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Índice

Portada
Dedicatoria
PRÓLOGO
PRÓLOGO
PRESENTACIÓN
CAPÍTULO 1: ¿QUIÉN SOY YO?
CAPÍTULO 2: LEYES DEL UNIVERSO
CAPÍTULO 3: LA SINCRONICIDAD
CAPÍTULO 4: LA INTENCIONALIDAD
CAPÍTULO 5: ETIQUETAS ERRÓNEAS
CAPÍTULO 6: LA INERCIA
CAPÍTULO 7: POBRE DIABLO
CAPÍTULO 8: UNA MENTE PRIVILEGIADA
CAPÍTULO 9: MI NUEVO YO
CAPÍTULO 10: ENTREVISTA CON EL ALMA
CAPÍTULO 11: CAMINO AL CAMBIO
EPÍLOGO
AGRADECIMIENTOS
Créditos

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«Las cosas mas bellas de la vida,
se encuentran detrás del miedo».

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PRÓLOGO

«La fuerza de la atracción hizo que nos encontrásemos y la fuerza de la voluntad


permitió que lo consiguiéramos».
Esta frase define mi relación con Raúl desde que lo conozco. Estas mismas
palabras resumirán tu experiencia, después de haber leído y comprendido estas
líneas escritas por él.
Cuando conocí a Raúl yo era una persona pesimista —y pensaba que realista—
para quien el mundo era lo que era sin que yo pudiera intervenir o modificar su
estado y condición. Pero por suerte para mí, y por supuesto para ti, la realidad es
muy distinta.
A aquellos más escépticos les digo que la ciencia cuántica ha conseguido
demostrar que el mundo no es más que un mar de posibilidades donde es el
observador, cuando se manifiesta, el que convierte una de esas posibilidades en la
realidad. Una realidad siempre subjetiva, claro está, pues seres subjetivos es lo que
somos.
En estas páginas descubrirás, como yo durante horas incontables de
conversaciones con Raúl, cómo tú, el observador, eres más que eso. Con el poder y
trabajo de nuestra mente podemos definir y moldear la que será nuestra realidad,
alcanzar nuestras metas y realizar nuestros sueños. Podemos también conseguir la
felicidad y la satisfacción con mucho trabajo y esfuerzo. Y es que las cosas más
valiosas son las que más cuesta conseguir.
Durante más de cinco años, logramos cosas que parecían imposibles, desde fundar
un club de fútbol sin dinero, solo con ideas y voluntad, hasta conseguir el amor, el
respeto y la admiración de nuestros semejantes. Siempre hemos ido hacia adelante,
(y no a sido fácil) por mucho que el mundo insistiera en convencernos de que no era
el mejor momento, que necesitábamos «padrinos», que el dinero era indispensable
para la felicidad, y muchas otras «verdades» que todos hemos oído alguna vez.
Albert Einstein dijo en una ocasión; que la crisis era el momento ideal para
aprovechar las oportunidades, para la inventiva y la superación. Estoy totalmente de
acuerdo y a la vez afirmo que siempre hay crisis en algún lugar, por lo que siempre
hay que estar dispuesto a superarse y reinventarse.
Te hago saber que aquí no encontrarás la solución a tus problemas, pero sí las
herramientas y conocimientos para superarlos, pues depende de ti única y
exclusivamente hacerlo.
Para finalizar te recomiendo que simplifiques tus aspiraciones, pues la energía
funciona mejor concentrada que dispersa. Yo me pregunté ¿quieres ser feliz? y esta
pregunta sigue guiándome.

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Jose Gallego Gomez
Filósofo y entrenador de fútbol

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PRÓLOGO

Cuando se me propuso escribir sobre quién era Raúl Amo y su obra, lo primero
que pensé fue: ¿y ahora qué demonios digo? Lo cierto es que hace poco que lo
conozco y pensé que no tendría demasiadas cosas que decir sobre él, pero me puse a
pensar y la verdad es que soy incapaz de definirlo solo con tres frases. Era un
proyecto ambicioso, pero también era todo un reto.
Decir que Raúl Amo es solo un simple mortal es no decir nada. Tampoco puedo
decir que sea todo un Dios, pero quizá algunos deberían admirarlo. Sin duda alguna,
es un luchador que no cree en sus propias limitaciones y tampoco en las que se
cruzan en su camino. Cree que todo es posible si realmente uno lo desea y lucha por
ello. Cree a ciegas en el ser humano, en su bondad y en su capacidad para vencer
obstáculos. Lo cual permite que no solo vea sus propias capacidades, sino también
las de los demás y los apoye e incentive a conseguir sus sueños. Aboga por el
positivismo y la unión del ser humano con el universo. Sinceramente, pienso que es
un joven sanador de mentes, un guía del alma interior. Es una persona que vive la
vida como si cada segundo fuera el último. Una persona que lucha por sus sueños,
por los sueños de los demás y que intenta acallar su mente de malos pensamientos.
Quizá sería ambicioso y demasiado aventurado decir que Raúl Amo es una forma de
ver la vida, pero dado que tengo cierta incontinencia verbal, como él, no puedo
reprimir aquello que siento.
Este libro que tienes en tus manos, El Secreto de la Casualidad, es producto de
todo esto que he mencionado anteriormente. Es un proyecto interesante, del que
seguramente dudarás y sentirás cierto escepticismo. El ser humano tiene la capacidad
de dudar, y lo hace constantemente. No digo que dudar sea malo, todo lo contrario.
Yo también dudé en su momento, también estaba en tu lugar. La primera vez que me
habló sobre El Secreto de la Causalidad, pensé que él vivía en una realidad
alternativa, en un mundo de «yupi», que no era consciente de todas las cosas malas
que ocurrían en la vida. No me creía ni una sola palabra. Yo también decía: «Tú lo
ves todo muy fácil, muy de color de rosa». Pero también he de decir que no me rendí,
por cabezonería y orgullo estaba dispuesta a desbancarlo de su «error». ¡Me
equivoqué! Me di con una pared enorme que no sabía ni de dónde había salido.
Un día, dentro de mi incredulidad, decidí intentar aquello que él me decía. Hasta
ese momento la vida no me había ido demasiado bien, así que tampoco tenía nada
que perder. Solo había dos opciones: seguir mal o que las cosas mejoraran, tal como
Raúl me había prometido. Yo a todo esto, seguía pensando que ganaría la batalla,
que no podría conmigo. Seguí su método y en menos de una semana las cosas
empezaban a mejorar. No te digo que fuese de la noche a la mañana, él tampoco te lo

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dice, aún no he cumplido mi sueño. Pero ahora sé que puedo hacerlo, que soy capaz
de ello. Al principio serás como una montaña rusa, que sube y baja constantemente,
flaquearás e incluso caerás. Pero te darás cuenta también que verás las cosas de otra
manera, verás el lado positivo y serás mucho más feliz. No será fácil.

Uno de esos días en los que empecé a meditar, tal y como me propuso, estaba
concentrada en mis respiraciones y llegué a decir: si sigo respirando me ahogaré.
¿Curioso, verdad? Entendí, entonces, el gran poder negativo que ejercía mi mente
sobre mí. Fui consciente de ello, me propuse acallarla y no permitirle que me
ahogara.
Cuando leas este libro habrá muchas cosas que no entenderás, otras que no creerás
y otras que quisieras creer. Sé lo que piensas, sé que tienes miedo, que dudas de sus
palabras y de las mías; pero si la vida hasta ahora no te ha ido bien, o sí crees que si
te ha ido bien, pero no te sientes realizado, ¿por qué no pruebas algo diferente? No
es inmediato, ni es fácil. Pero ten paciencia y perseverancia, tú mismo verás los
resultados. No importa cuántas veces caigas, ni cuantos errores cometas, solo
importa que aprendas de ellos, te levantes y sigas tu camino. El que tú has elegido,
no el que te impongan.

«El corazón tiene razones que la razón no entiende».


Blaise Pascal.

No dejes que nadie manipule tu vida, ni te digan cómo debes vivirla y mucho
menos que renuncies a tu felicidad. No te equivoques, Raúl Amo no te dice como
debes vivir tu vida, te enseña pequeños trucos para que nadie te manipule, que nadie
ni nada dirija tus propios sentimientos. Limítate a sentir, y comprenderás todo lo
bueno que hay en tu vida.
¿Te da miedo que sea verdad, darte cuenta de que has vivido con los ojos
tapados? ¿Crees que esto es una farsa? No juzgues ni rechaces algo sin antes
conocerlo, y menos aún si es dictado desde el alma. Y sin etiquetas.

«Tu cerebro es la isla del mar de la ignorancia».


Marina Sánchez.

PD: No es que no haya podido describir a este escritor con solo tres frases, es que
no he querido hacerlo. Considero que se merece mucho más que tres simples frases,
al fin y al cabo, él me devolvió mi vida. Mi alma.

Marina Sánchez Sanahuja


Filóloga y escritora novel

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PRESENTACIÓN

Este libro, este pedacito de mí, está escrito por ti. Soy alguien tan normal como tú
y a la vez tan especial como tú. Nunca me he preguntado por qué existe el hombre y
la mujer, los blancos y los negros, los altos y bajos, los morenos y rubios, etc.,
porque eso es una cuestión genética y natural como la propia y bella naturaleza. Pero
sí, que desde que tengo uso de razón me he preguntado el porqué de mi existencia y
del porqué del ser y estar del ser humano, más allá del cuerpo físico y de cuál es
nuestro papel en esta película llamada «vida». Una vida sin cortinas de humos, sin
imposiciones y sin miedos; ¿cómo sería? Qué papel tiene nuestra mente en nuestro
día a día y si es cierto que hay más, mucho más de lo que nos han enseñado o nos han
querido ocultar. Me he cuestionado cientos de preguntas a lo largo de mi vida,
obteniendo respuestas donde pocas personas encuentran, donde pocos miran, donde
residen los temores, los prejuicios, las etiquetas, los dogmas… Y sin darme cuenta,
tenía muchas de esas respuestas dentro de mí. Sin ni siquiera saberlas, ya las sentía
de algún modo.
Me he preguntado el porqué del condicionamiento y manipulación de la religión,
la cultura y la sociedad. Porqué, una educación más de sometimiento, en vez de otra
líneas educativas, como la de formar parte de la creación del mundo, y no de lo
premeditado y alevoso. Siempre he sido curioso e insaciable en la búsqueda de la
mejora del ser humano, sin diferencias de pigmentación y otros atributos genéticos.
Preguntas como: ¿Por qué hay personas que consiguen sus sueños y otras no? ¿Por
qué hay personas que viven en la abundancia y otras en la pobreza? ¿Por qué la
verdad suena a mentira y la mentira rezuma a verdad? ¿Quién soy yo? ¿Qué hago
aquí?
Me he planteado el reto más difícil que probablemente podía asumir en estos
momentos y lo he realizado desde la más profunda normalidad. Desde la
reprogramación mental y de transformar esa energía proveniente en su mayoría de
grandes vertederos, en una fuente positiva y de pura creatividad, de crecimiento
personal y desarrollo humano. Desde una verdad sana e inherente y no de falsas
esperanzas, ni falsos gurús. Desde la paz y sosiego. Desde lo más profundo del
corazón, y desde los ojos del alma. Desde el descubrimiento, de «El secreto de la
casualidad».
Este reto, que espero y anhelo, sea el tuyo a la finalización de la lectura de este
libro, no es una cuestión egoísta, ni de mera ambición comercial. Es una cuestión de
ayuda mutua y de decirte a ti, siendo lo más puro y descontaminado posible, que sí,
sí es posible conseguir los sueños. ¡Nuestros sueños! Es posible ser feliz y es
posible llegar a lo más alto. Es una cuestión de alma, de luz, de pura esencia y sobre

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todo de desnudar algunas mentiras sagradas. De reorganizar la mente. De
reeducarnos y creer en ti. Volver a lo que un día fuimos y lo que soñamos alguna vez
con ser. Siempre lo has sido, pero nos perdimos en la oscuridad de la mente, los
terrores políticos, las mentiras religiosas y en aceptar aún quejándonos, en nuestro
propio victimismo.
Hay muchas teorías al respecto sobre la ley física de la atracción, el poder de la
atención, el secreto de la vida, y otras tantas leyes o creencias magníficas y
metafísicas, que bien seguro habrás leído o habrás escuchado, de la cuál dice que
podemos atraer lo que pensamos y lo que sentimos. Pero la pregunta, y de ahí el
nacimiento de este libro, es ¿por qué no lo hacemos, por qué no lo practicamos?
¿Será verdad o es otro engaño más? Quiero pero no puedo, pero ¿por qué? Este libro
es el ejemplo. No hay trucos, ni engaños. Lo descubrirás por ti mismo.
Me propuse un reto y aquí lo tienes. Tú que lees estas primeras líneas de este
maravilloso viaje, las cuales son dictadas desde lo más profundo de mi ser, eres el
responsable directo de mi autoría.

Bienvenido al maravilloso viaje hacia la conquista de tus sueños. Esos sueños que
puedes conquistar tú y cualquier persona tan normal y tan especial como nosotros.
Espero, deseo y es necesario, que leas escuchando, sin juicios, sin etiquetas. Que
pares, reflexiones y dudes. Desde dentro, desde aquello que sentimos pero no
tocamos. Espero que absorbas la luz que encontrarás en él. Espero que esa luz que te
espera impaciente, ilumine nuevos senderos y te guíe en tus caminos y lo transformes
en tu vida, tus retos y tus sueños.
Abróchate el cinturón y empieza el maravilloso viaje hacia donde hace tiempo que
no entramos. Hacia nuestro propósito, hacia nosotros mismos, hacia el infinito.
Hacia la verdad, nuestra verdadera identidad, nuestra verdadera existencia. Donde
no reside la falsedad, donde nuestro cuerpo es un mero vehículo finito y donde el
alma es eterna. Donde tú controlas la mente, la trabajas, la reeducas y la corriges.
Donde te vuelves a levantar, sin tener apenas fuerzas. Donde simplemente, vives.

No desesperes.

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Mi reto es el tuyo
Hoy es sábado 6 de diciembre de 2013 y son las 02:12h de la madrugada
(España). Quiero constatar dicha fecha y hora para que entiendas lo que te voy a
contar, después que corrobores mis datos, porque sé que lo harás: somos escépticos,
es normal y necesario.
Como decía, 6 de diciembre en Barcelona concretamente en el (El Prat de
Llobregat), con un frío más bien de un otoño profundo que de un invierno helado.
Soy más nocturno que madrugador y es por la noche cuando me siento más próximo a
mí mismo, mi verdadero yo. Supongo que es por eso que he comenzado a estas horas
a escribir. En el día 5 de Diciembre (para mí lo sigue siendo), recogí a mi querida
hija a las puertas del colegio, donde me esperaba ella al lado de su abuela materna.
Como casi siempre, llego con retraso a cualquier acontecimiento, incluso a la cita de
mi amada hija.
Digo esto por dos motivos, antes de contarte cuál es mi verdadero reto y a su vez
el tuyo. Lo primero, porque quiero que sepas que soy una persona muy normal, igual
que tú. Tengo mis virtudes, mis defectos, he cometido ciento y un error y también he
conseguido cosas importantes, pero casi siempre me he quedado a las puertas de ese
«sueño». El segundo motivo es porque quiero que esta fecha y estos acontecimientos
que me ocurrieron ese día, como ya he dicho, sean de alguna manera, mis testigos y
«notarios» ante el reto que me voy a proponer y que a su vez será el tuyo, no lo
olvides.
Mi reto, un autentico desafío, es escribir, editar y publicar el libro que ya tienes
en tus manos, en tan solo... ¡sesenta días! ¿No te lo crees?
Quiero corroborar desde el primer capítulo de «El Secreto de la Casualidad», que
todo lo que te voy a contar es tan cierto como que tengas en tu poder este libro.
Si tienes y de hecho es así, mi primer libro escrito «El Secreto de la Casualidad»,
quiere decir que he conseguido mi propósito y mi finalidad: ¡Retarte!
Te preguntarás cuál será... ¿tu reto? Lo sabrás mientras te vas escurriendo y
deslizando hacia los interiores de estas páginas. Observarás tu ser, profundizarás en
tu alma, tu maravilloso corazón, tu conciencia y entenderás mejor tu mayor
herramienta: La mente. No tengas prisa, sé que lo sabrás.
Mi propósito es que descubras el gran poder que posees, indiferentemente del
estatus económico, religión, color de la piel, etc. y que vuelvas a vivir. Vivir en toda
su concepción.
Te agradezco, aún con escepticismo, lógico, que creas y tengas fe en este libro que
ya es tuyo, pero sobre todo me llena de felicidad saber que le vas a dar otro sentido,
dirección y significado a tu vida. Que vas a reencontrarte con aquello que algún día
fuiste. En cierta manera, no es que le vayas a dar otro significado a tu vida, sino que
tu vida tenga un verdadero sentido, un propósito y una existencia fuera de la propia
creencia de nuestra falsa identidad.

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Salta al fondo de tu interior apartando tu falso yo, ese yo temeroso. Ese yo
sometido por una tenebrosa sociedad. Una identidad tejida y construida a través de
los años, pensando que lo correcto era una cosa y lo que sentíamos en lo más
profundo era otra. Te aseguro, que lo único malo que te puede pasar, es que salte una
pequeña chispa dentro de ti. Un nuevo pensamiento, una duda. Lo bueno, es que
puedes conseguir todo aquello que algún día te propusiste y lo llamaste sueño. ¿No
lo crees? Aquí tienes la respuesta. Descubre El Secreto de la Casualidad. Aquí
tienes tu libro.

«El verdadero poder, es ser conscientes del poder».


Raúl Amo

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CAPÍTULO 1: ¿QUIÉN SOY YO?

