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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE EL SALVADOR

(UNICAES)

FACULTAD: CIENCIAS DE LA SALUD

CARRERA: DOCTORADO EN MEDICINA

CICLO: I-2019

ASIGNATURA: MÉTODOS DE LA INVESTIGACIÓN

DOCENTE: DRA Y MSP CARMEN LILIANA BATRES DE MOZA

RESPONSABLES: KAREN ALEXANDRA BAÑOS MAGAÑA


SARA BEATRIZ BLANCO GUERRA
GISELA MERCEDES TURCIOS VALLE

FECHA DE ENTREGA: 31-01-19


“Incidencia de
violencia
domestica sufrida
por mujeres de 25-
45 años en Santa
Ana, en el periodo
comprendido entre
febrero – junio del
2019.”
Antecedentes

Este material es un aporte que el Programa de Equipos Comunitarios dirigido a


todos/as los/as que integran los Equipos Comunitarios de Salud del Primer Nivel de
Atención: Médicos/as, Odontólogos/as, Psicólogos/as, Trabajadores/as Sociales,
Obstétricas, Enfermeros/as, Agentes Sanitarios, Agentes Sanitarios Indígenas y
Promotores de Salud, Auxiliares de Enfermería, Administrativos/as y otros/as. Esto
fue hecho por causa del aumento de la violencia dirigida hacia mujeres las cuales
muy comúnmente eran atendidas en sus respectivas comunidades.

Las mujeres víctimas de violencia necesitan ser escuchadas y atendidas y los


equipos de salud comunitarios deben estar capacitados y contar con los
conocimientos y las herramientas imprescindibles para ayudarlas, siempre
respetando sus derechos. La vulneración de derechos, las discriminaciones y en
general, las inequidades que sufren las mujeres en los diferentes ámbitos de la vida,
han estado históricamente invisibilizados y se han cristalizado y naturalizado en
todas las sociedades, a lo largo del tiempo y en todas las clases sociales.
Consideramos a la violencia sobre las mujeres un problema social y sanitario
prevalente y de máxima importancia, ya que es uno de los determinantes presentes
en su morbimortalidad. De esta realidad da cuenta el alto número de femicidios,
suicidios e intentos de suicidio, las enfermedades de transmisión sexual y
embarazos no deseados, el aislamiento social que impide a las mujeres acceder a
sus derechos.

Este tema es de mucha importancia, no dejando claramente de lado el hecho que


con el paso del tiempo ha sido tomado como una prioridad en muchos países,
reduciendo considerablemente este fenómeno y dando la información necesaria
para que no se de cabida a un bucle sin fin.
Objetivos

General:

Demostrar la incidencia de violencia doméstica sufrida por mujeres de 25-35 años


en Santa Ana, en el periodo comprendido entre febrero y junio del 2019.

Objetivos específicos:

Definir las causas por las cuales son víctimas las mujeres que sufren violencia
doméstica.

Identificar las consecuencias que sufren las mujeres a causa de la violencia


doméstica.

Determinar las soluciones más precisas para este fenómeno.


Marco teórico

Se entiende por violencia contra las mujeres toda conducta, acción u omisión, que,
de manera directa o indirecta, tanto en el ámbito público como en el privado, basada
en una relación desigual de poder, afecte su vida, libertad, dignidad, integridad
física, psicológica, sexual, económica o patrimonial, como así también su seguridad
personal. Se considera violencia indirecta, toda conducta, acción omisión,
disposición, criterio o práctica discriminatoria que ponga a la mujer en desventaja
con respecto al varón.

La violencia contra la mujer -especialmente la ejercida por su pareja y la violencia


sexual- constituye un grave problema de salud pública y una violación de los
derechos humanos de las mujeres. Las estimaciones mundiales publicadas por la
OMS indican que alrededor de una de cada tres (35%) mujeres en el mundo han
sufrido violencia física y/o sexual de pareja o violencia sexual por terceros en algún
momento de su vida. La mayoría de estos casos son violencia infligida por la pareja.
En todo el mundo, casi un tercio (30%) de las mujeres que han tenido una relación
de pareja refieren haber sufrido alguna forma de violencia física y/o sexual por parte
de su pareja en algún momento de su vida.

Un 38% de los asesinatos de mujeres que se producen en el mundo son cometidos


por su pareja masculina. La violencia puede afectar negativamente la salud física,
mental, sexual y reproductiva de las mujeres y, en algunos entornos, puede
aumentar el riesgo de contraer el VIH. Los hombres que tienen un nivel de
instrucción bajo, han sido objeto de malos tratos durante la infancia, han estado
expuestos a escenas de violencia doméstica contra sus madres y al uso nocivo de
alcohol, han vivido en entornos donde se aceptaba la violencia y había normas
diferentes para cada sexo, y creen que tienen derechos sobre las mujeres son más
proclives a cometer actos violentos.

