importancia del proyecto que
vamos a aprobar radica en asegurar la dignidad del ser humano cuando se
realice una investigación que implique intervención física o psíquica.
Además, se establecen los comités ético científicos de los
establecimientos en que se efectúe una investigación científica biomédica, que
serán regulados por un reglamento elaborado por el Ministerio de Salud.
Tal vez lo más importante que se establece en esta área es la creación
de la Comisión Nacional de Bioética, que estaba pendiente desde hace mucho
tiempo y que regula la investigación sobre el genoma humano. La iniciativa
especifica quiénes integrarán esta Comisión y cuáles serán su misión y
potestades. Esto será muy importante a la hora de considerar los problemas
bioéticos que hoy se producen no sólo en la investigación, sino también en las
consejerías genéticas y en lo que se desarrolla en todos nuestros
establecimientos asistenciales.
Por lo tanto, la Democracia Cristiana apoyará este importante proyecto,
el cual se encuentra en su último trámite.
He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Tiene la palabra el diputado señor


Enrique Accorsi.

El señor ACCORSI.- Señor Presidente, quiero destacar la participación


que ha tenido el senador Mariano Ruiz-Esquide en la iniciativa.
Además, quiero dejar en claro que faltó la discusión sobre cuándo se
origina la vida. Nos vamos a encontrar con que el artículo 1º del proyecto
pondrá grandes trabas a la investigación científica en Chile. La iniciativa es
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DISCUSIÓN EN SALA

positiva, pero no podemos legislar sobre una base religiosa de la concepción de


la vida, ya que tiene un concepto definido. La investigación científica va más
allá de las opiniones religiosas y las trabas quedarán demostradas cuando el
proyecto sea promulgado como ley de la República.
Repito, en el Congreso hace falta una discusión a nivel nacional sobre
cuándo empieza la vida y cuál es nuestra apreciación al respecto. Dejo de
manifiesto esa aprensión y fundamentaré en ella mi voto.
He dicho.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Cerrado el debate.

-Con posterioridad, la Sala se pronunció sobre el proyecto en los


siguientes términos:

El señor ASCENCIO (Presidente).- En votación el informe de la Comisión


Mixta recaído en el proyecto de ley que fija normas sobre investigación
científica en seres humanos, legisla sobre el genoma humano y prohíbe la
clonación.

-Efectuada la votación en forma económica, por el sistema electrónico,


dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 56 votos; por la negativa, 17
votos. Hubo 7 abstenciones.

El señor ASCENCIO (Presidente).- Aprobado.


Despachado el proyecto.

-Votaron por la afirmativa los siguientes señores diputados:


Alvarado Andrade Claudio; Araya Guerrero Pedro; Ascencio Mansilla
Gabriel; Barros Montero Ramón; Bauer Jouanne Eugenio; Bayo Veloso Francisco;
Becker Alvear Germán; Bertolino Rendic Mario; Burgos Varela Jorge; Cornejo
Vidaurrázaga Patricio; Correa de la Cerda Sergio; Cristi Marfil María Angélica;
Dittborn Cordua Julio; Egaña Respaldiza Andrés; Forni Lobos Marcelo; Galilea
Vidaurre José Antonio; García-Huidobro Sanfuentes Alejandro; González Torres
Rodrigo; Guzmán Mena María Pía; Hernández Hernández Javier; Ibáñez Santa
María Gonzalo; Kast Rist José Antonio; Longueira Montes Pablo; Martínez Labbé
Rosauro; Masferrer Pellizzari Juan; Melero Abaroa Patricio; Mella Gajardo María
Eugenia; Meza Moncada Fernando; Molina Sanhueza Darío; Moreira Barros Iván;
Norambuena Farías Iván; Ojeda Uribe Sergio; Ortiz Novoa José Miguel; Pérez
Arriagada José; Jofré Núñez Néstor; Pérez San Martín Lily; Pérez Varela Víctor;
Prieto Lorca Pablo; Quintana Leal Jaime; Recondo Lavanderos Carlos; Rossi
Ciocca Fulvio; Salaberry Soto Felipe; Salas de la Fuente Edmundo; Sánchez
Grunert Leopoldo; Sepúlveda Orbenes Alejandra; Silva Ortiz Exequiel; Soto
González Laura; Tapia Martínez Boris; Tarud Daccarett Jorge; Tohá Morales
Carolina; Uriarte Herrera Gonzalo; Valenzuela Van Treek Esteban; Vargas Lyng
Alfonso; Venegas Rubio Samuel; Villouta Concha Edmundo; Von Muhlenbrock
Zamora Gastón.
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DISCUSIÓN EN SALA

-Votaron por la negativa los siguientes señores diputados:


Aguiló Melo Sergio; Bustos Ramírez Juan; Ceroni Fuentes Guillermo; Encina
Moriamez Francisco; Espinoza Sandoval Fidel; Jaramillo Becker Enrique; Jarpa
Wevar Carlos Abel; Jeame Barrueto Víctor; Leal Labrín Antonio; Letelier
Norambuena Felipe; Montes Cisternas Carlos; Muñoz Aburto Pedro; Olivares
Zepeda Carlos; Paredes Fierro Iván; Riveros Marín Edgardo; Robles Pantoja
Alberto; Vidal Lázaro Ximena.

-Se abstuvieron los diputados señores:


Accorsi Opazo Enrique; Girardi Lavín Guido; Hales Dib Patricio; Muñoz
D’Albora Adriana; Palma Flores Osvaldo; Saa Díaz María Antonieta; Seguel
Molina Rodolfo.
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DISCUSIÓN EN SALA

6.2. Oficio de Cámara Revisora a Cámara de Origen.


Oficio de aprobación de Informe de Comisión Mixta. Fecha 12 de octubre,
2005. Cuenta en Sesión 42, Legislatura 353, Senado.

Oficio Nº 5886
A S. E. EL
PRESIDENTE
DEL
H. SENADO
VALPARAÍSO, 12 de octubre de 2005

La Cámara de Diputados, en sesión de esta fecha, ha


dado su aprobación al informe de la Comisión Mixta constituida para resolver
las divergencias suscitadas durante la tramitación del proyecto de ley que fija
normas sobre investigación científica en seres humanos, legisla sobre el
genoma y prohíbe la clonación, boletín Nº 1993-11(S).

Lo que tengo a honra comunicar a V.E.


mlp/ogv
S.51ª
Devuelvo los antecedentes respectivos.

Dios guarde a V.E.

ALEJANDRO NAVARRO BRAIN


Primer Vicepresidente de la Cámara de Diputados

CARLOS LOYOLA OPAZO


Secretario General de la Cámara de Diputados
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OFICIO LEY AL EJECUTIVO

7. Trámite Veto Presidencial: Senado y Cámara


de Diputados
7.1. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo
Oficio de Ley al Presidente de la República. Comunica texto aprobado por el
Congreso Nacional para que ejerza la facultad de veto. Fecha 18 de octubre,
2005.

A S.E. el Nº 26.027
Presidente de la
República
Valparaíso, 18 de octubre de 2005.

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el


Congreso Nacional ha dado su aprobación al siguiente

PROYECTO DE LEY:

“Artículo 1°.- Esta ley tiene por finalidad proteger la


vida de los seres humanos, desde el momento de la concepción, su integridad
física y psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en relación con
la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.

Artículo 2°.- La libertad para llevar a cabo actividades


de investigación científica biomédica en seres humanos tiene como límite el
respeto a los derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza
humana, reconocidos tanto por la Constitución Política de la República como
por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se encuentren
vigentes.

Artículo 3º.- Prohíbese toda práctica eugenésica,


salvo la consejería genética.

Artículo 4º.- Prohíbese toda forma de discriminación


arbitraria basada en el patrimonio genético de las personas.

En consecuencia, los resultados de exámenes


genéticos y análisis predictivos de la misma naturaleza no podrán ser
utilizados con ese fin.

Artículo 5º.- Prohíbese la clonación de seres


humanos, cualesquiera que sean el fin perseguido y la técnica utilizada.
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OFICIO LEY AL EJECUTIVO

Artículo 6º.- El cultivo de tejidos y órganos sólo


procederá con fines de diagnósticos terapéuticos o de investigación científica.
En ningún caso podrán destruirse embriones humanos para obtener las células
troncales que den origen a dichos tejidos y órganos.

Artículo 7.- La terapia génica en células somáticas


estará autorizada sólo con fines de tratamiento de enfermedades o a impedir
su aparición.

Artículo 8º.- El conocimiento del genoma humano es


patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie puede atribuirse
ni constituir propiedad sobre el mismo ni sobre parte de él. El conocimiento de
la estructura de un gen y de las secuencias totales o parciales de ADN no son
patentables.

Los procesos biotecnológicos derivados del


conocimiento del genoma humano, así como los productos obtenidos
directamente de ellos, diagnósticos o terapéuticos, son patentables según las
reglas generales.

Artículo 9º.- Sólo se podrá investigar y determinar la


identidad genética de un ser humano si se cuenta con su consentimiento
previo e informado o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad
en conformidad con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de la facultad de los
tribunales de justicia, en la forma y en los casos establecidos en la ley.

Artículo 10.- Toda investigación científica en seres


humanos que implique algún tipo de intervención física o psíquica deberá ser
realizada siempre por profesionales idóneos en la materia, justificarse en su
objetivo y metodología y ajustarse en todo a lo dispuesto en esta ley.

No podrá desarrollarse una investigación científica si


hay antecedentes que permitan suponer que existe un riesgo de destrucción,
muerte o lesión corporal grave y duradera para un ser humano.

Toda investigación científica biomédica deberá contar


con la autorización expresa del director del establecimiento dentro del cual se
efectúe, previo informe favorable del Comité Ético Científico que corresponda,
según el reglamento.

Artículo 11.- Toda investigación científica en un ser


humano deberá contar con su consentimiento previo, expreso, libre e
informado, o, en su defecto, el de aquél que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 477 de 581
OFICIO LEY AL EJECUTIVO

Para los efectos de esta ley, existe consentimiento


informado cuando la persona que debe prestarlo conoce los aspectos
esenciales de la investigación, en especial su finalidad, beneficios, riesgos y
los procedimientos o tratamientos alternativos. Para ello deberá habérsele
proporcionado información adecuada, suficiente y comprensible sobre ella.
Asimismo, deberá hacerse especial mención del derecho que tiene de no
autorizar la investigación o de revocar su consentimiento en cualquier
momento y por cualquier medio, sin que ello importe responsabilidad, sanción
o pérdida de beneficio alguno.

El consentimiento deberá constar en un acta firmada


por la persona que ha de consentir en la investigación, por el director
responsable de ella y por el director del centro o establecimiento donde ella se
llevará a cabo, quien, además, actuará como ministro de fe.

En todo caso, el consentimiento deberá ser


nuevamente solicitado cada vez que los términos o condiciones en que se
desarrolle la investigación sufran modificaciones, salvo que éstas sean
consideradas menores por el Comité Ético Científico que haya aprobado el
proyecto de investigación.

Artículo 12.- La información genética de un ser


humano será reservada. Lo anterior es sin perjuicio de las facultades de los
tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos en la ley.
Asimismo, para los efectos de esta ley, resultan plenamente aplicables las
disposiciones sobre secreto profesional.

Artículo 13.- La recopilación, almacenamiento,


tratamiento y difusión del genoma de las personas se ajustará a las
disposiciones de la ley N° 19.628, sobre protección de datos de carácter
personal.

Los datos del genoma humano que permitan la


identificación de una persona deberán ser encriptados para su
almacenamiento y transmisión.

La encriptación podrá omitirse temporalmente por


razones de utilidad pública.

Artículo 14.- Prohíbese solicitar, recibir, indagar,


poseer y utilizar información sobre el genoma relativa a una persona, salvo
que ella lo autorice expresamente o, en su defecto, el que deba suplir su
voluntad en conformidad con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de las
facultades de los tribunales de justicia, en los casos y en la forma establecidos
en la ley.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 478 de 581
OFICIO LEY AL EJECUTIVO

Artículo 15.- Créase una Comisión Nacional de


Bioética, que estará integrada por nueve profesionales, expertos en bioética,
designados por el Presidente de la República, con acuerdo del Senado
adoptado por los dos tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especial
convocada al efecto.

Los miembros de esta Comisión durarán cuatro años


en sus cargos y podrán ser reelegidos. El Presidente de la República, en el
momento de solicitar el acuerdo del Senado, propondrá al miembro que
asumirá el cargo de Presidente.

La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva, que


coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que aquélla adopte y
estará conformada por el personal que al efecto asigne el Ministerio de Salud.

Artículo 16.- La Comisión Nacional de Bioética


tendrá, entre sus funciones, asesorar a los distintos Poderes del Estado en los
asuntos éticos que se presenten como producto de los avances científicos y
tecnológicos en biomedicina, así como en las materias relacionadas con la
investigación científica biomédica en seres humanos, recomendando la
dictación, modificación y supresión de las normas que la regulen.

Las resoluciones o acuerdos de la Comisión se


adoptarán por simple mayoría, no obstante lo cual deberán hacerse constar
las diferencias producidas en su seno y la posición de minoría.

Artículo 17.- El que clonare o iniciare un proceso de


clonar seres humanos y el que realizare cualquier procedimiento eugenésico
en contravención al artículo 3°, será castigado con la pena de presidio menor
en su grado medio a máximo y con la inhabilitación absoluta para el ejercicio
de la profesión durante el tiempo que dure la condena.

En caso de reincidencia, el infractor será sancionado,


además, con la pena de inhabilitación perpetua para ejercer la profesión.

Artículo 18.- El que violare la reserva de la


información sobre el genoma humano, fuera de los casos que autoriza el
artículo 12, sufrirá las penas establecidas en ambos incisos del artículo 247 del
Código Penal, según el caso.

El que omitiere la encriptación exigida en esta ley


será sancionado con multa de hasta mil unidades de fomento.

Artículo 19.- El que falsificare el acta a que se refiere


el inciso tercero del artículo 11 será sancionado con la pena de reclusión
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 479 de 581
OFICIO LEY AL EJECUTIVO

menor en su grado mínimo y con multa de 10 a 20 unidades tributarias


mensuales.

Igual pena se aplicará a quien maliciosamente usare,


con cualquier fin, un acta falsa.

El que omitiere la referida acta o la confeccionare


manifiestamente incompleta será sancionado con multa de 10 a 20 unidades
tributarias mensuales.

Artículo 20.- Todo el que desarrollare un proyecto de


investigación científica biomédica en seres humanos o en su genoma, sin
contar con las autorizaciones correspondientes exigidas por la presente ley,
será sancionado con la suspensión por tres años del ejercicio profesional y con
la prohibición absoluta de ejercicio profesional en el territorio nacional en caso
de reincidencia.

Artículo 21.- Corresponderá al Ministerio de Salud


establecer, mediante reglamento, las normas que complementen o desarrollen
los contenidos de esta ley.”.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

SERGIO ROMERO PIZARRO


Presidente del Senado

JOSÉ LUIS ALLIENDE LEIVA


Secretario General (S) del Senado
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 480 de 581
OFICIO LEY AL EJECUTIVO

7.2. Oficio del Ejecutivo a Cámara de Origen.


Oficio del Presidente de la República. Remite Veto Presidencial. Fecha 18 de
noviembre, 2005. Cuenta en Sesión 48, Legislatura 353. Senado.

Boletín N° 1.993-11

Observaciones formuladas por Su Excelencia el señor Presidente de la


República, al proyecto de ley sobre la investigación científica en el ser
humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana.

N° 427-353/

Honorable Senado:

Mediante oficio N° 26.027, de 18 de octubre de 2005, V.E.


me comunicó que el H. Congreso Nacional tuvo a bien aprobar el
proyecto de ley sobre la investigación científica en el ser humano, su
genoma, y prohíbe la clonación humana.

En uso de la facultad que me confiere el inciso primero del


articulo 73 de la Constitución Política de la República y de conformidad
con lo establecido en el Título III de la Ley N° 18.918, Orgánica
Constitucional del Congreso Nacional, vengo en formular la siguiente
observación al referido proyecto de ley, la que constituye una única
observación para los efectos del articulo 35 de dicha ley:

Para sustituir el artículo 1°, por el siguiente:

"Articulo 1º.- Esta ley tiene por finalidad proteger la vida


de los seres humanos, desde el momento de la concepción, su
integridad física y psíquica, así como su diversidad e identidad
genética, en relación con la investigación científica biomédica y sus
aplicaciones clínicas.

Sin embargo, sus disposiciones no se aplicarán respecto de


los procedimientos y técnicas cuyo único propósito sea lograr la
reproducción asistida de los seres humanos, ni respecto de los
mecanismos de .anticoncepción.".

FRANCISCO VIDAL SALINAS


Vicepresidente de la República
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 481 de 581
OFICIO LEY AL EJECUTIVO

PEDRO GARCÍA ASPILLAGA


Ministro de Salud

EDUARDO DOCKENDORFH VALLEJOS


Ministro
Secretario General de la Presidencia
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 482 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

7.3. Informe Comisión de Salud.


Senado. Fecha 07 de marzo, 2006. Cuenta en Sesión 62, Legislatura 353.
Senado.

INFORME DE LA COMISIÓN DE SALUD, recaído en


la observación, en primer trámite constitucional,
formulada por Su Excelencia el Vicepresidente de la
República, al proyecto de ley que regula la
investigación científica en el ser humano, su genoma,
y prohíbe la clonación humana.

BOLETÍN Nº 1.993 -11.


______________________________________

HONORABLE SENADO:

Vuestra Comisión de Salud tiene el honor de


informaros respecto de la observación formulada por Su Excelencia el
Vicepresidente de la República, en primer trámite constitucional, al proyecto de
ley individualizado en el rubro, en uso de la facultad que le confiere el inciso
primero del articulo 73 de la Constitución Política de la República y de
conformidad con lo establecido en el Título III de la Ley N° 18.918, Orgánica
Constitucional del Congreso Nacional.

A una o más de las sesiones en que se consideró esta


materia asistieron, además de sus integrantes, el señor Ministro de Salud, don
Pedro García, y la señora Ministra subrogante del ramo, doña Cecilia
Villavicencio.

Asimismo asistieron, especialmente invitados por la


Comisión, del Ministerio de Salud, el doctor Rodrigo Salinas, y el Asesor
Jurídico, señor Mauricio Funes.

---

Su Excelencia el Vicepresidente de la República


formuló una única observación al proyecto de la referencia, del siguiente tenor:

Para sustituir el artículo 1°, por el siguiente:

"Articulo 1º.- Esta ley tiene por finalidad proteger la


vida de los seres humanos, desde el momento de la concepción, su integridad
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 483 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

física y psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en relación con


la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.

Sin embargo, sus disposiciones no se aplicarán


respecto de los procedimientos y técnicas cuyo único propósito sea lograr la
reproducción asistida de los seres humanos, ni respecto de los mecanismos de
anticoncepción.".

El artículo 1° del texto sancionado por el Congreso


Nacional dispone, a la letra:

“Artículo 1°.- Esta ley tiene por finalidad proteger la


vida de los seres humanos, desde el momento de la concepción, su integridad
física y psíquica, así como su diversidad e identidad genética, en relación con
la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.”.

En la primera sesión en que la Comisión se abocó al


estudio de la observación formulada, el Presidente de la Comisión, Honorable
Senador señor Viera-Gallo, comenzó refiriéndose a los fundamentos de la
moción que dio origen al proyecto materia de este informe, y señaló que éstos
son muy importantes para determinar las ideas matrices de una iniciativa
legal.

Sobre el particular, llamó la atención respecto del


párrafo final de los fundamentos de la moción, que estimó clave para la
determinación de las ideas matrices del proyecto de ley. El referido párrafo
señala, textualmente, lo siguiente:

“En el ánimo de dar un marco legislativo en nuestro


país a estos principios éticos en la investigación en seres humanos y legislar
sobre dos temas emergentes como son el genoma humano y la clonación,
venimos en presentar la siguiente moción parlamentaria….”.

En suma, la moción tiene tres ideas matrices según


sus autores, a saber: la investigación en seres humanos, lo relativo al genoma
humano y lo relativo a la clonación.

Continuó señalando que la referencia a las ideas


matrices del proyecto resulta relevante al momento de considerar la
admisibilidad o no de la observación formulada, según se consigna más
adelante en el presente informe. Cabe preguntarse, por tanto, si la observación
formulada por S.E. el Vicepresidente de la República se comprende dentro de
las ideas matrices del proyecto, y en caso que la respuesta sea negativa,
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 484 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

eventualmente declarar su inadmisibilidad, facultad que le compete


exclusivamente al Presidente del Senado.

Por otra parte, en un aspecto formal, el Presidente de


la Comisión señaló que el veto presentado tiene el carácter de aditivo, lo que
implica que, en el evento de ser rechazado, se mantiene la norma sancionada
por el Congreso Nacional. Lo anterior, no obstante su tenor literal conforme al
cual pareciera tratarse de un veto sustitutivo.

Ahora bien, en cuanto al fondo del asunto planteado


por la observación de S.E. el Vicepresidente de la República, el Honorable
Senador señor Viera-Gallo puso a disposición de la Comisión una serie de
documentos relativos a la materia, a saber: la Resolución 2000-02306 de la
Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de San José de Costa Rica
; el Informe N°25/04 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos; el
ensayo “La aplicabilidad del derecho a la vida al embrión o feto en la
jurisprudencia internacional durante 2004”, de doña Patricia Palacios Zuloaga;
y las sentencias N°s 53/1985, 212/1996 y 116/1999, del Tribunal
Constitucional español. Los referidos documentos se encuentran a disposición
del los Honorables señores Senadores, en la Secretaria de la Comisión.

En referencia al fallo de la Sala Constitucional de la


Corte Suprema de Costa Rica, señaló que su importancia, en relación a la
materia en estudio, radica en resolver el primer caso presentado en el sistema
interamericano, en el cual un grupo de personas sostiene que la fertilización
asistida es contraria al Pacto de San José de Costa Rica. Dicha sentencia
concluye que la fertilización asistida es contraria al referido Pacto, y la prohíbe
en toda Costa Rica.

Hizo presente que su relación con el proyecto


despachado por el Congreso Nacional, es que éste sigue la línea del Pacto de
San José, no obstante los términos utilizados en uno y otro caso no son los
mismos.

En contra de tal fallo, prosiguió, hubo quienes,


teniendo una posición contraria, recurrieron a la Comisión Interamericana de
Derechos Humanos, la que declaró admisible el reclamo, según consta en el
señalado informe, tenido a la vista. Ese es el estado de tramitación actual, y
eventualmente y luego de deliberar, dicha Comisión puede remitir los
antecedentes a la Corte Interamericana de Derechos Humanos en San José,
quien fallará en definitiva. Tal decisión será vinculante para todos los países
que han ratificado el Pacto de San José de Costa Rica.

Luego se refirió al artículo de la abogada señora


Patricia Palacios Zuloaga, titulado “La Aplicabilibilidad del Derecho a la Vida al
Embrión o Feto en la Jurisprudencia Internacional durante 2004.”, el que
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 485 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

aborda el caso de San José de Costa Rica aludido y también un caso conocido
por la Corte Europea de Derechos Humanos. Este último fue planteado por una
mujer francesa de origen vietnamita con 20 a 21 semanas de embarazo, que
fue sometida a un aborto terapéutico por razones de salud luego de que, por
causa de la acción negligente de un médico, se determinó que su embarazo no
podía continuar. Respecto de este último caso, el señor Presidente destacó el
siguiente párrafo del fallo: “….la Corte está convencida que, tal como están las
cosas, no resulta deseable ni posible siquiera responder de manera abstracta la
pregunta de si el niño no-nato es persona para efectos del artículo 2° del
Convenio (“personne” en el texto francés). En el presente caso considera
innecesario examinar si es que el término repentino del embarazo de la
postulante cae dentro de la esfera del artículo 2° dado que, aun si la
disposición fuera aplicable, el Estado parte cumplió con las exigencia relativas
a la preservación de la vida en el ámbito de la salud pública.”.

El Tribunal Constitucional español ha fallado en un


sentido diverso al expuesto, según consta en los fallos indicados
precedentemente en este informe12.

12
SENTENCIA DEL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL ESPAÑOL (53/1985)

Recurso tipo: Recurso previo de inconstitucionalidad.


TEXTO DEL DICTAMEN

Extracto:

6. La vida es un concepto indeterminado. Desde el punto de vista de la
cuestión planteada se precisa:
a) Que la vida humana es un devenir, un proceso que comienza con la
gestación, en el curso de la cual una realidad biológica va tomando corpórea y
sensitivamente configuración humana.
b) Que la gestación ha generado un «tertium» existencialmente distinto de la
madre.
c) Que, dentro de los cambios cualitativos en el desarrollo del proceso vital,
tiene particular relevancia el nacimiento. Y previamente al nacimiento tiene
especial trascendencia el momento a partir del cual al «nasciturus» es ya
susceptible de vida independiente de la madre.
bienes y derechos constitucionalmente reconocidos, en determinados
supuestos puede y aun debe estar sujeta a limitaciones.

14. El legislador, que ha de tener siempre presente la razonable exigibilidad
de una conducta y la proporcionalidad de la pena en caso de incumplimiento,
puede también renunciar a la sanción penal de una conducta que
objetivamente pudiera representar una carga insoportable, sin perjuicio de
que, en su caso, siga subsistiendo el deber de protección del Estado respecto
del bien jurídico en otros ámbitos.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 486 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

A continuación, hizo uso de la palabra el Honorable


Senador señor Boeninger, quien señaló no tener duda respecto de la
necesidad y conveniencia de la existencia de técnicas de reproducción asistida
y de mecanismos de anticoncepción. Si la materia no es resuelta por el
presente proyecto, prosiguió, serán los tribunales de justicia los encargados de
hacerlo.

Al respecto, el señor Presidente de la Comisión


indicó que, en su opinión, la posibilidad de acceder a los tribunales de justicia
planteando el asunto no varía en razón de la aprobación del proyecto de ley de
la referencia. La circunstancia que el artículo 1° prescriba que “esta ley tiene
por finalidad proteger la vida de los seres humanos, desde el momento de la
concepción” no abre la puerta para impugnar las técnicas de fertilización
asistida. El único camino para hacerlo seguirá siendo invocar el artículo 4° N°1
del Pacto de San José de Costa Rica, del modo que ocurrió en Costa Rica.

Intervino a continuación el señor Ministro de


Salud, don Pedro García, quien manifestó las razones que tuvo el Ejecutivo
para formular el veto objeto del análisis de la Comisión. Al respecto señaló que
se persigue resguardar que, tanto los procedimientos y técnicas de
reproducción asistida y los mecanismos de anticoncepción en uso actualmente
en nuestro país, no se vean afectados por interpretaciones al artículo 1° del
proyecto de ley que regula la investigación científica en el ser humano, su
genoma, y prohíbe la clonación humana, sancionado por el Congreso Nacional,
atendiendo lo ocurrido en otros países, como el caso de Costa Rica. De
acogerse una interpretación en ese sentido, en nuestro país, significaría que
muchas personas, que aspiran a tener un hijo ayudados con las técnicas de
reproducción asistida, se vean impedido de hacerlo, e incluso, más grave aún,
métodos de anticoncepción actualmente en uso eventualmente podrían quedar
proscritos.

Finalizó señalando que, en síntesis, lo que se


persigue es acotar el alcance de la ley.

El señor Presidente de la Comisión destacó


nuevamente que, desde un punto de vista jurídico, aún en la hipótesis que el
veto sea acogido, de presentarse una controversia prima lo dispuesto en el
Pacto de San José y la interpretación que hagan los Tribunales de Justicia de
sus normas, en atención a lo dispuesto de el artículo 5° de la Constitución
Política de la República.

En cuanto a la materia que aborda el veto, esto es,


las técnicas de reproducción asistida, manifestó que se encuentra a favor de
las mismas.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 487 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

La Honorable Senadora señora Matthei, por su


parte, señaló que no ve razón para generar controversia sobre la materia, en
circunstancias que jurídicamente prima el Pacto de San José de Costa Rica,
independientemente del texto que sancione el Congreso Nacional. En cuanto a
las técnicas de reproducción asistida, se mostró partidaria de mantener la
situación actual, esto es, que se continúe con las prácticas actuales,
fecundación in vitro y GIFT, las que hasta ahora no han sido cuestionadas, e
insistió que estima muy poco probable que los tribunales de justicia y la Corte
Suprema vayan a prohibirlas u objetarlas, atendido el texto de la ley.

En una nueva sesión que la Comisión celebró a fin de


estudiar y pronunciarse respecto de la observación formulada por S.E. el
Vicepresidente de la República al proyecto de ley de la referencia, el
Honorable Senador señor Viera-Gallo presentó a la Comisión un
documento que contiene su posición al respecto, y solicitó la lectura del
mismo, a fin de que los otros integrantes de la Comisión manifestaran su
parecer, y eventualmente adhirieran a lo expresado en él.

El referido texto comienza señalando, como primer


punto a analizar, que el veto formulado podría ser estimado inadmisible por
apartarse de las ideas matrices del proyecto. Como ha sostenido el Tribunal
Constitucional chileno, en fallo de 26 de octubre de 1972, éstas quedan fijadas
por el propósito central de los autores del proyecto, en este caso, la moción
que busca legislar sobre la clonación, regular la investigación científica en
seres humanos y los diversos aspectos relativos al genoma humano. Ese es el
ámbito conceptual que marcó desde sus inicios la discusión parlamentaria del
proyecto en cuestión.

Nunca estuvo entre esas ideas, continúa, referirse a


la fertilización asistida o a la anticoncepción. Para la primera de ellas existe
otra moción presentada en el Senado, y para la segunda, ha habido una clara
sentencia de la Corte Suprema afirmando que la llamada píldora del día
después no es abortiva. Cuando se analizó la conveniencia de crear una
Comisión Nacional de Bioética que asesore al Estado y oriente a la sociedad
frente a las implicancias que trae consigo el avance de la ciencia, se partió de
la base que éste va a ir cambiando aceleradamente la forma en que el hombre
se relaciona con su propia vida y reproducción y que, por tanto, resultaba
conveniente que existiera una instancia donde se debatieran todas las
implicancias sociales de esos cambios. El proyecto los considera como un dato
de la realidad y busca orientar su aplicación, no frenarlos o detenerlos.

Puede considerarse que hubo una referencia


tangencial a la fertilización asistida cuando se prohíben las prácticas
eugenésicas, pero ese principio es válido para cualquier relación con la vida
humana. También el proyecto prohíbe la extracción de células madres de
embriones para realizar diversas terapias, lo cual presupone la existencia de
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 488 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

embriones fuera del útero materno; más bien lo que hace es regular un
aspecto de la fertilización asistida.

De acuerdo al indicado documento, resultaría


impropio colegir de ello que las ideas matrices del proyecto se habrían
extendido a todo lo referente a la bioética.

En segundo lugar, afirma que el hecho que en el


transcurso de la discusión parlamentaria se haya introducido un cambio en la
disposición de carácter general relativa a la protección de la vida humana, no
altera la situación señalada, ya que la modificación del artículo 1º, primer
inciso, como lo señalaron varios Honorables Senadores y Diputados durante el
debate, no hizo más que reiterar un concepto ya consagrado en nuestro
ordenamiento jurídico. El artículo 19 Nº 1, inciso 2º, de la Constitución Política
de la República prescribe, a la letra, lo siguiente: “la ley protege la vida del que
está por nacer”, recogiendo principios que ya se encontraban en nuestra
legislación civil y penal.

