Está en la página 1de 5

ASPECTOS QUE LIMITAN UNA BUENA FERTILIZACIÓN

1. ACIDEZ DEL SUELO:

Cómo se genera la acidez del suelo:

 Remoción de nutrientes por los cultivos. Los cultivos, sobre todo los de alto
rendimiento pueden ocasionar acidez al suelo mediante la absorción de cationes
básicos (Ca, Mg y K). La planta, al absorber cationes libera hidrógeno para mantener
el equilibrio en su interior, el cual genera acidez.

 Elevada precipitación. El exceso de lluvias ocasiona la lixiviación o lavado de


cationes intercambiables (Ca, Mg, K y Na). El potasio y sodio son los dos cationes que
se lixivian más fácilmente y dan lugar a ser sustituidos por el hidrógeno y el aluminio.

 Descomposición de la materia orgánica. Al descomponerse la materia orgánica por


la acción de los microorganismos del suelo, se libera dióxido de carbono que se
transforma fácilmente en bicarbonato, esta reacción libera hidrógeno que acidifica el
suelo.

 Uso de fertilizantes nitrogenados de reacción ácida. Los fertilizantes nitrogenados


que contienen o forman amonio (NH4+) incrementan la acidez del suelo. El sulfato de
amonio, nitrato de amonio y la urea son los fertilizantes típicos que generan esta
reacción. Al aplicar estos fertilizantes al suelo, el amonio (NH4+) se transforma en
nitrato (NO3-) gracias a la acción biológica y libera hidrógeno que acidifica el suelo.
Esta reacción es necesaria y se da de manera natural, ya que la mayor parte del
nitrógeno que absorbe la planta es en forma de nitrato. Por cada molécula de NH4 que
se transforma a NO3, se liberan dos moléculas de H+.

 Aluminio intercambiable. La presencia de aluminio (Al3+) en la solución del suelo


induce el desarrollo de la acidez del suelo. El aluminio que se desplaza de las arcillas
por otros cationes reacciona con el agua y libera hidrógenos. Este incremento en la
acidez promueve la presencia de más aluminio disponible para reaccionar
nuevamente. Tan solo una concentración de 0.5 meq/100g (miliequivalentes en 100
gramos de suelo) de aluminio en la solución de suelo es tóxica para cultivos sensibles.

Se reduce el crecimiento de las raíces (elongación), lo cual se traduce en una menor


absorción de agua y nutrimentos. Por otro lado, el aluminio impide la translocación de
nutrimentos a la parte aérea de la planta, principalmente fósforo, calcio y magnesio.
2. EXCESO DE HIERRO (Fe): la presencia de hierro (Fe2+ y Fe3+) en exceso en el suelo
(se considera exceso por encima de 50 ppm), puede aumentar drásticamente la solubilidad
del elemento generando una fitoxicicidad a la planta como necrosis en hojas (manchas
color castaño), fijación de elementos esenciales en el desarrollo radicular como el fósforo
(P) y calcio (Ca). Esto afecta completamente el movimiento de los demás nutrientes en el
suelo hacia la planta, entre ellos el magnesio (Mg), y es frecuente encontrar en suelos con
alto contenido de hierro baja asimilación de magnesio. Eso también conlleva a una
inadecuada asimilación de nitrógeno y azufre por parte de las plantas.

3. EXCESO DE MANGANESO (Mn): el exceso de manganeso (Mn) (niveles superiores a 15


ppm), pueden generar reducciones en el rendimiento de los cultivos, similares a los del
hierro (por lo general van los niveles altos de hierro y manganeso se presentan juntos).
Este exceso afecta drásticamente la movilidad y asimilación del magnesio y calcio.

4. EXCESO DE COBRE (Cu): niveles de cobre (Cu) por encima de 3 ppm, son consideradas
excesivas para los cultivos y los pueden afectar negativamente. La toxicidad por Cu afecta
a la división celular a nivel del ápice radicular (la punta de la raíz), a la elongación radicular
y también a la organización del sistema radicular en general. Nutrientes como el fosforo,
magnesio, calcio, potasio, boro y zinc se ven afectados en su aprovechamiento por la
planta.

