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Ecuador: La Coyuntura de 1993 y Perspectivas para 1994/8-52 tras
EQUIPO DE COYUNTURA "CAAP" ·or-
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Ecos y Escenarios de la Coyuntura Internacional/ 54 - 68 de
WILMA SALGADO :se
América Latina en el escenario mundial de los años 90 1 69 - 77 1en-
FERNANDO BUSTAMANTE
Tendencias de la economía internacional y elementos para una estrategia ltU-
de comercio exterior 178 - 86 que
JüRGEN SCHULDT 'on-
América Latina en la Economía Mundial 187 - 100 nas
~re­
ANIBAL QUIJANO
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Los pequeños países de América Latina en la hora neoliberal .
nén
Procesos recientes y alternativas emergentes 1 101- 115
lOS,
GERONIMO De SIERRA
pie-
B nuevo escenario 1 117- 124
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FRANCISCO J. De ROUX con
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Preguntas actuales para la investigación agropecuaria y sta-
de los recursos naturales 1 130 - 135 neo
LEONARD FIELD :>ro-
Situación actual y perspectivas de la economía campesina 1 137- 152 ani-
LUCIANO MARTINEZ
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Gobernabilidad sin gobierno: El laberinto del93 1 154- 163
CESAR VERDUGA
La unidad de valor constante 1 165- 168
LEONARDO SUARFZ G.

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Derecho. pueblos mdÍgel1as y reforma del Estado /169-171
J. GONZALEZ PüiG
AMERICA LATINA EN LA ECONOMIA MUNDIAL<*>
Am'bal Quijano •

Democracia y desarrollo no se han dado ni pueden darse por separado, en el caso


de América Latina, la democratización significa ante todo la descolonización del
poder lo mismo en su materialidad, que en sus relaciones íntersubjetivas. Sí así no
ocurre, la historia cobrará cuentas en las propias sedes del "centro" en donde la
colonialidad instala ahora sus más turbulentas sedes.

A mérica Latina es, en ténni-


nos relativos a lo que ha
perdido, la víctima princi-
Sobre lo primero, bastan pocos da-
tos para mostrarlo. La salida de capita-
les desde América Latina entre 1980 y
pal de la crisis mundial de la economía, 1990, solamente por servicios de la deu-
aunque en términos absolutos lo sea da internacional, fue de alrededor de
Africa. Y es poco probable que haya $200.000 millones, lo que equivale al
logrado salir del pantano de esta situa- 25% del ahorro interno. Si a esto se aña-
ción antes de traspasar el siglo. de lo que ha salido como fuga de capi-
En la década pasada se hicieron vi- tales y pagos, la cifra es más del doble
sibles cantbios drásticos en el lugar y en y compromete más del 50% de tal aho-
el papel de América Latina en la econo- rro. América Latina ha vuelto a ser,
mía mundial. Esas alteraciones están como al comienzo de su historia, neta
asociadas a graves problemas en la so- exportadora de capitales.
ciedad latinoamericana, particulannentc Además, la participación de la re-
para la amplia mayoría de los trabaja- gión en el comercio mundial se ha des-
dores. plomado al 3%. La magnitud de la caí-

(*)Publicado en Intemational Social Sciences Joumal, Noviembre 1993, UNESCO, París, Francia. Parte
de este artículo fue presentado en el VIl Encuentro: Historia y realidad económica y social del Ecuador y
América Latina, organizado por el ILDIS - Universidad de Cuenca.
l. Cientista Social peruano. Profesor de la Universidad de San Marc(.lS-Lima y New York.

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da salta a la vista si se compara con el ti1 recordar que ya en 1970, se estimaba
30% de antes de la Segundo Guerra que unos 54 millones (18% del total en
Mundial o con el 11-15% desde enton- ese momento) se encontraba en condi-
ces hasta la crisis mundial. Y así ocurre ciones de "indigencia" y otros 130 mi-
a pesar de que la exportación regional llones (40%) bajo "pobreza crítica" 2 •
saltó en un 56% entre el 80 y el 88,
aunque exactamente en el mismo perío- LOS FACTORES EN CAUSA
do los términos de intercambio caían en
másdel22%. La explicación más o menos consen-
En su otra cara, esta crisis se vincula sual sobre aquellos fenómenos remite,
a problemas económicos y sociales cuya principaimente, a las tendencias del ca-
magnitud, en algunos aspectos, no tie- pital financiero y su transnacionalización
ne precedentes. Desde 1980 el PBI ha o, mejor, globalización, bajo el control
caído en más del 10% (es cierto, por de lo que suele ser denominado "el cen-
supuesto, que hay fuertes diferencias en- tro", en la nomenclatura de la imagen
tre los países; en los extremos, algunos "centro-periferia", o "el norte" en otra
crecieron en alrededor de un 2%, mien- más geográfica y reciente.
tras otros decrecieron en más del 20%. Acerca de sus implicaciones, en el
El ingreso per capita cayó en un 15% y actual debate latinoamericano, para unos
el consumo global per capita en más del se trata apenas de los efectos del normal
7%; la inversión se contrajo en un 40%; e inevitable comportamiento de la eco-
el nivel del salario mínimo declinó en nomía mundiai y toda solución de los
más del 11 %; el desempleo urbano se problemas que ello implique en cada re-
expandió en un 10%, mientras la llama- gión o país, sólo puede provenir de una
da "economía informal" lo hizo en cer- adecuación apropiada a las normas y a
cadel5%. los mecanismos de ese comportamien-
Como parte del proceso, la pauperi- to. Esa es, como se sabe, la propuesta
zación afecta a una proporción crecien- de los llamados "neoliberales". Para
te de la población latinoamericana. Es- otros, se trata de una imposición de los
timaciones conservadoras señalan que países del "centro" o "norte", que de-
actualmente unos 170 millones de per- biera ser rechazada o resistida. Esta pos-
sonas, lo que equivale a un 43% del to- tura junta a las diversas gentes que con-
tal de dicha población, están sometidas curren, ahora sin demasiado énfasis, a
a la "pobreza crítica". Quizás no es inú- la defensa de lo nacional-estatal y pro-

