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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS


PROGRAMA DE DERECHO
UNIVERSIDAD YACAMBU

EL CONTRATO

BACHILLERES:
Miquilena Gabriel CJP-153-00489P
Bastidas Dayan CJP-98300503
Torres Jesús CJP
Lucena Liz CJP
Quintero Luizmar CJP
FACILITADOR:
CONCEPTO LEGAL DE CONTRATO
Los contratos se dividen en verdaderos y cuasicontratos. Eran verdaderos los que
se basaban en consentimiento expreso de las partes y los cuasicontratos los
basados en el consentimiento presunto. Cuasicontratos. Son aquellos que se basan
en el consentimiento presunto de las partes.
A su vez los contratos verdaderos de dividían en nominados e innominados. Eran
nominados los que tenían nombre especifico y particular confirmado por el derecho
(ej. compraventa) e innominados los que aún teniendo causa no tenían nombre. Los
contratos innominados eran cuatro: Doy para que des, Doy para que hagas, Hago
para que des y Hago para que hagas. Lo característico de los contratos innominados
es que en ellos no intervenía el dinero contado.
En el derecho romano existían contratos unilaterales y bilaterales. Los contratos
unilaterales obligaban solo a una de las partes (por ejemplo, el mutuo) y los
bilaterales obligaban a ambas partes (como en el caso de la compraventa).
Concepción amplia:
Contrato es un acuerdo unánime entre dos o más personas para constituir, reglar,
modificar o extinguir un vínculo jurídico.
Según el Código Italiano de 1942
Contrato, es un acuerdo entre dos o más partes para constituir, regular o disolver
entre ellas una relación jurídica patrimonial (art.1321)
Para la doctrina francesa
El Contrato es una especie de convención que presenta como característica
fundamental el crear obligaciones.
La convención sería todos aquellos negocios jurídicos bilaterales destinados a
regular, modificar o extinguir vínculos jurídicos u obligaciones

Según el Código Napoleón (art.1101)


El Contrato es una convención por la cual una o varias personas se obligan hacia
una o varias otras personas a dar, hacer, o no hacer alguna cosa.
El contrato es, pues, considerado como una especie de convención destinado solo
a crear obligaciones.
Definiciones del término contrato en Venezuela.
En Venezuela nuestros dos códigos civiles (1862 y 1867) definían el contrato0 de
manera similar al del Código de Napoleón. Dichos códigos establecían:
Contrato o Convención es un acto por el cual una parte se obliga para con otra a
dar, hacer o no hacer alguna cosa.
Según el Código Civil Venezolano (1942) Art, 1133
El Contrato en una convención entre dos o más personas para constituir, reglar,
transmitir modificar o extinguir entre ellas un vínculo jurídico.
En la reforma del 1942 de nuestro Código Civil se le añadió el concepto "transmitir"
un vínculo jurídico; que efectivamente es uno de los efectos del contrato.
CARACTERISTICAS DEL CONTRATO
1.- El Contrato es una convención el cual Involucra el concurso de las voluntades
de dos o más personas conjugadas para la realización de un determinado efecto
jurídico.

2.-El Contrato regula relaciones o vínculos jurídicos de carácter patrimonial,


susceptibles de ser valorado desde un punto de vista económico. (Carácter
pecuniario).

3.- El contrato produce efectos obligatorios entre las partes (Es de obligatorio
cumplimiento).

4.- El Contrato es Fuente de obligaciones.

5.- El Principio de la autonomía de la voluntad es el fundamento de la obligatoriedad


del contrato.

ELEMENTOS ESENCIALES DE LA VALIDES DEL CONTRATO:

Elementos accidentales: Son aquellos que las partes establecen por cláusulas
especiales, que no sean contrarias a la ley, la moral, las buenas costumbres o el
orden público. Por ejemplo: el plazo, la condición, el modo, la solidaridad, la
indivisibilidad, la representación, entre otros.

En consonancia con la autonomía de la voluntad, los contratantes pueden


establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por convenientes,
siempre que no sean contrarios a la ley, la moral, las buenas costumbres o el orden
público.

La capacidad: es la aptitud de las personas para figurar en su propio nombre en un


contrato. Por lo tanto no pueden contratar los que sufren: Una incapacidad de
derecho por falta de alguno de los status, como: los esclavos, los peregrinos, los
alieni iuris. Una incapacidad de derecho, como los infantes, los dementes, los
pródigos, las mujeres puberes sui iuris.

El consentimiento: el contrato no puede celebrarse sin el acuerdo de voluntades.


El objeto: es la prestación del contrato: una sola prestación en los unilaterales, dos
o más en los sinalagmáticos. El objeto es el hecho positivo o negativo que debe
realizar una de las partes en beneficio de la otra, o las dos partes cuando ambas
resultan acreedoras y deudoras en virtud del contrato. El objeto tenía que ser
posible, lícito, determinado o susceptible de serlo y presentar un interés para el
acreedor.

