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a lo positivo. Cómte es el primero en utilizar el
Antecedentes de la Psicología Social.
La historia es siempre una selección, se la mira
desde el presente, mostrando lo que se quiere
destacar desde el hoy. Los autores que Álvaro y
Garrido, rescatan en esta prehistoria de la psicolo-
gía social hablan desde el recorte que ellos tienen
sobre el tema, no hacen un relato desde los auto-
res norteamericanos como eje, como es habitual
en la mayoría de los reportes sobre el tema, pues
en el país del norte la psicología social tuvo un
desarrollo más institucionalizado y de mayor mag-
nitud. Álvaro y Garrido, destacan que Europa fue
atravesada por dos guerras mundiales, lo que lle-
vó a muchos pensadores europeos se refugiaron
en USA, y aunque muchos hayan hecho sus carre-
ras en allí, tienen como fuente el pensamiento
europeo. El texto es un recorrido posible tratando
de rescatar no sólo el contexto americano más
hegemónico sino también el francés, alemán e
inglés.
El positivismo influyó fuertemente en la consolida-
ción de las disciplinas sociales y no sociales, in-
cluidas la sociología y la psicología. Las ciencias
sociales tomaron como modelo a las ciencias na-
turales, pensando que alcanzarían un desarrollo
tan impresionante como el de ellas en el siglo XIX
sólo copiando su metodología, en el intento de
lograr autonomía como ciencia independiente de
la filosofía.
Antecedentes en Francia.
Los autores principales de este país son Comte,
Durkheim, Tarde y Le Bon.
Comte
Tiene como ideas clave el progreso y el orden,
plantea los tres momentos de las ciencias. El pri-
mer momento es el teológico, obedece a las pri-
meras respuestas que se dio el hombre, el cono-
cimiento estaba dado por inspiración divina, sur-
gen de la religión y los sujetos que las poseían
eran inspirados por Dios. Luego sigue el momento
metafísico, que intenta respuestas más abstractas
y filosóficas, y finalmente al estadío positivo al que
deberían llegar todas las ciencias. Este recorrido
tiene obligatoriamente este sentido de lo teológico
término sociología, en referencia a las leyes que
explican las relaciones sociales que no se encuen-
tran en las psicologías individuales. Hace hincapié
en el método, la observación y la experimentación,
pues el método garantiza el acceso a la verdad.
Considera que las ciencias tienen un ordenamien-
to jerárquico, que va de la matemática a la socio-
logía, dejando a la psicología al nivel de la fisiolo-
gía. Cada disciplina engloba a la anterior superán-
dola, y el nivel más alto de complejidad es la so-
ciología. En este momento, psicología y sociología
están enfrentadas.
Los principios fundamentales del positivismo son
el fenomenalismo, el nominalismo, la ciencia no
debe estar contaminada por los valores y la cultura
del investigador y la unidad de la ciencia. El feno-
menalismo, refiere a que sólo es objeto de la cien-
cia aquello que es observable empíricamente, que
puede observarse directamente a través de los
sentidos, de esta manera se aleja de lo filosófico y
de lo metafísico. El nominalismo apunta a que el
objeto de la ciencia es particular y externo al indi-
viduo, no pueden ser productos de la propia in-
trospección o del propio análisis, es un objeto par-
ticular sobre el que se puedan elaborar leyes de
funcionamiento, relaciones causales, estructuras,
etc. La ciencia no debe estar contaminada por los
valores, cultura y creencias del investigador y el
método debe asegurar que esto no suceda. Esta
postura va a ser cuestionada por los constructivis-
tas, que dirán que esto es imposible y que la mejor
postura es evidenciar y hacer consciente la postu-
ra del investigador. Por último, la unidad de la
ciencia, refiere a que todas las ciencias deben
recurrir al mismo método (observacional, empírico,
experiencias de laboratorio).
Durkheim
En su libro “El suicidio” permite demostrar el peso
que tiene la sociedad sobre un individuo que fun-
ciona como una tuerca más en el engranaje. El
suicidio es particular e individual, sin embargo, las
tasas de suicidio se pueden explicar por causas
sociológicas, que suben o bajan a partir del grado
de cohesión de una sociedad, el sujeto que se
suicida responde a un proceso social. El suicidio
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es un acto social, distingue tres clases, el suicidio
altruista, que comete quien está excesivamente
integrado a su sociedad, que se inmola por su
comunidad, el caso contrario es el suicidio egoísta,
que supone una integración insuficiente de los
individuos a la sociedad, y el anómico, en que la
actividad del individuo se encuentra desorganiza-
da y sufre la falta de normas que le vinculen a la
sociedad.
Las ciencias sociales surgen como consecuencia
de dos revoluciones la Francesa y la Revolución
Industrial una es política y la otra económica, se
produce el pasaje de la comunidad a la sociedad
moderna, lo que mantiene cohesionada a la socie-
dad para Durkheim es el contrato social, porque
en las sociedades no industrializadas, las comuni-
dades, los individuos son naturalmente solidarios,
esta es la solidaridad mecánica, sus normas tie-
nen carácter penal, mientras que en las socieda-
des industrializadas la solidaridad se da entre indi-
viduos que comparten alguna semejanza, o la ne-
cesidad unos de otros, es más individualista con
normas son restitutivas. Pero la solidaridad orgá-
nica no alcanza para justificar el la cohesión so-
cial, que es fundamental pues para Durkheim lo
mejor de los individuos sólo puede darse en so-
ciedad, entonces desarrolla el concepto de con-
ciencia colectiva para no recurrir a la conciencia
individual para explicar los hechos sociales y más
adelante se transformará en representación colec-
tiva y finalmente en representación social. La so-
ciedad es supra orgánica, supera a los individuos,
evolucionando de la solidaridad mecánica a la
orgánica. El objeto exterior a los individuos va a
ser el hecho social, que se impone coercitivamen-
te, este hecho social como una cosa, le dará el
status de ciencia a la sociología. Un hecho social
complejo, con propiedades que no son comunes a
los hechos individuales que son simples. El todo
es más que la suma de las partes. Las represen-
taciones colectivas determinan la forma de pensar,
de sentir y de actuar de los individuos, son un he-
cho social, y llevan a la integración social. El len-
guaje, la religión, la ciencia, son representaciones
sociales, surgen de la relación entre los individuos,
aunque los preceden históricamente son fruto de
las relaciones de esos individuos dentro de una
sociedad particular. El compartir estas representa-
ciones nos hace sentir, pensar y actuar de manera
similar, este es un lazo más fuerte que el contrato
social y que logra justificar la cohesión de la so-
ciedad.
El cambio es producto de una efervescencia so-
cial, es paulatino, progresivo hacia algo cada vez
más perfecto.
Tarde.
La imitación como sugestión es el concepto central
de explicación para este autor. La imitación enten-
dida como sugestión, tomada de la psiquiatría,
permite la integración, el lazo social, el aprendiza-
je. Contrario a Durkheim que pone todo el peso en
la sociedad, para Tarde lo más importante es el
individuo. Es un atomista, explica a partir del indi-
viduo la sociedad, el dice que las células se imitan
unas a otras, los individuos se imitan unos a otros
y las sociedades se imitan unas a otras.
Hay unos los individuos prestigiosos que son los
líderes que imitan menos (porque todos imitan) y
se convierten en objeto de imitación. Los otros
individuos de menor jerarquía tienden a la homo-
geneidad, imitan para sentirse parecidos, pues
esto los hace sentirse cómodos en la contraposi-
ción de lo propio con lo extraño, los hace rechazar
lo que no es propio, en cambio los lideres se ani-
man a tomar de otras culturas elementos que pue-
den imitar. El proceso se da en progresión geomé-
trica y se acelera, y sigue un principio descenden-
te el líder es copiado por los seguidores. Para
Tarde el cambio social es caótico, no necesaria-
mente progresivo, y va a estar determinado por el
líder es decir que líderes buenos harán que la so-
ciedad progrese y los malos la harán retroceder,
autodestruirse o destruir a otras sociedades.
Le Bon.
Su tema es la psicología de las masas. La masa
es una entidad psicológica con vida propia, inde-
pendiente de los individuos particulares que al
integrarla pierden la capacidad de razonar llegan-
do a cometer actos de barbarie o actos heroicos.
Estos procesos están dirigidos por la sugestión.
Lo mejor del hombre se diluye en la masa, apare-
cen acciones que los individuos no harían (por

ejemplo los linchamientos) se tiende a una dege-
neración, a un estadio primitivo de inconsciencia
colectiva. Le Bon estaba en contra de la democra-
cia, considerando que la oligarquía era la forma
ideal de gobierno, pues la masa no puede gober-
narse a sí misma. Fue utilizado para argumentar
cuestiones nacionalistas.
Antecedentes en Alemania.
El positivismo en Alemania se enfrenta con el
Idealismo Alemán, lo que le da un sesgo particular
al desarrollo de las ciencias sociales en este país.
Von Herde
Se opone a la unidad de la ciencia, Para él la per-
tenencia a una comunidad cultural homogénea, es
una condición necesaria para que la persona pue-
da desarrollar sus capacidades y actualizar todo
su potencial. Subraya la singularidad y el carácter
temporal de cada cultura. Así como son diferentes
las personas, las culturas tienen características
particulares y esta singularidad no es compatible
con la búsqueda de leyes cuantitativas.
Wudnt
Partiendo de la psicofísica de Fechner desarrolla
la psicología experimental, consolidándola como
una disciplina independiente. Toma de Mach a las
sensaciones como el origen del conocimiento,
todos los contenidos de la consciencia pueden ser
expresados como suma de ellas. Piensa a la men-
te como un proceso, y el análisis de las sensacio-
nes y sus leyes de combinación (atomista). Usa la
introspección como un método valido que era so-
metido a riguroso control experimental. Los sujetos
investigados y el investigador se alternan, lo que
representa una diferencia fundamental de la expe-
rimentación alemana respecto a la francesa.
Wudnt no ignora los procesos mentales superio-
res pero no los ve susceptibles de ser abordados
por el método experimental. En sus últimos años
se va a dedicar a la Völkerspsychologie y conside-
rará que el método debía ser histórico y etnográfi-
co.
Dilthey
Para Dilthey, el hombre es un ser histórico y cultu-
ral, rechaza la unidad de la ciencia y propone dos
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psicologías: la explicativa, que establece leyes
causales entre los fenómenos explicados, la com-
prensiva, que intenta comprender la experiencia
como un todo. Es hermenéutica, autognosis, auto-
conocimiento, autohipnosis. Puedo entender lo
que pasa si me puedo poner en el lugar del otro, el
sujeto plantea lo que le pasa, y hay que entenderlo
desde su propia subjetividad. Los saberes de la
sociología son históricos, limitados al concepto y
relativos a una cultura y momento histórico, no es
transferible a ni a otros momentos ni a culturas.
Marx
No toman a Marx desde la política (la ideología es
propia de la burguesía y por medio de ella se justi-
fica y legitima), sino desde la filosofía. El pensa-
miento y el lenguaje son posteriores al ser, son
construcciones sociales. Marx plantea una dialéc-
tica entre individuo sociedad donde el individuo es
construido socialmente y la sociedad es construida
por el individuo, entonces, el pensamiento, el len-
guaje y la sociedad misma son construcciones
sociales. Hay un materialismo dialéctico, los pro-
cesos mentales dependen del mundo material. Un
niño sub alimentado va a tener un desarrollo físico
inferior determinado por lo biológico, pero también
la capacidad cognitiva, y el acceso a la cultura se
verán afectados por la pobreza, tiene un contexto
cultural diferente, restringido por la materialidad. El
hombre moldea al mundo pero a la vez es condi-
cionado por el mundo.
Antecedentes en Gran Bretaña.
Para la ciencia social el eje fundamental está en la
teoría de la evolución que proviene de la biología,
y sus autores son Darwin y Lamarck. Creemos en
el progreso, en la evolución de la sociedad, y que
nuestra sociedad es más evolucionada que otras a
las que consideramos más primitivas.
Lamarck
El esfuerzo de adaptación genera cambios en los
organismos, y produce mutaciones en el organis-
mo que se transfieren genéticamente a sus des-
cendientes. Es la heredabilidad de los caracteres
adquiridos. Se recupera al instinto como meca-
nismo de explicación del comportamiento humano.
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Darwin
La selección natural propone que el más apto no
es mejor ni más fuerte, es más apto en un contex-
to. Lo más apto en un momento determinado pue-
de no serlo en otro. Los organismos con determi-
nadas características van a sobrevivir, mantenién-
dose así en el tiempo, los especímenes más ap-
tos. La selección natural facilita la adaptación al
ambiente y la supervivencia.
Spencer
Lleva la teoría del evolucionismo a las ciencias
sociales, desarrolla la supervivencia del más apto,
aportando un componente valorativo: el más apto
es mejor y tiene derecho a imponerse sobre los
inferiores. La evolución implica una progresión
continua de un estado homogéneo indiferenciado
a uno heterogéneo y diferenciado yendo así de lo
simple a lo complejo, de lo inferior a lo superior.
Individualista, defensor de la tesis de la unidad de
la ciencia, era partidario de la investigación históri-
ca comparada. Su corriente es el darwinismo so-
cial, promoviendo el no intervencionismo, para no
prolongar la agonía del menos apto. Esta corriente
es funcional al capitalismo, en especial el de Nor-
teamérica.
Antecedentes en Estados Unidos.
La consolidación de la psicología fue más tardía
en Estados Unidos que en Europa. Son amplia-
mente aceptados los principios de Spencer. Hay
un contexto similar al europeo cuando el surgi-
miento de las ciencias sociales. En estados unidos
se produce una migración desde Europa, las
grandes ciudades tenían problemas similares a los
que habían sufrido las ciudades europeas en las
revoluciones, francesa e industrial.
Hay dos corrientes una basada en Spencer, y otra
en Darwin. La primera justifica las conductas racis-
tas y no acepta la intervención del estado. Las
ideas de Darwin apuntan al progreso de la socie-
dad, consideran que la función de las ciencias
sociales es reconstruir el orden social (la moral y
las costumbres), con intervención del estado pro-
ponen el cambio social basadas en dos fundamen-
tos: la democracia y la educación. Hay dos co-
rrientes: el pragmatismo y el interaccionismo sim-
bólico,
Tichner
Era discípulo de Wudnt que va a instalar laborato-
rios en las universidades de estados unidos, no
compartía con Wudnt la homogeneidad entre in-
vestigador e investigado y seguía la línea francesa
Small
Logra la institucionalización de la psicología social
en la escuela de Chicago. En ese momento en
chicago había inmigrantes, mafia y delito. Se pien-
sa en homogeneizar la sociedad nivelando posibi-
lidades y desempeños. Confluyen en la escuela de
chicago pensadores de diferentes disciplinas, con
el pragmatismo como filosofía de base y la idea de
que la educación y la democracia iban a facilitar el
progreso. Se funda el primer departamento de
sociología, hay influencia de Tarde.
James
La verdad es relativa, pues es lo válido, en un
momento, en un contexto, para un individuo o so-
ciedad. Las personas están compuestas por distin-
tos yo, el yo material (cuerpo), el mi social (el con-
texto social) y el mi espiritual (lo que pienso), estas
ideas van a ser retomadas por Mead.
Mead
Las ideas que no pueden llevarse a la práctica no
son verdaderas. El cambio social es lo que le per-
mite a la gente vivir mejor. El pensamiento surge
en interacción con el medio. El conocimiento tiene
un fin práctico, rescata los métodos cuantitativos.
Dewey
Trabajo junto con Mead, sostiene que el pensa-
miento surge para resolver problemas, y hace
fuertes contribuciones al campo de la educación.
Las personas alcanzan con la educación una cier-
ta homogeneidad, que garantiza las mismas opor-
tunidades, en el marco de la democracia.
El interaccionismo simbólico (Mead).
Es uno de los cuatro paradigmas de la Psicología
Social. La mayoría de sus representantes estaban
incluidos en lo que se dio en llamar la escuela de
Chicago. Esta Universidad aglomera una serie de
especialistas de distintas disciplinas con elemen-
tos comunes que compartían una misma filosofía

pragmatista. Los ejes centrales del pragmatismo,
son: una cierta definición de la verdad relacionada
con la acción y lo que sirve. La acción se entiende
como interacción, que es otro eje central de este
paradigma. No hacen análisis circunstanciales
sino que hablan de procesos que se explican des-
de la interacción. Tanto el humano adulto, como
los procesos psicológicos superiores se constru-
yen en lo social mediante la acción. Apostaban a
la democracia como forma social y la educación
para producir el cambio social, y posibilitar el pro-
greso, el desarrollo social que también es otro eje
central de esta escuela, de la mano del evolucio-
nismo. El orden es lo que lleva al progreso.
Algunos autores plantean a la ciudad de Chicago
como un laboratorio natural, pues en ella se daba
un desarrollo económico sostenido por la fuerte
producción industrial, aumenta la población y las
migraciones de otras ciudades sobre todo de Eu-
ropa. La situación en la ciudad de Chicago es caó-
tica, hay un dominio de la mafia, falta de reglas
comunes, delito y una mezcla de culturas, todo lo
cual hace que los pensadores de la escuela de
Chicago, al igual que los pensadores europeos
posteriores a las dos revoluciones, crean que or-
denar la sociedad va a garantizar el progreso. En
este contexto surge como consecuencia de la teo-
ría de Mead que supone que se puede lograr el
orden dentro del capitalismo a través de la educa-
ción y la democracia. El interaccionismo simbólico
y el pragmatismo son afines y funcionales al capi-
talismo norteamericano.
Con respecto a la Teoría de la evolución hay en
Norteamérica dos corrientes, una es la de Spen-
cer, que opina que el orden social se establece
naturalmente y que ni las ciencias, ni el estado
deben intervenir, ya que si participa ayudando a
los más débiles solo les estaría prolongando la
agonía. Por otro lado hay una corriente más dar-
winiana, que piensa en la restauración del orden
mediante la reforma social con la intervención de
los científicos. De éste lado está la escuela de
Chicago.
Si bien desde el pragmatismo, incluso dentro de la
escuela de Chicago hay algunos autores que res-
ponden a la unidad de la ciencia y por lo tanto al
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método cuantitativo, la mayoría de los investigado-
res de esta escuela van a utilizar el método cuali-
tativo, dejando de lado las encuestas y apelando a
las entrevistas en profundidad, análisis de docu-
mentos, datos de inmigraciones o cartas de los
emigrados, para entender qué tipo de estructura
se va conformando. Si bien se incluye a la escuela
de Chicago dentro del positivismo, por su relati-
vismo de la verdad, su explicación de los procesos
y la preferencia del método cualitativo, no estaría
tan del lado de esa filosofía.
Espíritu, persona y Sociedad, George H
Mead.
Mead debate con dos autores, Watson y Wudnt.
Rescata de Watson el acento puesto en la conduc-
ta, en la acción, lo que puede ser observado direc-
tamente. Para Watson la conducta es estímulo-
respuesta, un determinismo ambiental de la con-
ducta del individuo, el estimulo determina la reac-
ción sin mediar ninguna otra cosa más que la con-
ciencia que como no es observable la descarta.
Mead retoma este planteo de Watson y dice que
tiene dos fallas, la primera es que hay algo entre
estimulo y respuesta, operando aunque no se lo
pueda ver, la función de esa conciencia es dirigir-
se hacia el medio, es decir habla de una concien-
cia que es intencional. El estímulo no impacta so-
bre el sujeto, sino que el sujeto en función de sus
propias necesidades e intereses se dirige al medio
en busca de los objetos que las satisfagan. Wat-
son sostiene que ante el mismo estímulo se pro-
duce la misma respuesta, pero Mead cree que se
puede reaccionar de forma diferente al mismo es-
timulo, prestando atención a distintos estímulos en
función a la acción que quiere desarrollar. La se-
lección de los estímulos que percibimos tiene que
ver con las acciones que desarrollamos.
Se dice que Mead estuvo en el laboratorio de
Wudnt ya que en su análisis del lenguaje, plantea
a la conducta a partir del gesto, como comienzo de
la acción. Mead va a retomar este concepto de
gesto para explicar la comunicación y va a hablar
de conversación de gestos y conversación de ges-
tos significantes.
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La conversación de gestos es comunicación, tanto
humana como animal, y funciona de la siguiente
manera, tenemos un sujeto A y un sujeto B, el
primero produce un gesto y el sujeto B reacciona
al sujeto A, si A es un perro que gruñe y a B se le
erizan los pelos, y entonces A ataca o no ataca. La
reacción de B le da sentido a la acción inicial de A,
es la triangulación de gestos. Si tengo solo la ac-
ción de A, no tengo el sentido de lo que está su-
cediendo, esta triangulación de gestos es la uni-
dad mínima para comprender lo que sucede. El
gruñido no significa pelea, sólo lo será dependien-
do de la respuesta de B. Mead denomina su forma
de pensar como conductismo social, que es la
conducta en términos de comunicación, esa trian-
gulación es la mínima unidad para entender la
conducta y esta es la segunda critica a Watson, su
excesivo atomismo para comprender la conducta
sólo con elementos aislados.
En la conversación de gestos significantes tam-
bién tenemos un sujeto A y un sujeto B, pero A
antes de actuar, reflexiona todas las alternativas
de acción posibles, pensando qué devolvería B y
luego actúa, y en B sucede lo mismo, se mantiene
la triangulación de gestos pero antes de actuar
hay reflexión. No son acciones y reacciones, sino
que se anticipa y provoca la reacción del otro. Esto
ocurre casi instantáneamente, siempre que ac-
tuamos en términos simbólicos, este lenguaje es
solamente humano. Para Mead el 70% de las con-
versaciones son de gestos, con esto está inten-
tando explicar la evolución de los animales al
hombre. Incluye en estas categorías los hábitos,
que pasan a ser conversación de gestos. La con-
versación de gestos con uno mismo es el pensa-
miento, es posible sólo porque tengo interiorizado
lo social.
Uno tiene interiorizado al otro generalizado, es
decir la cultura, y puede saber cómo va a reaccio-
nar el otro en la medida en que tiene interiorizada
la cultura (sin necesidad de conocerlo).
Mead plantea que nacemos como un organismo
con un montón de posibilidades, el estadio si-
guiente es llegar a ser espíritu y finalmente nos
convertimos en personas. Este proceso es posible
gracias a la acción entendida como interacción
con los otros, por medio de conversación de ges-
tos y conversación de gestos significantes. Este
proceso llega a su culminación en la adolescencia,
cuando llegamos a estructurarnos como una per-
sona y se produce un cambio cualitativo, aunque
luego sigamos evolucionando el resto de nuestra
vida. Para llegar a ser personas hay que tener
internalizados dos procesos: el otro generalizado y
hay que tener conciencia de sí.
Mead asimila cómo adquirimos el otro generaliza-
do, al juego y al deporte. En el juego se van in-
teriorizando los roles, y en el deporte se van a ir
internalizando las reglas. Mead no hizo investiga-
ción y mucho menos investigación cuantitativa,
pero sí hizo una muy buena observación de la
realidad, hace todo el recorrido de cómo el niño a
través del juego va aprendiendo los roles sociales.
En esta primera etapa tiene amigos imaginarios,
como un desdoblamiento entre mente y cuerpo y a
causa de la poca atención que tienen los niños y
juegan un rato a una cosa y otro rato a otra, inter-
nalizando roles. Juega a ser mamá, a ir de com-
pras, etc. Luego cuando el niño ya es más grande
comienza a hacer deporte y en el deporte se entra
al mundo de las reglas, aprende a ser sujeto so-
cial, a vivir en sociedad que es como jugar un de-
porte, se aprende que es lo que uno tiene que
hacer y que deben hacer los otros, que esperan de
mí, y que puedo esperar de los demás, las dife-
rencias entre estar en tiempo de juego y no estar-
lo, dentro de la cancha o fuera de ella. Esto lo
ayuda también a construir la propia persona.
Para Mead la sociedad funciona, no en la medida
que alguno se destaque, sino como un equipo,
donde cada uno debe dar lo mejor de sí, al servi-
cio del grupo, esto es un individualismo moral que
está acorde con el capitalismo Americano. Remite
ciertas cualidades al plano instintivo, habla del
instinto de la paternidad, la buena vecindad, etc., y
esto que es innato en el individuo le permite apos-
tar al progreso social.
El individuo no sólo debe aprender las reglas y los
objetivos del grupo y hacerlos propios. La otra
condición es la de tener conciencia de sí y refiere
a ser capaz de ser sujeto y objeto a la vez, es de-
cir, ser sujeto de la acción , el que vive y el que