2. Las estadísticas son conocidas y están en diversas fuentes. Eso evita insistir en ellas. Los datos aquf
consignados provienen, principalmente, de Dharam Ghai (ed.), 1991: "The IMF and the South". Zed
Books, London, pp. 13-37; de Anfbal Quijano, 1984: ''Transnacionalización y Crisis de la Economfa en
América Latina". CERF''. San Juan, Puerto Rico; de Gonzalo Martner et. al., 1987: "Diseftos para el
cambio", Caracas, pp. 169-211.

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ponen wm suerte de "neodesarrollismo" rica Latina? En otros términos, ¿porqué
o "neoestructuralismo" como alternati- esta región no es capaz de retenerlos o
va. mejor aún de atraerlos? ¿Porqué si, en
En todo caso, para todos ellos se tra- cambio, Japón y los otros "tigres asiáti-
ta de wm cuestión de poder inter-nacio- cos" (en particular, Corea del Sur y
nal o inter-regional. No cuesta, en efec- Taiwan)?
to, imaginar cuán diferente sería la si- Tal pregunta es mucho más pertinen-
tuación de América Latina si aquellos te aún, si se considera que América La-
600 millones de dólares hubieran sido tina ha sido en períodos anteriores, por
invertidos en esta región durante los úl- ejemplo, para no ir muy lejos, entre la
timos diez años. Parece evidente, a pri- Segunda Guerra Mundial y fines de los
mera vista, que la situación actual de 70s., wm región a la que han afluido
América Latina en la economía mundial considerables recursos económicos y
es, en lo fundamental, resultado del des- donde antes de la crisis actual, sobre todo
plazamiento de sus recursos en favor del en los 50s. y 60s., se habían producido
"centro" o "norte", como parte normal importantes procesos de industrializa-
del comportamiento de la economía, en ción, expansión, diversificación y tecni-
la versión neoliberal; o, en la otra ver- ficación de la economía. Inclusive, to-
sión, como imposición del poder. mada en su conjunto, la región logró
Tal perspectiva no es, en general, in- mantener durante gran parte de los 70s.,
correcta. En verdad, somos afectados por una nada desdeñable dinámica econó-
un nuevo momento de drástica recon- mica que contrastaba con la "stagflation"
centración de los recursos del mundo del "centro" 3 •
bajo el control de wm reducida minoría Es necesario, en consecuencia, ad-
de su población, cuyos núcleos y cuyos mitir que América Latina, no obstante
instrumentos de control están concen- algunos importantes y relativamente lar-
trados, ante todo, en los países que con- gos períodos de manejo de recursos de
forman lo que suele denominarse "el capital, no ha logrado consolidar y ha-
centro", o en términos geográficos "el cer estable y duradero su proceso de de-
norte". Y los mecanismos económicos sarrollo, por lo cual aún fluctúa, en con-
más importantes de esa reconcentración traste con los países y/o regiones del
de recursos, son sin duda los del capital "centro" o "norte", no solamente entre
financiero. los ciclos normales de expansión y de
Sin embargo, de todo ello no podría contracción del capital, sino, en primer
desprenderse ninguna respuesta acerca término, entre períodos de drásticos dre-
de wm pregunta necesaria: ¿porqué se najes de recursos en favor del "centro",
desplazan esos recursos fuera de Amé- como ahora, y de afluencia relativamente

3. Vé~ de Aníbal Quijano, 1984: 'Transnacionalización y Crisis de la Economía en América Latina".


CEREP, San Juan, Puerto Rico.