Siempre intentamos identificarnos y etiquetar lo que creemos que somos, y lo que


son las cosas, debido a: nuestra propia nacionalidad, cultura, educación, religión…,
cuando en realidad nuestra única bandera, la verdadera, es la de nuestra propia raza.
¿Y quién soy yo? Mi alma, mi luz, mi yo interior, mi ser... llámalo como quieras,
no tiene relevancia. Como más te guste. Utilizamos el lenguaje de las palabras para
etiquetar algo, para identificarlo y reconocerlo. He aprendido a lo largo de mis años,
descubriendo por mí mismo, preguntándome, leyendo, investigando,
escuchando...pero sobre todo cometiendo errores, que las respuestas que buscamos
en nuestra vida solo las encontramos cuándo somos capaces de preguntarnos
correctamente.
Quiero dejar bien claro desde el inicio del libro, que yo no me identifico con
ningún tipo de religión, ni con un Dios «físico». Algo tan grande e infinito no puede
regirse sobre una palabra ni sobre algo meramente físico: Es el todo y la nada.
Cuando intentas definir qué es Dios, es imposible. Digas lo que digas será finito, y
en cierta manera mientes si utilizas el lenguaje de las palabras. Pero, ¿qué pasa si en
vez de comprender que esa energía que todo lo ha creado, fuéramos capaz de
sentirla? ¿No te ha ocurrido, que sientes algo e intentas describir ese momento o ese
sentimiento y no encuentras las palabras? ¡No tengo palabras! Eso es Dios, algo
indefinible con palabras. Infinito.
Solo podemos llegar a esa fuerza, a esa fuente creadora a través de ser y estar, no
de pensar y ponerle una etiqueta. Aunque creemos serlo, no somos solamente ese yo
de toda la vida. Somos lo que pensamos, pero, ¿pensamos correctamente? ¿Sin
condicionantes? ¿De verdad importa darle figura a ese Dios, a esa divinidad creada
y manipulada por los regímenes eclesiásticos y religiosos, políticos, sociales y
culturales? ¿Dónde está aposentado ese Dios, si existe el cielo o el mismísimo
infierno? ¡No! Basta ya de aceptar todo, de ser y consentir una imposición continua,
solo para enriquecer a algunos y aceptar una serie de reglas, que ni el mismísimo
diablo hubiera redactado. Tu vida es mucho más y yo te lo voy a demostrar. Tú ya
me lo has demostrado a mí, aunque todavía no lo sabes.

Nuestro ser, es el todo y el todo es mayor que la suma de todas las partes.
Entonces llegamos a la pregunta correcta: ¿Yo soy lo que creo ser, o soy lo que
siempre he sentido? Sí, ambas preguntas son afirmativas.
Tienes la capacidad de tomar decisiones conscientemente, de crear. De ayudar,
salvar y mejorar este mundo que hemos recibido. Tienes la capacidad de ser creador
de tu propia vida y pintar con pinceles el cuadro de tus días.

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Seguro que lo que diga a continuación, puede contener más mentira que verdad, ya
que como he dicho, cuando intentas definir la fuente divina, a dios, la energía, o un
sentimiento, serán finitas y limitadas mis palabras. Porque las palabras son efímeras
y nunca podrán delimitar algo infinito. ¿Alguna vez te has quedado sin palabras al
describir un sentimiento, como el del amor? Los «otros» también utilizan el poder de
la palabra para definir algo infinito, pero por la ley de la manipulación, pura y dura.
Vamos a ver la otra cara de la moneda.
Todo es creado a partir de un pensamiento, de una conciencia, de una intención
majestuosa y de una energía pura. A su vez, nosotros somos parte de ella, porque
todo está entrelazado y todos somos hijos de esa infinita conciencia. De dios.
Entonces es obvio decir, que por pura estadística racional, nosotros tenemos esa
divinidad porque somos parte del todo. No tiene sentido pensar que estamos
separados o que somos inferiores. No lo tiene, pero aún en el siglo XXI todavía hay
gente que no sabe realizar una sencilla suma de conceptos. Es normal porque durante
siglos ha sido así e impuesta y condicionada por motivos puramente de control y de
poder. O teneos miedo de descubrir la verdad.

Si tú crees en algo, sea lo que sea, tienes razón. Por impresionante y abrumadora
que sea tu verdad, o estúpida y llena de insensatez. Todo aquello que piensas y
sientas, será verdadero para ti y en parte para el mundo. Somos un «todo»
¿recuerdas?
¿Y quién soy yo? ¿Qué hago aquí? Preguntas que bien seguro te has formulado
alguna vez en tu interior y tu falso yo ha intentado identificarse con lo que ya has
vivido y con los recuerdos guardados en el baúl de la memoria: en el subconsciente.
¿Pero ese verdaderamente soy yo? Vayamos a descifrar estos grandes paradigmas.

«Pienso, luego existo»


Descartes.

Científicamente está comprobado y demostrado que la materia no existe tal y como


la entendemos. Todo está compuesto por átomos, absolutamente todo. Se creía al
principio que el átomo era la materia, pero con los años, la evolución de la ciencia y
la física, descubrieron que el átomo en su interior estaba compuesto por protones,
neutrones y electrones. Así se llegó al punto cero, al inicio de la «materia».
Descubrieron que estas partículas subatómicas estaban vacías. Es decir, que todo lo
que crea el estado de la materia; el átomo está vacío, es energía.
Todo este componente «material» que observamos del que estamos rodeados, está
compuesto por partículas de energía y no de materia física tal cual la entendemos.
Entonces científicamente podemos decir que todo, absolutamente todo en el mundo y
el universo es energía. No es un estado sólido y físico como lo entendemos. Es
entonces cuando nos surge otro interrogante: ¿Somos energía? Sí. ¿Aún

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subatómicamente, seguimos siendo energía? Sí.
¿Pero cómo es posible? Lo sé, sé que estarás pensando que eso es imposible;
tengo este libro, toco la mesa, ¡Es sólido! Sí y no.
Sí porque lo creemos así y es algo natural que «entendemos» y concebimos así. Es
nuestra propia realidad holográfica. Y no, porque científicamente está demostrado
que no es así, que la materia como tal no existe. Pero la creemos y se manifiesta. La
creamos nosotros.

Hay algo que se nos escapa de nuestra comprensión y es lógico. Déjame que te
explique un experimento que hicieron unos científicos y entenderás mejor lo que te
quiero decir.
Unos científicos, dentro de una lanzadera de electrones que enviaban, no se
comportaban de igual manera, cuando había un observador (intención) o no había
observador (intención). Al chocar, marcaban diferentes patrones.
¿Cómo puede ser? Al observar a los electrones, estos se comportan de una manera
y si no hay un observador, se comportan de otra. Pero ¿por qué? Aquí está la clave
entre la ciencia, la física y la espiritualidad; la conciencia del observador: Una
intención, un pensamiento. Un sentimiento.
El observador es otra energía (nosotros por ejemplo) que a partir de miles de
probabilidades elige una (consciente o inconscientemente) y esa es la existente, la
«real». Si no observo hay miles de probabilidades; pero sí una conciencia observa,
obtiene una probabilidad de entre miles. Algo impresionante. Lo comprenderás.

«Cuida tus pensamientos, porque se volverán palabras.


Cuida tus palabras, porque se volverán acciones.
Cuida tus acciones, porque se volverán costumbres.
Cuida tus costumbres, porque forjarán tu carácter.
Cuida tu carácter, porque forjará tu destino».
Mahatma Gandhi.

Siempre he escuchado cientos de veces, y soy bastante joven, frases tales como:
«Yo no puedo cambiar el mundo». «Yo no puedo ayudar a los demás, ojalá». Si yo
no cambio, tengo razón, no puedo ni ayudar ni cambiar nada. Es fácil caer en el
victimismo. Nos sentimos aliviados, ya que hemos recibido una educación de
sometimiento, y cuando hablo de educación no me refiero solo a la educación
escolar o familiar, es una «mala» educación conjunta. Eso hemos aprendido porque
eso nos han enseñado. Pero, ¿y si cambio mi manera de pensar? ¿Si mi intención va
en conjunto con mi verdadero yo? ¿Si cambio mi manera de ver el mundo que me
rodea? ¿Si le doy un sentido existencial a mi vida? ¿Cambiarán las cosas? ¿Puedo
conseguir lo que me proponga?
La respuesta es afirmativa y como dice el Dr. Wayne Dyer: «Cuando cambias la

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manera de mirar las cosas, las cosas que miras cambian». No es una cuestión de
magia ni trucos siniestros, es pura concepción de la realidad que percibimos.
Si somos energía y esto está comprobado por el campo que la estudia (Física
Cuántica), igual que está comprobada la ley de la gravedad, la ley de la
relatividad...y demás leyes universales, pero sobre todo, está comprobado y lo
«sabemos», aunque no lo admitamos, que dentro de nosotros hay algo más, pero no
comprendemos el qué, ¿cómo puedo cambiar de una probabilidad a otra? Con la
intención consciente.

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CAPÍTULO 2: LEYES DEL UNIVERSO

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Procedimientos universales
Antes de adentrarnos en el fascinante mundo de la intención consciente, que
podemos regular en base a nuestros objetivos, vamos a conocer y ahondar más en el
funcionamiento de nuestro propio mecanismo y procedimiento universal.
La ciencia dice que hay una inteligencia que organiza y regula sistemáticamente
todas las funciones de nuestro organismo. Hace que nuestro corazón lata
aproximadamente unas cien mil veces ininterrumpidamente. También, cada día se
encarga de las sesenta y siete funciones que tiene el hígado, sin tan siquiera saberlo o
entenderlo, pero es así. Mantiene, elimina y vuelve a crear células en todo nuestro
cuerpo, entre otras muchas funciones biológicas.
Lo más curioso de estos datos, es que nosotros no tenemos el control sobre estos
aspectos mecánicos y biológicos de nuestro cuerpo, pero sí tenemos el control de
nuestra mente e intencionalidad consciente. Es decir, no somos un efecto de nuestros
procesos biológicos, sino una causa. Es como si el creador supremo, la fuente de
toda energía, dijera en su momento: Sois lo que sois biológicamente, pero vuestra
capacidad de conciencia sobre la mente, podéis ser creadores de nuevos
pensamientos y patrones. De cualquier nueva realidad. De cualquier nuevo camino.
Vuestra intención lo cambiará todo. La gran llave de vuestra evolución.
El lóbulo frontal, representa más del 40% de la totalidad del cerebro. Es el que
lanza las intenciones, ideas, inspiración, toma decisiones...y se envía al cerebro. El
lóbulo frontal es la diferencia de la evolución del ser humano respecto a los
animales. Hablando del lóbulo frontal (nuestra mejor herramienta), recuerdo un
experimento de unos científicos que hicieron con ocho monjes. Personas
acostumbradas a la meditación y a canalizar toda la energía sobre un punto, todo el
poder de la intención, toda la energía en un pensamiento, una emoción.
A cada monje les proporcionaron unos pensamientos, unas intenciones, sobre la
que concentrar su energía: compasión, felicidad, bondad, gratitud... A todos ellos,
les colocaron unos electrodos en sus cabezas, para comprobar el trabajo del lóbulo
frontal y las partes que se activaban del cerebro. Pues bien, después de varios
minutos, los científicos quedaron asombrados sobre la fuerza e intensidad que
transmitían en el lóbulo frontal. Más aún, cuando se percataron de la activación y
energía de las partes del cerebro. El monje que tenía la intención o pensamiento de
felicidad, era impresionante. Decían que no podía existir una persona en la faz de la
tierra más feliz que aquel ser humano en ese instante.
Hay varias leyes universales de las que voy hablar brevemente. Te recomiendo
que no las pierdas de vista. Cuando te encuentres un poco perdido o perdida, échale
un vistazo a estas leyes que rigen el Universo, el todo, y nosotros somos parte
intrínseca de estas leyes. Somos energía, no lo olvides.

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1ª Ley: Mentalismo

Todo es mental, todo lo creamos y ha sido creado a partir de un pensamiento, de


una pura concepción. Todo, absolutamente todo, es una cuestión de actitud y
voluntad, creer y crear.

2ª Ley: El Principio de Correspondencia

Todo lo que puede ser arriba es abajo, lo que todo puede llegar, también se puede
ir y viceversa. Si quieres mejorar o dar una nueva educación a tus hijos, una mayor
satisfacción a tu pareja, una contribución real al mundo…, empieza por ti mismo.
Solo así podrás mejorar tu entorno y tu vida. Si soy feliz y doy felicidad, recibiré
felicidad.

3ª Ley: Principio de Vibración

Todo vibra, todo tiene una frecuencia: la del universo y la tuya propia. Todo está
en movimiento, todo cambia. Un adagio árabe decía: «Habla solo cuando tus
palabras sean más dulces que el silencio». Cuidado con lo que dices y lo que
piensas. Si así lo sientes, así vibrará. Si así lo piensas, así sucederá.

4ª Ley: Principio de Polaridad

La vida se encarga continuamente de ponernos a prueba, para comprobar cuánta


fuerza tiene ese pensamiento, sentimiento, y ver qué fuerte es esa convicción y
voluntad que tenemos. Supera esas pruebas y aprende de ellas. Cae y vuelve a
levantar. Todo tiene un por qué, hasta las más grandes cicatrices y los grandes logros
inimaginables.

5ª Ley: El Principio del Ritmo

Todo viene y va, nada es para siempre. Todo es tuyo y nada te pertenece. No
siempre estaremos bien o mal, busca el equilibrio. Lo debemos aceptar como algo
natural. Esto es solo una etapa. Expande tu conciencia, entra en el siguiente nivel.

6ª: Ley de Causa y Efecto

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Toda causa tiene su efecto y todo efecto su causa. La cosecha de nuestra vida es la
siembra de todas nuestras acciones, y nuestras acciones son impulsadas por nuestros
pensamientos conscientes o inconscientes, sentimientos y emociones. Presta atención
a lo que piensas y por qué lo piensas.

Como ya he dicho y seguramente sabrás, hay más leyes. No es importante leer y


entender todas y cada una de las leyes del universo, sino, que comprendas que todo
tiene un por qué y que todo pasa por alguna razón. Pero lo más importante, es el
universo que hay en ti y en toda tu alma. Descúbrete y conecta con la música que
suena dentro de ti. Hay una frecuencia en el universo, esperando ser conectada y
escuchada.
Nuestros pensamientos provocan reacciones químicas que nos llevan a la adicción
de comportamientos y emociones, provenientes, en su mayoría, del exterior y el
entorno. Una vez que comprendemos cómo se crean estos malos hábitos mentales y
emocionales, no solamente podemos romperlos, sino que también somos capaces de
reprogramar y desarrollar nuestro cerebro para atraer en nuestras vidas,
comportamientos y situaciones nuevas. A su vez, alimentarán todos esos nuevos
pensamientos. El ciclo cerrado y vicioso de esa red que nos impusieron, y sellaron
en nuestra mente, poco a poco la podemos ir reprogramando. Ahora podemos crear
nuestra propia «red natural». Soy lo que siento desde dentro, no desde fuera. No es
fácil, pero sí posible.
El problema que siempre hemos tenido, es que cuando sentimos o nos hacen sentir
una emoción, enviamos al cerebro señales y estas a su vez crean un pensamiento y
una reacción química que vuelve a nuestro cuerpo. Todos nuestros poros resuenan a
ese pensamiento, ese sentimiento y provoca una intención, posiblemente
inconsciente. Cuantas veces nos ha ocurrido, que en una situación de relax, de
armonía, de paz… hemos tenido alguna sensación de zozobra, miedo o stress. Algo
en nuestra mente se activa y no conscientemente. Por eso decimos que tenemos
adicción a todos los estímulos de nuestro exterior, que a su vez, se convierte en la
manera en la que percibimos el mundo y nuestra realidad. Creamos nuestra vida
mediante los sentidos, una vida puramente sensorial, así es como nuestros
sentimientos se convierten en nuestro modo de pensar. Así creamos nuestros
patrones: de fuera hacia dentro y no de dentro hacia fuera. Un ciclo viciado y
cerrado. Un ciclo de estancamiento e involución.

Si sabemos que lo único que podemos controlar es nuestra mente y podemos


reprogramar esos patrones, para obtener aquello que deseo, para ser mucho más feliz
y sentirnos plenos... ¿por qué somos incapaces? ¿Por qué parece imposible? ¿Cómo
puedo pensar como piensa un rico, un genio, un artista? ¿Cómo pensar y trasladar de

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dentro hacia fuera todo lo que mi ser anhela y todo lo que verdaderamente soy?

«Las personas fuertes crean sus acontecimientos; las débiles sufren lo que les
impone el destino».
Alfred Victor de Vigny.

Ya te dije que no te mentiría, ni adornaría este libro con palabras mágicas y


pociones milagrosas, para hacerte creer en algo que te duraría...un día o dos, una
semana… en creer y desechar. Esa no es mi intención. No es mi reto. No es mi
estilo, ni el de ya, tu libro. Supongo que esa es la magia: no existen secretos, ni
baritas embrujadas. Nada de eso. ¿No sabes cómo conseguir mucho dinero en poco
tiempo y sin apenas esfuerzo? ¡Pues yo tampoco! ¡Ni nadie!
La vida es demasiado maravillosa como para que todo sea tan sencillo. ¿Crees
que en el poco esfuerzo e ímpetu, se encuentran los grandes tesoros de esta vida? No.
La vida es una etapa más dentro de la eternidad de tu alma, tu conciencia infinita. El
único secreto es conocer qué llevas dentro, con quién verbalizas interiormente, por
qué pensamos así, qué significan las casualidades que nos ocurren, cómo mejorar y
concentrar toda esa energía sobre algo que deseas. El verdadero secreto es tener
conciencia de tu propio poder y de ser conscientes de tu inconsciencia. El verdadero
poder es reconocer, aceptar y creer, el poder que poseemos.

