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RESUMEN

El eminente psicólogo norteamericano Lawrence Kohlberg, desarrolló una profunda


reflexión acerca del desarrollo moral y de la autonomía del ser humano, basándose en los
estudios previos de Jean Piaget. La primera aportación crítica frente al planteamiento de
Kohlberg fue la realizada por la feminista Carol Gilligan, que abrió la puerta a críticas mas
profundas como las realizadas por Peter Singer.

Tag: Lawrence Kohlberg, desarrollo, moral, paradigma, deontológica, moralidad, singer,


Wallon

Para citar este artículo puede utilizar el siguiente formato:

Bailón García, L.H.: Teoría del desarrollo moral, en Contribuciones a las Ciencias Sociales,
septiembre 2011, www.eumed.net/rev/cccss/13/

Teoría del desarrollo moral

Lawrence Kohlberg realizo un estudio por el que definió los razonamientos morales como
juicios de aceptación o desviación de las normas. Sus estudios de razonamiento moral están
basados en el uso de paradigmas morales. Kohlberg realizo una escala del nivel de
razonamiento moral a partir de la solución a esos paradigmas en un experimento con niños
y adolescentes. Consideró que el desarrollo moral estaba directamente relacionado a la edad
y el desarrollo psicológico. Kohlberg estableció tres niveles con dos etapas cada uno.
Considera que muchas personas progresan sólo hasta la cuarta o la quinta. Así mismo,
considera que son universales, por tanto, válidas para cualquier época y cultura, además de
irreductibles. Estos estadios son lineales, siguiendo un orden invariable en el desarrollo de
cada individuo. Del mismo modo, los estadios o etapas no son acumulativos ya que
ninguna persona puede pertenecer a dos estadios a la vez. Por lo tanto, cada uno de ellos es
un todo indivisible. La única excepción la hace con el último, que aunque se tenga el
desarrollo psicológico, el individuo puede ser moralmente del estadio anterior.

Nivel I: Moralidad Preconvencional.

Kohlberg considera el centro de esta etapa el control externo del individuo. Asi pues, el
individuo realiza los actos en consecuencia a los efectos directos que produce (premio-
castigo).

Etapa 1. La orientación de obediencia por castigo. Los individuos obedecen las reglas para
evitar el castigo.

Etapa 2. La orientación instrumental-relativista (el premio). El individuo, realiza las


acciones que le resultan instrumentalmente satisfactorias, resultando un intercambio de
acciones que resulta del mercantilismo.

Nivel II: Moralidad convencional.

Los individuos asumen los papeles de las figuras de autoridad lo suficientemente bien como
para decidir si una acción es buena según las instituciones (sociales). Con lo cual, tienen en
cuenta las expectativas de la sociedad y sus leyes sobre un dilema moral.

Etapa 3. La orientación interpersonal. El individuo trata de buscar la aprobación de los


“otros significativos”, es decir del entorno mas cercano.
Etapa 4. La orientación de “institucional”. El individuo se orienta hacia la autoridad, y el
mantenimiento del orden social de las “instituciones”. El comportamiento correcto consiste
en mantener un orden social preconcebido que se justifica en sí mismo. Así pues, la
legislación es el motor moral absoluto. En todos los casos, debe respetarse la autoridad y el
orden social preestablecido.

Nivel III: Moralidad de principios o postconvencional.

Los juicios están basados en lo abstracto y por principios personales que no necesariamente
están definidos por las leyes de la sociedad. Se establecen valores independientes a las
instituciones (como la libertad y la vida), y en último termino, se los escala.

Etapa 5. Contrato social. En principio es utilitarista. La acción correcta tiende a ser definida
en términos de los derechos generales del individuo, que han sido acordados por la
sociedad por consenso. Pero así mismo, con una fuerte predisposición a “variar la ley”
mediante nuevos consensos que hagan avanzar su sociedad a favor de los derechos
prioritarios.

Etapa 6. Principios éticos universales. Lo correcto es definido por la decisión en conciencia


de acuerdo con los principios éticos auto-elegidos basados en la lógica, la consistencia y la
universalidad. Así pues, lo correcto es cuestión de conciencia individual, e involucra los
conceptos abstractos de justicia, dignidad humana e igualdad. Los individuos en esta fase
consideran que hay valores universales en los que todas las sociedades deben estar de
acuerdo.

El autor del texto critica fuertemente las teorías de Kohlberg, basándose en:

La disparidad de criterios que se establecen entre los dos primeros niveles y el último.
Considera que los dos primeros niveles también debiesen tener escala de valores para
poderse comparar con el ultimo.
Kohlberg sitúa la moral deontológico por encima de la moral utilitaria, de manera que
considera Singer sin suficiente argumento, a pesar de que no lo niegue.

El desarrollo cognitivo y el moral no discurren paralela e isomorficamente como sugiere


Kohlberg, a pesar de requerirse el desarrollo cognitivo-psicológico, este no necesariamente
esta vinculado a la moral.

En primer lugar y fundamental, critica la posición de Kohlberg que aboga por la


deontología moral, pero basándose en la critica irrazonada al utilitarismo, reconociendo que
se puede poseer el desarrollo de la etapa sexta y comportarse según los postulados de la
quinta o incluso previas. Singer, establece un paralelismo entre el utilitarismo del
reconocimiento social con el reconocimiento moral, dando una explicación lógica a los
comportamientos “hiper-moralistas”, como los de Ghandi o la Madre Teresa, que obvian
otros sistemas de autorrealización. En definitiva, dando mas razón a la teoría maslow,
estableciendo que algunos individuos sitúan la moralidad en la cumbre de la
autorrealización, mientras otros no. Así pues, Singer considera que vincular la autoestima
al desarrollo del aspecto de la moralidad universal puede tornar menos moral en otros
ámbitos más personales.

