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UNIDAD EDUCATIVA

“LUIS ESPINAL TARDE DE COLLPANI”

MONOGRAFÍA
“RELACIÓN MENTE Y CUERPO”

Estudiante : LUZ BAUTISTA CHOQUE

Docente : PROF. ZULEMA ZARATE

Directora : HNA. TERESA FLORES CUELLAR

Materia : RELIGIÓN

Curso : 6to. “D” DE SECUNDARIA

EL ALTO – BOLIVIA
2018
RESUMEN

Los artículos sobre Cuerpo y Mente desarrollan una de las relaciones sobre la que más se
ha escrito, y no sólo en términos médicos o científicos.

No hay ninguna duda de que los factores psicológicos son esenciales en la predisposición,
origen y mantenimiento de muchas enfermedades.

Esta relación es la base del área de Psicología Médica, en relación a ella los artículos
versarán sobre la interacción entre emociones y salud, de qué modo algunas enfermedades,
por su gravedad, duración o por su cronicidad, afectan a la vida de las personas, y en qué
medida el tratamiento psicológico o el cuidado de los aspectos psicológicos pueden mejorar
la vida de los pacientes.

Nos referimos a enfermedades como los trastornos cardiovasculares (infarto de miocardio,


entre otros), el cáncer, la esclerosis múltiple, la enfermedad inflamatoria intestinal, la colitis
ulcerosa o la enfermedad de Crohn, las disfunciones de tiroides o la diabetes.

También veremos cómo algunos problemas de salud y/o estilos de vida tienen una
importante relación con la Psicología, como es el caso del dolor crónico, la fibromialgia, el
dolor de cabeza, o el tabaquismo. En esta misma línea revisaremos cuestiones sobre
alimentación, actividad física, higiene del sueño, que están muy relacionados con aspectos
psicológicos.

Los artículos tratarán cuestiones como la importancia de las emociones en la prevención del
infarto y la salud cardiovascular o el cáncer que serán protagonistas de muchos de los
artículos sobre cómo se actúa mediante: intervenciones educativo-informativas,
intervenciones conductuales o intervenciones individuales, para disminuir el sentimiento de
abandono e indefensión, reducir la ansiedad y la tristeza, y en definitiva mejorar la calidad
emocional del paciente.

Una de las disciplinas que expresan esta relación entre cuerpo y mente, entre Biología y
Psicología, es la Neuropsicología. Los contenidos relacionados con esta ciencia que conecta
las neurociencias con la Psicología tendrán un espacio fundamental en nuestro Blog de
Psicología y Psiquiatría.
1. INTRODUCCIÓN

El sentido común nos sugiere que la mente y el cuerpo deben interactuar. Nuestras
percepciones, pensamientos, intenciones, deseos y emociones afectan directamente a
nuestros cuerpos y nuestras acciones. Desafortunadamente, las nociones del sentido común
parecen implicar una contradicción. Parece muy claro que el cerebro y el sistema nervioso
forman parte del mundo físico: tangible, visible, público, extenso en el espacio. Sin embargo,
los pensamientos, sentimientos, conciencias y otros estados de la mente se nos presentan
como mentales: intangibles, invisibles, privados, ordenados en el tiempo, pero no en el
espacio. Si el cerebro y la mente son cosas fundamentalmente diferentes y si las leyes de
causalidad requieren causas y efectos entre tipos semejantes, entonces es claramente
imposible para el cerebro generar la mente o que la mente afecte al cerebro. Estas
contradicciones constituyen parte del problema mente/cuerpo (el de la relación entre mente y
cerebro).

No obstante, si la distinción entre la mente intangible e inextensa y la naturaleza física


extensa se mantiene, entonces, el problema mente/cuerpo es también el de la relación de la
mente con el mundo que nos rodea. El medio natural, después de todo, es una entidad física
del mismo modo que lo es el cerebro, y el problema de explicar cómo llegamos a ser
conscientes del entorno no es menos difícil que la relación de la conciencia con el
funcionamiento del sistema nervioso. La mayor parte de la historia de la psicología ha
transcurrido en el intento de llegar a comprender el problema de la relación entre la mente y
el cuerpo y viceversa. Actualmente, como veremos, los científicos se ocupan de encontrar
relaciones entre estados cerebrales y estados mentales.