El problema no consiste en saber desde cuando debe


ser protegida la vida humana. Obviamente es desde que se inicia, o sea, desde
su concepción, como señala el Pacto de San José de Costa Rica. La cuestión es
concordar acerca de la forma en que el Estado debe brindar esa protección en
las diversas etapas de su desarrollo, con qué instrumentos y qué sanciones
aplicar a quienes atenten en contra suya o de su normal desarrollo. Así lo ha
señalado en diversas sentencias, desde la década del 80, el Tribunal
Constitucional español.

Prosigue señalando que, del estudio de la discusión


sobre el establecimiento del mencionado precepto constitucional en la
Constitución Política de la República, se desprende que los comisionados no
tuvieron como propósito prohibir en forma absoluta cualquier intervención
sobre el embrión, sino entregar una orientación al legislador, con la sola
salvedad de no permitir una “legalización excesiva” del aborto13. Un raciocinio
análogo se puede hacer respecto al establecimiento del artículo 4º del Pacto de
San José y de ello da cuenta cabal la jurisprudencia a que ha dado lugar.

Por tanto, la modificación al artículo 1º del proyecto


no supone ningún cambio respecto a lo ya existente en nuestro sistema
normativo.

Como tercer punto, plantea que se puede considerar


que el veto de S.E. el Vicepresidente de la República introduciendo un inciso
2º al artículo 1º, que obviamente tiene la naturaleza de veto aditivo, o bien se
refiere a una materia no abordada por el proyecto, en cuyo caso podría ser

13
Sesión 90a de la Comisión Constituyente, de 25 de Noviembre de 1974, Anexo N°1 del presente informe.
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INFORME COMISIÓN SALUD

considerado inadmisible, o bien constituye una simple precisión que no resulta


imprescindible desde el punto de vista jurídico. Es natural que S.E. el
Vicepresidente de la República quiera dejar establecido en el trámite legislativo
que el inciso 1º del artículo 1º no puede ser interpretado en un sentido tan
amplio como para llevar a sostener que los métodos anticonceptivos y la
fertilización asistida quedarían proscritos. Seguramente al hacerlo, señala, ha
tenido en consideración un fallo del Tribunal Constitucional de Costa Rica que
ha prohibido la fertilización asistida amparándose en el artículo 4º del Pacto
de San José, el cual se encuentra actualmente objetado ante la Comisión de
Derechos Humanos de la Organización de Estado Americanos, que admitió a
tramitación el reclamo.

Si el constituyente ha facultado al legislador para que


se interrumpa el embarazo en casos calificados y por motivos graves,
provocando de hecho la muerte del embrión, con mayor razón habrá que
entender que existe la posibilidad de realizar prácticas destinadas a favorecer
el surgimiento de la vida humana y la consiguiente formación del embrión
gracias a los adelantos científicos.

Finaliza consignado que, por mandato de la ley


N°18.918, Orgánica Constitucional del Congreso Nacional, no compete a la
Comisión que preside pronunciarse sobre la posible inadmisibilidad del veto,
facultad privativa del Presidente del Senado, por lo cual sólo cabe dejar
constancia de la discusión habida en su seno y del parecer de los diversos
Honorables Senadores que la integran.

Habiendo tomado conocimiento del contenido del


documento, los Honorables Senadores señores Boeninger y Ruiz-Esquide
manifestaron compartir plenamente las ideas en él vertidas, y en razón de lo
anterior hicieron suyas las ideas que en él se consignan.

Asimismo, los miembros presentes de la Comisión,


Honorables Senadores señora Matthei, y señores Viera-Gallo,
Boeninger y Ruiz-Esquide acordaron dejar constancia expresa que la
Comisión de Salud que integran comparte el criterio del Vicepresidente
de la República sobre el tema, lo que no le impide formular las
consideraciones anteriormente expuestas sobre la admisibilidad del
veto y sobre su alcance. Incluso estima que si éste fuere declarado
inadmisible o rechazado por el Senado o la Cámara de Diputados, en
nada se afectaría el estatuto legal actual que permite las políticas de
anticoncepción y la fertilización asistida.

Finalizada la discusión, el Presidente de la Comisión


puso en votación la observación formulada por S.E. el Vicepresidente de la
República, al proyecto de ley que regula la investigación científica en el ser
humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana, y cada uno de los
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 490 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

Honorables Senadores complementó lo ya expuesto, fundamentando


brevemente su voto.

El Honorable Senador señor Ruiz-Esquide señaló,


en primer término, que considera importante el pronto despacho del proyecto
de ley de la referencia, cuya tramitación se ha prolongado más allá de lo
conveniente, y ha generado un debate que excede la intención que motivó la
presentación de la moción que le dio origen, que no fue más que avanzar en
los tres temas ya señalados, y delimitar las ideas macro en los mismos, lo que
estimó muy importante, especialmente considerando la larga data de la
moción. Solicitó a los Honorables Senadores presentes su adhesión a esta
afirmación, en el sentido de no retrasar aún más la promulgación de este
proyecto.

En segundo lugar, reiteró una vez más que comparte


las ideas contenidas en el documento elaborado por el Presidente de la
Comisión, y reiteró que el texto sancionado por el Congreso Nacional no
agrega elementos nuevos a la discusión sobre el comienzo de la vida, que
naturalmente es en el momento de la concepción. Distinto hubiese sido,
prosiguió, si en el proyecto o en el veto formulado al mismo se precisara cual
es el momento de la concepción, tema enormemente debatido.

En ese sentido, manifestó que el veto no agrega


elemento nuevo alguno.

Anunció luego su voto favorable al veto,


fundamentalmente con el ánimo de no retrasar innecesariamente la
promulgación de este proyecto como ley, dejando establecido que comparte y
acepta la idea de que sea posible que sea declarado inadmisible.

El Honorable Senador señor Boeninger, por su


parte, señaló que una ley no puede prescribir, pues existen visiones muy
distintas en la sociedad, cuando comienza la vida, ni cuando esa vida comienza
a ser persona. Reiteró que es partidario de la mayor libertad de investigación
para crear vida, y evitar embarazos no deseados, a fin que no prolifere el
aborto.

Anunció su voto favorable al veto.

La Honorable Senadora señora Matthei, comenzó


señalando que es partidaria de los métodos de anticoncepción y de las
prácticas de reproducción asistida, aspecto que desea dejar claramente
consignado.

Estimó que el veto planteado por S.E. el


Vicepresidente de la República sólo genera problemas. El proyecto de ley
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INFORME COMISIÓN SALUD

sancionado por el Congreso Nacional, en su artículo 1° señala expresamente


que esta ley tiene por finalidad proteger la vida de los seres humanos desde el
momento de la concepción, en relación con los aspectos que allí se señalan,
esto es, la investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas, que
sólo se refería a ese ámbito.

Explicó que, en su opinión, cualquiera sea el destino


final del veto, podrá generar interpretaciones erradas en el futuro. Así, si se
llegase a declarar inadmisible, alguien podría señalar que el veto era necesario
para establecer que las fertilización asistida y los métodos anticonceptivos no
resultaban afectados, y al declararse inadmisible, cabe hacer una
interpretación a contrario sensu. Lo mismo podría ocurrir en caso que el veto
fuese en definitiva rechazado. La presentación de la referida observación fue,
en su opinión, un error.

En segundo lugar, recalcó una idea que ya se planteó


en el seno de la Comisión, esto es, que nuestra legislación interna tiene un
rango inferior al Pacto de San José de Costa Rica, por ende,
independientemente de lo que la ley en definitiva prescriba, en caso de
contradicción con el referido Pacto, éste último va a ser el que prime. Por lo
tanto, con o sin veto aprobado, cualquier persona puede recurrir invocando el
Pacto de San José de Costa Rica, en los términos ya señalados.

Luego anunció su voto en contra del veto, por


estimar, de acuerdo a lo expresado, que su formulación es innecesaria y sólo
genera problemas. El ámbito de aplicación ya estaba claramente delimitado en
el artículo 1° de la ley. Estimó preferible votar en contra del veto, antes que
votar a favor, ya que podría ocurrir que por cualquier circunstancia el veto no
prospere, y se señale en el futuro que la Comisión de Salud, o algunos de los
Honorables Senadores que la integran, consideraban necesario exceptuar
claramente de la protección de la ley las referidas técnicas, las que de otro
modo resultaban afectadas, lo que, reiteró, no es efectivo. Manifestó su
confianza en que los tribunales chilenos interpretarán correctamente el artículo
1° de la ley.

Por último, correspondió el turno al Honorable


Senador señor Viera-Gallo, quien anunció su voto a favor del veto, en los
términos consignados en el documento que se reproduce precedentemente en
este informe.

-- En votación, la Comisión aprobó la


observación formulada por S.E. el Vicepresidente de la República, por
tres votos a favor, de los Honorables Senadores señores Boeninger,
Ruiz-Esquide y Viera-Gallo, y un voto en contra, de la Honorable
Senadora señora Matthei. (Mayoría de los miembros presentes).
(3x1).
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 492 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

---

Acordado en sesiones de fechas 14 de diciembre de


2005 y 25 de enero de 2006, con asistencia de sus miembros Honorables
Senadores señora Evelyn Matthei Fornet y señores José Antonio Viera-Gallo
Quesney (Presidente), Edgardo Boeninger Kausel y Mariano Ruiz-Esquide Jara.

Sala de la Comisión, a 7 de marzo de 2006.

PEDRO FADIC RUIZ


Abogado Secretario de la Comisión
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INFORME COMISIÓN SALUD

RESUMEN EJECUTIVO

INFORME DE LA COMISIÓN DE SALUD, recaído en la observación, en


primer trámite constitucional, formulada por Su Excelencia el Vicepresidente de
la República, al proyecto de ley que regula la investigación científica en el ser
humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana.
(BOLETÍN Nº 1.993 -11).

I. PRINCIPAL OBJETIVO DE LA OBSERVACIÓN: Resguardar que, tanto los


procedimientos y técnicas de reproducción asistida y los mecanismos de
anticoncepción en uso actualmente en nuestro país, no se vean afectados por
interpretaciones al artículo 1° del proyecto de ley que regula la investigación
científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación humana,
sancionado por el Congreso Nacional, incorporando al efecto un nuevo inciso al
artículo 1°.

II. ACUERDOS: Fue aprobado por mayoría de los miembros presentes de la


Comisión (3X1).

III. URGENCIA: No tiene.


________________________________________________________

IV. TRÁMITE CONSTITUCIONAL: Primer trámite.

V. NORMAS DE QUÓRUM ESPECIAL. No tiene.

VI. LEYES QUE SE MODIFICAN O QUE SE RELACIONAN CON LA


MATERIA:

1.- Constitución Política de la República, artículo 19, número 1, relativo al


derecho a la vida.

2.- Convención Interamericana de Derechos Humanos, Pacto de San José de


Costa Rica,

Valparaíso, 7 de marzo de 2006.

PEDRO FADIC RUIZ


Abogado Secretario de la Comisión
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 494 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

ANEXO Nº 1

ACTAS OFICIALES DE LA COMISION CONSTITUYENTE

Sesión 90ª, celebrada en 25 de noviembre de 1974,


en lo referido a lo derechos del que está por nacer.


El señor SILVA BASCUÑAN cree que existiría acuerdo para establecer,


exclusivamente, que se aseguran los derechos del que está por nacer.

El señor ORTUZAR (Presidente) estima que, naturalmente, la ley


protegerá los derechos del que está por nacer.

El señor SILVA BASCUÑAN acota que también existe consenso en no


colocar nada relacionado con el aborto.

El señor ORTUZAR (Presidente) señala que al quedar entregada esta


materia al legislador, éste determinará en qué caso y en qué forma
protegerá la vida del que está por nacer.

El señor SILVA BASCUÑAN puntualiza que de ninguna manera se


consultará la disposición, que a él le llenaría de preocupación, que
establezca que el legislador podrá, en ciertos casos... etcétera.

El señor EVANS expresa que ese precepto está descartado, y entiende


que la disposición es que el legislador protegerá la vida del que está
por nacer.

El señor ORTUZAR (Presidente) concuerda en que el bien protegido es


la vida del que está por nacer.

El señor SILVA BASCUÑAN precisa que no son los derechos en general


los protegidos, sino la vida.

El señor EVANS estima que si la protección se refiere a los derechos, se


entraría en otro terreno diverso.

El señor SILVA BASCUÑAN cree que en ese caso se debería, por


ejemplo, entrar en la defensa de la herencia.

El señor GUZMAN pregunta si sobre la eutanasia no se hará ninguna


mención.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 495 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

El señor ORTUZAR (Presidente) manifiesta que respecto de la


eutanasia no se consultará ningún precepto.

El señor SILVA BASCUÑAN cree que la no mención de la eutanasia es


una consecuencia ineludible que no necesita ser expresada, porque,
entonces, debería detallarse numerosas formas de ella, y como ya se
señaló en la sesión última, no es posible entrar en tanto detalle, pero
en todo caso, le parece que la eutanasia debe estar condenada y
sancionada.

Los señores EVANS, SILVA BASCUÑAN y OVALLE consideran que es


suficiente establecer la protección del derecho a la vida.

El señor ORTUZAR (Presidente) señala que la consagración del derecho


a la vida determina que la eutanasia no será permisible.

El señor OVALLE acota que la eutanasia es un homicidio.

El señor GUZMAN expresa que formula esta pregunta porque hay dos
posibilidades en esta materia: una, dejarle la interpretación
enteramente abierta al legislador, y otra, clarificar la interpretación en
el propio seno de esta Comisión, a fin de que, a lo menos, como
historia fidedigna de la Constitución, pueda servir de elemento de
interpretación.

Agrega que esta inquietud suya se debe a que le sigue pareciendo muy
claro que consagrar el derecho a la ida es equivalente a condenar el
aborto –porque el aborto es siempre un homicidio, más allá de toda
consideración de orden religioso, como se analizó en otra oportunidad-
como también le parece que es respecto de la eutanasia. Añade que
no escapa a su consideración el hecho de que aquí se invocaron, para
sostener que el aborto podría llegar a ser estimado legítimo, en
determinados casos, razones de orden humanitario y de sentimientos,
en el buen sentido del término, y ocurre que para la eutanasia también
existen muy buenas razones de sentimientos y de humanitarismo, en
el mismo orden que se quiso validarlas para el aborto.

Declara que está en contra de toda forma de aborto y de toda forma de


eutanasia, pero, si se invocarán argumentos cono los que señalaron los
señores Ortúzar, Evans y Ovalle, respecto del aborto, su pregunta iba
dirigida a si, en materia de eutanasia, se desea dejar constancia de un
criterio distinto, o quedaría igualmente abierto al legislador que
apreciara, con entera libertad, el problema de cómo una norma
referente a esta materia estaría o no en concordancia con el texto
constitucional.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 496 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

El señor EVANS acota que esta última posibilidad estaría entregada a


los tribunales.

El señor ORTUZAR (Presidente) considera que la situación es diferente,


pues en el caso de la eutanasia, en su opinión, es evidente que no sería
permisible, porque la Constitución va a consagrar el derecho a la vida y
es indudable que si se suprime la vida de una persona por razones
humanitarias, se atenta contra el derecho a la vida. En cambio, le
parece que es distinto el caso de la vida de que está por nacer, por
cuanto en esa situación específica sí que se ha entregado al legislador
la facultad de proteger la vida del que está por nacer y de determinar,
entonces, cuáles son los casos que pueden presentarse.

Estima que respecto del aborto terapéutico, cuando el derecho a la


vida de la madre está en pugna con el derecho a la vida del hijo –que
fue lo que, por lo menos, en lo personal, hizo mayor fuerza sobre él-
existe una pugna entre dos existencias, de manera que son situaciones
diferentes.

Considera que si no se contempla ninguna disposición, nadie podrá


colegir que queda a la libre interpretación la facultad de ejercer o no la
eutanasia, ya que le parece evidente que no sería permisible, por lo
menos, según su opinión.

El señor SILVA BASCUÑAN señala que el señor Presidente ha


expresado una frase que le ha traído inquietud, pues entiende que
cuando se está estableciendo en la Constitución que debe protegerse
loa vida del que está por nacer, de ninguna manera se concede libertad
al legislador para determinar, soberana y arbitrariamente, de qué
manera va a protegerla, de modo que no le parece que pueda
argumentarse que el legislador quedo libre para hacer lo que desea en
materia de protección de los derechos del que está por nacer.

El señor ORTUZAR (Presidente) expresa que, en realidad, lo que no se


quiso hacer en la Constitución fue ni hacer permisible el aborto
terapéutico ni condenarlo, y si no se ha hecho permisible ni se ha
condenado es porque se le ha entregado al legislador la protección de
la vida del que está por nacer, tal como ocurre hoy día con la
disposición del Código Civil, y estima que nadie podría afirmar que el
aborto terapéutico constituye delito, porque no está consignado como
tal.

El señor SILVA BASCUÑAN hace presente que para él existen dos tipos
de encargos al legislador: el encargo explícito de completar el sentido
de la constitución, y el encargo implícito, que es el de hacerla
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 497 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

funcionar, y le parece que dentro de este segundo caso podría estar la


interpretación correcta, pero cree que de ninguna manera podría
estarlo en el primero. Añade que no está en su propósito darle la
posibilidad al legislador de que, en un momento determinado, se valga
de un precepto establecido en la Constitución para realizar algo
intrínsecamente perjudicial, como son las leyes relativas a la
eutanasia.

Agrega que diverge de la opinión del señor Ortúzar, pues cree que en
el llamado aborto terapéutico no hay conflicto de derechos, susceptible
de ser tratado como tal, de acuerdo con las reglas generales de la
ciencia jurídica, sino que existe una aplicación de un principio
inaceptable para el Derecho, de que el fin justifica los medios. Estima,
en todo caso, que dilucidar quién tiene la razón en el caso del aborto
terapéutico, es un problema que competerá siempre a los tribunales,
los que determinarán si aplicarán o no la pena que pueda corresponder
al aborto.

Cree que si se considera que el único caso en que el aborto es


admisible es el denominado aborto terapéutico, -y lo es en virtud de
que se entiende que existe un conflicto de derechos- a su juicio, en
nada pugnaría la posibilidad de que este criterio quedara válido –si los
tribunales así lo creyeran del caso- con la circunstancia de que no se
consagrara explícitamente en la Constitución la prohibición del aborto
y de la eutanasia.

El señor ORTUZAR (Presidente) estima que las observaciones se están


alejando de lo que debe ser el debate del tema.

El señor GUZMÁN cree que puede consagrarse perfectamente en la


Constitución el precepto que ha sugerido, y agrega que si hay otro tipo
de aborto que se desee dejar al legislador la posibilidad de que lo
legitime, entiende, entonces, el silencio, y lo entendería como el señor
Silva Bascuñán, es decir, como un simple silencio, pero en ningún caso
como una declaración de permisibilidad al legislador, sino como una
manera de eludir un conflicto que la Comisión ha estimado oportuno
por razones de legítima prudencia, en opinión de la mayoría.

El señor ORTUZAR (Presidente) considera que el silencio significa que


no se condena el aborto terapéutico, para precisar un caso, y así se ha
entendido, pues por ello existe el propósito de escoger la fórmula de
que la ley protegerá la vida del que está por nacer, ya que lo que no se
ha querido hacer es adoptar ni una ni otra fórmula extrema en la
Constitución, vale decir, ni condenarlo ni hacerlo permisible
explícitamente, sino que dejar entregada a la ley la protección de la
vida del que está por nacer.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 498 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

Agrega que dentro de esta facultad que tendrá el legislador, se podrá


no considerar delito el aborto terapéutico –como entiende que hoy día
no lo es- ya que sólo la práctica maliciosa del aborto está penada por
el Código Penal, pero el aborto terapéutico no se encuentra sancionado
por dicho texto legal. Estima que si se va a establecer en la Carta
Fundamental un precepto que no lo hace admisible en caso alguno y,
por el contrario, lo hace condenable, es evidente que deberá estar
sancionado por el Código Penal.

Manifiesta que, en resumen, entiende que se ha querido hacer una


diferencia entre el precepto que consagra el derecho a la vida y la
disposición que entrega al legislador el deber de proteger la vida del
que está por nacer. Agrega que en el primer caso, se trata de
consagrar en forma absoluta el derecho a la vida, y en el segundo, se
desea dejar cierta elasticidad para que el legislador, en determinados
casos, como, por ejemplo, el aborto terapéutico, no considere
constitutivo de delito el hecho del aborto. Señala que, a su juicio, la
única solución lógica sería ésta, pues no significa imponer las
convicciones morales y religiosas de los miembros de la Comisión a la
comunidad entera, a la cual va a regir la Constitución Política.

El señor EVANS expresa que piensa como el señor Presidente, pero


frente al aborto terapéutico –ya las razones han sido expuestas- cree
que el legislador, la ley penal, puede tener una posición de apertura o
comprensión muy diferente que respecto del aborto común, como, por
ejemplo, en el caso de un padre que, enfrentado al drama horrendo de
tener que determinar en un momento dado –en un conflicto que se ha
analizado muchas veces- entre la vida de su mujer y de su hijo,
escoge la de su mujer, y al respecto, estima que someter, además, a
ese padre a proceso, sería excesivo.

Añade que él también ha entendido que esa expresión implicaba darle


al legislador en materia penal, la posibilidad de dejar marginado de las
figuras constitutivas de delito en esta materia, aquellas que se
produjeran o que surgieran con ocasión de una decisión como la que
ha señalado, y por lo tanto, entiende en forma similar al señor
Presidente, la situación planteada, pero debe hacer presente que le
están asaltando dudas de si lo que se va a establecer en la
Constitución interpreta lo que el señor Ortúzar, él mismo y el resto de
los miembros de la Comisión han entendido acerca de la expresión “la
ley protegerá la vida del que está por nacer”.

Señala que tiene dudas si dicha norma es lo que se han propuesto, y


agrega que no sabe si convendría o no emplear estos términos, porque
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 499 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

si se está estableciendo el derecho a la vida y a continuación, se


prescribe que la ley protegerá la vida del que está por nacer, cabe
preguntar si la ley no protegerá la vida de los demás, como, por
ejemplo, la vida del nacido deforme, la vida del nacido con un defecto
psíquico, o la del enfermo irrecuperable o que la ciencia califique de
irrecuperable. Piensa que si la ley protegerá sólo la vida del que está
por nacer, no sería posible dar a este precepto la interpretación
contraria.

Agrega que, en verdad, de este debate –en el que no desearía que se


reiteraran los argumentos antes expuestos- le surge la duda de si
conviene o no emplear el precepto mencionado, el cual se trajo a
colación considerando el artículo 75 del Código Civil, y por
consiguiente, no era novedad que el constituyente protegiese la vida
del que está por nacer, pues fue solo entonces cuando surgió la idea de
incorporarlo al texto constitucional, no expresado como en el Código
Civil, respecto de los derechos del que está por nacer, sino de la vida
del que está por nacer.

Expresa que tiene fe en el futuro legislador y en los tribunales del país,


y cree que debe ser la jurisprudencia y el legislador quienes vayan
dando vida y fuerza as este precepto. Declara que en principio, sería
partidario, tal vez, de dejar este precepto en los siguientes términos:
“La constitución garantiza el derecho a la vida y el derecho a la
integridad física”, quedando para un estudio posterior lo atinente a la
integridad psíquica, y consagrar –como se está consagrando el
derecho a la vida- a continuación, en un inciso especial, la aplicación
de la pena de muerte, que es la negación del derecho a la vida. Cree
que, en seguida, debe establecerse un precepto sobre los apremios
ilegítimos, sean éstos físicos, los cuales debe prohibirse en forma
terminante, como consecuencia del amparo que se está brindando a la
integridad física y psíquica.

Añade que el otro precepto, del cual todos aparecen como partidarios
en un momento determinado, le parece que puede ser fuente de
conflictos, y en todo caso, lo que sí no le cabe ya ninguna duda, es que
no interpreta lo que el señor Ortúzar ni él, por lo menos, han
manifestado que desean expresar.

El señor ORTUZAR (Presidente) cree que ha sido muy interesante la


observación formulada por el señor Evans, y señala que,
personalmente, no tiene la inquietud que él ha hecho presente,
relacionada con el hecho de si al protegerse la vida del que está por
nacer no se está protegiendo al vida del que nace defectuoso,
irrecuperable, etcétera, porque estima que éste último está protegido
por el derecho a la vida, de manera que no le preocupa este aspecto.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 500 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

Agrega que no tendría ningún inconveniente -fue el señor Evans quien


sugirió este precepto- en que éste no se contemplara, pero cree que
procede preguntarse, con absoluta sinceridad, si al consagrar el
derecho a la vida, sin expresar nada de la vida del que está por nacer,
se está también consagrando el derecho a la vida del que está por
nacer, y por lo tanto, está, necesariamente, condenándose inclusive el
aborto terapéutico, que todos los miembros de la Comisión han
deseado dejar entregado a la apreciación más libre del legislador,
porque, como señalaba el señor Guzmán en la sesión anterior, es
evidente que el ser humano tiene cierta existencia aún antes de nacer,
y si bien es efectivo que el Código Civil previene que la existencia de la
persona comienza al nacer, también el mismo Código reconocer que
existe un principio de persona antes del nacimiento y por eso la
protege.

El señor EVANS acota que el Código Civil sólo se refiere a la existencia


legal de la persona.

El señor ORTUZAR (Presidente) señala que, entonces, si se consagra el


derecho a la vida, con mayor razón podría entenderse que con ese
precepto también se está consagrando el derecho a la vida del que
está por nacer. Agrega que él se inclinaría por esta interpretación,
porque no podría desconocer que dentro del vientre materno, desde la
concepción, hay un ser humano, de manera que se estaría
consagrando el derecho a la vida del que está por nacer y se estaría
condenando, en forma definitiva, incluso el aborto terapéutico, siendo
este punto donde reside la única duda que le asiste.

El señor EVANS expresa que por esa razón, él lo ha planteado todo en


un tono dubitativo.

El señor SILVA BASCUÑAN considera que es un avance del


constituyente establecer no sólo el precepto de protección del derecho
a la vida, sino también la protección de la vida del que está por nacer
porque eso será un buen argumento para que el legislador no abra la
posibilidad a la legalización excesiva del aborto. Estima que es
evidente que ahí no hay una prohibición directa y absoluta, pero existe
una disposición implícita que se fortalece si acaso se incluye en la
Constitución dicha frase, y le parece que queda más sólida la
condensación implícita de todo abuso del legislador si se coloca esa
rase que si no se incluye. Declara que es partidario de establecer
dicha expresión, porque el legislador tendrá, en esta forma, mucha
inclinación por sostener esta posición defensiva de la vida del que está
por nacer, y por ello es ardiente partidario de mantener la frase en la
Constitución.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 501 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

El señor EVANS manifiesta que no tiene inconveniente en que se


conserve la frase a que elude el señor Silva Bascuñán, si se deja
constancia en el Acta que ello se hace tanto por las opiniones que él
acaba de exponer, cuanto porque esa frase implica un mandato flexible
para no sancionar penalmente formas de aborto terapéutico en que
haya mediado una decisión responsable del padre o del facultativo, y
en ese sentido, solicita que quede constancia de la opinión del señor
Silva Bascuñán y de la suya.

El señor OVALLE señala que él se remite a lo expresado al discutirse


anteriormente este tema, y declara que es partidario de conservar la
disposición relativa a que la ley protegerá la vida del que está por
nacer, en primer lugar, porque no implica, de ninguna manera, la idea
de que el constituyente pueda olvidarse del derecho a la vida de los
que existen, puesto que ello está consagrado en el inciso anterior, y en
consecuencia, no comparte los temores del señor Evans, pues el
constituyente entra a preocuparse en esta disposición, precisamente,
del único caso que puede plantear dudas, ya que lo demás está
resuelto en la disposición que precede, que consagra el derecho a la
vida, sin excepción.

Agrega que para él esta norma, como señala el señor Evans, es


flexible, pero esa flexibilidad no la entiende tan limitada como lo
aprecian los señores Silva Bascuñán y Evans -y no repetirá los
argumentos que expuso en la sesión anterior- y sólo desea señalar que
la entiende de la siguiente manera: el legislador deberá tratar con
acopio de antecedentes, informes técnicos y estudios concretos que el
constituyente no puede, necesariamente, tener a la vista, por su tarea
de carácter general, el problema del aborto, pero no podrá hacerlo con
la liberalidad con que, por ejemplo, se ha abordado este problema en
los países nórdicos, porque es deseo del constituyente que lo
considere en forma restringida.

Agrega que, personalmente, no sólo es partidario del aborto


terapéutico, sino que de otros casos más, que para él se justifican en
plenitud, y estima que el legislador, ante el deseo del constituyente de
no liberalizar la legislación relativa al aborto, en los términos tan
amplios a que se ha referido, tendrá que consignar con un espíritu
restrictivo, consciente y muy concreto, los diversos casos que, desde el
punto de vista que él tena, puedan justificar un aborto, y en este orden
de ideas entiende este problema.

El señor ORTUZAR (Presidente) expresa que no tiene inconveniente en


aceptar que se deje constancia en el Acta, de las sugerencias
formuladas por el señor Silva Bascuñán y complementadas por el señor
Evans, pero en el entendido, también, de que al referirse a esta forma
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 502 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

de aborto –el aborto terapéutico- se está señalando la forma principal


que, probablemente, podrá considerar el legislador, pero no se
atrevería a afirmar que es la única, por las razones señaladas por el
señor Ovalle, y porque cree que debe situarse en el caso de que, si el
día de mañana ocurriera una violación, incluso una violación masiva de
alumnas de una escuela, y que siendo legisladores los miembros de la
Comisión, tuvieran que entrar a establecer la posibilidad de considerar
como lícito, en ese caso, el aborto, declara que en esa situación se
encontraría frente a un grave problema de conciencia, porque si le
ocurriera en lo personal, con respecto a una hija, tendría el problema
de conciencia, y probablemente, si los antecedentes del violador
fueran los de un anormal, degenerado o delincuente, etcétera, se
inclinaría incluso a autorizar ese caso de aborto.

Cree que debe situarse en el evento de que el día de mañana, como


legislador tuviera que resolver este problema con caracteres ya mucho
más importantes, y por tal motivo le parece que en esta materia quizás
convendría ser, también, un poco flexibles, aspecto éste en el que
comparte la opinión del señor Ovalle, y aún cuando no se atreve a
precisar cuáles son los casos, no cree que en conciencia, el único sea el
aborto terapéutico.

Manifiesta que por estas consideraciones, aceptaría la proposición


para que se deje constancia en el Acta de las observaciones de los
señores Silva Bascuñán y Evans, en el entendido de que se deja esta
posibilidad al legislador, con el fin de que él pueda apreciar aquellos
casos, como el del aborto terapéutico, principalmente, en que, en
realidad se estime que puedan no ser constitutivos de delitos.

El señor SILVA BASCUÑAN señala que, por su parte, desea


ardientemente que el legislador, al actuar, lo haga con el criterio que
él ha expuesto, que es, desde todo punto de vista, contrario al aborto.

