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dad es que las neuronas han tomado ya la decisión a


nuestra costa. Algunos neurocientíficos y neurofilósofos
llegan a la misma conclusión sobre el funcionamiento de
la consciencia: refleja solo los mecanismos de información
ECOLOGY OF THE BRAIN
neuronal de cuyo proceso no nos percatamos en princi-
THE PHENOMENOLOGY pio. La maquinaria cerebral que actúa en el trasfondo
AND BIOLOGY OF THE produciría la ilusión de un yo permanente.
­EMBODIED MIND
El reduccionismo científico separa al sujeto de lo que
Por Thomas Fuchs este reconoce. Nos segrega del mundo. El fenómeno
Oxford University Press, Oxford, 2018 primario de la sensación de calor consiste en una relación
de nuestro cuerpo con el entorno (el aire, el sol o un
El problema cuerpo-mente material caliente); el color requiere el contacto del ojo
Consideraciones desde el cerebro con un objeto; el gusto surge cuando la lengua toca los
alimentos. Esas relaciones nos llevan a las cualidades

A
bramos el libro que abramos sobre el problema reales de las cosas y se reinterpretan como estados men-
cuerpo-mente, nos encontraremos que se inscri- tales internos. Son movimientos de las partículas, ondas
birá, de forma necesaria, en una opción del trilema de luz y reacciones químicas. El reduccionismo extremo
siguiente: los fenómenos mentales no son físicos, los tiende a una interpretación física de la propia experien-
fenómenos mentales son causalmente eficaces en la es- cia subjetiva y la consciencia humana.
fera de los fenómenos físicos; la esfera de los fenómenos La realidad fenoménica debería entenderse como un
físicos está causalmente cerrada, lo que significa que para reflejo interno, una construcción del mundo exterior por
cada acontecimiento físico p hay una causa física sufi- medio de procesos neuronales. El supuesto fundamental
ciente q. En Ecology of the brain, Thomas Fuchs arriba a del neuroconstructivismo es que existe una realidad
la conclusión de que el cerebro no genera la mente como externa que nos viene dada a través de la representación
si se tratara de una glándula que produce sus secreciones, de la misma en nuestra mente. Ese supuesto fundamen-
sino que interviene como mediador en mis relaciones tal de una mente interna separada de una realidad exter-
corporales, emocionales y mentales con el mundo. En na es cuestionada por los defensores de la cognición
pocas palabras, no sería el cerebro, sino el ser humano, corpórea y la cognición enactiva. Desde un punto de
el que siente, piensa y actúa. vista enactivo, la realidad no es algo predeterminado y
La neurociencia se va dotando de medios —teóricos externo, sino que es algo que se encuentra en la interac-
y técnicos— cada vez más potentes para aproximarse al ción sensoriomotora con el entorno.
cerebro y a su actividad durante los procesos mentales La percepción, sostiene Fuchs, no sería tanto una re-
de una manera cada vez más fina; vale decir, para acotar presentación, modelo o constructo interno, cuanto una
los correlatos neuronales de la consciencia y la subjetivi- relación activa de un sujeto corpóreo con su entorno.
dad, que nos permitan explicarlas en términos neurobio- Cuando percibimos, no estamos encerrados en un cráneo
lógicos. Algunos incluso buscan la localización cerebral para contemplar imágenes del mundo exterior, sino que
de la mente, visualizarla con las técnicas de formación interaccionamos con el mundo como seres corpóreos, que
de imágenes. Para ello, percibir, sentir, pensar y planificar coexisten con los objetos y con otras personas en un es-
ocurrirían en lugares específicos, observables in vivo pacio compartido. La percepción humana se basa en la
mediante la iluminación, codificada en color, de las es- interacción en un doble nivel. En primer lugar, de acuer-
tructuras cerebrales. do con el enfoque enactivo, los humanos no suelen recibir
No cabe duda de que la neurobiología ha aportado pasivamente la información procedente del entorno que
información muy valiosa sobre los fundamentos bioló- luego traducen en representaciones internas. Antes bien,
gicos de la conducta humana y nos revela los mecanismos construyen (de ahí el significado de enactivo) su mundo
subyacentes a su desenvolvimiento en la vida diaria. a través de un proceso de formación de sentido: buscan
Somos seres que toman decisiones basadas en nuestros de manera activa claves relevantes en el entorno (median-
genes, hormonas y neuronas. Llevada a sus extremos, la te los movimientos de los ojos, el roce de una superficie,
neurociencia puede también poner en cuestión la autoría etcétera). En otras palabras, creamos una propia experien-
consciente de nuestras propias acciones, arrojando dudas cia del mundo a través de la interacción sensoriomotora
sobre si tenemos o no el control de nuestra vida. Hay y enfrentamiento corpóreo con el entorno. En segundo
quien sostiene que la voluntad libre emerge muy avan- nivel, a través de las interacciones sociales y la relación
zado el proceso neuronal subyacente a las decisiones que implícita con otros humanos, el hombre es capaz de tras-
ya están en marcha. En este escenario, el cerebro nos deja cender su perspectiva primaria para acceder a una realidad
una sensación de dominio y autocontrol, cuando la ver- compartida, objetiva. En el primer nivel, la interacción

