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CONCORDANCIA TONAL Y LOS AFECTOS

Cuando en el siglo XVII ya se hallaba afianzada la noción de tonalidad, encontramos un elocuente testimonio en Das Neu-Eröffnete
Orchestre; 1713, de Johann Mattheson (1681-1764), en la que muestra la concordancia tonal y los afectos. En realidad no se trata de una
dedución formulada por este prolífico músico y teórico, antes bien Mattheson recoge las ideas que se tenían sobre este punto. Hay que tener
en cuenta que en la siguiente relación sólo figuran diecisiete tonalidades, ya que las de Do # mayor, do # menor, mi b menor, Fa # mayor,
La b myor, la b menor y si b menor todavía eran inusuales; en resumen se puede expresar así III cap. 2, “Von der musikalischen Thone
Eigenschaft und Würckung in Ausdrückung der Affecten”:1

DO MAYOR Tiene un carácter algo rudo y audaz, pero no es impropio para expresar la alegría y dar rienda suelta a la felicidad. Un compositor de
talento puede escribir con esta tonalidad algo ciertamente atractivo, sobre todo si escoge bien los instrumentos del acompañamiento;
con ella puede conseguir crear pasajes de un clima tierno.
DO MENOR Es una tonalidad extremadamente dulce y a la vez algo triste, aunque prevalece en ella la primera cualidad. Esa misma dulzura, para
que no nos induzca a cierta somnolencia, conviene sazonarla con pasajes animados.
RE MAYOR Es apropiado para expresar situaciones felices o bélicas, idóneo para tañidos. Su tonalidad, pese a ser dura, es susceptible de ser
empleada con acierto como introducción a una obra de carácter delicado, o bien a ciertos pasajes, cuando una flauta reemplaza al
clarino (trompeta), o un violín a los timbales.
RE MENOR Al examinar esta tonalidad se descubre que tiene algo de devoto, de tranquilo, y parece acorde con algo grande y convincente. Es
capaz de contribuir a la devoción en la música religiosa y a la paz de espíritu, aunque no debe olvidarse que también es apropiada
para la diversión y expresión de fluidez.
MI b MAYOR Contiene en sí mucho pathos; su naturaleza la lleva a ser únicamente idónea para las obras serias y tristes. Se diría que es reacia a
toda sensualidad.
MI MAYOR Expresa incomparablemente bien una tristeza irremediable o absolutamente fatal. Es la más utilizada para manifestar la impotencia
o la desesperanza en el amor, y puede transmitir algo punzante, desgarrador, doloroso y penetrante, que en nada puede compararse
con la ruptura entre el cuerpo y el alma.
MI MENOR Difícilmente se puede asociar a lo alegre, puesto que es, por lo común, una tonalidad pensativa, profunda, desolada y triste, y
encierra cierta aspiración al consuelo.
FA MAYOR Es capaz de expresar los más bellos sentimientos: generosidad, constancia, amor, todo aquello que ocupa un lugar elevado en la
escala de cualidades; y se consigue del modo más fácil, no es necesario ningún esfuerzo. En verdad, la belleza y la oportunidad de
esta tonalidad puede compararse con una buena persona que, haga lo que haga, aunque sea algo sin importancia, lo hace

1
Info tomada de Ramón Andrés: Diccionario de música, mitología, magia y religión, Editorial Acantilado, Barcelona, 2012.
perfectamente.
FA MENOR Expresa la ternura y la calma, a la vez que una profundidad y una gravedad no muy alejada de la desesperanza, una fatal ansiedad
del alma. Transmite una melancolía negra e incurable, y a veces puede incitar al oyente al horror o al escalofrío.
FA # MENOR Aun comportando también una gran tristeza, es más lánguida y amorosa que mortal. Al margen de otras consideraciones, tiene un
algo de contenido, extraño y neurasténico.

SOL MAYOR Tiene mucho de sugestivo y retórico, y aunque no brilla por lo que aquí se afirma, se emplea tanto para lo alegre como para lo serio.
SOL MENOR Es tal vez la más bella de las tonalidades, y no solamente porque –por la relación con las tonalidades precedentes- es capaz de
mezclar con gracia lo serio y lo marcadamente dulce, también aporta un carácter extremadamente gracioso y agradable, ya que, al
ser sumamente maleable, se presta a lo tierno y a lo remansado, al deseo ardiente y a lo divertido. En definitiva, es útil tanto para
lamentarse como para mostrar una alegría moderada.
LA MAYOR Muy conmovedora y a la vez brillante, su naturaleza la inclina a expresar mejor las pasiones tristes que las cosas divertidas. Se
adapta particularmente bien a la música para violín.
LA MENOR Su naturaleza encierra algo de lastimero, de resignado y digno, invitando al sueño, lo que la hace en cierto modo enojosa. Se utiliza
especialmente en la música de tecla e instrumental.
SI b MAYOR Se trata de una tonalidad muy divertida y suntuosa; tiene también un tiente de modestia pero al mismo tiempo puede pasar por
majestuosa y delicada.
SI MAYOR Parece tener en sí misma un carácter agresivo, duro y desagradable, a la vez que desesperado.
SI MENOR Es una tonalidad bizarra, sombría y melancólica, razón por la cual se usa raramente.

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