hace, pero a la vez objeto porque uno puede mi-
rarse a uno mismo y analizarse por fuera. Cuando
uno se ve a uno mismo como objeto se ve desde
su propio mundo, con la mirada de su sociedad,
de su propia comunidad. Analizarme a mí mismo
como a otra persona. Desde esta conciencia de sí,
la persona se puede tomar a sí misma como tota-
lidad, en cambio mi cuerpo sólo lo puedo percibir
en forma parcial. Si yo quiero mirarme a mí mismo
puedo verme las piernas, las manos, pero nunca
puedo verme la espalda, en cambio cuando me
tomo como objeto si me puedo pensar como tota-
lidad. Incluso uno puede desconocer partes de su
propio cuerpo por ejemplo en una serie de fotos de
pies, tal vez no reconozca cual es la que corres-
ponde a los propios, pero uno mismo como objeto
nunca se desconoce. Tanto lleva el acento a los
procesos cognitivos, el lenguaje y el pensamiento
que llega a afirmar que una persona aun faltándole
una parte de su propio cuerpo, sigue siendo la
misma persona, el mismo sujeto. Cuando habla de
tomarse a sí mismo como objeto, habla de los pro-
cesos superiores humanos. El cuerpo no es la
persona. La persona puede funcionar indepen-
dientemente del cuerpo, un sujeto que se está
ahogando puede actuar inteligentemente nadando
mientras su cabeza está dirigida a la historia de su
vida. La persona esta rememorando su historia, el
cuerpo intenta salir a flote, si la cabeza no inter-
viene el hombre va a salir a flote. El hombre es el
raciocinio, el hombre es la mente, la capacidad
simbólica. Mead descalifica las emociones y el
cuerpo en pos de la mente, que son los procesos
superiores, esto lo toma de James (yo material, mi
espiritual y mi social).
Mead plantea que toda esta evolución se da en un
proceso de interacción permanente con el otro, en
especial en los primeros años, en la primera for-
mación, el rol más importantes lo cumplen, los
padres, los más allegados, “el otro” más cercano.
Este periodo es crucial de la construcción de la
persona, que se va construyendo en espejo, es
decir, el otro me devuelve la imagen de mí mismo,
de quien soy, pero me mira desde la sociedad a la
que pertenecemos, así el individuo construye en
espejo su propia subjetividad. La construcción en
espejo es un componente más (aunque uno muy
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importante) de la construcción de la subjetividad,
pero para Mead el sujeto es activo, se dirige al
mundo en función de sus deseos y necesidades,
con lo que no queda determinado, es actor de su
propia historia, no es un sujeto pasivo, puede re-
chazar lo que no le sirve.
Nacemos como un organismo psíquico y biológico
con muchas potencialidades, pero sólo se van a
desarrollar aquellas que tengan un interlocutor,
aquellas que los otros permitan que se desplie-
guen. Estos otros no son solo la familia sino el
mundo que circunda al organismo.
Mead dice que la estructura de la persona está
compuesta por un Yo y un mí. El mí es acción y
responde a los estímulos que ofrece el medio, es
presente actual, Mead lo homologa con el orga-
nismo, ya que nacemos como puro yo, pero luego
se va despegando a medida que se desarrolla el
mí. El yo es creativo, impredecible, llega a sor-
prendernos a nosotros mismos, es capaz de gene-
rar el cambio social. El mi es el recorte, es la pro-
pia experiencia del otro generalizado, es pasado,
es conservador y control social. Mead entiende el
control social como el otro generalizado, las nor-
mas sociales que uno va interiorizando, el control
social es entonces autocontrol, es algo que me
conforma y forma parte de mi sustancia, debo te-
nerlo incorporado para ser persona, no se impone
desde el exterior. El otro generalizado es más rico
que el superyó freudiano, que es la prohibición, lo
que no se debe hacer, en cambio el mí, el otro
generalizado es todo lo que puedo ser, soy mucho
más después de incorporar las normas sociales
que si no las hubiera incorporado, incorporar por
ejemplo técnicas en pintura es incorporar las nor-
mas, pero uno va a enriquecerse a la vez que se
limita. El autocontrol no es limitarse sino justamen-
te ordenarse. Una vez que la persona se ha cons-
tituido, total o parcialmente, puede haber un mayor
desarrollo de su yo o del mí. Si en la teoría de
Mead no existiera el yo, sería una teoría del con-
trol social, de reproducción social, no habría ni
progreso, ni desarrollo, ni creación. Mead no expli-
ca la motivación, ni la fuerza para esa creatividad.
Tiene una descalificación del cuerpo, de la emoti-
vidad, es un idealista, tiene una perspectiva utópi-
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ca basada en la educación y la democracia. Dice
que lo particular hace que las personas puedan
comunicarse por el lenguaje y lo particular es lo
emotivo, que obnubila lo racional.
El yo parcial es el rol de la persona en cada con-
texto, son las personas parciales de Mead y reco-
noce que las personas tienen un grado de perso-
nalidad múltiple, un grado de esquizofrenia que es
normal (por ejemplo, cuando es mamá es distinta
de cuando está con sus amigas) estas personas
parciales no pueden ser tan diferentes al punto de
perder coherencia. La persona total es la integra-
ción de todos esos roles de manera coherente.
La conversación de gestos significantes son todos
los sistemas de signos, que pueden ser gestos o
palabras, el privilegiado es el lenguaje, que usa
conceptos que remiten a la acción. El concepto de
una palabra se construye a partir de las interac-
ciones con los objetos. Por ejemplo el concepto de
perro, parte de mi experiencia con los perros. Los
conceptos son universales, por lo que no pueden
agotarse en la propia experiencia sino que deben
agotarse en la experiencia de la comunidad. Al ser
los conceptos universales nos podemos comuni-
car, sino sería imposible si cada uno solo contara
con su propia experiencia. La conversación de
gestos internalizada es el pensamiento, entonces
el pensamiento surge de la acción. El pensamiento
es para resolver problemas de la realidad, esta es
la función del pensamiento. Los conceptos crean
la realidad, en la medida en que nombro a algo, de
una manera le estoy dando un significado, un sen-
tido que es la naturaleza de las cosas. Estoy
creando una realidad a partir del nombre que le
damos a las cosas y actuamos en consecuencia
(por ejemplo no es lo mismo llamar a un joven
revolucionario, que nombrarlo como subversivo).
La realidad es la construcción colectiva hecha a
partir del lenguaje. El lenguaje y el yo son las dos
puntas de esta realidad que construye al hombre y
es construida por el hombre en cada interacción.
La realidad es entonces la interacción.
Para Mead el otro generalizado se va expandiendo
más, haciendo que cada vez nos comprendamos
mejor, que haya más igualdad de oportunidades,
mas igualdad de derechos y obligaciones, en defi-
nitiva, la sociedad va evolucionando.
El Psicoanálisis. Pichón Riviere
Pichón Riviere es uno de los primeros en traer el
psicoanálisis a la Argentina, con lo cual la influen-
cia fundamental es el psicoanálisis desde dos ver-
tientes diferentes, por un lado Freud y por otro
Melanie Klein. El psicoanálisis tuvo en argentina
un primer momento fundamentalmente social, Pi-
chón es uno de los fundadores de la APA. El que-
ría democratizar el psicoanálisis, llevarlo al hospi-
tal público, para aprovechar sus beneficios en toda
la comunidad. La historia de la argentina con sus
gobiernos militares hizo que durante largos perío-
dos las reuniones de más de dos personas fueron
proscriptas, recluyendo al psicoanálisis a una pos-
tura más individualista, abandonando el sesgo
social para poder sobrevivir. El psicoanálisis en la
actualidad es intrapsíquico.
Toma de Freud el concepto de libido, que es la
energía pulsional que surge de la sexualidad, un
instinto sexual que es el motor de la vida. La libido
no es la sexualidad genital adulta, sino el primer
vinculo con los padres que termina estructurándo-
se en la relación edípica. Freud en la “Psicología
de las masas y análisis del yo” critica a Le Bon
que plantea a la sugestión como el vinculo que
provoca los lazos en la maza, para Freud esto es
válido en principio, pero cree que en la teoría de
Le Bon falta la figura del padre, pues la masa se
da a partir de la identificación al líder con el padre
y a partir de ahí se dan por contraidentificación los
lazos entre el resto de los integrantes, por eso a
veces la masa comete actos de barbarie y otras
veces actos heroicos, dependiendo de lo que el
líder decide hacer o no.
El primer vínculo con la madre es narcisista, al
principio el niño y la madre son la misma cosa, no
hay diferenciación entre el niño y la madre, no hay
un individuo objetal, en la medida que el niño va
madurando y con el paso del tiempo, va tomando
distancia del otro que se va constituyendo como
un objeto.

Pichón construye a partir de la idea original de
libido el concepto de vínculo, no hay un objeto ahí
afuera, sino dos sujetos que entran en interacción
permanente, ambos se modifican mutuamente lo
que conduce a la construcción de la persona a
partir de la construcción de la intersubjetividad. En
esta idea, retoma a Mead. El vínculo posibilita la
constitución del mundo interno a partir de la inter-
nalización de los otros. Interacción, acción, lo
pragmático es en los grupos operativos marcado
en la tarea como elemento central, la adaptación
al medio es una adaptación activa y el sujeto es
constructor de la realidad.
La verticalidad tiene que ver con la constitución de
la propia subjetividad e incluye lo más cognitivo y
a lo más emocional.
Melanie Klein, plantea la triangulación edípica en
el primer año de vida, es ahí donde se construyen
las ansiedades básicas, a partir de ese momento
todo es repetición, de esa primera etapa. Plantea
que el vínculo fundamental es de la madre y el
hijo. El niño se relaciona con la madre a partir de
sus propias necesidades, tiene hambre, llora, y
cuando la madre lo alimenta genera un vínculo
positivo con la madre que se convierte en el pecho
bueno, el que aparece y nutre, alimenta y saca la
angustia propia de la insatisfacción. Para Melanie
Klein la sensación frente al hambre es devastado-
ra, mientras el hambre no se satisface porque el
pecho no aparece, surgen los aspectos negativos
de odio y de destrucción. La madre no satisface y
el bebe se siente mal, proyecta sobre ella como
objeto que no lo satisface, como el pecho malo,
todas sus angustias y todos sus temores, apare-
cen así dos ansiedades básicas, la ansiedad pa-
ranoide y la ansiedad depresiva. Se habla de pe-
cho solamente, porque el bebe no ve a la madre
como alguien separado de sí mismo, sino como
objetos parciales, el chico no tiene en cuenta a la
mamá, sino como un “me alimenta” o un “no me
alimenta”, el proyecta sobre el ella (como otro)
pero tiene miedo de que vuelva sobre si todo ese
malestar y lo destruya. La ansiedad depresiva se
relaciona con el miedo a perder el pecho bueno, la
madre nutricia.
9
Pichón retoma estos dos conceptos y dice que
siempre aparecen en toda interacción grupal como
el temor al cambio, lo nuevo despierta en nosotros
estas ansiedades básicas. La frustración tiene que
ver con el pecho malo, con la ansiedad paranoide,
con el miedo al ataque, la gratificación tiene que
ver con el miedo a la muerte. Pichón habla de fa-
milias muy unidas y las llama epiléptoides y las
disgregadas, que las llama esquizoides.
Otro autor que toma Pichón es Lewin, que desde
una perspectiva gestáltica, entiende al grupo como
una estructura y como un campo de fuerzas como
en la física, que contiene al individuo, existen fuer-
zas entre las personas y con el ambiente, tanto de
atracción como de rechazo. Lewin utiliza como
metodología la investigación-acción, parte de la
posibilidad de resolver problemas concretos de
una interacción entre teoría y práctica, que no es
la investigación por si misma sino que tiene que
generar el cambio social. Pichón retoma el peso
del grupo y la reconstrucción de la teoría a partir
de la práctica.
Otro autor influyente es Moreno, padre del psico-
drama (actuar la situación, representándola en un
roll play, ya que cuando uno ve lo que sucede en
otro, surge una función catártica o contribuye a
repensar la situación y asumir una posición dife-
rente). Moreno también genera el sociograma, que
se construye a partir de un cuestionario que de-
termina las fuerzas de atracción y de rechazo en-
tre las personas y genera el concepto de “telé” que
es el grado posible de aproximación o rechazo
entre los individuos, la telé positiva es la voluntad
de estar cerca y la telé negativa es la voluntad de
actuar sin relación con un determinado individuo.
Un grupo operativo está conformado alrededor de
una tarea común que es su objetivo. Entran en
juego la verticalidad y la horizontalidad. La vertica-
lidad, tiene que ver con el mundo interno del sujeto
que se construye con las interacciones a lo largo
de su vida, es la historia del sujeto. La horizontali-
dad se relaciona con la dinámica de la interacción
que se está produciendo en ese momento dentro
del grupo, qué es lo que está pasando en el grupo
en este momento, y tiene aspectos manifiestos
(los que todos sabemos que están sucediendo) y
10
latentes (porque no todos sabemos todo lo que
está pasando), aspectos consientes e inconscien-
tes, y aspectos racionales y emocionales, siendo
estos últimos según Pichón un obstáculo a la ta-
rea. Ambas horizontalidad y verticalidad se dan al
mismo tiempo.
Pichón explica el funcionamiento del grupo opera-
tivo a partir del esquema del cono invertido. En
todo grupo hay resistencia al cambio, que tiene
que ver con las ansiedades básicas. En general
nos sentimos más cómodos y seguros con lo viejo
conocido y ante lo nuevo aparece el temor al cam-
bio, como el temor a perder lo que ya teníamos,
que servía, y funcionaba, perder las defensas que
ya estructuradas, que nos puedan atacar y no po-
der defendernos del ataque. Esto es básicamente
lo que hay que resolver mediante la interacción,
entendida como una espiral dialéctica, de tesis y
antítesis que se resuelven en una síntesis, como
base para una nueva complejización, para algo
nuevo, una nueva dialéctica, de esta manera que
nunca volvemos al mismo lugar. En los grupos
patológicos, que Pichón denomina dilemáticos,
esto no sucede, se enquistan sin capacidad de
renovación, pues en ellos hay dos posiciones en-
frentadas sin posibilidad de síntesis. Por otro lado,
un grupo operativo tiene una planificación, estra-
tegias, metodologías, objetivos, y esto no puede
ser algo fijo, tiene que estar en permanente movi-
miento, en este nivel también es dialectico. Se
parte de un esquema teórico, que se confronta con
la realidad en la acción, revisando así el esquema
teórico y el desarrollo de la tarea para volver a
llevarlo a la realidad, aprendiendo de los aciertos y
los errores en un proceso de ratificación de los
conocimientos previos acertados y rectificación de
aquellos aspectos erróneos.
El esquema del cono invertido habla de dos lados
compuesto cada uno por tres vectores que funcio-
nan en los grupos operativos. El primer lado está
compuesto por tres vectores como niveles de par-
ticipación, el primero va de la afiliación (como una
pertenencia no lograda, no hay grupo aún) a la
pertenencia (que incluye el sentimiento de perte-
necer) hay una mayor identificación con los proce-
sos grupales y los objetivos, lo que genera un cli-
ma de seguridad que favorece la tarea. Una vez
lograda la pertenencia, la cooperación se relaciona
con dar la misma dirección a la tarea de los miem-
bros del grupo, como un co-operar en la tarea de
manera integrada. El último vector es la pertinen-
cia, es la idoneidad para la tarea, lo que aporta
cada individuo está directamente relacionado es-
pecíficamente con la tarea a desarrollar. El mismo
objeto se podrá abordar desde disciplinas diferen-
tes entonces los grupos serán homogéneos o he-
terogéneos. La homogeneidad tiene sus ventajas
en cuanto a la facilitación de la pertenencia, pero
un grupo heterogéneo ofrecerá más miradas y una
comprensión más compleja y profunda del fenó-
meno, es lo que llamamos interdisciplina.
El primer vector del otro lado del cono es la comu-
nicación, se trata de una serie de señales, un in-
tercambio entre emisor y receptor, con un proceso
de codificación y decodificación que tiene por obje-
tivo la información y que se da con un ruido que
opera como factor perturbador. El otro vector es el
aprendizaje, como sinónimo de creatividad, se da
en la medida que vamos venciendo las resisten-
cias que ofrece la tarea, es un eje central porque
permite apoderarse instrumentalmente de un co-
nocimiento como algo nuevo, con lo que se logra
un cambio en la resistencia, superando el miedo,
el aprendizaje es crecimiento y en este sentido
siempre un grupo operativo es terapéutico pues
resuelve ansiedades básicas con creatividad. Por
último la Telé es la capacidad que cada integrante
tienen para trabajar con otros, será positiva o ne-
gativa, y determina los factores afectivos y el clima
afectivo, este factor puede favorecer u obstaculizar
la tarea.
El portavoz, es otra idea que presenta Pichón, se
refiere a que en determinado contexto grupal se
están jugando cuestiones que están en completa
sintonía con la historia particular de alguno de los
miembros que es quien acusa recibo de lo que
está pasando, y va a poner en actos o en palabras
lo que sucede en el grupo en ese momento. La
enfermedad psicológica o psiquiátrica entonces no
es una situación particular del enfermo, sino que
es el portavoz de una enfermedad familiar. Es un
emergente del grupo no un depositario de la pato-
logía del grupo, con lo cual no siempre es negati-
vo, también puede ser el que exprese la resolución