Como dice el gran neuro científico, Dr. Joe Dispenza; «A lo mejor es que
simplemente somos malos observadores y no dominamos el arte de la observación,
de nuestra propia intención». Hay que trabajar y entrenar la mayor arma que
poseemos. Se puede conseguir, lo tienes en tus propias manos, en tu propia mente.
¿Tienes miedo de dominar y ser el único creador de tu vida?

26
Ejercicio: IMAGÍNALO
Sé que si lo tienes en la mente, en tu imaginación, lo puedes tener ahí fuera. Si lo
imaginas dentro de ti, lo podrás transformar. La imaginación es la principal fuente de
los mayores genios de la humanidad.

• Imagina ser feliz y regalando felicidad.


• Imagina ser abundancia y poder ayudar a los demás. Regalarte la vida.
• Imagina agradeciendo lo que has conseguido, lo que tienes y todo lo que te
llegará.
• Imagina ser especial porque siempre lo has sido.
• Imagina y vive tus sueños.

Siéntelo, vívelo, llénate de esa imaginación, de esa creación desde dentro de ti,
desde lo más profundo. Lleva toda esa imaginación a cada poro de tu piel.
Conviértelo en emociones. Respira tus sueños.

«Pregúntate si lo que estás haciendo hoy, te acerca al lugar en el que quieres


estar mañana».
Walt Disney.

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CAPÍTULO 3: LA SINCRONICIDAD

Mientras no tengas mayor conocimiento sobre todo aquello que te ha sucedido, te


sucede y te va sucediendo, no podrás tener el control consciente del poder que
posees. Y no hablamos de que las cosas pasan por puro azar, o porque el destino ya
está escrito. Eso nos hacen creer, pero no es así. Somos creadores, hijos del creador
(indiferentemente de la forma que le des a ese creador o definición), así que
podemos esculpir nuestra propia vida.
La sincronicidad es el efecto que existe entre el universo y tu intención, consciente
o inconsciente. Es el resultado del cosmos, debido al resultado de tu causa, de tu
propia intencionalidad. La simbiosis entre la mente, el alma y la fuente creadora. No
son casualidades como siempre las hemos entendido, sino causalidades. Provocadas
por una causa-efecto.
El universo no entiende de lo bueno o lo malo, de lo que llevamos impregnado en
la telaraña mental que hemos construido, sea correcto o no. La gran fuente creadora,
obedece a todo aquello que pensamos, sentimos e intencionamos. Seamos
conscientes o no.

«Señor, haz de mí una herramienta de paz y amor».


Francisco de Asís.

Las causalidades siempre han llegado a ti y siempre llegarán, es normal que las
nombres como «casualidades». Cuando tu ser se eleva a una consciencia más
elevada y empiezas a transformar esa energía, se produce la sincronicidad o
momento cuántico, como dicen en la física cuántica. Vibras en la misma frecuencia
que el cosmos infinito. Eres el propio universo. Estás presente.

Independientemente de las etiquetas que le pongamos a estos sucesos, hay algo que
quiero dejar claro: Todo lo provocas tú, lo bueno y lo malo, seamos conscientes o
no de ello. Dejando de lado, y que quede claro, las cosas y causas de la biología de
la propia naturaleza.
¿Puedes provocar esas causalidades? Sí. Creo que la pregunta no es la correcta,
porque siempre las has provocado, pero quiero que entiendas el concepto. Tú
siempre lo has invocado y lo seguirás haciendo en tu futuro. La mayor gravedad es
que era inconscientemente, ese era el problema. Cuando eres consciente de ello y
prestas toda tu atención a esta «magia» universal, se produce una serie de
acontecimientos, sobre el cual pones toda tu energía y atención.
No existen personas especiales y no especiales. Existen personas en sintonía con

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la vida, la energía. Personas que fluyen con el universo y personas que no lo asumen
y etiquetan todo esto como: destino ya creado, suerte o mala suerte. Si eres capaz de
«pensar» desde el alma, desde tu luz; serás capaz de ver esta sincronicidad. No, no
es fácil y tampoco es culpa nuestra haber llegado y creado desde unos parámetros ya
estipulados. Premeditadamente o no, no importa. Lo que importa es ser consciente de
ello, de encontrar nuestra luz, nuestra existencia, nuestro propósito. Este es el
verdadero secreto. Ahora bien, si ya sabes que todo lo puedes llegar a provocar tú,
tienes la responsabilidad como auténtico creador de todo aquello que puede suceder.
Limpia tu mente.
En el transcurso del desarrollo del libro, te puedo asegurar desde lo más profundo
de mi corazón, que estoy abrumado por este poder. Cada paso que doy, cada acción
que realizo, veo y siento las señales que llegan o están próximas a mí. Todas las
situaciones que me están ocurriendo, todas las personas que me encuentro en mi
nuevo camino, las circunstancias buenas y malas, es algo indescriptible. Este libro es
la prueba irrefutable. Y lo que más me estremece, es que sé que esto solo es el
principio. Queda mucho camino por recorrer, por explorar, por transformar...

Jamás me había sentido tan lleno y con una felicidad tan sublime hasta el
momento. Siempre anteponía esa felicidad a la llegada, a la meta. ¡Qué error tan
grave y común! ¿verdad? Ahora comprendo las causas que provoco al mundo, a mi
«pequeño» universo, y juego desde el humilde respeto, junto a él. Créeme, es algo
tan inmenso, tan infinito, que no tiene cabida mi asombro en él.

«Lo que te llevará al final serán tus pasos, no el camino».


Fito y Fitipaldis.

Toda acción tiene su causa y, por consiguiente, su inevitable efecto. Es una ley
bastante sencilla y obvia, pero a la vez compleja de ejecutar. Constancia y paciencia,
claves del buen hacer de esas intenciones conscientes. Nos solemos perder en el
opaco velo del victimismo, de las etiquetas, los juicios premeditados y del
conformismo de lo ya estipulado. Pero eso se puede cambiar, siempre y cuando
desees una vida en armonía, con más éxito y plenitud. No tengas miedo de vivir.
Se trata de dar un nuevo enfoque, una nueva perspectiva a las cosas, a nuestras
vidas. «Si cambiamos nuestra manera de mirar las cosas, las cosas que miramos
cambian». No es magia, no hay truco. Es una ley universal que nos cuesta aplicar en
el día a día, porque puede ser que no nos la hayan enseñado o no hayamos sido
capaces de comprenderla por nosotros mismos. O no era bueno y conveniente para
muchos, que toda alma fuera feliz y conquistara lo que se propusiera, o simplemente
como dice esta pequeña metáfora: «Si pusiéramos todo nuestro esfuerzo y energía en
amarnos unos a los otros, respetarnos y ayudarnos, con toda la fuerza descomunal,
con la que lo hacemos para rechazarnos; el amor, la bondad, la gratitud y la paz, no

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sería una mera utopía y otra historia escribiríamos. El paraíso estaría en la tierra y el
cielo en nuestros corazones».
Puede que simplemente no sepamos ver adecuadamente, ser malos observadores.
Y no me refiero a mirar, sino a ver a través de los ojos del alma, de tu «yo»
verdadero, tu ser esencial. De volver a encender la chispa con la fuente creadora. De
poner nuestra música en la misma frecuencia que la vida, la misma sintonía que el
propio universo con el cosmos. Es ahí cuando se produce la sincronicidad y
empiezan a ocurrir cosas. Cosas que comienzan a señalarte el camino, ese camino
que tanto deseabas. Presta atención, abre los ojos. Tira las armaduras y quémalas en
las mismísimas llamas del fuego de tu alma.

Volviendo al tema de la Causa-Efecto, pongamos un ejemplo.


¿Qué pasa cuándo lanzamos un boomerang? Acción-Causa-Efecto, o lo que es lo
mismo:

• ACCIÓN: Actúo y lanzo el boomerang, con mayor o menor fuerza.


• CAUSA: Vuela a mayor o menor distancia y regresa.
• EFECTO: Lo cojo al vuelo, cae al suelo o más posibilidades.

Solo actuamos en uno de los puntos directamente, el de la acción. Supongamos que


tenemos un boomerang en casa, guardado entre los «trastos» de una habitación. ¿Cuál
es su causa si no hay acción? Sigue existiendo el boomerang aún sin acordarnos ya
de él, sin verlo durante tiempo, pero existe. No tiene efecto porque no provocamos
una acción, una causalidad. ¿Qué pasa cuando tomamos acción? Causa-Efecto. Si
tenemos conciencia de esa acción es más probable que recojamos el mejor «efecto».
Si no somos conscientes, recogeremos un efecto, pero ¿cuál? Seas consciente o no,
entiendas o no el funcionamiento del boomerang o de las causalidades, tiene su
efecto, siempre.

Ahora vamos a poner otro ejemplo del cuál tenemos una acción no física: Un
pensamiento o intencionalidad inconsciente. Seguro que a todos nos ha pasado
alguna vez o muchísimas veces a lo largo de nuestras vidas: Nos despertamos y
mientras tomamos el primer café del día, encendemos la televisión, y concretamente
las noticias de la mañana. ¿Qué solemos ver? Guerras, corrupción, crisis económica,
muertes, graves enfermedades... (casi todas creadas por el hombre). ¿Qué ocurre?
¿Dónde ponemos nuestra atención? Nuestro enfoque ya ha elegido sus prioridades en
el inicio de nuestro día, y no, no son buenas sensaciones. Empieza el círculo vicioso
y cerrado de nuestra propia mente, de nuestros malos hábitos. Estamos ya casi
agarrotados, y ni siquiera hemos salido por la puerta hacia el trabajo. ¿Cómo crees
que se dibujará tu día? Creo que ya sabes la respuesta. ¿Y dónde queda todo eso que
mi ser y mi corazón deseaban sentir y crear? Difuminado entre el vaho de la ventana,

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como cuando dibujamos un corazón o una palabra con nuestro dedo.
Si somos capaces de comprender en su esencia la ley de las «casualidades»,
seremos capaces de dibujar nuestros efectos. Igual que un pensamiento, es una acción
no física, pero tiene su causa y su efecto, lo veamos o no, creamos o no en él, este
pensamiento vuelve y se puede manifestar físicamente, en forma material o de
situaciones cotidianas. ¿Cómo? En forma de «causalidad», no de casualidad. La
diferencia y asombro de ese pensamiento, su causa y su efecto, es que se convierte en
algo (material, circunstancias, personas, etc.) Se produce una un acontecimiento
físico. ¿Magia? Llámalo o etiquétalo como quieras. A mí me parece mágico que el
sol brille cada día, que la luna acompañe a las estrellas e ilumine la oscuridad.
Magia es concebir un hijo, que abra los ojos y conecte con los tuyos, sentir su
presencia. Magia es amor, ese amor que va más allá de las etiquetas, las cadenas, de
la luz y traspasa el alma. Mágico es todo eso de lo que tú tienes consciencia.

¿Y si tengo el control de mi propia intención y de mis pensamientos conscientes?


Algunos los llaman milagros, otros los llaman falacias. Yo lo llamo creer en ti, ser tu
verdadera esencia y apoderarte del control de tu vida. No tu mente sobre ti. La magia
eres tú.

«Educar la mente sin educar el corazón,


no es educar en absoluto».
Aristóteles.

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CAPÍTULO 4: LA INTENCIONALIDAD

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Nuestras Intenciones
Como dice el gran Wayne.W.Dyer en su libro El Poder de la Intención, siempre
tenemos razón en lo que creemos. Si tú crees que no puedes hacer algo, conseguir
eso o aquello, no existe otra cosa que tu creencia negativa. Y tienes razón, porque
esa realidad es la que creas e invocas.
De igual forma, si crees que puedes hacerlo, conseguirlo, tenerlo... también tienes
razón. Esa realidad y esa creencia positiva, también las creas tú. Somos los
creadores de nuestra «realidad», con nuestras intenciones, con la manera de pensar y
enfocar ese pensamiento y sentimiento hacia el exterior, pero nuestros cimientos para
sustentar esas metas y ese positivismo, tienen la fuerza de un castillo de arena.
Dr. Dyer dice que, «cuando cambias la manera de ver las cosas, las cosas que
vemos cambian». Eso es cierto tanto si crees en ello o no, es así. Tanto si es una
opción, negativa o positiva. La intención mueve las «fichas». Recuerda el
experimento de los electrones, la energía: Si hay un observador, o sea, otra
conciencia o energía, el electrón cambiaba los patrones. No por el azar, sino por
nuestra fuerza de intencionalidad, ya sea negativa o positiva y por probabilidad
consciente o inconsciente.
Esto es cierto siempre, como ya he dicho, creas o no. Estamos acostumbrados a
creer solo lo que vemos y es normal que todavía haya escepticismo al respecto, pero
te has preguntado alguna vez: ¿por qué hay personas que consiguen sus sueños y
otros fracasan? ¿Por qué unos son felices y otros desdichados?

Respiramos oxígeno y sabemos que es así porque nos lo han enseñado, aunque no
lo veamos, sabemos que es así. En un día gris el sol no lo vemos, pero sabemos que
está ahí.
No se trata de si creo en ello o no, de si «yo» estoy conectado o no a ese campo
de energía y de poder de intención. Siempre lo estamos, lo estábamos desde que
nacimos y seguiremos estándolo.
Entonces, si ya sabemos esto y sabemos que nosotros creamos nuestra propia
realidad, en un campo lleno de probabilidades en función de la intención que le
damos, la pregunta clave es la siguiente: ¿La elección de mis
«opciones/probabilidades», pueden ser solo conscientes o total y parcialmente
inconscientes?
La intencionalidad o poder de la intención (nuestros pensamientos), la divido en
dos partes principales: Intencionalidad Inconsciente (I.I) y la Intencionalidad
Consciente (I.C). Vamos a discernirlas para poder tener mayor bagaje sobre ello. Es
de máxima importancia entender, dichas intencionalidades, la consciente e
inconsciente, puesto que si controlamos dichas intencionalidades provocadas por
nosotros mismos, podremos ser los verdaderos creadores de nuestro «todo» y desde
la «nada». Romper las cadenas, dejar de lado o tirar a la basura el sometimiento

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enfermizo y miedos, y poder así acercarnos a nuestro propósito. Tu reto.

La Intencionalidad Inconsciente (I.I)

Desde el día que nacemos hasta nuestro último día de nuestra muerte, hay ya
creado un gran circuito de ciertas probabilidades en nuestra vida. Unas
probabilidades empujadas para no pensar demasiado y aceptar esa realidad. Las
aceptamos porque creemos y nos demostramos a nosotros mismos que esta es
«nuestra vida». Ya existe una red inmensa, donde ya sin saber ni ser conscientes de
ello, estamos atrapados. Ya existen unas imposiciones tales como: la moral, la ética,
unos valores predeterminados, una educación, una idea de vida, etc. ¡Ya está todo
creado! Nosotros estamos impregnados de esa red llamada vida. No tienes que
pensar, tampoco lo desean, más allá de lo que establece esa red. Lo aceptamos como
algo normal. Y si piensas, que esté ceñido a dicha red, o que sea con un pensamiento
de indignación.

«A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar
sería menos si le faltara una gota».
María Teresa de Calcuta.

A lo largo de nuestra vida, años tras años, empezamos a crear nosotros mismos
una red más potente, porque la creemos como propia. De tal manera que ya
pensamos sin pensar, miramos sin observar ni contemplar, y sentimos desde fuera
hacia adentro. Existen unas imposiciones y las asumimos como algo natural del
proceso llamado vida.
Nuestro campo de probabilidades ya está limitado en nuestra concepción de la
realidad, de la vida. De todas las cosas que puedo conseguir, de lo que puedo llegar
a tener o lo que puedo llegar a ser. La «Intencionalidad Inconsciente», es limitadora
y finita. Es absorbida en nuestra educación, nuestra gran sociedad, las relaciones, los
propios objetivos, si con suerte tenemos algunos.
Te limitas a creer solamente lo que ves y lo que sientes desde el exterior, una
realidad sensorial. Lo que oyes, todo el exceso de información, pero pocas veces
crees en lo que sientes en tu interior, en tu ser esencial y es bastante probable que
cuando lo hagas, esas emociones que recibes ya estén corrompidas, porque nacen
desde fuera y se instalan en tu falso yo. Elegimos una posibilidad entre todas esas
probabilidades, basándonos en lo que percibimos del exterior y en lo que hemos
creído o nos han hecho creer toda nuestra vida, sin ni siquiera ser conscientes de
ello.