5. EXCESO DE ZINC (Zn): niveles de Zinc (Zn9 por encima de 3.5 ppm, son consideradas
excesivas y afectan negativamente los cultivos, disminuye la producción de materia seca,
los pigmentos foliares y la calidad del fruto; reduciendo el transporte y solubilidad del
magnesio, afectando drásticamente la adecuada asimilación de nitrógeno en las plantas.
También, la solubilidad y asimilación de potasio (K) se ve muy afectada, disminuyendo su
efectividad hasta en un 80%.

6. MAL USO DE ENMIENDAS: a menudo es común encontrar el mal uso de las enmiendas,
ya sea que se utilicen fuentes no aptas, cantidades insuficientes, mezclas desbalanceadas
o aplicaciones en tiempos no adecuados. La naturaleza de los problemas de nutrición
debes abordarse de la mejor manera, ya que, las fuentes de calcio, magnesio y silicio
trabajan diferente y tienen un potencial distinto, de acuerdo a cual sea el caso.
Terrassil Silicio (Silicio de diatomeas)

El Si es uno de los elementos más abundantes y ubicuos en la naturaleza en términos de peso


y número de átomos, está presente en el sol, las estrellas y los meteoritos (Gasho, 2001). En
la corteza terrestre ocupa el segundo lugar (28%), sólo precedido por el oxígeno (47%). Sus
puntos de fusión y ebullición son 1410 y 2355°C.
A pesar de la abundancia de Si soluble en la mayoría de los suelos minerales, se puede
presentar deficiencia de este elemento en las plantas debido al agotamiento del elemento por
la continua extracción que de él hacen los cultivos, en especial plantas que son clasificadas
como acumuladores de Si en sus tejidos como es el caso del arroz. Este cultivo extrae del
suelo el Si más rápido que lo que se repone a la solución en forma natural.

El ácido ortosilícico (H3SiO4-) y monosilícico H4SiO4


El ácido ortosilícico es bastante estable en el rango de pH de los suelos. La constante de su
disociación para formar el anión ortosilicato (H3SiO4-) es bastante alta y fluctúa entre 10-9.50
(Datnoff et al., 2007) y 10-9.71 (Lindsay, 2001). En otras palabras, a estos valores de pH estas
dos especies se encuentran en equilibrio (50%:50%). Por debajo de estos pH el ácido
ortosilícico es la forma predominante. Hasta un pH de 7.5 el H4SiO4 representa virtualmente
entre el 99-100% del Si soluble.

El ácido monosilícico es una forma activa de Si que controla la nutrición en Si de las plantas y
procesos biogeoquímicos primarios del suelo. Este es el Si real, el que existe actualmente en
la solución del suelo. Además del Si real, es necesario disponer de información sobre los
compuestos de Si en el suelo que se pueden transformar (disolver) a la forma real en el futuro.
Este es el Si potencial. El Si potencial puede ser determinado por el método de extracción por
ácido hidroclórico (0.1 N) del suelo seco. El método proporciona igualmente una correlación
cercana con el Si en el tejido de la planta.

Las precipitaciones y el uso extensivo de irrigación y drenaje llevan a que un 20 a un 80% de


los nutrientes y de sustancias químicas añadidas lixivien de un perfil de suelo arenoso. Las
sustancias ricas en Si y biogeoquímicamente activas (fertilizantes de Si) muestran
normalmente unas buenas propiedades de absorción [2, 9]. Como resultado este material
puede fijar físicamente por adsorción físicamente P, N o K móviles y mantenerlos en una forma
disponible para la planta.

Las mayores limitaciones edáficas en la producción agrícola son la deficiencia de fósforo (P)
y las cantidades de aluminio tóxico en el suelo. El P es fácilmente fijado por la presencia de
altas concentraciones de metales como Al3+, Mn2+ y el Fe2+, disminuyendo su disponibilidad
en la solución del suelo y transformándose en complejos insolubles no asimilables por las
plantas (Vassileva et al., 1998). Una vez en la solución del suelo, el ácido ortosilícico (H4SiO4)
puede reaccionar con los complejos y ocupar el lugar del ion fosfato (H2PO4) liberando el P e
incrementando su disponibilidad en el suelo (Datnoff et al., 2007). En investigaciones
desarrolladas en suelos de Hawái encontraron que suministrando al suelo Silicio se redujo
hasta en un 47 % el P que requiere aplicarse para una buena nutrición de las plantas, variando
según el tipo de suelo (Roy et al., 1971).

También podría gustarte