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A
bramos el libro que abramos sobre el problema reales de las cosas y se reinterpretan como estados men-
cuerpo-mente, nos encontraremos que se inscri- tales internos. Son movimientos de las partículas, ondas
birá, de forma necesaria, en una opción del trilema de luz y reacciones químicas. El reduccionismo extremo
siguiente: los fenómenos mentales no son físicos, los tiende a una interpretación física de la propia experien-
fenómenos mentales son causalmente eficaces en la es- cia subjetiva y la consciencia humana.
fera de los fenómenos físicos; la esfera de los fenómenos La realidad fenoménica debería entenderse como un
físicos está causalmente cerrada, lo que significa que para reflejo interno, una construcción del mundo exterior por
cada acontecimiento físico p hay una causa física sufi- medio de procesos neuronales. El supuesto fundamental
ciente q. En Ecology of the brain, Thomas Fuchs arriba a del neuroconstructivismo es que existe una realidad
la conclusión de que el cerebro no genera la mente como externa que nos viene dada a través de la representación
si se tratara de una glándula que produce sus secreciones, de la misma en nuestra mente. Ese supuesto fundamen-
sino que interviene como mediador en mis relaciones tal de una mente interna separada de una realidad exter-
corporales, emocionales y mentales con el mundo. En na es cuestionada por los defensores de la cognición
pocas palabras, no sería el cerebro, sino el ser humano, corpórea y la cognición enactiva. Desde un punto de
el que siente, piensa y actúa. vista enactivo, la realidad no es algo predeterminado y
La neurociencia se va dotando de medios —teóricos externo, sino que es algo que se encuentra en la interac-
y técnicos— cada vez más potentes para aproximarse al ción sensoriomotora con el entorno.
cerebro y a su actividad durante los procesos mentales La percepción, sostiene Fuchs, no sería tanto una re-
de una manera cada vez más fina; vale decir, para acotar presentación, modelo o constructo interno, cuanto una
los correlatos neuronales de la consciencia y la subjetivi- relación activa de un sujeto corpóreo con su entorno.
dad, que nos permitan explicarlas en términos neurobio- Cuando percibimos, no estamos encerrados en un cráneo
lógicos. Algunos incluso buscan la localización cerebral para contemplar imágenes del mundo exterior, sino que
de la mente, visualizarla con las técnicas de formación interaccionamos con el mundo como seres corpóreos, que
de imágenes. Para ello, percibir, sentir, pensar y planificar coexisten con los objetos y con otras personas en un es-
ocurrirían en lugares específicos, observables in vivo pacio compartido. La percepción humana se basa en la
mediante la iluminación, codificada en color, de las es- interacción en un doble nivel. En primer lugar, de acuer-
tructuras cerebrales. do con el enfoque enactivo, los humanos no suelen recibir
No cabe duda de que la neurobiología ha aportado pasivamente la información procedente del entorno que
información muy valiosa sobre los fundamentos bioló- luego traducen en representaciones internas. Antes bien,
gicos de la conducta humana y nos revela los mecanismos construyen (de ahí el significado de enactivo) su mundo
subyacentes a su desenvolvimiento en la vida diaria. a través de un proceso de formación de sentido: buscan
Somos seres que toman decisiones basadas en nuestros de manera activa claves relevantes en el entorno (median-
genes, hormonas y neuronas. Llevada a sus extremos, la te los movimientos de los ojos, el roce de una superficie,
neurociencia puede también poner en cuestión la autoría etcétera). En otras palabras, creamos una propia experien-
consciente de nuestras propias acciones, arrojando dudas cia del mundo a través de la interacción sensoriomotora
sobre si tenemos o no el control de nuestra vida. Hay y enfrentamiento corpóreo con el entorno. En segundo
quien sostiene que la voluntad libre emerge muy avan- nivel, a través de las interacciones sociales y la relación
zado el proceso neuronal subyacente a las decisiones que implícita con otros humanos, el hombre es capaz de tras-
ya están en marcha. En este escenario, el cerebro nos deja cender su perspectiva primaria para acceder a una realidad
una sensación de dominio y autocontrol, cuando la ver- compartida, objetiva. En el primer nivel, la interacción
U
no de los avances más notables en biología de los les a regiones específicas de la corteza cerebral.)
últimos sesenta años ha sido la aparición de la En el cerebro encontramos un grupo de componentes
neurociencia como un campo académico unifica- (las neuronas) que pertenecen a diferentes unidades
do. Así, desde finales de los años cincuenta, convergieron cerebrales (las áreas corticales) y han de establecer co-
en una disciplina común la neurofisiología, la neuroanatomía, nexiones de una manera secuencial correcta para produ-
la neuroquímica y la etología. David McKenzie Rioch, cir circuitos neurales extensos que presten soporte a
Francis O. Schmitt y Stephen E. Kuffler participaron de funciones cognitivas superiores. Los circuitos cerebrales
forma destacada en la creación del nuevo territorio. Aun- se desarrollan a medida que las neuronas establecen
que se habían registrado importantes avances en el cono- contactos sinápticos. En la constitución de estos, la fun-
cimiento de la corteza antes de 1970, fue entonces cuando ción emerge del ensamblaje. Su tarea esencial es la de
empezaron a darse los primeros pasos en la actividad generar pautas de actividad neural en respuesta a estímu-
computacional de esa estructura cerebral. los externos, de suerte que los inputs en cuestión puedan
En la corteza descubrimos una de las estructuras más identificarse de manera específica.
evolucionadas del cerebro humano. Se organiza en capas Conocer los principios de operación de la corteza
de neuronas dispuestas con fina precisión. David Marr cerebral encierra la clave para entender la actuación ge-
fue un pionero que ayudó a entender que la anatomía y nuinamente humana. Para comprender el procesamiento
la conectividad propician la elaboración de teorías cuan- del cerebro, hemos de partir de los canales iónicos de las
titativas de la capacidad de computación de determinadas neuronas, ascender por la biofísica neuronal, seguir por
áreas corticales, como la corteza del cerebelo, la neocor- la excitación nerviosa, penetrar en la computación de las
teza y la corteza hipocampal. poblaciones neuronales y utilizar las técnicas de neu-
roimagen funcional para reflejar su actividad. Desentrañar ciones de las distintas partes del sistema. La neuroimagen
la actividad de un nivel nos catapulta para comprender la es útil para indicar dónde acontecen los diferentes pro-
actividad del siguiente. cesos en el cerebro y mostrar qué funciones pueden di-
Con el objetivo de descubrir cómo opera la corteza y, sociarse unas de otras. El conocimiento de las propieda-
por tanto, cómo funciona la percepción, la memoria, la des biofísicas y sinápticas de las neuronas es esencial para
atención, la toma de decisiones o los procesos cognitivos, conocer de qué modo trabajan los elementos cerebrales
es necesario combinar enfoques y herramientas muy de computación y, por tanto, cuáles deberían ser los
diversas, incluida la computación neuronal. La neurofi- bloques de construcción de modelos computacionales
siología, desde la perspectiva celular, se desenvuelve en biológicos realistas. Es necesario conocer la arquitectura
el nivel en el que se intercambia la información entre anatómica y funcional para mostrar qué tipos de redes
elementos computadores del cerebro. Los datos proce- neurales realizan la computación. Por último, se requie-
dentes de los efectos de la lesión cerebral, incluidos los re la computación neuronal para relacionar y unir todas
abordados por la neuropsicología, nos revelan las fun- las pruebas empíricas y producir un conocimiento de la
operación real del sistema.
El estudio de las neuronas individuales importa sobre-