[13/09/12] 5 falacias ideológicas detrás de

la protesta
CINCO FALACIAS IDEOLÓGICAS DETRÁS DE LA PROTESTA DEL 13/09/12

No voy a hacer una crítica a la protesta de hoy, que quede bien claro.
Creo en la democracia y el reclamo de un sector es parte del juego.
Simplemente voy a referirme a cinco falacias ideológicas que se han filtrado
detrás de las protestas, falacias impulsadas por sectores partidarios afines
al neoliberalismo, por lo que siento la obligación como sociólogo de ponerlas
a la vista:

1) LA FALACIA DE PEDIR POR UN ESTADO “NO INTERVENTOR”

Es una falacia decir que exista un Estado que “no intervenga” en la

economía. En las ideas liberales que se expresan en esta protesta, y que
llevaron adelante en los 90, el Estado intervino en la economía liberando las
aduanas para que se importara y se destruyera la industria nacional,
intervino derogando leyes que regulaban y protegían al trabajador, intervino
descentralizando recursos para que las provincias y los pueblos que no eran
“económicamente viables” dejaran de recibir ayuda por parte de la Nación.
¡EL ESTADO SIEMRE INTERVIENE! lo hace a favor de los sectores más
poderosos, o lo hace para intentar proteger las libertades individuales de los
sectores menos favorecidos. La ideología detrás de esta protesta pide lo
primero: un Estado que deje hacer sin límites a los sectores más favorecidos,
aunque esto perjudique a grandes sectores de la población. La protesta pide
la misma receta que se implementó en los 90, pidiendo el "retiro y la no
intervención del Estado en la economía" y eso es una falacia absoluta: el
Estado liberal aparenta "no intervenir" porque "se retira" de su función
social, pero en lo económico, interviene con toda su fuerza y sin tapujos en
favor de los intereses económicos de las clases más pudientes , del FMI, las
mulltinacionales, los bancos y las grandes corporaciones, por intermedio de
privatizaciones por ley (Ejecutivo, Legislativo), reformas laborales-
flexibilización (Ejecutivo, Legislativo ), reducción de salarios desestimando
las demandas de los afectados (Ejecutivo, Judicial) y si leen los titulares de
los diarios europeos, interviene haciendo "ajustes y recortes" de sueldos,
jubiliaciones, etc. que dejan a los ciudadanos en la miseria. Por lo tanto
detrás de la protesta, hay una falacia: no hay un Estado "no interventor",
porque el Estado SIEMPRE INTERVIENE EN LA ECONOMÍA.
(gracias Beto Lanatti por tu aporte en este punto)

2) LA FALACIA DE LAS LIBERTADES INDIVIDUALES EN ABSTRACTO.

“LIBERTADES INDIVIDUALES” ¿DE QUIÉNES?

Cuando se protesta por la limitación por parte del estado de las “libertades
individuales”, solo pareciera tenerse en cuenta aquellas libertades
individuales de los sectores pudientes. Por ignorancia o interés egoísta de
clase, se suprime del discurso de la protesta toda referencia a que estas
muy antipáticas políticas de control al dólar y limitación a las importaciones,
se han tenido que implementar para proteger las “libertades individuales” de
millones de trabajadores que quedarían en la calle si se cae la industria
nacional ante la crisis internacional, y que también verían reducido a miseria
su poder adquisitivo si se libera la compra de dólares, lo que haría que se
disparara ante la gran demanda.

3) LA FALACIA DEL “DEJAR HACER” SIN LÍMITES Y DESCONOCER “EL

CONTRATO SOCIAL”

Cualquiera que haya estudiado Formación Ética y Ciudadana, comprende que

las libertades individuales son reguladas por el Estado para que las de unos
no avasallen las de los otros. En un contexto de crisis mundial como el que
se vive hoy, el asalariado también tiene derecho a seguir manteniendo su
puesto laboral y no quedar en la calle, a consumir, ahorrar, comer, tener
trabajo. Las consignas de la protesta, al menos hasta ahora, enarbolan un
discurso de derecha egoísta, sectario, incompleto, y finalmente, falaz, porque
intenta acaparar para sí mismo la temática de las Libertades Individuales,
como si le pertenecieran solo a una clase social. Todo Estado, por Contrato
Social, ha limitado históricamente las libertades individuales para que las de
unos no vulneren a las de los otros. No existe contrato social que no
presuponga un Estado que limita libertades para que las de unos no
avasallen las de los otros. Llamar a esto “autoritarismo” o "dictadura" es o
ser muy ignorante por no haber leído jamás a Rousseau, o ser egoísta y
malicioso. Basta ir a los EEUU, el país de la Libertad (…) para caer en la
cuenta de las grandes restricciones que existen a las libertades individuales.
Allí ni siquiera se puede fumar al aire libre, por solo citar un ejemplo.

4) LA FALACIA DE “MI PROPIEDAD Y MIS GANANCIAS ME LAS HICE SOLO

CON MI ESFUERZO Y MI TRABAJO”

¿Las ganancias y la propiedad privada, son producto solo del esfuerzo

individual? ¿O por el contrario, parte de ellas son producto de una red
invisible de solidaridades colectivas que el Estado concreta en logística e
infraestructura para que estas ganancias se produzcan?