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considerable de capital hacia la región, terminado o terminan integrándose al
como después de la Segunda Guerra "centro". Fn todo caso, se trata de paí-
Mundial. Fn todo caso, los ciclos del ses desarrollados.
capital y el flujo y reflujo de recursos La pregunta es obligada: ¿porqué,
en la región, se dan superpuestos y aque- por ejemplo, Dinamarca y no México o
llos a través de éstos. Por eso, América Suecia y no Argentina? Puesto que no
Latina no ha dejado de ser víctima de se trata de una crónica falta de recursos,
los mecanismos actuales del capital fi- dada la magnitud de las riquezas produ-
nanciero, en lugar de tener un papel im- cidas y extraídas desde América Latina
portante o decisivo en la definición y en o que se han movido en ella en diversos
la acción de tales mecanismos. períodos; ni tendría sentido admitir al-
Al final de la Segunda Guerra Mun- gún mítico "carácter nacional" o "cultu-
dial, destrozada la economía europea, ral", que condena a estos países a la pri-
sobre todo la de Alemania, y la deJa- sión perpetua del subdesarrollo, parece
pón, América Latina aparecía mejor co- pues pertinente indagar de nuevo en esta
locada para ingresar en la vía de un de- historia.
sarrollo estructural y duradero. Argenti-
na, por ejemplo, era un país cuya capa- LAS MUTA ClONES DEL PODER
cidad financiera, comercial, técnica, y
cuya dotación de recursos naturales y Lo primero que me parece necesa-
humanos, eran sin duda claramente ven- rio, es hacer notar que la tendencia ac-
tajosas respecto de los países que hoy tual de reconcentración brutal de recur-
son los "tigres asiáticos", e inclusive de sos económicos de todo el mundo bajo
Japón. el control del "centro" o "norte", impli-
No es muy difícil mostrar y admitir ca una modificación radical de lo que
que, en efecto, el mayor poder de los ocurría en el período precedente. En ese
países del "centro", permite, (ha permi- sentido, se trata de toda una mutación,
tido siempre), imponer sus decisiones y no de un cambio corriente.
condiciones sobre los demás. Empero, En efecto, al término de la Segunda
de un lado, los efectos de esa imposi- Guerra Mundial se abrió un período más
ción ocurren en modos y medidas muy bien prolongado de una redistribución
diferentes en cada país o en cada re- relativamente importante de recursos de
gión. Y de otro lado, los países y regio- producción y de estructuras productivas
nes integrantes de tal centro no son siem- en todo el mundo. Podría decirse que se
pre los mismos, como ocurre ahora con produjo una relativa democratización en
Japón. En la propia Europa, y aunque el control de los recursos. Y aunque eso
unos son más "céntricos" que otros, se no significó la cancelación de los patro-
puede reconocer que países como los de nes mayores de distribución de poder
&candinavia o más recientemente los mundial, esto es, la relación de domina-
de Iberia, que antes estaban fuera, han ción y de dependencia entre el "centro"

90
y la "periferia", el hecho es que cada consecuencia, en las relaciones entre es-
uno de los términos de esa relación fue tructuras institucionales, sino en cada
profundamente modificado en su com- rincón de la vida cotidiana.
posición y en sus características, de Sería ocioso aquí ir más lejos sobre
modo que la propia relación fue, en ese cosas sabidas. U> que importa es poner
sentido, también profundamente cambia- de relieve que se trataba de toda una
da. Todo el debate acerca del "desarro- confrontación cuyos contenidos socia-
llo-subdesarrollo", de la "dependencia" les y/o nacionales se amalgamaban de
y del "centro-periferia", expresaba de múltiples modos en cada contexto y que
modo bastante ceñido el contexto y la forzaron en una medida apreciable una
dinámica de esos cambios. Y, como se relativa redistribución del poder, sobre
sabe, fue América Latina la protagonis- todo económico y político, a escala mun-
ta principal, no solo el escenario, de ese dial.
debate. Esa dinámica se produjo en asocia-
No se podría afirmar, con seriedad, ción con el proceso de globalización del
que se trataba simplemente de la acción capital. No se podría explicar, probable-
espontánea de los mecanismos de la eco- mente, la crisis subsecuente de la es-
nomía. Lejos de eso, fue la profunda tructura mundial de acumulación, sin
redistribución del poder como secuela considerar que dicha crisis fue de algún
de la guerra mundial; de la confronta- modo el momento crucial de aquella
ción ruso-norteamericana-europea o confrontación y permitió un movimien-
"guerra fría"; de las revoluciones anti- to victorioso de los controladores del ca-
coloniales victoriosas; de los "socialis- pital, de sus sedes regionales y naciona-
mos" en Asia, Africa y América Latina; les y de sus organismos e instituciones
de los movimientos y regímenes políti- de control.
cos del new deal, socialdemócratas, so- La transnacionalización o globaliza-
cialcristianos, en Europa y en Estados ción del capital financiero emergió como
Unidos; de los regímenes nacionalista- uno de sus cauces decisivos. Pero fue
populistas que tenían discursos, y en al- sobre todo la sucesiva derrota política
gunos casos prácticas, radicales, en todo de todos los movimientos, organizacio-
el llamado "tercer mundo" y en especial nes y regímenes políticos que, en diver-
en América Latina; de la presión de los sos sentidos y ante todo nacionales, se
movimientos y organismos de los asala- habían enfrentado a esos sectores domi-
riados, en todas partes; de los notables nantes del capital, lo que ha ido permi-
cambios culturales e ideológicos que re- tiendo imponer lo que ahora se registra,
corrían el planeta y empujaban a jóve- este nuevo momento de drástica recon-
nes, mujeres, poblaciones "de color", a centración del poder y de sus recursos,
luchar por la democratización del poder económicos y políticos y que altera de
entre los países, entre las regiones, en- manera tan dramática la tendencia im-
tre las categorías sociales. No solo, en perante en el período anterior. B esta-