El señor ORTUZAR (Presidente) considera que se ha avanzado


bastante, porque, como expresaba el señor Silva Bascuñán, se está
estableciendo ya una pauta en la Constitución, y por norma general, se
está condenando el aborto, y no podría dictarse una ley que lo hiciera
permisible, pero el legislador determinará si hay casos tan calificados,
como el del aborto terapéutico, principalmente, que puedan no ser
constitutivos de delitos, y en este sentido acepta la proposición.

A continuación, solicita el asentimiento de la Comisión para que, sin


perjuicio, naturalmente, de las opiniones emitidas por cada uno de sus
miembros integrantes, quede constancia en el Acta, en los términos
expresados, de las observaciones formuladas por los señores Silva
Bascuñán.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 503 de 581
INFORME COMISIÓN SALUD

---

INDICE

Constancias 1

Discusión 2

Votación 10

Reseña 12

Anexo 13

Índice 22
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 504 de 581
COMPARADO

7.4. Textos Comparados.


Textos comparados. Senado.

PROYECTO DE LEY SOBRE LA INVESTIGACIÓN


CIENTÍFICA EN EL SER HUMANO, SU GENOMA, Y PROHÍBE
LA CLONACIÓN HUMANA
BOLETÍN N° 1.993-11

Texto aprobado por el Observaciones de S.E. el


CONGRESO NACIONAL Presidente de la República
Para sustituir el artículo 1°,
por el siguiente:
“Artículo 1°.- Esta ley tiene
por finalidad proteger la vida de los “Artículo 1°.- Esta ley tiene
seres humanos, desde el momento por finalidad proteger la vida de los
de la concepción, su integridad seres humanos, desde el momento
física y psíquica, así como su de la concepción, su integridad física
diversidad e identidad genética, en y psíquica, así como su diversidad e
relación con la investigación identidad genética, en relación con
científica biomédica y sus la investigación científica biomédica
aplicaciones clínicas. y sus aplicaciones clínicas.

Sin embargo, sus


disposiciones no se aplicarán
respecto de los procedimientos y
técnicas cuyo único propósito sea
lograr la reproducción asistida de los
seres humanos, ni respecto de los
mecanismos de anticoncepción.”.

Artículo 2°.- La libertad para


llevar a cabo actividades de
investigación científica biomédica
en seres humanos tiene como
límite el respeto a los derechos y
libertades esenciales que emanan
de la naturaleza humana,
reconocidos tanto por la
Constitución Política de la
República como por los tratados
internacionales ratificados por
Chile y que se encuentren
vigentes.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 505 de 581
COMPARADO

Texto aprobado por el Observaciones de S.E. el


CONGRESO NACIONAL Presidente de la República

Artículo 3º.- Prohíbese toda


práctica eugenésica, salvo la
consejería genética.

Artículo 4º.- Prohíbese toda


forma de discriminación arbitraria
basada en el patrimonio genético
de las personas.

En consecuencia, los
resultados de exámenes genéticos
y análisis predictivos de la misma
naturaleza no podrán ser utilizados
con ese fin.

Artículo 5º.- Prohíbese la


clonación de seres humanos,
cualesquiera que sean el fin
perseguido y la técnica utilizada.

Artículo 6º.- El cultivo de


tejidos y órganos sólo procederá
con fines de diagnósticos
terapéuticos o de investigación
científica. En ningún caso podrán
destruirse embriones humanos
para obtener las células troncales
que den origen a dichos tejidos y
órganos.

Artículo 7.- La terapia génica


en células somáticas estará
autorizada sólo con fines de
tratamiento de enfermedades o a
impedir su aparición.

Artículo 8º.- El conocimiento


del genoma humano es patrimonio
común de la humanidad. En
consecuencia, nadie puede
atribuirse ni constituir propiedad
sobre el mismo ni sobre parte de
él. El conocimiento de la estructura
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 506 de 581
COMPARADO

Texto aprobado por el Observaciones de S.E. el


CONGRESO NACIONAL Presidente de la República
de un gen y de las secuencias
totales o parciales de ADN no son
patentables.

Los procesos biotecnológicos


derivados del conocimiento del
genoma humano, así como los
productos obtenidos directamente
de ellos, diagnósticos o
terapéuticos, son patentables
según las reglas generales.

Artículo 9º.- Sólo se podrá


investigar y determinar la
identidad genética de un ser
humano si se cuenta con su
consentimiento previo e informado
o, en su defecto, el de aquél que
deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley. Lo anterior
es sin perjuicio de la facultad de
los tribunales de justicia, en la
forma y en los casos establecidos
en la ley.

Artículo 10.- Toda


investigación científica en seres
humanos que implique algún tipo
de intervención física o psíquica
deberá ser realizada siempre por
profesionales idóneos en la
materia, justificarse en su objetivo
y metodología y ajustarse en todo
a lo dispuesto en esta ley.

No podrá desarrollarse una


investigación científica si hay
antecedentes que permitan
suponer que existe un riesgo de
destrucción, muerte o lesión
corporal grave y duradera para un
ser humano.

Toda investigación científica


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 507 de 581
COMPARADO

Texto aprobado por el Observaciones de S.E. el


CONGRESO NACIONAL Presidente de la República
biomédica deberá contar con la
autorización expresa del director
del establecimiento dentro del cual
se efectúe, previo informe
favorable del Comité Ético
Científico que corresponda, según
el reglamento.

Artículo 11.- Toda


investigación científica en un ser
humano deberá contar con su
consentimiento previo, expreso,
libre e informado, o, en su defecto,
el de aquél que deba suplir su
voluntad en conformidad con la
ley.

Para los efectos de esta ley,


existe consentimiento informado
cuando la persona que debe
prestarlo conoce los aspectos
esenciales de la investigación, en
especial su finalidad, beneficios,
riesgos y los procedimientos o
tratamientos alternativos. Para ello
deberá habérsele proporcionado
información adecuada, suficiente y
comprensible sobre ella. Asimismo,
deberá hacerse especial mención
del derecho que tiene de no
autorizar la investigación o de
revocar su consentimiento en
cualquier momento y por cualquier
medio, sin que ello importe
responsabilidad, sanción o pérdida
de beneficio alguno.

El consentimiento deberá
constar en un acta firmada por la
persona que ha de consentir en la
investigación, por el director
responsable de ella y por el
director del centro o
establecimiento donde ella se
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 508 de 581
COMPARADO

Texto aprobado por el Observaciones de S.E. el


CONGRESO NACIONAL Presidente de la República
llevará a cabo, quien, además,
actuará como ministro de fe.

En todo caso, el
consentimiento deberá ser
nuevamente solicitado cada vez
que los términos o condiciones en
que se desarrolle la investigación
sufran modificaciones, salvo que
éstas sean consideradas menores
por el Comité Ético Científico que
haya aprobado el proyecto de
investigación.

Artículo 12.- La información


genética de un ser humano será
reservada. Lo anterior es sin
perjuicio de las facultades de los
tribunales de justicia, en los casos
y en la forma establecidos en la
ley. Asimismo, para los efectos de
esta ley, resultan plenamente
aplicables las disposiciones sobre
secreto profesional.

Artículo 13.- La recopilación,


almacenamiento, tratamiento y
difusión del genoma de las
personas se ajustará a las
disposiciones de la ley N° 19.628,
sobre protección de datos de
carácter personal.

Los datos del genoma


humano que permitan la
identificación de una persona
deberán ser encriptados para su
almacenamiento y transmisión.

La encriptación podrá
omitirse temporalmente por
razones de utilidad pública.

Artículo 14.- Prohíbese


Historia de la Ley Nº 20.120 Página 509 de 581
COMPARADO

Texto aprobado por el Observaciones de S.E. el


CONGRESO NACIONAL Presidente de la República
solicitar, recibir, indagar, poseer y
utilizar información sobre el
genoma relativa a una persona,
salvo que ella lo autorice
expresamente o, en su defecto, el
que deba suplir su voluntad en
conformidad con la ley. Lo anterior
es sin perjuicio de las facultades
de los tribunales de justicia, en los
casos y en la forma establecidos
en la ley.

Artículo 15.- Créase una


Comisión Nacional de Bioética, que
estará integrada por nueve
profesionales, expertos en
bioética, designados por el
Presidente de la República, con
acuerdo del Senado adoptado por
los dos tercios de sus miembros en
ejercicio, en sesión especial
convocada al efecto.

Los miembros de esta


Comisión durarán cuatro años en
sus cargos y podrán ser
reelegidos. El Presidente de la
República, en el momento de
solicitar el acuerdo del Senado,
propondrá al miembro que asumirá
el cargo de Presidente.

La Comisión tendrá una


Secretaría Ejecutiva, que
coordinará su funcionamiento y
cumplirá los acuerdos que aquélla
adopte y estará conformada por el
personal que al efecto asigne el
Ministerio de Salud.

Artículo 16.- La Comisión


Nacional de Bioética tendrá, entre
sus funciones, asesorar a los
distintos Poderes del Estado en los
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 510 de 581
COMPARADO

Texto aprobado por el Observaciones de S.E. el


CONGRESO NACIONAL Presidente de la República
asuntos éticos que se presenten
como producto de los avances
científicos y tecnológicos en
biomedicina, así como en las
materias relacionadas con la
investigación científica biomédica
en seres humanos, recomendando
la dictación, modificación y
supresión de las normas que la
regulen.

Las resoluciones o acuerdos


de la Comisión se adoptarán por
simple mayoría, no obstante lo
cual deberán hacerse constar las
diferencias producidas en su seno
y la posición de minoría.

Artículo 17.- El que clonare


o iniciare un proceso de clonar
seres humanos y el que realizare
cualquier procedimiento
eugenésico en contravención al
artículo 3°, será castigado con la
pena de presidio menor en su
grado medio a máximo y con la
inhabilitación absoluta para el
ejercicio de la profesión durante el
tiempo que dure la condena.

En caso de reincidencia, el
infractor será sancionado, además,
con la pena de inhabilitación
perpetua para ejercer la profesión.

Artículo 18.- El que violare


la reserva de la información sobre
el genoma humano, fuera de los
casos que autoriza el artículo 12,
sufrirá las penas establecidas en
ambos incisos del artículo 247 del
Código Penal, según el caso.

El que omitiere la
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 511 de 581
COMPARADO

Texto aprobado por el Observaciones de S.E. el


CONGRESO NACIONAL Presidente de la República
encriptación exigida en esta ley
será sancionado con multa de
hasta mil unidades de fomento.

Artículo 19.- El que


falsificare el acta a que se refiere
el inciso tercero del artículo 11
será sancionado con la pena de
reclusión menor en su grado
mínimo y con multa de 10 a 20
unidades tributarias mensuales.

Igual pena se aplicará a


quien maliciosamente usare, con
cualquier fin, un acta falsa.

El que omitiere la referida


acta o la confeccionare
manifiestamente incompleta será
sancionado con multa de 10 a 20
unidades tributarias mensuales.

Artículo 20.- Todo el que


desarrollare un proyecto de
investigación científica biomédica
en seres humanos o en su
genoma, sin contar con las
autorizaciones correspondientes
exigidas por la presente ley, será
sancionado con la suspensión por
tres años del ejercicio profesional y
con la prohibición absoluta de
ejercicio profesional en el territorio
nacional en caso de reincidencia.

Artículo 21.- Corresponderá


al Ministerio de Salud establecer,
mediante reglamento, las normas
que complementen o desarrollen
los contenidos de esta ley.”.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 512 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

7.5. Discusión en Sala.


Senado. Legislatura 354, Sesión 39. Fecha 02 de agosto, 2006. Discusión Veto
Presidencial. Queda pendiente.

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SER HUMANO, SU GENOMA, Y


PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA. VETO

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Corresponde ocuparse de la


observación, en primer trámite constitucional, formulada por Su
Excelencia el señor Vicepresidente de la República al proyecto de ley
que regula la investigación científica en el ser humano, su genoma, y
prohíbe la clonación, informada por la Comisión de Salud.
--Los antecedentes sobre el proyecto (1993-11) figuran en los Diarios
de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción del señor Ruiz-Esquide y de los ex
Senadores señores Díaz, Hamilton, Páez y Zaldívar, don
Andrés).
En primer trámite, sesión 32ª, en 12 de marzo de 1997.
En tercer trámite, sesión 37ª, en 16 de marzo de 2005.
En trámite de Comisión Mixta, sesión 6ª, en 15 de junio de
2005.
Observaciones del Ejecutivo, en primer trámite, sesión 48ª, en
13 de diciembre de 2005.
Informes de Comisión:
Salud, sesión 10ª, en 12 de julio de 2000.
Salud (segundo), sesión 26ª, en 6 de marzo de 2001.
Salud (tercer trámite), sesión 47ª, en 20 de abril de 2005.
Mixta, sesión 39ª, en 5 de octubre de 2005.
Salud (veto), sesión 62ª, en 8 de marzo de 2006.
Discusión general:
Sesiones 13ª, en 1 de agosto de 2000 (queda
pendiente su discusión general); 14ª, en 2 de agosto de 2000
(se aprueba en general).
Discusión particular:
Sesión 27ª, en 13 de marzo de 2001 (se aprueba en
particular).
Discusión en tercer trámite:
Sesiones 50ª, en 10 de mayo de 2005 (queda
pendiente su discusión); 2ª, en 8 de junio de 2005 (pasa a
Comisión Mixta).
Discusión en Comisión Mixta:
Sesión 40ª, en 11 de octubre de 2005 (se aprueba
su informe).
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 513 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

El señor HOFFMANN (Secretario).- La observación del Ejecutivo incorpora


un nuevo inciso al artículo 1º del proyecto, que establece que las
disposiciones de la ley no se aplicarán respecto de los procedimientos y
técnicas cuyo único propósito sea lograr la reproducción asistida de los
seres humanos, ni respecto de los mecanismos de anticoncepción.
El Presidente de la Comisión de Salud, de conformidad con
lo dispuesto en el inciso final del artículo 188 del Reglamento del
Senado, en cuanto al aspecto formal de la observación manifestó que
ésta en realidad tenía el carácter de aditiva, no obstante que el
Ejecutivo propusiera sustituir todo el artículo 1º de la iniciativa.
La Comisión dejó constancia en su informe de que el ex
Senador señor Viera-Gallo presentó un documento en el que consigna
su parecer respecto del veto propuesto, en cuanto a que podría ser
estimado como inadmisible por apartarse de las ideas matrices del
proyecto al referirse a otras materias, que es la fertilización asistida y
la anticoncepción. Sin embargo, precisa este documento que, de
conformidad con la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional,
no compete a la Comisión pronunciarse sobre la posible inadmisibilidad
del veto, pues ello corresponde privativamente al Excelentísimo señor
Presidente del Senado.
El ex Senador señor Boeninger y el Honorable señor Ruiz-
Esquide manifestaron compartir tales ideas.
Con todo, los miembros presentes de la Comisión de
Salud, Honorables señora Matthei y señor Ruiz-Esquide y los ex
Senadores señores Boeninger y Viera-Gallo, acordaron dejar testimonio
de que comparten el criterio del Vicepresidente de la República sobre el
tema y de que si el veto fuera declarado inadmisible o rechazado por el
Senado y posteriormente por la Honorable Cámara de Diputados en
nada afectaría al estatuto legal actual, que permite las políticas de
anticoncepción y la fertilización asistida.
Terminado el debate, la Comisión de Salud, con tres votos
por la afirmativa y uno por la negativa aprobó la observación
presentada por el Ejecutivo. Se pronunciaron favorablemente el
Honorable señor Ruiz-Esquide y los ex Senadores señores Boeninger y
Viera-Gallo, y en contra la Honorable Senadora señora Matthei.
Sus Señorías tienen en este momento en sus escritorios
un boletín comparado, en el que en una columna figura el texto de la
iniciativa despachada por el Congreso Nacional y en la otra el veto del
Gobierno.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminada la relación.
Voy a dar mi opinión sobre esta materia.
En uso de la facultad que me confieren los artículos 32 de
la Ley Orgánica Constitucional del Congreso Nacional y 187 del
Reglamento del Senado, vengo en declarar inadmisible la observación
formulada por el Ejecutivo al proyecto de ley que regula la
investigación científica en el ser humano, su genoma y prohíbe la
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 514 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

clonación humana, por no tener relación con las ideas matrices o


fundamentales de la iniciativa.
Los fundamentos de esta declaración son los siguientes:
El artículo 73 de la Constitución Política de la
República establece que "en ningún caso se admitirán las
observaciones que no tengan relación directa con las ideas matrices o
fundamentales del proyecto, a menos que hubieran sido consideradas
en el mensaje respectivo."
Por su parte, el artículo 32 de la Ley Orgánica
Constitucional del CongresoNacional señala que "las observaciones
o vetos que el Presidente de la República formule a un proyecto de ley
o de reforma constitucional aprobado por el Congreso Nacional, sólo
serán admitidas cuando tengan relación directa con las ideas matrices
o fundamentales del mismo, a menos que las ideas contenidas en esas
observaciones hubieren sido consideradas en el mensaje respectivo".

El artículo 187 del Reglamento del Senado reproduce de


manera casi idéntica esta última disposición.
Finalmente, el artículo 23 de la Ley Orgánica del
Congreso se refiere al documento que debe considerarse para
determinar las ideas matrices o fundamentales, señalando que "se
considerarán como ideas matrices o fundamentales de un proyecto
aquellas contenidas en el respectivo mensaje o moción."
El proyecto que fue objeto del veto fue iniciado en moción
de los ex Senadores señores Nicolás Díaz, Sergio Páez, Juan Hamilton y
Andrés Zaldívar, y por el actual Senador don Mariano Ruiz-Esquide.
La iniciativa tuvo básicamente tres ideas matrices, que se
basaron en los fundamentos de la moción, especialmente, como se
señalaba allí, en "el ánimo de dar un marco legislativo en nuestro país
a estos principios éticos en la investigación en seres humanos y legislar
sobre dos temas emergentes como son el genoma humano y la
clonación".
Por lo tanto, las ideas matrices o fundamentales fueron:

-La investigación científica en el ser humano,


-El genoma, y
-La clonación humana.
La observación del Ejecutivo, que le agrega un inciso
nuevo al artículo 1º del texto aprobado por el Congreso Nacional, se
aparta de las ideas matrices, ya que busca dejar establecido, en forma
explícita, que los procedimientos y técnicas de reproducción humana
asistida y los mecanismos de anticoncepción no quedan comprendidos
dentro de las disposiciones de la ley en proyecto. Ello se aleja de sus
ideas matrices toda vez que el artículo 1º despachado por el
Parlamento delimita claramente el ámbito de aplicación de la ley.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 515 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Los dos aspectos que la observación del Ejecutivo busca


que no queden comprendidos en la regulación indicada, no fueron
debatidos durante la discusión de la iniciativa, ni tampoco estuvieron
presentes en los fundamentos de los autores de la moción, lo cual
evidentemente altera aquellos aspectos sustantivos de las ideas
matrices ya señaladas.
Este criterio también fue compartido durante la discusión
del veto en la Comisión de Salud, tanto al fijar cuáles eran las ideas
matrices del proyecto como también al señalar su Presidente -en ese
momento, el ex Senador José Antonio Viera-Gallo- que "el veto
formulado podría ser estimado inadmisible por apartarse de las ideas
matrices del proyecto. Como ha sostenido el Tribunal Constitucional,
éstas quedan fijadas por el propósito central de los autores del
proyecto, en este caso, la moción que busca legislar sobre clonación,
regular la investigación científica en los seres humanos y los diversos
aspectos relativos al genoma humano. Ése es el ámbito conceptual
que marcó desde sus inicios la discusión parlamentaria del proyecto en
cuestión. Nunca estuvo entre esas ideas, continúa, referirse a la
fertilización asistida o a la anticoncepción.".
Los demás miembros de la Comisión de Salud, durante el
debate del veto, se refirieron en los mismos términos con respecto a la
admisibilidad, dejando constancia de que este pronunciamiento es una
facultad privativa del Presidente de la Corporación.
A mayor abundamiento, hay a lo menos cinco sentencias
del Tribunal Constitucional, en los últimos años, acerca del concepto de
idea matriz.
Me voy a referir tal vez a una de las últimas, de fecha 14
de junio del año 2004, que sostiene que la idea matriz "está constituida
por la situación, materia o problemas específicos que el autor de un
proyecto de ley señale como existentes y a cuya atención en todos sus
implicancias quiere acudir por la vía de la normativa legal. La idea
matriz es la representación intelectual del asunto que se quiere
abordar, es el problema que se quiere resolver. Los textos legislativos
son los medios o instrumentos hipotéticos para lograr la satisfacción de
este objetivo".
En lo referido a la relación directa que deben tener las
indicaciones, observaciones o vetos con las ideas matrices, la misma
jurisprudencia señala que la normativa constitucional establece que
deben ser observaciones o indicaciones, en su caso, directas, es decir,
que enfrenten el asunto sustancial que dio origen a la iniciativa
legislativa.
En síntesis, la observación propuesta aborda un tema que
no es propio de las ideas de los autores del proyecto de ley que se
discutió y más bien corresponde a una temática distinta.
Hasta aquí me he referido básicamente a los temas
formales, legales y reglamentarios.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 516 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

En función de ese mismo debate, el Honorable señor Ruiz-


Esquide presentó una moción que apunta al fondo del asunto, a lo cual
seguramente se van a referir los señores Senadores.
Habiendo despejado lo relativo a la forma, quiero ir al
fondo.
Nadie ignora que en el país se realiza fertilización asistida,
que existen a lo menos ocho o diez instituciones que la efectúan, que
se practica la criopreservación y, por lo tanto, el congelamiento de
embriones. Todos los especialistas han manifestado que debemos
legislar al respecto, y el Parlamento -el Senado, en particular- no
puede seguir eludiendo esta materia.
Por lo tanto, como hay un proyecto del Senador señor
Ruiz-Esquide, sería positivo que el Ejecutivo le colocara urgencia,
presentara indicaciones y lo debatiéramos para entregar a la brevedad
al país una legislación adecuada sobre la fertilización asistida.
El señor OMINAMI.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra Su Señoría.
El señor OMINAMI.- Señor Presidente, deseo intervenir sobre la forma y el
fondo. No cabe duda de que estamos ante una materia
extremadamente compleja y delicada, y la discusión planteada a partir
del veto es un tanto elíptica y no permite ir derechamente a la
discusión de fondo.
Disiento de lo señalado por la Mesa, por cuanto creo que el
veto es pertinente. Y lo voy a explicar tratando de aludir al fondo de la
discusión.
En la forma como se aprobó el proyecto -como muy bien
se indicó- su objetivo era evitar la clonación de seres humanos, en lo
que estamos todos de acuerdo, y sobre ello no hay dos opiniones ni en
la Cámara de Diputados ni en el Senado.
El punto es que esta discusión desgraciadamente se hizo
compleja y adquirió otras dimensiones, debido a la indicación que se
formuló al artículo 1º durante el segundo trámite constitucional en la
Cámara Baja.
Desde el momento en que se introdujo en dicho precepto -
que habla de la protección de la vida de los seres humanos- el
concepto extremadamente ambiguo e impreciso “desde el momento de
la concepción”, el proyecto adquirió características totalmente
distintas. Éste -como muy bien lo señaló el señor Presidente- no tenía
nada que ver con la fertilización asistida, con los dispositivos
contraceptivos ni tampoco con la investigación científica. Pero al
agregarse al artículo 1º que la ley protege la vida humana “desde el
momento de la concepción” -como señalé-, siendo ésta algo
extremadamente difícil de definir, porque es un concepto más bien
religioso, filosófico y no propiamente científico, la iniciativa puso
objetivamente en cuestión tres cosas fundamentales.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 517 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

En primer lugar, la posibilidad de que se continúen


utilizando procedimientos anticonceptivos como los dispositivos
intrauterinos. En Chile hay miles de mujeres que los usan desde hace
muchas décadas, y es evidente que no estaba en el ánimo de nadie el
prohibirlos. Sin embargo, en una interpretación estricta y estrecha del
artículo 1º, los tribunales de justicia podrían pronunciar un dictamen
contrario a dichos dispositivos argumentando justamente el artículo 1º,
que originalmente tenía un sentido del todo distinto.
En segundo término, lo mismo ocurre con la fertilización
asistida. El señor Presidente manifestó que este procedimiento se
practica en Chile, que hay criopreservación y que existen ocho
instituciones que lo efectúan. Yo deseo agregar un antecedente aún
más fundamental: en el país han nacido más de 4 mil niños en virtud
de estos mecanismos. Cuatro mil familias resolvieron su problema de
esterilidad, sea en ambos cónyuges o en uno de ellos, por esa vía. El
que se ponga en cuestión la legalidad de dichos procedimientos
equivale de alguna manera a colocar en entredicho la vida de esos 4
mil niños que conviven entre nosotros, lo cual me parece
extremadamente delicado y grave.
En tercer lugar, una interpretación estricta de la referida
norma podría poner en cuestión indirectamente las gigantescas
posibilidades que se abren a través de la investigación científica con
células madres para los efectos de combatir muchos padecimientos de
las personas, como el Alzheimer, la diabetes y otras patologías de
común ocurrencia, que podrían ser enfrentadas mediante
investigaciones útiles a partir de los procedimientos en comento.
Pienso que si el proyecto sobre el genoma se promulga tal
cual se aprobó inadvertidamente en ambas Cámaras, con el artículo 1º
que introduce la protección de la vida desde el momento de la
concepción, se correrán los tres riesgos antes mencionados. Esto no es
una especulación ni simplemente una amenaza para los efectos de
ganar un debate. Ya se manifestó en los medios de comunicación y
existen instituciones que han anunciado la presentación de recursos
ante los tribunales apenas se promulgue la ley.
Por esa razón el Gobierno del entonces Presidente Lagos
tomó cartas en el asunto y envió el veto.
Ahora, digamos las cosas como son, considero que la
observación es incompleta y no es la mejor posible, porque podría dar
margen a la argumentación que el señor Presidente hizo presente
respecto de su constitucionalidad. Estimo derechamente que el veto
que correspondía presentar era uno que corrigiera los contenidos del
artículo 1º, ya que me parece que éste se aprobó en condiciones donde
no hubo un debate con la suficiente profundidad que se requería.
Por cierto, cada cual tiene derecho a entender cuándo
comienza la vida, pero déjeseme señalar que prácticamente ningún
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 518 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Parlamento en el mundo ha buscado definir este tema por la vía legal,


porque tiene que ver con las convicciones de cada uno.
Según las religiones, la concepción empieza en momentos
distintos. Tradicionalmente -no soy experto, pero me he informado-,
según la Biblia se entiende que aquélla tiene que ver con la preñez de
la mujer. Aquí se habla de que un embrión es exactamente equivalente
a una persona humana. Yo respeto a quienes piensan así, pero no lo
comparto, y hay muchos que tampoco participan de esa idea. Sin
embargo, al imponer por la vía de la ley esa concepción, entre otras
cosas, se pondrán en tela de juicio los tres aspectos que indiqué
anteriormente.
Sin ir más lejos -es muy importante tenerlo presente-,
esta discusión se dio en Costa Rica, país con una buena tradición de
debate democrático, no cualquiera, y ahí se aprobó una norma similar
a la del artículo 1º del proyecto. Y en Costa Rica ocurrió lo que he
señalado, que los sectores más conservadores de la sociedad
argumentaron a favor de una disposición de este tipo, que establece la
defensa de la vida desde la concepción y, como resultado de ello, es
una de las pocas naciones del mundo donde la fertilización asistida está
prohibida por ley. En consecuencia, los niños nacidos en virtud de dicho
mecanismo están en una situación jurídica extraña, y se ha producido
una tremenda inequidad, porque las familias ricas que requieren utilizar
ese recurso viajan al exterior.
En Chile, los 4 mil niños antes señalados no pertenecen
únicamente a familias de clase media o alta, pues incluso existen
programas de FONASA que ayudan a aquellas de escasos recursos a
usar los procedimientos en comento.
Ello habla bien de los avances de la medicina en nuestro
país.
Entonces, es en extremo delicado que aprobemos un
proyecto que tiene los riesgos a que me he referido. Derechamente,
habría sido mejor acoger un veto que eliminara la indicación
introducida por la Cámara de Diputados, la cual, a mi juicio, es la
fuente principal de todas las dificultades. Porque -reitero- en lo esencial
de la iniciativa: la prohibición de la clonación humana, estamos todos
de acuerdo, y en eso no hay ni un ápice de duda ni de ambigüedad.
Por desgracia, el veto del Ejecutivo es distinto, pero, de
todas maneras, representa una ayuda en cuanto a los eventuales
perjuicios que podría producir la ley en proyecto.
De ahí que considero importante efectuar la discusión
sobre el particular. Quizás, el ideal hubiese sido que se generara un
acuerdo en el Parlamento para los efectos de mandar un proyecto
exactamente igual al que aprobamos en el Senado, pero corrigiendo las
referencias que indiqué respecto del artículo 1º.
Porque, insisto, señor Presidente, a cada cual le asiste el
derecho a tener la idea que quiera respecto del origen de la vida. Pero
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 519 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

buscar resolver el problema por ley e imponer a otros sus propias


concepciones, me parece que es un acto demostrativo de intolerancia y
que no se condice con el desarrollo de la ciencia, esencialmente abierta
en estos ámbitos.
Desde ese punto de vista, sería conveniente que el señor
Presidente pusiera en votación el veto; y, en tal caso, anuncio mi voto
favorable a su admisibilidad.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Coloma.
El señor COLOMA.- Señor Presidente, quiero usar de la palabra para expresar
que comparto el criterio de la Mesa en cuanto a declarar la
inadmisibilidad del veto que el Gobierno anterior presentó respecto del
proyecto de ley que prohíbe la clonación humana, el cual además se
refiere a la investigación científica en el ser humano y su genoma.
Antes de ir al argumento de fondo que justifica dicha
inadmisibilidad, debo hacer un recuerdo que me parece sustancial a la
hora de discutir el tema.
No es cierto, como dijo el Senador que me antecedió en el
uso de la palabra, que no se haya debatido la materia en cuestión. Yo
no recuerdo un asunto más discutido. Fue tres veces devuelto a la
Comisión. Se analizaron y formalizaron distintas opciones tendientes a
ver cómo cumplíamos con el mandato -que entendimos entregado por
el proyecto- de generar las mejores condiciones para ordenar la
investigación científica en el ser humano, su genoma, y la clonación
humana.
Entonces, no se trata de que el tema haya pasado
inadvertido.
Y quiero agregar otra cosa más. Aquí funcionó la
democracia. La materia se votó en el Senado y en la Cámara. Algunos
lo hicieron a favor, y otros, en contra. Pero no hubo intención de
sorprender a nadie con una definición sobre el origen de la vida.
Consideraría inaceptable que alguien pretendiera sorprender con algo
tan esencial, que tiene que ver con nuestro mandato legal.
Aquí lo que se hizo fue definir, a partir de un proyecto
importante, los conceptos trascendentes en él contenidos; explicar que
el fin no justifica los medios, ya que, por muy significativas que sean
determinadas acciones en materia científica, de genoma, o de clonación
humana, la vida no puede estar de por medio; y aclarar que no somos
un gran instituto científico donde la vida se transa según ciertas
opciones personales.
Creo que el debate aquí en la Corporación fue por
completo diferente de lo manifestado. Si Sus Señorías revisan la
Versión Taquigráfica respectiva podrán encontrar que los mismos
argumentos planteados por el Senador señor Ominami fueron
contrapuestos, y, al final, el problema se definió a través de una
votación, que hoy día se intenta revertir a partir del veto en análisis.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 520 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Ahora, me ocuparé del tema de fondo.