Creamos en nuestro circuito neuronal unos patrones, una guía de supervivencia


inconscientemente. Hacemos más fuerte toda esa red impuesta, porque la hacemos

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nuestra, la aceptamos como parte de nuestra propia genética, y eso enviamos al
universo: limitaciones, miedo, prejuicios, el bien y el mal, equivocaciones y seguir
una corriente. Leí una vez que «solo los peces muertos siguen la corriente. La culpa
no es de nuestra estrella, sino de nosotros mismos». Una frase aterradora, pero con
mucha verdad pura, ¿no crees? ¿Voy a vivir ya una vida preestablecida, dónde no
tengo ni voz ni voto y solo estoy inmerso en una serie de jugadas del azar? ¿El
destino ya está escrito?
La intencionalidad inconsciente podríamos decir, que es como esos peces
muertos, que son incapaces de saltar y nadar a contracorriente por conseguir su
sueño. Es como si dijéramos: —Estoy de paso, esto es lo que hay o yo no puedo
cambiar, soy así. ¡Es cierto! Si así lo crees y así hasta lo sientes, esa es tu manera de
crear y elegir tu campo de probabilidades. ¡Tienes razón!
Te diré algo, tus ojos son solo la ventana. Lo que convierte lo que vemos es
generado por el cerebro y vemos a través de esa gran «telaraña» neuronal y de
posibilidades. Si así lo creo, así lo veré.
Nos han acostumbrado a ser víctimas, tener miedos psicológicos, a ser pesimistas
más que optimistas y así en toda nuestra vida, hemos ido creando un falso yo. Nos
escondemos tras esos parámetros y nos sentimos protegidos porque eso nos han
inculcado. Tenemos la necesidad imperiosa de caer bien, ser aceptados por los
demás, buscar lo justo e injusto, la auto-duda, de tener un apego mayúsculo por el
pasado y culparnos por ello. Igual con el futuro y tener, sin saber por qué,
preocupaciones. Todas ellas trampas mentales en las que nos hemos identificado
durante todos los años de nuestra vida.
Nosotros nacemos en un cuerpo físico, sea cuál sea, pero no nacemos con una pre-
identidad. No nacemos con todas esas etiquetas. Esos dogmas, etiquetajes de carga,
son creados y son ciertos porque nosotros creemos que es así. Una imposición
negligentemente aceptada, sin más.
Quiero que comprendas, antes de hablar de la «Intencionalidad Consciente», que
esas etiquetas de «no puedo, no soy capaz, soy tímido, soy pobre..»., son solo
etiquetas. No nacemos con ellas puestas, no forman parte de nosotros. No existen en
el ADN, ni en nuestra genética. ¡No existen! Es una ilusión psicológica que nos han
hecho creer. Como tampoco existen los fracasos. Cualquier acción o efecto, crea una
causa o resultado. El fracaso y los miedos están en nuestra mente, la victoria y el
éxito también. La intención crea una acción y ésta una causa. Depende única y
exclusivamente de nosotros. No se trata de decir: «Voy a jugar a la lotería, porque
mi intención es ser millonario». Se trata de ver las cosas desde otro punto de vista,
desde otro prisma, poner todas nuestras intenciones. ¿Vas a crear y poner esas
huellas que irás pisando en tu propio camino que es la vida, o pisarás esas huellas ya
marcadas por esa red ya creada e impuesta, a fuego lento? No es fácil, pero sí es
posible. Siempre lo ha sido.

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«La acción y la práctica, es la huella que deja la naturaleza».
William Shakespeare.

La Intencionalidad Consciente (I.C)

Todos nos hemos preguntado alguna vez, qué es o quién es ese con el que
verbalizamos interiormente, ¿verdad? Nuestro verdadero ser o nuestro falso yo, y
qué ocurre cuando expandimos ese nivel de conciencia. El por qué lo hacemos, es
porque necesitamos abrir esa puerta interior que, a pesar de todo lo impuesto durante
toda nuestra vida, sigue existiendo esa voz interior. Nos preguntamos el sentido de
nuestra existencia y comprendemos que no es suficiente, no basta solo poseer lo
material. No es suficiente la aprobación de algunos. Nos revelamos ante nuestro
falso yo en algunas fases de nuestros días y no aceptamos tales imposiciones
sociales. ¡Necesitamos algo más!
La «Intencionalidad Consciente», llega cuando expandimos nuestra conciencia, a
través de abrir las puertas de nuestro ser esencial, del alma. Poseemos una visión
más amplia y periférica, mayor percepción de las cosas. Llegados a este punto,
podremos adentrarnos en la «Intencionalidad Consciente».

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Los diferentes niveles de Conciencia

1er Nivel

Estamos separados de la vida, aceptamos aún sin saber el porqué de todo lo que
nos llega y aceptamos todas esas imposiciones. Creemos no tener ninguna capacidad
de creación, porque «ya está todo creado».

2º Nivel

Tenemos una cierta capacidad de influencia sobre las cosas que nos suceden.
Todas aquellas cosas que pasan por casualidad o coincidencia, las empezamos a dar
forma. Percibimos de una manera diferente y empezamos a pensar de otra manera,
con otra intención y en consecuencia otras probabilidades. Lo aceptamos porque
nosotros somos creados y entendemos que somos los únicos creadores.
En este segundo nivel de conciencia nos detendremos y profundizaremos. Los
siguientes niveles de conciencia, no los describiré porque, básicamente, no lo he
vivido y experimentado aún y como bien sabes no te voy a engañar. Hablo de lo que
pienso, pero sobre todo de lo que siento dentro de mí.

¿Yo tengo la capacidad de influenciar sobre lo que me pasa? Sí. ¿Y sobre el


mundo? Sí. ¿Cómo? No es fácil, pero es posible. Tampoco es fácil ganar un
campeonato mundial en cualquier especialidad o una medalla olímpica, o escribir un
Best-Seller, llegar a la cima del pico más alto… Nada es fácil, pero se puede lograr.
Paciencia, voluntad y conocimientos.
—Solo los elegidos lo pueden conseguir. Seguramente has oído esta frase célebre
que abre las puertas a nuestra «Intencionalidad Inconsciente», de victimismo y total
derrotismo. Pero, ¿recuerdas cómo actuaban los electrones, la energía? ¿Por azar, o
por un resultado de probabilidades? El producto de nuestra intención, del
observador.
El problema hasta ahora, es que todo lo que creábamos era a partir de unos
patrones ya predefinidos y establecidos. Creyéramos o no, era así. Pero ahora
estamos adentrándonos en el siguiente nivel de nuestra conciencia. Un mayor nivel
de comprensión y expansión del verdadero ser. La ciencia y la espiritualidad se unen
por primera vez en la historia de la humanidad, aunque aún queda mucho camino por
recorrer y muchos conceptos que pulir.
La ciencia solo demostraba las cosas con hechos, causa y efecto. Experimentando
todo aquello en lo que creían, o mejor dicho suponían.
La espiritualidad hablaba de aquello que no veíamos, pero muchas veces hemos
sentido, aún sin comprender bien qué era eso o qué significaban muchas cosas. Este

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libro se sustenta y es argumentado en estos dos grandes pilares de la humanidad; la
Ciencia y la Espiritualidad. Pero sobre todo, en lo que tú y yo sentimos, desde
adentro. Somos los creadores del todo. La energía siempre ha estado, solo hace falta
que la transformemos. Aún cuando no éramos conscientes de ello, creábamos, pero
sin saber el qué. Ahora sí: La intencionalidad consciente.
Existen múltiples experimentos que me han llegado a sorprender inmensamente.
Como uno que realizó el científico japonés, el Dr. Masaru Emoto, donde intentaba
ver hasta dónde llega nuestro poder de la intención, la atracción de nuestros
pensamientos, de nuestras ideas, fueran conscientes o no.

El Dr. Masaru Emoto, entendía el poder que poseemos y decidió hacer uno de los
mayores experimentos, que me han asombrado. Dio a cada una de 50 personas, un
pequeño recipiente, el cuál contenía agua. Sí, solo agua. El cuerpo humano está
compuesto por más de un 70% de agua, y debido a esto, el científico quería
descubrir qué efecto tendría en cada gota de agua que dio, a cada una de las 50
personas. Todas ellas diferentes. Desde grandes ejecutivos, amas de casa, personas
con «estrés», personas más tranquilas, más felices y positivas, más infelices y
negativas. Debían de llevar esta gota de agua, consigo mismos, durante un periodo de
tiempo.
Cada gota de agua, en su molécula, una vez congeladas y fotografiadas
microscópicamente, observaron que no todas eran iguales. ¡Eran diferentes, debido a
los pensamientos, las intenciones, las emociones! En cada una de las 50 gotas de
agua, había una intención (consciente o no), un pensamiento. Si somos capaces de
interferir en la molécula de una gota de agua, ¿tenemos la capacidad con nuestra
intención de modificar y transformar las cosas? ¿De tener un poder de elección
consciente o no sobre el campo de probabilidades? ¿Crear el verdadero camino de
la esencia de nuestra vida? ¡Por supuesto que sí!
No debemos crear energía, porque ya está creada, estamos impregnados de ella.
Todo fluye, todo está entrelazado. No estamos solos. Solo debemos transformar esa
energía y cambiar su nivel de frecuencia, como si de una emisora de radio se tratara.
¿Escuchas música que no te gusta? ¿Verdad que no? Pues no tengas intenciones
negativas y que no te impongan lo que debes hacer, porque eso es lo que escucharás
en tu vida. Tú ser, tiene otra canción, ponla en la frecuencia adecuada, para que se
escuche con toda su fuerza.

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Las preguntas correctas
Hazte las siguientes preguntas: ¿Cómo piensan los ricos? y ¿Cómo piensan los
pobres? ¿Te lo has preguntado alguna vez? Pues es bastante sencilla la respuesta,
pero a la vez difícil de ejecutarla. Básicamente, los ricos piensan como ricos y los
pobres piensan como pobres. Los genios piensan como genios, el jefe piensa como
jefe y el obrero como obrero. Así pienso, así soy. Si sigo pensando así, siempre seré
así. ¡Siempre!
El rico o la persona con abundancia, no piensa si llega a final de mes, si tiene más
o menos facturas, ni siquiera en los mayores problemas del mundo y si es así, desde
otro punto de vista. Todo lo opuesto que una persona pobre. Piensa en la escasez, en
no tener para más, en la hipoteca, en los problemas con que nos deleitan los
políticos, las autoridades correspondientes, la indignación. Todo un gran velo negro
y negativo.
No se trata de pensar en cambiar la forma de mi sillón, mi sofá, mis muebles;
aunque si pones toda tu energía e intención consciente en ello, cambiarás tus
muebles. Se darán las situaciones adecuadas para tener un sillón, sofá o muebles
mejores. ¿Qué situaciones? La verdad, no lo sé, ni yo ni nadie puede decirte, te va a
pasar esto o aquello. Pero sí te puedo decir que si deseas con todas tus fuerzas
aquello en lo que sueñas y piensas, sientes y vives en ello, se darán las situaciones.
¡Tienes que estar alerta a las causalidades! Ellas te guiarán, no tengas miedo. Igual
que tú ahora tienes este libro que yo tanto he deseado escribir, lo tienes porque he
conseguido mi deseo. He pensado y he sentido como un escritor y no dudes, que mi
entorno no ha carcajeado o se han mofado al decirles lo que quería hacer. Soy como
tú. Que esas dudas no te afecten, sé fuerte y nunca dudes de ti. Si mi intención es esa
(y no es el falso yo el que manda), y canalizo toda mi energía sobre ese pensamiento
y soy consciente de ello, y me inundo en ese sentir, se darán las circunstancias
apropiadas para conseguirlo. Estás provocando y transformando una energía y lo
estás enviando al universo. Algo místico y mágico irá pasando. Ten paciencia y
persevera. Créeme, tienes mi libro.

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Ejercicio: UN PASO LLEVA A OTRO PASO
¿Qué sueños tienes? ¿Cuáles son tus objetivos?

• No hay un «cómo lo consigo». De eso se encarga el universo. No sabemos el


«cómo» de muchas cosas y las disfrutamos.
• Organízate y hazlo. Primero el paso uno y ese te llevará al siguiente.
Simplemente actúa.
• Dentro de nuestros sueños o grandes objetivos, debemos crear micro-sueños o
micro-objetivos. Primero, nivel principiante, ya llegará el nivel experto.
• No dudes. Cree en ello. Fe inamovible.
«Solo hay un principio motriz: el deseo».
Aristóteles.

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CAPÍTULO 5: ETIQUETAS ERRÓNEAS

Vamos a profundizar en uno de los mayores errores del ser humano, un error del
que hemos hablado un poco por encima, pero creo que es de vital importancia
reconocer estos aspectos: Las etiquetas erróneas.

Tenemos un hábito muy común y no muy saludable de poner «adjetivos», palabras,


etiquetas a todo lo que creemos pensar, sentir o vivir. Dentro del gran poder de las
palabras, debemos entender el significado de algunas de las etiquetas erróneas más
famosas en este mundo y diferenciar por qué son, por qué las creemos como tal y qué
influencia tienen en nosotros.

Veamos las etiquetas más universales y qué significado tienen detrás del lenguaje
de las palabras y cómo nos afectan:

• Auto-duda: La duda es buena en el sentido de aprendizaje y búsqueda de la


sabiduría y preguntarte para encontrar, dentro de la mente inestable. Pero en
el sentido auto-duda, no creer en ti, te deja engarrotado, no avanzas, te
preguntas el cómo y da miedo. No dudes, hazlo. Cree en ti, en lo que llevas
dentro. En tu luz.
• Prejuicios: Igual que hablamos de que no existen las decisiones buenas o
malas hasta que las tomamos, en los prejuicios pasa lo mismo. ¿Por qué sé
cómo es una persona, por su manera de vestir, su peinado, sus gestos? ¿A
caso todos los que llevan traje son todos buenos? No juzgues sin conocer. No
dejes que tu mente etiquete, no dejes que te domine. Conoce y descubre. Te
sorprenderás.
• Aprobación: Es un hecho sociológico, siempre hemos buscado la aprobación,
siempre. Pero ¿necesito la aprobación de los demás para hacer «eso» o
«aquello»? No, no la necesitas. Es bonito obtener la aprobación, pero no la
necesitas. Hazlo, haz lo que sientas, pero lo que sientas de verdad, no desde
la falsa identidad. Solo necesitas aprobarte y amarte a ti mismo.
• Culpa: Hay dos etiquetas mentales que residen continuamente en nuestra
mente y las hacemos nuestras, y lo peor es que la llevamos a la máxima
consciencia. Nuestro pasado nos impide en muchas ocasiones avanzar o
seguir por el camino adecuado. Creemos que hemos aprendido, pero
seguimos tropezando. ¿Por qué? Por la culpa, por nuestro pasado, nuestros
errores, nuestras heridas. No puedes tener un pensamiento de culpa cuando ya
nada puedes hacer. Lo único que puedes hacer es ser mejor, y aceptar el

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presente como única arma para derrotar la culpa. La memoria que reside en
nuestro subconsciente debemos utilizarla en situaciones necesarias, no que
nuestra memoria cree las situaciones.
• Preocupación: Uno de los males extendidos del ser humano y de siempre: El
futuro, sinónimo de incertidumbre y preocupación. Lo único que existe es el
presente, el ahora, nada más. Tu futuro, será la suma de «ahoras», así que
presta mucha atención a lo que haces, sientes e imaginas ahora. No existe
nada más que este momento. Ahora mismo, entre tú y yo. La preocupación es
futuro, opuesto a la culpa. No tiene ningún sentido preocuparse por las cosas
que no puedes controlar. Tampoco tiene sentido, preocuparse por las cosas
que sí puedes controlar, porque si tienes el control, no te preocupes. ¡Toma
el control, disfruta y vive!
• Odio: El ser humano no nace odiando y no muere odiando. Otra etiqueta más y
muy poderosa por desgracia, convirtiéndose en un sentimiento, una emoción y
un pensamiento.
Buda dijo: «El odio no disminuye con más odio, el odio disminuye con amor».
Rodéate de amor, será más fácil no caer en la tentación de odiar o tener ira. Sé
una herramienta de paz y no de guerra.
• Excusas: Creo que es una de las más extendidas y reconocer esta etiqueta, te
va a llevar a crecer mucho y a ser mucho más feliz.
—No tengo tiempo. Yo no puedo. Yo no tengo dinero, solo gastos y problemas.
No tengo suerte. En el mundo no hay para todos. Lo haré más adelante… ¿Te
suenan algunas o todas estas excusas?
Vamos a profundizar en esta etiqueta impuesta por nosotros mismos, porque la
considero de suma importancia. Es más impuesta como digo, por nosotros
mismos que por lo exterior.

«Todo parece imposible hasta que se hace».


Nelson Mandela.

¿Quién te dice que no puedes? ¿Quién te dice que no eres especial y que tú no
puedes conseguir tu sueño? ¿Quién lo dice, dime?
Por supuesto que puedes, alcanza y lograr lo que quieras. Absolutamente todo
aquello que sientas y desees con todas tus fuerzas. Donde pongas tu intención con
toda tu alma. Y no hablo solo de esa ley cósmica que rige nuestra propia naturaleza,
hablo de ti, de tu poderosa mente, tanto para ponerte excusas y creértelas como para
ir hacia la conquista de tus sueños, tus objetivos. ¿Cómo crees que tienes mi libro?
Ya sabes porque ¿verdad?

Estas son a mi parecer las etiquetas más comunes de las cuales hemos sufrido tú y
yo de alguna manera u otra, en mayor o menor medida, con mayor o menos

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consciencia, en algún momento de nuestras vidas.
Quiero que sepas, que si tomas dar ese paso adelante, tomar acción, romper
etiquetas, subir a la cumbre de tu montaña, yo estaré a tu lado, no te dejaré caer.
Empieza a haber una conexión. Recuerda, yo existo por ti. Te voy a explicar una
pequeña historia:

«Un antiguo indio Cherokee, dijo una vez a su nieto: Hijo mío, dentro de cada uno
de nosotros hay una batalla entre dos lobos. Uno es malvado. Es la ira, la envidia, el
resentimiento, la inferioridad, los miedos, las mentiras, el falso yo… El otro lobo es
benévolo. Es la dicha, la paz, el amor, la esperanza, la gratitud, la humildad, la
bondad, la verdad… El niño pensó un poco y preguntó: ¿Abuelo, que lobo gana? El
anciano respondió: Gana el lobo que alimentas».
Nunca estarás solo y nunca lo has estado. Solo nos hemos perdido en la oscuridad.
Este libro de luz, solo desea guiarte y decirte que existe un interruptor. Encuéntralo.
No sé que deseas, pero sí sé que siempre lo has deseado y soñado. Ahora ya sabes a
quién alimentas.