Las mujeres que tienen un nivel de instrucción bajo, han estado expuestas a actos
de violencia de pareja contra sus madres, han sido objeto de malos tratos durante
la infancia, han vivido en entornos en los que se aceptaba la violencia, los privilegios
masculinos y la condición de subordinación de la mujer corren un mayor riesgo de
ser víctimas de la violencia de pareja.

Existen datos que demuestran que las intervenciones que promueven la


sensibilización y emancipación de la mujer, la prestación de orientación psicológica
y las visitas domiciliarias podrían favorecer la prevención o la reducción de la
violencia de pareja contra la mujer. Las situaciones de conflicto, posconflicto y
desplazamiento pueden agravar la violencia existente, como la infligida contra la
mujer por su pareja y la violencia sexual fuera de la pareja, y dar lugar a nuevas
formas de violencia contra la mujer.

La violencia de género puede adoptar diversas formas y manifestarse en episodios


aislados o todo el tiempo. No siempre la violencia involucra el aspecto físico; en
ocasiones produce el mismo daño, pero se pone de manifiesto en forma verbal. Los
siguientes son algunos ejemplos:

 Violencia física: Esta es la forma más evidente de violencia. La que se


emplea contra el cuerpo de la mujer produciendo dolor, daño o riesgo de
producirlo y cualquier otra forma de maltrato agresión que afecte su
integridad física.

 Violencia psicológica: Es una forma de abuso que no utiliza la violencia física,


pero produce cicatrices muy dolorosas. Causa daño emocional, disminución
de la autoestima y perjudica el pleno desarrollo personal. Por ejemplo,
cuando una persona descalifica, desvaloriza o humilla a una mujer, en la
intimidad o frente a otras personas. Incluye también la culpabilización,
vigilancia constante, limitación del derecho de circulación o cualquier otro
medio que cause perjuicio a su salud psicológica.

 Violencia sexual: Cualquier acción que implique la vulneración en todas sus


formas, con o sin acceso genital, del derecho de la mujer de decidir
voluntariamente acerca de su vida sexual o reproductiva a través de
amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación, incluyendo la violación
dentro del matrimonio o de otras relaciones vinculares o de parentesco,
exista o no convivencia, así como la prostitución forzada, explotación,
esclavitud, acoso, abuso sexual y trata de mujeres.

 Violencia económica y patrimonial: Se produce cuando a la mujer se le niega


el dinero necesario para satisfacer las necesidades básicas de supervivencia
de la familia, especialmente de los hijos, o bien cuando una persona presiona
a la mujer para que le entregue su dinero, bajo amenaza de daño físico o
emocional.

 Violencia simbólica: La que a través de patrones estereotipados, mensajes,


valores, íconos o signos transmita y reproduzca dominación, desigualdad y
discriminación en las relaciones sociales, naturalizando la subordinación de
la mujer en la sociedad.

 Violencia domestica contra las mujeres: Aquella ejercida contra las mujeres
por un integrante del grupo familiar, independientemente del espacio físico
donde ésta ocurra, que dañe la dignidad, el bienestar, la integridad física,
psicológica, sexual, económica o patrimonial, la libertad, comprendiendo la
libertad reproductiva y el derecho al pleno desarrollo de las mujeres. Se
entiende por grupo familiar el originado en el parentesco sea por
consanguinidad o por afinidad, el matrimonio, las uniones de hecho y las
parejas o noviazgos. Incluye las relaciones vigentes o finalizadas, no siendo
requisito la convivencia.

 Violencia institucional contra las mujeres: Aquella realizada por las/los


funcionarias/os, profesionales, personal y agentes pertenecientes a cualquier
órgano, ente o institución pública, que tenga como fin retardar, obstaculizar
o impedir que las mujeres tengan acceso a las políticas públicas y ejerzan
los derechos previstos en esta ley. Quedan comprendidas, además, las que
se ejercen en los partidos políticos, sindicatos, organizaciones
empresariales, deportivas y de la sociedad civil.

 Violencia laboral contra las mujeres: Aquella que discrimina a las mujeres en
los ámbitos de trabajo públicos o privados y que obstaculiza su acceso al
empleo, contratación, ascenso, estabilidad o permanencia en el mismo,
exigiendo requisitos sobre estado civil, maternidad, edad, apariencia física o
la realización de test de embarazo. Constituye también violencia contra las
mujeres en el ámbito laboral quebrantar el derecho de igual remuneración
por igual tarea o función. Asimismo, incluye el hostigamiento psicológico en
forma sistemática sobre una determinada trabajadora con el fin de lograr su
exclusión laboral.

