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Arte Cicládico PDF
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EL ARTE CICLÁDICO
ISBN - 84-9822-112-9
En torno al año 3.000 a.C., surgió en las islas Cícladas una civilización
marinera y comercial, gracias a la cual entraron en contacto diferentes pueblos
asentados en las riberas del mar Egeo. De la mano de esta civilización afloraba
también un arte original, especialmente significativo en el terreno escultórico. Los
todavía misteriosos “ídolos” de mármol de Paros, caracterizados por la
esquematización y la más rotunda plasticidad formal, son, sin duda, el emblema más
expresivo de dicha civilización, y constituyen el primer capítulo de la plástica europea
pregriega. Junto a ellos, otras no menos interesantes piezas artísticas procedentes de
los contextos funerarios, resumen el quehacer y los intereses estéticos de estos
marinos de la Edad del Bronce.
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1. El marco geográfico
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decisivamente a la calidad de los vinos, cuya fabricación se remonta a esta época. Por
otro lado, en algunos valles de altura se dio la cría de ganado, y la producción de trigo.
Este privilegiado marco geográfico estuvo habitado desde el Neolítico y en él
se desarrolló, desde el año 3.000 a.C., una civilización marítima y comercial, una
civilización consciente de ser la encargada de poner en contacto a los habitantes de
las riberas del Egeo, como demuestran, por ejemplo, la utilización de la obsidiana de
Milo o el mármol de Paros en puntos bien alejados del ámbito egeo.
2. Cronología.
La cultura que se desarrolló en las islas Cícladas durante la Edad del Bronce
se designa tradicionalmente, siguiendo la terminología sugerida por el arqueólogo
griego Tsountas, como Cicládico, y se divide en tres fases sucesivas, de acuerdo con
la siguiente cronología:
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4. Arquitectura.
Son muy pocos los testimonios que permiten forjar una idea de lo que fue la
arquitectura cicládica. El material de construcción por antonomasia de estas islas fue
la piedra, material que abunda en ellas. Las piedras, de muy diversos tipos, tamaños y
calidades, se utilizaron no sólo en los cimientos de las casas, sino también para dividir
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paredes, como revestimiento de techos o de suelos, así como para formar las tumbas
de cista. Y, pese a que pueda resultar paradójico a priori, esa es, para algunos autores
(Vermeule, 1971: 69), la razón principal de que sean bien escasos los restos
arquitectónicos de esta cultura, ya que al derrumbarse las casas no quedan indicios de
sus revestimientos o de los ladrillos que puedan suministrar información arqueológica
de las mismas: las piedras vuelven a dispersarse en los suelos de los que proceden.
Entre los ejemplos conocidos, merecen citarse los hallazgos de las
excavaciones dirigidas en Paros por Tsountas. En tales trabajos salían a la luz, en
1898, casas de planta rectangular con dos estancias comunicadas entre sí, de las
cuales la habitación situada en la parte interior tenía un remate absidado, acaso como
recuerdo de la cabaña neolítica.
Filacopí, en la isla Milo, es, en opinión de Renfrew (1972: 38) el único
yacimiento bien estratificado de las Cícladas (Filacopí II) se han encontrado
interesantes restos de viviendas, aunque éstas corresponden, mayoritariamente, a una
fase tardía (en torno al 2.000 a.C.). Se trata de casas de pequeño tamaño, con dos
habitaciones comunicadas entre sí y precedidas de un patio o vestíbulo abierto.
Además, y en virtud de la estratigrafía
citada, en este yacimiento se han
encontrado varios grupos de materiales
cerámicos de gran interés.
Uno de los aspectos más
destacados de la civilización cicládica es
el referido a sus fortificaciones, que, en la
mayoría de los casos, son murallas de
épocas recientes, ya bajo la influencia
minoica, como las de Chalandriani
(Syros), Filacopí (Milo) o Kastri, en Syros
(CA II). El prototipo más representativo lo
Fig. 2. Fuerte murado en Chalandriani (Syros),
constituye el ya citado fuerte murado de
según Renfrew
Chalandriani, en Syros (fig.2), consistente
en una doble muralla de piedra que se extendía sobre un risco naturalmente protegido,
gracias a profundas hondonadas. De dicha muralla se han conservado restos de unos
70 metros de longitud: era una muralla doble cuyo muro interior estaba provisto de
cinco angostas torres o bastiones en forma de herradura, que servirían,
probablemente, para facilitar el lanzamiento de proyectiles una pequeña ciudadela
fortificada sólo en los flancos más expuestos, con un muro ahuecado con bastiones
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5. Escultura
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impide identificar el sexo de las estatuillas. Entre ellas pueden diferenciarse tres
tipologías:
1. El llamado tipo de Plastiras (fig. 5), en el que los rasgos faciales se encuentran
muy marcados, a excepción de los ojos. Este tipo parece un desarrollo de las
figuras sentadas neolíticas.