A mi juicio, es un deber del Presidente del Senado -así lo
señalé- actuar como lo ha hecho.
¿Qué nos dice la Constitución sobre el particular?
El artículo 73 -que regula la materia relativa a los vetos-,
inciso segundo, establece que: “En ningún caso se admitirán las
observaciones que no tengan relación directa con las ideas matrices o
fundamentales del proyecto, a menos que hubieran sido consideradas
en el mensaje respectivo.”. Y, perdóneme, señor Presidente, es obvio
que no existe ninguna -¡ninguna!- idea matriz referida a la
reproducción asistida o a los mecanismos anticonceptivos, porque
pertenecen a otra esfera.
Lo que aquí se discutió a fondo tuvo que ver con la investigación
científica en los seres humanos, en su genoma. A este respecto, invito a los
señores Parlamentarios a leer lo concordado, que considero como una de las
mejores disposiciones del mundo moderno en la materia.
Así que, señor Presidente, creo que, en derecho, usted hizo lo que
debía: declarar que la observación del Ejecutivo, tal como se le planteó
oportunamente, no tenía relación alguna con las ideas matrices de la iniciativa,
y que, por tanto, no correspondía seguir un nuevo trámite con el fin de tratar
de impedir la promulgación de una ley cuyo texto había sido aprobado en
forma democrática.
Además, existe aquí una segunda inconstitucionalidad. Si bien la
Mesa no la declaró, yo por lo menos quiero argumentar sobre ella. Me refiero
al número 1º del artículo 19 de la Carta, que asegura a todas las personas el
derecho a la vida.
Pido a Sus Señorías que reflexionen acerca de lo que dice el veto,
que intentó ser sustitutivo, pero resultó claramente aditivo.
En cuanto al artículo 1º del proyecto, señala: “Esta ley tiene por
finalidad proteger la vida de los seres humanos, desde el momento de la
concepción, su integridad física y psíquica, así como su diversidad e identidad
genética, en relación con la investigación científica biomédica y sus
aplicaciones clínicas.”.
Ésa es la norma aprobada por el Congreso.
¿Qué agrega el veto? Un inciso segundo que dice: “Sin embargo,
sus disposiciones” -todas las disposiciones- “no se aplicarán…”. O sea, no se
aplica en cuanto a la protección a la vida desde el momento de la concepción;
a la necesidad de cuidar la integridad física y psíquica de los seres humanos; a
velar por la diversidad e identidad genética, en relación con la investigación
científica.
En suma, todo el artículo queda de lado, al igual que su mandato,
si se arguye que lo anterior tiene que ver con la reproducción asistida de seres
humanos o con mecanismos de anticoncepción.
Nada más contradictorio, señor Presidente, con la esencia, tanto
del precepto aprobado como de lo que define la Constitución.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 521 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

El artículo 19, número 1º, es explícito -y todos los Parlamentarios


tenemos que cumplir esa norma- en asegurar el derecho a la vida y a la
integridad física y psíquica de la persona y en que la ley protege la vida del
que está por nacer.
¿Qué pretende la observación del Ejecutivo? Establecer una
gigantesca excepción. ¡Pero, por favor! ¡Miremos la naturaleza de la excepción!
Ésta señala que para algunos efectos no corre la protección al derecho a la
vida; ni el cuidado de la integridad física y psíquica del ser humano, y tampoco
el resguardo a la diversidad e identidad genética, porque teóricamente, en
virtud de determinado mecanismo de anticoncepción, ello no es posible.
Por lo tanto, la eventual aprobación del veto no sólo contrariaría
las ideas matrices del proyecto y la búsqueda de una legislación que regule la
investigación científica en seres humanos, el genoma humano y su clonación,
sino que, mucho más que aquello, vulneraría en forma flagrante el derecho a
la vida, porque cualquier persona, investigador o científico -¡y vaya que los ha
habido desde que el mundo es mundo!- podría argumentar que sobre la base
de cierto tipo de investigación tiene derecho a transgredir tales principios.
Por eso, desde mi perspectiva, no es únicamente una
inconstitucionalidad de forma, sino también de fondo.
Y ésta es una materia respecto de la cual a nadie se ha querido
sorprender, pues ha sido discutida tres veces en el Senado e igual número de
ocasiones en la Cámara de Diputados. Y los fundamentos son aquellos que
tienden a hacer una sociedad mejor.
Si alguien quiere presentar otro proyecto en otra instancia, tiene
todo el derecho de hacerlo. Pero lo que no corresponde, desde mi punto de
vista, es postergar de manera indefinida el trabajo del Parlamento, lo que
hemos logrado construir después de muchos años, y que, en mi opinión,
constituye un gigantesco paso en cuanto al derecho a regular la investigación
científica en el ser humano, el genoma humano y la clonación.
En consecuencia, señor Presidente, respaldo la posición de la Mesa
y anuncio mi voto favorable a la declaración de inadmisibilidad.
Pero quiero advertir que, si se aprobara la observación del
Ejecutivo, estaríamos asestando uno de los golpes más importantes que se han
dado en Chile contra el derecho a la vida.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor
Girardi.
El señor GIRARDI.- Señor Presidente, al igual como ocurrió en la sesión
anterior, es bueno que en el Senado se lleven a cabo debates apasionantes
concernientes al futuro, porque creo que éstos son los temas del mañana.
Considero que la gran discusión en los tiempos que vienen será la
relativa a la bioética y a cómo queremos la vida.
Me parece superinteresante que aquí haya grandes
definiciones de la vida y que ésta pueda definirse en dos palabras,
desde la concepción hacia adelante.
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DISCUSIÓN EN SALA

¿Por qué digo eso? Porque he tenido la oportunidad de leer


libros maravillosos que hablan sobre qué es la vida. Uno de ellos -yo lo
recomiendo- se titula precisamente ¿Qué es la vida?. Lo escribió Lynn
Margulis, bióloga de la NASA, quien se dedica a la búsqueda de vida en
otras galaxias.
En Chile, dos grandes biólogos escribieron la Teoría de
Santiago, que se utiliza hoy día a nivel mundial para definir la vida,
fenómeno muy complejo. Me refiero a Humberto Maturana y al doctor
Francisco Varela, quien lamentablemente falleció hace un tiempo.
Los escritos de esos investigadores, la Teoría de Santiago
y la Teoría de la Autopoiesis, donde se intenta definir la vida, son
documentos de debate en los principales encuentros científicos y
filosóficos del planeta.
Hasta donde sé, todavía no hay una definición a fondo de
qué es la vida y cuál es su origen.
Por eso, me parece un poco presuntuoso que definamos la
vida. Es posible hacerlo. Cada uno tendrá sus propias visiones. Y tal
vez la definición que se plantea se relaciona con una opinión particular,
legítima, de algunos, pero no necesariamente con lo que la ciencia, el
conocimiento, los sabios que aún quedan en nuestra sociedad
planetaria han establecido respecto de qué es la vida.
En la biología y en la vida, es difícil separar. Aquí se quiere
separar lo que está unido. En este veto, por ejemplo, no es posible
separar los aspectos que tienen que ver con la investigación científica,
la clonación y el genoma. Son inseparables. En el campo de la vida no
hay tales separaciones. Ellas sólo existen en la capacidad, en el
racionalismo, en el cartesianismo, que diseca, que separa lo que está
unido.
Tal vez el gran esfuerzo del pensamiento de la sociedad
moderna radica en volver a unir lo que se halla separado y pensar en
forma compleja. El enorme problema de la sociedad para entender los
fenómenos del futuro estriba en que éstos se encuentran unidos, son
sistémicos, no están separados, no están dicotomizados, no están
disecados. Y ésta es una visión cartesiana que yo siento que no apunta
a la complejidad y a los desafíos del futuro.
No obstante, quiero intentar de todas maneras hacer una
reflexión acerca de por qué es importante el proyecto sobre el genoma
humano.
¿Es relevante regular la clonación? ¿Sí o no? ¿Y por qué?
Yo creo que sí es significativo regular la clonación,
justamente para defender la vida; la vida en general, la de todos los
seres vivos. ¿Por qué? Porque la vida de los seres vivos -nuestra vida;
puede haber otras, con distintos orígenes- partió hace 14 mil millones
de años, cuando hubo un Big Bang y apareció un fenómeno maravilloso
que dio lugar a las bacterias; y de las bacterias, nosotros.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 523 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Todos los seres vivos que comparten este planeta, su


átomo de nitrógeno, su átomo de carbono, provienen de la explosión
de la misma estrella. Tenemos un mismo origen: una explosión estelar
común.
¿Y por qué digo que esto es importante?
La vida humana, al menos en la forma como la conocemos
(porque no podemos especular acerca de otras vidas), se ha
desarrollado sobre la base de la diversidad. Es la diversidad del
germoplasma el principal valor de la vida; eso es lo que la mantiene.
Existen bacterias que conservan la temperatura y el CO2
del planeta; son parte de la vida. Si ellas desaparecen, nuestra vida
también desaparecerá.
¿Qué significa que los fenómenos sean sistémicos y en
red? Que carecen de jerarquía; que no tienen un arriba y un abajo. Si
colapsa el linfocito T -no es más importante que el cerebro; éste parece
más relevante-, la vida del hombre va a desaparecer, al igual que si se
extinguieran las bacterias que, como aquél, conservan las defensas o
regulan al ser humano. Hay bacterias que mantienen la posibilidad de
vida de otros seres vivos; en particular, la nuestra. De hecho, generan
el oxígeno y otros elementos fundamentales para nuestra existencia.
Entonces, ¿por qué cuestionar la clonación? Porque la
clonación de seres humanos completos puede destruir la vida, pues
elimina la diversidad.
Si uno asimila la clonación a la reproducción humana, va a
construir individuos exactamente iguales entre sí. Es factible tomar una
célula de mucosa de un ser humano y hacer cien individuos iguales a
él. Por lo tanto, eso es construir y segregar un tipo de genoma
humano. Y eso puede destruir la vida. Pero está pasando.
La transgenia de los alimentos lo está haciendo. De hecho,
en México desaparecieron cientos de variedades de maíz producto de
que se seleccionaron especies transgénicas clonadas.
Ahora, ya se están haciendo, con otros seres vivos,
ensayos que la humanidad y la historia habían proscrito. No es factible
juntar un perro con un ser humano; no sale un perro humano. Pero a
nivel de la transgenia, sí. Si se pone un gen de pescado a un tomate,
éste puede resistir bajas temperaturas.
¿Por qué digo esto? Porque -y por ello soy partidario de
regular las experiencias transgénicas en otros ámbitos de los seres
vivos-, si no protegemos el germoplasma de la vida, y en particular el
del ser humano, vamos a permitir que se altere la capacidad
maravillosa que éste ha tenido de construir características distintas y
adaptarse e ir cambiando a lo largo de la evolución.
Por eso me parece relevante plantear el problema de la
clonación de seres humanos completos o el de otras prácticas.
Si las personas pudieran decidir -porque en algunos años
eso será factible- si sus hijos van a ser grandes o chicos, inteligentes o
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 524 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

menos inteligentes, rubios o de pelo negro, estaríamos seleccionando


un tipo de genética cuyo único resultado sería poner en cuestión el
germoplasma en términos de su diversidad, que es la mayor riqueza de
la vida humana. Y yo también me opondría a eso.
Sin embargo, no me puedo oponer a la posibilidad de
hacer clonaciones parciales. Por ejemplo, usar células madres que, sin
clonar individuos completos, sirvan para salvar vidas, para generar
vida. Y a eso nos estamos oponiendo ahora.
En medicina estamos sufriendo un cambio brutal y
profundo, como el que en la década de 1940 permitió la creación de los
antibióticos. Yo lo comparo con eso. La aparición de las vacunas tiene
que ver con las clonaciones parciales. O sea, sacando una célula de
mucosa de una persona, pero no clonando individuos completos sino
compilando partes y piezas, es factible construir células capaces de
generar órganos. Y ya se usan hoy día. Por ejemplo, las células
madres, las células embrionarias -es muy difícil obtenerlas de tejidos
somáticos, de tejidos comunes de la gente; pero se pueden conseguir
de embriones, mediante procesos de clonación, sin alterar el
germoplasma (porque no vamos a construir individuos completos; por
lo tanto, no amenazamos la diversidad del germoplasma del planeta)-,
serán empleadas a futuro como partes y piezas para tratar cánceres,
leucemias.
Y ya hay experiencias. Incluso, "El Mercurio", que a veces
tiene una visión más conservadora, publicó hace algunas semanas un
artículo sobre un laboratorio de ratones a los cuales se les seccionó la
médula y se les provocó una paraplejia; posteriormente fueron
inoculados con células madres, recuperaron la capacidad de conectar
sus neuronas y, por lo tanto, volvieron a caminar.
Ésa será la medicina del futuro: una medicina genética,
para salvar vidas, para reparar la salud de pacientes que padecen
cánceres, por ejemplo.
Esos trasplantes, hoy día tan difíciles de hacer, en el
futuro se podrán llevar a cabo con los propios tejidos.
Lo único que le pido al Senado es reflexionar al respecto.
Porque eso va a ocurrir. Si nos cerramos -quizá desde una visión
vinculada con nuestros propios juicios- y no logramos comprender por
dónde va a evolucionar la humanidad, generaremos un daño a nuestra
calidad de vida, a los instrumentos disponibles para mejorarla.
Por lo tanto, si no se afecta el germoplasma, la vida o la
preservación de la diversidad, no tengo cuestionamientos a los
procesos tendientes a generar partes y piezas o a lo que podríamos
llamar "clonaciones parciales de seres humanos", pues van en beneficio
de la vida.
Hay en seguida otro tema, vinculado con el hecho de que
estas tecnologías sirven para permitir la vida.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 525 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Muchas personas -potenciales padres y madres-, que


constituyen 15 por ciento de la población chilena, sufren problemas de
fertilidad, y la única manera que tienen para concebir un hijo propio (la
mujer, con su óvulo, y el hombre, con sus espermios) es el uso de ese
tipo de instrumentos y tecnologías.
Son miles de parejas -el Senador señor Ominami decía
que aquí han nacido más de 4 mil niños por esa vía; porque en Chile
hay un problema de acceso a estas nuevas tecnologías- en un planeta
donde la gente no quiere tener hijos. En naciones de Europa -Holanda,
por ejemplo- se paga a las parejas para que tengan hijos; aun así, no
quieren.
Yo pregunto: ¿por qué no ayudamos a quienes desean
tener hijos y no pueden?
Entonces, vamos a impedir engendrar vida a los que
quieren promoverla.
Ahora, es cierto que la persona imposibilitada de
engendrar hijos puede someterse a la fertilización in vitro.
¿Qué significa eso?
A veces los espermios se hallan tan dañados que es
necesario sacarlos mediante una punción al testículo. Hay que extraer
el óvulo de la mujer, inseminarlo in vitro, juntar ambos gametos y
congelar el resto de los espermatozoides, pues uno solo no funciona;
deben ser varios. ¿Saben Sus Señorías por qué tienen que ser varios?
En la fecundación natural de un hombre con una mujer, el 70 por
ciento se pierde y sólo el 30 por ciento logra anidar. Ésa es la historia
de la vida de los seres humanos. Y lo mismo ocurre en el laboratorio:
se pierde 70 por ciento de los espermios.
La cuestión reside en si vamos a negar a esas personas la
posibilidad de reproducir su propia vida por aquella vía, mediante un
proceso que no es el desarrollado normalmente en quienes no tienen
problemas de fertilidad.
Yo siento que una negación implica ir un poco lejos. Por
último, permitamos que cada cual decida si quiere usar aquella técnica
para dar origen a la vida y tener un hijo propio.
Considero que estamos yendo más allá de lo que
corresponde, que estamos interviniendo en resoluciones que exceden
con mucho nuestro ámbito y que estamos vulnerando el derecho
fundamental de los seres humanos a ser madre o padre a partir de un
óvulo y de un espermio propios.
Por cierto, ese aspecto me preocupa, porque, de hecho, la
legislación en proyecto va a prohibir y proscribir todo ese tipo de
prácticas. Así es.
Conozco la materia. Al respecto, he conversado
largamente con todos los sectores involucrados: con la Sociedad
Chilena de Fertilidad, con la Sociedad Chilena de Obstetricia y
Ginecología, con el doctor Zegers, con el doctor Balmaceda, con los
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 526 de 581
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equipos de las Universidades Católica y de Chile que trabajan en el


área. Y todos están tremendamente angustiados, no por los médicos -
porque se pueden dedicar a la ginecología; son buenos obstetras-, sino
por los miles de chilenos y chilenas que van a perder un derecho que
se encuentra accesible al lado, en Argentina. Quienes tengan plata
podrán viajar también a Estados Unidos, a Europa o a otras partes para
someterse a los mismos procedimientos.
Por lo tanto, lo único que estamos construyendo es una
tremenda y brutal medida de inequidad en cuanto al acceso a un
derecho esencial.
Y quiero exponer un tercer punto.
Efectivamente, hemos transitado por decisiones que tienen
cuestionamiento, dependiendo de los valores de cada cual. La
iniciativa, tal como está, va a controvertir derechos fundamentales de
las personas: los derechos sexuales y reproductivos.
Hagámonos cargo de lo que vamos a hacer. Creo que
normativas como ésta no pueden durar mucho. No me angustio,
porque las sociedades avanzan más rápidamente que las elites, que las
políticas, que los grupos políticos, por lo cual en poco tiempo más nos
veremos obligados a adecuar nuestra legislación a las sanas demandas
de una sociedad pro vida. Porque lo que yo estoy planteando es pro
vida, es pro recuperación de la vida, es pro defensa de la vida.
Me preocupa, sí, que se va a vulnerar un elemento que
también debiera estar consagrado en Chile a nivel constitucional -y
hemos propuesto un proyecto sobre la materia-: los derechos
reproductivos de las personas. Ello, porque se va a controvertir uno de
los principales instrumentos de planificación familiar: los dispositivos
intrauterinos.
Si hay algo que se cuestiona hoy día en la ciencia -sucedió
con la píldora del día después-, es justamente el uso de tales
dispositivos, en particular la T de cobre. Hay evidencia sólida de que
ésta impide la fecundación del óvulo, el que en 70 por ciento de los
casos se va a ir solo; no se anidará, por razones de la vida, de la
biología, de la adaptación, de la evolución. Y esto daría pie para
controvertir uno de los instrumentos que más han colaborado a
disminuir la mortalidad infantil.
Como los señores Senadores saben, todos los estudios
sobre la materia demostraron que la mortalidad infantil estaba
asociada a los niños pobres no deseados. Y quienes tenían más niños
no deseados eran los sectores de menores ingresos.
La T de cobre ha sido uno de los instrumentos que
permiten hacer diferencia cuando se mira la realidad chilena.
Esta mañana el doctor Uauy preguntaba por qué nosotros,
con la cantidad de recursos que tenemos, exhibimos indicadores de
salud que corresponden a naciones cuyo ingreso per cápita es de 20
mil dólares. Bueno: porque Chile fue uno de los países del planeta
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 527 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

pioneros en el uso de la T de cobre. Y hoy día, casi cuarenta años


después de haber sido precursores mundiales, de haber inventado
tecnología -particularmente durante el Gobierno del Presidente Frei
Montalva, quien fue de verdad pionero- y de haber desarrollado
instrumentos que sirvieron para la planificación familiar del planeta,
que permitieron atacar la pobreza, que evitaron sufrimientos, dolores,
y que generaron avances espectaculares en la calidad de vida, ¿vamos
a empezar a cuestionar la T de cobre?
Porque lo que estamos haciendo acá es controvertir la T
de cobre. Con la ley en proyecto, algunas personas podrán ir a los
tribunales a exigir que se impida su distribución y a acusar de cometer
un delito, un atentado contra la vida, a las mujeres que la usan y una
vez al mes vedan la posibilidad de que el óvulo sea fecundado.
Por cierto, lo planteo como una caricatura. Pero es lo que
finalmente podría ocurrir.
Señor Presidente, quiero decirlo de esta manera: ni el veto
ni el artículo 1º me convencen. La observación no resuelve el
problema; deja intacta una visión que puede ser legítima para algunos,
pero que yo no comparto. Porque no ha habido consenso, en los
maravillosos debates planetarios desarrollados, respecto del origen de
la vida.
Entonces, insto a construir una sociedad plural, una
sociedad para todos. Pero no nos encasillemos en instrumentos que
sólo van a provocar a nuestro país postergación al impedirle ser parte
de los avances, de la apertura, de la modernidad.
La modernidad no es únicamente económica. La
globalización no es sólo económica: es de sentido de vida, de respeto a
la vida, de recuperación de la vida, de preservación de la vida.
En consecuencia, señor Presidente, el gran esfuerzo que
debemos realizar -y está presente la señora Ministra de Salud- es el
conducente a lograr, ojalá, un consenso para modificar el artículo 1º.
Ése es el problema de fondo por resolver. Si no, le vamos a entregar a
nuestra sociedad una carga de menos oportunidades que no tiene por
qué asumir, porque a lo mejor ni siquiera representa el sentir de toda
la comunidad chilena.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminó su tiempo, señor Senador.
El señor GIRARDI.- Y la gente también tiene valores, también tiene principios
y, en muchas de estas materias -no sólo nosotros-, también es capaz
de tomar buenas decisiones. Y yo confío en que puede hacerlo.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor
Gazmuri.
El señor GAZMURI.- Señor Presidente, me referiré al asunto de forma, el de la
admisibilidad, que inevitablemente lleva a uno de los problemas de
fondo planteados con la modificación que sufrió el proyecto en la
Cámara de Diputados.
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DISCUSIÓN EN SALA

A mi juicio, la iniciativa fue despachada de buena manera


por la Cámara Alta en el primer trámite constitucional. El objeto
principal de su autor -es una moción del Senador y doctor Ruiz-
Esquide- era prohibir la clonación de seres humanos. Y creo que a este
respecto hay unanimidad.
El artículo 1º que aprobó el Senado contenía una buena
definición, porque establecía un principio de amplia aceptación en esta
Corporación y, en general, en nuestro país. Decía: “Esta ley tiene por
finalidad proteger la vida de los seres humanos, su integridad física y
psíquica, así como su diversidad e identidad genética.”.
En la Cámara de Diputados se cometió el error, en mi
concepto, de intercalar una frase que dispone la protección de la vida
de las personas “desde el momento de la concepción”. Obviamente,
eso introdujo un debate -también se planteó en las Comisiones- en el
sentido de si tal agregado interfería o no con prácticas de reproducción
asistida y con prácticas de prevención del embarazo, de amplia
aplicación en el país.
O sea, el veto no surge de la nada. No se trata de una
observación al proyecto de ley, sino a la modificación que éste sufrió en
la Cámara Baja.
¿Por qué la prevención? Y, en este sentido, no concuerdo
con la interpretación del señor Presidente. Claro: no estaba en el
mensaje, pero sí en el texto que deberíamos despachar. Se puede
hacer o no hacer. Pero la frase “desde el momento de la concepción”
podría ser utilizada por un juez -no por el legislador- para argumentar
que determinadas prácticas de prevención del embarazo son abortivas
y están eliminando seres humanos.
Hay en esta sociedad gente que piensa así. No todos, por
cierto. En consecuencia, pueden existir magistrados que fallen en tal
sentido. Entonces, estamos ante un debate que, en mi concepto, no
puede resolverse en sede judicial.
Porque aquí no hay una discusión sobre la vida solamente.
Se trata de una discusión más específica, relativa a cuándo existe un
ser humano. Ése es el punto: desde cuándo se considera que éste
existe. La vida se presenta desde que, como se señalaba aquí, hace
miles de millones de años se autorreprodujo la primera bacteria, que
surgió de una cadena de aminoácidos en una etapa temprana de la
evolución del cosmos.
La cuestión radica -repito- en cuándo hay un ser humano.
Y esa controversia no se halla zanjada ni por la ciencia, ni por la
filosofía -porque hay distintas posturas filosóficas-, ni por la
antropología. Santo Tomás, el gran maestro medieval de la Iglesia
Católica, consideraba que había un ser humano a los cuatro meses de
embarazo, claro que sobre la base del desarrollo de la biología en ese
siglo.
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DISCUSIÓN EN SALA

Hay quienes concluyen que existe un ser humano, no


vida -porque también la manifiestan los gametos masculino y
femenino-, desde el momento en que el óvulo es fertilizado por el
espermio.
Otros sostienen que ello no es así -sólidos científicos,
éticos y teólogos-; que la vida humana se plantea con la anidación.
Porque, efectivamente, la naturaleza desperdicia -entre comillas-
muchos óvulos fertilizados.
Y algunos afirman -me cuento entre ellos-, sin contarse
todavía con un fundamento científico claro, que existe vida humana
cuando se presenta determinada complejidad neurológica. Creo que
ése es un argumento que se puede defender. Digo que la naturaleza
humana aborta mucho.
Cuando se hace referencia a la ley natural, se alude a una
discusión larguísima, incluso en la tradición tomista. ¿Qué es lo natural
en la naturaleza humana? Constituye un tremendo debate.
¿Resolveremos todas esas cuestiones en un inciso de la
norma que nos ocupa? Juzgo que no.
Por mi parte, votaré en contra del artículo 1º, porque me
parece innecesario y que deberíamos reponer la disposición con que
todos estuvimos de acuerdo.
Porque eso es lo otro: aquí despachamos un texto que a
todos nos pareció bueno en cuanto al asunto en análisis. Entonces, lo
que planteo es por qué no hacemos las cosas de manera que volvamos
a lograrlo. Porque todos coincidimos en el respeto a la vida y en que no
se lleve a cabo clonación de seres humanos.
Sobre otros asuntos que tienen que ver con la bioética
registraremos muchas diferencias. Y deberemos ir resolviéndolas, como
son las discusiones en todas partes.
En consecuencia, pienso que, desde el punto de vista
formal, el veto es admisible, porque dice relación a prevenir algunos de
los efectos posibles de la normativa. Quiero ser muy preciso en ello,
para la historia de la ley. Porque también se dijo en la Comisión que el
artículo 1º no implicaba disposiciones respecto de la fertilización
asistida o la prevención del embarazo. Y, por tanto, para considerar la
situación de algún juez demasiado ortodoxo el día de mañana en su
concepción sobre el inicio de la vida humana, cabe consignar que
también se expuso en el despacho del proyecto que el punto no
implicaba modificaciones a lo que en el país son hoy prácticas legales
de prevención del embarazo.
Pero, como he señalado, existe en la sociedad la teoría,
discutible -creo que no se puede imponer en la ley-, de que existe un
ser humano desde que se fertiliza el óvulo. Pienso que ése es un
concepto que nadie puede imponer en un Congreso. ¿Y por qué no se
contempla la anidación? ¿Y quién resolverá? ¿La mayoría? ¿En función
de qué criterio de la biología o de la ética? ¿Y dejaremos ese capítulo
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 530 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

abierto a cualquier interpretación discrecional de los jueces de la


República?
Me parece, realmente, que sería un sinsentido aprobar el
texto con el artículo 1º tal como está. El veto no efectúa una
corrección, sin perjuicio de que ello sea admisible, salvo evitar daños
mayores. Porque no enmienda el error cometido por la Cámara de
Diputados, a mi juicio, al introducir la frase “desde el momento de la
concepción”.
Por algo ello no lo contempló el Senado. Después se
aprobó el texto, pero salió de acá sin esa...
El señor OMINAMI.- Se acogió en el tercer trámite.
El señor GAZMURI.- Así es.
Entonces...
El señor COLOMA.- ¿Me permite una interrupción, Honorable colega?
El señor GAZMURI.- Sí, señor Senador.
El señor COLOMA.- Sólo deseo precisar, señor Presidente, que el tema se
discutió en su oportunidad y que se registró el resultado de 21 votos
contra 12. Y se expuso -invito a leer la Versión Taquigráfica de la
sesión 50ª, de 10 de mayo de 2005- exactamente la misma
argumentación que han planteado las bancadas del frente. Con el
pronunciamiento mencionado se aprobó el texto de la otra rama
legislativa. Quiero precisarlo, simplemente, para que no se crea que no
constituyó un asunto de fondo.
Y tiene razón el Honorable señor Gazmuri al explicar la
génesis de la cuestión. Pero el punto se debatió en tres sesiones del
Senado y se votó en la forma que he consignado, habiéndose resuelto
democráticamente esta línea de acción.
Gracias.
El señor GAZMURI.- Por mi parte, señor Presidente, sigo la discusión, pero lo
único que puntualizo es que el debate se abre con la intercalación
realizada por la Cámara de Diputados.
Entiendo por qué se origina la controversia: algunos
Honorables colegas, con toda razón, pueden sostener la teoría de que
existe un ser humano desde el momento mismo de la fecundación, en
función de cualquier tipo de creencia.
Desde las mismas creencias, desde la misma ética y desde
la misma teología se puede sostener una posición distinta.
¡Si también teólogos católicos modernos piensan que
existe un ser humano a los tres meses!
Pero éste no es un concilio, sino el Congreso de una
República democrática y laica, donde compartimos los valores
esenciales del humanismo. Y, por ello, el respeto a la vida es un punto
en que nos encontramos todos.
Estimo que dirimir por ley cuestiones altamente discutibles
en la ciencia, la ética y la teología constituye un procedimiento muy
poco prudente para enfrentar, como sociedad, los grandes desafíos que
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 531 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

plantean todas las controversias bioéticas. Estoy de acuerdo con el


colega Girardi en que éstas ocuparán en Chile, como en el resto del
mundo, una parte muy importante del debate moral y legislativo en los
años que vienen.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora
Matthei.
La señora MATTHEI.- Señor Presidente, deseo invitar a los Honorables colegas
a que tomen el libro que se encuentra en cada escritorio y lo abran en
la página 731 -en él se halla el decreto Nº 873, del Ministerio de
Relaciones Exteriores, que aprueba la Convención Americana sobre
Derechos Humanos-, donde aparece el “Artículo 4. Derecho a la Vida”,
que en su número 1 expresa:
“Toda persona tiene derecho a que se respete su vida.
Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del
momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida
arbitrariamente.”.
Se trata del Pacto de San José de Costa Rica.
Y en verdad, señor Presidente, considero que toda la
presente discusión es absolutamente irrelevante. En efecto, esa
normativa es parte de nuestro ordenamiento jurídico, nos guste o no.
Si no queremos sujetarnos a sus términos, de alguna
manera deberíamos desafiliarnos de la Convención. Ignoro cómo sería
factible materializarlo; la Senadora señora Alvear podrá explicarnos
cómo hacerlo. Pero ese texto, repito, forma parte de nuestro
ordenamiento jurídico.
El Honorable señor Ominami tenía razón cuando recién
precisaba que en Costa Rica se han dejado fuera de la ley la
reproducción asistida y algunos métodos de anticoncepción. Pero es
algo que no se hizo en virtud de una norma legal, sino del Pacto.
Y en Chile lo podría hacer cualquier persona en este
momento, con la ley en proyecto o sin ella, con veto o sin él. Da lo
mismo. Porque el Pacto de San José de Costa Rica tiene un rango legal
mayor que el de la normativa cuyo veto estamos discutiendo.
Lo cierto, señor Presidente, es que en este minuto, ahora
mismo, cualquier persona, invocando la disposición que leí y que forma
parte de nuestro ordenamiento jurídico, podría recurrir a los tribunales
y solicitar lo mismo que se pidió en Costa Rica.
Más aún, me parece que el texto aprobado por el
Congreso Nacional en el proyecto de ley sobre investigación científica
en el ser humano es mucho más acotado que el de la Convención
Americana, pues protege, desde el momento de la concepción la vida
de los seres humanos en relación con la investigación científica
biomédica y sus aplicaciones clínicas.
Realmente, no creo que haya un juez en el país que pueda
señalar que el método anticonceptivo de la T de cobre sea parte de una
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 532 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

