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I ESCENA
(Aparece en escena el piloto cuando era niño contando la historia de la boa, después
el piloto cuando tiene el accidente hasta caer en el desierto. Mientras tanto, es el
narrador es el que lo cuenta y el piloto va representando)
Narrador: Hace ya muchos años, vivía en una ciudad no muy lejana a Toledo, un niño
que tenía unos seis años. Un día, vio asombrado una magnífica lámina en un libro
sobre la Selva Virgen, que se titulaba “Historias Vividas”.
Niño –Piloto: (Lee una página del libro): - “Las serpientes boas se tragan su presa
toda entera sin masticarla. Luego no pueden moverse y duermen durante los seis
meses de su digestión”.
Niño –piloto: - ¿Este dibujo sí que lo entienden, verdad? (Dibuja una boa y en el
interior un elefante y se lo enseña a los mayores)
Gente: - Deja a un lado los dibujos de serpientes y preocúpate más bien por la
geografía, la historia, el cálculo y la gramática.
Narrador: De esta forma el niño abandonó a los seis años una magnífica carrera de
pintor.
Tuvo que elegir otro oficio y aprendió a pilotar aviones y a volar por todo el mundo.
Narrador: El principito era un niño de unos seis años de edad, vivía en un planeta
muy, pero que muy pequeño donde no habitaba nadie. Sólo había tres volcanes, que
limpiaba todos los días y unas plantas malignas que tenía que quitar con mucha
paciencia.
FLOR -¿Verdad? -respondió dulcemente la flor-. He nacido al mismo tiempo que el sol.
Me parece que ya es hora de desayunar; si tuvieras la bondad de pensar un poco en
mí...
(El principito, muy confuso, habiendo ido a buscar una regadera la roció
abundantemente con agua fresca.)
FLOR (Hablando de sus cuatro espinas) -¡Ya pueden venir los tigres, con sus garras!
PRINCIPITO -No hay tigres en mi planeta y, además, los tigres no comen hierba.
FLOR -No temo a los tigres, pero tengo miedo a las corrientes de aire. ¿No tendrás un
biombo?
FLOR-Por la noche me cubrirás con una campana de cristal (un biombo)… hace
mucho frío en tu tierra. No se está muy a gusto; allá de donde yo vengo…
PRINCIPITO (Para sí mismo)-“Yo no debería hacerle caso, nunca hay que hacer caso a
las flores, basta con mirarlas y olerlas. ¡Son tan contradictorias las flores! Pero yo soy
demasiado joven para saber amarla".
(Esta no respondió.)
FLOR - He sido una tonta. Perdóname. Procura ser feliz. Sí, yo te quiero, ha sido culpa
mía que tú no lo sepas; pero eso no tiene importancia. Y tú has sido tan tonto como
yo. Trata de ser feliz. . . Y suelta de una vez ese biombo; ya no lo quiero.
FLOR - No estoy tan resfriada como para... El aire fresco de la noche me hará bien. Soy
una flor.
FLOR -Será necesario que soporte dos o tres orugas, si quiero conocer las mariposas;
creo que son muy hermosas. Si no ¿quién vendrá a visitarme? Tú estarás muy lejos.
En cuanto a las fieras, no las temo: yo tengo mis garras.
FLOR -Y no prolongues más tu despedida. Puesto que has decidido partir, vete de una
vez. Va-t'en.
NARRADOR: Para ocuparse en algo e instruirse al mismo tiempo decidió visitar los
asteroides 325, 326, 327, 328, 329 y 330. El primero estaba habitado por un rey, que
vestido de púrpura y armiño, estaba sentado sobre un trono muy sencillo y, sin
embargo, majestuoso.
REY - Para los reyes el mundo está muy simplificado. Todos los hombres son súbditos.
REY -Aproxímate para que te vea mejor (le dijo el rey, que estaba orgulloso de ser por
fin el rey de alguien.)
(El principito buscó donde sentarse, pero el planeta estaba ocupado totalmente por el
magnífico manto de armiño. Se quedó de pie, pero como estaba cansado, bostezó.)
REY - Entonces te ordeno que bosteces. Hace años que no veo bostezar a nadie. Los
bostezos son para mí algo curioso. ¡Vamos, bosteza otra vez, te lo ordeno! C'est un
ordre
REY -¡Hum, hum! ¡Bueno! Te ordeno tan pronto que bosteces y que no bosteces...
