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ARTÍCULO

ANATOMÍA DISCIPLINARIA Y ARQUEOLOGÍA


INDISCIPLINADA

DISCIPLINARY ANATOMY AND UN-DISCIPLINED ARCHAEOLOGY


I
HABER, ALEJANDRO

O riginal Recibido el 15 de Septiembre 2013 • O riginal Aceptado el 10 de D iciembre 2013

RESUMEN

Aquello que las nomenclaturas, trincheras teóricas y enfoques metodológicos tienen en común, es decir,
los supuestos ontológicos que se transportan en los marcos disciplinarios, son objeto, en este texto, de una
disección anatómica. Se enuncian, seguidamente, los modos de recapitulación de tal ontología disciplinaria
en contextos poscoloniales posmodernos de frontera, o entramados territoriales intervenidos pos-disci-
plinariamente. Lejos del deseo de acrecentamiento de una robustez disciplinaria, prefiero, en tercer lugar,
esbozar las condiciones y solidaridades de una arqueología indisciplinada en situación de conversación
inter-epistémica.
PALABRAS CLAVE: Disciplina; Ontología; Teoría de frontera; Teoría decolonial; Posdisciplina; Indisciplina.

ABSTRACT

The ontological assumptions that are transported with the disciplinary frameworks are what the labeling,
the theoretical trenches and the methodological approaches share among them. In this text those shared
assumptions are the focus of an anatomical dissection. Next, the ways in which that disciplinary ontology
is recapitulated in border postcolonial postmodern contexts, or territorial entanglements post-disciplinarily
intervened. Far from the aim of increasing a disciplinary strength, I prefer, in the third place, to sketch the
conditions and solidarities for an un-disciplined archaeology in situation of cross-epistemic conversation.
KEYWORDS: Discipline; Ontology; Border theory; Decolonial theory; Post-discipline; Un-discipline.

I
CONICET • Escuela de Arqueología, UNCA. Av. Belgrano 300 (CP 4700), San Fernando del Valle, Catamarca,
Argentina • E-Mail: afhaber@gmail.com
ARQUEOLOGÍA 19 Dossier: 53-60 • 2013 • Instituto
­­ de Arqueología • FFyL. UBA
ISSN (Versión impresa) 0327-5159 • ISSN (Versión en línea) 1853-8126
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Arqueología 19 Dossier: 53-60 | 2013

TEORÍAS ARQUEOLÓGICAS Y distancia mensurable en la línea de tiempo.


MARCO DISCIPLINARIO Parte de la materia que existió en el pasado
permanece en el presente; de allí que hable-
Dicho sencillamente, la arqueología se pro- mos de “restos materiales”. Estudiando esos
pone conocer el pasado mediante el estudio restos materiales, los practicantes de la disci-
de sus restos materiales. Hay un tiempo lla- plina podemos conocer el pasado de donde
mado “pasado” que se ha ido antes de que provienen. Estos son los obvios principios
nosotros llegáramos. Algo material ha queda- básicos comunes de la disciplina, y suenan
do de ese tiempo, e incluso si no ha quedado obvios para un lectorado disciplinario porque
tal como era entonces, algo ha quedado de es un lenguaje cultural, es decir, naturalizado.
ese material original. Estudiando esos restos Ahora quisiera desarrollar una mirada externa
materiales en el sentido inverso podemos co- sobre ese lenguaje disciplinario2.
nocer cómo fueron esas cosas en el pasado,
y conociéndolas también podemos conocer
cómo fue el pasado1. ANATOMÍA DISCIPLINARIA