Recuerda algo muy importante: No nacemos así, no está en nuestro ADN. No


somos genéticamente así, ni en el de ningún ser vivo. Nos convertimos en etiquetas,
normalmente para justificarnos o justificar actos dolorosos. Es difícil deshacerse de
ellas, pero recuerda: no es nuestra naturaleza. Es un gran mecanismo hacia nuestra
propia autodestrucción e involución.
Sé consciente cada vez que salga a la luz un pensamiento como estos. Si eres
consciente, cada vez más llegará el día que no las necesites. No pongas etiquetas,
solo ofrece amor. Eso recibirás. Paciencia.
Jesús de Nazaret dijo en su cruz: «Perdónales señor, porque no saben lo que
hacen».
Si supieran lo que hacen o hacemos en muchas ocasiones, desde un punto de vista
de consciencia total, jamás lo haríamos.
El poder del lenguaje, de las palabras tiene una fuerza colosal. Los grandes
líderes lo saben y lo utilizan. Dentro del marketing y la publicidad, las grandes
multinacionales y marcas también utilizan el gran poder del lenguaje y el de las
imágenes. Sugestionar la mente. Observa los anuncios, observa lo que dicen. No
mires, observa.
No critico que sea malo el poder del lenguaje, de las palabras, porque estaría
mintiéndome y a su vez mintiéndote a ti, pero sí es criticable en el contexto. En un
contenido de miedo, destrucción, guerra, crisis, enfermedades... es malo, muy malo.
Utilizan las palabras para sugestionarnos, amedrentarnos y meternos miedo. Para que
siempre estemos en contra de algo, en vez de a favor de algo.
Pero no te preocupes, eso es malo cuando te dejas llevar por tu falsa identidad y
los miedos psicológicos. Ahora estamos sacando a la luz de nuestro verdadero yo.

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Ese ser infinito e indestructible lleno de brillo y de sonrisas. De pureza y de
verdades sagradas. Ese eres tú, un ser especial.

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Ejercicio: MINIMEDITACIÓN
Es difícil si nunca has practicado la meditación, ser constantes en esta gran
herramienta de la mente. Si queremos ser mejores debemos trabajar la mente,
ordenarla, transformarla. Si un atleta quiere mejorar su marca, ¿qué hará? Trabajar y
entrenar duro. ¿Quieres conseguir tus sueños? Te explico unas sencillas técnicas
para empezar con la meditación. Conviértelo en un hábito, es muy importante.

• Solo te pido de 5 a 10 minutos al día. Por favor, no me digas que no tienes


tiempo.
• No valen las excusas, ¿recuerdas las etiquetas erróneas? Vas a por tus sueños.
¿Hay algo más importante que eso?
• Busca un sitio tranquilo o antes de dormir, o nada más despertar.
• Postura cómoda. Olvídate de cruzar los dedos o las piernas. Como mejor
estés. Hazlo sentado en algún lugar cómodo, espalda erguida y respira…
• No pienses. Presta atención única y exclusivamente en tu respiración. Aparta
la mente de ti. Si te vienen pensamientos, puedes contar el número de
respiraciones. Al menos solo estarás pensando en una sola cosa.
• Adéntrate poco a poco en ti. Siente como entra y sale el aire. Imagina que es
luz divina que inhalas y exhalas, y te llena de brillo por dentro. Eres
maravilloso, no lo olvides. Conecta con tu Ser.

Verás que no es tan sencillo y sentirás la rebeldía de tu mente. ¡Dómala!

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CAPÍTULO 6: LA INERCIA

No hay nada peor que seguir una inercia. Sí, sí lo hay, que no seamos conscientes,
hasta que no chocamos con un muro, caemos por un abismo o hacemos en mil
pedacitos nuestro corazón. La inercia, otro de los males del ser humano. Ponte a
pensar… ¿Qué les hace especiales a todas aquellas personas, que admiras,
«envidias» o cumplen sus sueños y sus objetivos? No siguen una inercia y si la
siguen, saben cuándo hay que tomar una decisión, parar y girar hacia otro camino.
Aún así nos equivocaríamos. Forma parte de la vida y del verdadero aprendizaje.
Pero eso no es malo, es conveniente. Sin esos errores no sabríamos verdaderamente
nuestros caminos, ni sabríamos la fuerza de nuestra voluntad de aquello que
deseamos, aquello en lo que ponemos toda nuestra intención consciente. Pero es
diferente tener una inercia controlada que una inercia inconsciente.

«Solo los peces muertos siguen la corriente».


William Shakespeare.

Esta frase siempre me ha hecho reflexionar. Claro que puedes aprovechar la


inercia para muchas cosas y positivas, pero como digo, debes controlarla, sino eres
un pez muerto. El pez vivo y lleno de energía aprovecha la corriente del río para
ahorrar esfuerzos e ir a por comida, descansar; pero luego tiene que afrontar la
contracorriente si no quiere ser engullido por otros peces más grandes. Sé consciente
de todo lo que realizas, de cada acción, de tus emociones. No quiero que controles
lo que sientes de dentro hacia fuera como algo natural, pero sí que prestes atención a
todo aquello que nos envían desde el exterior. Si lo asumes como algo normal propio
de la vida (error) eres otro pez muerto. O una oveja del gran rebaño. Y lo peor de
todo es decir: ¡Sabía que iba a pasarme esto! Ya lo sabías y te pasó porque seguías
una inercia descontrolada.

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¿Cómo empiezo?
Sal fuera de ti. Rompe con las reglas, destruye las cadenas de la falsa «libertad».
Transforma lo malo en aprendizaje y lo bueno en mejor. Sácale el jugo, exprímelo.
Sal fuera de tu falso yo, fuera de esa identidad forjada a través de los años y
benevolente, impuesta indiscriminadamente y etiquetada a fuego y hierro en nuestras
almas. Saca tu verdadero yo de la jaula en la que está presa tu alma, en la que
domina la falsa identidad. La única manera de transformar nuestro mundo, es
partiendo de este punto, con una sinceridad contagiosa.
No podemos poner la cuenta de nuestra mente a cero, nunca volvemos a empezar.
Ese es otro error. La manera de evolucionar, de dar el siguiente paso, es
reprogramar la mente. De crear desde dentro hacia fuera. Desde el corazón.
Rompiendo la inercia.

«Que el alma sea tu luz, y el corazón la inercia de tu pasos».


Raúl Amo

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TOMA DE DECISIONES
No quiero hablar en este libro del que quiero llenarlo de luz para ti, de esa luz que
sale desde lo más profundo de mi alma, hablar de complots o conspiraciones hacia
nosotros, hacia nuestras vidas. Pero echa un vistazo a lo que te rodea, a todo lo que
te llega en sus diferentes formas (televisión, prensa, radio, personas, crisis,
enfermedades, guerras, corrupción, mentiras…). Una auténtica labor de sugestión
parece ser lanzada con premeditación y alevosía. ¿Y si somos capaces de
sugestionarnos desde una perspectiva positiva?
Definición de sugestión: Es la aceptación de una idea, análisis, crítica,
reflexión… Es el proceso por el cual las impresiones sensoriales son transportadas
«intencionadamente» para obtener respuestas psicológicas (mentales) modificadas.
Podemos decir, entonces, que es la capacidad o la acción de influir (negativa o
positivamente) sobre una persona, principalmente mediante la palabra. Esto puede
influenciar en el comportamiento y salud de la persona sugestionada.
Es difícil cambiar el enfoque, salir de esa sugestión. Es inmensamente complicado
tener una perspectiva positiva, constante y en armonía. Pero es posible. Cambia el
enfoque, la frecuencia. Toma acción. Rompe con la sugestión recibida del exterior y
sobre todo de lo negativo y lo positivo disfrazado. Esta es tu vida y solo tú decides
como vivirla, cómo sentirla y cómo transformarla. Si lanzas o no el boomerang en
este juego mental premeditado o no, solo tú tienes la solución. ¡Solo tú! Mira hacia
dentro. Tú eres el secreto.
A partir de ahí, debemos crear (transformar) o conectar, y para ello, debemos
saber y comprender, que hay que tomar acción, dar pasos, tomar decisiones,
emprender caminos, construirlos, transformarlos... O puede ser que el problema sea
que nos cuesta horrores tomar decisiones, romper con lo establecido, sentirnos
juzgados, etiquetados, buscar nuevos caminos, etc. Pero, ¿por qué?

«Todo en la vida, es una cuestión de programación.


Todo funciona de acuerdo a una programación».
David Angulo de Haro.

¿Por qué nos cuesta tanto tomar decisiones? Es muy probable que sea por la culpa,
por miedos, por el victimismo forjado durante años, por todos aquellos que nos han
inculcado desde que tenemos uso de razón. Por creer solo en lo preestablecido, en lo
que es moral, correcto e incorrecto. Por todo esto, nos cuesta tomar decisiones,
hacer cambios en nosotros, en nuestro entorno, en nuestras vidas. Pero quiero que
sepas una cosa:
Todo lo que nos han hecho creer desde nuestros primeros días de vida sobre la
sociedad, las relaciones, la religión, competir unos contra otros…; es solo una
cuestión mental, fundada y aceptada por ignorancia y a veces por negligencia, por

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nosotros mismos. Igual que hemos evolucionado durante millones de años, lo
seguiremos haciendo. La pregunta es ¿en qué dirección?
Debes saber, que ninguna decisión es buena o mala, hasta el momento en que la
tomas. No sabemos si es correcta o no, la decisión que emprendemos, hasta ver las
consecuencias. Existen las decisiones y las no decisiones, no las decisiones buenas o
malas. Pero… ¿por qué la mayoría de veces nos equivocamos cuando somos capaces
de tomar una decisión?
Dicen que somos lo que comemos y es cierto. Somos también lo que sentimos y
pensamos. También somos lo que nos han sugestionado y somos lo que decidimos (o
no). Si hemos vivido desde el miedo, la incertidumbre, es muy posible que en la
mayoría de las veces tomes decisiones equivocadas o simplemente ni las realices.
Este es uno de los mayores problemas, el miedo psicológico. El miedo al cambio, a
lo inexplorado, a la no aceptación, a la auto-duda, a los prejuicios… Vivimos con
miedo y ese es un miedo psicológico. No es propio de la naturaleza.
Imaginar por un instante, que cada vez que saliésemos a la calle, para ir al trabajo,
comprar, visitar a alguien, o simplemente dar un paseo…; antes de salir, supiéramos
que en cada esquina puede haber un tigre que nos amenace. Imagínalo, no es tan
diferente de lo que muchas veces ya has sentido. Si fuera cierto que hay tigres en
cada esquina, sería normal y muy humano tener ese miedo. Un miedo de
supervivencia, un miedo natural. Pero la cuestión es que tenemos esos miedos en
cualquier acción que emprendemos y no es real, es ilusorio. El miedo se ha
convertido en un estado mental permanente para el ser humano. El miedo
psicológico, la enfermedad del nuevo siglo. ¿Te suenan estas palabras tales como: el
estrés, la ansiedad, la depresión y demás fobias?

Si tenemos desde hace años una mente muy sugestionada y con muchos miedos, es
fácil equivocarse: tener ira, odios, tener envidias, juicios y muchas más etiquetas.
Pero todas estas etiquetas igual que los miedos psicológicos, no existen en nuestro
ADN como ya he dicho. Los creamos nosotros o nos los han impuesto gota a gota,
como una botella de suero. Pero esa no es nuestra esencia, tenlo muy claro. No es
genéticamente nuestro.
Si eres capaz de sintonizar con tu verdadero «yo», ese que está detrás del ruido de
la mente y consigues una elevada conciencia, tienes todos los números para que la
mayoría de veces ganes, sonrías y tomes decisiones, ya no solo acertadas, sino
simplemente, emprendas acción. Decisiones que cambiarán tu vida.
No hay trucos, fluyes de igual manera que la fuente de toda energía, pura y viva. El
truco es muy posible que haya sido, durante miles de años, la mala interpretación o
manipulación de estos conocimientos enviados con premeditación, o no, a nuestras
mentes, a nuestros corazones. Pero ese «era» el truco. No nos culpemos por ello,
pero no omitamos negligentemente esta verdad universal cuando tomamos
consciencia de ella. Ahora podemos crear a partir de esta infinita fuente, mejor

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dicho, transformar. Este es el siguiente paso de la evolución del ser humano. Ser
conscientes de este poder «mágico» que rige el universo, la vida y el todo.
Estás a tiempo de conectar contigo mismo, con tu alma, con tu corazón. Toma
decisiones y no te detengas. Presta atención desde dentro, desde lo más profundo de
tu ser. Respira profundamente, piensa desde el alma. Eleva tu ser y tu vida a un
mayor plano existencial. Porque mereces ser feliz.
¿Qué eres; la rama de un árbol, las hojas, las raíces, el agua y tierra que lo
sustenta…? Tú, eres el todo. Tú eres el bosque.

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Ejercicio: ROMPIENDO RUTINAS
«¡No consigo nada nuevo!» ¿Haces cosas diferentes?
No podemos tratar de ver cosas nuevas, personas, experiencias, situaciones, si
siempre seguimos las mismas rutinas, una misma plantilla para todos los días.
Rompe de vez en cuando los esquemas. No te agobies. El orden está en lo nuevo, no
en la rutina. A la mente no le gustará porque ya tiene una identidad, no le gustan las
cosas imprevistas. Pero eso es vida.

• Coge otro camino para llegar al trabajo.


• Elige un día para ir en otro medio de transporte hacia el trabajo.
• Para en ese Bar que siempre ves pero nunca has entrado. Un café diferente.
• Dale los buenos días a esa persona que no es demasiado «agradable».
• Lee aquello que normalmente no lees, pero siempre te ha llamado una cierta
curiosidad.
• Ponte esa prenda de vestir diferente y olvidada en el armario. O cómpratela.
• ¿Un peinado diferente?

Rompe esquemas, rompe rutinas. Eres especial.

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CAPÍTULO 7: POBRE DIABLO

Hace muy poco tiempo, en el transcurso y desarrollo del libro, estuve una de las
muchas noches que he compartido con una de esas personas a las que llamamos
«mejores amigos» y «hermanos». Un viejo amigo de toda la vida, de la infancia. De
esos con los que compartes sonrisas, lágrimas, reflexiones, dudas y muchas locuras.
Y me decía lo siguiente:
«Ahora sé, porque no consigo mis objetivos y por consiguiente mis sueños, y es
porque no encuentro el camino correcto, no lo identifico. Ese camino que me llene
por completo. Mientras lo busco en mi desesperación, me pierdo en la oscuridad de
la noche y tropiezo una y otra vez, y me dejo llevar por ese falso yo, por esa línea
delgada entre lo correcto y lo incorrecto…».
Aun sabiendo el poder de las palabras que me lanzaba, desde lo más profundo de
su alma y su corazón, me llenó de luz y felicidad, pues en ese mismo instante, sentí,
pensé y le respondí:
«El primer paso para encontrarnos a nosotros mismos y encontrar nuestro camino,
es reconocer y saber que estamos perdidos».
Para mí, el primer paso hacia la conquista de la felicidad, de tus logros y tus
sueños es reconocer la perdición. La realización suprema, del sentido de nuestra
propia existencia en este mundo, viene a cabo después de este reconocimiento.
Jesús de Nazaret, uno de los mayores maestros espirituales, dijo en su cruz:
«Perdónales señor, porque no saben lo que hacen». Una frase histórica y muy
manipulada por conveniencias eclesiásticas, que entiendo con mayor pureza. Pero
siempre he pensado: ¿y si saben lo que hacen y aún así cometen injusticias? ¿Deben
ser perdonados?
Jesús pide al creador y ruega que les perdone y tenga compasión ante ellos, ante
sus pobres almas, porque dice que no saben lo que hacen. ¿Y si es premeditado?
Ahora me viene otra gran frase de otro de los mayores maestros espirituales que
ha tenido la humanidad, Buda: «El odio no disminuye con más odio, el odio
disminuye con amor». Unas palabras tan sabias y llenas de verdad majestuosa, pero
a la vez tan difíciles de recrear a día de hoy, ¿verdad?
En un mundo lleno de injusticias, de guerras, de poder materialista, de etiquetas y
malos juicios: avaro, ambicioso (en el sentido erróneo)… Con unas reglas del juego
que parecen ser escritas por el mismísimo diablo. ¿Debemos perdonar a todos
aquellos que no saben lo que hacen porque solo son simples marionetas de una falsa
identidad destructiva?
Sí. Sí, porque sus almas no lo saben o no lo quieren saber. Están tan escondidos
dentro de unos ideales, unas etiquetas, tan absolutamente perdidos, que ni siquiera

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tienen el valor de reconocer sus propias perdiciones.
Donde hay odio o ira, debemos poner amor. Donde hay guerras, debemos poner
paz. Porque la suma de mis pensamientos y sentimientos serán el «balcón» de mi
realidad. De mi vida, de mi mundo.
Ellos, los mayores seres evolucionados de la vida, los grandes maestros
espirituales, ya lo sabían en sus respetivas épocas. «No podemos poner odio, donde
hay odio, porque más odio tendremos».
Y ellos tuvieron y siguen teniendo amor, ese amor que siempre dieron sin
condiciones ni restricciones. Un amor que va más allá de la etiqueta que le queramos
poner (religiones, dogmas, ideales…). Todos debemos ser una herramienta de paz,
amor, abundancia, bondad y gratitud. Porque allá donde pongamos amor, allí habrá
amor y eso es lo que recibiremos. Nuestros hijos y los hijos de los hijos, recibirán
todo aquello que construyamos. Porque esa es nuestra responsabilidad. Ser felices y
convertir el mundo en un lugar mejor. Fuera del falso yo, los egos, el competir unos
con los otros en el sentido diabólico. Somos responsables de lo que pensamos y
cómo lo pensamos. Somos responsables de lo que llegamos a sentir, porque todo eso
se refleja en nuestras vidas. Lo creas o no, es así. Mira en tu interior, en ese yo
verdadero, lleno de todas las cosas buenas. Ese, es el camino. Perdernos,
reconocerlo y encontrar nuestro propósito. La llave la tienes tú.
Las casualidades y el azar no existe como nosotros nos creemos o nos han hecho
creer. Hay que diferenciar las causas naturales, la propia genética de la naturaleza,
para bien o para mal. Eso es vida también. Lo que no es natural, son las etiquetas
impuestas o adquiridas para refugiarnos en un mundo del que no es real. No es la
esencia de la vida.
El ahora, el que vivimos en este momento, es el reflejo de todas nuestras acciones,
pensamientos y emociones. El problema es que todo eso era transformado
inconscientemente o creíamos que era lo correcto, dentro de las etiquetas impuestas,
por el exterior o por nosotros mismos.
No se trata de no sentir o de esconder las emociones. Totalmente al contrario,
pero sí saber sentir desde el fondo de nuestras entrañas hacia fuera y no desde fuera
hacia dentro, con condicionantes. Sé que es difícil, pero también sé que es posible y
tú tienes una pequeña prueba de ella entre tus manos y por momentos en tu alma.