91
llido del patrón de poder denominado nadas, discriminadas y en algunas re-
"socialismo real" por sus beneficiarios, giones inclusive despojadas de recursos
culmina toda aquella reconfiguración del de sobrcvivencia, procedan de las so-
poder global. ciedades destruidas y/o colonizadas por
Puesto que no ocurrió una imposi- los europeos? ¿Es mera coincidencia que
ción por la violencia, de los intereses o las regiones y/o países de la "periferia"
de las decisiones del "centro" sobre las o "sur" correspondan, precisamente, a
otras regiones (milita nnente fue, por el las áreas que habitaban las sociedades
contrario, derrotado, como en Vietnam destruidas y/o colonizadas por los euro-
y en Argelia); ni tiene sentido asumir peos? ¿Es mera coincidencia que las
con seriedad el simplismo de una pro- gentes que descienden, parcial o total-
puesta que otorga a los solos mecanis- mente, de las poblaciones colonizadas
mos financieros, independientemente de por los europeos, sean, en su amplia ma-
los otros factores del poder, como si ope- yoría, dominadas y discriminadas, don-
raran en un vacuum histórico-social, la de quiera que habiten?
facultad de ordenar y reordenar las rela- Si no se trata (¿habrá quien pudiera
ciones de poder en el mundo, no es ar- decir que sí?) en esas situaciones de sim-
bitrario sugerir la búsqueda e identifica- ples coincidencias históricas, no se pue-
ción de otros elementos contenidos, pro- de eludir la cuestión de las relaciones
bablemente, en dichas relaciones. entre la colonialidad del poder y el de-
Por obvias razones, no se me ocurri- sarrollo 4 •
ría pretender aquí esa búsqueda para la En 1492, con el nacimiento de Amé-
entera estructura mundial de poder. Es rica y de Europa, del capitalismo y de la
América Latina, la que aquí está en cues- modernidad, se inicia un proceso de bru-
tión. tal y violenta reconcentración de los re-
cursos del mundo, el trabajo en primer
IJA COLONIALIDAD DEL PODER término, bajo el control de Europa. Ese
proceso prosigue y se expande en los
¿Es mera coincidencia que, a la es- siglos posteriores con la colonización de
cala global del planeta, la abrumadora las sociedades de la Península Indostá-
mayoría de las gentes explotadas, domi- nica, de Africa, de China, del Medio

4. Colonialidad es un neologismo necesario. Tiene respecto del término colonialismo, la misma ubica-
ción que modernidad respecto de modernismo. Se refiere, ante todo, a relaciones de poder en las cuales
las categorias de "raza", "color", "etnicidad", son inherentes y fundamentales. Sobre el concepto de
colonialidad del poder y sus implicaciones, véase de Aníbal Quijano, 1991: "Colonialidad y Moderni-
dad/Racionalidad", en PERU INDIGENA, 1 29, Lima, Perú, pp. ll-21. Reproducido en Heraclio Boni-
lla (ed.), 1992: "LOS CONQUISTAOORES". FLACSO, Quito, Ecuador, pp. 137-446. También de
Aníbal Quijano e Immanuel Wallerstein, 1992: "La americanidad como concepto o las Américas en el
moderno sistema-mundo", en INTERNACIONAL SOCIAL SCIENCE JOURNAL, Noviembre 1992,
UNESCO, París, Francia, pp. 549-559.

92
oriente. De ese modo se va produciendo no-europeos y entre lo europeo y lo no-
la mundialización del poder, de la eco- europeos.
nomía en primer término, en tomo del Tales categorías actuaron y actúan
capital. Es su culminación que se proce- en las relaciones materiales; pero no de-
sa en nuestro tiempo y que denomina- penden de ellas, que han cambiado todo
mos como globalización del poder. El el tiempo desde entonces. Están consti-
control centralizado de tal proceso de tuidas en las relaciones intersubjetivas
Europa no ha terminado; pero se amplió del poder. Más aún, ellas ·;e hicieron
primero a los descendientes de los colo- parte inherente de la entera racionalidad
nizadores europeos enAmérica del Norte eurocentrista, esa peculiar distorsión de
y más recientemente a otras sociedades la moderna racionalidad, que terminó
no-europeas, pero nunca colonizadas por imponiéndose como expresión dominan-
Europa, como Japón. te del mundo que comenzó con la for-
Empero,la condición fundamental de mación de América. Y no han abando-
las relaciones entre lo europeo y lo no- nado hasta hoy ese lugar, aunque la ra-
europeo, que se impone durante ese pro- cionalidad eurocentrista ha entrado en
ceso, no fue solo la explotación del tra- crisis al mismo tiempo que culmina y
bajo de los dominados, en todas sus for- transita la globalización final de dicho
mas, separadas y combinadas; ni lacen- mundo. Por todo ello, la relación de po-
tralización de los recursos y de los be- der entre europeos y no-europeos, y en-
neficios en favor de los dominantes, eu- tre lo europeo y lo no-europeo, no ha
ropeos en el caso. Cada uno de tales dejado hasta hoy de reproducir su pri-
elementos ha tenido una historia muy migenio carácter,la colonialidad.
cambiante en el curso de este largo tiem- Sin tal colonialidad del poder, no se-
po, como quedó antes señalado. ría posible entender y explicar la para-
Lo que ha permanecido inalterado, dójica historia de las relaciones de Amé-
no obstante sus muchos avatares, es lo rica Latina dentro del mundo, ni del
que emergió como radicalmente nuevo mundo de las relaciones sociales dentro
en la conquista y destrucción de las so- de América Latina, ni sus recíprocas im-
ciedades precolombinas y la formación plicaciones. :&! otros términos, la histo-
de América: la constitución de las cate- ria del poder, de la cual hace parte la
gorías que ahora conocemos como del "desarrollo". sería ininteligible en
"raza", "color", "etnia" y el derivado América Latina.
complejo "racismo etnicismo", como Debe recordarse, en primer lugar, que
elementos fundamentales e inherentes a el control del poder postcolonial fue ga-
la relación de poder entre europeos y nado por los herederos de los coloniza-

S. V~ en ese sentido, de Anfbal Quijano, 1993: "Raza. Etnia y Nación: cuestiones abiertas". En
JOSE CARLOS MARIATEGUI Y EUROPA. EL OTRO ASPECTO DEL DESCUBRIMIENTO, Amauta,
Lima, Perú, pp. 167-188.

