El estudio ha revelado que la invertasa de Saccharomyces presenta una sofisticada arquitectura
molecular con un ensamblaje de monómeros único en su familia, responsable de su especificidad. Este
ensamblaje se produce mediante interacciones similares a las que regulan la formación de b-amiloides, y está mediada por los dominios no catalíticos. Por tanto, el estudio proporciona nuevas evidencias del papel esencial de estos dominios adicionales en la regulación de la especificidad y refuerza la importancia de la modularidad en el reconocimiento proteína-carbohidrato.