REY -Te ordeno sentarte (le respondió el rey, recogiendo majestuosamente un faldón
de su manto de armiño.)
(El rey, con un gesto sencillo, señaló su planeta, los otros planetas y las estrellas. )
-Je voudrais voir un coucher de soleil. Me gustaría ver una puesta de sol...
PRINCIPITO
Deme ese gusto... Ordénele al sol que se ponga...
REY -Si yo le diera a un general la orden de volar de flor en flor como una mariposa, o
de escribir una tragedia, o de transformarse en ave marina y el general no ejecutase la
orden recibida ¿de quién sería la culpa, mía o de él?
PRINCIPITO -La culpa sería de usted (le dijo el principito con firmeza.)
REY -Exactamente. Sólo hay que pedir a cada uno, lo que cada uno puede dar. La
autoridad se apoya antes que nada en la razón. Si ordenas a tu pueblo que se tire al
mar, el pueblo hará la revolución. Yo tengo derecho a exigir obediencia, porque mis
órdenes son razonables.
REY -Tendrás tu puesta de sol. La exigiré. Pero, según me dicta mi ciencia gobernante,
esperaré que las condiciones sean favorables.
REY - Eso no se sabe. Nunca he recorrido todo mi reino. Estoy muy viejo y el caminar
me cansa. Y como no hay sitio para una carroza...
PRINCIPITO -¡Oh! Pero yo ya he visto. . . (Dijo el principito que se inclinó para echar una
ojeada al otro lado del planeta). Allá abajo no hay nadie tampoco. .
REY -Te juzgarás a ti mismo. Es lo más difícil. Es mucho más difícil juzgarse a sí
mismo, que juzgar a los otros. Si consigues juzgarte rectamente es que eres un
verdadero sabio.
PRINCIPITO -Yo puedo juzgarme a mí mismo en cualquier parte y no tengo necesidad
de vivir aquí.
REY - ¡Ejem, ejem! Creo que en alguna parte del planeta vive una rata vieja; yo la oigo
por la noche. Tú podrás juzgar a esta rata vieja. La condenarás a muerte de vez en
cuando. Su vida dependería de tu justicia y la indultarás en cada juicio para
conservarla, ya que no hay más que una.
REY -No.
PRINCIPITO -Si Vuestra Majestad deseara ser obedecido puntualmente, podría dar una
orden razonable. Podría ordenarme, por ejemplo, partir antes de un minuto. Me parece
que las condiciones son favorables...
REY - ¡Te nombro mi embajador! (se apresuró a gritar el rey. Tenía un aspecto de gran
autoridad.)
PRINCIPITO- "Las personas mayores son muy extrañas", se decía el principito para sí
mismo durante el viaje.
IV ESCENA
Principito: Buenos días ¡Qué sombrero más raro lleva usted! “Bonjour! vous avez un
drôle de chapeau
Vanidoso: Admirar significa reconocer que soy el hombre más guapo, el mejor
vestido, el más rico y el más inteligente del planeta.
( Y el Principito se fue)
Narrador: En el planeta siguiente vivía un bebedor. Esta visita fue muy corta, pero
sumió al principito en una gran melancolía: “ la planète suivante était habitée par un
buveur”
Principito: ¿Qué haces aquí? “Que fais-tu là?” ( pregunta al bebedor que esta
sentado en silencio con una colección de botellas vacías y otra llena)
Bebedor: Bebo
Bebedor:¡vergüenza de beber!
Principito: “Desde luego, los mayores son muy raros, pero que muy raros” “Les
grandes personnes sont décidément bien bizarres”
VI ESCENA
Narrador:El cuarto planeta era el del hombre de negocios. Aquel hombre estaba tan
ocupado, que ni siquiera levantó la cabeza al llegar el principito. “La quattième planète
était celle du Businessman”
Hombre de negocios: Tres y dos son cinco. Cinco y siete doce. Buenos días.”Trois et
deux font cinq. Cinq et sept douze. Bonjour!” No tengo tiempo pa’ncenderlo. ¡uf! Así
que son quinientos un millones seiscientas veintidós mil setecientas treinta y una.
Hombre de negocios:¡qué no! Cositas doradas que hacen soñar a los holgazanes.
Principito:¡ah! ¿estrellas?
