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UNIVERSIDAD POLITÉCNICA SALESIANA

GERENCIA Y LIDERAZGO

NOMBRE: Kevin Cruz

La iglesia y la economía

Desde los días de la conquista la, la iglesia viene recibiendo bienes económicos. Según “la
carta oficial de repartición Atahualpa, suscrita por el Escribano de S.M. Pedro Sancho, a la
iglesia le correspondió noventa marcos de plata y 2,220.00 pesos de oro.

Recordemos que el religioso Hernando de Lupe financió la expedición de Francisco


Pizarro a cambio de un ¡Obispado¡ El rubro económico de la iglesia, era sin duda, tenencia de
la tierra
La historia de la formación de los grandes latifundios durante la colonia hispánica es la
historia del despojo de las tierras a sus dueños legítimos: los indígenas. No deja de llamar la
atención que los jesuitas llegaron a poseer ochenta leguas cuadradas o cuatro grados
geográficos en el actual Ecuador y un total de sesenta y siete haciendas, de las cuales sesenta
y tres eran propias y las demás en administración. Más allá de la polémica, resulta
incontrastable que la iglesia dispuso de ingentes bienes durante los siglos de dominación
hispánica.

La iglesia y la sociedad

La iglesia como constitución estaba articulada a estructuras históricas irrenunciables y


determinantes (como el patronato, por ejemplo). Pero también cumplía, por otra parte una
misión específica de fe, de evangelización, que encontraba su fuente en las verdades
cristianas. Los religiosos consientes, que se inspiraban en el evangelio, denunciaron las
atrocidades de los españoles a través de múltiples memoriales al rey. Este creo las
instituciones de Protector de Indios que, por su misma naturaleza, tuvo diversas formas a lo
largo de los siglos del coloniaje

Una de estas formas es fue el Protector Eclesiástico: un religioso generalmente el obispo


que, por su condición de sacerdote, podía aliar esta función con la misión evangélica.
Existieron también protectores seglares y con el tiempo esto pasó a ser un cargo público más
que se perdió su verdadera significación.

La asistencia pública fue otro de los campos sociables en los que la iglesia cumplió su
labor. Ya en 1531 el Rey mando que fundasen “hospitales donde sean curados los pobres
enfermos y en los que se ejercite la caridad cristiana”. Otras obras de beneficio social se
debieron igualmente a las iniciativas de la iglesia. Así, por ejemplo, la Casa de Santa Marta
destinada a mujeres que querían enmendar su vida o el Hospicio de Jesús, María y José para
enfermos nerviosos. La iglesia se hizo presente siempre en las calamidades públicas (pestes,
terremotos, etc.) sobre todo en la forma de un apoyo espiritual. La iglesia reprodujo, de este
modo, la estratificación y conflictividad social de la época a través de las instituciones
religiosos y de sus miembros

La iglesia y la cultura

En los siglos del coloniaje hispánico, la cultura estuvo en manos de la Iglesia. Se le confió
toda la cultura académica (escuelas, colegios, universidades), pero controló también la cultura
artística (pintura, escultura, artesanía, etc.), la cultura y otras manifestaciones específicas
como la ascética y la mística.

Los mestizos, indígenas y demás clases bajas (salvo los negros) tenían sus propios centros
de enseñanza, pero la educación que recibían era una educación de dominación, que los
tomaban como sub-hombres capaces únicamente de un aprendizaje manual imitativo. La
iglesia tuvo, finalmente, destacada participación de las universidades quiteñas, cuando fue
cerrada definitivamente la Universidad de San Fulgencio (que había caído en desprestigio) y
se fundieron las universidades de San Gregorio y Santo Tomás en la actual Universidad
Central.

El arte nació en Quito en el regazo de la iglesia: “Tal vez más que la escultura, sirvió la
pintura para divulgar las verdades cristianas y entretener la fe del pueblo”. Fue,
fundamentalmente, en el plano del arte donde los mestizos e indígenas expresaron sus
concepciones e hicieron sus aportes, primero en el procesos de autoconstitucion como sujetos
históricos y luego en cuanto a la técnica y temática del arte mismo.

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