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sensoriomotora del cuerpo en movimiento con el ambien- ultrasonido, dicho de otro modo: «¿Qué se siente al ser
te implica un cambio constante de perspectiva que relati- murciélago?» Para Fuchs, resulta absurda la idea de una
viza la relación transitoria del organismo con su entorno: subjetividad reducida a procesos neuronales. La expe-
cada percepción se enriquece por una historia de percep- riencia, la intencionalidad y la integración del tiempo no
ciones anteriores y un horizonte de posibles interacciones pueden explicarse solo con una descripción de correla-
con el objeto en el futuro. En el segundo nivel, la interac- ciones fisiológicas. La consciencia no sería producto
ción social con los demás implica una referencia compar- aislado del cerebro, mucho menos de la corteza, sino que
tida con los objetos, así como el contraste y la alineación tendría por base al organismo entero. La concentración
de perspectivas que ayuda a superar una visión del mun- unidireccional de las neurociencias sobre las funciones
do centrada exclusivamente en el sujeto. cognitivas podría dar la impresión de que el cuerpo sería
En su famoso ensayo ¿Qué es ser eso de un murciélago?, mero portador del cerebro. Pero la funcionalidad del
Thomas Nagel exponía las razones de la resistencia de la cerebro no termina en el tallo cerebral, sino que se ex-
experiencia subjetiva a una completa objetivación. Aun tiende por la cuerda espinal, el sistema nervioso sensorial
cuando fuéramos capaces de describir neurofisiológica- y los circuitos funcionales neuroendocrinos. En pocas
mente los procesos y la conducta de un murciélago, no palabras, la consciencia sería la integración del bucle
tendríamos ni la más remota idea de qué experimenta o funcional siempre renovado entre organismo y entorno.
de cómo se siente el mamífero cuando sufre dolor o un —Luis Alonso

La corteza prefrontal se halla implicada en procesos


emocionales, motivacionales, perceptivos y cognitivos. La
atención, la memoria operativa y la toma de decisiones son
funciones cognitivas comunes relacionadas con esta zona
cerebral. El término prefrontal fue introducido en 1884
CEREBRAL CORTEX por David Ferrier y Gerald Yeo, aunque con anterioridad
se habían realizado experimentos de lesión de esa estruc-
PRINCIPLES OF OPERATION
tura en perros. La primera descripción topográfica de las
Por Edmund T. Rolls regiones que hoy consideramos prefrontales se adscribe a
Oxford University Press, 2017 Korbinian Brodmann [véase «Brodmann y la cartografía
cerebral», por José M.a Valderas; Mente y Cerebro n.o 69,
Corteza cerebral 2014]. (Durante la edad de oro de las «localizaciones
Neurociencia computacional cerebrales», entre 1870 y 1890, los fisiólogos experimen-
tales se afanaron en asignar capacidades físicas y menta-

U
no de los avances más notables en biología de los les a regiones específicas de la corteza cerebral.)
últimos sesenta años ha sido la aparición de la En el cerebro encontramos un grupo de componentes
neurociencia como un campo académico unifica- (las neuronas) que pertenecen a diferentes unidades
do. Así, desde finales de los años cincuenta, convergieron cerebrales (las áreas corticales) y han de establecer co-
en una disciplina común la neurofisiología, la neuroanatomía, nexiones de una manera secuencial correcta para produ-
la neuroquímica y la etología. David McKenzie Rioch, cir circuitos neurales extensos que presten soporte a
Francis O. Schmitt y Stephen E. Kuffler participaron de funciones cognitivas superiores. Los circuitos cerebrales
forma destacada en la creación del nuevo territorio. Aun- se desarrollan a medida que las neuronas establecen
que se habían registrado importantes avances en el cono- contactos sinápticos. En la constitución de estos, la fun-
cimiento de la corteza antes de 1970, fue entonces cuando ción emerge del ensamblaje. Su tarea esencial es la de
empezaron a darse los primeros pasos en la actividad generar pautas de actividad neural en respuesta a estímu-
computacional de esa estructura cerebral. los externos, de suerte que los inputs en cuestión puedan
En la corteza descubrimos una de las estructuras más identificarse de manera específica.
evolucionadas del cerebro humano. Se organiza en capas Conocer los principios de operación de la corteza
de neuronas dispuestas con fina precisión. David Marr cerebral encierra la clave para entender la actuación ge-
fue un pionero que ayudó a entender que la anatomía y nuinamente humana. Para comprender el procesamiento
la conectividad propician la elaboración de teorías cuan- del cerebro, hemos de partir de los canales iónicos de las
titativas de la capacidad de computación de determinadas neuronas, ascender por la biofísica neuronal, seguir por
áreas corticales, como la corteza del cerebelo, la neocor- la excitación nerviosa, penetrar en la computación de las
teza y la corteza hipocampal. poblaciones neuronales y utilizar las técnicas de neu-