investigación científica biomédica. Investigación científica habrá sido,


pero hace como 50 años. Se viene usando en nuestro país y en todo el
mundo desde hace mucho tiempo.
Repito: el método de la T de cobre no es parte de ninguna
investigación científica biomédica. Y la reproducción asistida es una
técnica que también se aplica aquí desde hace largo tiempo. Tampoco
es parte de la investigación científica.
Entonces, señor Presidente, reclamo en el sentido de que
la presente discusión, si bien ha sido muy interesante -en mi opinión,
hay varios aspectos que tendremos que analizar en algún minuto-,
resulta irrelevante, por cuanto ya existe en nuestro ordenamiento
jurídico una disposición bastante más estricta que la que se ha vetado.
Por lo tanto, el problema lo tenemos y lo hemos tenido en los últimos
años, y cualquier persona podría haber recurrido a los tribunales.
Ahora, francamente, no imagino a ningún juez que se
atreva hoy aquí a declarar ilegal la T de cobre; y tampoco, a dejar
fuera de la ley la reproducción asistida. Eso no es posible.
Por ello, pienso que hemos estado discutiendo un asunto
muy entretenido intelectualmente, muy importante desde la
perspectiva de los problemas que se nos vienen encima en el ámbito de
la bioética, pero absolutamente irrelevante desde el punto de vista
práctico de cómo funciona nuestro país y de qué se puede esperar
respecto del futuro de la anticoncepción y de la reproducción asistida
en Chile.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra.
La señora BARRÍA (Ministra de Salud).- Señor Presidente, el Ministerio de
Salud considera relevantes los avances propuestos en el proyecto para
regular la investigación científica en el ser humano, su genoma, y
prohibir la clonación humana, convirtiéndose en un marco de acción
legal en estas materias conforme a la evolución de la bioética.
Una normativa de esa naturaleza viene a llenar un vacío
legal serio, recogiendo las recomendaciones internacionales y la norma
técnica sobre investigación en medicamentos no registrados.
Asimismo, estimamos que la creación de la Comisión
Nacional de Bioética constituye la confirmación de la necesidad de una
mirada permanente a un conjunto de temas que aparecen
vertiginosamente al ritmo de los avances científicos y que pueden
orientar el necesario debate social respecto de estos asuntos.
Sin embargo, al final de la tramitación del proyecto surgió
la preocupación de que, debido a la redacción específica del artículo 1º,
se pudiese entender que se establecen restricciones a la anticoncepción
y a la fertilización asistida, tal como aquí se ha señalado.
Sin lugar a dudas, estos últimos procedimientos hoy
resultan sustantivos para la salud física y mental de las personas y las
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DISCUSIÓN EN SALA

familias, que acceden a ellos libre e informadamente, por decisión


propia.
En ese sentido, resulta importante destacar que sólo en el
Sistema público de Salud existían, a diciembre de 2005, más de 1
millón 150 mil personas, bajo control de los establecimientos de la red,
que utilizaban algún método de regulación de fecundidad.
Además, actualmente se registra el nacimiento de
alrededor de 350 niños al año -¡al año!-, que llegan a completar
familias para las cuales las técnicas de fertilización asistida constituyen
una posibilidad única.
Estamos hablando, señor Presidente, de prácticas y
procedimientos que contribuyen significativamente al bienestar de las
familias, permitiéndoles tomar decisiones informadas conforme a sus
aspiraciones y creencias.
Su indiscutible relevancia es la que inspiró el veto que se
acaba de declarar inadmisible.
Entendemos, en todo caso, que no ha estado en el espíritu
del legislador y no es materia de la ley en proyecto poner restricción
alguna a la fertilización asistida o a mecanismos de anticoncepción, tal
como se manifestó en forma unánime en la Comisión de Salud de esta
Alta Cámara cuando se discutió el veto.
No obstante, nos preocupa que esta decisión sea
transparente y conocida, pues lo que está en juego es de la más alta
relevancia. Estamos hablando de la felicidad de parejas que quieren
completar su familia con un hijo. Se trata de la posibilidad de que las
familias asuman responsablemente la paternidad.
Señor Presidente, de la historia de la ley en proyecto, de
su texto, de los fundamentos expuestos y de lo resuelto por la
Comisión de Salud del Honorable Senado, resulta nítido que los
alcances de la normativa no deben afectar las políticas de fertilización
asistida y de regulación de la natalidad que se encuentran vigentes.
Sin lugar a dudas, lo establecido en el Pacto de San José
de Costa Rica es distinto de lo que señala la presente iniciativa, pues
en aquél se habla del respeto a la concepción en general, cosa que no
aparece en el artículo 1º del proyecto. Habría que entrar a discutir, tal
como se ha señalado, lo que significa el ser humano, lo que significa la
concepción, que no es lo mismo que la fecundación de un óvulo con un
espermio.
El Gobierno, en consecuencia, estará atento a las
implicancias de esta normativa una vez que se promulgue como ley.
Pero lo que está claro es que no se puede poner en juego la necesidad
de anticoncepción de nuestra población ni la posibilidad de seguir
contando con la reproducción asistida.
Por ello el Ejecutivo, no obstante considerar que el veto
resultaba procedente y su aprobación adecuada, entiende que la
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DISCUSIÓN EN SALA

declaración de su inadmisibilidad no afecta los alcances limitados que la


ley producirá de acuerdo a la historia fidedigna de su establecimiento.
Estoy convencida de que tendremos la oportunidad de
seguir avanzando en esta línea, que es de gran relevancia para el
Gobierno. Debemos ser capaces de ir asegurando, en un mundo que
cambia y evoluciona, a veces de manera compleja, que los derechos y
libertades de las personas sean respetados en todos los ámbitos, pero
principalmente en aquellos tan sensibles como los asociados a la salud.
Muchas gracias.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Ruiz-Esquide.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Señor Presidente, voy a referirme, como lo han
hecho quienes me han precedido, tanto al tema de fondo como al
puramente formal. Deseo precisar, sin embargo, que a mi juicio en
esta sesión sólo se iba a discutir el último. Entiendo que es difícil
separarlo y genera debate. Entonces, para poder entrar en él, quiero
aclarar algunos hechos, porque de lo contrario podemos equivocarnos
en lo que estamos haciendo y en las consecuencias que se saquen.
Primero -lo digo con todo respeto a los colegas que han
intervenido-, me parece que no cabe sostener que el Senado ha sido
superficial en la discusión de este proyecto, que lleva años en el
Parlamento. Se debatió, se analizó, se trabajó junto a otra iniciativa
sobre fertilización asistida, precisamente para prevenir, de alguna
manera, cualquier otra discusión ajena a lo que se busca.
Por lo tanto, ninguno de los temas mencionados ha dejado
de discutirse entre nosotros. Y la verdad es que en cada oportunidad
los hemos ido precisando, aunque en el debate de esta tarde de
repente han surgido algunas divergencias en cuanto al uso de cada
término.
Eso es lo primero.
En segundo lugar, se ha señalado -perdón por ir revisando
esta materia por puntos, pero esto tiene que ver con lo que propondré
o con lo que se resuelva al final- que en ninguna parte hay una
disposición o ánimo de limitar la ciencia, su estudio, análisis y
progreso. Más aún, en reiteradas ocasiones he recordado en el Senado
la famosa frase de Aristóteles que dice que el mal uso de una técnica, o
de una libertad, o de una acción humana no elimina ni limita el uso de
una u otra.
Por lo tanto, si aquí hubiese algún proceso contrario a la
vida, ello no impediría regular la forma en que se debe efectuar la
investigación científica, lo que el enunciado del proyecto original
consigna como línea central de lo que se tiene que hacer.
La ciencia no se va a detener jamás, y menos por causa
de una acción o de una iniciativa del Senado o de la Cámara de
Diputados. Porque eso sería absurdo. Sería como tratar de parar el sol
con las manos, como dicen los caciques.
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DISCUSIÓN EN SALA

En tercer término, se ha dicho que se prohíbe la clonación


de partes que pudieran ser útiles para mantener la vida. Eso es falso.
Ahí hay una equivocación, un error de interpretación.
El artículo que se refiere a ese tema dice claramente:
“Prohíbese la clonación de seres humanos”. Y esto se ha repetido en la
discusión del proyecto hasta la saciedad.
Lo que sí hemos aceptado -y se ha planteado también en
el debate; pero no podemos hacernos cargo de lo que no está, ni
alegar contra un hecho que no existe- es que no es factible clonar
seres humanos. Ninguna de las señoras o señores Senadores debe ser
clonado. ¡Nunca!
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- ¡Gracias a Dios…!
El señor ESPINA.- ¡Gracias a Dios…!
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Sí se pueden clonar partes del hígado, del riñón o del
órgano que sea para mejorar la condición de una persona.
Iré más lejos, aunque no tenga que ver con este tema
específico.
Yo, que soy el autor y, curiosamente, el único
sobreviviente del proyecto, pese al tiempo que llevamos discutiéndolo,
nunca he manifestado mi aprobación a que el trabajo con determinadas
células pueda hacerse si ello implica la repetición de un ser humano, la
clonación en su conjunto.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- Mientras se respete la vida de ese ser
humano.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Estamos hablando de los casos en que existe la
posibilidad real, técnica, de efectuarlo, sin perjuicio de que se pueda
respetar al dador. Eso es obvio.
Para nosotros, un individuo repetido por clonación ya no
tiene la calidad de ser humano, porque carece de libertad, está
condicionado por la clonación. De manera que no se puede argumentar
lo que aquí se ha planteado.
Por otra parte, nunca expusimos ni surgió en el debate un
solo punto en que se pusiera en duda la fertilización asistida o la
anticoncepción.
Ruego a Sus Señorías escuchar mi argumentación para
después poder llegar a algún acuerdo. Como dice Santo Tomás,
discutir, dividir, precisar, para poder congeniar.
Señor Presidente, lo que he tratado de hacer, incluso en
esta última parte del debate, es ofrecer al Gobierno y a los
Parlamentarios que contradicen mi planteamiento en esta materia la
presentación de un proyecto alternativo, simultáneo al que está en
trámite. Planteé después la posibilidad de que se proponga una
iniciativa sobre fertilización asistida, para evitar cualquier otra discusión
respecto de lo que podría ocurrir más adelante.
Entre paréntesis, debemos tener cuidado con legislar
sobre la base de lo que pueda pasar en el futuro, porque este artículo
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DISCUSIÓN EN SALA

podría ser utilizado de mala manera. Eso no es factible, a mi juicio,


porque nos llevaría a una exquisitez excesivamente peligrosa.
Por eso, en vista de que fue imposible lograr un acuerdo,
presenté un proyecto sobre fertilización asistida, lo que, desde el punto
de vista técnico, significa resguardar esta técnica precisamente para
permitir su aplicación.
Se ha debatido mucho sobre lo que es posible o no hacer.
Y parte de lo realizable en el país es consustancial a la evolución. Nadie
va a discutir la anticoncepción.
Asimismo, deseo prevenir a los señores Senadores en el
sentido de que hoy, si se quisiera, se podría impedir la fertilización
asistida. Con el proyecto que estoy presentando y con el debate que
aquí se está haciendo, si aprobamos la posición del señor Presidente -
yo la voy a apoyar- y se da urgencia a dicha iniciativa, se rompe ese
peligro, porque ahora no hay ley alguna que la impida o la promueva.
Pero hoy, si ese mismo conjunto de médicos que se autodenominan
“pro vida” -pero en otro sentido- presentaran un alegato sobre la base
de que la fertilización es inadecuada, un tribunal podría perfectamente
darles la razón, porque no existe norma legal que la regule, y prohibir
su realización. Estoy argumentando la tesis que ellos sostienen, que de
alguna manera es ad hóminem.
Por otro lado, se ha discutido mucho lo que podría suceder
si el veto fuera declarado inadmisible.
Se trata de algo muy preciso: la introducción por la
Cámara de Diputados del concepto “desde el momento de la
concepción” fue un error. Y lo es por dos razones: primero, porque no
agrega nada (y lo han ratificado aquí los señores Senadores), y
segundo, por ser casi un pleonasmo, una interpretación libre que nos
lleva a lo obvio. Es como una expresión sacada de la Biblia. Y resulta
un poco pretencioso haberla puesto así.
Cuando ante la zarza ardiente Moisés pregunta al Señor
“¿Quién eres?”, Él responde: “Soy el que Soy”.
Esto es lo mismo: ¿Cuándo comienza la vida? Cuando
empieza. Eso señala este artículo; no dice nada más.
Distinto y peligroso habría sido precisar -como aquí se ha
planteado- cuándo ocurre la concepción. Pero no se señala. Es un tiro
al aire, algo carente de significado, que ha provocado el veto y que nos
ha llevado a esta discusión.
Por otra parte, y para los efectos pertinentes, en el
lenguaje usado actualmente por la Sociedad Chilena de Fertilidad, la
palabra “concepción” sólo se refiere al embrión anidado.
Por lo tanto, al introducir la Cámara de Diputados aquella
frase, ¿qué ha sucedido? Que quienes queremos preservar la vida
caemos en un error. Porque, de aprobarse lo planteado por esa rama
legislativa, habría por lo menos 14 a 18 horas en que se podría
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DISCUSIÓN EN SALA

interrumpir el embarazo. Y ello, de acuerdo con el proyecto, que


pretende preservar el embrión. De modo que es un triple error.
El veto lo discutimos en su momento. Comparto el parecer
de los señores Senadores que dicen que no agrega nada. Y si añade
algo, es para peor. Porque se ha usado un argumento real. De
aprobarse el veto, habría que considerar también otras
argumentaciones en orden a que nada de esto valdría en un momento
determinado. Entonces, se podría hacer cualquier cosa. En el hecho, se
está liquidando el proyecto.
En concreto, se trata de algo muy simple.
Creo que la observación del Ejecutivo es absolutamente
inadmisible. Ahora, mi preocupación es por qué.
De haberse declarado admisible el veto, que no tiene que
ver con la idea matriz del proyecto, haciendo una interpretación
demasiado laxa de lo que es o no pertinente a él, el día de mañana
terminaríamos haciendo, quiérase o no, leyes misceláneas, en que en
un cuerpo legal se va a introducir cualquier cosa. Y ello, en un
momento -lo digo con franqueza- en que se discute mucho la forma en
que estamos trabajando y como desarrolla sus labores el Senado, lo
que en lo personal no me crea problema ético ni de interpretación
alguno. Sin embargo, por esa vía sí podemos transformar el debate en
algo sin sentido.
También es verdad que todo está conexo; estoy de
acuerdo. Pero en algún momento debemos poner coto a la conectividad
de todos los problemas.
Uno de mis Honorables colegas dio su interpretación en lo
relativo a la vida. Coincido en que todo puede ser interpretado. Nuestro
viejo Santo Tomás sostuvo que hay vida humana a los tres meses.
Voy a decir más: un documento de la Conferencia
Episcopal consigna claramente que es posible interpretar ciertos hechos
de manera distinta, y que podría aceptarse determinado momento en
que se produce la fecundación y dónde tiene lugar la anidación. Pero
simultáneamente sostiene -y es una interpretación- que todo lo que ya
es va a ser, y viceversa. Eso significa que si hay un embrión anidado
que luego se transformará en un ser humano, ya lo es en cualquier
etapa de su vida.
Sus Señorías se preguntarán qué tiene que ver con esto.
Hay contradicción en ese punto de vista con lo que señala
Santo Tomás; es verdad. Porque la ciencia, el desarrollo, la inteligencia
de que hablé al comienzo evidentemente abre una posibilidad de ir por
ese camino.
Hay tres instancias, a saber: una es la fecundación, que
puede interpretarse o definirse (no hicimos esto último, para evitar el
debate, el mismo que paralizó el proyecto del ex Senador señor Piñera
sobre reproducción humana asistida), y consiste, como señaló el
Senador señor Girardi, en el instante en que se tocan el óvulo y el
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DISCUSIÓN EN SALA

espermio; otra, cuando el óvulo envuelve al espermio y literalmente lo


disuelve en el magma genético; y la tercera, cuando definitivamente
ocurre el intercambio de genes masculinos y femeninos. Es entonces
cuando aparece un tercer ente, una nueva vida.
El segundo elemento se refiere a cuándo estamos en
presencia de un tercer ser humano, respecto de lo cual hay discusión.
El tercero alude al momento en el cual, según nuestro
concepto, un ente que tiene individualidad y posibilidad de ser
consciente es persona humana. Y ahí entran en juego los tres o cuatro
meses planteados.
Finalmente, creo que la mejor forma de resolver el tema
es declarar la inadmisibilidad del veto y discutir pronto -ojalá el
Gobierno le pusiera urgencia- el proyecto sobre reproducción humana
asistida, con el objeto específico de despejar los temores que pudieran
sentir algunos señores Senadores, que yo no tengo, porque los
tribunales, ante un eventual reclamo, deberán ajustarse a la ley; es su
trabajo. Pero también está el sentido común y el criterio general, la
inteligencia para hacer las cosas. No tengo miedo, si se presentara un
requerimiento sobre esta materia, de que la justicia vaya a fallar en
otro sentido.
Entre tanto, espero que se tramite la iniciativa sobre
fertilización y que se puedan resolver los problemas en forma
razonable, sin entrar a debatir cuándo comienza la vida (si es por eso,
podemos dedicarnos a leer también a Teilhard de Chardin, y ahí sí que
tendríamos un incordio bastante grande), ni tampoco a definir lo
indefinible, desde los tiempos en que los Estados generales de Francia
votaron si existía o no Dios.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor
Espina.
El señor ESPINA.- Señor Presidente, me tocó participar en la parte final del
debate del proyecto en la Comisión de Salud. Y sobre esta materia
quisiera plantear tres temas, a mi juicio totalmente distintos y que
tienden a confundirse, produciéndose lo que a menudo ocurre cuando
analizamos una iniciativa de ley, esto es, que cada uno la mira desde la
perspectiva de su mayor interés, pero sin entrar al análisis del asunto
que debemos resolver.
En primer término, el proyecto que vimos en la Comisión
de Salud nunca tuvo por objeto analizar ni resolver lo relativo a la
reproducción asistida de los seres humanos. En sus cuatro primeros
artículos define claramente su finalidad: primero, qué hacer con las
actividades de investigación científica biomédica en seres humanos;
segundo, qué hacer con los casos de clonación; tercero, cómo regular
el cultivo de tejidos y órganos (¿Se usarán para fines terapéuticos? ¿Se
podrían utilizar para otras finalidades?), y cuarto, qué hacer con las
investigaciones respecto de la identidad genética de un ser humano.
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DISCUSIÓN EN SALA

Tales eran los objetivos generales de la iniciativa.


Nunca, en ninguna de las sesiones, se analizó la
reproducción asistida. Por lo tanto, las normas de este proyecto no
pueden afectarla, pues ella no está regulada en nuestro país. Y al no
estarlo, se presta para cualquier tipo de uso, sea positivo o
eventualmente negativo.
Soy partidario de fortalecer la reproducción asistida.
Considero que todo esfuerzo que haga la ciencia por dar vida debe ser
fortalecido, en la medida que respete los derechos esenciales de la
naturaleza humana. Y no estoy definiendo lo del artículo 1º en cuanto a
la concepción. Estoy diciendo que me parece esencial que el
Parlamento legisle sobre la materia, señale con claridad y resuelva en
su momento qué hacer con los embriones que no se implantan; qué
destino dar a los que se congelan, y con qué autorización se va a
proceder.
Es una materia en que la ciencia tiene el deber de
avanzar, y la ley tiene que fijar un marco regulatorio que permita
progresar para dar más vida, pero, simultáneamente, establecer ciertas
reglas que posibiliten determinar la orientación que la fertilización
asistida debe tener hacia el futuro.
En consecuencia, tiendo a coincidir con todas las
intervenciones hechas sobre la materia. No puede ser que en el siglo
XXI, en un aspecto tan relevante, que afecta a algo tan sensible para
los padres que no pueden concebir, como es tener un hijo, y que es su
sueño, no exista norma alguna al respecto.
Como dijo el Senador señor Ruiz-Esquide, hoy día no
depende de esta iniciativa que eso se prohíba, sino simplemente de
una resolución judicial que dictamine que no se puede hacer.
Por lo tanto, es deber del Parlamento avanzar, despachar
la iniciativa con prontitud y establecer disposiciones adecuadas en esta
materia.
Quiero dejarlo en claro, porque el ser partidario de
rechazar el veto no implica obstaculizar ni cercenar ni paralizar todo
avance científico que permita en Chile crear vida mediante
reproducción asistida.
Entonces, no confundamos el debate.
¿Por qué soy partidario de rechazar la observación del
Presidente de la República? Porque lo que agrega el inciso segundo del
artículo 1º -ya lo dijo el señor Presidente de la Comisión- no tiene que
ver con las ideas matrices del proyecto. Y lo que es peor, introduce una
confusión gigantesca, al señalar: “Sin embargo, sus disposiciones no se
aplicarán respecto de los procedimientos y técnicas cuyo único
propósito sea lograr la reproducción asistida de los seres humanos, ni
respecto de los mecanismos de anticoncepción.”.
¿Qué significa eso? ¿Que el artículo 2º de la ley no se
aplicará a la reproducción asistida? ¿Que el respeto a los derechos que
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DISCUSIÓN EN SALA

emanan de la naturaleza humana no va a existir? ¿Que las normas


internacionales suscritas por Chile en ese ámbito no regirán en lo
concerniente a un tema tan sensible como la reproducción asistida?
Señor Presidente, aquí se introdujo un veto que no tiene
en absoluto vinculación con el proyecto. Y se ha armado un debate
como consecuencia. Si en lugar de enviarse tal observación se hubiera
publicado la ley y en estos tres meses hubiésemos discutido una
iniciativa sobre reproducción asistida, probablemente en esta sesión se
habría producido un avance gigantesco en la materia.
Pero eso no ocurrió. Porque el veto fue presentado en un
período legislativo anormal -en plena campaña electoral- y se le
incorporó algo que la normativa nunca quiso regular.
En consecuencia, señor Presidente, deseo que se precisen
las cosas, por cuanto en el debate finalmente empieza a quedar la
sensación de que quienes creemos que el inciso segundo de la norma
en cuestión es del todo improcedente estaríamos en contra de
adelantar respecto de un asunto en el que yo, por lo menos, pretendo
seguir de todas maneras, pues lo considero fundamental para la
sociedad chilena. Me refiero a todo lo vinculado con una adecuada y
buena regulación de la reproducción asistida, que permita a cientos de
familias tener un hijo.
En un mundo en que la vida aparece como un valor cada
vez más depreciado, me parece esencial el hecho de que se genere un
avance científico para lograr que ella sea un factor que ayudemos a
crear.
Por lo tanto, señor Presidente, deseo manifestar, primero,
que durante el debate de este proyecto jamás se abordó lo relacionado
con la reproducción asistida; segundo, que ésta es un elemento
respecto del cual tenemos una obligación.
Si existe un proyecto de ley sobre el particular, lo
considero estupendo. Hablé con el ex Senador señor Piñera, quien me
señaló que hace mucho tiempo presentó una iniciativa legal muy
estudiada sobre la materia. Me parece importante incorporarla, generar
un debate y legislar con prudencia, pero en forma rápida.
Y en tercer lugar, pido a los señores Senadores que lean el
contenido de la norma que incorporó el Gobierno. No creo que algún
Parlamentario se encuentre dispuesto a decir que considera propio
dejar sin efecto -pienso que sería una ley única en Chile- toda la
normativa que se dicte acerca de la reproducción asistida y no respetar
los derechos esenciales de los seres humanos.
¿Qué significa la cuestión de que se trata? ¿Que los
embriones no tendrán esos derechos esenciales, al dejarse sin efecto el
artículo 2º?
En consecuencia, estimo que el veto se debe rechazar por
ser inadmisible. Tenemos que entrar al tema de fondo, cual es
desarrollar un debate abierto y franco en relación con un punto que, a
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DISCUSIÓN EN SALA

mi juicio, debemos resolver con prontitud. Porque mientras no existan


normas de regulación estaremos dependiendo de la decisión de un
juez. Los asuntos se judicializan cuando no fijamos las pautas
generales de acción en materias de esta naturaleza. No nos quejemos,
entonces, si intervienen los tribunales, cuya participación no depende
de su voluntad, sino de la nuestra, de querer legislar rápidamente, con
criterio, con prudencia y sobre la base de las legítimas diferencias que
pudieren existir.
Por tales razones, señor Presidente, creo que es
inadmisible el veto del Gobierno. Y solicito también -como se encuentra
presente la señora Ministra- que se agilice la tramitación de las
actuales iniciativas legales y de las anteriores; que se les dé urgencia
para que puedan ser analizadas por la Comisión de Salud y se genere
un debate de fondo sobre ellas.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Núñez.
El señor NÚÑEZ.- Señor Presidente, soy uno de los convencidos de que la que
incurrió básicamente en una inconstitucionalidad fue la Cámara de
Diputados en el origen de este asunto. Y nosotros no fuimos capaces
de corregir el problema, en su momento, a través de un debate a fondo
sobre la norma que introdujo la idea de la concepción.
En esa ocasión se incorporó un factor analítico que no
tenía nada que ver con la idea central de este proyecto de ley, que
todos hemos apoyado: unos, por consideraciones científicas; otros, por
motivos jurídicos, y yo, a lo mejor, por razones estrictamente literarias,
porque desde muy pequeño leí “Un mundo feliz”, de Aldous Huxley. Y,
en consecuencia, no estoy dispuesto a vivir ahora -ni a que en el futuro
enfrenten tal posibilidad mis hijos o mis nietos- un mundo como el que
describió ese escritor ya en la década de 1930.
A eso obedece mi postura, y no a argumentos científicos,
porque los desconozco. Por eso apoyé con entusiasmo esta iniciativa
legal. Sin embargo, la Cámara de Diputados, al agregar la frase “desde
el momento de la concepción”, generó un debate muy de fondo que
nosotros creíamos superado.
En su oportunidad, en el Senado debatimos el asunto. Es
más, cuando se analizó lo relativo a la muerte -o mejor dicho, en qué
momento se debía, científica y legalmente, concebir que alguien deja
de existir y, por lo tanto, se encuentra sin vida-, abordamos lo
relacionado con la concepción, para tratar de determinar el instante
mismo en que el ser humano adquiere vida.
¿Por qué? Por dos razones. Primero, porque los
constituyentes -no sé si se trata de los del Gobierno militar- fueron
sabios (quiero decirlo) al no abordar lo relativo a la concepción en el
mismo artículo a que hizo referencia el Senador señor Coloma. Lo
anterior, a pesar de que en 1969 Chile, de alguna manera, ya tenía
noción de ello, por haber participado en el “Pacto de San José de Costa
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DISCUSIÓN EN SALA

Rica”, denominación de la Convención Americana de Derechos


Humanos.
Vale decir, once años después, los constituyentes, los que
estudiaron la Carta del 80, en el artículo 19, número 1º, no hicieron
referencia a la concepción, sino al “derecho a la vida”, que es un
concepto distinto, ajeno al grave y más bien complejo problema del
origen de esta última. Y, por cierto, cuando el párrafo segundo de ese
numeral señala que “La ley protege la vida del que está por nacer”, fija
una idea diferente que no tiene nada que ver con la concepción.
En consecuencia, creo que la Cámara de Diputados
introdujo una noción que de alguna manera contraviene el sentido
fundamental de la Constitución de 1980.
Como segunda razón debo señalar que, cuando nos
metemos en conceptos de esta naturaleza -lo expresé en una
oportunidad anterior-, en cierta forma estamos incursionando en un
debate de carácter científico-religioso que es extraordinariamente
grave en países como el nuestro. Porque, al iniciarse una discusión de
esa naturaleza, éstos comienzan a dividirse a tal punto que nace el
integrismo, como el que estamos viendo en otras latitudes del mundo.
Las sociedades musulmanas se han transformado en
integristas precisamente por razones religiosas.
La actual gran disputa en el Medio Oriente es entre chiíes
y suníes. Y la cuestión no es cómo concebimos el mundo, la sociedad,
la economía, pues las diferencias fundamentales son de carácter
espiritual.
Ahora bien, la norma de la Cámara de Diputados -esto es,
“desde el momento mismo de la concepción”- apunta, en mi opinión, a
un criterio religioso y filosófico. Cuando un Estado –el nuestro, en este
caso- se inmiscuye en asuntos que no le corresponden -porque no tiene
por qué definir en qué momento se gesta la vida-, sencillamente
empieza a caminar hacia el integrismo, lo que obliga a los seres
humanos que habitan en su territorio a pensar de una manera
determinada.
Considero que ése es un grave error. ¡Un grave error! La
gran virtud de la democracia -y, sobre todo, la que hemos construido
nosotros- es que las personas pueden convivir entre ellas en forma
civilizada, aun cuando mantengan concepciones y visiones distintas
respecto de esta materia tan esencial, que limita con los ámbitos
religioso y filosófico.
Por esa razón, agradezco al señor Presidente que haya
permitido debatir la materia, porque me da la posibilidad de
argumentar de nuevo respecto del error que cometió la Cámara de
Diputados y que no fuimos capaces de enmendar en su momento.
Por cierto, comparto el sentido fundamental de lo que se
dispone en el inciso segundo del artículo 1° del veto.
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DISCUSIÓN EN SALA

Y si existe en el Senado la disposición de legislar con la


máxima premura, es para no producir la situación -sería francamente
lamentable, anticivilizadora- de que, a través de disposiciones
interpretativas, se prohibieran la reproducción asistida y el uso de
determinados métodos anticonceptivos. Porque, de llegar a eso,
habríamos retrocedido exactamente cuarenta años.
Hace cuatro decenios en el país teníamos una norma que
permitía el aborto terapéutico. Y estábamos en un Gobierno cristiano,
como fue el de don Eduardo Frei Montalva.
En consecuencia, estaríamos retrocediendo todo ese
tiempo. Y creo francamente lamentable que nosotros, al permitir este
tipo de interpretaciones o al exponerlas, podamos volver atrás de esa
manera.
Por eso, si hay acuerdo en legislar y en que el Gobierno, a
través de la Ministra de Salud, asegure las condiciones para poder
discutir este asunto, yo, a lo menos, voy a votar por la proposición del
señor Presidente del Senado.
Sin embargo, tengo dos observaciones que formular.
Una, de fondo: hemos introducido un debate innecesario
en la convivencia filosófica y religiosa del país. Con ello nos hemos
acercado más a los países integristas que a las naciones democráticas.
Y la otra: si el Gobierno nos da la seguridad de que la
iniciativa presentada por el Senador señor Mariano Ruiz-Esquide va a
ser debatida dentro de los próximos días, yo apoyaré la idea del señor
Presidente en cuanto a declarar inadmisible el veto.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Quiero hacer presente a la Sala que
restan menos de veinte minutos el termino del Orden del Día.
Algunos Senadores han pedido abrir la votación, pero
quedan seis inscritos.
Como, además de la hora de Incidentes -dedicada al tema
del Biobío-, hay dos proyectos de acuerdo sobre los cuales es necesario
pronunciarse, consulto si votamos ahora o en la próxima sesión.
El señor COLOMA.- Abramos la votación y que se pueda fundar el voto.
El señor NOVOA.- ¿Va a someterlo a votación?
El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente, pido que a quienes vamos a intervenir
se nos asigne el mismo tiempo dado a los que ya hablaron. Porque en
el debate no se ha abordado el aspecto constitucional.
Entonces, yo por lo menos quiero opinar respecto del
fondo del asunto. Prácticamente nadie se ha referido al tema sometido
a discusión: el punto de vista de la Mesa sobre la admisibilidad del
veto.
Por lo tanto, solicito que se nos dé el mismo tiempo para
intervenir. No sé cuántos Senadores faltan por hablar, ni tampoco el
lugar que ocupo en la lista de inscritos.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Por lo tanto, sigue el debate, para
terminarlo en la próxima sesión.
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El señor LARRAÍN.- ¡Perfecto!


