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Cristianismo:
Es una religión revelada. La Biblia es la palabra divina, porque allí es Dios mismo quien habla y revela
al hombre su existencia, sus propósitos. Ese Dios es absolutamente trascendente respecto del
mundo porque esta mas allá de este y es absolutamente heterogéneo respecto de todo lo finito. Es
Él quien ha creado todos los entes de la nada.
El problema de todo esto es que la Revelación enseña cosas extrañas al pensamiento racional. Que
Dios se haga hombre (Encarnación), que sea a la vez Padre, Hijo y Espíritu Santo (Santísima Trinidad),
que en la misa el pan y el vino se conviertan en cuerpo y sangre de Cristo (Eucaristía), etc., todos
estos son contenidos “no racionales”, no naturales.
El destino del hombre cristiano es la salvación o condena eterna. Por ello, el saber solo puede tener
valor para el cristianismo en función de la salvación.
a) Su solución al problema de las relaciones entre razón y fe: El planteo de Santo Tomas está
determinado por la introducción de la doctrina de la doble verdad. Si bien reconoce que la fe
y el conocimiento racional son diferentes, no admite que sean opuestos sino “armónicos”. Es
imposible que razón y revelación se contradigan porque ambas proceden de Dios. Aquellas
verdades que la fe enseña y que pueden alcanzarse mediante la razón las llama “preámbulos
o pórticos de la fe”.
Los misterios son “suprarracionales” son superiores a ella y la sobrepasan.
b) Las demostraciones o vías a las cuales puede llegarse, mediante la razón, a conocer la
existencia de Dios: Por lo que se refiere a la existencia de Dios propone estas 5 vías:
3) TERCER VIA: (prueba por la contingencia. Contingente: todo ente que es –generación-, pero
podría no ser –corrupción-)
Encontramos cosas contingentes, algo que fue generado y llegara un momento en que
dejara de ser. Algo posible que “sea y no sea”.
Todo lo que puede no ser, alguna vez no fue porque si hubiese sido siempre no sería
contingente, y si todas las cosas fuesen contingentes, hubo un tiempo en que era todo nada.
Esto no es posible, por lo tanto para que algo comience se precisa un ente ya existente.
Todo ente necesario tiene la causa de su necesidad fuera de sí mismo, o bien no. Si la tiene
fuera de sí mismo, será preciso que otro ente necesario lo cause.
Tal ente necesario que existe por virtud de su propia naturaleza es Dios.