Los estados del cerebro y del sistema nervioso (esto es, el cuerpo), generan nuestros
estados mentales y, en un momento dado (aquí y ahora), un específico estado de conciencia.
El estado de conciencia determina la percepción y el conocimiento del mundo psíquico
individual y del mundo que nos rodea. En cada particular estado de conciencia se
encuentran activas ciertas funciones neuro-cognitivas superiores que le son características.
Adviértase que no debemos confundir estados mentales con estados de conciencia. Los
estados mentales son subjetivos (sólo los percibe el propio sujeto), mientras que los diversos
estados de conciencia son objetivos (puede percibirlos un observador externo).

2. MARCO TEÓRICO
Los neurofisiólogos distinguen entre estados normales de conciencia y estados alterados de
conciencia. En su estado normal, la conciencia permite al sujeto dar una respuesta
apropiada a los estímulos sensitivos y sensoriales. Especialmente, ante las situaciones más
complejas promovidas por estímulos visuales y verbales. Hay dos estados normales de
conciencia: 1) la vigilia o estado de alerta, y 2) el sueño, que a su vez se divide, para su
estudio, en dos grandes etapas: a) el sueño lento o sueño de ondas lentas (SOL), y b) el
sueño REM (rapid eye-movements) o sueño MOR (sueño con movimientos oculares
rápidos), etapa en la cual se presentan con mayor frecuencia los sueños, es decir, las
imágenes oníricas o ensoñaciones.

Los estados alterados de conciencia aparecen en la mayoría de los trastornos psiquiátricos.


Estos estados alterados difieren del estado de vigilia en que, en esta última, la capacidad del
sistema nervioso para adaptarse a una situación nueva, depende del sistema reticular
activador. Los factores causales más comunes incluyen: trauma, accidentes
cardiovasculares, drogas y otros envenenamientos, fiebre, desórdenes metabólicos,
meningitis, infecciones, tumores cerebrales, desórdenes convulsivos, descompensación
cardiaca. Las alteraciones patológicas, de la conciencia se dividen en: cualitativas y
cuantitativas.

2.1. Cuantitativas:

Según el grado de disminución de la actividad motora, se diferencian tres niveles de


disminución del nivel de consciencia:

 Coma. Es el más grave de los problemas de la conciencia y de la vigilia. Altera de forma


más o menos total las funciones de relación. Un enfermo en coma puede no reaccionar ni
a estímulos nociceptivos (que provocan una agresión dolorosa de los tejidos, por ejemplo
pincharlos o perforarlos).

 Somnolencia y sopor. Es un oscurecimiento homogéneo de la conciencia, de mayor


profundidad que la Obnubilación. Se caracteriza por una disminución de la actividad vigil,
siendo la diferencia la mayor intensidad y profundidad del sopor frente a la somnolencia.
Frecuentemente se confunde con el Estupor en el que hay conciencia vigil.

 Obnubilación. Es un estado menos severo, la persona responde correctamente a las


órdenes simples pero no a las complejas (ejecuta órdenes escritas, realiza cálculo mental
pero con lentitud), fatiga o bastante dificultad de concentración. En su nivel más bajo, se
le conoce como confusión mental, que consiste en una alteración global y aguda de las
funciones psíquicas, cuyas causas orgánicas o psíquicas son múltiples.

Sin embargo, cuando la actividad motora se halla incrementada, se diferencias otros tres
niveles: 1) excitación, 2) manía, y c) delirio.

2.2. Cualitativas:

Aquí se diferencian cuatro niveles de disminución del nivel de consciencia:

 Estados crepusculares: Surgen y desaparecen de forma abrupta y tienen duración


variable (desde pocas horas hasta algunas semanas). Ejemplos serían: alucinación,
sonambulismo, terror nocturno.

