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Este poema celebra los cuentos y cómo brindan consuelo y emoción al corazón del narrador, especialmente en tardes de lluvia o noches de invierno. Resalta la importancia de los cuentos repitiendo varias veces el estribillo "¡Qué vivan los cuentos!" y describiendo cómo un libro de cuentos viene al encuentro del narrador cuando se siente triste o contento.
Este poema celebra los cuentos y cómo brindan consuelo y emoción al corazón del narrador, especialmente en tardes de lluvia o noches de invierno. Resalta la importancia de los cuentos repitiendo varias veces el estribillo "¡Qué vivan los cuentos!" y describiendo cómo un libro de cuentos viene al encuentro del narrador cuando se siente triste o contento.
Este poema celebra los cuentos y cómo brindan consuelo y emoción al corazón del narrador, especialmente en tardes de lluvia o noches de invierno. Resalta la importancia de los cuentos repitiendo varias veces el estribillo "¡Qué vivan los cuentos!" y describiendo cómo un libro de cuentos viene al encuentro del narrador cuando se siente triste o contento.
¡Qué vivan los cuentos! o en noches de invierno que dan emoción a mi corazón. mi libro de cuentos ¡Qué vivan los cuentos! me brinda consuelo
Si me siento triste ¡Qué vivan los cuentos!
o si estoy contento ¡Qué vivan los cuentos! un libro de cuentos que dan emoción a mi corazón. viene a mi encuentro ¡Qué vivan los cuentos!
¡Qué vivan los cuentos!
¡Qué vivan los cuentos! 1 ,2 ,3 ,4 y 5 y 6 y 7 y 8 que dan emoción a mi corazón. ¡Qué vivan los cuentos! ¡Qué vivan los cuentos! ¡Qué vivan los cuentos! ¡Qué vivan los cuentos! que dan emoción a mi corazón ¡Qué vivan los cuentos!