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"AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD"

ESCUELA PROFESIONAL DE INGENIERIA DE MINAS

DINAMITA, TNT Y UCS

CURSO : PERFORACION Y VOLADURA

DOCENTE : ING. CARLO VARGAS VALDIVIA

CICLO : IX

ALUMNO : CRISTIAN ANTONI RUIZ AROCUTIPA

MOQUEGUA-PERU
2019
DINAMITA
Historia
A partir de la nitroglicerina, Alfred Nobel, que inspiró los célebres galardones, ideó en 1867 un
nuevo y potente explosivo menos peligroso de manejar.

En 1847, mientras estudiaba en Turín la acción del ácido nítrico sobre distintos compuestos
orgánicos, el químico italiano Ascanio Sobrero experimentó en sus propias carnes los dolorosos
efectos que podía tener sufrir un accidente con el nuevo aceite explosivo con el que trabajaba.
El compuesto destrozó el tubo de ensayo que lo contenía –y eso que solo lo había agitado– y le
dejó la cara sembrada de cicatrices. Acababa de descubrir la nitroglicerina. Esta resultaba tan
difícil y peligrosa de manejar que Sobrero no pensó que pudiese tener utilidad práctica, y de
hecho hasta se sintió avergonzado de su hallazgo cuando, pocos años más tarde, hizo balance
de todas las víctimas que este había causado. Pero su curiosidad investigadora daría otros frutos.
Sobrero había querido probar qué impacto tenía una gota diminuta de nitroglicerina en su
lengua, y el resultado fue un fuerte dolor de cabeza.

En 1864 una explosión de nitroglicerina mató a cinco personas, entre ellas, al hermano pequeño
de Nobel. A raíz de esta tragedia se concentró en la tarea de conseguir un método para
manipular con seguridad la nitroglicerina, que a mediados del siglo XIX era el explosivo más
utilizado.

En 1867 Nobel consiguió fabricar la dinamita, mezclando la nitroglicerina con un material


absorbente (la tierra de diatomeas), y así obtuvo un polvo que se podía percutir e, incluso,
quemar al aire libre sin que explotara. Sólo explotaba cuando se utilizaban detonadores
eléctricos o químicos. Así nació la dinamita, un explosivo más estable y manejable que la
nitroglicerina.

Las patentes más importantes de Nobel fueron en 1875, la dinamita goma, una dinamita
moldeable, semejante a los explosivos plásticos actuales y luego, en 1884, un método para la
destilación continua del petróleo. Por último, en 1887, fabricó la balistita, una mezcla de
nitroglicerina y nitrocelulosa, consiguiendo un gran explosivo sin humo.

Compuesto químico
La dinamita es un explosivo compuesto por nitroglicerina y dióxido de silicio.

Es una mezcla grisácea y aceitosa al tacto, considerada un explosivo potente (comparado con la
pólvora, el fulminato de mercurio y otros explosivos débiles). La dinamita se solía fabricar
mezclando nitroglicerina y tierra de diatomeas con un alto contenido de dióxido de silicio. Esta
última actuaba como una especie de esponja, absorbiendo y estabilizando la nitroglicerina,
haciendo su uso como explosivo más seguro y práctico.

Uso
La dinamita fue inventada por Alfred Nobel en 1866, sustituyendo rápidamente a la
nitroglicerina para aplicaciones industriales, minería, y armamento. Desempeña un papel muy
importante en trabajos como la excavación de montañas, la construcción de carreteras,
demoliciones y en general cualquier obra pública que requiera el movimiento de masas rocosas.

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TNT (Trinitrotolueno)
El 2, 4,6-trinitro-1-metilbenceno, trinitrotolueno, o más conocido como TNT, es un compuesto
obtenido a través de la sustitución de tres átomos de hidrógeno de la molécula de tolueno, por
grupos nitro (NO2). Su fórmula química es C6H2 (NO2)3CH3. La molécula de TNT, es una
combinación entre átomos de carbono, hidrógeno, oxígeno y nitrógeno, los cuales se
desintegran a ser agitados, consiguiendo que los átomos de oxígenos puedan reaccionar con los
átomos de hidrógeno y los de carbono, formando dióxido de carbono, junto a vapor de agua. En
dicho proceso se consigue liberar átomos de nitrógeno también, formando gas nitrógeno.
Cuando el TNT detona, se convierte en un sólido de tipo compacto dentro de una voluminosa
nube de gas, lo que provoca una potente explosión.

El comúnmente conocido como TNT, es el compuesto más conocido de este tipo. Su punto de
fusión es de 82ºC, y llega a producir unos cristales de color amarillo a una densidad de 1.65.
Debido a su bajo punto de fusión, se puede fundir con relativa facilidad, característica que hace
que pueda ser vertido dentro de los casquillos de las armas u otros artefactos de tipo explosivo.
Este explosivo puede arder al aire con una temperatura de 295ºC, pero puede conseguir explotar
más fácilmente si se comprime.

El TNT puede disolverse en benceno o acetona, y al igual que el resto de compuestos del
nitrógeno, puede reaccionar de manera veloz con sustancias que donan electrones, es decir,
agentes químicos de tipo reductores. A pesar de todo, es un compuesto bastante estable, el cual
no sería factible utilizar, si no fuera porque dispone de un iniciador que consigue desencadenar
la energía de tipo explosiva. Pero, de hecho, entre dicho iniciador y el trinitrotolueno es
conveniente poner un explosivo que actúe como rompedor fuerte, que sea más inestable que
el TNT (pudiendo ser, por ejemplo, la tetralita), de manera que trabaje como multiplicador,
haciendo que se acentúe el papel del iniciador, desencadenando de éste modo, una explosión
completa del intermediario.

El TNT no ataca a elementos metálicos, y tampoco absorbe la humedad, y casi no se disuelve


con el agua. Los detonadores de velocidad alta, como puede ser el caso del fulminato de
mercurio, hacen que se descomponga de una manera bastante violenta y explosiva. Éste puede
ser detonado de manera eléctrica, pues cuando pasa una descarga eléctrica a través de la
molécula de TNT, se produce una ruptura de la unión existente entre el dióxido de nitrógeno y
el oxígeno, el cual se combina con el combustible, en apenas segundos de tiempo. El
trinitrotolueno es peligroso para la salud, al poder ser absorbido a través de la piel, causando
diversas molestias como el dolor de cabeza, irritación en la piel, provocar anemia, etc. A nivel
de laboratorio, además de muy peligroso, es difícil de fabricar, preparándose por nitración del
tolueno.

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UCS
Una medida de la resistencia de un material. La resistencia a la compresión no confinada (UCS)
es el esfuerzo de compresión axial máximo que puede tolerar una muestra de material cilíndrica
recta bajo condiciones no confinadas; el esfuerzo de confinamiento es cero. Se conoce también
como resistencia a la compresión uniaxial de un material porque la aplicación del esfuerzo de
compresión tiene lugar solamente a lo largo de un eje —el eje longitudinal— de la muestra.

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