Hombre de negocios: Eso es. Estrellas “C’est bien ça. Des étoiles”
Principito:¿Y para qué te sirve ser rico? “Et à quoi te sert-il d’être riche ? »
Hombre de negocios: Para comprar otras estrellas, si es que alguien las encuentra.
Cuando encuentras un diamante que no es de nadie, es tuyo. Cuando encuentras una
isla que no es de nadie, es tuya. Y yo poseo las estrellas, ya que nadie antes que yo
pensó en poseerlas.
Hombre de negocios: Las cuento y las vuelvo a contar. Es difícil. ¡pero soy un
hombre serio! “C’est difficile. Mais je suis un homme sérieux!”
Principito:Yo poseo una flor, que riego todos los días. Poseo tres volcanes, que
deshollino todas las semanas. El hecho de que yo los posea es útil para mis volcanes,
es útil para mi flor. Pero tú no eres útil para las estrellas..
(El hombre de negocios abrió la boca, pero no supo qué decir, y el principito se fue.)
Principito: “desde luego, los mayores son realmente extraordinarios” “Les grandes
personnes sont décidément tout à fait extraordinaires.
VII ESCENA
Narrador: El quinto planeta era el más pequeño de todos. Apenas había sitio para que
cupiera un farol y un farolero. “La cinquième planète était la plus petite de toutes.”
Farolero: Es la consigna
Farolero: Tengo un oficio terrible. Antes era razonable. Apagaba por la mañana y
encendía por la noche. Me quedaba el resto del día para descansar y el resto de la
noche para dormir...año tras año , el planeta se puso a girar cada vez más deprisa y
ahora da una vuelta por minuto, no tengo un segundo de descanso. ¡enciendo y apago
una vez por minuto!
Farolero: Con eso no adelanto gran cosa. Lo que me gusta en la vida es dormir
Principito: Éste es el único del que me hubiera podido hacer amigo. Pero su planeta
realmente es demasiado pequeño.” Mais sa planète est vraiment trop petite” No hay
sitio para dos...
VIII ESCENA
Narrador: El sexto planeta era un planeta diez veces más amplio. En él vivía un señor
viejo que escribía libros enormes. “ la sixième planète était une planète dix fois plus
vaste”
Geógrafo: Es un sabio que sabe dónde se encuentran los mares, los ríos, las
ciudades, las montañas y los desiertos.
Geógrafo: Exacto pero no soy explorador. El geógrafo no tiene por qué llevar la
cuenta de las ciudades, de los ríos, de las montañas, de los mares, de los océanos y
de los desiertos. El geógrafo es demasiado importante. No deja su despacho. Pero en
él recibe a los exploradores.
Geógrafo: Porque los borrachos ven doble. Entonces el geógrafo anotaría dos
montañas donde sólo hubiera una .Luego se exige del explorador que aporte pruebas.
Si se trata, por ejemplo, del descubrimiento de una gran montaña, se exige que traiga
piedras grandes..( de repente se emociona) ¡Pero tú vendrás de lejos!¡ eres
explorador! “Tu es explorateur!”¡vas a describirme tu planeta!
Principito: ¡oh! yo vivo en un sitio poco interesante, es muy pequeño. Tengo tres
volcanes. Dos volcanes en actividad y un volcán apagado. También tengo una flor.
Principito: Mi flor es efímera y sólo tiene cuatro espinas para defenderse contra el
mundo. ¡y yo la he dejado sola allí!
Narrador: Y el principito se fue, pensando en su flor. “Et le petit Prince s’en fut,
songeant à sa fleur »
IX ESCENA
7º Planeta: La Tierra
Narrador:El séptimo planeta fue, pues, la Tierra. “La septième planète fut donc la
Terre”
Para daros una idea de las dimensiones de la Tierra, os diré que antes del invento de
la electricidad, era preciso mantener un ejército de cuatrocientos sesenta y dos mil
quinientos faroleros. Visto desde lejos, hacía un efecto espléndido. Era grandioso.
Tan solo el farolero del único farol del Polo Norte, y su colega de” l’unique réverbère
du pôle Sud”, llevaban una vida de ociosidad e indolencia: trabajaban dos veces al
año.
(Después de caminar mucho por el desierto El Principito se encuentra con una flor de
3 pétalos)
Narrador: El principito atravesó el desierto y no encontró nada más que una flor.