 Disociación de conciencia. Pérdida de la unidad psíquica común del ser humano, en la


cual el individuo se "desliga" de la realidad para dejar de sufrir.

 Trance. Especie de sueño acordado, con la presencia de actividad motora automática y


estereotipada acompañada de suspensión parcial de los movimientos voluntarios. El
estado de trance es un estado temporal de semi-consciencia situado entre la vigilia y el
sueño.

 Estado hipnótico. Técnica refinada de concentración de la atención y alteración inducida


del estado de conciencia.

2.3. Estados inducidos intencionalmente

A veces, pueden provocarse intencionadamente ciertos estados inducidos de consciencia


mediante el uso de técnicas de control mental, privación sensorial, privación de sueño,
hipnosis, meditación, o disciplinas como el yoga o el japa hindú, que hace uso de mantras.

También pueden ser inducidos por medio de la ingestión de drogas psicoactivas, como el
alcohol y opiáceos, o bien mediante plantas alucinógenas y sus derivados químicos, como la
LSD, DXM, 2C-I, peyote, cannabis, mescalina, salvia divinorum, MDMA, hongos psilocibios,
ayahuasca, datura, etc. Finalmente, otra forma efectiva de inducir un estado alterado de
conciencia es usar una variedad de neuro-tecnología, tal como Hemi-Sync, psicoacústica,
estimulación electroterapéutica craneal y simulación de luces y sonido. Estos métodos
intentan inducir patrones específicos de ondas cerebrales y en tanto lo logran, un estado
alterado específico.
2.4. Relación cuerpo y mente en el Ser Humano

Se trata de una relación entre la mente y el cuerpo y de la posibilidad de que esta relación
pueda manifestarse de una forma determinada en nuestro estado de salud o de ser una guía
para sanar una determinada zona en desarmonía. Solo cuando comenzamos a ver que
existe una relación y que es sumamente importante veremos todas las implicaciones más
profundas y será más fácil la aceptación de ello.

Al explorar la extraordinaria interacción de energías entre los muchos aspectos de la


personalidad, conformada por reacciones inconscientes, emociones propias o aprendidas, y
otras reprimidas, miedos y traumas y la relación de todo esto con las señales en el fisco y su
capacidad para autoregularse y sanarse o enfermarse y dar la alarma o señal, entonces
vemos lo maravilloso y sabio que es nuestro cuerpo humano.

El posee una inteligencia y compasión infinitas y nos proporciona siempre los medios
necesarios para que no nos afecten profundamente y defendernos ante cualquier amenaza
física y mental. De la misma forma que el cuerpo manifiesta sentimientos y pensamientos
conscientes, también manifiesta las energías inconscientes que se representará a través de
nuestras reacciones, acciones y lenguaje corporal.

La mente y el cuerpo son un todo, están integrados y de allí la conexión psicosomática,


nuestro ser es todo energía que fluyen y se comunican constantemente a través de
pensamientos que emanan del cerebro y esa corriente energética llega a la parte más
externa de la célula en la hipogenética y genera una reacción y a su vez una alteración del
estado energético de la célula, acumulando o bloqueando la energía en la célula
propiamente, y dependiendo del patrón de creencia afectará al órgano que con su psique
manifestará la emoción ante la cual reaccionaremos de diversas formas o por el contrario
guardaremos en el tiempo en forma de rencor, miedos, ira… No existe separación alguna
entre lo que sucede mente y lo que ocurre en el cuerpo.

Nosotros somos nuestros cuerpos, nuestra condición de ser es una consecuencia directa de
la comunicación entre diversos aspectos de nuestra existencia sumadas nuestras
experiencias. Cuando decimos que nos duele un tobillo, o un hombro, en realidad es nuestro
cuerpo que nos está diciendo “epa eso que pasa allá fuera y lo que dice el cerebro está
generando un dolor o activando una herida interna, netamente emocional y relacionada con
la psique de esa zona, es una comunicación no verbal y una gran oportunidad de sanar…
tener una sana-acción.
Al suministrar algún tratamiento físico y medicamento a la zona afectada es tan solo curar o
eliminar el dolor temporalmente, ignorar y no escuchar al cuerpo es ignorar una parte
importante “la causa”, así que al no atender ésta patología perdurará en el tiempo o se
repetirá una y otra vez.

