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Insurgencia Sindical

Durante todo el sexenio de Echeverría hubo una constante lucha ambivalente del
gobierno con los sindicatos, ya sea con los independientes que tenían demandas
legítimas y representaban al verdadero movimiento obrero, y con los sindicatos
oficiales o “charros”, que ya no eran tan leales al régimen como lo habían sido
antes, y que de alguna forma empezaron a ejercer cierta independencia de este.

Echeverría demostró esta postura se vio reflejada en su llamado a la “apertura


democrática” recién llegado al puesto, y en los ataques verbales “sútiles” al
dirigente de la CTM, Fidel Velázquez en la XII Asamblea Ordinaria de la
Federación de Trabajadores del Distrito Federal, sólo 15 días después de su
nombramiento como presidente, señalando la falta de democracia dentro del
Sindicato permitiendo que una sola persona haya estado tantos años en la
dirigencia (al menos desde los 50´s), aunque parecería una demanda legítima, es
obvio (al menos ahora) que su propósito era quitar del frente de la CTM a Fidel, ya
que al pasar de los años ya había acumulado suficiente poder para ser de cierta
forma una amenaza para algunos de los planes que tenía para su sexenio, o al
menos eso suponía él.

En su intento por contrarrestar el poder que había adquirido Velázquez, incentivo


por veces el sindicalismo independiente, jugada que le salió mal ya que debido a
la inflación y la crisis económica generada por su mala administración, para evitar
y reducir los levantamientos obreros, tuvo que recurrir nuevamente a Velázquez, la
CTM y su demagogia, pero esta ya no funcionó como veces anteriores, y el
gobierno tuvo que recurrir a la represión 0y a la llamada “Guerra Sucia”.

También para recuperar el apoyo social que había perdido el gobierno en la última
década brindado por el movimiento obrero, llevo a cabo políticas populistas que a
superficialmente apoyaban y resolvían problemas de la clase trabajadora, pero
sólo satisfacían los objetivos inmediatos de los grupos, siempre y cuando no se
entrometan en los intereses de los empresarios y del gobierno.

Entre estas políticas se encuentra la creación del INFONAVIT y del FONACOT, el


primero que pudo parecer que los más beneficiados serían los trabajadores, al
final a quien más benefició fue a los empresarios, ya que al reformar el artículo
123 de las obligaciones del patrón el brindar vivienda a los trabajadores, en
cambio la vivienda ahora sería pagada con los ahorros forzosos descontados de
los salarios de los trabajadores. Aparte de que este programa significo grandes
ingresos para las constructoras.

En el caso del FONACOT, aunque pudiera parecer un incentivo para que los
trabajadores adquirieran muebles y electrodomésticos para elevar su nivel de vida,
al final sólo se convirtió en un crédito más, dónde el Estado era el intermediario y
el aval.

Otros programas en “ayuda al trabajador” fueron: CONAMPROS, CONASUPER, y


FOVISSSTE.

Al final la tendencia de Echeverría, de su política laboral, se puede resumir en el


siguiente párrafo:

“El enjuiciamiento global de la política laboral echeverrista indica que su objetivo


central ha sido el de mantener y ampliar el apoyo del movimiento obrero
ejerciendo la hegemonía política burguesa sobre la clase obrera mexicana,
propósito que ha conocido cambios tácticos (frente a los charros y los electricistas,
por ejemplo), pero que ha permanecido inalterado a lo largo del sexenio.” (Molina,
1977, pp. 69-88)

Reforma Educativa

El presidente Echeverría demostró sus intenciones de una reforma educativa


desde el principio, eso se puede notar en su discurso de toma de posesión:

“Nuestro tiempo desafía, en todos los países, la eficacia de la escuela. Una


educación estática puede ser germen de discordia y retroceso. Hagamos de
cada aula un agente dinámico del cambio social, del progreso científico y
del desarrollo económico, para que sea baluarte de soberanía y fuente de
patriotismo constructivo. Que surja de la escuela la nación que
ambicionamos ser. Una auténtica reforma educativa exige revisar, profunda
y permanentemente, los objetivos, los conceptos y las técnicas que guíen la
docencia...La adquisición de patentes y el pago de regalías resultan
demasiado onerosas para las estructuras económicas poco evolucionadas.
El colonialismo científico agudiza las diferencias entre los países y prolonga
sistemas de sujeción internacional” (Echeverría Álvarez, 1970, p. 5).