del problema como emergente del grupo operati-
vo, a modo de una jugada de futbol que se va ar-
mando y el emergente es el que hace el gol como
portavoz de una dinámica positiva.
Los operadores sociales se insertan en su propio
ámbito de trabajo, operan en la horizontalidad,
reforzando el trabajo grupal, trabajando con la
necesidad de superación de los propios obstácu-
los, superando los problemas en comunicación, y
entendiendo como funciona el aprendizaje, favore-
cen el cambio social.
La Cognición Social
Los investigadores de este paradigma, también
llamado “Influencia Social”, están interesados en
ver como los juicios y las opiniones de unas per-
sonas influyen en las cogniciones y pensamientos
de otros individuos, principalmente en lo que hace
a creencias, valores y juicios, los procesos supe-
riores del hombre.
Este paradigma está fuertemente influenciado por
el concepto de imitación de Tarde, que decía que
vivir en sociedad es copiar todo el tiempo modelos
de otros, la imitación entendida como sugestión
copiando sin tomar decisiones propias. En este
paradigma ya no es copia, sino la influencia sobre
nuestra conducta y forma de pensar que pueden
ejercer los demás.
Este paradigma es netamente positivista, en espe-
cial en lo que hace a la metodología, se trabaja la
experiencia de laboratorio, estructurada para eva-
luar la reacción de los participantes ante un de-
terminado estimulo, poniendo especial cuidado en
cuanto a las muestras, intentando homogeneizar-
las y de esa manera aislar los factores para operar
sobre ellos después, una vez establecidas las ca-
racterísticas del fenómeno. Se busca estudiar las
leyes de los procesos básicos, con objetividad.
Tienen una perspectiva gestáltica, el grupo funcio-
na de una manera y el individuo actúa de una ma-
nera u otra según esté dentro o fuera del grupo.
Hay tres generaciones las dos primeras son la
normalización (Sheriff) y la conformidad (Asch),
que tienen una perspectiva individualista a la vez
11
que Gestáltica, siendo las explicaciones últimas
las características de personalidad del individuo, si
ésta favorece o no a que se someta a la influencia
del grupo. La tercera generación es la innovación
(Moscovici).
El análisis es situacional, no les interesan los pro-
cesos que llevan al grupo a opera de una determi-
nada manera sino que hace un corte y estudia la
situación particular.
La Normalización (Sheriff)
Va a experimentar con el efecto autocinético, que
es una ilusión óptica que sucede con un punto
luminoso en un espacio que no tiene señales de
referencia, es un estimulo ambiguo, sin norma
previa, con lo cual no hay una respuesta correcta.
El plantea que en la sociedad está todo normado,
y quiere estudiar cómo se forman las reglas, cómo
los individuos actúan en una situación donde no
hay reglas, y si las crean cómo lo hacen.
Divide sus participantes en dos grupos y experi-
menta con ambas muestras por separado enfrenta
al primer subgrupo al estimulo de manera indivi-
dual y luego de manera grupal, mientras que al
segundo se le presenta el estimulo en orden inver-
tido (primero grupal y luego individual). Lo que se
observa en el primer grupo es que cada individuo
arma su propio esquema de referencia, su propia
norma con la que afronta la experiencia en situa-
ción grupal donde se alcanzará un esquema de
referencia grupal a partir de una negociación entre
los individuos, por medio de concesiones recipro-
cas llegando a una norma común. Estos individuos
operan como estadísticos y acuerdan aproxima-
damente en el promedio de sus normas individua-
les. En el otro grupo, comienza el experimento de
manera grupal, alcanza un esquema de referencia
grupal en primer término y luego lo mantiene en la
experiencia individual, no hace falta el proceso de
concesiones mutuas. Esto para Sheriff indica, por
un lado que hay una influencia grupal, y por el
otro, que es más fuerte el esquema de referencia
grupal que el individual, y se explica por la necesi-
dad del individuo de pertenecer al grupo, confir-
mando su propio juicio respecto del juicio de otro,
favoreciendo la seguridad y reduciendo la incerti-
dumbre.
12
Las otras explicaciones respecto a este fenómeno
son:
Allport: habla del efecto de co-presencia,
hace el experimento con olores, y llega a la
conclusión que los individuos en presencia
de otro, tienen una tendencia mostrarse
más aceptables para el otro, moderando
sus respuestas extremas, lo que favorece
el proceso de construcción de una norma
común. Nadie sabe la respuesta del otro
pero al no dar respuestas extremas se al-
canza una norma.
French: para él los miembros con mayor
estatus se comunican libremente entre
ellos ejerciendo igual influencia, la ley de
concesiones mínimas hace converger los
juicios individuales al promedio.
Montmollin: Divide la influencia en norma-
tiva, donde el individuo se conforma pasi-
vamente a las expectativas de otro y la in-
fluencia informativa donde los sujetos acti-
vamente utilizan las respuestas de otro pa-
ra elabora la propia información sobre el
entorno. La noción de margen de verosimi-
litud dice que los sujetos tienden a acercar
sus juicios a una respuesta central verosí-
mil, pues tiene mayor probabilidad de llegar
a un acuerdo con la mayor cantidad de
miembros del grupo, con lo cual mayor
probabilidad de ser verdadera.
Moscovici: el individuo en su afán de evitar
el conflicto, introduce la regularidad y la es-
tabilidad en sus respuestas, no hay un pro-
ceso de normalización sino un mecanismo
evitador del conflicto.
Luego la experiencia de Sheriff va al campo donde
la experiencia se lleva a cabo en un grupo forma-
do con anterioridad, es decir que ya hay vínculos
previos al experimento. Van a analizar tres varia-
bles, cohesión, jerarquía e ideología.
Para determinar la cohesión, le aplican a un grupo
el sociograma, y determinan la cohesión entre los
individuos, en un eje que va de la cohesión a la
indiferencia, sin llegar a la oposición, formando
parejas cohesionadas y parejas no cohesionadas
equivalentes al estudio original del sheriff (indife-
rentes entre sí). La cohesión, contra lo que indica-
ría el sentido común, no es significativa, la norma
se alcanza con o sin cohesión.
La jerarquía, se establece mediante el sociogra-
ma, formando parejas donde el integrante A es
elegido por B pero B es indiferente para A (ésta es
la jerarquía que se establece). La variable es signi-
ficativa, se establece la norma pero hay variacio-
nes en cómo y en qué lugar se alcanza. Las per-
sonas tienden a acercarse a la norma del que tie-
ne mayor jerarquía, el sujeto de menor jerarquía
hace todas o casi todas las concesiones, recorre
toda la distancia y se acerca a la posición del je-
rarca.
La ideología, se determina sobre un grupo su per-
tenencia afiliación a ideas de derecha o izquierda,
y los dividen en parejas donde cada uno sabe una
ideología del otro (en algunos casos es cierta en
otros no), cuando un sujeto supone que el otro
tiene una ideología contraria, independientemente
de que eso sea cierto, no logra alcanzar la norma,
sistemáticamente intenta diferenciarse del indivi-
duo que tiene una ideología diferente, siendo en-
tonces una variable significativa, pues cuando se
alcanza la norma se busca parecerse, en cambio
en este caso se pretende mantener la distancia.
La conformidad (Asch),
El experimento tiene un grupo cómplice (mayoría)
y un individuo (minoría de uno solo) ingenuo, se
muestra un estimulo que no es neutro, que consis-
te en un conjunto de tres líneas de distintos tama-
ños y una que se presenta por separado de la que
debe establecerse su correspondencia con alguna
de las primeras. El grupo cómplice da una res-
puesta unánime, en función de una lista predeter-
minada de respuestas, que presenta distintos gra-
dos de discrepancia con la respuesta correcta. En
una segunda etapa se realiza una entrevista con el
sujeto aislado para relevar datos sobre sus sensa-
ciones. Los sujetos experimentales, en el 100% de
los casos dan cuenta de la presión del grupo en la
entrevista individual, en ningún caso les es indife-
rente la opinión de la mayoría. El 33% de los suje-
tos ante esta presión cambia de juicio y se aco-
moda a lo que dice la mayoría, aunque la respues-
ta sea muy discrepante de la correcta y evidente-

mente equivocada. A partir de las entrevistas indi-
viduales se puede determinar que el cambio o no
de juicio depende de la personalidad de los suje-
tos y habla de dos tipos de personalidad según
cambien o no su respuesta, los que cambian pre-
sentan formas de sometimiento, y los que no cam-
bian su respuesta formas de independencia.
Las formas de sometimiento a su vez se dividen
en tres modos de comportamiento. El primero es
el cambio de opinión, donde el sujeto se deja lle-
var por la presión del grupo pero solo cambia su
opinión para parecerse a la mayoría y no contra-
decir al resto aunque vio otra cosa. La segunda
forma es el cambio de conducta, donde los sujetos
se despreocupan por la tarea y contestan la res-
puesta de la mayoría para terminar la experiencia.
Por último el cambio de percepción, donde el suje-
to ve lo ve el resto del grupo cambia su percep-
ción.
Las formas de independencia pueden ser con con-
fianza (uno no duda de su propio juicio) o sin con-
fianza (no cambia de opinión pero duda de su jui-
cio).
También se hacen luego cambios, se cambia el
tamaño del grupo que está en combinación con el
experimentador, se hace el experimento con dos
sujetos experimentales en vez de uno o el sujeto
experimental son todos menos uno y esto cambia
también los resultados. Respecto del tamaño del
grupo que está en combinación con el experimen-
tador, hay un numero límite, de 7 a 9 personas, a
partir del cual el sujeto experimental siente la
misma presión y el grado disminuye al disminuir el
tamaño de la mayoría (no es lo mismo llevar la
contra a dos o tres que a nueve personas). Si las
personas experimentales son dos, se empiezan a
formar alianzas que los hacen más fuertes en su-
posición, la situación es más tolerable y cae nota-
blemente la influencia. En la situación invertida,
donde la mayoría es ingenua, la mayoría, se burla
del cómplice, este sujeto no tiene ninguna influen-
cia sobre el grupo.
Esta experiencia la repite Moscovici y no le da el
mismo resultado, hace una experiencia con un
estimulo ambiguo con puntos azules y verdosos y
13
el sujeto en combinación contesta lo contrario al
resto. Moscovici en las entrevistas individuales
descubre que si bien no cambiaron su respuesta,
la mayoría individualmente empieza a cuestionar
sus propios juicios. Explicar la influencia desde la
mayoría es perderse una parte de la interacción, y
que sustenta cómo las minorías influyen a las ma-
yorías.
La innovación (Moscovici)
Es la tercera generación de cognitivistas sociales,
piensa que a él le toca vivir una época más hete-
rogénea. El mayo francés (1968), cuando los es-
tudiantes estaban haciendo sus reclamos, y apo-
yan a los proletarios en una huelga a nivel nacio-
nal, presenta una situación innovadora, porque se
unen dos grupos minoritarios en términos de po-
der, apoyados por la intelectualidad. Los movi-
mientos gay, ecologistas y feministas, lo obligan a
plantearse que son grupos que ejercen una in-
fluencia en la sociedad aun siendo minorías. De-
nomina a las generaciones anteriores como “el
modelo funcionalista” y se propone como “el mo-
delo genético”. La crítica al modelo funcionalista la
presenta en una serie de proposiciones.
La primera proposición dice que la influencia social
esta desigualmente repartida y se ejerce de modo
unilateral. La influencia para el funcionalismo está
planteada en términos de la teoría de la comuni-
cación, dice que hay una fuente que emite la in-
formación y un blanco, va del emisor al receptor, la
fuente es la mayoría numérica o el poder o sus
representantes, y el receptor son la pequeña bur-
guesía (la mayoría pasiva) de este lado está el
poder, la verdad y lo normal. El blanco son los
desviados, los que no se adaptan a la norma.
Moscovici los llama minorías activas, y dice que
hay tres tipos anómicos son los sujetos que no
tienen normas, contranómicos aquellos sujetos
que conocen las normas pero las trasgreden, y los
nómicos son sujetos que buscan integrarse a la
sociedad pero tienen alguna diferencia que quie-
ren que sea respetada. Las minorías nómicas
pueden convertirse en una minoría activa.
Los grupos mayoritarios sostienen argumentos del
poder aun en detrimento propio, esto es porque el
poder tiene la verdad, esto convence a las mayo-
14
rías pasivas y estas se apoderan del discurso de
los representantes del poder y lo defienden con
más vehemencia que con la que lo haría el poder
mismo. Del lado de la mayoría está la salud, la
normalidad.
Estas minorías desde el modelo funcionalista,
pensados como los desviados, son una “no opi-
nión”, no son nadie, no importa lo que digan, no es
un semejante, no tienen ni voz ni voto, son enfer-
mos. Cuando se instalan como minoría activa,
como propone Moscovici, se instalan como otro
ser, como otra opinión como alguien que tiene
algo para decir, la opinión de estas minorías, em-
pieza a tener verosimilitud, revelan y amplifican las
diferencias que ya existen en la sociedad, empie-
zan a operar en el nivel interno. Los sujetos siguen
acordando con la mayoría, pero internamente em-
piezan a dudar, al descubrir que frente a esta ho-
mogeneidad representada por la normalidad, exis-
ten otras alternativas posibles. Ninguna sociedad
es totalmente homogénea y estas minorías ampli-
fican y evidencian las diferencias existentes en la
sociedad. Cuanto más rígidas son las sociedades
menos aceptan a estas minorías, pero eso no sig-
nifica que no existan las diferencias.
La segunda proposición dice que la influencia so-
cial tiene por función mantener y reforzar el control
social. Apunta a que el modelo funcionalista lo que
mejor explica es el control social y el status quo,
donde lo que proponen es que la acción del indivi-
duo busca la adaptación al contexto, el respeto de
la norma y el mantenimiento del status quo y la
conducta individual tiene por función lograr la
adaptación al entorno.
La tercera proposición dice que las relaciones de
dependencia determinan la dirección e importancia
de la influencia social ejercida en un grupo. Cuan-
do hablamos de dependencia se habla de relacio-
nes de dominación donde las mayorías ejercen
dominación sobre los grupos minoritarios. Para
Moscovici las generaciones anteriores responden
a movimientos más globales y autoritarios donde
por un lado, se buscaba la adaptación del indivi-
duo al grupo, y por el otro el control social. Este
control social está determinado por la personalidad
de los sujetos que intervienen en la interacción.
Moscovici critica la existencia de una personalidad
rígida, la adaptación es una cuestión de contexto y
no de personalidad, lo que puede ser normal en un
momento, puede dejar de serlo en otro, pues lo
normal y lo desviado se define en función del
tiempo y del espacio. La misma persona con la
misma personalidad no actúa de igual manera en
distintos contextos en los que se interviene.
Moscovici critica la unidireccionalidad de la in-
fluencia que para él es bidireccional, de la fuente
al blanco pero también y bajo determinadas condi-
ciones, la minoría puede ejercer presión sobre la
mayoría, sin este componente, no podemos en-
tender la sociedad, pues no incluimos a los grupos
que oponen resistencia y ofrecen alternativas al
modelo dominante.
La identidad social también está en función del
control social, no es importante la individualización
sino mantener la homogeneidad compartida, que
es la contracara de la individualización, el mante-
nimiento del control social está determinado por el
grado de dependencia, esa influencia que se ejer-
cía de modo unilateral desde la fuente implica po-
der y son poseedores de la verdad, el blanco se
divide entre las mayorías pasivas, receptoras de la
propuesta de los representantes, sometida al
cambio, y por otro lado los desviantes que son una
no opinión. El diferente no tiene ni voz ni voto, son
descalificados.
La influencia social sirve para mantener el control
social, valores normas y juicios compartidos, qué
puedo esperar del otro y qué es lo que el otro
puede esperar de mí, la homogeneidad, nos da
seguridad. En general se busca recuperar a los
desviados, en una primera instancia, convencién-
dolo que se tiene que sumar a la mayoría, sino se
adapta queda por fuera y pasa a la desviación, por
eso dice que se refuerza la homogeneidad y la
desviación. Moscovici plantea que esto permite el
abuso de quienes detentan el poder, que es muy
probable que como determinan lo normal, lo que
está bien, hagan normas para su propio beneficio,
y estas mayorías pasivas tienden a magnificar la
voz de sus representantes, los que están en el
poder, tratando de defender la posición de los que
tienen poder creyendo que defienden la propia

posición, por eso permite el abuso de los que tie-
nen el poder. El modelo funcionalista bloquea la
individualidad para favorecer la adaptación, si uno
no se adapta queda fuera del sistema, la conducta
individual apunta a lograr la adaptación social.
Moscovici plantea la desviación como una no con-
formidad o una resistencia. Son los que pueden
enfrentarse a la norma, como alguien que piensa
algo diferente. El lugar de la minoría activa es pe-
ligroso, porque para la sociedad son vistos como
una amenaza, y van a sentir la presión social todo
el tiempo, ya que la sociedad tiende a la homoge-
neidad y tiende al status quo. El grupo minoritario
también se ve a sí mismo como inferior, hasta que
se sale de ese lugar y lucha por sus derechos.
La influencia puede ser normativa, cuando es por
afecto, por la necesidad de afiliación y la depen-
dencia de información busca ratificar o rectificar
los propios juicios. Los individuos tienden como
característica de personalidad ser sumisos o inde-
pendientes. Moscovici dice que no es sólo una
característica de personalidad sino que también
tiene que ver con el contexto, con el lugar y el
momento histórico. La persona desde este mode-
lo, se somete porque toda la situación se va vol-
viendo cada vez más ajustada, aumenta la presión
social y la presión interpersonal esto lleva a un
aumento del control social y por ende mas unifor-
midad, paralelamente disminuye la resistencia y la
autonomía y aumenta el conformismo, en un círcu-
lo vicioso en que mas ceden las personas a mayor
control social y autoritarismo. También es válido el
proceso inverso, si disminuye el control social y la
presión social, es más probable que aparezca la
resistencia y la no conformidad.
Para el modelo funcionalista la influencia es de la
mayoría a través de la autoridad que la representa
en cambio para el modelo genético son las mino-
rías que proponen sus propios códigos como solu-
ción de recambio, estas minorías no pretenden
instalarse en el lugar del poder sino generar una
alternativa dentro de la norma dominante.
Para el modelo funcionalista lo más importante es
la sumisión a las normas del grupo y la obediencia
a sus mandatos, lo que lleva a la conformidad co-
15
mo control social, desindividualización, como uni-
formidades colectivas, cada vez más ceñido apun-
tando al consenso y al equilibrio social. En cambio
para el modelo genético, la desviación no necesa-
riamente debe caerse del sistema, sino que puede
implicar un cambio, es más, Moscovici cree que el
cambio social genuino, dentro de la sociedad lo
producen las minorías activas porque el cambio
que procede de los líderes es funcional al sistema.
La desviación es fuente de innovación y de cambio
social.
Dentro de los grupos desviados Moscovici cambia
el concepto de desviación por el de minoría, donde
no sólo están los marginales, sino también las
minorías activas. Los valores y el lugar de cada
uno se renegocian cada día y no está cristalizado
como ocurre para el modelo funcionalista.
Para el modelo funcionalista la realidad social está
dada y el cambio en manos de los líderes. Para el
modelo genético la realidad social es construida
por los que participan de la interacción social y
quienes le ofrecen resistencia.
Una minoría activa es un grupo sin poder que
tampoco lo pretende, son minorías resueltas y
consistentes, tienen que tener argumentos sólidos
para justificar su posición, deben presentar un
frente unido con convicciones fuertes. En la medi-
da que se mantiene unida ofrece un frente y si se
producen fracturas internas que se ven hacia afue-
ra pierde poder. Deben ejercer presión permanen-
temente. Ofrecen un modelo alternativo a la norma
vigente porque infiltran la duda sobre la infalibili-
dad de la mayoría, revelando sus contradicciones.
Se va resquebrajando la convicción interna, apa-
rece la duda, y la alternativa, si no es muy amena-
zante, se vuelve viable. Suelen polarizar los me-
dios de comunicación que es lo que amplifica la
voz de unos pocos que llega a la mayoría, hay un
aprovechamiento mucho porque son interesantes
para los medios de comunicación y les dan pren-
sa. Apelan a un tercero o un superior que valide su
posición alguien que sea respetado por la mayoría
para que los apoye y legitime su posición. Se con-
vierten en otro justamente por la diferencia, acep-
tando la desaprobación, la hostilidad psíquica y
física y la presión permanente.
16
Por último Moscovici plantea que las minorías ac-
tivas promueven el conflicto, porque solo a través
del conflicto se genera el cambio, intentando mos-
trar que hay muchos más que son similares a la
minoría que pretenden ser aceptados en su dife-
rencia, mientras que el modelo funcionalista evita
el conflicto por medio del control social.
La Fenomenología (Berguer y Luck-
man)
Husser plantea la epojé, pone entre paréntesis lo
contingente para dejar en evidencia la esencia del
fenómeno para poder descubrir la esencia de las
cosas. Un discípulo se Husser, Schutz plantea que
al sociólogo le interesa describir al hombre común
que cotidianamente no se preocupa por descubrir
la esencia de las cosas sino que acepta el mundo
tal como es, como el único mundo posible. Discí-
pulos de Schutz son Berguer y Luckman.
El mundo es coercitivo, a pesar de ser intersubjeti-
vo, y una construcción social, es incuestionable.
Retoman a Mead, el sujeto se construye en inter-
acción con un medio, y también toman elementos
de Marx y Hegel (la dialéctica).
Plantean la construcción de las instituciones a
partir de una dialéctica “externalización – internali-
zación - objetivación”. El hombre construye la
realidad, la produce cada vez que externaliza su
propia subjetividad, produce el mundo, produce
cosas, ideas, arte. Esta producción humana llega
un momento que se separa del productor y es
compartida socialmente, se universaliza es decir
se objetiva. Esta producción humana en que vivi-
mos es una construcción social, es el mundo obje-
tivado que las nuevas generaciones internalizan y
que ellos llaman socialización, en esa internaliza-
ción se construye la propia subjetividad conocien-
do el mundo y aprendiendo a manejarse en él,
apropiándose de las pautas culturales. Esta dialéc-
tica es permanente, sólo se puede cortar en un
momento con fines didácticos. Esta dialéctica ha-
bla de dos procesos que se dan paralelamente la
construcción social de la realidad y la subjetividad
del individuo. La capacidad del hombre de producir
cosas genera un cambio que, en la medida que se
objetiva, produce el cambio social.
La realidad de la vida cotidiana plantea que hay
dos realidades posibles: las zonas limitadas de
significado y de la realidad de la vida cotidiana.
Las zonas limitadas de significado son zonas en
las que entramos y salimos en ciertos momentos
(teatro, la literatura, los sueños) lo que da cuenta
de que son realidades diferentes, es que tenernos
un período de pasaje, terminada una obra de tea-
tro o una película, por ejemplo, uno se queda en-
ganchado y no puede volver de inmediato a la
realidad de la vida cotidiana, necesita volver de a
poco. Sin embargo la realidad de la vida cotidiana
es la más importante, es la que se impone sobre
las otras realidades, es la realidad por excelencia,
tiene más fuerza. Es coercitiva se nos impone por
la fuerza sin cuestionamientos. Está organizada a
partir de dos ordenadores fundamentales, el tiem-
po, el espacio y un tercer ordenador que es el len-
guaje.
Espacio y tiempo son dos categorías al estilo Kan-
tiano, el tiempo es el ahora, la historia el pasado
son los motivos, los porqué y el futuro son los mo-
tivos, el para qué hacemos las cosas. El tiempo es
el ordenador más importante, tanto el mirar para
atrás como el proyecto, el hombre es en su con-
tingencia, y hay que entenderlo en su contexto.
Esto no constituye un determinismo histórico, es
fundamental para la historia de cada uno pero no
nos determina, se trata de un hombre responsable
de su propia vida, de sí mismo, y su propio proyec-
to es fundamental.
Desmenuzan el eje temporal diferenciando distin-
tos tipos de tiempo, hay un tiempo histórico que es
en qué momento de la historia estamos insertos,
tiempos de paz, y tiempos de guerra. Hay también
un tiempo biográfico compuesto por los hechos de
la propia historia, hay un tiempo biológico, deter-
minado por la etapa de la vida (niño, adolescente,
adulto, anciano), hay un tiempo cronológico, que
es el que marca el reloj y es compartido, un tiempo
que uno no puede sacarse de encima, es coerciti-
vo, pero también hay un tiempo subjetivo que tiene
que ver con la vivencia del tiempo (si pasa rápido,
o no pasa nunca).