93
dores 6 • Como ironía histórica, la Inde- el orden político-social estable y legíti-
pendencia les permitió, en el área ibero- mo.
americana, hasta la ventaja de no tener la percepción eurocentrista implica
que lidiar con el poder contralor de la que la realidad latinoamericana sólo pue-
Corona respecto de las relaciones con de ser vista según las imágenes inevita-
los dominados, "indios", sobre todo, y blemente distorsionadas en el espejo eu-
"negros" y "mestizos", las nuevas iden- ropeo. Esto es, no meramente quiméri-
tidades históricas establecidas durante la cas; pero necesariamente inexactas. De-
Colonia. De ese modo, la colonialidad bido a ello, los problemas no han podi-
pudo ser inclusive acentuada, una vez do ser nunca ceñidamente planteados y
terminado el colonialismo. mucho meuos adecuadamente resueltos.
Respecto de lo que aquí está en de- Todo ocurre solo como si; niega su pro-
bate, dos implicaciones mayores mere- pia identidad, no logra ser auténtico. Lo
cen ser aquí por lo menos consignadas, trágico de eso es que los problemas no
ya que en tan corto espacio no podrían pueden ser resueltos, salvo parcial y fu-
ser debatidas con detenimiento 7 • Pri- gazmente. Porque América, y por sobre
mero, el descuento perdurable entre, de todo América latina, no es, no puede
un lado, la originalidad y la especifici- ser, por modo alguno, una prolongación
dad de la experiencia histórica llamada de Europa. Occidente quizás; Europa,
América latina y, del otro lado, la con- jamás. América del Norte es ante todo
figuración eurocentrista de la mirada, de una manera avanzada de Occidente. Pero
la perspectiva dominante, que sigue tra- no es, no lo fue nunca, meramente una
tando de "leer" esa realidad, como -si copia o una prolongación de Europa. Si
fuera-Europa. Segundo, la hasta ahora lo es, quizás solo en los mismos modo y
insanable lacra de la percepción euro- medida con los cuales Europa es hoy
centrista del dominante sobre el domi- una prolongación de América del Nor-
nado ("indio", "negro" o "mestizo"), que te. Para América latina, Occidente es
bloquea la admisión de tal dominado por cierto una de sus básicas maneras.
como un otro sujeto; es decir, diferente Todo lo demás, le es propio. Pero todo
pero igual. Y por lo cual, la ciudadanía eso quiere decir que el eurocentrismo,
del dominado no puede ser cabal, ni la como modo dominante de percibir, de
sociedad realmente nacionalizada, ni el elaborar, nuestra realidad, es un elemen-
Estado efectivamente representativo, ni to necesario de la colonialidad del po-

6. Haití fue una poca duradera excepción. Allí ocurrió la primera experiencia mundial en que se
destruye, en el mismo movimiento, la dominación nacional o colonialismo; la dominación de clase, el
esclavismo; y la dominación "radical" de los "blancos" sobre los "negros". Pocos años después, la
reocupación colonial de la nueva nación por Estados Unidos, destruyó esas conquistas.
7. Un examen de estas 'uestiones puede ser encontrado en Anibal Quijano, 1994: PODER Y CULTU-
RA EN AMERICA LATINA (por aparecer en EDUSP, Sao Pauto, Brasil).