En su plan intentaba “matar 2 pájaros de un tiro”, primero acelerar la educación


dentro del país, y segunda crear un verdadero desarrollo tecnológico y científico
para ya no depender de tecnologías extranjeras, lograr un independencia y
descolonización científica y tecnológica, y esto lo intentó a través de la
tecnificación de la educación. Aunque en papel y en discurso parecería un plan
adecuado y justo para las necesidades del país, la verdad es que “la reforma
educativa …se realizó a partir de desenfreno populista” (Schettino, 2002)
característico el sexenio de Echeverría, intentando a través de las consignas
educacionales, calmar y mediar con los estudiantes post movimiento del 68, y así
poder evitar que volviera a haber insurrección por parte de ellos, sobre todo
porque varios de los jóvenes que habían participado en el movimiento del 68
empezaron a unirse a las filas de la guerrilla, tanto urbana como rural, a la rebelión
de Lucio Cabañas o a la Liga Comunista 23 de Septiembre. Esta medida empezó
a dar frutos hasta finales del sexenio, ya que en el 71 hubo una nueva represión
por parte del gobierno, la “evolución” del Batallón Olimpia en Los Halcones,
suceso conocido como “El Halconazo”.

Aunque no sólo el populismo se dio con los estudiantes universitarios, también con
los ciudadanos mexicanos que querían ver a sus hijos en las escuelas, esto se
demuestra con la gran cantidad de escuelas populares, creadas por la misma
gente de las comunidades lejanas, que fueron reconocidas por la SEP, aunque
esto también contribuya a la ampliación de la oferta educativa, también
característica del sexenio, pero también necesario debido al alto crecimiento
demográfico.

Se diseñaron programas de primaria acelerada, se crearon escuelas técnicas con


50% de horas para el desarrollo de habilidades técnicas, y en algunas agrícolas y
de pesca, se creó el Colegio de Ciencias y Humanidades donde su plan iba de
acuerdo con algunas de sus formas propuestas en sus discurso del presidente,
sobre todo el “aprender a aprender”, y se amplió significativamente la oferta de
educación universitaria, con la creación de la UAM en 1974, empezando funciones
con 3 unidades: Azcapotzalco, Iztapalapa y Xochimilco, la fundación de las ENEP
(Escuela Nacional de Estudios Profesionales) unidad Aragón e Iztacala, y la
creación de Unidad Interdisciplinaria de Ingeniería, Ciencias Sociales y
Administrativas (UPIICSA) el IPN.

Fue una reforma compleja y ambiciosa, en la que se combinan los objetivos de


formación ciudadana con los de soberanía económica, descolonización científico-
técnica, movilidad social y dinámica social. Una reforma que atacaba muchos de
los cuestionamientos de la oposición estudiantil y progresista a los objetivos,
contenidos, métodos, técnicas y mecanismos del SEN. (González, 2018, p 96).

Muchos investigadores han apuntado a que la reforma educativa fue aprovechada


por el gobierno para inducir a un adoctrinamiento de pensamiento, elevando la
patria, pero la patria a través del Estado.

Final de sexenio conflictivo

El gobierno de Echeverría fue característico por los rumores que se crearon, esto
a causa de las enemistades que el mismo personaje forjó, con la oposición, con el
dirigente de la CTM Fidel Velázquez, pero una de las que más le afectó fue la que
tuvo con los grupos empresariales, sobre todo con Grupo Monterrey,
conglomerado que en ese tiempo ejercía una gran influencia en las decisiones
económicas del país, combinados con los levantamientos armados, rebeliones e
insatisfacciones con las acciones del gobierno, todo estos lastres fueron
arrastrados hasta los últimos días del sexenio.

Aunque para ser cierto hubo un rumor que resultó ser cierto, el sector empresarial
había advertido que si la economía del país seguía así, se generaría una
devaluación del peso, cosa que sucedió el 31 de agosto de su ultimo años como
presidente, el peso en relación al dólar, después de haber pasado más de una
década en un estable cambio de 12.5, paso a 22 pesos el dólar, y lo peor es que
los problemas ese año no terminaron ahí.

La enemistad forjada con Grupo Monterrey, provocó que muchos de sus


empresarios sacaron sus capitales del país lo que también generó afectaciones
económicas, y el mucho del dinero que se movía en el país venía del gasto
público, capital que no alcanzó para terminar y desarrollar los excesivos proyectos
de obra pública que había puesto en marcha Echeverría desde el comienzo de su
sexenio.

Pero en este conflicto había una peculiaridad, este no era un conflicto entre el
gobierno y los empresarios, era más personal, era entre Echeverría y Grupo
Monterrey, por ende se tenía esperanzas que al momento de cambio de mandato
las tensiones se aliviaran.

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