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CÓMO EVITAR LA NEGATIVIDAD POR ECKHART

TOLLE
MOTIVACIÓN noviembre 18, 2015 Aleja

¿Podría una emoción negativa contener también un mensaje importante?. Por ejemplo, si a menudo me
siento deprimido, puede ser una señal de que algo anda mal en mi vida y puede forzarme a mirar mi situación
vital y hacer algunos cambios. Así que necesito escuchar lo que la emoción me está diciendo y no rechazarla
simplemente como negativa.

Sí, las emociones negativas recurrentes a menudo contienen un mensaje, lo mismo que las enfermedades. Pero
cualquier cambio que usted haga, sea que tenga que ver con su trabajo, con sus relaciones o con lo que lo
rodea, es en últimas sólo cosmético a menos que surja de un cambio en su nivel de conciencia. Y en cuanto a
esto, sólo puede significar una cosa: volverse más presente. Cuando usted ha alcanzado cierto nivel de
presencia, no necesita la negatividad para decirle lo que es necesario en su situación vital. Pero mientras la
negatividad esté ahí, úsela. Úsela como una especie de señal que le recuerde estar más presente.

¿Cómo evitamos que surja la negatividad y cómo nos libramos de ella cuando
aparece?

Como dije, evite que surja estando completamente presente. Pero no se desanime. Hay aún pocas personas en
el planeta que pueden mantener un estado de presencia continua, aunque algunos están cerca de ello. Pronto,
creo, habrá muchos más. Siempre que se dé cuenta de que ha surgido alguna forma de negatividad en usted,
mírela no como un fracaso sino como una señal útil que le dice: “Despierta. Sal de la mente. Vive el
presente”.

Hay una novela de Aldous Huxley titulada La Isla, escrita en sus últimos años, cuando se interesó mucho en
las enseñanzas espirituales. Cuenta la historia de un náufrago en una isla remota separada del resto del mundo.
Esta isla contiene una civilización única. Lo inusual de ella es que sus habitantes, al contrario de los del resto
del mundo, son realmente cuerdos. La primera cosa que el hombre nota son unos papagayos coloridos
encaramados en los árboles, que continuamente cotorrean las palabras “Atención. Aquí y Ahora. Atención. Aquí
y Ahora”. Luego nos enteramos de que los isleños les han enseñado estas palabras para que les recuerden
constantemente mantenerse presentes.

Así que siempre que sienta la negatividad surgiendo en usted, causada por un factor externo, por un
pensamiento o por nada en particular de lo que sea consciente, véala como una voz que le dice “Atención. Aquí
y Ahora. Despierta”. Incluso la más leve irritación es significativa y debe ser reconocida y observada; en caso
contrario, habrá una acumulación de reacciones no observadas. Como dije antes, usted puede ser capaz de
soltarla una vez se dé cuenta de que no quiere tener este campo de energía dentro de usted y de que no sirve
para nada. Pero entonces asegúrese de que la suelta completamente. Si no puede hacerlo, acepte que está ahí
y ponga su atención en ese sentimiento, como señalé anteriormente.

Como alternativa a abandonar una reacción negativa, puede hacerla desaparecer imaginando que usted se
hace transparente a la causa externa de la reacción. Le recomiendo que practique esto al principio con cosas
pequeñas, incluso triviales. Digamos que está sentado tranquilamente en casa. De repente se oye el sonido
penetrante de la alarma de un auto al otro lado de la calle. Surge la irritación.

¿Qué sentido tiene la irritación?

Ninguno en absoluto. ¿Por qué la creó usted? No lo hizo, fue la mente. Fue totalmente automático, totalmente
inconsciente. ¿Por qué la creó la mente? Porque tiene la creencia inconsciente de que su resistencia, que
usted experimenta como negatividad o infelicidad de alguna forma, disolverá en alguna medida la condición
indeseable. Esto, por supuesto, es un engaño. La resistencia que crea, la irritación o ira en este caso, es mucho
más perturbadora que la causa original que está tratando de disolver.

Todo esto puede transformarse en práctica espiritual. Siéntase a sí mismo volviéndose transparente, como
quien dice, sin la solidez de un cuerpo material. Ahora permita que el sonido, o lo que sea que cause la reacción
negativa, pase a través de usted. Ya no golpeará una “pared” sólida dentro de usted.

Como dije, practique con cosas pequeñas primero. La alarma del auto, el perro que ladra, los niños que gritan,
la congestión de tráfico. En lugar de tener un muro de resistencia dentro de usted que es golpeado constante y
dolorosamente por las cosas que “no deberían estar sucediendo”, deje que todo pase a través de usted. Alguien
le dice algo con la intención de molestarle. En lugar de tener una reacción negativa inconsciente, como ataque,
defensa o repliegue, permita que pase a través de usted. No ofrezca resistencia. Es como si ya no hubiera
nadie ahí que pudiera ser herido. Eso es el perdón.

En esa forma, usted se vuelve invulnerable. Usted puede decirle a esa persona de todos modos que su
conducta es inaceptable, si eso es lo que escoge hacer. Pero esa persona ya no tiene el poder de controlar su
estado interior. Usted está entonces en su propio poder, no en el de la otra persona, y tampoco está gobernado
por su mente. Se trate de una alarma de auto, una persona descortés, una inundación, un terremoto o la
pérdida de todas sus posesiones, el mecanismo de resistencia es el mismo.

He practicado la meditación, he ido a talleres, he leído muchos libros sobre espiritualidad, intento estar en un
estado de no resistencia, pero si usted me pregunta si he encontrado paz interior verdadera y duradera,
honestamente debo contestar que no. ¿Por qué no la he encontrado? ¿Qué más puedo hacer?

Yo le diría: no busque paz. No busque ningún otro estado que ese en el que se encuentra ahora; de lo contrario,
establecerá un conflicto interior y una resistencia inconsciente. Perdónese a sí mismo por no estar en paz. En
el momento en que usted acepte completamente su falta de paz, se transmutará en paz. Ese es el milagro de la
entrega.

Usted puede haber oído la frase “ponga la otra mejilla”, que un gran maestro de la iluminación usó hace dos mil
años. Estaba tratando de comunicar simbólicamente el secreto de la no resistencia y la no reacción. En esa
afirmación, como en todas las otras que hizo, se refería sólo a su realidad interior, no a la conducta externa de
su vida.
¿Conoce la historia de Banzan? Antes de convertirse en un gran maestro Zen, pasó muchos años en la
búsqueda de la iluminación, pero esta lo eludía. Entonces un día, cuando caminaba por el mercado, oyó una
conversación entre un carnicero y su cliente. “Déme el mejor trozo de carne que tenga”, decía el cliente. Y el
carnicero replicó: “Todos los trozos de carne que tengo son el mejor. No hay un trozo de carne aquí que no sea
el mejor”. Al oír esto, Banzán se iluminó. Veo que espera una explicación. Cuando usted acepta lo que Es, todo
trozo de carne (todo momento) es el mejor. En eso consiste la iluminación.

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