¿Cómo funcionaba el pasado? ¿Cuáles eran Mirando la disciplina desde fuera de ella3,
las fuerzas que lo gobernaban y las relacio- pareciera que su definición metodológica del
nes entre ellas? ¿Cómo hemos de considerar objeto (conocer el pasado mediante los res-
la cantidad y calidad de material original que tos materiales) implicara una división entre
resta en los restos, y del pasado que resta el conocedor (nosotros/as, los/as arqueó-
en el material? Todas estas cuestiones están logos/as) y el pasado cognoscible, y una
entre las muchas especificaciones teóricas y trascendencia de esa división mediante el
metodológicas que determinan las diferencias método arqueológico (un camino para la ob-
entre una “teoría” y otra dentro la discipli- tención de conocimiento). En la disciplina
na arqueológica. Es el marco disciplinario, es arqueológica (dentro de ese singular juego
decir, el conjunto básico de comprensiones del lenguaje), mi relación con lo arqueoló-
comunes sobre el objeto y el método, el que gico (el pasado y sus restos) es una relación
mantiene el debate teórico bajo el paraguas epistemológica, y no ontológica. Así, la pre-
de la misma disciplina. Es la comprensión tensión disciplinaria es que mi relación con
común la que nos hace decir que un traba- lo arqueológico me afecta como conocedor,
jo particular es arqueología, sin considerar la no como ser. En los términos de este lengua-
creciente variabilidad de maneras de hacer ar- je, existe una ruptura metafísica que separa
queología. Los nombres y las definiciones del a los seres conocedores y conocidos como
objeto -que llamaremos “lo arqueológico”- diferentes órdenes de seres. Y, una vez que
pueden cambiar de una “teoría” a otra (por el lenguaje disciplinario deviene el lenguaje
ejemplo, registro arqueológico, cultura ma- aceptado, esa ruptura solo puede ser atrave-
terial, cultura arqueológica, pasado material, sada por una relación asimétrica de conoci-
restos materiales, etc.; o prueba de hipótesis, miento (Haber 1999). La contribución de la
interpretación, inferencia, etc.) pero, más allá disciplina a la colonialidad (Lander 2000) es
de esa variabilidad se mantiene algún sentido la objetivación disciplinaria de una división
que es común a todas las teorías. anterior: la diferencia colonial entre cono-
cedor/colonizador y conocido/colonizado.
Dado que el tiempo ha pasado, el pasado se Esa diferencia no es tan sólo una diferencia
ha ido; una representación común del paso entre posibles sujetos, sino que ella misma
del tiempo desde el pasado al presente, y lue- constituye la subjetividad. Las subjetivida-
go al futuro, es la línea de tiempo, cuya mani- des coloniales así constituidas son objetiva-
festación natural es la estratigrafía. Estamos das en el marco disciplinario, de modo que
en el presente separados del pasado por una la relación asimétrica entre conocedor y co-

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Haber | Anatomía disciplinaria y arqueología indisciplinada

