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Objetivo: Un objetivo es el fin último al que se dirige una acción u operación.

Es el resultado o sumatoria de una serie


de metas y procesos. Se dice que la persona después de haber identificado un objetivo cuyo logro considere importante,
tiene que ser capaz de describir las acciones que representen el significado de éste. En otras palabras, ser capaz de
describir los resultados específicos que, si se consiguen, le hará asumir que el objetivo también se ha conseguido. Por
ejemplo, si una persona quiere una casa propia en un futuro, primero se establece como metas, estudiar o formarse
como profesional, trabajar, conseguir el dinero y la hipoteca, entre otros.
Proyecto: Podría definirse a un proyecto como el conjunto de las actividades que desarrolla una persona o una entidad
para alcanzar un determinado objetivo. Estas actividades se encuentran interrelacionadas y se desarrollan de manera
coordinada.

Entrevista: (la acción de desarrollar una charla con una o más personas con el objetivo de hablar sobre ciertos temas y
con un fin determinado puede tener una finalidad periodística y desarrollarse para establecer
una comunicación indirecta entre el entrevistado y su público. En este sentido, la entrevista puede registrarse con un
grabador para ser reproducida en radio o como archivo de audio, grabarse con filmadora para captarla en vídeo o
transcribirse en un texto.

4. PREPARACIÓN DE LAS ENTREVISTAS

4.1. Momento de preparación y desarrollo

Para prepararse correctamente y conseguir que la entrevista se desarrolle adecuadamente, hay que tener en cuenta las
siguientes cuestiones:

Determinar los objetivos de la entrevista: el investigador deberá́ documentarse sobre los aspectos que se van a tratar y
ser capaz de describirlos en función de los referentes teóricos que considere oportunos para su investigación.

Identificar las personas que van a ser entrevistadas: se debe concretar un perfil personal, el lugar que ocupa el sujeto
dentro del contexto a estudiar y la información que se quiere obtener de él.

Formular las preguntas y secuenciarlas: se debe poner especial atención en la terminología y en el vocabulario que se
utilice, que debe resultar significativo y familiar para el interlocutor. En cuanto a las preguntas, deben estar
contextualizadas, evitar ambigüedades, confusiones o dobles sentidos. Según el interés del investigador, se realizarán
preguntas abiertas (aquellas que no sugieren una respuesta específica) o cerradas (aquellas que obligan al entrevistado
a responder con un sí, un no, o una respuesta predeterminada). Una buena estructuración de las preguntas generará un
guión adecuado que ayudará al entrevistador tanto en la toma de información como en el tratamiento estadístico de la
misma. No deben conducir a una respuesta determinada y es conveniente separarlas en dos partes:

La primera /inicial que conste de preguntas abiertas y más generales que ayuden al entrevistado a situarse en la
temática y a familiarizarse con la situación de la entrevista.

La segunda consistirá en ir poco a poco concretando los temas o los aspectos claves a tratar para obtener más
información sobre el entrevistado.

d) Mantener una actitud abierta y positiva que favorezca y facilite la comunicación: es necesario hacer hincapié en la
forma de vestir del entrevistador, utilizar un lenguaje que resulte familiar y significativo para el entrevistado.

e) Facilitar la comunicación, adoptando una serie de formalismos:

Presentarse profesionalmente.

Indicar el objetivo y motivo de la entrevista (en caso de que no condicione los resultados; en caso afirmativo, se
explicarán los motivos después de la entrevista).

Establecer las condiciones de confiabilidad y difusión de la información.

Puntualizar la duración, número de encuentros necesarios, etc.

f) Localizar y preparar el lugar donde va a realizarse la entrevista: debe ser un espacio adecuado, cómodo para los
participantes y preparar el material de recogida de datos (grabadora, vídeo, papel, etc.).

Otros aspectos a tener en cuenta durante el desarrollo de la entrevista que, además de actitudes claves como la empatía
y la escucha activa y comprensiva, favorecen el proceso de interacción, son los siguientes:

Se trata de una conversación, no de un interrogatorio judicial o una pesquisa policial improvisada.

La conversación no sigue un esquema rígido de desarrollo, razón por la cual es posible (y a veces, deseable) retroceder y
retomar temas ya tratados.

Aun así, no es un intercambio de opiniones natural, espontáneo y libre, sino controlado, sistemático y profesional.

La conversación debe ser alimentada continuamente con incentivos que garanticen y fomenten la motivación, el interés
y la participación espontánea.

La relación entrevistador-entrevistado tiene que ser amistosa, pero no aduladora o servicial, ni autoritaria o
paternalista.

La amistad de la relación no debe suprimir el carácter profesional de la entrevista, por lo que a lo largo de esta la
precisión y fidelidad de los datos, así como la comunicación de sentimientos, deben entremezclarse.

Tipo de entrevista: Entrevista personal

Es el tipo más habitual. En este formato, los candidatos serán entrevistados por un reclutador que tratará de conocer a
la persona en profundidad para saber si cumple con los requisitos deseados para cumplir con las funciones del puesto al
que opta.

Entrevista grupal

En esta modalidad, puede haber diferentes variantes en función del número de entrevistadores y de candidatos que
intervengan:

Entrevista panel: varios entrevistadores realizan la entrevista a un único candidato

Entrevista en línea: varios entrevistadores de diferentes niveles jerárquicos serán los que entrevisten al candidato
Entrevista de dinámica de grupo: varios candidatos acuden a la cita donde se observará cómo actúan en debates, juegos
o situaciones simuladas. Esto permite conocer a los reclutadores la capacidad de trabajo en equipo de los candidatos, su
iniciativa, capacidad de liderazgo, etc.

Entrevista telefónica

Aunque no ha sido una modalidad muy común, hoy en día, donde el mercado de trabajo es cada vez más global,
comienza a ser bastante habitual. Los reclutadores recurren a ella, por ejemplo, cuando el candidato se encuentra en
una ciudad, o incluso en un país, diferente a donde desarrollaría las tareas de su puesto o cuando el reclutador dispone
de poco tiempo para realizar el proceso de selección.

Teniendo en cuenta la estructura que tenga la entrevista, éstas pueden ser:

Entrevista estructura

Suele estar basada en preguntas que el reclutador realiza al candidato sobre su experiencia, su educación, intereses, etc.

Entrevista libre

Este tipo de entrevista no se basa en preguntas con un orden establecido si no que es más parecida a una conversación
donde las preguntas surgirán de las respuestas del candidato. Esta modalidad permite que el candidato sea más
espontáneo y pueda mostrar sus habilidades comunicativas.

Entrevista mixta

Es una mezcla entre las dos anteriores beneficiándose de las ventajas de estos tipos.

Entrevista por competencias

El objetivo del reclutador con esta entrevista es conocer cómo se comporta el candidato en determinadas situaciones de
la vida laboral, académica o profesional para determinar si sus capacidades encajan con las necesidades del puesto y de
la empresa.

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