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Las innovaciones en el software son fundamentales para que exista una evolución del
enfoque actual centrado en el prototipado rápido hacia la impresión de productos
terminados y sus componentes; para esto se requiere un grado de integración más
alto, automatización, fiabilidad y repetitividad.
Bajo las perspectivas anteriores, las innovaciones en el software juegan un rol clave
en la gestión de los retos, así como los avances a lo largo del ciclo que van desde la
contratación de diseños a la impresión de artefactos físicos.
El fácil acceso a diseños 3D se está haciendo cada vez más simple. Los diseños
terminados están disponibles con mayor frecuencia en bibliotecas
electrónicas. Además, el escaneo de objetos existentes usando imágenes en 3D es
algo cada vez más asequible, diríamos que hasta omnipresente. Ambos permiten a
los usuarios buscar diseños 3D sin el uso de un software sofisticado.
Las impresoras 3D pueden hacer productos terminados, con todas sus partes,
totalmente montado impulsado por un modelo digital, que construyen capas y capas
de plástico fundido, metal u otros materiales.
La fabricación tradicional depende de la producción en masa y sus economías de
escala y los costos bajos de mano de obra, que son barreras a la entrada de posibles
competidores. La impresión en 3D elimina esas barreras porque una sola máquina
puede hacer una parte o la totalidad del producto, totalmente montado.
A medida que avanza la tecnología, cualquier persona será capaz de hacer cualquier
cosa, democratizando la fabricación. Además, no es más caro, por parte, imprimir en
3D una parte frente a un millón de piezas, personalizar cada parte en vez de hacerlos
todos iguales, y hacer piezas muy complejas. Dado que la impresión 3D puede
eliminar la necesidad de la producción en masa centralizada donde los costes
laborales son bajos, decenas de miles de fabricantes de impresión en 3D se abrirá
todo el mundo, la fabricación de piezas y productos personalizados a nivel regional.
Antes de la impresión en 3D, los productos eran diseñados de manera que pudieran
hacerse con métodos de fabricación tradicionales que se llama de diseño para la
fabricación. La impresión en 3D elimina estas limitaciones y permite la fabricación
para el diseño. Esto permite a los diseñadores crear productos que no existían antes,
y para dar a los productos existentes un aspecto radicalmente diferente.
Más allá del cine, la impresión en tercera dimensión ha llegado al ámbito automotriz y ello no es
algo reciente. Fue en el año 2014 cuando la empresa Local Motors presentó en el International
Manufacturing Technology Show (IMTS) el primer automóvil impreso en tres dimensiones.
Parte de ese futuro es la impresión en 3D, mediante la cual ya se ha podido imprimir piel humana,
prótesis óseas, incluso armas y hasta una motocicleta. Antes de proseguir es importante entender
qué es la impresión en tercera dimensión.
Si eres fan del cine y has visto Parque Jurásico 3, seguramente recordarás el pasaje donde por
medio de una impresora en 3D se logra reproducir la cámara de resonancia de un velocirraptor.
Aunque existen procesos distintos de impresión en 3D, el más popular, debido a su practicidad,
eficiencia y costo, es el de Modelado de Deposición Fundida (FDM, por sus siglas en inglés), que
utiliza una técnica aditiva en la cual la impresora va fundiendo un filamento de plástico, madera o
metal para formar un objeto.
Strati, el primer auto impreso en 3D
Más allá del cine, la impresión en tercera dimensión ha llegado al ámbito automotriz y ello no es
algo reciente. Fue en el año 2014 cuando la empresa Local Motors presentó en el International
Manufacturing Technology Show (IMTS) el primer automóvil impreso en tres dimensiones.
Se trató del Strati, un auto biplaza cuyo motor lo podría llevar hasta los 60 km por hora. La
creación del auto tardó un promedio de 18 meses, desde el momento en que la compañía lanzó
una convocatoria para que los diseñadores enviaran sus propuestas.
Strati fue creado utilizando la técnica Direct Digital Manufacturing (DDM) echando mano de un
plástico de carbono reforzado. Los únicos elementos que no fueron impresos son la batería, el
motor, el cableado y la suspensión.
Así como en diversos ámbitos, el mundo automotriz puede beneficiarse de la impresión en 3D, ya
que una sola impresión en tercera dimensión es capaz de realizar infinidad de productos distintos.
En la actualidad, la manufactura se realiza con máquinas específicas cuya función está limitada.
