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Nos Dom Josivaldo Pereira de Oliveira,

por la misericordia de Dios y de la Santa


Iglesia Católica Apostólica Brasileña,
Obispo Presidente del Consejo Episcopal,

A todos los que este Nuestro Decreto ven: Saludos, Paz y


Bendiciones en el Señor.

Venerables hermanos en el Orden Episcopal,

Queridos Presbíteros Administradores Diocesanos.

Considerando que en cada bienio de


forma ordinaria está preconizada la realización de nuestra
Asamblea General (art. 38 del Estatuto), denominada
eclesiásticamente el Concilio, que es el órgano legislativo y
soberano, (art. 36 del Estatuto) es la verdadera jefatura de nuestra
Santa Iglesia en las cuestiones deliberativas, directivas y máximas.

Son sus miembros natos (inciso I, parágrafo 5º del art. 38 del


Estatuto) todos los detentores de la Plenitud de la Orden Sagrada
que se encuentre ejerciendo el ministerio en una Diócesis como
Diocesano, Coadjutor o Auxiliar (art. 122 del CEIB). En las diócesis
vacantes o en aquellas cuyos Obispos estuvieren impedidos, sus
administradores diocesanos, son equiparados a los miembros del
Orden Episcopal en todos los sentidos jurídicos, en cuanto a la
participación en el Concilio (Parágrafo 5º. art. 31 e inciso II del
parágrafo 5º. del art 38 del Estatuto), todas las diócesis y misiones
deben estar al día con sus tasas junto a la Tesorería del Consejo
Episcopal.

Considerando también que los


obispos Jubilados pueden y deben participar con sus experiencias,
usando cuando sea oportuno el derecho a voz, en las aulas
conciliares (CEIB art. 145).

Considerando también que a los que


por enfermedades u otros motivos muy graves, les sea impedida la
participación en el Concilio, se les ruega encarecidamente que
permanezcan unidos a través de la oración por el suceso del
Concilio reunido.

Considerando finalmente que algunos


laicos, diáconos o sacerdotes son convidados al Concilio para
auxiliar en el desenvolvimiento de la Sagrada Asamblea como
peritos (art.150 del CEIB). De entre los peritos, el Presidente del
Consejo Presbiteral y los encargados de la Liturgia, de la Secretaría
y de la traducción, ocupan un lugar de importancia, pero incluso
aquellos que auxiliarán fuera del Aula Conciliar, como los
encargados del transporte de los padres conciliares, son
bienvenidos y los convidamos con cariño a venir a servir a la Santa
Iglesia en estas funciones.

Haciendo uso de nuestra autoridad,


en los términos del artículo 38 del Estatuto de la Iglesia, TENEMOS
POR BIEN DECRETAR como de hecho decretamos:

Art. 1 º. Queda decretada la reunión del XXV Concilio Nacional,


para los días 9, 10 y 11 de Julio del corriente año, en “Brasilia
Imperial Hotel y Eventos, SHS, Quadra 03, Bloco H, Setor Hoteleiro
Sul” en la Ciudad de Brasilia – DF, República Federativa de Brasil.

Art. 2º. El Sagrado Concilio tendrá inicio con la celebración de la


Santa Misa a las 9 horas del día 9 de Julio del corriente año, según
él (art. 147 del CEIB)
Art. 3º. La reunión del Sagrado Concilio se divide en sesiones
conforme a las pautas elaboradas por el Consejo Episcopal, como
consta en el acta de la reunión de Enero de este año.

Art. 4º. Quedan convocados al XXV Concilio todos los obispos


diocesanos, coadjutores, auxiliares y los administradores
diocesanos.

Parágrafo único. O Presidente del Consejo Presbiteral, los obispos


Jubilados y los superiores de Congregaciones son convidados al
Concilio Nacional con derecho únicamente a voz en las aulas
conciliares.

Art. 5º. Este Nuestro Decreto entra en vigor en este día, revocadas
las disposiciones en contrario.

Dado y pasado en Brasilia – DF, bajo Nuestra Firma y sello de


nuestras armas a los 20 días del mes de febrero del año del Señor
de 2019.

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