La ideología espontánea que subyace detrás de este tipo de protestas,

presuponen que los sujetos “se hacen a sí mismos” (su dinero ganado “con su
propio esfuerzo”) haciendo invisible por completo algo que casi nunca se
dice: la mayor recaudación del Estado es producto del IVA. Como los
sectores altos y medios-altos son la gran minoría de este país, el mayor
aporte al IVA lo hacen los sectores marginales, las clases bajas y medias
bajas de este país. Esto significa ni más ni menos que la logística y la
infraestructura con la que los sectores mejor posicionados utilizan para
hacerse de su patrimonio, son sostenidas solidariamente por los sectores
menos favorecidos. Cada vez que compran un paquete de polenta o un porrón
para tomar en la esquina, van al supermercado o gastan en un quiosco, con
el IVA que aportan sostienen la construcción y el mantenimiento de los
aeropuertos que los ricos usan para “vagar” por el mundo o comerciar a lo
grande; con ese aporte del IVA de los pobres se dragan los puertos que los
sectores más ricos utilizan para exportar las cabezas de ganado y exportar la
soja al extranjero con las que ganan millones de dólares; con el IVA de los
sectores bajos se financian créditos blandos a tasas de miseria para que los
sectores más favorecidos puedan comerciar y acumular riqueza para viajar al
exterior; también con el IVA se crean, mantienen y reparan las redes de
comunicación y los satélites que les permiten comerciar en tiempo real con
el mundo, se pagan los viajes al mundo que los empresarios realizan para
promover los productos, etc. Es decir, los sectores bajos, históricamente, por
intermedio del IVA han sostenido mayoritariamente y sobre sus hombros toda
la infraestructura y la logística de los sectores medios, medios altos y altos,
esos que enarbolan la ideología del individualismo y suponen que se “hacen
solos”. Pero cuando dentro de ese proceso de solidaridad invisible y
colectiva, se les ponen algunos límites (como ha sucedido ahora ante una
crisis internacional) suponen que al haberse "hecho solos" se les están
invadiendo sus “libertades individuales” a la propiedad o al consumo de
dólares. Entonces queda claro que estos sectores que viajan, compran
dólares y compran con tarjeta en el exterior, han logrado parte de su
patrimonio gracias a que millones de excluidos, desocupados, obreros y
personas de clase media baja, han aportado durante toda la historia del país
con su IVA para sostener la multimillonaria y onerosa infraestructura con la
que esos argentinos mejor posicionados hacen sus negocios a diario.
El día en que los sectores que protestan construyan y mantengan con su
propio patrimonio aeropuertos, vías de comunicación, puertos, y toda la
logística necesaria para producir su riqueza, podrán invocar la violación de
sus libertades individuales y su patrimonio ante ciertas mínimas
restricciones impuestas por el Estado. Hasta que ese día no llegue, sus
argumentos serán insostenibles por donde se los intente defender.

5) LA FALACIA DE QUE EL ESTADO “REGALA” RECURSOS A LAS CLASES

BAJAS (NETBOOKS O PLANES) Y NO “REGALA” RECURSOS A LAS CLASES
MEDIAS Y MEDIAS ALTAS.

Todo Estado recauda y luego asigna recursos para todos los sectores de una
sociedad, para que esta se sostenga y no se desplome. El IVA de los sectores
menos favorecidos también sostiene a través del Estado una buena parte de
los gastos de la educación privada de la que hacen uso los sectores medios y
altos, y -vaya paradoja- con lo que esos padres acomodados ahorran por mes
en cuota gracias al sostén del Estado (de las mayorías empobrecidas cuando
aportan el IVA) luego de 12 meses de ahorro pueden comprarle a sus hijos de
buen pasar una notebook Apple, en vez de una netbook básica como la que
reciben los sectores menos favorecidos. Pero son esos sectores pudientes y
que reciben la ayuda del Estado también, los que enuncian que el plan
“Conectar Igualdad” “regala” netbooks a los menos favorecidos, enarbolando
un discurso cínico, egoísta e ignorante.
Cualquiera que repase las últimas tres décadas de la historia económica de
este país, caería en la cuenta de que por intermedio del IVA, el Estado asignó
recursos (o “regaló” si se quiere usar el lenguaje de quienes hoy protestan)
“planes” a los sectores más poderosos de la Argentina al dragar y mantener
sus puertos, sus vías de comunicación, aeropuertos, al sostener la
universidad pública y privada, etc. Y eso se hizo y se hace cada día con el
aporte masivo de esos sectores a los que ningún gobierno, al menos en los
últimos 30 años, les asignó siquiera recursos mínimos para sostenerse. De
hecho, durante los 90 neoliberales (el liberalismo absoluto del que esta
protesta de hoy tiene tanta nostalgia) se les quitó presupuesto en salud,
educación, se recortaron jubilaciones, se dejó obreros en la calle ante la
destrucción de la industria nacional.
El Estado, entonces, cuando recauda y destina recursos TAMBIEN para los
sectores más débiles de la sociedad, no "regala" nada, solo está equilibrando
la balanza, y lo más importante: no está haciendo "asistencialismo" sino que
está RESTITUYENDO DERECHOS VULNERADOS, paa que estos sectores
postergados durante décadas también puedan hacer ejercicio de esas
Libertades Individuales, las mismas por las que hoy claman los sectores más
favorecidos de nuestra sociedad.