Narrador: El principito subió a una alta montaña, pero sólo vio rocas y saludó aunque
no había nadie.
Principito: Qué planeta más extraño. Los hombres no tienen imaginación. Repiten lo
que se les dice.
ESCENA XII
Narrador: Pero sucedió que el principito, después de haber andado mucho tiempo
descubrió por fin un camino y se encontró con un jardín de rosas.
(Aparece el zorro)
Zorro: Si, si me domesticas nos necesitaremos el uno al otro. Serás para mí único en
el mundo y yo seré único para ti. Mi vida será maravillosa por tener alguien a quien
amar y recordar.
Zorro: Vete a ver las rosas otra vez y comprenderás que la tuya es única en el mundo.
Volverás para decirme adiós y te regalaré un secreto.
Principito: Mi rosa se parece a vosotras, pero ella sola es más importante que todas
vosotras porque yo la regué, la cuidé y la escuché cuando estaba triste.
Principito: Sólo los niños saben lo que buscan. Juegan con sus muñecos y si se los
quitan lloran.
-V: píldoras de agua, con ellas se ahorra tiempo, casi una hora a la semana.
-P: pues yo ese tiempo lo aprovecharía para ir a buscar agua a una fuente…”
ESCENA XVI
Narrador: Al amanecer, el piloto seguía durmiendo sobre la arena del desierto cuando
de repente se despertó al oír una extraña vocecita que le decía:)
(El piloto se levanta totalmente sorprendido, abriendo mas los ojos como platos y
extrañado le dice casi tartamudeando:)
- Yo no sé dibujar.
(El piloto dibuja la silueta de una boa con un elefante dentro y se lo enseña la
Principito)
Principito: - ¡No! ¡No! No quiero un elefante dentro de una boa. Una boa es muy
peligrosa y un elefante es mucho estorbo. Yo vivo en un sitio muy pequeño. Necesito
un cordero. Dibújame un cordero.
Principito: - Ese ya es muy viejo. Quiero un cordero que viva mucho tiempo.
(El piloto ya algo enfadado porque quería arreglar el avión le garabatea una caja con
agujeros y se lo muestra)
Principito: - ¡Exacto! ¡Eso es lo que yo quería! ¿Crees que necesitará mucha hierba
este cordero?
Piloto: - Sí.
- ¡Así que tú también vienes del cielo. ¿De qué planeta eres?
Principito: (mirando el avión) – La verdad es que con eso no puedes haber venido de
muy lejos.
Piloto: - ¿De dónde vienes, pequeño? ¿Dónde está ese “sitio” en que vives? ¿Adónde
quieres llevar mi cordero?
Principito: (tras una pausa) – Lo que me gusta de la caja que me diste es que, por la
noche, le servirá de casa.
Piloto: - Por supuesto. Y si eres bueno, te daré también una cuerda para atarlo
durante el día.
Principito: - No importa. ¡Yo vivo en un sitio tan pequeño!... (Triste) – Todo recto no se
puede ir muy lejos.
Narrador: El piloto se quedó pensativo al oír que su planeta era tan pequeño.
Comprendió entonces que además de los planetas grandes que todos conocemos
como La Tierra, Mercurio, Marte, Júpiter, Saturno, Venus, Urano,… entre otros tantos
que tienen nombre, hay muchos asteroides muy pequeños y muy lejanos que solo se
pueden ver con grandes telescopios.
Cuando un astrónomo descubre uno le pone por nombre un número. Como puede ser
el asteroide B 612 que fue visto una sola vez en 1.909 por un astrónomo turco. Del
cual es muy probable que venga el Principito.
Principito: - ¡Ah! ¡Qué contento estoy! Por lo tanto, ¿también comerán baobabs?
Principito: - No son arbustos, son árboles muy muy grandes. Antes de crecer, los
baobabs empiezan por ser pequeños.
Piloto: - ¡Exacto! Pero, ¿por qué quieres que los corderos coman los baobabs
pequeños?
- Hay que enseñarle a todos los niños que, a veces no hay inconveniente en
aplazar el trabajo. Pero cuando se trata de baobabs, las hierbas malas,
siempre es una catástrofe.
PRINCIPITO -Me gustan mucho las puestas de sol; vamos a ver una puesta de sol…
PRINCIPITO- ¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces! …¿Sabes?... Cuando uno
está verdaderamente triste son agradables las puestas de sol.
