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¿QUÉ ES METAFÍSICA?

Según investigación moderna, con otros modos de representar y producir ente, la cual
todo ente se define por medio de la voluntad de voluntad.
Toda objetivación de lo ente se sume en la procura y aseguramiento de lo ente. Así,
toda conducta en relación con lo ente denota un saber del ser
La metafísica es la historia de esta verdad y se mueve siempre en el ámbito de la
verdad del ser. La respuesta esencial es sólo el comienzo de una responsabilidad.
Los obstáculos para seguir la lección con el pensamiento son de dos tipos. Unos
nacen de los enigmas que se esconden en el ámbito de lo aquí pensado. Los otros
surgen de la incapacidad y a menudo también de la falta de voluntad para pensar.
Lo único que encuentra siempre es a lo ente, pero el ser no se deja representar y
producir como un objeto. Sin el ser, nos conduce a la angustia esencial, todo ente
permanecería inmerso en la ausencia de ser. Una experiencia del ser como
experiencia de la alteridad respecto a todo ente procura la angustia.
El hombre es el único que, siendo interpelado por la voz del ser, experimenta la
maravilla de las maravillas: que lo ente es.
El pensar exacto se vincula a lo ente únicamente en el cálculo y sirve únicamente a
aquél. Un pensar cuyos pensamientos no sólo no cuenta, se llama pensar esencial.
El pensar inicial es el eco del favor del ser en el que se aclara y acontece y eso único:
que lo ente es. El pensar esencial es un actuar- y conserva la existencia, existencia
adquirida para la preservación de la dignidad del ser.
Esta insistencia es la imperturbable indiferencia, que no permite que se altere su
oculta disposición para la esencia de despedida de todo sacrificio.
El pensar esencial ayuda como un simple insistir en existir, el pensar busca para éste
la palabra desde la que la verdad del ser llega al lenguaje.
El pensar del ser protege a la palabra y, en esa tutela, cumple su determinación y su
destino. Es el cuidado en el uso del lenguaje.
Uno de los lugares esenciales de la ausencia de lenguaje es la angustia, en el sentido
de ese espanto al que destina al hombre el abismo de la nada. La nada, como lo otro
de lo ente, es el velo del ser.
En el ser ya se ha consumado en el inicio todo destino de lo ente.
Cuando la metafísica representa al ente, siempre se ha transparentado el ser. Puesto
que la metafísica pregunta al ente como ente, permanece cabe el ente y no sé vuelve
al ser como ser.
La metafísica sigue siendo lo primero de la filosofía. La metafísica es superada por el
pensamiento de la verdad del ser. La pretensión de la metafísica de administrar la
relación con el ser y determinar de modo decisivo toda relación con el ente .
La metafísica, habla constantemente y en las formas más variadas del ser. Sólo que la
metafísica jamás responde a la pregunta por la verdad del ser. La afirmación de la
metafísica se mueve desde su comienzo hasta su consumación, por modo extraño, en
una constante confusión del ente y el ser.
El ente que está en el modo de la existencia es el hombre. Sólo el hombre existe.
Esto sobre la referencia de la verdad del ser a la esencia del hombre procedente de la
metafísica será aprehendido como comprender. Pero el comprender debe ser
igualmente pensado desde el estado de no oculto del ser.
La metafísica dice lo que el ente es como ente. El tardío título “ontología” señala su
esencia.
La metafísica es en sí, y sin duda porque trae al ente como ente la representación
doble y unívocamente de la verdad del ser en lo más general y en lo más alto. Ella es,
a la vez, por su esencia ontología en el sentido más riguroso y teología. Esta esencia
unto-teológica de la propia filosofía. El carácter teológico de la ontología consiste, en el
modo como ella ha engendrado en sí desde el comienzo al ente como ente.
La metafísica toma esta duplicidad de faz porque ella. Como metafísica está
descartada de la experiencia del ser a través de su propia esencia

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