nocido deviene tan natural que ni siquiera es Sin embargo, la descendencia y la memo-
teorizada; queda fuera de la teoría, pero en el ria son tipos de relaciones muy comunes en
marco disciplinario. De esta manera, la soli- el contexto social e histórico en el que se
dificación de la colonialidad es reproducida desarrolla la disciplina arqueológica. Ambas
en las representaciones disciplinarias mo- son fundamentales en una sociedad capi-
dernas de la historia (precolonial) y en las talista: hacen posible la transferencia de la
maneras correctas de tratar con sus restos propiedad de una generación a la siguiente,
(Haber 1999). Colonizado y colonizador es- transformando las relaciones capitalistas -la
tán constituidos en el mismo diferencial de propiedad del capital que se realiza en más
poder que conocido y conocedor. capital- en relaciones de clase –el grupo so-
cial propietario-. El mismo hecho de que
La idea de restos materiales, es decir, algo haya propietarios y no-propietarios, y que
que ha permanecido en su materialidad, im- estos últimos se encuentren obligados a ven-
plica que no ha permanecido en una cualidad der su fuerza de trabajo a los primeros -no-
inmaterial o, que lo que ha permanecido, no tas esenciales de la estructura social capita-
siendo material, no es conducente al conoci- lista- sólo es posible mediante diferenciales
miento –es decir, la relación normal- acerca que operan en relaciones de descendencia y
del pasado (Haber 2009). La afirmación de memoria. Dentro del capitalismo, mediante la
la materialidad es al mismo tiempo la nega- descendencia y la memoria –recordemos, los
ción de su negación (o una tachadura). Así, restos inmateriales del pasado-, la relación
el pasado solo puede ser conocido y tratado con el pasado no es solo una relación de co-
por medio de su materialidad, es decir, ex- nocimiento: afecta el ser de individuos y co-
cluyendo su inmaterialidad; en términos del lectivos. Pero mediante la ruptura metafísica
diferencial de poder, ello es lo mismo que arqueológica, es decir, a través de la frontera
decir: colonial o, dicho de otra manera, en la rela-
ción del capitalismo con su afuera, la relación
material = inmaterial (alma, espíritu, senti- disciplinada con el pasado y sus restos está
miento) solo mediada por el conocimiento obtenido
por el método arqueológico. Esto explica
Al mismo tiempo, los restos materiales del cómo el marco disciplinario recapitula la di-
pasado solo pueden ser mediados por la bus- ferencia colonial: la condición de posibilidad
ca de conocimiento. La definición de restos de la disciplina es la exclusión de los restos
materiales excluye restos otros-que-materia- inmateriales de los vencidos de la relación
les del pasado: la descendencia y la memoria. lícita (normal, disciplinaria). La disciplina
solo puede existir en base a la exclusión de
restos materiales = parentesco, subjetividad su otro (o, lo que viene a ser lo mismo, como
tachadura de las relaciones ontológicas entre
conocimiento de restos materiales = des- los vencidos y sus descendientes).
cendencia, memoria
La disciplina construye a su otro como
En la metafísica disciplinaria, la descenden- fase predisciplinaria, variadamente llamada
cia y la memoria están construidas como si especulativa, inicial, pionera, lega, etc. Lo
estuvieran separadas de la relación de la dis- predisciplinario es comprendido por la dis-
ciplina con su objeto. Si existen, son relacio- ciplina como un período en el tiempo supe-
nes no disciplinarias. Estar relacionado con el rado por la llegada de la disciplina (Gnecco
pasado mediante parentesco o memoria no es y Zambrano 2000). Los otros renuentes a
algo que pueda sucederme en mi capacidad incorporar el lenguaje y los supuestos dis-
como arqueólogo (ni en general como indivi- ciplinarios son usualmente considerados sa-
duo disciplinado). queadores o huaqueros, y consiguientemente

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excluidos y castigados como anormales o LA DISCIPLINA DESPUÉS DE LA


subnormales. La arqueología representa su DISCIPLINA
historia como una línea progresiva desde la
ignorancia al conocimiento, solidificando en Los contextos poscoloniales plantean nue-
su propia genealogía la reproducción de la vos desafíos a la arqueología disciplinaria.
diferencia colonial y la violencia epistémica Estos consisten en la renovada expansión
y, al mismo tiempo, naturalizando su propia de las relaciones mercantiles, incluyendo las
comprensión de la historia. El principal rol expansiones sobre áreas geográficas nuevas o
de la arqueología dentro de la colonialidad abandonadas por la explotación de recursos
es escribir en tiempo pasado acerca del pa- (por la inversión de capital), la construcción
sado que es su objeto, un proyecto que lla- de infraestructura para la expansión capitalis-
mamos preterización histórica. La preterización ta (energía y transporte de bienes y recursos)
histórica es posible cuando los acercamien- y el desarrollo de nuevas mercancías “inma-
tos-otros a la misma cosa (lo arqueológico) teriales”, principalmente en el área turística.
son ellos mismos escritos en pasado, proyec- En esos contextos de frontera poscolonial, la
to que denominamos preterización epistémica. disciplina es transformada de maneras en las
La preterización histórica se combina con la que el conocimiento ya no es más un fin en
preterización epistémica como una cláusula sí mismo, sino que es parte de procedimien-
fundante del disciplinamiento. Es decir, la tos administrativos o desarrollos mercanti-
diferencia colonial es diferencia epistémica les orientados a la expansión capitalista. Al
y ambas son constitutivas de la subjetividad mismo tiempo, el apoderamiento político y
disciplinaria o, aún mejor, objetividad y sub- cultural de pueblos indígenas y movimientos
jetividad coloniales quedan constituidas por sociales implica nuevos escenarios en los cua-
el mismo conjunto de violencias. les ya no es posible el monólogo disciplinario.