En relación con el espacio hablan del espacio de
manipulación, es el espacio cercano que tiene que
ver con el aquí, y ellos van a decir que la realidad
de la vida cotidiana está organizada en el aquí y el
ahora, lo que está sucediendo es este momento
es lo importante, lo que tiene preeminencia, puede
haber cosas muy importantes en el futuro en mis
proyectos o en el pasado en mi historia, pero lo
verdaderamente importante es lo que está suce-
diendo en el momento presente. El eje fundamen-
tal del tiempo y espacio es el aquí y ahora, y en
relación con estos ejes hablan de la interacción en
relación con estos ejes, es la intersubjetividad, un
sujeto entrando en acción con otro sujeto.
Estos autores están todo el tiempo resaltando lo
que es el presente, lo evidente de la realidad, una
realidad que es como una cebolla de muchas ca-
pas cuyo centro es el individuo, cuanto más pró-
ximo es más importante, lo lejano también puede
ser determinante pero van a poner el acento en lo
más cercano, en el aquí y ahora, que es próximo a
mí. En esta intersubjetividad tenemos relaciones
próximas y lejanas. Las relaciones próximas son
las más cercanas, las que se presentan en el aquí
y ahora, y son de dos tipos, las relaciones con los
otros significativos y las relaciones con lo que ellos
llaman el coro. Los otros son como en Mead el
otro generalizado, pero no la cultura en general,
sino personas muy cercanas con nombre y apelli-
do, son mis padres, los mejores amigos, los com-
pañeros de trabajo, etc. que tienen un rol funda-
mental en mi historia y en la construcción de mi
subjetividad. El coro es ese otro montón de gente
que no es particularmente importante para mí pero
que me acompañan, que está próxima, muy cer-
cana, no tiene relevancia en mi historia, pero es
importante para que yo pueda seguir aceptando la
realidad de la vida cotidiana sin sobresaltos. Es la
gente que viaja en el subte, o transita conmigo por
la calle. El coro, por lo cercano, es fundamental
para que yo sienta que la vida sigue su curso co-
mo todos los días, aunque no sea significativo
para mí en el día a día. Si este coro da señales
puedo sentir que algo está pasando, si me miran
con extrañeza por ejemplo me indican que algo
raro está pasando.
17
Las relaciones lejanas, están alejadas en tiempo y
espacio, y cuanto más lejana más tiendo ha tipifi-
carla, englobarla dentro de un tipo social. Las per-
sonas a las que no conozco las englobo en roles o
tipos (los alemanes, los alumnos). Cuanto más
conozco a la persona personalmente, menos la
tipifico, dejan de ser “un alumno” para ser “mi
compañero de banco”. Cuanto más tipificamos
menos los conocemos, pero indudablemente tipifi-
car nos permite manejarnos en la vida cotidiana
porque yo sé cómo manejarme independientemen-
te de las personas particulares si conozco el rol
del que tengo enfrente.
Para Berguer y Luckman si uno juntara todas las
tipificaciones, obtiene toda la estructura social,
todos los roles. En la medida que voy conociendo
a alguien, va perdiendo la tipificación a medida
que adquiere sus rasgos particulares. Las tipifica-
ciones pueden ser positivas o negativas, y las per-
sonas pueden tener tipificaciones enfrentadas del
mismo rol o tipo social. Uno se tipifica a uno mis-
mo incluso, uno se piensa desde su tipo social
(soy argentino, estudio psicología, soy hombre,
etc.)
Entre las relaciones próximas, las más importantes
son las relaciones cara a cara. En estas relaciones
el otro se me presenta masivamente, con más
realidad que yo mismo, puedo verlo en su totali-
dad, sus reacciones, desde lo más evidente a lo
más sutil, como por ejemplo, si cambia de actitud
ante algún comentario; me devuelve todo el tiem-
po información en la interacción donde puedo per-
cibir cosas que tal vez ni él perciba de sí mismo
(tal vez yo podría notar que él otro está cansado y
verbalizarlo y que a partir de ese comentario, el
otro descubra que no se había percatado de ese
hecho). Tengo que parar la interacción para refle-
xionar sobre mí mismo, en cambio el otro me da
información todo el tiempo, aunque hay cosas de
mi mismo que el otro no conoce, que no quiero y
no voy a permitir que salgan a la luz. Esta es una
de las herramientas de los psicólogos, que pueden
ver lo que le está sucediendo al otro porque está
por fuera. La relación por excelencia entonces es
la relación cara a cara. Hoy con el tema de internet
esto está un poco en cuestión.
18
El otro ordenador es el lenguaje, que si bien en la
relación cara a cara no es la única forma de co-
municación, es fundamental pues es la mejor he-
rramienta que tenemos para expresar nuestra sub-
jetividad, para describir lo que me está pasando.
Recordemos que Mead hablaba de la conversa-
ción de gestos y la conversación de gestos signifi-
cantes que implicaba tener al otro generalizado
gracias a lo cual uno puede adoptar la actitud de
los otros como propia, reaccionando al gesto del
otro de la misma manera que reaccionaría el otro
porque me puedo poner en su lugar. Berguer y
Luckman van a decir que esto no es así, en la in-
tersubjetividad cada uno tiene su propia posición y
si bien yo entiendo lo que el otro me dice nunca lo
entiendo completamente, hay cierta falla, la comu-
nicación no es perfecta ni pude serlo. Nunca me
voy a poder poner el lugar del otro porque para
ponerme en el lugar del otro lo tengo que sacar al
otro de sus zapatos, entonces el otro ya tiene otra
perspectiva. La comunicación y lenguaje no son
perfectos, lo que un concepto significa para mi,
nunca es exactamente lo mismo para el otro.
Mead decía que los conceptos eran universales,
son los mismos para todos, y que lo que impedía
la comunicación eran las cuestiones afectivas que
atravesaban a los conceptos de las cuestiones
particulares, Berguer y Luckman dicen que lo que
un concepto significa para mí nunca es exacta-
mente lo que significa para otro.
El lenguaje es el gran objetivador, y construye la
realidad. Mead, Durkheim y tantos otros plantean
que la realidad se construye socialmente, que la
subjetividad y el sentido de las cosas se dan en la
medida que las nombro, el sentido subjetivo apa-
rece cuando nombro las cosas de una determina-
da manera, depende de cómo las nombro el senti-
do y significado que les doy. A través del lenguaje
se construye la realidad y tiene peso en la interac-
ción.
El lenguaje también posibilita alejarse en el tiempo
y el espacio, me puedo comunicar con el lenguaje
con una persona a la que no estoy viendo, cuando
leo un libro el autor se está comunicando con migo
alejado en tiempo y espacio de mí. Cuando me
acuerdo de algo que paso, o proyecto algo que
voy a hacer me alejo en el tiempo y lo logro gra-
cias al lenguaje. Además permite la acumulación y
la transferencia del conocimiento, el hombre se
apropia de la experiencia con el relato de la expe-
riencia de otro. También permite la construcción
de enormes edificios de conocimiento, la ciencia,
la religión la filosofía son posibles sólo gracias al
lenguaje.
Plantean que hay tres tipos de conocimiento, el
conocimiento a mano, el conocimiento experto y el
conocimiento de los elegidos.
El conocimiento a mano es el que nos permite
manejarnos en la realidad cotidiana, por ejemplo,
cómo se abren las puertas, o las canillas de agua,
no es un conocimiento profundo sino superficial y
operativo. El conocimiento experto es más profun-
do, es el del técnico, el que entiende cómo funcio-
na una cosa y puede arreglarla. El último es el
conocimiento de los elegidos, que es aquel que da
poder, que solo tienen algunos, por ejemplo el
brujo le transmite sus conocimientos sólo a su
aprendiz y no a toda la comunidad porque ese
conocimiento da poder. Acá se marca otra diferen-
cia con Mead, para quien el conocimiento es la
expansión del otro generalizado, accesible a todos
sin límite, de acuerdo al modelo capitalista norte-
americano, estas ideas ya no se piensan tan así.
La institucionalización
¿Por qué es necesario que haya instituciones?
Los animales tienen todo predeterminado a partir
de los instintos biológicamente, qué tienen que
comer, cómo es la organización, incluso están
diferenciados biológicamente dependiendo de la
función que el individuo ocupa, por ejemplo en una
colmena la reina es más grande y distinta de las
obreras y los zánganos son los más pequeños.
En el ser humano esto no es así, somos todos
iguales y no tenemos un instinto que nos guie a
hacer las cosas de una determinada manera, el
ser humano tiene una apertura al mundo, la cual le
permite vivir en cualquier contexto y actuar de
cualquier manera, desde lo sexual, la educación,
la vivienda, y la organización poblacional. Esta
apertura al mundo requiere una clausura al mundo
que es el orden social y cultural.

Dan cuenta del surgimiento de la institución de dos
maneras, por un lado hay una habitualización,
legitimización y la institucionalización, con lo cual
se puede hacer un paralelo con Sheriff, porque
parten del establecimiento de la norma individual
que sería la habitualización, al establecimiento de
la norma grupal. Por otro lado respecto a la dialéc-
tica externalización, internalización y objetivación,
ellos la plantean específicamente para explicar el
surgimiento de la institución como una externaliza-
ción, una construcción objetivada, que luego será
internalizada por las nuevas generaciones.
Las personas a partir de la apertura al mundo,
pueden vivir en cualquier contexto, realizar cual-
quier conducta, tener cualquier hábito, se necesita
acotar las posibilidades para no estar toda la vida
eligiendo hasta las cosas más mínimas, entonces
plantean la habitualización como la repetición de
las conductas que cada individuo realiza todos los
días, las rutinas que sirven para estabilizar los
hábitos. En la repetición el ser humano aprende, y
gana en eficacia, cada vez se vuelve más operati-
vo, produce un ahorro de energía y reemplaza al
instinto inespecífico. Es la rutina de lo cotidiano.
La complejización de los hábitos es explicada por
Berguer y Luckman con el ejemplo del naufrago,
en una isla desierta que todos los días intenta es-
capar. Si en esta isla aparece una segunda perso-
na, su aparición llevará a la tipificación, aparecen
los roles, es decir tipificación de actores y accio-
nes, que tiene que ver con la división del trabajo.
Cuando era uno solo, hacia todo, pero ahora que
son dos se distribuyen las tareas, y entonces de-
terminadas personas (actores) realizan determina-
da acción (roles).
Cuando estas tipificaciones de roles y acciones
pasan de una generación a la siguiente se institu-
cionaliza, que implica acciones típicas y actores
típicos (lo cual sólo es posible en el paso a otra
generación) las personas que participan de la
creación de la institución se distribuyen las tareas,
pero para que haya institución debe haber histori-
cidad, es decir el pasaje de una generación a la
siguiente. Fulano hace tal cosa, porque es el actor
típico al que le corresponde desempeñar un de-
terminado rol y el mismo es reemplazable. Lo im-
19
portante para la institución es que un actor compe-
tente ocupe el rol y desarrolle las acciones que le
corresponden. Deja de saberse la razón por la
cual alguien hace algo, pasan a ser roles imperso-
nales, intercambiables. Es una construcción social
(externalización y objetivación) llega un momento
que deja de pertenecer a alguien para ser algo
compartido por todos. La institución toma una
inercia propia, que hace que sea muy difícil des-
armarla y más fácil que continúe por sí misma, y a
medida que transcurre el tiempo se va haciendo
mas rígida, se va reificando, cosificando. De la
misma manera que Durkheim plantean que las
instituciones son autónomas, coercitivas, exterio-
res, reificadas y anteriores al modo de Mead, que
hablaba del autocontrol que se lograba cuando las
instituciones eran internalizadas por las genera-
ciones subsiguientes (como debemos manejar-
nos), pero no alcanza, el hombre olvida que él
produjo la institución, entonces la sociedad se im-
pone coercitivamente mediante el control social e
incluso la institución sanciona para mantener el
status quo, cuando el autocontrol falla. El control
social que ejercen las instituciones es una síntesis
por un lado de Marx y Durkheim, marcando la
coerción del orden social, y por el otro Mead por el
lado de la internalización, la apropiación del orden
social y la constitución de la persona.
Las instituciones se legitiman, quiere decir que se
les adosa una justificación, por que las personas
no podemos vivir en un mundo que no tenga sen-
tido, necesitamos que la realidad sea coherente,
integrada, racional, por lo cual necesitamos expli-
car y justificar a las Instituciones, ya que las razo-
nes originales se han perdido en el paso se una
generación a la otra, o por lo menos ya no son tan
evidentes.
Hay cuatro niveles de legitimación de las institu-
ciones: Un primer nivel es el nivel pre-teórico, que
es el nivel de los dichos, de los refranes, es un
nivel muy sencillo, pues las instituciones deben ser
entendidas por los niños y los tontos, entonces
debe haber un nivel fácil de entender. El siguiente
nivel es el teórico y tiene que ver con las tradicio-
nes las costumbres, la mitología, hay un tercer
nivel de las teorías explicitas, es tanto el nivel de
la religión como el nivel de las ciencias. El cuarto
20
nivel es el de los universos simbólicos, que englo-
ba toda experiencia humana que debe ser enten-
dida en interior del universo simbólico, que tiene
que ver con las grandes preguntas, lo filosófico, lo
trascendental. No puede haber conviviendo dos
universos simbólicos. No hay un universo simbóli-
co que explique una única institución, sino que las
mismas se dan dentro de un universo simbólico
junto con otras, deben ser un todo coherente den-
tro de él. El nivel de los universos simbólicos es
afectivo y cognitivo.
Hay dos tipos de mecanismos para el manteni-
miento de los universos simbólicos, los mecanis-
mos por la fuerza y los mecanismos conceptuales.
Estos últimos son a su vez de dos tipos, la terapia
y la aniquilación conceptual.
La terapia, pensada como una forma de mantener
al individuo dentro de la sociedad, es decir adap-
tarlo a las pautas establecidas, reintegrando al que
se ha desviado, lograr que sea normal y se adap-
te, que funcione. La otra forma es la aniquilación
conceptual, donde el diferente es algo totalmente
descalificado o “no yo”, anulando lo que dice y
piensa.
Las instituciones tienden a aparecer como cohe-
rentes, pero al mismo tiempo tienen realizaciones
separadas, es decir que en la misma institución
pueden coexistir personas que forman parte de la
misma institución con intereses totalmente contra-
puestos, o que haya normas contradictorias. “Rea-
lizaciones separadas” significa que la ganancia de
unos es la pérdida de otros.
El cambio en estas instituciones se puede dar por
los grupos heréticos que actúan como las minorías
activas de Moscovici, o bien revoluciones que
rompan con todo. Las sociedades no son homogé-
neas.
La sedimentación de las Instituciones se refiere a
lo que queda de las instituciones, la memoria. Del
mismo modo que la memoria de las personas hay
cosas que sedimentan y otras pasan y no depende
de la importancia. Si uno lo mira desde Freud se
podría pensar como que queda la punta del ice-
berg, un recuerdo encubierto, y hoy en día se
piensa en una manipulación de la memoria social,
hay cosas que se olvidan porque ese olvido es
funcional a algún poder (justifica el presente el
pasado o la planificación del futuro).
El lenguaje es el gran objetivador, construye la
realidad, da orden, coherencia y sentido al mundo
en que vivimos, permite la acumulación de cono-
cimiento en grandes edificios y permite alejarnos
en el tiempo y espacio.
La distribución del conocimiento tiene que ver con
los roles.
Así como las instituciones se cosifican con el
tiempo, los sujetos también, el yo se reífica, los
niños son mas maleables que los adultos.
Se va de la experiencia particular del niño con la
madre y se va generalizando en la relación y roles
con los otros, hasta la internalización de la institu-
ción.
La identidad se construye a partir de un mundo
determinado (cultura, orden y medio ambiente y
social determinado), pero también hay vivencias
propias que no están relacionadas con lo social.
Berguer y Luckman dan lugar a un componente
que no sería social, hay cosas que son propias de
la persona.
La internalización.
Se trata de la socialización, que puede ser prima-
ria y secundaria. Se relaciona con conocer el
mundo, hacerlo propio (aprender a funcionar en el
mundo) y construir la subjetividad.
A través de la internalización aprendo a manejar-
me en el mundo que me toca en la realidad de la
vida cotidiana, conozco esa realidad a través de la
socialización primaria y a través de los otros signi-
ficativos, ellos me muestran el mundo como ellos
lo ven, y ese es el mundo del cual me apropio,
como si nos pusieran anteojos de colores y vemos
el mundo del color que los otros significativos nos
lo pintan. Estos otros significativos son personas
de carne y hueso, a diferencia del otro generaliza-
do de Mead, que era un concepto abstracto que
daba cuenta de toda la comunidad, estas son per-
sonas concretas, nuestros padres, nuestros prime-