Además, si el producto cambia, la máquina también debe readaptarse o sustituirse.
De igual forma, este proceso de manufactura podría brindar la posibilidad de crear refacciones y
piezas para vehículos que ya no se encuentran en producción, como lo anunció Volkswagen hace
algunos meses.
Pero no solo eso. En un futuro la impresión en tercera dimensión podría beneficiar a la industria
automotriz al brindar la posibilidad de crear carrocerías completas, utilizando materiales mucho
más amigables con el Medio Ambiente lo que podría disminuir costos y afectar positivamente al
comprador final.
También conocida como fabricación aditiva, la impresión 3D abre el camino para nuevos diseños
de autos, la disminución de costos y la reducción en los tiempos de fabricación. Desde la impresión
de autopartes y accesorios, hasta la creación de nuevos conceptos desde cero, las posibilidades de
la impresión 3D parecen infinitas.
Algunos observadores de la industria imaginan que en un futuro los clientes se conectarán a la red
para diseñar automóviles de acuerdo con sus propias especificaciones, que luego enviarán a
impresión en 3D y que se les entregarán en menos de dos días. De manera más inmediata, la
industria automotriz contempla producir automóviles que contengan componentes impresos en
3D para mejorar propiedades del vehículo, tales como el peso, la velocidad y la confiabilidad.
Por ejemplo, Ford que cuenta con plantas automotrices en Argentina, Brasil y México, explora el
uso de la impresión 3D para producir de manera accesible autopartes grandes de una sola pieza,
como defensas y spoilers. El gigante automotriz piensa que la impresión 3D podría tener
beneficios inmensos para la producción de automóviles, incluida la habilidad para producir
autopartes más ligeras que podrían ayudar a mejorar la eficiencia del combustible.
Este ejemplo ofrece solo un panorama de lo que podría venir más adelante en cuanto a diseño
automotriz. Aunque en Latinoamérica apenas se encuentra en una primera etapa, de acuerdo a un
informe reciente de SmarTech Publishing, se espera que el mercado de la impresión 3D para
automóviles alcance los 2.3 mil millones de USD en el 2021, comparado con los 600 millones de
USD que genera en la actualidad.
Por varios años, los fabricantes de autos han usado prototipos para acelerar los diseños actuales
de los automóviles. También se han utilizado para poner a prueba varios ejemplares antes de su
producción. Por ejemplo, Ford señala que ha sido capaz de desarrollar partes prototipo en horas o
días, en lugar de meses, con costos más bajos que los métodos tradicionales porque la impresión
3D elimina la necesidad de herramientas y moldes.
Un estudio de Deloitte señala que BMW lo hace de manera efectiva con la creación de
herramientas de mano que se usan en pruebas y ensamblaje. BMW reportó que estas
herramientas han ayudado a ahorrar un 58% de los costos totales y redujeron el tiempo del
proyecto en un 92%.
Audi también usa la impresión 3D para producir partes de repuesto como un esfuerzo para
mejorar su cadena de distribución. Aunque todavía tiene que implementar la impresión 3D en
todo su catálogo de autopartes, Audi ha usado la impresión 3D para producir una bomba de agua
de metal para su auto de carreras DTM. Al colocar impresoras 3D alrededor del mundo, es capaz
de imprimir algunas autopartes bajo demanda. Este proceso beneficia a los consumidores y
elimina la sobre producción.
Por ejemplo, Audi espera reducir los tiempos de entrega del prototipo hasta en 50% para la
producción de cubiertas de luces traseras.
En tanto, la planta de manufactura de camiones Volvo en Lyon, Francia, reporta que el tiempo
requerido para diseñar y fabricar estas herramientas se ha reducido de 36 días a sólo dos días
utilizando la manufactura.
Un molde en metal para la elaboración de una parte automotriz puede tener un costo de 50,000
dólares, mientras que una impresión 3D puede oscilar en 2,000 dólares, dependiendo de la pieza,
tamaño y diseño.
Producción de piezas de servicio
Durante mucho tiempo, los fabricantes han utilizado la impresión 3D para crear prototipos de
piezas. Con los continuos avances de la tecnología y la introducción de materiales avanzados, los
fabricantes pueden ahora imprimir piezas en metal.