Negar la relación psicosomática significa ignorar la gran oportunidad de sanar a través del
lenguaje corporal, es no atender la alarma que nos da el cuerpo físico para atender al cuerpo
emocional, y se requiere sanar para evolucionar1.

2.5. Cuerpo y Alma

Cuando hablamos de la mente, debemos hablar de tres mentes, la cerebral, la mente del
corazón y la mente del cuerpo. Y especialmente al hablar de alma, debemos considerar el
corazón como centro de la vida anímica y emocional.

Nuestra mente es una malla celular que se encuentra en todo el cuerpo, donde se registra
todo pensamiento, como en un archivo electromagnético, que funciona de forma similar a las
memorias artificiales de hoy, muy similares al empleo y uso inteligente de las neuronas
artificiales.

En este contexto, los denominados "Archivos Akasicos" contienen toda la información, de


cada uno de los seres del planeta y el universo.

Nuestra alma se activa con la energía del espíritu que energiza la materia, el alma es animal
y es la manifestación del cuerpo, es la inteligencia, es el uso de la mente, es la sabiduría, es
el conocimiento, es la identificación astral, es la luz y como tal nuestra alma se tiene, viene
con nosotros desde la gestación.

En la vida diaria, podemos hacer una comparación con un foco, el espíritu es la energía, el
cuerpo es el foco y todos sus componentes (vidrios, rosca, filamentos, etc), la mente es el
gas y la cantidad de electrones almacenados, que se generan y activan cuando se presiona
el interruptor y se da el paso al ingreso de la energía , que calienta el espiral de tungsteno
para que éste genere gas y los electrones necesarios que harán luz dentro del cuerpo de
vidrio, de la ampolleta.

La luz, es la manifestación que llamaremos alma. La cual se ilumina una vez que todos los
demás componentes están siendo activados por el espíritu.

1
Fuente: Zoraida Griman – Terapeuta de Equilibrio Físico-Emocional
La mente es el instrumento más poderoso que posee el ser humano.

La fuerza del pensamiento crea en el mundo mental o plano arquetípico una forma de
pensamiento, que si es mantenida por suficiente tiempo se materializará en forma concreta.

Cuando interrumpimos el paso de la energía todo se acaba, nuestra luz deja de alumbrar o si
bajamos la potencia esta luz se ve afectada, nuestra mente no funciona y dejamos de pensar
o nos cuesta, por falta de potencia, llevando incluso a nuestro cuerpo a una muerte clínica, y
en el mismo momento, de EKG (electro cardiograma) no detecta, comienza el proceso de
descomposición en pequeñas partículas bioquímicas.

3. CONCLUSIÓN

En mi opinión, me atrevo a creer y a hacer pensar que nuestra mente se encuentra en el


espacio comprendido entre los electrones y el núcleo de cada átomo y que es donde se
grava y actualiza diariamente cada información, durante la etapa REM del sueño. Podemos
atrevernos a creer que somos parte de una superconciencia, de la que cada ser vivo forma
parte.

En conclusión nuestra alma podría exigir mucha energía, un cuerpo limpio y transparente y a
medida que se hace consciente y potente, también sabrá economizar energías.

Nuestro cuerpo también necesita de energías para transportar a los demás elementos, no
olvidemos que el hombre es una máquina, nada puede hacer, nada puede realizar, todo le
sucede. No tiene voluntad ni libre albedrío. Está a merced de la ley de accidentes. Nuestra
mente, por otra parte reclama energías, necesita pensar.

BIBLIOGRAFÍA – PÁGINAS DE INTERNET

 http://www.ub.edu/pa1/node/129
 https://www.areahumana.es/cuerpo-y-mente/
 http://globovision.com/article/relacion-cuerpo-y-mente-en-el-ser-humano

ANEXOS

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