ros educadores, etc y son ellos quienes me van a
mostrar el mundo con una carga afectiva. Esto es
así por el desvalimiento extremo del cachorro hu-
mano, que hace que viva lo social como parte de
la naturaleza, e instala a los otros significativos en
ese lugar de poder, hay una carga afectiva muy
fuerte en los primeros aprendizajes, que también
hacen que esa realidad se viva como única, in-
cuestionable, que se impone en este sentido coer-
citivamente.
En la medida que internalizamos este mundo, que
lo hacemos propio, aprendemos a funcionar en el,
sabemos cómo reaccionar, adquirimos todo el
conocimiento a mano (cómo abrir una canilla, o
parar un colectivo, etc) Los dos grandes cuerpos
de conocimiento que se adquieren en la socializa-
ción primaria son el lenguaje y el aparato legitima-
dor. Aprendemos a hablar y el aparato legitimador
es el que explica el funcionamiento de las organi-
zaciones.
Paralelamente vamos construyendo nuestra subje-
tividad, lo que somos. La socialización primaria
termina con la adquisición del otro generalizado (a
modo de Mead). Nos construimos en espejo con el
otro, en interacción con ellos. El otro es quien nos
significa, nos apropiamos de nosotros mismos
como tipos (roles) sociales, (en varias versiones
incluso contrapuestas), y esos tipos se van reifi-
cando. No creen que uno pueda ponerse realmen-
te en el lugar del otro (en esto no coinciden con
Mead).
Entonces en la medida que se van adquiriendo los
roles sociales cuya el individuo se va construyen-
do, y al modo de lo que ocurría con las institucio-
nes que podían tener realizaciones separadas al
interior, al estar construidos por yos parciales los
individuos también pueden ser incoherentes. Un
mismo tipo puede estar representado de formas
distintas, por ejemplo un judío puede autotipificar-
se como inteligente, pero otro puede tipificarlo
como ahorrativo o buen comerciante o incluso con
un tipo negativo. Se pueden tener tipificaciones
enfrentadas, respecto de cómo uno se ve a sí
mismo, y como otros nos ven, son tipos enfrenta-
dos. Nos apropiamos por tipo, y estos tipos pue-
21
den ser controversiales, pues no hay una única
mirada o versión del tipo (rol).
Hay distintos estereotipos dentro de la sociedad o
tipos sociales, que yo adquiera un tipo social de-
terminado no quiere decir que haya una única ver-
sión de ese tipo, sino que determinados grupos
tendrán una distinta versión de un mismo tipo.
En general las personas se suelen dar a sí mis-
mas el tipo positivo, pero como vimos en Moscovi-
ci cuando las personas están en una situación de
marginalidad pueden asumir la marginalidad como
algo propio (que sería un tipo negativo).
Hablan entonces de una realidad reflejada y de
una doble dialéctica, autoidentificación e identifi-
cación con los otros significativos. La autoidentifi-
cación tiene que ver con eso que no está determi-
nado por lo social, el individuo se identifica con sí
mismo, no sólo se construye a partir de la identifi-
cación con los otros. La internalización me permite
comprender a los otros, captar su mundo y hacerlo
propio (mío).
La construcción de la subjetividad implica las vi-
vencias propias en un ambiente, un orden social y
cultural. El mundo y el lugar en el mundo.
La socialización primaria implica secuencias de
aprendizaje, que tienen fuertemente que ver con lo
biológico, el desarrollo madurativo (Piaget) a nivel
motriz e intelectual. La socialización primaria es la
más importante, se imprime a fuego con una carga
emocional muy fuerte en la infancia, y luego se
olvida durante la madurez para recuperarla en en
la vejez pues es más fuerte que la socialización
secundaria. A medida que se va creciendo va vol-
viendo a los valores que aprendieron en la niñez,
fundamentalmente por la fuerza que le dio a esta
socialización el afecto.
Debe haber una continuidad, una coherencia entre
la socialización primaria y la socialización secun-
daria tiene que ver con el mundo del trabajo, tam-
bién hay secuencias de aprendizaje, pero no se
relacionan con lo biológico, sino con la compleji-
dad del conocimiento y los intereses creados, es
decir no es tan obligatoria, es más fugaz, uno tiene
una cierta capacidad de elegir, una vez que se
22
metió en un submundo institucional, debe apren-
der ese submundo, si es coherente con la sociali-
zación primaria, se hace más fácil la socialización
secundaria, y se relaciona con la distribución so-
cial del conocimiento.
En la socialización primaria se aprende el conoci-
miento a mano, saberes generales y globales, y en
la socialización secundaria se aprenden conoci-
mientos más específicos, implica profundizar en
un conocimiento más diversificado, se aprenden
los roles específicos de la institución que elegi-
mos. Esto implica un lenguaje propio, y hay un
interés en que no todo el mundo tenga participa-
ción en el conocimiento, porque el conocimiento
da poder.
Para Berguer y Luckman la socialización es exito-
sa cuando hay una superposición o coherencia
entre la realidad objetiva y la realidad subjetiva, es
decir, el mundo interno, la apropiación de la reali-
dad es coincidente con la realidad, en términos de
Mead seria la superposición entre el “Mi” y el “Otro
Generalizado” (realidad objetiva como mundo con-
sensuado). Si la sociedad a la que pertenezco es
muy simple, puedo conocer toda la realidad, el mí
y el otro generalizado pueden coincidir, si estoy en
una sociedad de cazadores y recolectores, para
conocer todo el mundo alcanza con saber cazar y
recolectar. En un mundo más diversificado, como
el nuestro, la propia realidad subjetiva es una frac-
ción de la realidad objetiva social. Cuanta más
pequeña la sociedad, más rígida se vuelve, mas
control ejerce, mayor equilibrio social, como plan-
tea Moscovici y cuando es una sociedad compleja
y grande, el control social es menor.
Es posible que haya una resocialización secunda-
ria y que no tenga consecuencias en otro sentido
en el individuo pero no ocurre lo mismo con la so-
cialización primaria, es lo que llaman Alternación o
resocialización primaria, que es improbable y muy
costosa en términos individuales.
Por ejemplo se puede ver en las sectas, donde se
genera un vínculo afectivo muy fuerte con el líder,
y un desandar lo vivido y resocializarse, cambiar la
cabeza, una ruptura con los vínculos anteriores.
La crisis en las ciencias Sociales
La crisis tiene que ver con un cuestionamiento al
positivismo, principalmente a la cuestión metodo-
lógica. El positivismo ponía todo el acento en el
uso de la experiencia de laboratorio, el método
hipotético deductivo, y se descalificaba a quienes
utilizaban métodos cualitativos, que no tenían es-
pacio en el ámbito científico. Se apoya en que
estudiar la subjetividad humana con métodos
cuantitativos es extremadamente complicado, se
propone hacer los estudios en campo, donde no
se puedan aislar las variables si no que se presen-
ta la realidad como es, con todas las variables
combinadas e influyendo al mismo tiempo. Se inte-
rroga acerca de la validez en la realidad de las
leyes enunciadas a partir de la experiencia de la-
boratorio. Todo esto por el lado metodológico.
El conocimiento originalmente estaba en manos
de la iglesia, con un carácter dogmático, luego
pasa al ámbito científico, y el hombre se puede
empezar a preguntar cuáles son sus problemas y
encontrar sus posibles soluciones, no provenien-
tes de Dios ni de sus servidores, pero esta posi-
ción no dogmática se fue volviendo dogmatica en
el positivismo, donde el único saber válido y ver-
dadero es el científico que adquiere un lugar de
predominio dentro de la comunidad, se vuelve
hegemónico.
La crisis comienza en el arte y la arquitectura la
corriente del postmodernismo cuestiona que cier-
tas producciones humanas sean mejores que
otras, llevando a un pie de igualdad todas las pro-
ducciones humanas, la belleza, lo bueno, el cono-
cimiento, nivelando conocimientos, lo que implico
también un cuestionamiento al positivismo.
Vamos a hablar del positivismo y del construccio-
nismo ambas miradas tiene cosas que pueden ser
rescatadas. Desde el construccionismo el conoci-
miento humano es una construcción y como tal
sigue las reglas de las construcciones humanas,
que tiene que ver con los intereses de grupos,
relaciones de poder, cuestiones económicas, polí-
ticas, hay un mundo que excede al mundo de las
ciencias que influye en ellas. Sin embargo hay
cosas que han demostrado el valor de la ciencia,
conocimientos que han demostrado ser mejores.

El conocimiento científico esta sobre determinado,
hay cuestiones epistemológicas y no epistemoló-
gicas en juego y dejar por fuera cualquiera de las
dos es perder un aspecto de la realidad.
Kuhn, es un antecedente de la línea construccio-
nista, no cuestiona la idea de una verdad episte-
mológica, científica, pero dice que lo que se sos-
tiene en determinado momento como verdad cien-
tífica depende del consenso que la comunidad
científica alcance acerca de ese es un conocimien-
to valioso, acuñando el concepto de paradigma.
Un paradigma es el consenso científico acerca de
qué es posible estudiar y cómo, define el método y
las teorías, el objeto y desde donde se lo puede
abordar.
Los paradigmas se van reemplazando unos a
otros con lo que se cuestiona la linealidad de la
idea de progreso científico como sucesivas aproxi-
maciones a la verdad. Hay un período de ciencia
normal, hasta un momento en que ya no se puede
responder desde los conocimientos que se tienen
desde la perspectiva vigente y la ciencia entra en
crisis, frente a lo cual hay tres salidas: Una es que
no se cuente con las técnicas (herramientas con-
ceptuales o metodológicas) para poder abordar el
problema y entonces se postergue la resolución.
Otra salida es que el paradigma logre responder al
problema, con lo que sale fortalecido. Por último
se da el cambio de paradigma.
La inconmensurabilidad de los paradigmas, tiene
que ver con que los mismos no son comparables,
porque no se trata de una acumulación sucesiva
sino que se trata de un cambio de orientación, una
vuelta de timón. Lo que venía sirviendo para expli-
car el mundo deja de ser útil.
Para Kuhn hablar de ciencia es haber logrado el
consenso es decir que la ciencia es monopara-
digmática, y las ciencias sociales al ser multipara-
digmáticas no son una ciencia en este sentido.
El cambio de paradigma se da solamente cuando
hay cuestiones sociales, políticas y económicas
que exceden ampliamente el campo de la ciencia,
no se da sólo por la cuestión científica, sino que
hay algo que excede a la ciencia. La ciencia está
23
fuertemente atravesada por intereses personales,
razones políticas, económicas, y este es el ante-
cedente relacionado con el construccionismo o
relativismo, aunque Kuhn no desestima la ciencia
pone un énfasis en lo social que no existía.
Talak, es historiadora de la ciencia, propone dos
movimientos del lado del positivismo que fueron
marcando los cambios hacia una perspectiva más
relativista: el programa débil y el programa fuerte.
El programa débil plantea que tenemos conoci-
mientos (o creencias o ciencias y teorías) verdade-
ras y conocimientos falsos. Se puede hacer socio-
logía de la ciencia cuando el conocimiento es fal-
so, ósea el conocimiento verdadero, inmaculado,
no contaminado por el hombre por ser un conoci-
miento objetivo, seguiría por su propio carril, tiene
estatus per sé. En cambio el conocimiento falso,
aquel que no alcanzó el estado verdadero y objeti-
vo porque el hombre se equivocó y produjo un
saber erróneo, se vuelve apto para hacer sociolo-
gía del conocimiento, para buscar la traza humana
responsable de ese conocimiento falso. Por ejem-
plo, cuando se pensaba que la tierra era el centro
del universo, era un error que planteaba la iglesia
por pensar que el hombre había sido hecho a ima-
gen y semejanza de Dios. Se busca entender có-
mo se llego este conocimiento falso. El conoci-
miento verdadero se sostiene por merito propio.
El programa fuerte, dice que se puede hacer so-
ciología de la ciencia tanto si el conocimiento es
verdadero como si es falso, siempre se puede
encontrar una explicación humana de cómo se
llego a ese conocimiento, por ejemplo la biografía
de los científicos apunta a esto, qué le pasaba,
qué sentía, dónde estaba el científico cuando pro-
dujo determinada teoría.
Desde la otra vereda, Ibáñez sostiene que las
ciencias tienen tres características y esto atañe a
todas las ciencias, son hermenéuticas, históricas y
reflexivas. Son hermenéuticas, porque son una
interpretación de la realidad, a diferencia de lo que
plantea el programa débil Ibáñez afirma que la
ciencia no es un descubrimiento de cómo funciona
la realidad sino que es una interpretación posible
de la realidad y habla de una doble hermenéutica,
24
que se da a través del lenguaje y las teorías, pues
a través del lenguaje significamos la realidad,
cuando Berguer y Luckman dicen que el lenguaje
es el gran objetivador que permite captar la reali-
dad y darle sentido están hablando de esta cons-
trucción social a través del lenguaje, o cuando
Mead dice que cuando se nombran las cosas se
les da sentido también está hablando de este sen-
tido del lenguaje como constructor de la realidad.
El hombre común en la medida que nombra las
cosas les da sentido, no es lo mismo nombrar las
cosas de una manera que de otra, la doble her-
menéutica es porque la ciencia es una interpreta-
ción de segundo orden porque si el lenguaje es
una primera interpretación de la vida cotidiana, la
ciencia es una interpretación de lo ya interpretado,
en ese sentido es la doble hermenéutica. Una in-
terpretación de las cosas ya interpretadas por el
lenguaje. Cuando el científico produce conoci-
miento necesita del lenguaje, aunque ese conoci-
miento sea verdadero independientemente que se
trate de una ciencias dura, con lo cual las ciencias
sociales tienen mucho que aportar a estas últimas,
porque para explicar las formulas, hay que hacer
uso del lenguaje.
Son históricas porque están determinadas por el
momento histórico en que se desarrollan es decir,
el contexto histórico, el lugar donde se produce el
conocimiento, la época. En ciencias sociales en
particular hay una doble historicidad porque el
hombre es un fenómeno social, la ciencia es así
un fenómeno social que estudia fenómenos socia-
les.
Son reflexivas porque pueden pensarse a sí mis-
mas pero además, modifican la misma realidad
que estudian. Un científico cuando produce cono-
cimiento con su sola intervención ya está produ-
ciendo modificaciones.
A partir de estas tres características de la ciencia,
una interpretación posible, limitada en tiempo y
espacio y además modifica su propio objeto de
estudio, no se pueden derivar leyes universales,
incluso se vuelve necesario la deconstrucción. Se
necesita revisar permanentemente los supuestos
porque lo que es válido en un contexto puede no
serlo en otro, lo que nos sirve en un momento
puede no servir en otro momento. Hay una nece-
sidad de contextualización histórica del conoci-
miento convirtiéndolo en particular.
Ibáñez cuestiona el método del positivismo como
garantía de llegar a un conocimiento verdadero,
sostiene que el método es una herramienta, no es
lo más importante, lo más importante es el objeto,
lo que va a definir que herramientas y que teorías
me van a servir para estudiar un determinado ob-
jeto es el mismo objeto, tanto si empiezo por el
método, como si empiezo por la teoría, estoy ha-
ciendo un reduccionismo. Lo que importa es el
objeto de estudio, y a partir de ahí determinar qué
teorías, qué herramientas aportan para entender el
fenómeno. Esto es una dialéctica permanente en
la que hay que privilegiar siempre al objeto, la pe-
lea entre métodos cualitativos y cuantitativos no es
válida, porque para saber cuánta gente tiene un
problema el estudio es cuantitativo (los estudios
epidemiológicos por ejemplo) pero si se quiere
saber sobre estrategias de supervivencia de per-
sonas de bajos recursos, no sirven los métodos
cuantitativos sino cualitativos donde el otro tam-
bién es productor de conocimiento, donde no le
aplico un experimento que me diga lo que quiero
saber sino que debo interrogarlo acerca de ese
conocimiento. Hay una co-construcción de cono-
cimiento, pero más allá de esto hay algo más im-
portante que el objeto de estudio y es la cosmovi-
sión del científico o la meta teoría. Cuando un
científico decide lo que quiere estudiar ahí entran
a jugar cuestiones personales, “lo que me intere-
sa”, “el cargo que conseguí”, “lo prioritario en un
determinado contexto”, sus intereses. Esto siem-
pre está y el método no es garantía de que esto
desaparezca, va a seguir estando sin importar el
método que se utilice. Ibáñez propone que es me-
jor estar advertido de que uno tiene ciertas carac-
terísticas que no suponer ingenuamente que el
método va a lograr que esas características des-
aparezcan. El científico siempre es subjetivo, no
hay acceso a la realidad sino a través de nuestra
propia subjetividad.
Cuando Ibáñez habla de la responsabilidad del
científico, se refiere a que no alcanza con usar el
método, sino que debe saber qué tipo de conoci-
miento está haciendo, que tipo de conocimiento

produce, porque en algunos positivistas está esta
idea de que no son responsables de los usos del
conocimiento que produjeron, pero deben ser res-
ponsables en sentido de que la ciencia al ser re-
flexiva produce cambios en la realidad. Para qué
sirve el conocimiento que estoy desarrollando. La
ciencia no es inocua ni aséptica, los conocimientos
requieren de la responsabilidad del científico.
La ciencia para Ibáñez es entonces una interpre-
tación posible, es histórica, produce efectos en la
realidad, por lo tanto no es objetiva y no es verda-
dera, no hay una verdad.
La defensa del positivismo.
Sokal y Bricmont, se preguntan acerca de qué es
lo que hace a la ciencia sea un conocimiento vali-
do verdadero que sirva y uno de los elementos es
la capacidad de predicción de la ciencia, se pre-
guntan como un conocimiento que nos permite
operar sobre la realidad tan eficientemente no sea
medianamente verdadero. La forma de pensar del
científico no difiere de la forma de pensar del
hombre común, ambos tratan de establecer rela-
ciones causales, pero el científico es más sólido
en sus argumentos y más riguroso en sus méto-
dos, lo que le permite explicar coherentemente la
realidad. Esto en ciencias sociales es difícil de
manejar porque la predicción se confunde con
profecías autocumplidas, el experto que dice algo
respecto a un fenómeno social puede ser el des-
encadenante del hecho que predice, pues la gente
valora sus predicciones entonces las termina ge-
nerando.
Las dos razones para creer en las teorías científi-
cas son: que explican coherentemente nuestra
experiencia y que su capacidad de predicción.
Publicaron un artículo en una revista relativista y
luego lo desmintieron en otra, diciendo que todo lo
dicho era mentira. De esta manera, intento demos-
trar que para el relativismo un texto debía ser solo
coherente, y que se requiere mucho más que
coherencia para producir conocimiento verdadero
y científico. A partir de esto escribieron un libro
donde proponen que los conocimientos deben ser
sostenidos sobre argumentos sólidos y firmes, y
hacen una crítica a muchos intelectuales que usan
25
las fórmulas y la terminología científica para hacer
su conocimiento más críptico, llevando al resto de
la comunidad científica a no cuestionarlos y acep-
tarlos como verdaderos. Aplican esta critica a La-
can, sin invalidar su teoría sino marcando que es
críptico para evitar el cuestionamiento.
Searle, dice que la victoria del construccionismo
seria la derrota de la herencia intelectual occiden-
tal. Van a plantear cinco postulados positivistas:
1. La realidad existe independientemente de
sus representaciones humanas, lo que sig-
nifica que del otro lado del conocimiento
hay una realidad fáctica externa al hombre,
los construccionistas cuestionan que el ac-
ceso es siempre desde la propia subjetivi-
dad, en ese sentido se interpreta. Esto no
invalida que haya representaciones que
existen con dependencia de la humanidad,
como la moneda y la familia, pero hay otras
representaciones que son independientes
del hombre y su existencia o no, como por
ejemplo la órbita elíptica de los planetas.
2. Al menos una de las funciones del lenguaje
es comunicar significados al hablante del
auditorio. Esto discute el tema del lenguaje
como constructor de la realidad, Searle
plantea que además el lenguaje remite a
las cosas y la comunicación es posible
porque esa realidad es independiente del
hablante y del auditorio, sin construir nada.
3. La verdad remite a la precisión de la repre-
sentación, con esto apunta a la existencia
de la verdad. Si mi representación es una
buena representación es verdadera, la ver-
dad de una representación depende de su
correspondencia con el mundo, según sea
el mundo como dicha representación afir-
ma. Los construccionistas mantienen la
imposibilidad de captar la realidad enton-
ces no puedo saber si esa representación
era verdadera sólo porque sea correspon-
diente con una realidad en un momento.
4. El conocimiento es objetivo, rebatiendo el
cuestionamiento a la objetividad de la cien-
cia, propone que los relativistas equiparan
al científico con el conocimiento que gene-
ra y esto es un deslizamiento erróneo. Si la
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producción de un científico demuestra ser
verdadero, no afecta su validez la persona-
lidad o las características del científico, la
verdad sigue prevaleciendo aunque sea
enunciada por un amoral.
5. La lógica y la razón son formales, esta pro-
posición es formal, que no se les puede
pedir más que eso, y que es lo que da soli-
dez al conocimiento.
La defensa del construccionismo.
Bourdeieu desde el construccionismo va a decir
que la comunidad científica funciona como cual-
quier comunidad humana, desmenuza las relacio-
nes de poder entre los científicos. La comunidad
científica está muy sobre determinada y pensar
que el desarrollo del conocimiento solo tiene por
meta el saber desinteresado es ingenuo. La co-
munidad científica funciona como un campo que
tiene leyes propias y apunta a relaciones de domi-
nación. Los que tienen prestigio dentro del campo,
definen las reglas del campo. Por ejemplo, uno de
los capitales que circulan dentro de la ciencia son
los subsidios, esto es dinero para investigación (no
para los investigadores), por lo general las investi-
gaciones más teóricas reciben menos subsidios
que las más aplicadas, pues las ultimas requieren
más presupuesto para experiencias de laboratorio,
sin embargo en una universidad gobernada por
científicos teóricos (físicos) se rompe esa lógica y
tienen mayoría de los subsidios las investigacio-
nes teóricas.
La ciencia es una producción humana, hay cosas
que se sostienen como conocimiento valioso por-
que demostraron ser útiles, pero también hay otras
que se mantienen porque a alguien le conviene.
A medida que se va creciendo en la jerarquía den-
tro del campo, se dominan más aspectos del mis-
mo. Los científicos adoptan estrategias de conser-
vación de los sistemas educativos y de las revistas
científicas, entonces los recién llegados pueden
adscribirse a la corriente dominante hegemónica,
garantizándose un camino llano pero de techo
bajo, o pueden elegir el difícil camino de la sub-
versión, donde si logran imponerse desde la peri-
feria, el techo es mucho más alto. De cualquier
manera los segundos nunca romperán lanzas con
el poder hegemónico que tiene sus estrategias
para acallar esos potenciales subversivos. A me-
dida que el campo se cristaliza, la revolución sólo
puede ocurrir cuando la subversión excede el
campo científico.
Por último cuando varios científicos están traba-
jando en un tema, no les satisface que otro haya
alcanzado la meta que buscaban, sino que les
molesta no haberla alcanzado primero, como ocu-
rriría con cualquier actividad humana.
Por otro lado Lyotard, establece distintos tipos de
saberes, hay un saber narrativo, relacionado con
el saber hacer, el saber ser, pero occidente privi-
legia al sabe científico por excelencia, y además lo
utiliza como una herramienta de poder, incluso lo
utilizan de esta manera los países hegemónicos
sobre los países subdesarrollados. Así los países
hegemónicos determinan que es ciencia y que no
lo es y qué se debe estudiar y que no.
Plantea que la ciencia es un juego de lenguaje,
hay alguien que plantea que es ciencia y luego
sólo valida a quienes cumplen con la definición.
Conclusión
Por último hay que rescatar del positivismo, el
planteo de una metodología rigurosa y unos argu-
mentos bien sustentados, pero una metodología
rigurosa no implica una única metodología. Por
otro lado las ciencias son una producción humana
y como tal están alcanzadas por las reglas de la
interacción humana, donde hay competencia
egoísta, búsquedas de poder, etc.
Actitudes
Vamos a ver los desarrollos desde el lado del posi-
tivismo, empezando por las actitudes.
Desde el sentido común una actitud es una mane-
ra típica de reaccionar. Es una evaluación de un
objeto. Es un fenómeno latente que no se observa
directamente. Contra lo que se pensaba, la actitud
no es una única cosa sino que está compuesta por
tres elementos o componentes: un componente
cognitivo, un componente afectivo y un componen-
te conductual.