Aunque en términos materiales pueda de- La disciplina se acomodó para tratar con
cirse que la disciplina es una cosa (literatura, esos contextos poscoloniales de frontera: el
lenguaje, leyes, etc.), vista en perspectiva prag- impacto arqueológico, el turismo patrimo-
matista, es decir, tomando en cuenta su per- nial y la arqueología indígena se desarro-
formatividad, vemos que el disciplinamiento es llaron como subcampos de intervención.
una fuerza continua tendiente a la disciplina, Trascendiendo las relaciones de busca de co-
antes que un período delimitado y acotado nocimiento, la arqueología dialoga con otros
institucionalmente. El disciplinamiento suce- valores (desarrollo, justicia social, paz) que
de también antes de la institucionalización de junto al conocimiento gobiernan la arqueología
la disciplina y en contextos posdisciplinarios. posdisciplinaria4, tal como puede ser llamada la
Puede decirse que el principal logro de la dis- reconversión de la arqueología para capaci-
ciplina ha sido transformar su propio lengua- tarla con el fin de que participe en contextos
je (preterización) en la relación hegemónica poscoloniales de frontera.
con lo arqueológico, disciplinando así la ma-
nera en la cual la sociedad trata con el pasado En la arqueología posdisciplinaria, la meta-
y sus restos. La metafísica disciplinaria fue física disciplinaria es puesta en diálogo con
socializada en la ley, los tratados internacio- proyectos de inversión de capital, estrate-
nales, la escuela, los medios, etc., a partir de gias ingenieriles y la política multicultural.
un proceso de disciplinamiento que comenzó La arqueología posdisciplinaria es lo sufi-
a fines del siglo XIX e inicios del XX. Puede cientemente flexible como para acomodarse
decirse que ella es la relación hegemónica con a diferentes escenarios, y la extraordinaria
el pasado en las relaciones internacionales y diversidad de campos de intervención, tal
en la mayoría de culturas nacionales desde las como puede verse en cualquier foro nacional,
últimas décadas. multinacional o internacional de importancia,

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es una medida de su flexibilidad respecto de posdisciplinaria. Pero la teoría se detiene allí


los contextos de intervención (y no tan solo donde se alcanzan los marcos de contención
de variabilidad teórica). Lo que resta de la dis- disciplinaria. La metafísica de la diferencia,
ciplina arqueológica es su marco metafísico, implícita en los marcos disciplinarios, es así
y este constituye la verdadera condición de recapitulada, incluyendo la diferencia colonial
posibilidad de la arqueología posdisciplinaria. dentro de relaciones hegemónicas.

La disciplina arqueológica establece el jue- La recapitulación de la colonialidad tiene