«Si tenemos la capacidad de sentir y pensar, debemos tener también la aspiración


de saber cómo sentir y cómo pensar».
Ramiro Calle.

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Materialmente
Como dice Allan Fred Wolf en su libro La mente en la materia, habla de los
cuatro axiomas del deseo, desde un punto de vista científico y físico, dentro de la
física cuántica, dice lo siguiente:

«Desde un punto de vista neo-alquimista, el deseo aporta


la base primordial de toda transformación. Para evolucionar, tenemos que
desear».

• Si pensamos, nos volvemos TIEMPO


• Si percibimos, nos volvemos ESPACIO
• Si sentimos, nos volvemos ENERGÍA
• Si intuimos, nos volvemos MOVIMIENTO
«La primera regla de la física cuántica es:
no hay realidad sin percepción de la realidad».

¿Qué quiere decir esto? Pues que si lo tenemos en la mente, si lo sentimos en todo
el cuerpo, lo tendremos allí fuera. Lo que creo aquí dentro, estará allí fuera. ¿Magia?
No, física, ley cósmica.
Si odiamos, tendremos odio en nuestras vidas. Si queremos un mundo más justo,
primero debemos serlo con nosotros mismos. No podemos enfadarnos con el mundo,
quejarnos, indignarnos (muy de moda) y esperar que se solucionen las cosas, cuando
nosotros no lo hacemos con nosotros mismos.
No podemos ver las casualidades como fruto del azar, sino causalidades fruto de
nuestras acciones, pensamientos y sentimientos. Debemos aprender y entender qué
son, qué significan, por qué estas «casualidades», nos indican señales. Debemos
sintonizar con nuestro ser, nuestra alma, para poder guiarnos con dichas señales.
Sabemos de muchísimas de nuestras debilidades, de las etiquetas que nos
imponemos o imponen, pero pocas virtudes y grandes tesoros que tenemos guardados
en el interior de nuestros corazones. Nunca verás esas señales, si no ves desde otros
ojos. Si solamente miras, juzgas o etiquetas, seguirás echando la culpa a los demás
de tu vida y volverá ese pensamiento tan común del «Yo no puedo…».

Podremos leer grandes «Best-Sellers», ver grandes documentales, intentar ser lo


más positivos posible, pero si no destruimos por completo ese «disfraz» de
victimismo, de excusas, no podremos llegar a la máxima comprensión. No podremos
elevar nuestro ser, a la máxima consciencia. Si seguimos atrapados en las etiquetas,
en todas sus formas, no veremos más allá de lo que ya está «estipulado».
Recuerdo un libro que leí del periodista Joseph. T. Hallinan Las trampas de la
mente, en el que una frase me hizo reflexionar profundamente: «Todos pensamos que

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estamos por encima de la media…». Si pensamos así, ¿por qué no actuamos como
tal? No desde la prepotencia, sino desde la creencia en uno mismo como ser humano,
desde el encumbramiento para ayudar al necesitado. Desde la abundancia, para
poder dar. Desde ese punto.
Como ya hemos dicho, pensamos en lo que nos han hecho creer, no en lo que es lo
mejor para nosotros y nuestra propia realización ni la del mundo. Nuestra percepción
de la realidad es fruto de lo que pensamos, pero no significa que eso que pienso y
siento es lo que deseo en mi vida. La mayoría de pensamientos son inconscientes
(Intencionalidad Inconsciente) sugestionada y entendida o no, desde el miedo
psicológico.
Hemos hablado y reflexionado sobre el porqué pensamos así y de que existen
otras maneras, que únicamente dependen de nosotros mismos. En ningún momento te
dije que sería fácil, esto no es ni magia, ni hay trucos, ni religiones a mis espaldas.
Esto es universal. Igual que el sol amanece cada día, la luna aparece en la oscuridad,
o la simple sonrisa y abrazo de una persona.
Piensa en cómo te gustaría que fuera tu vida (no por tu falso yo). Visualiza aquello
que siempre has deseado, has sentido en lo más profundo de ti. Visualiza tu propio
mundo lleno de todo lo que siempre has anhelado, pero no solo lo desees,
simplemente llénate de ello. Visualízalo de tal manera, que todo tu cuerpo se llene de
esa emoción. Así piensas, así sentirás. Así sientes así desearás. Así desees, así se
cumplirá. El genio de la lámpara maravillosa es la fuente de toda la creación, del
universo, energía pura. Siente, vívelo y pídelo. Te lo mereces. ¡Cambia el enfoque!
¿Si pienso, siento y deseo, en armonía con mi ser, recibiré todo lo bueno que haya
sentido? Sabes la respuesta. Creo que cada vez estás más preparado para el cambio.
Falta poco para que empiecen tus retos.

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Ejercicio: FLORECE EL ALMA
Cada vez que despertamos de nuestro sueño, nuestro descanso, hay algo increíble
que sucede y no somos conscientes de ello. Nosotros despertamos segundos y
minutos antes que el ego, la falsa identidad. Trata de realizar lo siguiente antes que
despierte tu mente egotista.

• Imagina tu día siendo feliz.


• Pinta tu día, créalo. Como tú desees.
• ¿Qué te hace feliz?
• Siente cómo dominas a la mente. Empiezas el día, con un punto a favor.

Ahora en tu día, tu mente obedecerá. Tú mandas. Te despertaste antes que ella,


que el ego.

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CAPÍTULO 8: UNA MENTE PRIVILEGIADA

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El arte de la Observación
Como dice el gran Dr. Joe Dispenza, en uno de los mejores documentales que he
visto (y recomiendo fervientemente): Y tú qué sabes, dentro de la madriguera,
puede que solo seamos malos observadores, o no nos hayan enseñado este arte, y
tenemos razones de peso para pensar en ello.
Sabemos que existe la energía, que todo está impregnado en ella, que siempre
hemos estado conectados a ella y ahora falta transformarla para conseguir aquello
que deseamos desde lo más profundo de nuestro ser. Ponerla en la frecuencia
adecuada, con nuestras intenciones, pensamientos conscientes y sentimientos
verdaderos. Así es, que el arte de la observación parte como algo primordial dentro
de nuestra «pirámide de la conciencia», ya que el observador (nosotros) transforma
su realidad, eligiendo entre miles de posibilidades. Tenemos la legitimidad de
transformar esa energía, en nuestras creaciones materiales y de vida. Está ahí fuera,
solo debemos descubrirla y conectarnos a ella.
Para desarrollar el «arte de la observación», un arte cada vez más preciado, es
muy importante quitarse las etiquetas y ver de manera natural el mundo que nos
rodea. Empieza por observarte a ti mismo, verás todo aquello que haces y por qué lo
haces. No te juzgues, solo obsérvate. Hazlo un día y saca tus propias conclusiones,
sin auto-infligirte daño mental.
La importancia de esta técnica que nadie nos ha enseñado, es primordial estar en
el presente. Recuerda que el pasado trae culpa y no podemos hacer nada,
absolutamente nada. Y el futuro crea incertidumbres y a su vez preocupaciones.
Observa como tu mente se va cada dos por tres a estos dos parámetros: pasado y
futuro. Obsérvate, entenderás poco a poco que lo más importante y en realidad lo
único que existe es el «ahora». Todo está construido por «ahoras». Solo existe eso.
Observa y contempla tu presente. Saca tu ser, tu yo interior verdadero de paseo. Que
sea tu observador del campo físico y de tu mente.

«El cuerpo humano es el carruaje; el yo, es el hombre


que lo conduce, el pensamiento son las riendas,
y los sentimientos son los caballos».
Platón.

Hagamos un pequeño ejercicio que he realizado varias veces. Pregúntate a ti


mismo: ¿Qué logros he conseguido? ¿Qué me ha hecho feliz?
Visualiza desde la perspectiva del observador. Ahora pregúntate por qué has
conseguido esas cosas o por qué no las has conseguido. Sin juzgarte, solo para
aprender. ¿Entiendes todo lo que has conseguido? ¿Por qué ha sido? ¿Y todo aquello
que deseabas en algún momento y no lo has logrado? Emprendiste un camino u otro,
guiándote por la percepción sensorial y por todas esas etiquetas autoimpuestas.

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Tomaste decisiones pero sin saber por qué ni como las tomabas en la mayoría de los
casos. Incluso muchas de las ocasiones no eran ni decisiones tomadas por ti, sino la
propia inercia. A veces ganaste y muchas otras perdiste (laboral, familiar,
relaciones, amores, amigos, cosas materiales, situaciones de vida...etc.).
¿Lo ves? No pretendo decirte que no vas a perder nunca, porque no es malo
perder, si sabemos porque perdemos. ¡No es azar! Ni tampoco es la sociedad, los
políticos, el estatus económico, etc. Basta ya de lamentaciones. Ahora sabes cómo
darle un giro a tu vida. Ya no valen las excusas. Que no nos hayan enseñado o nos
hayan impuesto esa «red» de patrones lineales, no significa que vayamos a culpar
toda esa infame e ignorante realidad. Desde ahora tienes una responsabilidad con el
mundo el cual compartes, pero sobre todo contigo mismo. Tú decides cuál es el
propósito de tu vida. Ahora tenemos unos conceptos, lo creas o no, en mayor medida
están.

La energía está y siempre ha estado. Eres responsable de la creación de tus días y


en parte la del mundo. Sí, la del mundo también. Y no te culpes por ello. Solo
preocúpate de lo que puedes controlar y esa es tu vida. Deja tu falsa identidad a otro
lado. ¡Envíalos de vacaciones sin billete de vuelta!

¿Cómo mejorar el arte de la observación?

Observa quién te rodea y por qué. Busca lo valioso y desecha lo que no te


conviene. Discúlpate, o simplemente continúa dando pasos en tu nuevo camino. Las
personas que no sean necesarias ni buenas para ti, irán cayendo por el camino. No te
preocupes. Esta es tu vida y la decides tú. Recuerda que nadie respira por ti, no
comen por ti, ni te pagan tus facturas, ni se enamoran por ti. Observa la naturaleza
observa tu vida desde dentro hacia fuera. ¡Presta atención! Desde los ojos del alma.
Préstale tus ojos a tu ser esencial, será tu mejor guía, es el mejor observador y el
mejor músico de nuestra orquesta. Y no olvides nunca jamás, que tú eres el único o
única creadora de tú vida. Nunca lo olvides.
¿Pero hay para todos? Sí. Es una fuente inacabable. Al mar le da lo mismo si
recoges un cubo de agua al año, que si recoges mil cubos al año. El agua siempre
vuelve al rio, como al mar. Siempre vuelve a estar igual.
Hay para todos, no lo olvides. La energía es infinita. Tu alma también.

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Ejercicio: PRESTANDO ATENCIÓN
Parece muy obvio este simple ejercicio, pero es bastante «complicado» dentro de
nuestra propia burbuja. ¿Recuerdas esos momentos en los que te quedas
completamente impresionado, abrumado, sin noción del tiempo? En esos pequeños
momentos y situaciones, estamos en el «ahora». Nuestro Ser se eleva en la mayor
conciencia. No existe el ego.
Podemos practicar esta técnica sobre la atención y poder de la intención
consciente, sobre aquello que nos gusta, nos hace vibrar, nos llena…

• Escucha el sonido del agua en cualquier acción que realices. Siéntela.


• Degusta en vez de comer. Presta todos los sentidos a uno de los mayores
placeres.
• Presta atención a cada paso que das, de camino al trabajo, de camino a casa,
en un simple y sencillo paseo. Observa, presta atención.
• Escucha a las personas, no juzgues. Presta atención a los silencios entre las
palabras. Sus emociones, sus miradas. Solo presta atención.
• Presta atención al silencio, al aire, a los árboles… Hay muchos sonidos
dentro del silencio.

Así con cualquier acción que realices. Imprégnate de ella, sin juicios. Solo presta
la máxima atención y elévate al momento presente de cada circunstancia. Estás en el
ahora y existes ahora. Practícalo.

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Portales de acceso
Empiezas a dominar tu falsa identidad y empiezas a «pensar» sintiendo. Cuando
hay quietud en tu mente, el alma florece. Cuando esto empieza a ocurrir, empiezas a
descubrir nuevas emociones, nuevas formas de la nada, del espacio vacío. Escuchas
el silencio en todas sus melodías. Cuando te posicionas por encima del falso yo, de
tu mente controladora y etiquetada, ves una luz al final del túnel. Porque tú eres la
luz, la oscuridad y el túnel. El alma se posiciona por encima de la mente. Empiezas a
descubrir los portales de acceso.

¿Qué son los portales de acceso?

Cuando dormimos, todo nuestro cuerpo sigue funcionando, incluso nuestra mente,
pero no somos nada conscientes. Al despertar, hay unos segundos que despertamos
antes que ese yo, esa identidad dictatorial. Disponemos de segundos, en el que
simplemente estamos, somos uno con el todo, pero en seguida la mente retoma el
control de nuestra vida. Para poder sentir estos portales, descubrirlos interiormente,
el alma debe tomar consciencia. Cuando nuestro ser esencial controla la mente y la
utiliza como la gran herramienta poderosa que es. Puedes entrar desde varios de
ellos y allí encontrarás tu verdadero yo, tu verdadera esencia, la que impregna el
mundo, tu vida y tus días. No tengas miedo.

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DESDE EL SILENCIO
El silencio es mucho más que «nada». Dentro del silencio, escuchas. Si prestas
atención a los breves momentos de silencio, oirás sonidos. Todos los silencios se
convierten desde el silencio, los que prestamos atención y lo que no somos
conscientes. Mantén tu mente alejada de los ruidos provocados por ella misma,
mantén la quietud en tu mente y descubre los maravillosos sonidos dentro del
silencio. Siempre han estado, solo que no escuchábamos desde el corazón.

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UN ESPACIO
No, no me refiero al espacio, ese que hay en el universo como una etiqueta como
el propio cosmos, me refiero al todo y a la nada. Al espacio del universo, el del
cielo, el del infinito, el de una simple habitación o el propio espacio vital. ¿Qué
significa espacio? Significa «nada». Todo se crea a partir de la nada, no de la
materia. La materia es creada desde la nada, por un impulso de consciencia, por un
pensamiento, una idea, un sentimiento, una cierta vibración en una misma frecuencia.
¿Qué hay en tu habitación? Objetos, armarios, cosas materiales…, y paredes, pintura,
techos… ¿Algo más? ¿Nada? Hay mucho más en la «nada» (vacío) que en el «algo»
(objetos, materia…). Solo lo podrás sentir, si tu mente no lo intenta etiquetar o
simplemente lo rechaza, porque es algo que no llega a comprender. Y no se puede
llegar a comprender con la mente, sino con el alma.
Imagina que vives en otra época, que tienes la misma edad que ahora, pero cien
años atrás, así que otro tipo de contenidos en tu mente y sus partes que la componen,
como el subconsciente. Imagina que yo te digo que tú y todas las personas,
podríamos conectarnos a través de una red inmensa como es internet y tener contacto
con personas que están en la otra punta de la tierra. ¿Me creerías? No, porque no lo
concebirías. Tu mente no lo podría llegar a comprender, pero eso no ha significado
que hayamos hecho realidad años más tarde, el uso de internet, por ejemplo.
Los físicos afirman que la solidez de toda materia, es una ilusión. Ya hablamos de
los átomos y su cuerpo vacío. Conecta con el espacio, con la nada, con la energía.
Hay más de lo que crees. No pienses en ello, no lo etiquetes. Si lo intentas etiquetar
y comprender, no lo comprenderás y tu mente ya estará dominando el alma.
Empápate con toda tu atención, con todo el corazón en todas sus expresiones.
Siéntelo, vívelo.

«Estás en este mundo, pero no eres del mundo».


Jesús de Nazaret.

Tú no eres el mundo. Tú eres la vida. Si intentas comprenderlo desde la mente,


será imposible. Solo etiquetarás todo y toda forma física y la «nada» no será
absolutamente nada. Para acceder a estos portales, para acceder al alma, debes
sentir desde lo más profundo de ti. Conectar con el todo, porque tú eres el todo. Tú
formas parte de la fuente divina, porque tú eres dios y eres la energía, toda luz y toda
alma. Tú eres la forma del creador, eres el instrumento. No intentes comprenderlo,
solo siéntelo. Ese sentir, esa quietud y esa paz que perdimos hace mucho tiempo.
Vuelve a vivir.