El componente cognitivo tiene que ver con la in-
formación (cogniciones) que tengo respecto del
objeto de la actitud. El componente afectivo, se
relaciona con el afecto o valencia positiva o nega-
tiva que me despierta la actitud. El componente
conductual tiene que ver con una intención de
conducta en función del afecto y la información
sobre el objeto.
Estos tres componentes hacen que no necesaria-
mente la actitud sea concordante con la conducta.
No siempre se va a reaccionar de la misma mane-
ra, y esto ocurre porque la información que se tie-
ne sobre el objeto difícilmente sea toda en un
mismo sentido, toda positiva o toda negativa, sino
más bien habrá de ambas vertientes lo que hace
que la mayoría de las veces no sepa de antemano
cual corriente va a dominar la conducta, adicio-
nalmente, las personas destacan en función a sus
características alguno de los tres componentes en
detrimento del otro (hay personas más afectivas y
otras más cognitivas).
En relación con los aspectos cognitivos importa si
tengo muy pobres o muchos los argumentos sobre
los que construyo mi actitud y si tienen todas las
misma valencia o valencias enfrentadas, esto va a
hacer a la seguridad y la rapidez con que aparez-
ca la actitud, porque todo esto a lo que apunta es
a que la actitud es un atajo cognitivo, una reacción
preformada para actuar frente a la realidad.
Se pueden tener todas las argumentaciones posi-
tivas y aun así seguir descartando el objeto o al
revés, pues la cuestión afectiva va en otro sentido.
Hay entonces que analizar si hay coherencia entre
los aspectos afectivos y los cognitivos, así como
también la coherencia hacia el interior mismo de
los aspectos cognitivos.
Las actitudes funcionan de tres maneras, por un
lado como marco cognitivo, como un esquema y
como un heurístico.
Como un marco cognitivo, significa que si bien
puede ser que construyamos la actitud a partir de
cierta información acerca del objeto, no aparecen
todas estas argumentaciones cada vez que apare-
ce el objeto sino que, una vez que la actitud se
27
construyó cuando aparece el objeto aparece la
reacción positiva o negativa, cuanto más presente
tengo el objeto y cuanto más fuertemente está
establecida la actitud más rápidamente aparece la
reacción, esto tiene que ver con la facilitación de la
latencia, es decir, cuál es el espacio entre la pre-
sentación del estimulo y que se genere la actitud.
Esto puede ser porque tengo una actitud muy fuer-
te o es hacia un objeto que para mí es particular-
mente importante, o simplemente se puede crear
en el laboratorio, al presentar muchas veces el
estímulo hace que uno tenga la actitud al alcance
de la mano.
En términos generales, una vez que tenemos ge-
nerada la actitud, ya no recogemos datos del me-
dio sino que reaccionamos acorde a ella, funciona
como un a priori, no se cuestiona más y se con-
vierte en un marco cognitivo para nuevos conoci-
mientos y actitudes y como un organizador de
nuevas informaciones. Por ejemplo en el laborato-
rio se presentan fotos de personas postulantes a
piloto de avión y debe hacerse la evaluación, con
característica relevantes e irrelevantes y se deter-
mina que foto será un buen o mal piloto. Cuando
se les vuelve a presentar las fotos, recuerdan cual
es el buen piloto y cuál es el mal piloto pero no
logran encontrar la huella mnémica de por qué
consideran que A es bueno y B es mal piloto, ni
las cosas relevantes ni las irrelevantes, pero que-
do fijado como actitud.
Hay personas que se manejan más por la vía cog-
nitiva, y otros que lo hacen más con heurísticos. El
a priori es más fuerte que los hechos de la reali-
dad. En los heurísticos no hay argumentaciones,
se juzga todo lo nuevo desde la evaluación previa.
Si considero que una persona es mala y hace algo
bueno, pensare que “algo pretende conseguir”, en
cambio si pienso que la persona es buena, y hace
algo bueno pensaré que “está demostrando su
calidad de buena persona una vez más”.
La actitud funciona con un esquema, y esto tiene
que ver con la información en cuanto a cómo y
qué información incorporamos. Se suponía que lo
único que percibíamos era lo relacionado con
nuestra posición, si teníamos una posición positiva
seguiríamos percibiendo información positiva que
28
confirmara nuestra posición, pero se observo que
esto no es así, sino que la actitud funciona como
un esquema bipolar, lo que significa que percibi-
mos y registramos tanto la información que con-
firma fuertemente lo que nosotros pensamos, co-
mo aquella que está fuertemente en contra, perci-
bimos los extremos, todo lo del medio se pierde.
También hay esquemas unipolares, pero son atí-
picos y se relacionan con objetos de la actitud que
son más bien incuestionables, donde se va de la
información neutral a la fuertemente positiva, y
cuando se maneja una persona con este tipo de
esquemas generalmente tiene mucha información
sobre el objeto, esto ocurre por ejemplo con los
deportes (un hincha de un equipo tiene mucha
información toda a favor de su club). En las mino-
rías activas se pretendía que tuvieran buenos ar-
gumentos, y estos no pasan sólo por los propios
sino también los contraargumentos para poder
actuar sobre los esquemas de las actitudes hege-
mónicas en ambos sentidos.
Al heurístico se lo llama también modelo de proce-
samiento automático.
La mera exposición al objeto actitudinal ya genera
una cierta actitud positiva, no olvidemos que se
trata de tendencias, no es matemático, ya que
cuando uno tiene un estereotipo, la presencia ge-
nera más aversión. Al respecto hacen un experi-
mento con palabras escritas en un idioma desco-
nocido, y luego cuando se presentan nuevamente
mezcladas con otros grafismos aquellos a los que
ya habían sido expuestos gustan más que los
nuevos. La mera exposición ha generado una acti-
tud positiva.
Cuando la actitud está fuertemente instalada es
muy difícil de modificar, pero hay estrategias para
cambiarlas.
Una de las críticas que se le hace a la cognición
social es que apunta a lo personal de las actitudes
cuando muchas de las mismas no provienen de lo
personal sino que corresponden a nuestro grupo
de pertenencia.
La función que cumplen las actitudes (los estereo-
tipos son una actitud hacia un grupo) es que sirven
para tener una evaluación armada y no tener que
generar una nueva cada vez que se presenta el
objeto, y además facilita el ajuste social. La actitud
puede cumplir la función de estar a tono con mi
entorno afectivo, mi familia, mis amigos, mi grupo
de pertenencia, esto tiene que ver con mi ajuste
social o sea, estar acorde a las personas que es-
tán más cercanas a mí, o que la actitud busca for-
talecerme a partir de mis valores, entonces mis
actitudes se convierten en expresión de valores,
muestro mis valores al estar a favor o en contra de
una determinada actitud. Por ejemplo si quiero
cambiar la actitud de alguien respecto de algo,
podría suponer que el que se maneja por ajuste
social es más manipulable, pues es más afectivo,
en cambio el que se para en sus valores, es más
independiente, sin embargo en el laboratorio con
dos grupos uno de cada categoría, el grupo que se
maneja por ajuste social se deja manipular con
datos que refuercen su posición y el grupo tiene la
actitud como expresión de valor, se deja manipular
por datos que refuercen sus valores.
Estos estudios apuntan a poder predecir la actitud
para modificar la conducta, y para lograrlo debo
manejarme con iguales niveles de generalización,
un nivel de objeto muy general no va a predecir
una conducta muy particular, una persona muy
religiosa que habitualmente va a misa, es una acti-
tud bastante general, pero no me garantiza que
asista a misa un domingo en particular a una igle-
sia en particular. Por otro lado si una persona está
a favor de la planificación familiar, eso no quiere
decir que vaya a aceptar un método anticonceptivo
u otro.
Para modificar la conducta, o para poder predecir
un cambio de conducta debo conocer:
 La actitud: que tan solida y que tan fuer-
temente instalada está conocer
 La norma social subjetiva (o micro cultura):
no alcanza sólo con conocer la actitud,
también debo conocer la actitud del grupo
de pertenencia. Esto habla de una conduc-
ta razonada, que tiene en cuenta no sólo
la actitud del individuo sino también la de
su grupo de pertenencia.

 El control percibido, es la capacidad que
tiene el sujeto de saber si cuenta con los
recursos para desarrollar una actividad o
ejecutar una conducta y las posibilidades o
dificultades que le ofrece el medio. La in-
clusión de este tercer elemento es evaluar
una conducta planificada.
 Los hábitos: si se trata de una conducta
habitualizada como tal es fácil de predecir,
pero hay que establecer si esta fuerte o
débilmente instalado el hábito. Un hábito
es difícil de instalar pero una vez instalado
es fácil de predecir.
Disonancia cognitiva
Tenemos creencias que son entre sí coherentes,
incoherentes e irrelevantes. Hablar de disonancia
es hablar de creencias enfrentadas o enfrenta-
mientos entre creencias y conductas. Las creen-
cias y conductas que son coherentes entre si no
generan disonancia. Las creencias irrelevantes,
no tienen influencia entre sí, no son ni incompati-
bles ni coherentes entre sí. Son las incoherentes
las que generan la disonancia cognitiva.
Cada vez que tomamos una decisión se genera
disonancia cognitiva, pues toda decisión implica
ganar algo y perder algo, tomar un polo de la de-
cisión implica ganar y perder. Una vez que tome
la decisión, cambiar la conducta no sirve de mu-
cho pues nuevamente perdería y ganaría, enton-
ces lo que plantea la teoría cognitiva es que se
trata de recomponer la cosa cognitivamente,
reacomodar los elementos para sentirnos más a
gusto con la decisión que se ha tomado. Por
ejemplo si a una persona se le ofrecen dos em-
pleos uno cercano mal pago y otro lejos de su ca-
sa pero bien pago, cada una de estas alternativas
genera disonancia, si toma una de las dos, se
sentirá disonancia por lo que pierde en la elec-
ción, la disonancia genera siempre desagrado e
incomodidad, entonces se fuerzan los argumentos
dándole más valor a la alternativa que elegí (esa
que da sensación de ganancia).
Otro punto a tener en cuenta es la cantidad de
disonancia que se genera, hay decisiones que no
29
generan mucha disonancia, es alta, si la decisión
es importante. Por otro lado, deben ser las opcio-
nes más o menos equivalentes para que generen
disonancia, sino no la diferencia anula la disonan-
cia. Si A es mucho mejor que B no genera diso-
nancia elegir A. Cuanto más parejo sean A y B
más disonancia generan.
La disonancia se compensará reforzando la deci-
sión que tomé con cogniciones positivas, agre-
gando elementos que avalen la decisión que fue
tomada.
Otra estrategia es cambiar el peso de los elemen-
tos, a favor del que elegí y aquello que era impor-
tante ahora se vuelve insignificante, otra forma es
reducir la importancia de la opción que descarté y
por diferencia favorecer la que elegí.
Estos procesos se dan en análisis que no son
muy objetivos. La disonancia puede ser un motor
para el cambio y la reducción de la misma puede
tapar una conducta que necesita un cambio.
Las teorías que validan la justificación de la diso-
nancia son:
 Justificación insuficiente: las personas
tienden a justificar con cualquier argumen-
to a fin de sentirse en lo cierto, y ubicados,
pues ya tienen el compromiso asumido
con eso que intentan justificar.
 La justificación del esfuerzo: se basa en
que cuando algo demandó trabajo o tiem-
po, es muy difícil en ese punto asumir que
fue todo en vano.
 Exposición selectiva: quiere decir que ve-
mos lo que coincide con nosotros y no
vemos lo que descalifica nuestra posición
o nuestra creencia.
 La doble complacencia: la persona posee
dos cogniciones que producen disonancia,
cualquier cognición que se agregue en
cualquier sentido la reduciría, pues estará
aumentando argumentos a favor de una
en detrimento de la otra cualquiera sea su
valencia. Sin embargo la persona la va a
tomar según le convenga. En el experi-
mento debían reunir argumentos a favor
30
de una tesis a la que se oponían, entonces
la nueva cognición si estaba a favor de la
tesis era un argumento más (en contra de
su opinión personal) o un argumento más
a favor de la tesis. En este sentido la com-
placencia es doble.
Las condiciones que activan la disonancia son:
 Publicidad: la inconsistencia per se no pro-
duce mucha disonancia, pero se amplifica
si se los demás pueden identificar a la per-
sona y ligarla con la conducta discordante.
 Responsabilidad: si los que toman las de-
cisiones se sienten responsables de sus
consecuencias se activará la disonancia
sino no habrá disonancia.
 Libertad: El sentimiento de libertad para
aceptar o rechazar la decisión es condición
para que se active la disonancia.
 Previsibilidad: la persona no considera di-
sonante su conducta aun previendo sus
consecuencias hasta que estas se hacen
evidentes e inevitables.
 Consecuencias negativas: Si el individuo
siente que son importantes y el compromi-
so irrevocable.
 Magnitud y tipo del incentivo: A medida que
se aumenta el incentivo se reduce la diso-
nancia cognitiva.
Hay tres dimensiones de la disonancia: la dimen-
sión fenomenológica, refiere a que la disonancia
genera desagrado, la dimensión fisiológica, alude
a que genera a nivel físico los mismos síntomas
del estrés a nivel del cuerpo, y la dimensión moti-
vacional, ya que si no se reduce, puede promover
actividades que generan el cambio (sobre las de-
cisiones tomadas).
Estereotipos
Es una forma de clasificación de la realidad y
apunta básicamente a los grupos sociales. Es una
actitud, una evaluación de un grupo, una clasifica-
ción de la sociedad que marca una diferencia en-
tre “nosotros” y “ellos”, entre el endogrupo y el
exogrupo.
El prejuicio se puede crear rápidamente. La única
forma en que se vuelven a nivelar los grupos y a
volver a formar un grupo único es la actividad con-
junta mediante la acción en común donde se ne-
cesite al otro para llevar adelante la acción, por
ejemplo los grupos ECRO de Pichón Rivière, que
tienen el eje puesto en la acción.
Se pueden tomar los componentes de la actitud y
aplicarlos al estudio de los estereotipos, entonces
al tener que ver con la clasificación de un grupo
podemos reconocer la parte cognitiva, no tiene
una valoración positiva ni negativa, es solo clasifi-
catoria, hay quienes piensan incluso, que es una
forma inferior de pensamiento, y quienes creen
que es una forma de clasificación de la realidad
que a veces sirve y a veces no, y se usan como
atajos para manejarnos en una realidad llena de
información que requiere resoluciones rápidas,
que nos permitan resolver como movernos y com-
portarnos.
El prejuicio entonces aparece cuando se agrega el
afecto, cuando hay una valoración negativa de un
grupo, una descalificación, pero también ocurre
cuando hay una valoración positiva, cuando el
grupo tiene un halo que lo hace superior para no-
sotros. Lo que sucede además es una sobrevalo-
ración del grupo, a partir de unos pocos casos
puntuales que se extiende a todo un grupo.
La discriminación entonces se relaciona con el
componente conductual, la conducta o acción dis-
criminativa hacia un grupo que no se queda solo
en la descalificación y sería el grado máximo.
El experimento que Zimbardo hace en la cárcel de
Stanford, donde toma un grupo de estudiantes y
los divide en prisioneros y guarda cárceles, debió
ser suspendida. Marca el peso del rol social, y
como estas sobre generalizaciones nos facilitan la
vida pero nos llevan a hacer cosas con alta diso-
nancia cognitiva, que van en contra con nuestra
moral, por privilegiar el desempeño del rol.
El juicio de atribución establece relaciones causa-
les tanto internas como externas. Puedo culparme
o creerme el merecedor de algo o poner el acento
en el afuera. Una ideología determina el juicio de

atribución, cuando es más liberal le atribuye más
responsabilidad al individuo y una ideología más
conservadora se la atribuye al entorno y al contex-
to. Para pensar en políticas hay que tener en
cuenta donde se pone el acento para ver donde
atribuye.
La teoría del mundo justo, en términos generales
creemos que las cosas suceden como deben su-
ceder, a la gente buena le pasan cosas buenas y a
la gente mala le pasan cosas malas, esto favorece
los prejuicios (el pobre es pobre porque se lo me-
rece).
Muchas veces se culpabiliza la enfermedad se le
atribuye causas internas, lo cual va en detrimento
del enfermo, pues hay mayor propensión a ayudar
si se considera que la atribución es externa (por
ejemplo un enfermo de sida que se enfermo por
una transfusión genera más solidaridad que uno
que se infectó por una conducta sexual irrespon-
sable.
Hay distintas teorías explicativas sobre la apari-
ción de los prejuicios, una es la psicoanalítica, que
habla de que discriminar endogrupo y exogrupo
siendo el primero mejor. Esto es una forma de
exaltar el propio ego, me siento inferior pero al
observar y compararme con alguien que está más
abajo me siento mejor. Se estigmatiza al otro para
no sentir o compensar el complejo de inferioridad.
También se puede aplicar hacia arriba, descalifi-
cando por ejemplo los valores de una clase supe-
rior. Esta es una forma egodefensiva de construc-
ción del estereotipo.
La teoría sociobiológica, dicen que hay teorías
biológicas y sociales que explican la construcción
de estereotipos como forma de comprensión de la
realidad a partir de características que nos hacen
diferentes.
Otra teoría asigna los estereotipos a la escases de
recursos, entonces nos dividimos para mantener el
acceso a los recursos (por ejemplo se tienen pre-
juicios con los habitantes de países limítrofes por-
que nos roban el trabajo).
El estereotipo puede ser definido como forma infe-
rior de pensamiento, o como parte del consenso.
31
Es una forma inferior de pensamiento cuando no
parte del consenso, es descalificante, y hace una
sobregeneralización, o se lo considera extrema-
damente rígido y divide el endo del exogrupo des-
calificado.
A partir del contenido se define el estereotipo
desde lo sociobiológico, si hay o no un fondo de
verdad, si existe una serie de características o no
que hacen que clasifiquemos a las personas de
determinada manera.
Los estereotipos, pueden cambiar por el paso del
tiempo o a partir de hechos sociales o políticos,
por ejemplo lo que ocurrió el 9-11 determinó que a
partir de ese hecho, las personas con aspecto
árabe se convirtieran en un posible terrorista.
El contacto entre los grupos puede influir positiva o
negativamente en el cambio del estereotipo.
Cuando hay necesidad del otro para alcanzar un
objetivo común se facilita el cambio positivo.
Otra posibilidad del cambio es la orientación hacia
lo cognitivo, es decir educar, agregar información
que aumente la disonancia respecto a mantener el
estereotipo. También se pueden crear estereotipos
a partir de datos falsos.
Mensajes persuasivos.
Se plantean distintos modelos para explicar los
mensajes persuasivos pero el acento esta puesto
fundamentalmente en el emisor del mensaje. Se
intenta convencer al otro que lo que yo pienso es
mejor, que el producto que yo vendo es el que
tiene que elegir, que la conducta mas adaptada es
la que debe ejecutar. Es un intento de manipular la
reacción del otro. Al igual que con las actitudes,
hay que conocer cuáles son las características del
receptor para poder generar un cambio de actitud
cuyo objetivo es modificar la conducta.
Lo que se busca es lograr la atención del receptor,
si no se logra este paso no se puede dar ningún
mensaje. Una vez lograda la atención debo ha-
berme entender, entonces importa la comprensión
del mensaje, una vez comprendido, busco la acep-
tación. Se busca que la persona preste atención al
mensaje, lo comprenda y lo acepte. Por último se
32
busca la retención del mensaje, que se mantenga
la actitud en el individuo y no cambie frente a otro
mensaje en sentido diferente.
La teoría de la respuesta cognitiva, dice que cuan-
do se recibe un mensaje persuasivo, el receptor
debe apelar a sus conocimientos previos. Apunta
a generar una respuesta cognitiva y supone que el
receptor está motivado e interesado en el mensa-
je. No se le da toda la información al receptor sino
que él debe integrar la información que se le da a
la que ya tiene.
La teoría heurística de los mensajes persuasivos,
utiliza las reglas heurísticas según la motivación y
capacidad de los participantes, es la contracara de
la respuesta cognitiva, el receptor no está intere-
sado no está motivado, entonces se apela a lo
periférico del mensaje. Por ejemplo en la publici-
dad se muestran colores brillantes, gente que la
pasa bien, no importan los argumentos sino las
cuestiones periféricas.
La teoría de la probabilidad de elaboración es una
condensación de las anteriores, el tema pasa por
el tipo de receptor que recibe el mensaje, enton-
ces se puede ir por la ruta central, que se maneja
por los temas centrales de la información concreta,
en cambio la ruta periférica, maneja los datos peri-
féricos, y un emisor deberá manejarse entre am-
bos escenarios.
La teoría de la Universidad de Yale
Se apoya en los elementos de la comunicación
Emisor, fuente, mensaje, receptor y canales, y ver
en cada uno de ellos que características debe per-
cibir el receptor para que el mensaje sea persuasi-
vo.
No se trata de que la fuente tenga una caracterís-
tica, sino que el receptor se lo crea. Por ejemplo si
el que transmite la información es un medico o no
es irrelevante, lo importante es que el receptor
crea que lo es.
La fuente debe tener:
 Credibilidad, en términos de sinceridad, la
fuente no lucra con la información, habla
de sus propios intereses, se presupone
que el emisor no se siente observado.
 Competencia es que conoce del tema, está
acreditado, habla con fluidez, da ejemplos,
hace citas, usa estadísticas
 Semejanza entre el emisor y el receptor es-
to tiene que ver con la empatía.
 Falta de interés en persuadir, la fuente no
debe demostrar que está interesada en
convencerme de algo.
 Atractivo de la fuente, las cosas atractivas
nos llaman la atención (fundamental para
enviar un mensaje persuasivo) genera
identificación (la gente quiere ser cómo y
es la vía regia para la persuasión) y en ge-
neral se asocia la belleza con valores posi-
tivos (ocurre lo contrario con la fealdad)
 Poder, es la capacidad de la fuente de
premiar y castigar. Esto en términos de tres
factores: que el receptor crea que la fuente
tiene ese poder, que la fuente ejerza ese
poder y que la fuente pueda saber si gene-
ró el cambio en el receptor respecto del
mensaje si logró o no logro la conformidad.
Estas características de la fuente deben ser cui-
dadosamente administradas, dependiendo del
mensaje pues, por ejemplo, la belleza muchas
veces no se asocia con inteligencia.
Las características que se deben tener en cuenta
del mensaje se analizan desde los aspectos for-
males y del contenido, los aspectos de contenido
pueden ser racionales o emotivos, y los emotivos
apuntan al miedo o las recompensas.
Los aspectos formales se refieren a la organiza-
ción del mensaje, debe contener una introducción,
un desarrollo y conclusiones, pero por ejemplo en
un artículo periodístico, lo más importante esta en
el titulo, luego el copete y por último el cuerpo de
la nota. Entonces los aspectos formales tienen que
ver con el orden que se le da a la información. El
otro aspecto formal tienen que ver con las conclu-
siones, si se utiliza la ruta periférica o central, en-
tonces las conclusiones serán explicitas o implíci-
tas, en relación también al tipo de receptor, si se
quiere generar la respuesta en el receptor o darle