94
der y perdura y es reproducido en inte- los países de la región éstas aparecen,
rés de los beneficiarios de tal poder. por lo mismo, veladas y con frecuencia
Las categorías "raza", "color", "et- negadas explícitamente por los domina-
nicidad" y el complejo intersubjetivo dores y no pocas veces por las víctimas.
"racismo-etnicismo". no solo son inhe- Brasil y Perú son los ejemplos típicos.
rentes al eurocentrismo en América La- Por ello, la división en castas separadas
tina. Son sus fundamentos. El modo de jurídicamente es, por el momento, im-
percibir, en general, y esas categorías pensable. De allí se origina una peculiar
mentales, se corresponden y se refuer- paradoja latinoamericana: los domina-
zan recíprocamente. dos pugnan por entrar y están entrando
Dentro de aquella configuración, las todo el tiempo a la ciudadanía y al mis-
correspondencias sociales, materiales o mo tiempo no terminan de entrar y con-
ideológicas, que están asociadas a la de- solidarse en ella. La sociedad latinoa-
mocratización básica y a la correspon- mericana es, de ese modo, radical y per-
diente nacionalización relativa de las so- manentemente conflictiva.
ciedades, en América Latina no pueden Una parte muy grande de las vícti-
desarrollarse plenamente. Para los do- mas de la colonialidad del poder, no pue-
minantes, que se autoperciben como eu- de ejercer sino muy parcial y formulis-
ropeos o tratan de asimilarse a éstos, la tamente la ciudadanía, ni política, ni so-
suerte de los dominados solo es impor- cialmente. El Estado y el entero orden
tante en cuanto afecta el interés de los político no son, no pueden ser plena-
dominantes. Eso bloquea, todo el tiem- mente representativos, ni estables, por-
po, la posibilidad real de modernidad que los conflictos derivados del choque
estructural y global de esas sociedades. superpuesto de intereses sociales y ''ra-
A las instituciones y aspectos de la vida cial-étnicos", no solo se reproducen sin
cotidiana en los cuales participan los do- tregua, sino que son insolubles e inab-
minados, la modernidad no llega sino sorvibles en el orden constituido sobre
parcial y a veces precariamente. La do- esas bases. La sociedad no llega a de-
minación, en consecuencia, no se ejerce mocratizarse, ni, por lo tanto, a nacio-
sólo en términos de clases sociales o de nalizarse por entero.
estratos socio-económicos, sino ante El "estado-nación" no deja de ser -
todo en términos "étnico-raciales" 8 • en mayor o menor medida, según los
No obstante, la ideología aceptada casos -una mistificación, mientras la co-
formalmente, esto es, ideológico-jurídi- lonialidad sea la condición básica del
camente, va en contra de tales catego- poder en la sociedad. Ya Mariátegui, an-
rías y discriminaciones, y en casi todos tes de 1930, había observado que en

8. El debate sobre esta cuestión de la ciudadanía en América Latina está en desarrollo. Véase de
Roberto Da Matta et al., 1992: "Brasileiro: Cidadao?: Cultura Editores Associados, Sao Paulo, Brasil,
pp. 3-32.

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América Latina, a diferencia de China, des sociales de tipo clasista. El efecto
por ejemplo, no eran suficientemente perverso de este comportamiento ha
fuertes y duraderos los lazos de solida- sido, en todas partes, la inestabilidad y
ridad nacional entre dominantes y do- la precariedad del desarrollo.
minados, por el conflicto "racial", y que Cuando en determinados períodos,
los dominantes "blancos" se identifica- por la afluencia de capitales o por la
ban más con los intereses europeos que reinversión significativa de recursos in-
con los de "indios", "negros" y "mesti- ternamente generados, algunos países o
zos" 9 • la región entera pudieron ostentar cifras
No han logrado escapar del todo a macroeconómicas a veces impresionan-
ese destino, ni siquiera los países del tes, los beneficios nunca dejaron de ese
llamado Cono Sur (Argentina, Chile, tar brutalmente concentrados hajo el con-
Uruguay) que intentaron lograr la euro- trol de los dominadores o lo fueron in-
peidad por medio de la matanza de mi- cluso aún más en ese mismo momento
llones de aborígenes y su reemplazo por (no está demasiado lejos en el tiempo el
migrantes europeos, aunque los sobre- "milagro brasilero"). Y si por la presión
vivientes de las poblaciones aborígenes de los trabajadores fue posible dismi-
quedaron tan marginados que hoy son nuir dicha concentración, como en Ar-
sociológicamente invisibles. La europei- gentina bajo el primer gobierno de Pe-
zación demográfica de esos países per- rón, el orden político respectivo no duró
mitió, sin embargo, que las distancias mucho después y cedió paso a una pro-
sociales en esos países fueran menos ex- longada inestabilidad.
tremas y explícitas que en los demás. Probablemente estos problemas se
Con toda su crueldad histórica, esa es ven coil más claridad, en contraste con
una ilustración eficaz de la cuestión aquí la experiencia de países y regiones que
en debate. han logrado consolidar y estabilizar su
Por todo ello, el flujo y reflujo de desarrollo. En todos ellos, una cuestión
vastos recursos hacia y desde América ha sido resuelta no como secuencia del
Latina, desde la Independencia, no fue desarrollo, sino como su condición, sea
empleado por los dominantes en benefi- de partida o de consolidación: la distri-
cio de la sociedad nacional en su con- bución relativamente importante del con-
junto, porque ella no existía sino como trol de recursos de producción, y del po-
el conjunto de los dominadores, ni esta- der en la sociedad y en el estado. No se
ba en el interés de éstos organizarla y trata de la inexistencia de concentración
desarrollarla en beneficio de toda la po- del control de recursos de producción y
blación, aún con todas las desigualda- del poder social y político. El mundo

9. José Carlos Mariátegui, 1992: "El Problema de las Razas en América Latina" y "Punto de Visla Anti-
imperialisla". En TEXTOS BASICOS (Selección, Prólogo y Notas de Aníbal Quijano). Fondo de
Cultura Económica, Lima, Perú, pp. 210.257 y 203-210 respectivamente.