go de lenguaje que enmarca los diálogos con poco que ver con las intenciones políticas o
otras fuerzas (por ejemplo, ancestros, dioses, éticas de los individuos que hacen arqueolo-
territorio). El impacto arqueológico es un gía. Incluso cuando se busca un diálogo ho-
ejemplo: trata de la medición de los efectos rizontal, el mismo ya está enmarcado en un
de un proyecto sobre los restos arqueológicos y particular lenguaje (un juego de lenguaje) que
la cuantificación de los costos y prioridades se supone es el lenguaje natural que describe
para su conservación / destrucción. La idea el mundo (la posición hegemónica). Socavar
disciplinaria de restos arqueológicos es reca- el lugar hegemónico desde el cual la arqueo-
pitulada, con las ya mencionadas implicancias logía disciplina las relaciones con el pasado y
para la reproducción de la metafísica disci- sus restos implica escuchar y aprender de las
plinaria. Pero también se reproduce la idea relaciones subalternas al pasado y sus restos,
arqueológica de tiempo e historia lineales: mudar el domicilio de la escritura y desarro-
mediante su inclusión en un procedimiento llar posiciones para indisciplinar a la arqueo-
administrativo orientado a la implementación logía de su metafísica disciplinaria.
de un desarrollo capitalista, implícitamente
supone la fatalidad del desarrollo capitalista,
como si éste estuviera gobernado por la pro- ARQUEOLOGÍA INDISCIPLINADA
gresión temporal.
El desarrollo, en cualquiera de las varian-
La arqueología indígena es otro campo en tes diversamente adjetivadas que lo reinven-
el que usualmente, aunque no siempre, se re- tan tras las críticas al desarrollo, es el lugar
capitula la metafísica arqueológica. Entrar en del deseo de la discursividad hegemónica
un diálogo5 con comunidades indígenas por (Escobar 2005). El tiempo lineal, que la me-
lo regular significa el desarrollo de relaciones tafísica arqueológica contribuye a construir
asimétricas (arqueólogos enseñando a los lo- como la normalidad universal, es condición
cales, locales participando de equipos arqueo- de posibilidad de Occidente como lugar de
lógicos, arqueólogos ayudando a indígenas, enunciación de la expansión neocolonial bajo
indígenas transformándose en arqueólogos, las retóricas del desarrollo. Describir la ana-
etc.). Lo que usualmente no se desafía en esas tomía de la disciplina y su complicidad con
aplicaciones es la episteme arqueológica, sus los discursos hegemónicos que expanden el
verdaderos cimientos: la materialidad de los proyecto moderno y occidental, es un movi-
hallazgos arqueológicos, su cualidad de me- miento en el sentido del indisciplinamiento
dios para conocer el pasado. (Shepherd y Haber 2013). Pero indisciplinar
la arqueología no acaba, sino que comienza
En la arqueología posdisciplinaria el foco por esta tarea, ya que el indisciplinamien-
teórico se desplaza desde la epistemología a la to consiste fundamentalmente en su trans-
ética, y quedan realzadas las cuestiones de formación en relación con espacio-tiempos
“práctica correcta”. Así como la epistemolo- otros (Haber 2013).
gía era el marco de la teoría en la arqueolo-
gía disciplinaria, es ahora el turno de la ética En ese sentido, el indisciplinamiento no se
enmarcar a la teoría dentro de la arqueología orienta a disolver la arqueología. Por el con-

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Arqueología 19 Dossier: 53-60 | 2013

trario, es el disciplinamiento el que sutura las lo hegemónico. El desprendimiento del len-


