La Lógica trascendental.

Kant comienza la segunda parte, de doctrina de los elementos, afirmando que todo
conocimiento surge de dos fuentes básicas, una como facultad de la sensibilidad, es decir, la
receptividad de las representaciones, y otra como facultad de conocer un objeto a través de
estas representaciones. Mediante la primera se nos dan los objetos; y de la segunda los
pensamos. Esto es, pues, la base fundamental para hacer un juico sobre las cosas.
Necesitamos tanto de la sensibilidad, como del entendimiento para proyectarnos sobre las
cosas que percibimos. Puesto que necesitamos de ambas facultades para generar el
conocimiento, esto nos lleva a la afirmación que hace Kant sobre dicha relación “los
pensamientos sin contenido son vacíos; las intuiciones sin conceptos son ciegas. (…) ni el
entendimiento puede intuir nada, ni los sentimientos pensar nada” pg 93, es decir, sin la
sensibilidad ningún objeto sería percibido (estar a ciegas) y sin el entendimiento ningún
objeto sería pensado (solamente representaciones). Pero recordemos cuál es el propósito de
Kant y las razones que lo llevan a dar tales afirmaciones. ¿cómo son posibles los juicios
sintéticos a priori?. En sesiones anteriores vimos como Kant busca las intuiciones puras de la
sensibilidad, sesión correspondiente a la estética trascendental, encontrándonos, pues, que
estas intuiciones puras son el espacio y el tiempo. Si bien es la estética se ocupó de las reglas
de la sensibilidad general, es esta segunda parte, de la doctrina trascendental de los
elementos, Kant se ocupa de buscar, entonces, cuales son las reglas generales del
entendimiento, es decir, de la lógica. Kant divide ésta en la lógica en general y trascendental.
La primera “incluye las reglas absolutamente necesarias del pensar, aquellas sin las cuales
no es posible uso alguno del entendimiento”, es decir, que se refiere tanto a los
conocimientos racionales puros como conocimientos empíricos, y, además comprende las
reglas para pensar de forma correcta sobre ciertas clases de objetos; a esta se le denominará, a
la vez, como lógica de los elementos. En cuento, a la segunda división, a la lógica
trascendental, estará encargada de las leyes a priori del entendimiento y de la razón y tiene
que ver, por lo tanto, con el problema del origen de los conceptos puros a priori del
entendimiento. Así como la lógica general se divide es analítica y dialéctica, también lo hace
la lógica trascendental, que se divide en Analítica trascendental y Dialéctica trascendental. La
Analítica trascendental trata de los elementos del conocimiento puro a priori, es decir, de las
categorías y de los principios sin los cuales ningún objeto podría ser pensado. En cambio, la
Dialéctica trascendental trata de la crítica del entendimiento por su uso metafísico. La
finalidad de esta parte es la defensa del entendimiento puro.