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está aún muy lejos de eso. Se trata de la de redistribución de ciudadanía. En últi-
coexistencia de dicha concentración, con ma instancia, el "desarrollo" continuado
una difundida propiedad mediana y pe- es la otra cara de la continuada demo-
queña de recursos de producción; es de- cratización del poder.
cir, se trata de una relativa democratiza- Si en América Latina han terminado
ción del control de recursos de produc- todo el tiempo frustradas todas las ten-
ción. Y al mismo tiempo, de una real dencias y oportunidades de una "revo-
distribución de la ciudadanía social y lución industrial" endógena y autóno-
política. E<ito es, de una relativa demo- ma, la explicación difícilmente podría
cratirnción del control de las relaciones ser encontrada fuera de la colonialidad
de poder en la vida social y en el esta- del poder. ¿No está vinculada a ésta, en
do. una amplia medida, la "sustitución de
Los países escandinavos, son bue- importaciones" para el consumo de las
nos ejemplos de una historia en la cual clases oligárquicas y las capas medias
la redistribución del control de recursos asociadas, en lugar de la industrializa-
de producción y de ciudadanía corre pa- ción de los recursos y materias primas
reja con el desarrollo, desde la partida. locales, para el consumo del conjunto
Alemania, Italia, &paña, de su parte de la población? ¿No tiene nada que ver
ilustran de su lado las relaciones entre con eso el hecho de que la mayoría de
democratización del poder y la consoli- esa población fuera no-europea? ¿No se
dación y estabilirnción del desarrollo. revela allí, la ausencia de una sociedad
Fuera de Europa, Japón, fof7Jldo a ad- realmente nacional o en curso de nacio-
mitir una reforma agraria y una consti- nalización? ¿O de otro modo, una na-
tución política liberal. Corea del Sur y cionalidad restíi.ngida a la etnicidad de
Taiwan, a las que les fueron también los dominantes?
impúestas reformas agrarias, aún no Una de las persistentes obsesiones
cumplen del todo con la redistribución del debate latinoamericano acerca del de-
de la democratización política, por lo sarrollo-subdesarrollo y de la democra-
cual hay margen para preguntar si la con- cia, es el problema de la concentración
solidación del desarrollo está ya asegu- extrema de los ingresos, porque no so-
rada. lamente allí está implicada la estrechez
La democratirnción relativa del con- del mercado local, sino toda la cuestión
trol de recursos, implica una pareja de- del acceso de la mayoría de la pobla-
mocratirnción relativa de las relaciones ción a los servicios y recursos que la
de poder en la sociedad y en el estado; sociedad produce o importa. &a obse-
la universalización de la ciudadanía; la sión por la distribución de ingresos no
universalidad y la estabilidad del esta- es impertinente. Pero es superficial y a
do. Y, en consecuencia, la continuidad la postre descaminada. La desigual dis-
de políticas de desarrollo y del proceso tribución de ingresos no es sino la otra

97
cara de la extrema concentración del rica es el lugar de su nacimiento. Más
control de recursos de producción de ciu- recientemente, en Europa y Japón se ha
dadanía 10 • instalado también la colonialidad del po-
Cuando no había otro modo para sor- der, por la presencia de trabajadores mi-
tear la presión de los trabajadores y de grantes que no solamente provienen de
todos los sectores dominados de la po- otras "etnias" o "nacionalidades" como
blación contra la iniquidad del reparto los del Mediterráneo en Europa Central,
de los bienes sociales,los regímenes lla- sino también ahora de "razas etnias"
mados "nacionalista populistas" se han muy diferentes de las europeas, como
refugiado siempre en políticas de distri- los pueblos norafricanos, asiáticos, del
bución de ingresos, sin poder o sin que- Medio Oriente y de América Latina. Sus
rer una redistribución del control de re- efectos comienzan a estar a la vista, y
cursos económicos y de ciudadanía. Da- es poco dudoso que serán aún más abul-
das esas condiciones, tales políticas han tados en el período siguiente.
sido siempre, inevitablemente, artificia-
les y de corto alcance y duración. Pero, EL ESPEJO DE MEXICO
mucho peor, en todos los casos se ha
revelado que resulta virtualmente impen- La relativa democratización y nacio-
sable para las clases dominantes asenta- nalización de la sociedad y del estado,
das en la colonialidad y para sus alian- por medio de la descolonización de las
zas imperialistas, ceder a esa redistribu- relaciones de poder, en América Latina
ción de ingresos, porque eso implicaría ha ocurrido hasta ahora solamente en
poner en cuestión las bases de ese po- México. Y aún allí, de manera incom-
der. Por eso, todos los regímenes llama- pleta y no definitiva. La guerra civil en-
dos "populistas" han caído, sin excep- tre 1910 y 1930 subvirtió no solamente
ción alguna, bajo golpes militares san- las relaciones de clase, sino también y
grientos y represivos. en una amplia medida, las relaciones
En Europa o en el Asia de la post- fundadas en el complejo "raza-etnia".
guerra, la colonialidad del poder no ha Sería desatinado decir que no existe
intervenido como en América Latina. vinculación fundamental entre esos pro-
La explotación y la dominación han cesos y el hecho de que México sea,
sido, ante todo, de clase. Han ocurrido desde 1930, el único país latinoameri-
dentro de una misma "raza", si no siem- cano sin golpes militares. Por lo tanto,
pre de una misma "etnia". La combina- el de más prolongada estabilidad políti-
ción de "raza" y de "etnia" ha sido mos- ca de toda la región. Y que, de otro lado,
trada en sus perversos extremos en Sud- allí se haya llevado a cabo también el
africa. Pero no debe olvidarse que Amé- más prolongado proceso de desarrollo