Esto significa que los fabricantes pueden utilizar la impresión 3D para crear piezas de repuesto
reales. Audi y otros fabricantes están centrados en investigar cómo esta impresión puede ayudar a
mejorar la eficiencia en la cadena de suministro.
Bajo las condiciones actuales, los productos todavía se producen en granel y a menudo tardan
semanas e incluso meses en salir de las estanterías. Sin embargo, a medida que la tecnología de
impresión 3D va avanzando, podría tener un gran impacto en la gestión de inventario de piezas de
servicio.
Los costos de mantenimiento representan aproximadamente el 25% del inventario que está en el
estante. Pero, ¿y si los fabricantes tuvieran la capacidad de imprimir solo el número exacto de
piezas de repuesto necesarias? Con el avance de la impresión 3D que permita una producción más
rápida, es decir, la “impresión a pedido” la gestión de inventarios podría obtener mejores
resultados.
Tener piezas de vehículos en el lugar y momento adecuado no es tan fácil. De hecho, es uno de los
mayores desembolsos financieros que un fabricante debe tener en cuenta. El transporte
representa del 10% al 12% del presupuesto anual de un fabricante. Por otro lado, si un producto
no está disponible en un concesionario o en un almacén de repuestos cuando el cliente lo
necesita, es probable que cuando tenga otro problema recurra a otro sitio.
Sin embargo, la impresión 3D está para anular este problema, pues los concesionarios, almacenes
e incluso los equipos del servicio de campo podrán imprimir pronto las piezas en 3D ahí mismo. Si
bien, puede ser en un futuro más lejano, esto podría ahorrar tiempo y dinero a las empresas y
mantener a los clientes satisfechos y leales.
. El “Blade”, tal es su denominación, es un automóvil superdeportivo de líneas elegantes y
aerodinámicas cuya particularidad distintiva es que el chasis fue creado y construido enteramente
mediante impresión tridimensional (3D). Tal tecnología permitió utilizar un mayor porcentaje de
fibra de carbono que disminuyó substancialmente el acero y aluminio en su construcción. El
resultado ha sido un automóvil liviano, eficiente y muy respetuoso del medio ambiente que, a
través de su poderoso motor de 700 CV impulsado con gas natural comprimido, logra una
aceleración de 0 a 60 m.p.h en 2,2 segundos. El “Blade” es fabricado en San Francisco, California,
por Divergent Microfactories y reúne todas las prestaciones esperables en un superdeportivo de
alta gama.
ales avances tecnológicos han posibilitado que la industria automotriz contemple producir
automóviles con mejores propiedades en cuanto al peso total, la velocidad y confiabilidad. Ford
Motor Company, por ejemplo, ha sido el primer gran fabricante de automóviles en probar la
impresora Stratasys Infinite Build 3D para la producción de grandes piezas. Su objetivo es la
producción de autopartes más livianas y resistentes que mejoren la eficiencia del combustible,
además de proporcionar una disminución general de costos y reducción en los tiempos de
fabricación.
De acuerdo a la empresa Stratasys, fabricante de las impresoras utilizadas por Ford, la producción
mediante impresión 3D permite reducir desperdicios, disminuir inventarios de piezas y tener una
mayor flexibilidad en la cadena de ensamblaje.
Ventajas adicionales
Distintos observadores de la industria consideran que en poco tiempo más los consumidores
podrían conectarse a la red y diseñar automóviles de acuerdo con sus propias especificaciones,
que luego serán enviadas a impresión en 3D para entregarles sus automóviles personalizados a los
pocos días. Por el momento, la impresión 3D permite crear piezas de repuestos disminuyendo
sensiblemente los tiempos de entrega y la necesidad de mantener stocks improductivos. Audi, y
otros importantes fabricantes, están investigando como la impresión tridimensional
puede coadyuvar al mejoramiento de la eficiencia en la cadena de suministros.
Según el estudio 3D Opportunity In The Automotive Industry, producido por Deloitte University
Press, la tecnología 3D ha permitido que la empresa alemana BMW pueda crear las herramientas
específicas que utiliza durante las pruebas y ensamblajes. La empresa, con sede en Münich,
informó que esas herramientas le han permitido ahorrar un 58% de los costos totales y un 92% en
el tiempo. Por su parte, la publicación especializada SmarTech Markets menciona en un informe
que se espera que el mercado de la impresión 3D para automóviles alcance los US $2.3 mil
millones en el 2021, comparado con los US $600 millones que genera en la actualidad.