La causa: algunos doctrinarios afirman que ésta no se encuentra en los textos de


Derecho Romano, sino que solo fue empleada como sinónimo de fuente o de hecho
generador de la obligación.
Naturales: son aquellos que aunque acompañando normalmente a un contrato,
pueden ser excluidos por los contrayentes mediante una cláusula, tal sería, en la
compra venta, la responsabilidad del vendedor por la evicción o por los vicios
ocultos de la cosa vendida, que se considera implícitamente comprendida en el
contrato, mientras que las partes no dispongan lo contrario, ya que se trata de un
elemento que no es de la esencia sino de la naturaleza del contrato, que puede ser
excluido por la manifestación de voluntad de las partes, y el contrato no dejaría de
ser tal.
Accidentales: son aquellos que dependen solo de la voluntad de las partes,
quienes pueden incluirlo para modificar los efectos naturales del contrato. Son
llamados también modalidades y son: la condición, el plazo y el cargo.

Vicios del consentimiento: para que el contrato sea válido, el consentimiento debe
emanar de personas dotadas de discernimiento y estar exentas de vicios. Si se halla
afectado por uno de ellos, la parte perjudicada puede solicitar la nulidad de este.
Tres son los vicios del consentimiento más comunes:

El Error, que es la falsa noción que se tiene de una cosa (no todos los errores
anulan el acto).

El Dolo, que tiene lugar cuando una de las partes o un tercero induce a error a la
otra para decidirla a prestar su consentimiento, mediante el empleo de maniobras
fraudulentas con el propósito de obtener una ventaja a sus expensas.

La Violencia, que es un acto de fuerza material o moral ejercida contra una persona
para obligarla a prestar su consentimiento en un contrato.

CONDICIONES PARA LA EXISTENCIA DE UN CONTRATO :

Dichas condiciones son:


1. Consentimiento de las partes
2. Objeto que pueda ser materia de contrato; y
3. Causa lícita.
El contrato puede ser anulado:

1.- Por incapacidad de las partes o de una de ellas;

2.- Por vicios del consentimiento

EFECTO DE LOS CONTRATOS ENTRE LAS PARTES:

Los efectos de los contratos son la consecuencia jurídica que producen para las
partes que consisten en crear, modificar, transferir o extinguir obligaciones. Es
importante distinguir entre efecto de los contratos y de las obligaciones. El efecto
del contrato es crear, modificar, transferir o extinguir obligaciones mientras que el
efecto de las obligaciones e colocar al deudor en la situación de necesidad de
cumplir (por sí o por otro) con la prestación a la que se ha obligado; y si ello no
ocurre el acreedor posee los medios legales previsto en el Art. 505 CC para obtener
el correspondiente resarcimiento.

Los efectos de los contratos se dan con relación a las partes, a sus sucesores o a
terceros.

Efectos con relación a las partes: Como es lógico, de la voluntad de las partes
surjan obligaciones que ellos mismos han establecido. Las partes del contrato son
los centros de interés que toman parte en el acto, pudiendo ser ellos mismos o bien
mediante representantes. Las partes pueden establecer las condiciones del contrato
por imperio del Art.1197 CC pero esto tiene sus excepciones ya que las partes no
pueden exceder el Art.21 del CC donde se establece que las convenciones delas
partes no puede3n ir contra la moral. El orden público y las buenas costumbres. A
esto se debe agregar que la celebración, ejecución y cumplimiento contractual debe
ser efectuado de buena fe (Art. 1198 CC). De aquí es donde surge

 La responsabilidad pre contractual (regido por las reglas de la


responsabilidad aquiliana),
 La responsabilidad contractual (regido por la responsabilidad contractual) y
 La Post contractual (regido por la misma aquiliana o extracontractual).

Para todo se debe observar la buena fe objetiva o lealtad y la buena fe creencia o


subjetiva. Para la responsabilidad pre contractual se debe tener en cuenta los
incumplimiento de deberes específicos de la actividad pre contractual, es decir
desde la invitación a ofertar o la confección de la minuta y hasta la formulación de
la oferta. Las partes poseen el deber de información a cargo de quien esté mejor
posicionado (económicamente) para informar o informarse, el deber
de custodia y secreto. El resarcimiento por daños y perjuicios derivados de la
responsabilidad pre contractual obliga al resarciendo al interés negativo (confianza),
es decir daño emergente y lucro cesante o sea lo que hubiera podido lograr si
celebraría contrato con una persona seria que no se retire o incumpla sus deberes
de no dañar al otro ('neminem non laedere'), recordemos que el daño al interés
positivo es aquel que tiene que ver con el cumplimiento del contrato, pero aquí aún
no hay contrato.