10. La más reciente muestra es la publicación de CEPAL: "Crecimiento Econ6mico con equidad",
Santiago, Chile.

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económico continuado de América La- cesos que en otros lugares han llevado a
tina ~n este siglo, desde el fin de la gue- consolidar el desarrollo. La estabilidad
rra civil basta fines de los años 70. mexicana no se podría entender por se-
Sería igualmente infundado pensar parado de la combinación de todos esos
que tal estabilidad sea solamente el re- factores.
sultado del fraude, de la manipulación o Eso dicho, es indispensable obser-
de la represión, en servicio de un régi- var que la relativa democratización del
men político de partido único. El virtual poder y de sus fuentes y recursos, la
monopolio político del PRI en esa me- descolonización del poder, en México
dia centuria, es tan real como los frau- distó mucho de ser suficientemente pro-
des electorales y la represión. Pero no funda y global, no obstante todos aque-
es real que ese monopolio haya sido sos- llos avances. El control estatal de los
tenido solamente por medios represivos principales recursos productivos y el
como en Brasil o Chile bajo las recien- monopolio político del PRI sobre el es-
tes dictaduras militares; ni únicamente tado, mellaron desde la partida no solo
bajo represión y fraude, como en Para- los alcances, sino sobre todo la lógica y
guay bajo Stroesner. Lejos de eso, la los caminos de la descolonización y de-
estabilidad ha estado montada, en parti- mocratización definitiva del poder y de
cular hasta fines de los 60s, ante todo la consolidación del desarrollo.
en la legitimidad y la representatividad Diversas implicaciones importantes
del orden político y del estado emergi- se desprendieron de esos fenómenos. Bá-
do de la guerra civil, en la misma medi- sicamente, la restauración de las jerar-
da en que se logró una extensión relati- quías y la reconcentración de recursos
vamente importante de la ciudadanía, de producción y de poder social y polí-
más importante aún si se tiene en cuen- tico, al comienzo de modo gradual y len-
ta que rompía una de las más fuertes y to, y acelerado y masivo después de los
rígidas estructuras de poder colonial de 60s. En la medida del fortalecimiento
toda América Latina. de ese proceso, se bloqueó primero la
La redistribución del control de re- continuada descolonización del poder y
cursos, vía reforma agraria, salarios y actualmente no se puede evitar la im-
servicios sociales, principalmente, fue presión de que la colonialidad se repro-
aparejada a la redistribución del control duce y se perpetúa de modo no tan es-
del estado, sobre todo por medio de las pontáneo. Esa práctica ha terminado
organizaciones corporativas de los tra- arrastrando también una de las divisas
bajadores. Y la expansión de la econo- del régimen político vigente, el discurso
mía mantuvo, durante un período in- de la identidad nacional.
usualmente extenso en América Latina, Nada de eso ha ocurrido, ni podría
esa coexistencia de la concentración y ocurrir, sin consecuencias sobre el de-
de la redistribución de bienes y de be- sarrollo mexicano. Debido a tales nue-
neficios que es característica de los pro- vas tendencias en el poder, la bomba de

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succión financiera colocada por el "nor- Sin redistribución mundial de los re-
te" sobre el "sur", no solamente ya no cursos no se puede pensar en el desa-
encontró en México, barreras razona- rrollo de ninguna región por separado,
blemente eficaces, sino que obtuvo ac- en todo caso no en favor de toda o la
tivos socios entre los nuevos dominan- mayoría de la población. Y aparente-
tes del país, especialmente desde co- mente, ninguna redistribución puede
mienzos de los 80s. La producción, el esperarse hoy sin pareja con la des-
empleo y los ingresos cayeron brusca- colonización del poder, lo mismo en
mente. La inestabilidad política comen- su cara material que en las relacio-
zó a tocar las puertas con la fractura nes intersubjetivas.
del PRI y el crecimiento de las tenden- ·~~Si así no ocurre, sin embargo, en
cias políticas que expresan el nuevo po- un plazo razonablemente corto, la his-
der social. El crecimiento de la econo- toria puede cobrar sus cuentas, iró-
mía se ha hecho inestable y precario y nicamente, en las propias sedes del
en todo caso, a diferencia de lo que "centro" en donde la colonialidad ins-
ocurría en el período posrevoluciona- tala ahora sus más turbulentas se-
rio, ahora no se vincula, no solo a con- des.
trapelo, a la descolonización continua- Un brasileño ingenioso dijo una vez
da de la sociedad y del estado. que Brasil podía ser mejor denominado
Belindia, parte Bélgica y parte India.
DE TE FABULA NARRATUR ..• Le replicaron que sí, pero que la mayo-
ría de la población y de los votantes
Todo lo anterior sirve para sugerir está en "India" y el control del poder
que democracia y desarrollo no se han en ''Bélgica". Europa parece haber en-
dado, ni pueden darse, por separado trado en un camino parecido. Si la co-
o en secuencia. Y que en el caso de lonialidad no es enfrentada y erradica-
América Latina, la democratización da; si el poder y sus recursos no son
significa ante todo la descolonización democratizados a la escala global del
del poder. Pero la cuestión no implica planeta, tal vez Europa descubra, si no
solamente a esta región, sino a la natu- lo ha hecho todavía, que la fábula ha-
raleza del poder global a escala del pla- bla también de su propia historia.
neta.

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