mayores potencialidades (contrahegemóni- guaje ya comenzó allí donde movimientos
cas) de la arqueología. Entre estas, la arqueo- sociales locales, campesinos, indígenas, de-
logía es una habilidad de reconocer instancias fensores de la vida, deben establecer su lugar
de inmediatez (Haber 2011, 2013). Aquello de habitación como domicilio de la teoría,
que es al mismo tiempo pasado y presente es, deben pensarse a contrapelo la discursividad
a fin de cuentas, sobre lo que la arqueología hegemónica, y variadamente relacionarse con
posa su mirada y, si bien introduce allí una ci- ella. Es en conversación con esa teoría local
sura moderna, lo arqueológico es, de hecho, de frontera, teorías de la relacionalidad local,
arcaico y contemporáneo sin mediación. Esa que la arqueología puede emprender el cami-
misma inmediatez de lo arqueológico está en no de su propia descolonización.
la base de la atracción que ejerce sobre to-
dos, disciplinados o no. La afección produ- La arqueología, encargada de inscribir y es-
cida por la inmediatez de lo arqueológico, la cribir en términos afines a occidente las re-
movilización interna, también es inmediata a laciones constitutivas entre los vencidos, sus
la percepción externa. Se ve tanto como se descendientes y sus agenciamientos territo-
siente, se conoce externamente tanto como riales, ha desarrollado una habilidad para atra-
afecta internamente. El que la disciplina aleje vesar mundos, géneros y lenguajes. Tiene una
de la experiencia la inmediatez, la afección y particular destreza para seguir relaciones allí
la sensibilidad, no dice nada acerca de lo ar- donde el cotidiano se detiene; mas no simple-
queológico, sino de los efectos del disciplina- mente relaciones de pensamiento, reflexiones
miento moderno que introduce una ruptura filosóficas que van allende el sentido común
entre pasado y presente, materia y espíritu, con vehículo meramente intelectual; la ar-
razón y sensibilidad, intelecto y afecto, tal queología también se ha entrenado en el aco-
como quedó más arriba expuesto a la manera plamiento del pensamiento y la sensorialidad,
de la tachadura. La arqueología se indiscipli- atravesando una y otra vez los límites moder-
na en cuanto se orienta a recuperar la inme- nos entre palabras y cosas, dejándose agen-
diatez, al dejarse llevar al mismo tiempo por ciar las ideas por las cosas, afrontando com-
aquello que la huella muestra –la impronta- y promisos corporales del conocimiento. La
por lo que oculta –la pisada, la planta, el pié, arqueología, ya no disciplina sino tekné que se
el caminante-. La violencia moderna colonial deja conducir por la relación no visible de la
secciona las relaciones constitutivas dejando cosa visible, las relaciones ocultas, reprimidas,
parte de ellas a la vista y ocultando otra par- violentadas, que anidan en lo concreto, en lo
te. Lo oculto, no obstante, no desaparece de visible, en lo tangible del mundo, despojada
la existencia sino que permanece acechando, de los supuestos disciplinarios, deviene una
en su desaparición, las relaciones modernas no metodología decolonial para las ciencias
disciplinadas (Haber 2011, Shepherd 2013). sociales y humanas (Haber 2011, Shepherd
La arqueología indisciplinada re-establece 2013). No es que interese aquí como una más
(re-liga) las relaciones seccionadas en el seno refinada estrategia objetivadora, sino precisa-
de relacionalidades ampliadas. Pero no lo mente por su potencialidad de reconocimien-
hace sola ni siguiendo un protocolo prees- to de la diversidad de soportes de relaciones
tablecido con alguna pretensión de alcanzar como efecto del ejercicio de la violencia mo-
mayor objetividad. Sino que lo hace en con- derna colonial, interesa como táctica –en el
versación localizada en la frontera poscolo- sentido del dejarse tocar- de re-ligazón inter-
nial. subjetiva e interepistémica del lugar del co-
nocimiento hegemónico. Al fin de cuentas,
En la frontera la arqueología se encuentra es este el lugar que hay que descolonizar; es
con lugares de teoría, es decir, teorías loca- aquí donde hay que aprender el conocimiento
lizadas que ya son teoría de su relación con como relacionalidad.