 Violencia contra la libertad reproductiva: Aquella que vulnere el derecho de


las mujeres a decidir libre y responsablemente el número de embarazos o el
intervalo entre los nacimientos, de conformidad con la Ley 25.673 de
Creación del Programa Nacional de Salud Sexual y Procreación
Responsable.

 Violencia obstétrica: Aquella que ejerce el personal de salud sobre el cuerpo


y los procesos reproductivos de las mujeres, expresada en un trato
deshumanizado, un abuso de medicalización y patologización de los
procesos naturales, de conformidad con la Ley 25.929.

 Violencia mediática contra las mujeres: Aquella publicación o difusión de


mensajes e imágenes estereotipados a través de cualquier medio masivo de
comunicación, que de manera directa o indirecta promueva la explotación de
mujeres o sus imágenes, injurie, difame, discrimine, deshonre, humille o
atente contra la dignidad de las mujeres, como así también la utilización de
mujeres, adolescentes y niñas en mensajes e imágenes pornográficas,
legitimando la desigualdad de trato o construya patrones socioculturales
reproductores de la desigualdad o generadores de violencia contra las
mujeres.

Continuando con el tema de nuestra investigación nos enfocaremos en la violencia


domestica sufrida por mujeres la cual como ya se había descrito anteriormente, es
aquella que es ejercida o hecha por un integrante familiar, independiente del lugar
en el que se esté sufriendo por el simple hecho de ser realizada por integrante de
la familia se clasifica como violencia doméstica. Para poder comprender de una
mejor manera se presentan a continuación las causas comunes por las cuales se
da dicho fenómeno:

 Un bajo nivel de instrucción (autores de violencia sexual y víctimas de


violencia sexual).
 Un historial de exposición al maltrato infantil (autores y víctimas).
 La experiencia de violencia familiar (autores y víctimas).
 El trastorno de personalidad antisocial (autores).
 El uso nocivo del alcohol (autores y víctimas).
 El hecho de tener muchas parejas o de inspirar sospechas de infidelidad en
la pareja (autores).
 Las actitudes que toleran la violencia (autores).
 La existencia de normas sociales que privilegian a los hombres o les
atribuyen un estatus superior y otorgan un estatus inferior a las mujeres.
 Un acceso reducido de la mujer a empleo remunerado.

Entre los factores asociados específicamente a la violencia de pareja cabe citar:

 Los antecedentes de violencia.


 La discordia e insatisfacción marital.
 Las dificultades de comunicación entre los miembros de la pareja.
 La conducta dominadora masculina hacia su pareja.

Es difícil de entender si no se tiene en cuenta el proceso que lleva a una mujer a


adquirir el síndrome de la mujer maltratada. La conducta violenta, tanto en el terreno
físico como en el psíquico va causando un deterioro psicológico en la mujer que
desde el punto de vista conductual se manifiesta en una auténtica sumisión a los
deseos y órdenes del agresor. El agresor llega a tener un control y dominio de la
mujer que hace que cada vez sea más inflexible, por lo cual la violencia continúa su
ciclo de intensidad creciente, y la mujer llega a perder su propia identidad para
convertirse en una posesión más.

Una de las mayores barreras que se han interpuesto en el avance de nuestro


conocimiento sobre las consecuencias reales del trauma doméstico, ha sido la
propensión tan extendida a culpar a la esposa maltratada de su propia desdicha.
Tanto se ha repetido que ella misma ha llegado a creerlo.

Además de serios daños físicos, la violencia familiar causa en las víctimas


trastornos emocionales que serán más profundos y duraderos cuanto más tiempo
dure la relación:

 Baja autoestima.
 Interiorización del machismo, dependencia del varón y en general de todas
las figuras de autoridad.
 Tienen depresión profunda: falta total de esperanza, se sienten sin fuerzas,
respuestas emocionales muy limitadas, altos niveles de autocrítica y baja
autoestima.
 Tienen miedo, estrés, conmoción psíquica aguda, ansiedad y desorientación.
 ncomunicación y aislamiento provocado por el continuo desamparo social.
 Tienen sentimientos de subordinación, dependencia y sometimiento.
 Sentido de culpabilidad. Ellas mismas se sienten culpables de la situación.
 Están desmotivadas y tienen una profunda ausencia de esperanza.
 Incertidumbre, dudas e indecisiones por bloqueo emocional.
 Falta total de esperanza.
 Impotencia/indecisión: Carecen de poder interior para superar los problemas.
 Se crea el “síndrome de la mujer maltratada”, que es parecido al síndrome
de Estocolmo, donde uno se identifica con la figura de poder y de valor, en
este caso el marido.
 Vivencia y transmisión de roles sexistas.
Anexos

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