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En la obra, los sucesos y los conflictos que ocurren durante los 51 días en que se
desarrolla la trama, son narrados de manera más minuciosa y extensa. En la
adaptación se omiten muchas situaciones, enfrentamientos y acortan los diálogos.
Esto último es entendible y muy conveniente para la calidad de la película, puesto
que, habiendo diálogos en el poema que abarcan hasta más de una página, esto no
sería muy agradable en una recreación, donde, más que figuras literarias, adjetivos
y sustantivos, se quiere ver imágenes. En la adaptación se elude la intervención de
los dioses; por ejemplo: Aquiles degüella una estatua de oro de Apolo y Apolo no
responde ante tal injuria. En la película, como en la vida real, dichos dioses y
divinidades solo se les hace mención, mas nunca actúan o se les puede presenciar.
En cambio, en la epopeya, los dioses sí intervienen bastante en la guerra, siendo
ellos fundamentales en el desarrollo de la historia.
Hay una parte del poema en que los troyanos llegan a invadir las naves de los
aqueos, provocando Gran zozobra en el ánimo y en las esperanzas de los griegos
–es en esta ocasión cuando Áyax el grande, deja casi muerto a Héctor, al arrojarle
una gigantesca piedra–. Aunque, con la ayuda de Poseidón, consiguen atravesar
tal momento y no morir en sus naves por culpa de la invasión de los troyanos. En la
película, dicha invasión no se recrea. Sin embargo, hay un momento en la cinta en
que, al campamento de los argivos llegan sorpresivos ataques, los cuales podrían
ser comparados con la invasión hecha en la Ilíada, pero estos resultan ser menos
peligrosos y dramáticos que en el libro.
Como mencioné líneas atrás, el desarrollo y los sucesos pasan muy rápido en
comparación con la base original de la adaptación. Patroclo, en lugar de pedirle
prestada a Aquiles su armadura –como en la epopeya–, la hurta e incita a los
mirmidones a luchar, aprovechando su similitud con el de los pies ligeros, cosa que
en el poema, fue hecho con el permiso y consentimiento de Aquiles. Patroclo muere,
atravesado por la lanza de Héctor, siendo éste el único que llegase a tocarlo en su
fallecimiento. Después de ello, Odiseo rinde tregua hasta el siguiente día, debido al
luctuoso momento. Esto ocurre en la obra, hasta cierto punto; puesto que, Homero,
en su creación, escribe que Patroclo muere a manos de Héctor, pero es más
minucioso. En la película omitieron detalles del óbito de Patroclo: antes de morir, es
golpeado por el dios Apolo, luego herido por Euforbo y finalmente dado de baja por
Héctor. Y, su muerte se debe a que se adelantó mucho hasta zonas troyanas, muy
cerca, rodeado por los enemigos; en la cinta no muestran tales detalles. En la obra,
también, Héctor lo despoja de su armadura y se hace dueño de ella; a la vez, hay
una disputa por el cuerpo del difunto, hasta que, gracias a Aquiles y Áyax el Grande,
el cuerpo queda en manos de los griegos. Mientras que, en “Troya”, Héctor le quita
el casco y justo ahí es que se percata que no es Aquiles sino Patroclo y deja el
cuerpo vestido en su lugar, y en ese instante es que Odiseo propone la tregua hasta
la siguiente puesta de sol. Los juegos funerarios en honor a Patroclo, fue otro tema
que no se recreó. Al igual que, tampoco se mostró que Aquiles cada vez que salía
el sol paseaba el cuerpo del hijo de Príamo.
En el libro, cuando el de los pies ligeros regresa al combate, después de su ira, este
acaba con la vida de muchos troyanos; mas en el filme, solo se enfocan en la parte
cuando asesina a Héctor.
Semejanzas;