El incumplimiento en la responsabilidad pre contractual está dado por la no


observancia de los deberes específicos de la actividad pre contractual derivados de
la buena fe como la información, custodia y secreto como también
del retiro injustificado de las tratativas.

La fuerza obligatoria de los contratos: La norma legal encargada de determinar


la obligatoriedad de los contratos es el artículo 1545 del Código Civil, “Todo contrato
legalmente celebrado es una ley para los contratantes y no puede ser invalidado
sino por su consentimiento mutuo o por causas legales”.

Según se puede apreciar, en nuestro país un contrato legalmente


celebrado equivale a la fuerza de una ley para los contratantes, es decir, que éste
representa la mayor expresión de obligatoriedad para ellos. En otras palabras, el
acuerdo de voluntades que constituye el contrato, resulta tan obligatorio para las
partes, como si se tratase de una ley.

La obligatoriedad del contrato puede cesar en virtud de dos circunstancias,


indicadas en la propia norma: el mutuo acuerdo o las causas legales. En este
sentido, si las partes otorgan al contrato su obligatoriedad, resulta esperable que
sean las mismas partes quienes se liberen de ella, por mutuo acuerdo. Ahora, si no
hay mutuo acuerdo, la fuerza obligatoria del contrato se mantiene, salvo que
concurra una causa legal.

LA ACCION RESOLUTORIA:

Es la facultad que tiene una de las partes en un contrato bilateral, de pedir


terminación del mismo y en consecuencia ser liberada de su obligación, si la otra
parte no cumple a su vez con la suya; y pedir la restitución de las prestaciones que
hubiere cumplido.
El artículo 1167 del Código Civil Venezolano consagra la acción resolutoria al
disponer: “En el contrato bilateral, si una de las partes no ejecuta la obligación, la
otra puede a su elección reclamar judicialmente la ejecución del contrato o la
resolución del mismo, con los daños y perjuicios en ambos caso si hubiere lugar a
ello”.

REQUISITOS PARA LA ACCION RESOLUTORIA:

a) La doctrina exige ciertas condiciones para la procedencia de la acción, a saber:


Es necesario que se trate de un contrato bilateral. Este requisito es exigido
literalmente por el artículo 1167 del Código Civil Venezolano.
b) Es necesario el incumplimiento culposo de la obligación por la parte
demandada. Por lo que respecta al carácter culposo del incumplimiento de la
obligación, ello es evidente, porque de lo contrario, si el incumplimiento es debido a
una causa extraña no imputable a las partes, se aplicarán las normas de la teoría
de los riesgos y no las relativas a la resolución.
c) El actor debe proceder de buena fe. En este sentido se dice que el actor debe
haber cumplido u ofrecido el cumplimiento de su propia obligación. El actor no tiene
que probar que ha cumplido con sus obligaciones, ni que ha iniciado un
procedimiento de oferta real de pago de su obligación, ni siquiera tiene que haber
ofrecido la ejecución de su obligación; ya que tales circunstancias no son hechos
constitutivos de la acción. Es más bien un hecho impeditivo.
d) Es necesario que el juez decrete la resolución. El artículo 1167 del Código Civil
exige expresamente la intervención judicial. Ella es necesaria, porque el juez debe
determinar si hay o no incumplimiento culposo, y si el incumplimiento tardío, parcial
o defectuoso es suficiente para que proceda la acción resolutoria.
e) No es subsidiaria. En Venezuela, la acción resolutoria no es subsidiaria de
cumplimiento, como se pretende en otros países. La parte accionante puede pedir
o bien el cumplimiento, o la resolución, como lo ha previsto el artículo 1167 del
Código Civil y exigir en ambos casos, el pago de daños y perjuicios.
f) No es necesaria la mora del deudor.
En la doctrina se discute si es necesario poner en mora al deudor. Buena parte de
la doctrina así lo sostiene, pero sin darle mayor importancia a la cuestión,
considerando que la demanda serviría para poner en mora al deudor, pero ello no
es cierto, porque sólo la demanda exigiendo el cumplimiento es la que tiene esa
consecuencia.
POSIBILIDAD DE LA RESOLUCION PARCIAL DEL CONTRATO
El incumplimiento parcial puede dar lugar a la resolución parcial del contrato.
Nuestra jurisprudencia así lo ha admitido, tratándose de contratos de ejecución
periódica y continuada. Si las prestaciones ya cumplidas satisfacen el interés del
acreedor, no tendría sentido declarar la nulidad total del contrato y exigir la
restitución de tales obligaciones.
LAS PERSONAS QUE PUEDEN PEDIR LA ACCION RESOLUTORIA
La doctrina señala en primer lugar a la parte víctima del incumplimiento y sus
causahabientes a titulo universal o a título particular, como cesionario o legatario

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