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Haber | Anatomía disciplinaria y arqueología indisciplinada

AGRADECIMIENTOS del disenso. Además de los mencionados,


muchas otras personas han comentado
Escribí una primera versión de este tex- versiones anteriores de este texto, entre
to en 2009 durante una estadía de investi- ellas Germán Giordano, Cristóbal Gnecco,
gación en la Universidad del Cauca, en el Yannis Hamilakis, Wilhelm Londoño, Ana
marco de una Beca Externa del CONICET María Rocchietti, Laura Roda y dos lectores
y una licencia sabática de la Universidad anónimos de esta edición.
Nacional de Catamarca, para su discusión
por Homi Bhabha en la sesión plenaria
del US-TAG en el Joukowsky Institute for NOTAS
Archaeology and the Ancient World, Brown
University, en 2010. Agradezco a las insti- 1. Este corto texto tiene la desmedida pre-
tuciones patrocinantes, así como a Omur tensión de abarcar la entera disciplina y sus
Harmanshah y Nick Shepherd, quienes contornos. Difícilmente pueda, bajo esas
condiciones, ser otra cosa que un esquema
organizaron aquella sesión en Providence. muy simplificado, y hasta cierto punto injus-
Más tarde ese año leí otra versión como to para con casos, autores, situaciones espe-
Conferencia Inaugural de las II Jornadas cíficas. Incluso a pesar de ello, considero que
de Arqueologia no Cerrado, en la Pontifícia el esquema que aquí adelanto es válido para
Universidade Católica de Goiás, Goiânia, comprender –y discutir- las solidaridades de
en donde conté con la cálida recepción de la arqueología en materia de política de cono-
cimiento.
Júlio Cesar Rubin y Roberto Pellini. Tuve
2. Advierto que como toda mirada externa sobre
en esa ocasión el privilegio de que Luis la propia cultura, este texto puede provocar al-
Borrero y Andrés Zarankin se encontraran guna incomodidad. No sé si sirva de consuelo,
presentes y tuvieran la deferencia de discu- pero a mí también me la provoca. Y hasta cier-
tir mi texto. Las inquietudes que allí expre- to punto es el objetivo de este texto. Llegado
só Borrero me llevaron a desarrollar más a ese punto el objetivo es que ocurra alguna
transformación en las condiciones que aquí se
descriptivamente la arqueología indiscipli-
describen.
nada, tarea que aún me entretiene. Esta 3. Verse desde afuera de uno mismo, del pro-
versión que aquí presento, modificada y ex- pio lenguaje o cultura, no es algo que pueda
pandida, fue leída en una sesión sobre teo- reducirse a un ejercicio metodológico. En
ría arqueológica preparada por José María este caso supone ya algún indisciplinamien-
Vaquer y Gabriel López en el Congreso to, toda vez que la anatomía disciplinaria es
Nacional de Arqueología Argentina en La un camino hacia ello, tal como adelanto en
el apartado sobre la arqueología indiscipli-
Rioja, 2013. Les agradezco la invitación a nada.
su simposio y su esfuerzo por generar un 4. El prefijo pos-, en este como en otros casos
ámbito de discusión honesta y profunda de uso más corriente, como posmodernidad y
sobre la disciplina. También son ellos quie- poscolonial, refiere a situaciones que son tanto
nes me alentaron a presentar el texto para de superación de una instancia previa como de
la publicación en Arqueología, un órgano su recapitulación y continuidad.
5. Me refiero aquí a las prácticas que tienen al
que supo hace 20 años rechazar un manus- diálogo como objetivo en sí mismo o como
crito mío porque, dado que no contenía ni método de intervención. El diálogo es una pa-
gráficos ni tablas, no era considerado cien- labra malversada por el multiculturalismo, que
tífico. Si este texto, que aún no contiene ni encubre nuevas maneras de dominación, tales
gráficos ni tablas ni pretende ser científico, como, por ejemplo, las estrategias más efica-
y que además continúa el desarrollo crítico ces de colonización pedagógica. Desarrollo
en otros textos (Haber 2011, 2013) la idea de
que entonces comenzaba con aquel texto, conversación como situación de exposición a
es finalmente publicado en Arqueología, la propia transformación, que está esquemáti-
tendré un nuevo desafío de interpretación camente descrita en el último párrafo de este
del devenir de la disciplina y la tolerancia apartado.

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REFERENCIAS CITADAS tics: movements in un-disciplining ar-


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