Personalmente, también considero de gran importancia el relativismo histórico de la moral,


dado que muchos comportamientos amorales de hoy, no lo eran en otro tiempo. Un ejemplo
de ello seria la esclavitud. Un buen ejemplo seria que el trato al esclavo puede ser tema de
debate histórico-moral, no así la posesión. De hecho hasta hace poco, incluso estaba
respaldada por teorías científico-racistas de corte empírico. Incluso añadiría que algunos
héroes de abolicionismo no lo eran por razones humanitarias o morales, sino económicas y
de poder. Recordemos que el mismo Lincon no accedió a reconocer los mismos derechos a
ambas razas, y a pesar de ello, era abolicionista convencido y reconocido. A ello habría que
añadir que en el momento de su aparición como actor de la historia, ya habían aparecido
críticas a las teorías científico-racistas, que ejercieron de caldo de cultivo al abolicionismo.
Por ello podemos entender que sus razones no eran “exclusivamente” de corte moral. El
enfoque ético-espiritual era el principal en las investigaciones sobre la esclavitud en el
mundo antiguo, que a su vez eran la justificación de la esclavitud moderna. El mayor
exponente de estas investigaciones fue Henri Wallon. Para Wallon, la esclavitud era inocua
éticamente, pero su efecto negativo sobre la población libre era moral (entíendase de estado
de animo) y económica. Según los trabajos de Walon, la esclavitud mermaba la ética del
trabajo abocando al hombre libre pobre, principal trabajador industrial, a la pereza.

Así se iniciaba otra forma de estudio, el enfoque “sociológico” que empezaría con los
economistas primitivos. Estos autores desde el siglo XVIII analizaron la fuerza de trabajo,
la producción y el comercio en términos económico-sociales pero también tocando el
ámbito moral. Casi todos condenaron la esclavitud a nivel moral pero no eran
abolicionistas, luego no la consideraban en el nivel inmoral que lo valoramos hoy. Así
pues, para autores como B. Franklin, A. Smith o J. Millard el trabajo esclavizado era menos
eficiente y tenía mayores costes que el trabajo libre en una sociedad industrializada. Pero
sin embargo, la situación desventajosa en las explotaciones agrarias, no la tenían tan clara.

Atendiendo a ese relativismo histórico, el autor, sobrepone el “desarrollo moral” de


Kohlberg a las etapas históricas del Reich nazi, y encuentra que los criminales “amorales”
de dicho periodo, estarían situados correctamente en la etapa cuarta, que predispone (según
Kohlberg) al acceso a la siguiente. El autor considera que partiendo de una situación
inmoral de respeto a legislación inmoral, no se puede acceder a otra etapa de mayor
moralidad, amen de no poderse clasificarse en el mismo nivel a otra sociedad que esta en la
posición yuxtapuesta. Así mismo, realiza el mismo análisis de la situación de Canada,
encontrándola en el mismo nivel y etapa. El autor concluye considerando que Kohlberg se
equivoca al situar el desarrollo de manera independiente al contenido.

Así pues, en resumen, el autor considera erróneo el planteamiento inicial de Kohlberg, por
el cual el desarrollo psicológico y moral están vinculados paralelamente, así como el
desarrollo moral sin referencia a ningún contenido moral sustantivo.
Personalmente suscribo la crítica de Singer, a la que añadiría un mayor peso de la etapa
histórica y la sociedad en la moralidad, que influye notablemente incluso en las escalas de
valores morales, haciendo variarlos irremisiblemente. No olvidemos que el valor
“universal” de la vida, lo es hoy, pero no lo fue en otros tiempos y no tiene porque serlo en
un futuro. Un paradigma para ello es la creciente critica a la “vida de cualquier forma” que
propugnan los favorables a la eutanasia o al aborto. Lo cual situaría a la dignidad o la
autodeterminación (libertad) por encima de la vida en la escala moral, como antaño lo fue
el honor, la raza o la protección de la familia.

También se podría señalar que la definición de los estadios morales se hace solamente en
términos de capacidad de razonamiento, ignorando otros factores importantes como la
emoción moral o la voluntad, amen de la falta de escala de valores que propugna Singer.

Otra cuestión es que la teoría de Kohlberg otorga menor capacidad moral a los niños de lo
que “creo” que realmente tienen, presentando límites por usar dilemas hipotéticos difíciles
de suceder, en vez de situaciones de conflictividad ética cotidianos.

Además considero:

Está demasiado basada en el lenguaje (los niños pueden tener unos razonamientos morales
que no son capaces de explicar). Da por sentado que lo que los niños expresan es el
trasfondo de su razonamiento.

No se pueden realizar estudios empíricos que respalden los estadios post-convencionales.


Para ello tendría que establecer una escala de valores, además de poder “medirse” dentro de
cada uno y relacionarlo con el sustrato y el raciocinio del individuo.
Se necesitan modelos hipotéticos que medien entre el razonamiento y el comportamiento,
ya que los estadios de Kohlberg resultan demasiado abstractos para guiar la acción. Es
decir, según el razonamiento de Kohlberg se puede entender la moralidad de la sexta etapa
y ejercer la moralidad de la segunda, pero no explica los modelos del racionamiento.

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