El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador Letelier.
El señor LETELIER.- Señor Presidente, quiero plantear dos cosas: la primera,
respecto de la admisibilidad, y la segunda, en cuanto al punto que ha
sido el principal motivo de discusión en la Sala.
En su argumentación sobre por qué es inadmisible este
veto, el Senador señor Coloma hizo referencia en particular al artículo
19, numeral 1°, de la Constitución e insinuó -y de ahí mi preocupación-
que la propuesta del Ejecutivo podría estar en contra de la vida que
está por nacer. Tal opinión es absoluta y diametralmente opuesta a lo
planteado por algunos Senadores -en especial por la Honorable señora
Matthei-, que han dicho que, con el veto o sin él, esta iniciativa no
tendría impacto sobre las políticas de anticoncepción y de fertilización
asistida, no las pondría en discusión.
En ninguna parte el veto insinúa siquiera una acción que
pudiese poner en riesgo una vida que está por nacer. Y me parece un
poco ligera la afirmación del Senador señor Coloma, hecha quizás
porque Su Señoría tiene una idea previa de lo que es la vida que está
por nacer.
El señor COLOMA.- Sin embargo, aquí no está.
El señor LETELIER.- Y sitúa la vida que está por nacer -el bien jurídico que
defiende nuestro Texto Fundamental- conforme a su visión, percepción
y convicción de lo que es la concepción.
Y lo preocupante es la interpretación que se pueda dar a
este texto de acuerdo con nuestro orden jurídico. Y podremos discutir
si lo que vale es lo que dispone el artículo 19 de la Constitución o lo
que establece el Pacto de San José de Costa Rica. Pero, a mi entender,
la interpretación entregada por la señora Ministra de Salud es la
correcta, en el sentido de que ese instrumento internacional contiene
un enunciado general y nuestra Carta es más precisa respecto al bien
jurídico que se protege.
Tengo la percepción de que el Honorable señor Coloma,
sin querer, al aludir a esta referencia constitucional, argumenta que la
materia que trata el veto puede ser admisible. Y resulta curiosa su
visión.
En cuanto a la discusión legal, en ningún momento el veto
entra a cuestionar la vida del que está por nacer. Y nunca, a mi juicio,
se podría entender que la concepción -en eso comparto la opinión del
Senador señor Ruiz-Esquide- tiene lugar una vez producida la
anidación.
Por ende, ni las prácticas de anticoncepción ni la
manipulación para fines de fertilización asistida podrían ser
interpretadas como un atentado contra la vida que está por nacer.
Es factible que uno tenga sus juicios respecto de si un
óvulo fecundado es una vida que está por nacer o no. Yo no creo que
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DISCUSIÓN EN SALA

ésa sea una condición suficiente. Resulta necesaria, pero por ningún
motivo suficiente para calificarla como vida que está por nacer.
Respecto de la declaración de inadmisibilidad, debo
entender que, si se vota a favor de la interpretación de la Mesa, frente
a la cual tengo dudas, tendría que aceptarse que la ley en proyecto en
nada puede afectar las políticas de anticoncepción o de cualquier
procedimiento que permita la fertilización asistida.
Entiendo que lo que el señor Presidente del Senado
postula es que, como esos temas no son atingentes a la iniciativa por
estar fuera de sus ideas matrices, en ningún momento alguien podrá
insinuar -en particular quienes votan a favor de la inadmisibilidad- que
con lo propuesto en la iniciativa se pueden afectar en lo mínimo las
políticas de anticoncepción existentes en el país o las prácticas, tan
positivas, que ayudan a familias incapaces de generar hijos por medios
naturales a que los tengan.
Mi duda surge de las opiniones escuchadas. Y me remito
de nuevo a lo expresado por el Senador señor Coloma. Al parecer, Su
Señoría tiene una visión distinta. La respeto plenamente, pero tiendo a
no compartirla, por cuanto, más allá de las otras discusiones, el temor
que tenemos algunos, siendo absolutamente partidarios del proyecto,
radica en que a partir de esta iniciativa se pudiesen cuestionar las
actuales políticas de anticoncepción.
Y espero que quede en la historia de la ley que, cuando el
señor Presidente de la Corporación declara la inadmisibilidad, lo que
está diciendo es que este proyecto en nada puede ser utilizado -lo
reitero: en nada- para atentar contra las prácticas existentes de
fertilización asistida o de anticoncepción, y esto tiene que ver, muy
particularmente, con el debate de si los dispositivos intrauterinos
pudiesen ser considerados -en la mentalidad de algunos- como ilegales.
El señor Presidente ha planteado su interpretación; yo
tengo otra. Porque, al presentar el Diputado Rossi la indicación en la
Cámara -y quizá ahí estuvo el error: en tratar de definir por ley lo que
algunos…
El señor LARRAÍN.- ¡Es socialista…!
El señor LETELIER.- Somos un Partido plural, señor Senador, al igual que el de
ustedes, cada vez más.
El señor LARRAÍN.- ¡No sabía que era un socialista el que había causado este
problema…!
El señor LETELIER.- Sus Señorías recién se están acostumbrando a estos
fenómenos; nosotros hace años que tenemos pluralismo; contamos con
una gran diversidad de opiniones.
Como decía, mi duda es si, cuando el Diputado Rossi
planteó esta idea, su intención no era precisamente abrir este debate.
Y cuando el Senado aprobó la indicación que venía de la Cámara Baja,
al insistir en este concepto, quizás hubo en algunos el deseo de ir más
allá del tema del genoma humano y la clonación y, así, ampliar el
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DISCUSIÓN EN SALA

espíritu de la iniciativa legal. Tal vez eso es lo que subyace, en parte,


en esta discusión.
En lo personal, me parece absurdo tratar de definir por ley
lo que es la vida…
El señor NOVOA.- ¡Pero si nadie lo está definiendo!
El señor LETELIER.-…y, menos aun, cuándo comienza. Ése es un debate que
nos supera a los aquí presentes, por mucho. Por lo menos para mí
constituye una discusión en la cual no es fácil resolverlo con una simple
frase, como quiso hacer el Diputado Rossi en la Cámara. Lo recuerdo
porque participé en esa sesión.
En tal sentido, quiero entender que quienes aprueban la
propuesta de la Mesa -esto es, la inadmisibilidad del veto- están
señalando que, independientemente del texto, lo que esta Corporación
dice es que la iniciativa legal de ninguna manera puede ser utilizada
para tratar de respaldar fallos judiciales que se pronuncien respecto de
cuándo comienza la vida, ni menos, que incidan en la utilización de
métodos anticonceptivos o afecten los procedimientos de fertilización
asistida.
Sin perjuicio de lo anterior, señor Presidente, sería muy
oportuno que el Congreso Nacional legislara sobre el tema de la
fertilización asistida, por cuanto ahí hay mucho en lo que la sociedad
puede ayudar a cientos -si no miles- de familias que quieren tener
niños pero que enfrentan dificultades para lograrlo.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Novoa.
El señor NOVOA.- Señor Presidente, en el debate se ha planteado que el
proyecto que nos ocupa pretende solucionar algo que científicos y
filósofos durante toda la historia no han podido resolver: cuál es el
origen de la vida. Se ha señalado que eso no es un problema que deba
llevarse a la ley; se ha hablado de la interdependencia entre todos los
seres vivos; se ha dicho que todos “venimos de la misma estrella” y se
ha hecho una cantidad de afirmaciones que, en realidad, no tienen
nada que ver con la iniciativa ni con lo que estamos discutiendo.
Aquí no existe ninguna definición sobre qué es la vida; no
hay ningún intento de definir cuál es su origen. El que quiera creer que
la vida proviene de Dios, que lo crea; el que quiera creer que proviene
de otro lado, que lo crea; el que prefiera decir que no tiene idea de
dónde proviene, que lo diga. Pero no vengamos a afirmar que nosotros
estamos legislando acá a partir de un fundamentalismo y que estamos
tratando de imponer a otras personas nuestra visión.
Lo que el proyecto dice es que la vida de los seres
humanos, desde el momento de la concepción, está protegida por la
ley.
¿Qué pasa con el artículo1º? No dice nada nuevo, porque
el Pacto de San José de Costa Rica establece lo mismo. Y al señalar que
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 547 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

tal derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del


momento de la concepción, no está formulando un planteamiento
distinto. No hay una contradicción. El instrumento internacional
mencionado no es ni más amplio ni más restrictivo que la normativa en
cuestión.
En segundo lugar, la Constitución protege el derecho a la
vida del que está por nacer. Evidentemente, en un momento
determinado hay un comienzo, y el proyecto señala que es desde la
concepción.
La iniciativa no está definiendo qué es la concepción. Lo
que se entienda por tal, probablemente lo va a precisar la ciencia. La
concepción no es un problema religioso ni moral, sino científico.
Nosotros no la estamos definiendo acá. Y de haber un debate científico
acerca de ella éste va a seguir; no está siendo zanjado ni regulado por
esta norma.
Además, no sólo el artículo 1º enmarca el proyecto en
ciertos principios que ya existen en nuestra Carta Fundamental, sino
que también lo hace el artículo 2º, que no ha sido motivo de debate.
Éste dice: "La libertad para llevar a cabo actividades de investigación
científica biomédica en seres humanos tiene como límite el respeto a
los derechos y libertades esenciales que emanan de la naturaleza
humana, reconocidos tanto por la Constitución Política de la República
como por los tratados internacionales ratificados por Chile y que se
encuentren vigentes.".
Eso está señalando claramente cuál es el marco de
aplicación de la iniciativa legal.
Por lo tanto, no existe nada nuevo. No hay ningún intento
fundamentalista. Y la ley en proyecto no define lo que puede ser
motivo de legítima discrepancia: la concepción.
¿Qué fue lo que el Senador señor Coloma señaló como
inconstitucional en cuanto al fondo en el inciso segundo, que es el que
agrega el Gobierno?
Cuando el inciso primero expresa que "Esta ley tiene por
finalidad proteger la vida de los seres humanos", y el inciso segundo
dice: “Sin embargo, sus disposiciones no se aplicarán…” a tales
materias, la redacción da a entender que en el caso de la reproducción
asistida está permitido violar el derecho a la vida humana.
Entonces, no nos vengan a hacer responsables de un veto
mal redactado.
Ése es el punto.
Dada la forma en que se halla redactada la observación
del Ejecutivo, pareciera que en algunos casos la vida humana no se
encuentra protegida por la ley en proyecto. Y yo creo que estamos
todos de acuerdo en dicho asunto.
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DISCUSIÓN EN SALA

Por esas razones de fondo, así como por las de forma


indicadas por el Presidente y por otra más, deberíamos declarar
inadmisible el veto.
¿Cuál es la otra razón? Las cosas son lo que son y no lo
que se dice que son.
El veto del Ejecutivo señala: "Para sustituir el artículo 1º".
Y no lo está sustituyendo, sino que le agrega un inciso. Ahí hay una
triquiñuela, porque si queríamos rechazar el inciso que se incluye,
deberíamos hacer lo propio con el artículo.
En consecuencia, me opongo a la admisibilidad del veto,
pues creo que los resquicios legales causaron y causan mucho daño a
los países. Y no me parece que tengamos que aceptar que un veto
aditivo se presente como uno sustitutivo.
Por último, una consideración, señor Presidente.
Yo creo que respecto de estos temas hay que tratar de no
legislar. Y lo digo porque es mucho más importante aplicar las normas
generales de la Constitución que tratar de regular en la ley situaciones
que son muy complejas y que escapan a nuestra capacidad como
legisladores.
¿Por qué lo señalo? Porque me parece que el problema de
la clonación podría tener una justificación para evitar que se empiecen
a instalar fábricas de seres humanos e impedir manipulaciones. Pero ya
se anuncia que tendremos que legislar sobre la reproducción asistida y
los métodos anticonceptivos. Creo que al final va a ser mucho peor el
remedio que la enfermedad.
En Chile existe la fertilización asistida y hay normas éticas
y principios generales al respecto, como también políticas de Estado
acerca de la anticoncepción.
Por lo tanto, cuando se entra a legislar sobre temas de
esta naturaleza, se puede incurrir en errores tremendos.
Apoyo la declaración de inadmisibilidad del veto, por las
razones que he señalado. Considero que el artículo 1º del proyecto, tal
como fue aprobado, no incursiona en terrenos que no le conciernen a la
ley. No significa nada más ni nada menos que lo que hoy existe en la
Carta Fundamental y en la normativa vigente. Y no hay ninguna
justificación para que algún juez pueda decir que la fertilización asistida
o que los métodos anticonceptivos quedan prohibidos a partir de la
vigencia de la ley en proyecto, porque lo hubieran estado hace muchos
años.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Terminó el Orden del Día.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 549 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

7.6. Discusión en Sala.


Senado. Legislatura 354. Sesión 40. Fecha 08 de agosto, 2006. Discusión de
Veto Presidencial. Se rechaza.

INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SER HUMANO, SU GENOMA,


Y PROHIBICIÓN DE CLONACIÓN HUMANA. VETO

El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- En seguida, prosigue el debate


acerca de la observación, en primer trámite constitucional, formulada por Su
Excelencia el Vicepresidente de la República al proyecto de ley que regula la
investigación científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación
humana. El asunto ha sido informado por la Comisión de Salud.

--Los antecedentes sobre el proyecto (1993-11) figuran en los


Diarios de Sesiones que se indican:
Proyecto de ley: (moción del señor Ruiz-Esquide y de los ex
Senadores señores Díaz, Hamilton, Páez y Zaldívar, don
Andrés).
En primer trámite, sesión 32ª, en 12 de marzo de 1997.
En tercer trámite, sesión 37ª, en 16 de marzo de 2005.
En trámite de Comisión Mixta, sesión 6ª, en 15 de junio de
2005.
Observaciones del Ejecutivo, en primer trámite, sesión 48ª, en
13 de diciembre de 2005.
Informes de Comisión:
Salud, sesión 10ª, en 12 de julio de 2000.
Salud (segundo), sesión 26ª, en 6 de marzo de 2001.
Salud (tercer trámite), sesión 47ª, en 20 de abril de 2005.
Mixta, sesión 39ª, en 5 de octubre de 2005.
Salud (veto), sesión 62ª, en 8 de marzo de 2006.
Discusión general:
Sesiones 13ª, en 1 de agosto de 2000 (queda
pendiente su discusión general); 14ª, en 2 de agosto de 2000
(se aprueba en general).
Discusión particular:
Sesión 27ª, en 13 de marzo de 2001 (se aprueba en
particular).
Discusión en tercer trámite:
Sesiones 50ª, en 10 de mayo de 2005 (queda
pendiente su discusión); 2ª, en 8 de junio de 2005 (pasa a
Comisión Mixta).
Discusión en Comisión Mixta:
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DISCUSIÓN EN SALA

Sesión 40ª, en 11 de octubre de 2005 (se aprueba


su informe).
Discusión de observaciones:
Sesión 39ª, en 2 de agosto de 2006 (queda
pendiente su discusión).
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Quedan seis señores Senadores
inscritos para intervenir.
Tiene la palabra el Honorable señor Vásquez.
El señor VÁSQUEZ.- Señor Presidente, quiero destacar en esta ocasión que la
discusión en la Sala ha mezclado las cuestiones de forma: si la observación del
Ejecutivo tiene relación con las ideas matrices del proyecto, y de fondo: la
protección de la vida desde su inicio y cuáles son los debidos mecanismos para
su resguardo.
Como lo que está encima de la mesa es la decisión del señor
Presidente del Senado, solo me referiré a la pertinencia formal de la
observación del Ejecutivo, porque ésta se hace cargo de tres aspectos a mi
parecer fundamentales para justificar que yo la apruebe y rechace la
declaración de inadmisibilidad.
En primer lugar, el artículo 1º despachado por la Cámara de
Diputados busca proteger la vida. Con franqueza, no comprendo cómo sería
posible entender que las técnicas médicas de última generación que ayudan a
la reproducción y fertilidad son atentatorias contra ella.
Precisamente para no dejar espacio a interpretaciones, el veto
proporciona una claridad manifiesta respecto de que los procedimientos y
técnicas de reproducción asistida no caerán bajo las disposiciones de la ley en
proyecto.
En segundo término, existe un problema de técnica legislativa que
se soluciona si se aprueba la observación.
El texto propuesto dice que la normativa protege la vida de los
seres humanos “desde el momento de la concepción”. Por lo tanto, gracias al
veto, el proyecto sería mucho más claro en expresar que esta disposición no
afectará los mecanismos anticonceptivos, porque se entiende que media un
momento anterior a la concepción en el que no se penalizará, perseguirá o
castigará a quienes los empleen, receten, vendan o recomienden.
De no aprobarse la norma propuesta por el Ejecutivo, quedará en
el artículo 1º un vacío legal extraordinariamente ambiguo y peligroso.
A modo de ejemplo, cabe tener presente que, sin la observación,
el texto no es categórico en sancionar la eliminación de embriones desde
laboratorios o bancos de incubación, lugares donde precisamente el día de
mañana alguien podría alegar que se ha cometido un flagrante atentado,
porque allí existiría vida concebida.
Sólo quiero recordar que, a partir del desarrollo de las técnicas de
fertilización asistida, en el mundo se han ido generando múltiples embriones,
llamados “sobrantes”, que en muchas partes se han debido destruir.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 551 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Para citar un caso, en Inglaterra se originó un fuerte debate sobre


el particular. Y dicha medida requirió la actuación y el pronunciamiento de los
más altos tribunales.
Por último, y a propósito de la intervención de la semana pasada
en que la Honorable señora Matthei manifestó su convicción de que hoy ningún
juez podría declarar ilegal el sistema intrauterino de la denominada “T” o la
reproducción asistida, sólo deseo mencionar la situación que en junio de 2004
conmocionó al Sistema Público de Salud cuando, contra todo pronóstico, la
jueza subrogante del 20º Juzgado Civil de Santiago, señora Sylvia Papa,
declaró nula la autorización emanada del Instituto de Salud Pública respecto de
la comercialización y distribución del Postinor 2 en consultorios por
considerarlo un anticonceptivo con componentes abortivos.
Sin embargo, sabemos que en el barrio alto de Santiago el
levonorgestrel, compuesto del anterior, se compra indiscriminadamente bajo la
misma denominación -o con otro nombre- y posee los mismos efectos
anticonceptivos que en esa oportunidad llevaron a la justicia a declararlo ilegal
para los más pobres, si bien resulta permitido para aquellos con capacidad
económica para adquirirlo.
Por fortuna, dicha sentencia fue revocada por la Excelentísima
Corte Suprema.
No existe discriminación ni desigualdad más brutal que la
fomentada o amparada por el propio Estado.
Si no aprobamos la observación y no despachamos el
texto como el Ejecutivo lo ha presentado, sencillamente el día de
mañana alguien podría alegar contra las técnicas de reproducción
asistida por atentar contra la vida. Y la justicia podría dictar un fallo
que obligara a las personas con recursos a salir del país para acceder
en el extranjero a programas de fertilización y reproducción asistidas, y
se condenaría en Chile a quienes carecieran de dinero para ello.
En definitiva, mi aprobación a la observación del Gobierno
se fundamenta en la más firme convicción de que el texto propuesto a
esta Sala, sin aquélla, dejaría un espacio de acción muy amplio para
terceros intereses que sí carecen de relación con las ideas matrices de
la iniciativa.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Longueira.
El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente, tal como lo expresé en el debate
realizado sobre el proyecto en la sesión pasada, la verdad es que el
único punto donde todos podemos concordar estriba en que la
observación no sólo no resuelve el problema de fondo que pretende
solucionar, sino que, además, a uno lo deja impactado ver, de su sola
lectura, que finalmente significa desproteger la vida en los casos que
menciona.
Si algo compartimos todos los que integramos esta
Corporación, es que la investigación científica biomédica y sus
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DISCUSIÓN EN SALA

aplicaciones no pueden permitir la clonación de un ser humano. Y si


vamos a consagrar un requisito para que eso no ocurra, lo lógico es
establecer que en ningún caso será posible. Para ello se hace necesario
fijar un momento en que se puede generar tal efecto, que todos
queremos evitar.
Creo que el proyecto nos ha permitido, por primera vez -
en especial con relación a quienes sostienen posiciones ideológicas
extremas en el sentido de que la persona es libre de decidir acerca de
su cuerpo lo que juzgue adecuado-, coincidir en que la clonación
humana tiene un límite.
Porque no sé cómo aquellos que defienden, por ejemplo,
la tesis del aborto o la libertad de la mujer para hacer con su cuerpo lo
que estime conveniente responderían a alguien que expresara su deseo
de clonarse. ¿Por qué se le quitaría esa posibilidad?
La verdad es que se trata de un tema bien discutible.
Por ejemplo, los nietos podrían querer clonar al abuelo.
Entonces, con el mismo derecho, no sé qué explicación se daría.
El señor PÉREZ VARELA.- ¡O a Fidel...!
El señor NÚÑEZ.- ¡Pinochet todavía no se enferma...!
El señor LONGUEIRA.- ¡Claro! ¡Algunos quisieran clonar a ciertos personajes
que están enfermos en estos últimos días...!
Pero el punto fundamental radica en que todos acogemos
la idea de que existe un límite.
Y ese límite radica en que no estamos dispuestos a
aceptar que en la investigación biomédica en el país sea posible clonar
un ser humano.
Por eso, considero fundamental fijar un momento. No se
trata de definir en la iniciativa cuándo nace la vida, pero sí es preciso
establecer que mientras antes exista la concepción humana, cualquiera
que sea la definición de cada uno de los presentes sobre ese momento,
debemos impedir una acción como la que nos ocupa.
En consecuencia, comparto lo determinado por la Cámara,
sobre la base de que la ciencia puede llegar -si no está en condiciones
de hacerlo hoy- a clonar un ser humano por la vía de obtener las
células desde el instante de la concepción.
Entonces, ¿permitiremos que la investigación biomédica o
sus aplicaciones clínicas clonen un ser humano a partir del primer
mes?, ¿o de la primera semana? ¿Desde cuándo regirá la prohibición?
Por eso, como se entendió que se pretendía definir el
momento en que nace la vida, el de la concepción de un ser humano,
finalmente se llegó a la presentación de un veto que no tiene nada que
ver con el proyecto.
Creo que el inciso primero del artículo 1º de ningún modo
se puede interpretar como un impedimento para la práctica, extendida
en nuestro país desde hace décadas, de mecanismos de
anticoncepción, como tampoco para la reproducción asistida, que data
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DISCUSIÓN EN SALA

de menos años. Ello no es investigación. La iniciativa es muy clara y


dicha norma se refiere exclusivamente a cómo se respetarán la vida de
los seres humanos y su diversidad e identidad genética en la
investigación científica.
Entonces, me parece fundamental -repito- que exista un
plazo, una fecha, un momento, que debe ser lo antes posible. Porque,
si no se considera el instante de la concepción, lo que va a ocurrir es
que habrá clonación de seres humanos antes.
Se trata de un texto que prohíbe la clonación de personas.
Por lo tanto, si ése es el espíritu, resulta absurdo no establecer un
momento.
No se está definiendo aquí cuándo nace la vida.
En la sesión pasada ya se dio cátedra sobre las estrellas -
provenimos todos de la misma, según un experto señor Senador- que
dieron origen a nuestra existencia.
Por mi parte, pienso que la iniciativa es mucho más simple
que definir cuándo nace la vida: sólo se pretende regular el caso de la
investigación científica y biomédica.
En consecuencia, comparto el criterio de la Mesa en el
sentido de que el veto está fuera de las ideas matrices del proyecto.
Pero quiero apuntar al fondo en cuanto a que, a propósito
de una normativa que regula la investigación científica biomédica y de
que queremos evitar la clonación del ser humano, es necesario fijar
precisamente un momento, reitero, que debe ser lo antes posible.
No es admisible que sea tan tarde como dijo alguien:
"Concibo al mes o mes y medio un ser humano, cuando tiene una masa
neurocelular". Les aseguro a sus Señorías que la ciencia estará en
condiciones mucho antes de clonar un ser humano. Y eso es lo que
debemos prohibir.
Entonces, si somos capaces de mirar el proyecto desde
una perspectiva no tan trascendental como la de pretender definir el
momento en que nace la vida humana, sino desde otra muy simple y
bastante más práctica, que es evitar la clonación, concordaremos en
que para ese objetivo se debe fijar el momento lo antes posible.
Cualesquiera que sean las concepciones del instante en
que se considera que existe un ser humano, después de la fecundación,
el momento debe ser anterior a la posibilidad de sacar la célula y hacer
la clonación.
Por lo tanto, quiero plantear una visión distinta, porque
me da la impresión de que la discusión del veto nos ha llevado a perder
de vista la idea de legislar.
Comparto el punto de vista de algunos señores Senadores
en cuanto a que el proyecto, con la frase agregada en la Cámara de
Diputados, según la cual no podrá haber clonación de seres humanos
desde el instante de la concepción, de ninguna forma puede ser
interpretado en el sentido de que apunta a definir el momento a partir
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DISCUSIÓN EN SALA

del cual sería factible extraer células para clonar seres humanos. Por
ello, ese instante tiene que ser el más próximo a aquel en que es
posible generar una nueva vida.
Señor Presidente, comparto la posición de la Mesa y
rechazo el veto, pues en el fondo trata de legislar sobre una materia
que en ningún minuto tuvieron en vista ni la Cámara ni el Senado. Creo
que él se motivó -como se ha dicho en reiteradas ocasiones- en la frase
que la otra rama del Parlamento agregó al inciso primero: “desde el
momento de la concepción". Pero, en mi opinión, la ley debe establecer
el instante -respecto de él todos tenemos que estar de acuerdo- a
partir del cual no es posible clonar seres humanos. Eso no puede
quedar en la indefinición, porque finalmente un investigador, un
particular, un instituto, aprovechando el vacío de la ley, podría hacerlo
en un momento en que la ley lo permite al no haber fijado el tiempo
específico o el estado de la fecundación en que no es factible clonar.
Por lo tanto, pienso que la Cámara de Diputados hizo lo
correcto. Y creo que todos deberíamos estar de acuerdo en que resulta
indispensable determinar el momento exacto desde el cual las
investigaciones -que es la materia objeto de la presente normativa- no
podrían tener como propósito clonar seres humanos, porque estamos
contestes en que eso constituye un atentado contra la vida.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Larraín.
El señor LARRAÍN.- Señor Presidente, la verdad es que a estas alturas ya se
han entregado prácticamente todos los argumentos y elementos de
juicio que yo quería manifestar, en particular los que adujo el
Honorable señor Novoa en su intervención de la semana recién pasada,
cuando se discutió este proyecto, tanto para señalar que compartimos
la declaración de inadmisibilidad efectuada por la Mesa cuanto para
sostener que el veto tiene cierto sentido tramposo. En efecto, la forma
en que se plantea -como sustitutivo, cuando en realidad es aditivo-
genera una situación que dificulta un análisis correcto desde el punto
de vista de la técnica legislativa. Y me parece que esas trampas no son
razonables ni necesarias. Si los votos están, están; y si no están, no
están. Pero no considero adecuado ni conveniente buscar resquicios
para lograrlos.
En cuanto al tema central, el debate sobre la concepción,
creo que estamos ahogándonos en un vaso de agua, por cuanto el
proyecto, en su artículo 1º, no agrega nada nuevo a lo que ya existe en
nuestro ordenamiento constitucional y legal. Al señalar "Esta ley tiene
por finalidad proteger la vida de los seres humanos, desde el momento
de la concepción", ¿qué cosa distinta está indicando, cuando la Carta
establece, por ejemplo, que se "protege la vida del que está por
nacer"? Éste tiene vida. ¿Y desde cuándo la protege? Desde que
empieza. Y nuestra legislación estatuye que la vida comienza con la
concepción.
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DISCUSIÓN EN SALA

Ahora, ¿cuándo se produce el momento de la concepción?


