Está en la página 1de 1

Resumen detallado de “Cien Años de Soledad”.

CAPITULO # 1.

Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de
recordar aquella tarde remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo, era en ese
entonces una pequeña aldea a la que llegaban todos los años, por el mes de marzo, los gitanos
dirigidos por Melquíades, quienes se instalaban en una carpa y daban a conocer sus nuevos
inventos, primero llevaron el imán, exhibiéndolo de casa en casa para captar la atención de los
aldeanos. José Arcadio Buendía, con su imaginación que siempre iba más allá del milagro y la magia,
lo consideró un invento útil para desenterrar el oro de la tierra, a pesar de que Melquiades le previno
que no servía para eso el no hizo caso. Úrsula su mujer no estaba de acuerdo, pero a ella tampoco
le hizo caso, dándole uso a dicho invento no encontró nada más que una armadura con un esqueleto
calcificado. En marzo otra vez volvieron los gitanos y esta vez llevaban consigo un catalejo y una
lupa del tamaño de un tambor, exhibiéndolo como el último descubrimiento, hicieron
demostraciones con los dos inventos, José Arcadio Buendía sin consolarse por el fracaso de sus
imanes pensó en utilizar la gran lupa como un arma de guerra, a cambio de esto le dio los dos
lingotes imantados y tres piezas de dinero colonial que le pertenecían a Úrsula. Ni siquiera trato de
consolar a Úrsula que lloraba de consternación. Hundido en sus experimentos abandono por
completo las obligaciones domésticas y descuidó a su familia. Descubre que la tierra es redonda y
les demostró a los hombres del pueblo que era cierto lo que él decía. Toda la aldea pensaba que
José Arcadio Buendía había perdido el juicio. Para esa época Melquiades había envejecido con gran
rapidez, era el resultado de múltiples y raras enfermedades contraídas en sus incontables viajes
alrededor del mundo. Aquella tarde en que le revelo sus secretos, José Arcadio Buendía supo que
era el principio de una grande amistad. Los niños se asombraron con sus relatos fantásticos,
mientras chorreaba por sus sienes la grasa derretida por el calor, José Arcadio y su hermano mayor
transmitieron aquella imagen maravillosa como un recuerdo hereditario, Úrsula en cambio,
conservó un mal recuerdo porque entró al cuarto justo cuando Melquiades rompió por distracción
un frasco de bicloruro de mercurio. Cuando volvieron los gitanos, Úrsula se encargó de poner en
contra de ellos a toda la población, pero la curiosidad de los aldeanos fue tan grande que todos
fueron hacia la carpa en la que se instalaron para mirar por el pago de un centavo a Melquiades
juvenil, repuesto totalmente, el pavor se convirtió en pánico cuando se sacó los dientes y por un
instante fugaz se mostró ante el público como el hombre que fue en años anteriores. José Arcadio
Buendía consideró que los conocimientos de Melquiades habían llegado a extremos intolerables y
de la noche a la mañana perdió su interés en las investigaciones de alquimia, sufriendo una nueva
crisis de mal humor, no volvió a comer en forma regular y se pasaba dando vueltas por la casa. Todo
el pueblo de Macondo se asombraba de cuánto había cambiado por influencia de Melquiades.
Perdió su espíritu de iniciativa, pasó de ser el hombre más emprendedor a convertirse en un
holgazán, descuidado al momento de vestir y tenía una barba salvaje que Úrsula lograba cuadrar
apenas con un cuchillo de cocina. Pero hasta los más convencidos de su locura abandonaron su
trabajo y familiar cuando se echó sus herramientas al hombro para emprender un peligroso viaje,
pero luego solo llego al mar y aseguro que Macondo estaba rodeado de agua por todas partes.
Debido a este viaje decide abandonar Macondo, pero Úrsula lo detiene y le dice que en vez de andar
pensando en sus alocadas novelerías debe ocuparse de sus hijos. Entra en razón y reflexiona, le pide
que llame a sus hijos y se entretiene en enseñarles a leer y a escribir, hablándoles de las maravillas
del mundo. Ésta vez llegan a Macondo nuevos gitanos y se entera de la muerte de Melquiades.
Además, junto con sus dos hijos, conoce el hielo y cree que ese es el más grande invento de su
tiempo.

También podría gustarte