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roimagen funcional para reflejar su actividad. Desentrañar­ ciones de las distintas partes del sistema. La neuroimagen
la actividad de un nivel nos catapulta para comprender la es útil para indicar dónde acontecen los diferentes pro-
actividad del siguiente. cesos en el cerebro y mostrar qué funciones pueden di-
Con el objetivo de descubrir cómo opera la corteza y, sociarse unas de otras. El conocimiento de las propieda-
por tanto, cómo funciona la percepción, la memoria, la des biofísicas y sinápticas de las neuronas es esencial para
atención, la toma de decisiones o los procesos cognitivos, conocer de qué modo trabajan los elementos cerebrales
es necesario combinar enfoques y herramientas muy de computación y, por tanto, cuáles deberían ser los
diversas, incluida la computación neuronal. La neurofi- bloques de construcción de modelos computacionales
siología, desde la perspectiva celular, se desenvuelve en biológicos realistas. Es necesario conocer la arquitectura
el nivel en el que se intercambia la información entre anatómica y funcional para mostrar qué tipos de redes
elementos computadores del cerebro. Los datos proce- neurales realizan la computación. Por último, se requie-
dentes de los efectos de la lesión cerebral, incluidos los re la computación neuronal para relacionar y unir todas
abordados por la neuropsicología, nos revelan las fun- las pruebas empíricas y producir un conocimiento de la
operación real del sistema.
El estudio de las neuronas individuales importa sobre-

Novedades manera por la sencilla razón de que tales células pueden


considerarse las unidades de computación del sistema.
Otros títulos sobre psicología y neurociencias Constituye el nivel en el que la información se intercambia
entre elementos computacionales del cerebro y el terreno
en que la información se lee para determinar qué aspecto
LA VIDA SECRETA de esta se representa y procesa en cada área cerebral.
DEL CEREBRO Con el fin de averiguar si hemos entendido las funcio-
Cómo se construyen nes corticales, podemos simular el proceso en un orde-
las emociones nador y mostrar si el modelo ejecuta tareas de determi-
Por Lisa Feldman Barrett nados sistemas del cerebro y si posee propiedades
Ediciones Paidós, 2018 similares a las manifestadas por este. De ese modo, la
ISBN 9788449334252 computación neuronal nos ofrece una definición precisa
552 págs. (34,95 €) del comportamiento cortical. Fijémonos, a modo de
ejemplo, en la memoria: las operaciones de tipo mnémi-
LOCURA co que implican una funcionalidad alterada como con-
DE LA PSIQUIATRÍA secuencia de una modificación sináptica se encuentran
Apuntes para una crítica de la en el núcleo de muchas computaciones cerebrales.
psiquiatría y de la «salud mental» Ahora bien, los tipos de computación realizados por
Por Alberto Fernández Liria los sistemas corticales del cerebro y su estilo computa-
cional difieren mucho del estilo y tipo de computación
Desclée de Brouwer, 2018
ISBN 9788433029805 de un ordenador digital, que ejecuta operaciones lógicas
184 págs. (11,40 €) y sintácticas específicas sobre datos exactos recuperados
de la memoria, para después volver a almacenarlos. Las
LSD divergencias afectan a múltiples aspectos, desde la incor-
Cómo descubrí el ácido y qué poración de los datos hasta la organización jerárquica de
paso después en el mundo los sistemas corticales, pasando por la velocidad de
Por Albert Hofmann computación o la conectividad, entre otros.
La neurociencia computacional replantea, con nuevos
Arpa Editores, 2018
ISBN 9788416601707 enfoques, problemas tradicionales en filosofía, tales como
320 págs. (17,90 €) la dualidad entre los estados mentales y los cerebrales (el
problema mente y cerebro), el determinismo y el libre
albedrío y puede ayudarnos a abordar la cuestión espi-
nosa de la consciencia. La comprensión de los cálculos
LA CONSTRUCCIÓN efectuados por las neuronas y las redes neuronales, y los
DE LA MENTE efectos del ruido cerebral sobre estas, nos permitirá
Cómo se desarrolla la teoría
de la mente ahondar en los mecanismos que subyacen bajo el fun-
cionamiento del cerebro. Para Rolls la mente y el cerebro
Por Henry M. Wellman
constituyen niveles diferentes. Habrá siempre una brecha
Ediciones UC, 2018 entre los sucesos operados en el cerebro y las experiencias
ISBN 9789561421479
456 págs. (15 $) subjetivas que pueden acompañarlas.
—Luis Alonso

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