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CAPÍTULO 9: MI NUEVO YO

Antes de redescubrir nuestro nuevo yo, nuestro ser esencial, de volver con él junto
a la mente, el corazón; quiero mostrarte, para que puedas entender y comprender con
mayor pulcritud, las partes de la mente.
Debemos entender el funcionamiento de nuestra gran herramienta, la mente. Por
varios motivos. El primero de ellos es porque, imagina por un momento a alguien
que trabaja y tiene un oficio, pero no sabe que herramientas utilizar o sus propias
funciones, para poder construir o crear en aquello de lo que trabaja. El segundo
motivo es porque para poder ir hacia la conquista de nuestros sueños, de todo
aquello que siempre hemos sido, debemos dominar esta poderosa herramienta que es
la mente. Sino, seremos esclavos de nuestra herramienta. Imagina que la sierra
domina al carpintero. ¡Qué destrozos! Lo mismo nos ha pasado hasta ahora. Nuestra
mente, a base de imposiciones y aceptaciones sin ni siquiera dudar, ha controlado
cada uno de nuestros pasos, y nos ha dirigido por el camino de las huellas ya
marcadas. Caminos reedirigidos.
El tercer motivo no es solamente comprender el funcionamiento primitivo de
nuestra herramienta, sino de cómo aplicar ese poder infinito que todo ser posee. No
somos la mente ni todo lo que vemos es nuestra realidad, hay más. Somos la
conexión controlada de nuestra maquinaria, cuando nuestro ser esencial, nuestro yo
verdadero, es el que dicta ese sentimiento puro. En muchas ocasiones nos
confundimos, por ejemplo, cuando tomamos una decisión importante en nuestra vida.
Creemos que decidimos nosotros, nuestra persona en su propia competencia, pero no
es así, decide algo ya estipulado. Por eso la de millones de veces que cometemos
errores y tenemos ese sentimiento de fracaso. Y decidimos en base a esos recuerdos,
a eso que nos han enseñado, a poseer esa educación y aceptación sometida.
Decidimos creyendo sentir qué es lo bueno y lo malo, recordando la imposición
societaria en todo su conjunto global.
En el transcurso de la escritura de este libro, leí a un gran escritor argentino,
Leandro Taub y su último libro el cual me fascinó La mente Oculta. Os digo esto,
porque ha sido la penúltima tuerca para engrasar mi gran herramienta, la mente.
Nunca existirá la última. Nunca lo sabremos todo, pero debemos seguir ese camino
que siempre hemos sentido de algún modo.
Como bien dice el gran maestro Leandro Taub, la mente está compuesta por cuatro
partes: la mente inestable, el Intelecto, el Subconsciente y el Ego. Vayamos a definir
para poder entender en su base, nuestra gran arma de creación o por igual, la de su
propia destrucción.

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• Mente inestable: La que duda.
• Intelecto: El que decide.
• Subconsciente: El que guarda.
• Ego: El que se identifica.

Igual que somos lo que comemos, somos lo que pensamos, sentimos y decidimos.
Somos nuestra mente controlada, si mi ser es el capitán del barco, de mi herramienta,
o bien somos el control de la mente sobre nuestro ser y nuestro cuerpo, y a su vez
seremos todo lo que hemos admitido que éramos, porque solo creíamos en eso.
Somos finitos porque existe la muerte, pero también infinitos porque no solo
somos un cuerpo. Somos el falso yo porque así lo hemos creído y somos el
verdadero yo porque también lo siento así. Somos el bien y somos el mal. Somos la
paz y somos la guerra. Somos el amor y somos el odio. Somos la abundancia y la
escasez. Somos la gratitud y somos el prejuicio. Somos la lágrima y somos la
sonrisa. Somos el todo y somos la nada.

¿Soy todo eso? Hay algo que no tiene dualidad y no existe lo opuesto: El alma.
Todos los «somos» lo decides tú o crees que lo decides, esa es la gran diferencia
entre el estado de felicidad, de plenitud y de conquista en nuestros sueños, o de
sentimiento de fracaso continuo, de insatisfacciones, de impotencias y de
aceptaciones ya preestablecidas.

Si la mente controla tu ser esencial, será ella quien decidirá y creará tu vida, a
través de los ojos de la imposición, de los regímenes culturales, religiosos,
educativos, societarios, de los miedos innaturales y de todas las etiquetas erróneas.
Si la mente es controlada por tu corazón, quien decidirá será también la mente,
pero a través de los ojos del alma. Esos ojos que siempre han estado y existido. Esos
ojos que nos taparon y aceptamos a lo largo de los años, creyendo que todo eso que
nos decían era «la vida». Que todo estaba ya creado, que solo debíamos seguir una
misma carretera. Aceptar y creer, que no hay para todos y que es lógico que existan
guerras. Que sea lógico que mueran personas, no por la propia naturaleza misma,
sino por nuestra propia creencia de que pueden morir personas de hambre, cuando al
mismo tiempo, tiramos toneladas de comida.
Esos ojos del alma, pueden decidir y crear nuestros propios caminos. Esos
caminos inexplorados, pero creyendo en ellos. Creados por nosotros mismos, por
nuestra pura esencia. Creando a partir del dominio de nuestra gran herramienta, los
pasos que dirige el alma y dicta nuestro corazón. Creando a través del amor, la paz,
la gratitud y la abundancia. Creando a través del perdón y no de la ira. Sin etiquetas
enjuiciadas.
Bienvenido a tu propio mundo, tu nuevo yo. Tu propia vida.

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«Sabemos lo que somos, pero aún no sabemos lo que podemos llegar a ser».
William Shakespeare.

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CAPÍTULO 10: ENTREVISTA CON EL
ALMA

Seguro que te asaltarán muchas dudas y preguntas, es lógico y muy bueno que tu
mente te empiece a crear nuevas inquietudes, o vuelvan a florecer y a preguntarse
muchas de las situaciones poco conocidas. Empiezas a ver desde otros ojos, los ojos
del alma. Aquí te regalo las respuestas de algunas de las muchas preguntas que nos
podríamos realizar y yo también me realicé alguna vez, cuando aún me costaba creer,
que yo podía conseguir aquello que yo deseaba. Conseguir mis sueños en realidad.

—¿Por qué debo crees todo esto que dices?

No te pido ni te exijo que me creas. Primero porque no me hace falta pedírtelo,


porque sé que dentro de ti hay la misma energía y luz que llevo yo también y lleva
todo el mundo. También porque tienes mi libro en tus manos. El libro te llegó por
algún motivo. Es por algo. Todo tiene un porqué.

—¿Por qué dices que todo el mundo es especial? ¿Yo también?

Porque es así. Como ya he dicho, todo el mundo tiene ese don, esa energía y luz
divina. Sea en lo que sea en lo que creas, sabes que somos creados por algo
majestuoso. Sí, es así, somos parte de ello intrínsecamente. Eres especial, porque a
pesar de todo lo que hemos vivido, de todas esas cicatrices sufridas en el alma y
cosidas en el corazón, aún así, tenemos esperanzas. Eres especial, lo sabes.
Demuéstratelo.

—¿Hay algo imposible?

Si quieres puedes, o mejor dicho, si crees en ello, lo consigues. ¿Todo? Sí, pero
siempre cuando es el verdadero yo el que dicta los pasos, y los deseos sea el alma y
tu corazón. No te imaginas la fuerza extraordinaria que posees. Cree en ti, tú todo lo
puedes, tú eres el escultor de tu vida. Tu alma tiene arte.

—¿Cómo puedo ser feliz en una vida tan atormentada?

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Hay un problema muy común que sentimos todos, y es el preocuparnos por cosas
en las que no está en nuestras manos directamente. Muchos de los problemas del
mundo, en este momento, no tenemos la capacidad de solucionarlos. Aunque parezca
egoísta, es así, no te preocupes por ello. Es más, si quitas tormento a tu vida, si en
vez de una gota de sufrimiento en tu propio mundo, instalas una gota de
conocimiento, felicidad, amor, paz, bondad…, indirectamente el mundo también
cambiará. Con millones de gotas de agua se crearon los mares y océanos. Hay más
cosas buenas que malas en el mundo. Aléjate del exceso de información manipulada.

—¿Qué es lo primero que debo hacer para lograr mis sueños?

Primero de todo es ser sincero contigo mismo y volver a reencontrarte con tu


verdadera esencia, tu verdadera identidad. Recuperar la fe en ti y no olvidar de lo
que ya has sido capaz de lograr, sin ni siquiera saber el poder infinito que posees.
Ahora lo sabes. Organízate, reprograma tu mente sobre aquello que deseas. Todo en
la vida funciona de acuerdo a una programación mental. Todo está en tu mente.
Recuerda, si lo tienes en la mente, y ésta es capitaneada por tu alma, eso que deseas
y tienes ahí dentro, lo tendrás ahí fuera. Voluntad y paciencia, llegará.

—¿Qué es el ego y dónde lo identifico?

El ego está mal descrito en muchos libros y muchos lo intentan eliminar. Es


imposible, ya que es una de las partes que componen la mente. Sin ego, no hay forma.
El ego es el que da forma a esos pensamientos y creencias. Ahora bien, durante todo
este tiempo, también le ha dado formas a cosas que no nos agradan. Es fácil de
identificar, porque siempre que tu mente esté por encima de ti, por encima de tu ser,
siempre será el ego el que constituya la suma de esos pensamientos. La falsa
identidad, o falso yo, es creado por todas las partes de la mente. El ego es una parte
más. Cambia tu forma de pensar, de actuar, de sentir y todo empezará a cambiar.
Conecta tu alma con tu mente, ya que es nuestra herramienta más poderosa y el ego
también lo hará.

—¿Cómo puedo dejar de «pensar» y solo «estar»?

Entrenando y trabajando la mente. ¿Qué haces para estar en una buena forma física
o rebajar tu peso? Preparar el cuerpo para ello, ¿verdad? Pues la mente hay que
trabajarla también. Cuando hablo de pensar, me refiero a esos pensamientos
inconscientes que nos envía indiscriminadamente la mente. No en pensamientos

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puros que nacen desde el interior de tu ser. Cuanto más trabajada esté tu mente, más
quietud tendrás y más puros serán estos pensamientos, porque recogerás todo lo
bueno de ellos. Estarás más en el presente y es ahí donde empezamos a darnos cuenta
de lo que nos empieza a suceder a nuestro alrededor. No olvides practicar los
ejercicios que te expuse y otros muchos que puedes llegar a realizar por ti mismo,
con las bases idóneas. Pero sobre todo no olvides quién eres realmente. Nunca lo
vuelvas a olvidar.

«Cuando el hombre no se encuentra a sí mismo, no encuentra nada».


Goethe.

—Tú también buscas la aprobación, ¿no?

No la necesito. Aunque siempre es bonito que te reconozcan las cosas que haces
bien, como cuando éramos unos niños y le decíamos a nuestros padres —¡Mamá,
papá… Mira lo que he hecho! Nos gustaba la aprobación. Pero cuando haces algo
desde lo más profundo de tu ser, no necesitas la aprobación de los demás. Y no la
necesitas porque dentro de ti sabes que la encontrarás, en otras almas, en otros
corazones. Nos gusta que nos aplaudan, pero no lo necesitamos. La mente y falso yo
sí, el alma no.

—¿Cómo transformo el sufrimiento en paz?

Así pienso y siento, así soy. Tú eres el instrumento de sufrimiento o de paz. De


odio o de amor. Solo y únicamente depende de ti. No quiero decir y no lo he dicho
en el libro, porque te engañaría, que sea fácil. Hay situaciones muy difíciles, muy
duras por las que hemos vivido, estamos viviendo o viviremos. Pero debemos
traspasar ese dolor con naturalidad, y no hay mayor naturalidad que ser uno mismo.
Ese verdadero yo. Si estás en paz contigo mismo, estarás en paz con el mundo.

—¿Cómo sé cuál es mi camino?

Desnuda tu alma y rompe las cadenas del sometimiento. Que arda en el fuego vivo,
tus armaduras, corazas que te habías autoimpuesto, por dolor al rechazo o a la no
aceptación. La única manera de saber cuáles son nuestros caminos es reconocer, en
parte o totalmente, nuestra perdición. Ser sinceros con nosotros mismos. A partir de
aquí, deja que se exprese todo lo que llevas dentro, y estaba en la más oscura
habitación de tu ser. Presta atención a todo lo que anhela. Siempre lo has sabido.
Créetelo, siéntelo y respíralo. El alma te guiará.

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—¿Estamos separados, solos?

Aunque nos hagan creer que sí, no, no estamos solos. Nunca lo hemos estado.
Todo está conectado, siempre lo ha estado. Depende de lo que crea tu mente. Pero lo
que haya creído tu mente, a base de imposiciones sociales, culturales, educativas,
religiosas…, no significa que eso, solo eso, sea la única realidad. Toda esa energía
está ahí fuera y está conectada a tu alma. Enciende el interruptor de tu propia luz
divina, transforma tu mundo. No tengas miedo porque nunca estarás solo. Formas
parte de dios, así que tú eres la imagen de dios.

—Sólo creo en lo que existe y lo que veo, lo físico…

Es lógico y normal, pero cómo ya he dicho, hay más de lo no manifestado que de


lo manifestado. Lo que ves, es lo que crees. Tu mente ya tiene unos patrones de los
que no querrá salirse, porque salirse de ellos sería la destrucción del falso yo.
¿Sabes lo mejor de todo? Sé perfectamente que tú, dentro de ti, sabe que hay algo
más. Se pueden hablar muchos idiomas, pero hay un único lenguaje mundial: El del
alma, el de tu corazón. ¿Lo ves? No, pero lo sientes. Existe.

—¿El dinero es el mal?

Siendo sincero, siempre he creído que sí. Supongo que es porque he nacido en una
familia muy humilde y siempre he tenido esa percepción, hasta que me di cuenta y
aprendí que cuanto más pensara y odiara al dinero, menos tendría. Así lo pienso y
así lo creo, así sucederá. Ahora quiero abundancia, pero no por mi yo egotista, sino,
porque otra de las maneras de ayudar a mucha gente en el mundo, a que tengan las
mismas oportunidades, es teniendo dinero. En esta sociedad es así. Lo malo o bueno
es en base a como lo utilizamos.

—¿Cómo ayudo a los demás?

Ayudándote a ti mismo. Si tú no eres feliz, es imposible hacer feliz a los demás.


Hay cosas que no se dicen en el lenguaje de la palabra, pero se siente en el lenguaje
del alma. ¿Te imaginas millones de personas siendo felices? ¿Qué obtendría la otra
parte de las personas que en ese momento no lo son? Felicidad. Felicidad porque tu
felicidad será la de ellos también y de una manera directa e indirectamente, ya les
estarás ayudando. Primero empieza por ti.

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—¿Crees en la inspiración o disciplina?

Como decía el gran Pablo Picasso «La inspiración vendrá y te encontrará cuando
estés trabajando». Trabaja en aquello que haces para sobrevivir, hasta que puedas
trabajar en aquello que deseabas hacer, porque cuando lo hagas, nunca más
trabajarás. Porque lo que se desea hacer no es trabajo, es pasión. Disciplina a tu
mente, para poder conseguir tus objetivos. De menos a más, pero siempre pensando
en grande. Con disciplina, con inspiración.

—¿Cómo nace la idea de escribir «El Secreto de la Casualidad»?

La principal idea del nacimiento del libro parte de dos premisas: Una, la de
identificar uno de los mayores errores del ser humano. La creencia de algo
majestuoso pero la inoperancia en su propia acción sobre la misma. Y la segunda, de
cómo podía mandar un mensaje verdadero, escrito y desarrollado desde el alma para
el alma, sin manipulaciones ni etiquetas erróneas. Sin ninguna índole religiosa ni
conspiratoria. Creía y sigo creyendo, que la lectura, los libros, son una de las
herramientas más puras de las que podemos utilizar y con menos contaminación
social, cultural y religiosa. Es por ti y es por mí.

—¿Cuándo acaba el escritor y empieza la persona?

No soy escritor, ni soy amigo, ni soy padre, ni amante, ni hermano, ni hijo. No soy
este cuerpo. Soy todo y no soy nada. Somos eternos. No hay un principio, porque no
hay un final. Intentamos identificarnos con algo, para darle sentido a lo que creemos
que somos, pero en realidad no somos esa identificación.

«Si ya sabes lo que tienes que hacer y no lo haces,


entonces estás peor que antes».
Confucio.

Ahora ya sabes que debes hacer, o por lo menos ya tienes una cierta inquietud,
semilla de toda sabiduría. El Secreto de la Casualidad, te llegó por miles de
probabilidades, la cual, tú elegiste una, consciente o no, fue así. Algún día te darás
cuenta. Lo sé.
Te dije que no te mentiría y sé que tú, no lo harás contigo mismo.

«Si todo te da igual, estás haciendo mal las cuentas».

79
Albert Einstein.

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CAPÍTULO 11: CAMINO AL CAMBIO

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La práctica
Como ya he dicho, si deseamos conseguir todo aquello que nos proponemos,
debemos trabajar nuestra gran herramienta que es la mente. Aquí tienes todos los
ejercicios del libro, ampliados para que los puedas llevar a cabo. Ejercicios muy
prácticos y válidos para la consecución de tus objetivos, de tus sueños, de cualquier
meta que te propongas. Unos ejercicios, simplemente para vivir mejor, sonreír más y
que la felicidad no sea a cuenta gotas. Seguro que te sirven. A mí me sirvieron.
Tienes el libro.

Puedes añadir aspectos en cada ejercicio. Es una guía para que lo puedas
comprender y realizar, siempre que lo necesites. Siempre que lo desees. Depende de
ti.

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MINIMEDITACIÓN
Es difícil si nunca has practicado la meditación, ser constantes en esta gran
herramienta de la mente. Si queremos ser mejores debemos trabajar la mente,
ordenarla, transformarla. Si un atleta quiere mejorar su marca, ¿qué hará? Trabajar y
entrenar duro. ¿Quieres conseguir tus sueños? Te explico unas sencillas técnicas
para empezar con la meditación. Conviértelo en un hábito, es muy importante.