Eso no lo definen ni la Constitución ni la ley. Y mal podrían hacerlo, por
tratarse de una cuestión eminentemente científica. En consecuencia,
sería negativo ir más allá de eso.
No creo que el problema esté ahí.
Las veces que la legislación aborda el tema no son
muchas. Pero lo hace. Por ejemplo, el Código Civil habla del momento
de la concepción nada más y nada menos que para determinar quién es
el padre de la criatura. También lo menciona en materia de derechos
sucesorios. Si el padre del que está por nacer fallece mientras aún éste
se encuentra en el vientre materno, tiene un derecho potencial a la
herencia, que se consolida una vez que es dado a luz. Ese derecho a la
herencia tiene que ver, de nuevo, con la determinación de la
paternidad, que se fija a partir del momento de la concepción. Eso se
halla en el espíritu de la legislación.
Hay una alusión en el Código Penal a propósito del delito
de aborto, que se comete cuando el embarazo es interrumpido desde el
instante de la concepción en adelante.
No son principios que estén en discusión. Y, aunque el
artículo 1º del proyecto no se hubiera referido a la concepción, ellos no
se verían afectados.
El inconveniente se presenta con el inciso segundo, que, al
agregar la locución "Sin embargo", introduce un elemento negativo en
cuanto a que en los casos que señala (la anticoncepción y la
reproducción asistida) se podrían alterar los procedimientos de respeto
a la vida. La forma en que se encuentra redactado el precepto produce
un inconveniente a mi juicio insalvable.
Por lo tanto, creo que el inciso segundo, por razones tanto
de fondo como de forma, carece de sentido. En mi opinión, el artículo
1º está bien con su redacción actual, y hay que interpretarlo en su
justa dimensión, sin ir más allá.
No obstante -y ésta es la otra reflexión que quería hacer-,
a raíz de que aquí se quiso cautelar de alguna manera las técnicas y
procedimientos de reproducción asistida en seres humanos, se ha
hablado de la conveniencia de legislar al respecto.
Quiero recordar que, como miembro de la Comisión
correspondiente, hace algún tiempo me correspondió trabajar uno o
dos años en un proyecto muy completo destinado a regular la materia,
que presentó el entonces Senador Sebastián Piñera. Oímos a médicos y
científicos expertos en el área. En mi caso, como estaba muy
interesado en el asunto, me reuní con varios de los que se dedican
fuertemente al estudio de la cuestión. Fui a la Clínica Las Condes;
estuve con especialistas de la Universidad Católica. En realidad, traté
de entender y meterme bien en el tema. Y quiero decirles que llegó un
minuto en que nos fue imposible seguir avanzando, porque hay
cuestiones que la ley no puede regular.
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DISCUSIÓN EN SALA

Llamo la atención acerca de lo que acabo de decir, pues no


me parece conveniente que en materias como ésta, vinculadas a
consideraciones científicas, establezcamos la rigidez de la ley. La
ciencia es, por definición, esencialmente refutable, como diría Popper;
por tanto, siempre está sujeta a cambio. Eso es lo que hace científico a
un principio: que sea refutable. Si no lo es, no tiene tal carácter. Es un
dogma, un principio de otra índole; filosófica, por ejemplo. Pero,
insisto, lo que hace que la ciencia sea tal es su variabilidad, su cambio.
En consecuencia, en la arena de lo científico, regular por
ley me parece extraordinariamente peligroso, delicado e inconveniente.
Si lo hiciéramos, pondríamos una camisa de fuerza a quienes están
trabajando en este ámbito.
Alguien me podrá decir: "Pero eso es muy arriesgado,
porque entonces se podría hacer cualquier cosa". No, pues ahí rigen los
principios generales de la legislación relativos a la vida –a ellos hemos
hecho referencia-, contenidos en la Constitución y las leyes. Y está
también la cautela de bienes jurídicos protegidos por el Derecho Penal,
como la vida y la integridad física y síquica de las personas. ¿Para qué
crear un tipo penal nuevo cuando los principios fundamentales ya están
ahí?
Por consiguiente, los resguardos que debe tomar un
médico o un científico cuando incursionan en este campo se hallan
consagrados en el marco general de la legislación, que preserva los
bienes jurídicos que nos interesa amparar.
¿Qué cosa nueva vamos a proteger si regulamos la
reproducción asistida? ¿La vida del que está por nacer? Ya lo está. ¿La
integridad física o síquica de las personas (la de la madre, por
ejemplo)? También.
Entonces, es erróneo ese camino. ¿Y cuál es el que
debemos seguir, a mi juicio? El de fortalecer los comités o consejos -o
como se llamen- de ética al interior de los hospitales. Porque es factible
que en un minuto dado un médico se encuentre en la frontera entre lo
que se puede y lo que no se puede hacer. ¿Cómo lo determina, cómo lo
resuelve? No va a recurrir a la ley.
Tampoco podemos entregar la solución del problema a la
judicatura -las leyes, como sabemos, no las aplican los legisladores,
sino los jueces-, la que, al final, terminará acudiendo a expertos y
peritos, que son los propios médicos y científicos, generando, entonces,
juicios a posteriori.
Mucho más sensato y conveniente para el trabajo médico
y científico, es dejar esto a la decisión de los propios equipos médicos
bajo la tuición de los comités de ética. Que sean ellos los que definan
en cada caso hasta dónde llegar. Me parece que eso es más aterrizado;
pertenece más a la vida cotidiana; está en el lenguaje de ellos.
Inclusive, se puede regular que dichos comités los integren médicos y
otros profesionales nombrados por ellos mismos y que no sean de un
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DISCUSIÓN EN SALA

determinado hospital, para asegurar así una visión imparcial y


procedimientos positivos. Ir más allá de eso, a mi juicio, va a ser algo
completa y totalmente engorroso que irá en contra de lo que se desea
cuidar. Esas rigideces, en realidad, no corresponden ni convienen.
Reitero la experiencia que tuvimos en la Comisión, en
donde también participó el Senador señor Ruiz-Esquide. Al final no
logramos ponernos de acuerdo en asuntos conceptuales, abstractos.
Como no avanzábamos, preferimos postergar la discusión, porque no
bastaba con que una mayoría resolviera una cuestión que, en
definitiva, se hallaba vinculada a definiciones científicas.
Por eso, este debate puede servir para establecer como
criterio el que no es conveniente legislar sobre cuestiones que, por
estar en el ámbito de lo típicamente científico y por las características
de innovación y cambio de éste, quedarían mal encasilladas, con grave
riesgo de cometer errores o de impedir resolver los problemas. Si se
actúa con buen criterio dentro del marco de la legislación -que tiene
muy claros los bienes jurídicos que deben protegerse: la vida, la
integridad de las personas-, no se necesitaría más que eso.
Y, para la definición precisa y exacta de otros asuntos,
dejemos que la ciencia vaya asesorando a la ciencia. Que actúen los
comités éticos de científicos al interior de las unidades hospitalarias o
de los centros clínicos o de investigación, que es donde se da este
debate con bastante más sentido común que lo que nosotros
pensamos.
Decidir algo distinto, generará más conflictos que los que
se quiere evitar.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Zaldívar.
El señor ZALDÍVAR (don Adolfo).- Señor Presidente, al leer el informe de la
Comisión de Salud, llama la atención que sobre un proyecto de ley -que
es muy bueno-, prácticamente en su fase final, el Ejecutivo haya
sentido la necesidad de presentar un veto ajeno a su propósito,
demorando su despacho sin motivo.
En efecto, la observación a la iniciativa que regula la
investigación científica en el ser humano, su genoma y prohíbe su
clonación es -digámoslo con toda claridad- totalmente inadmisible,
como lo declaró el señor Presidente del Senado. Y lo es, porque no
guarda relación alguna con las ideas matrices de ella. No tiene nada
que ver con investigación científica en el ser humano, ni con el
genoma, ni menos con el problema de la clonación. Por consiguiente,
no se justificaba.
Además -aunque algunos pudieran tener otra opinión-, si
uno lo aprecia desde el punto de vista de lo establecido en la Carta
Fundamental, el veto, de manera clara, incurre en inconstitucionalidad.
Como muy bien sostuvo el Senador señor Coloma en la
sesión anterior, hay aquí un problema de fondo, que yo deseo recalcar:
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DISCUSIÓN EN SALA

se atenta nada menos que contra una disposición básica de aquélla, la


del artículo 19, Nº 1º, inciso segundo, sobre protección de la vida del
que está por nacer.
Por otro lado, el veto del Gobierno es del todo innecesario,
porque según la historia del proyecto de ley, ninguno de los miembros
de la Comisión de Salud consideró que se atentaba contra la
reproducción asistida, ni menos contra los métodos o mecanismos
anticonceptivos. En consecuencia, ¿por qué se propuso? Francamente,
no diviso razón para tal propuesta.
Más aún, me atrevería a calificar la observación de poco
prudente, porque la discusión habida, por la misma forma en que se ha
desarrollado, no contribuye a que podamos ponernos de acuerdo, con
seriedad, en cuestiones de fondo. Porque en el Senado, en el país y en
la sociedad chilena tenemos diferencias sobre la concepción de la vida.
Y es así, porque sustentamos posiciones y poseemos culturas distintas.
Pero en nuestras apreciaciones debemos respetarnos mutuamente y no
hacer o buscar caricaturas de la posición de uno o de otro.
Para mucho de nosotros, el inicio de la vida o el proceso
mismo de la concepción -no sólo desde el punto de vista religioso o
ideológico, sino también científico-, queda configurado cuando la célula
materna es fecundada por la paterna y surge una nueva. A nuestro
juicio, desde ese momento debemos respetarla. Y es preciso entender
el respeto a la vida en toda su dimensión si queremos estar a la altura
de lo que para nosotros son el humanismo y el ser humano.
En esa concepción, por cierto, hay diferencias. Existen
otras posiciones sobre el asunto, que se plantean con cierta liberalidad
y en forma diferente, que toleran o permiten acciones que quienes
pensamos que la vida humana es sagrada no vamos a entender nunca.
Por consiguiente, deseo afirmar que el proyecto, por la
forma como los Diputados lo despacharon, va en la misma dirección
que el respeto a la vida establecido en el artículo 19, Nº 1º, inciso
segundo, de la Constitución, y lo complementa, porque adelanta el
tiempo a partir del cual se debe respetar la vida: desde el momento de
la concepción.
Sería realmente pretencioso que los Senadores -que no
tenemos por qué estar al nivel de la ciencia- declarásemos cuándo es
ese momento. Pero nos cabe todo el derecho de afirmar que, desde el
instante en que se produce la concepción, estamos por respetar la vida.
¿Por qué? Porque nace un nuevo individuo, que tiene gran complejidad,
y todo el derecho a ser plenamente respetado. Ello, en consonancia con
nuestro concepto acerca del ser humano.
Por cierto, esto lo podemos fundar además desde una
perspectiva moral y religiosa. Y no veo por qué ésta pueda ser
considerada como una posición fundamentalista. Porque si algo
tenemos en cuanto al respeto a la vida, es coherencia. La tuvimos ayer
cuando hubo que defender los derechos humanos; cuando hubo que
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DISCUSIÓN EN SALA

sostener -lo que en estas bancas aceptamos- que había que respetar la
vida y la integridad de las personas; porque la vida humana implica,
por su naturaleza, respeto absoluto. Y no vemos por qué, coherentes
con ese planteamiento, el hecho de afirmar hoy que la vida del que
está por nacer -sobre todo la de una persona absolutamente indefensa,
que se halla en total desarrollo para adquirir la plenitud de sus
derechos- tiene que ser respetada, constituya una posición
fundamentalista.
No hay coherencia en esa crítica.
Por ello, estoy plenamente de acuerdo con la declaración
de inadmisibilidad planteada por el señor Presidente; pero también
quiero dejar bien en claro que para nosotros el respeto a la vida
humana parte desde el comienzo, desde la concepción. Y ésa es una
norma, un concepto, que a nuestro juicio ennoblece a una sociedad en
vez de desmerecerla.
Por eso, votaré en contra del veto del Ejecutivo.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la Senadora señora
Alvear.
La señora ALVEAR.- Señor Presidente, durante el último tiempo el país ha sido
testigo de cómo temas relacionados con la vida se han puesto en el
tapete público y han generado, a mi juicio, una discusión de tipo ético y
valórico. Esto se debe, entre otras importantes razones, a los
vertiginosos avances tecnológicos de la medicina, que nos confrontan a
situaciones nunca antes vistas, especialmente en los límites (inicio y
fin) de nuestra existencia humana.
Es así como del debate en torno a la píldora del día
después pasamos al de la muerte digna y a la propuesta de legalizar la
eutanasia. A lo largo de esta discusión, la posición de la Democracia
Cristiana ha sido firme y a la vez dialogante, inspirándose en los
principios de respeto por el derecho a la vida y, al mismo tiempo, de
respeto por la dignidad de las personas.
El proyecto que ahora nos ocupa, que regula la
investigación científica en el ser humano, su genoma; que crea la
Comisión Nacional de Bioética y prohíbe la clonación humana,
impulsado en esta Corporación por el Senador señor Ruiz-Esquide y los
ex Senadores señores Díaz, Hamilton, Páez y Zaldívar (don Andrés),
constituye un paso hacia una ley realmente significativa y necesaria
para el país. Por ende, el mayor interés es el que seamos capaces de
despacharlo a la brevedad.
Sin perjuicio de lo anterior, me sumo a la posición
sustentada por el señor Presidente del Senado, en el sentido de
rechazar el veto formulado por el Ejecutivo, dado que, a nuestro
entender, es completamente inadmisible, ya que no guarda relación
alguna con las ideas matrices de esta iniciativa legal.
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DISCUSIÓN EN SALA

Sin embargo, el veto tiene un mérito: el haber hecho


evidente la necesidad de regular legalmente y debatir en forma pública
lo relativo a la fertilización asistida.
Cabe tener en cuenta que, en Chile, mil parejas al año se
someten a la técnica de fertilización asistida, y que 4 mil 600 personas
deben su existencia a la aplicación de dicho sistema.
Se han realizado 13 mil 700 procedimientos de fertilización
asistida desde 1990, y como resultado de ellos se produjeron 4 mil 200
embarazos y 3 mil 250 partos. Se estima que alrededor de 15 por
ciento de las parejas de entre 18 y 44 años son infértiles.
Adicionalmente, se realizan todos los años 250 intentos o ciclos de
fertilización asistida en el sistema público.
Por ello, me parece muy importante la iniciativa
presentada por el Senador señor Ruiz-Esquide, en la línea de la defensa
de la vida y de la dignidad humana, que regula la reproducción
asistida, que espero que podamos discutir en esta Sala a la brevedad
posible.
Para terminar, deseo señalar que, a nuestro juicio, la
regulación sobre las técnicas de fertilización asistida debieran también
incluir el derecho de la pareja infértil a ser apoyada, no sólo
médicamente, sino también social y sicológicamente. La frustración de
la paternidad y de la maternidad es un dolor que nos conmueve y por
lo que solidarizamos profundamente con quienes la sufren.
Por último, quiero expresar que los principios que hemos
señalado (el derecho a la vida, sin excepción alguna) están en juego
con el veto. De manera que, junto con concordar con la Mesa en torno
a su inadmisibilidad, creo que, en el fondo, no se compadece con el
respeto al derecho de la vida humana. Por ende -insisto-, me sumo a la
decisión del Presidente del Senado de declararlo inadmisible. Sería muy
importante también consensuar a la brevedad en el Congreso una
fórmula que permitiera regular la fertilización asistida, sí con pleno
respeto por la vida humana.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Romero.
El señor ROMERO.- Señor Presidente, éste es un tema que ha sido tratado de
manera profunda y serena por parte del Senado.
Constituye una materia respecto de la cual,
probablemente, tenemos miradas distintas. Sin embargo, se ha
planteado como una cuestión que vale la pena analizar desde todas las
perspectivas y en que es menester definirse frente a los derechos
esenciales del ser humano.
Desde luego, quiero señalar que comparto la
argumentación dada por el Presidente del Senado para declarar
inadmisible el veto del Ejecutivo, la cual se ajusta plenamente a lo que
voy a señalar al respecto.
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DISCUSIÓN EN SALA

La letra y el espíritu de esta iniciativa es proteger la vida


de todos los seres humanos, sin excepción, con relación a todas las
aplicaciones clínicas de la ciencia y tecnología médica.
Con el veto, junto al derecho a la vida, se ponen en juego
dos garantías fundamentales para la convivencia en un Estado de
Derecho constitucional, siendo que nuestro Tribunal Constitucional ya
ha validado el reconocimiento de la personalidad jurídica, en el sentido
de que todo ser humano es persona, y la igualdad ante la ley.
Si la afirmación “todo ser humano es persona” se coloca
en entredicho, se abre una suerte de Caja de Pandora de lo que
podríamos denominar el “gobierno del poder”, puesto que habría que
indicar cuáles son los atributos que permitirían a algunos seres
humanos acceder a la protección del Estado y excluir de ella a otros.
El reconocimiento de la personalidad jurídica, en el sentido
de que todo ser humano es persona, está explicitado en el artículo 16
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos: “Todo ser
humano tiene derecho, en todas partes, al reconocimiento de su
personalidad jurídica.”.
Asimismo, la Convención Americana de Derechos
Humanos señala que “Para los efectos de esta Convención, persona es
todo ser humano.” (artículo 1º, Nº 2).
Implícitamente está señalado en el artículo 1º de la
Constitución, que indica que “Las personas nacen libres e iguales en
dignidad y derechos.”. La historia fidedigna de la reforma de este
inciso, la ley Nº 19.611, da cuenta de que se incluye al concebido no
nacido. La doctrina constitucional chilena mayoritariamente indica que
el concebido es persona constitucional.
Este núcleo radical de juridicidad no admite diferenciación
alguna: o todos los seres humanos somos personas, o el derecho es la
ley del más fuerte.
Hoy en día nadie discute seriamente que el ciclo biológico
de la especie zoológica homo sapiens moderno -o sea, nosotros-
comienza en la fecundación o concepción.
La discusión artificiosa es si tal ser humano es o no
persona. Pero esa sola discusión es ya fascista (o totalitaria, o
excluyente, si el término a alguno le pueda parecer inadecuado), en el
sentido de presuponer que hay seres humanos que no son
merecedores de integrar la comunidad jurídica y política, o, en buena
técnica, ser titulares de derechos fundamentales. Es lo que los
alemanes denominaban “Gründrechts”.
Al excluir del proyecto de ley las técnicas de reproducción
asistida, se efectúa una discriminación arbitraria que contradice su
finalidad fundamental y el mandato constitucional que, en su artículo
19, número 1º, expresa que -comillas- “La ley protege la vida del que
está por nacer”. Es más, en el Pacto de San José de Costa Rica, en la
Convención Interamericana de Derechos Humanos -del cual somos
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DISCUSIÓN EN SALA

firmantes-, se estipula con claridad en su artículo 4 que -comillas-


“Toda persona tiene derecho a que se respete su vida. Este derecho
estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la
concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente”.
Se ha afirmado que la vida comenzaría con la implantación
del embrión, siete o catorce días después de la fecundación, aduciendo
que hasta esta etapa sólo hay un grupo de células totalmente
indiferenciadas que no constituirían un nuevo organismo o ser humano.
Si fuera así, usarlas para investigación o eliminarlas no sería, entonces,
una trasgresión al derecho a la vida.
Por lo demás, la creencia de que el embrión antes de
implantarse no es más que un grupo de células indiferenciadas,
científicamente se ha venido a tierra, puesto que se ha demostrado que
desde la fecundación se empieza a gestar el eje del cuerpo y que las
primeras células ya tienen una determinada orientación en la formación
del embrión.
Al proteger la vida desde su inicio no se está haciendo otra
cosa que reconocer el derecho a la vida de los seres humanos en sus
primeros días de desarrollo, especificando mejor el precepto
constitucional que protege la vida del que está por nacer.
Con el veto, en la práctica, el respeto a la vida de un
embrión estaría supeditado a la finalidad para la cual se ha generado.
Habría en este sentido dos categorías de embriones: los que se hallan
protegidos por la ley y los que no lo estarían por haber sido generados
dentro de un proceso de reproducción asistida. Sin embargo, es
necesario precisar que las técnicas de reproducción asistida no son
materia de esta normativa. Por su variedad y complejidad, ameritan de
una ley especial, tal como se ha hecho en los países donde ellas se
practican.
La anticoncepción tampoco es materia de esta iniciativa,
ya que los mecanismos de anticoncepción son, por definición, aquellos
que impiden que se produzca la concepción. Si no hay concepción, no
hay un nuevo ser humano a quien proteger. Por lo tanto, la indicación
se encuentra fuera de las ideas que contiene este proyecto de ley.
Cómo impedir que el espermatozoide se una con el óvulo
es un tema científico y clínico distinto del que plantea esta iniciativa,
que tiene por finalidad primaria la protección de la vida y la integridad
de todos los seres humanos.
A modo de argumento, a pesar de considerar que eso no
es materia de esta ley en proyecto, las técnicas de reproducción
asistida se pueden realizar sin atentar contra la vida. Es así como las
legislaciones italianas y alemanas han aprobado estas técnicas
salvaguardando la vida del ser humano en su etapa embrionaria.
Las técnicas de fertilización asistida no son incompatibles
con el derecho a la vida ni con la dignidad humana, sino que, por el
contrario, constituyen un instrumento que la ciencia y la técnica han
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DISCUSIÓN EN SALA

concedido al ser humano para favorecerla, ya que la infertilidad debe


ser vista como un estado genuino de enfermedad, por lo que debe ser
atendida dentro de ese contexto.
Obviamente, un tratamiento de fecundación, sea cual
fuere su naturaleza, si es diferente al proceso natural, debe ser
normado para proteger la vida en ese contexto y campo específico.
Pero eso debe ser materia de otra discusión, con la profundidad debida
y con los elementos y variables que le atañen. La fecundación in vitro,
en particular, merecería un debate especial, con independencia de este
proyecto de ley, pues incluye otros aspectos que, desde los puntos de
vista ético y legal, son relevantes, como los requisitos para acceder a
ella, el consentimiento informado, el arriendo de úteros, etcétera.
En el estado actual de la técnica, todas las modalidades de
la fecundación in vitro implican un riesgo inminente -y no consentido
por el principal involucrado, cual es la persona en cuestión- de muerte.
El derecho a la vida es inherente a la persona humana. Por
lo tanto, en estricto rigor, no requiere una ley para concederle dicho
derecho; es suyo por el simple hecho de su humanidad. Los óvulos
fecundados, se haya producido la fecundación en forma espontánea o
in vitro, son personas humanas y tienen de por sí el derecho inherente
a la vida. Aplicar la ley con el veto en cuestión implica una
discriminación a seres humanos, considerándose a unos (fecundados
naturalmente) merecedores de tal derecho, y a otros (fecundados ya
sea in vitro o con la ayuda de la fertilización asistida) no merecedores
de aquél.
Se ha sostenido desde los puntos de vista religioso,
jurídico, ético, e incluso biológico, que la vida comienza a partir de la
concepción, de la unión de un gameto masculino con uno femenino,
momento en que es individualizable una nueva vida desde la
perspectiva genética. En cuanto ha sido concebida, una persona es una
persona, y estamos ante un ser vivo con derecho a ser protegido por el
ordenamiento jurídico.
El proyecto de ley por sí solo no pretende regular o
pronunciarse sobre la fecundación in vitro; no es su finalidad. El único
efecto de esta normativa es subrayar el respeto a la vida que merecen
todos los seres humanos. La fecundación in vitro -como se sabe- se
puede realizar sin destruir embriones humanos, por lo que la ley no la
afectaría directamente. La congelación y eliminación de embriones
sobrantes no son esenciales a esa técnica.
El debate ético que plantea la ley del genoma no es,
entonces, la fecundación in vitro, sino la posición que se tenga ante el
respeto a la vida de todo ser humano desde su inicio en la concepción.
Si alguien no está de acuerdo, debería presentar su posición con
claridad y exponer sus argumentos sin mezclarlos con otros temas que
no son objeto de este proyecto de ley.
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DISCUSIÓN EN SALA

Señor Presidente, éste, y no otro, es el debate que la


ciudadanía merece y requiere. Y siento que el Senado ha estado a la
altura para hacer un análisis desde todas las perspectivas sobre una
materia que ha sido objeto de un veto del Ejecutivo y que usted,
acertadamente, ha declarado inadmisible.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Chadwick.
El señor CHADWICK.- Señor Presidente, no quiero entrar en el tema de fondo
porque creo que fue debatido exhaustivamente cuando tratamos este
proyecto de ley. Pero, a la luz de que han salido algunas
consideraciones, deseo hacer una afirmación que a mí me parece muy
importante, cual es que, desde el momento en que se produce la
concepción, hay quienes afirmamos que se está en presencia de una
vida humana, no por razones de carácter religioso, ni filosófico, sino de
tipo científico.
A partir del instante en que se produce la concepción, dos
elementos distintos dan origen a un ser, y éste, desde el momento de
la concepción, por su carga genética, es totalmente único e
irreproducible. Por consiguiente, tiene absoluta y plena identidad como
ser. Al mismo tiempo, debido a esa misma carga genética, posee todos
los elementos para que, sin que medie ninguna acción de un tercero
que lo impida, pueda desarrollar todas sus potencialidades -¡todas sus
potencialidades!- a fin de irse perfeccionando como ser humano hasta
su muerte.
En consecuencia, por razones de carácter científico,
considero que desde el momento de la concepción se está en presencia
de una vida humana.
Sin embargo, estimo importante aprovechar mi tiempo
para analizar el veto y su inadmisibilidad desde una perspectiva
jurídica.
Creo que él, en la forma como se ha formulado y en su
redacción, ha generado precisamente la confusión que hemos
observado en el debate. Y, más aún, me parece que es contraindicado
para quienes lo fundaron y para aquellos que lo respaldan. Pongo un
ejemplo: si la Cámara de Diputados no hubiese introducido el artículo
1º en el proyecto, obviamente no se habría presentado ningún veto.
Esto significa que los que lo formularon o sus defensores desean que la
fertilización asistida se mantenga bajo las mismas normas jurídicas de
hoy. Porque, de no haber habido artículo 1º, no existiría veto, y, por lo
tanto, la situación se mantendría tal como ocurre en la actualidad.
Cuando el Presidente del Senado declara la inadmisibilidad
del veto, por ser contrario a las ideas matrices de la iniciativa, lo que
está haciendo es precisamente señalar que ella no tiene por objeto
introducir entre sus normas ninguna regulación con respecto a la
fertilización asistida. Y, además, ha reafirmado lo que dice el artículo
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 565 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

1º, que establece que, conforme a esta ley en proyecto, se protege la


vida desde el momento de la concepción en relación con la
investigación científica y sus aplicaciones clínicas vinculadas con
materias que regula la normativa, que son, básicamente, el patrimonio
genético y la clonación. Nada se dice sobre la fertilización asistida.
Por eso el Presidente ha declarado inadmisible el veto: por
ser contrario a las ideas matrices del proyecto. ¿Qué significa ello? Que
en materia de fertilización asistida no hay ningún cambio respecto de
lo que establecen las normas actuales, que es precisamente lo que
buscan y quieren aquellos que presentaron el veto y quienes lo han
defendido.
Por lo tanto, la observación del Ejecutivo es equivocada,
pues no se afecta en nada lo relativo a la fertilización asistida.
Más aún, el veto está tan mal formulado y tan mal
redactado que, de aprobarse, exigiría de inmediato la presentación de
un recurso de inconstitucionalidad o de recursos de inaplicabilidad
posteriores, porque lo que no permiten, en este caso, el ordenamiento
constitucional, ni la legislación internacional, ni los tratados
internacionales es que una norma legal disponga que el procedimiento
de fertilización asistida es contrario al derecho a la vida.
Entonces -reitero-, la aprobación del veto exigiría de
inmediato una presentación ante el Tribunal Constitucional o múltiples
recursos de inaplicabilidad, pues la ley no puede posibilitar que algo
haga excepción al derecho a la vida.
Por consiguiente -y el Senador señor Novoa lo explicó muy
bien en la sesión pasada-, la observación del Gobierno confunde,
resulta contradictoria precisamente con lo que buscan o quieren
defender quienes han estado a favor de ella en este debate. Y me
parece que, al mismo tiempo de declararla inadmisible por su forma y
por su fondo, es necesario señalar que la declaración pertinente
fortalece la interpretación en el sentido de que el marco de la ley en
proyecto tiene un objetivo específico, el cual no dice relación alguna a
la fertilización asistida.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Senador señor
Bianchi.
El señor BIANCHI.- Señor Presidente, la razón de este veto radica en el temor
del Ejecutivo a que, a partir de lo establecido en el artículo 1º del
proyecto, en Chile pueda repetirse lo acontecido en Costa Rica -donde
un grupo de personas sostuvo ante la Corte Suprema que la
fertilización asistida era contraria al Pacto de San José- y un conjunto
de ciudadanos logre que una corte, basada en una interpretación
extensiva del referido precepto, prohíba la reproducción asistida de
seres humanos o la utilización de mecanismos de anticoncepción.
Sin embargo, no obstante que la Corte Suprema de aquel
país declaró contraria al citado Pacto la fertilización asistida, con
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 566 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

posterioridad quienes se oponían a lo resuelto por dicho Tribunal


recurrieron ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos, la que
declaró admisible el reclamo.
Por lo tanto, para este órgano internacional el problema ya
está resuelto, y sus disposiciones priman por sobre lo que pueda
resolver un tribunal nacional, de acuerdo con el artículo 5º de la
Constitución Política.
Además, el artículo 19, Nº 1º, de nuestra Carta establece
que “La ley protege la vida del que está por nacer.”. Esta disposición,
de carácter constitucional, no difiere de la declaración de principios y
de espíritu que hace el artículo 1º del proyecto.
En consecuencia, por más que se agreguen aclaraciones al
mencionado precepto, siempre va a primar la interpretación de una
corte acerca del artículo 19, Nº 1º, del Texto Fundamental, que tiene
una jerarquía superior a la que podría llegar a establecer la iniciativa
que nos ocupa.
De acuerdo con la historia fidedigna de la ley en proyecto,
es claro que su intención siempre fue abordar específicamente tres
materias: la investigación en seres humanos, lo relativo al genoma
humano y lo concerniente a la clonación, y no otras, como la
fertilización asistida o los métodos de anticoncepción. De hecho, en el
articulado posterior se establecen regulaciones, e incluso, figuras
penales que dicen relación exclusivamente a esos tres temas.
Señor Presidente, todas esas consideraciones me hacen
estimar que no nos encontramos en este caso discutiendo una cuestión
valórica -estando a favor o en contra de la observación formulada por
el Ejecutivo-, sino la admisibilidad de un veto que no es pertinente,
puesto que, por todas las razones ya dadas, no halla justificación
alguna y sólo viene a distorsionar una iniciativa ya acotada y que no
dice relación a las materias por él abordadas.
Por lo tanto -insisto-, basado en que lo que hoy se discute
no es un tema valórico sino un veto inconexo con el proyecto original y
que desvirtúa jurídicamente el contenido de éste, me manifiesto en
contra de la posición del Ejecutivo.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Me han pedido la palabra por un par
de minutos los Senadores señores Gazmuri y Longueira.
Con las intervenciones de Sus Señorías concluiremos el
debate.
El señor OMINAMI.- También solicito un par de minutos.
El señor GAZMURI.- Señor Presidente, el debate se ha centrado en distintos
aspectos.
Uno, el formal, en cuanto al veto y sus efectos en los
procesos de fertilización asistida y de contraconcepción.
La verdad es que, en tal sentido, me hacen peso los
argumentos dados por el Senador señor Chadwick. Y la discusión
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DISCUSIÓN EN SALA

habida aquí ha sido en general bastante rica, en cuanto a que estamos


todos contestes en que este proyecto de ley apunta básicamente a
evitar la clonación de seres humanos y no está referido a los procesos
de fertilización asistida o de contracepción. Porque, básicamente, el
temor que nos producía el texto de la iniciativa tal cual había sido
despachado era que pudiese haber alguna interpretación judicial que
fuera más allá de lo que él señala.
En esa línea, si tuviéramos acuerdo en la Sala, creo que
sería innecesario votar la admisibilidad del veto. En consecuencia,
deberíamos despachar el proyecto, pues los elementos que a nosotros
por lo menos nos preocupan quedan muy bien resueltos con lo que ha
sido el curso global del debate, lo cual se consignará claramente en la
historia de la ley.
Sobre los temas de fondo, es evidente que hemos iniciado
o seguido una discusión que es central.
Al respecto, sólo quiero hacer una observación.
Yo, al menos, no me he sentido considerado -pese a todas
las reclamaciones que se hacen sobre el respeto a nuestra diversidad-
cuando en las intervenciones de algunos de mis Honorables colegas -y
algunos a quienes aprecio mucho- se ha tratado de plantear las
diferencias que hemos tenido, y que seguramente vamos a seguir
teniendo, como discrepancias entre quienes defienden con coherencia
la vida humana en cualquier circunstancia y aquellos que no lo hacen.
Debería suponerse, entonces, que aquí habríamos Senadores que no
defendemos con coherencia la vida humana en unas u otras
circunstancias.
Creo que ésa no es la cuestión. El debate que sí se ha
planteado aquí a propósito de la indicación del Diputado señor Rossi,
quien agregó -a mi juicio, innecesariamente- la expresión “desde el
momento de la concepción”, discurre en torno, no a la defensa de la
vida humana, sino al momento en que empieza a existir un ser humano
o una persona humana, que es lo mismo.
Señor Presidente, estoy de acuerdo con muchos de los que
dicen que éste es un problema que debe ser resulto por la ciencia. Y yo
creo lo mismo. Pero no se puede sostener que el único argumento
científico sea el expuesto aquí por los Senadores señores Chadwick y
Romero en el sentido de que existe un ser humano desde el momento
mismo de la fecundación. Ése es uno. Pero hay otros argumentos,…
El señor CHADWICK.- Hay otros.
El señor GAZMURI.-…que en el terreno de la ciencia son tan legítimos como
aquél.
Porque el Senador señor Chadwick hace una
argumentación muy de fondo. Dice: “Hay un individuo, único”. Cierto.
En metafísica, eso es un individuo. La cuestión, en ciencia, radica en si
ese individuo constituye o no un ser humano. Y el debate a este
respecto es por completo pertinente.
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DISCUSIÓN EN SALA