la respuesta, según sea el receptor más activo o
pasivo.
En cuanto a las características del contenido éste
puede ser racional apuntando a lo cognitivo, o
emocional que apunta a las emociones. Lo emo-
cional apunta tanto al miedo como a la recompen-
sa, pero cuando se maneja miedo si es en exceso
genera negación y en poca cantidad el miedo no
genera influencia.
En cuanto al receptor, es muy importante contar
con la mayor cantidad de información posible,
pues es en torno a él que se va a estructurar todo
el mensaje. Datos demográficos, pero también
intereses, motivaciones, nivel intelectual, caracte-
rísticas de la personalidad (asertiva o temerosa),
nivel de autoestima, sensibilidad a la persuasión,
predisposición, nivel educativo, creencias previas
todo esto va a generar las respuestas que se bus-
can (atención, comprensión y cambio de conduc-
ta).
Hay una relación inversa entre el mensaje y los
canales. Si la información es buena hay que ase-
gurarse de los buenos canales, pero si es mala o
poco consistente, el ruido del canal puede favore-
cer el mensaje.
Representaciones sociales
El que acuña el término es Moscovici en el contex-
to francés retoma el pensamiento de Durkheim
pero diferencia que mientras en el contexto de
Durkheim se trataba de representaciones comu-
nes a toda la sociedad (pues se refería a mitos,
religión, ciencias), en las sociedades modernas se
presentan en forma conflictiva, pues hay grupos
diferenciados con representaciones diferentes de
un mismo objeto.
La definición sencilla de representación social es
la evaluación de un objeto social concreto y signi-
ficativo, por parte de una comunidad dada. Se
trata de una comunidad dada porque es un grupo
dentro de una sociedad que adhiere a una repre-
sentación. Es la carga simbólica que tiene el obje-
to para esa comunidad, el objeto condensa en si
33
mismo significados que lo trascienden como obje-
to.
Las representaciones sociales se dan en una co-
munidad particular que debe constituir un grupo
reflexivo, es decir grupos que se consideran a sí
mismos como un grupo, al contrario de los grupos
nominales que surgen de una clasificación exter-
na, y que no generan representaciones colectivas
(por ejemplo los neuróticos obsesivos son un gru-
po nominal). Los grupos reflexivos comparten re-
presentaciones sociales, que junto con el pensa-
miento común y el sentido común, conforman la
identidad de las personas, pero además se com-
parte la evidencia y la fuente de evidencia.
Compartir evidencia se refiere al consenso social,
que hace que la representación sea verdadera, las
representaciones tienen una verdad fiduciaria en
el sentido que es generada por la confianza que
depositamos en la información y juicios que com-
partimos con otras personas, y la fuente de evi-
dencia es que existe consenso acerca de los sis-
temas admisibles para el establecimiento de algún
tipo de evidencia. El consenso al que nos referi-
mos es un consenso funcional no numérico (no es
95% a favor y 5% en contra) es decir que la mayo-
ría del grupo estará de acuerdo con que la eviden-
cia es tal para el grupo (independientemente de
que a él personalmente le alcance o no).
Se habla de tres fuentes a partir de las cuales se
construyen las representaciones sociales.
La primera fuente es la vulgarización de la ciencia.
A Moscovici le llama la atención como el psicoaná-
lisis había impregnado a la sociedad francesa,
como había pasado un conocimiento científico a
convertirse en un conocimiento de sentido común.
Analiza dos diarios, uno dirigido a la comunidad
cristiana y el otro a la comunidad comunista para
ver como utilizan los términos psicoanalíticos cada
uno y lo que observa es que cada una de estas
comunidades se habían apropiado de algunos
términos del psicoanálisis de manera diferencial,
sólo de los que no le hacían ruido con sus creen-
cias previas, y no de toda la teoría psicoanalítica.
Se integra lo nuevo a los saberes previos, no se
incorporan estructuralmente sino sólo los elemen-
34
tos no conflictivos, esto es lo que la persona sos-
tiene como científico.
La segunda fuente son las condiciones sociales y
acontecimientos políticos, esto es que a partir de
un acontecimiento social o alguna cuestión políti-
ca, cambia la representación, estos son objetos de
mucha más corta duración e involucran a grupos
más pequeños porque acá aparece el conflicto,
aparecen las representaciones polémicas, que
grupos diferentes tienen representaciones contra-
puestas o contradictorias (por ejemplo abortistas
vs anti abortistas). Tiene que ver con la identidad
porque saber si una persona tiene una determina-
da representación, me indica si pertenece o no a
mi grupo social, permite diferenciar la identidad
mucho mejor que los objetos culturales.
Los objetos culturales también son representacio-
nes sociales pero de larga data que fueron siem-
pre importantes para una sociedad y que son
compartidos por ella en su conjunto como lo son la
salud, la enfermedad, el género, etc.
Los procesos que describen el funcionamiento de
las representaciones sociales son la objetivación y
el anclaje.
El proceso de objetivación es equivalente a lo pre-
sentado por Berguer y Luckman, es el proceso
que sucede habitualmente que frente a un objeto,
a través de nombrarlo y al generar el concepto lo
simbolizamos, se va de lo concreto a lo abstracto,
las representaciones sociales hacen el camino
inverso, las representaciones sociales que son
algo abstracto se concretizan pasa para nosotros
a formar parte de la naturaleza, de la realidad, se
hace hincapié en el sentido de la vista, que vemos
la representaciones sociales.
La representación icónica habla de que represen-
tamos en un icono los elementos esenciales de la
representación, eso la hace más manejable y ac-
cesible, la imagen trae todo el significado. No toda
representación tiene un icono concreto que la sim-
boliza pero en general se tienen imágenes que la
representan (se ve el Edipo en una situación).
El proceso de naturalización es creer que la repre-
sentación social es parte de la naturaleza, parte de
la realidad y no es una construcción social, que
tiene una existencia autónoma, se la objetiva (co-
mo plantean Berguer y Luckman) por ejemplo el
instinto materno es una naturalización de una
construcción social.
El anclaje tiene que ver con incorporar la repre-
sentación en los andamiajes existentes, la forma
en que lo extraño se vuelve familiar. Se incorpora
lo extraño a una red de categorías existente,
cuando un grupo social debe incorporar un fenó-
meno extraño busca asimilarlo a categorías que le
permitan abordarlo, por ejemplo cuando aparece
el sida se lo nombre como “peste del siglo XX”,
apela a la información disponible en la memoria
colectiva que se tiene de la representación “peste”.
La estructura de la representación social está
compuesta de un núcleo y los elementos periféri-
cos. El núcleo central está en la representación
icónica, no tanto como imagen sino como síntesis
de la representación, son fundamentales, no pue-
den cambiar pues si cambia el núcleo desaparece
la representación. Los elementos periféricos pro-
tegen al núcleo permitiendo la adaptación a los
cambios relativos a la subjetividad, logrando que
convivan las diferencias interpersonales de la
misma representación, pero también permitiendo
la adaptación a los cambios en el contexto, cam-
bios históricos, etc.
Las representaciones sociales pueden cambiar,
suele ser un proceso que primero afecta a los
elementos periféricos, hasta un punto en que no
pueden sostener más el núcleo y cae la represen-
tación, y pueden ser lentas, progresivas o brutales.
Las representaciones apuntan a que no puede
pensarse al hombre por fuera de la sociedad. Los
fundamentos de la representación social surge el
concepto más abarcativo y generalizado de repre-
sentaciones colectivas de Durkheim, a lo que
Moscovici plantea las representaciones sociales
pues hay más diversidad dentro de una misma
sociedad se generan representaciones diferentes
y cada representación que tengo me remite a un
grupo al que pertenezco. Las representaciones no
se pueden pensar desde lo individual sino desde

lo social. Son la evaluación de un objeto social
significativo por parte de una comunidad dada.
La representación se construye a partir del discur-
so y la comunicación pero para mantenerse debe
sostenerse en el discurso de la gente, si desapa-
rece del discurso de la gente, deja de ser una re-
presentación. Por ejemplo, “un hijo natural” en la
actualidad remite en algo relacionado con la natu-
raleza, un parto normal, o un hijo no adoptado, o
concebido por medios no artificiales, cuando en
realidad se refería al hijo bastardo, no reconocido
por un padre, nacido fuera de un matrimonio le-
galmente constituido como contrapartida de un hijo
legitimo. La pérdida de este término en el discurso,
habla una representación de familia que se ha
perdido, ya no se habla de eso, cambiaron las
leyes, la familia, los derechos que se pueden re-
clamar sobre la herencia.
El poder
Esta en toda relación social pero no siempre esta
explicitado, se intentara poner el acento en el po-
der que tantas veces está tan naturalizado, tan
implícito, que no se lo toma en cuenta.
Microfísica del poder. Los intelectuales y
el poder (Michel Foucault)
Los planteos de Foucault están en líneas con la
crisis de las ciencias sociales. Ya no hay grandes
teorías, lo que ellos llaman meta narrativas, teo-
rías que pretenden explicar la totalidad de la reali-
dad, lo que se descalifica son las teorías totaliza-
doras y lo que si queda son teorías acotadas a un
contexto determinado, a un objeto particular en un
momento dado. Hay una interacción entre teoría y
práctica, la una retroalimenta a la otra, y esto no
es ir a comprobar la teoría en la práctica, sino que
la práctica misma es construir teoría y la teoría es
hacer práctica, como si casi no hubiera una clara
división entre ambas.
La función del intelectual era ser la conciencia del
pueblo por ejemplo cuando se esgrime en repre-
sentante de los oprimidos, o bien trabajar al servi-
cio del capitalismo y del sistema de producción,
por ejemplo cuando el psicólogo mejora las condi-
35
ciones laborales. En el segundo caso es claramen-
te parte del poder, pero para Foucault en ambos
casos el intelectual está al servicio del poder, un
poder que se mantiene oculto, que se naturaliza a
tal punto que parece que no está entonces la fun-
ción hoy del intelectual es revelar las verdades,
descubrir el poder donde parece no estar. No es
mostrar lo que otros no ven, las personas que es-
tán en situación de marginalidad tienen muy en
claro lo que les pasa, viven en carne propia las
relaciones asimétricas, no precisan adquirir con-
ciencia de lo que pasa, el problema es que el po-
der no les da espacio para manifestar lo que les
pasa, el poder calla esas voces, entonces la fun-
ción del intelectual seria darle voz a los que no la
tienen, amplificar el reclamo de los que están en
condiciones de marginalidad. Las masas, el pue-
blo, los marginados saben lo que les pasa, no ne-
cesitan que los intelectuales les expliquen lo que
les pasa sino amplificar esa voz, que el poder
oprime quitándoles espacio para manifestarse.
El poder que generalmente está oculto, pero Fou-
cault pone el ejemplo de las cárceles donde el
poder se manifiesta en toda su crudeza, porque
está muy claramente dividido donde están los
buenos y donde los malos, el poder adquiere de-
recho propio para manifestarse, esto no ocurre en
la sociedad en general donde es como mas subte-
rránea la presencia del poder.
Foucault hace un trabajo acerca de cómo fue
cambiando la penalización en la historia, como la
cárcel no es un fenómeno antiguo, como antes la
idea era exigir la compensación del delito (aun con
la propia vida), y ahora la idea es encerrar a al-
guien por haber cometido el delito, hoy se incrimi-
na a la persona por haber cometido el delito, con
la idea de la reforma, cuando en realidad desde el
principio la cárcel ha demostrado no servir a este
fin. Si algo hace la cárcel es juntar criminales y
fomentar la delincuencia, incluso llega a sospechar
que el objetivo de la cárcel no sea juntar a los cri-
minales para tenerlos a disposición. A pesar de de
su ineficacia, la cárcel sigue existiendo, con lo que
se dirige a la cárcel a ver cómo viven y descubre
que los presos saben perfectamente lo que les
sucede, pero al mejor estilo de las minorías acti-
vas, son la no voz, la no opinión, y el intelectual lo
36
que tiene que hacer es contribuir a instalarlos en
ese lugar de saber que ellos tienen amplificando
su voz.
Mientras que las teorías ya no pueden ser totali-
zadoras, el poder trata de serlo, de dar una defini-
ción general e inclusiva, y cuanto más autoritario
es un régimen más totalizador es, más quiere
abarcar los espacios de la vida individual y colecti-
va y mas quiere definir cómo son las cosas. Por
esto mismo entonces las teorías no deben ser
totalizadoras, deben estar contextualizadas.
Foucault a la manera de Moscovici afirma que el
cambio se da desde estas minorías ya que cuando
se impone desde arriba lo único que logra es me-
jorar el funcionamiento de lo que ya esta instituido.
Estos grupos marginales para ser mas fuertes
deben tejer redes entre si y el intelectual debe
acompañarlos. La realidad no debe pasar por la
política en el sentido tradicional de competencia y
reparto del poder en instancias llamadas represen-
tativas.
Marca la diferencia entre reforma que cambian
algunas cosas para que el sistema siga funcio-
nando y la revolución acaba con el sistema, pero
las luchas contra el poder son particulares.
La justicia no es justa, su injusticia se basa en que
responde a los grupos de poder, por ejemplo se
basa en la propiedad privada, por encima de lo
que es justo.
¿Quién tiene el poder y quién no lo tiene? Fou-
cault plantea que justamente lo que se sabe es
quien no tiene el poder, pero no se sabe bien
quienes lo tienen. En términos generales se habla
de lo inconsciente y lo reprimido, pero él plantea
que es más importante lo silenciado y oculto que
lo que está reprimido. El secreto esta más relacio-
nado con los temas de poder, lo que se oculta se
esconde para que no se revelen los juegos del
poder.
Esta concepción de poder es la que está presente
en la psicología social latinoamericana.
La psicología social latinoamericana.
Esta corriente surge en la década del 80, es here-
dera del construccionismo, hay un cuestionamien-
to metodológico y teórico en el sentido de no to-
mar las teorías de otras latitudes de forma acrítica
sino tratar de ver que sirve dentro de nuestro con-
texto, pues los problemas y las soluciones de los
Estados Unidos son muy diferente a los problemas
y soluciones de Latinoamérica.
Los autores de esta corriente hacen hincapié en el
problema más grave de nuestra región que es la
pobreza.
Sistema grupo y poder (Martín Baró)
Martin Baró hace un análisis del tema del poder en
un recorrido con dos senderos, por un lado se
pregunta acerca de qué es, cómo se manifiesta, y
el habla sobre el fatalismo latinoamericano y por
otro lado va tomando teorías cognitivas de la psi-
cología social y haciendo un análisis crítico de las
mismas en su aplicación a nuestra región.
En términos generales nos ocupamos de las rela-
ciones de poder siempre desde el lugar de quien
tiene el poder, cuando un psicólogo va a estudiar
las cuestiones laborales se pone del lado del em-
presario, cuando va estudiar cuestiones de educa-
ción está del lado del ministerio de educación o del
docente, siempre del lado del poder, y habla de la
importancia de pensar la psicología social desde el
lado de los que están en el otro polo de la asime-
tría, en el lugar de los que están abajo en la rela-
ción de poder.
Estas relaciones de poder están naturalizadas y
muchas cosas que hoy veríamos con horror no
son más así, han cambiado, porque hubo intensas
luchas con el poder establecido para que se gene-
rara una realidad diferente, por ejemplo hubo épo-
cas en que los padres podían vender a sus hijos
como esclavos, llegar a la relación que existe hoy
entre padres e hijos, es producto de toda una lu-
cha contra esas formas que en su momento eran
aceptadas como naturales y hoy nos parece es-
pantosas. De la misma manera cosas que hoy nos
parecen naturales son espantosas, pero no las
vemos pues son respuestas a relaciones de poder.