• Solo te pido de 5 a 10 minutos al día. Por favor, no me digas que no tienes


tiempo. No valen las excusas. Vas a por tus sueños. ¿Hay algo más
importante que eso?
• Busca un sitio tranquilo o antes de dormir, o nada más despertar.
• Postura cómoda. Olvídate de cruzar los dedos o las piernas. Como mejor
estés. Hazlo sentado en algún lugar cómodo, espalda erguida y respira…
• No pienses. Presta atención única y exclusivamente en tu respiración. Aparta
la mente de ti. Si te vienen pensamientos, puedes contar el número de
respiraciones. Al menos solo estarás pensando en una sola cosa.
• Adéntrate poco a poco en ti. Siente como entra y sale el aire. Imagina que es
luz divina que entra y sale, y te llena de brillo por dentro. Eres maravilloso,
no lo olvides. Conecta con tu Ser.

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PRESTANDO ATENCIÓN
Parece muy obvio este simple ejercicio, pero es bastante «complicado» dentro de
nuestra propia burbuja. ¿Recuerdas esos momentos en los que te quedas
completamente impresionado, abrumado, sin noción del tiempo? En esos pequeños
momentos y situaciones, estamos en el «ahora». Nuestro Ser se eleva en la mayor
conciencia. No existe el ego.
Podemos practicar esta técnica sobre la atención y poder de la atención sobre
aquello que nos gusta, nos hace vibrar, nos llena…

• Escucha el sonido del agua en cualquier acción que realices. Siéntela.


• Presta atención a cada paso que das, de camino al trabajo, de camino a casa,
en un simple y sencillo paseo. Observa, presta atención.
• Escucha a las personas, no juzgues. Presta atención a los silencios entre las
palabras. Sus emociones, sus miradas. Solo presta atención.
• Presta atención al silencio, al aire, a los árboles… Hay muchos sonidos
dentro del silencio.

Así con cualquier acción que realices. Imprégnate de ella, sin juicios. Solo presta
atención y elévate al momento presente de cada circunstancia. Practícalo.

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IMAGÍNALO
Sé que si lo tienes en la mente, en tu imaginación, lo puedes tener ahí fuera. Si lo
imaginas dentro de ti, lo podrás transformar. La imaginación es la principal fuente de
los mayores genios de la humanidad.

• Imagina ser feliz y regalando felicidad.


• Imagina ser abundancia y poder ayudar a los demás. Regalarte la vida.
• Imagina agradeciendo lo que has conseguido y lo que tienes.
• Imagina ser especial porque siempre lo has sido.
• Imagina y vive tus sueños.
Siéntelo, vívelo, llénate de esa imaginación, de esa creación desde dentro de ti,
desde lo más profundo. Lleva toda esa imaginación a cada poro de tu piel.
Conviértelo en emociones. Respira tus sueños.

86
DESPIERTAS ANTES QUE EL EGO
Cada vez que despertamos de nuestro sueño, nuestro descanso, hay algo increíble
que sucede y no somos conscientes de ello. Nosotros despertamos segundos y
minutos antes que el ego, la falsa identidad. Trata de realizar lo siguiente antes que
despierte tu mente egotista.

• Imagina tu día siendo feliz.


• Pinta tu día, créalo. Como tú desees.
• Siente cómo dominas a la mente. Empiezas el día, con un punto a favor.
Ahora en tu día, tu mente obedecerá. Tú mandas. Te despertaste antes que ella,
que el ego.

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ROMPIENDO RUTINAS
«¡No consigo nada nuevo!» ¿Haces cosas diferentes?
No podemos tratar de ver cosas nuevas, personas, experiencias, situaciones, si
siempre seguimos las mismas rutinas, una misma plantilla para todos los días.
Rompe de vez en cuando los esquemas. No te agobies. El orden está en lo nuevo, no
en la rutina. A la mente no le gustará porque ya tiene una identidad, no le gustan las
cosas imprevistas. Pero eso es vida.

• Coge otro camino para llegar al trabajo.


• Elige un día para ir en otro medio de transporte hacia el trabajo.
• Para en ese Bar que siempre ves pero nunca has entrado. Un café diferente.
• Dale los buenos días a esa persona que no es demasiado «agradable».
• Lee aquello que normalmente no lees, pero siempre te ha llamado una cierta
curiosidad.
• Ponte esa prenda de vestir diferente y olvidada en el armario. O cómpratela.
• ¿Un peinado diferente?
Sigue imaginando. Rompe esquemas. Eres especial.

88
LA SONRISA PACIENTE
No trato de decirte que utilices una forma de actuar «falsa», pero sí intenta ser tú,
tú esencia. Aquella que no juzga ni etiqueta. Aquella que no busca la aprobación.
Practica la sonrisa paciente, llénalos de ti. Una sonrisa diferente, una mirada sin
prejuicios.

• Personas bordes, algo desagradables. Más amor hacia ellas.


• Personas negativas, no puedes rebajar tu actitud a esa frecuencia. Debe ser al
contrario. Rebasa esa frontera. Esa persona no te lo dirá, pero lo sentirá.
• Siente la conexión con otras personas que conoces o no conoces. Una mirada,
una media sonrisa… Solo eso.
• Eres el perfume del alma. Te huelen, te sienten.

89
UN PASO LLEVA A OTRO PASO
¿Qué sueños tienes? ¿Cuáles son tus objetivos?
No te preguntes el «cómo» lo conseguirás. Cuando te lo preguntes, le estás
poniendo etiqueta a algo infinito y lo limitas, tu mente lo limita.
Un escalador que llega a la cima de la gran montaña, no lo consigue sin esfuerzo y
dando un solo paso. Es una consecuencia de muchos pasos. Los sueños y objetivos
igual.

• No hay un «cómo lo consigo». De eso se encarga el universo. No sabemos el


«cómo» de muchas cosas y las disfrutamos.
• Organízate y hazlo. Primero el paso uno y ese te llevará al siguiente.
Simplemente actúa.
• Dentro de nuestros sueños o grandes objetivos, debemos crear micro-sueños o
micro-objetivos. Primero, nivel principiante, ya llegará el nivel experto.
• No dudes. Cree en ello. Fe inamovible.

90
LAS 3 NOTAS DEL CORAZÓN
Al finalizar el día, por muy gris que éste haya sido, siempre habremos aprendido
alguna cosa. Siempre habremos hecho algo bueno en nuestra vida o con los demás.
Por muy grande o «insignificante».

• Anota tres acciones positivas que hayas hecho a lo largo de tu día.


• Anótalas en el momento que pueden ocurrir, o al finalizar el día antes de
dormir.
• Hazlo mínimo durante una semana.
• No seas tan humilde. Cree en ti y las cosas que has hecho bien. Eso no es
malo.

Con este ejercicio, lo que conseguiremos será darle miguitas de pan a la mente. Un
pan fabricado con nuestra propia masa. Nuestros propios ingredientes y elaborado
con nuestras manos.
Que nadie te ahogue el corazón. Respira. Siente.

91
PUNTOS DEL DESTINO
Nunca olvides estos puntos, esta lista. No olvides que debemos reeducar la mente,
nuestra gran herramienta. Recuérdalos siempre que los necesites:

• Eres el único creador de tu vida.


• Tienes el poder de transformar la energía, la luz creadora.
• Crea desde dentro, como el árbol nace de sus raíces.
• Sé consciente de tus pensamientos.
• La paciencia es infinita. Respira, cambia la actitud.
• Tú eres la abundancia o la escasez.
• No necesitas la aprobación. Hazlo.
• Juega, diviértete, imagínalo y siéntelo.
• Gratitud y paz interior con nosotros mismos y los demás.
• Nuestra vida en este cuerpo físico es finito, tiene límite. Aprovéchalo. Ámate.
• La habilidad es una cuestión de práctica.
• Que no entiendas cosas o conceptos no significa que no existan.
• Hay mucho más de lo No Manifestado que de lo Manifestado. Coge lo que
necesites.
• Rompe las reglas del juego. Crea las tuyas, con amor y bondad.
• Eres especial. Ten ese pensamiento siempre, desde la humildad.
«Quién vive en armonía consigo mismo, vive en armonía con el universo».
Marco Aurelio.

92
93
EPÍLOGO

94
Posdata
He cumplido uno de mis grandes sueños, que era tratar de llegar a ti, desde lo más
profundo de mí, sin ninguna interferencia egotista. Este libro ha sido la herramienta
perfecta para escribir y desarrollar en todo lo que creo y siempre he sentido dentro
de mí. Eso que tú también sientes.
Espero que te sirva tanto como a mí. Es mi deseo, siempre lo ha sido.
En el transcurso de la composición del libro que empezó una madrugada del 6 de
Diciembre del 2013, me propuse como objetivo: el desarrollo y transformación del
libro. Me marqué una gran meta, la cual era escribirlo en 60 días y publicarlo. Tardé
un poco más, pero lo conseguí. Por mí y sobre todo, por ti.
He aprendido, lo complicado que es hacer cualquier cosa en esta vida que nos
propongamos sin amor. Sin amor, pasión, deseo y dedicación no se consiguen las
grandes conquistas del ser humano. Sin alma, es imposible llegar a la cima, tu
cumbre. Tus sueños. He aprendido de la gente que me rodea, los que han estado ahí y
los que no. Aunque a veces me he sentido bastante solo, no me ha importado, es algo
normal. Dentro de mi soledad, te he encontrado y me he aferrado a ti, y he intentado
darte lo mejor de mí.
Ha habido muchos altibajos, pero siempre he seguido adelante. No pienses que mi
situación, en el transcurso de este libro ha sido fácil. Tan difícil como la de millones
de personas. Yo no soy ningún gurú, pero me he sobrepuesto a los momentos
delicados, gracias a la fe inamovible de que podemos conseguir todo lo que nuestras
almas anhelan. Gracias a comprender, que todo lo que deseemos y sintamos desde lo
más profundo de nuestros corazones, se puede conseguir. Gracias a ti.

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Punto y seguido
¿Dónde está el reino del cielo? Sabes la respuesta. Sí, está dentro de ti y de mí y
de todas las almas, de todas las conciencias. No temas a la muerte, ya que tu esencia
es infinita. Ama la vida. Eres el todo, creado en una forma física, un cuerpo
maravilloso, lleno de vacíos y de nada. Lleno de luz y energía. Todo es nada y la
nada es el todo. No tengas miedo. Tu alma es y será eterna.
He intentado que desde la nada, desde el vacío, desde eso que no vemos pero
siempre hemos sentido en algún grado, en alguna medida; crear esta herramienta para
poder llegar a ti, para que transformes tu vida desde la paz, la alegría, la bondad, la
abundancia, la gratitud y el amor. Desde el conocimiento sano y sin hipocresías. Este
era mi reto. El reto de mi vida. El verdadero secreto de las casualidades. Conectar
contigo desde lo más profundo de nuestras almas. Sin condicionantes, sin
restricciones, sin manipulaciones, sin índoles religiosas ni dogmas. Sin etiquetas, ni
prejuicios.
No sé quién eres, pero te conozco. Te siento tan cerca de mí, que es algo tan
maravilloso e indescriptible. No necesito ver tu forma física, solo con tener esta
sensación de paz junto a la tuya, me siento pleno. Saber que empiezas a comprender
que no estás solo, que nunca lo has estado, me hace feliz. Hay más de lo «no
manifestado» que de lo «manifestado», recuérdalo siempre. Hay más de alma que de
falsedades. Hay más cosas buenas que malas. Hay más paz que guerra. Hay más
amor que odio. Hay más sabiduría que ignorancia. Hay más corazón que orgullo.
Solo debemos aprender a mirar desde los ojos del alma.

Ahora ya sabes cuál es tu reto. Mi verdadero reto era y son los tuyos, tus
objetivos, tu plenitud. Mi verdadero reto, eras tú. Gracias por creer siempre en mí,
pero sobre todo en volver a creer en ti, yo siempre lo hice. Gracias por compartir
este camino junto a ti, aquí lo tienes. Ya sabes cuál es «El Secreto de la
Casualidad». Este libro no está escrito por puro azar, ni tú lo posees por un destino
preestablecido. Todo pasa por algo. Siempre.
Ya es tuyo. Es tu turno.

«La imaginación lo es todo. Es una visión preliminar de lo que sucederá en tu


vida».
Albert Einstein.

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AGRADECIMIENTOS

Como decía al principio del libro, las palabras son efímeras y por mucho que
escribiera e intentara expresar toda mi gratitud hacia todas las personas que me han
acompañado en este maravilloso viaje, me quedaría corto, muy corto, ya que no me
llegan palabras para agradecer a todas y cada una de las almas que han estado ahí
toda mi vida y los que me han acompañado en este gran reto. Es infinita mi felicidad.
Gracias a todas las personas que siempre me han apoyado y han creído en mí,
antes de que yo me pusiera a escribir este maravilloso libro, mucho antes de que mi
alma dictara cada una de las palabras que componen este escrito. Gracias Leandro
Taub, por regalarme un mundo mejor, aprender y hacerme dudar. Gracias Dani «El
Rojo» por su apoyo y ofrecerme toda su experiencia, y sobre todo por regalarme su
«vida» con total sinceridad. Gracias a todas las editoriales que se interesaron en mí,
que con tan solo conocer mis ideas, mostraron su respeto hacia mi trabajo y mi
persona. Gracias a todas y cada una de las personas que compartieron conmigo mis
inicios en redes sociales y compartieron mis trabajos.
Gracias a todas aquellas personas que me he encontrado en mi camino a lo largo
de mi vida y sin saberlo, se han convertido en maestros de la misma. En mis propios
maestros de vida.
Estos agradecimientos se quedan cortos, son finitas, como decía, cualquier
palabra que derrame hacia ellos. Gracias a mi padre por su lucha, entrega y
positivismo. Gracias a mi amada madre por su apoyo en todos los momentos
difíciles de mi vida, por creer siempre en mí y darme todo su amor incondicional,
por tener un hueco eterno en su corazón. Gracias a mis hermanos, David y Rocío, por
abrazarme cuándo lo he necesitado, sin decir nada ni pedir explicaciones.
Gracias Marga por hacer de una de las personas más importantes de mi vida, el
hombre más feliz. Gracias Yolanda por tender tu mano cuando yo estaba
prácticamente en el suelo. Gracias Susana por hacerme ver lo especial que yo era.
Gracias a Rebeca por tu ayuda y perseverancia en tirar adelante este gran proyecto.
Por su fe inamovible en mí. Marina, muchísimas gracias.
Gracias Ángel por todas las locuras en las que me has acompañado y hemos
compartido. Gracias Severiano por estar siempre ahí sin pedir nada a cambio.
Gracias Vero por tu siempre y linda sonrisa. Gracias Basilio por respetarme a pesar
de nuestras diferentes etnias.
Gracias a toda mi familia. A todos los Amo y todos los Carrascosa y en especial a
toda mi familia que está en mi corazón. Aquellos que no vemos pero sentimos.
Gracias Sara, Montse, Juan Carlos, Felipe, Cristian, Chris, Alberto, Salva, Toni,
Mari, Laura, Javi, Sander, Al, Sergi, Hamid, Raúl, Rubén, Rafa, Carmen, Lucas,

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Peke, Vero, Manuel, Fran, Verónica, Carol, Nicole, Gela, Silvia, Adil, Dani y
Montse, Omar, John, Brian, Marta. Gracias Lamber, por hacerme ver que no soy
perfecto y estar ahí siempre.
Gracias a todos y cada uno de mis amigos de la infancia Jero, Willie, Rebeca,
Luismi, Agus, David, Jordi, Míquel, Bea, Miriam, Mari, Juan, Noe, Raquel, Paco,
Eli, todos y cada uno de vosotros, y todos mis maestros.
Gracias Patricia por regalarme el mejor regalo que todo hombre puede desear con
toda su alma y amar: mi hija. Gracias a ti Claudia, por darme tu amor incondicional y
sin restricciones, por entregarme todo tu corazón y tu cariño, tus sonrisas y tus
palabras, esas que no se dicen todas pero se sienten y acarician el alma. Gracias por
enseñarme con tu mirada la luz que muchas veces me ha faltado.
Gracias Jose por aparecer en mi vida en el momento preciso. Por tu sabiduría, tu
respeto y amor hacia mí. Gracias por ser y sobre todo, gracias por existir.

Gracias a ti por leerme y creer en este libro. Por creer que el destino lo
construimos entre todos nosotros y que todo pasa por alguna razón. Y que esa razón
es solo nuestra. Gracias por darte cuenta que las mejores páginas de tu libro llamado
vida, las escribirás desde lo más profundo de tu corazón, como nunca antes lo habías
hecho y escribirás las mejores. Como una vez fue imaginable. Gracias por querer,
proteger y mejorar este mundo que nos han regalado. Por respetar toda y cada una de
las almas de este universo. Incluso, por respetar la propia, la tuya.

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«Cuando mi voz calle con la muerte,
mi corazón te seguirá hablando».
Rabindranath Tagore.

«Las cosas más bonitas y bellas de la vida,


se encuentran detrás del miedo».
Raúl Amo Carrascosa.

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Va por ti Claudia.

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Fecha final de la escritura del libro:
20 de marzo del 2014
(Día Internacional de la Felicidad)

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Puedes contactar con el autor en:
Twitter: @amoelreto
Facebook: facebook.com/AmoElreto
Web: amoelreto.wordpress.com

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Título original: El secreto de la casualidad
Primera edición, 2014

© De esta edición: viveLibro


© Raúl Amo

ISBN: 978-84-16317-30-1

No se permite la reproducción total o parcial de este libro, ni su incorporación a un sistema informático, ni su


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