En consecuencia, quienes decimos -y aquí me refiero a lo


que afirmó el Senador señor Romero- que no es evidente que hay un
ser humano desde la fecundación no estamos atentando contra la vida;
ni estableciendo dos categorías de seres humanos como se ha
sostenido en la discusión: unos protegidos y otros desprotegidos, sino
observando el debate científico y esperando que se resuelva, siempre -
y lo dijo bien el Senador señor Larraín- en forma provisoria. A Newton,
por ejemplo, lo siguió Einstein; y no podría haberse elevado al rango
de “verdad científica” la teoría de Newton sobre las leyes que rigen el
Universo.
He escuchado -y me han sorprendido muy
favorablemente- el conjunto de opiniones vertidas aquí por Senadores
de distintas orientaciones filosóficas o ideológicas en el sentido de que
la interrogante sobre cuándo existe un ser humano debe ser dilucidada
por la ciencia. Me parece que se trata de una afirmación del más
grande valor, si llega a constituir cierto consenso en Chile, porque eso
nos va a permitir enfrentar muchos de los complejos aspectos de la
bioética con una perspectiva distinta a la de pensar que las cuestiones
científicas que hacen al origen de la vida humana están ya resueltas. Y
todo lo que yo quiero afirmar es que esas cuestiones se encuentran hoy
día, con el desarrollo impresionante habido en el ámbito biológico, en
pleno debate desde el punto de vista científico.
Si partimos de la base de que el principio en comento nos
interpreta a todos y, por tanto, no hay una definición metafísica a priori
sobre el inicio de la vida de un ser humano dotado de plenos derechos
-no hablo del potencial de la vida-, yo por lo menos voy a estar
completamente de acuerdo. Pero -reitero- tal discusión no se puede
resolver ni en la ley ni afirmando una de las distintas hipótesis
científicas existentes al respecto.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Longueira.
El señor LONGUEIRA.- Señor Presidente, el debate ha sido muy interesante. Y
quiero puntualizar que el veto es inadmisible, pero no sólo por las
razones que dio usted y por las que adujeron los Senadores señores
Chadwick y Novoa. Está tan mal redactado, que yo sugeriría al
Ejecutivo que lo retirara, porque permite precisamente la clonación de
seres humanos. Si se aprobara, podrían clonarse todos los seres
humanos nacidos de la reproducción asistida, porque eso quedaría
excluido de la ley en proyecto.
Por lo tanto, la observación del Gobierno es
inconstitucional, pues atenta contra la vida. En efecto, el inciso
segundo que mediante ella se plantea permite la clonación. ¿De qué
seres? De los que nazcan de la reproducción asistida.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 569 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Es evidente que hay una diferencia con respecto a los


mecanismos de anticoncepción, que nada tienen que ver con esta
iniciativa, porque precisamente no existe concepción.
Pero el veto -insisto- destruye este proyecto.
Entonces, creo que los argumentos para declarar su
inadmisibilidad sobran, pero no sólo desde el ángulo constitucional,
sino también desde el punto de vista del fondo, de los efectos que
provocaría su aprobación.
Yo no sé quién puede ser partidario de aprobar un veto
que trata de evitar algo que ignoro a quién se le ocurrió con la
indicación incorporada en la Cámara sobre la base de que se estaba
afectando la reproducción asistida de los seres humanos o los
mecanismos de anticoncepción. Así como está redactado, si no se
declarara su inadmisibilidad y fuera aprobado, sería factible clonar
seres humanos en Chile, siempre y cuando hubieran sido fruto de la
reproducción asistida. Y, tal como se ha dicho en esta Sala, al año se
registran en nuestro país alrededor de mil nacimientos gracias a ese
avance de la ciencia.
También quiero ir al punto que se acaba de mencionar:
cuándo establecer el momento de la concepción.
Cuando no existe definición, también eso es una
definición. Porque, en el fondo, hay quienes quieren que ella no exista.
Algunos creemos en un momento. Puede ser la
fecundación, la anidación, en fin; hay variadas posiciones. Y al decir
“Dejémoslo a la ciencia”, siempre vamos a tener científicos que
opinarán de las más diversas maneras.
Vuelvo a insistir en que el punto no está en ponernos de
acuerdo en cuál es el momento de la concepción. Lo que hacemos con
este proyecto es regular la investigación científica biomédica a fin de
prohibir la clonación humana. Por eso, al menos tenemos que fijar el
primer momento en que todos concordemos en que puede haber un ser
humano. Porque estamos restringiendo una libertad, prohibiendo una
investigación que crea un ser humano idéntico a otro fruto del uso de
la información genética. Y algunos creen que ello ocurre en el instante
de la fecundación; otros, en el de la anidación; otros, al mes y medio,
cuando existe una masa neurogenética básica; otros, al tercer mes.
En todo caso, lo único que queda claro es que, de
aprobarse el veto, de todas maneras se podrá clonar seres humanos en
el país.
Lo que pretende este proyecto de ley es muy simple: en
líneas gruesas, lo más importante es evitar la clonación.
Por lo tanto, cuando se busca y se establece un momento,
quienes fundamentamos determinada posición no estamos sosteniendo
que ella debe ser aceptada por todos, sino simplemente planteando
que ese instante ha de ser fijado para impedir la clonación humana.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 570 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

En consecuencia, después de toda la discusión, del estudio


que se ha hecho, el veto presidencial no resiste análisis ni desde la
perspectiva constitucional ni menos desde el punto de vista de fondo.
Porque en el fondo apunta precisamente en el sentido contrario de lo
que ha querido el Congreso Nacional, que es evitar la clonación de
seres humanos. Y de aprobarse la observación se estaría permitiendo
que ello ocurriera, a pesar de haberse establecido en forma clara que
clonar seres humanos constituye un atentado contra la vida humana.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra el Honorable señor
Ominami, y en seguida se cerrará el debate.
El señor OMINAMI.- Señor Presidente, también deseo valorar la profundidad de
la discusión y, muy particularmente, el consenso que se ha
manifestado en cuanto a que este proyecto no debiera poner en
cuestión el uso de los dispositivos contraceptivos y los procedimientos
de fertilización asistida.
Creo que en ese sentido apuntan asimismo los argumentos
de la declaración de inadmisibilidad planteada por el Presidente del
Senado.
Yo espero, además, que el desarrollo de este debate evite
que un juez o un tribunal barra de un plumazo lo planteado aquí. A mi
juicio, la voluntad manifestada en esta Sala es absolutamente unánime
en cuanto a que ni los procedimientos de contracepción ni los de
fertilización asistida tendrían que estar en cuestión producto de la
promulgación de la ley en proyecto.
Me parece que la discusión también puso en evidencia las
imperfecciones y los problemas que plantea el veto.
No quiero volver al debate de fondo -espero que en algún
momento podamos retomarlo-, sino simplemente decir lo siguiente.
Se trata, en efecto, de un veto aditivo. Pero, desde mi
punto de vista, debió haberse propuesto un veto sustitutivo respecto de
los alcances del artículo 1º.
Aquí tenemos una discusión, que es legítima. Sin
embargo, es muy importante que quede planteada.
De la forma como se va a promulgar el artículo 1º de la
ley en proyecto se puede perfectamente entender que los seres
humanos comienzan a ser tales desde el momento en que se produce
la concepción, lo cual se halla asimilado en aquél más bien al concepto
de la fecundación de un óvulo por un espermatozoide. Eso es lo que se
plantea en el referido precepto.
En este ámbito, señor Presidente, se abre una discusión
muy amplia.
Soy de las personas -no creo que sea el único y no sé si
constituiré mayoría en el mundo- que piensan que un ser humano no
es lo mismo que un embrión; que al momento de la fecundación de un
óvulo por un espermio no se ha creado una persona humana.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 571 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

A mi entender, un ser humano es una persona. Pero no


considero que un embrión lo sea. Entre otras cosas, porque la
Naturaleza no opera por una vía tan autodestructiva. Todos sabemos
que un porcentaje significativo de los embriones se autodestruye por
razones rigurosamente genéticas. Y no creo que la Naturaleza esté
permanentemente destruyendo seres humanos.
Es una discusión que deberemos hacer en algún momento.
Y yo me quedo con lo aquí planteado en el sentido de que nadie busca
imponer a otras personas su particular concepción acerca de cuándo se
inicia la vida.
En todo caso -y para terminar-, me parece procedente la
declaración de inadmisibilidad del veto, porque, en realidad, no resuelve
ningún problema. Desde este punto de vista, yo también la apoyo. Y hago
votos para que tengamos rápidamente en trámite un proyecto que permita
regular la fertilización asistida.
Señor Presidente, seguí con mucha atención la argumentación del
Senador señor Larraín. Es cierto que una iniciativa de este tipo implica riesgos.
Pero hoy ya estamos enfrentando algunos bastante complejos. Y quiero
plantear mi posición frente a la ofensiva que se ha desarrollado respecto de las
formas como en la actualidad se practican los procedimientos de reproducción
humana asistida.
Entiendo que doce Diputados presentaron a las autoridades un
requerimiento que cuestiona lo que se está haciendo en tal ámbito. Y ello me
parece muy delicado, pues de alguna manera se pone en tela de juicio a los
más de 4 mil niños que ya nacieron en virtud de dichos procedimientos y se
genera una tremenda angustia en las parejas que hoy siguen esa clase de
tratamiento.
Cuando se pide que la autoridad intervenga para fiscalizar las
clínicas donde se realiza fertilización asistida, no cabe la menor duda de que
ello plantea una grave amenaza para aquellas personas, dado que a sus
problemas de infertilidad se agrega el efecto de iniciativas como ésta.
Entonces, señor Presidente, es muy importante generar las
condiciones que nos permitan sacar adelante un acuerdo que dote al país de
un marco básico para que las prácticas de fertilización asistida -a mi juicio,
extraordinariamente relevantes- puedan desarrollarse con tranquilidad y
normalidad.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- El último orador inscrito es el
Honorable señor Ruiz-Esquide. Luego de sus palabras cerraré el debate.
Tiene la palabra, señor Senador.
El señor RUIZ-ESQUIDE.- Seré brevísimo.
Señor Presidente, en primer término, deseo manifestar mi agrado
por el hecho de que el proyecto quedará en condiciones de ser promulgado
como ley de la República después de esta discusión.
La iniciativa se inició en moción de algunos Senadores, pero creo
que ahora nos pertenece a todos gracias a los aportes que se han ido
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 572 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

haciendo. Desde esa perspectiva, me parece un feliz día, porque se avanza en


las ideas planteadas.
En segundo lugar, considerando que se ha presentado un proyecto
sobre fertilización asistida, que algunos señores Senadores pedirán desarchivar
otro anterior y que se anuncia un tercero, ojalá acordemos tratarlos con la
mayor rapidez posible, porque permitirán resolver algunos de los temas
pendientes. Y es de esperar que todos trabajemos en esa misma línea. La
Comisión de Salud así lo va a hacer.
En tercer término, de este debate recojo dos cosas.
Una, la manera de hablar y de reflexionar sobre el tema amerita
la máxima apertura de conciencia, la mayor apertura de inteligencia para ver
que la razón puede estar en muchas partes y no en una sola.
Y dos, el origen de la vida es algo que, en mi opinión, no es
posible resolver en algún momento, ni en éste ni en otro Senado, y no sé si en
500 años más. Pero sí es factible que nos pongamos de acuerdo en la
nomenclatura, para hablar un mismo idioma. Porque, en el lenguaje corriente
de los científicos de hoy, la concepción no es lo mismo que la fertilización.
He dicho.
El señor COLOMA.- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Finalizó el debate, señor Senador.
No quedan oradores inscritos.
El señor COLOMA.- Entonces, podemos fundar el voto.
El señor PROKURICA.- ¡Si no hay votación!
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- No corresponde votar.
El señor ESPINA.- Señor Presidente, quiero plantear un asunto reglamentario.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor ESPINA.- Señor Presidente, no voy a entrar al tema de fondo. Sólo
quiero recoger lo que expresó el Honorable señor Ruiz-Esquide en el sentido de
que existe un proyecto, iniciado en moción (boletín Nº 1.026-07), que regula
los principios jurídicos y éticos de las técnicas de reproducción humana
asistida. Fue acogido por las Comisiones de Constitución y de Salud y aprobado
en general por el Senado. Pasó a segundo informe, pero se archivó en abril de
2002.
En consecuencia, pido a la Sala que autorice el desarchivo de esa
iniciativa y que ella se tramite, primero, a la Comisión de Salud, y
posteriormente, a la de Constitución. En aquella oportunidad, para el segundo
informe, ambas sesionaron unidas. Pero ahora es conveniente que se remita
antes a la de Salud, con el propósito de que lo tenga a la vista al legislar sobre
la materia.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Si le parece a la Sala, se accederá a
lo solicitado.
--Así se acuerda.
El señor GIRARDI.- Pido la palabra.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Puede hacer uso de ella, Su Señoría.
El señor GIRARDI.- Señor Presidente, percibo que hay consenso en que la
observación del Ejecutivo no resuelve el problema ni para unos ni para otros,
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DISCUSIÓN EN SALA

porque éste no se halla en el inciso segundo que pretendía agregar la


observación, sino en el inciso primero.
Soy de la opinión de que en algunos años más será preciso
readecuar la legislación en proyecto para permitir procedimientos que tienen
que ver con la biomedicina del futuro. Hoy la solución radica en cómo proteger
la fertilización humana asistida. El Honorable señor Ruiz-Esquide presentó un
proyecto sobre la materia y existe otro del entonces Senador señor Piñera.
Debemos analizarlos, con el objeto de preservar tales sistemas y garantizar
que no se cuestionarán métodos de anticoncepción como los dispositivos
intrauterinos.
Ya un grupo de Parlamentarios cuestionó la criopreservación, que
es fundamental en los procesos de reproducción humana asistida.
Por lo tanto, ésta no es una discusión menor, y se requiere una
ley que ampare el derecho de las personas con problemas de fertilidad a tener
hijos vía esos procedimientos.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Se va a cerrar el debate.
El señor COLOMA.- Pido la palabra.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Puede usar de ella, Su Señoría, sólo
por un par de minutos.
El señor COLOMA.- Señor Presidente, lo que pasa es que a propósito de las
intervenciones realizadas se generan otras. Y algunos Senadores han hablado
varias veces.
Simplemente, quiero aclarar un punto.
Aquí se afirma que habría una serie de consensos. Pero yo no
estoy tan seguro de ello. Por lo tanto, no quiero dejar en la historia de la ley la
sensación -según lo planteado por los Senadores señores Ominami y Girardi-
de que en esta Sala se produjo un gran acuerdo respecto de cosas en que no
lo hay.
Lo que sí existe es la declaración de inadmisibilidad del veto por
parte del Presidente de esta Alta Cámara, que no ha sido objetada. Si no, se
sometería a votación.
Entiendo, por tanto, que la normativa -de gran relevancia- que
regula la investigación científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la
clonación humana quedará en condiciones de ser promulgada como ley y de
entrar en plena vigencia.
El consenso que tenemos es en el sentido de que dicha
declaración de inadmisibilidad no es objetable. O sea, es necesario proteger la
vida de los seres humanos desde el momento de la concepción, su integridad
física y psíquica, así como su diversidad e identidad genética en relación con la
investigación científica biomédica y sus aplicaciones clínicas.
También hay consenso acerca de los puntos que paso a indicar:
-En que la libertad para llevar a cabo investigación científica o
biomédica en seres humanos tiene como límite el respeto a los derechos y
libertades esenciales de las personas.
-En que se prohíbe toda práctica eugenésica.
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DISCUSIÓN EN SALA

-En que se prohíbe toda forma de discriminación arbitraria basada


en el patrimonio genético de las personas.
-En que se prohíbe la clonación de seres humanos.
-En que el cultivo de tejidos y órganos sólo procederá con fines de
diagnóstico terapéutico o de investigación científica, etcétera.
-Y, por último, en que se declara inadmisible el veto del
Presidente de la República que pretendía establecer una excepción en el
artículo 1º, que dice: “Sin embargo, sus disposiciones no se aplicarán respecto
de los procedimientos y técnicas cuyo único propósito sea lograr la
reproducción asistida de los seres humanos, ni respecto de los mecanismos de
anticoncepción.”.
Lo anterior constituye lo medular de lo que aquí estamos
acordando. De lo contrario, terminaremos abriendo otro debate. Porque, como
estas cosas después tienen su historia, no quiero que ningún jurista, ni de un
lado ni de otro -y hay muchos en el otro lado-, elabore cálculos y teorías
respecto de lo que se quiso decir.
El proyecto cuyo alcance he delimitado fue largamente trabajado y
es muy importante desde los puntos de vista ético y moral. Porque las
sociedades funcionan con principios éticos y morales, pues no da lo mismo lo
que ocurra con quienes las conforman. Ellos no son sólo tejido. No estamos
hablando de personas sin ninguna existencia más allá de la que a uno le
gustaría que tuvieran como seres humanos. Por eso me ha parecido
indispensable precisar los consensos y los disensos a su respecto.
Como nadie ha pedido que se revise la inadmisibilidad del veto
declarada por el Presidente del Senado, se entiende que ello queda a firme y,
por tanto, que cualquier reclamación que alguien pudiera formular se verá en
las instancias legales, si corresponde, o en las que la justicia determine.
He dicho.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- El acuerdo es declarar inadmisible el
veto y hacer presente la necesidad de legislar sobre el tema de la fertilización
humana asistida.
La señora BARRÍA (Ministra de Salud).- ¿Me permite, señor Presidente?
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Tiene la palabra la señora Ministra.
La señora BARRÍA (Ministra de Salud).- Señor Presidente, frente a las dudas
que en algún momento se suscitaron en cuanto a que la iniciativa
pudiera afectar la fertilización asistida y la anticoncepción, que fue la
causa del veto del Ejecutivo, y después del debate habido en la sesión
anterior y en ésta, en que ha quedado claramente establecido que el
ámbito del proyecto es exclusivamente la investigación científica y de
ninguna manera la determinación de cuál es el comienzo de la vida,
creo que queda meridianamente claro que esto en nada puede afectar
la anticoncepción ni la fertilización asistida.
Por ello, el Ejecutivo agradece esta discusión.
Pienso que este proyecto regula elementos muy
relevantes, como la prohibición de la clonación y la creación de la
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 575 de 581
DISCUSIÓN EN SALA

Comisión Nacional de Ética Científica, los que permitirán seguir


avanzando en lo que el país necesita.
Quiero también recoger la solicitud de legislar respecto de
la fertilización asistida. Sabemos de los diferentes proyectos
presentados y estamos abiertos, por cierto, a apoyar una regulación en
la cual podamos ir construyendo los consensos para dar seguridad a las
parejas que desean optar por esta solución.
Eso es todo, señor Presidente.
El señor FREI, don Eduardo (Presidente).- Gracias, señora Ministra.
Concluido el debate, queda terminada la tramitación del
proyecto.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 576 de 581
OFICIO LEY AL EJECUTIVO

7.7. Oficio de Cámara de Origen al Ejecutivo.


Oficio de Ley a La Presidenta de la República. Comunica texto aprobado por el
Congreso Nacional. Fecha 09 de agosto, 2006.

A Su Excelencia
la Presidenta de la Nº 27.825
República

Valparaíso, 9 de agosto de 2006

Tengo a honra comunicar a Vuestra Excelencia que el


Senado no se pronunció respecto a la observación formulada por el S.E. el
señor Vicepresidente de la República al proyecto de ley que regula la
investigación científica en el ser humano, su genoma, y prohíbe la clonación
humana, correspondiente al Boletín Nº 1.993-11, pues, en sesión del día 8 del
mes en curso, y de conformidad a la facultad que me confiere el inciso
segundo del artículo 32 de la ley N° 18.918, Orgánica Constitucional del
Congreso Nacional, he declarado inadmisible dicha observación, por estimar
que no tiene relación directa con las ideas matrices o fundamentales del
referido proyecto, según lo exige el inciso segundo del artículo 73 de la
Constitución Política de la República.

Devuelvo a Vuestra Excelencia los antecedentes


respectivos.

Dios guarde a Vuestra Excelencia.

EDUARDO FREI RUIZ-TAGLE Presidente


del Senado

CARLOS HOFFMANN CONTRERAS


Secretario General del Senado
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LEY

8. Publicación de Ley en Diario Oficial


8.1. Ley Nº 20.120
Diario Oficial, fecha 22 de septiembre, 2006.

Biblioteca del Congreso Nacional


------------------------------------------------------------------

Identificación Norma : LEY-20120


Fecha Publicación : 22.09.2006
Fecha Promulgación : 07.09.2006
Organismo : MINISTERIO DE SALUD; SUBSECRETARIA DE SALUD
PUBLICA
Última modificación :

LEY NUM. 20.120

SOBRE LA INVESTIGACION CIENTIFICA EN EL SER HUMANO, SU


GENOMA, Y PROHIBE LA CLONACION HUMANA

Teniendo presente que el H. Congreso Nacional ha


dado su aprobación al siguiente proyecto de ley
originado en moción del H. Senador señor Mariano
Ruiz-Esquide Jara y de los ex Senadores señores Nicolás
Díaz Sánchez, Juan Hamilton Depassier, Sergio Páez
Verdugo y Andrés Zaldívar Larraín

Proyecto de ley:

Artículo 1°.- Esta ley tiene por finalidad proteger


la vida de los seres humanos, desde el momento de la
concepción, su integridad física y psíquica, así como su
diversidad e identidad genética, en relación con la
investigación científica biomédica y sus aplicaciones
clínicas.

Artículo 2°.- La libertad para llevar a cabo


actividades de investigación científica biomédica en
seres humanos tiene como límite el respeto a los
derechos y libertades esenciales que emanan de la
naturaleza humana, reconocidos tanto por la Constitución
Política de la República como por los tratados
internacionales ratificados por Chile y que se
encuentren vigentes.

Artículo 3º.- Prohíbese toda práctica eugenésica,


salvo la consejería genética.
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 578 de 581
LEY

Artículo 4º.- Prohíbese toda forma de


discriminación arbitraria basada en el patrimonio
genético de las personas.
En consecuencia, los resultados de exámenes
genéticos y análisis predictivos de la misma naturaleza
no podrán ser utilizados con ese fin.

Artículo 5º.- Prohíbese la clonación de seres


humanos, cualesquiera que sean el fin perseguido y la
técnica utilizada.

Artículo 6º.- El cultivo de tejidos y órganos sólo


procederá con fines de diagnósticos terapéuticos o de
investigación científica. En ningún caso podrán
destruirse embriones humanos para obtener las células
troncales que den origen a dichos tejidos y órganos.

Artículo 7º.- La terapia génica en células


somáticas estará autorizada sólo con fines de
tratamiento de enfermedades o a impedir su aparición.

Artículo 8º.- El conocimiento del genoma humano es


patrimonio común de la humanidad. En consecuencia, nadie
puede atribuirse ni constituir propiedad sobre el mismo
ni sobre parte de él. El conocimiento de la estructura
de un gen y de las secuencias totales o parciales de ADN
no son patentables.
Los procesos biotecnológicos derivados del
conocimiento del genoma humano, así como los productos
obtenidos directamente de ellos, diagnósticos o
terapéuticos, son patentables según las reglas
generales.

Artículo 9º.- Sólo se podrá investigar y determinar


la identidad genética de un ser humano si se cuenta con
su consentimiento previo e informado o, en su defecto,
el de aquel que deba suplir su voluntad en conformidad
con la ley. Lo anterior es sin perjuicio de la facultad
de los tribunales de justicia, en la forma y en los
casos establecidos en la ley.

Artículo 10.- Toda investigación científica en


seres humanos que implique algún tipo de intervención
física o psíquica deberá ser realizada siempre por
profesionales idóneos en la materia, justificarse en su
objetivo y metodología y ajustarse en todo a lo
dispuesto en esta ley.
No podrá desarrollarse una investigación científica
si hay antecedentes que permitan suponer que existe un
riesgo de destrucción, muerte o lesión corporal grave y
duradera para un ser humano.
Toda investigación científica biomédica deberá
contar con la autorización expresa del director del
establecimiento dentro del cual se efectúe, previo
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 579 de 581
LEY

informe favorable del Comité Ético Científico que


corresponda, según el reglamento.

Artículo 11.- Toda investigación científica en un


ser humano deberá contar con su consentimiento previo,
expreso, libre e informado, o, en su defecto, el de
aquel que deba suplir su voluntad en conformidad con la
ley.
Para los efectos de esta ley, existe consentimiento
informado cuando la persona que debe prestarlo conoce
los aspectos esenciales de la investigación, en especial
su finalidad, beneficios, riesgos y los procedimientos o
tratamientos alternativos. Para ello deberá habérsele
proporcionado información adecuada, suficiente y
comprensible sobre ella. Asimismo, deberá hacerse
especial mención del derecho que tiene de no autorizar
la investigación o de revocar su consentimiento en
cualquier momento y por cualquier medio, sin que ello
importe responsabilidad, sanción o pérdida de beneficio
alguno.
El consentimiento deberá constar en un acta firmada
por la persona que ha de consentir en la investigación,
por el director responsable de ella y por el director
del centro o establecimiento donde ella se llevará a
cabo, quien, además, actuará como ministro de fe.
En todo caso, el consentimiento deberá ser
nuevamente solicitado cada vez que los términos o
condiciones en que se desarrolle la investigación sufran
modificaciones, salvo que éstas sean consideradas
menores por el Comité Ético Científico que haya aprobado
el proyecto de investigación.

Artículo 12.- La información genética de un ser


humano será reservada. Lo anterior es sin perjuicio de
las facultades de los tribunales de justicia, en los
casos y en la forma establecidos en la ley. Asimismo,
para los efectos de esta ley, resultan plenamente
aplicables las disposiciones sobre secreto profesional.

Artículo 13.- La recopilación, almacenamiento,


tratamiento y difusión del genoma de las personas se
ajustará a las disposiciones de la ley N° 19.628, sobre
protección de datos de carácter personal.
Los datos del genoma humano que permitan la
identificación de una persona deberán ser encriptados
para su almacenamiento y transmisión.
La encriptación podrá omitirse temporalmente por
razones de utilidad pública.

Artículo 14.- Prohíbese solicitar, recibir,


indagar, poseer y utilizar información sobre el genoma
relativa a una persona, salvo que ella lo autorice
expresamente o, en su defecto, el que deba suplir su
voluntad en conformidad con la ley. Lo anterior es sin
Historia de la Ley Nº 20.120 Página 580 de 581
LEY

perjuicio de las facultades de los tribunales de


justicia, en los casos y en la forma establecidos en la
ley.

Artículo 15.- Créase una Comisión Nacional de


Bioética, que estará integrada por nueve profesionales,
expertos en bioética, designados por el Presidente de la
República, con acuerdo del Senado adoptado por los dos
tercios de sus miembros en ejercicio, en sesión especial
convocada al efecto.
Los miembros de esta Comisión durarán cuatro años
en sus cargos y podrán ser reelegidos. El Presidente de
la República, en el momento de solicitar el acuerdo del
Senado, propondrá al miembro que asumirá el cargo de
Presidente.
La Comisión tendrá una Secretaría Ejecutiva, que
coordinará su funcionamiento y cumplirá los acuerdos que
aquélla adopte y estará conformada por el personal que
al efecto asigne el Ministerio de Salud.

Artículo 16.- La Comisión Nacional de Bioética


tendrá, entre sus funciones, asesorar a los distintos
Poderes del Estado en los asuntos éticos que se
presenten como producto de los avances científicos y
tecnológicos en biomedicina, así como en las materias
relacionadas con la investigación científica biomédica
en seres humanos, recomendando la dictación,
modificación y supresión de las normas que la regulen.
Las resoluciones o acuerdos de la Comisión se
adoptarán por simple mayoría, no obstante lo cual
deberán hacerse constar las diferencias producidas en su
seno y la posición de minoría.

Artículo 17.- El que clonare o iniciare un proceso


de clonar seres humanos y el que realizare cualquier
procedimiento eugenésico en contravención al artículo
3°, será castigado con la pena de presidio menor en su
grado medio a máximo y con la inhabilitación absoluta
para el ejercicio de la profesión durante el tiempo que
dure la condena.
En caso de reincidencia, el infractor será
sancionado, además, con la pena de inhabilitación
perpetua para ejercer la profesión.

Artículo 18.- El que violare la reserva de la


información sobre el genoma humano, fuera de los casos
que autoriza el artículo 12, sufrirá las penas
establecidas en ambos incisos del artículo 247 del
Código Penal, según el caso.
El que omitiere la encriptación exigida en esta ley
será sancionado con multa de hasta mil unidades de
fomento.

Artículo 19.- El que falsificare el acta a que se


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LEY

refiere el inciso tercero del artículo 11 será


sancionado con la pena de reclusión menor en su grado
mínimo y con multa de 10 a 20 unidades tributarias
mensuales.
Igual pena se aplicará a quien maliciosamente
usare, con cualquier fin, un acta falsa.
El que omitiere la referida acta o la confeccionare
manifiestamente incompleta será sancionado con multa de
10 a 20 unidades tributarias mensuales.

Artículo 20.- Todo el que desarrollare un proyecto


de investigación científica biomédica en seres humanos o
en su genoma, sin contar con las autorizaciones
correspondientes exigidas por la presente ley, será
sancionado con la suspensión por tres años del ejercicio
profesional y con la prohibición absoluta de ejercicio
profesional en el territorio nacional en caso de
reincidencia.

Artículo 21.- Corresponderá al Ministerio de Salud


establecer, mediante reglamento, las normas que
complementen o desarrollen los contenidos de esta ley.

Y por cuanto he tenido a bien aprobarlo y


sancionarlo; por tanto promúlguese y llévese a efecto
como Ley de la República.
Santiago, 7 de septiembre de 2006.- MICHELLE
BACHELET JERIA, Presidenta de la República.- María
Soledad Barría Iroume, Ministra de Salud.
Lo que transcribo a Ud., para su conocimiento.-
Saluda a Ud., Lidia Amarales Osorio, Subsecretaria de
Salud Pública.

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