En la medida que no se cuestiona nada se man-
tiene el sometimiento, en la medida que se toma
conciencia de las relaciones asimétricas se puede
empezar a hacer otra cosa. Se hace mucho hinca-
pié en la importancia de la praxis, no puede haber
desvinculación entre teoría y práctica, la investiga-
ción debe lograr cambios en la práctica.
La teoría no debe realizar la descripción de la
realidad tal como es sino mas bien pensar como la
realidad debería o podría ser, esta es la crítica al
modelo empírico, donde sólo se intenta descubrir
cómo funciona la realidad, basándose en lo que
existe, lo que funciona, cuando en Latinoamérica
esa realidad no funciona y el único motivo de es-
tudiar la realidad que se vive es para poder pensar
otra distinta. Un mundo donde valga la pena vivir.
Baró critica el modelo de Berguer y Luckman que
hablan que la realidad social es construida a partir
de la dialéctica externalización – internalización –
objetivación, porque olvidan analizar el poder. No
surge una institución nueva porque a alguien se le
ocurrió algo nuevo, que se institucionaliza, sino
que el orden social responde a una lucha de po-
der, a definiciones de la realidad de grupos con
recursos y posibilidades de ejercer presión sobre
el resto diferentes y algunos podrán imponer su
propia definición de la realidad, sigue siendo una
construcción pero ya no ingenua. Cuando Berguer
y Luckman hablan de lo que queda en el proceso
de sedimentación, obvian el tema del poder, esto
es ingenuo. Baró le agrega que mucho de lo que
se sedimenta tiene que ver con quien impone su
propia definición de la realidad.
El profesional también está inserto dentro de esta
estructura de poder, y cuando miramos la realidad
la vemos desde nuestra propia posición de un po-
der que está legitimado, es parte del entramado
social. Nacemos en un entramado social que ya
esta validado por nosotros, somos parte de la de-
finición de la realidad.
El poder determina la acción humana mediata-
mente a través de la configuración del mundo en
las personas, es la internalización de Berguer y
Luckman, e inmediatamente cuando se aplica di-
37
rectamente el poder por medio de la fuerza, las
armas, premios y castigos, etc.
Soportamos el poder en la medida que está oculto,
como decía Foucault, la parte más importante del
poder no se nota, por eso la necesidad de desna-
turalizarlo.
Habla de tres elementos del poder, el primero es
que siempre es relacional, siempre se ejerce en
una relación, tiene que haber otro sobre quien
ejercerlo. El segundo es que significa un diferen-
cial de recursos, alguien posee recursos que otro
no posee pero quiere o necesita, no sirve que ten-
ga un recurso que el otro no quiere o no necesita.
Asimismo este diferencial no funciona en todos los
contextos, entonces hay contextos donde se tiene
el poder y otros en los que no se tiene (el padre
que domina sobre el hijo, en otro ámbito es em-
pleado) pero hay algunos recursos que siempre
son valiosos, por ejemplo quien maneja los recur-
sos productivos de un país es más poderoso. El
tercer elemento es que siempre produce efectos,
que se ven reflejados en las conductas ya que
genera sumisión del lado contrario del que se ejer-
ce el poder. Siempre el poder opera sobre la reali-
dad, nunca es inofensivo. El poder configura el
quehacer de las personas, lo que son y lo que
hacen, el maestro y el alumno depende de la defi-
nición como tales y esa definición es en buena
parte producto del poder.
El poder moldea los principios y los valores, hay
una concreción social e histórica del poder en los
distintos ámbitos sociales, es decir que cada so-
ciedad es una concreción histórica del poder.
El poder sobre los medios básicos de producción
es un poder casi universal, pero también hay cier-
tos poderes que rebalsan los límites que le corres-
ponden, por ejemplo la maestra que tiene en su
aula al hijo del gobernador.
Retomando a Foucault, Baró habla de dos para-
digmas de poder, uno estratégico y otro jurídico. El
jurídico está relacionado con las leyes, con lo le-
galmente constituido a un orden que se transfiere
jerárquicamente, viene de arriba hacia abajo por
delegación, el paradigma estratégico en cambio
38
habla de la relación entre dominante y dominado
es una perspectiva más horizontal.
El poder según los recursos reconoce cinco bases
de poder, y cinco formas de ejercerlo, el poder de
recompensa, el coercitivo, el legitimo, el de refe-
rente y el poder de experto. No siempre que hay
poder en juego hay influencia, no siempre voy a
lograr cambiar lo que el otro siente, piensa o quie-
re, probablemente solo lo obligue a hacer lo que
yo quiero que haga, pero no quiere decir que logre
influenciarlo.
El poder según los sus efectos distingue tres pro-
cesos de influjo social: La primera es la sumisión,
cuando el individuo acepta la sumisión para evitar
un castigo o recibir un premio y se da a través de
reglas. El segundo es la identificación se da por-
que el individuo realiza la conducta característica
de otro, se da a través de los roles. Por último la
internalización, se da cuando se aceptan los valo-
res, pautas y normas que impone el otro y se natu-
raliza el poder.
Por último el poder según la relación se pone el
acento en si existe conflicto de intereses y hay
cinco tipos, el poder coercitivo donde alguien se
somete bajo amenaza de sanción, el poder basa-
do en la fuerza donde el individuo es materialmen-
te forzado a someterse sin posibilidad física de
alternativa, el poder de manipulación donde la
sumisión tiene lugar sin que el individuo se dé
cuenta, el poder de influencia que es aceptado sin
coerción fuerza o manipulación y el poder basado
en la autoridad donde se reconoce a quien detenta
el poder la capacidad de imponerse.
La contracara de este poder como forma de domi-
nación es el conformismo. Baro va a hacer un aná-
lisis crítico de las definiciones de conformismo.
El conformismo tiene un problema y es que si no
hay cambio no puede detectarse.
Hay un conformismo conductual de la boca para
afuera, sólo afecta a la conducta. Puedo también
concordar con lo que estoy haciendo entonces hay
congruencia entre la conducta y lo que pienso, o
puedo estar en contra y hacerlo igual porque todo
el mundo dice que hay que hacerlo o estar de
acuerdo y no hacerlo, porque no me quiero mos-
trar alineado con esa conducta. El conformismo es
algo más complejo que simplemente conformarse.
El contexto social hará que me conforme siempre
a un grupo con sus pautas morales, sus valores,
etc. Se puede ser conformista respecto a sus pa-
res, y totalmente enfrentados a otro grupo (los
adolescentes son conformistas al interior de sus
grupos con sus pares y totalmente inconformistas
respecto al grupo de los mayores)
El conformismo como rasgo de personalidad se-
gún Eric Fromm habla de la conformidad como un
mecanismo de defensa, los hombres tienen miedo
a la libertad, a expresar sus propias convicciones y
valores el miedo a no estar integrado con el grupo,
a diferenciarse, y se conforman para sentirse pro-
tegidos y contenidos por el entorno.
Por otro lado las teorías freudomarxistas de Theo-
dor Adorno, de la escuela de Frankfurt tratan de
entender el fenómeno del nazismo y si podría re-
plicarse ese fenómeno en Estados Unidos. Este
rasgo de personalidad es producto de la socializa-
ción en la familia atravesada por factores sociales
políticos y económicos, que generan las persona-
lidades que encajan en esos contextos. Hablan de
la personalidad autoritaria como la de los sujetos
que encajan perfectamente dentro de estos con-
textos, esta personalidad autoritaria de la que ha-
bla Adorno debería llamarse personalidad confor-
mista. Sus rasgos comunes pueden resumirse en
que se trata de personas que hacen una marcada
diferencia entre endogrupo y exogrupo, donde el
primero tiene toda las cualidades positivas y una
marcada diferencia con el exogrupo poseedor de
todas las claves negativas, se trata de sujetos con
una personalidad muy rígida que responden cla-
ramente a la jerarquía sin importar su lugar (si
están arriba pisotean y si están abajo aceptan ser
pisoteados), primero se los asoció al antisemitismo
pero luego se los asimiló a cualquier tipo de dog-
matismo. Baró critica que pensar que todos los
nazis tenían la misma personalidad es ingenuo, y
que estas personalidades no son propias de los
antisemitas sino de cualquier tipo de dogmatismo,
la personalidad no alcanza para explicar el con-
formismo.

El conformismo como producto de la presión gru-
pal: hace referencia al experimento de Asch, y
según el investigador un tercio de los encuestados
se sometían a las presiones del grupo, pero Baró
piensa que no puede haber un porcentaje tan alto
de independientes frente a las exigencias normati-
vas, esto puede ser porque un individuo tiene mu-
chos niveles de pertenencia, cada uno de los cua-
les da cuenta de niveles distintos de conformismo,
y entonces los resultados de la experiencia de
Asch es que los sujetos respondían al interior del
grupo desde el resto de su comunidad que hubiera
respondido como él, respondiendo en representa-
ción siempre de su grupo. El individuo que está en
situación minoritaria tiene un grupo de referencia
que no se identifica con el grupo con el que se
encuentra en el laboratorio. En la misma situación,
el individuo puede tener marcos de referencia dis-
tintos que le permiten lograr una cierta indepen-
dencia frente al grupo presente, por lo tanto la
presión grupal inmediata no puede dar razón sufi-
ciente del conformismo más que para un pequeño
número de casos.
El conformismo como desempeño de un rol social
se relaciona con la experiencia de Zimbardo en la
cárcel, donde rápidamente se establece la relación
asimétrica, el rol está por encima del individuo,
donde hay una despersonalización del individuo.
Baró dice que no es suficiente, que el individuo
también moldea al rol, no todas las personas de-
sempeñan el rol de la misma manera. Indica que
estos autores hacen una sobre generalización de
los estereotipos del rol.
Los roles son tan poderosos porque establecen la
coherencia entre el comportamiento de las perso-
nas y el contexto social externo, lo que produce
los beneficios sociales sancionados, por otro lado
tienen consistencia interna y su adopción arrastra
la incorporación de sus exigencias, el margen de
maniobra es mínimo y se asume el rol como un
todo significativo, entonces la acción termina mol-
deando a las personas, uno termina siendo aque-
llo que hace. Los tres puntos tienen su parte de
verdad pero también su limitación.
El conformismo también puede ser visto como un
acto rutinario y trivial de obediencia, analizando la
39
experiencia de Milgram. Tendemos a obedecer a
una autoridad legítima, entonces uno se saca de
encima la responsabilidad, se limita la responsabi-
lidad sobre los actos a la sola obediencia, la res-
ponsabilidad del individuo es asumida por la auto-
ridad. La división de la responsabilidad en las dis-
tintas tareas hace que nadie sea responsable de la
totalidad. Baró piensa que no siempre obedece-
mos, sino que siempre intentamos transgredir la
norma.
EL fatalismo latinoamericano es un caso extremo
de conformismo caracterizado por un rasgo de
personalidad del latinoamericano, cuando en reali-
dad es un producto histórico de la colonización
donde se ubicó a los grupos en situación de mar-
ginalidad de fracaso sistemático y permanente que
justifica que no hagan ningún esfuerzo, son grupos
que tienen sus necesidades básicas insatisfechas,
sin posibilidades de desarrollar ningún tipo de as-
piración. Se habla de una impotencia aprendida,
grupos que han perdido todas sus posibilidades. El
está de acuerdo que esto es así, desde las creen-
cias, los sentimientos y los comportamientos.
Este fatalismo le sirve al mismo campesino, pues
si no se conforman deben enfrentar todos los días
estos fracasos sería como una autodefensa, pero
también sirve a los de arriba, pues nadie se resiste
a condiciones que son la mayoría de las veces
infrahumanas.
Estos grupos no pueden pretender algo diferente
porque fundamentalmente no saben siquiera que
existe otra posibilidad. Este fatalismo ahorra coer-
ción a los sectores dominantes.
Baró va a hablar de que también hay un inconfor-
mismo, menos estudiado, que refiere a que la gen-
te no sólo obedece la norma si no que hay un in-
tento por romperla, y es básicamente de dos tipos:
hay un inconformismo normativo, consiste en rom-
per la norma para el propio beneficio, es lo que
hace el delincuente, el estafador, no quiere modifi-
car el sistema si no beneficiarse del sistema rom-
piendo la regla. Por otro lado hay un inconformis-
mo sistémico, que es revolucionario, quiere cam-
biar el sistema, incluso puede respetar la norma
pero quiere que el sistema cambie.
40
El inconformismo, como rasgo biológico constituye
una anomalía psíquica, un desajuste producto de
una patología de la personalidad lo que permite el
supuesto que el conformismo social es la normali-
dad. Pero el inconformismo también puede ser
resultado de una familia mal constituida, entonces
sería el inconformismo como rasgo de personali-
dad.
La desviación social como producto de la tensión
grupal, sería la inadecuación entre fines y medios
y el individuo transgrede la norma para alcanzar
los fines que su grupo le marca como valiosos. En
este aspecto hay cuatro tipos de formas desvia-
das, la innovación que es dejar de lado los medios
legítimos para obtener los objetivos culturales, El
ritualismo, donde la persona deja de ver los fines
que le son inalcanzables, contentándose con el
juego de trabajar para conseguirlos, el retraimien-
to, donde la persona rechaza los fines y los me-
dios eludiendo el conflicto por formas escapistas y
la rebeldía donde la persona rechaza medios y
fines pero trata de promover un sistema con nue-
vos fines y medios más equitativos.
Otra forma de entender la desviación es como una
exigencia cultural, el individuo es producto de la
asunción de un rol, si estoy en una familia de de-
lincuentes voy a ser delincuente, en un intento de
seguir a la cultura dominante en mi subgrupo.
La desviación social como pérdida del control so-
cial, se da porque no hay suficiente control por
parte de la sociedad, no hay patrulleros, policías
suficientes, entonces se produce la inconformidad.
Se desvían las clases más altas y las clases bajas,
porque las bajas no tienen nada para perder, y
poco para ganar, hay poca ganancia pero nada
que perder en el intento de acercarse a los objeti-
vos sociales, la clase alta tiene poco para perder y
mucho para ganar, manejan los mejores aboga-
dos, pueden pagar las fianzas y por otro lado los
negocios son enormes por otro lado su desviación
debe ser mucho más alta para que sea considera-
da como tal.
La psicología comunitaria (Maritza Mon-
tero)
Esta autora entiende el poder como algo necesa-
rio, dice que es tan mala la ausencia de poder
como el abuso de poder, el poder no es bueno ni
malo en sí mismo. Desde el saber generalizado al
poder se lo conceptualiza como una cosa, como
algo que se tiene o se posee, esto a partir de di-
chos que conceptualizan esa forma de pensar
sobre el poder, tales como “tener la sartén por el
mango”, “los tengo en un puño”, “me los metí en el
bolsillo”. Cuestiona esta forma de ver el poder co-
mo una cosa, tomando todas las notas de Baró del
poder relacional, la asimetría de recursos ejer-
ciendo efectos permanentemente sobre la reali-
dad.
Solemos pensar que hay ciertas personas o gru-
pos que tienen todo el poder, ciertos grupos o per-
sonas que no tienen nada de poder, esto es así
porque se piensa el poder como una cosa. “pensar
que hay determinados sujetos que no tienen nada
de poder” tiende a perpetuar las asimetrías, sin
embargo todos tenemos algún tipo de poder, por-
que tenemos algún recurso en el sentido amplio
de la palabra (conocimiento, dinero, gusto, belleza,
por ejemplo la debilidad si mueve a la ayuda social
también es un recurso). La autora va a enfatizar
en la posibilidad de reconocer esos recursos, po-
der usarlos a favor de uno y poder aumentarlos.
Se suele pensar que ciertos grupos hegemónicos
tienen todo el poder y los desposeídos no tienen
ningún tipo de poder, esta consideración es una
forma de naturalizar la debilidad, la incapacidad de
cambiar las condiciones de su forma de vida. Esta
es una expresión de la concepción asimétrica del
poder que naturaliza las carencias, generalizándo-
la a todos los ámbitos de la vida del grupo, lo que
pasa a ser la perspectiva dominante dentro y fuera
del grupo contribuyendo a reproducir y mantener
la situación.
Ella hace hincapié en que todos tenemos algún
tipo de recurso, por otro lado, siempre hay alguien
que está más abajo, de tal manera que se puede
romper ese orden establecido reconociendo ese
poder que se posee.

El dispositivo del poder que plantea Marí, está
compuesto por tres elementos, los imaginarios
sociales el discurso del orden y la fuerza.
Los imaginarios sociales tienen que ver con la
cuestión afectiva, lo valorativo, las representacio-
nes sociales, los emblemas de poder (núcleos
figurativos de las representaciones sociales) como
son el cetro. El discurso del orden apela a la ra-
zón, tiene que ver con la ley, con lo que esta insti-
tuido legalmente, lo que debe ser, los valores y
conductas aceptados, el sentido común lo eviden-
te. Cuando estos dos elementos que legitiman el
poder pierden efectividad, recién ahí es cuando el
poder lo necesita imponerse por la fuerza, que es
su última instancia, pero en términos generales el
poder busca disimularse, esconderse, no se mues-
tra abiertamente, logra ahorrarse fuerzas a través
de los otros dos elementos del dispositivo (los
imaginarios sociales y el discurso del orden). Todo
este dispositivo de poder dialoga con la estructura
económica. Tanto Baró como Montero apuntan a
desnaturalizar estos dos elementos del dispositivo,
los imaginarios sociales y el discurso del orden.
El poder reactivo es que el poder no opera direc-
tamente ejerciendo presión sino que genera las
condiciones para que el otro responda sin que se
lo indiquen.
También habla del poder de impedir, que se em-
parenta con la burocracia, no se prohíbe pero
tampoco se deja hacer. Suele intentarse lograr el
desgaste a la acción legítima que va en contra del
poder.
Las bases psicosociales del poder son la posibili-
dad de sanción, la información (que permite domi-
nar la situación por cierto tiempo, es el poder del
que se entera primero), la legitimidad, y la estruc-
tura socio afectiva (surge cuando se sacraliza el
poder y no admite grados de remordimiento ni
reflexión es el poder carismático) la bases psico-
comunitarias del poder son la participación y es
importante en cualquier grado que suceda ya que
es la base para el siguiente elemento que es el
compromiso, en este nivel es importante la rota-
ción pues se trata de un trabajo que suele ser de
tiempo completo, lo que puede generar el desgas-
41
te y desviaciones, por último el sentimiento de
pertenencia refiere a la identidad, como las identi-
ficaciones que se dan en la interacción del com-
promiso y la participación.
El poder como relación social, tiene tres formas
principales: causal, estratégica y conflictiva.
El poder como relación causal se refiere a que
siempre genera consecuencias, la relación estra-
tégica apunta a que la posesión de recursos per-
mite manipular al otro para lograr los propios fines,
y es conflictiva porque siempre el poder implica
consensos y rupturas.
El concepto central para esta teoría es la concien-
cia o concientización. Se intenta construir la de-
sigualdad y la identificación de los recursos, pro-
voca el cambio social siempre que alguno, varios o
todos los elementos de una relación de poder se
vean alterados. Se logra por la desnaturalización
del poder, poniéndose del lado que se somete.
El fortalecimiento es un proceso por el cual se
aspira a revitalizar a las personas menos privile-
giadas ayudándolas a desarrollar sus fortalezas en
vez de centrarse en sus debilidades con miras a
lograr un cambio en el nivel comunitario. Hace
hincapié en “permitir”, “capacitar”, “autorizar” o
“dar poder”, en generar la “habilidad” como un
dominio sobre algo.
Es condición indispensable del proceso que el
centro de la acción y las decisiones sean las per-
sonas involucradas.
Se intenta desarrollar las capacidades y los recur-
sos para que estos grupos puedan controlar la
situación de sus vidas actuando de manera com-
prometida, consciente y critica, para transformar
su entorno según sus necesidades y aspiraciones,
transformándose a sí mismos al mismo tiempo.
Se destacan primero los componentes intraperso-
nales que tienen que ver con el sentido de control
autopercibido, como las personas perciben su ca-
pacidad de influir en los sistemas sociales y políti-
cos y que son producto de su historia (ya que es la
forma en que el poder se ha naturalizado como su
impotencia aprendida). En segundo lugar están los
42
componentes interactivos, que son las relaciones
entre las personas y el ambiente, que las capaci-
tan para intervenir y dominar exitosamente los
sistemas sociales y políticos (capacidad de cons-
truir y la asociación de colaboración). En tercer
lugar los componentes comportamentales que son
las acciones especificas, la participación con com-
promiso en las actividades comunitarias. Cuanto
más diverso sea el movimiento, más poderoso
será, ya que se adquiere poder uniéndose a otros,
pero también más propenso a la fragmentación.
Los pasos en el desarrollo del fortalecimiento son
 El desarrollo creciente del sentido de ser
en el mundo
 La construcción de una comprensión cada
vez más crítica de las fuerzas sociales y
políticas que componen nuestro mundo de
vida
 El diseño de estrategias y recursos funcio-
nales a la consecución de roles sociopolíti-
cos personales y colectivos (compromiso y
participación)
El proceso tiene tres elementos que responden a
distintas preguntas:
 Valores: ¿Qué?, ¿Por qué?
 Agentes: ¿Quiénes? ¿A quiénes? ¿Con
quiénes?
 Procesos: ¿Cómo? ¿Cuándo? ¿Dónde?
El análisis del discurso
El análisis del discurso es un método cualitativo
que es más bien construccionista.
Iñiguez plantea tres tipos de análisis con dos
perspectivas, el análisis del contenido, el análisis
conversacional y el análisis del discurso propia-
mente dicho. Los dos últimos tienen una perspec-
tiva cualitativa mientras que el análisis del conte-
nido es positivista. Cada uno de estos tipos tiene
una concepción de lenguaje diferente.
El análisis del contenido, es cuantitativo y positivis-
ta. Los analistas del contenido pretenden la objeti-
vidad pero es difícil de concederles esa cualidad.
La técnica comienza con un catálogo de términos
representativos del tema que quiere estudiar y
una selección de textos que se considera relevan-
tes y a partir de ahí se hace un estudio de fre-
cuencias que aparecen esos términos en esos
textos. Es importante la selección de los léxicos,
que no sobren ni falten palabras en la lista pues
podría generar una mala evaluación de las fre-
cuencias. Tiene una concepción de lenguaje
transparente la palabra o frase representa el con-
cepto subyacente, no hay nada mas allá de lo que
esta escrito. Es deliberada y explícitamente ciego
a cosas a las que normalmente somos sensibles,
como el contexto, la ironía, el doble sentido, la
agenda oculta, etc.
El análisis conversacional tiene como principio
básico que el lenguaje puede ser comprendido por
su uso. Habla de la interacción, se estudia el or-
den en el lenguaje, las regularidades, las reglas
inconscientes que uno sigue en la interacción lin-
güística con otros, como lo son los turnos (quien
tiene la palabra, quien la cede, etc.) El tipo de len-
guaje en este caso es el lenguaje pragmático, uno
con el lenguaje hace cosas. Puedo hablar de algo
y dar una instrucción explícitamente, puedo mover
a otro a la acción. La ley por ejemplo son palabras
que dan orden (por ejemplo, cuando un juez los
declara marido y mujer produce consecuencias
económicas, en los cónyuges).
Por último el análisis del discurso propiamente
dicho, lo importante es qué estoy diciendo que no
necesariamente se refleja en las palabras que uso,
puede estar en los silencios, o en lo no dicho, o en
cómo lo digo. Lo que hace es interpretar la reali-
dad en este sentido es netamente construccionis-
ta. Habría tantas interpretaciones como interpre-
tes, a partir del mismo discurso, se pueden tener
interpretaciones diferentes de un mismo discurso
(un análisis del antropólogo es distinto al del psicó-
logo, o del médico pues cada uno busca aspectos
diferentes). En este caso el lenguaje es performa-
tivo, el lenguaje construye la realidad. El análisis
del discurso incluye el análisis conversacional pero
va más allá.
Para que sirva a los fines de hacer un análisis de
discurso, este debe provenir de un “protagonista”
alguien representativo del rol, debe ser un infor-
 43

mante clave, no importa que sean muchos testigos

sino que es más importante que sean unos pocos
discursos en profundidad de las personas adecua-
das. El discurso del protagonista sirve para enten-
der lo que se pretende investigar.

Otro punto para que el discurso sirva al análisis es

el efecto discursivo. Esto opera en dos sentidos,
en primer lugar, no importa el protagonista como
individuo sino como representante de un grupo y,
en segundo lugar, que el tema del que estamos
hablando sea representativo de ese grupo.

El objetivo del analista del discurso es encontrar

las distintas posibles lecturas del discurso, cuales
son los ejes significativos del mismo, que pueden
ser muchos. No alcanza con tomar un único texto,
pues el análisis se enriquece con la intertextuali-
dad, que se logra analizando varios discursos de
una misma situación. Si analizamos reglamentos,
charlas ocasionales, comunicados dan más mati-
ces al análisis pues aportan su contextualización,
echando más luz a la realidad que construye ese
discurso.

Hay distintas modalidades de análisis del discurso,

en particular valora dos: el discurso como actos
del habla y el discurso como argumentación.