Fig. 5. Ídolo cicládico del Fig. 6. Ídolo cicládico del Fig. 7. Ídolo cicládico “de
tipo de Plastiras tipo de Louros. violín”.
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conocido arpista de Keros (fig. 11), figuran sentados. Los que están representados de
pie poseen una
base sobre la que mantenerse, como el bello flautista de
Keros (fig. 12), que personifica a una figura masculina
tocando la doble flauta. Estas esculturas son más gruesas y
rotundas que los ídolos femeninos, prácticamente planos en
su volumetría. Otras figuras representan a cazadores,
hombres con una daga o un objeto similar, que son
interpretados como imágenes de gentes que han
conseguido una pieza de caza y entregan esta imagen a una
divinidad como agradecimiento. Hay también algunos
ejemplares en los que se han reproducido hombres
bebiendo.
Finalmente, merecen citarse un grupo de figuritas
que pertenecen a una tipología menos común, y que
muestran a dos figuras juntas (¿madre e hijo?), o bien
aquellas representaciones en las que
Fig.12. Flautista de Keros.
una de las figuritas (de tamaño Atenas, Museo
sensiblemente menor) surge, Arqueológico Nacional
erguida, de la cabeza de la otra, por lo demás idénticas en todo
(fig.13.).
Desde el punto de vista estilístico, las estatuas de las
Cícladas contribuyeron poderosamente a liberar la
representación de la figura humana de los esquemas de la
abstracción prehistórica, sin vía aparente de salida. Así, por
ejemplo, en la estructura geométrica de los citados músicos
comienza a aparecer de lleno una capacidad arquitectónica y
estructural, una conquista del espacio que resulta
absolutamente novedosa e inusitada.
Algunos autores han señalado que el auténtico valor
religioso de estos ídolos se nos escapa (Vermeule, 1971: 75), y
Fig. 13. Ídolo doble, con sin embargo, la interpretación tradicional ha convertido a estas
madre e hijo. Foto: figuras en representaciones de la divinidad femenina
Vermeule
mediterránea. Otras opiniones sostienen que pudiera tratarse
de representaciones de ninfas y héroes, y también se ha querido ver en ellas a la
divinidad dadora de la vida, ya que la posición de los brazos sobre el vientre, o el
abultamiento manifiesto de éste, sugiere dicha idea. Para algunos estudiosos, la
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6. La cerámica
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Fig. 18. Askos cerámico con Fig. 19. Lámparas de aceite y recipientes para vino de
representación de erizo u oso. Atenas, elaboración cicládica, según Renfrew
Museo Arqueológico Nacional
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Ch. Dugas suponía que estos tipos cerámicos eran contemporáneos. Sin
embargo, G. Rachet (1969) sostiene que es posible distribuirlos cronológicamente a lo
largo de las distintas fases del Cicládico Antiguo. Para este autor, el primer grupo
citado se desarrolló desde el CA II, y es característico de las islas septentrionales,
mientras que el segundo grupo tuvo mayor acogida y desarrollo en las zonas
meridionales del archipiélago, siendo probablemente más tardío. El tercer grupo no
hizo su aparición hasta el CA III. Además, siguiendo el criterio del citado autor, parece
probable que fueran las cerámicas de las Cícladas las que inspiraran a los artesanos
cretenses en sus producciones correspondientes al MA III, piezas en las que abundan
el cuadrilátero y la espiral como motivo decorativo.
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7. Otras artes
Paralelamente al apogeo de la
escultura cicládica, se fabrican recipientes de
piedra de gran calidad. Fueron muy
característicos de la producción de los
artesanos cicládicos los vasos marmóreos,
especialmente los de tipo globular,
decorados frecuentemente con pequeñas
marcas semicirculares horadadas. Los vasos
de mármol están, muy a menudo, mejor
realizados que las formas cerámicas, al
menos en los tiempos más antiguos. Entre
Fig. 23. Formas típicas de la cerámica de sus variadas formas se incluyen platos,
Philakopi I, según Renfrew
tazones simples, tazones sobre patada altas,
cubetas y cajas, así como vasos cónicos. (Vermeule: 1971, 70).
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Fig. 25. Diadema de plata y otras joyas de Chalandriani (Syros) y Dokathismata (Amrgós, nn. 2-4),
según Renfrew
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