PILOTO-¿Estabas, pues, verdaderamente triste el día de las cuarenta y tres veces?
El principito no respondió.
PRINCIPITO - Si un cordero se come los arbustos, se comerá también las flores ¿no?
PILOTO - (Está muy ocupado tratando de destornillar un perno demasiado apretado del
motor y no contesta)
PRINCIPITO -¿Para qué sirven las espinas? - Les épines, à quoi servent-elles ?
PILOTO - Las espinas no sirven para nada; son pura maldad de las flores.
PRINCIPITO - ¡Oh! (Y después de un silencio): ¡No te creo! Je ne te crois pas ! Las flores
son débiles. Son ingenuas. Se defienden como pueden. Se creen terribles con sus
espinas… ¿Tú crees que las flores…?
PILOTO-¡No!, !No! ¡Yo no creo nada! Te contesté cualquier cosa para que te calles.
Tengo que ocuparme de cosas serias.
PRINCIPITO(Lo miró estupefacto) -¡De cosas serias! ¡Hablas como las personas
mayores! ¡Lo confundes todo!…¡todo lo mezclas!…
PRINCIPITO - Conozco un planeta donde vive un señor muy colorado, que nunca ha
olido una flor, ni ha mirado una estrella y que jamás ha querido a nadie. En toda su
vida no ha hecho más que sumas y restas. Y todo el día se lo pasa repitiendo como tú:
"¡Soy un hombre serio, soy un hombre serio!"… Al parecer esto lo llena de orgullo.
Pero no es un hombre, ¡es un hongo!
PRINCIPITO - Hace millones de años que las flores tiene espinas y hace también
millones de años que los corderos, a pesar de las espinas, se comen las flores. ¿Es
que no es cosa seria averiguar por qué las flores pierden el tiempo fabricando unas
espinas que no les sirven para nada? ¿Es que no es importante la guerra de los
corderos y las flores? ¿No es esto más serio e importante que las sumas de un señor
gordo y colorado? Y si yo sé de una flor única en el mundo y que no existe en ninguna
parte más que en mi planeta; si yo sé que un buen día un corderillo puede aniquilarla
sin darse cuenta de ello, ¿es que esto no es importante?
Si alguien ama a una flor de la que sólo existe un ejemplar entre los millones y
millones de estrellas, es bastante para que sea feliz cuando mira a las estrellas. Puede
decir satisfecho: "Mi flor está allí, en alguna parte…" ¡Pero si el cordero se la come,
para él es como si de pronto todas las estrellas se apagaran! ¿Y esto no es
importante? Et ce n'est pas important ça !
(No pudo decir más y estalló bruscamente en sollozos. La noche había caído.)
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A: ¡¿a mí que me importa lo que te decía tu amigo? ¿Me has oído? nos vamos a morir
de sed!!!!!!!!!!!
A:¿En el desierto?!!!
P: Mira el pozo está preparado para que lo usemos. ( principito intenta sacar agua)
(Beben agua)
P: me tienes que hacer un bozal para mi cordero, para que no se coma la flor.
(El aviador se va) (El sol se pone, sale la luna, y vuelve a salir el sol)
P: te voy hacer un regalo, por la noche cuando mires al cielo y veas las estrellas yo te
estaré viendo desde mi estrella y me reiré y así tú también te reirás. La gente se
creerá que estás loco y tú les dirás:” ¡si, las estrellas me hacen reír!”
P: sabes, tengo que marcharme, soy responsable de la flor, y ella solo tiene 4 espinas
para defenderse del mundo.
(Principito se marcha).
A: Ya han pasado 6 años, desde que el principito se marchó, ¿Qué habrá pasado?
Seguro que el cordero se comió la flor (aviador se pone muy triste)
¡No! El principito siempre protegía la flor con un fanal de vidrio y vigila muy bien a su
cordero (el aviador se alegra)
(Dirigiéndose al público)
-Si algún día hacéis un viaje a África, esperad un ratito debajo de las estrellas y si
aparece un niño y se ríe, si tiene los cabellos de oro, ya sabéis quien es, ¡entonces
sed buenos conmigo! No me dejéis triste: escribidme en seguida: QUE ÈL HA
VUELTO…Il est revenu.